Unidad 1 Necesidades humanas y las tecnologías
Autoras: Luz María Hernández Ramírez Rosa María Luna Hernández Zoila León Moreno Angelina Rivera Montiel
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Introducción de la unidad Necesidades humanas y las tecnologías Los seres humanos tienen necesidades que les permiten sobrevivir y adaptarse a los diferentes entornos, como el ambiental, el emocional y el social, entre otros; por tanto, estas son las responsables del mantenimiento y conservación del bienestar y la salud de las personas. Es así que las necesidades se encuentran íntimamente relacionadas entre sí; de tal manera que cuando una de ellas se ve afectada, las demás, de manera simultánea, se manifiestan, presentando diversas respuestas, las cuales pueden ser de tipo físico, biológico o emo cional. Las tecnologías de cuidado son una parte de la estructura disciplinar de la enfermería porque vinculan la dimensión teórico-práctica de los cuidados, además son los medios que permiten la aplicación de los conocimientos fundamentados sobre bases científicas, mediante un modelo conceptual-teórico y el método de los cuidados, los cuales, en su conjunto, individualizarán y darán sentido a la aplicación de las tecnologías. Lo anterior, de acuerdo con las necesidades, estilos de vida, creencias y valores de las personas que, en interacción continua con su entorno, viven experiencias de salud, donde el profesional de enfermería, a través de su ser, hacer y convivir, favorece experiencias en el arte de cuidar. Existen diversas propuestas que clasifican y explican a las necesidades humanas y a las tecnologías: sin embargo, en esta unidad su estudio se hará a partir de los elementos conceptuales que aporta la enfermería. En un primer momento de esta unidad se abordarán los principales enfoques teóricos de la Escuela de las necesidades, que es una de las posturas desde donde se puede emprender el estudio y práctica de la enfermería. Después se reflexionará sobre las distintas teorías que, fuera del campo específico de esta profesión, fundamentan la definición y clasificación de las necesidades humanas. Luego de los fundamentos teóricos, se estudiarán los procesos de cuidado de la salud, autocuidado, promoción de la salud y estilos de vida saludables; así como el papel del profesional de la enfermería en cada uno de ellos. Finalmente, se abordarán los distintos tipos de tecnologías que se emplean para el cuidado de la salud.
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Objetivo de la unidad Identificar los elementos teórico-conceptuales que sustentan la Escuela de las necesidades, así como las diferentes tecnologías que las enfermeras utilizan para el cuidado de la salud, como marco de referencia en el estudio sobre dichos conjuntos de técnicas.
Temas 1. 2. 3. 4.
Escuela de las necesidades Fundamentación Fundamentación teórica de las necesidades humanas La enfermería en el cuidado a la salud. Autocuidado. Autocuidado. La promoción a la salud. Estilos de vida saludables Clasificación de las tecnologías del cuidado a la salud
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Tema 1. Escuela de las necesidades
Preguntas generadoras
¿Qué es la Escuela de las Necesidades? ¿Quiénes son las principales teorizadoras que representan esta escuela? De acuerdo con la Escuela de las Necesidades, ¿cuándo entra en ayuda de la persona la enfermera? ¿Cómo define cada teorizadora la ayuda que la enfermera presta a la persona cuando esta no es capaz de satisfacer por sí sola sus necesidades? ¿Cómo define cada teorizadora los conceptos que integran al metaparadigma de enfermería?
¿Cuál es el concepto social de la salud? Existen diferentes corrientes del pensamiento que han influido en las enfermeras teóricas sobre la construcción de modelos conceptuales, los cuales están conformados por cuatro conceptos centrales: el cuidado, la persona, la salud y el entorno. Según la corriente del pensamiento los modelos de enfermería han sido agrupados de modos diversos por diferentes autores. El fin último de estas agrupaciones es agilizar su estudio y comparación para establecer los rasgos comunes y diferenciales más relevantes de las mismas. Kérouac (1996) agrupó los modelos en seis escuelas o corrientes de pensamiento, como son: o
Escuela de las necesidades
o
Escuela de la interacción
o
Escuela de los efectos deseables
o
Escuela de la promoción a la salud
o
Escuela del ser humano unitario
o
Escuela del caring
Para fines de este tema solo se estudiará la Escuela de las necesidades.
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¿Qué es la Escuela de necesidades? La idea principal que propone esta escuela es que los cuidados de enfermería surgen a partir de la dificultad o incapacidad que presenta la persona para satisfacer por sí misma sus necesidades o para cuidar de otros que dependen de ella. Esto puede estar determinado por diversos factores, como:
a) La etapa de desarrollo: infancia o vejez b) Enfermedad c) Discapacidad metal y/o física d) Falta de motivación Así, la enfermera reemplaza a la persona que durante un tiempo no puede realizar ciertas actividades de cuidado, supliéndola hasta que esta es capaz de hacerlo por sí misma. Las principales teorizadoras que representan esta escuela son:
Virginia Avenel Henderson. Tomada de: http://www.nursingtimes.net/pictures/182xAny/4/2/5/1213425_virginia_henderson.jpg
Fuente: (Keroúac, 1996)
Dorothea E. Orem.
Faye Glenn Abdellah.
Tomada de: http://images.google.com/imgres?imgurl=http://www.nurses.info/nigrafix/theorists/
Tomada de: http://nursingstudyguides.net/faye-abdellahs-theory/abdellah_f_g2/
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Aunque sus propuestas teóricas se enmarcan dentro de la escuela de necesidades, cada una de ellas presenta una visión diferente con respecto a la capacidad o incapacidad de la persona para satisfacer sus necesidades y de igual forma describen de manera diferente la actuación de enfermería, tal y como se muestra en el siguiente cuadro: Teorizadora
Virginia Avenel Henderson
Capacidad para satisfacer la
Incapacidad para satisfacer la
Actuación de ayuda de
necesidad
necesidad
la enfermera
Independencia
Dependencia
Rol de Enfermería Fuente: (Keroúac, 1996)
Teorizadora
Dorothea Orem
Capacidad para satisfacer la
Incapacidad para satisfacer la
Actuación de ayuda de la
necesidad
necesidad
enfermera
Autocuidado terapéutico
Déficit de autocuidado
Agencia de enfermería
Cualquier situación presente o a la que se enfrenta el cliente o su familia, en la que una enfermera puede ofrecer su ayuda
Solución de problemas de enfermería
Faye Abdellah
Esta diferencia conceptual también se refleja en el Metaparadigma de Enfermería, el cual se encuentra conformado por cuatro conceptos: cuidado, persona, entorno y salud: Teorizadora
Cuidado
P ersona
Salud
Entorno
Virginia Avenel Henderson
Asistencia a la persona enferma o sana en las actividades que no puede hacer por sí misma por falta de fuerza, de voluntad o de conocimientos con el fin de conservar o de restablecer su independencia en la satisfacción de sus necesidades fundamentales
Ser biológico, psicológico y social que tiende hacia la independencia en la satisfacción de sus catorce necesidades fundamentales.
Capacidad de actuar de forma independiente en relación con las catorce necesidades fundamentales.
Factores externos que actúan de forma positiva o negativa
Teorizadora
Cuidado
P ersona
Salud
Entorno
Virginia Avenel Henderson
Asistencia a la persona enferma o sana en las actividades que no puede hacer por sí misma por falta de
Ser biológico, psicológico y social que tiende hacia la independencia en la satisfacción de sus catorce
Capacidad de actuar de forma independiente en relación con las catorce necesidades
Factores externos que actúan de forma positiva o negativa
Fuente: (Keroúac, 1996)
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fuerza, de voluntad o de conocimientos con el fin de conservar o de restablecer su independencia en la satisfacción de sus necesidades fundamentales
Teorizadora
Dorothea Orem
Faye Glenn Abdellah
necesidades fundamentales.
fundamentales.
Fuente: (Keroúac, 1996)
Cuidado
P ersona
Salud
Entorno
Campo de conocimiento y servicio humano que tiende a cubrir las limitaciones de la persona en el ejercicio de autocuidados relacionados con su salud y reforzar sus capacidades de autocuidado. Utilización del método de resolución de problemas con el fin de ayudar a la persona a adaptarse en sus 21 necesidades o tipologías de salud que son de la competencia enfermera.
Ser que funciona biológica, simbólica y socialmente, y que presenta exigencias de autocuidados universales de desarrollo, ligados a desviaciones de la salud.
Estado de ser completo e integrado a sus diferentes componentes y modos de funcionamiento.
Todos los factores externos que afectan los autocuidados o el ejercicio del autocuidado.
Las personas tienen necesidades físicas, biológicas y sociológicas, y cuentan con la habilidad del autocuidado y la capacidad para aprender, ambas varían según cada persona.
Un estado en el que el individuo no tiene necesidades por cubrir, ni tampoco deterioros reales o posibles.
Factores sociales de medios, tales como el hospital, la casa o la comunidad, que contribuyen en las necesidades de la persona.
Asimismo, cada teorizadora da una connotación diferente a las necesidades: Henderson las nombra “necesidades fundamentales”; Orem las designa como “requisitos” y las clasifica en tres: universales, de desarrollo y de desviación de la salud; por último, Abdellah las distingue como “Veintiún tipologías o problemas de enfermería”, y las clasifica en tres áreas: de desarrollo físico, sociológico y emocional del
paciente; de los tipos de relaciones interpersonales entre la enfermera y el paciente y, por último, las de los elementos comunes de atención al paciente.
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Estas tres teorizadoras concuerdan en señalar que la satisfacción de las necesidades debe de ser en tres contextos: o
En relación con uno mismo
o
En relación con el grupo social
o
En relación con el ambiente
Lo importante es que, independientemente de qué enfoque teórico se parta, las necesidades humanas son universales, pero la forma en que las personas las satisfacen varía según su entorno cultural, social, ambiental y económico; y que cuando la persona ya no es capaz de hacerlo por sí misma, la actuación de enfermería se justifica.
En conclusión, la Escuela de necesidades explica y describe los fenómenos que conforman la práctica de enfermería a partir de la visión de las necesidades humanas. Las principales representantes de esta son Virginia Avenel Henderson, Dorothea Elizabeth Orem y Faye Glenn Abdellah. Estas tres teorizadoras coinciden en señalar que “las enfermeras prestan ayuda cuando las personas sanas o enfermas presentan dificultad o incapacidad para satisfacer por sí mismas sus necesidades o para cuidar de otros que dependen de ella”.
Esa dificulta o incapacidad es descrita de manera diferente por cada teorizadora: Henderson la identifica como “dependencia”; Orem como “déficit de autocuidado” y Abdellah como “problemas específicos de enfermería”.
También, a la capacidad para la satisfacción de las necesidades la describen de forma diferente: Henderson la nombra “independencia”, Orem “autocuidado” y Abadellah “capacidad de la persona para resolver problemas”.
Esta capacidad está determinada por factores como: a)
La etapa de desarrollo: infancia o vejez
b)
Enfermedad
c)
Discapacidad metal y/o física
d)
Falta de motivación
Las tres coinciden en describir a la enfermera como una profesional con formación,
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Posteriormente, con el desarrollo de las ciencias, se llega a conocer de forma particular al estudio de los métodos y fundamentos de la actividad científica como epistemología (a la que algunas veces se le conoce también como teoría de la ciencia).
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Tema 2. Fundamentación teórica de las necesidades humanas
Preguntas generadoras
¿Qué teorías apoyan a las teorías que integran la Escuela de las necesidades? ¿Qué aportaciones hacen estas teorías a las de necesidades de enfermería? En el presente tema se revisará la fundamentación teórica que sustenta a las diferentes teorías que
constituyen la Escuela de las necesidades. Al igual que otras disciplinas, la enfermería cuenta con una estructura de conocimientos que le permite definirse como una conducta única que se centra en el estudio del cuidado de la experiencia o vivencia de la salud humana. Las teorías que integran esta estructura se han generado a partir del estudio de la propia disciplina, del conocimiento de otras y del conocimiento biomédico. A continuación, se revisará la fundamentación teórica que sustenta las teorías que integran la Escuela de necesidades: La Teoría de las necesidades fundamentales, de Virginia Henderson; los Veintiún problemas de enfermería, de Glenn Faye Abdellah y la Teoría del déficit del autocuidado, de Dorothea Orem. Las tres teóricas que representan esta escuela coinciden en señalar que la capacidad de las personas para la satisfacción de sus necesidades fundamentales es directamente proporcional a la etapa de desarrollo, ya que la insuficiencia, la disminución y la pérdida de autonomía están ligadas a la edad. Esta curva varía según las personas y los medios:
Curva de evolución de la necesidad de cuidados en función de la edad Collière, F.M. Promover la Vida. Ed. Interamericana
Algunos acontecimientos de la vida, como la maternidad o el nacimiento, requieren de ayuda concreta; o también cuando una persona o un grupo se encuentran con crisis u obstáculos en su vida, que en algunas ocasiones llegan hasta la enfermedad y el accidente. Estos acontecimientos tendrán por
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sí mismos consecuencias y repercusiones diferentes, según el periodo de edad en que ocurran y todo lo que haya influido en el desarrollo y dominio del proceso de dependencia-autonomía (Collière, 1999). Virginia Avenel Henderson, quien ha sido reconocida como una de las primeras teorizadoras que de manera clara explicó qué es la enfermería, cuál es el campo de acción de la enfermera y en qué situaciones o circunstancias presta ayuda profesional a los pacientes. A continuación, se presentan algunos puntos importantes de su filosofía. Supuestos principales de su teoría: o
Cada individuo lucha por mantener la salud o recuperarla y desea ser independiente en cuestiones de salud. Un estado saludable es aquel en el que se experimenta una sensación de bienestar o comodidad, del cual nos hacemos más conscientes cuando lo perdemos, es entonces que buscamos los medios para recuperarla lo más pronto posible. Cuando el individuo aprecia en gran manera su salud, dichos medios están encaminados a conservar ese estado saludable, mediante la puesta en práctica de medidas preventiva (García, 2002).
o
Cada individuo es una totalidad compleja (un ser bio-psico-social) que requiere satisfacer necesidades fundamentales.
o
Cuando una necesidad no se satisface, el individuo no está completo en su integridad ni es independiente. El término independiente significa que tiene los conocimientos, la fuerza y la voluntad que son necesarios para ejecutar las acciones que requieren para conservar o recuperar la salud (García, 2002). Henderson definió la enfermería en términos funcionales y menciona que “La única función de la enfermería es asistir al
individuo sano o enfermo, en la realización de aquellas actividades que contribuyen a la salud o a su recuperación (o a una muerte serena), actividades que realizaría por él mismo si tuviera la fuerza, conocimiento o la voluntad necesaria. Todo esto, de manera que le ayude a ganar independencia de la forma más rápida posi ble”. Consideró a las enfermeras como la mayor autoridad en los cuidados básicos de enfermería. Ubicó estos cuidados básicos en 14 Enfermera en su rol de ayuda: http://www.phovoir-images.com/watermark.php?i=49116
componentes o necesidades básicas del paciente que abarcan
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todas las posibles funciones de la enfermera. Las 14 necesidades a que hace referencia son:
Necesidad
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Respirar normalmente Comer y beber de forma adecuada Eliminar los desechos por todas las vías Moverse y mantener una postura adecuada
5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
Dormir y descansar Elegir ropas adecuadas, vestirse y desvestirse Mantener la temperatura corporal Mantener la higiene corporal y la integridad de la piel Evitar los peligros del entorno Comunicarse con los demás Actuar de acuerdo con la propia fe Actuar llevando a cabo acciones que tengan un sentido de autorrealización Participación en actividades recreativas Aprender a descubrir o satisfacer la curiosidad de manera que se pueda alcanzar el desarrollo normal y la salud
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Fuente: (Benavent, 1993)
Las 14 necesidades están organizadas de la siguiente manera: las primeras siete están relacionadas con la fisiología, la octava y novena con la seguridad, la décima con la autoestima, la undécima con la pertenencia y de la duodécima hasta la decimocuarta con la autorrealización. Las causas de dificultad para la satisfacción de las necesidades están determinadas por (García, 2002): o
Fuerza: la dependencia proviene de que el individuo carece de fuerza, no solo de fuerza física
sino también de fuerza moral para tomar decisiones y comprometerse en las acciones necesarias para conservar o recuperar la salud. o
Voluntad: se ve disminuida por los problemas de salud, frecuentemente este estado está
relacionado con la capacidad intelectual y se ve limitado por la falta de recursos económicos o por factores socioculturales. o
Conocimiento: hay desconocimiento de los mecanismos de acción del desarrollo de
enfermedades, de los recursos de salud, de los cuidados que se deben tener cuando se presenta la enfermedad para evitar su desarrollo, en general, lo que se refiere a prevención, curación y rehabilitación. Concluyendo, Henderson tuvo aportaciones de tipo filosófico y conceptual para la enfermería. Desde lo filosófico sus aportaciones radican en la definición que hace de la "falta de voluntad, fuerza o
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conocimiento", como las posibles causas de dificultad en la satisfacción de las necesidades; cabe la reflexión, respecto a que la voluntad es un atributo del espíritu, el conocimiento es una capacidad de toda persona y resultado de la aplicación del razonamiento respecto de un hecho u objeto en particular; en el caso de la fuerza, habrá que diferenciar si es fuerza de voluntad y/o fuerza física; el reto es que la enfermera identifique objetivamente tales componentes y los conciba como criterios para definir sus intervenciones (Jiménez, Salinas y Sánchez, (2004). Desde lo conceptual, es una de las primeras teorizadoras que hace una definición clara de ¿qué es la enfermería? y ¿cuál es la razón de ser de la enfermería?
Dorothea Elizabeth Orem fue una de las primeras teorizadoras de enfermería en hablar del autocuidado. A partir de las observaciones que ella realizó, se integró la Teoría del déficit del autocuidado. Para explicar la complejidad del autocuidado, así como las formas de ayuda que prestan las enfermeras cuando la persona o grupo de personas presentan Dorothea E. Orem: http://www. studentnurselaura.files.wordpr ess.com/2009/09
déficit de autocuidado, Orem construye la Teoría del déficit del autocuidado, la cual describe como una teoría general, conformada por tres teorías relacionadas entre sí:
Teoría del Déficit del Autocuidado
Teoría de Sistemas de Enfermería
Teoría del Autocuidado
La
Teoría
del autocuidado,
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define al autocuidado como el conjunto de acciones intencionadas que realiza la persona para controlar los factores internos o externos que pueden comprometer su vida y desarrollo posterior. Señala que todas las personas tienen la capacidad para cuidarse y que estas capacidades se aprenden y desarrollan a lo largo de la vida a través de las relaciones interpersonales y sociales. Es así como las personas desarrollan prácticas de autocuidado que se transforman en hábitos, que contribuyen a la salud y el bienestar. Todas estas actividades son actos deliberados y racionales. Los niños cuando aprenden estas prácticas se están transformando en personas que se proporcionan sus propios cuidados, en este caso, ellos son sus propios agentes de autocuidado (Orem, 1993). La Teoría del déficit del autocuidado desarrolla las razones por las cuales una persona puede beneficiarse de la agencia de enfermería, mientras sus acciones están limitadas por problemas de salud o de cuidados sanitarios, lo que les hace total o parcialmente incapaces de descubrir sus requisitos actuales y emergentes que han de satisfacer en el cuidado de sí mismos o de quienes están a su cargo. Déficit de autocuidado es, por tanto, la falta o una capacidad no adecuada del individuo para realizar
todas las actividades necesarias que garanticen un funcionamiento saludable (Orem, 1993). La Teoría de sistemas de enfermería expresa los motivos y las formas de ayuda que prestan las enfermeras cuando las personas no son capaces de satisfacer sus requisitos (necesidades) universales, de desarrollo o de desviación de la salud (Orem, 1993). Orem (1993) describe tres posibles formas de ayuda cuando las personas presentan déficit de autocuidado: Sistema totalmente compensatorio, Sistema parcialmente compensatorio y Sistema de apoyo educativo. Los principales supuestos que sustentan esta teoría son (Orem, 1993): o
Las formas de cubrir los requisitos de autocuidado tienen elementos culturales, y varían de un individuo a otro, o de un grupo a otro.
o
La realización de autocuidado requiere la acción intencionada y calculada, condicionada por las habilidades de la persona y se basa en el supuesto que las personas saben cuándo pedir ayuda. Las personas pueden escoger entre distintas opciones o conductas de autocuidado, estando entre ellas la opción de no actuar.
o
Las personas son las responsables últimas de su propiedad salud.
o
Las personas tienen el derecho y las habilidades para tomar decisiones respecto al cuidado de su salud.
o
El conocimiento acerca de cómo cuidarse y las habilidades de hacerlo: aumentan la capacidad de las personas y familias para evaluar su estado de salud y determinar la
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necesidad de buscar atención profesional, de esta manera transfieren confianza desde el personal de salud hacia ellos mismos. o
El autocuidado es relevante para las personas con diferentes antecedentes socioeconómicos o culturales, edades, etc.
Faye Glenn Abdellah Se basó en el método de solución de problemas como medio para distinguir los problemas de enfermería (persona) para alcanzar el estado de salud óptimo. Formuló 21 problemas de enfermería cimentados en las 14 necesidades de Virginia Henderson, base para la atención global de enfermería. Estos son: Faye Glenn Abdellah: http://www. gspot.com/.../s400/abdella h.jpg
TIPOLOGÍA DE ABDELLAH DE 21 PROBLEMAS DE ENFERMERÍA
1. Mantener una buena higiene y bienestar físico 3. 5.
7. 9. 11. 13. 15. 17. 19. 21.
2. Identificar y aceptar expresiones, sentimientos y
reacciones positivas y negativas Favorecer una actividad óptima: ejercicio, 4. Identificar y aceptar la interrelación entre las descanso y sueño emociones y las enfermedades orgánicas Promover la seguridad mediante la prevención 6. Facilitar el mantenimiento de una comunicación de accidentes, lesiones y otros tipos de verbal y no verbal eficaz traumatismos, y la prevención y propagación de infecciones Mantener una buena mecánica corporal y 8. Favorecer el desarrollo de relaciones interpersonales prevenir y corregir las deformidades productivas Facilitar el mantenimiento del aporte de 10. Facilitar el progreso hacia la consecución de los oxígeno a todas las células del cuerpo objetivos espirituales personales Facilitar el mantenimiento de la nutrición de 12. Crear o mantener un entorno terapéutico todas las células del cuerpo Facilitar el mantenimiento de la eliminación 14. Facilitar la conciencia del propio yo como individuo, con necesidades físicas, emocionales y evolutivas variables Facilitar el mantenimiento del equilibrio hídrico 16. Aceptar los objetivos posibles óptimos a la luz de las y electrolítico limitaciones, tanto físicas como emocionales Reconocer las respuestas fisiológicas del 18. Utilizar recursos comunitarios como ayuda para cuerpo a las enfermedades: patológicas, resolver los problemas que surgen de las fisiológicas y compensadoras enfermedades Facilitar el mantenimiento de los mecanismos y 20. Entender la importancia de los problemas sociales funciones reguladoras como factores que influyen en la causa de las enfermedades Facilitar el mantenimiento de la función sensitiva
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Marriner, T. A. (2007)
Como puedes observar, la autora hace énfasis en el mantenimiento de las funciones corporales, en la utilización de los recursos propios y comunitarios para atender los problemas emocionales, de la comunicación, sociales, espirituales, de la autorrealización, del entorno y de los que surgen de las enfermedades, aspectos que se relacionan directamente con las necesidades de la persona. Habrá que apoyar la función institucional con talento organizativo sintiéndose parte de la organización, trabajar con amor en la comunidad y en la institución, darse a la tarea de construir nuevos escenarios de atención, es decir, romper con el trabajo restringido, cautivo, que se da sólo al interior de los muros de una institución, y empezar a incursionar en el ejercicio libre de la profesión y crear nuevos escenarios de trabajo donde la gente vive, donde la gente trabaja, donde la gente se divierte, donde la gente estudia, es decir, considerar a la salud como un proyecto de gestión política en enfermería.
A manera de conclusión: la fundamentación teórica que sustenta las teorías que conforman la Escuela de las necesidades surge a partir de las teorías de otras disciplinas, de teorías propias de enfermería y del conocimiento biomédico. Entre las teorías que han aportado a la construcción de las teorías de la Escuela de las necesidades destacan la Teoría del desarrollo psicosocial, de Erik Erikson; la Teoría general de los sistemas, de Von Bertalanffy, y la Teoría de las necesidades, de Abraham Maslow. Henderson reconoce haber tenido influencia de Ida Jean Orlando, por su parte, Faye Glenn Abdellah, de Virginia Henderson. Estas cuatro teorizadoras coinciden en señalar que la enfermería es una disciplina única e independiente de la medicina y que las enfermeras son profesiones responsables, capaces de tomar decisiones y definir las intervenciones o cuidados que requieren las personas con el fin de que recuperen o desarrollen las capacidades necesarias para la satisfacción de sus necesidades.
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Tema 3. La enfermería en el cuidado a la salud. Autocuidado. La promoción a la salud. Estilos de vida saludables
Preguntas generadoras
¿Cuál es la función de enfermería en el cuidado de la salud?
¿Qué tipos de cuidados utilizan las enfermeras para ayudar a las personas en el mantenimiento de la salud o en la recuperación de la salud ante la presencia de la enfermedad?
¿Qué relación tienen el autocuidado con el mantenimiento de la salud?
¿Qué relación tienen el autocuidado, la promoción de la salud y los estilos de vida saludables entre sí? Algunos autores como Doneti, citado por Benavent (1993), señalan que la disciplina y la profesión no
siempre van a un mismo ritmo. En el contexto real y actual de la enfermería mexicana encontramos un desfase de este tipo: mientras desde la formación y la academia se habla del cuidado como el objeto central de la enfermería, de la persona sana o enfermera como el sujeto de cuidado, de las experiencias del cuidado de la salud, de las teorías y modelos, de las tecnologías para el cuidado y del proceso de atención de enfermería; en la práctica, la atención de enfermería se centra en la enfermedad y en sus signos y síntomas, a partir únicamente de las indicaciones médicas y de la tecnología biomédica. Por ello en este tema se estudiará a la enfermería como una disciplina centrada en el cuidado de la salud, el autocuidado, la promoción de la salud y los estilos de vida saludable. La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Constitución de 1946 define a la salud como el estado de bienestar completo en los aspectos físicos, mentales y sociales del ser humano y no solo la ausencia de enfermedades, concepto que ha recibido constantes críticas, pues la salud implica también que se cubran otras necesidades fundamentales de las personas, como las afectivas, sanitarias, nutricionales, sociales y culturales, por lo que esta enunciación es irreal. Además se estima que solo hasta una cuarta parte de la población mundial se encuentra completamente sana (Guillén, y otros, 2009). Una definición más dinámica de salud es “el logro del más alto nivel de bienestar físico, mental, social y de capacidad de funcionamiento que permitan los factores sociales en los que viven inmersos el individuo y la colectividad”; es el proceso de adaptación continua a los millares de microorganismos,
estímulos, presiones y problemas que desafían diariamente al hombre.
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La salud es un proceso dinámico a través de la vida: nadie posee un estado fijo de completo bienestar físico, emocional, social y espiritual. No existe ningún límite para el grado de salud que se puede alcanzar; en la marcha de los procesos evolutivos de la vida, el individuo puede seguir creciendo y desarrollándose hacia el logro de niveles de bienestar. Como se aprecia, la definición de salud es difícil, siendo más útil conocer y analizar los determinantes de la salud o condicionantes de esta, pues forman parte de los pilares de la calidad de vida, bienestar y, en definitiva, estos podrían ser generadores de felicidad. El objetivo de alcanzar la salud no solamente corresponde al sistema de salud, sino también a los políticos, a la sociedad y al individuo. En sociedades en vías de desarrollo, la salud se conseguiría si se satisfacen sus necesidades de alimentación, vivienda, trabajo y un adecuado control de infecciones y, atendiendo los problemas económicos; mientras que, en las sociedades desarrolladas, se obtiene previniendo los efectos secundarios que la riqueza produce, como la obesidad, la ausencia de ejercicio físico, los accidentes de tráfico, el tabaquismo, la depresión, la contaminación, etc. Estos dos casos sirvan de ejemplo para considerar que el estado de salud tiene que ver más con el entorno socioeconómico, cultural y social en el que se encuentre inmersa la persona a quien se le valorará su estado de salud Otros conceptos de salud sostienen que esta se ha visto influido por la evolución social que ha ocurrido en las últimas décadas. Blaxter, citado por Colomer y Álvarez-Dardet (2006), exponen que la salud puede ser definida desde diferentes puntos de vista: no enfermedad, ausencia de enfermedad, comportamientos o estilos de vida, bienestar físico, energía o vitalidad, relación social, función y bienestar psicosocial. También puede conceptualizarse a partir de diferentes enfoques como: el sanitario, sociológico o económico. Para que una persona tenga un óptimo crecimiento y desarrollo es indispensable que posea salud, ya que con ella desarrolla capacidades y habilidades como persona individual y única. En la actualidad son varios los problemas que afectan la salud: ausencia de ejercicio, una mala alimentación o falta de atención integral hacia el cuerpo, mente y espíritu
¿En qué consisten las actividades de promoción a la salud, estilos de vida saludable para propiciar el autocuidado?
que perturba directamente la calidad de vida. Entonces, al conceptuar la salud se debe tomar en cuenta a la persona como un ser total. De este principio surge el término de salud integral . Este enfoque vislumbra todas las dimensiones de manera interdependiente e integrada en el ser humano, el cual funciona como una entidad completa en relación con el mundo que lo rodea (Guillén, R., et al. 2009)
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Pero, desde la perspectiva de enfermería, la salud se conceptualiza a partir de la visión de cada una de las teóricas, por ejemplo, Henderson la define en términos de independencia de la persona en la satisfacción de las catorce necesidades fundamentales; Orem la conceptualiza como autocuidado; otras teóricas, como Madeleine Leininger, la definen partiendo de una visión transcultural y antropológica en la cual el concepto salud hace referencia a las creencias, los valores y las formas de actuar, que son culturalmente válidos y utilizados en una determinada sociedad. Sin importar qué modelo o teoría de enfermería se utilice, hay un elemento que siempre predomina: el cuidado . Kérouac, citada por Benavent (1993), describe los cuidados a la persona como el núcleo de la profesión enfermera y expresa que: “El centro de interés de la enfermería está en los cuidados de la
persona que en interacción co ntinua con su entorno vive experiencias de salud”. Los cuidados son un conjunto de actos conscientes, inconscientes y afectivos que tienen como finalidad más primaria la supervivencia y mantenimiento de la especie (Collière, 1999), las personas los realizan tanto para sí mismas, como para quienes dependen de ellas: niños, ancianos, enfermos, discapacitados, motivadas por la capacidad de ayuda que las caracteriza.
Collière (1993) identifica dos tipos de cuidados: los del care y los del cure. Los primeros, también conocidos como cuidados habituales o de costumbre, son prácticas humanas que se aprenden socialmente, su estructura se basa en las creencias, costumbres y hábitos de las personas y de los grupos sociales; su fin es el mantenimiento de la salud, la vida y el bienestar a través de actividades de cuidado dirigidas a satisfacer las necesidades de supervivencia como: respirar, Marie Francoise Collière Fotografía: Margarita Cárdenas Jiménez
comer, beber, eliminar, descansar, moverse protegerse, etc. Estas necesidades
de cuidado están presentes a lo largo de toda la vida, con independencia de cualquier circunstancia que acontezca, aunque las circunstancias de la persona puedan variar sus necesidades de cuidados. Por ello es necesario relacionar los cuidados con los procesos de la naturaleza, la vida, el crecimiento y la muerte, lo que confiere a las acciones de cuidados un carácter de naturalidad y necesidad permanente (Benavent, 1993). Los cuidados del cure, también conocidos como de curación, tienen como objetivo limitar la enfermedad, luchar contra ella y atajar sus causas (Collière, 1993). Ahora bien, ¿cuál de estos dos tipos de cuidado concierne a las enfermeras? Si se hiciera esta pregunta a un grupo de enfermeras, seguramente la mayoría de ellas, si no es que todas, contestarían que este tipo de cuidados. Esta respuesta hasta cierto grado es lógica, aunque no necesariamente signifique que sea la correcta; se entiende así porque durante varias décadas la formación y práctica de enfermería estuvo supeditada y
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subordinada al pensamiento biomédico, cuyo centro de interés es la enfermedad, la curación y el desarrollo y uso de la tecnología para la curación. Realmente, ambos tipos de cuidado deben ser de interés de las enfermeras, particularmente los del care, o de costumbre, ya que estos están presentes en todas las etapas de la vida, incluso en la muerte,
pero además tienen una estrecha relación con la satisfacción de las necesidades fundamentales, el autocuidado de la salud, el mantenimiento de la vida y la promoción de la salud. Por tanto, los cuidados de enfermería tienen como única finalidad permitir a los usuarios de los cuidados desarrollar su capacidad de vivir o esforzarse en compensar la alteración de las funciones lesionadas por la enfermedad, buscando la forma de suplir la disminución física, afectiva y social que conlleva esta última. Cuidar no se puede limitar a tratar la enfermedad, por grave o benigna que esta sea, es importante preguntarse entonces cuáles son los elementos, las referencias que pueden contribuir a establecer el proceso de los cuidados de enfermería, partiendo de las situaciones vividas por las personas que requieren cuidados y teniendo en cuenta la naturaleza de los cuidados para el mantenimiento de la vida y de los cuidados de curación (Collière, 1993).
Autocuidado de la salud Para sobrevivir y mantener la vida, los seres humanos requieren satisfacer sus necesidades humanas, que van desde las fisiológicas básicas hasta las más elevadas como es la autorealización. En este sentido es que el autocuidado se convierte en una actividad inherente al ser humano, sin él, la Caminar es bueno para l a salud. Tomada de: http://cms7.blogia.com/blogs/c/cu/cue/ cuerpoysalud/upload/20070304120742salud.jpg
vida no continuaría. Collière (1993) expresa que el autocuidado se manifiesta en el cuidarse, cuidar y ser cuidado, estas son funciones naturales indispensables para la
vida de las personas y la sociedad. Al cuidar se contribuye a promover y desarrollar aquello que hace vivir a las personas y a los grupos. Para la revisión de este tema se tomará como referente teórico a lo expuesto por Dorothea Orem en su Teoría del déficit del autocuidado, sin que esto signifique que sea obligado usar esta teoría en situaciones de cuidado directo con las personas sanas o enfermas. Según Orem, el autocuidado es una actividad aprendida por los individuos, orientada hacia un objetivo, contribuyendo constantemente a la propia existencia. Para lograr que las personas sean capaces de realizar conductas para su propio beneficio, se deben hacer partícipes de sus acciones, deben ser capaces de reconocer los potenciales que poseen para lograrlo, teniendo en cuenta que
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existen
factores
básicos
que
pueden
condicionarlo. El acto de cuidar de uno
ESTRATEGIAS PARA LA PROMOCIÓN DE LA SALUD 1. La elaboración de una política pública sana considera que la salud ha de formar parte de la agenda de los responsables de la elaboración de los programas políticos, en todos los sectores y a todos los niveles.
2. El refuerzo de la acción comunitaria logrado a través del empoderamiento15 del individuo y de los colectivos. Esta acción comunitaria o participación integral es entendida
mismo
requiere
de
una
serie
de
conductas: Es así como cuidar representa un conjunto de actos de vida que tienen por objetivo hacer que esta se mantenga, continúe y se desarrolle.
como: “Un proceso de movilización por medio del cual la
El conocimiento acerca de cómo
comunidad se organiza y capacita, asume a conciencia
cuidarse y las habilidades de la forma de
su papel de agente o sujeto de autodesarrollo y junto con
hacerlo, aumentan la capacidad de las
la administración local y las instituciones (técnicos) identifica (concilie), prepara (planea, organiza), ejecuta (dirige, controla) y evalúa proyectos de y para su desarrollo”.
3. Desarrollo de aptitudes personales: la promoción de la
personas y familias para evaluar su estado de salud y determinar la necesidad de buscar
la
ayuda
profesional
de
enfermería.
salud favorece el desarrollo personal y social en la medida
Muñoz de Rodríguez (1998), citando a
en que proporcione educación para la salud e
Orem, refiere que las conductas de
información y perfeccione las aptitudes indispensables para afrontar las diferentes etapas de la vida.
4. La creación de ambientes favorables: los lazos que unen al individuo con su medio constituyen la base de un
autocuidado que hacen las personas son aprendidas
e
implican
autorresponsabilidad. La responsabilidad
acercamiento socioecológico a la salud. Es fundamental
en salud se considera el punto central de
la protección mutua entre las comunidades (lo social) y el
los estilos de vida saludables, lo que
medio natural.
sugiere que las prácticas de autocuidado
5. La reorganización de los sistemas de salud: “La
para estilos de vida saludables requieren
responsabilidad de la misma la comparten individuos,
de autorresponsabilidad por parte de las
colectivos, profesionales de la salud, instituciones de salud
personas.
y gobiernos”.
http://promocionsalud.ucaldas.edu.co/downloads/Revist
Una estrategia que contribuye al mantenimiento
a%205_2.pdf
de
la
salud
de
las
personas es promover el autocuidado y los estilos de vida saludables, ejemplo de ello es lo hecho por un grupo de enferm eras liderado por Walker, con el marco conceptual de la teoría de Orem, “Enfermería para el autocuidado”, y el modelo de Lawrence Green, “Estilos de vida saludables”, realizó un trabajo en el cual se identifican seis factores
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que se relacionan significativamente con estilos de vida saludables. Estos son: autorrealización, responsabilidad en salud, ejercicio, nutrición, apoyo impersonal y manejo del estrés (Muñoz de Rodríguez, 1998). Por tanto, el autocuidado tiene relevancia en la promoción de la vida y el bienestar de los seres humanos.
Promoción a la salud En el campo de la salud se ha trabajado fundamentalmente sobre cómo enfrentar la enfermedad, poco en de qué forma prevenirla y menos en la manera de propiciar el autocuidado de la salud, es así que la Organización Mundial de la Autocidado del peso corporal.Tomada de: http://www. jvergelesb.files.wordpress.com/.../ sobrepeso.jpg
Salud (OMS) propuso un nuevo enfoque que favoreció un cambio en la visión que hasta ese momento se tenía de la salud, al cual denominó Promoción a la Salud. Según la carta de Otawa, la Promoción a la Salud pretende proporcionar a los
pueblos los medios necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma. Para alcanzar un estado adecuado de bienestar físico, mental y social, un individuo o grupo debe ser capaz de identificar y realizar sus aspiraciones, de satisfacer sus necesidades y de cambiar o adaptarse al medio ambiente. La salud se percibe no como el objetivo, sino como la fuente de riqueza de la vida cotidiana. Se trata, por tanto, de un concepto positivo que acentúa los recursos sociales y personales, así como las aptitudes físicas. Por consiguiente, dado que el concepto de salud como bienestar trasciende la idea de formas de vida sanas, la promoción de la salud no concierne exclusivamente al sector sanitario (Colomer y Álvarez-Dardet, 2006). A partir de la enfermería se han hecho propuestas teóricas importantes para la promoción de la salud, como es el Modelo de Promoción a la Salud (MPS), elaborado por Nola, J. Pender. Las bases que Nola Pender poseía acerca de la enfermería, la psicología experimental y la educación la llevaron a utilizar una perspectiva holística y psicosocial de la enfermería y al aprendizaje de la teoría como bases para el Modelo de Promoción a la Salud. A continuación, se presentarán algunos de los principales supuestos de esta teoría y que se consideran son importantes para el tema (Marriner, 2005): o
Las personas buscan crear condiciones de vida mediante las cuales puedan expresar su propio potencial de la salud humana.
o
Las personas tienen la capacidad de poseer una autoconciencia reflexiva, incluida la valoración de sus propias competencias.
o
Las personas valoran el crecimiento en las direcciones observadas como positivas y el intento de
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conseguir un equilibrio personalmente aceptable entre el cambio y la estabilidad. Bajo esta perspectiva, la enfermera debe valorar el significado que tiene la salud para la persona, cómo percibe su salud actual, la forma en que ve sus capacidades de autocuidado, de qué manera es el cuidado actual, qué requiere modificar, las conductas que está dispuesta a modificar, las conductas que es capaz de modificar y qué obstáculos nota que pueden dificultar que logre alcanzar conductas saludables y, por último, si sabe qué beneficios obtendrá si logra modificar la conducta. En conclusión, el rol de la enfermera ante la promoción de la salud es el de educadora y motivadora, proveer a la persona de los elementos necesarios para que esta pueda tomar las mejores decisiones con respecto a su salud, ayudándola a identificar los obstáculos que dificultarían la modificación de conductas negativas a conductas positivas para su salud.
Estilos de vida saludables Los estilos de vida, desde una perspectiva integral, se consideran como parte de una dimensión colectiva y social que comprende tres aspectos interrelacionados: el material, el social y el ideológico. En lo material, el estilo de vida se caracteriza por manifestaciones de la cultura material: vivienda, alimentación y vestido. En lo social, según las formas y estructuras organizativas: tipo de familia, grupos de parentesco, redes sociales de apoyo y sistemas de soporte, como las instituciones y asociaciones. En el plano ideológico, los estilos de vida se expresan a través de las ideas, valores y creencias que determinan las respuestas o comportamientos a los distintos sucesos de la vida (Guillén, R., et al., 2009). En este sentido, los estilos de vida no pueden ser aislados del contexto social, económico, político y cultural al cual pertenecen y deben ser acordes a los objetivos del proceso de desarrollo que, como fue expuesto, es Estilos de vida. Tomada de: http://www.redpycs.net/MD_upload/redpycs_net/Image/home_visual.jpg
dignificar la persona humana en la sociedad a través de mejores condiciones de vida y de bienestar
Es un término que atañe a pautas de comportamiento, es decir, a formas recurrentes de
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comportamiento que se ejecutan de manera estructurada que cuando se constituyen en el modo habitual de responder ante una situación se pueden entender como hábito, permitiendo entender la relación directa que se establece entre la forma y el estilo de vivir con aspectos de la salud (Sanabria y González, 2007). Por ejemplo, el ejercicio, si una persona era sedentaria y por un determinado motivo lo empieza a practicar de manera cotidiana, lo cual se prolonga y es constante se dice que lo incorporó como un hábito. Así, los estilos de vida están integrados por los tipos de hábitos, actitudes, conductas, tradiciones, actividades y decisiones de una persona o de un grupo de personas frente a las diversas circunstancias en las que el ser humano se desarrolla en sociedad o mediante el quehacer diario y que son susceptibles de ser modificados (Sanabria y González, 2007). Estos no surgen de manera espontánea, sino que se van formando a lo largo de la vida a través de diversos procesos de aprendizaje, ya sea por asimilación o por imitación de modelos de patrones familiares o de grupos formales o informales. También son el resultado de las decisiones conscientes de las personas y de los grupos sociales y están determinados por las condiciones en las que viven las personas, así como por la edad, el género, factores económicos e incluso por factores emocionales y cognitivos. Desde la perspectiva del cuidado de enfermería, los hábitos, actitudes, conductas, tradiciones, actividades y decisiones forman parte de los cuidados que Collière denominó como care”,
“cuidados del
los cuales tienen como única finalidad el mantener la vida a través de la satisfacción de las
necesidades fundamentales de las personas y pueden ser benéficos o nocivos para la salud, de tal manera que intervenir los estilos de vida se convierte en una de las acciones más eficaces para promover la salud y prevenir las enfermedades. Para concluir, los estilos de vida están integrados por las creencias, hábitos y costumbres de las personas, estos se aprenden y significan a través de procesos de interacción interpersonal y social y están presentes a lo largo de toda la vida. Los estilos de vida son comparables a los cuidados del care, cuya única función es mantener la vida. Los estilos de vida pueden o no ser positivos para la salud y son susceptibles de modificarse a partir de las decisiones conscientes que toman las personas a partir de percibir los beneficios que estos cambios tendrían hacia su salud. Por tanto, el autocuidado y la promoción a la salud se constituyen en elementos sustanciales para propiciar estilos de vida saludables y mantener la vida.
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Los estilos de vida son determinados por la presencia de factores de riesgo y/o de factores protectores para el bienestar, por lo cual deben ser vistos como un proceso dinámico que no solo se compone de acciones o comportamientos individuales, sino también de acciones de naturaleza social.
A manera de conclusión, la esencia de enfermería es el cuidado de la salud humana. Se reconocen dos tipos de cuidados: los del care, los cuales tienen un origen cultural y se sustentan en las creencias, costumbres y hábitos de las personas; y los del cure, los que utilizan las enfermeras para la ayudar a las personas a recuperar la salud cuando esta se ve afectada por la enfermera o incluso por una discapacidad. Las enfermeras deben recurrir a los cuidados del care para promover en las personas prácticas de autocuidado que contribuyan en la satisfacción de sus necesidades fundamentales, favoreciendo estilos de vida saludables, con la finalidad de garantizar el mantenimiento de la salud. necesidades.
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Tema 4. Clasificación de las tecnologías del cuidado a la salud
Preguntas generadoras
¿Cómo se relacionan las tecnologías para el cuidado de la salud con el Proceso de Cuidados?
¿Qué son las tecnologías para el cuidado a la salud?
¿Cómo se clasifican las tecnologías? El cuidado de la salud exige a las enfermeras la incorporación de diversos elementos que en su
conjunto participan en la construcción del proceso de cuidados de enfermería. Collière (1993) señala que el proceso de cuidados consiste en transformar diferentes elementos con la ayuda de instrumentos para conseguir un objetivo. También implica el poner en juego las capacidades reflexivas de las enfermeras con relación a las necesidades fundamentales de la persona, la familia o de un grupo al que es necesario suplir para poner en práctica una acción que les pueda satisfacer o compensar. El proceso de los cuidados de enfermería surge a partir de la interacción entre la enfermera y la persona que sana o enferma que requiere de sus cuidados. En este participan tres elementos:
Los conocimientos
La tecnología
Creencias y Valores
Para este tema solo se abordará el elemento que hace referencia a la tecnología. De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española (2010), tecnología significa un conjunto de teorías y de técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico.
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Guerrero, et al. (2004) la definen como la aplicación del conocimiento científico a la solución de problemas prácticos y la obtención de metas humanas; un cuerpo de conocimientos desarrollados por una cultura que provee métodos o medios para controlar el entorno, extraer las fuentes, producir bienes y servicios, así como mejorar las condiciones de vida de la persona Collière (1993) hace referencia de la tecnología como un arte y un conocimiento de los instrumentos, es decir, de todo lo que muestra su elaboración, su creación, la justificación de su utilización de manera apropiada y la forma de servirse de ella, y que habrá que diferenciarla de la técnica, la cual corresponde únicamente a la forma de utilizar tal o cual instrumento. Es un procedimiento que es objeto de aprendizaje y crea un saber hacer. Aislada de un planteamiento tecnológico, pierde su significación y puede hacerse perjudicial, e incluso peligrosa. Ninguna profesión puede ejercerse sin la utilización de los instrumentos, ya que estos son necesarios porque determinan la práctica profesional que orientan y que ayudan a identificar. Clasificación de las tecnologías
Para revisar este punto, se abordarán las propuestas hechas por Françoise Collière y Elias Merhy. Collière propone que el cuerpo es el principal instrumento que utilizan las enfermeras para los cuidados, ya que es el vehículo o mediador de los cuidados, de ahí la importancia de volver a descubrir las propiedades de este: energéticas, propioceptivas, térmicas, mecánicas, etc. Mediante el uso del tacto, la vista, el oído, el olfato, etc., se pueden obtener datos para la valoración, y además prestar los cuidados que requieren las personas. Después del cuerpo, habría que tener en cuenta a diversas tecnologías, siendo las principales aquellas que sirven para el mantenimiento de la vida: cuidados habituales de higiene, de alimentación y también de relajación, las siguientes son las de curación y, por último, las de la información (Collière, 1993)
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Tecnología
El cuerpo
Mantenimiento de la vida
Curación
Información
Cuidados habituales de la higiene Cuidados habituales de la alimentación
Cuidados de relajación Clasificación de las tecnologías según Collière (1993).
A continuación, se describirá cada una de ellas: Tecnologías para el mantenimiento de la vida: son aquellas que favorecen el sostenimiento de la
vida cotidiana. Su uso requiere el conocer los hábitos, creencias y costumbres relacionados con la higiene, la alimentación, la respiración, el descanso, así como del significado de la ropa, la organización del espacio dentro de la habitación, vivienda, etc. También implica el conocer tecnologías que compensan defectos funcionales, esto es, que permiten la realización de la actividad obstaculizada por este daño para que regresen a una autonomía total o parcial a la persona afectada y a su familia, por ejemplo: las muletas, vehículos adaptados con elevadores para subir a personas en sillas de ruedas, soportes de libros, almohadas ortopédicas.
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Además de los instrumentos que compensan específicamente tal o cual deficiencia, algunas pueden atenuar las producidas por diversas causas, como el uso de “donas” para evitar presión en zonas de
riesgo en personas que requieren de periodos largos de inmovilidad en cama, o la utilización de compresas húmedo-tibias para mitigar el dolor en heridas. Estar al pendiente de estos medios de compensación, utilizarlos, aconsejarlos y enseñar a servirse de ellos, forma parte intrínsecamente del dominio de los cuidados de enfermería (Collière, 1993). Tecnologías de curación: este tipo de tecnología va desde instrumentos sencillos hasta los equipos
más complejos. La utilización de estos instrumentos y técnicas corresponden más a los cuidados prescritos por médicos y llevados a cabo por los profesionales de enfermería (Collière, 1993). Aunque su utilización procede a partir de una decisión médica, es responsabilidad y compromiso moral y profesional de las enfermeras para con sus pacientes el analizar si su uso está plenamente justificado; esto es, si han sido rebasados los cuidados de care, así como las tecnologías para el mantenimiento de la vida, con el fin de compensar o suplir la deficiencia que se pretende mitigar o aliviar. También implica que las enfermeras conozcan la manera de utilizarlas, así como los límites de su uso, exige de ellas, un conocimiento exacto del mal funcionamiento o discapacidad que hay que compensar o aminorar, para que el instrumento propuesto para suplir la deficiencia sea el apropiado (Collière, 1993). Tecnologías de información: en el proceso de prestar cuidados se requiere de instrumentos y técnicas
de recogida, registro, análisis y transmisión de datos relacionados con la persona sana o enferma, con los cuidados para el mantenimiento o recuperación de la salud y los tratamientos que necesita. En este sentido, las tecnologías de la información se reúnen actualmente alrededor de dos tipos de instrumentos principales: los que constituyen las historias de enfermería y los que constituyen a la gestión del servicio de enfermería (Collière, 1993). Por otro lado, en Latinoamérica hay autores que hacen otro tipo de clasificaciones, como Merhy (1997), quien plantea la siguiente clasificación de las tecnologías: duras, leve-duras y leves, como estructura teórica para comprender las tecnologías en salud. Asimismo, Roseen y Kenia (2004) proponen la siguiente clasificación de tecnologías aplicada al cuidado: duras, duras-blandas y blandas, las cuales tienen el mismo significado que las anteriores.
Las leves o blandas son aquellas tecnologías de relaciones del tipo de producción de vínculo, automatización, acoger, gestión como forma de organizar procesos de trabajo.
Las leve-duras o blandas-duras son los saberes bien estructurados que operan en el proceso de
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trabajo en salud, como los saberes medios, de enfermería, del fisioterapeuta y de todos los otros profesionales.
Las duras son los equipos tecnológicos, como máquinas, normas y estructuras organizacionales. Es importante considerar que, en la implementación de las tecnologías, estas no se dan de forma separada, lo cual solo se hace con fines educativos, pero durante el ejercicio profesional de la enfermería, al proporcionar el cuidado a la persona, interactúan entre sí, dependiendo del plan de cuidados, el entorno que lo rodea y las habilidades que la enfermera desarrolla desde su formación y ejercicio profesional, las que son: intelectuales, cognitivas interpersonales y técnicas. Las tecnologías para el cuidado son los medios que permitirán la aplicación de los conocimientos para hacer las cosas, fundamentado sobre bases científicas, mediante un modelo conceptual y el método de los cuidados; asimismo, son una parte de la estructura disciplinar que se vinculan con la dimensión teórico-práctica de los cuidados de enfermería (Hernández, J. 1995). Lo cual permitirá que la aplicación de las tecnologías se individualice con base en las necesidades, estilos de vida, creencias y valores de las personas, y en interacción continua con su entorno, se analicen las experiencias de salud, y el profesional de enfermería, a través de su ser, hacer y convivir, le resulte también una experiencia en el arte de cuidar (Collière, 1993). Para ampliar este contenido, te sugerimos revises el siguiente Power Point del IX Coloquio Panamericano de Investigación en Enfermería: “ Núcleo de Investigación sobre la Enseñanza y la
Práctica de Enfermería”, que se realizó en la Cd. De Lima Perú en 2004, cuyas autoras son Roseen R. Sena y Kenia Lara Silva, con la presentación “Tecnología en Salud y Enfermería: asunción del cuidado, proponiendo la clasificación de las tecnologías”.
Por tanto, las tecnologías para el cuidado son los medios que permiten la aplicación de los conocimientos de cómo hacer las cosa,s fundamentado sobre bases científicas, mediante un modelo conceptual y el método de los cuidados; asimismo, son una parte de la estructura disciplinar que se vinculan con la dimensión teórico-práctica de los cuidados de enfermería (Hernández, J. 1995). En conclusión, el uso razonado, preciso, adecuado e individualizado de las tecnologías, permite a las enfermeras ayudar a las personas cuando estas no son capaces de satisfacer por sí solas sus necesidades o las de otros que dependen de ellas.
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Tema 5. Las Leyes de Reforma y la salud
Preguntas generadoras
¿En que consistieron las Leyes de Reforma?
¿Cómo afectaron las Leyes de Reforma a los servicios de salud en México?
¿En que consistieron las Leyes de Reforma? El 12 de julio de 1861 se emiten las Leyes de Reforma, que en el número 25 indican que la Nación entraba en el dominio de todos los bienes que el clero secular
y
regular
había
estado
administrando con diversos títulos, sin
Ilustración 1. Benito Juárez y las Leyes de Reforma. Tomada de: http:// www3.diputados.gob.mx
importar la clase de predios, derechos y
acciones en que consintiesen, y el nombre y aplicación que hubiesen tenido. Por otro artículo quedaban suprimidas las órdenes religiosas de varones que existían, cualquiera que fuese su denominación o advocación con que se hubiesen erigido; igualmente quedaban suprimidas las archicofradías, cofradías, congregaciones, o hermandades anexas a las comunidades religiosas, a las catedrales y parroquias. Se prohibía también la fundación o erección de nuevos conventos, el uso del traje talar, el ingreso en los noviciados de monjas y la enajenación que se hiciese de los bienes que mencionaba el decreto, ya fuese que se verificase por algún individuo del clero o por cualquier persona que no hubiese recibido expresa autorización del gobierno de Juárez. Los libros impresos, manuscritos, antigüedades y demás objetos pertenecientes a las comunidades religiosas suprimidas, se habían de aplicar a los museos, liceos, bibliotecas y otros establecimientos públicos (Cuevas, 1986). Posteriormente se emiten varios decretos reglamentarios, algunos los podemos ver en el siguiente cuadro: Cuadro 1. Diversas Leyes de Reforma en el siglo XIX
Fecha 31 de julio de 1859
11 de agosto de 1859
Título
Comentarios
Decreto del Gobierno donde se declara que Se prohíbe enterrar en los templos y se cesa toda intervención del clero en los crean panteones civiles regulados por cementerios y camposantos jueces civiles Decreto del Gobierno que declara qué días Los días festivos serán únicamente el deben tenerse como festivos y prohíbe la primero de enero, el jueves y viernes de
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asistencia oficial a las funciones de la Iglesia
4 de diciembre de 1860 2 de febrero de 1861
26 de febrero de 1863
Ley sobre libertad de cultos
Decreto del Gobierno. Quedan secularizados los hospitales y los establecimientos de beneficencia Decreto del Gobierno. Se extinguen en todo el territorio nacional las comunidades religiosas
la Semana Mayor, el 16 de septiembre, el 1 y el 2 de noviembre y los días 12 y 24 de diciembre La Iglesia es una sociedad civil; los funcionarios no podrán asistir como tales a actos de culto El Gobierno se compromete a administrar los hospitales que antes poseía y administraba la Iglesia Los votos religiosos son incompatibles con la libertad en una república popular; está declarada la opinión contra la subsistencia de estas comunidades
De estos decretos, el que es de interés al área de la salud, es el relativo a la secularización de los hospitales, de fecha 2 de febrero de 1861. Consta de siete artículos, que son los siguientes:
1º. Quedan secularizados todos los hospitales y establecimientos de beneficencia que hasta esta fecha han administrado las autoridades o corporaciones eclesiásticas.
2º. El Gobierno de la Unión se encargará del cuidado, dirección y mantenimiento de dichos establecimientos en el Distrito Federal, arreglando su administración como le parezca conveniente.
3º. Las fincas, capitales y rentas de cualquier clase que les corresponda, les quedarán afectos de la misma manera que hoy lo están.
4º. No se alterará respecto de dichos establecimientos nada de lo que esté dispuesto y se haya practicado legalmente sobre desamortización de sus fincas.
5º. Los capitales que se reconozcan a los referidos establecimientos, ya sea sobre fincas de particulares, ya por fincas adjudicadas, seguirán reconociéndose, sin que haya obligación de redimirlos.
6º. Si alguna persona quisiera redimir voluntariamente los que se reconozcan, no podrán hacerlo sino por conducto de los directores o encargados de los establecimientos, con aprobación de la Unión, y con la obligación de que los capitales así redimidos se impongan a censo en otras fincas.
7º. Los establecimientos de esta especie que hay en los Estados, quedarán bajo la inspección de los Gobiernos respectivos, y con entera sujeción a las prevenciones que contiene la presente ley (Benítez, 2006).
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¿Cómo afectaron las Leyes de Reforma a los servicios de salud en México? Con esta secularización los hospitales del Distrito Federal pasaron a depender del ayuntamiento de la capital, aunque aún los atendían las Hermanas de la Caridad, pero con la expulsión de estas en 1874, hubo importantes reformas administrativas. El 23 de enero de 1877 se crea la Junta Directiva de la Beneficencia Pública, como órgano rector de todos los establecimientos de beneficencia, incluidos los hospitales. Esta Junta estaba integrada por los directores de todos los hospitales, hospicios, casas de
corrección y establecimientos benéficos, y dirigida por un director general y tres directores honorarios nombrados por el Ministerio de Gobernación. Esta Junta se convierte en Dirección de Beneficencia Pública, siendo su primer director el Dr. Eduardo Liceaga. Las instituciones se sostenían con los fondos propios de la beneficencia, con las rentas que daba el ayuntamiento, más un presupuesto que le otorgaba el Ministerio de Hacienda. En las instituciones de salud que dependían de esta Dirección, existían, administrativamente hablando, tres tipos de servicios: a) de orden (prefectos y ecónomos), b) sanitario (médicos y practicantes), c) asistencia a enfermos (personal doméstico y sirvientes), bajo la vigilancia del prefecto. Los servicios de enfermería quedarían en este último servicio. En 1880, algunas de las instituciones que dependían de esta Dirección eran las siguientes: Hospital de San Andrés, denominado también Hospital General. Atendía enfermedades agudas y cirugías. Tenía sala para enfermos de sífilis. Contaba con 300 camas. Su primer director fue el Dr. Rafael Lavista. Hospital Juárez, asignado también como hospital general para el servicio de las cárceles. Atendía enfermedades agudas y quirúrgicas. Tenía una sala para leprosos y otra para enfermedades ginecológicas. Hospital Morelos, para enfermas sifilíticas. Hospital de Maternidad e Infancia, para parturientas y niños que reciben atención médica y quirúrgica. Asilos para mujeres y hombres dementes (antiguos hospitales del Divino Salvador y San Hipólito). En 1881 se ofrece un servicio de consulta y medicamentos gratuitos para los pobres en una parte del Hospital de San Andrés. Su creación refleja la conciencia del Gobierno de adoptar medidas con impacto social y de responder a la demanda creciente de atención médica que dificultaba una adecuada asistencia en los hospitales sobrepoblados de Ilustración 2. El Hospital de San Hipólito (donde ahora se encuentra la iglesia conocida como de San Judas Tadeo frente a la Alameda). Tomada de: http://www.skyscrapercity.com
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enfermos. Con ello se limitaba la hospitalización de los enfermos cuyo padecimiento no lo requiriera. En este servicio también se hacían pequeñas cirugías y procedimientos como la cauterización de una ulceración, una curación tópica, la extracción de un diente, la aplicación de un vendaje, entre otros. Se daba también atención oftalmológica. Todas estas actividades que se desarrollaron en el edificio que ocupaba el Hospital de San Andrés, conformaron un plan de asistencia médica para diferentes necesidades y tipos de población: servicio de lo que se conoce como consulta externa, para pobres; servicio de oftalmología y servicio de hospitalización. Este hospital recibía un importante apoyo económico del Estado y tuvo una amplia cobertura, convirtiéndose pronto en uno de los más importantes de la capital (Martínez, 2005). Sin embargo, refiere Martínez (2006), para 1885, a los hospitales de la ciudad se le sumaban el Morelos y el de Maternidad e Infancia, todos ellos ocupaban edificios “impropios” y “construidos contra las reglas que la higiene exige”, según apuntaba el crítico doctor Adrián de Garay. La acumulación de
enfermos en los nosocomios causaba una alta mortalidad. Respecto a las grandes cirugías, decía que en el San Andrés “c asi todas las grandes operaciones terminan por la muerte, y esto no obstante la habilidad del cirujano, su recto juicio y la esmerada asistencia”. En cuanto al Hospital de Maternidad, el
escrito de Adrián de Garay afirmaba que se había cerrado varias veces porque estaba “infestado”. Concluyó que era importante que los hospitales se construyeran en edificios a propósito. Una vez creada la Beneficencia Pública, el Hospital de San Andrés es objeto de mejoras notables, según la mirada de los cronistas de la revista La Escuela de Medicina en un artículo publicado en 1885. Bajo la administración de Díez Gutiérrez — ministro de gobernación de quien dependía la Beneficencia Pública — el hospital cambia de manera significativa gracias a las obras de pintura y reconstrucción de paredes y pisos, ampliación de las ventanas y construcción de otras, construcción de excusados fuera de las salas de los enfermos y reforma de las salas para darles mayor capacidad. Como vemos, las bases legales de la constitución de 1857 y de las Leyes de Reforma tienen repercusiones en la salud, y en 1872 se crean las Juntas de Salubridad Estatales y Juntas de Sanidad en los Puertos (López, 1993). Asimismo, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, la secularización imprime un carácter distinto a las instituciones de beneficencia, incluyendo a los hospitales. La noción de la práctica y las acciones benéficas se modifica. Con paso firme, el Estado interviene de manera directa en su organización y administración. La secularización es un hecho, plasmada en la creación de la Beneficencia Pública, llámese Junta Directiva o Dirección. El tránsito de la caridad como precepto y motivación de orden religioso concluye para dar entrada al concepto de beneficencia de hacer el bien. Sin embargo, el cambio de ideas
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siempre requerirá de un ritmo más lento y ahora privará el concepto de caridad pública como motor y sentido de dichas instituciones, aunque se llamen de beneficencia. Esta injerencia del Estado en la beneficencia, debe verse como una respuesta a la idea de que tanto gobierno como sociedad deben proteger la salud de sus miembros. Las medidas adoptadas tienen un carácter social por un lado y médico por otro, para satisfacer las necesidades de atención de la población (Martínez, 2005). Entre sus objetivos se encuentran producir información para determinar el nivel y las tendencias de los componentes básicos de la dinámica demográfica (fecundidad, mortalidad y migración), así como evaluar las estadísticas de nacimientos y defunciones generadas a través de los registros administrativos.
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Lo que debes recordar Las principales teorizadoras que representan la Escuela de necesidades son Virginia Henderson, Dorothea E. Orem y Faye G. Abdellah. La Escuela de las necesidades se fundamenta en teorías prestadas de otras disciplinas, como la Teoría del desarrollo de Erikson, o la de la motivación de Henry A. Murray y de Abrahan H. Maslow, o incluso la Teoría general de los sistemas de Von Bertalanffy. El cuidado profesional de enfermería tiene como base el care y el cure, particularmente los del care o de costumbre, ya que estos están presentes en todas las etapas de la vida e incluso en la muerte, pero además tienen una estrecha relación con la satisfacción de las necesidades fundamentales, el autocuidado de la salud, el mantenimiento de la vida y con la promoción de la salud. Las
conductas
de
autocuidado
de
las
personas
son
aprendidas
e
implican
autorresponsabilidad. El Modelo de Promoción a la Salud busca promover la vida saludable antes que los cuidados, por tanto, tiene como base la educación de las personas sobre cómo llevar una vida saludable y de qué forma cuidarse correctamente. Desde la perspectiva de enfermería, la intervención en la modificación de los estilos de vida de las personas tiene como objetivo fundamental el mantenimiento de la salud. Las tecnologías aplicadas al cuidado se clasifican en: tecnologías duras, duras-blandas y blandas.
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