LO HEMOS PROBADO
CHAMANISMO: el poder de transmutar la energía Para quienes relacionan el chamanismo con la brujería y para quienes desconocen el cometido del chamán, en este reportaje vivencial desentrañamos los misterios y los poderosos beneficios de técnicas de sanación ancestrales
C
ada vez más profesionales de la salud, como médicos, psicólogos y psiquiatras, se forman for man en chamanismo y en otras tradiciones que ofrecen una solución energética a casos que no pueden puede n resolverse utilizando únicamente las técnicas de la medicina tradicional.
Este creciente interés por la medicina energética explica que especialistas como el Dr. Alberto Alber to Villoldo, antropólogo médico de formación académica, que ha estudiado las técnicas de sanación chamánicas con algunos de los mejores sanadores incas durante casi 30 años, se dediquen a transmitir estas enseñanzas a miles de profesionales médicos cada año. Qué es un chamán La psicoterapeuta y maestra chamana Auristela Guardia, graduada en la escuela chamánica Healing The Light Body School del Dr.Villoldo (www (www.. thefourwinds.com/translatespanish.php) nos explica que el chamanismo es “un camino espiritual que nos abre a la capacidad del ser humano de prestar servicio y de conectarnos con energías sutiles que
El chamán aprende a conectar con energías que no se ven.
existen en la persona y en la naturaleza, para transformartransfor marlas”. En cuanto a la figura del chamán, añade Auristela: Aur istela: “Es esa persona ordinaria con habilidades extraordinarias, que ha aprendido a conectarse con la capacidad que tenemos todos los seres de descubrir descubr ir nuestro sanador interno y de ponerlo al servicio de nosotros mismos y del prójimo. prójimo. Un chamán es alguien que ha aprendido a conectar con lo que nuestros ojos físicos no ven, pero que existe, y que hace uso de ello para transformar la energía”.
Como afirma Olga Roig (Chamanes. El poder de lo natural,
Karma 7), “el chamanismo está considerado una de las primeras manifestaciones espirituales del ser humano. Tan antiguo como la humanidad, está presente en todas las latitudes del planeta. Los chamanes son hombres y mujeres que viven en armonía ar monía con la Madre Tierra, a la que aman y cuidan. Todos somos chamanes en potencia. Todos tenemos la capacidad ca pacidad de sintonizar con las energías de la tierra y de transmutarlas. El chamanismo es una realidad,
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algo tangible que está más cerca de nuestra vida de lo que a veces aceptamos reconocer”. Qué puede aportarnos Auristela Guardia nos lo explica: “Como psicoterapeuta aprendí que las personas que tenían una dolencia, necesitaban expresarla para sanarla. Cuando mis pacientes lo lograban, me sentía satisfecha, pero al cabo de un tiempo volvían con el mismo tema presentándolo con otras versiones. Esta frustración me llevó a formarme en áreas diversas como la psicoterapia gestáltica, el análisis transaccional, el control mental Silva, y me hice maestra Avatar aplicando estas áreas a mi profesión. Luego decidí formarme en terapias espirituales tales como regresiones a vidas pasadas con el Dr. Brian Weiss, Y cuanto más conectaba con el poder superior, menos personas volvían a la terapia. Pero sólo cuando me formé como maestra chamana esos pacientes no retornaron más. Gracias a esta sabiduría aprendí a intervenir y disipar las huellas dejadas por traumas psicológicos, emocionales y físicos sobre la anatomía energética. La magia que aportan las sanaciones chamánicas, por experiencia propia, es el logro de un cambio radical de energía que evita que continúen repitiéndose los patrones kármicos”. Iluminación chamánica La iluminación es un proceso de sanación energética mediante el cual las energías densas y
Uno de los talleres de chamanismo en plenos rituales.
tóxicas del campo luminoso que nos circunda, más conocido como “aura”, se transmutan en energías ligeras y limpias. Se trata de una técnica ancestral inca que realiza la persona mediante la guía y el acompañamiento de un chamán debidamente formado, quien ya ha recorrido el aprendizaje de la denominada Rueda Medicinal, habiendo transformado sus propias heridas en fuente de poder y reencontrado su maestro interior. Este hombre o mujer medicinal están en capacidad de practicar la técnica que explicamos a continuación. Apertura
del Espacio Sagra-
do. El
chamán empieza la sanación invocando en las cuatro direcciones (sur, oeste, norte y este) la ayuda de arquetipos de animales, para que hagan del espacio donde se trabajará un lugar en el que suceda la magia de la transformación.
Diagnóstico y conexión
con las energías pesadas que
afectan la anatomía energética. La persona se tumba, se relaja, conecta con el tema que desea sanar y lo sopla en una piedra medicinal que le ofrece el chamán. Éste procede a medir cuál es la conexión de la carga que acaba de soplar con el funcionamiento de cada chakra.
Liberación de energías
pesadas. El
chamán pide al paciente que conecte con la energía pesada y que la entregue a la Madre Tierra soplando de forma paulatina hasta llegar a la respiración de fuego (respiración abdominal rápida). Normalmente éste es un paso en que los pacientes mostramos tensión en la cara, ceño fruncido, expresión de tristeza, lágrimas e incluso un llanto que el chamán ayuda a estabilizar, pues se trata de sanaciones a nivel energético y no emocional. La piedra o cristal medicinal se emplea en esta fase como
elemento catalizador para facilitar la descarga energética. Éste es uno de los momentos más sorprendentes, pues muchos notamos la descarga energética: desde un fuerte cosquilleo en brazos y manos, piernas y pies, hasta temblores y sacudidas involuntarias de todo el cuerpo, que evidencian la liberación de la energía tóxica. Iluminación. “Este es el momento más sagrado –nos dice la experta-, pues una vez despejados los chakras y estando el campo luminoso especialmente claro y liviano, el chamán procede a dirigir energía divina desde su octavo chakra hacia el paciente, bañándolo en una luz vivificante de tal poder que logra reescribir el diseño energético, eliminándose así la huella kármica”.
mán nos guía hacia un lago de aguas cristalinas, donde experimentamos lo que se conoce como viaje chamánico. Allí, empleamos nuestro propio chamán interior para propiciar experiencias sanadoras muy personales, que pueden hacernos sentir que nos limpiamos en estas aguas de cualquier impureza remanente. Después de esto, es casi imposible volver a conectar con las emociones que habíamos venido a sanar, por lo que en la siguiente medición de chakras éstos vuelven a estar abiertos a la vida. Lo más espectacular del proceso es el después, cuando volvemos a lo cotidiano con un nuevo peldaño de consciencia conquistado y conectados con una expresión más elevada de nuestro ser.
Conexión con nuestro ver-
dadero ser. Mientras
ocurre la iluminación, una experiencia inolvidable, es cuando el cha-
Sanaciones reales Hay personas que habían intentado perdonar y compren-
der a la familia, pero seguían sufriendo con gran dolor. Tras la iluminación, han regresado a los suyos con una actitud de auténtica unidad con ellos, liberados de su papel de víctima. Hay quienes habían deseado ser más espontáneos, más libres y flexibles, y regresan a su vida con una expresión más relajada y una mayor confianza para expresar su auténtica esencia. Auristela Guardia comenta: “Existen traumas y trastornos antiguos que a los psicólogos les llevan años de trabajo tratar. Como terapeuta, me apoyo en las técnicas chamánicas de las cuales quiero destacar los Rescates del alma o Soul retrievals. A través del viaje chamánico, el sanador entra en estados de consciencia desde donde puede acceder y rescatar del subconsciente esas piezas del puzzle que completan la estructura energética del paciente”. El antropólogo y chamán Alberto Villoldo coincide con ello y nos explica en su libro Chamán, Sanador, Sabio (Obelisco) que “existen muchos testimonios de personas a quienes varios años de psicoterapia han ayudado a comprender sus sentimientos de abandono, de rabia, de tristeza, etcétera, pero que la terapia no pudo eliminar la huella de un drama que se sigue repitiendo en la vida de estas personas. En cambio, cuando no hay ninguna huella de enfermedad en el campo de energía luminosa, la persona se recupera de cualquier malestar o enfermedad a una enorme velocidad”. Por Judit Arís