REINALDO
ARENAS a
e
I
NARRATIVA
Reinaldo Arenas nacio en 1943, en Holguin, Cuba. Ha publicado las novelas mundo aluci la mejor mej or nove nante (con la que gano el premio a la extranjera en Francia), palacio de las blanquisi mas mofetas, Otra vez el ma mar, r, el poema central, el libro de cuentos Termina el desfile, entre otras obras. Actualmente reside en Nueva York. La lorna del angel es una version desenfada da, heretica remota de la obra de Cirilo Villaver de, Cecilia Valdes. Tomando Iibremente persona jes anecdotas de la obra de Villaverde, Arenas ha creado una obra irreverente, sarcastica, dura amorosa. Con el poderio al mismo tiempo dulce imaginativo imaginativo que caracteriza su obra, Reinaldo Reinaldo Are nas despliega despliega ante nosot nos otro ros s la vision vision terrible de mundo dominado por la maldad, el caos el ab surdo. La lorna del angel es un cuadro violento, Ilene de un humor doloroso, del siglo XIX cubano. Y es tambien un intento de rehacer el universo me diante la magia y el misterio de la imaginacion creadora.
EDICIONES
C O l E C C I O N
ANGEL
J I R I B l ll A
Asesor literario Jose Triana Disefio de cubiertas Isabel Garnelo
Copyright Reinaldo Arenas,
1987
Edici6n en lengua castellana, propiedad propiedad de DADOR/ediciones. Beethoven, 1. Portal 2 29004. Malaga. cI
ISBN 84-87205-00-3 Dep6sito Legal B-2852-1989 Imprime Policrom, Policrom, Barcelona Barcel ona
SOBRE LA OBRA
Cecilia Valdes Lorna del Angel, del escritor cubano Cirilo Villaverde, es de las grandes novelas del siglo XIX. El autor comenz6 a escribirla Habana hacia 1.839, luego march6 al exilio la termin6 Nueva York donde se publica integramente 1.882. Esta novela ha sido considerada como un cuadro de costumbres de su epoca tambien como un alegato antiesclavista, pero en rea lidad es mucho mas que eso. La obra no es solamente el espejo moral de una sociedad envilecida envilecida (y enriquecida) la esclavitud, asi como el reflejo las vicisitudes los esclavos cubanos el pasado siglo, sino que tambien es 10 que podria llamarse suma de irreverencias contra todos todo s los los convencionalismos precep tos de aquella epoca (y, general, la actual) a traves de una suerte de incestos sucesivos. Porque la trama de Cecilia Valdes no se Jimita a las relaciones amorosas entre los medio hermanos Cecilia Leonardo, sino que toda la novela esta permeada incesantes ramificaciones inces tuosas habilmente insinuadas. Tal vez el enigma la inmortalidad de esta obra radiquen en que Villaverde al presentarnos una serie de relaciones incestuosas, incestuosas, consumadas consumad as insinuadas, nos muestra la (9)
etern et ernaa tragedia del hombre; esto es, su soledad, soleda d, su incomunicaci6n, incomunicaci6n, su intransferible desasosiego, y, po 10 tanto, la busqueda de un mante man te ideal que por po r ella s6lo s6lo puede ser se r espejo reflejo- de otros otr os mismo mismos. s. La recreaci6n de esa obra que aqui ofrezco dista mucho de ser una condensaci6n versi6n del texto primitivo. De aquel texto he tornado ciertas ideas generales, ciertas anecdotas, ciertas metcifo ras, dando luego rienda suelta a la imaginaci6n. Asi pues no pre sento al lector la novela que escribi6 Cirilo Villaverde (10 cual obviamente es innecesario), sino aquella que yo hubiese escrito en su lugar. Traici6n, naturalmente. Pero precisamente es esa una de las primeras condiciones de la creaci6n artistica. Ninguna obra de ficci6n puede ser copia simple reflejo de un modelo dado, ni si quiera de una realidad, pues de hecho dejaria de ser obra de fic ci6n. cuanto literatura literatur a como reescritura parodia, parod ia, es una ac acti ti vidad tan antigua que se remonta casi al nacimiento de la propia literatura (0 po 10 menos al nacimiento de su esplendor). Baste decir que eso fue 10 que hicieron Esquilo, S6focl S6focles es y Euripides Euripi des en la antigiiedad y luego Shakespeare y Racine, para s6lo mencionar a los autores mas ilustres de todos los tiempos. ostentaci6n de 10 dijo brillantemente tramas originales brillantemente Jorge Lui Luiss Borges es una falacia reciente. Asi 10 comprendieron Alfonso Reyes con su Ifigenia cruel, Virgilio Pifiera con su Electra Garrig6 y hasta Mario Vargas Llosa en La guerra del fin del mundo. manera que con antecedentes tan ilustres ni aun una torpeza tan desmesurada como la mia necesita mayor justificaci6n... todos modos, creo que cuando tomamos como materia prima un argumento conocido se puede ser, desde el punto de vista de la invenci6 invenci6n n creado cre adora, ra, mucho mas mas original, original, pues pue s en vez vez de preocupar preoc upar nos nos por po r una trama especi especifi fica ca nos nos adentramos libremente librement e en la pura pu ra esencia de la imaginaci6n y por 10 tanto de la verdadera creaci6n creaci6n Las conclusi conclusiones ones con que termina termi na este libro tampoco son precisa precisa mente aquellas a las que lleg6 Villaverde en el suyo. Sin embargo, en ambos creo ver 10 que es patrimonio del genero humano y que nosotros, modestos voceros (0 escritores), reflejamos: la busqueda incesante de una redenci6n, busqueda que a pesar de la renovada infamia tal vez vez por ellaell a- siempre e acrecienta. acrecienta. R.A.
(10)
Para Dolores M. Koch. Porque . . . . f1C4
,o este libro "iese escrito. esti".
CaEitulo 1
LA MADRE
Desde Desd e su cuarto cua rto,, que qu e es el de toda to da la familia familia,, Rosario, Rosari o, junt ju nto o a su hija recien nacida, oye el ruido de una calesa que se acerca. Dona Josefa abre la puerta y ya Rosario puede escuchar la conversaci6n que sostiene su madre con quien fuera su amante, don Candido Gamboa. -Vengo a buscar a la nina. d6nde la lleva? la Casa Cuna. Yo me ocupare de que no Ie falte nada. Pero nadie puede saber que soy su padre. Y Rosario? qu e compr co mprend ender er que es la la unica unica soluci6 soluci6n. n. No se habra hab ra -Ella tiene que imaginado que yo iba a reconocer a la nina como hija propia, a no ser que qu e este loca loca el cuarto. Toman To man a la nina Don Candido y Josefa Josefa entran ahora que qu e llora casi casi con desgano y seguida se calla. -Rosario -dice Josefa ya en la puert pue rtaa con con su su nieta en los braz br azososes 10 mejor mejo r que se puede pu ede hacer. hacer. Rosario no habla. cierra los ojos y parece dormir. Pero asi, con los ojos cerrados, contempla aun mejor el panorama de toda su vida: nieta de abuela esclava y de hombre blanco y desconocido; (17)
hija de mulata m ulata oscura y de un hombre ho mbre blanco y desconocido; desconocido; mula ta, amante de un hombre blanco que ya la abandona y madre de una nina que tampoco conoceni a u padre. Ahora Ah ora comprende que s610 fue un objeto de placer para aquel hombre que se lleva a su hija, y que la miseria, el desprecio y el desamparo es todo 10 qu posee. Y comprende mas, comprende que en ese mundo donde vive (0 habita) no hay sitio para ella ni siquiera en el olvido Pues tendra ten dra que q ue salir a la la calle, calle, trab tr abaja ajar, r, ver y servir servir precisamen precisamen te a los que qu e la desprecian y humillan. humillan. Hip6crita, sumisamente, su misamente, ten dra que besar la mana que desearia ver cortada, 0 cortar ella mis rna. Rosario abre ahora los ojos y mira para el altar donde esta la virgen traspasada una espada espad a de fuego fuego y con el el nino brazos. consuela -pregun -pre gunta, ta, 0 se se pregun pre guntata- podra ayudarme ayudarme a -Que consuela guir viviendo. (Porque 10 peor de todo no quit aran a su hija, sin s610 qu Ie quitaran que el padre, pad re, el hombre que am6 y ama, era quien se se la quitaba. al hacerlo ni ni siquiera mir6 mir6 para p ara ella, la madre). mad re). locura, la locura pareci6 que alguien alguien decia en voz lejana leja na y suave que casi casi arrullaba y adormecia, como hubiese ella arrullado y adormecido a su amante, 0 al menos al fruto de ese amor. locura, la locura... -volvi6 alguien a repetir aun mas suave, mas dulcemente. Y Rosario Alarc6n enloqueci6.
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Ca.E,itulo 2
ELPADRE
Loca, claro. claro. Rosario tenia que estar completamente loca loca para pa ra pensar que yo, Candido de Gambo G amboaa y Lanza Lanza,, futuro Conde Cond e de la Casa Gamb Ga mboa oa -titul -tit ulo o que ya tengo bien pagado a los los mism mismis isim imos os Reyes de Espana-, iba a reconocer publicamente publicamente a hija eXpOsita, tenida a contrapelo con una mulata casi negra, como es ella, la Rosario. Pero es con los negros nunca se queda bien; si les das paliza paliza ere despota, despo ta, s se la das eres un imbecil imbecil y roban hasta las brasas del fogon... verdad yo sido demasiado bueno. i,Quien este mundo se ocupa de una hija natural tenida con puro placer? Nadie. Solo Candido Gamboa. i,Quien negra hecho posible nuestr a hija, Cecili Cecilia, a, mulata y todo haya tenido educacion esa casa de beneficencia que nada Ie haya falta falta ni a ella ella ni a su abuela, abu ela, ni a su madre? A todas las he mante ma ntenid nid yo, mi trabajo, con mi fortuna. jY todavia hablan hab lan mal de m i,Que querian? queria n? i,Que acogiera a Cecilia Cecilia como hija mas? i,Que l trajese trajese a vivi vivi micasaconmis hijos reconocidos? i,Que la hija de una negra negra vi con ija blan blanca ca co Leonardito? i, mi propia esposa, la senora Dona Rosa de Gamboa, futura condesa, saliese a pasear volanta con la mulatica como si fuera su propia hija? iQuedirialagente jLomenosque Cecilia hija (19)
mia, sino
Rosa con algUn negro del barrac6n! jYa eso seri se riae aell colm colmo! o! Pero pais negros y mulatos hay que esperar 10 peor. EI ejemplo, desgraciadamente, 10 tenemos en la mismisima Cecilia ya tiene doce an os -si, doce anos hace se atarant61a Rosa 10 unico hace es vagabundear las rio-, casi una mujer, calles y plazas, chancletear dia y noche, jugar, tanto con los negros como con co n los mulatos y blancos. seguro su fin no sera bue ... Claro, si se enteran de que yo soy su padre diran soy un verdugo haberla haberl a reconocido como hija legal legal Pero 10 cierto es todas las las seman se manas as visito visito a su abuel ab uelaa y e doy onza para los los cuidados cuida dos la nina. jUna onza oro! Y trato de que no se junte con los negros ni con los mulatos y se recoja temprano en su casa. Pero a su abuela, como c omo buena negra, negra , las las palabras Ie entran oido y Ie salen el otro. Ayer mismo estuvo aqui Cecilia jEn mi propia casal Mis hijas la vieron pasar la calle y la convidaron a jugar. Le hicieron mil pre guntas y estaban estab an encantad enca ntadas as con los los cabellos cabellos rizos rizos de la mulatica. mulatica. Yo la miraba mirab a con recelo, diciendome: es el mismo mismo re retr trat at i hija Adela ... Y creo que hasta esposa, esposa, que se Ie escap6 al diablo, not6 not 6 el parecido pareci do y se puso seria. Si ella se entera de que esa mulatica es hija mia se armi ar mina nari riaa la familia y los los titulos la Casa Gamboa ... Aunque aqui el que no tiene t iene de congo tiene de carabali Y c6mo no de ser asi, con esas negras semidesnudas que q ue par p araa ir de la cocina l comedo com edorr hacen mi s! es cuer cuerpo pos, s, sa ca cade dera ras... s... Pero que teng teng nada nada de negro, negro , i siquiera soy fortuna, criollo. Espanol pura pur a cepa hecho mi fortuna sudando la gota gorda. sido albanil y carpintero, he vendido maderas y tejas, y sobre arriesgado mi mi fortuna, y a vec veces es hasta el pellejo, trayendo traye ndo todo, carb6n -esto es, negros del Africa- y vendiendolos sacos vendiendolos aqui aq ui a los senores los ingenios, con 10 contribuido al desarrollo esta isla y gente malagradecida. cierto mi matrimonio con Rosa tambien me ayud6 mucho, ella tenia su fortuna. Pero yo la triplicado con mi trabajo .. tengo ingenio, cafetal, barrac6n lleno negros bozales. tengo mansi6n el centro de La Habana, con zaguan y volantas. Yo tengo hijo estudiando el Seminario San Carlos. Y todo yo tengo soy malo y 10 he hecho yo, trabajando duro. Y todavia dicen Ie tiro hasta la cabeza a mis esclavos 10 primero tengo a barro, fanales mano! Falso. S610 rompo sus cabezas platos pla tos vidrio, objetos cobre 0 sillas rUsticas. Cosas poco valor. (20)
CaE.itulo 3
CECILIA
Tenia doce afios y su pasi6n caminar; mejor dicho, chancle tear; perderse por las intrincadas calles La Habana haciendo repicar las suelas de madera sus sandalias. y venir desde la Capitania General hasta la la Puerta Puert a de de Monserrate, Monserr ate, entrar a plazas e iglesias atronando con su paso. A veces, sin que su abuela 10 supiese, cruzaba la muralla y se paseaba todo tod o el el barrio barr io del Manglar. Manglar. Tocaba Toca ba incl incluso uso a la puerta pue rta de alguna casa casa y antes de recibir recibir respuesta echaba a correr corre r dejand dej and la estela de una un a enorme enorm e polvareda. Otras, Otr as, e metia sin sin autorizaci6n autorizaci6n el patio del del convento de los los padres belenitas y provocaba, tanto ta nto en los j6venes como los los viejos viejos curas, curas, un enorme eno rme alboroto Cecilia, Cecilia, Cecilia, parecia pare cia oir la voz voz de su abuela, abuela , llamand l lamandola ola desde la casa el Callej6n San Juan Dios. Pero ella, Cecilia, esta ahora hablando con las hijas de Candido Gamboa; sobre todo con su hijo, Leonardo, que siempre aprovechaba la menor oportu nidad para darle un pellizco para acompafiarla hasta el mercado de la Plaza Vieja donde negros libertos, mulatos y hasta espafioles pregonaban a voz en cuello todo tipo de mercancia, desde na vaja hasta un pavo real, desde unos tirantes elasticos hasta una horca portatil. (21)