Qué necesito para cambiar el aceite del vehículo? Si decides enfrentarte al cambio de aceite tú mismo, los materiales imprescindibles que imprescindibles que tienes que tener son:
2 rampas portátiles Cuñas Recogedor de aceite Aceite para motor Un filtro de aceite Llave inglesa para el filtro del aceite Llave combinada Embudo, en en el caso de que la botella de aceite no lo tenga
Además, debido a que es muy posible que te m anches te recomendamos:
Un trapo viejo Ropa vieja: utiliza la que no te importe que se estropee Guantes de nitrilo o vinilo
Los 8 pasos básicos Si tienes todos los materiales y ya te has puesto la vestimenta adecuada sigue las indicaciones que te ofrece Rastreator.com y cambia el aceite de tu coche en 8 sencillos pasos .
1. Busca la temperatura adecuada del motor Enciende el motor durante unos minutos para que el aceite se caliente un poco. El aceite frío se vacía peor que si tiene una temperatura templada, templada, pero si el coche ha estado funcionando durante un tiempo antes de que te dispongas a cambiarlo deberás esperar un poco. Si intentas vaciar el depósito de aceite en ese momento estará muy caliente y podrías quemarte.
2. Prepara el coche para el cambio Es necesario elevar el coche para coche para poder operar, algo que no sucede cuando se trata de un tráiler. Por eso deberás utilizar un par de rampas portátiles y cuñas. Coloca las 2 rampas sobre una
superficie elevada y conduce cuidadosamente el vehículo hasta que las ruedas delanteras estén completamente encima de ellas. Una vez hecho eso debes asegurarte de que no se va a mover. Para eso pon el freno de mano, apaga el motor y deja el coche con la primera marcha metida marcha metida o bien en modo neutro si es automático. Al bajarte del coche coloca las cuñas detrás de las ruedas traseras y el coche estará fijo. Asimismo, te recomendamos que no utilices 2 gatos hidráulicos para sustituir las rampas, son muy inestables y pueden poner en peligro tu seguridad.
3. Localiza el tapón de vaciado Ponte los guantes de nitrilo o vinilo para protegerte la piel de las sustancias químicas perjudiciales que contiene el aceite, pero nunca de látex, ya que este material se puede disolver con él. Después deslízate por debajo del coche hasta localizar el tapón de vaciado del vaciado del aceite del motor y coloca debajo el recogedor de aceite aceite.. Para encontrar el sitio exacto donde se encuentra puedes consultar el manual de tu coche.
4. Vacía el depósito del aceite Afloja el tapón del depósito del aceite aceite con la llave inglesa hasta que puedas quitarlo con la mano. Una vez que lo desenrosques del todo el aceite contenido en el depósito caerá hacia el recogedor que has colocado, por lo que es posible que te manche y, como decíamos antes, que te queme en el caso de que no hayas esperado a que alcance una temperatura media. Otra opción es utilizar una bomba de aceite. aceite . Este instrumento te permitirá sacar el 80% del aceite viejo de una manera sencilla por el agujero del capó en el que se mide el nivel de aceite, así evitas el chorro de aceite con las posibles manchas y quemaduras que puede ocasionarte. Pero si optas por la bomba recuerda que después tendrás que meterte debajo del coche para quitar el tapón para poder extraer el aceite restante y que el cambio de aceite sea completo y efectivo. Una vez que hayas vaciado todo el líquido coloca de nuevo el tapón y tapón y apriétalo con la llave inglesa de nuevo.
5. Cambia el filtro del aceite Sube el capó del vehículo y sostenlo adecuadamente con las sujeciones que tiene para que no se cierre. Para ello levanta la varilla o palanca metálica para que aguante el peso del capó mientras tú sigues trabajando. Presta atención para que quede bien colocado y evitar que se te caiga encima y
superficie elevada y conduce cuidadosamente el vehículo hasta que las ruedas delanteras estén completamente encima de ellas. Una vez hecho eso debes asegurarte de que no se va a mover. Para eso pon el freno de mano, apaga el motor y deja el coche con la primera marcha metida marcha metida o bien en modo neutro si es automático. Al bajarte del coche coloca las cuñas detrás de las ruedas traseras y el coche estará fijo. Asimismo, te recomendamos que no utilices 2 gatos hidráulicos para sustituir las rampas, son muy inestables y pueden poner en peligro tu seguridad.
3. Localiza el tapón de vaciado Ponte los guantes de nitrilo o vinilo para protegerte la piel de las sustancias químicas perjudiciales que contiene el aceite, pero nunca de látex, ya que este material se puede disolver con él. Después deslízate por debajo del coche hasta localizar el tapón de vaciado del vaciado del aceite del motor y coloca debajo el recogedor de aceite aceite.. Para encontrar el sitio exacto donde se encuentra puedes consultar el manual de tu coche.
4. Vacía el depósito del aceite Afloja el tapón del depósito del aceite aceite con la llave inglesa hasta que puedas quitarlo con la mano. Una vez que lo desenrosques del todo el aceite contenido en el depósito caerá hacia el recogedor que has colocado, por lo que es posible que te manche y, como decíamos antes, que te queme en el caso de que no hayas esperado a que alcance una temperatura media. Otra opción es utilizar una bomba de aceite. aceite . Este instrumento te permitirá sacar el 80% del aceite viejo de una manera sencilla por el agujero del capó en el que se mide el nivel de aceite, así evitas el chorro de aceite con las posibles manchas y quemaduras que puede ocasionarte. Pero si optas por la bomba recuerda que después tendrás que meterte debajo del coche para quitar el tapón para poder extraer el aceite restante y que el cambio de aceite sea completo y efectivo. Una vez que hayas vaciado todo el líquido coloca de nuevo el tapón y tapón y apriétalo con la llave inglesa de nuevo.
5. Cambia el filtro del aceite Sube el capó del vehículo y sostenlo adecuadamente con las sujeciones que tiene para que no se cierre. Para ello levanta la varilla o palanca metálica para que aguante el peso del capó mientras tú sigues trabajando. Presta atención para que quede bien colocado y evitar que se te caiga encima y
te dañe. Después localiza el filtro del aceite y utiliza una llave especial para poder desenroscarlo. Coge el filtro nuevo y lubrica con una capa fina de aceite el sello de goma que tiene, así lo protegerás. Una vez insertado atornilla el filtro en su lugar y ajústalo con la misma llave.
6. Rellena el depósito con el aceite nuevo El depósito ya no tiene aceite y el filtro está cambiado, por lo que el siguiente paso es llenarlo de nuevo. Retira el tapón del almacén de aceite, que se encuentra en la parte superior del motor. Coloca el embudo en el agujero y vierte el aceite limpio. La capacidad de aceite viene indicada en el manual de instrucciones del vehículo, vehículo , confirma con una varilla medidora que el nivel que has echado es el adecuado e instala de nuevo el tapón para que quede cerrado.
7. Comprobaciones Para comprobar que el cambio se ha realizado de manera correcta pon el coche en punto muerto y mira si hay algo que gotee debajo del coche. Si es así debes parar el motor, volver a encenderlo y asegurarte de que todos los tapones están bien cerrados y ajustados.
8. El aceite viejo El aceite de motor usado es un producto muy tóxico para el medio ambiente. Para poder eliminar sus residuos correctamente llévalo a tu taller particular e infórmate de cómo reciclarlo o almacenarlo. Como has podido comprobar cambiar el aceite de tu coche no es una tarea tan difícil y además no te llevará mucho tiempo. Confiere a tu taller el mantenimiento general de tu vehículo, como puede ser la revisión de los frenos y otras cuestiones, pero el aceite y los filtros puedes cambiarlos personalmente si quieres ahorrar. ¡Ya puedes presumir con tus amigos de tus impresionantes dotes de mecánico!
1.
Consigue las pastillas de freno correctas. Puedes adquirirlas en cualquier tienda de autopartes o concesionario de automóviles de tu localidad. Simplemente, hazles saber el año, la marca y el modelo de tu auto, y elige una pastilla de acuerdo con tu presupuesto. Por lo general, mientras más caras sean, más tiempo durarán.
Algunas pastillas muy costosas tienen un contenido de metal más alto que el deseado y pueden estar dirigidas al mercado de rally para su uso en rotores de rendimiento. Probablemente, deberás evitar este tipo de pastillas porque tienden a causar el desgaste prematuro de los rotores estándares. Además, ten en cuenta que algunas personas consideran que las pastillas menos costosas son más ruidosas que las pastillas "de marca".
2.
2 Asegúrate de que tu vehículo se enfríe. Si lo has conducido recientemente, trabajarás con pastillas, calibradores, y rotores extremamente calientes. Asegúrate de que estas partes sean seguras al tacto antes de continuar.
3.
3 Afloja las tuercas de seguridad de las ruedas. Utiliza la llave de cruceta proporcionada junto con el gato mecánico del auto. Afloja cada una de las tuercas que sujetan las ruedas en el auto a aproximadamente dos tercios de su trayectoria.
No aflojes todos los neumáticos a la vez. Por lo general, cambiarás al menos las dos pastillas delanteras o las dos traseras en función de tu auto y la uniformidad con la que se desgasten los frenos. Así que, puedes comenzar con la parte delantera o trasera.
4.
4 Eleva cuidadosamente el auto utilizando el gato mecánico hasta que puedas retirarlo cómodamente. Consulta el manual del propietario para determinar la posición correcta para el gato mecánico debajo de tu auto. Coloca algunos bloques detrás de las otras ruedas para evitar que el auto ruede hacia adelante o hacia atrás.
Coloca un soporte de gato mecánico o bloques debajo del armazón del vehículo. NO dependas solamente del gato mecánico. Repite este procedimiento con el otro lado del auto. De esta manera, ambas partes se apoyarán firmemente.
5.
5 Retira las ruedas. Termina de aflojar y quitar las tuercas de la rueda cuando el auto se eleve. Jala la rueda hacia ti para extraerla.
Si los aros de las llantas son de aleación, además de los pernos, debes limpiar los pernos, sus agujeros, la superficie de montaje del rotor, y la superficie de montaje trasero de la rueda de aleación con un cepillo de alambre. Aplica un compuesto antiadherente antes de reacondicionar la rueda.
6.
6 Retira los tornillos de la pinza de freno utilizando una llave de corona del tamaño adecuado.[1] La pinza de freno se coloca sobre el rotor del freno como una abrazadera y su trabajo es disminuir la velocidad de la rueda utilizando la presión hidráulica. Las pastillas de freno crearán fricción con los rotores para ralentizar el vehículo hasta que se detenga. Por lo general, las pinzas de freno vienen en diseños de una sola pieza o dos, fijadas entre dos y cuatro pernos al interior del armazón del eje del perno, donde el neumático se ajusta en el eje.[2] Rocía estos pernos con un catalizador penetrante PB o WD-40 para que sea más fácil retirarlos.
Verifica la presión de la pinza. La pinza de freno de un auto inmóvil debe avanzar y retroceder un poco. Si no es así, la pinza se encuentra bajo presión y puede salir volando al retirar los tornillos. Ten mucho cuidado mientras la revisas. Mantén tu cuerpo a un lado de su trayectoria, incluso si está suelta.
Revisa si existen algunas cuñas o arandelas de rendimiento instaladas entre los pernos de montaje de la pinza y la superficie de montaje. Si existen, retíralas y
hazles un seguimiento para sustituirlas más tarde. Tendrás que reacondicionar la pinza sin las pastillas de freno y medir la distancia desde la superficie de montaje hasta la pastilla de freno para reemplazarlas adecuadamente.
Muchos vehículos japoneses utilizan una pinza deslizante de dos piezas que solo requiere retirar dos tornillos deslizantes orientados hacia adelante, con cabezas de 12 a 14 mm. No necesitarás retirar toda la pinza.
7.
7 Cuelga la pinza cuidadosamente utilizando un pedazo pequeño de alambre en la rueda. La pinza seguirá conectada a la línea de freno, por lo que debes colgarla con un pedazo pequeño de alambre u otro metal de desecho. De esta manera, no va a colgar ni ejercerá presión sobre la manguera flexible de freno.
2
Parte
Cambiar las pastillas
1.
1 Retira las pastillas usadas. Ten en cuenta cómo está conectada cada pastilla de freno. Por lo general, estas se enganchan con sujetadores metálicos conectados. Retira ambas pastillas. Es probable que tengas que forzarlas un poco para que salgan, así que ten cuidado de no dañar la pinza o la línea de freno mientras las sacas.
Revisa los rotores de los frenos para si están, torcidos, agrietados o tienen daño por calor y reemplázalos según sea necesario. Es recomendable reemplazarlos al mismo tiempo que reemplazas las pastillas de freno.
2.
2 Coloca las nuevas pastillas. En este punto, puedes esparcir lubricante antiadherente sobre los bordes de contacto metálico y sobre la parte posterior de las pastillas. Esto evitará una gran cantidad de chirridos. Sin embargo, no coloques lubricante en el interior de las pastillas de freno. Si el lubricante toca ese material, el freno no proporcionará fricción y se volverá inútil. Engancha las nuevas pastillas exactamente como estaban enganchadas las anteriores.
3.
3 Revisa el líquido de freno. Verifica el nivel de líquido de freno de tu vehículo y agrega un poco si es necesario. Vuelve a colocar la tapa del depósito del líquido de freno una vez que termines.
4.
4 Reacondiciona la pinza. Desliza la pinza lentamente hacia atrás sobre el rotor. Hazlo con calma para que no dañes nada. Coloca y ajusta los tornillos que sujetan la pinza en su sitio.
5.
5 Coloca la rueda nuevamente. Desliza la rueda en su sitio y ajusta cada una de las tuercas de seguridad antes de bajar el auto.
6.
6 Ajusta las tuercas de seguridad de las ruedas. Una vez que el auto se encuentre de vuelta en el suelo, ajusta las tuercas en un patrón de "estrella". Ajusta una tuerca. Luego, ajusta otra al frente de la primera hasta que cada tuerca se encuentre bien ajustada según las especificaciones del par motor.
Revisa el manual del propietario para encontrar las especificaciones del par motor para tu vehículo. Con esto, te asegurarás de que las tuercas se encuentren lo suficientemente ajustadas como para evitar que la rueda se salga o se produzca un exceso en el ajuste.
7.
7 Arranca el vehículo. Asegúrate de que el vehículo se encuentre estacionado. Bombea los frenos de 15 a 20 veces para asegurarte de que la pastilla se encuentre bien asentada. Llena los niveles de líquido de los frenos o lee la siguiente sección para limpiar el líquido antiguo y reemplazarlo con uno nuevo.
8.
8 Pon a prueba tus nuevas pastillas de freno. Sin ir a más de 8,0 km/h (5 mph) en una calle residencial tranquila, frena como siempre lo haces. Si el vehículo parece detenerse normalmente, repite la prueba y sube la velocidad a 16 km/h (10 mph). Repite este procedimiento varias veces. Aumenta la velocidad gradualmente hasta llegar a los 56 o 64 km/h (35 o 40 mph). Además, puedes revisar la reversa. Al realizar estas pruebas, te aseguras de que no existen problemas en la instalación de las pastillas y tienes la confianza de conducir en avenidas principales. Además, estas pruebas te ayudan a "asentar" las pastillas de freno en su sitio.
Escucha el sonido que emiten las pastillas para verificar si existen problemas. Las nuevas pastillas pueden chirriar un poco, pero si escuchas un sonido como de engranajes moliéndose, es probable que las pastillas de freno se hayan invertido (es decir, la superficie interior está enfrentada de forma incorrecta). Debes corregir esto de inmediato.
3
Parte
Purgar los frenos
1.
1 Retira la tapa de la bomba de freno.[3] El líquido de frenos se contaminará con la suciedad y otras partículas que se encuentran aire y en la mecánica del auto. Además, absorberá la humedad del ambiente, reduciendo peligrosamente su punto de ebullición. Tendrás que purgar el líquido de frenos del sistema antes de cambiar las pastillas y las pinzas, pero también debes asegurarte de que el líquido esté completo antes de realizar esto. Verifica la línea de llenado y agrega un poco si es necesario. Deja la tapa fuera mientras purgas el sistema.
La razón por la que necesitas agregar líquido es que estás purgando el fluido de las propias pinzas (el líquido atrapado en la línea) y todavía necesitas un suministro constante en la bomba.
2.
2 Determina la secuencia de la purga. Por lo general, debes purgar el freno más distante de la primera bomba, por lo que debes revisar el manual del usuario antes de hacerlo. En particular, todos los autos se diferencian en el orden. Si no cuentas con el manual del propietario, consulta en una tienda de autopartes.
3.
3 Coloca un pequeño tubo de plástico en la boquilla de purga. Los tubos de acuario baratos funcionan bien con este método. Coloca el otro extremo de la manguera en una botella o bandeja pequeña para depositar el líquido. Para impedir que el aire ingrese de nuevo en el sistema, debes colgar o sujetar la botella por encima de las pinzas y mantener la gravedad de tu lado .[4]
4.
4 Haz que un asistente bombee los frenos. Con el motor apagado, pídele a un amigo que bombee continuamente los frenos hasta que estos experimenten resistencia. Estos deben emitir chirridos para hacerte saber que están sintiendo la resistencia. En ese momento, debes aflojar ligeramente el tornillo de purga e indicarles que mantengan el freno hacia abajo.
En este punto, el líquido debe drenar por la manguera hacia la botella o bandeja. Ajusta el tornillo de purga en cuanto el pie de tu amigo toque el suelo.
Repite este procedimiento hasta que desaparezcan todas las burbujas de aire en el tubo.[5]
5.
space play / pause escstop f fullscreen shift + ←→slower / faster (latest Chrome and Safari) ↑↓volume
mmute ←→seek
. seek to previous 12…6 seek to 10%, 20%, …60%
5 Revisa el sistema una segunda vez para detectar burbujas de aire. Si la compresión del pedal de freno hace que el líquido gorgotee en la bomba, quiere decir que aún existen burbujas de aire en el sistema. Comienza a purgar una vez más antes de continuar.
1.
Comprueba el nivel del líquido de la transmisión usando la varilla graduada. El líquido de la transmisión automática (en inglés ATF) es el líquido que se utiliza en los vehículos con transmisión automática o cambio automático. Suele ser de color rojo o verde para distinguirlo del aceite del motor y de otros líquidos del vehículo. En la mayoría de los vehículos, es posible comprobar el nivel con una varilla graduada mientras el motor esté en marcha.
Busca la varilla graduada del líquido de la transmisión la cual suele tener un tirador rojo. En la mayoría de vehículos estará marcada con claridad y sera fácil de acceder a ella ya que se encuentra próxima a la varilla graduada del aceite. Las varillas graduadas muestran una marca de lectura en frío y en caliente. En caso de que el motor no haya estado en marcha durante aproximadamente una hora y no vivas en un clima extremadamente caluroso, considera la lectura en frío para conseguir los niveles correctos.
En caso de que los niveles estén bajos pero el líquido parezca transparente, solo tendrás que llenar el sistema. En caso de que el líquido parezca decolorado o turbio, tendrás que cambiarlo. Una vez hayas alcanzado el kilometraje que requiere que cambies el líquido de la transmisión, deberás optar cambiarlo en cualquier caso incluso aunque el líquido parezca correcto.
2.
2 Levanta y apoya el vehículo con soportes de gato. Asegúrate de tener suficiente espacio para no meterte debajo del vehículo y de que los gatos lo soporten con seguridad.
Aparca siempre sobre una superficie plana y uniforme cuando trabajes debajo del vehículo y usa soportes de gato u otros inmovilizadores adecuados para garantizar la seguridad en caso de que un gato falle o el vehículo intente rodar en el aparcamiento.
3.
3 Localiza el cárter del líquido de la transmisión. El cárter suele estar sujeto en la parte inferior de la transmisión con seis u ocho tornillos, por lo que tendrás que meterte debajo del vehículo para localizarlo. En los vehículos de tracción delantera, la transmisión suele estar montada de izquierda a derecha bajo el compartimento motor. En los vehículos de tracción trasera, la transmisión suele estar suspendida debajo de la consola central, orientada de delante hacia atrás.
Examina el cárter. En la mayoría de los vehículos podrás vaciar el líquido de la transmisión soltando el tornillo de vaciado en el centro del cárter y dejando escurrir el líquido dentro de un recipiente. Sin embargo es posible que en algunos vehículos tengas que desmontar totalmente el cárter de la transmisión. El cárter de la transmisión tendrá múltiples tornillos pequeños alrededor del borde para sujetar el cárter a la transmisión, los cuales podrás desenroscar para poder extraer el cárter libremente.
En caso de que quieras revisar el filtro del líquido, las juntas o cualquier otro de los componentes, es posible que quieras desmontar el cárter para examinar el conjunto por completo.
2
Parte
Vaciar el líquido
1.
1 Coloca una bandeja receptora debajo del orificio de vaciado. Para recoger el líquido de transmisión que esté cayendo, necesitarás colocar debajo del tornillo de vaciado una bandeja lo suficientemente grande como para recogerlo. Puedes comprar recipientes de plástico baratos en la mayoría de tiendas de repuestos para vehículos.
En caso de que la transmisión no tenga tapón de vaciado, realizar el vaciado del líquido puede convertirse una operación muy conflictiva. Ya que es posible que el líquido gotee
alrededor del
cárter (en vez de
a través del
orificio de vaciado),
necesitarás una bandeja receptora que sea al menos tan ancha como el propio cárter de la transmisión para evitar que se convierta en un desastre.
2.
2 Vacía el líquido. Para vaciar el líquido, desenrosca el tornillo de vaciado o bien desarma el cárter para que el líquido comience a salir inmediatamente. Es probable que te caiga algo de líquido en las manos (es casi imposible evitarlo), pero asegúrate de mantener la cara y el pecho fuera de su camino para minimizar el derrame. Coloca el recipiente debajo de él, desenrosca el tapón y quítalo rápidamente para dejar libre el camino.
En caso de que el cárter de la transmisión tenga un tapón de vaciado, quítalo para vaciar el líquido en una bandeja receptora. Usa una bandeja que pueda contener hasta diez litros del líquido de la transmisión, aunque es probable que no llegue a rebosar.
En caso de que necesites retirar todo el cárter del líquido de la transmisión, desenrosca hasta la mitad los dos tornillos de la parte más alta y luego desenrosca completamente los otros tornillos. Una vez esté desenroscado el último tornillo, el cárter caerá un poco y el líquido empezará a vaciarse. También es posible que tengas que tirar con un poco de fuerza para aflojarlo.
3.
3 Examina el líquido que se vacíe. La mayoría de cárters de transmisiones automáticas tienen un imán en su interior que recoge las partículas de metal que se hayan podido producir por el desgaste de las piezas en movimiento. Extrae estas partículas junto con el líquido que quede en el cárter. Las partículas metálicas son normales y representan el uso y desgaste típico de de los engranajes. Sin embargo, no es normal cualquier viruta que sea grande o con forma irregular. Guarda estos fragmentos y pide consejo a un mecánico certificado para asegurarte de que la transmisión no precise una intervención inmediata.
Alrededor de un 50 por ciento del líquido permanecerá en la transmisión cuando la vacíes. Para vaciar todo el líquido, incluyendo el líquido del convertidor de par, debes vaciar la transmisión completamente, un proceso que suele formar parte de una rutina de mantenimiento más profunda.
3
Parte
Cambiar el líquido
1.
1 Comprueba el filtro del líquido de la transmisión y las juntas. Mientras cambies el líquido es buena idea revisar y valorar el estado del filtro y de las juntas y sustituirlas en caso de que sea necesario. No es necesario cambiarlos cada vez, pero los filtros y juntas agrietados o con fugas deben quitarse y cambiarse por componentes iguales que es posible comprar en tiendas de repuestos para vehículos. Para averiguar qué tipo de repuestos necesitas para tu modelo, ve a una tienda de repuestos para vehículos y habla con un técnico.
En caso de que hagas esto, o hayas decidido lo contrario, cambia el tapón y el montaje del cárter apretándolos con una junta o llave dinamométrica. No aprietes demasiado los tornillos.
2.
2 Añade el líquido de la transmisión nuevo. Una vez que el cárter esté puesto en el vehículo, puedes bajarlo de los soportes de gato y reponer el líquido de la transmisión con la clase adecuada. Hay varios tipos de líquido de transmisión, así que tendrás que asegurarte de usar el tipo recomendado por el fabricante del vehículo. Comprueba el manual de usuario para añadir la clase de líquido correcta.
En la mayoría de los vehículos podrás añadir el líquido de la transmisión a través del hueco del que extrajiste la varilla graduada. Normalmente el líquido va directamente en esta boca, por lo que necesitarás usar un embudo. Vierte un poco menos de líquido que la cantidad que hayas vaciado para no llenarlo en exceso. Puedes encontrar las cantidades adecuadas en el manual de usuario.
3.
3 Arranca el vehículo y déjalo funcionar durante unos minutos. Comprueba el nivel de líquido. En caso de que el nivel esté bajo, añade más líquido hasta que el líquido de la transmisión esté en el nivel correcto. Evita llenarlo en exceso. Algunas transmisiones necesitan que el vehículo esté en punto muerto y otras apagado para comprobar el líquido de la transmisión. Es posible añadir una cantidad incorrecta de líquido en caso de que no esté en la posición correcta. La varilla graduada y el manual de usuario indicarán la posición correcta.
4.
4 Deshazte adecuadamente del líquido. El líquido de la transmisión es perjudicial para el medio ambiente, por lo que es importante que evites el vaciado o vertido de líquidos de la transmisión en el medio ambiente. Ponte siempre guantes y limpia la piel de cualquier residuo que quede inmediatamente después de terminar el cambio de los líquidos.
La mayoría de tiendas de repuestos para automóviles y carrocería cuentan con programas de reciclado de líquidos que te permitirán eliminar los aceites del motor, líquidos de la transmisión y otros líquidos del vehículo que obtengas al realizar el mantenimiento de tu vehículo. Localiza el punto de recogida de tu zona.