UNIVERSIDAD YACAMBÚ VICERRECTORADO ACADÉMICO FACULTAD DE HUMANIDADES DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS GENERALES
Bachiller: Luis Márquez C.I: V- 12.127.000 Expediente: ACP-083-00946V Fundamento de la Administración (TAF-0144) Sección ED01D0V 2017-1 Prof. Pastora Guedez.
CIUDAD GUAYANA ABRIL 2017
Caso del doctor Espíndola El doctor Manuel Hernández, director de un hospital público de la ciudad de Monterrey, Nuevo León, ante la renuncia presentada por el doctor José Espíndola, el mejor cardiólogo del hospital, quiso retenerlo ofreciéndole un pequeño aumento de sueldo y permitiéndole un mejor horario de trabajo que el de los otros médicos, siempre y cuando atendiese a los pacientes asignados. El doctor Espíndola argumentaba que él perdía mucho al no poder atender a los pacientes que lo buscaban en su consultorio particular y que, por otra parte, el sueldo que percibía en el hospital era insuficiente. No obstante, la fuerza de sus argumentos, el doctor Espíndola terminó por ceder a la petición del doctor Hernández. Ambos acordaron que éste se encargaría de llevar a cabo los trámites necesarios para cumplir lo prometido. Al solicitar el doctor Hernández al licenciado Sergio Pérez, jefe de personal de la institución, que efectuara los trámites necesarios para elevar el sueldo del doctor Espíndola, fue informado que eso no era posible de acuerdo con la normatividad del gobierno en turno. Ante la negativa, el doctor Hernández argumentó molesto que no podían ser burócratas y dañar vidas por trabas administrativas. Añadió que el doctor Espíndola colaboraba siempre con el hospital incluso fuera de su horario normal y el aumento que solicitaba era pequeño, ya que tan sólo ascendía a 15% del sueldo que recibe un médico de su categoría conforme al tabulador lo que, afirmó, era poco comparado con el costo de las demandas que el hospital había tenido que pagar por errores cometidos por otros médicos. Hasta ese año se habían pagado multas e indemnizaciones equivalentes a 30 veces el sueldo mensual del mismo doctor y que eso sí estaba totalmente fuera de una partida presupuestal. El director dijo enfáticamente: “¡No entiendo por qué, si hay dinero para
indemnizaciones que no están presupuestadas, no lo hay para un pequeño estímulo a un médico de prestigio! ¡Es imposible reemplazarlo! ¡Médicos como él no se dan en maceta!”
A pesar de las argumentaciones del doctor Hernández, el licenciado Pérez continuó objetando que no se podían violar las normas establecidas en el hospital, y se retiró; sin embargo, el director consideró que con lo dicho a Pérez sería suficiente. El día de quincena, el doctor Espíndola se dio cuenta que su salario no había sido incrementado. Se dirigió a la jefatura de personal, donde preguntó por su aumento al señor Pérez, quien le informó que ello no era posible pues no procedía conforme a la normatividad vigente. Inmediatamente el doctor Espíndola se retiró y procedió a elaborar y firmar su renuncia, entregándosela al director. Este hecho molestó al doctor Hernández, director del hospital, que en el acto mandó llamar a Pérez. Al tenerlo frente a él le solicitó su renuncia. Éste se limitó a contestar que no había motivo legal para ser despedido y, por tanto, demandaría a la institución, pues si no aplicaba la norma incurría en responsabilidad.
Responda a las siguientes interrogantes
1. ¿Lo anterior genera dualidad de autoridad? En tanto que el jefe de personal es la autoridad en materia de salarios y responsable de aplicar la norma legal y, por otro lado, el director es el responsable de los resultados. ¿Sí? ¿No? ¿Por qué? Respuesta. Sr. Pérez, no tiene una duda con respecto a las normativas que deben ser cumplidas, ya que existen responsabilidades consagras al cargo, el cual el representa ante la Institución, así sea el Director el que le allá ordenado realizar el ajuste, existen parámetros y directrices, que no permiten ser violados así sea por Director del Hospital. El director debe notar que cualquier cambio realizado va a hablar de su gestión como Director del hospital, si existen alguna violación de las normativas que rige el hospital el será el responsable, así que su decisiones deben ser las correctas porque va a hablar de su gestión administrativa. Por lo tanto, mi respuesta con lo argumentado en el caso se presume que hay una dualidad de poderes, pero todo recae en el director del hospital por lo tanto si el director le da una orden al jefe de personal debe acatarla 2. ¿Es correcta la posición del señor Hernández al negarse a autorizar el aumento? ¿Sí? ¿No? ¿Por qué? Respuesta. El Dr. Hernández fue el que solicito el aumento del Dr. Espíndola, el que se negó fue el Sr. Pérez. 3. ¿Este problema sólo atañe a administradores o puede presentarse en otras áreas de trabajo en las instituciones? En la fase como administradores siempre se puede presentar esta situación, queda a criterio de la persona aceptar y violar las normativas de la empresa. 4. ¿Qué hubiera hecho usted en lugar del doctor Hernández? De estar en el caso del Dr. Hernández, sabiendo como son las normativas internas del Hospital, no le fuese pedido al Sr. Pérez se lo exigiría como la máxima representación y cabeza del hospital y agotaría los recursos e instancia para no dejar ir el prospecto de médico que tenía el hospital
5. ¿Le faltó liderazgo y por tanto comunicación y motivación al doctor Hernández? Definitivamente si El Dr. Hernández debió idearse otras alternativas para mantener al Dr. Espíndola en el Hospital 6. ¿Qué propone para que casos así no sigan perjudicando la administración del hospital? Primero orientar al personal y quedar en claro quién es el responsable del hospital es entendido que los que despiden en las instituciones son los directores como la máxima autoridad, y Ser claros y establecer parámetros para casos especiales, lo más importante es que el hospital marche lo mejor posible, y a la vez realizar modificaciones a las normativas internas,