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1997 © César Castellanos D. Publicada por Editorial Vilit & Cía. Ltda. Calle 22C No. 31-01 Telefax: 269 34 20 E-mail:
[email protected] [email protected] Santa Fe de Bogotá, D.C., Colombia • Sudamérica. ISBN 958-8092-04-3 Queda prohibida la reproducción total o parcial de la presente obra en cualquiera de sus formas, gráfica, audiovisual, electrónica, mecánica, magnetofónica o digital, sin la autorización previa y escrita de la editorial. Reservados todos los derechos. Los textos empleados en esta obra han sido tomados de la Biblia Reina Valera versión 1960. Sociedades Bíblicas Americanas © Sociedades Bíblicas en América Latina © Copyright ©
Hecho en Colombia Printed in Colombia • 1999 Versión electrónica editada en Sistemas MCI Julio - 2000
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BIENVENIDO A LA FAMILIA DE DIOS Querido amigo:
Hoy quiero felicitarlo por el gran paso que ha dado al haber invitado a Jesucristo a su corazón, ya que usted tuvo el valor de confesar sus pecados e imploró, que la sangre del Hijo de Dios, lo limpiara de todo pecado y de toda maldad. Usted tal vez se sentía inseguro, como nave perdida en el océano de la vida; pero ahora Jesús es su Señor, Él como capitán le guiará a un lugar seguro y le dará a beber las aguas eternas de la vida. Quizá, había puesto su confianza en las cosas materiales, pensando que la vida se medía por lo que se llegará a poseer y posiblemente, lo logró; pero aun así se sentía vacío, pues le faltaba algo para ser realmente feliz y no entendía porqué. Pero ahora que ha entregado su corazón a Cristo, comprenderá que la vida del hombre, no está en la abundancia de los bienes que éste posee, sino en buscar primeramente el reino de Dios y su justicia, para que todo venga por añadidura. Bienvenido a una vida de plenitud y bendición Usted es un hijo de Dios
Ahora puede gozar de las ricas bendiciones que Dios tiene reservadas para sus hijos; entre ellas están: que ya no esté solo porque ahora pertenece a la familia más grande y unida del universo, la familia de Dios. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
Dios como un padre amoroso, le hablará a diario, a través de la Biblia
Para guardarlo, protegerlo, consolarlo, orientarlo, disciplinarlo, etcétera. “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas” Deuteronomio 6:6-9 . Usted puede hablar con Dios todos los días, por medio de la oración
Puede expresarle al Señor, sus luchas, deseos, temores, angustias, proyectos a través de la oración. “Elías era un hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto” Santiago 5:17-18. Usted podrá disfrutar, de la presencia de Dios a diario
Tanto que su mayor deleite será adorarlo y glorificarlo, será tanta la alegría, que la tristeza desaparecerá, el temor huirá y su vida será un continuo fluir de gozo.
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“Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, para que habite en tus atrios; seremos saciados del bien de tu casa, de tu santo templo” Salmos 65:4.
Un verdadero encuentro
Tendrá el mejor amigo y guía espiritual
El Espíritu Santo le guiará hacia la verdad, consolará en el dolor, fortalecerá en la prueba y le defenderá en la lucha. Él estará en su retaguardia, y con Él el temor huirá y su vida cobrará significado. “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles” Romanos 8:26. Podrá reunirse con otros creyentes
Encontrar a Dios es muy sencillo, se hace por medio de la fe. “Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” Romanos 10:10. Hoy usted hizo una oración de fe dirigida por el pastor, la cual propició su primer encuentro con Dios. ¿Qué significa tener un verdadero encuentro con Dios?
Para que sea edificado en amor, estimulado en la fe y conozca más de la gracia divina. “Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar 1.Es invitar a Jesús a que entre en su vida los hermanos juntos en armonía” El Señor dijo: Salmos 133:1. “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y Podrá testificar a otros de su fe cenaré con él, y él conmigo” Apocalipsis 3:20. Su fe en Jesucristo, ya que con el corazón se cree 2.Ser hijo de Dios y gozar de todos los privilegios. para justicia, pero con la boca se confiesa para Juan 1:12 salvación. Es importante que cuente a otros que 3.Es estar seguro que Dios vive dentro de Usted. Jesús vive en su vida. La mujer samaritana ganó “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el toda la ciudad de Samaria para Cristo, el mismo día Espíritu de Dios mora en vosotros?” de su conversión. 1 Corintios 3:16. “Porque no podemos dejar de decir 4. Es saber que usted ya no está solo en este lo que hemos visto y oído”. mundo sino que tiene un gran amigo que le guía Hechos 4:20. a toda la verdad. Aceptar a Cristo es la puerta que le conduce al “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os éxito, por tanto le animo a que sea fiel, guiará a toda la verdad; porque no hablará por su perseverante y obediente al mandato divino, hasta propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, que Jesús sea formado en su vida. y os hará saber las cosas que habrán de venir” Juan 16:13.
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La importancia de un encuentro
Dios envió a su Hijo que tuviese ese encuentro con nosotros: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él ” Juan 3:16-17.
Hay encuentros que cambian comple-tamente el curso de nuestras vidas. Un encuentro con la persona de la cual nos enamoramos, o un encuentro para entrar a la universidad o para un gran negocio etcétera pero de todos, el único encuentro al que nadie debería fallar es a un encuentro con Dios. La condición del hombre “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” Aunque Dios preparó todo para rescatar al ser Mateo 16:26. humano, éste ha escogido muchos caminos que lo han distanciado más de Él. DIOS NOS BUSCA
Dios, el autor de la vida, en su infinita sabiduría le plació crear al ser humano. Cuando Dios lo creó, lo hizo perfecto y le dio una compañera para que fueran felices, diciéndoles: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla“ Génesis 1:28, pero el hombre de manera desagradecida se rebeló contra Dios quebrantando las leyes divinas. Sin embargo, Dios que es grande en misericordia, decidió buscar al hombre cuando éste huyó de su presencia y preparó un plan de redención. En la época de Abraham, siendo éste un pagano, Dios lo buscó y entró en pacto con él y con su descendencia, y confirmó el pacto a través de la circuncisión. Cuando el pueblo de Israel estuvo como esclavo en Egipto, Dios buscó la liberación de ellos escogiendo a Moisés, y en el desierto, les dio las tablas de la ley enfatizando que si las practicaban tendría vida y si las quebrantaban experimentarían la muerte. Pero esto no fue suficiente y Dios en su inmenso amor envió a su Hijo unigénito, quien vino a buscarnos para darnos salvación: “ Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y salvar lo que se había
P u e n t es I n c o n c l u s o s
1. El hombre por naturaleza es religioso: Aun en las culturas más primitivas se levantaban imágenes para adorar a un ser superior, al sol, la luna, las estrellas, los ríos, las piedras, hombres, aves etcétera. Pero esto jamás llenó el vacío que había en el corazón del hombre. “Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria de Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y reptiles” Romanos 1:22-23. HOMBRE
DIOS
Religioso
Amor
Buenas obras
Misericordia
Filosofías
Bondad
Afanes
Paciencia
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2. Las buenas obras se han convertido en una barrera que ha distanciado al hombre de Dios. “Si cumplo con mis obligaciones, no mato, no hurto, guardo los principios morales y ayudo a los necesitados, con esto aseguro mi salvación ”. Este es el pensamiento de muchos hoy en día. Ellos ignoran que la salvación es un regalo que Dios nos da, no porque nosotros hayamos hecho algo bueno: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se glorie” Efesios 2:8-9. 3. Tanto la filosofía antigua como la moderna han logrado distanciar al hombre de su Salvador; el mismo Sócrates dijo: “Sólo sé que nada sé”. El Señor M. Tamayo dijo: “El primer maestro de filosofía que tuvo la humanidad fue la serpiente en el paraíso”. J Blaus expresó: “En el vestíbulo mismo del templo de la filosofía, encontrará usted la duda y el escepticismo; y penetrando en su santuario, gira el orgullo disputando sobre objetos de poca calidad, ocupándose en juegos de palabras simbólicas y preocupado en cuanto le es posible ocultar su ignorancia, eludiendo con una afectada pretensión las cuestiones que vean de cerca relativas a Dios y al hombre”. El apóstol San Pablo dijo: “Mirad que nadie os engañe por medio de f ilosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo” Colosenses 2:8. 4. Los afanes de este mundo se han convertido en un yugo que ha esclavizado a la sociedad. “Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día” Lucas 21:34.
“La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne” Romanos 13:12-14. San Juan expresó: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” 1 Juan 2:15-17.
Cristo es el puente que une al hombre con Dios
En Ezequiel 18:4 el Señor dijo: “He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá”. Desde el momento en que somos engendrados, nuestro ser es afectado por la contaminación del pecado . David escribió: “He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre” Salmos 51:5. El apóstol Pablo enseñó: “..por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” Romanos 3:23.
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separó al hombre completamente de Dios. “ Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” Romanos 5:8. El apóstol San Pablo dijo: ”...que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él ” 2 Corintios 5:19-21.
Los beneficios de la cruz
1. Vida eterna
En la oración intercesora que hizo Jesús ante el Padre dijo: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” Juan 17:3. El hombre experimenta la vida eterna en la tierra, desde el momento en que acepta a Jesucristo como su Salvador. Jesús, así como sopló sobre sus discípulos y les dijo: “Recibid el Espíritu”, acepta nuestra oración de fe y nos da el Espíritu Santo que es el que nos asegura la vida eterna. Cuando el primer hombre pecó, entró la muerte aunque él siguió consciente al mundo físico, su espíritu estaba muerto; y esta muerte pasó a toda la descendencia por cuanto todos pecaron, pero Cristo en la cruz venció la muerte espiritual y nos dio vida y vida en abundancia, Juan 10:10, dice: “ El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”.
La cruz nos ofrece 2. Sanidad Física HOMBRE
DIOS
Recibe por medio de la Cruz
Aceptó de la cruz
Vida eterna
El sacrificio de su hijo
Sanidad física Libertad de Opresión Prosperidad económica Restauración familiar
El precio de su sangre Humillación en la crucifixión
El profeta Isaías dijo: “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados” Isaías 53:4-50. La enfermedad y el dolor humano vinieron como consecuencia del mismo hombre, la gente ignorante culpa a Dios de su enfermedad sin querer reconocer sus propios errores. El hombre de fe está seguro que ninguna enfermedad se podrá enseñorear de él, porque Él destruyó en su cuerpo la enfermedad y la salud física es la medicina de Dios para todos nosotros, pues en sus llagas fuimos
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3. Victoria sobre la opresión
5. Restauración familiar
El gran enemigo de los cristianos, el adversario, se deleita viéndonos afligidos, temerosos, inseguros, deprimidos, amargados, angustiados, etcétera. Pero el hombre que entiende el significado de la redención, es liberado completamente de cualquier artimaña o engaño del enemigo.
El Señor profetizó que para el tiempo del fin uno de los flagelos fuertes que azotarían la humanidad sería la desintegración de la familia; y que los peores enemigos del hombre estarían en su propia casa. Pero también el Señor dijo que se levantaría un ministerio muy poderoso de restauración familiar donde el corazón de los padres se volvería a los hijos y el de los hijos se volvería a los padres; y esta restauración familiar guardaría a la tierra de maldición: “Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición” Malaquías 4:6.
En Colosenses 2:14-15 dice: “...anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz ”. 4. Prosperidad económica
En 2 de Corintios 8:9, el apóstol dijo: ” Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos”. Después de la caída del primer hombre, Dios le habló de sus consecuencias: “...maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo” Génesis 3:17-18. Los espinos representan la maldición económica, son señal de ruina. No fue por casualidad que al Señor le hubieran colocado sobre sus sienes una corona de espinas como diciéndole a la humanidad: “La maldición económica la llevo sobre mis sienes para que nunca os azote, pero esto sólo beneficia a los que creen en mí”. Son muchas las personas que han puesto todas sus esperanzas en los bienes materiales y por esto se han alejado de la verdad, Jesús dijo: “ Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
Son muchos los hogares que a través de este ministerio han sido restaurados y la familia ahora se reúne, no alrededor del licor; sino que el centro principal es la Biblia y reciben instrucción divina para vivir de acuerdo con la voluntad de Dios.
Lo que Dios aceptó de Jesucristo Dios aceptó de la cruz:
El sacrificio de su Hijo El precio de su sangre La humillación de la crucifixión En Ezequiel 22:30 dice: “Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no la hallé”. Ningún hombre podía tomar el lugar que sólo correspondía a Jesucristo. Cuando los ángeles buscaron en el cielo, en la tierra y debajo de la
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redimirlo, no lo hallaron. Esa difícil tarea sólo estaba reservada para Jesús, quien vino a ser el Cordero inmolado de Dios.
derramamiento de sangre no se hace remisión” Hebreos 9:22. Humillación de la crucifixión
1. El sacrificio de su hijo
Cuando el hombre pecaba en la época antigua, Dios permitía que llevara un cordero ante el sacerdote; y éste lo sacrificaba como a una criatura inocente que muere por un hombre pecador. El sacerdote tomaba de la sangre del sacrificio y la colocaba sobre la humanidad del pecador, como símbolo de que todos sus pecados habían sido cubiertos. Pero esto no fue suficiente porque el pueblo continuaba pecando, y se requería de la presencia de Cristo mismo. En Hebreos 9:13-14, dice: “Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?”.
En el libro de Deuteronomio 21:22-23 dice: “Si alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo colgareis en un madero, no dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios t e da por heredad ”. La cruz significaba humillación, fue creada para que los criminales recibieran una muerte atroz. El solo hecho de que un delincuente fuese colgado en el madero, era un escarnio, la gente lo identificaba como un ser vil y menospreciado.
Jesús, al aceptar la muerte de cruz, estaba tomando el lugar del hombre pecador nosotros merecíamos el castigo, porque nuestros pecados nos separaron de Dios ya que, “ Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó en su camino; mas Jehová cargó en él, el pecado de 2. El precio de la sangre todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su “...sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra boca; como cordero fue llevado al matadero; y como vana manera de vivir, la cual recibisteis de oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y vuestros padres, no con cosas corruptibles, no abrió su boca. Por cárcel y por juicio fue quitado; como oro o plata, sino con la sangre preciosa de y su generación, ¿quién la contará? Porque fue Cristo, como de un cordero cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión sin mancha y sin contaminación” de mi pueblo fue herido. Y se dispuso con los 1 Pedro 1:18-19. impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su Con el sacrificio de Jesús, el hombre quedó a paz y muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño salvo con Dios, quien condena al pecador, mas en en su boca” Isaías 53 6-9. Cristo Jesús no somos ya pecadores, porque Él nos En Gálatas 3:13 dice: “Cristo nos redimió de la ha justificado ante el Padre, nos ha dado nueva maldición de la ley, hecho por nosotros maldición naturaleza y nos ha adoptado como Hijos de Dios. (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado El Señor nos mira a través de Jesús y nosotros en un madero...)”. también le adoramos a través de Él: “
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Tomar el lugar del hombre en la cruz era tarea que ni siquiera los mismos ángeles podían cumplir. Jesucristo, siendo Dios decide humillarse despojándose de su gloria, su grandeza, su divinidad y se hace hombre y en una actitud obediente acepta la muerte y muerte de cruz. La noche antes de su sacrificio soportó la agonía del Gólgota, donde sudó grandes gotas de sangre y exclamó: “...Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya ” Lucas 22:42. El Cristo maravilloso
Napoleón dijo: “En los días de mi gloria, yo apasioné a las multitudes hasta el punto de que ellas morían alegremente por mí, encendí el fuego de los corazones, poseí el secreto de su poder mágico que eleva los espíritus. Ahora me encuentro en Santa Helena, elevado sobre esta roca ¿quién lucha y conquista imperios por mí?, ¿quién es el que me sigue siendo fiel?”. Tal es el destino de los grandes hombres, tal fue el de César y de Alejandro, se nos olvida. El nombre de un emperador, el de un conquistador; no es más que un tema escolar. Aun antes que yo muera mi obra será destruida. Jesucristo es el único hombre en el mundo que hizo planes con su muerte y no se equivocó. He aquí un conquistador que incorpora a su persona, no una nación sino la humanidad. El alma humana se hace un anexo de la suya. Todo en Cristo me produce admiración, su espíritu y su voluntad me desconciertan. Cuando más pienso, más absolutamente me
San Pablo dijo: “Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos, y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten...» Colosenses 1:15-17. Jesús es el Dios eterno. En el libro de San Juan se expresa: “En el principio era el Verbo; y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” Juan 1:1. Son muchos los que han tratado de desfigurar la imagen del cristianismo y deteriorar el nombre de Jesús, entre ellos el famoso escéptico Robert Ingersoll, que con el General Lee Wallace, quien era genio de literatura. Estos se pusieron de acuerdo para escribir un libro que destruyera para siempre el “mito” del cristianismo. Por dos años Wallace estudió en las principales bibliotecas de Europa y América, buscando información que le capacitara para escribir un libro que destruyera el cristianismo. Mientras escribía el segundo capítulo de su libro, repentinamente, se encontró sobre sus rodillas clamando: “ Mi Señor y mi Dios”. La evidencia de la deidad de Jesucristo fue abundante, en conclusión, ya no podía seguir negando que Jesucristo era el Hijo de Dios, todo el material que había recopilado para deteriorar la imagen de Jesús lo utilizó para escribir la novela que lo inmortalizó, “Ben Hur” 2. La vida de Jesucristo en la tierra
“Hace más de 1900 años que hubo un hombre que nació contrario a las leyes naturales de la vida. Este
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oscuridad. No viajó extensamente, solamente una vez cruzó las fronteras del país en que vivía; esto fue cuando siendo niño estuvo exiliado. No poseía influencias, ni dinero; sus familiares no eran prominentes, y careció de todo entrenamiento o educación formal. Durante su infancia atemorizó a un rey; durante su niñez impresionó a los doctores de la ley. Ya siendo hombre dominó la naturaleza. Caminó sobre las olas como si fuese el suelo, silenció los vientos y la mar, sanó a las multitudes y no cobró sus servicios. Nunca escribió un libro, sin embargo los libros que se han escrito sobre Él, podrían llenar bibliotecas enormes. Nunca escribió un canto, sin embargo ha provisto tema para más cantos que los que han producido todos los compositores juntos. Nunca fundó una universidad, pero todas las universidades y escuelas juntas no tienen más discípulos que Él. Nunca dirigió un ejército o enlistó a un soldado, o disparó un arma de fuego; sin embargo, ningún líder ha tenido más voluntarios bajo sus órdenes que hayan hecho a tantos rebeldes entregar sus armas, rindiéndose sin disparar un solo tiro. Nunca practicó la medicina, pero ha sanado mayor número de corazones, quebrantados que todos los doctores puestos juntos. Cada séptimo día la actividad humana cesa y las multitudes van a adorarle. Los nombres de los grandes estadistas de Grecia y Roma florecieron y han quedado relegados al olvido, pero aunque el tiempo ha colocado 1.900 años entre este hombre y nuestros días, Él siempre vive. Herodes no le pudo destruir y el sepulcro no le pudo detener. Él está sobre el mayor pináculo de la gloria celestial, proclamado por Dios, reconocido por los demonios, como el viviente y personal Cristo, nuestro Señor y Salvador.
Cosas que debes conocer Bienvenido a la visión celular
Cristo es la cabeza de la iglesia y ésta a su vez recibe la dirección del Espíritu Santo quien transmite los planes divinos a sus siervos, es decir la visión; ellos la captan y deben entrar a desarrollarla en equipo. Para lograr efectividad en la labor que nos ha sido encomendada como seguidores de Jesús: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio...” Mateo 18:19, nuestra iglesia, desarrolla un modelo de trabajo inspirado por Dios, me refiero a una Célula de Crecimiento Carismático. Bienvenido a las C.C.C (Cé lul as de Crec im ien to Cari sm átic o)
Jesús pasó toda una noche en oración para escoger a sus doce discípulos, un grupo ños grupos como se ha mencionado. La Misión Carismática Internacional consciente de la importancia de permitir a cada nuevo creyente su formación y crecimiento doctrinal y espiritual, y guiada por principios bíblicos; ha establecido las Células de Crecimiento Carismático C.C.C., que son reuniones en los hogares, y en las que se puede compartir y atender sus necesidades de manera personalizada. ¿Qu ées u n a C.C.C?
Al igual que la célula biológica, la célula espiritual se presenta como el elemento vital del cuerpo. En la iglesia, que es el cuerpo de Cristo, cada grupo
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edificación permanente y al alcance de la Visión. Lo que se hace en una Célula de Crecimiento Carismático, es lo mismo que caracterizó a la iglesia primitiva. La Biblia dice: “Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” Hechos 2:4647. De igual manera trabajamos hoy en día. La reunión celular es una oportunidad para el crecimiento individual, y también para el crecimiento de la iglesia pues, todos los que semanalmente son invitados a la célula, empiezan a ser reconocidos como miembros de la congregación. Alístese para pertenecer a una Célula de Crecimiento Carismático, con seguridad hay una cerca de su casa; allí encontrará a un líder quien cuidará de usted, atendiendo en oración sus necesidades y problemas, y le pastoreará de forma muy personal ayudándole a avanzar en la nueva vida que ha empezado a experimentar: la vida cristiana. ¡Involúcrate!
En Lucas 11:23 el Señor dijo: “El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama ”. Así como un jugador tiene que luchar con todas sus fuerzas para que el equipo con el cual está jugando sea el vencedor; o como el soldado en el campo de combate está dispuesto a dar hasta su vida por defender su nación; o como el músico da toda la vida para alcanzar la excelencia, del mismo modo el creyente debe entregarse de tal manera a Jesús, de modo que sienta todo su ser controlado por el Espíritu Santo
Jesús dio toda su vida para que usted sea salvo, pero también Él espera que usted entregue toda su vida para que a través de su testimonio, se pueda salvar a otros que están completamente perdidos en el pecado. La mujer samaritana, el mismo día de su encuentro con el Señor, se comprometió a alcanzar a otras personas para Cristo y logró que toda la ciudad de Samaria se interesara en conocer personalmente a Jesucristo. La mujer daba testimonio diciendo: “Me dijo todo lo que he hecho. Entonces vinieron los samaritanos a él y le rogaron que se quedase con ellos; y se quedó allí dos días ” Juan 4:39-42. En el libro de Santiago 5:20 dice: “...sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados”. San Pablo dijo también: “Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” Romanos 10:10. Es fundamental que usted comparta con otros la nueva vida que está experimentando en Cristo. Conociendo la Biblia
La Biblia es la carta de amor de Dios para con nosotros. Por esta razón debemos leerla a diario, con mucho cuidado, pidiéndole al Señor que nos dé entendimiento. En 2 Timoteo 3:16 dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia...”. Al leer la Biblia, Dios nos mostrará lo que debemos hacer, nos guiará en su camino. La Biblia se escribió en un período de 1500 años por más de 40 escritores sagrados, pero su autor es una solo: el Espíritu Santo de Dios.
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Alguno s con sejos para leer la Biblia
leído. 9. Lea la Biblia entera, capítulo tras capítulo. Cuando la haya terminado vuelva a empezar de nuevo. Cada vez le parecerá más hermosa y más clara. Empiece por el Nuevo Testamento, específicamente por 1 de Juan. 10. Los textos que le parezcan más importantes, o los de mayor aprecio, apréndalos de memoria. Más adelante obtendrá una inmensa bendición. “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti ” Salmos 119:11.
1. Use una Biblia con letra clara 2. Separe diariamente un cuarto de hora para estar a solas con Dios. El día tiene 16 cuartos de hora; consagre uno de ellos al Hacedor del Universo. “Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así ” Hechos 17:11. 3. No importa la hora que escoja. Las noches y las madrugadas suelen ser más tranquilas y por la Un encuentro glorioso mañana la mente está aún más lozana. “Yo me acosté y dormí, y desperté, porque Jehová me Testimonio del Pastor César Castellanos D. sustentaba” Salmos 3:5. “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque sólo tú, Jehová, me haces vivir confiado” Salmos 4:8. “Cuando tenía 18 años de edad, me había dejado 4. Lea la Biblia tranquilamente, sin ninguna prisa. llevar por las cosas fascinantes de este mundo. No se contente con ojearla, sino reflexione sobre Creía que todo lo sabía y que no necesitaba de cuanto ha leído. ninguna orientación de los mayores; pensaba que 5. Antes de leer pida a Dios que le abra el ellos eran anticuados, que formaban parte de otra entendimiento. Nadie puede explicarle la Biblia época y que no entendían a la juventud actual. mejor que el mismo que la escribió. Cuando uno desecha el consejo de los mayores 6. Mientras lee pregúntese: ¿Qué quiere decirme esto? Léalo como si estuviese expresamente toma el camino equivocado que puede conducir a la escrito para usted. Es el mensaje de Dios para perdición. Así fue como empecé el camino del vicio su vida. Al leer las advertencias y exhortaciones y los placeres. ha de pensar: Esto es para mí: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Dios usa a un ateo Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo Tuve un profesor de filosofía que era Marxista vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y Leninista, y este hombre, en las conferencias, se entregó a sí mismo por mí ” Gálatas 2:20. siempre nos hablaba con menosprecio de la Biblia, 7. Conviene tener a mano un lápiz o bolígrafo para subrayar los textos que más le impresionen. Más de Jesús, de la virgen, etcétera, y él aseguraba que Carlos Marx era el Moisés del siglo XX. tarde, los encontrará más fácilmente. Subraye también las palabras que se repiten a menudo: En una de las disertaciones dijo: ” La Biblia no sólo pecado, perdón, cruz, amor de Dios, me la he leído, sino que me la he estudiado”. arrepentimiento. Aunque esto lo decía para que le creyéramos sus
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clavó en mi corazón. Pensé, si este hombre que es tan ateo se ha leído la Biblia y la ha estudiado, ¿por qué yo no? Tengo que leerla y demostrarle a este hombre que está equivocado. Gracias a Dios por este ateo, pues, él logró motivarme a estudiar la bendita Palabra de Dios. La noche más gloriosa
Una noche cualquiera se convirtió en la noche más especial, me había propuesto tener una cita con Dios, dije: Si Dios existe, se tiene que revelar a mi vida. Yo sabía que algo grandioso iba a ocurrir. Me encontraba sentado en el sillón de la sala, eran como las once de la noche, todo estaba oscuro ya que sabía que era mi encuentro con Dios y quería completa quietud. Hice una breve oración: Señor Jesús, yo no te conozco, pero si tú existes y eres ese Dios Todopoderoso del cual nos habla la Biblia, quiero que hagas cualquier cosa conmigo. Quiero que me cambies, que me transformes ahor a. Esta fue toda mi oración y me quedé esperando la respuesta. Como a los quince minutos, todo el cuarto se llenó de una luz gloriosa, sentí la presencia de Dios muy cerca de mí. Era como si no hubiera cielo, ni tierra y que sólo existieran dos seres: Dios en su magnificencia y yo en mi diminuta pequeñez. Me llegué a sentir tan insignificante y tan sucio por mi pecado, que exclamé: ¡Dios, apártate de mí; yo no soy digno de ti! Y aquella noche le confesé a Jesús todos mis pecados: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad ” 1 Juan 1:9. Al instante vi cómo una mano abierta penetraba por mi cabeza y descendía hasta la planta de mis pies, era una suave caricia que quitó la carga de mis pecados y me hizo completamente libre.
humano, y que vino como señal que el Espíritu Santo había entrado a morar en mi corazón. Desde aquel día vivo seguro de mi salvación, porque siento que Cristo vive dentro mí.
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Primera epístola universal de San Juan apóstol
limpiarnos de toda maldad. 10. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentirosos, y su palabra no está en nosotros. 2. Cristo, nuestro abogado
1. La palabra de vida
1. Hijitos míos estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 2. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. 3. Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. 4. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; 5. pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. 6. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. Dios es luz El nuevo mandamiento 5. Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos. Dios es la luz, y no hay ningunas 7. Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, tinieblas en él. sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es 6. Si decimos que tenemos comunión con él, y la palabra que habéis oído desde el principio. andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; 8. Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las 7. pero si andamos en luz, como él está en luz, tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya tenemos comunión unos con otros, y la sangre alumbra. de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo 9. El que dice que está en la luz, y aborrece a su pecado. hermano, está todavía en tinieblas. 8. Si decimos que no tenemos pecado, nos 10. El que ama a su hermano, permanece en la luz, engañamos a nosotros mismos, y la verdad no y en él no hay tropiezo. está en nosotros. 11. Pero el que aborrece a su hermano está en 9. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde 1. ”Lo que era desde el principio, lo que hemos oído. Lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocantes al Verbo de vida. 2. (Porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó). 3. Lo que hemos visto y oído, eso anunciamos , para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión es verdaderamente con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. 4. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.
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12. Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. 13. Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. 14. Os escribo a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno. 15. No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17. Y el mundo pasa y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
niega al Padre y al Hijo. 23. Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre. 24. Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre. 25. Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna. 26. Os he escrito esto sobre los que os engañan. 27. Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él. 28. Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejamos de él avergonzados. 29. Si sabéis que él es justo, sabed también que El anticristo todo el que hace justicia es nacido de él. 18. Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros 3. Hijos de Dios oísteis que el anticristo viene, así ahora han 1. Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que surgido muchos anticris-tos; por esto conocemos seamos llamados hijos de Dios; por esto el que es el último tiempo. mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. 19. Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; 2. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se porque si hubiesen sido de nosotros, habrían ha manifestado lo que hemos de ser; pero permanecido con nosotros; pero salieron para sabemos que cuando él se manifieste, seremos que se manifestase que no todos son de semejantes a él, porque le veremos tal como él nosotros. es. 20. Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y 3. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se conocéis todas las cosas. purifica a sí mismo, así como él es puro. 21. No os he escrito como si ignoraseis la verdad, 4. Todo aquel que comete pecado, infringe también sino porque la conocéis, y porque ninguna la ley; pues el pecado es la infracción de la ley. mentira procede de la verdad. 5. Y sabéis que él apareció para quitar nuestros 22. ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que
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6. Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. 7. Hijitos nadie os engañe; el que hace justicia es justo como él es justo. 8. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 9. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. 10. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo; todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. 11. Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros. 12. No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿ Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas. 13. Hermanos míos, no os extrañéis si el mundo os aborrece. 14. Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte. 15. Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él. 16. En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. 17. Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? 18. Hijitos míos, no amemos de palabra ni de
19. Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él; 20. pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas. 21. Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; 22. y cualquier cosa que pidiéramos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él. 23. Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado. 24. Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado. 4. El Espíritu de Dios y el espíritu del anticristo
1. Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. 2. En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; 3. y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. 4. Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. 5. Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. 6. Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el
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Dios es amor
7. Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 9. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 10. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. 11. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. 12. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. 13. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. 14. Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. 15. Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. 16. Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. 17. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. 18. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. 19. Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.
hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿ cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? 21. Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano. 5. La fe que vence al mundo
1. Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él. 2. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. 3. Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. 4. Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 5. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? El test im on io d el Esp írit u
6. Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad. 7. Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. 8. Y tres son los que dan testimonio en la tierra: El Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan. 9. Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo.
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testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. 11. Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. 12. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene vida.
Si Dios ha hablado a su corazón a través de las enseñanzas de este libro, quiero invitarle a que acepte a Jesús como su Señor y Salvador. Usted puede recibirle ahora mismo por fe, mediante una El conocim iento de la vida eterna pequeña oración.
13. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis la vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. 14. Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 15. Y si sabemos que él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. 16. Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida. 17. Toda injusticia es pecado; pero hay pecado no de muerte. 18. Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca. 19. Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno. 20. Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
“Señ or Jesu cri sto : Gr acias po rqu e me amas y entiendo que te necesito.Gracias porq ue mor iste en la cruz por m is pecados. Hoy te abro la puerta de mi vida y te rec ib o c om o m i Señ or y m i Salvador. Ocupa el trono de mi vid a. Hazme la person a que tú qu ieres que sea. Gracias por perdon ar mis pecados y d arme la vida eterna”. AMEN
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