Contra-los-cristianos-Porfirio.pdf

CA

Universidad de Cadiz Servicio de Publicaciones 2006

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PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS

Recopilaci6n de fragmentos, traduccion, introduccion y notas

Enrique A. Ramos Jurado Joaquin Ritore Ponce Antonia Carmona Vazquez Inmaculada Rodriguez Moreno Francisco Javier Ortola Salas Jose Maria Zamora Calvo

Introduccion I. PORFIRIO: EL HOMBRE Y SUS ESCRITOS

Vida de Porfirio Porfirio naci6 en Tiro de Fenicia, en el seno de una familia noble, en torno a 233 6 234 d.C., y muri6 en Roma, en 305 d.ct. Tras de si dejaba una vida a caballo entre Atenas, donde estudi6 con Longino, un plat6nico-medio que no separaba filosofia y literatura; Roma, donde se form6 en Ia escuela de Plotino y polemiz6 con los gn6sticos; y Sicilia, donde parece que se consagr6 a componer los comentarios de Arist6teles y a redactar su vasto tratado Contra Cbristianos, ohra que le generaria, tras su muerte, !a hostilidad de los emperadores cristianos.

trabajo se ha realizado en el marco del proyecto de investigaci6n "La religi6n de Haem una edici6n critica con traducci6n y comentario del Contra Cbristianos de Porfino (BFF2001-2876)", financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnologia.

© Servicio de Publicaciones de Ia Universidad de Cadiz A. Jurado, Joaquin Ritore Ponce, Antonia Carmona Vazquez, Inmaculada Rodnguez Moreno, Francisco Javier Ortola Salas, Jose Maria Zamora Calvo Edita: Servicio de Publicaciones Cl Doctor Maraii6n, 3 11002 Cadiz html:!/www. uca.es/publicaciones e-mail: [email protected] Printed in Spain-Impreso en Espana

La trascripci6n griega del nombre fenicio, MciAXOS", que portan tanto Porfirio como su padre 2 , coincide con el nombre del sacerdote a quien Pedro corta !a oreja derecha con su espada 5 Amelio traduce ese nombre a! griego por BaatAEus- 4, "Rey", conservando el significado fenicio. Fue Longino quien le otorg6 el sobrenombre que, con e! paso del tiempo, se transformaria en su propio nombre, nop
El lector interesado en Ia hiografia de Porfirio dispone de Ia clasica Vie de Porpbyre, de ]. Bidez 091:3). La ohra de J. Bidez emplea y critica dos tipos de fuentes: !) las indicaciones que aparccen registradas en las propias obras de Porfirio, particulannente en Ia Vida de Plotino; y 2) Ia (tnica hiografia que conservamos, Ia de Eunapio en su Vida de los sofistas Porph. Plot. 17.H-l).

·' Ev.Io. 18.10. 4

Porph. Plot. 17.14

' Eun. VS. 455 B.

ISBN: 84-7786-455-1 Dep6sito Legal: CA-45/06 Maquetaci6n e Impresi6n: Jimenez-Mena, s.l.- Cadiz

6

J. Bidez (1913) 9.

7 Porph. Cbr. fr. 24: 0 (=Origenes) Kd-yoJ KOilt&(\ v<'os- wv ETl EVTETUXT]Ka. Sobre cste fragmento cf. R. Goulet (1977), "Porphyrc, Ammonius ... " -')-

INTRODUCCI()N

PORFIRIO DE TIRO CONTRA I.OS CRISTIANOS

pudo asistir a sus clases como un discipulo mas, o al menos como un oyente, y nos ofrece una lista de los autores paganos que Origenes interpretaba"- No sabemos con certeza cuanto tiempo permaneci6 en Cesarea, siguiendo las ensefianzas del apologeta cristiano y frecuentando su nutrida biblioteca.

Sin duda, Porfirio era uno de los compaiieros (ETatpOL) mas allegados que tuvo Plotino en Roma, por lo que no resulta extraiio que le encargara precisamente a ei Ia correcci6n de sus escritos 17 . Numerosos son los pasajes de Ia Vida de Plotino que aluden a Ia excelente amistad que une a! maestro con el discipulo'".

Mas tarde, el "anciano tirio", como le califica Libanio'', estudi{> en Atenas, donde tuvo por maestros a Demetrio el geometra, a Apolonio el gramatico, acaso a Minuacio el profesor de ret6rica, y, principalmente, a Longino, el fi16logo y "mayor critico de nuestro tiempo" 10 En el capitulo 14 de su Vida de Plotino Porfirio relata Ia siguiente anecdota sobre Ia relaci6n de Longino con Plotino. Tras haber escuchado Ia lectura del Sabre los principios y el Amante de Ia antif!,iiedad, coment6: "Fil6logo si que es Longino; pero fil6sofo, de ninguna manera (qJLAoAoyos- o 1\oyyi:vos-,
En una fiesta dedicada a Plat6n, Porfirio ley6 un poema titulado "Las sagradas nupcias", en el que habia muchas cosas escritas en lenguaje velado, empleando una forma misterica y un tono exaltado, por lo que alguien coment6: "Porfirio esta loco"'". Pero Plotino seiial6: "Te has revelado a un tiempo poeta, fil6sofo y hierofante." Podemos conjeturar que Porfirio explicaba en su poema, de una manera aleg6rica, las "sagradas nupcias" de Zeus y Demeter. El "hierofante", es decir, el "revelaclor de cosas sagradas", era el sacerdote principal de los misterios de Eleusis, y las "sagradas nupcias" simbolizaban Ia uni6n mistica y nupcial del alma con lo divino. Cuando el ret6rico Di6fanes ley6 una De.fensa de Alcihiades, como aparece en el Banquet£!" de Plat6n, sosteniendo Ia tesis de que, para aprender bien Ia virtud, el discipulo debe prestarse a Ia uni6n carnal con el maestro cuando este desee Ia uni{m sexual, Plotino, inquieto y alterado, encomend6 a Porfirio que compusiera por escrito una refutaci6n. Aunque Di6fanes no le entregara su texto, Porfirio redact6 y ley6 21 ante e1 mismo auditorio su refutaci6n, haciendo disfrutar a su maestro .

Porfirio llega a Roma en el verano de 263, coincidiendo con las fiestas decenales del reinado de Galieno 15 Tenia entonces treinta afios 14 , por lo que pudo nacer en el 233 6 234 d.C. Permanece en Ia escuela de Plotino seis afios. Las clases transcurrian en forma de dialogo: los estudiantes planteaban cuestiones y, a continuaci6n, el maestro respondia, sin que el tema fuera (mico ni Ia exposici6n se adaptase a un (mico patr6n. Asimismo, se sucedian las exposiciones orales y Ia lectura de textos y comentarios, abiertos a discusiones. Porfirio mantuvo una discusi6n con Plotino, que se prolong6 durante tres elias, sobre el modo como el alma se une con el cuerpo". Un individuo llamado Taumasio interrumpi6 a Plotino, sefialando de forma poco cortes que queria oirle exponer un tema general, apto para tomar apuntes, y no las preguntas de Porfirio, a las que se sucedian las respuestas del maestro. Plotino le recrimin6 al instante: "Pero si, cuando Porfirio pregunta, no le resolvemos las dificultades, mal podremos decir una sola palabra como para tomar apuntes" 11'.

H

AI escribirle Eubulo, el diadoco plat6nico de Atenas, y remitirle unas obras que trataban sobre ciertas cuestiones plat6nicas, Plotino hizo que se las entregaran a Porfirio 22 para que las examinara y elaborara un informe de su contenido Entre los gn6sticos cristianos existentes en tiempo de Plotino, que formaban parte de una secta derivada de Ia antigua filosofia (posiblemente el platonismo), Porfirio destaca a los adeptos de Adelfio y Aquilino, que poseian los escritos de Alejandro el Libio, de Filocomo, de Dem6strato y de Lido, y compusieron las Revelaciones de 2 Zoroastro, de Zostriano, de Nic6teo, de ,AI6genes, de Meso '. Asimismo, como estos mismos gn{>sticos sostenian que Plat6n no habia sondeado las profundidades de Ia 1 esencia inteligible, Plotino escribi6 un tratado titulado Contra los gn6sticos' , y fue seguido por Amelio, quien redact6 cuarenta libros contra Ia Revelaci6n de Zostriano, y por Porfirio, quien compuso numerosas refutaciones en contra de Ia Reve/aci6n de Zoroastro, tratando de demostrar que este libro es completamente falso, reciente y 2 redactado por los fundadores de Ia secta '.

Eus. HE VI 19B.

'' Lib. Or. JH.17il Xl. Con frecuencia Porfirio es clenominado "anciano." Juliano le calificaba de,·, TupLOS" yepwv (cf. Socr.Sch. Iff:. 3.23); lo mismo que Lihanio, en el pasaje citado, y Arctas de Cesarea. (Scripta minora, 21.1, p. 212.7 WL En el neopbtonismo tardio se designa a Porfirio como ··anciano"(cf. Dam. Pr. Ill, Westerink-Combes, pp. 19.27 y 214, n. 7l, y Ia misma denominaci(m se conserva en Ia

Entre los discipulos de Plotino con los que Porfirio mantuvo estrechos vinculos, debemos mencionar a Castricio, apellidado Firmo, a quien dedic6 su tratado De ahstinentia, y a quien considera ·'el hombre de mas nobles ideales de nuestro tiem-

literatura J.rahe posterior, emple5ndose para Uesignar tanto a Porfirio como a su maestro Plotino. En Ia Edad Media, Porfirio termina siendo calificado de ''sarraceno": Porphyriu . .; erat de secta saracen(Jntm (cf. .J. Dorp, Pen.Lti/e Compendium totitus iogice}oannis /Jun'dani cum preclari.ssima solertissimi uiri Joannis Dorp expositione, Veneda, 14')9, tv jva ---<..:itado por A. de Libera, Porphyre. /sa!f,OJ!,e. Texte grec,

Translatio Boethii, tracl. de A. de Libera y A.-Ph. Segonds. Paris, 199H, f'· vii, n. 1-l. 10

Porph. Plot. 20.1-2

11

Plut. 14.19-20.

12

Plot. 20.10-HO. Cf. E.A. Ramos Jurado, ''Los fil(>sofos griegos enlre Ia oralidad y Ia escritura", l!xccrpta Philologica 2 (1992) '>9-79: "Neorlatonismo y prosa niost>fica griega en el Hajo Imperio'', en M. Brioso Sanchez & F.J. Gonzalez Ponce (eds. l, las tetras ,f{riegas ha;o el!mperio, Sevilla, 1'!96. pp. 217-231.

17 Plot. 7.49-'il. "Plot. 11.11-15; 13.10-17; 15.1-21; 16.10-Jl.

'" Plot. 15.4. 20

Pl. Smp. 217a ss.

21

P!ut. 1'i.7-1'i. Plot. l'i.20

u Plot. 5.1-5.

--

11

Plot 4.H-
2.i

Plot. 16.1-7.

l'l

Plot. 13.10, 14.

24

Plot. 'i.D.

16

Plot. 15.1'5.

2-'i

Plot. J6.
-{l-

INTRODUCCION


corresponde tanto con Ia "melancolia" 38 , sino mas bien con una crisis intelectual, qu_e le provoc6 una fuerte depresi6n psiquica, que acabo uniendose a debiltdad somatica39 En Lilibeo Porfirio emprende Ia defensa de Aristoteles, ded!Candose a Ia redaccion de dos comentarios a las Categorias y a Ia escritura de Ia Isagoge, donde critica el tratado de Plotino y aboga por Ia armonia entre platonismo Y aristotelismo.

po" 26 , y "como un verdadero hermano" 27 , sintiendo veneraci6n por su maestro; y tambien a Amelio, apellidado Gentiliano, el mas antiguo y fie! de los discipulos de Plotino en Roma, quien se consagr6 a Ia defensa de Ia doctrina del-maestro. Cuando Porfirio llega a Roma, alrededor del mes de septiembre de 263, Amelio llevaba ya instalado en Ia escuela de Plotino diecisiete anos, es decir, desde 246. Junto al maestro permanece veinticuatro afios, hasta 269, un afio antes de su muerte, fecha en que se traslada a Apamea, en Siria. Cuando los fil6sofos de Grecia, probablemente de Arenas, acusaron a Plotino de haber plagiado las doctrinas de Numenio, el estoico y plat6nico Trif6n inform6 de ello a Amelib, quien escribi6 un libra titulado Sabre Ia diferencia doctrinal entre Platina y Numenio, que dedic6 a Porfirio, bajo el nombre de Bami..EVS', esto es, "Rey" 28 . Asimismo, Porfirio cita Ia carta que le dedic6 en estos terminus: "Amelio saluda a Rey" 29

A Ia muerte de su maestro, asistido solo por su discipulo Eustoquio, Porfirio se encontraba viviendo aun en Lilibeo 40 : trascurria Ia mitad del afio 270. No sabemos cuanto tiempo exactamente permaneci6 alii. Sabemos que Longino le_ rog6 que abandonase Sicilia, y Ie invito a venir a su !ado, a Fenicia, llevando constgo los eJemplares corregidos de los tratados de Plotino para confrontarlos con los suyos, plagados 4 de errores y devolverselos luego '. 42

Finalmente, y depues de pasar por Cartago, Porfirio regresa a Roma En esta ciudad funda una escuela a Ia que acuden, entre otros discipulos, Jamblico de CalCis Y Teodoro de Asine. En torno a 298, Porfirio edita las obras de Plotino, inspirado por el espiritu de Pitagoras y Ia mistica de los numeros. El maestro alejandrino habia 43 fiado a su discipulo Ia "correcci6n" y !a "ordenaci6n" de sus escritos . La "correccton' alude a Ia caligrafia y a Ia ortografia, temas en los que, al parecer, Plotino no mostraba mucha atenci6n. Sin embargo, resulta mas dificil explicar el problema de Ia "ordenaci6n", ya que implica Ia transformaci6n del orden cronol6gico de en un orden sistematico. De este modo, Porfirio organiza los escritos en cmcuenta 4 cuatro tratados, un numero resultado del producto de dos tdeales: el sets y el nueve · Para obtener este numero exacto de tratados dividi6 algunos escritos en dos, tres o cuatro y, a Ia inversa, reuni6 otros en uno solo 4'. Tras obtener de este modo los cincuenta y cuatro tratados, los estructura tematicamente en seis grupos de nueve, es decir, en seis Eneadas, abarcando Ia primera los temas eticos; !a segunda Y tercera, los cosmol6gicos; Ia cuarta, los psicol6gicos; Ia quinta, los referentes a Ia Intehgen;:ta; y Ia sexta, los referentes a los generos del ser y el Uno. De este modo, las tres ulttmas Eneadas tratan las cuestiones teol6gicas segun un programa ascendente: Alma, Inteligencia y Uno. Este trabajo de "correcci6n" y "ordenaci6n" de los escritos. maestro lo completa con Ia redacci6n de Ia Vida de Plotino a modo de mtroducCton, Ia titulaci6n de cada uno de los tratados 46 , y Ia anexi6n de elementos aclaratonos (sumarios de cada tratado, es decir, indices de contenido, argumentaciones y, en ciertas ocasiones, comentarios a pasajes dificiles).

Cuando Porfirio escuch6 por primera vez a Plotino -contaba entonces, como ya hemos dicho, treinta anos-30 , present6 contra el una refutaci6n escrita tratando de demostrar, siguiendo a su anterior maestro Longino, que los inteligibles se hallan fuera de Ia Inteligencia. Plotino encarg6 a Amelio Ia lectura de este escrito y, una vez leido, le encomend6 "resolver las dificultades en las que ha caido por desconocimiento de nuestras doctrinas"·3'. Para refutarlo, Amelio compuso entonces un texto bastante extenso Contra las aporias de Porfirid 2 • Y, por su parte, Porfirio redact6 una nueva replica contra este texto, y Amelio, a su vez, una contrarreplica, con Ia que Porfirio mud6 de parecer y escribio una "palinodia", que ley6 en clase. Desde este momenta, se le confiaron los tratados de Plotino, al mismo tiempo que despert6 en su maestro "Ia ambici6n de dar cuerpo y desarrollar mas por extenso su filosofia" 33 , e hizo que a Amelio "le entraran ganas de escribir" 34 Por su parte, Longino contesta a Ia "palinodia" de Porfirio en un escrito donde examina el tratado plotiniano Sabre Ia Inteligencia, las ideas y el ser(En. V 9 [5]), en el que defiende no s6lo que los inteligibles se hallan fuera de Ia Inteligencia, sino tambien que el "modelo" del Timeo es posterior a! Demiurgo 3 '. Asimismo, en Ia Replica a Ia carta de Amelio, tan voluminosa como un libra, Longino respondi6 a Ia epistola que Amelio le remiti6 bajo el titulo Sabre el cardcter de Ia .filosofia de Plotina36

l

En 268, aconsejado por Plotino, y para poner remedio a una fuerte "afecci6n melanc6lica" que estuvo a punto de precipitarlo a! suicidio, decidi6 viajar a otro pais, y se traslad6 a Lilibeo, en Sicilia, donde vivia un distinguido caballero llamado Probo 37 . No obstante, parece mas bien que Ia enfermedad que afecto a Porfirio no se

;x Cf. R. Goulet (]982) "Variations ... ". ;o

"' Plot. 7.24-25. 27

Plot. 7.27.

Plot. 19.12-13. Cabria hablar, pues, segun algunos, de un viaj<: motivado por una ruptura hermeneutica en e1 interior de 1a escuela de Plotino en Roma. Sobre este viaje a Sicilia y el problema de Ia composi6n del Contra Christianos vid. infra pp. 27, 32.

28

Plot. 17.1-13.

40

20

Plot. 17.16.

Plot. 2.32.

41

Plot. 19.7-41.

42

Plot. 2.12 y 31-32.

30

Plot. 4.8-9

31

Plot. 18.13-14.

32

Plot. HUS-16

3-'

Plot. 18.21-22.

'"

Plot. 18.23.

36

Porph. Plot. 20.97-104

37

Plot. 11.16-1H

1 -'

Plot. 24.2-3 Plot 24.13-14: 6 y 9 son, respectivamente, e1 duplo y el cuadrado de 3, el n(•mero de lo perfecto (cf. Arist. Cae/. 268a10-24). " Dividi6 en dos IJI 2-3 y VI 4-5; en tres IV 3-5 y VI 1-3, yen cuatro el tratado contra los gn(>Sticos: Ill 8, v 8, v s y 11 9. Asimismo, e1 tratado Ill 9 es el rcsultado de la agrupaci6n de notas en su ongen dispersas. Cf. R. Harder, "Eine neue Schrift Plotins", Hermes 71 1-10.

44

>' Cf. Procl. in Ti. 1.322.24.

46

Plot. 4-6 y 24-26.

-'J-

-R-

INTRODUCCION PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS

En los umbrales de Ia vejez, Porfirio contrajo matrimonio con Marcela, viuda de un amigo y madre de siete hijos, cinco niiias y dos niiios, algunos de ellos de corta edad 47 . Lo hizo no para poder tener hijos, sino para que los hijos de ella pudieran ser educados. Prohablemente, a los sesenta y ocho aiios, Porfirio escribi6 Ia Vida de Platina, como introducci6n a su edici6n de las Eneadas. Con esta misma edad declara haberse allegado al Dios omnistranscedente y haberse aunado con el. Esta meta Ia alcanz6 Porfirio una sola vez, mientras que su maestro Plotino, durante el tiempo que estuvo con el, Ia alcanz6 cuatro veces4H Porfirio moriria en Roma, segun Eunapio 49 , hajo el reinado del emperador Diocleciano, cuya abdicaci6n se produce en el 305.

- 1 d Ia RE qtte R Beutler dedica a Porfirio'' aparecen recogidos setenEn e I arttcu o e · · · f · b · ta dos titulos, de Jos que cuatro estan duplicados y once pueden_re a o. in:Xistentes o ap6crifas, atribuidas incorrectamente a a :_ que con cuestionamientos puntuales -algunos de smgular trascendenoa . . . . • Ia naturaleza el contenido de ohras como Ia Cr6nica, Ia FtlasaJ Ia . e u,, om1 • I . Ca:rra Christianos'4-, se ha venido considerando a Porftno el autor cu os Y e proplo · d . . variados Es clastde los cincuenta y siete escritos restantes, que ahor an temas muy · ca Ia clasificaci6n tematica de Beutler en ocho apartados: 1. Exposiciones de Plat6n, de Arist6teles, de Ia tradici6n academica Y de Plotino.

2. Obras hist6ricas.

Los escritos de Porfirio

3. Exposiciones doctrinales sistematicas sobre metafisica, psicologia Y moral.

El fil6sofo de Tiro fue un autor prolifico, que nos leg6 una ohra abundante en Ia que se ahordan temas muy variados. Sin embargo, Ia vasta producci6n de Porfirio fue victima de uno de tantos "naufragios literarios" que apagaron Ia voz de muchos fi16sofos antiguos. No hay ningun fi16sofo de fines de Ia Antigiiedad del que se conozca una lista que abarque un numero tan amplio y variado de titulos, de modo que Ia parte de Ia obra que ha sobrevivido representa tan solo un rescoldo de Jo que ha perecido. Los escritos de Porfirio que perduran aseguraron Ia transmisi6n de Ia herencia neoplat6nica a Ia Edad Media, especialmente gracias a Ia mediaci6n de Agustin, Boecio y Macrobio. ].H. Waszink divide Ia actividad intelectual de Porfirio en tres periodos: preplotiniano

(epoca de Ia Filosofia de los oraculos), plotiniano y postplotiniano (periodo del De regressu animae)'0 • Si aceptamos esta tripartici6n biografica y tomamos como referenda Ia estancia del discipulo en Ia escuela de Plotino en Roma, preguntarnos ahora en que medida las ideas de Porfirio difieren entre el primer y el tercer periodo. En efecto, aceptamos que Porfirio aborda e) estudio de los Oraculas caldeos durante eJ primer periodo, lo que puede llevarnos a considerar Ia Filosajta de los oraculos como una obra de juventud' 1 • Sin embargo, hemos de admitir tambien que Ia exegesis de los Ordculos caldeas representa un elemento de continuidad a lo largo de toda su carrera. Esta continuidad se debe a que Porfirio permanece con frecuencia mas pr6ximo que Plotino a! platonismo medio, concretamente confundiendo a menudo Ia Inteligencia y eJ Uno, hasta tal punto que podemos considerarlo, incluso despues de su estancia en Ia escuela de Plotino, como "el ultimo plat6nico medio"' 2 47

4. Ohras sohre religi6n y mitologia. 5. Obras sobre ret6rica y gramatica. 6. Escritos sohre matematicas, astrologia y otras disciplinas cientificas afines. 7. Escritos sobre cuestiones variadas. 8. Obras de divulgaci6n. De muchas de estas obras solo conocemos el titulo; otras, Ia mayoria, s6lo con. ·, t So' Jo un reducido numero de elias ha llegado Justa nosservan fragmentanamen e. I' d · t' de manera integra o casi integra. Los editor.es proporcionan_

ts;;e

lin titulos, elaborada por J. Bouffartigue y M. Pattllo; de I:orfirio tia" Por nuestra parte ofrecemos un repertono e . hasindonos Ia relaci6n, aunque con una diferente a 1a antenor y aiiadiendo los fragmentos de Ia Historia de Ia 1

V"ta Plotini'''. En Ia biografia que consagra a su maestro, Porfirio nos aporta una

d de datos crono]{)Uicos, tanto absolutos como relativos, que, con una prectgran can t a "' d f d I A t' iiedad nos perm1te poner si6n inusual en el genero de las biografias e mes e a n tg . ' ·., .. h' ..... ,,7 correspondencia los momentos principales de Ia vida de Plotmo con ec 1as 1stoncas · .

. . 1 t'd·

-- de Ia "t'da de Plotino Porfirio contaba con las confidencias autoPara Iare d acc10n ., . f . .. · · · biogra.ficas que el maestro dirigia a sus discipulos'B. En Ia bwgra ta que consagra a su .· 1 . l· r· dici6n lat6nica anterior. Este ajuste, en Ia contluencia P_ . , . su pensamiento y los fundarncntos trata de man_ tener_.sc lo mas fiel postb e a t a · m "te discernir los rasg:os ongma 1es u · , de dos cornentes, no.s per I ·. I . . . d· . t •. · plotinianas aunque manifieste siemprc su doctrinales que le llevaron a motltficar cetermma as ests f p H· I 't (196Sl 125-163. de.seo de permanecer fie! a las ensenanzas de su maestro. c · · clC <>

Porph. Marc. l.

''' Eun. V.Y 4.2.6 G.

"'°

Cf. j.H. Waszink 096'5) 4S. Las revisiones hibliogr::iflcas mas recientes de los estudios sobn.· Porfirio son las tie A. Smith (19H7l y G. Girgenti 0994)

" Cf. G. Wolff ( etl. l, Porphyrii de philosoph/a ex oraculis haurienda lihron1m reliquiae, Berlin, 1H% ( Hiklesheim, 1962). Cf. etiam H. Lewy, Chaldean Oracles and 7bewgy. Mysticism and Platonism in the Later Roman Empire, El Cairo, 1956 (Paris, 197Hl, y A. Smid1 0993). Recientemente se ha cuestionatlo Ia reconstrucci(m tradicional de esta obr.1 fX>r parte de P.F. Beatrice, quien, en una propuesta sumamente polemica, ha propuesto su k.lentificaci6n con el Contra Cbristianos. Sobre es1:<1 cuesti(.m uid. irl:fra pp. 34-35, 39-40. ':il

H. D<>rrie (1965) ISH. Para Ia intluencia de los autores del platonismo del s. II en Porfirio cf. M. Zamhon (2002). En Ia construcci6n de tesi.s arquitect6nica.s del pen.samiento de Porfirio independientes de Ia herencia plotiniana P. Hadot asigna una funci6n determinantc a Ia exegesis de los Urdculus caldeos Porfirio somete al pen.samicnto de su maestro a una profunda transformackm lJllt'

-10-

'' Cf. R. Beutler (]953l, cols. 275-313. Vease especiahnente Ia col. 27H.

'' Vid. infra pp. 17, 39-40. . ·. . ' . ..,-; ].

· f. a

tl·) p rj>h re f)e l'ahslinenu!, Paris, 1977, vol. I, pp. xlv-xvtl.

s."'

o,

'.

.sl

>Vedad editorial, la recoge M. Periago Lorcntt' l:D su misma clasrftcacton, con cl anadttlo tie algun.>m S h 'I b·tinencia Madrid, 19H4, pp. 10-14. tratlucci6n espanola tlellratatlo porftano:. Por mo. u n a a,·' '. ·er . 1-41; .I J

"' Incluitla en ]a ctlici6n de Ia ohra tie Plotmo a cargo tie P. Henry. H.R. Schwyz !gal (19H2J, pp. 119-178; L. Brisson et alii (]9H2-1992). ' 7

R. Goulet (19K2l "Le systeme .. ". Cf. etiamj. !gal 0970J

'" Porph. Plot. 3. 1-2

-II-

• PP


maestro,_ imagen de Plotino coincide con el ideal del fil6sofo integrado en el contexto rehgmso de fmes de Ia Antiguedad: el "hombre divino" (flE"ios- ultimo representante legitimo de Ia linea de sucesi6n Homero-Pitagoras-Piat6n. De este modo Ia concepcion historiografica de Porfirio da cuenta del despliegue de Ia filosofia Grecia a partir del pensamiento arcaico y poemas homericos, pasando por Ia vertiente del pitagorismo y culminando en Plat6n, con Plotino como ultimo eslabon de Ia cadena que procede del maestro ateniense. 2. Vita Pythagorae'9 Nos hallamos ante una de las tres biografias que se han conservado sobre Pitagoras, junto a Ia de Di6genes Laercio 00 y a Ia de Jamblico. La Vida de Pitagoras de Porfirio formaba parte del primero de los cuatro libros de un tratado mas amplio titulado Historia de Ia filosofid' 1 • Para su elaboraci6n se basa en diversos autores: Neantes, Apolonio de Tiana, Duris de Samos, Lico, Eudoxo, Dionis6fanes, Dicearco, Antonio Di6genes, Arist6xeno y Nic6maco de Gerasa. Para acceder el conocimiento y conseguir Ia salvaci6n el alma ha de hallarse en un estado de pureza, que s6lo se consigue por medio de Ia aOKllOLS". La existencia de Ia exige una frugalidad en Ia comida, tras una cuidada selecci6n, que constltuye un medto eftcaz para lograr Ia asimilaci6n a lo divino. Mediante el ejercicio fisico, mtelectual Y moral, el hombre puede convertirse en inmortal. Las almas de los hombres pueden reencarnarse en otras personas o transmigrar a otros seres animados. En esta obra Porfirio aborda Ia TTULOELU y Ia iniciaci6n a Ia filosofia de Pitagoras, alumn_o de caldeos, egipcios y fenicios, de Ferecides, Hermodamo y Anaximandro, de quten rectbe los conocimientos de geometria y astronomia(' 2, y a quien los hebreos mtc!an en Ia onirocriticaM De este modo, Pitagoras adquiere los fundamentos de su cloctrina gracias a! contacto con otros pueblos no-griegos. 3. De abstinentiaM Porfirio dedica este tratado a Firmo Castricic{'', con el objetivo de mostrarle las razones por las que debe abstenerse del consumo de carne de animales. "Fue escrito bien en un fecha posterior a 263, afio en que se incorpora a Ia escuela de Plotino en Roma, donde conoce a Castricio, o bien en Siculo, con postenoridad a 2686('. _La condena del consumo de carne presenta rasgos de caracter iniciatico. Porfirio senala lo que "le es posible revelar sobre los sacrificios, en un contexto profundamente influido por Ia doctrina pitag6rica. En el libro I reline una serie w Nauck (ed.J, Platonici upuscu/a selecta, Leipzig. 1HH6 2 (Hildesheim, 1963), pp. 7-52, E. des Places, A.Ph. Segonds (eds.), Porphyre. Vie de Pytbagore. Lettre ii Marcella, Paris, J9H2; M. Lorente,_Porfirio. Vida de J'itagoras, introcl., tracl. espanola y notas, Madrid, 191!7, pp. 961; R. Sodano, G. G1rgent1 (eels.). Vtta di Pttagora, Milan, 199H. 60 {Jl

(,

2

D.L. VIII.

INTRODUCCION

de argumentos a favor del consumo de carne y un alegato a favor del vegetarianismo, condici6n necesaria para conseguir la uni6n con lo divino, fin supremo de Ia filosofia. En el libro II analiza Ia existencia y Ia necesidad de los sacrificios, base de Ia argumentaci6n anti-vegetariana. Aunque Porfirio no condena directamente el consumo de animales, sino su destrucci6n, dado que el consumo exige Ia destrucci6n previa del animal, el argumento porfiriano se dirige asimismo contra el anti-vegctarianismo. Por ultimo, el libro IV se estructura en torno al argumento que sostiene que el vegetarianismo no ha sido nunca respetado por ningun pueblo. Los libros I y II exponen los fundamentos de Ia abstinencia basados en Ia estructura del alma. Porfirio presenta un modelo tripartito que opone una parte irracionalmaterial a otra racional-intelectual (I 43. 2-3). De este modo, el esquema tripartito del 67 alma (E'm8uf1[a, 8uf1<'>S". /..oywfl.<'>S"), tal como aparece en la Republica plat6nica , se adapta a una bipartici6n entre d/..oy(u y /..oyL
nen a Ia doctrina de "los pitag6ricus." De este modo, la escuela pitag6rica, en Ia que incluye a Empedocles, inspira no s6lo las doctrinas filos6ficas del tratado, sino tambien el contexto institucional que marca Ia practica del vegetarianismo. 4. De antro nympharum70 Porfirio se basa en once versos de Homen/' para elaborar una concepci6n de lo visible y de lo invisible, que se inspira en el mito de Er, extraido de Ia Republica de Piat6n. El fi16sofo trata de desvelar los secretos de un pensamiento oculto tras los discursos. El texto aborda el pasaje en que Ulises atraca en e1 puerto. A Ia entrada un olivo le tiende sus ramas, al mismo tiempo que se abre una agradable gruta cubierta de brumas, santlwrio de las ninfas llamadas Nayades. En ella

vease la obra 19 del catalogo. 67 Pl.

VP. l-6; 11-12.

R. 435a-441c, 442e; cf. Ti. 69c; Phd. 246c.

"' VP. 41.21-22.

'"' l'orph. Abs. II 43 y 47.

"' A. Nauck (ed.l, op.cit., pp. li5-269; .J. Bouffartigue, M. Pati!lon, L. Brisson (eds.), Porph_yre. De f"ahs- tmence, J-Ill, Pans. 1977-1995; M. Periago Lorente, f'orjin·u. Sobre Ia ahstirwncia, Madrid, 19H4.

"" Abs. I 3.3. 70 J.M. Duffy, Ph. F. Sheridan. L.G. Weslerink, J.A. White, l'o7JJbyry 7be caue (J( th<> nymphs in the Odv.w.>J'. Arethusa Buffalo (Nueva York). 1%9, pp. 2-34; r. Bufflere, Les mytbes d'Homi.'T"r! et Ia pensc>c grccque, Paris, 1956ltraducci6n francesa de L"Antredes Nymphesen pp. 'i97-6J6J; E.A. Ramos .JurAdo. Pseudo-Plutarco. Sabre Ia tlida y Ia poesia de Hwnerv. Salustiu. Sabre los Diusesy el Mundo. El antro de las ninfas tU' Ia ( Jdisea, introd., trad. espanola y notas, Madrid, 19H9, pp. L. Simonini, L"Antrodelii.'Ninf<>, Mil:\n, 1986.

(n

66

Castricio, segUn parece, tras haber practicado Ia abstinencia, acababa de abandonarla (Ah\' I 21 y 3). · I I. 1 Y 3; Sobre h> fecha composici6n cf.J. Bouffartigue y M. Patillon, op.cit .. las pp. XVIIJXIX, que pwponen que Ahs. deh1o componersc con posterioridacl a 270, y no despues de 271

-12-

71

Hom. Od. 13.102-112

-n-

l.NTRODUCCI()N


se hallan crateras y anforas de piedra, donde se amontonan ahejas, ohras de piedra y aguas inagotables. Las puertas son dobles: una hacia el B6reas (Norte), apropiada para el descenso de los hombres, y otra bacia el Noto (Sur), mas divina, camino de los inmortales, por Ia que no entran los hombres. En el mito Porfirio traza una serie de analogias: lo mismo que Ulises regresa a su patria tras una serie de aventuras y luchas heroicas, asi tambien el alma lucha contra Ia seducci6n de lo sensible sometida por Ia materia y el clemento solido, a fin de elevarse a lo que se le opone. El alma se caracteriza por el elemento humedo, y ha de despojarse de Ia corporeidad y Ia materialidad de Ia que esta revestida, analoga al antro a orillas del agua. La estructura del mundo, el Norte y el Sur, simbolos de arriba y abajo, del ascenso y del descenso, se corresponde a! viaje de regreso que Jleva a cabo el alma a su verdadera patria, de Ia que se halla exiliada en este mundo sensible. De este modo, en el discurso del antro porfiriano se entrecruzan los mitos plat6nicos de Ia caverna con el relato de Er. El antro representa Ia estancia temporal del alma en Ia corporeidad. Ulises, por su parte, corresponde al alma en ese Iugar de transici6n en que se suceden los des6rdenes y confusiones del mar-vida. Posteriormente, tiene Iugar Ia lucha con los pretendientes, antes de llegar a Ia felicidad del hogar, que representa el contacto con el mundo inteligible. La clave hermeneutica del relato radica en tres elementos: el ramo de olivo, Ia abeja y Ia ninfa simholizan respectivamente el arraigo del alma en Ia tierra de Ia que puede emerger, su paso entre el Cielo y Ia Tierra -atraido por Ia miel-, y su liberaci6n gracias a las ninfas que poseen exclusivamente los secretos que permiten destruir Ia tela que tejieron. El alma sigue, por tanto, tres etapas: Ia primera, representada por el ramo de olivo, permite liberarse de las ataduras del mundo sensible por medio de Ia sabiduria practica (pWVT)CHS"); Ia segunda, simholizada por Ia aheja que desea regresar a Ia colmena, es Ia manifestaci6n de Ia organizaci(m perfecta y Ia fecundidad; y Ia tercera, para lograr ese retorno al hogar, el alma ha de volverse sobre si misma, y recibe Ia ayuda de las ninfas -las Nayades, relacionadas con los rios-, en las que halla Ia fuerza amorosa necesaria para elevarse al mundo inteligible, su verdadera patria y Iugar de Ia belleza suprema.

pero Dios es mas grande que la virtud y transciende lo que se origina a partir de

EL Los demones intervienen en la "tragicomedia" de Ia vida humana," buenos. par: Ia felicidad y los malos para Ia desgracia. La "providencia" emplea a angeles dtvmos que son los buenos demones (118, 20-21). Porfirio aconseJa a Ma_rcela seglllr precepto delfico "con6cete a ti mismo." Para ello, es necesano_que cons1dere:l cuerpo como una mera envoltura del alma. Por medio del recog1m1ento, de Ia umon_ de los miemhros dispersos hacia Ia unidad, regresa al verdadero "yo" que se idenuflca con Ia inteligencia. 74

6. Isagoge et in Aristotelis categorias commentarium . La fue compuesta a petici6n del senador Crisaorio como accessus a un tratado dtflol, a JUICIO de Porfirio, y atacado ademas injustamente por su La en primer Iugar, las categorias, y asi se ocupa de Ia , _el "genero supremo" unico, en clara oposici6n a una lectura platomca del tratado anstotelico. La Jsagoge 0 Jntroducci6n a las Categorias de Arist6teles fue, _de las obras . Porfirio, Ia que tuvo mayor repercusi6n durante toda Ia Ectad Medta. La latina de este tratado estuvo en el origen de Ia famosa querella, de los Al comienzo de su comentario Porfirio a borda el estatuto de los generos ('YEVTJ) Y de las especies (ELOT)). La cuesti6n de saber si existen ;) bien si s6lo c.:onsisten en conceptos o, suponiendo que existan, si son corporeos mcorporeos, '(; en este ulttmo caso, si estan separados o bien si existen en los sens1bles y en relacwn con estas cuestiones, advierte Porfirio, evitara hablarnos, porque ex1gen una mvestlga,oon en profundidad y requieren otro examen mucho mas amplio;, en su se centrari en mostrar c6mo los antiguos, parttcularmente los penpatettcos, tra tado de una manera J6gica de los generos y especies, asi como de los otros en cuesti6n. En otras palabras, Porfirio deja abierta Ia cuesti6n del estatuto del genero y de Ja especie y se limita a indicar cual es la posicion de los antlguos, en particular de los aristotelicos.

5. Ad Marcellam 72 . Cuando Porfirio escribe esta carta de consolaci6n, dirigida a su esposa Marcela, ha pasado ya de los sesenta aiios. Para hacer frente a los reproches dirigidos contra su matrimonio tardio, afirma que se trata de un acto de generosidad para proteger a Ia esposa y a los hijos de un amigo fallecido.

La posici6n central de la Isagoge se resume en el deno_minado "arb?! de Porfir,io", explicado por el comentador Facio, y que Tomas de Aqumo expondra en, su tratado De ente et essentia, para establecer el fundamento de Ia estructura ontologtca de Ia metafisica. Todo termino intermedin entre dos extremos, en este caso el mdtv!duo Y e1 genera supremo, presenta dos caras: una que se _dirige a lo "que le Y a lo que Je sigue. De ahi que se de una ambivalenoa Ia espeoe y Ia de generos. Por ejemplo, si partimos del ind!Vtduo (Socrates), pnmero Ia especie hombre y asimismo se dirige por una de sus caras al genero mas proxtmo, "animal", que la diferencia (racional) expresa la especie "hom:Jre." Y, animal pasamos al del cuerpo, y, despues, al genero supremo, ousza, traduct?a allatm por substantia. Asimismo, podemos tambien seguir el movlmtento en senttdo mver-

En Ia carta que dirige a su esposa, Porfirio afirma que Ia finalidad del hombre radica en Ia contemplaci6n y el asemejamiento a Dios, ya que un hombre digno de Dios seria el mismo un dios. Se debe honrar a Dios del modo mas excelente, asemejando el espiritu a el; esta asimilaci6n se !leva a cabo solo por Ia virtud, ya que s6lo Ia virtud atrae a lo alto, al ser que le es connaturafl. La virtud ejerce de mediadora entre el hombre y Dios. En Ia Carta a Marcela Porfirio situa a Dios mas alii de Ia virtud como principio trascendente. Despues de Dios no hay nada mas grande que Ia virtud, 72

7

·'

so, y regresar al individuo.

W. Potscher, (ecU. Porphyrios npi>S" MapKEAAav, Leiden, 1969: E. des Places (ed.J. Porphyre. Vic de Pvthagore. Lettre a Marcella. Paris. K. O'Brien Wicker (ed.), Porphyry the philosopher. To Marcella. Atlanta (Georgia), 19R7; M. Periago Lorente, Por(irio. La gruta de las ninfas. Carta a Marcela, intr., trad. espanola y notas. Madrid, 1992; A.R. Sodano (ed.l, Porfirio. Vangelu di un pagano. Lettera a Marcella. Contro Boeto, su.ll'anima. Sui conosci te stesso. Hunapio. Vita di Porfirio, Milan, 1993.

74

Marc. 15-16.

-14-

.. tutelem Graeca 4.1], Berlin, 18!-\7, pp. 1-22; .J.J. Garcia Norro yR. Rovtra, Porjmo. 0 trad. espanola, Translatio Boethii, Barcelona, 2003; S.K. Porphyry· On , ... Londres, 1992; A. de Lihera & A.Ph. Segonds, texte grecque et latm, I ans, 1998; G. Girgenti, Isugoge, texto griego y trad. 1tahana, Milan,1995.

A. Busse (ed.), Porpbyrii isaguge et in Aristotelis cateRorias

-1'i-

j._ __ _


La estructura de Ia lsagoge recoge el doble movimiento neoplat6nico de Ia procesi6n (n-poo8os) y Ia conversion Ahora bien, si Porfirio plantea a! comienzo de su obra una aporia y decide no responderla, remitiendose a Ia historia, no es porque no se atreva o no quiera responder. Su referenda a Ia historia tiene como funcion preparar el camino a un analisis exhaustivo, aplicando un metodo dialectico que permite exponer todas las formas de considerar una cuesti6n. En el comentario a las categorias de Arist6teles Porfirio da muestra una vez mas de su metodologia como historiador de Ia filosofia. 7. In Aristotelis categorias expositio per interrogationem et responsionem7'. En el Comentario "por preguntas y respuestas" a las Categorias de Aristoteles, Porfirio trata de averiguar por que Aristoteles ha titulado su tratado Categorias, en vez de Sabre los generos del ser, como Plotino. Las Categorias no se ocupan "de los generos del ser ode las cosas en tanto tales", sino "de las wva[ usadas para significar las cosas." De ahi que las categorias no se identifiquen con los predicables, es decir, con los generos y las especies, puesto que "los seres, sus generos, sus especies y sus diferencias son realidades (n-pdy[laTa), no palabras (wval)" 76 8. Sententiae ad intelligibilia ducentes 77 . El discurso de Porfirio, especialmente cuando se enfrenta a cuestiones morales, regresa a esquemas que recogen directamente Ia herencia medioplat6nica, revisada desde Ia filosofia de Plotino. En las Sentencias, obrita inspirada en las Eneadas, Porfirio defiende Ia existencia de un orden descendente de seres, donde cada nivel de ser corresponde a un modo de manifestacion del principio y a un modo propio de conocimiento que se realiza cuando se consigue un determinado grado de virtudes. Porfirio modifica Ia doctrina de Ia superioridad de Dios respecto a Ia virtud. De este modo, en esta obra sistematiza y organiza jerarquicamente las virtudes en conexi6n con los diferentes niveles de los seres, distinguiendo un nivel inferior, representado por las virtudes civicas, que corresponden a Ia moderaci6n de las pasiones ([!ETpton-d9ELa) y a! cumplimiento del deber (Ka9fiKov) 7"- Despues de las virtudes civicas se encuentran las virtudes catarticas, que liberan completamente a! alma de su relacion con aquello que le es inferior y Ia asimilan a Dios. El "hombre dem6nico" que las practica posee un alma "purificada", adherida sin impedimento alguno a Ia inteligencia. La tercera clase de virtudes son las virtudes teoreticas, que caracterizan al alma que regresa a Ia vida intelectual, y corresponden al conocimiento del ser verdadero. AI hombre que las practica Porfirio lo considera un dios. En su exposici6n, a 7 ") 7 ('

77

7 "

A. Busse (ed.), Purpbyrii isaRoge et in An·.\·totelis categorias commentarium {Commentaria zn Aristotelem Graeca 4.1], Berlin, IHH7, pp. 55-142

INTRODUCCION

Jo largo del Ia Sentencia 32, Porfirio sigue de cerca el esquema plotiniano del tratado Sobre las virtudes. Sin embargo, lo transforma, afiadiendo una cuarta categoria de virtudes que no aparece en las Eneadas, regresando a esquemas propios del platonismo medio: las virtudes paradigmaticas, propias de Ia inteligencia, que son superiores a las virtudes del alma y constituyen sus modelos 79 . 9. Chronica"''. La Cr6nica abarca Ia sucesi6n de los diferentes soberanos desde Ia caida de Troya hasta el reinado de Claudio II (FGHist 260 T 2 Jacoby). Brian Croke"' pone en tela de juicio que Ia Cr6nica pueda atribuirse a Porfirio, si tenemos en que el unico testimonio siriaco que alude a esta obra se refiere a Ia Historia de Ia .filoso.f!a de Porfirio y que las listas que recoge Eusebio de Porfirio proceden, segun las tesis de Croke, del tratado Contra los cristianos, utilizadas en su critica del libro de Daniel. 10. De philosophia ex oraculis" 2 En esta "obra de juventud""\ cuyos fragmentos conservamos por Eusebio y Agustin, Porfirio trata de esclarecer por medio de Ia razon una serie de fen6menos aparentemente anormales relacionado con el culto, como Ia relaci6n de los dioses con Ia fatalidad o el que no digan siempre Ia verdad. De este modo, en Ia Filosofia de /(Js oraculos. elabora una compilaci6n de oraculos que mantienen una relaci6n con principios filos6ficos. Asimismo, en esta obra aborda Ia actividad profetica, que servira para Ia "contemplaci6n y Ia purificacion de Ia vida en todas sus formas." La utilidad de esta recopilaci6n va dirigida a aquellos que de una manera dolorosa han tratado de "alumbrar Ia verdad" deseando que en alg(m momento "una manifestaci6n divina ponga fin a su incertidumbre por Ia ensefianza digna de fe de aquellos que hablan"w.. No obstante, las practicas oraculares no pueden reemplazar en modo alguno al esfuerzo que exige Ia busqueda personal, basada en un "alumbramiento" del alma. Para aquellos hombres que estan atormentados Ia manifestaci6n de los dioses es capaz de ofrecerles el "reposo" en vez del "conocimiento." Porfirio defiende una correspondencia fundamental de Ia sabiduria religiosa, que los griegos y los barbaros practican, con Ia autentica filosofia plat6nica, que persigue Ia purificaci6n y Ia salvaci6n del alma. De este modo, Porfirio opone su vision del culto, que acepta a los clioses, a aquellos que como Jamblico, sacrifican Ia practica de Ia filosofia a favor de los ritos te(Irgicos. Asimismo, en el contexto de su polemica anticristiana, replica contra un culto exclusivamente exterior, tal como aparece expuesto en el Antiguo Testamento. El sacrificio espiritual que defiende Ia vida cristiana se opone al culto sacrificial de los judios y los paganos. Porfirio, utilizando un lenguaje semejante al de sus adversarios, describe las caracteristicas de una forma de vida diferente, Ia vida filos6fica, unica capaz de guiar a quien Ia practica a Ia salvaci6n y purificaci6n del alma.

Porph., In Aristotelis categoria.\· expositio per interrogationem et responsiunem, 4.1. '56.3'5.

E. Lamherz (eel.). Porpbyrii sententiae ad intelligibi/ia ducentes, Leipzig, 1975: H.R Schwyzer, "Piotmische.s und Unplotinisches in den Apbormai des Porphyrins", Plotino e il Neoplatoni.._'\mo in Oriente e in Occidente !Atti tid Convegno intern. Roma 5-9 on. 1970], Roma, 1974, pp. 221-252: A.R. :orfirio. lntroduzione agli intellegihili, trad. italiana, comentario y nota.s, texto grieg:o y ap. cntJco. Napoles, 1979; M. della Rosa, M., Porfirio. Sentenze, introd., trad. y comentario, Milan, 1992; C.). Larrain, Die Sentenzen des Porpbyrios, con Ia tracl. latina de Marsilio Ficino, tratl. alemana, Frankfurt, 1987; ). Dillon, Porpbyre, Sentences, Etudes cl'introtluction, texte grec et traduction franpise, commentaire par !'Unite Propre de Recherche n° 76 tlu Centre National de Ia Recherche avec une tra_duction par John Dillon. Travaux edites sous Ia responsahilite de Luc Bnsson, coiL • Doctnnes cle l'anttquite classique •, 33, Paris, 200';

Sent. 31.23.4; 2';.7; 29.14; 34.19. Cf. M. Zamhon (2002) 77 y .W6.

-Hi-

79

En Plot. I [19] 2 ..3 ..)1 y 6.14-1'; Plotino rechaza Ia cxistcncia de virtucles por encima del alma.

"" K. MUller, (ed.l, Fragm<'nla bistoricorum <.raecontm (FHG! 3, Paris, 1H41-1H70, pp. oH9-702, 706-707. 711-717. F. .Jacoby, Die Fragmente d<'r griechischen llistoriker, II B 260 (Porphyrins), tr. 3561. Leiclen. 1930 (Hiltlesheim, 19621. " Cf. B. Croke 09H3l IGH-195. Vid. in(ra r> :\6. "' G. Wolff ( etl. ), Porpbyrii de pbilosupbia ex oraculis baurienda lihrorum reliquiae, Berlin, 1H56

(Hildeshcim, 19621;

J. O'Meara (19591; J Haussleiter 097H-1979l 43H-496; A. Smith ( 199:\l

Recientemente se ha cuestionado todo lo referente a su conteniclo y a su relaci6n con

Cbristianos. Vid. inf'ra pp. 39-40. Pbil. orac. 503.35-34 F Sm.

-17-

el Contra

INTRODUCCI(>N PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS

En Ia Filoscifia de los oraculos Porfirio juzga de manera positiva a! Dios trascendente de Ia Biblia, en un contexto marcado por Ia polemica contra los cristianos y el culto que profesan a un hombre. El Dios trascendente de los hebreos, en su absoluta anterioridad a todo ser determinado, no contradice su caracter creador como demiurgo del mundo inteligible y del mundo sensible por medio de Ia sabiduria. Asi pues, Porfirio se sin:ia en una perspectiva sincretista para elaborar un elogio de Ia sabiduria, donde un oraculo a Apolo es puesto en correspondencia con los hebreos, los caldeos y otros pueblos orientales, como los egipcios, los fenicios, los asirios y los lidios"'. ,

11. llEpL
importantes para elaborar Ia reconstrucci6n del contenido de Ia Carta a Anebo. En este texto Porfirio condena Ia practica adivinatoria, ademas de ciertas practicas teurgicas, lo que no significa una condena general de los principios te6ricos en los que Ia teoria se fundamenta. Bien a! contrario, las referencias a los Oraculos caldeos son constantes cuando tratamos de explicar Ia genesis y estructuraci6n del pensamiento porfiriano. Asimismo, se ha llegado a pensar que Porfirio regresa a Ia teurgia tras Ia muerte de su maestro Plotino. No obstante, disponemos de pocos datos que corroboren esta hip6tesis. Si estipulamos que hubo una rectificaci6n, esta seria solo parcial, guiada en todo momento por una orientaci6n filos6fica articulada por un platonismo medio fuertemente influido por Plotino, o lo que podemos calificar de un "platonismo-medio" post-plotiniano.

h h Ia Carta a Aneho describe de manera explicita el cisma que tienc Iugar D e ec o, . I' · que a en el seno de Ia escuela plat6nica entre, por una parte, una cornente_re tgJOsa . '. . · d mblico defiende Ja prima cia de Ia teurgia sobre Ia ftlosofta, con respecto parttr e a , d - fl 'fct 1 a Ia purificaci6n del alma y Ia adquisickm de Ia ciencia_ Y mas ,I o:o -'.· encabezada por Porfirio, que opta por el cultivo de Ia ft!osofta y Ia logtca, ) desdena Ia pnictica de los sacerdotes y teurgos.

3. Ad Gaurum quomodo animetur fetus"". En este Porfirio Ia 1 cuesti6n de Ia animaci6n del embri6n, es decir, descubnr en momento el alma racional entra en el cuerpo en formaci6n. La formaci6n del embnon se debe a Ia irracional del alma c6smica, y s6lo, en un segundo momento, cuando ya se_ han establecido las condiciones aptas para Ia recepci6n, el alma rac10nal se une a el.

. ae"'' En el De animae Porfirio presenta !<1 teC1rgia 14. De regressu a nun . "' " . . . d explicitamente como una soluci6n que puede ayudar a las extgenctas de Ia multttu de no-fil6sofos, a! ofrecerles una purificaci6n a! menos Aunque Ia extgencta de salvaci6n sea universal para todos los hombres, no hay una vta umversal para obtenerla: Ia fi!osofia puede realizarla, pero Ia mayoria de los seres _no o qlllere e evarse h as ta e I m·vel de Ia inteligencia y permanecen extranos a Ia hlosofta.

1

15. Quaestionum Homericarum ad Iliadem reliquiae'": Y stionum Homericarum ad Odysseam pertinenttum reliqutae. Compuestos Quae d' d H '!I p fr'o com como un "ejercicio preliminar" (rrpoyufiVGCJfiG) a! estu to e omero , l I . ,bina en estos comentarios una doble vertiente: por un !ado, Ia metodologta del fti(Jlogo, instruido por gramaticos de Ja talla. de y mm_uctoso _d h - · y por otro Ia perspicaCia del ft!osofo alegonsta, estud10so de los stg ga or omenco, , , I h -p f" 1 nificados ocultos que encierra el texto. En su exegesis de texto or f1° toma como premisa Ia existencia de un acuerdo (oJ.iOAoy[a) del poeta constgo que el interprete puede extraer de Ia obra. En sus poemas Homero se comenta a st · ·mo Para llevar a cabo su proyecto, el fil6sofo de Ttro aborda el conjunto de promblts - . d l''xt'cJ _ esclarecer Ia oscuridad de Ia letra envuelta en enigmas. Tanto Homero como I aton se expresan de manera enigmatica. Los diferentes niveles de lectura aptJrtan dtferen-

'*'

H9

K Kalbfleisch (eel.), Ad Gaumm, Berlin, IH9'i, pp. 33-62. Tracl. francesa.anotacla J. Gauros. Sur la maniere dont l'embryon rcc;:;oit !'fun:·"] en A.J. Festugiere, J.a R.eoelatwn d 1-h rnns TrimeML,te, Ill: Les doctrines de /lime, Paris, 1953, pp. 265-302.

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Pragmentos traducidos allatin y recogidos por j. Bidez 09L3) 24*-41"'.

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"' Eus. !'E. IX 10.1-'i frs ..'123-324 F Sm. xr, "

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"" H Schrader (eel.) /'orphyrii quaestionum Humericamm ad lliadem f!
J. Bidez 0913) 1'-23' A.R. Sodano (eel.), Porfirio Lettera ad An
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91

nentzum re zqutae, asc. , /ih
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.

-19-

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.

INTRODlJCCION


tes metodos de exegesis que interactuan entre si para sacar a Ia luz Ia verdad latente. El enfoque "filol6gico'', heredado de Longino, se completa con una hermeneutica aleg6rica propia de Porfirio en Ia que se hace explicita Ia influencia de autores provenientes del platonismo medio como Numenio de Apamea o Fil6n de Alejandria. No obstante, aunque Porfirio reconozca el valor de Ia poesia y de los mitos homericos, no admite que estos posean autonomia respecto a Ia filosofia. Lo mismo que los pintores no pueden representar Ia luz, porque esta tarea sobrepasa los limites de sus medios, asi tampoco los poetas pueden representar Ia mejor constituci6n de Ia rro\ts-'' 2 El discurso filos6fico es, en defi'nitiva, el unico capaz de comunicar Ia verdad.

16. In Platonis Tinlaeum commentaria95 Porfirio transforma Ia afirmaci6n de los antiplat6nicos en Ia siguiente pregunta: "cPor que [. . .] no hay tambien varios soles y 94 varias lunas?" , y se plantea esta pregunta a] final de una argumentaci6n que aborda Ia funci6n de Ia materia en Ia procesi6n de las formas y Ia diferencia existente entre materia inteligible y materia sensible. La materia explica Ia irreductibilidad de Ia esencia inteligible (unificada, indivisible y (mica) con respecto a Ia esencia sensible (multiplicidad dividida, espesa y materia[). El mundo es unico y completo a partir de un modelo que es tambien (mico y completo, ya que lo inteligihle produce Ia materia, con Ia cantidad exacta que el mundo puede recibir. De ahi que Ia materia de cuenta, en (tltima instancia, de Ia diferencia entre las copias unicas y las copias m(t[tiples. 17. In Platonis Parmenidem commentaria9 '. Pierre Hadot aprueba Ia atribuci(m a Porfirio de una determinado numero de fragmentos de su Comentario a! Parmenides de Plat6n, descubierto en el siglo XIX y editados, por primera vez, por W. Kroll, en 1892%. Este texto aclara y completa Ia concepci6n metafisica que se le atribuye generalmente, al considerar que disminuye Ia importancia del Uno en beneficio del ser. De hecho, esta interpretacion minimalista se basa en Ia idea de que Porfirio entiende Ia trascendencia del Uno segun el esquema de Ia triada de los Oraculos caldeos: Padre, Potencia, Inteligencia. Aunque esto refleja una problematica corriente en Ia epoca, Agustin compara esta tesis porfiriana con su propia concepci6n de Dios, y le reprocha situar Ia Potencia en el segundo Iugar, en vez de identificarla con el Espiritu, y que ocupe el tercer rango 97 . Esta caracterizaci6n del Uno segun un mundo inteligible puede inducir a errores, ya que da Ia impresi6n de que Porfirio se halla muy alejado de Plotino, mientras que en realidad lleva mas lejos que su maestro el caracter trascendente e indecible del Uno. Solamente admite que Ia ontologizaci(m del lenguaje es un hecho que es dificil de negar, de tal modo que es legitimo comprender lo divino a partir del ser del que es, despues de todo, el principio. Ahora bien, no es El el que es un no-ente y es incomprensible para los que desean cono02

9

.1

44

Cf. irz Ti. fr. 9 Prod in 7i. I, p. 66,

18. Contra Christianos. 19. Historia philosophiae 99 Gracias a Eunapio conocemos Ia estntctura de esta

obra, dividida en cuatro Iibras: el primero aborda Ia vida y el pensamiento de Pitagoras; el tercero, los de S6crate.s; y el cuarto, los de Plat6n. Sobre el contenido del segundo libro no disponemos de informaci6n. Siguiendo una metodologia paralela a Ia empleada por el dox6grafo Di6genes Laercio, Porfirio adjunta a Ia biografia de los autores una exposici6n de sus principales doctrinas. Si bien el punto de vista de Porfirio se enmarca dentro de Ia filosofia plat6nica, heredera de una sabiduria de los antiguos, representada por Homero, Hesiodo y Orfeo, y cuyos principales protagonistas son Pitagoras, S6crates y Plat6n. El prop6sito de Ia obra muestra la conexi6n interna del platonismo con el pitagorismo. De este modo, Plat6n y sus seguidores habrian introducido en Ia arquitectura de sus sistemas las tesis pitag6ricas mas relevantes. No obstante, Ia referenda a las fuentes pitag6ricas solo aparece explicita cuando las tesis que se exponen se consideran insostenibles. Si Ia Historia de !a filosofia comienza con Ia exposici6n de Ia vida de Pitagoras, a continuaci6n aborda tambien las de Homero, Hesiodo, los siete sabios, Ferecides, y concluye con Plat6n, donde de manera enigmatica expone Ia doctrina de los tres dioses'"'. En el pasaje que conocemos gracias a Cirilo: "Puesto que, decia Plat6n, Ia sustancia de Ia divinidad procedi6 para formar tres hip6stasis ... '""', Porfirio parte de los tres reyes de Ia Carta II, interpretados desde las tres hip6stasis principales de Plotino. Porfirio defiende una cierta homogeneidad del primer principio con las hip6stasis autoconstitutivas que proceden de el. En el contexto de Ia henologia plotiniana, el Uno del Parm(mides, que se identifica con el Bien de Ia Republica, se situa mas alia del ser y del pensar, al que Porfirio identifica con el padre de Ia triada caldca, m6nada que, a su vez, aparece implicita en Ia relaci6n con los otros dos miembros de Ia triada. De este modo, los Oraculos caldeos apeman el esquema en que se entreteje el primer dios y Ia inteligencia doble. 20. Ets T
A.R. Sodano (ed.), Porphyrii in Platonis Timaeum commentariornm fragmenta, Mil:!n, 1964; A.R.

Sodano, I.framme111i dei comm<'lllan· a! Timeo di l'latorze. Napoles, 1974 ltrad. italiana, prefacio de G. Beschin].

"' Porph. in Prm. 4.21-22 H.

Porph. in Ti. fr. S

'" A. Nauck (ed.J, op.cit., pp. 4-16; A.Ph. Segond,, Lesfragments de l'histoire de Ia philosophic, en E. de' Places (eel.), Porpbyre. Vie de Pythagore. I.e/Ire a Marcella, Paris, 19HZ, pp.163-197: A.R. Sodano (ed.J, Porfirio. Storia dellafilosofia (Frammerzli!. Milan, 1997 ]texto gricgo y tra
P. Hadot (ed.), Porph_vre et Victorinus, Paris, 1968, vol. 2, pp. 64-112. [Texto griego, tratl. frances:! y comentario.]; A. Linguiti, Commentarium in Parmenidem, en Corpus dei Papiri Filosojici

Greci e Latini. pars III: Commentarii, Florencia, 1995. pp. 63-202; G. Bechtle. The Anunvmu.,· Commentary orJ Plato's Parmenides, Berna, 1999. . w. Cf. P. Hadot, "Fragments d'un commentairc> de Porphyre sur le l'armenid<'', REG 74 t1Y61) 410-4:18 07

cerlo, "pero nosotros y todos los entes somos nada con relaci6n a El"''". Como s61o podemos conocer lo que nos es semejante, lo divino no podria ser conocido por nuestros medios, lo que significaria proyectar sobre El nuestros modos de pensar. En este sentido puede decirse que El es el (mico ente verdaderamente ente, el solo ente en si (ovTWS' i\v), si se comprende el termino ente como hay que hacerlo, es decir, como lo habia seilalado Plotino respecto a! Uno, segun nuestra manera humana que tiende a ontologizarlo todo.

( Etudes neoplatoniciennes. Paris, 1999, pp. 281-316). Aug. cit•. X 436.27ss.

-20-

11111

Porph. Hist.Phil. 222.1-2 F Sm.

1111

Cyr. Jul. I 47.5-6: cf. P. Burguiere & P. Evieux (eds.), c:yrille d'Alexandrie. Contrefulien, I, Paris, 19H'i.

102

1. DUring, (ed.), Porphyrios. Kommentar zur Harmonielebre des Ptolemaios, Gotemhurgo, 1932

09HOl; traducci6n alcmana del propio I. During: Ptolemaios urzd Porphyrios uher die Musik. Gotemhurgo, 1934.

-21 -

f

INTRODUCCJ()N


ciones que proporciona, o porque pertenece a una epoca de transici6n. La ohra de Ptolomeo, concehida desde el punto de vista de Ia teoria matematica de los acordes, interesa a Porfirio por su eclecticismo. En medio del caos de los sistemas y de los metodos adivinatorios introduce un orden hasado en principios racionales. Porfirio expone sus posiciones sobre Ia estructura matematica del alma del mundo. En su exegesis se detiene en los primeros que se ocuparon del estudio de Ia armonia en Ia miisica, partiendo de los pitagoricos, especialmente de Eudoxo, de Plat6n, de los aristotelicos y de todos aquellos que establecieron doctrinas que permitieran "salvar los fen6menos". 21. Introductio in tetrabiblum Ptolemaei 10-'. Porfirio comenta esta obra de Ptolomeo, que tanto ha influido en el desarrollo posterior de Ia astrologia, mostrandose partidario de una exigencia de rigor en las observaciones y en los calculos astronomicos. Los principios estan asegurados; lo que ocasiona errores en las predicciones es Ia dificultad de aplicarlos con seguridad. Porfirio se interesa por el comentario de las obras mas te6ricas de Ptolomeo, el Tetrabiblos y las Harmonicas, y se aleja de los postulados fundamentales de Ia astronomia, planteados en Ia Sintaxis y el Almagesto, que contaron con una enorme repercusi6n practica. 22. :EV].l.J.l.LKTa Clln\J.l.aTaH"- Fragmentos referentes a problemas del alma. La inteligencia genera el alma, que ocupa un nivel inferior por esencia. Sin embargo, el alma puede regresar sobre si misma y, cuando lleva a cabo este acto, puede unirse a Ia inteligencia que, al hacerse semejante a ella, se halla presente en ella misma.

Porfirio y la "polifonia" plat6nica Entre Plotino y su discipulo Porfirio hay diferencias que atanen al "estilo filos6fico." Porfirio escribe mucho mas y sobre temas mas variados que su maestro. Asimismo, una gran parte de su ohra se centra en el comentario sistematico de textos de Plat6n (Parrnenides, Fed6n, Filebo, Republica, Sofista y Tirneo), de Arist6teles ( Categorias, y Metafisica), de Homero (La gruta de las ninfas, comentario aleg6rico a los versos 102-112 del canto XIII de la Odisea, Cuestiones hornericas), o de Ptolomeo ( Cornentario sohre las Harmonicas de Ptolorneo). Finalmente, Ia exposici6n sistematica de las doctrinas de los fil6sofos, especialmente de Plat6n y de los Oraculos caldeos, pone de manifiesto un interes mayor que el de su maestro por las cuestiones pedag6gicas, en concordancia cqn Ia propuesta de un ascetismo filos6fico. Porfirio se aparta de Plotino y regresa a Ia teoria defendida por Ia mayoria de los plat{micos medios de Ia compatibilidad de Ia doctrina de Plat6n con Ia de Arist6teles, interpretada como una ontologia de Ia realidad sensible. De este modo, el paradigma de.: Ia armonizaci6n esta en Ia base del edificio jerarquico y gradual del ser, donde lo inteligible se diferencia de lo sensible, pero salvaguardando Ia unidad de Ia realidad. El proyecto filos6fico porfiriano se inspira profundamente en Ia corriente plat6nica de Ia epoca imperial. Con frecuencia adopta un tono apologetico y polemico para refu-

tar a sus adversarios, ya sean plat6nicos con los que no comparte determinadas interpretaciones (como Atico, e indirectamente Plotino), estoicos o peripateticos. Este estilo filos6fico, marcado por Ia polemica y Ia confrontaci6n, lo dirige no s6lo contra el cristianismo, sino tambien contra Ia interpretaci6n de los oraculos y Ia influencia de Ia teiirgia en Jamblico. En efecto, el principio de Ia unidad de lo real, donde cada nivel se relaciona con un solo y iinico principio absolutamente simple y anterior a e!, inspira en ultima instancia Ia sintesis "polif6nica'· de Porfirio. Precisamente, a lo largo de su obra, Porfirio trata de evitar todo tipo de desarmonia y confusion. Por una parte, Ia creencia cristiana en un Dios sujeto a las pasiones de lo sensible radica en una confusion y falta de armonia entre el dominio de lo inteligible y el dominio de lo sensible. Por otra parte, en el contexto de Ia religi6n pagana, Jamblico, a! subordinar Ia filosofia a Ia practica de Ia teiirgia, confunde y desajusta lo inteligible y lo sensible, reduciendo Ia filosofia a un instrumento necesario, pero insuficiente, para alcanzar Ia experiencia del primer principio. Porfirio no estaria dispuesto a admitir, como tampoco lo estaria Plotino, que el platonismo plotiniano contenga novedades doctrinales. Aunque sea posible diferenciar el grado de calidad con el que Plat6n fue interpretado y expuesto, para Porfirio no hay separaci6n alguna entre Ia autentica tradici6n plat6nica y las ensenanzas de Plotino. La "polifonia" platonica queda ejemplificada, segiin Porfirio, por Ia presencia en los dialogos de una doctrina que, aunque no sea del todo diferente, no se expresa del mismo modo en el Tirneo y el Parrnenides. Pero Ia multiplicidad de perspectivas no ha de interpretarse como discordia (ow
F. Oberweg, K. Prachter, Grnndri>e< der Geschichl<' der l'hilosophie, Berlin, 1909 10, 1920 11 , 1927 12 . H. von Stein, Siehen BUcher zur Geschicbte des Platonismus, Gotinga, 1H(l4.

w: P.L. D
'"' J Whittaker, "Alcinoos'", en R. Goulet kd.J, Dictiomwire des philosophe.< antiques. PariH, 19H9-1994, to:i

Bru,das, 1940, pp. 190-22H Hl"l

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E. Boer & S. Wein:->tock (eds.), Codices Romani [Catalogw.· Codicum A.•.;trolol{orum G'raecunun V.4], HN

H. Ddrrie (ed.), Porphyrios' ?.etemata. Ibrc: Steliung in 5:ystem und Gescbichte des Neupiatoni. .;mus, nehsl einem Kommentar zu den Fragmenten, MUnich, 1959.

-22-

F. Becchi, "Ritlessioni sui pensiero etico di Albino-Alcinoo con una proposta di correzionc al texto

del Didaskalikos"', Prometheus 16 (]990) 269-27H: y "II !Jidaskalikos Ji Alcinoo··, !'rometheus 19 (] 993J 24S.

-23-


nes comunes, como Ia del telos (sapientia finis) o Ia huida del alma, definida como asimilaci6n a dios 8E{\i) en Ia medida de lo posibJeli". No podemos admitir que hubiera un (mico platonismo anterior a Plotino, como tampoco lo hubo con posterioridad a el. Resulta mas adecuado senalar Ia multiplicidad de modos de abordar Ia filosofia plat{mica utilizando Ia imagen de Ia polyphonia. No hay una ruptura, sino una continuidad entre las tesis de Porfirio y las doctrinas de los plat6nicos medios, que se expresa en Ia busqueda de una complementariedad reciproca o symphonia entre Ia doctrina de Plat6n, de Arist6teles y de Ia Estoa.

La religion de Porfirio y el "Contra Christianos" "Porfirio, el que escribi6 Contra los cristianos... Este es Porfirio, quien ejercit6 su insolente lengua contra los cristianos, Porfirio, el enemigo de los cristianos, natural de Ia ciudad fenicia de Tiro "111 . En este tono hostil se refiere Ia Suda al neoplat6nico, destacando por encima de todo sus ataques verbales directos -Ia "insolente lengua" es su unica arma disponible- contra el cristianismo. De estos ataques arranca Ia imagen de Porfirio como personaje odiado y temido por Ia Iglesia, acreedor de condenas y refutaciones, en torno al cual llega incluso a crearse una leyenda sobre el resentimiento que se esconderia tras sus invectivas contra Ia "religi6n verdadera." Asi, de acuerdo con el historiador S6crates, su anticristianismo habria nacido de algo tan prosaico como una paliza juvenil a manos de un grupo de critianos en Cesarea de Palestina 112 , algo que Dodds ya atribuy6 a un afan de desacreditar al fil(Jsofo, cuyo amplio conocimiento de las Escrituras provendria de Ia etapa anterior a Ia experiencia traumatica 113 Con independencia del grado de verdad que todo esto encierre -mas bien nuloy del trasfondo de Ia celebre sustituci6n del primitivo nombre semitico "Malco" por el de "Porfirio" 114 , lo cierto es que el fil6sofo de Tiro demostr6 desde su juventud una inquietud apasionada -como era el signo de los tiempos- por los asuntos religiosos, Ia cual se vio modelada por Ia s61ida formaci6n que recibi6 al !ado de intelectuales como Longino u Origenes, quien, por cierto, siempre habria de aparecer a sus ojos como un "ap6stata" de Ia fe helena, en tanto que Ammonio Saccas habria seguido el camino inverso"'. Es tambien en esta etapa, segun el clasico planteamiento de Bidez, cuando Porfirio escribe su tratado De philosophia ex oraculisll('. En el pr6logo conservado, el fi16sofo insiste en las practicas rituales y en que se dedicara espedficamente a hablar de Ia 8Ewp[a o contemplaci6n 117 . Aboga por practicas religiosas orientadas a asegurar Ia salud del alma, entre las cuales introduce en primer plano las supersticiones y los ritos mas extraordinarios de los cultos de Oriente. Indica Ia manera de disenar, fabricar y adornar los idolos, encender las antorchas, asi como las invocaciones 110

Alb. Intr. Cf. Pl. Tht. 176h y Lg. citado por Albino en Intr. 2H.1H1.27-39. Pueden consultarse las parafrasis de Apuleyo en Plat II U6.17-19 M. y II 23.253, 136.21-24 M

111

Test. IIJ s.u. Tiopupto<;].

1

Test. XX y XXV1b.

"

1 "

que se han de dirigir a los dioses y las claves con que se consigue someterlos. Tambien ensena a los hierofantes a actuar como verdaderos "mediums" y todo lo relativo a los sacrificios y las ceremonias de acuerdo con los preceptos divinos, a saber, Ia naturaleza y las clases de ofrendas, o el color de las victimas a inmolar. A ello se anaden las abstinencias, las abluciones, e incluso los latigazos que preceden las evocaciones en los santuarios de los egipcios, los fenicios y de otros pueblos versados en los asuntos divinos. El tratado se inscribe en Ia polemica contra los sacrificios y con el Porfirio, si bien no predica aun Ia interiorizaci6n de sacrificios como en De abstinentia, intenta buscar para sus preceptos credito y significaci6n. En lo que a los cristianos se refiere, estos se muestran como unos revolucionarios, por lo que el fil6sofo se opone a ellos cuando pretende devolver el honor a las antiguas tradiciones. En una palabra, toda su forma de hablar de Cristo y de Ia Iglesia, en esta obra de juventud, es lo que hace que mas tarde Arrio y sus partidarios, al ser censurados, sean calificados de "porfirianos" 1 w

En el TTepi dydA.JlaTwv, otro tratado de juventud, tambien caracterizado por una polemica anticristiana explicita, Porfirio exhibe una vasta sabiduria religiosa, sirviendose de diversas fuentes, no solamente de Ia astrologia, sino tambien del orfismo, el platonismo, el estoicismo y el misticismo. Pretende hacer una apologia del paganismo mostrando que el culto a los idolos no implica para nada las aberraciones que le imputan sus adversarios. Admite en su galeria de imagenes todas las divinidades nacionales o extranjeras que Ia religion griega habia aceptado, de suerte que en su teologia figuran elementos inspirados en los misterios orientales. Asi se encuentran, con todos sus atributos, representaciones de los dioses que configuraban el pante6n de las divinidades estelares, es decir, las esferas, el fuego superior, las divinidades de los planetas, la luna, los signos del zodiaco, y sobre todo Helios, el gran dispensador de los bienes en el mundo terrenul 19 Desde las primera lineas de TTepi dydA.JlaTwv los cristianos, por otro !ado, se convierten en objeto de censura. Como senala el estudioso frances, desde el comienzo de Ia obra e1 polemista apunta a los cristianos, del mismo modo que a los judios, cuando alude a esos ignorantes (Taus ci[J.a8EaTciTous) que; ademas de estupidos, delante de una estatua no comprenden nada, al igual que un analfabeto delante de una inscripci6n de una estela, y no ven otra cosa que Ia piedra, Ia madera o el metal. Asi viene a insistir en uno de sus argumentos preferidos, que no deja de aparecer en los argumentos del Adversario pagano de Macario que recogemos como fr. 99 del Contra Christianos. Los cristianos habrian heredado de los judios ese rechazo hacia Ia imagen tallada, el desprecio y el temor a los idolos, donde, por otro !ado, imaginaban que se ocultaban demones. Viene a continuaci6n Ia etapa romana, que supone un salto cualitativo en Ia evoluci6n intelectual de Porfirio. El contacto con Plotino supone una evidente espiritualizaci6n de sus planteamientos religiosos. Este hombre de gran reputaci(m, tambien seguidor de Amonio, supo seducir al instante al Tirio con su sabiduria 12". Plotino logr6 aumentar las perspectivas del pensamiento de su discipulo y le abri6 un mundo infinito de problemas de metafisica y de Ia vida interior. En realidad, su estancia en la 11

'" E.R. Dodds (196Sl 166, n. m

INTRODlJCCION

"

Vid. supra p. 5. 24.

"

Socr.Sch. HE I 9.30.

9

J Bidez, 0913) 21-27.

120

cr. rr.

116

J. Bidez (1913) 17. Para las consideraciones mas recientes sobre esta ohra uid. infra pp. 39-40

1 P

Eus. PE. IV 7.2.

-24-

cr.

Eun., 1/.5. 4.6 G. Sobre Ia diversidad en este aspecto de los discipulos de Plotino es intcresante cl testimonio de Agustin: Aug. epist. 118 (ad Dioscorum), 5 .. tunc Plotini scbo/a Romaejloruil habuitque condi.._•.;cipulos multos acutissimos et sollertissimus viros. sed aliqui eorum artzum curiositate depravati sunt, aliqui dominum ]esum Cbristum ipsius veritah< atque sapienttae incommutahilis, quam conabantur adtingere, counoscenle..,- gestare personam in eium militiam transzerunl

- 2'i-

"----

f


cuestionado el testimonio que invocan los creyentes para apoyar su fe. Finalmente, aunque Ia perspectiva patri6tica de Celso no se descuidaha, el origen de sus ataques y. en definitiva, Ia propia motivaci6n para redactar su tratado era su profunclo sentimicnto religioso que, heredero de Ia espiritualidad plotiniana, no deja de !ado -como hemos comentado y como es propio del platonismo medio y, en un modo mas acentuado, de continuadores neoplat6nicos como Jamhlico o Proclo'r_ Ia te(Irgia filos6fica ni el culto popular: filosofia y tradici{m frente a Ia "audacia barbara'' TcJAilTJf.La) cacb vez mas amenazadora. Despues del tratado de Porfirio surgiran otras voces 12" -igualmente silenciadas- que iran configurando el repertorio de argumentos anticristianos -de atrihuci(m siempre incierta- que los refutadores eclesiasticos nos proporcionan durante los siglos siguientes. Porfirio, sin embargo, sera siempre --quiza porIa solidez de su obra o por su propia entidad como fil6sofo- el enemigo por antonomasia.

escuela de Plotino supuso un giro importante en su desarrollo intelectual y foment6 el ascenso de su filosofia religiosa. El retorno posterior a! interes por Ia teurgia -caracteristico, por lo demas, del neoplatonismo postplotiniano- no supune en absoluto una vue ita completa a! pasado 121 . Porfirio sentira Ia necesidad de depurar y transformar Ia rcligi6n popular y de aportar una nueva concepci6n hasada en Ia filosofia. Su plantcamiento filos6fico, transido de religiosidad, se configura como un camino para lograr Ia salvaci6n del alma mediante Ia purificaci6n, resultante del ascetismo y del conocimiento de Dios 122 . Si nos atcnemos a! planteamiento tradicional, que se hasa en Ia interpretaci(m literal del testimonio de Eusebio (fr. 24) 120 , es en su retiro siciliano donde Porfirio comienza Ia redacci(m del Contra Christianos, cuando tenia unos cuarenta aflos. El contexto hist6rico en el que nacc Ia obra esta marcado por las persecuciones contra Ia nueva religi6n, ya nos atengamos a Ia citada dataci6n tradicional, ya nos inclinemos por una fecha tardia: camhian los monarcas y las circunstancias politicas especificas del momento. Las persecuciones arrancan desde el reinado de Decio, en concreto desde febrero de 2)0, y se extienden con Valeriano (257-260) y, sobre todo, con Diocleciano, con su celebre decreto del 303, con el que han querido vincular a nuestro fil6sofo algunos clefensores de Ia dataci(m tardia y, en concreto, los que lo identifican con el polemista de Nicomedia citado por Lactancio 124 Jncluso despues de su abdicaci6n, Ia situaci6n no sera favorable para los cristianos en Oriente bajo el cetro de Galerio y Maximino Daia.

II. EL CONTRA CHRISTIANOS DE PORFIRIO: COMPOSICION, PERVIVENCIA Y RECONSTRUCCION. ESTADO DE LA CUESTION.

El "'Contra Christianos" basta Ia edici6n de Harnack

Hasta Ia aparici6n del tratado de Porfirio Ia critica anticristiana carecia de profundidad. El Discurso Verdadero de Celso fue Ia primera tentativa de redacci6n de un tratado sistematico, en torno al 17R, contra Ia nueva religi6n. Los argumentos de Celso apuntahan al peligro politico que suponian los cristianos para el Imperio, para Ia seguridad del Estado, para Ia propia lihertad religiosa -dado su celoso exclusivismom-, para el orden social y para los valores tradicionales. Pero ademas el ataque de Celso parte tambien de Ia 6ptica del judaismo 126 y alcanza a algunos planteamientos cristianos como Ia interpretaci6n de las profecias, el antropomorfismo de Dios o Ia resurrecci(m. En una linea respetada por el de Tiro, Ia obra de Celso concluia con Ia apologia de Ia religi6n tradicional del Estado. cuestionada peligrosamente por Ia nueva forma de piedad.

Si Ia filologia encuentra por lo general grancles dificultades a Ia bora de abordar el estudio de un texto clasico, su supervivencia y transmisi6n, mayor es Ia dificultad con un corpus de fragmentos y testimonios de las caracteristicas del Contra Christianos atrihuido a Porfirio. De ahi tambien, por otro lado, las dudas mas que razonahles que sohre su autoria, contenido y organizaci6n interna han asaltado a fil{Jiogos de toclos los tiempos. De esta manera, cl estudio de Ia tradici6n del texto y de su trasmisi(m no pasa por Ia clasica colaci6n de manuscritos, sino por el de los autores que nos han transmitido informaci(m sobre el Contra Christianos en forma de testimonio o de cita, bien para sostener sus propias ideas sobre Ia tan controvertida historia del cristianismo, bien para clerrihar las estructuras fundamcntales de Ia Iglesia.

La originalidad de Porfirio, y lo que lo convierte en un formidable adversario para los cristianos, merececlor de terrihles descalificaciones -incluida Ia leyenda de su apostasia juvenil-, estriba en su espiritualidad neoplat6nica y en su s6lida formaci6n filos6fica y filol6gica. En este segundo aspecto, Ia erudici6n, el conocimiento de las escrituras judeocristianas, Ia critica filo](Jgica heredada de Longino en Atenas, lo lievan a exponer sus argumentaciones partienclo de los textos y a realizar analisis que apuntan a demostrar que los evangclios y el resto de los libros can6nicos estan repletos de invenciones, hechos inverosimiles y contradicciones. De este modo quedaba

Porfirio compone en quince libros su Contra Christiano.,· durante su estancia en Sicilia, en torno al aflo 270, esto es, cuando frisaba ya los cuarenta aflos y hahia culminado su etapa de colahoraci(m con Plotino en Roma. Esta es Ia tesis tradicional sostenida, con matices'"'', por numerosos especialistas en Ia obra porfiriana, y se basa en el testimonio de Ia Historia eclesiiistica de Eusebio de Cesarea'"', quien, por otro !ado, fue uno de los refutadores del fil{Jsofo de Tiro. En un contexto en el que proliferaron

127

122

Porph. Marc. 1 1; 12. ]'); 16; 19; 24

12

;

Sohrc el complejo debate sohrc b fecha de composici(>n del Cmllra C'hristiarws uid. pp. 32-36.

"

Vid. infra pp. 33-34. Cf. Lacl.

11 1

"

ills/.

CL H.ll. Saffrey (1\lHll, (J\lH4) y (2000>.

12x Es fundamental a <.:sle respecto el citado pasaiL de Lactancio. que habla de

Ia proliferackm de esta dase Ue escritos. Entre e ....,to.s aut ores se encontraria cl celebre llierocles ( uid. PP· .iLJ--:)==i ), que en su alocuci(m los cnstianos, redactada entre cl 507 y el jlO, hahrh1 cxalt;.Kio 1:1 figura de Apolonio

'" Cf. .I .II. Wa"ink (]\)(J)l 4), 71.

de Tiana como rival de Cristo. C:f. R Schwartz. "Eusehios", J4

V 2ss.

"'' Vid. infra pp uo HFVI 1\l.2-\l (fr. 24>. El dato de los quince lihros nos lo ofn:cc Ia Suda. CL lest Ill Para Ia informaci(m de que disponejnos sohre el contcnido de caJa lihro uid 11{/'ra pp. 5H-39.

Cf. J.W. Hargis (J\l\lHl 43ss.

'"' Cf. G. Rinaldi (19H2) 97-111

- 2(,-

_._

__ _

-r-

f PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS

tratados de genero diverso de contenido anticristiano, panicularmente durante el reinado de Diocleciano, los quince libros de Porfiro habrian sobresalido por Ia profundidad del pensamiento y Ia vasta erudici6n del autor. Sus aiios de formaci6n con Longino en Atenas y con Plotino en Roma, ademas de su propio origen semita, lo capacitaban singularmente para analizar los entresijos de Ia nueva religion no con erraticos argumentos externos, sino a partir de un hondo conocimiento de las Escrituras hebreas y de Ia religi6n judia y desde Ia 6ptica filos6fica del neoplatonismo contemporaneo. De Ia importancia de este monumental tratado da fe el celo que pone Ia autoridad imperial a partir de Constantino en su desaparici6n. El propio Constantino, probablemente en el 332 y aprovechando Ia condena del arrianismo, lo destina a! fuego'·", aunque las condenas posteriores de Teodosio II y Valentiniano III en el 448 demuestran que por esas fechas podrian circular aun copias del Contra Cbristianos132 Por otro !ado, surgen de inmediato las primeras refutaciones, que pretenden conjurar el peligro porfiriano. Las dos primeras, muy pr6ximas a Ia redacci6n del tratado, son las de Metodio de Olimpo, obispo de Licinia y de Tiro, en diez millineas segun Jeronimo, y Ia de Eusebio de Cesarea, mucho mas elaborada, en veinticinco libros 133 . El posible renacimiento de Ia obra de Porfirio durante el reinado de Juliano, autor ei mismo de un tratado Contra los galileos, justificaria Ia composici6n de Ia ultima gran refutaci6n de Porfirio, Ia de Apolinar de Laodicea, en treinta librosu4 , posterior a su designaci6n como obispo en el 361. Parece obvio que todas las citas y todos los testimonios posteriores de Ia obra porfiriana no parten ya de Ia lectura directa del fil6sofo de Tiro, sino de Ia lectura de Eusebio, de cualquiera de las tres grandes refutaciones citadas o de resumenes o florilegios en latinm. Diodoro de Tarso, otro tratadista que fue acusado de herejia un siglo despues de su muerte como causante del nestorianismo, destac6 tambien por su feroz elocuencia contra las obras porfirianas. De hecho sus obras apologeticas y polemicas comprenden opusculos contra los paganos, contra los judios y contra los herejes. Entre los numerosos titulos que le atribuye Ia Suda cabe resaltar el Contra Porpbyrium 151'; ni de este ni de Ia mayoria de su producci6n ha quedado nada, quiza por Ia persecuci6n a Ia que se vieron sometidos sus escritos tras ser acusado de herejia un siglo despues de su muerte como causante y primer germen del nestorianismo. Poco se sabe tambien de un tratado escrito en exclusiva contra Porfirio por Filostorgio. Entre los auto-

INrnODUCCION

res que solo aluden a Porfirio como autor de un tratado contra Cristo y Ia verdadera fe de los cristianos, cabe destacar a Rufino de Aquilea 137 o Cirilo de Alejandria. Este ultimo consideraba a Porfirio "el padre de Ia desenfrenada locuacidad contra nosotros"13", por sus palabras amargas e insolentes 139 y lo acusaba de luchar contra Ia gloria de Dios 140 . Tambien Teodoreto se refiere a eJ como el adversario mas peligroso del cristianismo 141 , "el enemigo de Ia verdad'" 42 . AI siglo XVII remonta el primer intento de reconstrucci6n de Ia obra de Porfirio, concretamente a los esfuerzos del erudito Hambourg Lukas Holste, mas conocido como Holstenius 143 , aunque el material que reline es claramente insuficiente. Su labor, no obstante, fue bastante acertada y repercuti6 un siglo mas tarde en el elaborado estudio sobre el tratado porfiriano de Nathaniel Lardner, quien en 1788 public6 un trabajo sobre los fragmentos anticristianos de Porfirio en una colecci6n de testimonios paganos sobre Ia credibilidad de Ia historia del Evangelio 144 . Sin embargo, Ia fecha decisiva en Ia historia de Ia recuperaci6n del Contra Cbristianos es Ia de 1876, cuando el epigrafista Paul Foucart culmina y publica Ia edici6n de Charles Blonde! de un manuscrito incompleto del Apocritico de Macario Magnes que se encontraba entre los fondos de Ia Biblioteca Nacional de Atenas' 4', manuscrito que, por cierto, desaparece misteriosamente poco despues. Hasta Ia edici6n Blondel-Foucart Ia obra de Macario Magnes era conocida imperfectamente por las referencias de Niceforo I, patriarca de Constantinopla entre el 806 y el 815, por las treinta y ocho citas, normalmente en latin, del jesuita espaiiol Francisco Torres "Turrianus" a partir de un manuscrito veneciano hoy perdido 146 , y por otros textos menores procedentes de un manuscrito romano y dados, en parte, a conocer por el erudito aleman Magnus Crusius 0697-1751) 147 En el Apocritico o Monogenes ei au tor informa a un tal Te6stenes del debate habido entre eJ mismo y un adversario pagano cuyo nombre no se cita. Este debate se organiza en cinco jornadas en presencia de un amplio publico con el que, segun Macario, el Adversario prentendia intimidar a! defensor cristiano. En cada jornada se exponen en primer Iugar una serie de objeciones por parte del Adversario, a las que siguen las correspondientes respuestas por parte del cristiano, todo ello acompafiado del consabido aparato ret6rico de narraciones, introducciones y conclusiones. El interes de Ia obra de Macario de cara a Ia reconstrucci6n del Contra Cbristianos es, obviamente, el abundante material argumentativo del Adversario pagano que, desde Magnus Cru"

Ul

Test. IX. Piganiol, segun R. Goulet ll2003J I 128, n.4], corrige asi los ""diez anos despues del Edicto de Milan·· de St>crates (HE I 9).

112

Test. XXIV. AI igual que Constantino aprovech6 la condena a. Arrio, el edicto de estos emperadores, dirigido en principio contra Nestorio e Ireneo de Tiro, ordena la destrucci6n por fuego de las obras

de Porfirio para que ""todos los lihros que promuevan Ia c61era de Dios y danen las almas no !Ieguen a oidos de los hombres.'"

w Test. VIII, XVII y XIX. La refutaci6n de Eusebio giraha en torno a Ia correcta interpretaci6n de ciertos pasajes evangClicos.

'·" Test. XVII y XIX. Jer(mimo elogia Ia calidad de Ia ohra de Apolinar. mientras que Filostorgio, por su parte, afirma que Ia ohra del de Laodicea eclips(> las de sus predecesores. 1 " Cf. R. Goulet <2003) I 130. Tales el caso tambien de Jer6nimo. que si bien sigue a Porfirio. con elfin de refutarlo, en su Comentario a Daniel -d. frs. 29 y 30- y puede haberse planteado una refi.1taci6n del neoplat6nico -cf. test. XVII-, nada invita a pensar que haya consultado personalmente su obra. Mas bien parece evidente que mucha.s de las referencias y citas de Porfirio las extrajo de 1m lectura de Metodio y Apolinar. A }a fuente pagana de Macario de Magnesia nos referimos un poco mas abajo. 1."'\0

Test. XIV.

7

Test. XVIII.

'"' Tesi. XXIIh.

° Cyr. Jul. I 38-39. Cf. P. Burguiere & P. Evieux (eds.J, qyrille d'Aiexandrie. Contre}ulien, I, !'arb,

13

14

°

Cyr. Jul. V 166. 141 Test. XXIII. 142

Test. XXIII.

1<;

L. Holstenius 0630l. Cf. !'.F. Beatrice 0991 l 119ss.

,., N. Lardner (1788). Cf. !'.F. Beatrice 0991l 119ss. '" Ch. !31ondel & 1'. Foucart 0876). El manuscrito, incompleto, dataha del siglo XV y era propiedad de Apostoiides, antiguo conservador de Ia Biblioteca de Atenat:i. Para una exhaustiva puesla al dia de todo lo conccrniente a Ia ohra de Macario es fundamental Ia reciente edici6n de R. Goulet (2003) bajo

el titulo de

Le Mono!{{YJli!s,

cuyo primer volumen est£1 dedicado a analisis a todos los aspectos de Ia

ohra de Macario. 141

'

147

- 2H-

R. Goulet (2003l I 18 ss. Curiosamente I' ci<: Lahriolle hahla de "le jesuite francais Franc·ois de Ia Tour": cf. P. de Lahriolle 24S. R. Goulet (2003) I 22

-29-

r INTRODUCCION


sius, ha sido repetidamente identificado con Porfirio de Tiro. De ser asi, el texto de Macario, afortunadamente preservado, aunque no en su totalidad, por Ia edici6n Blondel-Foucart, se convertiria en una fuente de primer orden para Ia reconstrucci6n del tratado porfiriano. Sin embargo, desde 1876 basta 1916, fecha de Ia edici6n de Harnack, han sido muy dispares las opiniones a] respecto de los especialistas: frente a los que han defendido sin mas Ia identificaci6n, en Ia linea de Magnus Crusius, del Adversario pagano con Porfirio (Wagenmann -el primer(>-, Uischne, Georgiades, Kleffner, Hauschildt o, por supuesto, Harnack, aunque con matizaciones, como vamos a ver), otros hablan de un intermediario entre el texto porfiriano y Macario Magnes o de una nula filiaci6n porfiriana. Entre los que creen que las argumentaciones remontan a Porfirio, aunque a traves de intcrmediario, se encuentran el propio Foucart (un magistrado, que seria el colaborador de Diocleciano citado por Lactancio 14", o bien un discipulo de Porfirio), Louis Duchesne (e] citado juez, que identifica con Hierocles), Wilhelm Moller (que sigue a Duchesne, aunque percibe tambien elementos julianeos en los argumentos del Adversario) y Johannes Geffcken (un romano desconocido del siglo IV que se podria haber inspirado en Porfirio, aunque en un articulo de 1916 propone Ia tesis de que se trata del fil6sofo Jamblico de Calcis). Finalmente, T.W. Crafer, que remonta Ia composici(m de Ia obra de Macario a finales del siglo III, propone que el Adversario es Hierocles y que el debate tuvo Iugar realmente cuando este personaje tenia en sus manos el gobierno de Ia regi6n de Edesa 149 . Sea como fuere, el texto de Macario Magnes proporciona el material necesario para que en 1916 Adolf von Harnack publique en Berlin Ia edici6n del Contra Christianos que continua siendo Ia referencia en Ia actualidad.

La edici6n de Harnack El trabajo de Harnack parte, por lo tanto, de Ia identificaci(m con Porfirio del Adversario de Macario Magnes. Con todo, el autor aleman era consciente de las dificultades de semejante identificaci(m, uno de los aspectos en los que se va a centrar Ia critica tras Ia publicaci6n de su edici6n de los fragmentos. Para solventar estas dificultades Harnack se suma a los que defienden Ia existencia de un intermediario entre el original porfiriano y el autor del Apocritico, aunque, en su opini6n, esta intermediaci6n Ia desempeflaria un epitome en dos libros del tratado de Porfirio, epitome compuesto en torno a] 300 del que procederian las citas de Macario. Son cuatro argumentos que lo llevan a defender esta fecha temprana para Ia redacci6n de las objeciones del Adversario, que no serian otras que las de Porfirio tal como se encontraban desarrolladas en el epitome 1"': el Adversario afirma expresamente Ia ilegalidad del cristianismo y Ia existenci;l de martires, algo s6lo comprensible basta comienzos del IV; desconoce, por otro !ado, Ia ornamentaci6n con imagenes de las iglesias y Ia vida monastica; mcnciona a Adriano cuando quiere referirse a un emperador; y, finalmente, reverencia a Apolonio de Tiana como a su gran heroe. 1 'lH

Lact. inst. V 2. Sobre este pcrsonaje y Ia importancia para Io,.., el texto porfiriano t 1id

11

Todas referencias bihliogrM.icas sc encuentran en b el apartado V.2. "Bihliografia general." El asunto

'J

El resultado de Ia incorporaci(>n del material de Macario es que cincuenta y dos de los noventa y siete fragmentos que constituyen Ia edici6n de Harnack proceden de aquel. De los restantes, y por orden de frecuencia, veintid6s son de Jer6nimo -uno de ellos, el 30 (43 H), corresponde a extensos pasajes del Comentario a Daniel-, siete de Eusebio de Cesarea, cinco de Agustin, y los demas de diversas fuentes menores. Por otro ]ado, salvo tres pasajes de Eusebio -los fragmentos 24 (39 H), 22 ( 40 H) y 16 (41 H)- que parecen citas basadas en Ia lectura directa de Ia obra, el material no puede hacerse rem on tar sin discusi6n a! Contra Christianos -los demas fragmentos de Eusebio- o, aun transmitiendo un material genuino de Ia obra porfiriana, procede no de Ia lectura directa del original, sino de las tres refutaciones o de alguna versi6n latina -los fragmentos de Jer6nimo o de Agustin-. En definitiva, como ha puesto de manifiesto R. Goulet en su reciente edici6n de Macario 1' 1 , Harnack no tiene mas rcmedio que abrir su edici6n a fragmentos que, aunque no contienen los ipsissima uerha porfirianos, se supone que transmiten argumentaciones genuinas del tratado original. Tan s6lo renuncia a Ia incorporaci6n de objeciones anticristianas de confusa procedencia y pertenecientes a una tradici6n po!emica que se conserva en lengua latina en autores que van desde Arnobio a Agustin, pasando por el misterioso Ambrosiaster, que, por su propia naturaleza, se resiste a cualquier analisis critico o de fuentes 1' 2 Harnack, finalmente, nos ofrece una edici6n completamente novedosa en lo que se refiere a Ia ordenaci6n de los fragmentos. Para ello se aparta de los criterios de Lardner, que se atenia a! orden de los libros biblicos 1' 5 , y, reconociendo, por otro !ado, Ia imposibilidad de reconstruir el contenido de cada uno de los quince libros de Porfirio, agrupa los noventa y siete fragmentos -tras una primera parte que contiene veintinueve testimonios de autores antiguos- en cinco grandes secciones segun criterios tematicos: I. Critica de los caracteres y de Ia credibilidad de los Evangelistas y de los Ap6stoles como fundamento para una critica del cristianismo: fragmentos 1-37 H. II. Critica del Antiguo Testamento: fragmentos 3H-47 H. III. Critica de los hechos y los dichos de Jcs(ls: fragmentos 48-72 H. IV. Dogmatica: fragmentos 73-94 H. V. Sobre Ia Iglesia contemporanea: fragmentos 9"i-97 H.

El "Contra Christianos" despues de Ia edici6n de Harnack La edici6n de Harnack se convierte desde el principio en referenda imprescindible y en el punto de partida de todas las investigaciones futuras. A ello contribuye, ademas de Ia calidad del trabajo del aleman -que nos ofrece una vision de conjunto rigurosa, aun discutible, del estado de Ia investigaci6n en 191 (>- el reconocimiento de especialistas de Ia talla de Labriolle o incluso del propio Geffcken, que en un trahajo de 1929 acepta, aunque con reservas, las tesis de Harnack sobre el Adversario de

pp. :l'\-34.

es lratado con toda profundidad en Ia inlroducci6n de Ia edici
"' R. Goulet I 1:12. '"G. Hardy (1943); l'. Courcdle (1959l. "-' I'. F. Beatrice (] 991l.

- ;)J-

INTRODl.JCCI(lN


por lo tanto, con Ia politica de Aureliano, que habria estado a punto de organizar una persecuci6n anticristiana antes de su muerte en el 275. Algunos autores como Henry ChadwickH' 1 propusieron postergar Ia fecha a los proleg6menos de Ia Gran Persecuci6n de Diocleciano, que tuvo Iugar en el 303. Chadwick se basaha para ello en Ia identificaci6n con Porfirio del fil6sofo pagano presente en Nicomedia en el 503 para colaborar con el monarca segun Ia noticia de las Instituciones divinas de Lactancio1r'l, Jo que podria ser corroborado por Ia afirmacicm de Porfirio en Ia Carta a Marcela 16 ' de que a los diez meses de su matrimonio fue llamado porque los helenos Jo necesitaban (KaA.ouaTJS' TfjS' TWIJ 'EHJ1vwv XPELUS').

154

Macario Magnes Modernamente se ha seiialado, sin embargo, que a menudo Ia edici6n de Harnack ha recibido Ia consideraci6n de textus receptus, sin mayores indagaciones sabre Ia autenticidad de los fragmentos y su grado de fiabilidad, con consecuencias bastante graves para las investigaciones basadas en ellam. Por otro lado, ya desde el propio Harnack se han ido sucediendo las publicaciones que proponen aumentar Ia colecci6n de fragmentos. Es mucho, por lo tanto, lo que ha evolucionado Ia investigaci6n sobre el Contra Christianos en dos direcciones, si se quiere, contradictorias. Por una parte se ha enriquecido el numero de fragmentos, si bien no muchos en terminos numericos, si muy valiosos para el conocimiento de Ia obra porfiriana y para el espinoso asunto del valor critico de Macario. Como ha seiialado mas de un especialista, son estos nuevos fragmentos los que pueden abrir nuevos caminos para nuestro conocimiento del Contra Christianos. Por otra parte, no obstante, se han retomado todas las cuestiones que permanecian abiertas antes de Ia edici6n de Harnack: dataci6n de Ia obra, contenido y estructura de Ia obra, valoraci6n critica de los fragmentos -en especial los procedentes de Macario Magnes-, etc. Hoy en dia es inconcebible adherirse acriticamente a Ia edici6n de Harnack como si se tratase del texto del fi16sofo de Tiro: como seiiala Meredith en su articulo del ANRW''\6, han quedado seriamente afectadas Ia bases para realizar una estimaci6n justa sobre el contenido y el metodo de Ia obra de Porfirio. A continuaci6n repasamos las principales aportaciones a Ia investigaci6n sobre el Contra Christianos en ambas lineas de trabajo: por un lado Ia polemica sobre Ia dataci6n de Ia obra y Ia critica de Ia edici6n de Harnack, y por otro, Ia aportaci6n de nuevos fragmentos.

En 1973 Barnes, entre las muchas consideraciones criticas del trabajo de Harnack, somete a una profunda discusi6n el asunto de Ia dataci6n de Ia obra. Su propuesta, confirmada en un trabajo de 1994 con nuevos argumentos, es Ia de retrasar Ia fecha de composici6n del Contra Christianos a principios del siglo IV: en torno a! 303. Ahora bien, sus argumentos se apartan radicalmente de los de Chadwick, ya que no considera sostenible Ia identificaci6n del propagandista pagano de Lactancio con Porfirio. Lactancio, en efecto, menciona a dos destacados propaganclistas paganos en relaci6n con Ia Gran Persecuci6n de Diocleciano: un "pr6cer de Ia filosofia" (antistitem philosophiae), que habia "vomitado" tres libros "contra Ia religion y contra el nombre cristiano" al comienzo de Ia persecuci6n de Diocleciano en Bitinia, y un magistrado autor de una obra Para los cristianos que atacaba Ia Escrituras, a los Ap6stoles y al propio Cristo como un mago inferior a Apolonio 164 Este segundo es Sosiano Hierocles, gobernador de Bitinia y prefecto de Egipto, autor de unos LAGATJ9EtS' A.oyOL; el primero, cuyo nombre no se nos proporciona, habria de ser identificado con Porfirio, segun Ia hip6tesis de Chadwick: de ahi su dataci6n tardia del Contra Christianos. Estas son las palabras que le dedica Lactancio:

a) Dataci6n de Ia obra En principio, Ia unica evidencia que tenemos para Ia dataci6n del Contra Christianos es Ia noticia que recoge Eusebio en su Historia Eclesiastica157 : " ... en nuestros dias Porfirio, tras establecerse en Sicilia, ha comenzado a redactar unos escritos contra nosotros e intenta calumniar las Sagradas Escrituras ... ". Basandose en ella, ]. Bidez"" formul6 Ia tesis de que Porfirio, que permaneci6 en Ia isla entre el 268 y una fecha indeterminada posterior a Ia muerte de Plotino en el 270, habria compuesto su Contra Christianos en una fecha comprendida entre el 268 y no mucho despues del 270, durante su estancia en Sicilia y bajo los emperadores Claudio II y Aureliano. Harnack acept6 sin mayor discusi6n Ia tesis de Bidez y esta ha sido Ia postura mayoritaria de los especialistas, con escasas variaciones, hasta Ia publicaci6n de las revisiones criticas de Barnes en los aiios setenta. Tal es el caso, por ejemplo, de ].M. Demarolle o el de Paolo Frassinetti, muy critico, sin embargo, con Ia inclusi6n de los fragmentos de Macario Magnes 1w. Alan Cameron, por su parte, se mantiene tambien en Ia dataci6n tradicional, aunque precisa como fecha mas probable el 271: s6lo asi cabe explicar el empleo por Porfirio de Ia obra hist6rica de Calinico Sutorio para Ia critica dellibro de Daniel, obra que, estando dedicada a Zenobia de Palmira, hubo de ser escrita en el 270 como muy pronto 160 . La obra de Porfirio habria que relacionarla,

"Uno de ellos se reconoda a si mismo como pr6cer de la filosofia, pero era en realidad tan dado a los vicios que e.se maestro de Ia continencia ardia no menos en avarida que en placere.s; era tan suntuo.so en Ia comida que ese d.efcnsor de Ia virtud y ensalzador de Ia moderaci6n y pohreza en Ia e.scuela cotnia en su ca.sa mej'or que en palacio. Sin embargo, ocultaha sus vicio.s con los cabellos, con Ia t(mica y con lo que es el colmo de las tapaderas, las riquezas. para aumentar las cuales se granjeaba con admirable habilidad Ia amistad de los jueces y los comprometia con ei .sirviendose de nomhre falso: de e.sta forma, no s6lo vendia sus sentencias, sino que incluso a aquellos a los que expulsaha de sus casas y campos Jes impedfa, con e.ste poder, reclamar !'>U!-i territorios. Pues hien, este, que destruia sus razonamientos con su forma de vida o que acusaba a su forma de vida con sus razonamientos, este, que era duro censor y acerrimo acusador de si mismo. en esa misma epoca en Ia que el pueblo de Dios era perseguido. vomit6 tres veces contra Ia religi6n y el nombre cristianos, dkiendo que "Ia ohligaciOn del fi16sofo es, por encima de todo, ir contra lo.s errores de los hombres y hacer volver a estos al camino verdadcro, es decir, al culto de los dioses, por cuya providencia y majestad esta regido el 1nundo; y no permitir que los hombres ignorantes sean enredados por los engaflos de unos pocus para que su simpleza no sea presa y pasto

de hombres astutos; que por ello ei habia asumido esta carga
"' DLZ 37 0916) cols. 1637-1642. Cit. ap. R. Goulet (2003) I 34, n .. "' A. Benoit (] 97H) 262 y nota.

161

H. Chadwick, The Sentences of Sextus. A Contribution to the history uf Earlv Cbrisliatl Htbics, Cambridge, 1959, pp. 142-143.

162

El primero de ello.s hahia sido ya identificado por Foucart y Douchesne con el Adversario de Macario Magnes: vid. supra p. 30.

165

Porph. Marc. 4

16 -'l

El pa.saje completo corresponde a Lact ins!. V 2

'"' A. Meredith 09R0). "

7

1 '"

Eus. HE IV 19.2 (fr. 24l

.J. Bidez (1913) 67, n.4.

''" J.M. Demarolle 0971), P. hassinetti (1953). "'" A. Cameron 0967). Cf. fr. 30.

-52-

----------------·--··----

-3:\-

INTRODUCCI{>N

PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS daro. por que hahia c:ompuesto esta obra, se deshizo en alahanza de los principes, "cuya piedad y provtdencia", como eJ mismo decia, "se habian distinguido en muchas otras cosas, pero sobre todo

en la defensa de las religiones de los dioses: y es que por fin habia habido preocupaci6n por ]as cosas humanas, para que, rechazada Ia impia y vana :;uperstici6n, todos los hombres pudieran dedicarse a los ritos legitimos y pudieran experimentar Ia buena disposici6n de los dioses para con ellos." Pero quiso debilitar las razones de Ia religiOn contra la cual hablaba, se mostr() inepto, vano Y que_ ese sesudo defensor de Ia utilidad ajena no sabia no s6lo que argumentos. oponer, stno nt siqutera que decir. Efectivamente, en las ocasiones en que asisti6 a sus mentactones alguno de los nuestros, este, si bien asentia en aras de Ia oportunidad, se reia sin embargo para sus adentros, ya .que estaba viendo a un hombre que anunciaha que iba a iluminar a otros cuando eJ mismo estaba ciego; a un hombre que iba a sacar a otros del error, cuando et no sa ponia los pies; que iba a instruir a otros en Ia verdad, cuando el ni siquiera hahia visto en mngun momenta ni una sola chispa de Ia misma, ya que Cl, que profesaha Ia sabiduria, se esta-

ba esforzando por aplastarla. De todas formas, todos le ecbaban en cara esto: e1 hecho de que el momento en el que enloqueda la odiosa crueldad de Ia persecuci6n. ;Oh fil6sofo adulador y esclavo del tiempo' De todas formas. a cambio de su vanidad

esta ohra prccisamente en

cay6 el mayor de los desprecios, ya que no consiguif> Ia gracia que esperaba, y, por otro lado: Ia glona que consigui(J se convirti6 en culpa y acusaci6n" 16 "i.

Es obvio que Ia identificaci6n resulta muy discutible y que hay que hacer un gran esfuerzo par.a ver aqui a Porfirio. Barnes, para empezar, seiiala dos dificultades que saltan a Ia vtsta: Lactancto habla de tres libros, no de quince, por lo que habria que suponer dos ediciones del tratado de Porfirio, lo que no parece verosimil; y sobre todo, Ia satira agresiva que traza Lactancio del personaje -miseria moral, mediocridad intelectual, adulaci6n- no parece corresponder con lo que sabemos del fil6sofo de Tiro. Mas bien, concluye Barnes, Lactancio no nombra a Porfirio, y esto seria indicio de una dataci6n tardia del Contra Christianos, pues una obra tan importante circulando desde el 270 habria llamado Ia atenci6n del autor Iatino. Finalmente, y antes de continuar con los argumentos mas decisivos de Barnes sobre Ia dataci6n, no debemos pasar por alto que, despues de Chadwick, otros especialistas han vuelto a insistir en Ia identificaci6n, aunque no necesariamente a efectos de Ia dataci6n del Contra Christianos. Uno de ellos es R. Wilken'M, que identifica los tres libros citados por los que sabemos que integraban otra obra porfiriana: Ia Filosojta de los oraculos. Mas rectentemente Ia han defendido E. DePalma Digeser y, en relaci6n con sus conocidas tesis sobre el Contra Christianos, P. F. Beatrice 167 . Para el autor italiano, en efecto, Porfirio es el po!emista de Nicomedia, y para establecer un parale!ismo con los tonos oscuros con que pinta Lactancio a su fil6sofo pagano cita una noticia de Ia Teosojta de Tiibingen (85) 16" segun Ia cual Porfirio se habria casado con Ia viuda Marcela por pura codicia. No hay que insistir mucho en Ia debilidad de estas argumentactones, de modo que Ia identificaci6n que defiende Beatrice s6lo se sostendria con su conocida tesis 169 de que el unico tratado contra los cristianos que compuso Porfirio es Ia de los ordculos, Ia unica obra que habrian conocido Eusebio y Agustin Y que habria recibido titulos diferentes en diferentes circunstancias. Ultimamente, Y para cerrar ya esta cuesti6n, R. Goulet ha tachado de poco probable que e1

fi!{Jsofo de Lactancio sea Porfirio 170 , aunque es evidente que no existen pruebas definitivas: el numero de !ibros, Ia perspectiva politica -mas que fi!os6fica- del propagandista -mas en Ia linea de Celso-, las a!ocuciones publicas ante un publico cristiano y los problemas intrinsecos a Ia tesis de Beatrice se encuentran entre sus argumentos. Descartada en principio, como decimos, Ia identificaci6n, son otras las razones que !levan a Barnes a inclinarse por una dataci6n tardia del Contra Christianos. Para empezar, el mismo dato que llev6 a Cameron a defender Ia fecha del 271: el uso de Ia obra historiografica de Calinico Sutorio (una historia de Alejandria en tres libros dedicada a Zenobia de Palmira) para el comentario del profeta Daniel. La caida de Zenobia obliga a que esta obra fuera publicada entre el otoiio del 270 y el verano del 272; luego Porfirio no pudo leer a Calinico antes del 271, y probablemente lo hizo mucho despues. Pero el argumento mas decisivo para Barnes es el hecho de que Eusebio, en sus Eclogae Propheticae, redactadas a partir del 303, no tiene en cuenta Ia dataci6n de Porfirio del Libro de Daniel en el siglo II a. C., y lo continua situando, contra toda las evidencias que aporta Porfirio, en el siglo VI. De ahi se deduciria que Eusebio no conocia aun en ese momento el Contra Christianos, y esto es fundamental desde el momento en que se constata que los de Eusebio son los primeros testimonios fiables sobre el tratado de Porfirio -Ia refutaci6n de Metodio es de dataci(m insegura, el uso de Porfirio por Hierocles es muy discutible y, por ultimo, el supuesto epitome del Contra Christianos del que habla Harnackm, de en torno a! 300, no pasa de ser una especulaci6n-. En definitiva, Porfirio habria compuesto su tratado a principios del siglo IV, en el ambiente previo a !a Gran Persecuci6n de Diocleciano, segun se puede deducir de dos hechos decisivos: las fuentes literarias e historiogr:ificas del Contra Christianos apuntan a una fecha posterior a! 270 y, en segundo Iugar, el silencio de Lactancio y de Eusebio (en las Eclogae Propheticae) hace pensar que no lo habian leido cuando redactaron sus obras respectivas. Despues de Barnes, P. Pirioni 172 se ha mostrado tambien a favor de una dataci6n tardia, concretamente en torno a! 297 en relaci6n con Ia purga de cristianos en el ejercito. Para ello retoma, entre otros argumentos el descartado por Barnes de Ia identi· ficaci6n de Porfirio con el antistes philosophiae de Lactancio: el compromiso del fil6sofo con !a politica de Diocleciano vendria demostrado por el ya citado pasaje de Ia Carta a Marcela en el que alude su estancia en Oriente "para ocuparse de los inte173 reses de los helenos y para obedecer a los dioses patrios" ; por otro !ado, el hecho de que Lactancio aluda a tres libros en vez de a quince se deberia a que tales fueron los !ibros leidos en Ia audiencia publica de Nicomedia o a que el tratado no estaba aun acabado. Por otro !ado, Pirioni recurre tambien a un argumento secundario que el mismo Barnes cuestion6 en su trabajo de 1973: Jer6nimo, en su epistola 133 (fr. 48) se refiere a Britannia como fertilis prouincia tyrannorum, lo que no seria sino una alusi6n a los usurpadores que fueron derrotados por Constancio Floro en el 296, que se convertiria asi en e1 terminus post quPm para Ia composici6n del Contra

Christianos.

w; Lact. inst. V 2.3-11. Sigue Ia referenda a Sosiano Hierocles, extractada por Harnack en el test. VI. La tr.Iducci6n espaf'lola es 'la de Eustaquio Sanchez Salor !Lactancio. instituciones diuinas, I-II, lntroducci{m, traducci<>n y notas de E. Sanchez Salor, Madrid, 19901.

""' R. Wilken 09tl4).

170

1117

171

Vid. supra p. 30.

""' Cf. R. Goulet (2003) I ll8.

171

P. Pirioni 09R5)

169

m Porph. Marc. 4.

E. DePalma Digiser (]99HJ y P.F. Beatrice 0993) "Antistes ..

Vid infra pp. 39-40.

R. Goulet (2003) I liS-120.

- _-)=)-

-:)4-

f PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS

Las ultimas voces que han participado en el debate sobre Ia dataci6n han sido las de B. Croke y, una vez mas, T.D. Barnes 174 . Sus propuestas -Ia dataci6n tradicional y Ia dataci6n tardia- representan, en efecto, Ia vigencia de las dos posturas que han marcado el desarrollo de los estudios porfirianos durante el siglo XX y que cuentan con sus correspondientes defensores y detractores. Croke, en un articulo de 1984, atac(J duramente las tesis de Barnes y propuso Ia vuelta a Ia fecha del 271/2, en el reinado de Aureliano, cuando el autor tenia cuarenta af10s. En su opinion, los argumentos ex silentio empleados por Barnes -ausencia de alusiones en el Contra Hierocles y en las Eclogae Propheticae de Eusebio- son puramente especulativos: Hierocles escribi6 despues del 303 y, por otro !ado, Ia falta de alusiones a Porfirio se justifica porque Eusebio las habria considerado innecesarias para elfin que se propane. Lo mismo cabe decir de su ausencia en Lactancio: el propio autor confiesa que deja de !ado a los que conspiraron contra el cristianismo en fechas anteriores a los sucesos de Nicomediam. Por lo demas, entiende que Porfirio pudo haber leido a Calinico Sutorio inmediatemente despues del 270, asi como que Ia alusi6n de Jer6nimo a los "usurpadores" de Britannia hace mas bien referenda, como el propio Barnes reconocia, a sucesos contemporaneos del autor Iatino -las usurpaciones del aflo 407-. Finalmente, Ia discusi6n detallada de Ia dataci6n porfiriana de Moises en Ia Preparaci6n Evangelica (X 9.1.) demostraria un conocimiento temprano -entre el 280 y el 295- de Ia obra de Porfirio por parte de Eusebio. En Ia tesis opuesta, las (Iltimas palabras de Barnes en un trabajo de 1994 han ailadido nuevos argumentos a Ia dataci6n tardia: en torno al 300. Ademas de algCm nuevo argumento ex silentio tornado de Ia Vida de Plotino, caben destacar dos reflexiones adicionales: el celebre iJ KaT' TJJlUS' <"v LLKEALQ. KaTaaTas de Eusebio no aludiria a! Iugar geografico de composici6n de Ia obra, sino que seria un insulto a Ia estancia de Porfirio "in the intellectual backwater of Sicily", semejante a! Porphyrius Siculus de Agustin 176 , igualmente ofensivo, y equiparable a su equivalente oriental de "bataneota" (frs. 1 y 39); por otro !ado, las argumentaciones de Eusebio en HEVI 19.7 (fr. 24), en las que se habla del cristianismo en terminos de "ilegalidad" ((wv TiapavoJlws) frente a Ia "legalidad" KaT<1 VOJlOUS' TIOALTE(av) son mas adecuadas al clima politico del ailo 300 en el reinado de Diocleciano.

h) Criticas a Ia edici6n de Harnack Aunque el trabajo que marca un cambio de orientaci6n radical en los estudios sobre el Contra Christianos es el articulo publicado por T.D. Barnes en 1973 en The Journal of Theological Studies, antes de esta fecha, y a pesar de su general aceptaci6n acritica, ya se formularon las primeras reservas contra Ia edici6n de Harnack. Estas se centraban en uno los pilares del trabajo de Ia aleman: Ia incorporaci6n de los cincuenta y dos fragmentos procedentes de Macario Magnes. Despues de Ia publicaci6n de Ia edici6n Blondel-Foucart de Macario (1876) autores como Duchesne Mbller o Crafer habian negado Ia identificaci6n con Porfirio del Adversario de Maca;io 177 , aunque tras Ia aparici6n de Ia recopilaci6n de Harnack (1916) Ia cuesti6n habia quedado postergada. Sin embargo, en 1949 Paolo Frassinetti 17" apunt6 Ia posibilidad de que tras

INTRODUCCION

]a figura del Adversario se encontrara Juliano, de modo que el texto de Macario recogeria objeciones de los libros perdidos del Contra Galilaeos. De acuerdo con esta tesis el autor italiano ataca a Harnack por Ia inclusi(m de Macario en su edici6n del Contra Christianos179 Posteriormente F. Corsaro y S. Pezzella se pronunciaron tambien contra Ia identificaci6n entre Porfirio y el Adversario. El primero, en diversos estudios sobre el texto de Macario, ha negado Ia tesis de Harnack del "epitome" porfiriano o las propuestas de ver a Juliano o a Hi erodes en Ia figura del Adversario, proponiendo, por el contrario, que en Ia base de las objeciones paganas se encuentra un tlorilegio an{mimo elahorado tras Ia restauraci6n de Juliano""'. En Ia misma linea S. Pezzella se inclina por una compilaci6n pagana que reuniria material, entre otros, de Porfirio y de Hierocles, ademas de otras argumentaciones de origen desconocido, fruto, en definitiva, de Ia floraci(Jn de escntos anticristianos que menciona Lactancio en el libro V de sus lnstituciones Ya nos hemos referido a Ia critica de Barnes sobre Ia dataci6n tradicional del Contra Christiano.,·. El otro objeto de su trabajo de 1973 es Ia valoraci(m critica de Ia edici6n de Harnack y el examen de los nuevos fragmentos aparecidos hasta Ia fecha. Si bien con repecto a los nuevos fragmentos se limita a citar las referencias y a realizar un juicio sumario, si se aplica, en cambio, con dureza a refutar Ia tesis de Harnack sobre el valor de Macario para Ia reconstrucci6n de tratado de Porfirio. Para Barnes las objeciones del Adversario pueden preservar ideas de Porfirio, pero indirectamente, a traves de escritores que lo utilizaron. Ello significa que tan s6lo se puecle llegar a conclusiones validas sobre el Contra Christianos dejando de !ado a Macario y ciilen2 do Ia investigaci6n a los fragmentos indiscutiblemente porfirianos'" . Para llegar a esta conclusi6n refuta Ia tesis de Harnack de que Macario habria utilizado un epitome de Ia obra de Porfirio redactado en torno a! 300, y lo hace rebatiendo pormenorizadamente los argumentos del aleman '"l: las referencias a Ia ilegalidad del cristianismo y a los martires aludirian a acontecimientos pasados; Ia ornamentaci6n de las iglesias esti ya atestiguada desde Ia primera mitad del siglo III, mientras que el monasticismo no se expande mas alia de Egipto hasta mediados del siglo IV; las referencias a Adriano son perfectamente comprensibles tanto en el siglo III como en el IV; y, finalmente, Ia reverencia a Apolonio de Tiana pervive a lo largo del siglo IV. En clefiniti' va, no hay base para establecer Ia existencia de un epitome de Porfirio redactado en una fecha temprana, y Macario parte de textos posleriores que retomarian ideas del fil(Jsofo de Tiro. En su trahajo de 1994, Barnes se reafirma en sus planteamientos y se adhiere a Ia tesis de Goulet de que Macario no utiliz(J directamente a Porfirio'"'. La actualizaci(m de A. Meredith para el ANRW recoge ya toda Ia critica de Barnes y, aunque expone pormenorizadamente y por secciones el contenido de los fragmentos de Harnack, deja constancia de los interrogantes que pesan sobre el contenido y el plan de Ia obra de Porfirio'"'· El propio R. Goulet'"'' discutia ya en una fecha 17 1 '

!'. fra"inctti (1953> 194, n.l

'"' F. Corsaro 09'i7l 16, y (1967!. 17

"

B. Croke (1984): T.D. Barnes 0994)

lxJ

m Lact. inst. V 2.1-2.

Lact. ins!. V 2-'1.

''" T.D. Barnes (1<)7.))

176

Aug. retract. 2.2).1

'" 5

177

Vid. supra p. 30.

'"' T.D. Barnes 0994) 5:\ ss. Cf. ]{.Goulet 09WiJ.

17 "

P. FraS'inetti (1949) 41-56.

Vid. supra pp. 33-3'i.

'"' A Meredith (]9HOJ

-36-

HI<•

R. Goulet ( 19R4 ), aunque el cong:reso es en Oxford en

- .'\7 -

r INTRODUCCI(>N


temprana el valor critico de Ia obra de Macario para Ia reconstrucci{m del Contra Christianos, mientras que en otro trabajo 1"7 apuntaba una idea fundamental que va a desarrollar por extenso en su reciente edici6n del Monogenes y que ha de tenerse en cuenta para buscar el rastro de Porfirio: incluso de l1aber utilizado una fuente pagana original, Macario no se limit6 a transcribir objeciones, sino que las reelabor6 personalmente en el contexto de su obra. Finalmente, en 1978, se publica un trabajo fundamental de Andre Benoit en el que, ademas de proponerse nuevos criterios para Ia ordenaci6n de los fragmentos del Contra y valorarse criticamente tanto los antiguos como los nuevos fragmentos, se incide en Ia critica de Harnack y en el cuestionamiento del testimonio de Macario. Para Benoit, Harnack confunde en un buen numero de casos a Porfirio con Ia polemica anticristiana -muchos fragmentos parecen proceder de un "stock" de argumentos de procedencia diversa- y subraya el peligro de establecer Ia autenticidad porfiriana de un pasaje an6nimo por un paralelismo argumental con el texto de Macario'BB. Harnack, segun Benoit, ha procedido en este aspecto como Ia tradici6n patristica, que, considerando a Porfirio como el mas terrible de los adversarios del cristianismo, ha tendido a atribuirle Ia paternidad de todos los argumentos anticristianos. Pero el autor frances reserva sus criticas mas duras para Ia ordenaci6n de los fragmentos por parte de Harnack en las ya citadas cinco secciones, ordenaci6n que tacha de "plan arbitraire et mal justifie", incluso contradictorio con los datos que nos proporcionan los fragmentos con referenda expresa a un libro del Contra Christianos, que han de sumarse a Ia noticia de Ia Suda de que Ia obra original estaba integrada por quince'"". Benoit y, mas tarde Barnes'"", nos ofrecen una sinopsis de los datos proporcionados por estos siete fragmentos, que constituyen hoy por hoy nuestra unica fuente de informaci6n sobre Ia estructura del tratado de Porfirio. Citamos los libros con numeros romanos:

'"

7

tHH

I

Disputa entre Pedro y Pablo en Antioquia. Fr.39 (21a H) [=Hier. in Gal. Prolog.l.

III

Critica a Ia exegesis aleg6rie
IV

Dataci{m de Moises. Fr. 22 (40 H) [=Eus Chrorz.Fr., apud Hier. cbron. a. Abr., praef. 8.1-7].

La critica porfiriana estaba basada en el texto biblico, as! como en los prohlemas exegeticos y cronol6gicos que comportaba su interpretacion. - En este sentido su ataque se aparta del de Celso y se ajusta al cristianismo de finales del siglo III, mas condicionado por Ia autoridad del canon bihlico. Cabe ohservar, con Benoit, con respecto allibro XIII que, dado que sabemos por Jer6nimo que era el libra XII el que estaba dedicado a Ia critica de Daniel, es posihle que el copista haya escrito XIII en Iugar de XII (fr. 37) o que efectivamente el libro XIII tambien se ocupara del comentario de este profeta. Nuestra ignorancia sohre los lihros V-XI es absoluta. Con todo, Barnes sugiere que podrian haber sido ignorados por los autores cristianos por haber estado dedicados a defender Ia literatura, Ia cultura y Ia religion griega. Para ello recurre a Ia interpretacion de Ph. Sellew de uno de los nuevos fragmentos, procedente del Comentario at Eclesiastes de Didimo 192 : Porfirio habria practicado Ia exegesis alegorica en su linea hahitual polemizando contra Ia alegoria cristiana. Para terminar, y ante este panorama, parece del todo coherente Ia propuesta metodol6gica de Benoit: dada nuestra ignorancia sobre Ia estructura del Contra Christianos y para evitar una clasificacion arbitraria de los fragrnentos, parece ac;onsejable ordenarlos alfabeticamente por autor, aun manteniendo a titulo convencional Ia numeraci6n de Harnack. A estos efectos, Benoit propone una tabla recapitulativa de fragmentos, de acuerdo con esta ordenaci6n, acompaiiada de una valoraci{m indiviclualizada de acuerdo con tres parametros: Ia atribuci6n del fragmento (Porfirio, Porfirio y otros polemistas paganos o polemistas an6nimos), Ia naturalez:t del textil (cita explicita o mera alusi6n) y el valor del fragmento (autentico, probablemente 195 porfiriano o procedente del "stock" general de Ia polemica anticristiana) .

[Eus. PE 1.9.20-21].

IV

Datacion de Moises. Fr. 16 (41

XII

Dedicado a Ia critica del lihro de Daniel. Fr.30 ( 43a [Hier. in Dan., prolog.l

XIII

Discusi6n de Ia "abominaci6n de Ia desolaci6n" del profeta Daniel (9.27). Fr. 37 (44 H) [Hier. in Matth. IV (24.16 s.)].

XIV

Ataque de Ia ignorancia e incultura de los evangelistas. Marco cita Malaquias 3.1. como Isaias. Fr. 52 (9a H) [Hier. tract. in Marc. 29-3'5]

H)

A partir de estos datos parece obvio que Ia organizaci6n de Harnack no pretende en modo alguno ajustarse a Ia distribuci6n original de Ia obra de Porfirio, sino que obedece mas bien a un criterio personal en funci6n del contenido de los fragmentos191 En lo que se refiere a Ia estructura del Contra Christianos nuestra ignorancia es, obviamente, manifiesta, de modo que hoy por hoy s6lo cabe aiiadir a los datos ofrecidos en el cuadro las siguientes consideraciones:

H)

R. Goulet ( 1977l.

La reinterpretaci6n mas extrema de los problemas del Contra Christianos de Porfirio se Ia dehemos, sin emhargo, a P.F. Beatrice, que ha dado a conocer sus planteamientos en una serie de articulos publicados entre 1988 y 1995. La arriesgada hi p6tesis -o mas bien cabrfa hablar de "las hip6tesis"- de Beatrice afecta no ya al contenido o a Ia estructura del tratado de Porfirio, sino a toda Ia producci6n del fil6sofo de Tiro, ademas de implicar de paso un replantemiento de Ia polemica anticristiana durante los siglos IV y V. R. Goulet ha resumido recientemente en un sesudo trabajo todos los aspectos de Ia nueva propuesta para someterla, acto seguido, a una refutaci6n pormenorizada y completa ''14 Segun Beatrice es un grueso error hablar del Con1 '' 1

A. Benoit ( 1970) 26.,-264. Sin embargo, ad mite que las ohjeciones del Adversario pueden ser considerada.s pn>bahlementc porfirianas.

'"" A. Benoit (1978J 266. Cf. test. III (Suda II 2098[417H Adler]J. Para las cinco sen:ioncs de Harnack vid supra p. 31. '"'' A. Benoit (197H) 26'i; T.D. Barnes (1994>.62-63.

- 3H-

---------------------·-·

Benoit apunta Ia incongruencia de induir, por ejemplo

el fragmento '12 (9a H), qul' aludL" allibro XIV,

Uentro de Ia primerd secci6n. 192

Para este fragmenlo vid. infra pp 94-9'i. Cf. Ph. Sdlew 09H9J

19-'

A. Benoit 097H J 266 y 270-275.

19 '

R. Goulet (2004J 61-109.

-59-

r PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS

tra Christianos de Porfirio. Los fragmentos recopilados por Harnack -excluidos, eso si, los de Macario Magnes-, enriquecidos con aportaciones posteriores como Ia de los que proceden de Ia supuesta Cr6nica, han de sumarse a los de otras obras porfirianas tenidas hasta ahora como independientes, entre elias Sohre Ia filosofia de los oraculos, Ia Carta a Anebo, el flEpl ciyaA.whwv, el De regressu animae, el tratado en seis libros Sabre Ia materia y los cuatro libros del De ahstinentia. Todos ellos penenecerian a Ia misma y (mica ohra anticristiana salida de Ia mano de Porfirio, cuyo titulo seria Sohre lafiloso.fia de los orii,culos. Esta obra, traducida a! latin por Mario VicH>rino, es Ia que integra los celebres libri Platonicontm leidos por Agustin en Milan, seria Ia principal fuente anticristiana de Arnobio y se corresponderia con los tres libros "vomitados", segun Lactancio, por el polemista pagano que colabor6 en Ia persecuci(m de Diocleciano 19'. Por lo tanto, con estos presupuestos resultaria absurdo plantearse una edici6n del Contra Christianos no ya en Ia linea de Harnack, sino en cualquier marco que no sea el de sumar este diverso material textual para reconstruir esa (mica obra anticristiana que seria, para Beatrice, el tratado porfiriano Sohre la.filoso.fia de los oracu./as. Obviamente resulta imposible reproducir aqui en todos sus detalles los argumentos Y contraargumentos que avalan o echan por tierra una tesis tan radical, para lo que remitimos a] lector interesado a] citado trabajo del profesor Goulet. Las argumentaciones afectan al numero de libros que Ia tradici6n atribuye a los tratados de Porfirio, a Ia pervivencia de Ia obra de nuestro fil6sofo durante el siglo IV, a Ia naturaleza y al contenido que las fuentes atribuyen al tratado o tratados de Porfirio, a las citas, y consideraciones de Agustin de Hipona, al grado de fiabilidad del propio titulo KaTa XpwTwvwv y a si ello implica o no Ia existencia de una obra individual tal como lo entiende Ia inmensa mayoria de los especialistas, al valor que cabe atribuir a los siete fragmentos de Harnack que aluden a un lihro preciso del Contra Christianos -asi como a Ia noticia de Ia Suda-, a Ia interpretaci(m de todos los pasajes eusebianos en los que se cita Ia Filosofia de los oraculos, al valor del testimonio sobre Porfirio de Teodoreto, a Ia propuesta ya citada de ampliar el numero de fragmentos a partir de obras tenidas originariamente por diferentes, al problema de los "Piatonicorum libri" del libro X de La ciudad de Dios de Agustin, a Ia cuesti6n ya comentada del polemista an6nimo de Lactancio y, finalmente, a Ia discusi<>n de otros muchos pasajes de autores diversos con valoraciones de Beatrice que Goulet considera err6neas. Lo cierto, despues de semejante derroche de sutilezas argumentales, -y en ello coincidimos con Ia valoraci6n del profesor Goulet, expresada en terminos inusualmente duros-'w' es que una tesis tan revolucionaria para los estudios porfirianos carece de cualquier prueba minimamente s6lida y verificable, deja el regusto amargo de haberse dejado enredar en una selva de hip6tesis y supuestas coincidencias "geniales" que no conducen a ninguna parte. Aunque en alguna publicaci6n reciente asoma aun Ia postura tradicional de volver Ia linea de Harnack y asumir como porfiriano el material de Macario Magnes 197 , Ia ulttma gran contribuci6n a los estudios sobre el Contra Christianos se mantiene en Ia linea critica que ha predominado desde los afios setenta, y es Ia edici6n en dos vol(tmenes de Monogem!s de Macario a cargo de Richard Goulet. El rrimero de ellos es una monografia en toda regia sobre Ia obra de Macario y, por lo tanto, pasa revista

l.NTRODUCCI6N

con detenimiento a todos los problemas que afectan a los fragmentos presuntamente orfirianos contenidos en las objeciones del Adversario pagano. La postura del estu frances es, a este respecto, sumamente prudente. Macario -es evidente- no ota literalmente a ningun autor previo, sino que reelabora las argumentactones paganas en funci6n de sus intereses apologeticos y literarios. Ahora bien, el tono empleado or el Adversario, Ia propia dinamica di;tlectica de Ia obra y determinados rasgos de vienen a demostrar, segun Goulee"", que tampon> se inventa las ohJectones: em plea una fuente concreta y esta fuente ha de datarse con tod.a prol?ahthdad a fmales del siglo III'''". El grave problema es, evidentemente, Ia tdenttftcaCion de esta fuente. Descartada las tesis de Celso, Juliano o Hierocles, y descartada por improbable, Ia del fil{Jsofo an{mimo de Lactancio, Goulet defiende que Porfmo presenta Ia candidatura mas fuerte 200 Objeciones tradicionalmente presentadas contra hip6tesis han de considerarse superadas, entre elias Ia afirmaci6n del Adversario de que han pasado trescientos afios desde que Pablo predijo Ia inminencia de del hn del mundo, lo que vendria a situar Ia fuente pagana a mediados del stglo IV: para Goulet no hay incompatibilidad con las fechas de Porfirio, pues Macano, que rehacc las argumentaciones y no cita literalmente, se limita a adaptar el dato a Ia referenoa de su epoca"". A favor de Porfirio tenemos, por el contrario, Ia enorme proxtmtdad entre sus argumentaciones y las del Adversario de Macano, con todas las Y reservas que cabe plantearse al respecto (existencia de fuentes comunes, obJectones clasicas 0 de caracter muy generico, etc.), aunque hay que tener en cuenta que el conocimiento de los argumentos porfirianos no fue nunca a traves de Ia lectura dtrecta de Ia obra. Aun asi Ia cuesti6n queda abierta y se afirma explicitamente que hoy por hoy resulta imposible identificar Ia fuente pagana de forma demostrativa. Son,, sin embargo, datos complementarios de gran interes los indicios que apuntan al occidental del Adversario y a Ia probable presencia de vestigios porfmanos no solo en las objeciones del Adversario, sino en las respuestas de Macario. En todo caso, a Ia hora de realizar Ia valoraci6n critica de los fragmentos de Harnack Y de buena parte de los nuevos fragmentos -valoraci6n complementaria de Ia de Benoit Y de gran :meres para conocer el estado actual de nuestros conocimientos sohre, el Contra Cbns e1 estudioso frances se mantiene, como decimos, en los lumtes de Ia prudencia dada Ia falta de evidencias demostrativas, se opone a utilizar las objeciones del Mon;1genes como fragmentos del Contra Christianos y elogia Ia _actitud "tres sage" de Harnack, que nunca pretendi6 editar ipsissima verha de ettaran como tales, sin mas explicaciones, los fragmentos de su colecoon . Solo la tdentificaci6n y e1 estudio de nuevos fragmentos permitira avanzar en este terreno.

c) Los nu.evos fragmentos En efecto, Desde Ia aparici6n de Ia edici(Jn de Harnack se ha ido engrosando lenta, pero incesamente, el numero de los fragmentos que reclaman ser incluidos con pleno derecho en una edici6n actualizada del Contra Christianos de Porfmo. Con todo, como cabia suponer, Ia valoraci6n critica que estos merecen dista mucho de ser iden-

'''" H.

Goulet

(2003l I 7'5ss.

'"'' R. Goulet (2003l 1 100-103

''" Vid. supra pp. 30-:\1 , 3G-37. '"' Cf. R. Goulet (2004) 62. J•X, R. Goulet 197

(2004) 104.

Cf. J.G. Cook (2000).

201

H. Goulet (2003) I 127.

202

R.

Goulet

I

13'5 -41-

r !


como "Ia secci6n sobre los judios", pues fue Fikm, no Porfirio, el au tor de un con ese titulo, segun Ia noticia de Origenes"'- J. Sirinelli y E. Places, en Ia edtnon 212 ·omentada de Ia obra de Eusebio, lo creen tambien asi. Benoit y Goulet nmstdec . d l , Ch . . .W ran, por e1 contrario, que los tres pasaJeS proceden e Contra . nsttanm ·

tica. De hecho, A. Benoit y R. Goulet los induyen con juicio desigual, junto a los fragmentos de Harnack, en sus tablas valorativas 2""· A continuaci6n ofrecemos las referencias precisas sobre estos nuevos fragmentos, desde los addenda del propio Harnack en 1921, respetando el orden cronol6gico de puhlicaci6n de los articulos.

4. F. Altheim, R. Stiehl (1961). Ambos autores creen haher descuhierto el rastro de na traducci6n siriaca de Porfirio en textos arahes (a\-Biruni) y siriacos (Bar Hebreo). articulo los recoge en traducci6n alemana. Seg(m esta tesis procederia de Portirio Ia identificaci(m entre e1 Asuero hebreo y el Artajerjes griego, asi como Ia htstona de las burlas que sufri6 Origenes por parte de los paganos en aldea. Dado e1 enorme escollo lingtiistico, Barnes se muestra very doubful , que Benoit y Goulet evitan hacer valoraciones hasta que se hag.a pro.fundo de los fragmentos 21 ''. Si bien es sumamente dudosa la ftltanon porfmana Ia fuente arahe, J.G. Cook 2 " ha defendido Ia de Ia transmitida por Bar Hebreo -Ia referente a Ia predicaci6n de Ongenes- que ya habta sido recogida en un pasaje de Ia Cr6nica de Miguel el Sirio. En el fr. 107 ofrecemos 1a traducci{m de los pasajes del Miguel el Sirio y de Bar Hehreo.

1. A. von Harnack ( l92I> 2'". Cinco afios despues de su edici6n, Harnack propane completar Ia colecci6n con cinco ffagmentos mas, en latin, a partir del estudio de una cadena exegetica. Los toma de una nota inserta por Fr. Feuardent (Feuardentius) en su edici6n del Aduersus haereses de S. Irineo, aparecida en Colonia entre 1'595 y I '596. Feuardent encuentra estos textos en un manuscrito de Verdun, hoy perdido, que contenia una catena (extractos de comentarios agrupados segun el texto que explican) con "respuestas" a ohjeciones planteadas contra los cuatro Evangelios. Segun Feuardent provendrian de una extensa compilaci6n realizada por el obispo Victor de Capua (t554). Harnack intenta demostrar que Victor de Capua habria extraido estos fragmentos de una obra escrita Porfirio por Pacatus -que el identifica con Latinus Drepanius Pacatus, amigo del poeta Ausonio- a comienzos del siglo V. Los textos aluden, evidentemente, a Ia exegesis de los textos evangelicos. La critica ha cuestionado de manera unanime la filiaci6n porfiriana de estos supuestos fragmentos 20 '.

'5. J. Pepin (1964). En su monografia de 1964 J. Pepin considera q:tedeterminados pasajes de La Ciudad de Dios de Agustin en los que se exponen paganas contra el cristianismo sin atrihuci6n nominal remontan de hecho al Contra de Porfirio. Alguno de ellos, en clara alusi6n a J'orfirio, viene recogiclo en Ia edJCton de Harnack como testimonio -en modo alguno se trata de un fragmento de la obra, y ni siquiera ofrece informaci6n sobre su contenido-. En los demas nos_ tramos meramente con argumentaciones sobre Ia tmposthtltdad de Ia resurrecuon de

2

2. F. Jacoby 0930) "''. F. Jacoby dedica un apartado de su secci6n 260 (Porphyre) a la presentaci6n de unos fragmentos del Contra Christianos. Proceden de Eusebio Jer6nimo, Macario Magnes y Agustin y estan incluidos en Ia colecci(m de Harnack hecho se les cita tamhien por Ia numeraci6n del aleman). La (mica novedad con resrecto a Ia edici6n Harnack afecta a los numerados por Jacoby como 40-47, procedentes del Com.entario a Daniel de Jer6nimo (fr. 30), que aqui son citados con una extensi6n mayor y con alguna variante textual.

los cuerpos en la linea de los frs. 12 y 1022H'.

6. D. Hagedorn, R. Melkerbach (1966). Es el primero de tres fragmentos procedentes de los comentarios hiblicos de Didimo el Ciego que nos han proporctonado los papiros de Tura (siglo VI) 217 . El texto procedc del de ]oh_ (9.1 Ocd) Y recoge una argumentaci6n sofistica sobre Ia omnipotencia de Dtos y_la teonca potencia del creyente. El mismo argument<> aparece en Macano Magnes (fr._ 102), que puede ser considerado un dato decisivo para inclinarse por su autenttctdad. Ast lo hacen de hecho Benoit y Goulet, al igual que con los otros dos fragmentos pnKedentes de Didimo, que mencionamos a continuaci6n. Barnes senala que aunque el argument<> fue usado sin duda por Porfirio, Didimo no liene_ por que. transtm.· tiendo una cita textual de Porfirio, algo que, en nuestra opmton, podna dectrse de _Ia practica totalidad de los fragmentos de Harnack, por lo que se trata de una que carece de sentido dado el estado de conscrvaci6n del Contra Cbristianos-'"-

3. P. Nautin 0949-19'50) 207 Afiade tres fragmentos procedentes de Ia Preparaci6n EtJangelica de Eusebio que tradicionalmente han sido atribuidos a Ia Historia de Fil6n de Biblos'""- El primero trata del origen de las tradiciones fenicias y contiene una cita de Sancuniat6n que Porfirio traeria a prop6sito de los judios. Los fragmentos segundo y tercero no conciernen al origen de las tradiciones fenicias, sino a su contenido, asunto de gran interes para Porfirio por su paralelismo con las tradiciones judias: Porfirio estaria tratando probablemente el sacrificio de Isaac ( Ge. 22.2) y lo relacionaria con el sacrificio de Ieoud, el "hijo unico" y sobre ei poder benefactor atrihuido a Ia serpiente. En el caso de los dos primeros pasajes Nautin anade argumentos de caracter textual. Barnes 209 se mantiene en Ia tesis tradicional de atrihuir estos fragmentos a Fil6n de Biblos y son dos, a su juicio, los argumentos decisivos: Ia introducci{m al tercero de ellos (c'J 8E' aim:\<;), que parece indicar que Eusebio no cambia de fuente (supuestamente de Fil6n a Porfirio) 210 ; y, por otro !ado, Ia referenda expresa de Eusebio a un Sohre los judios, que Nautin se ve obligado a interpretar

rr.

cf. or. eels. 1.1 r FGH lll c' 790 fr. 9\. "' 1. Sirinelli, E. des Places, F Favrelk Ceds.), Htts<'he de Cesaree. La preparation

m

I-IX,

.1974-19H7, vol. I, pp.

lO.i

Vid. inf'ra

201

Cf. fr. 109 de c<..lici<'m Rcmitimo.'> alii allector pan1 una informacit>n mas detalb.da.

:\H-:l9

Goulet

lU

A. Benoit (197Hl 2(>7 y 272; R.

'"' Cf. T.D. Barnes (197.))
21 ''

T.D. Barnes C1973l 426-7. A. Benoil (197Hl 26H. R. Goulet (2003) I 150.

2 "'

21 '

C2003l I DO-El.

J.G. Cook Cl99Hl. Vid it({ra. p. "'' :1. Pepin (1')64) 4'i3, 1149, Aug. civ. XXII JL XXI! 12, XXI! 20; X 24, X 2R

FG11 II ll 260 fr. 3:\-61

w- P. Nautin 0949l .", ( 1949! "Le valeur ... " y ll9'i0l. Cf. fr. lH ue nuestra edici6n.

tesl. JOOl. Cf. K (;ou!ct

(2003\ 1 130-1.

"" Cf. FGH Ill C' 790. l 17

"" T.D. Barnes C1973l 426.

cf. fr. 9 de nucstra cdici6n.

"" T.ll. Barnes (]973) 427; A. Benoit (Jl)78) 26K y n. 1; It

"" Ens. PH I 10.4'1. Cf. etiam I 10.42.

-42-

i I

__ h--. ___

<_;oulet

(2003) I 130-2

r ;

INTRODUCCI(>N


7. G. Binder 0968). Es el segundo de los fragmentos de Didimo, en este caso de su Comentario at Eclesiastes (10.13) 219 El texto acusa a Porfirio, cuyas palabras se citan, de emplear Ia pareja homerica Aquiles-Hector para transmitir Ia misma idea que viene representada por Ia oposici6n cristiana entre Cristo y el Diablo. De este modo, seg(m el autor cristiano, el fil6sofo de Tiro gustaria tambien del metodo aleg6rico cuyo uso le reprocha sin embargo a los autores cristianos. Tanto Binder como el propin Barnes interpretan el pasaje como una parodia porfiriana del metoclo aleg(Jrico empleado por los cristianos en su exegesis de Ia Biblia 220 Ph. Sellew ofrece, por el contrario, una interpretaci6n noveclosa del pasaje. En su opini6n, Porfirio no s6lo no se burla del metodo aleg6rico, sino que defencleria Ia pareja Aquiles-Hector como un simbolo mas apropiaclo, por helenico, del conflicto espiritual representaclo por Ia oposici6n entre Cristo y el Diablo. El ataque de Porfirio no iria clirigido contra el metoclo aleg6rico, del que ei mismo es un conspicuo represcntante, sino contra el uso cristiano de este metodo -sobre toclo a partir de Origenes- a unos textos inadecuados para ello y por parte de unos interpretes que sobrevaloran Ia figura de Jesus y s6lo pretenden esquivar las contradicciones del relato biblico 221 . P.F. Beatrice hace una lectura muy personal del pasaje -cuyo texto esta bastante corrupt
8. M. Gronewald (1968). El tercer texto de (43.2) 224 • Se cita expresamente a Porfirio, del (Ef.L
Diclimo, del Comentario a los Salmos que se dice que "perdi6 Ia cabeza" de Jesus. El paralelismo es obvio con Testamento.

9. Chr. Schaublin 0970). En un breve articulo publicado en Museum Helveticum Christoph Schauhlin, animado por las recientes aportaciones de los papiros de Tura, propone Ia relectura de pasajes editaclos y relativamente bien conocidos para rastrear fragmentos del Contra Christianos. Como ejemplo de esta linea de trabajo clefiende Ia filiaci6n porfiriana del fragmento 71 del Comentario al Octateuco (ad Ex. 31.16) de Diodoro de Tarso (fr.13). En el se menciona que los paganos atribuyen a los juclios Ia conclici6n de "cronios" (KpovLKoi), con lo que Moises habria incorporado a Ia 21

22

'J

Cf. fr. 10 de nuesLra edicihn.

"

T.D. Barnes 0973) 420.

221

Ph. Sellew (19H9l.

222

P.F. Rea trice ( 199'5 ).

m

R. Goulet (2003) 1 145-147.

Uli

Cf. fr. 11 de nuestra edid6n

traclici6n de su pueblo los misterios de Crono, Ia circuncisi{Jn -asociada obviamente OLVLKTj irrTop[a) de Fil6n de Biblos, que traduce a su vez Ia de Sancuniat(m, y que constituye, como es sabtdo, una de las principales fuentes del fil6sofo de Tiro. El sincretismo religioso que refleja este fragmento 71 de Diocloro es uno de los principales rasgos de Ia obrJ del autor fenicio, de Ia que Schaublin proporciona alg(m ejemplo ilustrativo. 10. B. Croke (19H3). Brian Croke ha defendido Ia tesis de que habria que eliminar Ia Cr6nica del canon de los escritos de Porfirio, asi como de las futuras ediciones de Porfirio y de los fragmentos de los historiadores griegos. Segun su analisis -particularmente del fragmento en :.irabe que supuestamente constituye Ia unica cita explicita de Ia Cr6nica- todo parte de una incorrecta interpretaci6n de los textos. Mas aun, ademas de no haber ninguna eviclencia de que Porfirio escribiera jamas una Cr6nica, de las palabras de Jeronimo en su Comentario a Daniel, cuando enumera las fuentes para interpretar correctamente a! profeta 22 ', parece cleclucirse que esa obra no existi6 jamas. Por lo tanto, los fragmentos que en Jacoby estan astgnaclos a Ia Cr6niaP'' han de proceder de Ia LA.c\ao
III. EL CONTRA CHRISTIANOS: ARGUMENTOS Y LEXICO. Ya hemos senalado los criterios tematicos que llevaron a Harnack a agrupar los fragmentos en cinco grancles bloques, asi como las muy razonables criticas que se han 221

Hier. in Dan prol. H6-H')

21 "

FGH ll C 260 fr. 1-3, 31-32. T.IJ. Barnes (1994l Cf R. Goulet (2003l 1 3H, y (2004) 62.

22 " 21 "

Vid. supra. p. 160 n.210.

ll 9

Ofrecemos su traducci('m, no obstante, en nota al fragmento 107.

"" N. Nehes (J99Hl. 2·11

;...._ -·--

Cf. fr. 107 de nuestra cdici6n.


formulado con posterioridad a semejante clasificaci6n: en ocasiones incluso se contradice, como ha apuntado Benoit, con las escasas referencias a libros concretos que se conservan (siete en totaDz.u Ahora bien, con independencia de los criterios segui para Ia edici6n de los a los efectos de un estudio de las argumentaciOnes empleadas por Porfirio si resulta imprescindible una organizaci6n tematica del contenido, apoyada por consideraciones sobre el U:xico porfiriano (con todas las precauciones e incertidumbres propias de una reconstrucci6n que no se basa en citas literales y que esta condicionada por el intermediario, generalmente cristiano, que nos Ia informaci6n) 234 . Una reflexi6n de este genero nos devuelve una organizacton de los argumentos anticristianos mas 16gica y coherente, que obedece estricta y exclusivamente a razones conceptuales, sin conexi6n, en principio, con Ia ubicaci6n de los fragmentos en Ia estructura original de Ia obra. Proponemos, pues, a efectos de estudio contenido, Ia division conceptual del tratado en los tres campos semanttcos que stguen: I. Los textos sagrados como fuente de transmisi6n del cristianismo. II. La cristologia y el dogma cristiano. III. La comunidad cristiana: practicas y modo de vida. A cada uno de estos campos corresponden diferentes argumentos, que distribuimos tematicamente como sigue: I. Argumentos del primer campo: 1. Antiguo y Nuevo Testamento: tergiversaciones y falsificaciones.

2. Fuentes err6neas, inexactitudes hist6ricas y contradicciones de los autores del Nuevo Testamento.

3. El uso inapropiado de Ia alegoria. II. Argumentos del segundo campo: 1. La divinidad de Cristo. Politeismo y monoteismo.

2. El misterio cristiano: Bautismo, Eucaristia, Resurrecci6n.

III.Argumentos del tercer campo: 1. Ruptura con Ia tradici6n y falta de integraci6n civica de los cristianos.

2. La Iglesia: jerarquia de los fieles y de las castas sacerdotales. Lugares de culto.

. A pesar del estado precario y sospechoso en que nos han llegado las argumentaCJones, el con1unto de las referencias cristianas de Porfirio constituye una fuente de excepcional importancia para formarse un juicio respecto a los temas de interes del polemista pagano. Este corpus es su verdadera Biblia y, dado nuestro conocimiento fragmentario_ y secundario de Ia obra, una valiosa fuente de informaci6n. En Jo que respecta al lextco, SI exceptuamos estas citas literales, que proceden del texto biblico,

r

INTRODUCCION

Jo que queda es un grupo no muy nutrido porcentualmente de terminos griegos con acepci6n cristiana, entre los cuales el mayor numero de usos pertenece a los sustantivos23'. Con todo, es imposible establecer con una minima seguridad Ia linea que separa el vocabulario porfiriano del Jexico cristiano de quienes nos transmiten sus argumentos. Con estas reservas iniciamos nuestro recorrido.

Antiguo y Nuevo Testamento: tergiversaciones y falsificaciones. Los evangelistas son "inventores, no testigos" (fr. 60) de Ia doctrina de Cristo 2

(EEupETac; oux '(aTopac;). Tal es Ia proposici6n central de Ia que parte Porfirio Y' para

justificar su critica a los textos biblicos. Para el fil6sofo de Tiro, las Sagradas Escrituras no son sino un conjunto de falsedades, contradicciones e inexactitudes, expresadas, por lo demas, en un lenguaje cargado de supercheria, y exageraciones tendenciosas y deliberadas. La literalidad un tanto arbitraria y desproporcionada de multiples pasajes sirve a Porfirio para sostener c6modamente su critica. Por ejemplo, respecto a Ia calificaci6n de "mar" dado allago Tiberiades por Mateo (fr. 70), declara abiertamente que el evangelista ha rebasado los limites de Ia realidad, contanclo una historia totalmente ridicula TOLVUV Tf)S a,\Tj8E[ac; TTOAV b McipKOS aoopa yEAOLWS TOlJTO auyypciEL TO iJ.U8EU)W). En Ia misma linea esta el relato de Marcos (fr. 70), cuando se refiere a Ia tempestad que Cristo logr6 parar, haciendo creer que salv6 del abismo a sus discipulos de forma milagrosa. Textos como estos nos permiten calificar el Evangelio de "mero artificio escenico" (aKT)VJlV awoWIJ.EVTJV). AI relata de Ia Pasi6n se le califica de ficci6n incoherente (fr. 60), pues los evangelistas no han siclo capaces de narrar "conforme a Ia verdad" (Kan't ciA.J18ELav) de que forma muri6 Jes(ts y, por tanto, no han hecho sino crear una "patrafia" literaria (rravTcirramv Eppm\J08TJaav), de lo que se deduce que en el resto de los casos no han contado nada que merezca confianza (rrEp\. TWV ,\otrrwv ou8Ev EaaJ1vwav). Los juicios de valor del polemista sobre el estilo y el contenido de las Sagradas Escrituras hablan por si mismos, en un lexico que no admite matizaciones al respecto. De los ap6stoles dice (fr. 26) que no son mas que "gente mda y pobre" (homines rusticani et pauperes), gente que se dejarian seducir (fr. 34) por el primero que sepa sacar partido de su incompetencia intelectual ( inrationabiliter quemlihet vucantem hominem sint secuti). De las posturas contrapuestas de Pedro y Pablo ante el dificil problema del acceso de los gentiles al cristianismo (frs. 28, 39, 42, 43 y 46), el polemista concluye que los dogmas que propugnan ambos no son mas que autenticas ficciones ( uolens et il/i maculam inuere), producto de Ia falta de caracter de uno y de los errores del otro. Por Jo demas, hay un uso no disimulado de sarcasmo en expresiones como las siguientes, referidas a Ia "dialectica" de los evangelios: ED Ti)c; cirrm8Eua(ac;, ED Ti)c;

2·"

J.M. Demarolle 10970) 199-200) hace notar que el usn de los sustantivos por encima del de los verhos y adjetivo.s, revela una orientaci6n m
respecto a los tratados de Celso y Juliano. 2

"

H.'\ 234

Vid. supra p. j8.

l:'R)

En adelante nos referiremos a Porfirio como el autor de todas las argumentaciones contcnidas en los

fragmentos. Admita.senos tal proceder. por motivos de economla expres1va, aunque seamos consdentes de Ia inseguridad de Ia atribuckm porfiriana en Ia mayor parte de los casus.

vease a este repccto el caritulo anterior. Para criterios seguidos en esta edici6n uid. infru PP 59-63. Hay que utilizar, pues, con suma cautela trabajos como el dt:' J.M. Demarolle (1972).

-47-

___ i.__

PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS KWjlLKTjs rrAcivl)s "jQue estupidez! jQue c6mico extravio'" Cfr. 6H); w jlU6os, wA.Tjpos, w yEAWS ovTws rrAaTus "jQue historia! jQue tonteria! jQue ridiculez tan enorme!" (fr. 68); EV yE Tfjs ovTws woE Twv f'rrwciTwv "jQue necedad Ia de estas palahras!" (fr. 80l.

La opini6n que le merece el Evangelio queda desglosada en expresiones como las siguientes: TOLOUTov yEAo(ou llTJxavrjjlaTa, al TLDV 6EciTpwv GKT)VGL (wypaoum, "Semejante puesta en escena -recursos para provocar Ia risa- es propia de las representaciones teatrales" (fr. 80); ou yEAciaETm jlEya TO aT6jla PTJYVVjlEVOS; ou KayxciaEL Ka6cirrEp EJJ 6UjlEAlJ 6EaTpou; ou AE(EL KEpTojlwv, aupLEL aoopLITEpov; va a reirse a carcajadas como si estuviera en el teatro' ,;No va a lanzarle improperios? i.No va a silhar con todas sus fuerzas?" (fr. 76); EK TOLOUTWV rrmotKwv laToptwv "par historias infantiles como estas ... " (fr. 70); Kal TauTa jlEV Vl)TILOlS Kp(vELv rrapaxwprjawjlEV, "dejemos a los ninos estos asuntos para que los juzguen" (fr. 6R); TauTa yap ouK civopwv, a,\.,\.' ouo' 011Elp01TOAOUVTWJJ yvva(wv Tel jlU6apta, "estas son historietas impropias no ya de hombres, sino de mujeres interpretes de suenos ... " (fr. 94); llETPL4J jlEV ovv yE'A.wn TOUTO TO AE/,;(otov rrapaxwprjawjlEV, "dejemos de !ado este asunto con Ia sonrisa que se merece" (fr. R7), comentario que se entiende en justa revancha a lo irracional del relato.

ov

Fuentes err6neas, inexactitudes hist6ricas y contradicciones de los autores del Nuevo Testamento. Cada uno de los evangelistas recibe acusaciones que van desde Ia mentira hasta Ia ignorancia. A las acusaciones digamos personales, se suman las contradicciones de las diferentes versiones que presentan los textos respecto a un mismo relato y, finalmente, las incongruencias del texto en si mismo. Par ejemplo, Mateo es acusado de "falsedad" respecto a las dos genealogias de Cristo (fr. 29). La ignorancia e incultura de los evangelistas se convierte en argument<> cuando reprocha a Marcos el haber citado a Malaquias como Isaias (fr. 33), hecho que le sirve para decir que "los evangelistas fueron homhres tan ignorantes, no s61o de cosas profanas, sino tambien de las escrituras divinas, que han atribuido a un profeta distinto el testimonio que se halla escrito en otra parte." (fr.52). Las contradicciones en el relato respecto a un mismo hecho son innumerahles y repetidas: en el fr. 53 se hahla de las diferentes versiones sobre Ia muerte de Judas 2 ' 7 ; en el fr. 61, de los desacuerdos en el relato de Ia pasi6n de Cristd 3"; en el fr. 68 se hace referenda a! diferente numero de cerdos que se ahogan en el !ago Tiberiades segun los testimonios de Marcos2i9 y Mateo 240 , para de paso subrayar Ia propia inverosimilitud de los hechos que se exponen, dado que una piara de dos mil cerdos en judea chocaba con dos argumentos obvios: primero, que en Judea el cerdo era considerado un animal impuro e indeseado; y segundo, que las dimensiones reales del citado !ago no admitiria un numero tal de animales. 2

1

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*'

Act.Ap. l.IH y Et•.Ma/1. IHS Et .1V. 19.33-34, quien fue el (minl que Uke que un soldado traspas(·, d costado de JesUs crucificado con una Ianza y qut: dt.: Cl sa!i(J y agua. 1

r

lNTRODlJCCI()N

Numerosos son tambien los casos de contradicciones internas: en el fr. 50, a prop6sito de Ia asistencia de Jesus a Ia fiesta de los Tahernaculos; en fr. 66, se pone cit: manifiesto c6mo Jesus rechaza Ia pasi6n a pesar de haher declarado "no temais a los que matan el cuerpo" 241 ; en el fr. 71, el polemista reline a prop6sito estas dos declaraciones de Cristo: "Los pobres siempre estaran a nuestro !ado, pero a mi no me ten15 dreis siempre" 212 y, por otra parte, "estare con vosotros hasta el fin de los tiempos"' Los fragmentos 79, 89, 90 y 91, estan cargados de incoherencias argumentativas, tales como: pervivencia del Universo a pesar de lo dicho en Mateo 24.14 (fr. 89); muerte ignominiosa de Pedro, a pesar de los privilegios supuestamente concedidos a su persona (fr. 79); decapitaci{m de Pablo, a pesar de lo asegurado en Hecbos 18.19-20 (fr. 90); y ausencia de Cristo, cuya segunda venida se anunciaha "desde trescientos aiios y mas" (fr. 91 ). En conjunto, Ia critica que dirige Porfirio a los aspectos doctrinales del cristianismo estaha basada en el analisis riguroso de los textos sagrados, con toda Ia tendenciosidad que se quiera 214 . El polemista sabia hien cuanto partido podia sacar a sus argumentaciones anticristianas con este metodo. Se trataba, ante todo, de poner de relieve hechos como los siguientes: Ia fragilidad del cristianismo como doctrina reciente, y, por tanto, desprovista de Ia autoridad nacida de una larga tradici6n religiosa Cfrs. 4, 15, 4RJ 14'; Ia base irracional y carente de 16gica de Ia doctrina cristiana, plagada de profecias y argumentos insostenibles como tales (frs. 15, 19, 34); Ia ignorancia y vulgaridad de Ia gente a quien iba destinada las doctrinas cristianas (frs. 20, 25, 26, 27, 45, 51); y, en conjunto, Ia falta de credibilidad, basada en las contradicciones, conflictos, y pugnas que dejahan asomar los propios autores de los textos sagraclos asi como los miem246 bros de Ia comunidad cristiana (frs. 28, 39, 42, 43, 44, 46) • El mayor numero de fuentes err6neas e inexactitudes hist6ricas de las Sagradas Escrituras corresponde a los fragmentos que Harnack incluia en su segundo bloque tematico: las criticas a! Antigua Testamento (frs. 16, 22, 24, 30, 37, 110, 111). Especialmente destacables por el peso de sus argumentaciones son el 22 y el 24, procedentes de Eusebio de Cesarea (el fr. 22, a traves de Ia traducci6n de Jer6nimol, y el 30, de Jer(mimo. En el fr. 24 el polemista mantiene que Origenes habria sido capaz de ocultar que las palabras de Moises y otros escritores del Antiguo Testamento eran en realidad misterios a Ia espera de Ia llegada del cristianismo para una completa explicaci(m; en el fr. 22 se afirma que Semiramis, Ia famosa reina asiria, vivi6 setecientos anos despues de y 150 antes que !naco, es decir, que Moises vivi6 unos setecientos cincuenta aiios antes de Ia Guerra de Troya; y en fr. 30, procedente de Ia extensa refutaci6n de Porfirio que es el Comentari a Daniel de Jer6nimo, nuestro autor sostiene 211

E11.Matt 10.2R.

42

Hv.Matt. 24.36.

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l-1:'>

Et'.Matt. 2R20

l·i'f

A veces muy obvia, lo que lleva al interprete a una lectura forzatla del texto evangelico. Con todo, lo burdo de algunas acusaciones atribuidas al autor pagano arroja serias dudas .sohrc Ia cxactitucl del autor que transmit<: el presunto argumento "porfiriano." por ejemplo, el reprochc tle "incom-

petencia" dirigido contra Jes(ls en fr. 31).

'·"' Ev.Marc. 5.1-20.

'" Cf G. Rinaldi (!99R) 392-396.

'"" El'.Ma/1. H.2R-34.

'"' Cf. G. Rinaldi (] 99R) 4H9-493.

-·1H-

- 4')-


brillantemente que Daniel, lejos de ser un profeta de los tiempos de Ia cautividad judia en Babilonia, encubre en realidad una obra compuesta hacia finales o despues del reino del monarca seleucida Antioco Epifanes. Todas las argumentaciones porfirianas del fragmento pretenden demostrar que todo ello es en realidad una intencionada tergiversaci6n cristiana. Importaba sobre todo a Porfirio con estas criticas poner de relieve Ia coincidencia entre las religiones antiguas, griegas o barbaras, frente a las novedades introducidas por los cristianos. El juicio favorable respecto a Ia religi6n hebrea que asoma en el Contra Christianos, parece mas bien destinado a subrayar el descredito que a Porfirio le mereda la lectura que de los textos sagrados hacen los cristianos. Aun asi, a pesar de reconocer Ia antigi.iedacl de Ia doctrina de Moises, respecto a Ia Biblia Porfirio mantiene una postura mas bien esccptica. En el fr. 67 247 se afirma que las escrituras hebraicas son, en realidad, obras pseudoepigraficas, ya que los libros de Moises fueron destruidos en el incendio del templo de Jerusalen y reconstruidos por Esdras y sus colaboradores mil ciento ochenta afios despues de Ia muerte de Moises. Y el Comentario a Daniel de Jeronimo permite atestiguar una importante actividad critica de Porfirio respecto a! Lihro de Daniel, del que el fil6sofo pagano logr6 desvelar el caracter profetico post eventum (escrito, por lo demas, en griego), rechazando Ia interpretaci6n del texto basada en Ia cristologia y defendiendo Ia lectura de una epopeya de Ia resistencia judia contra Antioco IV Epifanes (fr. 30).

El uso inapropiado de Ia alegoria. La propuesta de Porfirio en este punto es que los mitos de Ia Biblia son demasiado banales e ineptos como para que en ellos se sustente una autentica filosofia, es decir, que los mitos de Ia Biblia no admiten el peso de una argumentaci6n filos6fica racional. Realmente Ia alegoria en manos de los exegetas cristianos no es mas que una tentativa de escapar a Ia pobreza argumentativa (J.l.OX81)p(a) de los textos sagrados (fr. 24 24) " a traves de argumentaciones incoherentes y que nada tienen que ver respecto a lo que verdaderamente dice el texto ... ciauyKAWCYTous KaL civapf!OGTous Tois- yEypaf!w'vms). Es el caso de las afirmaciones de Moises (nJ. EV ypa
INTRODlJCCI(>N

go (fr. 11) contiene Ia critica de Porfirio rcferente a las parabolas de jesus 249 _Y m;is aun: en el fr. 10 Porfirio da un ejemplo de los resultados absurdos de Ia t1polog1a cnstiana interpretando sarcasticamente Ia pareja Aquiles-Hector en Ia Jliada como imagen de Ia pareja jesus-el Diablo. De cualquier forma, el reproche que en estc punto Porfirio hacia a los cristianos tenia que ver con un procedimiento bien conocido y utilizado por el mismo: frente a un texto cuya significaci{m literal era imposible o absurda, Ia alegoria permitia salir del aprieto argumental y desvelar el verdadero sentido del texto. Sin embargo, mas que acusar al neoplat6nico de contradicci{m""', ha de entenderse que su proceder dista mucho de ser arbitrario: nunca queda cuestionada !a exegesis alegorica como tal, sino Ia inadecuaci6n de los textos biblicos para practicar sobre ellos semejante metodo exegetico. Asi se comprende que eJ mismo emplee Ia alegoria para interpretar Ia "poesia sagrada" helena. En estos terminos ha de interpretarse, en Ia linea de Sellew, el fragmento de Didimo proporcionado por los papiros de Tura que hemos numerado como fr. 102 " . Desde el punto de vista estrictamente lexico, contrariamente a Celso, el corpus usa las fuentes cristianas con gran precisi6n. Para designar el conjunto de los libros de Ia Biblia, utiliza el termino ypaerifo Apocalipsis de Pedro(' ArroKciAUl\>LS' TOU TIETpou, fr. 92). Esta precision en e] uso del vocabulario cristiano, de ser genuinamente porfiriana, obedeceria a un progreso critico en Ia exegesis de tales textos en Ia trayectoria que separa a Celso de Porfirio.

"" G. Rinaldi 099H) 263-264. "" Cf. M. Zambon (2002) 246-247, que suhraya el confltcto no resuelto en Porfirio a Ia hora de aplicar e1 procedimiento de Ia alegoria: el neoplat6nico incurriria en ciertas contradicciones y oportunismos dependiendo de si es un texto pagano o cristlano. "' Ph. Sdlcw 09H9).Vid. supra p. 44 l'1!

217

No parece 16gico atrihuir toda esta precisiOn tan s6lo a los autores que recogcn los supuestos

mentos porfirianos. El hecho de que las argumcntacionc:-. esten tan apegadas al text·o· de los r. . vangelios invita a pensar lo contrario, esto es, que en d original pagano, sea o no porfmano. las refe-

Cf G. Rinaldi (J99H> 64; 375

'" Cf. M. Zamhon (2002) 245s.s

rendas eran precisas

-"SO-

- "il-

r

INTRODUCCI(>N


La divinidad de Cristo. Politeismo y monoteismo. En este punto la "estrategia" de Porfirio consiste en revalorizar todo lo que de positivo se pueda encontrar en la tradici{m judaica para poner de relieve la torpeza e irracionalidad de ciertas pretensiones cristianas. La tesis fundamental de los cristianos, segCm la cual Jesus es el Logos divino, el hijo de Dios, es una incoherencia inadmisible. Lo irracional de la doctrina cristiana consiste en haber identitkado un individuo unico, personal y corporal con el principio divino. Una afirmaci{m asi conlleva que se identifique a Dios mismo con algo pasivo e irracional, cosa inadmisible para un neoplat6nico como era Porfirio. La doctrina de la encarnaci6n del Verbo (av8pwnos- fr. 105) implica que lo divino -en si mismo puro y santo- se vea sometido a cambio y, puesto que Ia condici6n de Dios est:i por encima de cualquier otra realidad, ese camhio s6lo puede entenderse como una disminuci{m, lo cual es contradictorio e il6gico. En ei fragmento 112 plantea Porfirio la cuesti{m desde Ia perspectiva del siguiente argumento de raiz estoica: si el hijo de Dios es un logos, o bien este cs "proferido'' (npooptK6s-) o bien es "interior" (E:v8Lci8ETO<;); y sino es ninguna de las dos cosas, noes tampoco un logos. Para empezar, pues, Porfirio niega Ia naturaleza divina de Jes(ts. Por otro !ado, su juicio sobre este como persona no esta falto de severidad, e incluso dureza, en ciertos pasajes: su presencia en Ia fiesta de los Tahernaculos, en Ia que habia anunciado previamente que no participaria, le vali6 Ia acusaci6n de hombre "inconstante" y "cambiante" ( inconstantiae ac mutationis) 2' 5 , aunque otras veces esta dispuesto a reconocer en el virtudes de un hombre superior. Pero, sobre todo, el polemista se muestra en contra de Ia representaci6n que de jesus hacen sus discipulos. En efecto, Ia distinci6n entre el Jesus hist6rico y el Cristo segun Ia fe de los cristianos jugara un papel importante a Ia hora de argumentar en torno a temas importantes de Ia apologetica cristiana, como es el de Ia resurrecci6n, segun veremos en el apartado siguiente. Respecto a! caracter heroico de Ia figura de Jesus, el tema de Ia Pasi6n es el mejor ejcmplo de Ia contradicci(m de su identidad como Dios. En el fr. 65, Porfirio argumenta que un "var6n sahio y divino" (aoou Kal 8E(ou civ8pos- J no puede "dejarse ultrajar como un hombre vulgar'' (ws- ELS' TWV EK Tpu\8ou xv8a(wv y que en una situaci6n tan humillante para un hombre singular como Jesus una actuaci6n comparable a Ia del celebre Apolonio de Tiana hubiera sido, cuando menos, Ia esperada. La imagen dolorosa y humillada de JesCts le parece mediocre y despro254 porcionada respecto a Ia esperable en un "hombre divino", en un 8ELOS' civT]p : victima de Ia fatalidad, pero con prestigio, y sublime incluso en Ia hora de Ia calamidad. De ahi que critique Ia aparici6n post mortem de Jes(ts ante una pobre mujer como Maria Magdalena en Iugar de hacerlo ante Pilatos o Herodes o que critique una ascensi6n que podia haber realizado ante todos, como corresponde a un hombre divino (fr. 1 l. Relacionado con Ia identidad de este Dios cristiano se halla el tema de Ia pretendida "monarquia" que, siguiendo Ia argumentaci6n de Porfirio (fr. 98), no es mas que un politeismo disfrazado: realmente no hay un solo Dios en el cristianismo; hay mas dioses, y de Ia misma naturaleza. Dios, dice Porfirio, no puede ser monarca mas que 2 2

'·'

Fr. SO. Cf. etiam fr. .'\')

"

Cf. !.. Bieler (1967).

si reina sobre seres de su misma naturaleza y de su misma especie, o sea sobre otros dioses, siendo esto lo adecuado a Ia grandeza divina y a Ia dignidad celestial. Adem{ts. Ia manera en que incluso los cristianos definen a los angeles, "impasihles, inmortales y de naturaleza incorruptible'' (cina8ELS' Kal ci8avciTous- Kal vaw ciScipTous- J lievaria tambicn a Ia conclusi6n de que son dioses; su esencia es igualmente divina: Ia respuesta de Cristo a los saduceos lo deja entrever claramente (fr. 99). De paso que justifica el culto a los idolos, las imagenes del paganismo (fr. 99), aduciendo que nadie puede confundir Ia madera de que esta hecho el !dolo con Ia naturaleza propia de Ia divinidad que Ia imagen representa, el fil6sofo de Tiro plantea de nuevo un perfil algo mas que incoherente de este ser divino cuando dice que si algCm griego es tan simple como para creer que los dioses habitan dentro de las estatuas, "mucho mas sano tiene, sin embargo, su juicio que el que cree que Ia divinidad penetr6 en el vientre de Ia Virgen Maria. que sc convirti{> en feto y que, una vez parida, fue envuelta en panales" (no,\Alitas que estas" (fr. 100). De Ia misma manera le parece inaceptable el asunto de Ia "encarnaci{m." i,C6mo es que Cristo ha llegado a revelarse tan tarde para los hombres, dejando privada durante tantos siglos a Ia humanidad de su bondad? i,Por que ha permitido que se pierdan tantas almas' Y, por supuesto, i,C6mo conjugar con una naturalcza divina, "impasible" wv), Ia de ese "Hijo de Dios" ({> TOU 8EOu ulc\s-) que muere en una cruz? (fr. 105). Jndependientemente de los problemas dogmaticos que supone para el polemista pagano Ia figura de Jesus ("Cristo" en otras ocasiones), Ia terminologia con que se refiere a el no suscita ning(m equivoco y se muestra en todo acorde con Ia usada por los cristianos. Los apelativos 6' IT]CJOUS' y (J XpwT<\s- hacen referenda indistintamente a Ia figura de Cristo. Sus seguidores quedan definidos mediante los terminos oi y oi si bien el primero de los usos es mas frecuente que el segundo, como en los mismos escritores cristianos. En relaci6n a! complicado tema de Ia virginidad, y a prop6sito de Ia presunci6n con que algunos alardean de el, el autor se refiere -una sola vez por cierto- a Ia madre de Cristo con este apelativo TJJ TE(GftEV\1 T<'w 'lrwouv, "Ia que pari6 a Jesus" (fr. 86). Jesus es presentado a menudo como 6 8L8ciaKaAOS' (fr. 72) y u KupLo<; (fr. 99l. Para situar Ia figura de Cristo en Ia Trinidad se usan dos expresiones, Ia primera mucho mas frecuente que Ia segunda: TTGLS' 8EOU (frs. 66 y 75) y CJ nos- (fr. 93). Pero notamos que algunos terminos referidos a ciertos aspectos de Ia vida de jesus, a pesar de traducir literalmente cl vocabulario cristiano, estan usaclos en un contcxto que deja aparecer cierta distancia o extraneza, y a veces incluso una clara ironia respecto a las propias realidade; que se argumentan. Es el caso de ci-ywv(a (fr. 60), nci8os- (fr. 60), Th na8ELV (fr. 62). Cuanclo se hahla del mensaje de JestlS, Ia ironi


r l

que a Porfirio Je merece este rito cristiano: "Esto, en efecto, no es que sea en verdad bestial y extravagante, sino mas extravagante que cualquier extravagancia y mas bestial que cuaJquier comportamiento bestial" (Toiho yap OU 8TJpLWOES' 6vTWS' ouo' anmov,

se emplea un vocablo determinado es claramente peyorativo: asi el verbo TIOLELV (fr. 80), aplicado a Ia capacidad que Jes(Is tiene para "hacer milagros", remite a! significado literal heleno de "hacer juegos de manos", "hacer magia."

ciA/.' TIGI'TOS' ciTOTIWTEpov KUL TIUVT<.JS' 8TJplWOOVS' TpOTIOU 8fJpl!uOEGTEp01').

En tercer Iugar, para un neoplat6nico como l'orfirio Ia doctrina de Ia resurrecci6n es un mal plagio de Ia tesis pagana de Ia reencarnaci6n. La resurrecci6n es sintoma de Ia vulgaridad y de Ia impureza de los cristianos, totalmente volcados hacia Ia materia e incapaces de acceder a una autentica comprensi{m de Ia realidad inteligible; el desorden, que esta en el origen de esta comunidad, queda expresado tambien en este dogma, que contraviene toda jerarquia relativa a un valor natural y razonable, situada entre lo sensible y lo inteligible.

El misterio cristiano: Bautismo, Eucaristia, Resurrecci6n. En el fr. 97, el polemista enjuicia Ia practica cristiana del bautismo bajo esta consideraci6n: "A partir de ahora ·i.quien va a dejar de atreverse a todos los males decibles e indecibles y de hacer lo que no es tolerable que se diga ni se haga, sabiendo que obtendra absoluci6n (dm\Aucnv) por tantas acciones infames tan solo con creer, bautizarse y esperar despues conseguir el perd6n (auyyVWjlTJS'l del que ha de juzgar a vivos y a mue1tos? Estas palabras invitan a pecar al que las escucha; estas palabras enseilan, una por una, a cometer actos ilicitos; estas palabras son capaces de desterrar Ia ensefi.anza de Ia ley y de hacer que Ia justicia carezca de todo vigor contra Ia injusticia; estas palabrds introducen en el mundo un estado de anarquia y enseilan a no temer en absoluto Ia impiedad desde el momento en que un hombre, con solo bautizarse, se deshace de un etlmulo de incontables crimenes" (orrc'>TE cioLKTJjlciTwv awpov jl6vov

Entre los fragmentos del Contra Christianos Harnack incluy6 dos testimonios relativos a Ia resurrecci6n de los muertos, sacados de las cartas de Agustin y de Macario Magnes: son los fragmentos 3 y 102. En todo caso, en estos fragmentos su autor argumenta con principios identicos a los que Porfirio expone en su De regresu animae, comentados extensamente por Agustin 2'<'. Dando por supuesto que el autor de tales argumentaciones sea Porfirio, era evidente que para el fil6sofo pagano Ia doctrina de Ia resurrecci(m estaba en contradicci6n con Ia naturaleza y el destino del alma. En efecto, en el De regresu animae Porfirio interpreta Ia entrada del alma en el cuerpo como un acto negativo de Ia materia, que debe terminar por devolver a] alma su capacidad para huir del mal y volver a] Padre 2 ' 7

dv8pwrros- cimlT(8ETm).

La valoraci6n es suficientemente explicita por si misma. Pero cabe hacer ciertas apreciaciones relacionadas con el uso dellexico empleado en el pasaje. No se emplea el termino sino dos verbos Cfr. 97): "lavarse" (cirroAouEa8m) y "bautizarse" ). En efecto, el uso de "lavarse" como sin6nimo de "bautizarse" implica un juicio moral negativo explicito, dado que en ambos casos Ia cita remite a un hombre que, cargado de fallos morales, con un simple rito higienico, se libra ipso facto de sus injusticias. Evidentemente, con tales afirmaciones, el bautismo noes mas que "una astuta invenci(m" de Ia cloctrina cristiana Eso si, en esta critica de Ia eficacia del bautismo como rito purificatorio, el autor de las argumentaciones, si remontan con una cierta fidelidad al original, da muestras de un preciso conocimiento de los terminos "tecnicos" relativos a Ia penitencia cristiana: cijlapT(a, y cirr6AUGLS' (frs. 97, 78, 97 y 97, respectivamente).

Conociendo bien como conocia Ia fuerza de esta doctrina, base de Ia fe cristiana 2 '", el polemista se preocupa de resumir en el fr. 102 todas las objeciones tradicionales existentes. Del conjunto de las argumentaciones expuestas destacan dos ideas principales: una, Ia contradicci6n con Ia idea de un Dios racional como principio del universo, principio que para Ia mentalidad de un neoplat6nico no puede ser interrumpido por Ia voluntad inconsecuente de ese mismo Demiurgo; otra, es, consecuentemente, Ia valoraci(m moral negativa que conlleva Ia imagen de ese creador, en cuanto permite Ia destrucci(m de su propia obra y de su criaturas. Dice Porfirio respecto a Ia resurrecci6n de los muertos (Tfjs- civaaTciaEWS' TWV VE Kpwv ): "Lo que Dios decidi6 una sola vez y se ha venido observando desde siem-

El rito cristiano de Ia eucaristia le produce a nuesto autor una especial repugnancia"'. Para ella comuni6n es un acto de canibalismo. A prop6sito de esta evoca como ejemplo mitol6gico el festin de Tiestes (fr. 72). El pasaje es interesante, ademas, por cuanto el aprovecharia de nuevo para unificar las diferentes cosmologias, teologias, etc. de cualquier pueblo, incluido el barbaro, por contraposici6n al pueblo cristiano, que el fil6sofo entendia como irr
Es una linea de pcnsamicnto y'J antigua en cl 3mhito cf. Iuv. XV

- S4-

INTRODlJCCION

pre conviene que asi sea para siempre y que no reciba reproches del Demiurgo ni que sea destruido como si procediese del hombre y fuese obra mortal erigida por un mortal. Luego seria il6gico que Ia resurrecci{>n siguiese a Ia destrucci6n del todo." Y mas adelante: "Y tampoco podria Dios hacerse malo jamas, aunque quisiera, y, por ser bueno, no poclria faltar a su naturaleza ... Considerad tambien cuan absurdo seria que el Demiurgo permitiese que desapareciera el cielo, lo mas divino que uno puede concebir en lo tocante a belleza, que cayeran los astros y que se destruyera Ia tierra, Y que, en cambio, resucitaran los cuerpos putrefactos y corrompidos de los hombres" (fr. 102).

2

1

.:;<

refiriCndosc precbamenle a Ia resurrccci6n. cita una afirmaci(m que aparcce una y otra vez en esta obra: omnc corpu ..,- esse fu,({iendum, u/ anima possil heata permanerf! cum deo (Porph. f)e

re;!_resu unimae 297 F Sm.

ciu. X 29.'i'i-7'i]). Cf. etimn. Porph. Marc. H; 34.

m Porph. De reuressu animue 29H F Sm civ. X 30) . .2'1H

CL Tert. lJe resurrectiorze carnis 1 fiduc:ia Christianorum resurrectio mortuun.tm.

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- ')')-

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! I

Estos son los argumentos. Respecto a! vocabulario, es importante observar los siguientes hechos: con el termino E'm8Tjf1(a (fr. 96) el polemista hace alusi6n a Ia venida de Cristo, sin mas. En Ia terminologia pagana, los griegos usaban este termino para las epifanias de los dioses, con un significado, por tanto, similar a! que encontramos en polemista pagano"'''. AI misterio de Ia encarnaci6n -a! menos seg(m el fr. lOS- le dedicaba Ia conocida expresi{m av8pwrros- yEVOf1Evos-. La segunda y esperada llegada de Cristo para el Juicio final, esta, sin embargo, traducida a conciencia en el termino estoico para el restablecimiento universal, drroKanicnacns-, (fr. 108: 8Lei TGlJTT]V ciTTC>KaTG 8(Kmos- Cfr. 96), (fr. 55), CJKav8aA.ov (fr. 76), TEAos- (fr. 89), (frs. 63 y 64) 2w y KTLCJLS' (fr. 68) 2'''. Tlpoa8oKw Cfr. 90) 262 y KaAW (fr. 96)'''' traducen tambien perfectamente los matices de Ia fe cristiana. Ademas de(> KTL (fr. 92) y de oupavoil KUL yfis- (fr. 93) para referirse a Dios, el corpus usa tambien calificativos tornados de Ia tradici6n cristiana, tales como (frs. 64 y 99), a¢8apTOS' (fr. 99) 2(,4 y AUTTOUfiE'vos-. Finalmente transcriben literalmente el significado cristiano expresiones como las siguientes: yEVEU (fr. 102), xapL
Ruptura con la tradici6n y falta de integraci6n civica de los cristianos. De los fragmentos se ohtienen respuestas interesantes respecto a Ia realidad de Ia comunidad cristiana perteneciente a! (Iitimo tercio del siglo III. En el fr. 62 se nos proporciona una cxcelente pista para hacernos una idea del caracter de las persecucioncs cristianas en sus inicios, cuando se afirma que Cristo no hizo nada para evitar los peores castigos a quienes le seguian, ya que si hubiera sabido imponerse ante todos --el Senado, el pueblo romano e incluso las autoridades judias- para que le creyeran, l'i'! :l(lll

l(ll

Es

cl

c1 termino

Tfl.:; dvcHndoEttlS' KrJi. CAtUaEu.Jo:;, ''Ia resurrccci(m y h1 venida que .se esperan··, en referenda a Ia incicrta esperanza de los seguidores de Cristo

261

'0 1-'-ilTE KAT]6E.LS' Tf)S' TWv XptcrTtavWv 0E61-LEVOS StpaTTElOS' ... , "el que no ha sido llamado necesita de Ia curackm que ofrecen los cristianos ... •·, en referenda a la vocaci6n cristiana.

'i

y no

Aunque Porfirio lo aplica a divinidades o seres intermedios. en tanto que en Ia tradici(Jn cristiana se

a plica, como es ohvio. a Dios y a su Ilijo, Jesucristo

- 'i(>-

En el fr. 90 se alude a los sufrimientos y a Ia muerte sufridas por los numerosisimns seguidores de Pedro y Pablo. El numero de los seguidores de Cristo era, en efecto, muy elevado en el momento de las persecuciones de Decio, sobre el aflo 250. de las que Porfirio pudo contemplar el desastroso y cruel desenlace en Ia comunidad cristiana; s6lo que, como bien hizo notar LabriolleM, el polemista se sirvi6 de este tremendo drama no para hacer una llamada de atenci6n a Ia piedad, sino para abatir una vez mas a sus adversarios: en el fr. 15 aparece un autor en todo conforme con los rigores oficiales aplicados a los seguidores de Cristo: ";_A que castigo no seria justo entregar a los que han desertado de las tradiciones de los antepasados .. .?" (oi TWV f1EV rraTp[wv ¢uya8Es-l. La desconJ1anza del fi!6sofo frente a esta nueva religi6n tiene que ver directamcntL con Ia dimensi6n p(Jblica del culto ejercido por Ia comunidad cristiana y, consecuentementr.:, con Ia importancia politica de esta practica religiosaH•'. El abandono de los cristianos de las costumbres de los antepasados se manifestaba, por ejemplo, en el rechazo al culto de las imagenes, rechazo que a su vez dejaba asomar el caracter un tanto grosero del pueblo cristiano respecto a! vercladero conocimiento del politeismo. Para Porfirio nadie en su sano juicio podria pensar que las multiples imagenes de los dioses son otra cosa que ofrendas vntivas, simples representaciones de un (mico Dios; pero el monoteismo hehreo y cristiano no supo ver Ia relaci6n de todas las realidades con esta realidad superior, que era Dins: incluso lleg6 a identificar a este ser trascendente con un ser mortal y determinado. Estas criticas a Ia peligrosa falta de continuidad con Ia tradici6n en Ia nueva comunidad de los cristianos se encuentran en Contra Christiano.,· alii clonde Eusebio pretende explicar quienes son los cristianos, y cual es su modo de vida, considerado este como una novedad (Tl ... TO Ka8' Kat TLS' (> VE<,>TEPLCJfJ.bs- Toil ya que ni observaba las costumbres paganas ni Ia de los pueblos barbaros. Los cristianos, ya lo hemos dicho, fueron acusados de abandonar las costumbres de sus antepasados (Twv TTaTpiwv cirroaTaVTES') para acogerse a las de los judios, aunque ni siquiera se mantuvieron fieles a estas, sino que fundaron un nuevo culto (fr. 1 5). En el fr. 24, procedente de Eusebio, cl tema se rcplantea desde otro prisma. Se crilica a Origenes, argumentando que mientras que Ammonio, cristiano de nacimiento, se habia adaptado, gracias a Ia filosofia, a una conducta conforme a Ia ley (rrpils- KOTO lJOfil>US' TTOAL TELGlJ ), este ha abandonaclo su formaci6n de hombre griego para arruinarse en Ia audacia barbara del cristianismo (rrpi>s- To Tl>Af1TJf1G), viviendo a Ia manera cristiana y contra Ia ley (KaTci TiJV XpwTwvws-

LaTUv.

Con el significado de "universo" TO. OTOlXEla fKTapriEm Tl] auyxUaEt Kal KTlcrtv OA11v djlaAhVvm n) "querfan trastornc.tr los elementos confundi<::·ndolos y destruir con su acci(m pcrniciosa toda Ia creaci{>n", .se nos dice en referenda a los demonio.s).

2 12 (

26

hubiera impedido que "condenasen a muerte por impios a sus fieles mediante decreto publico" 8l>yf1GTL KC>Lv0 KUTU\j!Tj
(wv Kat rrapaVOf1WS' ).

caso, por ejemplo, de Origenes (Cf. Or. Ft. itt Lam. 2H).

Cf. fr. 7(J, donde apan.:ce con el mismo significado

INTRODlJCCI(>N

La Iglesia: jerarquia de los fieles y de las castas sacerdotales. Lugares de culto. En lo que concierne a Ia vida de Ia comunidad cristiana a finales del siglo lll, el vocabulario de los fragmentos constituye una aportaci6n de datos no sin importan"'' P. de" I.ahriolle ( 194Hl .!

6

<1 En clio Porfirio compartia totalmente su critcrio con C:clso

-S7-

PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS 267

da . Temas especificos como las diferentes categorias entre las que se reparten los fieles, los diferentes grados de jerarquia sacerdotal o los tipos de recintos que utilizaban los cristianos para su culto, aparecen por aquf y por alia tratados a prop6sito de dertos juicios de valor, precisamente referentes a Ia forma de vida de Ia sociedad cristiana. Cuando se critica a Pedro como fundador de Ia Iglesia, se utiliza el termino EKKA'flCJ[a (fr. 76) en referenda a los miembros congregados en torno a Ia palabra de Cristo, a quienes llama 0.&,\ol. Con el apelativo b Xptanavos Porfirio -supuestamente- se refiere a todos los seguidores de Ia nuev'a doctrina de Cristo, ya sean los bautizados o simples catecumenos. Por otra parte, TTWTOS (fr. 79), en su acepci6n general, aparece como sin6nimo de "cristiano". Para hacer referenda a los dos grados de Ia jerarquia eclesiastica, Porfirio utiliza con conocimiento de causa los terminos ETTLCJKOTTos y (fr. 74). En efecto, dice asi el polemista respecto a las "propiedades" de Ia fe cristiana: "Repara en un dicho semejante a este y consecuente con el "si tuvierais una fe como un grano de mostaza, en verdad os digo que le diriais a ese monte ']evantate y arr6jate a] mar', y nada os lo impediria". Es evidente, pues, que el que no puede desplazar un monte con una orden no es digno de ser considerado de Ia hermandad de los fieles. Asi que convenceos claramente de que no s6lo el resto de los cristianos no se cuenta entre los fieles sino que tampoco ningun obi.1po o presbitero es digno de esta denominaci(m" (jl'flOE Twv E'maKorrwv ns TOUTov E'anv

Otro ejemplo mas respecto a este mismo tema, el de las cualidades de Ia fe cristiana, nos revela el uso correcto de dos terminos cristianos, referentes a Ia dignidad episcopal: y rrpoE8p[a (fr. 73)2('". Argumenta asi el polemista: "Examina tambien con detenimiento aquel capitulo en el que dice 'a los que creyeron les acompaiiaran estos signos: impondran las manos en los enfermos y sanaran; y si beben un veneno mortal, no les hara daiio.' Scria, pues, necesario que los clegidos para el sacerdocio y, sobre todo, los que aspiran a Ia dignidad episcopal rrpoE8p[as) se sumetieran a este procedimiento de selecci6n y se les colocara delante el veneno mortal con objeto de que prevaleciera sobre los demas el que no sufriera daiio por Ia bebida ponzoiiosa." Respecto a las practicas de los cristianos, los fragmentos hacen alusi6n, no sin indignaci6n por parte del apologista pagano (fr. 99), a los "grandes edificios'' (jlEy[aTOVS OLKovs) donde rezan los cristianos, aun pudiendolo hacer en sus casas, ya que "por supuesto, el Senor escucha en todas partes." Con ello imitan a los helenos en Ia construcci6n de temp]os (jlljlOUjlEVOl TllS KGTGCJKEVO'S T!DV vawv). Para terminar, en el corpus se usan a veces expresiones ambiguas referidas a Ia comunidad cristiana, en el sentido de que el autor hace referencia a sus practicas y 2 7 ('

Demarolle incidc en el uso de un vocahulario m{ls precbo en Porfirio respecto a Celso en los temas relacionados con Ia vida de b comunidad cristiana, y que t>ste nuevo w;o se puede interpretar como una orientaci6n difcn::nte de Ia polemica en ambo.., apologista,..,, sin descartar un

dato real: el progreso dd cristianismo como religi6n a loJargo del siglo III: cf. j.M. Demarolle <1972)

124 . .lt.H

Respecto al termino TTpoEOpla, Demarolle apunta que, a pesar de n::gistrar un uso correcto, s6lo est{! atestiguado en los cscritores cristianos tardios: cf. J.M. Demarolle (1')72) 124.

r INTRODUCCI(>N

modo de vida s6lo de forma aproximativa, a base de utilizar vocablos de significado no cristiano: no se sabe si conscientemente o por desconocimiento del vocabulario especifico en ese campo concreto a] que se refiere. Asf, para referirse a Ia prueha a Ia que habian de los elegidos para Ia dignidad sacerdotal, el polemista han: uso de esta f6rmula oi EKKpLTOL iEpwaUV'flS; o cuando se refiere a] conjunto de los fieles por medio de un termino no cristiano, con clara resonancia pagana en cste caso: paT[a. Para referirse a los fieles como grupo de iniciados, el polemista elige esta expresi6n Ti> TEAELWCJEWS (fr. 79): no parece que tenga en el rexto del fragmento el sentido de "sacramento"; mas bien se debe pensar que el termino esta usado a prop6sito para hacer referenda a ritos de iniciaci6n pagana, como los misterios de Eleusis y de Orfeo, que si conocia bien nuestro exegeta.

IV. NUESTRA EDICION. Dentro de poco mas de dos lustros, en 2016, se cumpliran los cien aflos de Ia edici6n de lo que supuestamente conservamos del Contra Christianos de Porfirio, nos referimos a Ia edici6n de Adolf von Harnack tantas veces citada. Y decimos "supuestamente" porque hay que ser conscientes de que Ia meritoria labor del profesor berlines (7 de mayo de 1851-10 de junio de 1930), aun cuando hoy dia es Ia edici6n de referenda para todos Ius estudiosos, consideramos que necesita una actualizad6n y revisi6n, segun se ha puesto de manifiesto en Ia secci6n dedicada al estado de Ia cuesti6n. No vamos a insistir en los argumentos anteriormcnte expresados, pero si en Ia idea de que no hemos de ver Ia edici(m de Harnack como un textus receptus, que se acepte sin mas, como si fuese un texto todo eJ surgido del calamo del disdpulo de Plotino. Como escribia en 1978 en su luminoso articulo Andre Renoit 2m, "on a parfois tendance •l considerer Ia collection de Harnak comme le <> sans se poser aucune question critique relativement a r authenticiti:· des fragments ou a leur degre de fiabilite"27<', y con este espiritu sometia a revisi(m ya entonces Ia edici6n de Harnack y proponia un nuevo metoclo de acercamiento al texto porfiriano que hoy dia, casi tres decadas despues, no podemos sino en su base suscribir. Como deciamos, Harnack y Ia mayoria de los estudios que le han seguido, ante una obra tan intcresante como Ia de Porfirio, no conformes con el enorme naufragio del texto porfiriano, del cual no nos han llegaclo mas que escasos restos autenticos, han optado pur acumular material que, aunque sea supuesto ceo lejano, pueda remontar a Porfirio, como si este hubiera sido practicamente el unico polcmista anticristiano del mundo antiguo, y en numerosas ocasiones sin que en el supuesto fragmento aparezca e] nombre del fil6sofo de Tiro, como es el caso de los fragmentos atrihuiclos a Anastasio Sinaita, Aretas de Cesarea, algunos de Agustin, Diodoro de Tarso, Nemesio de Emesa, o el que es mas importante, Macario Magncs. Digo que este es el caso mas impo11ante porque, de los 97 fragmentos aportados por Harnack en 1916, ":i2 procedcn supuestamente de Macario Magnes, sicndo basico, por tanto, Ia actitud que se adopte ante esta fuente, que, por otra parte, no cita en ninguno de los 2

"''

270

A. Benoit (]97Hl A. Benoit 097Hl 2(,2. -'i!)-

PORFIRIO DE

TIRo CONTRA LOS CRISTIANOS

r I

'i2 fragmentos a Porfirio directamente, sino que todo aparece en boca del ''Adversario" pagano. ,:Ahora bien, quien esta realmente detras de Ia mascara del "Adversario" de Macario? No vamos a insistir en lo ya expresado en e] estado de Ia cuesti6n, pero ante tanc tas posibilidades abiertas no se puede decir sin mas que inexorablemente detris de los testimonios de Macario esta Porfirio. Es una posibilidad, sugerente sin duda, pero nada mas.

INTRODlJCCI(>N

Los fragmentos que consideramos que presumiblemente podrian adscribirse a Ia obra en concreto serian: 4 (Hl H), '5 (79 Hl, 7 (H'5 H), 9 (-), 10 (-), 11 (-), 14 (12 H), 16 (41 H), 17
Los fragmentos que podrian ser calificados de autenticos procederian, a nuestro juicio, en su mayoria de .Jer6nimo y Eusebio, algunos de los testimonios de Agustin de Hipona, de Didimo el ciego, Teodoreto y Teofi!acto, entre otros. Lo demas (Macario Magnes, Anastasio Sinaita, Aretas de Cesarea, Diodoro de Tarso, Pacato, Nemesio de Emesa, etc.) no puede legitimamente, sin mas datos, adscribirse con creta mente a esta obra censurada y desdichadamente perdida.

Ofrecemos a continuaci6n Ia correspondencia entre Ia numeraci{m de los fragmentos de nuestra edici6n y Ia de Harnack.

Por tanto, se requeria, pensabamos, una nueva edici{m de Ia obra, con los nuevos fragmentos desde 1916 propuestos y con una nueva ordenaci6n, porque A. von Harnack orden6 los supuestos fragmentos por temas, no queriendo seguir el criterio de Lardner de ordcnaci6n por libros de Ia Biblia, mas esta ordenaci(m no resiste tampoco el mas minimo analisis. En primer Iugar porque las fuentes antiguas nos hablan de quince libros y bueno hubiera sido podcr agruparlos por ellos, pero de los fragmentos a estos libros atribuiclos s6lo tenemos citados con el numero del libro al que pertenecian siete, como ya expusimos, lo cual invalida esta posibilidad practicamente. En segundo Iugar porque tematicamente a veces, por los contenidos, determinados supuestos fragmentos podrian agruparse de otra forma, aparte de que se ponen todos al mismo nivcl de posible autenticidad. Como decia A. Benoit 271 , Ia organizaci6n del corpus de Harnack resulta, pucs, un tanto "arbitraria y mal justificada." Y decimos corpus porque es realmente lo que tenemos, una yuxtaposici6n de supuestos fragmentos atribuidos unas veces con mas raz6n que otra a Porfirio, pero que realmente se trata de una suma de textos atribuibles con certeza, pocos, a Porfirio y a esta obra concreta, y otros procedentes del "stock" de Ia polemica anticristiana, cuya cabeza mas importante fue l'orfirio, mas el no fue el (mico. Por tanto, hemos estimado preferible, como proponia en su dia A. Benoit 272 , ordenar los fragmentos, tanto los que consideramos autenticos como los de mera hip6tesis de los estudiosos, alfabeticamente por los autores-fuentes y ofrecer una recapitulaci6n sohre que fragmentos los editores consideramos con cierta fiabilidad que procederian del Contra los Cristianos de Porfirio, afiadiendo por supuesto los nuevos fragmentos propuestos desde 1916, conformando todo ello un corpus que no hemos querido desmembrar. Eso si manteniendo siempre como referenda, junto a Ia nueva ordenaci6n y numeraci6n de los fragmentos, Ia numeraci6n clasica de Harnack, porque seria injusto y poco filol6gico adoptar el criterio opuesto.

-

-

93

13

-

12 1 41 80 73 7 47 40 8 39 10 4 97 2ld 11 43 4'5 '5 9b 6 56 3 44

14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 3'5 36 37

Por ello, ademas, y para que el lector tenga aun mas datos para su juicio, hemos optado, antes de los fragmentos, por ofrecer una traducci6n de los "Testimonios" que Harnack aportaha en su edici6n de 1916, respetando el texto griego y Iatino que en aquel entonces ofrecia. En cuanto a las ediciones manejadas en Ia secci6n de los fragmentos las aportamos en Ia bibliografia correspondiente, siendo Ia aportaci6n sustancial respecto a Harnack Ia edici6n de los fragmentos que proceden de Macario Magnes, pues nos basamos en Ia reciente edici6n de R. Goulet. rl A. Benoit (J97H) 26H. 272

Harnack 6'5 66 92 HI 79 91 8') 46

Nuestra edici6n 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

A. Benoit 097Hl 26(>.

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_A-.___

-61-

r


14 21a 19 20 21c 22 37 2 21h 25b 82 49h 70 '5'5b 9a 17 '50 '51 53 59 57 67 1'5 16 64 72 71 63 62 68 49a 58 5'5a 61 69 96 9'5 48 23 24 25a 26 27 28 29 30 31 32

38 39 40 41 42 43 44 4'5 46 47 48 49 '50 51 '52 '53 '54 '55 '56 '57 58 '59 60 61 62 63 64 6'5 66 67 68 69 70 71 72 73 74 7'5 76 77

78 79 80 81 82 83 84 85 -62-

INTRODUCCION

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78 94 74 18 84 83 -

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I

l_

ri Testimonios' I

Porfirio Porph. Plot. 4: En el decimo aiio del reinado de Galieno, yo, Porfirio, llegado de Ia Helade (sc. a Roma) ... cuando en aquel entonces tenia yo treinta aiios. 11: Tamhien en cierta ocasi6n (sc. Plotino) se percat6 de que yo estaba maquinando quitarme Ia vida, y de improviso presentandose, yo estaba en casa, me dijo que ese deseo no procedia de una disposici6n intelectual, sino de una afecci6n melanc6lica, y me aconsej6 que viajara, y, persuadido por eJ, yo me marche a Sicilia.

6: Durante mi estancia en Sicilia, pues alia me retire por el decimoquinto al1o del reinado de Galieno. 2: Cuando el fallecimiento de Plotino yo, Porfirio, me encontraha viviendo en Lilibeo ... en el segundo aiio del reinado de Claudio 2 •

II

Eunapio (y Jorge Pisid.) Eun. VS p. 6 Boissonade (=III 5-IV 2.6 Giangrande) 3: La vida del propio Porfirio nadie Ia consign(> por escrito, a! menos que nosotros sepamos, mas mediante Ia recopilaci6n de lo transmitido de acuerdo con Ia lectura de los testimonios, tales cosas hay sohre su persona. La patria de Porfirio era Tiro, Ia principal ciudad de Ia antigua Fenicia y sus padres no eran de oscuro linaje. Y asi, tras haher recihido Ia primera educaci6n, admirado por todos, deseando ver Ia grandisima Roma, atraido por Ia sahiduria de Ia Urbe, una vez lleg6 a ella lo antes posible y entr6 en contacto con el grandisimo Plotino, se olvid6 de todo lo demas y lig6 su persona a Ia de el. Mas por sumirse avidarnente en el estudio de Ia filosofia y de aquellas fontanales y divinas palabras, durante cierto tiempo le bastaron las clases, segun el mismo afirma, pero luego, vencido por Ia grandeza de esas doctrinas, detest(l su cuerpo y su condici6n

1

2

Sc aportan en esta secci{m traducidos los testimonios ofrecidos por Harnack en su edici(m d(_· 1
' Cf.

J. Bidez 0913) 47ss -77

______ID_....,•....,•......,,._...........,.____._..__....,_______________


de hombre, y navegando a Sicilia por el estrecho de Carihdis, por donde se dice que Ulises anduvo navegando, sin resistir ver ciudad ni oir voz humana (tan grande era e] sufrimiento que le afligia), dirigiendose a prisa a LiJibeo (este es de los tres promontorios de Sicilia el que se yergue frente a Libia), yacia lloroso e inane, sin consentir alimento y evitando el contacto con los hombres. Mas el gran Plotino no era ajeno a esa situaci{m, sino que siguiendo sus pasos o buscando al joven que habia huido, Jo encuentra en aquel mal estado, y tuvo palabras suficientes hacia su persona como para exhor\ar a su alma que estaba a punto de volar del cuerpo y para fortificar su cuerpo con el fin de retener su alma. Asi uno volvi6 a Ia vida y se levant6, y el otro deposit6 las palabras dichas en un librito entre sus escritos. Y mientras los fil6sofos ocultan lo indecible con oscuridad, asi como los poetas lo velan con los mitos, Porfirio, tras haber apreciado y gustado por experiencia del farmaco de Ia verdad, escribi(J un comentario y lo publico. Parece que lleg6 a una vejez avanzada. Abandon6 muchas teorias opuestas en los Iibras antes citados, respecto a los cuales no es posible pensar otra cosa sino que con el paso del tiempo pens6 otra cosa distinta.

r Ii

En torno a! 300 un escritor an6nimo ha extractado Ia obra de Porfirio KaTa Xpwnavwv y ha compuesto dos libros: Estos han sido, t;ansmitidos y refutados c. 400 por Macario Magnes en su ArroKpLnKoc; Tl MovoyEvT]c;.

VI Eus. Hierocl 1 dice que el escrito de este, rrp<)c; Xptanavouc;, es un imptldico plagio: "(sc. Ia obra) no es propia, sino un descarado plagio de otras, un autentico hurto no s6lo de ideas, sino de palabras y silabas." Eusebio mdtca que Ia fuente debe haber sido Celso, mas tambien Porfirio. Lo que podemos saber de Ia obra de Hierocles es lo siguiente:

Hierocles (ap. Ens. Hierocl 2): Por doquier repiten en to no glorificador respecto a Jes(1s que devolvia Ia vista a los ciegos y hacia maravillas de este tipo.

Examinemos cuanto mejor y mas prudentemente nosotros aceptaremos tales cosas y el juicio que tenemos respecto a los hombres virtuosos. en tiempos de n_uestros antepasados, en Ia epoca del reinado de Ner6n, tuvo sazon Apolomo cual desde muy joven y desde que en Egea de Cilicia fue sacerdote del muy fliantropico Asclepio, llev6 a cabo numerosas y admirables cosas, de las omisi6n de Ia mayoria, rememorare unas pocas. iPor que hago mencton de tales cosas? Para poder tener comparativamente un juicio exacto y firme sobre cada uno Y sobre Ia poca consistencia de los cristianos, ya que precisamente nosotros a] hombre que llev6 a cabo tales cosas no lo consideramos dios, sino como un hombre grato a los dioses, mientras que a Jesus por unos pocos prodigios lo proclaman Dtos. Merece Ia pena reflexionar sobre ello, pues de las cosas de Jesus se jactan Pedro, Pablo y otros de Ia misma calafia, hombres mendaces, incultos y charlatanes, m1entras que en cuanto a las cosas de Apolonio no quisieron dejar sus hechos en el olvido Maximo Egeote, Damis e1 fi16sofo que tuvo trato con el y Fil6strato el ateniense, hombres todos que alcanzaron Ia mas alta educaci6n, que honraban Ia verdad, y que no qut por amor a Ia divinidad que permanecieran desconocidas las acciones de un hombre noble y amado por los dioses.

III

Suda Suid. s.u.: Porfirio, el que escribi6 Contra los Cristianos', que propiamente se llamaba Basileus', fue un fil6sofo tirio, discipulo de Amelio, quien era, a su vez, discipulo de Plotino, y maestro de Jimblico, cuya vida se extiende desde los tiempos de Aureliano hasta el reinado de Diocleciano. Escribi6 muchisimos libros, de filosofia, de ret6rica, de gramatica. Fue oyente tambien del critico Longino. (I) Un libro sobre los nombres divinos ... (II) Quince libros contra los cristianos ... Este es Porfirio quien ejercit6 su insolente lengua contra los cristianos ... Porfirio, el enemigo de los cristianos; natural de Ia ciudad fenicia de Tiro.

[IV]

Gregorio Taumaturgo

Lact. inst. V 2.12-26 (extractos): El otro (sc. Hierocles) escribi6 con mas mordacidad sobre el mismo tema, quien era en aquel entonces juez y principal protagonista de Ia persecuci6n; y no contento con su crimen, persigui6 incluso con escritos a aquellos a quienes habia atormentado. Compuso incluso dos libelos, no Contra los Cristianos, para no parecer que los perseguia como enemigos, sino A los Cristianos, para que se pensara que se preocupaba humana y benevolamente por ellos; en estos libelos intent6 acusar de falsedad a las Sagradas Escrituras, en tanto que estaban llenas de contradicciones. Efectivamente, expuso ciertos capitu]os que parecian contradictorios entre si, enumerando tantas cosas, tan en detalle, que daba Ia imprcsi(m de

Atanasio, prologo a Ia traduccion siria de Ia Isagoge de Porf""trio (cf. Assemani, Bibl orient. ill 304s.): Porfirio era acusado por aquellos que vivian alii (sc. en Tiro) de atreverse a atacar el sagrado Evangelio, aunque, no obstante, su obra fue refutada por Gregorio Taumaturgo 6 .

'!

v Anonimo que ha extractado Ia obra de Porf"trio

Hierodes"

Georg. Pisid. Hexaem. 1071: Porfirio tiene una lengua mordaz, mas su mente tenia tendencia a Ia inestabilidad.

1

TESTIMONIOS

Cahc interpretar "contra los cristianos" en un sentido amplio, sin referenda explicita a titulo. Sohre esta cuesti6n, que afecta a los problemas esenciales de la obra vea1->e nuestra introducci6n, pp. 27-4'5 Esto es, "Rey" Ver el apartado hiog:r3fico de la introducci6n.

7

() Harnack indica que se trata de una noticia err{mea, pucs Gregorio ya hahia muerto en epoca de

Aureliano (270-275), mientras que Ia ohra de Porfirio es redactada como muy pronto c. 270.

-7H-

i

H

Se trata de Ia conocida postura de Harnack sobre el Advcrsario de Macario Magnes, que re.sultaria ser cl autor de estos excerpta. Sohrc esta cuesti6n vease Ia introducci6n, pp. 36-37. Cf. A. von Harnack (1911)

Vid. supra pp 29-30, 36-41.

-79-

TESTIMONIOS


ConstantinojJolitanis, Rostichii, 1877; Neumann Theol. Lit. Ztg 1R99, col. 2991. En 1838 se produjo en Rodosto un gran incendio.

que en otro tiempo hahia sido seguidor de Ia disciplina en si a no ser que casualmente en sus manos huhieran venido a caer las Sagradas Escrituras. Principalmente atac{J a "Pablo y a Pedro y a los demas discipulos como sembradores de mentiras", alegando ellos mismos "que fueron ignorantes e incultos, ya que incluso algunos de ellos se ganaban Ia vida pescando'". Lleg6 incluso a sostener que "el propio Jesus, huido de entre los judios, reuni6 un grupo de novecientos hombres y se dedic6 a Ia rapiiia". E1 mismo Hierocles, en su intento de desprestigiar sus hechos milagrosos, pues no se atrevia a negarlos, quiso demostrar que "Apolonio habia llevado a cabo cosas similares e incluso mayores". Si Cristo fue mago, pues hizo milagros, Apolonio fue mucho mas habil que aquel que fue prendido y crucificado, ya que, como tii dices, "cuando Domiciano quiso castigarlo, de repente en cl tribunal se hizo invisible" ... dices que "Apolonio fue adorado por algunos como dios y su estatua, erigida por los efesios bajo Ia advocaci6n de 'Hercules alejador de males', recibe todavia culto" "Yo, dice (sc. Hierocles), no digo esto para que parezca que Apolonio no fue considerado dios porque no quiso, sino para que quede claro que nosotros somos mas sabios que vosotros, pues no atribuimos de inmediato Ia categoria de divinos a los hechos milagrosos, mientras que vosotros lo creisteis dios por insignificantes portentos." Pues bien, (sc. Hierocles), tras haber divulgado tales delirantes ideas, fruto de su ignorancia y tras haber intentado aniquilar de raiz Ia verdad, tuvo Ia osadia de titular sus libros, nefastos y hostiles a Dios, Los amiuos de Ia verdad ique verdad nos enseii.aste sino que tu, tras defender a los dioses, a! final los traicionaste? En efecto, en tu busqueda de Ia alahanza a! sumo Dios, a! que reconoces como rey, como el mas grande, como autor de las cosas, como fuente de los bienes, como padre de todo, como autor y alimentador de todos los seres vivos, has quitado a tu Jtlpiter el reino y lo has reducido, tras expulsarle de su sumo poder, a un sirviente mas. Tu conclusi6n, pues, pone en evidencia tu estulticia, tu vanidad y tu error. Afirmas, en efecto, que los dioses existen y, no obstante, los sometes y pones bajo el Dios cuya religi{m intentas destruir.

Catalogo de Klosters Iwiron (Athos). En Cod. 12RO saec. XVII, se dice: De Eusebio de Cesarea sobre Ia 8wyot T. KOVTa [sic], Contra Porfirio .\6yot ,\. * [sic], etc. El numero de Jibros segun Jer{mimo era de veinticinco. Segun Harnack Ia obra fue redactada en tiempos de Diocleciano y Licinio y no dur.mte Ia vida de Porfirio, considerado por Eusebio como un contemporaneo mas anciano. Eus. HE VI 19.2ss. [=fr. 24 (39 H)]: Mas, ,;que necesidad hay de decir esto" cuando aun en nuestros dias Porfirio, tras establecerse en Sicilia, ha comenzado a redactar unos escritos contra nosotros e intenta calumniar las Sagradas Escrituras, y al citar a los que las comentaron, dado que no puede lanzar reproche alguno contra sus doctrinas, ante Ia falta de argumentos opta por insultar y calumniar a los comentaristas ... Eus. PE V 14.3: (Porfirio) el noble fil6sofo de los griegos, el admirable te6logo, el iniciado 10 en los misterios.

IX

Constantino Augusto

Metodio escribi{J contra Ia obra anticristiana de Porfirio, probablemente mientras este aun vivia, una replica (cf. G.N. Bonwetsch (1891) I pp. 345ss. y K. Hollen Texten und Unters. vol.. 20.2, pp. 20Rs.) cuyo titulo seria KaTa Tiop
Const. Epist. ad episc. et pleb. (ap. Gel.Cyz. HEn 36; Socr.Sch. HE I 9): Justo es que Arrio, que imit6 a los malvados e impios, sufra Ia misma ignominia que ellos. Pues a! igual que Porfirio, el enemigo de Ia verdadera piedad que compuso nertas obras inicuas contra nuestra religi6n, recibi6 su justo pago, asi como su nombre en el futuro sera sin6nimo de suma· ignominia y de mala reputaci6n y sus escritos han sido destruidos, asi tambien ahora nos ha parecido bien denominar porfiriano a Arrio Y a los que piensan como e!, con el fin de que quienes imiten su forma de ser, tengan tambien ellos Ia misma denominaci6n. Ademas, si se descubre algun escrito compuesto por Arrio, ordeno que se le entregue a! fuego, a fin de que no s6lo desaparezca Ia vileza de sus enseiianzas sino que tampoe
VIII

X Libanio

VII

Metodio

Eusebio

Lib. or. 18. 178 [cf. Socr.Sch. HE. lll 23] (sobre el emperador Juliano): En las largas noches invernales, a mas de frecuentes y gratas conversaciones, (sc. el emperador) se dedic6 criticamente a Ia lectura de los libros que hacen de ese hombre de

En Cod. Laur. [Athos] 184, B. 64 saec. X, fol. 17' se citan fragmentos de los libros VI y VII de una obra de Eusebio "Contra Porfirio" [cf. fr. 23 (8 H)]. Sobre esta obra perdida (en veinticinco libros) cf. Jeronimo (test. XVIIl, Filostorgio (test. XIX), Socrates (test. XX). Arist<'>crito (test. XXVI") y el escolio a Luciano (test. XXIX), asi como los fragmentos procedentes de Jeronimo [frs. 30 (43 HJ- 37 (44 H)]. Entre 1565 y 156R existe un catalogo de manuscritos en Rodosto que cita en 30 b un Contra Por(irio de Eusebio de Pamfilia (cf. Forster, De antiquitatihus et lihris ms. -HO-

9 HI 11

El elog:io tie Orlgenes que precede inmcdiatamente El tono ir6nico. Esta disposici6n, que cnnstituye Ia primera prohihickm, no fue observada en un primer momento
I

- R1 -


Palestina dios e hijo de dios, hacienda ver con extensa polemica y vigorosa refutaci6n cuan ridicula y necia era tal estimaci6n, y en este tema se mostr(J mas sahio que el anciano tirio (sc. Porfirio). Para mi el tirio seria favorable y aceptaria con henevolencia lo dicho como si huhiera resultado inferior a su hijo 12

r

XI

· Firmico Materno Firm. err. 13.4: Porfirio fue defensor de los idolos, enemigo de Dios, adversario de Ia verdad, maestro de perfidas ciencias 13

XII

Juliano Augusto En Ia obra de Juliano contra los cristianos se pueden notar diversos puntos de contacto con Porfirio, por lo que con dificultad el Emperador puede considerarse independiente de Porfirio, al que el, por otra parte, cita. Mas es dificil establecer si tal dependencia es directa o indirecta. Por ello queda por ver si entre las objeciones de Juliano se encuentran algunas que puedan provenir de Porfirio, hecho no inverosimil, dado el espiritu y el modo en que algunas de elias estan formuladas. Por otra parte Ia polemica juliana parece mas cercana a Celso que a Porfirio. Puntos esenciales de analogia con Porfirio son los que se exponen a continuaci6n. La predicaci6n evange!ica es nA-Cicrf!a de Ia maldad humana (Neumann 14 , p. 163), que se aprovecha de Ia parte del alma que tiende a lo "mitico", a "lo infantil" y a "lo irracional". Ello se diferencia completamente de las ensefianzas religiosas griegas y hehreas: es una i8(a 686s- (p. 164). La prohibici6n de conocer el bien y el mal es escandalosa (p. 168). Diferencia entre el cielo y el mundo terreno (p. 175). Pablo, "que super6 a todos los charlatanes e impostores de cualquier tiempo y pais" (p. 176), esta lleno de contradicciones y "camhios de opini6n respecto a Dios como los pulpos camhian de color" (p. 177). Dios, segun Ia doctrina cristiana, nos ha dejado vivir Ia mayor parte del tiempo en Ia mas profunda ignorancia respecto a Ia adoraci6n que debe triburtarsele. El (sc. Dios) se ha manifestado solo a un pequefio pueblo, en un suburbio de Palestina (p. 17H). La ley mosaica es digna de aprobaci6n (pp. 188 ss.l. Es err{J12

neo y hlasfemo pretender que Ia divinidad prohiba por envidia honrar a los dioses (pp. 1H9 ss.l. Polemiza contra Ia cruz (p. 196). Cristo, un simple hombre, por demas miserable, ha persuadido s6lo a los hombres mas viles, a las mujeres y a los esclavos (p. 199). Los cristianos hacen todas las cosas que ni .Jes(Is ni Pablo han ordenado (ibid.). S6lo .Juan, entre los discipulos de Jesus, se ha mostrado prodive a hablar de Jesus como crcador del mundo (p. 201; p. 233). La teraturgia de los evangelios (p. 202). Pablo dice que quien come carne de los sacrificios no sufre ningun dafio (p. 204). El hautismo debe purificar a los pecadores mas inmundos (pp. 209 s.). Contra Ia divinidad de Cristo y su nacimiento de una virgen (pp. 211 ss. l. Critica de Ia genealogia de Jesus (pp. 212ss.; p. 234). Segun Moises los angeles son dioses (p. 21)). Moises y los sacrificios (pp. 217ss.; pp. 226ss.l. Los cristianos los rechazan, pero han ideado un nuevo sacritlcio, Ia eucaristia (p. 219). Juliano critica cuanto es decretado por los ap6stoles (p. 222). El sacrificio del primogenito se encuentra ya en Ia Biblia (p. 227). Los cristianos comhaten Ia circuncisi6n, mas Cristo habia ensefiado Ia observancia de Ia ley (p. 229) . .Jesus, cuando ora, se hace reanimar por un angel, como un hombre vulgar; todo cuanto el cuenta, ademas, es bastante discutible (p. 235). Los evangelistas se contradicen a! referir Ia historia de Ia resurrecci6n (p. 236). Esta absolutamente fuera de Iugar pretender que Jesus, tras Ia resurrecci6n, haya comido (ibid.). El dicho "vende todo'' (p. 237). Esdras ha falsificado los libros de Moises (ibid.). La estulticia y credulidad de los primeros discipulos de Jes(Is se patentizan en Ev.Matt. 9.9 (p. 23H). La distancia de Juliano respecto a! cristianismo es, en algunos puntos, mayor que en Porfirio; por el contrario Juliano es mas agresivo y menos propenso a Ia comprensi6n.

XIII

Apolinar de Laodicea (Policronio y comentaristas tardios dellibro de Daniel) Apolinar escribi6 treinta libros contra Ia obra anticristiana de Porfirio; en el XXVI contradice [cf. Jer6nimo, in Dan., Prat;/, fr. 30 ( 43 H)] Ia interpretaci6n porfiriana de Ia profecia de Daniel. Cf. etiam. Jer{mimo (test. XVII) y Filostorgio (test. XIX), asi como frs. 30 (43 H), 37 (44 H). Litezmann, Apoll. v. Laod. I. 104, p. 1'i0, 26)s."

XIV

Diodoro de Tarso S6crates observe! que Libanio hubiese hecho otra apreciaci6n completamente distinta si el emperador hubiera sido Porfirio. Y dice a<..lemas lo siguiente: "Que, por consiguiente, tanto Juliano cOmo Porfirio, a! que Haman el anciano tirio, gustahan de Ia mofa, mas resultan refutados por sus propias palabras Porfirio, en efecto, en su Historia de Ia filosu.fia ha hecho objeto de hurla Ia vida de los mJ.s imrortantes fil6sofo.s, S6crates, etc." Por nue.stra parte hemos de aii.adir que Juliano escrihi6 su tratado anticristiano en Antioquia en los meses de invierno, tratado que fue refutado por Cirilo de Alejandria (En

Suid. (s.u.) registr6 entre las obras de este, un antioqueneo, un Contra Porpbyrium, dl' animalibus et sacrificiis. De esta obra, que no tiene por ohjeto el trata1 "

defensa de Ia santa religi6n crlstiana contra Ius lihros del impioJuliano), c. 433-441. merced al cual e<>nservamos fragmcntos. 13

TESTIMONIOS

Que Ffrmico Materno habla leido los libros contra los crislianos nose puede demostrar, dice Harnack Firmie<> en cambio, aii.ade, conoda el escrito de Porfirio nEpl TflS' EK Aoylwv Q:nA.ouo habia es<.:rito: "PitJ.goras y nuestro Porfirio piensan que nuestro :lnimo se consagra con religioso silencio, por lo que tambien yo, que he seguido la ley de estos hombres, convengo contigo, etc." En este tiempo Cl era aUn pagan
(Mai, Script. Vet. Not'. Coli. I 2,

pp.

Bardenhewer, Po/ycbronius, 18791: en

cl

llarnack

ha podido notar mas puntos de derivaci6n purfiriana. Entre todos estos comentarios, sin embargo. d Unico que cita explicitamente a Porfirio como interprete de Daniel es d fil6sofo Eudoxio, aunquc Harnack sostiene que Eudoxio conod{) a Porfirio a traves de Arolinar.

estaba ya cambiando de orientacion ( cf. E. Norden, Agnostos 7beos. Stuttgart. 19';6, pp. 234ss. ).

'' C.!. Neumann (eel.), Iuliani imjJeralorls lihrorum contra Chrlstianos quae supersunt. Leipzig, 1880

- H2-

La ohra de Apolinar, .sc.:glm Harnack, constituyc Ia n:futaci6n tn(ls significativa Porfirio, aunquc d (mko fragmento de cierta consistencia que se ha conservado (cf. jer6nimu, in nan. 9, 24> no dqwndc de Porfirio. En los comcntarios de Efrem, Policronio, Tcodoreto, F.udoxio el fil(>sofo. un an6nimo y otros que utilizaron a Apolinar para interpretar t:l lihro de Daniel, se encuentran nueva mente argumentaciones derivadas de Porfirio. aunque polemizan comra et. Entre cstos comentarios el m{ls significativo. segUn Harnack, es el de Policronio, del cual se conoce gran parte merced a una cadena

-H.)-

r


TESTIMONIOS

!

do anticristiano de Porfirio, sino Sabre la moderaci6n, segun Harnack no sabemos nada. Sobre el hecho de que Diodoro tuviera conocimiento indirecto del Contra Christianos cf. fr. 12 (93 H).

Epist. 70 (ad Magnum), 3: Han escrito contra nosotros Celso y Porfirio. AI primero ha replicado vigorosamente Origenes y a] segundo Metodio y Apolinar. Entre estos Origenes ha escrito ocho libros, Metodio lleg6 hasta las diez mil lineas, Eusebio y Apolinar redactaron respectivamente veinticinco y treinta vol(unenes. Lee estas obras y nos encontraras, en comparaci6n con ellas, sumamente ignorantes.

XV

Epist. 84 (ad Pammachium et Oceanum), 2: Vigorosisimos libros contra Porfirio escribi6 Apolinar.

Macario Magnes Macario Magnes (c. 400) y refut6 los argumentos de Porfirio en su 'AnoKpLTLKOS' MovoyEvTjs-, conservado en un manuscrito. El resumen en dos libros de la obra de Porfirio probablemente ya estaba redactado c. 300H'.

Praef. ad transl. libri Daniells ("Vulgata"): De las objeciones alegadas por Porfirio contra este libro sobre Ia base de este profeta son testimonios Metodio, Eusebio y Apolinar, quienes replicaron con millares de lineas a la locura de ague!. Si hemos satisfecho al menos la curiosidad del lector, no lo se. Os ruego, pues, Paula y Eustaquio, que supliqueis por mi al Senor, a fin de que, cuanto tiempo permanezca yo en este cuerpecillo, escriba algo grato a vosotros, (nil a Ia Iglesia, digno de Ia posteridad. No me interesan los juicios de los contemporaneos, ya que se decantan a una parte u otra por amor u odio.

XVI

Juan Crisostomo Chrys. Hom. VI 3 in 1 Ep.Cor.: "Los seguidores de Celso y su discipulo bataneota''.- Sermo in h. Bahvlan et contra Iulianum et ad Graecos c. 2: "Mas tales el escarnio de las obras por ellos escritas que Ia mayor parte de libros hace tiempo que han desaparecido y han sido destruidos. Y si tu te encuentras alguno preservado, es entre los cristianos entre quienes lo encontraremos." 17

Adv.Ruftn. II 33: Ha afirmado que Porfirio ha dicho muchas cosas contra este profeta (sc. Daniel) y ha convocado como testigos de este hecho a Metodio, Eusebio y Apolinar, quienes respondieron con muchos millares de lineas a su locura, de ahi que no se me pueda acusar de que en mi pequeflo prefacio yo no haya escrito contra los libros de Porfirio. Adv.Rufin. III 42: jCuantos de nosotros han escrito contra Celso y Porfirio, hombre sumamente impio!

XVII

Jeronimo

In GaL (adEp.Gal. 2.11 ss.): A Porfirio, si Cristo lo mandara, lo combatiremos en otra obra.

Hier. vir. ill. Prol.: Conocen Celso, Porfirio, Juliano, perros rabiosos contra Cristo, cuantos y cuales hombres habian fundado y constituido Ia Iglesia, etc.

XVIII

Vir. ill. 55 s.: cf. fr. 23 (39 H).

Rufino

Vir. ill. 81: Eusebio Cesar, Contra Porfirio -que en el mismo tiempo escribia en Sicilia, seg(m algunos piensan- XXV Libros '"-

Rufin. ApoLadv.Hier. II 9: Incluso sobre Porfirio deberia haber calla do''', que es un enemigo particular de Cristo, que intent{> en Ia medida de sus posibilidades, destruir completamente Ia religi6n cristiana con sus escritos, al cual este se vanagloria de tenerlo como introductor y maestro en L6gica. No se puede argumentar que anteriormente no lo hubiera estudiado 20 iD6nde te ha guiado el perfido (sc. Porfiriol sino a ague! Iugar, donde el esta, doncle hay llanto y crujir de dientes'

Vir. ill. 83: Metodio, obispo de Licinia y posteriormente de Tiro, escribi6 con estilo claro y adecuado los libros Contra Porfirio. Vir. ill. 104: De Apolinar de Laodicea subsisten sus 30 Iibras contra Porfirio, los cuales entre otras obras suyas son dignas de Ia maxima consideraci6n.

II 10: Tu te vanaglorias de tener no a Pablo sino a Porfirio como introductor, siguiendo al propio Porfirio, quien escribi6 contra Cristo y contra Dios libros impios y sacrilegos, y por el, como ttl afirmas, introducido te precipitaste en este abismo de blasfemia.

Epist. 48 (ad Pammachium), 13: Origenes, Mctodio, Eusebio, Apolinar escribieron muchos millares de lineas contra Celso y Porfirio. Considerad con que argumentos y con que insidiosas cucstiones cllos demolieron Jo que los otros urdieron con espiritu diab6lico y c6mo se vieron forzados no a decir lo que pensaban sino lo que debian con Ia lengua de los gentiles.

II 12: iPor que por Ia lsaw>ge de Porfirio no hemos siclo introduciclos en la L6gica' Tu, segun veo, clamas junto con aquellos que dicen "No a este, sino a Barrab{ts" 21 •

](, Cf. nota a! test. V Sohn.:- Macario Magnes, vease Ia introducci6n, pp. 29-41 17

Cris(>stomo, tenia nmocimiento de cscritos anticristianos que no hahian skio destruidos conservaclos por c:ristianos. Para d apelativo de "Bataneota" aplicado a Porfirio cf. frs. 1 y 39.

llJ

y eran

20 21

Harnack deduce que dificilmente Jer(mimo tendria en sus manos Ia ol>ra de Porfirio.

-fH-

Jer6nimo en epist. '10 ad Dumnivnern ir(micamente hahia escrito: ''en vano a ml me introdujo en Ia L()gica por medio de Ia Jsa!{o!{c' de Porfirio.'' Jer(mimo estudi6 griego ya de mayor.

Cf. Hicr.
el docto maestro


TESTIMONJOS

Pues tu Porfirio, dimelo, te lo ruego, ,.:que te ha ensenado, el que ha escrito volumenes de hlasfemia contra los cristianos y contra nuestra religi{m? c:Que cosa te han ensenado estos hombres buenos, de los que tanto gustas, uno experto en idolos de demonios y otro, como tu dices, en Ia sinagoga de Satanas? Nada, s6lo eso en lo que ellos tenian competencia. En efecto, Porfirio te ha ensenado a hablar mal de los cristianos a ofender a las virgenes, a los mesurados, a los diaconos, a los sacerdotes y a con sus libelos a todo grado y orden.

Epist. 118 (ad Dioscorum) 5. 33: Entonces 2 ' Ia escuela de Plotino floreci<> en Roma y tuvo muchos condiscipulos de gran inteligencia y talento. Pero algunos de ellos se depravaron por su curiosidad por las artes magicas, mientras que otros, conociendo al Senor Jesucristo, su verdad y su sahiduria inmutable, que intentaban alcanzar, se pasaron personalmente a su milicia.

II 13: Las heridas de eJ (sc Jeronimo), con tal fin Porfirio afilaba cotidianamente el estilo de eJ (sc. Jer6nimo), no lo obviemos.

Civ. VIII 12: Entre los plat{micos son muy famosos los griegos Plotino, Jamblico, Porfirio.

II 29: Son estas todas tus agudezas, recolectadas del ingenio de Alejandrd', de Porfirio y del propio Arist6teles.

Civ. XIX 22: Fil6sofo famoso, gran fi16sofo de los gentiles, doctisimo fi!C>sofo, aunque acerrimo enemigo de los cristianos.

Civ. VII 25: Porfirio, famoso fil6sofo.

Civ. XXII 44: Porfirio, famosisimo fi16sofo de los paganos.

XIX

Civ. XXII 27: Algunas cosas por separado dijeron Plat6n y Porfirio, las cuales si pudieran concertar entre si, quizas resultarian cristianas.

Filostorgio Philost.HE p. 115 Bidez: Apolinar, que escribi6 contra Porfirio, super6 en mucho a Eusebio, quien polemiz6 contra el (sc. Porfirio), super6 tambien a Metodio, que se emple6 con celo contra Ia misma doctrina. HE p. 130 (en parafrasis de Focio): Tambien este autor (sc. Filostorgio) dice que contra Porfirio y en defensa de los cristianos compuso refutaciones 2"-

Civ. X 28: [En referenda a Porfirio] Situ hubieses amado de verdad y sinceramente Ia virtud y Ia sabiduria, habrias conocido a Cristo, virtud de Dios y sabiduria de Dios, y no te hubieras apartado de su muy provechosa humildad, inflado de orgullo de vana ciencia. Tu no crees que este sea Cristo; lo desprecias a causa del cuerpo que ha recibido de una mujer y a causa del oprobio de Ia cruz 2". Serm. 142.6 s.: Su gran fil6sofo Porfirio, que vivi6 en tiempos ya cristianos y fue enemigo acerrimo de Ia fe cristiana, ruhorizandose por sus propios delirios, cogido en varios puntos por los cristianos, dijo: "Hay que huir de todo cuerpo."

XX Socrates Socr.Sch. HEm 23: Y ahora Ia misma experiencia le ha pasado a Porfirio (sc. que a Juliano). En efecto, recihiendo golpes por parte de algunos cristianos en Cesarea de Palestina y no pudiendo soportar Ia c6lera, pues estaba poseido por Ia melancolia, abandon6 el cristianismo y por odio hacia aquellos que le hahian golpeado, se puso a escribir blasfemias contra los cristianos. Fue refutado por Eusebio de Pamfilia, quien ech6 abajo su obra. Socr.Sch. HE III 23: Sino las hubieran leido superficialmente '', Juliano y Porfirio las habrian aceptado de grado, habrian dedicado sus disquisiciones a otros temas y no se hahrian puesto a escrihir sofismas blasfemos.

Retract. II 57 ad epist. 102: Entretanto fueron enviadas por mi a Cartago seis cuestiones, que propuse a cierto amigo, a! que anhelaba hacer cristiano, a fin de que las resolviese contra los paganos. El dijo· que algunas de elias habian sido propuestas por el fil6sofo Porfirio 27 Siculo, cuya fama es enorme.

XXII a. Policronio

2

Cf. test. XIII (Apolinar)

XXIIb. Cirilo de Alejandria

XXI

Agustin

Cyr. Contra Iulianum I, p. 19: Porfirio, famoso en Ia cultura mundana, era insigne entre ellos.

Aug. cons. euang. I 15 (23): Porfirio Siculo en sus libros ...

25 22

De Afrodisiade.

26

Harnack piensa que estc testimonio indica que la ohm de Porfirio no habia desaparecido complctamente de Ia circulaci6n. Tamhien piensa que en Iugar de rcfutaciones podian trJtarse de !Jisputationcs. 24

La exposici6n apologCtica relativa a la.'-1 incohercncias y contradiccionc.'-1 Uc las

-H6-

27

Escrituras.

Cuando

ya d nombrc de Cristo se difundia entre Ia admiraci{m y la perturbaci6n de los reino,..., terrenos.

Difilmente, piensa Harnack, Agustin hahria conocido algo en su juventud de Porfirio. El tcxto indica s6lo que Porfirio, no obstante su aparente saber, ignora lo fundamental: Cristo. Agustin tendria en sus manos divcrsos escritos de Porfirio, pen> nola obr..t anticristiana espedfica. Agustin conoo:ria las refutaciones griegas. Dl.:' cualquier forma el de HipotKt tenia en gran estima a Porlino

-H7-


III, p. 87: Porfirio, el padre de la desenfrenada locuacidad contra nosostros.

xxm

T

TES'nMONIOS

XXVIb 9E0h0ci>IA, probablemente de Aristocrito (saec. V), Excerpta

I

Teodoreto 2"

Aristocr., Tbeosopbia, excerpta en Xpl]
Thdt. Affect. II, vol. 4, p. 705 Schulze: Aquel Porfirio, que desencaden(J contra nosotros una guerra encarnizada. Vol. 3, p. 777: Porfirio, el enemigo de la verdad. Vol. 10, p. 12: Porfirio, implacable adversario nuestro 2''-

XXIV

XXVIc Eudoxio el Filosofo

Teodosio II y Valentiniano, emperadores Teodosio y Valentiniano (ann. 435; Codex Iustinianus I 5.6): Como los arrianos reciben su nombre de una ley de divina memoria de Constantino y los porfirianos de Porfirio dado que profesan similar impiedad"', asi los secuaces de Ia nefanda secta de Nestorio se denominan Simonianos.

Este desconociclo comentarista de Daniel, que escribi(J en un periodo no anterior a mediados del V y del cual no sabemos mas que Ia catena de Daniel publicada por Mai (Scripta Vett. Nova Col!. I 2), puede constatar que Ia alusi6n "del pequeflo cuerno" referente a Antioco Epifanes, quizas fuera interpretad6n del "necio Porfirio". Harnack excluye que Eudoxio haya conocido directamente a Porfirio y Ianza Ia hip(Jtesis de que lo habria conocido a traves de Apolinar 5 '

Teodosio II y Valentiniano (ann. 448; Codex Iustinianus I 1.3): Ordenamos que toda Ia obra escrita de Porfirio" a impulsos de su demencia contra Ia piadosa religi6n de los cristianos sea entregada al fuego en cualquier Iugar que se encuentre; queremos, en efecto, que todos los libros que promuevan Ia c6lera de Dios y daflen las almas no lleguen a oidos de los hombres.

XXVII Elias el Filosofo Elias, in Porpb. p. 39 Busse: En su viaje a Sicilia Porfirio observ6 los crateres de fuego del Etna, preciso es que el fil{Jsofo ame los espectaculos de Ia naturaleza5'.

XXV

Vicentius Lerinensis Vicent. Ler., Commonit. I 16.23: Dice, en efecto, aquel impio Porfirio que, atraido por Ia fama de este (sc. Origenes), fue a parar a Alejandria, casi muchacho, y que alii ya le vio viejo, mas claramente era aquel tal y tan grande, que habia fundado Ia ciudadela de todo el saber.

XXVIII David el Filosofo David, in Porpb. p. 92.3 Busse: Respecto a ellos, me refiero a Porfirio y Jamblico, dijo Ia Pitia: "divinamente inspiraclo el sirio, de m(!ltiples conocimientos el fenicio". Fenicio y de multiples conocimiento dice de Porfirio (que era fenicio) y divinamente inspirado de .Jamblico (que este era sirio). Divinamente inspirado ella lo dice porque era versado en las cosas inspiradas.

XXVI a Nemesio de Emesa Nemes. 3, p. 42.22-23 Morani: Testigo de ello es Porfirio, quien movi{J su lengua contra Cristo. 2 H

2 "

Cf. etiam Thdt. A.ffect. 1.14.4: "Dicen que cllos aprcndieron no s6lo de los egipcios, .sino tambiCn dt• los hebreos lo rdativo al autl'ntko Dios. Y esto lo ensefla.. Porfirio, rahioso en venlad." Cf. A. Liguiti, en Corpus dei papirifilo.•;(dlci greci e lalini ... Testi e Jessicu nei papiri di cultura ureca e latina. Florencia. 1999, 1.1., pp. 623-633

5

Seg(m Harnack, del texto no se deduce que Teodoreto tuviera un conodmiento aut6nomo de la ohra de Porfirio. Es muy dudoso que conociera el Contra Christiano.\·, a no ser a traves de Eusebio.

33

° Cf. test. IX.

3

31

El ··cualquier otro'. como mostr(> Nelllnann, es un ailaditlo posterior.

-HH

L

_A.__

SegUn Harnack, esta noticia no rroccdc de LI Historia edesidstica de S<'>crates, sino de Ia ohra antiporfiriana de Eusebio. En el texto pn.:dominarla Ia basta con leer Ia J.:,jJisluio ad Marceiiam de Porfirio. En cuanto a hi informaci6n dl:' que dla tenia cinco hijos. es cran m[ls: cinco varone.s y dos hemhras. Tal error procederia d<: Eusebio, que ,<-,e lo transmitirfa tamhiL-n a Eunapio. En cuanto a que era hebrea, estc texlo es Ia (mica Fuente. Cf. test. XIII

cr. Ammonius, inflorph_vrii /saRogen (eel. Busse, 1H91) p. 22: "Era maestro de C:risaorio sus estudios Debia, pues, indagar el fuego dd Etna y viaj<'), etc.''

y ll'

gui<') en

I


XXIX Escoliasta de Luciano Cf. H. Rabe, ScboL Luc., Peregr. II p. 216 (1906): Sin pudor alguno, como el perro a quien no disgusta su propio v6mito, algunos, entre los cuales, por ejemplo, se encuentra Porfirio el fenicio, se inclinaron a Ia antigua superstici6n, mientras que otros, como el egipcio Origenes, se volvieron bacia nuestra religion.

Fragmentos ANASTASIO SINAiTA 1 (65 H). Anastasius Sinaita, Viae dux aduersus acepbalos (oorry6s) 13 (vol. 89, col. 233 Migne): MaHov 8E, w<; ¢TJO"LV (> BaTaVEWTT]S' 6 Nwp6s-, ELlnTEp av8pwnos1TlOTEu8fivm 6 'lT]ooDs-, 8ta T[ [J.aAAov ouvl)yayEv EK mivTwv Twv E'8vwv t'v l:uDv 'lou8a[ous-, Kal "EAAT]Va<;, wonEp t'nl DEVTTJKOoT(j TIETIOLKE; Kal oi!Tul<; opwvTWV 1TclVTWV KaTfiA.8EV oupavoD av8pwnos-, W01TEp w'AAEl KQTEPXE09m 8EUTEpq rrapouo(q QUTOV; Sin embargo, como afima el nuevo Bataneota\ si Jesus pretendia que se le creyera un hombre sohrehumano, que no congreg6 mas bien en Si6n a judios y helenos de todos los pueblos, como hizo en Pentecostes, y asi, a Ia vista de todos, descender del cielo como hombre tal como habra de descender en su segunda venida 2 ?

ARETAS DE CESAREA 2 (66 H). Arethas Caesariensis,'IouA.tavoi) EK Tclv KaTa Tclv a:yl.wv EUaYYEALwV TOU XpLOTOU A.i]pwv KaL TOlrrWV avaTponi], I pp. 221-225 Westerink: 'DpwTOV [lEV 01TWS'

a[J.apTlav 6 Tov 8Eov A.Oyos-, ahws- noA.A.o"is- [lEV naTpoKTovlas-, noA.A.o'is- 8E: rrm8oKTovlasYEV6[J.EVO<;, civayKa(o[J.Evwv Twv civ8pwnwv T\ Tcils- naTp[ms- f3oTJ8E'iv Kal Tfi<; atulVOS' aunJ'i:<; EUoEf3ELa<; rrapa8E80[J.EVT]S' civTEXEo8m T\ KmvoTo[J.[av TUUTT]l! npoo[Eo8m.' .. OuKOUV EVcl[llAAO<; Mwuofis- T4i owTfipl, a,\,\' ou8' Eyyus- TCJS 1TEpl TCJ KpELTTOJ! E'rrayyEA.las-· ou8' civmpETT]S', W<;
2

Seg(m Harnack, Juliano de Halicarna.so, el monofisila, califkado aquf de un "nuevo Porfirio". J'jra cl apelativo "batancota" cf. fr. 39. Act.AjJ. 2.1".

' Ev.Jo. 1.29

' /<'t1.Mat1 10.21 ' EjJ.Rom.

--90-

- ')1 -

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FRAGMENTOS

I

!

I

Cristo? Dejando de !ado, dice, los tiempos anteriores al reino del Lacio, admitamos que del mismo Lacio arranca, por asi decirlo, el origen del genero humano. 7 En el mismo Lacio, antes de Alba, ya se honraha a los dioses. Y en Alba, del mismo modo, estuvieron vigentes las practicas religiosas y los ritos en los templos. No fueron menos los siglos, mas bien un huen n(Imero de ellos, en los que Ia misma Roma vivi6 sin ley cristiana. i.Que fue, dice, de tantisimas almas carentes de toda culpa si precisamente aquel en quien habian de creer no le habia ofrecido aun a los hombres su venida? Tambien el mundo entero, con Ia misma Roma, coincidi(J en los ritos de los templos. i.Por que, dice, quien se llam{J 'Salvador' se mantuvo apartado durante tantos siglos? Y que no digan, afirma, que Ia antigua ley de los judios se ocup6 del genero humano: Ia ley de los judios apareci6 mucho tiempo despues y estuvo en vigor en Ia exigua regi6n de Siria, para pasar tambien despues, es cierto, al territorio de Italia, pero con posterioridad a Cayo Cesar o por lo menos hajo su reinado. i.Que fue, por lo tanto, de las almas romanas y latinas que se vieron privadas de Ia gracia de Cristo, que aun no habia venido, hasta el tiempo de los Cesares?

AGUSTIN 3. (92 H). Aug. epist. 102 (ad Deogratias, sex quaestiones contra paganos expositas continens), 2: Requirunt de duabus resurrectionibus quae conveniat promissae resurrectioni, utrumnam Christi an Lazari? 'Si Christi', inquiunt, 'quomodo potest haec convenire resurrectioni natorum ex semine, eius qui nulla seminis conditione natus est? si autem Lazari resurrectio convenire asseritur, ne haec quidem congruere videtur: siquidem Lazari resurrectio facta sit de corpore nondum tabescente et de eo corpore, quo Lazarus dicebatur, nostra autem multis saeculis post ex confuso eruetur. deinde si post resurrectionem status beatus futurus est, nulla corporis iniuria, nulla necessitate famis, quid sibi vult cibatum Christum fuisse, et vulnera monstravisse? sed si propter incredulum fecit, finxit; si autem verum ostendit, ergo in resurrectione accepta futura sunt vulnera.' Indagan cual de las dos resurrecciones es Ia que se corresponde con Ia resurrecci6n prometida, si Ia de Cristo o Ia de Lazaro. "Si es Ia de Cristo, dicen, iC6mo puecle corresponder esta con Ia resurrecci(m de los nacidos de Ia carne, si El naci6 sin esa condici6n de Ia carne? Si se afirma, en cambio, que Ia que se corresponde es Ia de Lazaro, tampocc> esta parece adecuacla, puesto que Ia resurrecci6n de Lazaro se proclujo desde un cuerpo que aun no estaba en descomposici6n y que era identificable como el de Lazaro, mientras que Ia nuestra sucedera muchos siglos despues y desde un cuerpo indefinido. Ademas, si despues de Ia resurrecci{m nuestro estaclo tendra que ser de hienaventuranza, sin injuria de cuerpo, sin necesidad de hamhre, i.que quiere decir que Cristo comiese y mostrase sus hericlas? Si lo hizo a causa de un incredulo, fingi{;; pero si lo que ensefl6 era verdadero, en Ia futura redenci6n habra heridas."

5 (79 H). Aug. epist. 102 (ad Deogratias, sex quaestiones contra paganos expositas continens), 16: 'Accusant', inquit [Porphyrius], 'ritus sacrorum, hostias, thura et caetera, quae templorum cultus exercuit, cum idem cultus ab ipsis, inquit, vel a Deo quem colunt exorsus est temporihus priscis, cum inducitur Deus primitiis eguisse.' Denuncian, dice [Porfirio], los ritos sagrados, las victimas, el incienso y todas las practicas cultuales de los templos, cuando este culto se origin(> por ellos mismos o por el Dios al que adoran, desde los primeros tiempos, cuando se supone que Dios necesitaba de primicias.

4 (81 H). Aug. epist. 102 (ad Deogratias, sex quaestiones contra paganos expositas continens), 8: Item alia proposuerunt, quae dicerent de Porphyrin contra Christianos tamquam validiora decerpta. 'Si Christus se', inquiunt, 'salutis se viam elicit, gratiam, et veritatem, in seque solo ponit animis sihi credentibus reditum, quid egerunt tot saeculorum homines antes Christum? ut climittant, inquit, tempora ante Latium regnatum, ab ipso Latio quasi principium humani nominis sumamus. in ipso Latio ante Alham dii culti sunt. in Alba aeque religiones ritusque valuere templorum. non pauciorihus saeculis ipsa Roma Iongo saeculorum tractu sine Christiana lege fuit. quid, inquit, actum de tam innumeris animis, quae omnino in culpa nulla sunt, si quidem is, cui credi posset, nondum adventum suum hominihus commodarat? orhis quoque cum ipsa Roma in ritibus templorum caluit. quare, inquit, salvator, qui dictus est, sese tot saeculis suhduxit? sed ne dicant, inquit, lege Judaeorum vctere hominum curatum genus; Iongo post tempore lex Judaeorum apparuit ac viguit angusta Syriae regione, postea vero prorepsit etiam in fines Italos, sed post Caesarem Gaium aut certe ipso imperante. quid igitur actum de Romanis animis vel Latinis, quae gratia nonclum advenientis Christi viduatae sunt usque in Caesarum tempus?'

6 (91 H). Aug. epist. 102 (ad Deogratias, sex quaestiones contra paganos expositas continens), 22: Iam nunc deiilcle videamus quale sit quod de mensura peccati atque supplicii proposuit, sic Evangelio calumniatus: 'Minatur', inquit, 'Christus sihi non credentibus aeterna supplicia; et alibi ait: In qua mensura mensi fueritis, remetietur vobis. satis, inquit, ridicule atque contrarie: nam si ad mensuram redditurus est poenam, et omnis mensura circumscripta est fine temporis, quid sibi volunt minae infiniti supplicii?' Veamos ya que es lo que propuso sobre Ia medida del pecado y del castigo tergiversando de este modo el Evangelio: "Cristo amenaza -dice- con suplicios eternos a los que no creen en El, mas afirma en otro Iugar que 'con Ia medicla con Ia que midiereis, sereis medidos'"- Ello, dice, resulta bastante contradictorio y ridiculo, pues si se ha de dar Ia pena segun Ia medida y toda medida esta circunscrita en un limite de tiempo, i.que sentido tienen las amenazas de un suplicio eterno?".

7 (85 H). Aug. epist. 102 (ad Deogratias, sex quaestiones contra paganos expositas continens), 28: Post hanc quaestionem, qui eas ex Porphyrin proposuit, hoc adiunxit: 'Sane etiam de illo', inquit, 'me dignaberis instruere, si vere dixit Salomon: Filium Deus non habet'.

Plantearon tamhien otras cuestiones significativas de Ia polemica anticristiana de Porfirio, seleccionadas por su mayor solidez: "Si Cristo, dicen, se proclama 'camino de salvaci6n', 'gracia' y 'verdad', y para las almas que creen en El situa en si mismo el camino de retorno'', i.C6mo se las arreglaron los hombres de tantos siglos antes de

ve en esta alusi6n occidental un rasgo poco porfiriano y, por lo tanto, una interpolaci6n. 1 (

Eu.Io. 14.6

-92-

j

" Ev Matt 7 2

'

Ev Luc 6.38.

-93-


Despues de esta cuesti6n, el que, tomandolas de Porfirio, las habia planteado, afiadi6 lo siguiente: "Sin duda tampoco te importara informarme, dijo, si en verdad Salom6n afirm6 que 'Dios no tiene Hijo."' 9

r

Porfirio, en efecto, queriendo acusarnos de que, en Iugar de adaptarnos a Ia Jiteralidad, forzamos los sentidos y las alegorias, alude a! pasaje homerico de Aquiles y Hector Y lo alegoriza en el sentido de que son Cristo y el diablo, y lo que nosotros deciamos respecto a! diablo, el lo dice respecto a Hector, y lo que deciamos respecto a Cristo, el lo dice respecto a Aquiles. Incluso se sirve para el!o de las siguientes palabras: "Antes de Ia victoria de Aquiles Hector se pavoneaba ante todos y se consideraha mas poderosos que todos los demas. Pero ello lo hacia calumniar." Asi pone termino a lo del sentido.

La ultima cuesti6n propuesta es sobre Jonas, y casi no parece tomada de Porfirio sino de una burla pagana. Asi es, en efecto, como se plantea: "Entonces, ,:que debemos pensar de Jonas", dice, "de quien se dice que pas6 tres dias en el vientre de una ballena? 10 Pues es apithanon1 ' e increible que un hombre fuese devorado vestido y permaneciese en las entrafias de un pez; pero si se trata de una alegoria, dignate explicarlo. Por otro !ado, t:que quiere decir que sobre el v6mito de Jonas naci6 una calabaza? i.Que motivo hay para que esta naciese?". Me he dado cuenta de que este tipo de cuestiones hacen reir a carcajadas a los paganos. 12

ov

11 (-). Didymus Caecus, Commentarii in Psalmos 43.2: rr[avTo]c; yap i'anv ;,ouTo :tnELll, Tou ,npoa8T\KTJV uhc>c; 1[8]E[6]8Ev. Taum E'v [v0 EXWV kAEyEv)· "o EXWll wTa ciKOvELv aKOVETw". ou rrcivTEc; OE Eixov Ta aKouovTa 1 Twv 'lfJaou EmKdKUAVflfl]Evwv A6y4)[v, Twv] Ell napaf3oAal:c; cinayyEAAOf.LEvwv A6ywv. i>8Ev EflclllTJ nop
9 (-). Didymus Caecus, Commentarii in Job 10.13: ao
DIODORO DE TARSO

Algunos imaginan, entre los que se hallan Porfirio y similares, que si todo es posihle para Ia divinidad, tamhien lo es el mentir, y si todo es posible para el fie!, tambien puede hacer una cama y hacer un hombre.

12 (93 H). Ps.Iust. (Diod.Tars.) Qu.Gent. XIV, XV (p. 320 Otto): Et ¢8EipETUL To TOU e;ou, TLVOc; KUKLQ. ¢8EipETUL, TOU lTOlrJOUVTO<; TOU yqov
;,LVoc; VlTEVQIJT,lOV YLllOf.LEVOV Tt\i rrmT]aavn; i\ Tl 8' av QVTWV V1T08Wf.LE8a, on Tov TIOLTJaavToc; TJ KUKLa. ELTE yap To yEyolloc; 8Lci nva Efl txeuwv, V1TO UAAWll av8pwnwv Ota flEOWV TWV txevwll, rrwc; av civaAcil3m Tac; ;ac; de; aA"-ovc; dv8pwnovc; dva8a1TallTJ8ELaac;; yap TOUTOI! dvciyKTJ napa Tac; ac; E'¢ayoll oi UAAOL dv8pwrroL OLa f.LEOWV TWJJ txeuwv, Ka8wc; 1TOAAaKtc; ELPTJTUL, EKEivovc;, flEATJ Twv E'avTwll aapKwv dnmTOVf.LEvovc;, drro8E'a8m Kai EAAL1TE'ic; yEvE'a8m, '(va U1T01TATJpwawm TO EAAEllTOV TWV vn' QVTWV cio(Kwc; KUTaf3pw8E!!TWll.

10 (-). Didymus Caecus, Commentarii in Ecclesiasten 9.10cd: nopc; pfJ]To"ic; civarrAciTTovTEc; civaywyac; KUL ciAA[TJ)yop(ac; [E'v]Sa 6 'AXLAAEiJc; Kal "EKTwp f.LVTJflOVEVETUL, rJAATJYOPTJOEV
o

Ec. 4.H. Ev.Jo. 2.1

11

En griego en

12

Cf. Bier. irl Ion. 2.1: Nee iP,noro, quosdam fore, qui bus incredibile uideatur, tribus diebus ac noctibus

el texto de Agustin· "no convincente".

in utero ceti irl quo naufragia diP,erehantur bomirwm potuisse seruari. Qui utique aut fideles eru_nt aut infideles ... ( "Y no ignoro que habr:.l algunos a los que les parezca increihle que un homhre puchera sohrevivir durante trcs elias y tres noches en d vientre de una ballena en el que se digcrian los naufragios. Pues bien, csos ser:Jn crcyentes o no crcyentes ... "); Aug. epist. 102.32: et tamen si hoc quod de Jona scnjJtum est, Apuleius Madaurensis, vel AjJollunius 7_'yaneus .fecisse diceretur, ... si istis, ut dixit, quos maP,o..,- vel philosofJbos laudabiliter nominant, tale aliquid narraretur, non iam huccis creparet risus, sed ita rideant Scrtpturas nostra: quantum pos. .;unt, rideant. ("Pero sm embargo. si esto que se cuenta sobre Jonas se clijese de Apuleyo de Madaura o de Apolonio de Tiana, ... si algo as:i se contase :-.obre estos a los que llaman elogiosamente 'magos' y 'fil6sofo.s', ya no reventaria de risa su boca, sino de orgullo. iQue se rian, pues, de nuestras Escnturas 1 1Que se rian

«>do lo """ pcoed,.o!'l

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No es propio de cualquiera decir esto, sino del oido que recibe ayuda de Ia divinidad. Teniendo esto en mente el Salvador decia: "el que tenga oidos que oiga."" No todos tenian los oidos prestos a las palabras veladas de .Jes(ts que escuchaban, las palahras que se expresaban por medio de parabolas. Esta es Ia raz6n por Ia que perdi6 Ia cabeza Porfirio tambien en este pun to. "Dios, en nuestros oidos oimos."

DIDIMO EL CIEGO

1 '

KQL TCJV OLcil3oAov· Kal ii EAEYOflEll f}f.LElc;' 1TEpl TOU aun)c; lTEpl TOU "EKTopoc;, Kal ii TIEpl Tou X(pwTo)u, avToc; lTEpl 'AXLAAEwc;· Kal OVVEXPGTO Tal:c; TOLUVTmc; on· 'npo ElTLKPUTrJOEWc; TOU 'AXlAAEWc; Ef3pEv8vETO KUTa lTUllTWIJ <'> "EKTwp Kai rravTwv ovvaTwTEpoc; EVOf.Ll(ETo. VTIEp Tou 8wf3aAELJJ OE TOUTO E!no(EL'. woE ouv n1 dvaywyfic; 1TE1TUVTUL.

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8 ( 46 H). Aug. epist. 102 (ad Deogratias, sex quaestiones contra paganos expositas continens), 30: Postrema quaestio proposita est de lona, nee ipsa quasi ex Porphyrin, sed tamquam ex irrisione paganorum; sic enim posita est: 'Deinde quid sentire', inquit, 'debemus de Iona, qui dicitur in ventre ceti triduo fuisse 1 quod cinLeavov est et incredibile, transvoratum c"um veste hominem, fuisse in corde piscis. aut si figura est, hanc dignaberis pandere. deinde quid sibi etiam illud vult supra evomitum Ionam cucurbitam natam? quid causae fuit, ut haec nasceretur? hoc enim genus quaestionis, multo cachinno a paganis graviter inrisum animadverti. ·

10

FRAGMENTOS

Si ;e destruye lo que viene de Dios, ide qui en es Ia mal dad que origina esta c!estruccton, del creador, de lo creado o de algo exterior que le es contrario a! creador? Sea cual sea nuestra postura, es evidente que Ia maldad es del creador, pues si conl

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FRAGMENTOS

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viene destruir lo creado por una maldad que le es connatural, el culpable es el creador, porque lo cre6 de tal manera que dejo en ello algo malo, y si existe algo externo que le es contrar·io al creador, tambien se debe a la maldad del que lo ha creado, por su incapacidad de dominar a sus contrarios. Y si la maldad procede del creador, es evidente que ei mismo es el mal. Si es preciso, dice, que los difuntos resuciten incolumes, en el caso de que un hombre muriese en el mar y se alimentasen de ellos peces para despues, a traves de los peces, alimentarse de eJ otrcJs hombres, ,;como recobraria ese hombre su carne, que habria sido nuevamente consumida para formar parte de otr
,;C6mo es que los paganos llaman "cronios" a los judios y afirman que Moises les transmitio los misterios de Crono, Ia circuncisi6n y el sabado?

EPIFANIO 14 (12 H). Epiph. Haer. 51.8: "08Ev KUL TlVE<; af..Am E'( 'D>..J1vwll ..ocr6..cro<; Kal 6 EK Twv 'lou8aiwv opiJ.WIJ.EVo<;, 8Etvo<; Kal. cinaTEWV o..6yms- Tfis- ci>..TJ8das- 8ta Ell auTQ Tu..wmv Tfi<; ciyllwcria<;, d<; TOlJTO EIJ.ninTOVTE<; EAEyov· Tiw<; 8vvaTat ELVUl Tfi<; EV 8Tj8AEEIJ. YEVVJlGEWS', Kal EXElV (JKTaJlfJ.Epov Kal 8ta TEcrcrapciKOIITa Ell 'lEpOGOAUIJ.Ol<; avo8ov Kai TG cim\ LUIJ.EWVO<; Kal "Avva<; EL<; auTOV TETEAEGIJ.EVa, CJTTOTE EV T(i VUKTL iJ EYEVVJl8Tj nE..fi<;, iht
Por ello tambien algunos otros de los filosofos griegos, como Porfirio, Celso y Filosabacio, este ultimo de origen judio, serpiente terrible y engafiadora, en su intento de refutar Ia doctrina evangelica, lanzan acusaciones contra los santos evangelistas, ellos que son hombres psiquicos y carnales, que militan al servicio de la carne, pues

Este fragmento recoge una argumentaci6n semejante a Ia del fr. 102, en relaci6n con los problemas

inherentes a la resurreccirm de la carne. El hccho de que determinados pasajes de la Ciudad de JJios de Agustin ahorden por extenso esta cuesti6n llev6 a J PCpin a defender la incorporaci6n de los pasajes agu.stiniano.s en el corpus del Contra Christianos '' Cf. Chr. Schaublin (1970) 5H, n.)

EUSEBIO DE CESAREA

ow oi E.8vtKOL KpovtKoU<;- ovoiJ.ci(oum

Tov<; 'lou8a[ou<;, nJ. Toil Kpovou IJ.VGTJlpta Tov MwcrE'a
14

cada uno, al toparse con las palabras de la verdad, a causa de su propia ceguera e ignorancia, a Ia hora de hablar de este punto concreto, decian: ",:C6mo es posible que el nacimiento en Belen, Ia circuncision a! octavo dia, el viaje a Jerusalen despues de la cuarentena, y los episodios de Sime(m y Ana tengan Iugar el mismo dia, si es verdad que en Ia noche del nacimiento, dicen, se le aparecio un angel, despues de la particla de los magos que habian venido a adorarlo, le abrieron sus morrales y, segun dicen, les ofrecieron sus clones'"? El' 7 dice que apareci6 un angel que decia ... Si, pues, en la misma noche en que naci6, fue llevado a Egipto y alii permaneci6 hasta que muri6 Herodes 1", ,;de d6nde sale su permanencia alii y su circuncisi{m al octavo dia? iC<>mo es que Lucas, con mentiras, manifiesta lo que sucedi6 despues de la cuarentena, segun afirman blasfemando sobre su persona, pues dice ... ?".

15 (1 H). Eus. PE I 2.1-5: (TipwTOV IJ.EV yap ELK6Tw<; av TL<; 8tanopJlGElE TlVE<; c')vTE<; Enl rrapEATJAU8a1J.E11) -n6TEpov "EAATJVES' Tl av YEVOLTO Tounuv IJ.Ecrov, Ka'l Tiva<; E'avTov<; ELvai povouvTa<; opav OUTE Ta ETTlTTj8EUOJITa<;. Tl ouv yEVOlTO TC) Ka8' JliJ.U<; (EIIOV Kal Tl<; (J VEWTEpWIJ.O<; TOU nw<; 8' ou TTavTax68Ev clll ELEV KUL a8EOl ol T(DV 8EWV cinocrTcllJTE<;, 8t' E'evo<; Kal nacra n6Al<; OUVEGTTJKEV; 19 Ti Ka>..ov E>..niom EiKt'><; Toi.Js- Twv crwTTJpiwv E.x8poi.J<; Ka'l noAEIJ.ious- KaTacrTcivms- Kal ToilsEiiEpyE'Ta<; napwoaiJ.EVOU<;; KaL Tl yap af..Ao Tl 8EOIJ.axouvTa<;; noia<; 8E Kal KaTa(tw8J1crw8m ouyyvwfJ.TJS' Toi.Js- E.( atwvo<; IJ.EV napa naotll "EHTJotv Kal KaTci TE m\A.Et<; Kal dypous- navToims- lEpo'is- Kai TEAETa'is- Kal IJ.VGTTJpims- npo<; c:incivTwv o 11ou TE Kal VOIJ.08ETwv Kal ..ooo..oyoufJ.Evous- cinooTpa<; 8' ou IJ.OX8TJp[a<; Elvm KUL EUXEPELa<; E'crxciTTJS' TCJ IJ.ETa8<:'o8m IJ.EII EUKCJAW<; Twv olKE[wv, ci>..Oytp 8E: Kal. civE(ETciGT4J n[crTEL TO Twv KaL namv E'811Eat noAEIJ.Lluv EA.E'o8m, KaLIJ.TJ8' mhcji Tlji napa 'lou8aiot<; TLIJ.WIJ.EV4J 8Elji KaTa Ta nap' mho'i<; npooavEXElV VOIJ.LIJ.a, 8E Ttva KaL EPJliJ.TJV civo8[av EaVToL<; ouvTEIJ.ELV, T(l 'EA>..J1vwv IJ.JlTE TO 'lov8aiwv ..cinoucrav; (TauTa IJ.EV ouv ELK6Tw<; av TL<; 1J.Tj8Ev ci>..Tj8E<; n0v OLKELWV IJ.rlTE TLDII Ka8' Ena(wv, np(J<; GnOpJlGElEV).

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En primer Iugar, alguien se podria cuestionar con raz6n quienes somos los que nos hemos puesto a escribir, si griegos o barbaros, o bien un termino medio entre ambos, quienes decimos que somos nosotros mismos, no en cuanto a la denominaci6n, pues es conocida por todos, sino en cuanto a la costumbre y forma de vida; pues ni se nos ve pensar como los griegos ni vivir como lo barbaros. ,;Que hay de especial en nosotros y que hay de nuevo en nuestro modo de vida? i.C6mo no podrian ser en todos los aspectos impios y ateos los que han renegado de los patrios, gracias a los "' Et•.Matt. 2.13. Mateo. " Ev.Luc. 2.39 I'J

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Wilamowitz lee

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T


cuales se aseguraba Ia cohesi6n de todo el pueblo y del Estado? iQue se puede esperar de aquellos que se han convertido en adversarios y enemigos de lo que era saludable y han rechazado a los bienhechores? iQue otra cosa, pues, son ellos mas que adversarios de los dioses? iQue perd6n merecen los que se han revuelto contra las divinidades que desde siempre todos reconocen, griegos y barbaros, en las ciudades y en los campos, en toda clase de cultos, iniciaciones y misterios, por parte de reyes, legisladores o fil6sofos, y, en cambio, han elegido del patrimonio humano practicas impias y ateas? iA que castigo no seria justo entregar a los que han desertado de las tradiciones de los antepasados; para convertirse en defensores de leyendas extranjeras y judias, universalmente desacreditadas? i.C6mo no es una perversidad y volubilidad extremas abandonar sin dificultad las instituciones patrias y adoptar, con una fe irracional y no sometida a examen, Ia facci6n de los impios y de los enemigos de todas las naciones, sin confiar en el mismo dios que es honrado entre los judios segun las tradiciones al uso entre ellos y trazar un sendero nuevo y solitario, que no respeta ni las tradiciones de los griegos ni de los judios? Estas son las cuestiones que nos podria plantear con raz6n un griego que no tuviera verdadero conocimiento ni de sus creencias ni de las nuestras.

FRAGMENTOS

17 (80 H). Eus.PE V 1.9s.: AuTos 6 Ka8' Twv GUGKEUlJ TOUTfJJJ TTOU AEYWV T(J]J Tp6rrov· «NuvL ToaouTwv E'Twv KaTELATJ<\JE v6aos TTjv rr6,\tv, 'AaKATJTTLOV 8EWJJ OUGTJ')' ')TJGOU yap Tl') 8EWJJ

I

El propio abogado que en nuestro tiempo tienen los demonios da muestras de su talante cuando dice esto en el panfleto que compone contra nosotros: ''ahora se sorprcnden de que durante tantos ailos Ia enfermcdad se apodere de Ia ciudalF 2 , cuando ni Asclepio ni los demas dioses residen ya en ella, pues ninguno, entre los dioses, cay6 en Ia cuenta de Ia utilidad del culto a Jesus para el Estado." 18

Eus. PE I 10.44: TaDTa cirr(J Tfjs L.:ayxouvtci8wvos rrpoKE(a8w ypa
wL TavTa rrEpl. ToD Kp6vou ypciEL' "TciauTos, ov Alyurrnm rrpoaayopEuouatv 8wue, aocp[q 8tEvEyKwv rrapa Toi:s cJ>o(vtew, rrpwTos Ta KaTa TTjv EK Tfjs Twv

xv8a(wv clTTEtp(as EL') 8tha(EV.

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YEJJEa') TTAELOU') 8Etl')

8oupw TE Xouaap8tc;-

Tou TaauTou KOL ciHTJyop(ms TTJV 8Eo,\oy(av E'wnaav." Kal.
auwpwvoTaTa, L.:ayxouvLCi8uJV Cl BTJpUTLO'), ELATJ<\JWS Ta rrapa Tou lEpE'ws 8Eov Tov 'IEuw· i\s TQ BTJpuT(wv TTjv laTop(av civa8El.s \m'

"E8os TOLS' rra,\mo'Ls E'v Ta'Ls Twv Ktv8uvwv civTl. Tfjs rrcivTwv cp8opiis To i]yanTJw'vov Twv TEKvwv Tous KpaTovvTas T\ m\,\Ews T\ E'evous ELS aayTjv E'm8t86vm, ,\uTpov To'is KOTEaciTTOVTO 8E ol

KaT' ainov E'eETaaTwv Tfjs a,\TJ8E(as rrapE8E'xeTJ. ol 8E TouTwv xpovm

Kal. rrp(J TWJJ TpwLKWJJ TTlTTTOUGL xp6vwv, Kal GXE8iw TOL') MwaE'ws TTATJGLci(ouatv,

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EWTJVEU8ELGTJS urro cJ>(,\wvos Tov 8E tDS a,\TJ8oDs urro Tfjs Tlopup(ou Tov <\Jt,\oa6ou (J 8' auTOS E'v TQ TTEpl. 'lou8a(wv E'Tt

GUGKEUTJV EV 8' Tfj') rrphs \mo8EGEW') w8E TQ civ8pl. rrphs AEelV' «'laTOpEL 8E Ta TTEpl ']ou&a(wv clATJ8EaTaTa, iht Kal. Tal') TOTTOL') Kal. TOL') auT6'JV Ta

Twv

8E El Kal. Twv dHwv wEAElOS'

JJG8ETO.»

16 (41 H). Eus.PE I 9.20-21: Totrrulv (J Ka8' TTJV Ka8'

E'KE(vou Kal.

E'v TlJ Ka8'

W') al

Kp6vos TOLJJUV, ov ol ¢OLJJLKE') "H,\ rrpoaayopEUOUGLJJ, Tfj') xwpas KaL UGTEpov

Twv cJ>mv(KTJS &ta&oxa(. L.:ayxouvtci8wv &E J:, KaTa TTjv cJ>mv(Kwv 8tciAEKTov rriiaav TTjv rra,\mav laTop(av EK Twv KaTa rro,\tv Kal. TWv E'v To'Ls lEpoi:s civaypawv avvayaywv 8Tj Kal. auyypciljlas E'rrl. yE'yovE Tfj') 'Aaavp(wv rrp

TTjv Tov TEAEUTTjv E'rrl. Tov Tov Kp6vou ciaTE'pa Ka8tEpw8ds, E'e E'mxwp(as ulov E'xwv (ov 8ta TOUT() '1Eou8 EKclAOUV, TOU ouTws E'n Kal.

vvv rrapa To'Ls cJ>o(vLeL) Ktv8uvwv EK

KaTELATJ<\JOTWJJ TTJV xwpav T

KOTE8uaEv.

Menciona estos hechos el que ha conspirado en nuestros elias contra nosotros en el cuarto libro del tratado que nos dedica, y cia testimonio de este hombre"' con estas palabras: "El que ofrece una informaci6n mas fie! de los asuntos judios, pues es Ia que mejor concuerda con los lugares y los nombres de las personas, es Sancuniat6n de Berito, que se habia hecho con los tratados de Jer6mbalo, sacerdote del dios Yev6. Este, que habia dedicado su historia a Abibalo, rey de los beritios, habia sido aceptado por aquel y por los investigadores de Ia verdad en su tiempo. La epoca de estos hombres se remonta mas alia de los tiempos de Troya y casi se acerca a los de Moises, como lo muestran las listas de los reyes de Fenicia. Sancuniaton, que recopil6 y redact6 en dialecto fenicio con amor a Ia verdad toda Ia historia antigua a partir de los anales de Ia ciudad y los registros de los templos, vivio en tiempos de Semiramis, reina de los asirios, de Ia que consta que vivi6 antes de los hechos de Ia Jliada o al menos en aquellos tiempos. Las obras de Sancuniaton las traclujo a Ia lengua griega Fil6n de Biblos." 21

He aqui lo que se dice en el libro de Sancuniat6n, traducido por Fil6n de l3iblos, y cuya autenticiclad nos es garantizacla por el testimonio del fikJsofo Porfirio. En el tratado Sabre losjudios escribe, ademas, sobre Crono lo siguiente: "Taautos, al que los egipcios llaman Theuth, sobresaliente en sabiduria entre los fenicios, fue el primero que fij6 las normas de Ia piedad religiosa haciendola pasar del estado de inexperien-

° Fil6n de

21

Biblos.

Cf. et. PJ:' X 9.11.; Tbdt. Aflect. lJ 44ss.

-9H-

Harnack sugiere 4Ue puede tratarse de una referencia .a Roma.

25

Cf. P. Nautin (19SO) 409-416. Lo' fragment<" atrihuido' pur N
obra de Porfirio. Uno de los puntos debiles, nos parcce, es el i> 8<' aim)<; de los par<•grafos 42 y 4'i que parece md1car que Eusebio no cambta de fucntc, esto es, de Ftlon a Porftno Jean SmnelJt

, 2

22

L

-------------------•

y E des Places en su ed1Ct6n de Sources Chrettennes de Eusebto (pp 31S-320) la fuente de Eusebto es F!l6n e mcluso afiaden que Ftl6n escnbt6 un Sohre JUdwo;, segUn te.sumonta Ongenes (Contra

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cia del vulgo a Ia experiencia fundamentada. Siguiendo sus hudlas, varia generaciones despues, el dios Sourmouhel6s y Thour6, llamado tamhien Chousarthis, ilumina Ia teologia de Taautos que habia permanecido oculta y obscurecida por las alegorias." y un poco mas adelante dice:

Era costumbrc entre los antiguos, en los casos de graves peligros, para evitar el aniquilamiento de todos, ofrecer a! sacrificio lo mas querido de sus hijos como tributo para las divinidades vengadoras. Los que eran ofrecidos eran degollados en ceremonias mistericas. Ahora bien, Cr;mo, a! que los fenicios llaman El, que era rey de un pais y que fue divinizado tras el fin de su vida identificandose con el astro de Crono, tenia un hijo Cmico nacido de una ninfa del Iugar Hamada Anohret (este hijo por esta raz{Jn era llamado Ieoud, pues asi incluso todavia ahora llaman entre los fenicios a! hijo Cmico), como, a consecuencias de una guerra, graves peligros amenazaban a! pais, el atavi6 a su hijo con ornamentos reales y, habiendo preparado el altar, lo sacrific6.

Eus. PE I 10.46-50: jl.EV ovv TOV 8paKOVTOS ucnv KGL TWV oEWll aun)s

0 TdauTOS Kal jlET' mhbv au8Ls ¢oLVLKES TE KGL AtyurrTlOl' TfliEUjlGTLKWTGTOV yap Tb (<\iov TrclVTWV TWV EPTfETWll Kai rrupw8ES vrr' GlJTOU rrapE868rr rrap' (\ KGL nixos 8ta TOU TfVEUjlGTOS' rrapLGTTJGLJI, xwpls- rro8c;)v,TE KGL XELpwv a,\,\,ou nvbs TWV EKT08Ev, 8t' wv Tn ,\,oma (0a TGS TrOLELTm· Kat TrOLKLAW\1 GXTJflclTWV Turrous arroTEAEL Kal KaTa Ti]v rropEiav EALKOEL8E'i:s EXEL Tas hpjJ.GS E'¢' (\ nixos-. Kal TfOAUXPOVLWTGTOl' 8E EGTLV ou jlclVOV TE EK8uc'JjJ.EVOV Til yT]pas VEcl(ELV, a,\,,\,a KGL E'm8E'xEa8m jlEL(ova TfEuKEV" KGL ETfEL8av Til wpWjJ.EVOV jlETpov TfATJpWGlJ, ELS EGUTbiJ civa,\,(aKETm, ws Ev Ta'i:s iEpal:s ojloiws aun)s tJ TdauTos ypaa'is. 8Lil Kai EV lEpo'is- TounJ To (4iov Kal jlUGTTJpims aujlrrapELATJTrTaL. ELPTJTGL 8E: Tjjllv TTEpl mhou Ell To'is E'm yEypajljlEVOLS 8w8Eiwv t'rrl TrAE'iov, E'v o1s KaTaaKEuci(ETGL OTL a8civaTOV dT] KGL ws Eis EGUTOV avaAuETm, warrEp rrpOKELTGL' ou yap i8icv 8avdT4J EL nvi TrATJYEV TOUTO n) (4iov. ¢oivLKES 8E avTc) 'Aya86v b.a(jlo\la KaAouaLv. CJ[!o(ws mi Atyurrnm E'rrovojlci(ouaw rrpoan8Eaaw 8E: a1n0 lEpaKOS' KEa,\,Tjv, 8La T'is jJ.EyLaTos lEpodvTTJS wl tEpoypajljlGTEUS, bv jlETEpaaEv "ApELOS' 'HpaKAEOTfOALTTJS) KGTQ OUTWS'' 'Tb TrpWT0\1 i\v 8ELLS EGTLV LEpaKOS E'xwv f!OpTjv, dyav E'rrixapLs· i\s Ei wTtlS n) m'iv E'rr.\Tjpou E'v rrpuHoy
Taautos mismo ha divinizado Ia naturaleza del drag6n y de las serpientes y, tras el, fenicios y egipcios. De todos los reptiles, en efecto, el lo presenta como el animal que tiene mayor soplo vital e igneo; se da en el una rapidez insuperable a causa de su soplo, aparte de pies, manos o cualquier otro medio externo, por medio de los cuales los restantes animales realizan sus movimientos. Lleva a cabo formas de figuras variadas y, en su avance, sus movimientos adoptan forma de una espiral para alcanzar Ia rapidez que desea. Y es muy longeva y no solo con su muda rejuvenece, sino que tiene el don de hacerse de tamaiio mayor. Y cuando alcanza su medida cieterminada, se consume finalmente, como Taautos mismo Jo ha consignado en sus escritos sagrados. Esta es Ia raz6n por Ia que en las ceremonias cultuales y en los misterios este animal tiene su participaci6n. Por nosotros se ha hablado mas extensamente de este tema en nuestra obra titulada las cosas de Thoth, en Ia que se demuestra que es inmortal y se disuelve en si mismo; pues este animal no perece de muerte natural sino s6lo victima de alguna violencia. Los fenicios lo llaman 'Buen -100-

r I

FRAGMEN'J:os

Demon·. y de forma similar los egipcios Je dan el nombre de Kneph. Y le aiiaden una cabeza de halc(m, a causa de Ia actividad de este ave. Y dice en forma aleg6rica Epeeis (asi se llama entre ellos el mas eminente hierofante e interprete en sagradas cscrituras, al que ha traducido Areios de Heracle6polis): "El primer ser fue especialmente divino es Ia serpiente con forma de halc6n, sumamente grato. Este, si abria los ojos, Uenaba todo de luz en Ia regi(Jn primera creada suya, y si los cerraba, se hada ]
19 (73 H). Eus. DE I 1.12-15: Ou8Ev yoi.iv 8vvaa8a( aac o[ auKodvTm be' rrapEXELV, TflGTEL 8i: jlCllllJ rrpOGEXELV TOVS TjjlLV rrpom6vTas ... TOUTOUS 8E ml rrd8ELv ou8Ev rr,\,E'ov a¢6s auTous. 8pEjljJ.Chwv ciMywv 8LKTJV, jlvaavTas EU Kal civ8pELuJS E'ma8m 8E'iv O.rraaL To'is rrap' AfYOjlEVOLS, rrap' i\ KOL TfWTOVS XPTJflGTL(Elll Tiis aA6you xcipLV TflGTEWS.

Los calumniadores afirman que no podemos demostrar nada por medio de Ia argumentaci6n y que nos parece adecuado que nuestros seguidores se atengan s6lo a Ia fe, y que estos no se convencen mas que a si mismos, como criaturas irracionales, de que, cerrando los ojos con resoluci6n y coraje, hay que seguir sin cuestionamientos Jo que nosotros decimos. De ahi que se ganen el nomhre de "fieles", por su fe irracional.

20 (7 H). Eus. DE 1115.95.1-100.1: Ol 8-i] ouv Ta f!EV auTOLS' EpELIJ rrapmTOUjlEVOL, TGS 8E Ka8' EauT0:>v ELS aATJGTov atwva .. rrws ou L.\auTias jlEV cirrdaTJs Kal lj;Eu8o,\,oyias EKTbs yEyovE'vm; Ev8[Kws c:'iv of!o.\oyoLvTo, L,\,a,\,i]8ous 8E 8w8E'aEws KGL EvapyT] TEKilTJPW rrapEaXTJKEVGL Ol 8€ yE Toils TmouaoE rrErrAcia8m Kal KaTEij;Eua8m vojli(ovTEs mi. oia rr,\,dvous rrELpwflEVOL, rrws ouK c:'iv yE'vmvTo KaTayt!,\,aaTOL, [,\,m [lEV ¢8<\vou ml EX8pol 8i: auTT]S' GATJ8E(as clAWKOjlEVOL, (Jl yE TOVS OUTWS cirravoupyous KaL arr,\,aaTOV ws clATJ8WS KGL clKEpmov 8La n0v OLKELCDV ,\,Oywv ETflOE8ELyjlEVOUS, rravoupyous nvas KGL 8ELVOVS umHi8LaTds. ws Ta i)vTa rrAaCJajJ.EVous, ml Tc;i OLKEL4J 8L8aaKclA4J Ta rrp,'>s auTou rrpax8E'vTa KEXapwjlE'vws civa8EvTas; ... n 8E'; ol KaTalj;Eu86ItEVOL TOU 8L8aaKci.\ov KOL Ta yEyov{JTa TD mhwv rrapa8L86VTES ypa¢D. apa KGL TQ rrciST] KGTEij!ElXJGVTO airrou; ... d yap 8-i] rrAcinEa8m auTo'is aKorrils ml. ,\,c\yms lj!Eu8E'm Tov 8L8ciaKaAov Koaw'iv, ouK dv rroTE Ta rrpoELpTJflEVa KaTE'ypaov.

Por tanto, aquellos que rechazan someter sus opiniones a Ia buena nueva Y consignan para Ia eternidad calumnias que en realidad se revuelven contra ellos mismos, ... ,;c6mo podrian con justicia reconocer que las pruebas claras y evidentes no derivan del egoismo total y de Ia falacia, sino que provienen de una disposici6n amantc de Ia verdad? Mas los que creen que estos 2 " se han entregaclo a Ia inventiva Y al engafio y les acusan de blasfemar como charlatanes ;.c6mo no podrian resultar ridiculos, siendo ellos, por una parte, amigos de Ia envidia y de Ia makdicencia, y, por otra, enemigos de Ia verdad misma? Aquellos hombres tan sencillos que han mostrado en sus obras un car:ccter en verdad sincero t integro, son imaginados como terrihies sofistas, que han plasmado lo que no es y por medio de palahras adecuadas atrihuyen con cierta gracia a! propio Maestro cosas no hechas por El... ,;Y que? Los que calumnian a] Maestro y transmiten en sus escritos cosas que no han suceclido, ,;acaso tamhien mintieron sobre su pasi6n?.. En efecto, si realmente tuvieron ellos el prop6Los evangelistas

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sito de inventar y adornar al Maestro con falsos discursos, no habrian podido jamas p(mer por escrito lo expresado anteriormente. 21 (47 H). Eus. DE VI 18.11.1: Et 8E .\E'}'ot ns KaTa 'AvTioxov T(w 'Em>, i>TE Tijs Lvp[as 'AvTioxos EKpciTEL.

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Si alguno dijera que esto 2' se cumpli6 en tiempos de Antioco Epifanes, que piense si es capaz de hacer remontar el resto de Ia profecia a los tiempos de Antioco Epifanes: que el pueblo sufriera cautiverio y que el Senor posara sus pies sohre el Monte de los Olivos y si "el nombre del Senor circul6 por toda Ia tierra y por el desierto" cuando Antioco gobernaba Siria.

E'v Tfj 8 · Tijs Eis flciTTJV aim\i rrovT]6EtaT]s Ka6' T][!wv imo6E'aEws rrpo TWV LE[J.tpci[!EWS xpovwv TtJV Mwvat'a yEvEa6m
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23 (8 H). Cod. Lau. [Athos] 184. B. 64 saec. X (Goltz, Texte und Untersuchungen, T. 17. 4, pp. 41 ss.) fol 17r: Scbol Act. 15. 20: ('EmaTELAat aunii:s

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Tradition Lewisburg 1979 p 30

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Jorge cl Sincclo, esto es, cl "Secretario". Fue .secretario del patriarca Tara.sio (7R4-H06) y escrihi{) una Cr(:mica que comienza con Ad:in hasta Diodeciano. Entre sus fuentes est{l Eusebio de Ccsarea y constituye de hecho, junto con Ia versi6n latina de Jer6nimo, una de las principale.s fuentes para rcconstruir Ia obra eusehiana. Cf. A.A. Mo.sshammer, The Chronicle Htt.<·;ehius and Greek Chronographic

- 102-

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24 (39 H). Eus. HE VI 19.2-9: T( 8E'l mum AEYELV, oTE Kal 6 Ka6' T]wis €v LtKEAtq KUTUGTas nop..m8opEiv TpE'rrETm Kal Toils E'eTJYTJTas wv [J.ciAwTa Tov 'Opt yt'vT]v· ov KUTG TTJV vE'av T]AtKLUV EYVWKEVGL [lEV 7TELpiiTm, GVVWTlDV 8E: upa TCJV uv8pa EAciv6avEV, Ta [lEV E7TUAT]6EUWV, EV OLS' ou8' ht'pws auT0 AEyEtV 8vvaT6v, Ta 8E Kai 4JEv86[1EVOS, EV o'ls E'v6[!t(Ev, Kal TOTE [lEV ws Xptanavou KGTT]yopttiv, TOTE 8E TTJV 7TEpl Ta Epoooas. aLv[y[J.aTU yap Ta TE Tov , Eu6us rrpbs TTJV KaTa vs To n\AflTJfla· 8T] > TavTa T0 Tiop
0

Verdaderamente Porfirio, celebre entre los paganos por su impiedad, afirma en el libro IV de Ia obra que compuso -esfuerzo vano-- contra nosotros que Semiramis fue posterior a Moises y que rein6 entre los asirios ciento cincuenta anos antes que fnaco. Asi que, seg(m el, nos encontramos con que Moises es unos ochocientos cincuenta anos anterior a Ia Guerra de Troya. (Cf. G. Sincelo, Ecloga cronographicd<': "Aquel celebre var6n de entre los fil6sofos griegos que conspir6 contra nosotros, afirma en el lihro cuarto del tratado que en vano compuso contra nosotros que Moises es anterior a los tiempos de Semiramis, y que Semiramis rein6 sohre los asirios ciento cincuenta anos antes, de modo que, segun aquel, Moises es ochocientos cincuenta anos anterior de los sucesos de Troya.")

" La profecia de Zacarias: 7.a. 14.

(Escribaseles que se abstengan de Ia contaminaci6n con los idolos, de Ia fornicaci6n y de cuanto no quieran que les suceda a otros 27 ): El celebre Ireneo en el libro tercero de Sobre las herejias y en otros escritos referentes a los ap6stoles asi refiere Ia cita; y el gran Eusebio, el discipulo de Panfilo, en los libros VI y VII contra Porfirio refiere que este ultimo trae a colaci6n esta cita con el fin de calumniar2"".

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22 (40 H). Eus. Cbron.Fr., apud Hier. cbron. a. Abr., praef. (p. 8.1-7 Helm): Ex ethnicis vero impius ille l'orphyrius in IV. operis sui lihro, quod adversum nos casso lahore contextuit, post Moysen Semiramim fuisse adfirmat, quae aput Assyrios CL ante Inachum regnavit annis. itaque iuxta eum DCCC paene et L annis Troiano hello Moyses senior invenitur. (Cf. Georgius Syncellus, Ecloga cronographica: 'EAAT]VtKWV 8E
TOU drrE'xw6m cirro TWV clALGYT]flclTWV Kal TOU a't[J.UTOS' Kal Tijs rropvE[as Kal baa av [J.TJ 6E'.\waw mho'ls yEVE'a6m ht'pms [J.TJ rrmEiv)· ELpT]vaios h rrcivv E'v T0 y' KaTa TGS' alpEGEtS' AOyl(l KUL w8E Kal EV TOLS' Eeijs EK rrpoawrrov TWV cl7TOGTOAWV OUTWS' dva
FRAGMENTOS

Mas, ique necesidad hay de decir esto 2" cuando aun en nuestros dias Porfirio, tras establecerse en Sicilia, ha comenzado a redactar unos escritos contra nosotros e inten-

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Act.Ap. 15.20.

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Porfirio afirmaba que este versiculo era un plagio de Lucas.

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El elogto de Ongenes que precede mmedtatamente

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ta calumniar las Sagradas Escrituras, y a] citar a los que las comentaron, dado que no puede lanzar reproche alguno contra sus doctrinas, ante Ia falta de argumentos opta por insultar y calumniar a los comentaristas, entre ellos particularmente a Origenes? A este, al que dice haber conocido en su juventud, intenta calumniarlo, pero lo que hacia era recomendarlo sin darse cuenta, diciendo Ia verdad en aquellos asuntos en los que no podia decir otra cosa y mintiendo en los que creia que pasaba inadvertido, a veces acusandolo en calidad de cristiano, a veces reseflando su contribuci6n a las materias filos6ficas. Oye, pues, lo que dice exactamente:

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FRAGMENTOS

p 0 rphyrius proponit aduersum nos hoc ipsum et dicit: 'Euangelista uester Matthaeus tam inperitus fuit, ut diceret, quod scriptum est in Esaia propheta, aperiam in parabolis os meum .. ,' "Abrire con parabolas mi boca, anunciare lo que estaba oculto desde cl principic>"". Esto no lo dice Isaias, sino Asaf. Y finalmente aquel impio de Porfirio lo utiliza contra nosotros y dice: "Vuestro Evangelista Mateo era tan ignorante que decia ']o 2 que esta escrito en el profeta Isaias: Ahrire con parabolas mi boca 5 ... "' 26 ( 4 H). Hier. in psalm. LXXXI 223-233: Totum orbem suhegit ab oceano usque ad mare Ruhrum. Dicat aliquis: Hoc totum lucri causa fecerunt. Hoc enim dicit Porphyrius: Homines rusticani et pauperes, quoniam nihil habehant, magicis artihus operati sunt quaedam signa. Non est autem grande facere signa. Nam fecerunt signa et in Aegypto magi contra Moysen. Fecit et Apollonius, fecit et Apulcius: et infinita signa fecerunt. Conceclo tibi, Porphyri, magicis artibus signa fecerunt, ut, diuitias acciperent a diuitibus mulierculis, quas induxerant: hoc enim tu dicis_ Quare mortui sunt1 quare crucifixi sunt?

"Algunos, deseando hallar una soluci6n a Ia depravaci6n de las escrituras judias pero sin abjurar de elias, se inclinaron por exegesis incompatibles e inaclecuadas para con lo escrito que, mas que justificar sus aspectos chocantes, pretenden Ia aceptaci6n y Ia alabanza de si mismas. Y, en efecto, pregonando que eran enigmas lo clicho por Moises -con toda claridad e invocandolo como oraculos llenos de misterios secretos, llevan a cabo sus exegesis una vez hechizado con su orgullo el sentido critico del alma." A continuaci6n, despues de otras cosas, dice: "Esta actitud ins6lita procecle de un hombre con el que tambien yo coincidi cuando era aCm joven, de gran reputaci6n por entonces y reputado a(m por los escritos que nos ha dejado, Origenes, cuya fama esta muy extendida entre los maestros de estas doctrinas. Siendo, en efecto, discipulo de Amonio, que en nuestro tiempo fue el que realiz6 una mayor aportaci6n a Ia filosofia, obtuvo un gran provecho de su maestro en el ejercicio de Ia teoria, pero en Ia recta elecci6n de un genero de vida siguic> por el camino opuesto al de aquel, pues Amonio, que como cristiano habia sido educado por sus padres en el cristianismo, cuando tuvo contacto con el pensamiento filos6fico, se cambi6 a] genero de vida conforme a las !eyes, mientras que Origenes, que como heleno se habia educado en las letras helenas, vino a dar en Ia audacia barbara. Entregandose a ella trafic6 consign mismo y con su talento intelectual, pues en su dia a dia vivia como un cristiano y al margen de las !eyes, mientras que en sus opiniones sobre las cosas y sobre los dioses hclenizaba e introducia las doctrinas helenas en los mitos Siempre convivia, en efecto, con Plat6n y frecuentaba los escritos de Numenio, de Cronin, de Apol6fanes, de Longino, de Moderato, de Nic6maco y de los hombres celebres entre los pitagc>ricos, y recurria tambien a los libros de Querem6n el estoico y de Cornuto, en los que conoci(J el metodo metaleptico de los misterios de los griegos para aplicarlos a las escrituras judias."

Ha sometido todo el mundo 33 desde el Oceano hasta el Mar Rojo. Quizas alguien pueda decir: "Todo esto lo hicieron por in teres"_ Porfirio, en efecto, dice lo siguiente: "Gente ruda y pohre, pues no poseian nada, por medio de artes magicas han realizado algunos milagros. Mas no es algo excepcional hacer milagros, pues tambien hideron milagros los magos de Egipto contra Moises. Los hizo tamhien Apolonio y los hizo tambien Apuleyo 34 : tamhien hicieron infinidad de milagros_" Te lo concedo, Porfirio, ellos llevaron a cabo milagros por medio de Ia magia, con el fin de acaparar riquezas de mujeres ricas que hahian caido en sus redes_ Esto es lo que ttl dices. Mas wor que han muerto? i.Por que han sido crucificados?

Esto es lo dicho por Porfirio en el tercer libro de su escrito contra los cristianos, con pleno acierto en lo que se refiere a] genero de vida y a Ia erudici{m de este hombre, y mintiencln ahiertamente -i.c6mo no iba a hacerlo el enemigo de los cristianos?cuando dice que aquel se convirti6 de las doctrinas hdenas y que Amonio vino a caer de una vida piadosa en Ia practica del paganismo, .. Quede asi expuesto para desterrar Ia calumnia de este mentiroso. "'

28 (2ld H). Hier. in Is. XIV 53: Qui dispensatoriam inter Petrum et l'aulum contentionem3' uere dicunt iurgium fuisse atque certamen, ut blasphemanti Porphyrin satisfaciant. __

27 (97 H). Hier. in Is. II 3: Catieamus ergo et nos, ne exactores simus in populo; ne iuxta impium Porphyrium matronae et mulieres sint noster senatus, quae dominantur in ecclesiis et de sacerdotali gradti fauor iuclicat feminarum_ Luego cuidemos tambien nosotros de no convertirnos en recaudadores del pueblo; no vayan a ser nuestro senado, como dice el impio Porfirio, las matronas y las mujcres, que son las que mandan en las iglesias y cuyo favor es el que decide sobrc Ia dignidad sacerdotal.

Quicnes, por satisfacer a] hlasfemo Porfirio, dicen que Ia tension formal entre Pedro y Pablo fuc un litigio y una discordia, .. "'

JERONIMO 25 (10 H). Hier. in psalm. LXXVII 72-76: 'Aperiam in parabola os meum. eloquar propositiones ab initio'. Hoc Esaias non loquitur. sed Asaph. Denique et inpius ille

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"' j I . cronimo tam >it-n dcsmicntc a Porfirio en De uiris ')'): "Porfirio acusa falsamente a Amonio de

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HI'.Mall. l's. 7K2.

52

Sc trata efectivamente de una atribuckm err(mca de Mateo en el rasaje citado

Harnack siguc la lectura de Morin (suhegil Paulus ... ): "Pablo ha sometido .. " Cf. Maredsolana III 2, p. HO. Lact. in..:t. V 3

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r.:p· .Gal.

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A1lecdota

"T" PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS

FRAGMENTOS

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cialmente. Pero puesto que es nuestra intenci6n no responder a las calumnias de nuestro adversario, lo que requiere extenderse ampliamente ... Porfirio, a! haher vrsto que esto 39 se cumplia plenamente y que no podia negar que habia ocurrido, vencido or ]a verdad hist6rica vino a caer en Ia calumnia de pretender que lo que se dtce va a suceder con el Anticristo en Ia consumaci6n mundo, por Ia similitud de ciertas actuaciones, se cumpli6 bajo el mandato de Anttoco. Esta tests queda refutada por el testimonio de Ia verdad. Tan grande es, en efecto, Ia fidelidad con que se cumplen sus palabras que a los incredulos les parece que el profeta no ha conta_do el futuro, sino que ha narrado el pasado. No obstante, si durante Ia exphcacmn de misma obra se ofrece Ia ocasi6n, intentare responder con rigor a Ia calumma de ague! y a las artes de ]a filosofia, o mejor, a Ia malicia pagana con Ia que intenta tergiversar Ia verdad y, con ciertos artificios, apartar !a clara luz de los OJOS y oponerse a una explicaci6n sencilla.

29 (11 H). Hier. in Dan. I 1.1: Et ob hanc causam in euangelio secundum Matthaeum una uidetur deesse generatio, quia secunda tesseriscedecas in Ioachim desinit filium Iosiae et tertia incipit a Ioiachin filio Ioachim; quod ignorans Porphyrius, calumniam struit ecclesiae, suam ostendens imperitiam, dum euangelistae Matthaei arguere nititur falsitatem. Esta es Ia raz6n por Ia que en el Evangelio segun Mateo parece existir una unica generaci6n 37 , puesto que Ia segunda de las catorce generacionesox acaba en Joaquin, hijo de Josias, y Ia tercera comienza con Yoyaquin, hijo de Joaquin. Ignorando esto, Porfirio construye su calumnia contra Ia Iglesia, exhibiendo su propia incompetencia al empeiiarse en acusar de falsedad a! evangelista Mateo.

30 ( 43 H). A) Hier. in Dan. Prolog. (1-32): Contra prophetam Daniel em duodecim librum scripsit Porphyrius, nolens eum ab ipso cuius inscriptus est nomine esse compositum sed a quodam qui temporibus Antiochi, qui appellatus est Epiphanes, fuerit in Iudaea, et non tam Danielem uentura dixisse, quam ilium narrasse praeterita; denique quidquid usque ad Antiochum dixerit, ueram historiam continere; si quid autem ultra opinatus sit, quae futura nescierit esse mentitum: cui sollertissime responderunt Eusebius Caesariensis episcopus tribua uoluminibus, octauo decimo et nono decimo et uicesimo, Apolinaris quoque uno grandi libro, hoc est uicesimo sexto, et ante hos ex parte Methodius. Verum quia nobis propositum est non aduersarii calumniis respondere, quae Iongo sermone indigent. .. Quae [i.e. uaticinia Danielis de Christo, de regibus et annis] quia uidit Porphyrius uniuersa completa et transacta, negare non poterat, superatus historiae ueritate, in hanc prorupit calumniam, ut ea, quae in consummatione mundi de Antichristo futura dicuntur, propter gestorum in quibusdam similitudinem, sub Antiocho Epiphane impleta contendat; cuius impugnatio testimonium ueritatis est; tanta enim dictorum fides fuit, ut propheta incredulis hominibus non uideatur futura dixisse sed narrasse praeterita. Et tamen sicubi se occasio in explanatione eiusdem uoluminis dederit, calumniae illius strictim respondere conabor, et philosophiae artibus, immo malitiae saeculari, per quam subuertere nititur ueritatem, et quibusdam praestigiis clarum oculorum lumen auferre, explanatione simplici contraire.

B) Hier. in Dan. Prolog. ( 45-66): Sed et hoc nosse de bemus inter cetera Porphyrium in Danielis nobis libros obicere, idcirco ilium apparere confictum nee haberi apud Hebraeos sed graeci sermonis esse commentum, quia in Susannae fabula contineatur, dicente Daniele ad presbyteros G1TO TOU axivov axiam KQL Q1TO rrpivou 1Tpiam, quam ETLf.LOAoyiav magis graeco sermoni conuenire quam hebraeo. CUJ et Eusebius et Apolinaris pari sententia responderunt, Susannae Belisque ac draconis fabulas non contineri in hebraico, sed partem esse: Prophetiae Abacuc filii lesu de tribu Levi ... et Origencs et Eusebius et Apolinaris aliique ecclesiastici uiri et doctores Graeciae has, ut dixi, uisiones non haberi apud Hebraeos fateantur nee se dcbere respondere Porphyrin pro his quae nullam scripturae sanctae autoritatem praebeant. y debemos saber entre otras cosas que Porfirio nos Ianza esta objeci6n sobre el libro de Daniel: que parece ser una falsificaci6n y que no existe entre los hebreos, sino que habria sido una obra compuesta en lengua pues, en Ia de Susana cuando Daniel se dirige a los ancianos pone en relaoon axwm con axLvou Y rrpicmt con 1Tpivou, etimologia que se ajusta mas a Ia lengua griega que a Ia hebrea. A el ]e respondieron Eusebio y Apolinar en Ia misma linea en el sentido de que las historias de Susana y de Bel y de Ia serpiente no se conservan en lengua hebrea, stho que forman parte de Ia profecia de Aha cue, hijo de jesus, de Ia tribu de Levi ... Origenes, Eusebio, Apolinar y otros varoncs de Ia Iglesia y doctores de GreCJa reconocen que estas visiones, como he dicho, no existen entre los hebreos y que no hay que responder a Porfirio de aquello que no aiiade autoridad alguna a Ia Sagrada Escritura.

Porfirio escribi6 el libro XII contra el profeta Daniel pretendiendo que Ia obra que lleva su nombre no habia sido escrita en realidad por el, sino por alguien, de nombre Epifanes, que vivi6 en Judea en los tiempos de Antioco, de modo que mas que contar Daniel el futuro, habria narrado aquel el pasado. En clefinitiva, lo narrado hasta el tiempo de Antioco contiene historia verdadera; en cambio, lo que conjetura mas alia de ese limite, dado que desconoce el futuro, es mentira. A este le respondieron con gran diligencia el Obispo de Cesarea en tres vol(tfuenes (el XVII, el XIX y el XX), Apolinar, en un unico libro extenso (el XVI), y antes de estos Metodio, aunque par-

C) Hier. in Dan. Prolog. (86-93): Ad intellegendas autem extremas partes Danielis, multiplex Graecorum historia necessaria est: Sutorii uidelicet Callinici, Diodori, Hieronymi, Polyhii, Posidonii, Claudii Theonis et Andronyci cognomento Alipii, quos et Porphyrius secutum esse se dicit, losephi quoque et eorum quos pomt Iosephus, praecipueque nostri Liuii, et Pompei Trogi, atque Iustini, qui omnem extremae uisionis narrant historiam.

:P Hu.Matt. 1.11-12. Mate en tres series de catorce generaciones,

pero comett: un error de cfilculo que Porfirio detect6: en Ia tercera (de Jeconias a Josf). Jer6nimo

acusa al neoplat{mico de incompetencia, dado que cl "jeconias" de Eu.Matt. 1.11-12 (gr.' IExovlac;) ha

Para comprender Ia parte final de Daniel es necesaria Ia vasta historiografia de los griegos: Sutorio (naturalmente Calinico), Diodoro, Jer6nimo, Polibio, Posidonio, Claudio Te(m y Andr6nico, de sobrenombre Alipio, a los que tambien Porfirio dice

de computarse por dos, pues recog:e los hebreos ..jllin" (Joachim, con tt:rminaci6n en -im) -cl "Joaquin" de Daniel 1.1-, y "Yoyaquin" (/oiachin, con terminacil>n en -in), que seria su hijo. A esta misma objeci(>n porfiriana se refiere el fragment<> procedente de Pacato, aunque ofrece una soluci6n diferente: cf. fr. 109 (V [lil'.Matt. 1.11]) . . Serie de catorce generaciones. Se trata de las tres series en las que viene dividida, a partir de Abraham, Ia generaci(m de Jesl1s. Mateo, en el pasaje citado

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Las profeda."! dt: Daniel.

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FRAGMENTOS

Iuber seguido; y tamhien a .Josefo y aquellos a los que cita, particularmente a nuestro Livio, a l'ompeyo Trogo y a .Justino, todos los cuales narran Ia historia correspondiente a Ia ultima visi6n.

uidelicet ea quae scripta sunt: 'Os loquens ingentia' non de Antichristo, sed de Antiocho dicta credantur. Porfirio sit(Ia tan solo en el reino de los macedonios a las dos ultimas hestias, Ia de los macedonios y a Ia de los pretendiendo que por Ia "pantera" ha de entenclerse el mismo Alejandro, mientras que en Ia "hestia distinta de las demas hestias" ha de verse a los cuatro sucesores de Alejandro. A continuaci6n hasta Antioco, de sobrenomhre Epifanes, enumera diez reyes que fueron muy crueles, y a estos no ]os cita como reyes de un solo reino -por ejemplo, de Macedonia, de Siria, de Asia y de Egipto-, sino que a partir de reinos diversos pone en pie una serie unica de reyes a fin de que lo que esta cscrito -"una boca que decia cosas terribles"-" se crea referido no al Anticristo, sino a Antioco.

D) Hier. in Dan. I 2.31-35: "Factus est mons magnus et impleuit uniuersam terram"; quod ludaei et impius Porphyrius male ad populum referunt Israel, quem in fine saeculorum uolunt esse fortissimum et omnia regna conterere et regnare in aeternum.

"Se convirti6 en una gran· montana y llen6 toda Ia tierra." 40 Los judios y el impio Porfirio identifican err{meamente esto con el pueblo de Israel, el cual pretenden que al final de los tiempos sera muy poderoso y que destruira todos los reinos y reinara eternamente.

J) Hier. In Dan. II 7.7c-14b: Frustra Porphyrius cornu paruulum, quod post decem cornua ortum est, 'Em
E) Hier. in Dan. I 2.46: Hunc locum calumniatur l'orphyrius: quod numquam superbissimus rex captiuum adorauerit.

l'orfirio critica este pasaje arguyendo que un rey tan soherbio jamas se postraria ante un cautivo. F) Hier. in Dan. I 2.48: Et in hoc calumniator (sc. Porphyrius) ecclesiae prophetam reprehendere nititur, quare non recusarit munera et honorem Bahylonium libenter susceperit.

En vano sospecha l'orfirio que el cuerno pequeii.o, que despunt(J despues de los diez cuernos, es Antioco Epifanes, y que de estos diez, los tres cuernos arrancados representan a Ptolomeo VI, de sobrenombre "Fil6pator", a Ptolomeo VII Evergetes y a Artaxias, el rey de Armenia, los primeros de los cuales habian muerto mucho antes del nacimiento de Antioco. Que responda Porfirio a que hombre le puede corresponder o quien es ese tan poderoso como para quebrar y pulverizar el cuerno pequeno, que eJ interpreta como Antioco. Si respondiese que los generales de Antioco fueron derrotados por Judas Macabeo, debe. explicar c6mo va a venir con las nubes del cielo.

Y en este punto el calumniador de Ia Iglesia se empeii.a en reprender a] profeta por no haher rechazado los obsequios y haber aceptado de buen grado los honores de los babilonios. G) Hier. in Dan. I 3.98: Epistula Nabuchodonosor in prophetae uolumine ponitur, ut non fictus ab alio postea liher -sicut sycophanta (Porphyrius) mentitur- sed ipsius Danielis esse credatur.

La carta de Nahucodonosor queda recogida en Ia ohra del profeta a fin de que no se crea en el futuro que ha sido compuesta por otro, seg(m Ia mentira del sicofanta Porfirio, sino por el propio Daniel.

K) Hier. in Dan. III 9.1: Hie est Darius qui cum Cyro Chalclaeos Bahyloniosque superauit; ne putemus ilium Darium cuius secunclo anno templum aedificatum est -quod Porphyrius suspicatur, ut annos D
H) Hier. in Dan. II 5.10a: 'Regina ... ' I-Iane Josephus auiam Baldasaris, Origenes matrem scribunt, uncle et nouit praeterita quae rex ignorabat; euigilet ergo Porphyrius qui earn Baldasaris somniauit uxorem, et illudit plus scire quam rnaritum.

Este es el Dario que junto con Ciro habia derrotado a caldeos y babilonios. No vamos a creer que se trata de aquel Dario en cuyo segundo aii.o se edific6 el templo -lo que supone Porfirio para retrasar los aii.os de Daniel- o de aquel que fue derrotado por Alejandro, el rey de los maceclonios.

'La Reina' . .Josefo escrihe que se trata de Ia abuela de Baltasar; Origenes, de su madre: de ahi que conociera el pasado, que el rey desconocia. jQue se espahile Porfirio, que desvaria a] decir que era Ia esposa de Baltasar y se hurla de que sepa mas que su marido!

L) Hier. in Dan. ill 11.20: [Seleucus Philopator, filius Antiochi Magni] Porro Porphyrius hunc non uult esse Seleucum, sed Ptolomaeum Epiphanen, qui Seleuco sit molitus insidias et aduersum eum exercitum praep
I) Hier. in Dan. II 7.7b: Porphyrius duas posteriores bestias, Macedonurn et

Romanorum, in uno Macedonum regno ponit et diuidit: pardum uolens intelligi ipsum Alexandrum, hestiam autem dissimilem ceteris bestiis quattuor Alexandri successores, et deinde usque ad Antiochum cognomento Epiphanen decem reges enumerat qui fuerint saeuissimi, ipsosque reges non unius ponit regni, uerbi gratia Macedoniae, Syriae, Asiae et Aegypti. sed de diuersis regnis unum efficit regnorum ordinem, ut 10

/Ja. 2.3S.

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Da. 7.H.

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FRAGMENTOS


Porfirio no cree que este sea Seleuco 42 , sino Ptolomeo Epifanes, que habia tramado contra Seleuco y habia preparado un ejercito contra el, y que por ello habia muerto envenenado por sus propios generales; y que al preguntarle uno de ellos de d6nde obtenia recursos para emprender empresas tan enormes, repondi6 que su riqueza eran sus amigos. Cuando esto se difundi6 entre el pueblo, los generales tuvieron miedo de perder sus posesiones y lo asesinaron por ello con artes maleficas. Pero puede Ptolomeo ocupar el Iugar de Antioco Magno, que no hizo esto en absoluto? M) Hier. in Dan. [IV] 11.21: Hucusque ordo historiae sequitur et inter Porphyrium ac nostros nulla contentio est. Cetera quae secuntur usque ad finem uoluminis, ille interpretatur super persona Antiochi -qui cognominatus est Epiphanes- fratre Seleuci filio Antiochi Magni, qui post Seleucum undecim annis regnauit in Syria obtinuitque Iudaeam, sub quo legis Dei persecutio et Machabaeorum bella narrantur; nostri autem ...

Hasta aqui se sigue el orden hist6rico y no hay discrepancia entre Porfirio y nosotros. Lo que viene a continuaci6n hasta el final del libro aquel lo interpreta en relaci6n con Ia persona de Antioco, de sobrenombre "Epifanes", hermann de Seleuco, el hijo de Antioco Magno, que despues de Ptolomeo rein6 once aflos en Siria y se apoder6 de Judea, y bajo cuyo reinado se narra Ia persecuci{m de Ia ley de Dios y las guerras de los Macabeos. Los nuestros, en cambio ... N) Hier. in Dan. [IV] 11.21: "Stabit", inquiunt, "in loco Seleuci frater eius Antioclms Epiphanes cui primum, ab his qui in Syria Ptolomaeo fauebant, non dabatur honor regius, sed et postea, simulatione dementiae, obtinuit regnum Syriae. Et brachia pugnantis Ptolomaei et uniuersa uastantis expugnata sunt a facie Antiochi atque contrita. 'Brachia' autem fortitudinem uocat, uncle et 'manus' appellantur 'exercitus multitudo'. Et non solum, ait, Ptolomaeum uicit fraudulentia, sed ducem quoque foederis, hoc est Iudam Machahaeum, superauit dolis -siue quod dicit hoc est: cum ipse obtulisset pacem Ptolomaeo et fuisset dux foederis, postea ei est molitus insidias; Ptolomaeum autem hie non Epiphanem significat qui quintus regnauit in Aegypto, sed Plolomaeum Philometorem filium Cleopatrae sororis Antiochi cuius hie auunculus erat; et cum, post mortem Cleopatrae, Eulaius eunuchus nutritius Philometoris et Leneus Aegyptum regerent et repeterent Syriam quam Antiochus fraude occupauerat, ortum est inter auunculum et puerum Ptolomaeum proelium; cumque inter Pelusium et montem Casium proelium commisissent, uicti sunt duces Ptolomaei-. Porro Antiochus, parcens puero et amicitias simulans, ascendit Memphim, et ibi ex more Aegypti regnum accipiens puerique rebus prouidere se dicens, cum modico populo omnem Aegyptum subiugauit sibi et abundantes atque uberrimas ingressus est ciuitates, fecitque quae non fecerunt patres eius et patres patrum illius: nullus enim regum Syriae ita uastauit Aegyptum et omnes eorum diuitias dissipauit, et tam callidus fuit, ut prudentes cogitationes eorum qui duces pueri erant, sua frau de subuerteret." Haec, Porphyrius sequens Sutorium sermone laciniosissimo prosecutus est, quae nos breui compendio diximus.

El Iugar de Seleuco lo ocupara --dicen- su hermann Antioco Epifanes, a quien al principia no le tributaban honores de rey los que en Siria eran partidarios de Ptolomeo; pero despues, fingiendo clemencia, ohtuvo el reino de Siria, y los "brazos" 42

de Ptolomeo, que combatia y todo lo arrasaba, fueron tomados y aniquilados por el "rostro" de Antioco (Ia palabra "brazos" alude a su fuerza; de ahi que un contingente militar reciba tambien el nombre de manus) 4 ; Y no s6lo --dice- venci6 a Ptolomeo con el engaflo, sino que tambien derrot6 con mentiras a! jefe de Ia alianza, esto es, a judas Macabeo. Esto es, pues, lo que dice: despues de haber ofrecido Ia paz a .Ptolomeo y haberse convertido en el jefe de Ia alianza, tram6 insidias contra aquel (no se alude aqui a Ptolomeo Epifanes, que fue el quinto en reinar en Egipto, sino a Ptolomeo Fil6metor, hijo de Cleopatra, Ia hermana de Antioco, que era, por lo tanto, su tio); cuando despues de Ia muerte de Cleopatra el gobierno de Egipto recay6 en e1 eunuco Eulaio, preceptor de Fil6metor, y en Leneo, y estos reclamaron Ia Siria que Antioco habia ocupado fraudulentamente, estall6 Ia guerra entre el tio y el joven Ptolomeo, y trabando combate entre Pelusio y el monte Casio, fueron derrotados los generales de Ptolomeo. A continuaci6n Antioco, perdonando al joven y fingiendo amistad, subi6 hasta Menfis y, recibiendo alii el reino segun Ia costumbre de los egipcios y con el pretexto de mirar por los intereses del joven, con un mediano ejercito subyug6 todo Egipto, penetr6 en ciudades pr6speras y riquisimas e hizo lo que no habian hecho ni sus padres ni los padres de sus padres: en efecto, ninguno de los reyes de Siria someti6 a Egipto a semejante devastaci6n; arras6 todas sus riquezas y tan astuto fue que arruin6 con el engaflo los prudentes planes de los que habian sido generales del joven. Porfirio, siguiendo a Sutorio, ha tratado por extenso estos hecho.s que no.sotros hemos expuesto sucintamente. O) Hier. in Dan. [IV] 11.25s.: Haec Porphyrius interpretatur de Antiocho, qui aduersum Ptolomaeum sororis suae filium profectus est cum exercitu magno: sed et rex austri, id est duces Ptolomaei, prouocabuntur ad helium multis auxiliis et fortibus nimis, et non potuerunt resistere Antiochi consiliis fraudulentis, qui simulauit pacem cum sororis suae filio et comedit cum eo panem et postea occupabit Aegyptum.

Esto lo interpreta Porfirio en relaci6n con Antioco, que march6 con un gran ejercito contra Ptolomeo, el hijo de su hermana. No obstante, el rey del sur, esto es, los generales de Ptolomeo, estaban llamados a trabar combate con sus fuertes y abundantes tropas, pero no pudieron resistir las maniobras fradulentas de Antioco, que fingi6 Ia paz con el hijo de su hermana, comi6 el pan con el y, acto seguido, ocup6 Egipto. P) Hier. in Dan. [IV] 11.27s.: Nulli dubium est quin Antiochus pacem cum Ptolomaeo fecerit, et inierit cum eo conuiuium et dolos machinatus sit et nihil profecerit, quia regnum eius non potuit obtinere sed a militibus Ptolomaei eiectus sit.

Nadie duda de que Antioco hizo las paces con Ptolomeo, particip6 con eJ en un banquete, tram6 engaflos y no hizo progreso alguno porque no pudo apoderarse de su reino, sino que fue expulsado por los soldados de Ptolomeo. Existe un juego de palahras en todo

el pa.sajc: sc cmplean los dohle.s sentidos, corporal y militar, de los tenninos lations '(brachia" (posidones o lineas del ejCrcito), y "manus'' (escuadr6n). Nos apegamos a Ia literalidad rara reflejar1o en Ia traducci6n. Pero ademas los "hrachia" de Ptolomeo se oponen a Ia "facies" de Antioco. que se lleva la victoria. La cxplicaci6n se encuentra quiz
Seleuco Fil6pator, hijo de Antloco Magno.

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FRAGMENTOS

Q) Hier. in Dan. [IV]11.28h-30h: Et graeca et romana narrat historia: postquam reuersus est Antiochus, expulsus ab Aegyptiis, uenisse eum in Iudaeam, hoc est aduersum testamentum sanctum, et spoliasse templum et auri tulisse quamplurimum; positoque in arce praesidio Macedonum, reuersum in terram suam; et post biennium rursum contra Ptolomaeum exercitum congregasse et uenisse ad austrum; cumque duo fratres Ptolomaei Cleopatrae filii quorum auunculus erat obsiderentur Alexandriae, legatos uenisse romanos -quorum unus Marcus Popilius Laenas, cum eum stantem inuenisset in littore et senatusconsultum dedisset-: quod iubebatur ah amicis populi romani recedere et suo impeiio esse contentus -et ille responsionem ad amicorum consilium distulisset, orhem dicitur fecisse in arenis baculo quem tenebat manu et circumscripsisse regem atque dixisse: 'Serratus et populus romanus praecipiunt, ut in isto loco respondeas quid consilii geras'; quibus dictis ille perterritus ait: 'Si hoc placet senatui et populo romano, recedendum est', atque ita statim mouit exercitum-; percussus autem esse dicitur, non quo interierit sed quo omnem arrogantiae perdiderit magnitudinem ... Haec plenius in Machabaeorum gestis legimus: quod, postquam de Aegypto eum repulere romani, indignans uenerit contra testamentum sanctuarii, et ah his inuitatus sit qui dereliquerant legem Dei et se caeremoniis miscuerant ethnicorum.

(34-35) l'aruum auxilium Mathathiam significari arbitratur Porphyrius: de uico Modim, qui aduersum duces Antiochi rehellauit et cultum ueri Dei seruare conatus
Cuenta Ia historia griega y romana que Antioco, despues de regresar expulsado de Egipto, vino a judea, esto es, contra Ia alianza sagrada, y expoli6 el templo y se !lev<> todo el oro que pudo, y dejando en Ia ciudadela una guarnici6n de macedonios, regres{> a su tierra. Dos aflos despues reuni6 de nuevo un ejercito contra Ptolomeo y se dirigi6 bacia el sur, y habiendo sido sitiados en Alejandria dos hermanos de Ptolomeo, hijos de Cleopatra, del que el era tio, se presentaron embajadores de RcHna, uno de los cuales era Marco Pompilio Lenas. Hallaron al rey en Ia playa y tras darle el senadoconsulto en el que se le ordenaba que se apartase de los amigos del pueblo romano y se mantuviese dentro de los limites de su imperio, dado que este demoraba Ia decisi6n de su respuesta, se dice que con el bast6n que llevaba en Ia mano traz6 un circulo en Ia arena en el que encerr6 al rey, y le dijo: "el Senado y el Pueblo Romano te conminan a que respondas en este preciso Iugar cual es tu decisi6n". Pronunciadas estas palabras, aque! dijo amedrentado: "si esto es lo que le place al Senado y a! Pueblo Romano, hay que dar marcha atras". Y puso en marcha al ejcrcito de inmediato. Dicen, no obstante, que ello supuso un golpe mayor que Ia muerte, pues le hizo perder su inmensa arrogancia ... Con mayor extensi6n se puede leer en el libro de los Macabeos que, despues de que los romanos lo expulsaran de Egipto, acudi6 lleno de furor contra Ia alianza sagrada y que fue llamado por los que habian abandonado Ia Ley de Dios y se habian mezclado con los ritos de los paganos.

( 40-41b) Et haec Porphyrius ad Antiochum refert: quod undecimo anno regni sui rursus contra sororis filium Ptolomaeum Philometorem dimicauit, qui, audiens ucnire Antiochum, congregauit multa populorum millia; sed Antiochus quasi tempestas ualida in curribus et in equitibus et in classe magna ingressus sit terras plurimas et transeundo uniuersa uastauerit ueneritque ad 'terram inclytam' -id est Iudaeam, ... et arcem munierit de minis murorum ciuitatis et sic Aegyptum perrexerit. .. 'Antioch us' aiunt 'festinans contra Ptolomaeum regem austri, Idumaeos et Moabitas et Ammonitas -qui ex latere Iudaeae erant- non tetigit ne, occupatus alio proelio, Ptolomaeum redderet fortiorem'.

R) Hier. in Dan. [IV] 11. 31-43:

(31) Con "brazos'"11 se refiere a los enviados por Antioco a] cabo de dos anus a expoliar el templcJ, para exigir tributos a los judios, suprimir el culto de Dios y erigir en el templo de Jerusalen una imagen de j(tpiter Olimpico y las estatuas de Antioco que ahora llama "ahominaci6n de Ia desolaci6n" por haber sido suprimido el holocausto y el sacrificio permanente.

(31) 'Brachia' ... Volunt autem eos significari: qui ab Antiocho missi sunt, post biennium quam templum exspoliauerat, ut tributa exigerent a Iudaeis et auferrent cultum Dei et in templo Hierusalem louis Olympii simulacrum et Antiochi statuas ponerent, quas nunc 'Abominationem desolationis' uocat, quando ablatum est holocaustum et iuge sacrificium.

(32) Tambien leemos en los Macaheos que unos fingieron ser custoclios de Ia Ley de Dios y despues pactaron con los gentiles, mientras que otros perseveraron verdaderamente en Ia religi6n.

(32) Et haec in Machabaeis legimus: quod quidam simulauerint se legis Dei custodes esse et postea cum gentibus fecerint, alii uero permanserint in religione. (33) Quanta Iudaei passi sint ab Antiocho, Machabaeorum libri referunt, et triumphi eorum testimonio sunt qui, pro custodia legis Dei, flammas et gladios et seruitutem et rapinas et poenas ultimas sustinuerunt. - 112-

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11 '

"Fuerzas" armadas enviadas contra Jerusalen. Vid.

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supra N J y nota.

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FRAGMENTOS

(33) Los libros de los Macabeos relatan cuanto sufrieron los judios a manos de Antioco y sirven de testimonio de Ia victoria de aquellos que por preservar Ia Ley soportaron las llamas, las espadas, Ia esclavitud, el expolio y las penas mas terribles.

flota penetr6 en buena parte del pais y lo clevast6 todo a su paso, y lleg6 a Ia inclita tierra de Judea y fortific6 una ciucladela con las ruinas de los muros de Ia ciuclad y de este modo march6 contra Egipto.

(34-35) Con "escasa ayuda" Porfirio creia que se referia a Matatias, de Ia aldea de Modin, que se revel6 contra los generales de AnticJCo y luch6 por preservar el culto del Dios verdadero. Lo llama -dice- "escasa ayuda" porque Matatias muri6 en Ia batalla y posteriormente Judas, su hijo, al que llamaban Macabeo, muri6 luchando, y el resto de sus hermanos result6 enganado por Ia perfidia de sus enemigos.

Antioco, clicen, cuanclo se apresuraba a marchar contra Ptolomeo, el rey del sur, no toc6 ni a los idumeos ni a los moabitas ni a los amonitas, que estaban al !ado de Judea, para no fortalecer a Ptolomeo por atender otra guerra.

(36) Porfirio y otros que lo siguen consideran que se esta hablando de Antioco Epifanes porque este se levant6 contra el culto de Dios y lleg6 a tal grado de soberbia que orden6 erigir en el templo de .Jerusalen una imagen suya. Lo que sigue -"y tendra exito basta que se haya colmado Ia c6lera 4' porque en ese momento se producira el cumplimiento"- lo entienden asi: aquel tendra poder basta que Dios se encolerice con el y ordene su asesinato. Y el caso es que Polibio y Diodoro, que escriben las historias que se hallan en las bibliotecas, cuentan que ague! no s6lo actu6 contra el Dios de Judea, sino que, encendido por el fuego de Ia codicia, intent6 expoliar tambien el templo de Diana en Elimaida, que era fastuoso, y que, acometido por los guardianes del templo y por las gentes del entorno y enloquecido por ciertos terrores y alucinaciones, muri6 finalmente de enfermedad; y mencionan que esto le ocurri6 por haber intentado profanar el templo de Diana.

(37-39) "Ni tampoco al favorito de las mujeres" 4" se va adaptar muy bien a Ia personalidad de Antioco, de quien se dice que fue muy lujurioso y que vino a dar por sus estupros y su corrupci6n en tal degradaci6n de Ia dignidad regia que se mezclaba con mimos y prostitutas en publico y satisfacia su lujuria en presencia del pueblo. Porfirio interpret(> ridiculamente lo del "dios Maozim" 47 en el sentido de que en Ia aldea de Modin, de donde fueron originarios Matatias y sus hijos, los generales de Antioco erigieron una estatua de Jupiter y obligaron a los judios a hacerle sacrificios, esto es, "al dios de Modin". "Fortalezas, etc". Asi lo explic6 Porfirio: todo esto es lo que har:i, a saber, levantara una ciudadela en Jerusalen y establecer:i guarniciones en el resto de las ciudades, y ensenara a los judios a adorar a un dios extranjero -con lo que se esta refiriendo sin ducla a .J(Jpiter-. Una vez que se los haya mostrado y los haya persuadido para que lo adorasen, les conceclera honores y gloria abundantes a los que se hayan dejado engaiiar y hara que dominen sobre el resto de los que viven en Judea, y a cambio de su prevaricaci6n repartira entre ellos sus posesiones y distribuira sus cladivas entre ellos.

( 40-41b) Esto tam bien lo relaciona Porfirio con Antioco, puesto que en el unclecimo afio de su reinaclo combati6 de nuevo contra Ptolomeo Fil6metor, el hijo de su hermana. Este, cuando se enter6 de Ia llegada de Antioco, reuni6 miles de efectivos, pero Antioco, como una formidable tempestad, con sus carros, sus caballos y una gran
De Dins.

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Referente a un dios, que scria, de acuerdo con 1-.Z. 8.14, Adonis-Amuz.

47

Desde luego e.ste "dios Maozim" no figura en el texto como tal Porfirio lo interpreta en relaci6n con

1Ma. 2.1ss.

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S) Hier. in Dan. [IV] 11.44-45: Et in hoc loco Porphyrius tale nescio quid de Antiocho somniat: 'pugnans', in quit, 'contra Aegyptios et Libyas Aethiopiasque pertransiens, aucliet sibi ab aquilone et ab oriente proelia concitari; uncle et regrecliens capiet Araclios resistentes et omnem in littore Phoenicis uastabit prouinciam; confestimque pergens ad Artaxiam regem Armeniae qui de orientis partibus mouebatur et interfectis plurimis de eius exercitu, ponet tabernaculum suum in loco Apedno, qui inter duo latissima flumina est, Tigrin et Euphratem'. Cumque hucusque processerit, in quo monte inclyto sederit et sancto, dicere non potest -quamquam et inter duo maria eum seclere probare non possit, et stultum sit duo Mesopotamiae flumina duo maria interpretari-; montem autem inclytum iclcirco praeteriit: quia secutus est Theoclotionis interpretationem, qui ait: 'Inter media maria super montem Saba sanctum'; cumque Saba nomen montis uel Armeniae uel Mesopotamiae putet, quare sanctus sit, dicere non potest -etiam hac licentia mentiendi, possumus nos addere quod ille conticuit: 'sanctum' clici 'montem' quia, iuxta errorem Armeniorum, sit iclolis consecratus. 'Et ueniet', inquit, 'usque ad summitatem ipsius montis', in Elymaide prouincia, quae est ultima Persarum ad orientem regio; ibique uolens templum Dianae spoliare, quod habebat infinita clonaria, fugatus a barbaris est qui mira ueneratione fanum illud suspiciebant, et mortuus est moerore consumptus in Tabes, oppiclo Persiclis. Haec ille in suggillationem nostri artificam sermone composuit, quae, etiamsi potuerit approbare non de Antichristo dicta sed de Antiocho, quid ad nos, qui non omnibus scripturarum locis Christi probamus acluentum et Antichristi menclacium? ... Haec quae manifesta sunt praeterit, et de Iuclaeis asserit prophetari quos usque hoclie seruire cognoscimus; et dicit eum, qui sub nomine Danielis scripsit librum, ad refocillandam spem suorum fuisse mentitum: non quo omnem historiam futuram nosse potuerit, sed quo iam facta memoraret; et in ultimae uisionis calumniis immoratur, 'flumina' ponens pro 'mari' et 'montem inclytum et sanctum Apedno' quem ubi legerit nullam potest proferre historiam ... Septuaginta ... Apolinaris secutus de nomine 'Apeclno' omnino conticuit. Haec ideo prolixius posui: ut et Porphyrii ostenclam calumniam, quia haec omnia ignorauit aut nescire se finxit, et scripturae sanctae clifficultatem cuius intelligentiam absque Dei gratia et cloctrina maiorum sibi imperitissimi uel maxime uirrclicant. A prop6sito de este pasaje Porfirio desvaria no se que cosa acerca de Antioco. Luchando -dice- contra los egipcios y atravesando Libia y Etiopia oid que Ia guerra se desata contra eJ clescle el norte y clescle el oriente, por lo que regresara conquistando a los aradios, que se le resistian, y clevastara toda Ia faja costera de Ia provincia de Fenicia, y se dirigira de inmediato contra Artaxias, rey de Armenia, que se machara de los territorios de oriente y, tras Ia muerte de muchos de sus efectivos, acampara en Apedno, que esta situado entre los dos caudalosos rios, el Tigris y el Eufrates. Llegado a este punto, [Porfirio] es incapaz de clecir cual es el indito y santo monte en el que se asentara, aunque no puede probar y resulta absurclo interpretar los "clos mares" del "se asent6 entre clos mares" como alusi6n a los dos rios de

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FRAGMENTOS

Babilonia. En cambio, lo del "monte santo" lo dej6 de lado por seguir Ia lectura de Teodoci6n, que dice "en medio de dos mares sobre el monte santo de Saba"; y como cree que "Saba" es el nomhre de un monte de Armenia o de Mesopotamia, no puede decir por que es santo; ademas, por su propensi6n a Ia mentira nosotros podemos anadir lo que eJ calk>: que se dice que este monte es "santo" pues por locura de los armenios esta consagrado a los idolos. "Y vendr::i -dice- hasta Ia cumbre de este mismo monte", en Ia provincia de Elimaida, 4" que es Ia regi6n mas oriental de Persia, y alli, queriendo expoliar el templo de Diana, que atcsoraba infinitas ofrendas, fue pucsto en fuga por los b::irbaros, que guardaban aquel santuario con admirable veneracion, y muri6 en Tabes, ciudaclela persa, consumido por el dolor. Esto lo redacto aquel para afrentarnos con su muy ingenioso lenguaje. Pero aunque pucliera probar que no se refierc al Anticristo sino a Antioco, ique nos importa a nosotros, que no pretenclemos demostrar que en todos los pasajes de las Escrituras se habla de Ia venida de Cristo y de Ia falsedad del Anticristo? ... Estas revelaciones las deja de lado y afirma que Ia profecia es sobre los judios, que hasta el clia de hoy sabemos que viven en Ia esclavitud, y dice que el que escrihi6 el libro bajo el nombre de Daniel minti<> para restaurar Ia esperanza de los suyos, con lo que no pudo conocer toda Ia historia futura, sino que rememor6 los hechos ya acontecidos. Y se demora en calumniar Ia visi6n del final ponienclo "rios" en Iugar de "mar" y situando en Apedno el monte santo, para lo que no puecle aducir testimonios escritos.

(5-6) Quod Porphyrius more suo de Antiocho interpretatur, nos de Antichristo interpretamur. (7a-7b) 'Tempus et tempora et dimidium temporis', 'tres et semis annos' interpretatur Porphyrius;. Si itaque superiora, quae perspicue de Antichristo scripta sunt, refert Porphyrius ad Antiochum et ad tres et semis annos quibus templum dicit fuisse desertum, ergo et quod sequitur: 'Regnum eius sempiternum, et omnes reges seruient ei et obedient', debet probare super Antiocho uel, ut ipse putat, super populo Judaeorum, quod nequaquam stare manifestum est... 'Quando' inquit 'populus Dei dispersus fuerit -uel Antiocho persequente, ut uult Porphyrius ... tunc haec omnia complehuntur'. (11) Hos mille ducentos nonaginta dies Porphyrius in tempore uult Antiochi, et in desolatione templi esse completos ... (12) Porphyrius hunc locum ita edissereit, ut: quadraginta dies qui super mille ducentos nonaginta sunt, uictoriae contra duces Antiochi tempus significent, quando Judas Machabaeus fortiter dimicauit et emundauit templum idolumque contriuit et uictimas obtulit in templo Dei. (13) Frustra Porphyrium ... uelle omnia referre ad Antiochum. Cuius calumniae, ut diximus, plenius responderunt Eusehius Caesariensis et Apollinaris Laodicenus et ex parte disertissimus uir martyr Methodius, quae qui scire uoluerit in ipsorum libris poterit inuenire.

Apolinar, que sigui{> a los Setenta, guarda un silencio total sobre Ia palabra "Apedno". Luego si he poclido extenderme en exceso en este punto ha siclo para poner de manifiesto Ia calumnia de Porfirio, que ignor6 todo esto o fingi6 desconocerlo, y Ia dificultad de Ia Sagrada Escritura, cuya interpretaci{m reinvidican en primer termino hombres muy inexpertos y carentes de la gracia de Dios y de Ia doctrina de nuestros mayores.

(1-3) Hasta aqui Porfirio se ha contenido en cierta forma. Pero tque podr::i decir del capitulo en el que se describe Ia resurreci6n de los muertos? ... iQue no cs capaz de hacer Ia contumacia? ... Tambien esto, dice, fue escrito a prop6sito de Antioco, que al atravesar Persia dej6 su ejercito en Lisia, que estaba a Ia cabeza de Antioquia y de Fenicia, para comhatir a los judios y destruir su ciudad, .Jerusalen. Todo esto lo cuenta .Josefo, el autor de Ia historia de los hebrcos: que no hubo jamas una tribulaci6n como aquella y que lleg{> un tiempo que no se habia conocido desde el principio de Ia humanidad hasta entonces. Con todo, ohtenida la victoria y caidos lo generales de Antioco, e incluso muerto el propio Antioco en Persia, el pueblo de Israel fuc salvo, todos los que estaban inscritos en el libro de Dios, esto es, los que defendieron Ia Ley con todas sus fuerzas; y todo lo contrario les ocurri<> a los que los que habian sido horrados del libro, esto es, los que se erigieron en prevaricadores de Ia Icy y se alinearon con Antioco. Entonces, dice, estos que casi dormian en el polvo de Ia tierra y estahan enterrados hajo el peso de los males y escondidos en los sepulcros de las desgracias resurgieron del polvo de Ia tierra a una inesperada victoria y levantaron ]a cabeza del suelo: los guardianes de Ia Ley que resurgian a Ia vida etern;J mientras los prcvaricadores caian en un oprobio eterno. Los maestros y los doctorcs que tenian conocimiento de Ia Ley refulgiran como el cielo, y los que exhortaron a los pueblos sometidos a preservar las ceremonias de Dios resplandeceran a Ia manera de los astros por toda Ia eternidad. Cita tambien Ia historia de los Macabeos, en Ia que sc dice que muchos judios huyeron al desierto hajo Matatias y Judas Macabeo y sc escondieron en cuevas y en cavernas entre las rocas. y que salieron despues de Ia victoria, Y que esto fue como una predicci6n "metaf6rica" de Ia resurrecci(m de los muertos.

T) Hier. in Dan. [IV] 12.1-3: Hactenus Porphyrins utcumque se tenuit ... de hoc capitulo quid dictums est -in quo mortuorum describitur resurrectio, ... sed quid non faciat pertinacia!. .. 'Et hoc', inquit, 'de Antiocho scriptum est quia, uadens in Persidem, Lysiae -qui Antiochiae et Phoenici praeerat- reliquit exercitum ut aduersum Iudaeos pugnaret urbemque eorum Hierusalem subuerteret -quae omnia narrat Josephus, Historiae auctor hebraeae-, quod talis fuerit tribulatio qualis numquam, et tempus aduenerit quale non fuit ex quo gentes esse coeperunt usque ad illud tempus; reddita autem uictoria et caesis Antiochi ducihus ipsoque Antiocho in Perside mortuo, saluatus est populus Israel: omnes qui scripti erant in libro Dei, hoc est qui legem fortissime defenderunt, et e contrario qui deleti sunt de libro hoc est qui praeuaricatores exstiterunt legis et Antiochi fuerunt partium; tunc', ait, 'hii qui quasi in terrae puluere dormiebant et operti erant malorum pondere et quasi in sepulcris miseriarum reconditi, ad insperatam uictoriam de terrae puluere surrexerunt et de humo eleuauerunt caput, custodes legis resurgentes in uitam aeternam et praeuaricatores in opprobium sempiternum; magistri autem atque doctores qui legis habuere notitiam, fulgebunt quasi caelum, et qui inferiores populos exhortati sunt ad custodiendas caeremonias Dei, ad instar astrorum fulgebunt in perpetuas aeternitates'; ponit quoque historiam de Machahaeis in qua dicitur multos ludaeorum sub Mathathia et lucia Machahaeo ad eremum confugisse et latuisse in speluncis et in cauernis petrarum ac post uictoriam processisse: et haec fJ.ETaoptKWS' quasi de resurrectione mortuorum esse praedicta. ·IH

(5-6) Esto lo interpreta Porfirio, seg(m su costumhre, como una refercncia a Antioco; nosotros como una rcferencia al Anticristo.

Para estos hechos cf. 1Ma. (l.lss -

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(7a-7b) "Un ciclo, ciclos y Ia mitad de un ciclo" lo interpreta Porfirio como tres aflos y medio. Luego si lo que precede, que habia sido escrito claramente en referencia a! Anticristo, Porfirio lo relaciona con Antioco y con los tres aflos y medio en los que dice que el templo estuvo abandonado, lo que sigue -"su reino es eterno y todos los reyes lo servir:in y lo obedeceran" -debe demostrar, por tanto, que se refiere a Antioco o, como el mismo cree, a! pueblo judio, lo que obviamente no se sostiene en modo alguno ... "Cuando el pueblo de Dios sea dispersado": de acuerdo con Porfirio todo esto se cumplira cpn Ia persecuci6n de Antioco. (11) Porfirio dice que estos mil doscientos noventa dias se cumplieron en Ia epoca de Antioco y con Ia desolaci6n del templo. (12) Porfirio interpret6 asi este pasaje: los cuarenta y cinco dias que se suman a los mil doscientos noventa significan el tiempo de Ia victoria contra los generales de Antioco, cuando Judas Macabeo combati6 con denuedo y purific6 el templo, destruy6 los idolos y ofreci6 victimas en el templo de Dios. (13) En vano pretende Porfirio referirlo todo a Antioco, calumnia a Ia que, como hemos dicho, dieron una respuesta mas completa Eusebio de Cesarea, Apolinar de Laodicea y, en parte, el martir Metodio, var6n de gran erudici6n. El que quiera connceria podrii encontrarla en las obras de estos.

FRAGMENTOS

Pero si algun interprete obstinado no quisiera aceptar lo que hemos dicho, sino que entendiera que Ia meretriz Hamada G6mer, hija de Diblain, dio a luz a dos varones, el primero y el tercero, y entre ellos, Ia segunda, a una hembra, prentendiendo que el significado de Ia_ Escritura es lo que literalmente se lee, que responda c6mo ... ' 2

32 (5 H). Hier. in JoeL 2.28-32: (sc. Apostoli) quicquid utile audientibus esse cernebant, et non repugnare praesentibus, de alterius temporis testimoniis roborarent, non quod abuterentur audientium simplicitate et imperitia, ut impius calumniatur Porphyrius. (Los ap6stoles) se daban cuenta de lo que era (ttil para los catecumenos y no entraha en conflicto con las circunstancias, lo corroboraban con testimonios de otros tiempos, sin abusar de Ia buena fe y de Ia ignorancia de los catec(tmenos como sostiene calumniosamente el impio Porfirio.

33 (9b H). Hier. in Mauh. I 3.3: Porphyrius istum locum Marci euangelistae principio comparat in quo scriptum est: 'Initium euangclii Icsu Christi... rectas facite semitas eius'. Cum enim testimonium de Malachia Esaiaque contextum sit, quaerit quomodo uelut ab uno Esaia exemplum putemus adsumptum. Cui ecclesiastici uiri plenissime responderunt.

U) Hier. in Is. IX 30: Hoc annotauimus, ut quod in Danielis extrema legimus uisione deum maozim, non ut Porphyrius somniat: Deum uiculi Modim, sed robustum Deum et fortem intellegamus.

Porfirio relaciona este pasaje con el comienzo del evangelista Marcos, en el que esta escrito: "Comienzo del evangelio de Jesucristo ... allanad sus senderos."'-' En efecto, como este testimonio esta tomado de Malaquias e Isaias' 4 , pregunta por que pensamos que esta tomado solo de Isaias. A este los hombres. de Ia Iglesia Je han respondido extensamente.

Hemos seflalado que el dios Maozim, segun podemos leer en Ia ultima visi6n de Daniel, no lo interpretamos como el dios de Ia aldea de Modin, de acuerdo con el desatino de Porfirio, sino como un dios fuerte y poderoso 4".

34 (6 H). Hier. in MaUh. I 9.9: Arguit in hoc loco Porphyrius et Julianus Augustus uel imperitiam historici mentientis uel stultitiam eorum qui statim secuti sunt Saluatorem, quasi inrationabiliter quemlibet uocantem hominem sint secuti.

31 ( 45 H). Hier. in Os. 1.2"': Si quis autem contentiosus, et maxi me gentilium, noluerit figuraliter dictum recipere, et irriserit prophctam fornicariae copulatum, opponamus ei illud ...

En este punto Porfirio y el emperador Juliano denuncian Ia torpeza del historiador mendaz o Ia necedad de esos que siguieron inmecliatamente a! Salvador, como si hubieran seguido de forma irracional Ia Hamada de un hombre cualquiera.

Pcro si algun obstinado, particularmente entre los paganos, no quisiera aceptar estas palabras en un sentido tlguraclo y se riera de que el profeta se una a una prostituta, le contestaremos ... "

35 (56 H). Hier. in MaUh. ll 15.17: Omnia euangeliorum Joca apucl haereticos el peruersos plena sunt scandalis. Et ex hac sententiola quidam calumniantur quod Dominus physicae disputationis ignarus putet omnes cibos in uentrem ire et in secessum digeri.

(l.Ss.) Si quis autem contentiosus interpres noluerit recipere ista, quae diximus, sed meretricem nomine Gomer filiam Debelaim, primum et tertium masculos, secundam, quae media est, feminam intellexerit procreasse, hoc uolens scripturam sonare quod legitur, respondeat quomodo ..

Todos los pasajes de los Evangelios est;in llenos de escandalos desde el punto de vista de herejes y perversos; e incluso por esta pequefla frase" algunos acusan a! Senor de sostener, aun siendo !ego en los debates de los fisicos, que todos los alimentos pasan a! vientre y se evacuan en Iugar apartado.

N

Cf. Hier. in Is. XII, rraef.: Sin autem supradictos uiros ma!{istros Ecclesiae nominaui, illud intelle!{artl,

me nun omnium prohare fidem, qui certe inter . ..-e contrarii sunt. Sed ad distinctionem Josephi Porphyriique qui de hac quae. .·tione plurima di.,jJutarunl ( "Pero si he nombrado a los dtados varones, maestros de Ia Iglesia, han de comprender que no estoy demoslrando Ia credihilidaU de

36 (3 H). Hier. in MaUh. m 21.21: Latrant contra nos gentilium canes in suis uoluminibus, quae in impietatis propriae memoriam reliquerunt, adserentes apostolos non habuisse fidem quia montes transferre non potuerint.

todos ellos, que en vcrdad est{tn en desacuen.Jo, sino qul' hahll· distinguir a Josefo de Porfirio, c,o

2

que disputaron largamente sobre esta cuesti(m" ). Cf. Flauius I. AI X 9.7.27'i-2Hl.

-;

Et dixit Dominus ad Osee: Vade, sume tihi uxoremfornica/i(J1lUm acfi/i(Jsj(Jrnicationum qtJ,ia./(Jr111cans fornicahitur terra a domino ("Y
\i

Se citan a continuaci(m las "hazaflas" cclcbradas por las escuela:-; filos6ficas de Grecia: cOmo _len6crates salv6 a Pnlem6n de una vida licenciosa y c6mo S6crates hizo lo propio con Fcd6n.

- JIH-

Sigue una alusi6n al poeta Ezequiel.

Ev.Marc. 1.1-2.

'' Ma. 3.1; Is. 40.3. -;-; Ev.Matt. 1S.l7: oU VOElTE ()Tt TTiiv n) ElarropEmlJJEVOV do; Ti> an)jla Eio;- Tflv KotAlat.• xu)pEL Kal do; ci
-119-

FRAGMENTOS


Los perros de los gentiles ladran contra nosotros en sus lihros, que han dejado como testimonio de su propia impiedad, afirmando que los ap6stoles no tenian fe puesto que no pudieron mover montanas.

37 ( 44 H). Hier. in Matt h. IV 24.16s. ' 1': De hoc loco, id est de ahominationc desolationis quae dicta est a Danielo propheta stante in loco sancto, multa Porphyrius t<.:rtio decimo operis sui uolumine contra nos blasphemauit, cui Eusebius Caesariensis episcopus tribus respondit uoluminihus, decimo octauo, decimo nono et uicesimo, Apollinaris quoque scripsit plenissime; superfluusque conatus est uno capitulo uellc disserere, de quo tantis uersuum millibus disputatum est. Sobre este pasaje, esto es, sobre Ia abominaci6n de Ia desolaci6n existente en ellugar santo. mucho blasfem6 contra nosotros Porfirio en el libro XIII de su obra contra nosotros, a! cual respondi6 el obispo Eusebio de Cesarea en tres libros: el XVIII, el XIX y el XX. Tambien Apolinar escribi6 cxhaustivamente sobre ello, por lo que resulta inutil pretender exponer en un solo capitulo una cuesti(m sobre Ia que se ha debatido en tantos miles de lineas.

38 (14 H). Hier. in Matth. IV 27.45: Qui scripserunt contra euangelia suspicantur deliquium solis quod certis statutisque temporibus accidere solet discipulos Christi ob imperitiam super resurrectione Domini interpretatos. Los que han escrito contra los Evangelios suponen que los discipulos de Cristo, a causa de su ignorancia, han relacionado Ia resurrecci6n del Senor con Ia interpretaci6n de un eclipse de sol, que suele acaecer en epocas fijas y determinadas.

39 (21a H). Hier. in GaL prolog: Quod nequaquam intelligens Bataneotes et sceleratus ille Porphyrius in primo operis sui adversum nos libro Petrum a Paulo obiecit esse reprehensum, quod non recto pede incederet ad evangelizandum, volens et illi maculam erroris inurere et huic procacitatis et in commune ficti dogmatis accusare mendacium, dum inter se ecclesiarum principes discrepent. No comprendiendo ahsolutamente nada, aquel infame hataneota" de Porfirio, en ellibro primero de su ohrJ contra nosotros, objet6 que Pedro fue censurado por Pablo por no haher procedido rectamente en Ia evangelizaci6n, con Ia intenci6n de imputar a uno Ia infamia del error y a! orro Ia de Ia desvergi.ienza, y de acusar a ambos de propugnar una doctrina falaz y mentirosa con tal de mostrar discrepancias entre los principes de las iglesias.

40 (19 H). Hier. in GaL 1.1: 'Non ab hominibus': potest ct oblique in Petrum et in ceteros dictum accipi. quod non ah apostolis ci sit traditum evangelium. 'No de parte de los hombres''": estas palabras se pueden interpretar como una alusi{m indirecta a Pedro y a los demas, en el sentido de que el Evangelio no le ha sido transmitido por los Ap6stoles.

homines et cum cis conferre sermonem, ne post doctrinam videlicet dei a 'carne ct sanguine' instrueretur. La mayoria piensa que esto lo han dicho de los ap6stoles. En efecto, tamhien Porfirio objeta que, despues de Ia revelaci6n de Cristo, Pablo no sc dign{J ir a los hombres y conversar con ellos, pues, tras Iuber sido instruido en Ia doctrina de Dios, no fue instruido 'por Ia carne y Ia sangre·.'''

42 (21c H). Hier. in GaL 2.11ss.: [. .. ] maxime cum Lucas sacrae scriptor historiae, nullam huius dissensionis faciat mentionem, nee dicat umquam, l'etrum Antiochiae fuisse cum Paulo, et locum dari Porphyrio blasphemanti, si aut Petrus errasse aut Paulus procaciter apostolorum principem confutasse credatur... Si propter Porphyrii blasphemiam alius nobis fingendus est Cephas [sc. a Petro diversus], ne Petrus putetur errasse, infinita de scripturis erunt radenda divinis, quae ille, quia non intelligit, criminatur. [. .. ] Sobre todo, a! no hacer Lucas, el escritor de historia sagrada, menci{m alguna a esta clisensi6n ni decir que Pedro habia estado en Antioquia con Pablo"", no da ocasi6n a! blasfemo l'orfirio de creer que Pedro se equivoc6 o que Pablo contest{) con descaro a! principe de los Ap6stoles ... Si a causa de Ia blasfemia de Porfirio dehemos imaginar otro Cefas''', para que no se piense que Pedro se equivoc6, hahria que eliminar infinitad de cosas de las Sagradas Escrituras, que aquel, por incomprensi{m, Ianza como acusaciones.

43 (22 H) Hier. in GaL 5.10'' 2 : Occulte, inquiunt, l'etrum lacerat, cui supra in taciem restitisse se scribit, quod non recto pede incesserit ad evangelii veritatem. Sed nee Paulus tam procaci maledicto de ecclesiae principe loqueretur, nee Petrus dignus qui conturbatae ecclesiae reus fieret. Jmplicitamente, dicen, hiere a Pedro, de quien mas arriba escribe que tuvo un enfrcntamicnto con el''', puesto que su aproximaci6n a Ia verdad del Evangclio no fue correcta. Mas ni Pablo puecle hablar asi, tan procaz y ultrajantemente, de un principe de Ia Iglesia ni tampoco Pedro puede ser acusado dL: turbar a Ia Iglesia.

44 (37 H). Hier. in GaL 5.12: 'Utinam et abscindantur qui vos conturhant.' quaeritur quomodo Paulus discipulus eius qui ait: 'Beneditur et nolite maledicere', et in alio loco: 'Neque malcdici regnum dei possidebunt'. -nunc et maledixerit eis qui ecclesias Galatiae conturbant [a!. conturbabant) et cum optantis voto maledixerit: 'lltinam et abscindantur qui vos conturbabant.' tam enim detestanda abscisionis est passio, ut et qui invitis cam intulerit, legihus puhlicis puniatur, et qui se ipsum castravcrit, infamis habeatur. Ut enim illud, aiunt, verum sit: 'Vivit in me Christus', et hoc: 'An cxpcrimentum quaeritis eius qui in me loquitur Christus'' certe maledictionis vox non potest ".i'J

41 (20 H). Hier. in GaL 1.16: Plerique de apostolis hoc dictum arbitrantur; nam et Porphyrius obicit, quod post revelationem Christi Paulus non fuerit dignatus ire ad '){, Cum ergo uideritis ahorninationem desolation is quae dicta est a nanihelo propheta stantem iu loco ,. ;anctu, qui /ep,it ("Cuando instalada en el Iugar santo Ia ahominaci(m deb deso\aci6n anunciada por el profcta Daniel, procure entenderlo '

7

';H

cr. fr.

d

que lo lea."L

1.

Asi reza Ia presentaci6n de Pablo en el encahczamiento de Ia epistola.

-120-

En cl pasajc paulino (!JjJ.Ga/. l.H)-17) se lee: "Mas cuando plugo aDios, que me rcscrvfl para si dcsdc cl seno dt.: mi maUn: y lllL' !hun(> por su gracia, revdar en mi a su 1-Iijo, para qul:' IL' pn:dicast...: entre los gentiles, desde luc.:go no me aconsej(· de hombre mortal, ni sub! a Jerusalen para ver a los que me prccedicron l'fl el apostolado, sino que me retir(· !.1 Arabia, desdc dondc volvl otra vcz a

Damasco" "' Cf. i'.jJ.Gal. 2.11-21. (d

Versi6n hebrea del nombn.· de Pedro.

'0 Tapci:aawl' Ufl.OS' [3aaTciaH

(JI

Pablo.

Ti>

Kpl!J.a, ('xrTlS'

iiv

fl,

("quicn nos alhorote, sufrirJ. un castigo, sea quicn sea")

- 121-

FRAGMENTOS


obrado mal en esto, a saber, en que habia caido en el mismo error en que cay(> ei mismo cuando acus6 a otro de sus faltas ... Censuran Ia desvergiienza del blasfemo Porfirio, quien afirma que Pablo y Pedro mantuvieron entre si una contienda infantil, que Pablo se consumia de envidia por las virtudes de Pedro y que se habia jactado por escrito de cosas que o bien no habia hecho o, si las habia hecho, las hizo reprendiendole a otro con todo el descaro lo que habia sido obra suya.

eius intelligi qui dicit: 'Discite a me, quia humilis sum et mitis et mansuetus corde'. et magis putatur Judaico furore et quadam effrenata insania se non potuisse cohibere, quam imitatus esse eum, qui tanquam agnus coram tondente se non aperuit os suum et maledicentibus non remaledixit. ''jOjala se mutilen del todo los que os soliviantan!"'''' Esta es Ia suplica de Pablo, 6 discipulo de aquel que dice "bendecid a los que os maldicen" ' jY eso que tambien 6 ei dice "bendecid y no maldigais" '' y, en otro pasaje, "los que maldicen no poseeran el Reino de Dios"' 67 que haya maldecido a los que soliviantaban a las iglesias de Galacia y que lo haya hecho al formular asi su voto: "iOjala se mutilen del todo los que os soliviantan!". Tan abominable es padecer mutilaci6n que esta penado por las !eyes publicas realizarsela a alguien contra su voluntad y se considera una infamia castrarse a uno mismo. En efecto, para que sea cierto aquello de que "Cristo vive en mi'' 6 " y eso otro de "ibuscais una prueba de que Cristo habla en mi?"''", no se le pueden atribuir desde luego palabras de maldici6n a aquel que dice "aprended de mi, que soy humilde y apacible y manso de coraz6n" 70 • Se cree mas bien que no pudo refrenar su furor judio y una especie de locura desbocada y que no imit6 a aquel que "como cordero ante el esquilador no abri6 su boca y no respondi6 con maldiciones a quienes lo maldecian". 71

47 (25b H). Hier. epist. 130 (ad Demetriadem), 14: Denique et apostolus Petrus nequaquam inprecatur eis mortem, ut stultus Porphyrius calumniatur. Y finalmente el ap6stol Pedro no impreca en modo alguno su muerte 72 , como calumnia el necio Porfirio.

48 (82 H). Hier. epist. 133 (ad Ctesiphontem), 9: Et ad extremum (quod solet nobis obicere contubernalis uester Porphyrius) qua ratione clemens, et misericors Deus ab Adam usque ad Moysen et a Moyse usque ad aduentum Christi passus sit uniuersas gentes perire ignorantia Legis et mandatorum Dei. Neque enim Britannf' fertilis prouincia tyrannorum et Scythiae gentes omnesque usque ad Oceanum per circuitum barbarae nationes Moysen prophetasque cognouerant. Quid necesse fuit in ultimo uenire tempore, et non prius quam innumerabilis periret hominum multitudo'

45 (2 H). Hier. epist. 57 (ad Pammachium), 9: Haec replico, non ut euangelistas arguam falsitatis; hoc quippe impiorum est, Celsi, Porphyrii, Juliani.

iY por que raz6n -algo que suele objetarnos vuestro compafi.ero Porfirio- un Dios clemente y misericordioso toler() que desde Adan hasta Moises y descle Moises l1asta Ia misma venida de Cristo pueblos enteros perecieran en Ia ignorancia de Ia Ley y de los mandamientos de Dios? En efecto, ni los britanos, provincia fertil en tiranos, ni los pueblos de Escitia ni todas las naciones barbaras que se extienden en derredor hasta el Oceano habian conocido a Moises ni a los profetas. que habia de venir al final de los tiempos y no antes de que pereciera una incontable multitud de hombres?

Replico estas cosas, no para acusar a los evangelistas de falsedad, como es el caso de impios como Celso, Porfirio y Juliano.

46 (21b H). Hier. epist. 112 (ad Augustinum), 6: Hanc autem explanationem quam primus Origenes in decimo Stromatum libro, ubi epistolam Pauli ad Galatas interpretatur, et ceteri deinceps interpretes sunt secuti, ilia uel maxime causa subin· troducunt, ut Porphyrin respondeant blasphemanti, qui Pauli arguit procacitatem, quod principem Apostolorum Petrum ausus sit reprehcndere, et arguere in faciem, ac ratione constringere, quod male fecerit, icl est in eo errore fuerit, in quo fuit ipse, qui alium arguit delinquentem... hlasphemantis Porphyrii impudentiam coercerent, qui Paulum et Petrum puerili dicit inter se pugnasse certamine: immo exarsisse Paulum inuidia uirtutum Petri, et ea scripsisse jactanter, quae uel non fecerit, uel si fecerit, procaciter fecerit id in alio reprehendens quod ipse commiserit.

49 ( 49b H). Hier. c. VigiL 10: Nisi forte in more gentilium impiorumque Porphyrii et Eunomii has praestigias daemonum esse confingas, et non vere clamare daemones, sed sua simulare tormenta. A no ser que a Ia manera de los gentiles e impios Porfirio y Eunomio fantaseen que estos son artificios de demones y que los demones no se lamentan de verdad sino que simulan sus tormentos.

50 (70 H). Hier. adv.Pelag. II 17: (sc. Tesus) iturum se negauit, et fecit quod prius negauerat: latrat Porphyrius, inconstantiae ac mutationis accusat, nesciens omnia scandala ad carnem esse referenda.

Esta tesis que sigui6 primero Origenes en el libro decimo de los Stromata -dondc interpreta Ia carta de Pablo a los Galatas- y despues los demas exegetas, Ia introducen implicitamente por un motivo en particular: para dar respuesta a las blasfemias de Porfirio, que acusa de descaro a Pablo por habcrse atrevido a reprender a Pedro, el principe de los Ap6stoles, a acusarle abiertamente y a amonestarlo porque habia

Jesus dijo que no iria, con lo que hizo lo que previamente habia rehusadc/'': Porfirio levanta Ia voz y lo acusa de inconstancia y veleidad ignorando que todos los escandalos han de relacionarse con Ia carne.

''' l:f>.Gul. S.l2 6

"

11 ' '

72

l:.'u.Matl. 'l.+-iss

75

Fp.llum. 12.14

'"' Hp.Gal. 2.20. '"' 2 Ep.Cor. 13.3 Ft•.Ma/1

Lectio d({flcilior que recoge Ia cdici{m de Labourt (atestiguada por

.6.). En Ia bibliografia sobrc cstc

pasaje que se ha utilizado para Ia dataci6n del tratado de Porfirio (cf. nuestra introducckm p. suele seguirse Ia lcctura Britannia, aunquc no se altcra cl sentido del texto.

''' I f:JJ.Cor (>.Ill

71

La muerte de Ananias y Safira, segun d rclato de Act.Ap. Cf. fr. 78.

'.i

Is. S3.7.

- 12.2-

3'))

Cf. Ev.Io. 7.H-10: "Suhid vosotro,.., a Ia fiesta; yo no subo a esta fiesta; para mi, cl momcnto no ha llegado aUn. Despues de esta convcrsaci6n eJ se qued{) en Galile 01 tamhiCn. no ahicrtamentc. sino a cscondi-

-·

-1.23-


!

Ha de ohservarse que toda reuni{m de aguas, ya sean saladas o dulces, recibe en Ia lengua hebrea el nombre de "mar". En vano, pues, acusa Porfirio a los evangelistas de !lamar "mar", en vez de "ligo", a! de Genezaret, con objeto de representar ante los ignorantes el milagro del Senor caminando sobre el mar, pues todo !ago o reuni6n de aguas recibe el nomhre de "mar".

A todos estos los dividi(J Ia espada salvadora, que los separ6 sin herirlos en el seno, por asi decirlo, de Ia misma familia, pues esta espada separa voluntadcs y no produce cicatrices, divide Ia unidad familiar por utilidad sin causar sufrimiento alguno, corta sin hacerle cortes a los que corta, pues no secciona cuerpos, sino que transforma sin fatiga Ia conducta y Ia voluntad. Y si quieres entender el relato en sentido intelectual, ve en el hombre separado de su padre el coro de los Ap6stoles separado de Ia Ley; en Ia hija, Ia carne; en Ia madre, Ia circuncisi{m; en Ia esposa, Ia Iglesia; en Ia suegra, Ia Sinagoga; y en Ia espada que corta, Ia gracia evangdica"0 .

52 (9a H). Hier. tract. in Marc. 29-35 (de principio Marci, 1.1-12): Locum istum impius ille Porphyrius, qui aduersum nos conscripsit, et multis uoluminibus rabiem suam euomuit, in quarto decimo uolumine disputat, et dicit: 'Evangelislae lam inperiti fuerunt homines, non solum in saecularibus, sed etiam in scripturis diuinis, ut testimonium, quod alibi scriptum est, de alio ponerent propheta'. Este pasaje lo ha discutido en su lihro catorce el impio Porllrio, quien ha escrito contra nosotros y ha vomitado su rabia en muchos volumenes, y dice: "Los evangelistas fueron hombres tan ignorantes, no s6lo de cosas profanas, sino tambien de las escrituras divinas, que han atribuido a un profeta distinto el testimonio que se halla escrito en otra parte"?('.

56 (53 H). Mac.Magn. II 8 (II 19.5 G.): S6lo se conserva Ia respuesta de Macario. De ella se deduce, seg(m Harnack, que Porfirio apuntaba contra Ev.Matt. 12.4Hss. ("i.Quien es mi madre y quienes son mis hermanos?"), el pasaje relativo a los parientes de Jes(Is. De Ia respuesta de Macario se deduciria que Porfirio podria haber negado Ia divinidad de Jesus por el hecho de tener madre y hermanos. Aduce tambien un pasaje de Diodoro de Tarso (Pseudo .Justino), en que el "pagano" plantea una ohjeci6n de este tipo, cuya frase conclusiva recuerda, segun Harnack, el estilo de Porfirio.

MACARIO DE MAGNESIA

Et bE OUOElS' ·OUOE yap ouo' ECJTLV, ouo' ECJTGl TT(JTE
53 (17 H). En el c6dice en pergamino Coisl. Gr. 205 de Ia Bihlioteca Nacional de Paris se encuentra (fol. 41 r), tachado por Ia mitad, un comentario al cap. 1 de los Ilechos de los Ap6stoles, con Ia anotaci6n "Macario de Magnesia, Sohre]udas". Consla de 12 lineas. Schalkhauser, a! que se debe Ia informaci6n 77 , supone que el escolio proviene de Ia parte perdida del Apokritik6s. Es probable, pues, que tambien Porfirio haya deducido Ia muerte de Judas de Act.Ap. 1.16ss. y de Eu.Matt. 27 ..'Jss., puesto que las contradicciones del relato debian ser evidentes y no dchian dejar satisfechos. Todo ello es mera hip6tesis de Harnack.

Pero si ning(m hombre lo ha hecho" 1 -pues ni ha hahido ni hay ni habra jamiis un hombre corriente que realice tales hazafias-, i.c6mo es que no dejais de insistir una y otra vez en que el Unigenito de Dios es un hombre corricnte que tiene hermanos'" 2 Ho Por Ia re.spuesta de Macario -se ha perdido Ia argutnentaci6n de Porfirio- sabemos que Cste .se ocuparia Jc liu.Matt. ("no crcais que vine a traer Ia paz a Ia tierra, sino Ia espaua"). El !ono fista de la objeci6n de Porfirio se deduciri
54 (50 Hf". Mac.Magn. I (I Goulet"''): rpo
interpretado en un sentido literal, debe entenderse en un sentido e.spiritual: la fuerza con la que Jo,.., heroes cristianos stoles a separarse de la Ley judia. Seglm Macario el pdsaje evangCiico trata sobre b lucha con los espiritus malignos, Ia sensualidad y Ia mundanidad

Pues escrihe en el libro primero de su ohra, a prop(>sito del sexto punto, donde se extiende sobre los milagros realizados por Cristo. lo siguienle: entonces llerenice ...

7

Et conp,rep,ationes aquan1m uocauil maria 70. ()

77

("y

Hl

Ia rcunkm de las aguas Ia ll:tm<-> ·mar"'). Cf. etiam f1

T<\ T[ Efl.Ot Kat oot yvvm Tlj IHJTpi A<'yHv ETTETTATJeEv. 8E BEdoacrBm mhoUs Toils Th 8EA11110 TOU 8EoD TTatoDvTOS' Wv611aaE ... El OE Tiz P118EvTa EvavTll•JS' E'XEL npi>s OAA11Aa, 11GJS' Til EvavTLa TTap' ciAAilAttJV oU KaTci:Auall'; ("Si desol>edecer a

La acusaci(m queda cxplkita en el fr. 33.

G. Schalkhauser ( 1907l 13.

la hemorroisa ). Esto significaria que Porfirio tamhiCn st: hahria ocupado de los milagros de jesl1s y del citado rasaje dt: Eu./Hatt. Del texto de Macario, tomado de NicCforo de Constantinopla I'ETTlKpLOlS' 'SlL no sc deduce. sin emhargo, el supuesto comcntario de Porfirio.

''

i

En auelantc G.

- 124-

En el capitulo anterior (II 19.4.) se enumeran los signos de Ia divinidad de Cristo.

" Cf l's.lust. (Diod.Tars.) Qu. et Resp. p. 15.) (136) Otto: Et Til TOUS yoveas ciBETElV um', Tijs 8ELOS ypa Tiz ciTTll'YOPEUI.lfva c)vowi((TGL, ntl>s Ev 8ta¢6pmc;- Tc;- &lKvuTat; h' 11E-v yirp ydpl!J hHI

?N Seglm Harnack, Maca rio sc eslaria ocupando de Hv.Matt 9.20ss. (Ja historia de

7

FRAGMENTOS

55 (51 H). Mac.Magn. II 7-8 (II 18.11-12 G.): Totnous- rrcivms- awn\pLOS' 6LfTEfH f!dxmpa E'v E'vi Ka8cimp oLKfV chpauiJ.aTLCJTWS' oLxciaaaa· TEiJ.VEL yap auT!) yvlDiJ.GS' Kal iJ.WAWTTGS' ou TTotEL. OLGLpEL Tou yEvous- XPTJGL iJ.WS' TJlV auvci
51 (55b H). Hier. quaest. in Gen. 1.107 ': Notandum quod omnis congregatio aquarum, siue salsae sint, siue Juices, iuxta idioma linguae hehraicae maria nuncupentur. Frustra igitur Porphyrius euangelistas ad faciendum ignorantihus miraculum eo, quod dominus super mare ambulauerit, pro lacu Genesareth mare appellasse calumniatur, cum omnis lacus et aquarum congregatio maria nuncupentur.

I

los padres esta prohihido por Ia Sagrada Escritura y el qut: se salta las prohibiciones recilx: d nomhre de pecador, ;.c6mo puede ser proclamado 'librt:: de pecado' el Soberano Cristo si desobedeci{l a sus propios padres en distintos lugares? Asi en Ia hoda (sc. de Can:l: Ru.lo. 2.4) increp6 a su madre diciendole 'mtljer, tenemos que ver tl1 y yo?·. Y cuando su madre quiso verlo llam6 'madre' y 'hermanos' a los que hacen Ia voluntad de Dios ... Y si lo que sc ha dicho es contradictorio, ;.c6mo lo que es contradictorio entre ...,j no se va a rcfutar mutuamente?").

- 12-'i-


57 (59 H). Mac.Magn. ll 9 (II 20.1 G.): Harnack no cita el texto de Macario por contener solo !a respuesta a una supuesta refutaci6n porfiriana de Ev.Marc. 10.18 (ou8El<; ciya8o<; Ei EL<; 6 9Eo<;) y Ev.Luc. 6. 45 (6 aya9o<; av8pw1TO<; EK TOU aya8oii 9rpaupou ... ), quienes desde su punto de vista, entrarian en contradicci6n. 58 (57 H). Mac.Magn. II 10 (II 21.2-3 G.) 83 : Ti yap 11piiylla Ei:xov ol 11oAAol TaUT llS' ciKOUELV EVO<; El wl CJcpaA.A.ow:vou TTEpl TLVO<; 8E E' vEKEv, O..EELVw<; Toil TiaTpos ika Tov ulov yovuTIETouvTo<;, E1TLTLflTJTLKw<; ouK atmji f.LOVl(l ciAAa KQL TOL <; OXAOL<; ou yap !liiAAOV QCJflEVL(JQL iiTE 11Epl KaKouf.LE'vou auiJ.Tia8ws yL yvof.LEVJlv; ciA./..U TovvavTiov cirroCJKopaKi(EL Twv lKETwv 8€11crtv· ooKEL yap 6 XpwTos ciX6yws EK Toil rrpo¢avou<; Tiw

cPor que tenia qu e oir Ia muchedumbre esta frase84 cuando era uno solo el que pedia e incluso se equivocaba en su petici6n" 51 (Y por que cuando el padre, digno de compasi6n, se arrodilla por su hijo, le sale a! paso y le Ianza una reprimenda no solo a el sino a Ia multitud1 (No habria sido mas adecuado acoger mansamente una suplica que nacia del amor por un enfermo1 Muy a! contrario, despacha de mala manera Ia petici6n de los suplicantes; luego parece que Cristo ultraja al pueblo abiertamente y sin raz6n. 59 (67 H). Mac.Magn. II 11 (II 22.9 G.)86: TailT' AEAEX9w Tpav6TEpov, Kal lTEpas EXETW KOL TOUTO To E'TEpov 8' EL n Twv EuayyEA.iwv cirropwTEpov cpaivETw, Ei<; TOVTOV YVilVwaa<; av€pwaov. Dicho quede esto por nuestra parte con rotunda transparencia y tenga aqui su punto final esta investigaci6n; y si otro pasaje de los Evangelios se muestra aun mas inextricable, aclaralo para que todo el mundo lo entienda. 60 (15 H). Mac.Magn. II 12 (II 23.1-6 G.): Tous EuayyEALCJTLIS' Elj>EupETa<; oux 'icrTopas Twv TTEpl Tov ' l11crouv EKOCJTO<; yap auTwv ou CJ1Jf.L¢wvov ciAA.' ETEpocpwvov 11ciXwTa Tov A.Oyov nEpl Toil rrci8ous i'ypat!Jw 6 flEV yap tCJTOpEL, w<; o-Taupw9Evn crTI6yyov TLS' TTAJlpwCJa<; . 6 8E: ETEpws· «ELS' TOV TOTTOV, ¢11CJLV, eA.86vTES' roA.yo8ii, i'8wKav aiJTCi)TTLELV OLVOV f.LETa f.L Ef.Ll YflEVOV' KQL yEUOclf.LEVOS' OUK TTLELV>>' KQL f.LET' OAL ya. «TTEpl OE EVGTllV wpav 6 'l11oou<; wvlj llEYclATJ A.Eywv· 'EAwdf.L, 'DwEi11, AEf.La TOUTECJTL 8EE f.LOU, 8€€ !lOU, 'i va TLllE EyKOTEALTTES'>> ouTo<; 8' EOTL MaT9aio<; . 6 8€ Jlcrt· «CJKEVOS' EKELTO f.LECJTOV' C)KEUOS' ouv !lECJTOV TOU ovv vaawmv auTou nil OTOflOTL' OTE ouv TO 6 'I!]OOUS' EtTTE· TETE AECJTm· Kat diva<; 1TOpE8wKE TO lTVEUf.La>>. ouTO<; ECJn v [6) 'lwciVVJl<;. 6 8E: AEyEL' «Kal ¢wvfj llEYclATJ ELTIE' ncirEp, Eis XEI:pcis oou TO TTVEUf.Lci 11ouw ouTo<; 8E TVyxcivEL AouKiis. EK TaUTTJS E:wA.ou laTop[as Kal 5LOwvou w<; oux E:vo<; ciA.A, 6 8€· «TETEAECJTaL>>, 6 8€· «8EE !lOU, 8EE flOV, 'iva TL f.LE EyKaTE ALTTE<;;>> 6 8€· «0 8E6<;, 8E6<; flOU, Eis Tl wvEi8wci<; llE;>> cpavEpov W<; QCJUfl
FRAGMENTOS

auTJl f.Lu8o1TOLLa rroAA.ous- E!laivEL 8va9avaTouvTa Kal TO aaE:s TOl<; napoool TOU TTci9ou<; TTOpEXOVTQ' ELOE, KaTa TOV TpOTTOV TOU eavciTOU ELTIElV OWclf.LEVOL, OUTOLnavnirracr tv eppm!J08TJOOV, KalnEpl TWV AOllTuJVOUOEV Los evangelistas fueron inventores, no testigos de los hechos relativos a jesus. Pues cada uno de ellos escribi6 el relato de Ia pasi6n no de forma concordante sino discordance. Pues uno cuenta que alguien le ofreci6 a! crucificado una esponja empapada en vinagre 87 Este es Marcos. Y otro lo cuenta de una manera distinta 88 : "Cuando llegaron a! lugar llamado G6lgota, le dieron a beber vino mezclado con hie!; y habiendolo gustado, no quiso beberlo". Poco mas adelante dice: Hacia Ia hora nona, jes(ts clarno con gran voz: 'Eli, Eli, lema sabachtani?', esto es, 'Dios mio, Dios, mio(por que me has abandonado?"' Esto es de Mateo89 . Y otro afirma 90 : "Habia alli una vasija !lena de vinagre. Clavando en una ca!la de hisopo una esponja empapada en vinagre, se Ia llevaron a Ia boca. Cuando hubo, pues, probado el vinagre, jes(IS dijo: 'Consumado esta', e inclinando la cabeza, entreg6 su espiritu". Esto es de juan. Y otro dice9': "Clamando con gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi es piritu" Esto casualmente pertenece a Lucas. A partir de estas fuentes contradictorias y distintas, se podria pensar que el relata no trata del sufrimiento de una sola persona, sino de muchas. Pues si uno dice "en tus manos encomiendo mi espiritu", otro "consumado esta", otro "Dios mio, Dios mio, (por que me has abandonado?" y otro "ipor que me has ultrajado?", resulta evidente qu e esta invenci6n es discordante, o bien revela que se trata de varios crucificados, o bien que se habla de la agonia de una sola persona que no ofreci6 a los presentes una imagen clara de su pasi6n. Asi pues, si estos, siendo incapaces de describir su muerte conforme a !a verdad, no contaron mas que patranas, no se puede esperar otra cosa en el resto del relato. 61 (16 H). Mac.Magn. II 13 (II 24.1-2 G.): "On 8( Ta TTEpl TOU TEAOU<; auTov rrciVTa KQTECJTOXGOQVTO, ETEpou KEaA.a[ou TOUT' ypcicpEL yap 'lwciVVJlS' «ElTl 8E: Tov lrpovv E'A86vTE<;, ws- Et8ov avTov TE8V!]K6Ta , ou auTou Ta oKEAJl, ciA.A.' Els Twv aTpanWTwv A.6yxu auTou TTAEupciv· wl Eu9us ai11a Kal u8wp.>> flOVO<; yap TOUT ' ELPTJKEV 6 'lwciVVJl<;, TWV 8E aAA.wv ou8fLS'' OLO KQL aiJTO<; Eaun;J f.LapTupEI:v X€ywv· «Kal 6 EwpaKtD<; llEflapTUPJlKE Kal avTov Ecrnv iJ.apTup[(l>> OlTEp 8oKEL f.LOL TOUTL KETT¢ou TuyxcivELV TO lTWS' yap flOpTup[a TOV TTEpl ou f.LOpTUp[a uEcrTWTO<;; f.LapTUpEL ycip TL<; TTEPL TOU OVTOS'' TTEpl OE TOU OVTOS' lTWS' O.v AEX91j llapTup[a ; Que ellos tienen como objetivo todo lo concerniente a! cumplimiento de Escrituras, se demuestra con otro capitulo. Juan, en efecto, escribe92: "cuando llegaron a jesus, como vieron que ya estaba muerto, no le quebrantaron las piernas, sino que uno de los soldados le traspas6 su costado con su Ianza, y al instante sali6 sangre y agua". Solo juan lo cuenta y nadie mas. Por esto, se propone a si mismo como testigo, diciendo 93 : "el que lo ha visto, lo ha testificado, y su testimonio es verdadero", lo cual me parece Ia declaraci6n de un necio. iC6mo puede ser verdadero el tes"' Ev.Marc. 15.36. "" Ev.Matt. 27.33-34.

"

3

"

Cf. Ev.Matt.17.14-20.

9

Ev.Matt. 27.46.

Ev.Matt. 17.17: ";Oh genemci6 n incredula' iHasta cuiindo estare entre vosotros>".

"'' Ev.lo. 19. 29.

xs El hijo enfermo, cuyo padre consider& que est:i "afcctado porIa luna" (on
9

H6

17.15. Cf. Ev.Io. 5.31.

-126 -

' hv.Luc.

23.46.

91

Ev.Jo. 19.33.

93

Ev.lo. 19.35.

- 127-

.,.. I

FRAGMENTOS


YE EV auT(i, Ell 4i TUyxcivwv E(JTLV; KGLTIWS', EV 4i TLS E(JTLV, EV GlJTtji KGTO TO KEPGilEOUV Ciyyos-, (\ KGL Til El' auTl[i 1TOLEL, OllWS OUK ELS' KEVOl! d,\,\' ELS' ETEpov GWilU, dEpos- yijs. EL TLJXOL, a,\,\ov TLVO<;'. Ei youv CllllllWS', OTIEp a8uvaTOV, TOU KllGilOU b EV auTLji KaLTIOLOS' xwpos-. ELS' i\v Tl OE KGL TCJ LOLOV EV EKELVL(l Tl[i xwpLp, 1TO(Jl}]J nmc\v u<)>os llTJKOS' f)nAaTOS'; El yap TGUT' El! auTLji, K Tov dpxovm ws- Tou KOGilou; Kai nws- avEpov Ttl >..q6 11 Evov· To yap ciKouaiws- an· <1 oux b Ti]v uno11Evwv, a8tKEL. Kai TTJI' llEV ToaauTTJv TWV EuayyEA[wv daaEtav yuva[ms-. ouK civ8pdat, napaxwpEiv 8iKmov· EL yap 8E'AOLilEV To TotauTa (TJTEiv llupias- daaELS ,\<\you llTJOEv KaTExouaas- EPilatov.

timonio de quien no ha estado presente en aquello de lo que cia testimonio? Se da testimonio de quien es, pero ic6mo se podria dar testimonio de quien no es?''4

Ei

62 (64 H). Mac.Magn. IT 14 (IT 25.1-3 G.): "Ean KGL ETEpOS' ,\6yos- OUVGilEVOS' aa8pav {, nEpL TTJS' dvaaTaaTE, KGL avaaTTjvm, OUK Ellv Kai ,\E'yovn llTJOEV TIETipaxE'vm 8avdTou, 'Hpw81:J Tl[i TWV 'lou8a[wv il TQJ UPXLEpEL TTJS 'lou8aLKTjs paTp[ac;, f)no,\,\o[s Gila KGL KGL llGALGTa 'Pwlla[wv TD TE Kal Tl[i '(va Tel KaT' auTClV 8aullcil(JWl!TaL 8avaTOJJ WS' TWV TIEL80ilEVWV auTtji' a,\,\' Ellav[(EL TJJ MayoaATJVD Map(q yuvatKL xuoa(q Kai cim) KWilU8p(ou AUTipOTGTOU TLJJ(J<;' CJPilWW'Vl:J KGL imo ETITQ 8mll6vwv KGTGGXE8ElGl:J 1T(JTE, llET' EKElVTJS' 8E Kal a,\,\1] Map[q, aaVEGTGTljl KGL atJT(i yuva[Lp KWilTJTLK(\l, Kal aAAOLS' o,\[yots- ou a68pa KalTLll, aw8E Tell! ULOJ! TOU dv8pwnou Ev Tijs- 8uvd11Ewc; Kai E'pxollEvov !lETa Twv vEEAwv>>. EL yap Ellav[aas av8pdatv OL' GUTWl! TIGl!TES Civ E1Tl(JTEUOl! Kai ou8Eis- av TWV OLKaGTWl! WS' llU8ous- a,\,\oK avan,\dnovTa<;" EK6Aa(EV' OUOE yap 8E0 apEGTOV a,\,\' OUOE av8pw1Tl(l (JU1JET(i TIOAAous- Ol' aUTO]! Tal<; avwTdTw TlllWPlaLS TaVTT]V

Si alguien lee aquella pedanteria escrita en el Evangelio, comprobara que dice toda una harharidad cuando afirma: "ahora es el juicio del mundo, ahora sera cxpulsado el soberano de este mundo". 91' Pues dime, por Dios, ique juicio es ese que tenia Iugar' i.Quien es ese soberano del mundo que fue expulsado? Pues si decis "el emperador", no solo no es el emperador el unico soberano, sino que ni siquiera fue arrojado del trono: son muchos, en efecto, los que gobiernan el mundo. Y si es alguien inteligihle e incorp6reo, no se le puede expulsar, pues se le iba a expulsar si es precisamente el soberano del mundo? Y si vais a decir que existe en algun Iugar otro mundo al que se vera expulsado, decidlo en una narraci6n que nos resulte creible. Pero si no hay otro, pues es imposible que existan dos mundos, id6nde se va a expulsar al soberano, si no es dentro de aquel en el que ya est<:i? i.Y c6mo se puede arrojar a uno al mismo sitio en el que ya se encuentra? Ese mismo es el caso del vaso de arcilla que cuando se rompe expulsa su contenido, pero no al vacio sino a otro cuerpo, de aire, de tierra o de cualquier otra cosa. Luego si el mundo se rompiera de un modo parecido -lo cual es imposihle- y se expulsara su contenido, i.Cual es ese espacio exterior a] que seria expulsado? i.Cu,:iles son las propiedades de ese espacio' i.Cuantas y cmlles son su altura, su profun.didad, su longitud y su anchura? Y si estas existen en el, por el hecho de tenerlas no sera sino un mundo. Por otra parte, i.Cu:il es Ia causa de que se expulse a] soherano del mundo como si fuera un extrafio? i.Y c6mo puede gobernarlo si es un extrafio? iC6mo se le expulsa, por su voluntad o contra ella? Contra su voluntad, evidentemente, pues queda claro en Ia frase, ya que el que es expulsado lo es contra su voluntad. Sin embargo, el que comete Ia injusticia es el que emplea Ia violencia, no el que Ia sufre. En definitiva, lo adecuado seria dejarle a las mujeres, no a los hombres, toda esta confusi6n de los Evangelios, pues si quisieramos investigar con rigor pasajes como estos, encontraremos miles de exposiciones oscuras carentes de todo sentido.

Existe otro razonamiento capaz de refutar esta insana opini{m: el de su tan traida y llevada resurrecci(m. iPor que jes(ts, despues, como decis, de su pasi{m y de su resurrecci6n, no se le presenta a Pilatos, el que lo conden6, y le dice que no fue merecida Ia condena a muerte, o a Herodes, el rey de los judios, o al sumo sacerdote de Ia fratria judia o a otros muchos dignos de confianza, y en especial al senado y al pueblo romano, para que, maravillandose de lo suyo, no condenasen a muerte por impios a sus fieles mediante decreto publico? Se le aparece, en cambio, a Maria Magdalena, una mujer baja y venida de una aldea miserable que una vez estuvo poseida por siete demonios, y con ella a otra Maria, mujercita tambien oscura y aldeana, y a otros pocos no demasiado importantes; y eso a pesar de que, segun Mateo, le habia declarado lo siguiente al sumo sacerdote de los judios: "en adelante vereis al Hijo del Hombre sentarse a Ia derecha del Poder y venir entre las nubes".'" De hecho, si se le hubiera aparecido a hombres importantes, a traves de ellos hubieran creido todos y ningun juez los habria castigado por inventar fabulas monstruosas, pues est<:i claro que ni a Dios ni a] hombre sensato les agrada que por su culpa muchos sean reos de las mayores penas. 63 (72 H). Mac.Magn. IT 15 (II 26.1-6 G.): 'Eav OE TLS' KGKElVTJV TTJV yqpallllEVTJV EV T(\l EuayyEAll(l TEp8pE[av avayvl[i, a68pa EL(JETQL TEpaToAoy[av ELIJGL TO ELPTJilEVG, i'v8a TJGL · <EaTcivm, ELS' OV apxwv EK m8avfis- LGTop[ac; TOUT() ELTiaTE' Ei 8' OUK EGTLV a,\,\os-, ETIEL llTJOE 8vvaToV K<)GilOUS' uEGTGVUL 8uo, 1TOU (J dpxuw,

'J'i

64 (71 H). Mac.Magn. IT 16 (IT 27.1-7 G.): t'pE KaKELVTJS Tfis- E'maKYJv[ou ciKouawllEv TTJS' npos- Tous- 'lou8aious w8E YEYEVTJilEVTJS'' <TJaiv, aKOuELv Tov Myov Tov EllOV, i\Tt EK Tou naTpos- Tou EGTE · Kai Tas- E'm8u11ias- ToiJ naTpos- Vll<-;w 8EAETE TIOLELV>>. TLS' ouv (J b TWV 'lou8a[wv 8wadYJaov· ol yap Tas- E'm8ull[as- Tou naTpbs- EKTEAouvTES" npEm\vTwc; ToiJTo notouGL, yvu'1111:J naTpl>sELKOVTES Kai TouTov TLilWilEvm· El 8/o KaKilS" o ou Tots- TEKvotc; To i'yKATJilG Tou KaKou npoaanTE'ov. TLS' ouv EKELvos- b ou Tas- E'm8u11ias- notoiJvTES' ouK ijKouov

En el sentido de "estar vivo". Hv.Matt. 26.04. Los testigos del Nuevo Testamento, de acuerdo con Ia edici6n de ofrecen unEAWv nrU oUpavou, "sobre hls nubcs dd cielo."

-12H-

IJ(l

Eu.Io. 12.31

- !29i


FRAGMENTOS 8Eou, !J.EV UTIOIJ.ELvm TLIJ.wp[av, ou iJ.ilv dvEu rrappTja[as Til rrci8os, ciAAa arrou8al:ci TLVa Kai aoa rrpi>s TitAGTOV TOV 8tKOCJTi]v KaL ElS TWV EK Tptc\&ou xu&a[wv

Tov XpwTou; AEy6vT<.uv yap Twv 'Iou8a(wv, ws E'va rraTE'pa EXOIJ.EV Tov 8E6v, ciKupol TouTov TOV Aoyov EV Tl[i aCJKELV' «UIJ.ELS EK TOU rraTpos TOU ECJTE»' TOUTECJTLV EK TOu ECJTE. TLS ovv 6 &tcif:)o>-os EKEI:vos; Kal. rrou TuyxavEL; Kai Ttva &wf3a>-wv tirrwvviJ.(av munw EKAT)pwaaTo; 8oKEL yap ou Kvptov ciA>-' EK tou au!J.f3Ef3T1K-os, Ttvwv avEl.s cirrT)yopEUIJ.EVTJV cirrETEAECJEv; yap Kciv TOVTw 6 Ti]v 8EXOIJ.EVOS IJ.ciAtCJT ci&tKOUIJ.EVOS 6 8E: wl. auTos !J.Tj&E:v h ci>->-' (J Ti]v rrp6¢>aaw. ws yap 6 8El.s Ev 680 vuKTwp TiwaKoAorra, oux h rrEptrraTwv wi rrTa(wv, uTIEu8uvos, ciA>-' b Til EyKATjjJ.a, oihws 6 EV8EjJ.EVOS ciopjJ.T]V auTOS TIAEOV oux 6 KaTEXWV ou8' b ci8tKEL. AEyE &E: KciKELJ!O' 6 8wf3ci>-Awv rra8TjTOS El IJ.EV yap OUK TIOTE El &' EjJ.Tia8Tjs, <'JELAEL auyyVWjJ.TjS' TUXELJ!' ou8ELS' yap ¢>uatKol:s t!vox>-ou!J.Evos ws ci8tKwv Kpivnm, ci>->-' ws KaTamwouwvos rrp
i.Por que Cristo no dijo nada digno de un var6n sabio y divino, capaz de instruir al juez y a los presentes y de hacerlos mejores, ni cuando fue llevado ante el sumo sacerdote ni ante el gobemador, sino que soport6 que le golpearan con Ia cafia, que le escupieran y que lo coronaran de espinas, en vez de hacer como Apolonio, que, tras haberle hablado con libertad al emperador Domiciano, desapareci{J de Ia corte imperial y no muchas horas despues se present6 a Ia vista de todos en Ia ciudad de Dicearquia, Hamada ahora Puteoli? Cristo, por su parte, si es que tenia que sufrir por mandato de Dios, debi6 soportar el castigo, pero no aguantar el sufrimiento sin hablar libremente, sino pronunciar ante Pilato, su juez, palabras graves y sabias, y no dejarse ultrajar como un hombre vulgar.

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av

66 (62 H). Mac.Magn. III 2 (III 2.1-2 G.): Ou iJ.ilv dna KciKE'lvo iJ.EaTov ciaadas. jJ.ECJT6v 8' cirrm8Eua[as TciaKOv, <> Kat auT6s ciywvtwv Kal Tfj rrpoa&oKiq Twv 8Etvwv t'rraypurrvwv Kai 8t' rrapaKaAwv TO rrci8os aUTt\i rrapEA8Etv AEywv To1s yvwp[!J.ms· «rpTjyopELTE m'trrpoaEt}xw8E, 'iva rrapt!>-81] 6 rrELpaaiJ.c\s». miJTa yap OUK dEw rrm&i>s 8EOU Ta ciAA' ou&' civ8pwrrou aoou 8avciTOU KaTapovouVTOS.

Venga, oigamos aque!la frase teatral que fue asi pronunciada ante los judios: "no podeis, dice, oir mi palabra, porque teneis por padre al Diablo y quereis realizar el deseo de vuestro padre" 97 Actiranos entonces quien es ese "Diablo" que es el padre de los judios, pues los que cumplen como es debido los deseos de su padre lo hacen acomodandose a Ia voluntad del padre y honrandolo; luego si el padre es malvado, no ha de recaer en los hijos Ia imputaci6n de maldad. i.Quien es, pues, aquel padre cuyos deseos realizaron como para no prestar oidos a Cristo? Aunque los judios afirman "s6lo a Dios tenemos como padre", el desautoriza estas palabras diciendo "vos, otros teneis por padre al Diablo", 9" que es lo mismo que decir "sois hijos del Diablo". i.Quien es, pues, aquel Diablo? i.D6nde se encuentra? i.A quien ha "calumniado" para recibir ese nombre? Parece, en efecto, que no es su nombre propio, sino que lo tiene por accidente: en Ia medida en que lo comprendamos correctamente, lo conoceremos a el. Si se le llama "Diablo" a partir de "calumnia", i.ante quienes estaba cuando realiz{> Ia acci(Jn prohibida? Pues se comprobara que el que se muestra receptivo a Ia calumnia esta predispuesto a ello y que es mas bien Ia victima de Ia calumnia quien recibe el dafio; y se comprobara que tampoco el propio Diablo ha cometido daf\o alguno, sino el que dio pie a Ia calumnia. Del mismo modo que el responsable es el que coloca Ia estaca de noche en el camino, no el caminante que se cae, y Ia culpa se le imputa al que ha clavado Ia estaca, el que hace el daf\o es mas bien el que da pie a Ia calumnia, no el que le presta oidos ni el que Ia sufre. Y dime esto otro: el calumniador i.Sufre o es ajeno al sufrimiento? Porque si fuera ajeno al sufrimiento, no calumniaria jamas; y si esta sujeto a el, merece el perd6n, ya que nadie afligido por dolores fisicos es juzgado culpable, sino que todos lo compadecen por su aflicci6n.

Sin embargo, tambien esta llena de confusi{m y necedad aquella frase que Jesus pronunci{J a sus discipulos: "no temais -decia- a los que matan el cuerpo"'l''; mientras que ei mismo, cuando estaba angustiado y velaba ante Ia inminencia de Ia desgracia, oraba y suplicaba que pasara de largo el sufrimiento y le decia a los discipulos: "velad y suplicad que pase de largo Ia tentaci6n" 100 Estas palabras, en efecto, no son dignas del Hijo de Dios, ni siquiera de un hombre sabio que desprecia Ia muerte. 67 (68 H). Mac.Magn. III 3 (III 3.1-2 G.): "En 8E: IJ.OL YEIJ.OV atVETat TO AExeEv· «El ETILCJTEUETE MwaE1, ETILCJTEUETE EIJ.Ol. TIE pl. yap EIJ.OU EKELVOS i'AcyEV». OjJ.WS' &E: MwCJEWS ou&E:v cirroaw(ETat' auyypcijJ.jJ.OTa yap rrcivTa T0 val[i AEYETat. oaa 8' Err' OVOIJ.OTL MWCJEWS' EypciTj jJ.ETa TaVTa, jJ.ETa XlALa KOL EKaTOV Kai oy8oTjKOJ!Ta ETTj MwaEWS UTiil "Ea8pa KOL TWV cijJ.¢>' OUTOV CJUVEypciTj. El 8E Ka't MwaE'ws 8otTj TLS ELJ!at TO ypcijJ.jJ.G, ou 8uvaTi>v WS' Gdw TIOU AEAEX8at 8Eov >- XptaTiJV aTaupoua8m TLS EtpTjKEV;

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Y ademas me parecen llenas de necedad estas palabras: "si creyerais a Moises, me creeriais ami, pues era de mi de quien aquel hablaba". 101 Sin embargo, de Moises no se conserva nada, pues se dice que todos sus escritos ardieron con el Templo; asi que todo cuanto se escribi6 despues con el nombre de Moises fue redactado por Esdras y los suyos mil ciento ochenta af\os tras Ia muerte de Moises. Y aunque se concediese que el escrito es de Moises, no se podria demostrar que se mencione en algun momento a Cristo como Dios, como Logos divino o como Demiurgo. En una palabra, iquien ha anunciado Ia crucifixion de Cristo?

65 (63 H). Mac.Magn. III I (III 1-2 G.): Tlvos EVEKEV b XpwTou Kal. 8dou civ8pi>s &uv-' l)vECJXETn KaAUIJ.lfl TVTITEa8at ml. rrEptrrTuEa8m Kal CJTEavoua8m ciKdv8ms, Kat IJ.il Ka8drrEp 'A TIOAAwvtos IJ.ETa rrappTjaias Tl[i aUTOKpciTopt AOIJ.ETLavl[i ciavi]s EYE VETO KUL jJ.E8' wpas ou rro>-Aas EV 7TOAEL ALKatapXEL<;t, vvv 8E: TioTLOAOl') KaAOUIJ.EVlJ, w8Tj ETILaVECJTaTOS; 6 8E YE XptaTcJS El Kal rra8ELV ELXE KaT' EVTOAas TOU

68 (49a H). Mac.Magn. Ill 4 (III 4.1-5.1 G.): Ei 8E: 8EAOf.LEV KciKELVTjV Ti]v [aTopiav ElTIELJ!, <'JVTWS u8AO') aVELTaL KaTITjALKils Til AcX8EV, ClTITjl!LKa MaT8al:os jJ.EJ! 8uo 8atjJ.
97 l)H

liu.Matt. 10.2H.

h'u.Iu. 8.43-44.

100

Ev.Matt. 26.41, Eo.Marc. J4.3H, liv.Luc. 22.46

Ev.lo 8.41.

101

Ev.Iu. ).46.

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I

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_......... -·--

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PORFIIUO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS

FRAGMENTOS

QTTfl [lVT][lELWl' AEYEL QTTaJ'Tfiam Tlji XpwTlji, ELTG TOV XpwTClV ELS' xoipovsQTTEA8ELI' Kal cinoKTEivat noA.\ovs-. McipKOS' 6€ Kal cipt8[lOV tJTTEpf!ETpov ovK WKJ!T]CJEv civan.\ciaat TWV xoipwv· cPT]. Kai TTGpEKclAEt aun\v, '(va GUTCJV TllS' xwpas-. OE EKEL ciyEAT] xoipwv KGL TTapEKclAEL avTill' T(J 8atpovta, OTTWS' ETTlTpEtjJ1] auniisciTTEA8EL1! ELS' TOUS' xoipov::;. Kal QTTEA80VTES' ELS' TOUS' xoipovs- Wp[!T]CJGV KaTa TOU KpT][ll!OU ELS' ea.\aaaav, WS' DLCJXLAlOL, Kal clTTETTVLYT]CJGl!' oi 6E i'cl>vyov». w[!U8os-, w.\fipos-, wYEAWS' 6vTWS' TTAGTV<;'. xoipwv TTAfi8os- 6wxtALW1! ELS' ed.\aaaav i'6pa[!E, Kal aV[lTTVLyEv cinw.\no. Kal nC:1S' ciKovwv TtS', ws- ol 8at[!Ol!ES' napaKa.\ouatv, '(va TTEf!cl>8watv ELS' Eh' b XptCJTiJS' napaKAT]8Els- TOlrrOVS' OUK ETTE[lt)!Ev, ci.\.\a TOLS' xolpOLS' GUTOUS' ETTGTTECJTELAEV, ouK EpEi· cPEV TfiS' cinat8Eva(as-. cPEV TfiS' KW[ltKfiS' TTAclVT]S'. cl>ov(wv TTVEV[lclTWV Kal E'v Kt'lG[ll(l E'pya(ow'vwv Kal, i\nEp TOUT' ETTLTPETTELV GUTtllS'. 8' ol OGL[lOVES' xopEUELV El' KGL TTULYVLOJJ TTOLELIJ Tiw KOCJ[!OV ciK6pEGTOl,. yfiv KGL 8d.\aaaav Kai TTEV8LKCJV Til CJV[lTTav EKTEAE'am 8E'aTpov· n't CJTOLXELa TlJ avyxvaEt Kai KTLCJLV OAT]V G[lGA6uvm TlJ ou yap E'xpfiv 8' OUJJ TOUS' KGKWS' 8ta8E[!El!OVS' Tbv av8pwnov ELS' OTTEP QTTT]VXOlJTO TllS' xwplov TOUS' cipXEKclKOVS', ci.\Ati 8TjAVVO[lEIJOV GUTWV TlJ hE'pav E'mTpE't)Jm CJVflcl>opav cinEpydaaa8at. Ei yap i\vTwS' ci.\T]8Es- TouTo Kai TTAGCJ[la TvyxcivEt, C:JS' aaci>T]vi(o[!EV, CJ A6yos- Tou XpwTou KGTTJYOPEL KGKLGJJ, EAGVl!ELV [!Ell EVilS' civ8pwnov TOUS' 8at[l01!GS', TOVTOVS' 8E xoipOLS' ETTlTTEIJ.TTEll! ci.\c\yms- Kai TOUS' E'K8EL[lGTWCJat TOLS' Kal cPEVYEtV cinvEvaTl rrmfiam E'v wpaxfj Kai nt\.\tv E'ni Tlji yEVOf!EV4J ou yap 8iKmov [!t\vov Eve>::: ii ovol:v fi Tptwv fi TptCJKa[8EKa, ciA.\a navTi>s- civ8pu'mov 8Epamuam Kal [lclALCJ8' 1\n TOVTOV xciptl! aun)v ETTlCJTfivm Tlji [lapTVpOV[lEl!Ol!; ciA.\' clTTACJS' i!va [lEV OECJ[!wv ciopchwv EKAuELv, a.\Ams- 6E Tous- 8ECJflOUS' cinoaTEAAELv cicl>avws-, Kat Ttva::; [lEV Twv E'.\Ev8Epouv aiaiws-, nvas- 8E Tots- ci.\6yws-, TOiJTo ou KGT6p8w[!a, ana KaKovpy[a 8tKGLWS' c'iv KAT]8ELT]. ou ci.\AC! Kal Tlji TTOAE[!LW!I ETTL xwpav ETEpav OLKELV Kal KG TUllE [1ECJ8at bwnov TTpclTTH ci>8Eipovn Til bans-, d8vvaTWV EK TTUCJT]S' xwpas- E'Aciaat TC)]J ELS' TclTTO!I EK n'mov TOUTO!I EKTT<''[!TTEL [lE!IElV, xwpav EK TOU KGKOU fLLGV KGL [lLGV EK80TOV Tt.\i KaK0 8wpovf!Evos-. EL youv Kal cJ XptaThs- CJflOLtDS' ciovvaTwv TtlTE E'vop(av EAEv8Epwam TOU 6at[!OVOS' ELS' ciyEAT]l! auTCJV TWV xoipwv TEpGTW8ES' [lEV OVTWS' KGL xpiivat TouTo {notEL} 8vvawvov, flECJTov 8E EU cl>povwv EKplVEl! auT68Ev OlKclCJGS' Kal civci.\oyov ETTfiYE Tlji npciwan .\t'ywv· «EL niiaav TfjS' EAEV8Epol:, d.\.\' ELS' 8tacl>6pov::; xwpas- cl>vya8EUEL Ttl KGL Tt!JW!J cPPOVTL(El Kal TlVuJV ou ouK ciacl>a.\E:::; TOVT4J rrpoaci>EvyEtv Kal aw(Ea8m · b yap aw8Eis Tou aw8E'vTos- AVTTEL 6tci8ECJL!J, KaL CJ aw8ELS' TOU aw8EVTOS' UTTUPXEl o8Ev, WS' EyW Kp[vw, TTAclCJ[lG TfjS' iaTopias- TaUTT]S' Ei 8' ou TTAciCJ[la TvyxcivEL, TTJS' 8' ci.\T]8E(as- avyyEVES', yE'.\ws- 6vTws- lmvils- Twv xaa[lwf!E'vwv E'aTL ws- nws- E'v 'lov8a(q ylj TOCJOUTO rr.\fi8os- TlJTE xo(pwv EVE[!ETO TWV [lclAlCJTa pvnapClV Kal [llCJOV[!EVlt!V TOLS' 'lov8aiots- avw8EJJ, TTWS' 6E KGL TTcllJTES' ol xol:pot EKEll!Ol CJVIJETTVLyTjCJGIJ, .\( f!VT]S' ou 8aAciaCJT]S' [as- unapxouCJT]S'. Kal. TauT a [lEv VTJTTLot S' Kpi vn v Si quisieramos contar tambien aquella otra historia, parecera en verdad habladuria de mercachifle: cuando Mateo dice que dos demones 1112 salieron de entre las tumbas 102

al encuentro de Cristo y que a continuaci6n, por temor a Cristo, se fueron hacia unos cerdos y mataron a muchos de ellos.'"' Marcos, por su parte, no duda en inventarse tambien un numero desmesurado de cerdos. y dice asi" 14 : "Y es que le decia: 'Sal de este hombre, espiritu impuro'. Y le pregunt6: 'iCual es tu nombre?'. Y le respondi(>: ' muchos' 10'. Y le rogaba que no lo expulsase de Ia regi6n. Y habia alii una piara de cerdos que pacia, y los demonios le rogaban que les permitiese irse hacia los cerdos. Y se fueron a los cerdos, Y se precipitaron al mar por un acantilado, unos dos mil, y se ahogaron. Y los que los apacentaban huyeron." jQue historia! jQue tonteria! iQue ridiculez tan enorme! Un trope! de dos md cerdos se precipit6 al mar y murieron todos ahogados. Cuando uno oye que los nes ruegan que no se les envie al abismo y que Cristo, ante sus ruegos, no los envto alii, sino que los despach6 a unos cerdos, no va decir "iQue estupidez' iQue c6mico extravio! iAceptar las pretensiones de espiritus criminales que hacen el mal en abundancia en el mundo y dejarles hacer lo que querian!"' Y lo que querian los demones era pasar sus elias bailando y hacer del mundo una diversi{m inagotable. Querian mezclar Ia tierra y el mar y convertir el universo en un espectaculo lamentable. Querian trastornar los elementos confundiendolos y destruir con su acci6n perniciosa toda Ia creaci6n. Y por ello, a estos seres perniciosos para el hombre, a estos principes del mal, no habia que arrojarlos a aquellugar del abismo al que suplicaban no ser enviados, sino, ablandarse por su sCtplica y permitirles causar otra desgracia ""'. Si esto es verdad y no se trata de una invenci(m, como claramente indicamos, el pasaje imputa a Cristo una enorme maldad: expulsar a los demones de un solo y enviarlos contra cerdos carentes de raz(m, aterrorizar a los porqueros esp;mtandolos, hacerlos huir en tropel sin tomar aliento y alarmar a Ia ciudad por lo ocurrido. No es de justicia, en efecto, sanar el mal de un solo hombre ni de dos ni de tres ni de trece, sino de todos, y muy especialmente cuando afirma de si mismo que ha vemdo al mundo para esto. En carribio, librar s6lo a uno de cadenas invisibles y pasar las cadenas secretamente a otros, liberar a unos felizmente de sus temores y arrojar ahsurclamente sobre otros estos temores, esto n(J es una buena acci(m, sino que mereceria mas bien el calificativo de pervers;L Y por otro lado, aceptar de los enemigos las pn:tensiones de habitar en otra tierra y asolarla equivale a que un rey destruya a sus s(thditos, a que, incapaz de expulsar al barbaro de Ia totalidad de su territorio, lo mandase de un Iugar a otro a establecerse, librando a un territorio del mal y haciendo encomienda de otro a este mismo mal. Luego si Cristo, por ser igualmente incapaz dt' libcrar su territorio del demon, lo manda a una piara de cerdos, realiza algo verdadcramente monstruoso, capaz de ensuciar los oidos y pleno de perverso significado. En efecto, una persona sensata, nada mas oir este relato, lo y emitiria un veredicto proporcionado a los hechos en estos terminos: "si no Iibera del mal todo lo que se halla bajo el sol, sino que destierra a los causantes del mal a tierras diferentes preocupandose de unas y despreocupandose de otras, no es seguro acudir a el como refugio y salvaci6n, pues el que esta a salvo provoca el resentimiento del que no lo esta, y e1 que no lo esta se erige en acusador del que esta a salvo." De a hi que, a mi juicio, el relato de esta historia sea una invenci(m. Y si resulta que no es una mven105

Rt•.Marc. "i.H-14, con variacione,.., Par;1 el relato completo cf. Rt•.Marc. "1. 1-20

10

Seguimos Ia conjetura de Goulet, que suplc la laguna mantenicb por Harnack.

Dos "endemoniados" (6mp.ovt(<.)IJ.El'OL) en el relato original de Mateo.

CL Eu.Mu/1. H.ZH-,'\4.

lW!

"

Goulet se manliene

fie! a Jo,.., manuscritos -apart:mdost.· de Harnack- y t.:ntiende Ll pJsaje en un sen-

lido ir6nico.

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FRAGMENTOS


cion, sino que es afin a Ia verdad, en verdad que es capaz de hacer reir al maximo. jVenga pues! Examinemos claramente lo siguiente: iCOmo estaba pastando en la tierra de Judea semejante cantidad de cerdos cuando se trata desde siempre de un alimento extremadamente impuro y odioso para los judios? iY c6mo pudieron ahogarse todos aquellos cerdos si no existia un ]ago ni un mar profundo? Dejemos a los ninos estos asuntos para que los juzguen.

cayendo en Ia miseria, convertirse en mendigas, pasando de la libertad a una infame mendicidad, cambiando su felicidad por un rostro miserable y verse, en fin, obligadas a acudir a las casas de los ricos, lo que es no ya Ia primera, sino la ultima de las vejaciones y de las desgracias: perder lo propio con un pretexto piadoso y codiciar lo ajeno obligado por Ia necesidad. Por todo ello estas me parecen las palabras propias de una mujer en apuros.

70 (55a H). Mac.Magn. m 6 (m 6.1-4 G.): E'pE 8E am KaKEivrw EK Toii EuayyEALou TTJV {lijaLV TTJV yEA.o[wc; f!EV woE ypaE'laav am8civws, yEAOLWOEaTEpov i'xovaav To oLTjyrwa. rmllv[Ka Touc; f!U8'f1Tac; aTiiJ oE[Tivou Tipom'f!t!Jac; 6 'l11aoiic; owTIAEiiam TTJV 8dl.aaaav UIJTOS' fiTEaTll TlJ TETUPTl:J Tfic; VUKT
69 (58 H). Mac.Magn. III 5 (ID 5.1-6 G.): "AAA'flV OE TOUTWV aaa
i'vea
Eic; TTJV TWV ovpavwv». El yE ovv TLS' TTAOUaLOS TWV EV T0 iTA'flflflEA'flflciTWV a
Examinemos otra frase mas oscura que estas, cuando dice que "es mas facil que un camello entre por una aguja que un rico en el Reino de los Cielos" 107 . En efecto, si un rico que se mantiene apartado de las faltas que se cometen en Ia vida (asesinato, robo, adulterio, hechiceria, perjurio, saqueo de tumbas y de templos) no entra en el II amado "Reino de los Cielos", ide que le sirvc a los justos obrar con justicia si son ricos? iY que perjudica a los pobres cometer todo tipo de impiedades? De hecho, no cs la virtud Ia que lleva a los hombres a los ciclos, sino Ia pobreza y Ia miseria, pues si Ia riqueza excluye de los cielos al rico, Ia pobreza, por oposici6n, les da acceso a los pobres. Y es justo que e] que ha aprendido esta doctrina no se preocupe en absoluto de la virtud, sino que solo se atenga con descaro a Ia pohreza y a Ia indecencia, en la idea de que Ia pobreza es capaz de salvar al pobre, y la riqueza de privar al rico de la morada incorrupta. Por ello me parece que estas palabras no fueron de Cristo, si es que lo que ensefiaba era el canon de Ia verdad, sino de ciertos pobres que con esta palabreria querian arrebatar los bienes a los ricos. El caso es que ayer, como quien dice, no haec mucho, le leyeron estas palabras a unas mujeres de buena posici6n ("Vende tus bienes y daselos a los pobres, y tendras un tesoro en los cielos"'""l y las convencieron para repartir entre los pobres todas sus propiedades y bienes y, 107

Ev.Matt. 19.24. El texto evangelico dice literalmente •·ror el ojo de una aguja"

(ota

jVenga! Vamos a abrir el Evangelio por aquel pasaje tan gracioso por lo inverosimil de su redaccion y mucho mas por su contenido: cuando Jesus, que, despues de comer, le habia ordenado a los discipulos que se adelantaran a atravesar el mar, se les present6 en Ia cuarta vigilia de Ia noche cuando estaban terriblemente agotados por el oleaje de Ia tempestad, pues se habian pasado toda Ia noche en briega con ]a furia de las olasw9 La cuarta vigilia de Ia noche es, en efecto, Ia decima hora de ht noche, tras Ia cual quedan aun tres horas. El caso es que los que descrihen el escenario real afirman que alii no hay un mar, sino un pequeno !ago formado por un rio a los pies de Ia montana en la region de Galilea junto a Ia ciudad de Tiberiades, el cual es Glcil de atravesar con pequenas harcas de una pieza en menos de dos horas y que es incapaz de albergar oleaje ni tempestades. Asi que Marcos se aleja mucho de Ia verdad cuando redacta de modo grotesco Ia historia de que, pasadas nueve horas, a la hora decima (esto es, en Ia cuarta vigilia de Ia noche), Jesus, caminando, encontro a sus discipulos navegando por ellago. Habla ademas de "un mar", y no de un mar cualquiera, sino de un mar tempestuoso, terriblemente encolerizado y horriblemente encrespado por el tumulto de las olas, todo ello con el fin de presentar a Cristo en el acto de producir algo grandioso, una senal: apaciguando una tempestad enorme y desmedida y salvando del abismo del mar a sus discipulos, que por un momento corrieron peligro. Por historia infantiles como estas concluimos que el Evangelio es mero artificio escenico. De ahi que examinemos detalladamente cada pasaje.

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paq,(&o<;). 10 "

10 "

Ev.Matt. 19.21.

Cf. Ei!.Matt. 14.22-24; hu.Marc. 6.45-4H.

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71 (61 H). Mac.Magn. III 7 (ill 7.1-3 G.)""; AuTLKa youv ETEpoll AEEELOLOll EUpOllTES UllQKOAOU80ll U7TO TOU XptaTOU TOLS [.La8T]TGLS ElpT][lEllOll ou8' EKElllO cnyfjam &tE'yllWflEll, orrou /..E'yEv «Tous rrTwxvus millTOTE , EflE 8.0 ou rrcillTOTE EXETE>>. 8E: QlTLa Tfis urro8E cp/..uapcti&s TouTo pfj[la i5tEcp8E'yEaTo, cpas rrcivTon Eivm flET' auTwv, 6 cinaxou Kal /..Eywv auToi:s· <<"Eao[lm [1E8' Uflwv i'ws Tfjs auvTE/..das Tou aiwvos>>. ws 8' E'rrl Tcjl f1UP4J /..urrTJ8Els Etvm 7TclllTOTE [lET' QUTWI'

aapKwv 8' cill8pumE[wv rrci[lTIGll cirrEXOflEVous. TLS oull i> .\c\yos oi:nos; Kiiv yap ciA.\T]yoptKws EXlJ n flUums, Kav drrapaLTTJTOl' l81J /..t[lill' Kal cicpc\pT]Tov, urro[ldvlJ Toi!Tc'> rron· OUOE KUWV KUl'OS, ou8E: a/..Ao Tl TWll O[l(lYEllWV YEUu 8E: Kmvc\Tcpov ou8ElS Twv 8t&aaKcivTttlV Tpay0i5TJ[1G, ovx iaTopLOypcicpos, ou cpt/..6aocpos ou oux TCH' avtu. youll Ti rra8c\vns cruf1TIEi8EAEv. otJEv 8oKEi [lOL McipKOJ! AouKiiv [lTJT' amov TOVTO ycypacpT]KEllaL MaT8at:ov, QTE OOKL[.Icl
Encontramos enseguida otra frasecita incoherente que Cristo le dijo a sus discipulos y clecidimos no pasarla en silencio, cuando dice: "a los pobres los tendreis siempre; ami no siempre me tendreis". El motivo es el siguiente: una mujer traia 111 un frasco de perfume y lo derram6 sobre su cabeza, y cuando ellos lo vieron y criticaron lo inoportuno de lo sucedido, les clijo: ";.por que molestais a Ia mujer? Ha hecho conmigo una bella acci{m, pues a los pobres siempre los tendreis con vosotros, pero a mi no siempre me tendreis"""- Entonces no fueron poets sus murmuraciones por no haberse vendido mejor el perfume a un precio elevado y habersele dado a los pobres y necesitados para que lo gastaran. Pues del mismo modo que por ese murmullo inoportuno pronunci6 esta frase absurda en Ia que afirmaba que no iba a estar siempre con ellos, en otra ocasi6n les dijo con toda seguridad: "estare con vosotros hasta el fin del mundo" 5". Pero al estar molesto por el asunto del perfume, neg{> que fuera a estar siempre con ellos.

Archiconocido es aquel dicho del Maestro que dice "si no comeis mi carne y bebeis mi sangre, no teneis vida en vosotros".''··, Esto, en efecto, noes que sea en verclad bestial y extravagante, sino mas extravagante que cualquier extravagancia y mas bestial que cualquier comportamiento bestial: que un hombre pruebe Ia carne humana y heha Ia sangre de sus semejantes y congeneres, y que por hacer esto tenga vida eterna. Si haceis eso, clime, ique extremo de inhumanidad no vais a incorporar a Ia vida? iQue otra clase de maldad, mas execrable que esta abominaci6n, no vais a inventar? El oido es inca paz de soportar no ya Ia realizaci6n sino Ia mera menci6n de este sacrilegio novedoso e ins61ito. Ni Ia imaginaci6n de las Erinias mostr(J jamas algo asi a los que vivian al margen de las normas, ni los habitantes de Potidea lo huhieran toleraclo si no los hubiera dejado en los huesos un hambre inhumana. El banquete de Tiestes fue como fue entonces por el dolor de un hermano. El tracio Tereo se saci(J contra su voluntad de semejante alimento. Harpago se clio un banquete con Ia sangre de su mejor amigo al ser engafiaclo por Astiages. Todos ellos sufrieron semejante vergiknza contra su voluntad. Nadie que viviera en paz prepar6 en vida una mesa semejante. Nadie recibi(J de su maestro tan (Kliosa cloctrina. Por mucho que investigando dejes atras Ia Escitia, atravieses por los longevos etiopes y recorras en circulo el cintur{m del Oceano, poclras encontrar ptir6fagos y riz6fagos, oiras hablar de herpetositas y de miotroctos, 1 " pero todos se ahstienen de carne humana. iQue clase de clc lenguaje es entonces este? Pues incluso aunque encierre aleg6ricamente un senticlo misterico y provechoso, el hedor de sus palabras atraviesa de algun modo por el oklo y dana el alma turlx!nclola por su repugnacia, con lo que arruina por completo su sentido oculto provocanclo que el hombre sienta el vertigo de Ia desgracia. Ni siquiera Ia naturaleza de los seres irracionales, por muy implacable e insoportablc que sea Ia hambruna que experimente, tolerara esto jamas: ni un perro probara jamas la carne de perro ni ning(m otro animal Ia de sus semejantes. OtrcJs muchos autores inventaron tramas peregrinas, pero ninguno de ellos ide6 un argumento tragico m{ts peregrino que este, ni histori6grafo, ni fil6sofo, ni barbaro ni ninguno de los antiguos helenos. Mirad, pues, que va a ser de vosotros si contra toda l6gica os dej{lis conveneer con facilidad; consideracl que clase de mal haheis arrojado no s{>lo sobre los campos, sino sobre las ciuclades. Me parece que por ello ni Marcos ni Lucas ni el pro-

72 (69 H). Mac.Magn. m 15 (III 15.1-6 G.): Tio/..u8pUAT]TOlJ EKElllO TO Pfifla TOU t.thaaKci/..ou E>. TOUTO yap ou 8TjpLWi5Es i\vTu>s ou8' chorrov, ci/../..' 7TUl!TClS UT07TWTEpoll Kal 7TGVThs 8Tjptw8ous Tporrou 8TjplWOf[.ioyfvwv Kal TOUTO rrpciTTovTa EXELV aiwVLOll. rro(av ycip, ELTIE [lOL, TOUTO TIOLOUVTES W[lOTTJTOS ELS Tt'>v rroiav TOUTOu Tou [lUJ ci/../..' ou&E: Tt'> AfY
° Cf.

II I 112

111

Cf.

r_·,,_Ma/1. 26Jt·L\. hi'.Marc 14.:>-9, h"v.lo. 12.1-H. lii'.LIIC.

IH CL Ev.Io. (>.'13: "Sino c.:ornCis Ia carne del llijo del hombre (ToU uloU ToU civ8ph'mou)

y heht:i:-. susan-

gre. no h:neit-. vida en vosotros''.

7.37. ll'i

l!.'o.Matt 26.10-11. Hu.Ma/1. 2H.2U.

Nomhres de pueblos fahulosos: literalmente y por ordcn, comedores ''de pifl.a!-i", "de raicc:-.··. de "reptiles" y de ''ratones". Para los primeros cf. Straho 499; para los segundos cf. Straho 770; Ael. NA 17.40;

D.S. Ill 25.

-I.%-

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FRAGMENTOS


pio Mateo han dejado esto por escrito, por entender·que el dicho noes apropiado, sino peregrino, malsonante y tremendamente alejado de Ia vida civilizada. 73 (96 H). Mac.Magn. m 16 (m 16.1-3 G.): OE KGKELVO AETTTWS' TCJ KEciAULOl', i'vea TJa( · «To'ls 8E: maTEuaamv €rraKoAou6rjaEL Tmci8E · E'rrl appwaTous XE'lpas€m6rjaoum Kal KGAW') KQV dwaKOV TTLWCJLV, ov QVTOV') EXpflv yovv Tous- EKKp[ Tous- Tfjs iEpwaUVTJS' Kal Tous- avn TfjsETTL T0 Tfjs- Kp[aEwS' Tp ciwaKOV, '(va 6 EK TTJS' awaKOTTO(JLQS' TWV GAAWV rrpoKpL6ELTJ, EL 8' ou eappOUCJL TOLOUTOV Tp. Ei yap TTJS' rr[aTEws- l&LOv VLKfjam Kadav KaL voaovvTo,;- aAyTJOOVa b TTLCJTEVwV Kal. rrmwv TaiJTa fj YVTJCJLWS' ov TTETTL
Examina tambien con detenimiento aquel capitulo en el que dice "a los que creyeron les acompafiaran estos signos: impondran las manos en los enfermos y sanaran; y si beben un veneno mortal, no leshara dano"-" 6 Seria, pues, necesario que los elegidos para el sacerdocio y, sobre todo, los que aspiran a Ia dignidad episcopal se sometieran a este procedimiento de selecci6n y se les colocara delante el veneno mortal con objeto de que prevaleciera sobre los demas el que no sufriera dafio por Ia bebida ponzofiosa. Y si no se atreven a aceptar semejante procedimiento, que reconozcan que no creen en las palabras de Jesus. En efecto, si es propiedad de Ia fe veneer el dano del veneno y eliminar el sufrimiento del enfermo, el que cree y no puede hacer esto, o no cree verdaderamente o, si cree verdaderamente, no tiene una fe poderosa, sino debil. 74 (95 H). Mac.Magn. III 17 (m 17.1-2 G.): BAETTE 8' iiwnov Tmh4J PTJTOV Kal aKOAoueov· «'Eav EXTJTE TTL(JTl]J WS' Ks- <'> EK c'Jpos- drroKLvfjam ouK E'anv d.(LOS' Tijs- Twv maTwv paTp[as-. ii6Ev EAEYXEavEpws- ()n (\rrws- Tb AOLTTbv Twv Xpwnavwv TOLS' TTLCJToLS' dAM Twv E'maKc\rrwv f\ TLS' TOUTOU TOU E(JTL]J a/;LO,;-.

Repara en un dicho semejante a este y consecuente con el: "si tuvierais una fe como un grano de mostaza, en verdad os digo que le diriais a ese monte 'levantate y arr6jate al mar', y nada os ]o impediria"-" 7 Es evidente, pues, que el que no puede desplazar un monte con una orden no es digno de ser considerado de Ia hermandad de los fieles. Asi que convenceos claramente de que no s6lo el resto de los cristianos no se cuenta entre los fieles sino que tampocc> ningun obispo o preshitero es digno de esta denominaci6n. 75 (48 H). Mac.Magn. 11118 (III 18.1-2 G.): EpE 8€ aoL KaKELVTJV w8E Tijv Ttvos- xapLv Tou rrELpci(ovTos- Tov 'I 11 aovv AEyovTos-· «BciAE aEauTov arr<'> Tov iEpoiJ KclTW>>, TOUTO ou TTOLEL, TJ
aou», OTTEp 8oKEL 8E8mKv Tfjs- KaTaTTTWaTE' d.Ha TE TTOAAa 8LETTPclTTETO Kal 8i] Kal VE Kpous- av(aTa A
OlLKov Els- avT6v rrou OLEAciAEL KEaAmov aaKov· «'Err\. XELpCw apoiJaL
jVenga! Te citaremos tamhien una celebre frase de este tipo. iPor que cuando el Tentador le dice a Jesus "arr6jate desde el templo""", el no lo hace, sino que le responde "no tentaris al Senor tu Dios"?"" Lo dijo precisamente, en mi opini6n, por miedo a caerse. En efecto, si, como decis, habia obrado numerosos milagros, llegando incluso a resucitar a los muertos tan s6lo con su palabra, tendria que haher demostrado sin vacilaci6n que era capaz de salvar tamhien a otros de los peligros arrojandose desde lo alto sin sufrir dafio fisico alguno; y mucho mas a] haber un pasaje de ]as Escrituras que se refiere a eJ diciendo "te llevaran en volandas para que jamas tropieces tu pie contra Ia piedra" 120 De ahi que hubiera sido de toda justicia mostrar a los que se encontrahan en el templo que era el Hijo de Dios y que podia salvarse de todo peligro a si mismo y a los suyos.

76 (23 H). Mac.Magn. m 19 (m 19.1-4 G.): TaiJTa XUOTJV OUTW rronr)v, WS' ELKTJYr\aaaem T<'>v Myov, bv 0 'ITJCJOVS' T0 ITETp(jl ow6€yyETm cis-· «"YrrayE (JTTLCJW L:amvii, (JKclVOQAlJ]! El, fJTL ou pOVELS Ta TOU 8EOU, ana Ta TWV dv6pWTTWV>>" Eh' EV ETEp(jl T<\TT(jl' «LV EL ITETpos-, Kat ETTL TaUT\) Tfj TTETpq TTJl! EKKATJCJ[av>>, Ka[ · «>, <***>. El yap oihw KQTEyvw TOU IThpou, WS' Kal L:aTaviiv avTiw El TTELl' c)rr[aw Kat aKciv8aAov, oTLoiJv 6E'iov avELATJ6Ta arroaKopaKLavwv Tl XPTJ TQUTTJS' avwTEpw TTJS' arrociov aTTEKOEXEa[ou Kat rrpwTou TWV TaiJTa yovv E'l ns- vrjwv ao8pws- Et6', ws TOV XpLaToiJ TWV KaTa ToiJ IT€Tpou uwwv, ETTaKoU «LV EL ITE'Tpos-, Kat t'rrl. TaUT\) Tfj TTETpq TTJV 'EKKATJ> Kat Til «L:ol. OW>, ov YEAcl(JETQL TCJ ou KaYXcloop Kal AOAWV ETTLATJTTTa, f\ KAELOclPXTJV TOUTOV TTJS TTOLWV ovdpousE(wypciEL, Tfj avTaa(q Twv vrrvwv;>> rro'ios- yap IThpos- Tfjs-' EKKATJa[as- TTJV KPTJTTLOa (> (JQAEU6Els- EUXEPELq Tf\S' TTOLOS' (JTEppos- EV auTwpci6TJ, f) rroiJ TCJ aKApovrjaEWS' i'8EL(Ev, 6 rrm8(crKTJS' olKTpCisEVEKEV TOV 'ITjaou ETTaKouaas Kal OELVWS' 6 Tp[Tov €mopKrjaas-, ou ain0 Twos- avciyKTJS'; Et youv Tbv ovTws- ELS' auTo Tfjs- rrm[am!Ta TO KEciAaLOV L:amviiv EVAOYWS' ch6rrws- TTclALV WS' ayvowv i\ t'rro[ TJCJE, Tfjs Kopuijs Twv 8L8o'l TTJl' Estas palahras, tan profusamente vertidas, producen, como es login>, un gran desagrado y, por asi decirlo, encienden contra si mismas Ia batalla de Ia contradicci{m. "' Cf. Hu.Matt. 4.6.

116

Cf. Hv.Marc. 16.17-18

II'!

liv.Matt. 4.7.

117

Cf. t:v.Matt. 17.20 y liv.Luc 17.1>

110

Ps. 91.11·12, Hu.Matt 4.6.

- 15H-

-l.W-

· - - - - - - - - - - A _________

PORFIRIO DE TIRO CONTRA l.OS CRISTIANOS

En efecto, si se quisiera explicar coloquialmentc aqueHas otras palabras del Evangelio que .Jes(Js le dirigi(J a Pedro cuando dijo "retirate de mi, Satanas, escandalo eres para mi, pues tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres" 121 • y, en otro pasaje, "t(J eres Pedro, y sobre esta piedra edificare mi lglesia" 122 y "te dare las Haves del Reino de los Cielos" ... l'ues si condcn6 a Pedro hasta el extremo de Hamarlo "Satanas", apartandolo de si, y "esdndalo" por alentar pensamientos nada divinos, y de maldccirlo de semejantc manera por estar en pecado mortal, basta el punto de que no quiso tenerlo a Ia vista en lo s_ucesivo, sino que lo arroj6 de su !ado a Ia masa de los reprobos sin nombre, i.CJUe juicio cabe esperar contra el corifeo y primero de sus discipulos que llegue m{cs lejos que esta declaraci6n? Luego si alguien que estc sobrio rumia a conciencia estas palabras y, como si Cristo se hubiese olvidado de lo dicho contra Pedro, oyese a continuaci{>n lo de "tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificarc mi Iglesia" y lode "te dare las llaves del Reino de los Cielos'', 1.no va a partirse de risa 1 i.No va a reirse a carcajadas como si estuviera en el teatro? 1.No va a lanzarle improperios? i.NO va a silbar con todas sus fuerzas' 1.No va a decirle a gritos a los presentes que o bien cuando Ham6 a Pedro "Satanas" estaba ebrio y decia palabras censurables por efecto del vino, o bien al hacerlo guardian de las Haves del Reino estaban dando forma sensible a sus sueiios con su fantasia onirica?". Pues 1.c6mo va a ser Pedro capaz de soportar los cimientos de Ia Iglesia, un hombre que vacil6 mil veces por Ia flaqueza de su voluntad? iQue razonamiento finne se ha podido observar en ei o en que ocasi{m hizo gala de una determinaci6n insobornable si a causa de una miserable sierva experiment{! una turbaci6n terrible al oir Ia palabra "Jesus", si jur{J tres veces en falso sin que lo apremiara una gran necesidad? 125 En definitiva, si al que choc6 de este modo con Ia cima misma de Ia piedad se apresur{J a llamarlo con toda raz6n "Sataniis", es absurdo que despues, como ignorando lo que habia hecho, le entregara el gohierno supremo. 77 (24 H). Mac.Magn. III 20 (III 20.1-2 G.): "On 8E TIE'Tpoc; t'v no,\,\oic; TITa(aac; K_;tTT]yopEiTm, 8f\,\ov EKE[vov Tou KE>. '0 OE TUUTT]V TTJl' EVTOATJV Kal TTJV ou8' c'Jnouv Till! 8ou,\ov Tou cipxtEpE'wc; Kc'mTEl Tou c;JTfou Kal E.pyci(ETac ll·TJOEl' CJACJJ<; Gf!UpTllVTa. Tl yap d KEAEVCJ8ELc; um\ TOU OECTTilJTOV avvf\,\8El! EL<; TTJl' Tl,JTE Kani TOU XpwTou E'.25 Iiu.Mall. !6.1H.

h'l'.Matt 2h. 6))-7!)

ILl

KpLaEwc; KaL civoaTaCJEuJc;.

Este Pedro es convicto de haber cometido injusticia tambien en otras ocasiones. Asi, a un var6n de nombre Ananias y, con el, a su mujer, Hamada Safira, porno haher depositado el importe completo de Ia venta de su propiedad y haber reservado una pequeiia parte para sus propias necesidades, les clio muerte sin que hubieran comelido injusticia alguna 12''. 1.Que injusticia habian cometido por no querer entregar graciosamente todos sus hienes? Y si consideraha injusticia este acto, tendria que haher recordado el mandamiento de Jesus, que habia ensenado a perdonar los pecados basta cuatrocientas noventa veces, y Iuber perdonado este uninJ pecado si es que aquella acci6n constituia en realidad un pecado. Y por lo demas deberia Iuber reparado en esto otro, a saber, en c{Jmo al jurar que no conocia a .Jes(Is no s6lo minti{J sino que incluso incurri6 en perjurio menospreciando el .Juicio inminente y Ia resurrecci{m. 79 (26 H). Mac.Magn. III 22 (III 22.1-5 G.): O{noc; 0 TIPWTOCJTciTT]S' TOU xopou TC.Jl! f!U8T]TWV ot8ax8ELc; \mil Tou 8Eou 8avciTou KaTa>, EL YE Tel f!EV Elmv o[ TILCJTOL ol Elc; Tc\ Tfjc; TEAELWCJEuJ<; Tel 8' cipv[a TWV ETl KUTT]XOVfl('VuJll uncipXEl Til a8powj..l.G, TE'wc; 8tbaam,\[ac; yci.\aKTL. LCJTOpElTUl f!T]8' c\,\[yovc; f!f\vac; Ta b ITE'Tpoc;- t'aTaupwa8m, EipT]KOToc; Tou 'IT]CJOU Tel<; "At8ov nu,\ac; f!TJ KUTlCJXUCJELV mhou. KUTEyVW KUL ITau,\oc; ITETpou AEYWl'' <>. no,\,\Tj OE KGV TOUT4J KUL f!EYUAT] KaTciyvwatc;, av8po TOU 8ELOV CJTClflUTOc; YEVclf!El!OV El! UTillKptGEL (f\v KaLTipt'>c; civ8pwnwv cipEGKEWV TIOAlTEUECJ8m, ETl 8E. Kat yvvaiKa TIEpcciyEa8m, nau,\ov KUL TOUTO AEYOJJToc;· <>. Et youl' El' TorrouTocc; irrTc'lpT]Tat TlETpoc; EYKEKVALCJ8at KUKOic;, nwc; ou
Eu.Matl 18.22

'"' cr.

KGAOVfH'VTl\', ETIEL f!TJ Ttl Tiiil' TOU xwpiov Tlf!T]f!G c'J,\(ycll' 8' EL<; civayKaiac; EavTciic; TC1c; XPEiac; cil' ciyvoEiv c\w'Jaac; TiJV 'IT]rrouv ou f16vov EtjJEJ)aoTo, ci.\,\a KC!L t'mwpKT]CJE Tf\c; f!E,\,\ovrrT]c;

127

Et•.Matt.

- liO-

Cf. Ht•.Mall. 10.2H y l!i'./.uc. 12.4.

-HJ-

- ___A ___


soldados, cuando se hizo de dia, era c6mo habia podido salir; y Herodes, que mand6 buscarlo y no lo encontr6, proces6 a sus guardianes y orden6 que "fueran retirados", esto es, que se les decapitase 121l. Cabe preguntarse, pues, con asombro c6mo Jesus entreg6 las Haves de los cielos a Pedro, siendo como era, c6mo pudo decide "apacienta a mis corderos" 129 a alguien que se debate en una turbaci6n tan grande y se derrumba ante asuntos tan importantes, si es que su rebafio son los fieles que avanzan hacia el misterio de Ia iniciaci6n y los corderos constituyen Ia asamblea de los aun catecumenos, que se alimenta aun de Ia suave leche del adoctrinamiento 1·"'. Sin embargo, consta que Pedro, despues de haber alimentado a su ·rebafio durante apenas unos poem; meses, fue crucificado, aunque Jesus habia dicho que "las puertas del Hades no prevalecerian sobre d" 131 . Y tambien Pablo habia condenado a Pedro cuando dijo: "pues antes de que llegaran unos de parte de Santiago, el comia con los gentiles; pero cuando llegaron, se apart6 de ellos por temor a los de Ia circuncisi6n; y muchos judios fueron de Ia misma opini6n que el". 132 Aqui se contiene una grande y grave acusaci6n: que un hombre que ha llegado a ser interprete de Ia palabra de Dios viva hip6critamente y act(Je para complacer a los hombres y que incluso lleve a una mujer consigo, pues Pablo tambien lo dice: "iacaso no tenemos derecho a llevar con nosotros a una mujer hermana como el resto de los Ap6stoles y Pedro?". 133 Y afiade a continuaci6n: "pues tales hombres son falsos ap6stoles, obreros taimados"n4 En definitiva, si consta que Pedro se vio envuelto en tantas maldades, ic6mo no hay que temblar ante Ia sospecha de que el que guarda las llaves del cielo y ata y desata es un hombre implicado en miles de actos indignos'13' 80 (27 H). Mac.Magn. m 30 (m 30.1-5 G.): E'i -yE ovv TE8cippTJKas- Ev To"is- EpwTJlJ.l.am KaL Tpavci naDA-os <<'EAEU8Epos -yap wv», AE-yEL, «TTQ; nws 8E KGL AE"YWV mhos EV /\uaTpOlS' 1TEplTEJ.l.VEl TlVa Ttfl.c'>8EOV, WS' ai TipaeElS' TWV 'ATrOJ.l.OlS' al'Ofl.OS', WS' mhbs AE"YEl, Kal TolS' 'lou8alms- 'lou8a"ios Kal. TOtS" nCiatv 6f.1.o[ws- auvJ1pXETo, ovTU.JS" noAuTp(mou KaKias- civopcinooov Kal TilS" EAEU8Ep[as eE'vov Kal clAAwsaaJ.l.EVL(El, ixaTEpoU fl.ETEXWV, E'KaTEfJ!!l UpTm, avvavaJ.l.lyvUJ.l.EVOS" Kat auvano-ypacpofl.EVOS" Twv OUK ciaTEiwv ni nTa[aJ.l.aTa · b -yap TIE pl TO fl. oi:rrw napa-ypac\fl.EVOS", ws EnapCia8m TOUS' TaUTT)V ETrlTEAELV 8EAOVTO<;", Kal 1TEplTEJ.l.WV auTflS' EaUTOU uncipXEl KaTJ1-yopos-. AE"YWV" «EL KaTEAU
a

FRAGMENTOS

Luego si te mantienes firme y te resulta transparente en lo que respecta a estas dificultades15<', explicanos por que nos dice Pablo lo siguiente: "Porque soy !il1fe", afirma, "me he hecho esclavo de todos, para ganarmelos a todos" 137 iY c6mo es que si llama "mutilaci6n" a Ia circuncisi6n, 13" circuncida el mismo en Listra a un tal Timoteo, segun cuentan los Hechos de los Ap6stoles? 109 jQue necedad Ia de estas palabras! Semejante puesta en escena -artificios para provocar Ia risa- es propia de las representaciones teatrales. jQue maravilla de cambio de vestuarios! 140 . Pues iC6mo puede ser libre el que es esclavo de todos? iC6mo puede ganarse a todos el que a todos complace? 141 Si, en efecto, se unia a los que estan sin Ley como quien esta sin Ley, segun sus propias palabras, 142 y a los judios como qui en es judio, y a todos de Ia misma manera, era el verdadero esclavo de una maldad multiforme, ajeno y hostil a Ia libertad, un genuino ministro y servidor de males ins6litos y un notable seguidor de practicas innobles, alguien que convivia de continuo con Ia maldad de los que viven sin Ley y asumia sus formas de actuar. No cabe que estas opiniones sean propias de un alma sana ni que su exposici6n proceda de las reflexiones de un hombre libre; el contenido de su discurso corresponde mas bien a un hombre de mente febril y raciocinio enfermo, pues si convive con los que estan sin Ley y abraza por escrito el judaismo, a! participar de ambos se confunde con ambos y se ve mezclado e implicado en los delitos de gente indeseable. En efecto, quien proscribe Ia circuncisi6n hasta el punto de maldecir a los que quieren practicarla y a pesar de ello circuncida se convierte en su propio y principal acusador cuando dice: "si vuelvo a edificar lo que derribe, me declaro a mi mismo transgresor" 14 ·1. 81 (28 H). Mac.Magn. m 31 (m 31.1-4 G.): '0 8' avTbs OlJTO<;" 6 1TOAUS' El' T<{j AE"YflV WTJs Elfl.l, EV Tcipacv TilS" KtAIK[as- "YEVOJ.l.EVOS', civaTE8paJ.l.J.l.EVOS' 8E: napa TOUS" nc\8as- raJ.l.aAlJlA, TrE1Tat8EUfl.EVOS" KaT' Tov rraTp(j\ou N6f.1.ou>>. 6 -youv ELnwv· «'E-yw ELfl.l 'lou8a"ios->> Kat· «'E-yw Elfl.l 'PwJ.l.a:iO<;">>, ou8ETEpc\v E-cv Tos uno8E'aELS" Twv E'p-ywv npa-yJ.l.aTEUETm, KaL npoawrrE"iov cinaTT)S' EauT<{i EvaKi(El T6 aaE:s- Kal. KAETTTEl ciA-J18ELav, ciAATJVUAAWS' noA-topKwv TilS" t!Juxils- To p6VTJJ.l.a 1 TEXVlJ "YOTJTEias- Tous- EVXEPELS" 8ouA-ouf.1.Evos-. OE TOWVTTJV Ev YVWJ.l.T)V cls E
o

J3(,

137 J;H

Incluido por Goulet en el frag:mento, al contmrio que Harnack.

1 Ep.Cur. 9.19. Cf. hp.Pbi/. 3.2 ss.

"" Cf. Act.Ap. 12.1H-19.

1

Act.Ap. 16.2-.'1.

12 "

140

La tradici6n manuscrita transmite rrapamiAAtov, que G .mlet, siendo un hapax, de esta manera: "un pareil changement de costume". La correcci6n de Harnack lTapanalyvLOv (truco, efecto),

'"

Ev.Jo. 21.25.

JW Cf. 1 Ep.Cor. 3.2, Ep.Hebr. "· 1.1!

Ev.Matl. 16.1R Cristo se refiere a Ia Iglesia, sohre que Ia que no prevaleccran las puertas del Hades.

aunquc sc ajusta a! tcxto es absolutamente gratuita. 111

'·" Cf Hp.Ga/. 2.12-13 '·" 1 Ep.Cor. 9.5.

TidvTaS' KGEIT]KEVwv. Texto original mantenido por Goulet a pesar de las correccione.s de Harnack, Blonde! y Wagenmann. El termino aparece en un pa!-iaje anterior de Macario (III 29) con este senti-

do.

1 "'

2 Ep.Cor. 11.13

142

130

Cf. Ev.Matt. 16-19.

"' Ep.Gal. 2.1H.

-142-

Cf. 1 Ep.Cor. 9.20-21.

__..ft. ____

-143-


_ _ _ _ FRAGMENTOS

zjJEubous EK Toil
o

Nuestro hombre, que tan generosamente habla, parece como si hubiera olvidado sus propias palahras cuando le dice a! tribuno que no es juclio sino romano'-' 1, aunque antes habia dicho: "Yo soy judio, nacido en Tarso de Cilicia y educado a los pies de Gamaliel, instruido en Ia observancia de Ia Ley de nuestros padres".'" Pero Ia verdad es que quien dice "yo soy -judio" y ·'yo soy romano" no es ninguna de las dos cosas, por mucho que se adscriha a ambos, pues quien con fingimiento dice lo que no es representa dolosamente un papel y, colocanclose Ia mascara del engano, falsifica Ia evidencia y hurta Ia verdad, acosanclo de uno u otro modo a! sentido comun y esclavizando con su arte hechicera a los ingenuos. As! que si Pablo finge ser por un !ado judio, por otro romano, bien ajeno a Ia Ley, bien heleno, mostrandose cuando quiere extraflo y hostil a una y otra cultura o haciendose furtivamente parte de cada una, termina por desvirtuarlas a ambas, pues con su aclulaci{m priva a cada una de sus principios. Luego es obviamente un mentiroso 111' y un compaflero de Ia mentira. Y es inutil que afirme lode "digo Ia verdad en Cristo, no miento" 1; 7 , pues alguien que hace poco adoptaba Ia pose de Ia Ley y ahora Ia del Evangelio es con toda justicia tanto en su vida publica como en Ia privada un malvado y un corrupto. 82 (29 H). Mac.Magn. III 32 (III 32.1-3 G.): "On bE EVEKEV T> Kal Tai!Ta 8<:'.\.wv KpaTuvm, Tiw Nyov ciaa>. 8>. El yap txel.>wv Myov rrotEhm, rro.\..\.0 j.lGAAOJJ Kai KapaTT]pwv. o8EV dyaj.lat T(J]J OUTW !J-OV o-Epvws rrEpu'rrovTo.

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we;

Que es por vanagloria por lo que finge el Evangelio y por codicia Ia Ley se clesprende claramente de sus palabras: "iQuien emprende una campafla militar a sus expensas' ;.Quien pastorea un rebano y no se alimenta de Ia leche del rebano?" 1'" Y a fin de ratificar estas palahras toma a Ia Ley como ahogada de su codicia diciendo: ";.0 es que Ia Ley no dice tamhien esto? Porque en Ia Ley de Moises esta escrito: 'No pondras bozal al buey que trilla.'"' 4" Despues anade esa frase vada y sin sentido que margina a los seres irracionales de Ia provic\encia clivina: ";.Le preocupan a Dios los bueyes o lo dice por nosotros' En efecto, se escribi6 por nosotros." 1 '" A mi me pare1

''

14 -=;

Cf. Act.Ap. 22.2'i-29.

ce que a! decir csto ofcnde gravemcnte Ia sahiduria del Creaclor, a! pcnsar que su providencia no llega a los seres que en otro tiempo cre{J. Pues si a Dios no le preocupan los hueyes, ,:por que esta tambien escrito "toclo lo pusiste bajo sus pies: rcbatios y vacadas, ganado y peces." 101 Si de hecho tiene en cuenta a los peces, mucho mas aun a los esforzados hueyes de labor. Me maravilla, por lo tanto, este farsante, que trihuta honores a Ia Ley por avaricia y por obtener de sus discipulos una contrihuci{m suficiente. 83 (30 H). Mac.Magn. m 33 em 33.1-3 G.): El8' lmOCJTpEtjJas ai>, civTl Tou i\.\.ws ot> Tot:s Myo!J-EVOLS imb Toil N6j.iou rrpoaEXELv· '0 ouTLJS', t> l> avvn6s. <'> Konr Toil rraTplf\ou N>. f) ypci>, Kal au8tc;• c'O N,, TOVS' 1TEt8ow'vous T0 ay(({l imb KaTcipav TieT]atV. ELTO
A continuaci6n, revolviendose de repente como el que, sacudido por un sueflo, se despierta de golpe, dice lo siguicnte: "Yo, Pablo, afirmo que si alguien cumple un solo punto de Ia Ley, est1 obligado a cumplir Ia Ley entera"" 2, lo que noes sino decir que no hay que hacer caso en absoluto a lo que dice Ia Ley. Este hombre singular, sensato, inteligente, educado en Ia observancia cstricta de Ia Ley de sus padres, que cita tantas veces oportunamente a Moises, destruyc en su enseflanza el mandato de Ia Ley, como empapaclo en el vino y en Ia embriaguez, cuando le dice a los galatas: ";.quien os embrujaba para no obedecer a Ia verclad'" 05 , esto es, a! Evangelio' Despues sc vale de expresiones tremendas y convierte en algo terrible Ia ohediencia a Ia Ley cuando dice que "cuantos parten de las obras de Ia Ley estan hajo una maldici{m". 1" El que le dice a los romanos que "]a Ley es espiritual" 1" y que "Ia Ley es santa y el mandamiento, santo y justo", sujeta a una maldici6n a los que ohedecen lo que es santo. A continuaci{m, revolviendo de arriba abajo Ia naturaleza del asunto lo confunck toclo y lo torna oscuro, hasta el punto de que poco le falta al que lo escucha para perder el equilibrio y, como en Ia noche, estrellarse contra ambos peligros -tropczar con Ia Ley y chocar con el Evangelio- por Ia confusi6n nacida de Ia impericia de su guia. 84 (31 H). Mac.Magn. m 34 (III 34.1-2 G.): "]of ycip, 'liiE TOU ao>, Kal rrpb TOUTWV' «Tb KEVTpov TOU eavciTOU Uc[GpTLO, OE OUVGj.llS' Tiis U!J-GPTLOS tJ

Act.Aj>. 22, _:.;, con una pcqueria variaciim: "y cducado en csta ciudad, a los pies de Gamaliel

l·l(•

Cf. Hv.lo. H.44: ''porque es falso y padre de la mentira'·

J.j':"

t'p.Rom. 9.1.

t·iH

1 f}J.Cor. 9.7.

"-' cr.

l-1'J

1 r..p.Cor. 9.H-9.

,:;., Ep.Gal. 3.10.

1

1 "

Ps. R7-9.

'" Cf Ep.Gal '1.5.

1 Ep.Cor. 9.9-10

EjJ.Gal. .l.l; '5.7

'" lip.Rurn. 7.14

- 144-


FRAGMENTOS

86 (33 H). Mac.Magn. III 36 (III 36.1-3 G.): "Of!mov TOUTOLS (v Tats imcrToAnts OUTOV Pfiflci Tl EUpOf!EV, E'v8o TTJV rrop6Ev[av ETIQLVWV, flETOj30AAclflEVOS ou8Ls, ypcis KopLv6(ous a' E'mcrToAi;i, AEYEL" <
Nc'lw>s», f!OVOVOVXL wixmpav Ka6arrEp TTJV OLKELOV yAwTTOV ci
jHe aqui, en efecto, he aqui lo que dice cl sabio! Despues de haber tomado miles de citas de Ia Ley como apoyo, ha privado tambien a sus propias palabras de valor normativo al decir que "Ia Ley se introdujo para que proliferase el delito""'' y que "el aguij6n de Ia muerte es el pecado, y Ia fuerza del pecado, Ia Ley". " 7 Practicamente afilando su lengua como una espada, el que a menudo exhortaba a obedecer a Ia Ley y proclamaba loable vivir de acuerdo con ella descuartiza Ia Ley sin contemplaciones. Habiendo adoptado esta opini6n inculta, por asi decirlc), por su conducta cotidiana, ha echado por tierra punto por punto sus propios juicios.

Hemos encontrado en sus Epistolas unas palabras semejantes a estas, cuando en su alabanza de Ia virginidad, cambiando una vez mas de opinion, escribe: "al final de los tiempos algunos abandonaran Ia fe prestando oidos a los espiritus del extravio: impediran el matrimonio y prohibiran alimentos." 11'' Y en Ia Primera Epistola a los Corintios dice: "sobre los solteros no tengo mandato del Sefior." 164 Luego el que guarda su virginidad no actua correctamente, ni tampoco el que se abstiene del matrimonio por seguir el consejo de un hombre malvado, aunque no tiene mandato de JesCts sobre Ia virginidad. t,Y c6mo es que algunas que guardan Ia virginidad alardean de ello como de algo importante y dicen que estan llenas del Espiritu Santo igual que Ia que pari6 a Jesus?

85 (32 H). Mac.Magn. III 35 (III 35.1-3 G.): 'Af!EAEL TTjv l3pwmv Twv lEpo6uTWv cirroyopEUWJJ rraALV ci8w KOL ou8Els 8Ei>s EL f!TJ ELS». KOL f!ET' oA[yo· «Bpwf!O UfliiS ou T0 SEQ, OlJTE EclV
iJ,

w

w

87 (34 H). Mac.Magn. IV 1 (IV 1.2-2.1 G.): nws rrapciyELv 6 nouAOS AEYEL TC> crxfifl-0 TOV KOCYf!<>V; KOL rrws OVVOTOV TOUS EXOVTOS ws f!TJ EXOVTQS ELVOL KOL TOUS xaipovTas t:Js f!TJ xo[povTas, KOL TciS AOLTIGS TOUTOLS ypoo,\oy[as ELVOL m8avcis; rrws yap 8vvaThv TC)]J EXOVTO f!EV ws f!TJ EXOVTO YEL'ECY80L; rrws OE m8ovov TOV xaipOVTQ ws f!TJ xa[povTa; rrws TO crxfifl-0 TOV KOCYflOU TOUTOU rrapEA8ELV 8vvOTOV; TLS 8' 6 rropciywv ECYTOL KaL TLVOS xcipLV; El f!EV yap l) 8Tjfll0Vpy6s TOVTO rrapaeELE, ws TCJ KELflEVOV cicr 1TUALV, ws ou CYUVLOWJJ EV Ti;j 8Tjf1!.0Vpy[q TO apwS(ov KOL rrpErrOL' crxf\f!O Ttjl K6CYf14J, clAAcl TOV KpEL TTOVOS ,\(\you AE LTIOflEL'OV EKTLCJEV OVTOV wcrrrEp clTEAfi. rro8EV yovv LCYTEOV ws ELS Til KOACJV TOV KtXJf!OU ovwv clAAOTTOf!EVT] TIOTE; TL 8E Til CYVflvaw Tov Kocrf!ou Tel f!EpTJ, KOL flETOyvous EKplVEV TO rriiv. Tl yovv 6 novA.os Ttjl ADY4> TOUT(jl ws f!TJ E'xovTo 8L8cicrKEL Tov E'xovTa s f!TJ EXWL', TOUTOU rropciyEL TO crxfifla, KOL Till' xo(poVTO AEYEL f!TJ xoipELL', ETIEL TC> xopLEl' Kal AOf11Tpbv KTLCYflO b 8TjflLOVpyils j3AE1TWV, ou TEpTIETOL, Ka6cirrEp 8' t'rr' amQ TIOAAa AUTIOUflEVOS, f!ETciyELv TOVTO Kal flETa f!EV ouv yEAWTL TOVTO T
w w

De hecho, aunque prohibe comer alimentos sacrificados a los idolos, ensefia, por el contrario, a mostrarse indiferente en estos asuntos, diciendo que no hay que mostrar mucho celo ni andar inquiriendo sobre ello, sino comer incluso alimentos sacrificados a idolos, salvo que se nos advierta de ello. Que lo prohibe esta atestiguado cuando dice: "lo que sacrifican lo sacrifican a demonios; y no quiero que vosotros entreis en comuni6n con los demonios" .15" Pero a pesar de decir y escribir esto, se refiere con indiferencia, por el contrario, a los alimentos cuando dice: "sabemos que un idolo no es nada en el mundo y que nadie es Dios mas que uno"; 1' 9 y poco despues: "Ia comida no os recomendara ante Dios, ni por comer somos mas ni porno comer somos menos"-"" A continuaci6n, despues de semejante verborrea se puso a rumiar 11>1, como tumbado en su !echo, diciendo: "Comed todo lo que se vende en el mercado, sin examinar por escrupulo de conciencia, porque Ia tierra y todo lo que contiene es del Sefior." 162 jQue inusitado hallazgo c6mico! jQue discurso que se pasa a si mismo por Ia espada! iQue original flechazo que apunta y alcanza al mismo que lo dispara!

t,C6mo es que dice Pablo que Ia apariencia del mundo va a cambiar? 16' i.Y c6mo puede ser que los que tienen sean como si no tuvieran, y los que gozan como si no gozaran, 1r'" y que haya que dar credito a los restantes chismes de vieja? Pues i.C6mo va a ser posible que el que tiene sea como si no tuviera? t,Quien se va a creer que el que goza sea como si no gozara? t,O c6mo puede ser que cambie Ia apariencia de este

"'' Ep.Rom. 'i.20. 107

1 Ep.Cor. 1'i.'i6.

"" 1 Ep.Cor. 10.20 1 1 ''

1 Ep.Cor. H.4.

16 .i

1 hp.Ti. 4.1-3.

1 ""

1 Ep.Cor. 8.8.

104

1 hp.Cor. 7.2'i.

Con dvqJ.flPUKi}aaTo siguc a lllondel. frente a Harnack: riTIE!J.llKupftaaTo

H•> 1 Ep.Cor. 7.31.

161

](,, 1 Ep.Gor. 10.2'5-26

166

- 14(1-

Cf. 1 hp.Cor. 7.2\l-31.

-147-

.---"""--·

PORFIRIO DE

Tnto

CONTRA LOS CRISTIANOS

mundo? iQuien sera el que Ia haga camhiar y para que? Pues si fuera el Demiurgo el que Ia hiciera cambiar, se le acusaria de remover y alterar lo s6lidamente establecido; y si hace cambiar su apariencia para mejorarlo, tamhien por -esto recihira reproches, por no haher sido consciente en el momento de Ia creaci6n de Ia apariencia que se ajustaba y convenia al mundo, sino que lo ere<> desprovisto de Ia organizaci{m 6ptima 11 ' 7 , imperfecto, por asi decirlo. i.Ct>n10 saber entonces que, pasado el tiempo, sera en un camhio hacia el bien en lo culminara algun dia la naturaleza del mundo? i.De que sirve alterar Ia ordenaci{m de los fen6menos? Pues si Ia realidad que vemos es lriste y causa de aflicci{m, el clamor· por ello se alza tambien contra el Demiurgo, que se hizo merecedor de un abucheo por haber ensamblado el mundo con piezas que causan dolor y perturhan Ia naturaleza racional, y por l1aber decidido, arrepintiendose de lo hecho, cambiar el universo. jNo vaya a ser que Pablo este enseii.ando con este discurso que el que tiene piense como si no tuviera, ya que el Creador, que posee el mundo, haciendo que cambie su apariencia actua como si no lo tuviera, y que este diciendo que el que goce piense como si no gozara, ya que el Demiurgo, al contemplar su deliciosa y hrillante creaci6n, no siente gozo, sino que, como dolorido por ella en muchos aspectos, ha resuelto cambiarla y transformarla! Dejemos de !ado este asunto con la sonrisa que se merece. 88 (35 H). Mac.Magn. IV 2 (IV 2.1-3.1 G.): "AA'Ao 8' KGL1TE1TAGl'TJf.LEVov -im' mhou pfJ6Ev LOWf.LEV a<'>¢wf.La E'v 4J ¢TJa(v· «'H[.LELS' o[ (wvTES' o[ rrEpLAELTI<.Jf.LEVOL, ou ¢6ciaw[.LEV TOVS' KOL[.LTJ6EVTGS' ELS' rrapova(av TOU Kvp(ov, OTL auT<'ls (J KupLOS' EV KEAEIJG[.LUTL, EV >. TOUT' oupaVoLs, civayKci(EL Kat Kpw(nv E'v \moKp(aEL Tiw rrciTayov, E'rrav yv0 E'vacipKovs civ6pwrrovs, v dv6pwmll' rrapaGKEVclGEL 1TTTJVlJV YEVEa6m, OUbE Ta aaTpa KclTW Kal yfiv QJ!(tl. i\6Ev EUA
av

H'

7

"DC.:pourvu de Ia meilleure organisation" (Goulet), quien prefierc de Harnack ("a del cJiculo o razonamiento c'Jptimo")

JJOS'

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original Aum'>IJ.fl'OI' al

ciprrayrjaEa6m ds dE'pa mJTE'- cip(&fJ.\ov 8E: T<'> <\JEu8os Tou Tlau,\ov El' T0 .\E'yEu'·' 'Hwls ol (wl'TES'>>- ETTJ yap ou AEYEL TpLGKCJaLa KaL OUOEV ouba[.L Tlau,\os [lETa Kal a,\,\uw aw[.LciTwv. Kal TOUTCJ [.LEV woE EXETW TiJ KEKAOVTJf.LEVOl' pfif.La Tou Tlau.\ov.

Veamos otro disparatado y errado sofisma pronunciado por el cuando dice: "Nosotros, los vivos, los supervivientes, no nos adelantaremos a los que ya durmieron ante Ia venida del Senor, porque el Seii.or en persona, cuando se de Ia orden, a Ia voz del arcangel y al toque de Ia trompeta de Dios, bajara del cielo, y resucitaran en primer Iugar los que murieron en Cristo; luego nosotros, los que estamos vivos, junto con ellos seremos arrebatados entre las nubes al encuentro del Senor en el aire, y asi estaremos siempre con el Senor."'<'" iUna cuesti6n esta de proporciones en verdad celestiales y suspendida en el aire' jlJna mentira clesmesuracla y excesiva' lnduso si se le canta a las bestias carentes de raz{m, se las obliga a responder con balidos y graznidos en estruendo confuso cuando entienden que hombres de carne y hueso van a volar por el aire como las aves o que se elevan sobre una nuhe. jMucha es Ia jactancia de esta palahreria 1 jQue criaturas oprimidas por Ia pesada carga de sus cuerpos adopten Ia naturaleza de los alados pajaros y surquen, como un mar, el inmenso aire utilizanclo una nube como vehiculo! jOjala fuera posible! Pero se trata de algo pottentoso y ajeno al orden natural, pues Ia naturaleza demiC1rgica ha asignado descle el principio a los seres sus lugares adecuados y ha establecido que tengan sus secles correspondientes: el mar los acuaticos, Ia tierra firme los terrestres, el aire los alados y el eter los que resplandecen. Luego si uno de ellos ahandona su morada propia, se perdera por haberse traslaclado a una residencia y a una morada ajenas. Asi, por ejemplo, si pretendieras coger a un ser acuatico y lo ohligas a vivir en tierra firme, perecera y desaparecera sin mas. Del mismo modo, si a uno habituado a Ia sequedad y al polvo lo arrojas al agua, se ahogara; si privas del aire a uno alado, no resistira; y si a un cuerpo estelar lo desplazas del eter, no suhsistira. Pero el Verho divino y eficaz de Dios ni obr6 asi ni lo hara jamas, aunque pueda alterar los destinos de los seres, pues ni actC1a ni quiere EuayyE'.\LOv Tfis !"v o.\'. tbou yap m1aa Tfis otKoUf.LEVf]S' puf.LTJ Tou EuayyE.\(ou rrE"lpav EXEL, Kal n'wovEs i\.\m Kal K<'>af.LOV 1TEpaTa T<'> EuayyEALOJ! il,\a KGTEXOVGL, KGL
19

1711

1 l:.jJ.Tbl!ss. 4.1'1-lK. Con alguna variackm. 1 f.jJ.Tbess. 4.1':;-10. Heferenda altexto al comienzo del fragmento. El m:muscrito dice TpLriKovTn

Harnack, al CJlH.:' siguc Goulet, proronc en nota TptaKc'Jato en vcz de

TplciKOl/TQ.

. ---A---_, __ -----------

14<)


Por el contrario, hay que recordar lo que dijo Mateo 171 , como encerrado en un molino: 'Y el Evangelio del Reino sera predicado en todo el orbe, y entonces vendra elfin'. Considera que todo rinc6n del mundo tiene conocimiento del Evangelio, y que todos -por doquier- y todos los confines del mundo poseen el Evangelio, y que a ningun Iugar ha llegado el fin ni llegara jamas. 90 (36 H). Mac.Magn. IV 4 (IV 4.1-3 G.): "IDWf!EV D' EKELVO TCJ pT]9Ev Tc;i TiauA.4J· «EL TTE DE DL' 6p>. KGL i\aov OUDETTW EV 'Pwf!l] KpGTT]9El<; Tf]<; KEaA.f]s- cirroTEf!VETGL OVTOS' 6 KOf!tVOS', b AEywv OTL «'AyyEA.ous- KPLVOUf!EV>>, ou ciA.M Kal TIE'Tpos- tcovaiav Ta cipv[a, Tlji aTavplji rrpoaT]A.w9El<; civaaKoA.orr[(ETm · Kal ai..Am DE f!VPLOL TOVTOLS' Of!ODocOL ol f!EV EKav9T]aav, ol 8' ai..AoL TLf!wp[av DLE9
Veamos lo dicho por Pablo: "Y dijo el Senor durante Ia noche por medio de una vision a Pablo: 'no tengas miedo, sino sigue hablando, pues estoy contigo, nadie te pondni las manos encima para daiiarte". 172 Y no estaba aun en Roma este fanfarr6n cuando fue apresado y decapitado, el que decia "juzgaremos a los angeles" . 173 Por otro !ado Pedro, aunque habia obtenido el poder de "apacentar a los corderos" 174 , sufri6 el suplicio de Ia crucifixion. Y muchisimos otros que compartian el credo de estos fueron unos quemados y otros aniquilados tras recibir castigo o escarnio. Esto no es digno de Ia voluntad de Dios, ni siquiera de Ia de un var6n piadoso, a saber, que una masa de hombres reciba un castigo inhumano por agradarle y depositar en el su fe cuando Ia resurrecci6n y Ia venida que se esperan resultan inciertas. 91 (60 H). Mac.Magn. IV 5 (IV 5.1-2 G.) 170 : "EvL ml ETEpov EK Tou avEpou PTJf!ClTLOV, E'vea T]>.

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Kal lDou TpLGKoaw Kal TTEpaLTE'pw DL'lrrrrEvaEv ETT] ml ou8Els- ouDaf!OU ToLouTo<; ETTETjLAO(q TTO..' ou TTEpl EVOS', ciA.AD. TTEpl rroA.A.wv AEYEL' "EyEp9TjaovTm".

Se puede citar otro dicho obviamente equivoco: cuando Cristo dice "cuidad que alguno no os extravie, pues muchos vendran en mi nombre diciendo 'yo soy el Cristo' y extraviaran a muchos" 17''. Pero he aqui que han pasado trescientos aiios y masm y no ha aparecido nadie asi. A no ser que os refirais a Apolonio de Tiana, var6n ornado con toda clase de filosofia, pues no encontrariais a otro. El, sin embargo, no habla de uno, sino de muchos: "surgiran" 17"171

Hv.Matf. 24.14. Macario abrcvia el texto de Mateo. que exticnde basta 24.16.

7 ' '

Act.Ap. IH.9-IO

I HjJ.Cor. 6.5

m 17 17 17

' '

lio.lo. 21.1)

cr. Eu.Matt. 24.4-n.

'' Ev.Matt.

177

17

cr.

24.4-'i

Asi dice el manuscrito: TpLaK<'>ata. Para Harnack se trata de una correcci6n de Macario pensando en sus l<:cton:s contemporaneos. Harnack entiende que el texto de Porfirio diria btaK6cna, "doscientos."

" /;'/.'.Matt.

24.11: "surgirim muchos falsos profetas" (TTOAAOl -l'i(l-

92 (89 H). Mac.Magn. IV 6 (IV 6.1-4 G.): TIEpwuaias- D' i'vEKEv A.EA.E'xew KaKEivo T<·, AEAEYf!EVOV EV Tfj 'ArroKaAUl\JEL TOU TIE'Tpou. ELT]>. OUDEl<; DE oihws- cirra[DEUTOS' ou8' OUTWS' civa[a9T]TOS', os- ouK o't&v OTL Ta f!EV TTEpl yf]v TETvKE aw(Elll, ciA>..' E..' ouD' urraA.A.ayTjaETa[ TTOTE' TTOLT]f!a yap KG9EavTjvl..dTTwv Kal DLaf!EVWV ETTl Tf]S' TGUTOTT]TOS' cid; El flrl Tl yE' TlS' EK TOll oupnviJV acLOV ELllaL Kpl
Por lo supefluo que es, citese tambien lo que se dice en el Apocalipsis de Pedro, que sugiere de este modo que el cielo sera juzgado junto con Ia tierra: "Ia tierra, afirma, presentara a todos ante Dios en el dia del juicio y ella misma habra de ser juzgada junto con el cielo que Ia abarca." Nadie hay tan inculto ni tan estupido que no sepa que el ambito de Ia tierra esta sometido a Ia confusi6n y por su propia naturaleza no puede mantenerse en orden, sino que es mudable, mientras que lo que hay en el cielo mantiene de continuo un orden inmutable, procede siempre del mismo modo y no cambia jamas, pues constituye Ia obra mas perfecta de Dios. De ahi que sea inconcebible Ia disoluci6n de algo que merece una consideraci6n superior por estar fundado en un decreto divino e intocable. que raz6n habra de ser juzgado el cielo? que culpa comparecera en ese momento el que guarda el orden establecido por Dios desde el principio y permanece siempre identico? A no ser que se argumente calumniosamente ante el Creador que el cielo merece juicio en Ia idea de que el juez va a tolerar que se digan tamaiias barbaridades contra el. 93 (90a H). Mac.Magn. IV 7 (IV 7.1-8.1 G.): Kal EKEivo D' aiJeLS' AEyEL, (\ Kat f!Edui..Aa EC cifJ,TTEAOU Kal. WS' TTl TTTEL VAAa UTTO uous- ciA.a(OliELaS' KEKOf!TTa>. rro'los- ydp TLS' Civ E'LTToL Toil 'IT]aou TOUS' A.c'Jyous aTTjaEa9m, E'LTTEp oupav(JS' KGL i] yij f!T]KET' ELEV; UAAWS' TE EL TOVTO rrp9Eipovaw i\n yap oupavou Kal YllS' TTaTTjp Ef]Tm DE Ciywv TOU 8E00 A.E'youmv urrdpxELv TCJ]I oupavilv EV Ttji' <<"EmDE EK KaTOLKT]TT]PLOU ayiou <(JOU EK TOU oupavou> Kal EuA.c\yT]aov Tov A.a6v aov Tov 'lapaTjA.>>. EL yE c'J TO
ol

Tambien pronuncia, por otro !ado, aquella frase que esta llena de impiedad y que dice asi: "se deshara toda potencia del cielo y el cielo se enrollara como un papiro, y - J'il -

--------A-··----------------------.....

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POUFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CUISTIANOS

FUAGMENTOS t.EuTEpovof.LL41 of: yE'ypaTITm· «Ta KpvTITa Kvpt41 T0 8E0 Kal Ta ¢avEpa aa¢E'aTEpa ovv OEL ELvm Kal. ouK alvtyf.LGTWOTJ Ta To'i:s VTJ1TLOLS' Kal ciauvETOLS' ypa¢6jJEva· El yap ci1Tr1 Twv ao¢wv KEKpvnTm Ta VTJTILms 8E Kal STJ,\a(of.i.Evms ciA{Jyws EKKEXVTat, TTJl' ci,\oy(av (TJ,\ovv Kal. TTJV df.La8(av· Kal TOUTO Tf\S ao
todos los astros caeran como caen las hojas de Ia vic! y las hojas de Ia higuera". 17'' Y a partir de esta monstruosa falacia y arrogante palahreria tamhien se afirma pomposamente lo siguiente: "el cielo y Ia tierra pasaran, pero mis palabras no pasaran".'"'' i.Hay alguien que puecla decir que las palabras de Jesus permanecerian si el cielo y Ia tierra ya no existieran' Por otro !ado, si Cristo hiciera esto y derrihase el cielo, estaria emulando a los mas impios de los hombres, que arruinan lo que les pertenece. En efecto, que Dios es el padre del cielo y de Ia tierra lo reconoce su hijo cuando dice "Padre, Senor del cielo y de Ia tierra··.'"' Juan Bautista, por su parte, enaltece el cielo y dice que las gracias divinas proceden de el cuando afirma: "nadie puede hacer nada si no le viene dado del cielo"'"'; y los profetas dicen que el cielo es Ia santa morada de Dios: "vuelve los ojos desde tu santa morada, el cielo, y hcndice a tu pueblo, Israel."'"-' Si pasara el cielo, cuya enormidad y grancleza estan atestiguaclas, ;.que trono lc iha a quedar a su soherano' Y si tambien se clestruye cl fundamento de Ia tierra, i.Cual sera el escahel del sedente si, como dice el mismo, ''cl cielo es mi trono, y Ia tierra el escabel de mis pies".'"' Esto en lo que respecta a lode que el cielo y Ia tierra pasaran.

Si es que hay que volver sobre aquella cuesti6n: cuanclo Jesus dice "yo te alaho, Padre, Senor del cielo y de Ia tierra, porque ocultaste estas cosas a los sabios y entendidos y las revelaste a los simples"'"1'. Y tambicn esta escrito en el Deuteronomii:J: "lo oculto es del Senor, nuestro Dios, y lo revelaclo, de nosotros" . 1" 7 Por lo tanto, es preciso que sea bien daro y sin enigmas lo escrito para los simples y los ignorantes. Luego si los misterios est{m ocultos para los sabios y manan a borbotones, contra toda l6gica, para los simples y los ninos de pecho, trae m{ts cuenta buscar Ia irracionalidad y Ia ignorancia. He aqui el gran logro de Ia sabiduria del que ha venido a nosotros: cKultar a los sabios el hrillo del conocimiento y revelarlo a los insensatos y a los crios. 96 (87 H). Mac.Magn. IV 10 (IV 10.1-3 G.): "A,\,\o 8E TouTov TipCiyf.La lTOAu ,\oytwTEpov -KaT' cllJTL>. TIEpl oro Tfjs olKE(as f> XpwTos muT' E'ppas Els Tc'lV K<'laf.lllV O.f.LapTw,\ous awam, wv TipwTos ELf.LL E'yw>>" El youv Tau8' oihws E'xn Kal Cl 1TE1TAGVTJf.LEVOS' f.LEV KGAELTGL, b OE voawv 8Epa1TEUETGL, KGL KGAELTGL f.I.El! Cl ciOLKOS', (> OE ll(Kmos ou KaAELTat, l.1 KATJ8Els Tf\S Twv XptaTtavwv OEOf.LEVOS 8Epa1TEtas ELTJ c'iv TE Kal 8(Kaws· i..> yap f.LTJ XP\l(wv laTpE(as Tov Tiapa To'i:s TIWTl]. T000UT(jl f.lclAAOV OLKQLOS' E0TOL KGL uyLGLJJuiV KGL

94 (54 H). Mac.Magn. IV 8 (IV 8.1-4 G.): "AAA.o of: jJV8w8E'aTEpcw Tmhov Ka8ciTIEp El' JJVKTL 86yf.La EV TC\1' <<'Of.LoLa E0TLJJ TWV ovpavwv KCJKK(jl 0LVcl1TEWS», Kal lTClALJJ' «'Ojlo(a E0TLV T0.'1V ovpavwv (Uf.LlJ», Kal ai'iets• «'Of.L. TauTa yap ouK civopwv, a,\,\' ou8' CJJJEtpolTOAOUVTWV yvva(c,IV TCJ f.LU8cipta- i\Tav yap TLS' lTEpL f.LEYclAWV 8ELWV ciTiayyEAlJ, K(ILVOLS' ll Ta f.LETa TOU TGlTELVa EllJGL Kal f.LTJ 1TpE1TCJVTa TTJALKmhms Tipriyf.LaaLv, ouOEf.i.Lav EXEL E'v EavToi:s #vvmav avvETTJV ou& Ka( Tot a¢c\8pa TipoafjKEv a uTa ELvm aa¢fj 8ta Til [LTJ ao¢o'i:s f.LTJ8E auvno'i:s, ciA'Aa VTJ1TLOLS' yqpci¢8m.

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Pero tanteemos, como en plena noche, otra cloctrina mas fahulosa que esta: "cl Heino de los cielos es semejante a un grano de mostaza"; por otro !ado, "el Reino de los cielos es semejante a Ia levaclura"; y tamhien "es semejante a un comerciante que husca hermosas perlas". '"' Estos son historietas impropias no ya de hombres, sino de mujeres interpretes de suenos, pues cuanclo se da cuenta de realidades sublimes o divinas conviene recurrir por mor de Ia claridad a ejemplos normales y al alcance de cualquiera, no ramplones e incomprcnsihles. Pero estas frases, ademas de ser bajas e impropias de semejantes materias, no poseen en si mismas ni inteligibilidacl ni claridad alguna. Y eso que convenia que fueran tremendamentl' claras ya que no fueron escritas para sabios ni entt'ndidos sino para simples.

Es licito examinar este otro planteamiento mucho mas habil -hahlo por antifrasis-: "los sanos no tienen necesidad de medico, sino los enfermos."'"" Cristo recitaba estas palahras a Ia multitud en relaci6n con su propia venida. En efecto, si es por los enfermos, segun el mismo dice, por sus pecaclos, por lo que vino, mo estaban acaso l'nfermos nuestros padres y no In estahan nuestros antepasados por sus pecados' Si "los sanos no tienen necesidad de medico" ni "vino a Hamar a los justos al arrepentimiento, sino a los pecadores"'"'', y si Pablo''" dice que ':Jesucristo vino al munclo para salvar a los pee
95 (52 H). Mac.Magn. IV 9 (IV [9] G.): E'l yE BEt: KciKELVTJV TTJV TIEumv ltlS' (> 'ITJ00US' AEYE l' « am, TiciTEp, KupLE TOU oupavou Kal Tf\S' yijs, i\n cllTEKpv>, KGL Ell nii 17')

Is. '\44. Iii'. Mall 2<-l'i

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Scguimos la lcctura de Blondd·

Ft•.Matt 13.31; l.'H.'I; U4'i

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1 hjJ. Ti. 1.1 S.

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FRAGMENTOS


rable que se diga ni se l1aga, sabiendo que obtendra Ia ahsoluci{m por tantas acciones infames tan solo con creer, bautizarse y esperar despues conseguir el perd6n "del que hade juzgar a vivos y a muertos". 191' Estas palabras invitan a pecar al que las escucha; estas palabras ensefian, una por una, a cometer actos ilicitos; estas palabras son capaces de desterrar Ia ensefianza de Ia ley y de hacer que Ia justicia carezca de todo vigor contra Ia injusticia; estas palabras introducen en cl mundo un estado de anarquia y ensefian a no temer en absoluto Ia impiedad desde el momento en que un hombre, con solo bautizarse, se deshace de un c(unulo de incontables crimenes. Esta es Ia astuta invenci6n de Ia doctrina.

97 (88 H). Mac.Magn. IV 19 (IV 19.1-20.1 G.): EuA.6yws; "Of.lTJPOS' civ8pE(av Twv 'EHr\vwv, aTE nETTULOEUf.lEVTJV, i]auxci(ELv EnETaTTE, 8' civi8puTov Tou "EKTopos; yvwf!TJV EOTJf!OaiEuaEv, Ef.lf.lETP4J A6y41 OTJf.lTJYopwv To'ls- "EAA.TJaL. «L:xE'a8', 'ApyE'Lm» A.E'ywv, KOupm 'Axaiwv· aTEuTm ycip TOL ETTOS' EpEELV Kopu8a(oA.os; "EKTwp», Kal vvv EQJ' i]avxias; w8E TTcivTES' Ka8E8m!f1E8a · ETTayyE'Hnm yap TJf.lLV KUl iJ TWV XPLGTLQVLKW!J 8oyf.LclTWV Ta GKOTELVa TWV rpa..Aa aTTEAoooaa8E, ci>..Aa i]yLcia8TJTE, cina EbLKmw8TJTE Ell T0 c'Jv6f.Lan Tou Kupiou 'ITJaou XpLaTou Kal Ev T0 nvEUf.laTL TOU 8EOU». 8aUf.lcl(Of.lEV yap KQL ilVTWS' ETTL TOLS' TOLOUTOLS' aTTopOUf.lE8a, El TOGOUTWV f.lOAUGf.lWV Kat f.LLUGf.lWV av8pWTTOS' ciTTOAOUGclf.lEVOS' o PTJTa, f.lr\T' E'pyms- Gf14J TTOALTE(av Kal 8oyf1aTL(EL ciaEf3ELav i>A.ws; OEOOLKEVUL, emoTE f.LUp(wv ci8LKTJf.lclTWV awpov flOVOV av8pwTTOS' ciTTOTL8ETUL. KUL TOUTO f.lEV WOE TOU A.6you TO KOf.ltjlov TTAciaf.ta.

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98 (75 H). Mac.Magn. IV 20 (IV 20.1-2 G.): To f.lEVToL nEpl Tijs; f.tovapxias; Tou flOVov 8Eou Kal TTjs; TToA.uapxias; Twv 8Ewv &wppr\bTJV (TJTr\awwv, U:>s- ouK oT8as; OUOE Ti']S' wwapxias; TCJV A.oyov ci f!ClVOS' wv, ciA.A.' 6 f!OVOS' apxwv. apxEL 8' Of.lOQJUAWV Kal <'lf.lOLWJJ, OLOJ! 'A8pwvhs; h f.lOVclPXTJS' yEyOVEV, oux bTL f.t..' oTt civ8pwTTwv Twv bf.loyEvwv 8EL4J f.lE-yE8EL KUL T0 oupav(4J Kal TTOAA0

av

Sin embargo, investiguemos detalladamente lo de Ia monarquia del Dios (mico y Ia poliarquia de los dioses que reciben culto, pues ni siquiera se explicar el sentido de aquella monarquia. Monarca no es, en efecto, quien est:i solo, sino quien gobierna solo; y gobierna, como es natural, a sus congeneres y semejantes, como es el caso del emperador Adriano, que sc convierte en monarca no por estar solo o por goberoar a vacas u ovejas -a las que de hecho gobiernan sus pastores respectivos-, sino porque rein6 sobre hombres de su mismo genero y de su misma naturaleza. Del mismo modo, Dios no recibiria con propiedad el nombre de "monarca" si no gobernara sobre dioses: esto es lo adecuado a Ia grandeza divina y a Ia gran dignidad celestial.

Con mucha razon Homero, dirigiendose en verso a los griegos, ordenaba que el ardor de los helenos, aprendido como era, se aplacase, y dio a conocer Ia fragil propuesta de Hector: "conteneos, argivos, decia, no dispareis, hijos de los aqueos, pues hace ademan de dirigirnos Ia palabra Hector, de tremolante casco." 192 Asi que ahora mismo todos nos vamos a sentar tranquilos, pues nos lo pide el interprete de las doctrinas cristianas, 19 ; y asegura poder interpretar los capitulos oscuros de las Escrituras. Dinos, pues, amigo, pues seguimos de cerca tu exposici{m, que es lo que dice el Ap6stol: "Sin embargo, asi erais algunos -se rcfiere a su condici{m abyecta-, pero os lavasteis, pero fuisteis santificados, pero fuisteis rehabilitados en el nombre del Senor Jesucristo y en el Espiritu de nuestro Dios." 194 Nos quedamos, sin duda, maravillados y veraderamente atonitos ante semejantes palabras: que a un hombre con semejantes manchas e impurezas se le considere limpio por lavarse una sola vez; que mancillaclo con tantas infamias a lo largo de su vida Oujuria, adulterio, ebriedad, hurto, homosexualidad, hechiceria y mil delitos abyectos y aborrecibles), tan solo con ser bautizado e "invocar el nombre de Cristo"'"', se vea liberado facilmcnte de toda mancha igual que Ia serpicnte se despoja de su vieja camisa. A partir de ahora ,:quien va a clcjar de atreverse a todos los males clecibles c indecibles y de hacer lo que no es tole-

l'JL

!1. III H2-H3: laxEa8'.

99 (76 H). Mac.Magn. IV 21 (IV 20.3-21.4 G.): Et yap' AyyE'A.ous; 8E0 TTapwTcivm cina8E'ls; Kal ci8avciTous; KUl 8cipTous;, ous- TJf.lELS' 8EOus; A.E'yof!EV 8La Ti> TTATJaiov auTous- ETvm Tiis- eE..Aws; npoaayopEuoum, Kal ou 8r\nou TtJ Twv (wof.tciTwv 8w TTjs; Tou 8Eou npoaTjyop(as;. ELTE ouv 8Eous; ELTE ciyyEAous; TLS' a\nous; <'>vo[.tci(EL, ou noA.u To 8Lci..' ELal.l' <;>s; ,. AyyEAOL EJJ TL\> ovpav0.» Of.lOAOyouf.tEVOU TOLVUV 8E[as; QJUGEWS' TOUS' 'AyyEAOUS' f.lETEXELl', ol TO npEnov TOLS' 8EOLS' nOLOUJ!TES', OUK EV Tl AL84J Tl xaA.K0, ouT<'> f3pETas; KaTaaKEuci(ETUL, TiJV 8Eov ELVUL vof.t((ouaw, o\18' E'l TL [.!Epos; ciyciAf.laTos; ciKpWTTJpwa8EtTJ, Tijs; Tou 8Eou 8uvcif!ES' ci Twv TTaAmwv l8pu8Tjaav, unEp Tou Tous; vTas; EKEL Tous; EiaiovTas; ELS' EVVOLQV y(vEa8m TOU 8EOU axoA.T]v ayovTas; Kal TWV AOLTTWV Ka8apEUOVTas; EUXOLS' Kal lKEaims- xpfia8m, atTouvTas; nap' avTwv Wl' E'KaaTos; Kal yap E'l TLS' ELK<\va KaTaGKEUQGEL QJLAOU, OUK Ell EKEll'lJ OrJTTOU8Ev auTill' VOf.ll(EL TClV QJLAOV ELVOL, OUOE Ta

Macario inicia la <.'ita con axE aS'.

Pablo

19 1 "

1 1-!.jJ.Cor. 6.11. Cf. 1 HjJ.Cor. 6.9-11: "No os llamei.s a engafio: los inmorales, idf>latra!->, adUiteros, invertidos, sodomitas, codicioso.s, borrachos, difamadores o cstafadores no heredanin el Reino de Dios. Eso erais algunos antes ..

196

''" Act.Ap. 2.21, etc

--"

2 Ep.Ti. 4.1

PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS ELXE E"wowv ToD maTEvovTOS

IJ.EATl ToD awiJ.aTos EKE(vou n)is Tfis ypa
Y si algun heleno es tan simple como para creer que los dioses habitan dentro de las estmuas, mucho m{Is sano tiene, sin emb
8EOV. EVl 8' ETEpou ,\r\you TOVTO KpaTVVat TlJ &Oy!J.a, oaKTVAOUS

ovo rrAciKas Tas

.\t6lvas yEypaiJ.IJ.Evas T0 &aKTVA4J TQD 8EoD>>. ci.\AG. Kat ol XptaTwvot IJ.lf.lOVIJ.EVOL Tas KaTaaKEvas Twv

ELS yaaTE'po Map(as Tfjs rrop6E'vou ELGEOu

xo.\fis Kat Twv ETL rroHc;J TovTwv cinmwTE'pwv.

oaov OELYIJ.a dvm TfiS n0v 6pT]GKEU
ToD rrpils ainous cixaplaTuJS OWKEta6m. civepwrroEtofi oE Twv ciya.\whtuv EiK6Tws ELVat Ta E7TEt Til KciHtaTOV TWI' (0wv avepwrros ELVGL VOIJ.l(ETGL Kat EXEll' TiJV 8E6v, ol:s ypci
i\n

TO 6ELOJJ, TE EYEVETO KOt TEX6Ev Earrapyavw6T], IJ.EaTCJV a'[IJ.aTOS xop(ou Kal

vawv, wylaTovs oiKous oiKooOIJ.OVall', ELS ous avvt6vTEs EUXOJJTat,

101 (78 H). Mac.Magn. IV 23 (IV 23.1-24.1 G.): "ExoLIJ.l dv aoL Kat cirri> Tou N61wu

KalTot IJ.Tl&vils Kw.\vovTos fl' Ta'is oiKlats ToDTo rrpciTTELV, ToD Kuplou OT].\ov(m rravTax68E.v

Tr> Twv 6Ewv rro.\vorrTov ovofia, fV T0 Kal. IJ.ETa rro.\.\fis aiooDs vov6ETELl' Till'

clKOVoVTOS.

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TLS Kat d,\.\os KAT]6ELT] 8Ei>S Kat Tfis auTOU rrpoar]yop(as TVYXciJJOl,

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22.27.

7.6.

'"' De. 13.3.

1-."tJ.Matt. 22 29-50.

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24.14.

hjJ.Cor. H.':.-6, con importantes variantes

-

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apxovTES U7TT]K6ms Kal. OOVAOlS OEG7T6Tat Tfis OIJ.WVUIJ.Las ou
200

107

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100 (77 H). Mac.Magn. IV 22 (IV 22.1 G.): Ei oE Kai TLS TWV

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yap aHous rrapa TOUS VOIJ.l(OIJ.El!OVS WOE 6EOUS AEyEL, LGIJ.EV EV Tl\1" '<0\J rropEVGl:J >, Kat rrci,\ur «'Eav rropfv6fiTE Kat .\aTpEVGT]TE 6Eoi:s ETEpms». on

Pues si afirmais que los angeles -a los que nosotros llamamos dioses por su proximidad a Ia divinidad- estan junto a Dios impasibles, inmortales y de naturaleza incorruptible, ique sentido tiene discutir sohre su nomhre o considerar tan solo Ia diferencia de sus denominaciones? Pues los romanos tambien llaman Minerva a la que los griegos llaman Atenea, y los egipcios, los sirios y los tracios la denominan de otra manera sin que por ello se amolde a Ia diferencia de las denominaciones o piercla el titulo de divinidad. No hay, en efecto, mucha diferencia entre llamarlos "dioses" o "angeles" dado que su naturaleza clivina viene atestiguada cuanclo Mateo escrihe lo siguiente: "Y Jesus les respondi6: est;.iis equivocados pues ni conoceis las escrituras ni el poder de Dios; en Ia resurrecci(m ni los hombres ni las mujeres se casaran, sino que seran como angeles en el cielo". ''n Luego una vez reconocido que los angeles participan de la naturaleza clivina, los que le rinden el culto debido a los dioses no creen que el dios sea de Ia madera, de la piedra o del bronce con el que esta fabricado el idolo, ni si se mutila una parte de Ia imagen juzgan que se quede privada de Ia potencia del dios. Las estatuas y los templos de los antiguos se erigieron como recordatorio, para que los que los frecuentaran en los ratos lihres y se mantuvieran puros ;tlcanzaran un conocimiento del clios o se dirigieran a el con s(Iplicas o plegarias al pedirle caclrfica, pues se cree que el hombres es el mas bello de los seres vivos e imagen de Dios. Y se puecle reforzar esta opini(Jn con otro pasaje que asegura que Dios tiene dedos con los que escribe cu
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FRAGMENTOS

tres: lc6mo van a poder resurgir, entonces, sus cuerpos? Pero venga, examinemos con detalle lo que acabamos de decir. Por ejemplo, uno muere en un naufragio y a continuaci6n los salmonetes se alimentan de su cuerpo; despues unos hombres los pescan y se los comen, pero son asesinados y devorados por los perros; y con los miemhros de los perros, una vez muertos, se dan un festin los cuervos y los buitres: lc6mo se va a recomponer el cuerpo del niiufrago si ha sido consumido por tantos animales? Y aquel que haya sido consumido por el fuego o aquel otro que tras su muerte haya sido pasto de los gusanos, iComo van a poder retornar a su ser original? Pero me diriis que esto es posible para Dios, lo que no es verdad, pues Dios no lo puede todo: es obvio que no puede hacer que Homero no haya sido poeta, ni que Ilion no haya sido tomada, ni siquiera podria hacer que dos por dos, que son matematicamente cuatro, sumen cinco, por mucho que asi lo decidiera. Y tampoe<> podria Dios hacerse malo jamas, aunque quisiera, y, por ser hueno, no podria faltar a su naturaleza. Ahora bien, el no poder faltar a ella ni hacerse malo no le sucede a Dios por debilidad, pues a los que por su naturaleza estan preparados y dispuestos para algo, si hay algo que les impide realizarlo es evidentemente su debilidad; pero Dios es bueno por naturaleza y nada le impide ser malo; sin embargo aunque nada le impida hacerse malo, le es imposihle hacerlo. Considerad tambien cuan absurdo seria que el Demiurgo permitiese que desapareciera el cielo, lo mas divino que uno puede concehir en lo tocante a belleza, que cayeran los astros y que se destruyera Ia tierra, y que, en cambio, resucitaran los cuerpos putrefactos y corrompidos de los hombres: unos, de aspecto decoroso, y otros, desagradables, desproporcionados y repugnantes antes de su muerte. Y aunque pudieran resucitar fiicilmente con un porte adecuado 20'\ seria imposible que Ia tierra tuviera sitio, si resucitaran, para todos los que han muerto desde el origen del mundo 207

102 (94 H). Mac.Magn. IV 24 (IV 24.1-8 G.): TIEpL OE Tfj<; civacmicrEws- Twv VEKpwv au8L<; dTJYTJTEOV. TlVO') yap EVEKEV Toi)To 6 8Ei><;, KUL fiEXPL vvv TWV yEvO[J.Evwv 8L' wv WpLcrE Ta YEVTJ cru1;;w8m Kat 8w.\ElrrELV, civaAmEL rrpoxE(pwsouTw<; apxfjs- Kal OLaTvm,\cras-; Ta 8' Tv.\axeE'vTa atwvL, atwvw mhci ElVaL, Kal KaTayLVWCYKEcr8m um) TOU 8w8E(pw8m W') um\ TLVO') dv8pwrrov yEV6[1EVa Kal 8vT]Tcl UTTO 8VT]TOU KaTECYKEVaCY[J.EVa. i\eEv a.\oyov El, TOU rravTO') 8apEVTO'), civacrTacrL<;, El n)v rrpo TpLwv El Tuxm, Tfjs- dvacrnicrEw<; crvv mh <:'8E'.\m KaTavoE'iv, [iECYTOV rrpiiy[ia TO Tfjs- civacrTclCYEW')' TTOAAOL yap EV eaAciTTl:JTTOAAclKL') ciTTWAOVTO mi. urro txeuwv civTJAW8TJ Ta crw[J.aTa, rro.\.\ol 8' urro 8TJp(wv Kat c'>pvE'wv rrwsouv Ta crw[J.aTa mhwv ErravEA8E'iv o16v TE; E'pE yap Tt> AEX8Ev AETTTWS' otov, EvavciyT]crE TL<;, Eha Tp(y.\m Tou crw[iaTos- EyEucravn>, El8' aALEucravTES' TLVES' ml ayovTES' EcrciyT]crav KaL imo KVvwv E(:lpw8Tjcrav, Toils- Kl!vas- cirro8av6vms- Kt'>paKES' rra[J.fiEAEL Kal yuTTE') TTW') ouv TO CYW[ia TOU Olcl TOCYOUTWV (lj)wv; KaL a.\A.o rraALV urro rrvpos- civa.\w8Ev KaL i'TEpov ELS' crKWATJKa<; TTW') OLOV TE EL') E€ apxfjs- ETTaVEA8ELV urrs vcrLV ci[J.apTfjcrm 8vvaLT' aV' EL ouv cifiapTavELV ouK Ecrnv o1:6s- TE ou8E KaKos- yEVE'cr8m, TouTo ou 8t' cicr8EvELav TucrEw<; KaL Em TTJ&Lc'JTTJTa rrp6s- n, Eha KWAVOfiEVOL TOUTO TTOLELV, urro dcr8Evdas- Kw.\uovTm · 6 8€ 8Eo<; ciya8os- Elvm rrE'vKE KaL ou KwAuETm KaKos- Elvm · 1\[iws- Kal KWAVOfiEVO<;, yEvE'cr8m KGKO') d8vvaTEL. OKE8apfiEVa Twv civ8pwrrwv OW[iaTa, crrrov8alwv i'vw, Kal aAAa rrpo TOU cirro8aVElV UTEpTTfj Kal acrU[i[iETpa Kal UT]OEOTclTT]V &j>Lv EXOVTa. El 8E Kal pc;i8LOV dvacrTfjcrm 8vvaTm avv K60[14J TTpETTOVTl, a8vvaTOV xwpfjcrm yfjv TOU') cirro YEVECYEW') TOU K60[10V El civacrTaLEV.

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103 (74 H). Mac.Magn. V. Se trata de una conjetura de Harnack a partir de una cita de Turriano en su Dogmaticus de iustificatione ad Germanos adversus Luteranos (Romae 1557) (fol. 36-38) de un pasaje del libro V de Macario, hoy perdido. Macario trataba el concepto cristiano de fe en relacipn con r:p.Rom. 4.3. Ello hace suponer que Porfirio se habria referido al mismo concepto -en Ia misma linea del fragmento 19 (73 H)- criticando las palabras de Pablo. Cf. R. Goulet (2003) II 368-371. 104 (18 H). Mac.Magn. V. Turriano ha leido Ia obra entera de Macario. En su polemica contra las centurias de Magdeburgo (Fior. 1572, p. 144 ss.) se refiere al libro V de Macario: "Ai\ade tambien el ejemplo de los Evangelistas, quienes en ocasiones han dado credito no a Ia propia verdad sino a las impresiones y opiniones del vulgo, como sostiene Magnes, antiquisimo escritor eclesiastico, en los libros II y V, que escribi(J contra el pagano Te6stenes"'" quien suscit6 err6neas objeciones respecto a las discordancias de los evangelistas y otros argumentos relativos a Ia Evangclios.". Cf. R. Goulet (2003) II 366-367.

Hay que hacer nuevas consideraciones sobre Ia resurrecci6n de los muertos. ,yor que iba a hacer esto Dios y a eliminar asi sin mas Ia sucesi6n, hasta ahora vigente, de los seres vivos, segun Ia ley que promulg6 desde el principio, por Ia que determin6 que las especies sobrevivieran y que no se extinguieran? Lo que Dios decidi6 una sola vez y se ha venido observando desde siempre conviene que asi sea para siempre y que no reciba reproches del Demiurgo 200 ni que sea destruido como si procediese del hombre y fuese obra mortal erigida por un mortal. Luego seria il6gico que Ia resurrecci6n siguiese a Ia destrucci6n del todo, que resucitara al que hubiese muerto tres dias antes, si acaso, de Ia resurrecci6n, y con el a Priamo y a Hector, que habian muerto mil ai\os antes, y a otros que murieron antes desde los origenes del hombre. El que se ponga a considerar todo esto descubrira que lo de Ia resurrecci6n es una absoluta estupidez. Muchos, y muy a menudo, murieron, en efecto, en el mar, y sus cuerpos fueron comidos por los peces, y muchos fueron pasto de las aves y las fieras terres20

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Yni>

METODIO DE OLIMPIA 105 (84 H). Meth. Porph. pp. 345s. Bonwet.sch: T( wEAT]OEV 6 vlbs- TOU 8EOU crapKw8EL') ETTL yfjs- Kal yEVO[iEVO') av8pwrros-; Kal 8Lci Tl T
ToD bT}jlLOupyi)aavToS": el Demiurgo de Ia tradici6n plat6nica en cuanto divinidad suhordinada a!

''

Cf. I Ep.Cor. l'i.3H.

207

Cf. fr. 12 y nota

lOH

Error de Turriano.

ducci6n p. 29 .

Dios supremo.

-l'iH-

es el realmcnte el destinatario al que se dirige Maca rio. Cf. nucstra intro-

1'i9-

---1..

FRAGMENTOS


yap Ta Tijs civaaTciaEws KUl ou KaTa rrEpiooov E'aw8m Ta Tou XpwTou

rra8ELJJ KQL OUK aHl:J TLJJL TlllWPL<;l KQL Tl TCJ TOU GTaupou; Tiws h TOU 8EOU ui6s, h XpwTl>s, EJJ TE KQL 1TEplwpLGil-EV4J xp
A.6yw.

wv,

Y por esta apocatastasis -dicen algunos- se imaginan los cristianos Ia resurrecci6n; pero andan muy errados, pues de las palabras de Cristo se desprende que Ia resurrecci{m tendra Iugar una sola vez, no peri6dicamente.

iDe que nos sirvi6 que el Hijo de Dios se encarnase en Ia tierra y se hiciese homhre 1 i.Y por que toler6 padecer en Ia cmz y no cualquier otro castigo1 i.Y que ventaja tiene Ia cmz' iC6mo Cristo, el Hijo de Dios, se sirvi6 de un cuerpo durante un tiempo hreve y determinado? iY c6mo, ajeno como es al dolor, se vio sometido al sufrimiento?

PACATO

106 (83 H). Meth. Porph. p. 347 Bonwetsch: OlovTa( TLVES' wl Tiw 8E6v, rrpi1s Til Tijs olKEias 8w8E'aEws w'Tpov laci(ovTES mh6v, Ta auTa To'is
109 (-). Pacatus, Contra Porphyrium 211 1: Matthaeus Dominum dixisse testatur, quod Moyses scribit, Adam locutum fuisse hoc modo: "Hoc nunc os ex ossibus meis et caro ex carne mea; propter hoc relinquet homo patrem et matrem", etc. Sed con-

t\JEKTEQ warrEp wv
211

Algunos creen, y con dlo lo asimilan a su propia condici6n, que Dios considera digno de alabanza o de rcproche lo mismo que los necios, como si empleara como canon y medida las opiniones de los hombres; y no se dan cuenta, por Ia ignorancia que hay en ellos, de que de hecho Ia creaci6n en su conjunto es inferior a Ia helleza de Dios.

MIGUEL EL SIRIO 107 (-).Michael Syriacus, Chronica 2"!: El fil6sofo Porfirio, ya que habia conocido a Origenes, elabor6 con toda Ia frecuencia que pudo refutaciones de su doctrina. Lo acus(J de haber propagado Ia doctrina [cristiana] y de haherse amputado su miembro -en lo que no obr6 con rectitud-. Y contaba de el que lleg6 a cierta aldea para convertir a los paganos al cristianismo y que estos le dijeron: "adora con nosotros a nuestros idolos y entonces te seguiremos todos". Una vez que los bubo escuchado, ellos, sin embargo, no se dejaron convencer por ei. Tambien decia de ei que [sostenia que] las almas precedian a los cuerpos. Finalmente decia que ei no profesaba Ia Trinidad a Ia manera ortodoxa. Estas son las acusaciones que dirigitJ contra Origenes. Por este motivo muchos lo cuentan entre los hcrejes. Eusebio, por el contrario, lo elogia muchisimo210

NEMESIO 108 (90b H). Nemes. 38, p. 112.3-6 Morani: Kal bLa TaVTTJV cirroKaTciaTamv,
Para e1 texto siriaco y Ia primcra traducci(m francesa cf. .J.B. Chabot (ed.), Chronique de Michelle Patriarche Jacobite d"Antioche 17 766-1199!. f.."ditee pour Ia premiereji'L' el traduite en .franr:aL<, Paris, IH99 (]lruselas, 1%3), vol. 1., §112. Para Ia traducci6n espanola nos hemos hasado en Ia traducci(m alemana de Norbert Nches> cf. N. Nehcs 099HJ 26H-273. Esta traducci6n matiza a su vez Ia traducci6n inglesa de .J.G. Cook, que propuso Ia atrihuci(m porfiriana del fragmento: d . .J.G. Cook 099HJ 113-122.

210

Puede verse tamhien d texto de Bar Hehreo que F. Altheim y R Stiehl 0961) atribuyeron al Contra Chrislianos de Porfirio . .J.G. Cook ](199HJ 113, n. 2] recogc Ia noticia de que d Profesor Michel Tardieu (a Ia saz6n micmhro del College de France) habia demostrado en un trabajo inCdito que el fragmento de Har Hehreo estaha ya recogid
-160-

...

Cf. A. von Harnack 0921) 266-2H4. El editor aleman afladi6 otros cinco fragmentos de Porfirio a partir de una nota inserta ror Fr. Feuardent en el siglo XVI en su edickm deS. Irineo (reed. Hl39; Migne, f'G 5, 1026-1027; Patres Apostolici, II, Tuhinga, 1913, ed. Funk-Dikkamp, pp. 377-40]). l'euardcnt habia encontrado los elementos de esta nota en un manuscrito de Verdlm, hoy perdido, que contenia una "cadena" (extractos de comentario.s, agrupados seglm el texto que explican) de los cuatro Evangelios. Son "respuestas" a las ohjeciones contra Jo.s Evangdios. SegUn Peuardent provenian de una amplia compilaci6n formada por cl ohispo Victor de Capua. Victor los citaba bajo d nomhrc de S. Policarpo, obispo de Esmirna, martirizado a los H6 ailos, en 11'5, y como fragmentos deS. Policarpo aparecen editados en el Migne CPG cols. 1026-1027). llarnack, a su vez, intent{> demostrar, ayud<'indose de otra "cadena" sobre el H(1Jtateuco, formada por Juan Di<'icono en el siglo IX (cf. Parisinus n 9 838, s. X., fol. 136), que Victor de Capua habia extraido estos fr<:lgmentos de una ohra latina escrita contra Porfirio. Juan Diaconu no!'> da el nombre de Pacatus, que Harnack identifica con d alumno y amigo del poeta Ausonio, Latin us Drepanius Pacatus, proc6nsul en Africa en 390, comes rerum jJrivatarnm en de quien tcnetnos un panegirico a Teodo.sio, pronunciado ante el Senado de R01na en 389. Pacatu.s, segUn Harnack, .seria posteriormente un fervientt: converso cristiano y escrihiria contra Porfirio. Esta identificaci6n de Harnack ha contado con oponentes como W. Baehrens [Hl!rmes '56 0921) 443ss ]. · A continuaci6n ofrecemo.s, entre otros, parte de los testimonios al respecto de Feuardent (pp. 240-242): - !!arum (sc. ej!L,tularum) porro quinque non as]>ernandajraumenta a me superioris !Juadragesimae tempore Virduni in quadam vetustissimis characterihus ma11u descripta super IV evangelistas Catena inventa, ut a Victore episcupo Capuano ante MC an nus ibidem laudantur. hue loco inserere operae pretium visum .fit it. haec itaque ibidem leRuntur: 'Victor episcopus Capuae ex responsione rum Sancti PoZvcarpi, Smyrnensis episcopi, Joannis ("De estas c::utas no he de menospreciar cinco fragmentos encontrados durante Ia anterior cuarcsma en VerdUn en una cadena sobre los cuatro evangelistas, copiada en 1nanuscrito de antiquisimos caracteres, de forma que son alabados en el mismo Iugar por Victor, obispo de Capua hace 1100 aflos, pue.s en e.ste Iugar me pareci6 que estaha intercalado algo que merecia la pcna. AIH mismo .se Icc lo siguiente; "Vfctor, obispo de Capua, a partir de Ia re.spuestludim:is commu1licaho, citantur ("Estas co.sas Victor de Capua, hombre docto en latin y griego en torno al a flo del Seftor de 4HO, a partir de las "Hespue.stas de San Policarpo" escritas en griego, que eJ habia conseguido, de.o;,pues de escrihirlas eJ mismo en un c6dice en latin, las examin(, y las incluy(> en Ia cadena manuscrita. anteriormente mencionada, que yo tengo en mi poUer y que cuando me sea po.sihle por los tip6grafo!->, compartirC con los invcstigadorcs.") Los fragmc:ntos VI-VII atrihuidos aS. Policarpo (col. 1027 Migne) y que Harnack utiliza tamhien dicen rarcialmente as!: Formauit igitur lJominus JJeus hominem de limo terrae (Cif!. 2. 7J: Victor. episcopus Capuae, in lihro 'J
·-- _, _____________

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FRAGMENTOS

cordant Domini verba cum Moysi sermonibus; quia Adam praehens officium inspiratione divina prophetavit, ipse a Moyse hoc dixisse refertur; Deus vero, qui per inspirationem divinam in corde Adam ista verba formavit, ipse a Domino recte locutus fuisse refertur; nam et Adam hanc prophetiam protulit, et pater, qui earn inspiravit, recte dicitur protulisse.

Con razon los evangelistas 'se sirvcn de diversos comienzos', aunque sc demuestra que una sola c identica es su intencion de evangelizar: Mateo, al escribir para los hebreos, dispuso el orden de Ia genealogia de Cristo para mostrar que Cristo descendia de Ia progenie, de Ia que todos los profetas hahian profetizado que naceria; pero Juan, pensando en los de Efeso, que ignorahan Ia ley como si fueran gentiles, da comienzo a su evangelio por nuestra redencion, por cuyo motivo se manifiesta claramente que Dios quiso que por nuestra salvacion su Hijo se encarnara; Lucas, en cambio, comienza con el sacerdocio de Zacarias, con el fin de poner de manifiesto a los gentiles Ia divinidad de Cristo por medio del milagro del nacimiento de su Hijo y Ia mision de tan gran predicador; por ello tamhien Marcos recuerda el antigun misterio profetico, Ia preparacion para el advenimiento de Cristo, para probar Ia antigiiedad y no Ia novedad de Ia predicacion de Cristo. La intencion de los evangelistas fue servirse de los proemios segun cada uno juzgaha conveniente dirigirse a sus oyentes; nada, pues, esta "en contradicci6n", pues se puede alcanzar Ia misma meta 'con diversos escritos'.

Mateo atestigua que el Sefior dijo -y lo escrihi6 Moises- que Adan habl6 del siguiente modo: "Esto es hueso de mis huesos y carne de mi carne; por esto dejara el hombre a su padre y a su madre", etc. Mas las palabras del Senor concuerdan con las de Moises, puesto que el propio Adan, como muestra de ohediencia, profetizo por inspiraci6n divina y segun Moises se dice que dijo esto, pero a Dios, quien por inspiraci6n divina conformo estas palabras en el corazon de Adan, con raz6n se le asignan estas palabras, pues efectivamente Adan profirio esta profecia y tambien con raz6n se dice que el Padre, que Ia inspir6, Ia profiri6. 212

11 : Per huiusmodi potum significat passionem, et Jacohum quidem novimus martyrio consummandum, fratrem vera eius Joannem transiturum absque martyrio, quamvis et afflictiones plurimas et exilia tolerarit, sed praeparatam martyrio mentem Christus martyrem iudicavit; nam apostolus Paulus "quotidie", inquit "morior", dum impossibile sit quotidie mori hominem ea morte, qua semel vita haec finitur; sed quoniam pro evangelio ad mortem iugiter erat praeparatus, se mori quotidie sub ea significatione testatus est. legitur in dolio ferventis olei pro nomine Christi beatus Joannes fuisse demersus.

IV214 : Praecepit non amicos, sed infirmo.s quosque vocandos ad prandium; quod.si claudus aut quilihet eorum sit amicus, sine dubio talis pro amicitia minime est rogandus, unde ipsa videntur se impugnare mandata; nam si non amici, sed claudi et caeci sunt invitandi ipsosque quoque amicos esse contingat, nequaquam rogare debemus. Sed amicos, arbitror, intellegi hoc loco debemus illos, quos mundi huius terrena consideratione diligimus, non pro divinae contemplationis intuitu. hi sunt igitur amici reliquendi. denique ideo debilium exempla proposuit, quos pro nullius possumus appetere necessitate negotii nisi tantum pro fructu retributionis aeternae.

De esa forma por medio de Ia bebida indica Ia pasi6n, y ciertamente sabemos que Santiago ha de sufrir el martirio, pero que su hermano Juan morira sin martirio, aunque se enfrente a numerosas aflicciones y exilios, pero Cristo lo consider6 martir pues tenia su mente preparada para el martirio. En efecto, el ap6stol Pablo dice: "cada dia muero", cuando resulta imposible al hombre morir cada dia con esa muerte, con Ia que solo una vez esta vida se acaha; pero ya que estaha preparado continuamente a afrontar Ia muerte por el evangelio, en este sentido afirm6 que el moria cada dia. Se dice que San Juan fue sumergido en una tinaja de aceite hirviendo por defender el nombre de Cristo.

Mando que se convocara al banquete no a los amigos, sino a los mas debiles, pero si un cojo o cualquiera de ellos es amigo, sin duda de ninguna manera tal persona ha de ser invitada por Ia amistad, por lo que parece que contradice los propios mandatos, pues si no han de ser invitados los amigos, sino los cojos y los ciegos, y sucede que estos son tambien amigos, de ningun modo debemos llamarlos. Mas dehemos, creo, entender como amigos en este pasaje a aquellos, a quienes apreciamos con Ia terrena consideraci6n de este mundo, no con Ia mirada de Ia divina contemplaci6n. Estos son, pues, los amigos que han de permanecer. Finalmente, por eso propuso ejemplos de personas debiles, a las que no podemos buscar por interes alguno a no ser solo por el goce de Ia recompensa eterna.

213

: Rationabiliter evangelistae "principiis diversis utuntur", quamvis una eademque evangelizandi eorum probatur intentio: Matthaeus ut Hebraeis scribens genealogiae Christi ordinem texuit, ut ostenderet ab ea Christum descendiese progenie, de qua eum nasciturum universi prophetae cecinerant; Joannes autem ad Ephesum constitutus, qui legem tamquam ex gentibus ignorabant, a causa nostrae redemptionis evangelii sumpsit exordium, quae causa ex eo apparet, quod filium suum Deus pro nostra salute voluit incarnari; Lucas vera a Zachariae sacerdotio incipit, ut eius filii miraculo nativitatis et tanti praedicatoris officio divinitatem Christi gentibus declararet; unde et Marcus antiqua prophetici mysterii, competentia adventui Christi, declarat, ut non nova sed antiquitus prolata eius praedicatio probaretur et per hoc. evangelistis curae fuit eo uti prooemio, quod unusquisque iudicabat auditorihus expedire; nihil ergo "contrarium" reperitur, ubi licet "diversis scriptis" ad eandem tamen patriam pervenitur.

ID

212 213

vm: Quomodo opus salutis humanae adimplesse commemorat, cum necdum crucis vexillum conscenderat? Sed definitione voluntatis, de qua cuncta venerandae passionis insignia adire decreverat, iure se opus perfecisse significat, etc.

cC6mo conmemora que habia cumplido Ia tarea de Ia salvacion de los hombres, cuando todavia no habia ascendido a! emblema de Ia cruz? Mas con Ia determinaci6n de su voluntad, con Ia que habia decidido afrontar las sefiales de Ia veneranda pasi6n, con razon afirma que el llevo a termino su obra, etc. Ad Ge. 2. 21 ("Et formavit Dominus Deus costam, quam acceperat ab Adam in mulierem"): Pacatus, Contra Purporium (Porphyrium) liher primus: Ecce mox quoque [sic] formata est, muliere appellatur.

Cf. Ev.Matt. 20.23 211

Sohre el cotnienzo del Evangelio seg:Un Marcos. Los Evangelio.s tienen diversos comienzos y supucstamente .se contradicen.

Ev.Luc. 14.12

m E1•.Jo. 17.4.

-162-

-163- - - - - - • ttl"


FRAGMENTOS

(Y clio forma nuestro Senor a una costilla, que recihi(J de Adan, como mujer"): Pacato, 'Contra Porfirio', lihro 1: He aqui que despues que fue formada, recibi6 el nombre de mujer. Ad Ge. 24. 16 ("Virgo fuit, masculum autem non cognoverat earn"): Pagatus (Pacatus), Contra Porphyrium, liher 1: Abundabat dixisse: "Virgo autem fuit"; sed quia frequentius etiam virgines dictae sunt mulieres, adiecit: "Masculus autem non noverat illam". Et post aliqua: In Numeris "Omnem mulierem quae non novit concubitum masculi". Ecce Romana eloquentia haec nomina praeposteravit, ut apud Virgilium de Pasiphae: "Virgo infelix, quae te dementia cepit?". Et post aliqua: Et Ulpianus Libro ad Edictum sexto: "Qui pro aliis ne postulent", titulo sexto sic refert: "lnvenimus apud veteres mulieres (mulieris) appellatione etiam virginis (virgines) contineri". ("Fue virgen, pues no hahia conocido var6n") Pacato, 'Contra Porfirio', lihro 1: Resultaba redundante que dijera: "Fue virgen''; pero ya que con frecuencia las mujeres son tamhien llamadas virgenes, anade: "Pues no habia conocido var6n." Y despues esto otro: Comentario a Numeros "Cualquier mujer que no ha conocido conct:Jbito de var6n." He aqui que Ia elocuencia romana altern6 estos terminos, de suerte que en Virgilio se dice de Pasifae: "Virgen infeliz, i.que demencia te tom{)?" Y despues en otros casos, y Ulpiano en el libro sexto a! Edicto: "Quienes no demanden a favor de otros" se refiere as! en el titulo sexto: "Encontramos que entre los antiguos las mujeres reciben tambien el nombre de virgenes".

de Josias, fue nombrado en el destierro a Babilonia, y tras el destierro de Babilonia es citado otro Jeconias, que fue hijo de joaquin o hijo de Jeconias, que tenia el nombre de su padre Josias. Esta genealogia Ia disponemos asi tomandola de Pacato, admitida por el a partir del libro de los Reyes y Paralipomenon216 •

SEVERIANO DE GABALA 110 (42 H). Sever. Cosm. VI 4 (vol. 56, col. 487 Migne): AEyoual'Tl Kal Tou 8Eiou 86yj.iaTos rro.\.\ous cirroaTr)aavn· AEyouaL Toivuv· tlta Ti b 8Eils cimnopE uaE Tl)v yvw rrovT]pov cirrT]yopEUCJE · 8ta Ti Kal TO Ka.\ov; Etrrwv ycip· 'Arro Tou Tou E18Evm m.\ov ml rrovT]p()JJ j.il)
Ad Matt. 1. 11: "Josias genuit Jechoniam et fratres eius", et reliqua, usque "Salathiel": Pagatus (Pacatus) auctor dixit: Sanctus Matthaeus patrem huius Joachim Jechoniam appellavit, propterea quasi [sic] Jechoniam C]echoniae) regno ipse successit et loco et semini. legis fuit, ut etiam eius nomine censeretur, per quem restitutum et resuscitatum defuncti noscitur semen, sicut Sed (Seth), Adae filius, pro Abel. El post aliquanta: Jechoniam patruum et Jechoniam fratris filium nominavit: Victor, episcopus Capuae. Quum evangelista XLII asserat esse generationes, inveniuntur a numero, annumerato ipso D. N. Jesu Christo, XLI. absit autem ut evangelistam putemus errasse, sed arbitror jechoniam, filium Josiae, in transmigrationem Babylonis fuisse nominatum, et post transmigrationem Babylonis alterum Jechoniam nominatum, qui fuit filius Joachim sive Jechoniae filium, Josiae patris sui nomen habens. quam genealogiam ex Peccato (Pacato) mutuantes ita designavimus, probatam ah ipso ex Regum et Paralipomenon libro. "Josias engendr6 a Jeconias y a sus hermanos", etc., basta "Salathiel" obispo de Capua:>

TEODORETO 111 (38 H). Thdt.Affect. VII 36: ToUTOLS' EVTUXWV 6 nop
tuo pectore meremur, indtfJUrente1· mitte, ut legarnus; nam pectus tuum tale domini oraculum e. .;/, ul ex eo nobis tantum placita et adversus loquacissimas quaestiones explicatissitna datum iri re.\jJonsa praesumam. lihros heatissimi papae Amhro.•iii credo habere sanctitatem tuam; cos autem multum desidero, quos adt'ersus nonnttllos imperitissimos ct supcrhis...,·fmos. qui de 1'/atonis /ihris Dominum profecisse nmtendunl. dili,twntissime et copiossime scripsil ("He sabido por los hermano:-; que tl1 c:scribiendo contra los paganos. Si algo merezco de lu coraz<'m, enviamelo sin escrl1pulo para que lo lea, pues tu coraz6n es de tal manera orjculo del Senor que puedo esperar de Cl respucstas soscgadas y definitivas sohre dertas cuestiones que aircan los charlatanes. Creo que tu santidad ticnc

lihros del hicnaventurado Papa An1hrosio. que yo ando buscando pues los escrihi6 con gran crudickm y esmcro contra algunos individuos ahsolutamcnte indoctos y soberhios, quienes rrctcnden que el Sehor sc aprovech<'l de los libros de Plat6n. '') Paulino de Nola (Carmen XXXII, Op. II p. 329s. Hartell:

Pacato el autor dice: San Mateo llam6 a! padre de este joaquin jeconias, pues en cierta forma el sucedi(J a Jeconias en el reino, en su puesto y en el linaje. Fue de ley que tambien se incluyera con el nomhre de este, por quien se sabe que el linaje del fallecido fue restituido y renovado, como Seth, hijo de Adan, en Iugar de Abel. Y despues algo mas: llam6 Jeconias a! tio paterno y Jeconias a! hijo del hermann. Victor, obispo de Capua. Cuando el evangelista dice que hubo 42 generaciones encontramos que, sin contar Ia del propio Cristo Nuestro Senor, son 41. Mas de ninguna manera pensamos que el evangelista se equivoe<\ sino creo que Jeconias, hijo

Por Sll interes para d amhiente de la epoca ofreccmos dos textos citaclo!-i por Harnack. Agustin escribe a Paulino lo siguienle ( ep. 31.H): Aducrsus pa,qarws te scrihere didici ex fratrihus. si quid de

Sunt el sectan/es incerti do{{ma Platonis, Quos quaesita diu auimae substantia turhat, Tractantes semper nee dc:_finire valentes. Unde Platonis amant de anima descrihen• lihnnn, Qui praeter litulum nil certi confine! intus ("Hay algunos seguidores del dogma del incicrto Platbn, a quicnes inquieta hace tiempo Ia tan investigada y debatida esencia del aln1a, mas son incapaces alcanzar nunca una definici6n, por lo que gustan copiar el libro sobre el alma de P1at6n, d titulo no contiene nada seguro en su interior.") 217

Ge. 2.16-17

-164-

- 16')-


Porfirio, que habia Jeido a estos (sc. los profetas) con gran cuidado -les dedic6, en efecto, mucho tiempo mientras maduraba su obra contra nosotros-, demuestra que el sacrificar es ajeno a Ia verdadera piedad, ... ha hurtado los oraculos divinos y ha introducido su contenido en sus propios escritos

indice de Nombres Propios

TEOFILACTO 112 (86H). Theophylact.Enarr. info. (vol 123, col 1141 Migne):"OaTE 8La1TEiTTWKE Tou "EA>..T]vos- Tiopup[ou To a6LaiJ.a.'EKE1vos- yap d.vaTpElTEtv nEtpwiJ.Evos- To Euayy€:\wv, Tmmhms- 8tmp€awLv. Et yap A6yos-, TJa[v, 6 Yios- Tou 8EOu, npooptK6s E
De modo que ha caido el sofisma del helena Porfirio: aquel, en efecto, cuando intentaba rebatir el evangelio, empleaba las siguiente distinciones: "si el Hijo de Dios es un Logos, entonces es 'proferido' o 'interior'; pero noes ni Jo uno ni lo otro; luego noes ni siquiera un L6gos." 21 "

ABACUC F. 30 ( 43 I-U.

ANTICRISTO F. 30 (43 H.).

ABEL F. 109 (-).

ANTIOCO EPIFANES T. XXVIc; F. 21 (47 H.); 30 (43 H.).

ABIBALO F. 16 (41 H.).

APEDNO F. 30 (43 H.).

ADAN

APOUNAR T. XIII, XVII, XIX, XXIIa; F. 30 (43 H.); 37 (44 H.).

F. 48 (82 H.); 109 (-). ADRIANO

F. 98 (75 H.).

APOUNAR DE LAODICEA T. XIII, XVII; F. 30 (43 H.).

ALFJANDRO DE AFRODISIADE T. XVIII.

APOLOFANES F. 24 (39 H.).

ALFJANDRO MAGNO F. 30 (43 H.). AMEUO T. III.

APOLONIO DE TIANA T. VI; F. 26 (4 H.); 65 (63 H.); 91 (60 H.).

AMONIO F. 24 (39 H.).

APULEYO F. 26 (4 H.). AQUILES F. 10 (-).

ANA F. 14 (12 H.).

AREIOS DE HERACLEOPOUS F. 18 (-).

ANANiAS F. 78 (25 H.).

ARISTOTELES T. XVIII.

ANDRONICO F. 30 (43 H.).

ARRIO

ANOBRET lJH

Sohre el trasfondo de Ev.Jo. 1.1 ss. se desarrollc1 esta argumentaci6n de cJ.d.cter estoico y sobre el con-

T. IX.

F.18(-).

cepto estoico de Logos, que puecle ser TTpooptKOS" o E'v5tri8ETOS".

-167-

- 166-

--

lNDICE DE NOMBRES PROPIOS

PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS DIBLAIN F. 31 (45 H.).

GAMALIEL F. 81 (28 H.l.

CLAUDIO TEON F. 30 (43 H.).

DIOCLECIANO T. III, VIII.

GOMER F. 31 (45 H.).

ASCLEPIO T. VI; F. 17 (80 H.).

CLEOPATRA F. 30 (43 H.l.

DIODORO T. XIV; 30 (43 H.J; 56 (53 H).

GREGORIO TAUMATURGO T. IV.

ASTIAGES F. 72 (69 H.).

CONSTANTINO AUGUSTO T. XXIV.

DOMICIANO T. VI; F. 65 (63 H.l.

HARPAGO

ATENEA F. 99 (76 H J.

CRISTO T. VI, XII, XVII, XVIII, XXI, XXVIa; F. 3 (92 H.); 4 (81 H. J; 6 (91 H.); 10 (-); 30 (43 H.); 38 04 H.); 41 (20 H.); 44 (37 H.); 48 (82 H.); 54 (50 H.); 58 (57 H.); 64 (71 H.); 65 (63 H.); 67 (68 H.); 68 C49a H.); 69 (58 H.); 70 (55a H.); 71 (61 H.J; 76 (23 H.); 77 (24 H.), 81 (28 H.); 88 (35 H.); 91 (60 H); 93 (90a H.); 96 (87 H.); 97 (88 H.); 105 (84 H.); 108 (90h H.); 109 (-).

EPEEIS F. 18 (-).

HECTOR F. 10 (-); 97 (HH H.J; 102 (94 H.l.

ARTAXIAS F. 30 (43 H.J.

CLAUDIO

ASAF F. 25 (10 H.)

AURELIANO T. III. BALTASAR F. 30 (43 H.J. BARRABAS T. XVIII. BEL F. 30 (43 H.). BELEN F. 14 (12 H.) BERENICE F. 54 (50 H.) CALINICO F. 30 (43 H.). CEFAS F. 42 (21c H.J. CELSO T. VI, XVI, XVII; F. 14 (12 H.J; 45 (2 H.J.

T. I; F. 30 <43 H.J.

ERINlAS F. 72 (69 H J.

HOMERO F. 97 (88 H.); 102 (94 H.).

EUSEBIO T. VI, VIII, XVII, XIX, XX; F. 23 (8H.); 30 (43 H.J; 37 (44 H.); 107 (-).

IEOUD F.1H(-).

EUSTAQUIO T. XVII.

INACO F. 22 (40 H.).

FILON DE BIBLOS F. 16 (41 H.); 1H (-).

IRENEO F. 23 (8 H.).

FILOSABACIO F. 14 (12 H.J.

DARio F. 30 (43 H.J.

DIANA F. 30 (43 H.J.

HIEROCLES T. VI.

EUNOMIO F. 49 C49b H.).

DANIEL T. XVII. F. 29 OJ H.); 30 (43 H.).

CIRO F. 30 (43 H.)

HERODES F. 14 (12 H.); 62 (64 H.J; 79 (26 H.).

EULAIO F. 30 (43 H.).

DAMIS T. VI.

CHOUSARTHIS F. 18 (-).

HERCULES T. VI.

ESDRAS F. 67 (68 H.).

CRONO F. 13 (-); 18 (-).

DEMIURGO F. 67 (6H H.); 87 (34 H.); 102 (94 H.J.

F. 72 (69 H.).

ISAiAS F. 25 (10 H.); 33 C9b H.).

FILOSTORGIO

T. VIII, XIII, XIX.

JECONIAS F. 109 (-).

FILOSTRATO T. VI.

JEROMBALO F. 16 (41 H.)

GALlE NO T. I.

JOAQuiN F. 109 (- J. - }()')-

·--

-----

-

iNmcE DE NoMBREs PRoPios


PILATOS F. 62 (64 H.).

JONAs F. 8 (46 H.).

MALAQUiAs F. 33 (9b H.).

NERON

JOSEFO F. 30 (43 H.).

MAOZIM F. 30 (43 H.).

NESTORIO T. XXIV.

PLATON T. XXI; F. 24 (39 H.).

MARCO POMPILIO LENAS F. 30 (43 H.).

NICOMACO F. 24 (39 H.).

PLOTINO T. I, II, III, XXI.

NUMENIO F. 24 (39 H.).

POLIBIO F. 30 (43 H.l.

ORIGENES T. XVII, XXV, XXIX; F. 24 (39 H.); 30 (43 H.l; 46 (21b H.l; 107 (-).

POMPEYO TROGO F. 30 (43 H.).

JOSiAs F. 29 (11 H.l; 109 (-).

T. VI.

MARiA (VIRGEN)

JUAN T. XII; F. 60 (15 H.l; 61 (16 H.); 109 (-).

F. 62 (64 H.), 100 (77 H.).

MARiA MAGDALENA F. 62 (64 H.).

JUAN EL BAUTISTA F. 93 (90a H.)

MATATiAs F. 30 (43 H.).

JUDAS F. 13 (17 H.l.

PABLO T. VI, XII, XVIII; F. 28 (21d H.); 39 (21a H.); 41 (20 H.l; 42 (21c H.); 43 (22 H.); 44 (37 H.); 46 (21b H.); 79 (26 H.); 80 (27 H.); 81 (28 H.); 83 (30 H.); 87 (34 H.); 88 (35 H.); 90 (36 H.); 96 (87 H.); 101 (78 H.); 103 (74 H.); 109 ( -).

MATEO F. 25 (10 H.); 29 (11 H.); 60 (15 H.); 62 (64 H.l; 68 (49a H.); 72 (69 H.); 89 03 H.); 99 (76 H.); 109 (-).

JUDAS MACABEO F. 30 ( 43 H.). J(JPITER T. VI; F. 30 (43 H.).

MAxiMO EGEOTE ]USTINO F. 30 C43 H.).

T.

LAzARO F.

VI.

METODIO T. VII, XVII, XIX; F. 30 ( 43 H.).

KNEPH F. 18 (-).

PACATO F. 109 (-).

MINERVA F. 99 (76 H.).

3 (92 H.l.

PANFILO F. 23 (8 H.).

LENEO F. 30 ( 43 H.).

MODERATO F. 24 (39 H.).

LICINIO T. VIII.

MOD IN F. 30 ( 43 H.).

LIVIO F. 30 (43 H.).

MOISES T. XII; F. 2 (66 H.); 13 (-); 16 (41 H.l; 22 (40 H.); 24 (8 H.); 26 (4 H.); 48 (82 H.); 67 (68 H.); 82 (29 H.); 83 (30 H.); 99 <76 H.l; 101 (78 H.); 109 (-)

LONGINO T. III; F. 24 (39 H). LUCAS F. 14 (12 H.); 42 (21c H.); 60 (15 H.); 72 (69 H.); 109 (-).

PORFIRIO T. I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI, XII, XIII, XIV, XV, XVII, XVIII, XIX, XX, XXI, XXIIb, XXIII, XXIV, XXV, XXVa, XXVIb, XXVIc, XXVII, XXVIII, XXIX. F. 4 (81 H.); 7 (85 H.); 8 (46 H.); 9 (-); 10 (-); 11 (-); 14 12 H.); 18 (-); 22 (40 H.); 23 (8 H.); 25 (10 H.); 26 (4 H.); 27 (97 H.l; 28 (21d H.l; 29 (11 H.); 30 (43 H.); 32 (5 H.); 33 (9h H.l; 34 (6 H.); 37 (44 H.); 39 (21a H.); 41(20 H.); 42 (21c H.); 45 (2 H.); 46 (21h H.); 47 (25b H.); 48 (82 H.); 49 (49b H.); 50 (70 H.); 51 (55b H.); 52 (9b H.); 53 07 H.); 56 53 H.); 103 (74 H.); 104 (18 H.); 107 (-); 109 (-); 110 (42 H.); 111 (38 H.l; 112 (86 H.).

PASIFAE F. 109 (-). PAULA T. XVII.

POSIDONIO F. 30 (43 H.l.

PEDRO T. VI; F. 28 (21d H.l; 39 (21a H.); 40 (19 H.l; 42 (21c H.); 43 (22 H.); 46 (31b H.); 47 (25b H.); 76 (23 H.); 77 (24 H.); 78 (25 H.); 79 (26 H.); 90 (36 H.l; 92 (89 H.).

NABUCODONOSOR F. 30 (43 H.).

PRiAMO F. 102 (94 H.l. PTOLOMEO F. 30 (43 H.l. - ]7] -

-170-

··---------

..

... PORFIRIO DE TIRO CONTRA LOS CRISTIANOS TEODOCION F. 30 (43 H.) .

QUEREMON EL ESTOICO F. 24 (39 H.).

. TEODOSIO II T. XXIV.

SAFIRA F. 7R (25 H.).

indice General

TEOSTENES F. 104 (lR H.J.

SALATHIEL F. 109 (-).

TEREO F. 72 (69 H.J.

SALOMON F. 7 (R5 H.J.

THEUTH F. 1R (-).

SAN AGUSTiN F. 3 (92 H)

I.

TIESTES F. 72 (69 H.).

SATANAs T. XVIII; F. 76 (23 H.).

II. EL CONTRA CHRIST1ANOS DE PORFIRIO: COMPOSICION, PERVIVENCIA Y RECONSTRUCCION. ESTADO DE LA CUESTION ....................................... .

TIMOTEO F. RO (27 H.).

SELEUCO F. 30 (43 H.).

El "Contra Christianos" basta la edici6n de Harnack ........ ........................... . La edici6n de Harnack El "Contra Christianos" despw!s de la edici6n de Harnack ...... ..................... . a) Dataci6n de la obra .......... ........................................ . b) Criticas ala edici6n de Harnack ............................... ....................... . c) Los nuevosfragmentos ....................................................................... .

TURRIANO F. 103 (74 H.); 104 OR H.)

SEMIRAMIS F. 16 (41 H.); 22 (40 H.).

VALENTINIANO (EMPERADOR) T. XXIV.

SETH F. 109 (-).

SIMEON F. 14 (12 H.).

viCTOR (OBISPO DECAPUA) F. 109 (-).

SOURMOUBELOS F. 18 (-).

VIRGILIO F. 109 (-).

SUSANA F. . (43 H.).

YEVO F. 16 <41 H.)

SUTORIO F. 30 ( 43 H.).

PORFIRIO: EL HOMBRE Y SUS ESCRITOS ....

Vida de Por.firio. ................................................................................. . Los escritos de Por.flrio.................... ................... .............. . Por.firio y la ''jJol!fcmia "plat6nica ................................................................... . La religion de Porjlrio y el "Contra Cristianos" .. .......................................... .

THOURO F. 18 (-).

SANCUNIATON DE BERITO F. 16 (41 H.); 1R (-).

5

INTRODUCCION

Ill.EL CONTRA CHRTST1ANOS: ARGUMENTOS Y Lf:XICO.

Antiguo y Nuevo Testamento: tergiversaciones yfals!flcaciones ................. . Fuentes err6neas, inexactitudes hist6ricas y contradicciones de los auto res del NT........................................... ..................................................... . El uso inapropiado de la alegoria ....... ............................................................ . La divinidad de Cristo. Politeismo y monoteismo .... ........................................ . El misterio cristiano: Bautismo, Eucaristia, Resurreci6n ............................. . Ruptura con Ia tradici6n y falta de integraci6n civic a de los cristianos ..... . La Iglesia: jeraquia de losfieles y de las castas sacerdotales. Lugares de culto ..

ZACARiAS

F. 109 (-).

TAAUTOS F. 1R (-).

4'i 47 4R

so 'i2 54 'i6 57

IV. NUESTRA EDICION ......... ······························ .................................. .

59 63 63 66

TESTIMONIOS ... ............................ .

77

FRAGMENTOS .......... .......................... .

91 167 173

iNDICE GENERAL ....... .

·---·

27 27 30 31 32 36 41

V. BIBLIOGRAFIA .. V.I. FUENTES ANTIGUAS V.2. BIBLIOGRAFIA GENERAL ........... .

iNDICE DE NOMBRES

- 1"72-

'i 'i 10 22 24

- 173-

Contra-los-cristianos-Porfirio.pdf

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