1 Capítulo 11. Del prejuicio a los crímenes de odio1
Amalio Blanco, Javier Horcajo y Flor Sánchez
En la que que pued puedee ser ser cons consid ider erad adaa la más más conc concie ienz nzud udaa y docu docume ment ntad adaa investigacin so!re la guerra civil espa"ola #$%&'($%&%), *aul *reston cuenta que un terrateniente de Salamanca, cuando se enter del golpe de Estado perpetrado por Franco contra el go!ierno leg+timo de la ep-!lica, .orden a sus !raceros que /ormaran en /ila, seleccion a seis de ellos y los /usil para que los demás escarmentaran0 #*reston, 12$$,, p3 1%)3 Seg-n este eminente historiador, acontecimientos 12$$ acontecimientos como este, y otros tantos del mismo estilo, /ueron el resultado de los odios incu!ados en la Espa"a rural durante los veinte veinte a"o a"oss anteri anteriore oress al golpe de Estad Estado, o, que culminaron en un proceso de deshumanización de las víctimas por el mero hecho de estar al otro lado de esa línea casi siempre invisible y muchas veces simbólica que separa a “los nuestros” de “los otros”, a .los !uenos0 de .los malos0, al endogrupo del e4ogrupo3 .5a /r+a y calculada
violencia de Aguilera 6el desalmado terrateniente salmantino7 re/leja!a la creencia, muy campesinos sin tierra eran e4tendida entre las clases altas del medio rural, de que los campesinos una especie infrahumana0 #p3 1%)3 El ideario de los golpistas, puesto en práctica hasta
muchos a"os despu8s de terminar la contienda, lo resumi esa .luminaria intelectual0 que /ue el general Emilio 9ola, el ca!ecilla intelectual de la re!elin: . eliminar sin escrpulos ni vacilación a todos los que no piensen como nosotros0 #*reston, 12$$,
p3 $;)3 11.1. !os caminos del odio
etc3, o
sencillamente por pensar de una determinada manera, si"ue estando muy presente a lo
$
$ste capítulo forma parte del libro “Co"nición social” %&malio 'lanco# (avier )orcajo y *lor +,nchez- que ser, publicado en las próimas semanas.
largo y ancho de nuestro mundo3 Basta para ello echar una ojeada a cualquier historia del siglo == y mirar lo que ha sucedido en el transcurso del presente siglo3 En los -ltimos a"os, el 9inisterio de >nterior ha o/recido datos so!re los delitos todas aque aquell llas as infra infracc ccion iones es penales y en Espa Espa"a "a33 5os 5os de/i de/ine ne como como . todas
de odio odio
administrativas cometidas contra las personas o la propiedad por cuestiones de raza# raza# etni etnia# a# reli reli"i "ión ón o pr,ct pr,ctic ica a reli reli"io "iosa# sa# edad edad## disca discapa pacid cidad# ad# orien orientac tació ión n o identidad seual# situación de pobreza y eclusión social# o
cualquier otro similar,
como las diferencias ideoló"icas0 #9inisterio del >nterior, 12$?, p3 ?)3 En el @uadro $$3$ presentamos su tipolog+a3 Cuadro 11.1. Tipología de los delitos de odio en España (Ministerio del Interior)
Delito Orientación o identidad sexual Creencias o prácticas religiosas Discapacidad Aporofobia Antisemitismo
Racismo/Xenofobia
Violencia de género
Definición Hechos motivados en diferencias sexuales (gay, lesbiana, etc.) Hech Hechos os moti motiva vado doss por por sentimient sentimientos os contrarios contrarios a determinad determinadas as religiones (judíos, religiones (judíos, católicos, protestantes, Testigos de ehov!, etc.). "ual#uier acto contra la víctima #ue se reali$a prevali%ndose de su discapacidad, cual#uiera #ue fuera (física, psicológica, ancianidad, etc.) &dio o recha$o al pobre. 'ecoge a#uellas expresiones o conductas de intolerancia referida !ostilidad ante el referidass al odio repugnancia u !ostilidad pobre, las personas sin recursos o el desamparado. "ual#u "ual#uier ier acto de odio, odio, violen violencia cia,, discrimina discriminación ción fo"ia # rec!a$o rec!a$o practicado contra los judíos o nacionales del stado de srael. "ual#uier incidente #ue es percibido como racista por la víctima o cual cual#u #uie ierr otra otra pers person ona, a, así así como como los los acto actoss de odio %iolencia %iolencia discriminación fo"ia o rec!a$o contra rec!a$o contra los extranjeros extranjeros o personas de distintos grupos, debido a su origen racial, %tnico, nacional, cultural o religioso. discriminación, la *#uella *#uella #ue se ejerce ejerce como manifesta manifestació ciónn de la discriminación, situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobr sobree las las muje mujere res, s, por por part partee de #uie #uiene ness sean sean o haya hayann sido sido sus sus cóny cónyug uges es o de #uie #uiene ness est% est%nn o haya hayann esta estado do liga ligado doss a ella ellass por por relaciones similares de afectividad. "omprende todo acto de %iolencia física # psicológica , incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amena$as, amena$as, las coacciones o la privación arbitraria de libertad (+ey las coacciones &rg!ni &rg!nica ca de edida edidass de -rotec -rotecció ciónn ntegr ntegral al contra contra la iole iolencia ncia de /%nero, 0112).
/echazo# /echazo# intolerancia# intolerancia# hostilidad# hostilidad# repu"nanci repu"nancia# a# discriminación discriminación## violencia violencia %física y psicoló"ica-# amenaza# fobia# coacción# privación arbitraria de libertad0 ese es el paisaje #som! #som!r+ r+o) o) que dibujan los delitos de odio en
nuestro pa+s3 Es
prácticamente el mismo que se per/ila cuando se analizan los .cr+menes de odio0 en la legislaci legislacin n norteamer norteamericana icana:: actos actos en los que qued quedaa esta!leci esta!lecida da una relación n+tida y
largo y ancho de nuestro mundo3 Basta para ello echar una ojeada a cualquier historia del siglo == y mirar lo que ha sucedido en el transcurso del presente siglo3 En los -ltimos a"os, el 9inisterio de >nterior ha o/recido datos so!re los delitos todas aque aquell llas as infra infracc ccion iones es penales y en Espa Espa"a "a33 5os 5os de/i de/ine ne como como . todas
de odio odio
administrativas cometidas contra las personas o la propiedad por cuestiones de raza# raza# etni etnia# a# reli reli"i "ión ón o pr,ct pr,ctic ica a reli reli"io "iosa# sa# edad edad## disca discapa pacid cidad# ad# orien orientac tació ión n o identidad seual# situación de pobreza y eclusión social# o
cualquier otro similar,
como las diferencias ideoló"icas0 #9inisterio del >nterior, 12$?, p3 ?)3 En el @uadro $$3$ presentamos su tipolog+a3 Cuadro 11.1. Tipología de los delitos de odio en España (Ministerio del Interior)
Delito Orientación o identidad sexual Creencias o prácticas religiosas Discapacidad Aporofobia Antisemitismo
Racismo/Xenofobia
Violencia de género
Definición Hechos motivados en diferencias sexuales (gay, lesbiana, etc.) Hech Hechos os moti motiva vado doss por por sentimient sentimientos os contrarios contrarios a determinad determinadas as religiones (judíos, religiones (judíos, católicos, protestantes, Testigos de ehov!, etc.). "ual#uier acto contra la víctima #ue se reali$a prevali%ndose de su discapacidad, cual#uiera #ue fuera (física, psicológica, ancianidad, etc.) &dio o recha$o al pobre. 'ecoge a#uellas expresiones o conductas de intolerancia referida !ostilidad ante el referidass al odio repugnancia u !ostilidad pobre, las personas sin recursos o el desamparado. "ual#u "ual#uier ier acto de odio, odio, violen violencia cia,, discrimina discriminación ción fo"ia # rec!a$o rec!a$o practicado contra los judíos o nacionales del stado de srael. "ual#uier incidente #ue es percibido como racista por la víctima o cual cual#u #uie ierr otra otra pers person ona, a, así así como como los los acto actoss de odio %iolencia %iolencia discriminación fo"ia o rec!a$o contra rec!a$o contra los extranjeros extranjeros o personas de distintos grupos, debido a su origen racial, %tnico, nacional, cultural o religioso. discriminación, la *#uella *#uella #ue se ejerce ejerce como manifesta manifestació ciónn de la discriminación, situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobr sobree las las muje mujere res, s, por por part partee de #uie #uiene ness sean sean o haya hayann sido sido sus sus cóny cónyug uges es o de #uie #uiene ness est% est%nn o haya hayann esta estado do liga ligado doss a ella ellass por por relaciones similares de afectividad. "omprende todo acto de %iolencia física # psicológica , incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amena$as, amena$as, las coacciones o la privación arbitraria de libertad (+ey las coacciones &rg!ni &rg!nica ca de edida edidass de -rotec -rotecció ciónn ntegr ntegral al contra contra la iole iolencia ncia de /%nero, 0112).
/echazo# /echazo# intolerancia# intolerancia# hostilidad# hostilidad# repu"nanci repu"nancia# a# discriminación discriminación## violencia violencia %física y psicoló"ica-# amenaza# fobia# coacción# privación arbitraria de libertad0 ese es el paisaje #som! #som!r+ r+o) o) que dibujan los delitos de odio en
nuestro pa+s3 Es
prácticamente el mismo que se per/ila cuando se analizan los .cr+menes de odio0 en la legislaci legislacin n norteamer norteamericana icana:: actos actos en los que qued quedaa esta!leci esta!lecida da una relación n+tida y
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directa entre el odio y la pertenencia a determinados "rupos o cate"orías sociales #inmigrantes, homose4uales, jud+os, mujeres, etc3) presentes en nuestro entorno3
y los sentimientos negativos del perpetrador
respecto a 8l3 Se trata, por tanto, de conductas que tienen su origen en una e4trema animosidad contra el grupo, de suerte que la eleccin de la v+ctima puede ser /ruto del azar: las v+ctimas son intercam!ia!les, siempre que pertenezcan pertenezcan al grupo estigmatizado3 En este caso, los miembros pertenecientes a los "rupos mayoritarios son los que actan como victimarios3
Sus actos suelen ir acompa"ados de opiniones, actitudes y
creencias respecto al grupo al que pertenece la v+ctima, de argumentos justi/icadores que invocan la supuesta superioridad del endogrupo respecto a cualquiera de los e4ogrupos o!jetos de animosidad #los a/roamericanos son gen8ticamente in/eriores), la !ajeza moral de un determinado grupo #el >slam /omenta el odio), la conculcacin conculcacin de alguna #supuesta) ley natural #los homose4uales atentan contra el orden natural), y as+ sucesivam sucesivamente ente33 Codo odo ello comparte un marco marco de re/erencia re/erencia muy parecido: parecido: lo que se aleja de nuestras costumbres# normas# creencias# valores# etc.# nos causa etra2eza# siembra un cierto desorden# es visto como amenazante y levanta sospechas de anormalidad3
En uno de sus conocidos .e4cursos0, Deorge Simmel, otro eminente
cient+/ico social del pasado siglo, ha!la!a del .e4tra"o0 como aquel a quien solo nos une lo general, lo a!stracto #ver Figura 13$)3 A lo largo de los cap+tulos precedentes hemo hemoss teni tenido do ocas ocasi inn de ver ver que que la pert perten enen enci ciaa comcom-nn a una una cate catego gor+ r+aa tan tan indi/e indi/eren rencia ciada da como como la espec especie ie humana humana ocupa ocupa un lugar lugar muy reduci reducido do en nuest nuestra ra estructura mental, de tal manera que .la conciencia de no tener en com-n más que lo general hace que se acent-e especialmente lo no com-n0 dando paso con ello a la ausencia de relacin, a no sentir al e4tra"o como un individuo, sino como miem!ro de un grupo lejano, que no tiene para nosotros un sentido positivo, hasta llegar a negarle .las cualidades que se sienten como propiamente humanas0 #Simmel, $%, p3 1$)3 A todo todo ello ello,, el soci socil log ogoo nort nortea eame meri rica cano no illia lliam m Sumn Sumner er le dio dio el nom! nom!re re de “etnocentrismo”: una manera de ver# entender e interpretar el mundo# que tiene al propio "rupo como el centro y como medida intelectual# 3tica y moral de todo lo dem,s #el
endogrupo como medida de todas las cosas)3
5
Etnocentrismo Todo grupo tiende a fomentar su propio orgullo # %anidad se &acta # alardea de ser superior glorifica a sus dioses # mira con desprecio a los extraños . Todo grupo cree #ue sus tradiciones y costumbres son las correctas y muestra desd%n respecto a las de otros grupos. sas diferencias se saldan con insultos #ue llevan la marca del desprecio y la abominación3. l hecho m!s importante es #ue el etnocentrismo conduce a exagerar # a!ondar en lo 'ue nos es peculiar # nos diferencia de los otros3. +os judíos dividen a la humanidad entre ellos mismos 4creyentes5 y gentiles. +os griegos y los romanos a los extra6os los llamaban 7b!rbaros83. "ada país se cree y se considera el líder de la civili$ación, el mejor, el m!s libre, el m!s sabio, y considera inferiores al resto (3.). Todos estos son ejemplos y casos de etnocentrismo (9umner, :;1<, p. :2).
9uchas de estas cosas ya no revisten para nosotros ninguna novedadG el proceso de categorizacin que hemos visto en el cap+tulo 1 lleva impresa la minimizacin de las di/erencias intragupales y la ma4iminacin de las di/erencias intergrupales, uno de cuyos ejemplos más palpa!les lo aca!amos de ver en el cap+tulo anterior al ha!lar de los estereotipos3 A estas alturas tampoco se nos puede ocultar que esta lgica encierra uno de los mecanismos más e/icaces para el mantenimiento del poder, del estatus y de la jerarqu+a social3 5os cr+menes de odio, tanto o más que los estereotipos, sirven para justi/icar y mantener el sistema #ver ep+gra/e $23?)3 En la violencia de g8nero, lo aca!amos de ver en el @uadro $$3$, hacen acto de presencia, de manera e4pl+cita, las relaciones de poder3
5o podr+an ha!er hecho en cualquiera de los otros seis delitos,
porque el poder, en su acepcin más da"ina #imponer por la /uerza la propia voluntad en contra de toda resistencia, de acuerdo con 9a4 e!er), está presente en cada uno de ellos3 5a ejecucin de los cr+menes de odio, siguen apuntando los e4pertos, se materializa dando cuenta, ver!alizando, e4presando p-!licamente el motivo que lo origina3 5as e4presiones ver!ales de odio en el transcurso de la ejecucin del delito suelen ser /recuentes3 Cam!i8n lo es el uso de s+m!olos y de una iconogra/+a #vestido, tatuajes, etc3) muy particular que re/leja la visin del mundo de los perpetradores3 *or otra parte, los cr+menes de odio suelen ir acompa"ados de una especial sevicia, de un especial ensa"amiento contra las v+ctimas, !ien porque, al deshumanizarlas, los perpetradores pierden toda compostura moral respecto a ellas o porque, al entender que atentan contra valores esenciales instalados en la propia naturaleza humana o vulneran mandatos de alguna divinidad, las personas merecen un castigo especial3 Finalmente, desde los estudios e investigaciones so!re la e4periencia traumática, es !ien sa!ido que este tipo de actos producen un da"o psicolgico especialmente intenso y duradero3
6 !os crímenes de odio forman parte de nuestra historia,
de la pasada y de la
presente3 5a e4plicacin que *aul *reston da de los acontecimientos que rodearon la guerra civil espa"ola coincide con la hiptesis de o!ert Stern!erg, un eminente pro/esor de *sicolog+a en la niversidad de Iale: una de las fuerzas m,s poderosas en los "enocidios# masacres y terrorismo es el odio,
un odio dirigido y con/ormado para
la consecucin de metas y o!jetivos que han sido minuciosamente conce!idos y plani/icados3 Esa /uerza consta de tres componentes principales: a) negación de intimidad , que normalmente se traduce en repulsin y asco, y /orma parte del proceso de
deshumanizacin que veremos al /inal de este cap+tuloG !) apasionamiento, que se concreta en la presencia de dos de las principales emociones intergrupales: ira #por entender que los otros han o!staculizado la consecucin de determinados o!jetivos) y miedo #por sentir amenazada la seguridad), y c) degradación por desprecio , caracterizada por la presencia de ideas que minusvaloran, empeque"ecen y desprecian a los otros por considerarlos escasamente humanos, o directamente su!humanos #Stern!erg, 122&, p3 &2)3 igura 11.1. El tringulo del odio (9ternberg, 011=, p. =1>)
11.. $mociones socialmente compartidas0 el prejuicio
Asco, miedo, ira y desprecio: ese es el panorama que di!uja el odioG ese es el escenario y el paisaje que se divisa tras el prejuicio: una actitud despectiva y hostil contra personas por el mero hecho de pertenecer a un determinado "rupo o cate"oría social3
En nuestras relaciones con los grupos y con las personas
pertenecientes a ellos, no solo hay ideas y opiniones protot+picas y estereotipadas so!re los rasgos y las caracter+sticas que mejor las de/inenG en dichas relaciones están presentes al mismo tiempo las emociones3 En realidad, el fundamento teórico del prejuicio tiene mucho en comn con el del estereotipo 3
na de las prue!as más
convincente nos la o/recen Susan Fise y sus cola!oradores: en realidad, el 9odelo del @ontenido de los estereotipos, que hemos visto en el cap+tulo anterior, ha!la del prejuicio #ver @uadro $$31)3 Cuadro 11.*. Modelo del Contenido de los Estereotipos (?is@e, "uddy, /lic@ y Au, 0110, p. BB:) Calide$ (+ocia"ilidad)
Competencia
7
-lta
,a&a
,a&a -rejuicio paternalista (ancianos, amas de casa, discapacitados). Cajo estatus no competitivo. 9impatía, compasión. -rejuicio despectivo (pobres,
-lta *dmiración (los endogrupos, grupos cercanos)
•
•
•
*lto estatus no competitivo. &rgullo, admiración. -rejuicio de envidia (asi!ticos, feministas, •
receptores de subsidios estatales, etc.)
gente rica, etc.)
• •
Cajo estatus competitivo. Desprecio, ira, resentimiento.
• •
*lto estatus competitivo. nvidia, celos, hostilidad, admiración, respeto.
El prejuicio, aca!amos de decir, guarda una estrecha correspondencia terica con el estereotipo3 He aqu+ algunas razones: $3 @omo el estereotipo, el prejuicio se sit-a en un espacio en el que están presentes la categorizacin social, la comparacin social, el /avoritismo endogrupal y los sesgos intergrupales3 Hay, en pala!ras de Henri Caj/el, una “etiolo"ía co"nitiva del prejuicio”,
que viene a contrarrestar la idea generalizada de que 8ste se asienta so!re
.impulsos humanos irracionales03 $l prejuicio forma parte de la ideolo"ía "rupal, de las creencias grupales, y en algunos casos hunde claramente sus ra+ces en la cultura3 13 $l prejuicio es tam!i8n un proceso psicoló"ico compartido que tiene unas connotaciones claramente emocionales3
Ko solo eisten .cogniciones socialmente
compartidas0, sino . emociones socialmente compartidas0 #emociones intergrupales)3 &3 @omo hemos visto en el cap+tulo anterior, la ambivalencia de los estereotipos abre de par en par las puertas al prejuicio 3
3 $l prejuicio cumple las mismas funciones que el estereotipo# sobre todo la de justificar el sistema social y defender el sistema de valores individuales y colectivos,
tanto desde el punto de vista micro como macrosocial3 @iertamente, el
prejuicio cumple esta /uncin de manera mucho más clara y más intensa, porque más intensa es su vivencia y más visi!le es su e4presin3 Dordon Allport pone un ejemplo muy convincente: la e4plotacin de los negros trae consigo ventajas econmicas #se les o!liga a tra!ajar en tareas serviles con !aja remuneracin), ventajas se4uales #los hom!res !lancos pueden mantener relaciones se4uales con mujeres negras sin penalizacin), ventajas de estatus por cuanto los negros son considerados una clase in/erior, y ventajas pol+ticas en la medida que pueden ser /ácilmente so!ornados para apoyar a un determinado candidato3 En de/initiva: .en el seno de todo sistema social estrati/icado y diversi/icado e4iste la tentadora posi!ilidad de o!tener provecho econmico, se4ual, pol+tico y de estatus por medio de la e4plotacin deli!erada #y de la e4plotacin inconsciente) de las minor+as3 *ara conseguir este provecho, el prejuicio es di/undido por quienes pueden o!tener de 8l el mayor !ene/icio0 #Allport, $%'1, p3 1'$)3
8
?3 $l prejuicio, como el estereotipo, es inseparable de las relaciones inter"rupales:
.no es apenas sorprendente decir que el mejor modo de predecir si una
persona al!ergará actitudes hostiles hacia un grupo particular y cuál será el contenido de esas actitudes, es averiguar cmo comprende la situacin intergrupal3 I a-n resulta menos sorprendente decir que este modo de comprender va a a/ectar a su conducta0 #Caj/el, $%;, p3 $?;)3 Cuadro 11.. La Naturaleza del Prejuicio (/ordon *llport) 'esulta imposible hablar del prejuicio sin aludir a La naturalea del pre!uicio" obra #ue go$a de esa Einexhausta vitalidadF #ue &rtega y /asset concedía a los cl!sicos. Dicho en pocas palabrasG no es posible entender el fenómeno del prejuicio sin acudir a la extensa monografía #ue /ordon *llport escribiera en :;2. -resentamos un resumen de los #ue consideramos sus principales argumentos, sus aportaciones m!s valiosas, sus hipótesis m!s originales. Io todas ellas han recibido respaldo en la investigación posteriorJ algunas, (la de #ue el prejuicio es un rasgo de personalidad, por ejemplo) son controvertidas y hoy las debemos tomar con precaución, pero sin lugar a dudas conforman una propuesta teórica #ue merece prestemos la m!xima atención. El pre&uicio re/ne conceptualmente, las siguientes característicasG a) ausencia de moti%os # datos o"&eti%os #ue lo sustenten (Epensar mal de otras personas sin motivo suficienteF)J b) connotación negativa de claro componente emocionalG el prejuicio incluye sentimientos de desprecio desagrado miedo a%ersión, etc.J c) tendencia a la generali$ación Eimperfecta e inflexibleFJ d) esa connotación negativa respecto a los exogrupos (los prejuicios de odio) suele acompa6arse de un prejuicio de amor (las lealtades de grupo) hacia el endogrupoJ e) resistencia al cam"io, y f) una clara apuesta por lo nuestro y por los nuestros (favoritismo endogrupal). El pre&uicio es una actitud no solo generali$adora sino generali$ada G Elas personas #ue recha$an a un exogrupo tender!n, muy posiblemente, a recha$ar a otros exogruposF. El pre&uicio tiene como "ase y fundamento la trampa m!s frecuente en la #ue cae la ra$ón humanaG la categori$aciónG Ela mente humana tiene #ue pensar con ayuda de categoríasF. l prejuicio se manifiesta a lo largo de los siguientes cinco pasosG hablar mal del otro, evitar el contacto, acciones de discriminación, ata#ue físico, exterminio. El pre&uicio es "sicamente un rasgo de personalidad (Elos procesos cognitivos de las personas con prejuicios son, en general, diferentes de los procesos cognitivos de las personas tolerantesF) cuyo tra$o m!s característico es el sentimiento de amena$a, la tendencia a sentirse amena$ado. +as personalidades prejuiciosas son m!s frecuentes y m!s numerosas allí Edonde la estructura social se caracteri$a por su heterogeneidad, donde est! permitida la movilidad vertical, donde prospera un r!pido cambio social, donde existen ignorancia y barreras contra la comunicación, donde el tama6o de un grupo minoritario es grande o va en aumento, donde existen competencia directa y amena$as reales, donde la explotación detenta importantes intereses en la comunidad, donde las costumbres #ue regulan la agresión son favorables al prejuicio, donde existen justificaciones tradicionales para el etnocentrismo y donde no se favorecen la asimilación ni el pluralismo culturalF. He a#uí, segKn *llport, las die$ leyes socioculturales del prejuicio. Determinadas pautas de crian$a familiar ( estilos educati%os restricti%os controladores dominantes &err'uicos) 'ue transmiten la idea de desconfian$a # de amena$a son el escenario propicio para el desarrollo del pre&uicio. n el caso de los ni6os y ni6as tolerantes, hablamos de hogares definidos por una atmósfera permisiva en la #ue se sienten aceptados, seguros y amados, y en la #ue est! ausente el castigo físico. l fundamento de las actitudes tolerantes Ees en gran parte el producto de la educación recibida en el hogar, de los modos de recompensa y de castigo #ue usaban los padres, de la sutil atmósfera familiarF. uchas veces el prejuicio no se ense6a de manera directa, pero los ni6os lo captan en la atmósfera familiar. 0a gnesis del odio es algo secundario # tardío en la %ida de las personas G Elo #ue gobierna a un individuo al comien$o de su vida es una relación positiva con la madreF. *llport recoge una bella cita tomada de la obra de an 9uttie (E#$e Origins of Lo%e and &ateF)G Een la tierra no hay odio, solo amor en odio convertido, y toda la furia del infierno es la de un ni6o escarnecidoF. +os prejuicios de odio, dir! en otro momento, son desarrollos secundarios. 0a familia # la escuela son las dos instancias por excelencia en la luc!a contra el pre&uicio , en la educación intercultural, en el aprendi$aje de la tolerancia. 9in embargo, mati$a *llport, Eel hogar es m!s importante #ue la escuelaF •
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Kadie pone en tela de juicio el magisterio de Allport, pero han pasado ya sesenta a"os desde la pu!licacin de su monogra/+a y en el estudio del prejuicio, como en cualquier otro, ha ha!ido novedades importantes que iremos desvelando a lo largo de este cap+tulo3 Junto a su propuesta, hay otras igualmente importantes, que recogemos en el @uadro $$33 Cuadro 11.2. 0a naturale$a del pre&uicio hoy
-ctitud !ostil
3eacción afecti%a en el marco de las relaciones intergrupales
-ctitud despecti%a # conducta !ostil 4redisposición des(fa%ora"le)
-ctitud despecti%a # comportamiento negati%o
Lna actitud hostil o prevenida hacia una persona #ue pertenece a un grupo, simplemente por#ue pertenece a ese grupo, suponi%ndose por lo tanto #ue posee las cualidades objetables atribuidas al grupo (/ordon *llport). l estereotipo es considerado como el componente primordialmente cognitivo, el prejuicio como el componente especialmente afectivo y la discriminación como el componente típicamente conductual de las reacciones basadas en la pertenencia categorial, es decir, reacciones respecto a las personas pertenecientes a grupos #ue se perciben muy distintos de los nuestros (9usan ?is@e). antenimiento de posturas sociales despectivas o de creencias cognitivas, la expresión de sentimientos negativos, o la exhibición de conducta hostil o discriminatoria hacia miembros de un grupo en tanto #ue miembros de ese grupo ('upert CroMn). +os estereotipos van frecuente, aun#ue no necesariamente, acompa6ados de prejuicios, es decir, de una predisposición favorable o desfavorable hacia cual#uier miembro de una categoría social (Henri Tajfel) l prejuicio es caracteri$ado típicamente como una actitud #ue, como el resto de ellas, tiene un componente cognitivo (creencias sobre un determinado grupo), un componente afectivo (aversión) y un componente conductual (predisposición a actuar negativamente respecto a dicho grupo (ohn Dovidio). l prejuicio puede ser considerado como una emoción social #ue una persona experimenta cuando est! en juego su identidad social como miembro de un grupo en el marco de las relaciones con un exogrupo (liot 9mith). l prejuicio es la evaluación, afecto o emoción negativa #ue una persona siente (experimenta) cuando piensa o interactKa con miembros de otros grupos (icent N$erbyt y 9t%phanie Demoulin). •
Emoción social
•
En el panorama que di!uja este cuadro, tres son las cuestiones que llaman nuestra atencin3 5a primera de ellas alude a la diversidad conceptual que ha caracterizado la de/inicin del prejuicio, algo /recuente en el estudio de los /enmenos psicosociales3 *ese a ello, casi todas las de/iniciones mencionadas están unidas por un ne4o com-n: prejuicio es sinnimo de hostilidad, aversin, desprecio, predisposicin
<
des/avora!le, sentimientos, emociones y acciones negativas respecto a determinadas personas por el mero hecho de su pertenencia grupal3 En el prejuicio hay un dominio de la negatividad en el aspecto cognitivo, a/ectivo y comportamental . En este panorama conceptual, se o!serva, en segundo lugar , una tendencia generalizada a considerar que en el prejuicio confluyen tres procesos:
a) lo que las personas piensan y opinan so!re
un determinado colectivo y so!re quienes pertenecen a 8lG !) cmo lo valoran, en qu8 t8rminos lo eval-an, y c) cmo act-an hacia los mismos3 Se trata, en e/ecto, de tres procesos independientes en la medida que la presencia de uno de ellos no necesariamente lleva consigo la presencia de los otros dos3 Finalmente, ca!e se"alar que en la actualidad, la tendencia más com-n es la que propone Eliot Smith: el prejuicio tiene un componente preferentemente emocional3
Fue Anton
#.appraisal0) que el sujeto hace de un evento o una
situación en t3rminos de su propio bienestar# de sus intereses# de sus preocupacionesG
es decir, pensando en 8l mismo3 5a clave del prejuicio pasar+a, pues,
por las siguientes consideraciones: a) primero llevamos a ca!o una evaluacin de los rasgos, atri!utos, caracter+sticas, acciones, etc3, de un determinado grupoG !) se trata de una evaluacin que realizamos pensando en lo que dichos rasgos o acciones nos puedan a/ectar personalmente en tanto que miem!ros de un grupo o de una categor+a social: lo que pueda a/ectar a nuestra seguridad, a nuestros valores, a nuestra ideolog+a, a la consecucin de determinadas metas, etc3G c) esa evaluacin es el origen de nuestras emociones, que /inalmente d) preparan el camino de la accin3 !a ori"inalidad de la propuesta de Dij:er se cifra no solo en la recuperación del “appraisal ”, sino en la importancia del “;o” como su marco de referencia3
El autoconcepto una vez más
#ver cap+tulo ?)3 5a propuesta de
1>
preocupacin)G !) no todos los grupos provocan las mismas emocionesG los turcos y los marroqu+es activan emociones mucho más negativas que los inmigrantes de SurinánG c) la irritacin está asociada con hostilidad, agresin, descon/ianza y antipat+aG d) la ansiedad genera miedo y una tendencia a mantener la distancia respecto a esos gruposG e) la preocupacin se asocia con la anticipacin de consecuencias negativas del contacto y con el deseo de evitar un contacto /uturoG /) por lo general, estos estados a/ectivo( emocionales #ansiedad, irritacin, preocupacin y estado de ánimo positivo) tienen una in/luencia clara y signi/icativa so!re las actitudes3 5a investigacin de Anton
y poniendo de mani/iesto, /inalmente, que dichas emociones pueden ser muy distintas para cada uno de los grupos3 Codo esto ha quedado ya incorporado a la teor+a so!re el prejuicio3 @onviene, pues, tomar !uena nota de ello3 Aca!amos de ver en el cap+tulo anterior casos concretos de am!ivalencia emocional #ver @uadro $23&), una mezcla de emociones positivas y negativas respecto a un mismo grupo !ajo un argumento del que conviene tomar !uena nota: los estereotipos sobre los "rupos no se alinean de manera unívoca en una misma dirección= tampoco lo hacen las emociones que provocan3
Eliot Smith y
11
por Anton
psicolgico tan de/initivo al que llamamos .Io0,
que hemos visto en el cap+tulo ?3 ecordemos, de la mano de Kico Fridja, que las valoraciones que hacemos de los "rupos y de las personas pertenecientes a ellos tienen como marco de referencia al “;o”# nuestros intereses# metas# valores# ideolo"ía# etc3 En ese sentido, los estereotipos y los
prejuicios no son solo meros sesgos
que /orman parte de las creencias intergrupales #ideolog+a) y tienen una etiolog+a cognitiva3 Son eso y algo más: proyectan hacia el mundo el signi/icado y el valor que a los ojos de determinados grupos tiene una personaG el respeto y la consideracin que se le tieneG la posicin #de poder o dependencia, por ejemplo) que de!e ocupar en la estructura socialG los sentimientos que provocaG el tratamiento que se le dispensa, etc3 Es, pues, en la con/luencia de estos procesos #lo que a/ecte al .Io0, a .lo nuestro0 y a .los nuestros0) donde echa ra+ces el prejuicio como .una emocin social que una persona e4perimenta respecto a su propia identidad social en tanto que miem!ro de un grupo en el marco de las relaciones con un e4ogrupo0 #Smith, $%%&, p3 &2)3 Susan Fise lo resume de un certero plumazo: “las teorías del “appraisal ” su"ieren que las emociones resultan de la percepción del impacto directo sobre el bienestar del sujeto0
#Fise, $%%;, p3 &&), de suerte, contin-a, que cuando est, en jue"o el
bienestar del endo"rupo puertas del prejuicio3
#y el de las personas pertenecientes a 8l), estamos a las
El punto ser+a, pues, el siguiente: cuando las personas se
perci!en a s+ mismas en t8rminos de su pertenencia grupal, cuando el grupo adquiere valor psicolgico para el individuo, todo lo que suceda a su alrededor aca!ará activando e4periencias emocionales3 Kos encontramos ante una de las más slidas hiptesis de la *sicolog+a social: muchas veces analizamos# evaluamos# interpretamos y respondemos a diversas situaciones no tanto por la relevancia que 3stas ten"an para la persona como por lo relevante que resulten para los "rupos a los que pertenecemos3
Ello es una prue!a más de que la gente /unciona psicolgicamente más
como miem!ro de un grupo que como personas individuales, y de que el .Io0 y el endogrupo se superponen en aspectos muy signi/icativos: la identidad social es la lente a trav8s de la que vemos, perci!imos, interpretamos y evaluamos determinadas situaciones #Iazer!y y
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igura 11. *. 0a e%olución teórica del concepto del pre&uicio
Esta idea /orma parte de la actual manera de entender el prejuicio3 +u concepción como una emoción concita en la actualidad un amplio consenso ,
que ha
venido gestándose de manera más o menos e4pl+cita desde las tradiciones más clásicas, desde la pu!licacin de La naturaleza del prejuicio, de Dordon Allport en $%?, si queremos poner una /echa redonda, a partir de los siguientes supuestos: $3 9arilyn Breer, una de las investigadoras más reconocidas en este campo, sugiere que lo que ocurre en el *aradigma del Drupo 9+nimo, que hemos visto en el cap+tulo anterior, es que los "rupos entran en competición y ello da pie a ses"os inter"rupales que tienen un doble objetivo0 preservar la solidaridad en el seno del propio "rupo, y justificar el rechazo y la eplotación del eo"rupo.
13 Es necesario dar por supuesto que en la vida social las emociones intergrupales han jugado siempre un papel e4traordinariamente importante3 $l "rupo es un escenario donde se "eneran# se comparten# se aprenden# se interpretan# se conta"ian y se viven emociones3
&3 5as emociones intergrupales tienen muchas claves, pero ya sa!emos cuál es la más decisiva de todas ellas: todo aquello que a/ecte, incum!a e importe al .Io03 I no hay nada que pueda importarle tanto como .lo suyo0 y .los suyos0 #ver cap+tulo ?)3 3 En el resumen de Dordon Allport #@uadro $$3&) hay un argumento primordial en el origen del prejuicio: el sentimiento de amenaza3 Hace acto de presencia al menos en tres ocasiones claves: como la caracter+stica más importante de la personalidad prejuiciosa, como una de las leyes socioculturales del prejuicio, y como pauta de crianza /amiliar3 En alguna medida, sostiene Susan Fise, la teor+a del . appraisal 0 puede ser considerada como una teor+a de la amenaza3 !as manifestaciones m,s intensas y, por tanto, más da"inas del prejuicio provienen, seg-n Fise, de la amenaza al "rupo en t8rminos de deprivacin relativa, de la amenaza a la intimidad personal procedente de personas a las que perci!imos muy distantes y muy di/erentes, y de la amenaza a los valores3 ?3 $l prejuicio ya no es una mera antipat+a o una evaluacin negativa general respecto a un determinado grupo, sino un proceso en el que est,n presentes emociones concretas como el miedo# la ira# la envidia# el desprecio# el
14 resentimiento, etc3
que provocan
comportamientos di/erentes3
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3esumamos l fundamento teórico del prejuicio es id%ntico al del estereotipoG ambos se inscriben dentro de una lógica intergrupalG son producto de los sesgos intergrupales, son ambivalentes, cumplen las funciones de preservar los valores y defender, legitim!ndolo, el statu 'uo, etc. +a teoría del prejuicio de /ordon *llport sigue siendo un marco de referencia imprescindible. l prejuicio ha sido considerado como una actitud despectiva y hostil respecto a determinadas personas por el mero hecho de pertenecer a un determinado grupo o categoría social. n la actualidad, el prejuicio es considerado de manera prioritaria como una reacción emocional #ue surge en el marco de las relaciones intergrupales cuando est! en juego la integridad o el bienestar del grupo o la identidad y la autoestima de una persona en tanto #ue miembro de un determinado grupo. De manera m!s concreta, el prejuicio suele ser producto de la percepción de amena$a #ue las personas sienten en tanto #ue miembros de un grupo. Todas las acepciones del prejuicio coinciden en caracteri$arlo con rasgos de negatividad.
11.4. $l prejuicio cambia de rostro !a eistencia de emociones inter"rupales es# pues# una de las novedades m,s relevantes en la concepción actual del prejuicio3
5o es desde la propuesta de Eliot
Smith, por ponerle una /echa #Smith, $%%&)3 Hemos comenzado el cap+tulo ha!lando de una de ellas, el odio3 5a recuperamos ahora para darnos un respiro con una propuesta optimista: Steven *iner, que es pro/esor de *sicolog+a en la niversidad de Harvard, sostiene que ha habido un “declive de las actitudes que toleran o "lorifican la violencia”# y,
más en particular, de los cr+menes de odio, de suerte que, pese a la
atencin mediática que reci!en, se han convertido, al menos en Estados nidos, .en un /enmeno por /ortuna poco com-n0 #*iner, 12$1, p3 ?$)3 Aunque ni para el ciudadano de a pie, y mucho menos para las v+ctimas, sea un consuelo, los datos que o/rece son muy convincentes3 5os estudiosos del prejuicio vienen en su ayuda: hace tiempo que se ha advertido un claro descenso en las manifestaciones de hostilidad# rechazo y discriminación abierta contra determinados "rupos3
5as actitudes raciales de los
norteamericanos y las actitudes machistas #no necesariamente los estereotipos de g8nero) de los espa"oles han cam!iado en las -ltimas d8cadas3 John
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escenarios sociales, sino que han disminuido sus mani/estaciones más rudas, y, al mismo tiempo, ha cambiado de rostro: en muchos casos se manifiesta de manera m,s suave# m,s ambi"ua# m,s sutil ,
aunque no por ello menos dolorosa, a /in de
eludir por una parte la accin de la justicia, y para mostrar, por otra, una imagen p-!lica socialmente .acepta!le0, alejada de las connotaciones asociadas al viejo racismo o al rancio y casposo machismo3 Es en este sentido en el que, desde hace algunas d8cadas, se viene ha!lando de prejuicio o racismo simbólico, que posteriormente reci!irá el nom!re de racismo moderno #9c@onahay, Hardy y Batts, $%;$)G de prejuicio sutil #*ettigre y 9eertens, $%%?)G de racismo aversivo #
#Matz, $%;$)3 En realidad, se trata de distintas etiquetas para
re/erirse a un mismo hecho: el rechazo eplícito y abierto a formas ofensivas de discriminación# se"re"ación y eclusión en t3rminos de raza# etnia# edad# "3nero#
etc3, y la aceptacin, el acuerdo y el apoyo a pol+ticas de igualdad y de integracin3 Codo ello convive, en una sutil armon+a, con sentimientos negativos y, !ajo determinadas circunstancias, con comportamientos claramente discriminatorios3 Hay, por ejemplo, muchas personas que de/ienden de manera e4pl+cita principios igualitarios y se consideran a s+ mismas como no prejuiciosas que, .de manera inconsciente, a!rigan sentimientos y creencias negativas respecto a los a/roamericanos y a otras minor+as0 #
4re&uicio6racismo a%ersi%o
4re&uicio6racismo sim"ólico o moderno
4re&uicio sutil
n comparación con el racismo tradicional, el racismo aversivo se caracteri$a por sesgos sutiles y a veces no intencionados de parte de personas #ue sustentan valores igualitarios y #ue se tienen por tolerantes y alejadas de cual#uier forma de discriminación y de comportamiento hostil (ohn Dovidio y 9amuel /aertner). l racismo alude a la idea, impresión, sentimiento o convicción de #ue los exogrupos est!n violando nuestros m!s apreciados valores y haciendo demandas para cambiar el statu 'uo, la correlación de fuer$as y, por tanto, el ordenamiento social (ohn c"onahay). "omo su mismo nombre indica, el prejuicio sutil se sirve de formas encubiertas, distantes e indirectas de manifestar recha$o y hostilidad respecto a los miembros del exogrupo (Thomas -ettigreM y 'oel eertens).
16 4re&uicio6racismo am"i%alente
-osesión simult!nea de actitudes positivas y negativas respecto a los miembros de los exogrupos procedentes del compromiso, en el caso del racismo, con valores humanitarios y valores procedentes de la %tica protestante (rMin Oat$).
En el /ondo de todas estas mani/estaciones del prejuicio laten unas creencias, más o menos acendradas y más o menos compartidas, que, tras una apariencia inocua, no resultan especialmente tranquilizadoras porque siguen llevando impl+cito el supuesto de la superioridad del endogrupo y de la amenaza del e4ogrupo, del e4tra"o, de aquel con el que solo nos une lo general #la pertenencia a la especie humana, por ejemplo), lo que no nos di/erencia3 Es por eso por lo que parece hacerse necesario ea"erar las diferencias culturales, cuidar de que nadie atente contra
valores, creencias, costum!res
y tradiciones que consideramos irrenuncia!lesG negar las demandas .ileg+timas0 de determinados grupos para cam!iar su estatus y el estatus del resto de los gruposG denunciar que reci!en más atencin y ayuda de la que se merecen y de lo que aportanG y poner de mani/iesto que no son dignos de con/ianza porque generan ansiedad, preocupacin, inseguridad, etc3 Codo ello no es razn para atacarlos, hostigarlos, e4pulsarlos de nuestro entorno, etc3, pero desde luego de!en sa!er que no cuentan con nuestro apoyo y no merecen nuestro a/ectoG que su/rirán nuestra indi/erencia #la negacin de la intimidad en el triángulo del odio)3 A veces, esos mensajes se transmiten a trav8s de “microa"resiones raciales”: interacciones diarias que llevan impresas mensajes #el tono de voz, la mirada, gestos, etc3) denigrantes, normalmente automáticos, /recuentemente casi impercepti!les, a personas de color #a/roamericanos, latinos, asiáticos, etc3) por su mera pertenencia a un grupo minoritario3
micro
como cuando a un ciudadano norteamericano de origen asiático o latino
se le /elicita por ha!lar .tan correctamente0 ingl8s #Sue, et al3, 122, p3 11)3
17 formas manifiestas de prejuicio #cercano, manifestaciones m,s “tolerables”,
directo y acalorado) han ido dando paso a
más sutiles, seg-n su denominacin #más /r+as,
distantes e indirectas)3 Am!as, a"aden, persiguen el mismo o!jetivo: el mantenimiento de la estrati/icacin racial, 8tnica y religiosaG seguir apoyando la estructura, justi/icar el sistema, que hemos visto en el cap+tulo anterior3 Cuadro 11.7. 4re&uicio manifiesto # pre&uicio sutil (-ettigreM y eertens, :;;)
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4re&uicio manifiesto -ercepción de amena$a. 'echa$o del exogrupo. "reencia en la inferioridad gen%tica del exogrupo. &posición al contacto íntimo con miembros del exogrupoG resistencia emocional al contacto sexual y al matrimonio intergrupal.
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4re&ucio sutil Defensa de los %alores tradicionales. (xageración de las diferencias culturales. !s #ue despreciar los valores, costumbres, creencias o tradiciones del exogrupo, el racista sutil prefiere poner el %nfasis en las EinsalvablesF diferencias entre unas culturas y otras, entre un grupo y otro. )egación de emociones positi%as a los miembros del exogrupo. l racista sutil evita las manifestaciones de antipatía y odio, pero evita manifestar empatía.
*artiendo de estas sencillas consideraciones tericas, la aplicacin de una escala, e4presamente ela!orada para medir am!as /ormas de prejuicio, a &;$2 sujetos de cuatro pa+ses europeos #Holanda, Alemania, Francia y eino nido), con/irma la e4istencia de am!os tipos de prejuicio acompa"ada de algunos resultados de inter8s de entre los que ca!r+a destacar los siguientes: a) el etnocentrismo es la varia!le predictora más importante de am!as mani/estaciones del prejuicioG !) el conservadurismo los predice igualmente, pero alcanza una especial relevancia en la de/ensa de los valores tradicionalesG c) el !ajo nivel educativo se relaciona signi/icativamente con las dos mani/estaciones del prejuicio, aunque no en las muestras de todos los pa+ses3 A estos resultados ca!e a"adir otro, quizás el más relevante de todos: la posi!ilidad de ela!orar una ta4onom+a de personas a partir de las puntuaciones o!tenidas en cada una de las su!escalas: a) igualitarias: aqu8llas que punt-an !ajo en am!as escalasG !) sutiles: !ajas puntuaciones en la escala mani/iesta y altas en la escala sutil #este grupo pasar+a desaperci!ido con las medidas tradicionales del prejuicio)G c) intolerantes: punt-an alto en am!as escalas3 Jos8 Francisco ueda y 9arisol Kavas tradujeron y validaron la escala de *ettigre y 9eertens en Espa"a en una muestra de $'2 estudiantes de secundaria y de universidad #$1$ mujeres y &% hom!res) con una media de 12,1; a"os3 5os grupos respecto a los que se analiza!an am!os tipos de prejuicio eran gitanos, magre!+es e inmigrantes a/ricanos de raza negra3 @on algunos matices, poco relevantes
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para nuestros propsitos, los datos con/irman las dimensiones de la escala original #ver @uadro $$3')3 *or lo que respecta a la distri!ucin de la muestra, el $,?O caen dentro de los fanáticos e intolerantes, el '%,?O se u!ica!an en el grupo de los igualitarios, y el 1%O en el de los sutiles, con un matiz: en relacin con los gitanos, los igualitarios y los sutiles se
igualan #%O), lo que viene a corro!orar que en Espa"a son las personas
pertenecientes a este grupo 8tnico las que más rechazo cosechan3 En el cap+tulo de las emociones, los datos indican que no e4isten di/erencias signi/icativas entre igualitarios y sutiles en la e4presin de sentimientos de odio, hostilidad, miedo y asco, pero los sutiles
muestran, signi/icativamente más que los igualitarios, incomodidad e
inseguridad #ueda y Kavas, $%%', p3 $)3 Finalmente, entre igualitarios y sutiles se dan tam!i8n di/erencias en cuanto a las pol+ticas de inmigracin: los sutiles se muestran mucho más restrictivos que los igualitarios respecto a los permisos de residencia, las ayudas institucionales, la e4pulsin del pa+s, etc3 El hecho de que sea sutil, no signi/ica que el prejuicio no sea .visi!le03 Si prestamos atencin cuando vamos por la calle, lo podemos encontrar en cualquier esquina, !asta prestar atencin a lo que ocurre a nuestro alrededor y lo analicemos dejándonos llevar por los conocimientos adquiridos en *sicolog+a social3 As+ lo hicieron nuestros estudiantes en una práctica de *sicolog+a de los Drupos en septiem!re de 12$? #ver @uadro $$3) consistente en detectar mani/estaciones sutiles del prejuicio en el entorno de la vida cotidiana3 Cuadro 11.8. El pre&uicio sutil l otro día iba sentada en el etro y al rato apareció un mendigo #ue se #uería sentar en un asiento #ue estaba vacío. Lna ve$ #ue se sentó, las personas se iban cambiando de asiento hasta #ue se #uedó solo en un asiento de 2, incluso cuando no había m!s asientos y las personas prefirieron #uedarse de pie. l mi%rcoles 0= de septiembre (01:) cogí el etro para ir al centro. ba de pie en el Kltimo vagón cuando vino desde el vagón anterior un hombre #ue, chapurreando espa6ol (probablemente era de uropa del ste), pedía dinero. e fij% #ue segKn avan$aba, las personas evitaban establecer contacto visual con %l. "uando se aproximó a la parte final del vagón, donde había m!s gente debido a #ue se bajaban en la próxima parada, las personas empe$aron a formar un pasillo para #ue el hombre pasara, evitando incluso el contacto físico, aun#ue lo #ue m!s me sorprendió fue un chico joven #ue iba escuchando mKsica mientras jugaba con el móvil y al ver #ue el hombre estaba a su lado esperando a #ue se abriera la puerta para bajar, inmediatamente guardó su móvil en el bolsillo y se #uedó escuchando mKsica con las manos metidas en los bolsillos. Lna ve$ #ue el hombre se bajó y se cerraron las puertas, el chaval volvió a sacar el móvil del bolsillo y siguió jugando como antes. Lno de mis mejores amigos ha puesto recientemente un anuncio en nternet para al#uilar una de las habitaciones de su casa. stando yo el otro día con %l, recibió una llamada al móvil. 9u respuesta me sorprendió ya #ue, a pesar de #ue la habitación aun no estaba ocupada, escuch% cómo mi amigo decía
19 #ue lo sentía pero #ue ya no estaba disponible. "uando le pregunt% #ue por #u% había dicho eso, me contestóG Epaso, era un panchitoF.
A partir de la validacin de la escala de *ettigre y 9eertens, han sido muchas las investigaciones llevadas a ca!o en nuestro pa+s3 El panorama que han di!ujado lo vamos a presentar, de manera resumida, en tres !reves apartados: a) evolucin de la tipolog+a propuesta por *ettrigre y 9eertensG !) correlatos de dicha tipolog+a, y c) componente emocional #intergrupal) del prejuicio3 En cuanto al primero de ellos, presentamos los datos o!tenidos mediante la aplicacin de la Escala de *ettrigre y 9eertens en diversos estudios llevados a ca!o en Espa"a, a e4cepcin del realizado por @entro de >nvestigaciones Sociolgicas #@>S) y el N!servatorio Espa"ol del acismo y la =eno/o!ia #NBEA=E), que utiliza un cuestionario ela!orado para la ocasin3 Cuadro 11.9. 0a tipología del pre&uicio en España
Muestra Exogrupo
*anáticos +utiles ,gualitarios
3ueda # :a%as (1;;7)
<óme$= ,errocal # Mo#a (1;;;)
<óme$ # >uici (1;;;)
IP :<1 (:0: y =; H con una media de edad de 01.0B a6os). /itanos, magrebíes y africanos :,Q 0;Q <;,Q
IP 0;1 (:>= y ::> H con una de edad de :>.1 a6os). /itanos
IP <0: (::; y 1: H entre :0 y :B a6os). /itanos, magrebíes y africanos B,Q =1,<>Q >Q
::,>Q >,0Q 00,>Q
Espelt ?a%alo# # Corne&o (*@@7) IP ;: (2;1 y ;; H con una media de 01.;= a6os) arro#uíes
<,;Q =0,=Q <1,BQ
CI+=A,E3-BE (*@1)
IP 02<2
nmigrantes en general =>Q =>Q 0
5os resultados que nos o/recen estas investigaciones no son tan incoherentes como parece a primera vista3 A e4cepcin del -ltimo de los estudios, los fan,ticos son el "rupo menos numeroso en nuestro país 3 En los dos estudios que tienen como o!jeto
de prejuicio los mismos e4ogrupos #ueda y Kavas, $%%', y Dmez y Huici, $%%%), la distri!ucin tipolgica de la muestra es relativamente parecida3 Cal y como hemos comentado con anterioridad, el porcentaje de racismo manifiesto respecto a los "itanos si"ue siendo muy altoG
son los que concitan el mayor nivel de prejuicio, tanto
sutil como mani/iesto3 @uando es este el -nico e4ogrupo #Dmez(Borrocal y 9oya, $%%%), los igualitarios su/ren un descenso muy llamativo3 *or otra parte, el nivel de prejuicio y enofobia en nuestro país no es residual ,
sino que parece a/ectar a un
porcentaje signi/icativo de la po!lacin3 Sea como /uere, no ca!e duda que el estudio
1<
que mejor re/leja nuestra situacin es el que regularmente lleva a ca!o el @>S( NBEA=E3 *or dos razones3 En primer lugar, porque utiliza una muestra representativa de la po!lacin espa"ola, y despu8s, porque la medicin del prejuicio se lleva a ca!o mediante un cuestionario e4presamente dise"ado para medir los tres niveles de prejuicio y compuesto por nueve indicadores: aceptacin de la convivencia, detraccin de prestaciones sociales, conveniencia de la sociedad multicultural y pluri8tnica, concesin de derechos a los inmigrantes, detraccin de oportunidades la!orales, permisividad de la pol+tica inmigratoria, rechazo a la sociedad multicultural, necesidad de la inmigracin y penalizacin del racismo3 Comando como punto de partida este cuestionario, la evolucin del racismo y la 4eno/o!ia en Espa"a presenta el siguiente per/il: igura 11.. E%olución de las actitudes !acia la inmigración ("ea y alles, 01:2, p. 0;2)
5a interpretacin que se hace de esta evolucin se corresponde con una de las propuestas de Eliot Smith: las emociones son muy sensibles al conteto y a la situación3
En nuestro caso, ese conte4to se llama .crisis0: .hasta la encuesta de 122;,
los ambivalentes se ha!+an distinguido por una actitud hacia la inmigracin más pr4ima a la tolerancia que al rechazo3 @on el inicio de la crisis(recesin econmica y su consolidacin, la ambivalencia se apro4ima al rechazo0 #@ea y Lalles, 12$, p3 &2%), especialmente entre la po!lacin joven, que es la que está su/riendo de manera más
>
directa e inmisericorde las consecuencias de la crisis3 5as dimensiones que alcanzan valores especialmente negativos son la percepcin de que los migrantes restan oportunidades la!orales y prestaciones sociales3 5os resultados del >n/orme de la Juventud 12$1 corro!oran esta tendencia3 El criterio utilizado es de la distancia social# “el "rado de tolerancia y aceptación de la diferencia como parte del espacio cotidiano0
#>nstituto de la Juventud, 12$&, p3 $%&) respecto a colectivos como e4
delincuentes, e4 drogadictos, inmigrantes, gitanos, homose4uales, discapacitados, musulmanes, etc3 5a conclusin es que ha habido entre nuestros jóvenes un incremento de la distancia social respecto a todos los colectivos,
a e4cepcin del de
los gitanos: se ha incrementado en ? puntos el rechazo a e4 delincuentes, e4 drogadictos y musulmanes, en & puntos en el caso de inmigrantes gen8ricos, y de &,? para gays y les!ianas #>nstituto de la Juventud, 12$&, p3 $%)3 nos datos que no invitan precisamente al optimismo3 $l prejuicio,
dec+a Allport, es una actitud "eneralizada , que se asocia y se
relaciona con posturas en torno a di/erentes temas y colectivos que con/orman nuestra realidad multigrupal y multicategorial3 Este ser+a el segundo de los resultados a que han dado lugar las investigaciones so!re el prejuicio llevadas a ca!o en nuestro pa+s3 5as resumimos en los siguientes puntos: $3 $iste una relación, !astante previsi!le por lo demás, entre el nivel de prejuicio y la ideolo"ía política:
los igualitarios se sit-an, de manera claramente
di/erencial, a la izquierda del espectro pol+tico en nuestro pa+s3 En el estudio de Pngel Dmez y @armen Huici, por ejemplo, lo hac+a el 1,'O de los igualitarios, mientras entre los sutiles, el &1,1O se situa!a en el centro y el &,'O a la derecha3 *or lo que respecta a los fanáticos, el %,;O se situa!a a la derecha, el ,O en el centro, y el &,O a la izquierda3 13 $l tipo de racismo #igualitario, mani/iesto o sutil) predice de manera m,s fiable que la simple adscripción política la postura frente a las políticas de inmi"ración.
&3 !a falta de semejanza percibida se asocia de manera muy si"nificativa con el nivel de prejuicio 3 En el
caso de los gitanos, se relaciona de manera especial con
el prejuicio sutil3
1
3 $l inter3s por el mantenimiento de los valores culturales propios y la oposición al multiculturalismo se asocia tanto al prejuicio manifiesto como al sutil 3
5a aceptacin de una sociedad multicultural y multi8tnica es propia de los tolerantes, mientras que la de/ensa de las pol+ticas de asimilacin a trav8s de la renuncia a valores y tradiciones culturales #guardar el amadán, cu!rirse la ca!eza con el velo en el caso de las mujeres, e4igir la construccin de mezquitas, etc3) y adopcin de los valores de la sociedad receptora) es más propia de fanáticos y sutiles3 ?3 !a percepción de amenaza jue"a un papel especialmente destacado en la din,mica del prejuicio, tanto del sutil como del mani/iesto3
5a investigacin de Pngel Dmez y @armen Huici, y con ello damos paso al tercero de los apartados, nos o/rece una visin precisa del componente intergrupal de las emociones3 ecordemos que son tres los e4ogrupos respecto a los que analizan el nivel de prejuicio sutil o mani/iesto: los gitanos, los magre!+es y los a/ricanos3 El análisis de nueve emociones en sus relaciones con los tres tipos de prejuicio, teniendo en cuenta que las puntuaciones oscilan entre $ y ?, nos di!uja el siguiente panorama3 igura 11.2. Emociones intergrupales seg/n el tipo de pre&uicio (/óme$ y Huici, :;;;, p. :>2)
*artiendo de su 9@E, Susan Fise o/rece una in/ormacin que tiene un gran inter8s terico desde la ptica del prejuicio como emocin: la corro!oracin de que distintos "rupos activan emociones distintas3
Ia conocemos su punto de partida: las
emociones intergrupales resultan de las valoraciones #. appraisals0) que hacemos en torno a las dos dimensiones !ásicas de los grupos: la competencia y la calidez3 En el -ltimo de sus estudios para poner a prue!a el 9@E participan ?? estudiantes de *sicolog+a #?2 mujeres y ? varones), que responden a la pregunta de cmo le hace sentir #en una escala de $ a ?) a su grupo #qu8 sentimientos despiertan) los 1 grupos que, en un estudio previo, una muestra de estudiantes ha!+a distinguido en la sociedad norteamericana3 El @uadro $$3% nos muestra los resultados #Fise, et al3, 1221, p3 ;%)3 Cuadro 11.;. Emociones distintas para grupos diferentes Tipo de grupo ndogrupo (estudiantes, blancos. clase media, mujeres, cristianos)
*lto "ompetenteR no sociable (gente
-dmiración 0.>0
En%idia :.>
4iedad :.20
Desprecio :.2=
rica, hombres, judíos, asi!ticos, profesionales, gente con estudios)
0.B0
0.B
:.=>
:.><
0.0;
:.1=
=.<<
:.>1
:.=<
:.1=
=.=;
0.1
0.1<
:.0<
:.;<
:.B0
"alide$ emocionalRno competencia (minusv!lidos, personas con dificultades y necesidades especiales),
Io competenciaR no sociabilidad (pobres, personas sin hogar, receptores de beneficencia)
/rupos mixtos (homosexuales, hispanos, trabajadores de cuello blanco, afroamericanos, nativos americanos, musulmanes y jóvenes)
1>.5. !a discriminación como conducta y la discriminación como sistema
Que los grupos que con/orman nuestra realidad social generan emociones particulares es un hecho claramente avalado por la investigacin en las -ltimas d8cadas3 Cam!i8n lo es que estas emociones juegan un papel más relevante de lo que previamente se ha!+a supuesto3 Ha ha!ido, pues, un cam!io de perspectiva: ya no son solo ni siempre los estereotipos los que anteceden al prejuicioG puede que en algunos casos sea al rev8s #ver Figura $$31), de suerte que el componente cognitivo venga a ser una justi/icacin del componente emocional3 En algunos momentos, am!os pueden ser tam!i8n el resultado del componente conductual, por un simple proceso de consonancia cognitiva3 Hemos visto que la naturaleza y el contenido de esas emociones y cogniciones son el resultado de lo que los distintos grupos puedan a/ectar a la autoestima, identidad, seguridad o !ienestar del .Io0 y de los .m+os03 Ahora a"adimos un nuevo componente, nada novedoso, por otra parte, en este rompeca!ezas: cuando las emociones y las co"niciones tienen un tono ne"ativo #cuando vemos a un
grupo como
una amenaza, por ejemplo) se abre de par en par la puerta para comportamientos que si"uen esa misma estela3 discriminación3
Esos comportamientos reci!en el nom!re de
*ero es necesario a"adir un importante matiz: los diversos meta(
análisis llevados a ca!o so!re este tema han puesto de mani/iesto que el prejuicio #las
4
emociones intergrupales) predice la discriminacin dos veces más que el componente cognitivo presente en las relaciones intergrupales3 En este sentido, podr+amos ha!lar de un amplio consenso en torno a la siguiente idea: el prototipo de la discriminación, se"ala!a
#Schneider, 122, p3 1%1)3 5os cr+menes de odio que mencioná!amos al inicio de este cap+tulo, nos recuerdan Izer!yt y
implica,
pues, conductas activamente ne"ativas %hostiles#
humillantes# ecluyentes- contra una persona en razón de su pertenencia cate"orial, o,
más sutilmente, como dice John
que las que dirigimos a los miem!ros de nuestros grupos en circunstancias compara!les3 5a discriminacin .lleva a la práctica, de modo activo, una distincin hecha en detrimento de alg-n grupo0 #Allport, $%'1, p3 1%) negando a las personas pertenecientes a 8l la igualdad de trato que pueden desear #p3 2) en diversos campos #tra!ajo, educacin, sanidad, vivienda, relacin, etc3) y que, en muchas ocasiones, es de justicia darles3 Kuestra @onstitucin , en su art+culo $, alude de manera directa a este aspecto de la discriminacin: .5os espa"oles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminacin alguna por razn de nacimiento, raza, se4o, religin, opinin o cualquier otra circunstancia personal o social03 Esto resulta muy /ácil decirlo, pero al parecer algunas personas tienen muchas di/icultades para ponerlo en práctica3 El @uadro $$3$2 es un !uen ejemplo3 5as cuatro historias las cuentan, como v+ctimas, estudiantes de *sicolog+a en un ejercicio so!re la discriminacin y el prejuicio realizado tam!i8n en el marco de las prácticas de *sicolog+a de los Drupos, con una sencilla instruccin: .una vez que hemos analizado cmo de/ine la *sicolog+a social la discriminacin, relata alg-n acontecimiento en el que hayas sido personalmente v+ctima de ella03 Cuadro 11.1@. 0a discriminación nuestra de cada día Hace cinco a6os conocí a un chico con el #ue comenc% a salir. -asada una semana me comentó #ue sus padres pertenecían a los Testigos de ehov! y #ue %l, aun#ue no era muy devoto, se veía obligado a asistir a sus reuniones debido a #ue todavía era mantenido económicamente por ellos. "uando se lo cont% a mis padres, se llevaron las manos a la cabe$a. "uando %l se lo contó a los suyos, le prohibieron terminantemente salir conmigo a no ser #ue yo me hiciera de los Testigos de ehov!. -ara ellos, #ue su
5 hijo saliera con alguien ajeno al grupo era una especie de desprestigio por#ue daba a entender #ue no eran capaces de guiar a su hijo por los caminos supuestamente correctos. +a situación en su casa era insostenible. "ontinuamente le hablaban de Elo malaF #ue era yo para %l, le presentaban chicas de los Testigos para #ue las conociese y se olvidara de mí, y continuamente repetían #ue estaba deshonrando a su familia. +a situación nos desbordó y nos vimos obligados a romper nuestra relación. Durante mi etapa en el colegio sufrí EbullyingF 4acoso escolar5 por parte de algunos compa6eros de mi clase. l motivo parecía ser mi peso. +a mayoría de las chicas de mi clase eran delgaditasJ yo, sin embargo, tenía un poco de sobrepeso. *l principio, no le di mucha importancia por#ue no me sentía del todo mal, pero a medida #ue los insultos iban aumentando, me empe$ó a afectar. 'ecuerdo una ocasión, en clase de nform!tica, #ue dos compa6eras se dedicaron toda la clase a insultarme con comentarios comoG Eírala. 9i es #ue no cabe en la sillaF. E?íjate #u% piernas #ue tieneF. *ntes de #ue sonara el timbre, me levant% corriendo de la silla y me fui de clase por#ue no era capa$ de aguantar las l!grimas. Durante un tiempo no se lo cont% a nadie por#ue me daba muchísima vergSen$a, pero mis padres se acabaron enterando por#ue en varias ocasiones compa6eros del colegio venían a mi casa a llamar por el telefonillo para decir tonterías. is padres #uisieron hablar con el colegio, pero yo no les dej% por#ue sabía #ue si lo hacía me #uedaría sin amigos. * mí esta etapa me afectó. 'ecuerdo #ue me costaba hablar con la gente, me daba vergSen$a preguntar dudas en clase y hubo una temporada en la #ue no salía con nadie. i madre lleva casi tres d%cadas viviendo en spa6a y su Knica nacionalidad es espa6ola, trabajando en este país desde entonces y hablando el idioma a la perfección. 9in embargo, su lugar de nacimiento es extranjero, por lo #ue su nombre y apellidos no son espa6oles. lla y yo vivimos juntas, y hace un par de a6os decidimos mudarnos a otra $ona de adrid. ncontramos un piso #ue nos gustó a trav%s de una conocida *gencia #ue adem!s proporciona todas las garantías a los propietarios de las viviendas evit!ndoles cual#uier tipo de riesgo de impago. Decidimos comen$ar con la mudan$a, procedimos al pago de la fian$a, y ya teníamos todo listo para la fecha de entrada. 9in embargo, en el Kltimo momento, cuando la agencia dispuso los papeles a la due6a, esta se negó rotundamente a firmarlos al ver el nombre extranjero de mi madre, #uien trató de convencerla entreg!ndole todos los papeles de todos los pagos llevados al día rigurosamente, no habi%ndose retrasado ni un solo mes a lo largo de todos esos a6os. +a due6a no #uiso saber nada y nos cerró completamente las puertas sin ver si#uiera la información #ue le proporcion!bamos. +o m!s preocupante es #ue este no ha sido el Knico caso #ue nos hemos encontrado a la hora de encontrar piso en adrid. "uando llegu% a spa6a me costó mucho trabajo adaptarme a la nueva situación, nuevos amigos, nuevo colegio. *l principio no me di cuenta, pero poco a poco las conductas de mis compa6eros eran cada ve$ m!s raras. "omen$ó con un recha$o. -or ejemploG nunca se sentaban a mi ladoJ siempre me tenía #ue sentar sola en clase. Io me di cuenta por#ue pensaba #ue como todas las chicas se sentaban con sus amigas era normal #uedarme sola, por#ue yo no las tenía. -ero la cosa no mejoró, sino #ue fue a peor. 'ecuerdo #ue una ve$ intent% sentarme en la misma mesa #ue una compa6era por#ue su amiga no había venido ese día, y me dijo #ue ese sitio era solo para espa6oles y no para Erumanos de mierdaF. * partir de ese día lo entendí todo. .. uchas veces, durante las clases, me tiraban hojas con comentarios como Erumana de mierdaF, Evete a tu paísF, Eputa rumanaF, etc. +o peor no era eso, sino el hecho de saber #ue no contaba con el apoyo de nadie, ni si#uiera con el de los profesores. ra todo tan normal para ellos. 9in embargo, para mí fue la etapa m!s difícil por la #ue tuve #ue pasar. ?inalmente, en la graduación de fin de Cachillerato, sufrí la peor humillación. Todos habían #uedado para ir a hacerse la orla y a mí no me avisaron. 'ecuerdo #ue estuve preguntando a mis compa6eros si tenían planeado algo o había #ue participar en cual#uier cosa. Iadie me comentó nada. N el día de la graduación, cuando subía para recibir la orla, vi #ue no estaba. e sentí muy mal, y en ese momento mir% a mis compa6eros #ue se estaban riendo y comentando cosas.
5os ejemplos que aca!amos de ver tienen un denominador com-n: apartar# alejar a determinadas personas de nuestro ,mbito y de nuestros escenarios de
6 interacción y de relación por contacto,
el mero hecho de su pertenencia categorialG ne"arles el
recluirlos en el rincn de la indi/erencia, condenarlos al aislamiento y la
soledad, hurtarles derechos /undamentales, trazar a su alrededor una especie de frontera social %y moral-
que no de!en traspasar3 En estos ejemplos resulta
relativamente /ácil encontrar un continuo que va de la emocin a la conducta: los sentimientos de desprecio culminan en conductas de hostilidad3 Este es un tipo de discriminacin .caliente03 *ero no es la -nica: ne"ar emociones positivas a los miembros del eo"rupo es tambi3n una forma de discriminación ,
de suerte que
.muchas de las /ormas y mani/estaciones de la discriminacin y de los sesgos intergrupales se pueden desarrollar no tanto como consecuencia del odio a los e4ogrupos, sino porque emociones positivas como admiracin, simpat+a y con/ianza las reservamos para los miem!ros del endogrupo y las negamos a los del e4ogrupo0 #Breer y Bron, $%%;, p3 ??)3 !a discriminación es rechazo# pero tambi3n falta de ayuda# ausencia de interacción# indiferencia 3 5a simple pre/erencia por los miem!ros
del endogrupo es una /orma indirecta de discriminacin3 Lolvemos, pues, al /avoritismo endogrupal en su /ormulacin original: la lealtad endogrupal es una mani/estacin indirecta de la discriminacin, una de esas mani/estaciones que no requiere la presencia del prejuicio #emociones negativas)3 Cras una reciente revisin de los estudios llevados a ca!o en las -ltimas d8cadas so!re discriminacin, Anthony Dreenald y Chomas *ettigre, dos pesos pesados en estos temas, han concluido de manera más o menos categrica que el favoritismo endo"rupal no es ya una causa de la discriminación en $stados ?nidos# sino que es la primera causa #Dreenald y *ettigre, 12$, p3 '2), !ien
entendido, por otra parte,
que en la actualidad, la discriminacin ha dejado de ser el resultado de odios sarracenos y se acerca mucho más a maneras sutiles en las que destaca mucho más la indi/erencia, la /alta de interaccin y la ausencia de conductas y acciones positivas que las mani/estaciones de desprecio y hostilidad3 .Ko estamos pretendiendo decir que el prejuicio hostil no juega ning-n papel en la discriminacin, sino de/ender que buena parte de las acciones discriminatorias ocurren sin hostilidad0
#Dreenald y
*ettigre, 12$, p3 '%), sin presencia de emociones negativas respecto a quienes no compartan nuestra pertenencia o identidad grupal3 En una pala!ra, .la discriminacin viene a ser mucho más al resultado de ayudar a los miem!ros del endogrupo que de da"ar a los miem!ros del e4ogrupo0 #p3 ';2)3 Ia lo ha!+a anticipado Susan Fise: cabe la posibilidad de discriminación en la que est, ausente el componente emocional G
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una discriminacin más ./r+a0, que suele darse con /recuencia en ám!itos la!orales y pro/esionales #Fise, $%%;, p3 &?), Que la discriminacin es una conducta que mani/estamos las personas a t+tulo individual resulta una o!viedad3 Basta con ver los ejemplos incluidos en el @uadro $$3$2)3
las que, com-nmente, su!yace la idea de que
nuestros valores, costum!res, ritos, tradiciones, ideolog+a, cdigos morales, etc3, son sencillamente superiores que los que caracterizan a otras culturas o etnias3 Ntras muchas son consecuencia de algunos de los criterios que de/inen el acceso al mercado de tra!ajo, al sistema educativo y sanitario, a los servicios sociales, etc3 Ha!lamos de una “discriminación institucional”,
que ocurre cuando el prejuicio manifiesto entra a
formar parte de la política institucional o
cuando las pol+ticas e4istentes restringen
oportunidades, posi!ilidades y elecciones a determinados grupos #Schneider, 122, p3 1%;)3 Estamos ha!lando del prejuicio como una norma "rupal3 James Jones le dio el nom!re de racismo institucional, y lo de/ine .como el conjunto de leyes, costum!res y prácticas que re/lejan y reproducen de manera sistemática las desigualdades sociales en la sociedad norteamericana0 #Jones, $%1, p3 $&$)3 I a"ade una consideracin terica y muy relevante en t8rminos prácticos: la posi!ilidad de que haya instituciones %o "rupos- que llevan dentro de sí #dentro de sus normas, de sus creencias, de sus metas y
o!jetivos, etc3) la semilla del racismo %o del machismo# la enofobia# la homofobia# etc.- es un hecho con el que de!emos contar3 Ia lo ha!+a adelantado Her!ert Blumer, un
eminente terico de la *sicolog+a social: el racismo es una estrate"ia para definir la posición social que ocupan determinados "rupos en nuestra sociedad,
para se"alar
qu8 posicin de!en ocupar en el orden y en la estructura social, para esta!lecer un orden jerárquico en torno a los dos ejes más importantes en las relaciones intergrupales: el eje dominio(sumisin, y el eje inclusin(e4clusin3 Estos son, entre otros, algunos de los argumentos en los que Bar!ara esin se apoya para ha!lar de la e4istencia de un verdadero sistema de discriminación que, en el caso del racismo en Estados nidos,
8
a/ecta a los ám!itos más importantes de la vida de una persona: há!itat residencial, escolaridad, empleo, sanidad, acceso al sistema de justicia, etc3 0a discriminación como sistema 4or discriminación como sistema se entiende una red de su"sistemas (dominios) dinmicamente relacionados en los #ueG a) las diferencias favorecen sistem!ticamente a ciertos gruposJ b) las desigualdades a lo largo de los distintos dominios se refuer$an mutuamente, y c) una fuente de desigualdad reside precisamente en la discriminación. +as amplias ine'uidades relacionadas con la ra$a (segregación racial, y diferencias en escolaridad, empleo, acceso a los sistemas de salud, educativo o judicial, ingresos, entre otros), constituyen un sistema cuya propiedad emergente es la so"re= discriminación. n efecto, toda esta red de desigualdades a las #ue, en alguna medida, contribuye la discriminación, conforman un sistema cuyo producto es una discriminación #ue se sitKa en un nivel estructural. sta discriminación contribuye de manera muy importante al mantenimiento de las desigualdades raciales presentes en el mundo en el #ue vivimos, afecta de manera inconsciente nuestras creencias y valores sobre el color y el m%rito y define la distribución de recursos. +a discriminación #ue emerge como consecuencia de este sistema mantiene las desigualdades dentro de cada uno de los subsistemas. En una pala"ra el sistema de discriminación racial es el producto de un sistema de desigualdades asociado a la ra$a # de un sistema de creencias 'ue lo perpet/a F ('es@in, 01:0, p. :;).
En este cruce de caminos, la discriminacin, so!re todo cuando se instala como sistema, deviene en eclusión social, es decir: a) en procesos #algunos de ellos legislativos) que impiden a ciertos "rupos #es decir, a las personas que pertenecen a ellos por el mero hecho de esa pertenencia) participar en i"ualdad de condiciones en la vida económica# social# política y cultural de los m,s elementales derechos humanosG barreras# construyen vallas# edifican
un pa+sG en acciones que vulneran
!) en comportamientos que trazan
muros que a+slan, separan y distancian a
determinadas personas de nuestro ám!ito de relacin, les niegan la pertenencia, los alejan de las redes sociales de proteccin y de apoyo, y de las preocupaciones morales de la po!lacin mayoritariaG y c) en sentimientos de indi/erencia social, rechazo, descone4in moral, etc3, que /orman parte de la deshumanizacin3 5a e4clusin social /orma parte, pues, del entramado en el que se dan cita la categorizacin social, el /avoritismo endogrupal, la discriminacin e4ogrupal, los sesgos intergrupales, el etnocentrismo, el prejuicio, el miedo al e4tra"o, la de/ensa del statu quo y la justi/icacin del sistema, etc3 #Npoto, $%%2)3 El resultado de este cctel perverso no puede ser muy positivo3 11.6. !a deshumanización
Ese sistema de desigualdades y de injusticias enraizado en lo más hondo del orden y de la estructura social /ue el detonante de esos odios /raguados en la Espa"a
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rural con los que a!r+amos este cap+tulo3
hemos venido intuyendo desde el comienzo del cap+tulo a partir de los delitos de odio, del valor insigni/icante que se le atri!uye a determinados grupos, de la justi/icacin de prácticas degradantes contra algunas personas por el mero hecho de pertenecer a un grupo, del discurso legitimador de la violencia, de la de/ensa numantina de determinados valores, etc3 *ero ahora ya no se trata de negar el saludo, de denegar la ayuda, de mostrar indi/erencia emocionalG ni siquiera de actuar de manera hostil respecto a determinadas personas, sino de ne"arles las cualidades que nos definen como humanos para pasar a ser percibidas como animales :
.se lanzarán so!re
nosotros, segu+a el mani/iesto de la @KC, como lo!os carniceros03 Esa es, de acuerdo con Kic Haslam, uno de los más concienzudos estudiosos en este campo, una de las dos modalidades que adquiere la deshumanización: los humanos nos di/erenciamos de los animales en atri!utos tales como civismo #. civility0), re/inamiento, #.refinement 0), sensi!ilidad moral, racionalidad y madurez3 @uando estos rasgos se les niegan a determinadas personas en razn de su pertenencia grupal, categorial, cultural, etc3, pasan a ser perci!idas como rudas, groseras, amorales, irracionales e in/antiloides, es decir, a situarse mucho más cerca de los animales que de los humanos3 Junto a la deshumanización animal, e4iste una deshumanización mec,nica, que convierte a las personas en objetos inanimados# en cosas inertes# frías# rí"idas# pasivas y superficiales,
en contraposicin con los rasgos que, seg-n Haslam #122'), de/inen la
<
naturaleza humana #emociones, socia!ilidad, apertura cognitiva, distintividad individual y re/le4ividad)3 En una investigacin transcultural se les pidi a % australianos, $1 chinos y '2 italianos, todos ellos estudiantes de *sicolog+a, que valoraran en qu8 medida los animales, los ro!ots y los seres so!renaturales ten+an la posi!ilidad de e4perimentar los siguientes estados psicolgicos: a) percepciones #o+r, ver, gustar, oler)G !) deseos #atraccin, aspiraciones, necesidades, motivaciones)G c) pensamientos #imaginar, conocer, razonar, pensar)G d) intenciones #elegir, decidir, esperar, intentar, plani/icar)G e) emociones primarias #clera, aversin, entusiasmo, miedo, pasin, placer, ra!ia y sorpresa) y /) emociones secundarias #admiracin, diversin, culpa, esperanza, amor, orgullo, remordimiento, resentimiento, vergTenza y ternura)3 5a comparacin intercultural no o/rece resultados de especial inter8s3 Sin em!argo, de cara a la de/inicin y a la delimitacin de los rasgos y atri!utos que de/inen el concepto de .humanidad0, hay algunos resultados que merecen nuestra atencin: a) a los animales se le atri!uyen menores niveles de emociones secundarias, niveles compara!les de emociones primarias y mayores capacidades perceptivas que a los humanosG !) a los ro!ots se le niegan tanto las emociones primarias como las secundariasG c) /inalmente, los seres so!renaturales #dioses, esp+ritus, superh8roes, etc3) no di/ieren de los humanos en emociones primarias y secundarias, y son superiores en intenciones, pensamientos y emociones #Haslam, et al3, 122;, p3 1?1)3 !a distinción entre emociones primarias pertenecientes a la especie animal
#tienen una !ase !iolgica, una rápida aparicin, una corta duracin y son universales) y emociones secundarias %propiamente humanas,
menos visi!les, más duraderas, con
componentes morales, menos intensas y más tard+as en el desarrollo ontogen8tico) ha!+a sido el punto de partida de las investigaciones realizadas por el grupo dirigido por Jacques *hilippe 5eyens desde hace más de una d8cada3 En un primer momento, plantean a un grupo de estudiantes de Ceneri/e y de 5ovaina una sencilla pregunta: .@qu3 características son típicamente humanasA0 5as respuestas apuntan a la e4istencia de tres cualidades centrales: inteligencia #razonamiento, pensamiento, etc3), sentimientos 6emociones secundarias7, y lenguaje3 5as emociones 6primarias7 apenas hac+an acto de presencia o aparec+an en los -ltimos lugares #odr+guez, odr+guez y 5eyens, 122&, p3 '$)3 *artiendo de estas primeras indagaciones, las investigaciones su!siguientes se centran de manera espec+/ica en los sentimientos !ajo un prisma que, en !uena medida, nos resulta /amiliar porque no deja de ser una consecuencia del
4>
/avoritismo endogrupal: a las personas pertenecientes al endo"rupo les atribuimos de manera espont,nea m,s
emociones secundarias # emociones típicamente
humanas), tanto positivas como negativas, que a los miembros del eo"rupo #5eyens,
et al3, 122$, p3 &%;)3 Esto ocurre solo en parte, porque el /avoritismo endogrupal tiene siempre un tono positivo, mientras que cuando están de por medio las cualidades que nos convierte en humanos, al endogrupo tam!i8n se le atri!uye la capacidad para e4perimentar celos, rencor, culpa, venganza, etc3 Bara ser percibidos como humanos , dirán los autores en tra!ajos posteriores, los miembros de un "rupo deben parecer %ser percibidos- inteli"entes# morales y capaces de eperimentar emociones complejas3
En el segundo de los tres estudios que llevan a ca!o para compro!ar su hiptesis principal participaron ; estudiantes de la niversidad de la 5aguna y %1 de la niversidad de Dranada3 Su tarea consist+a en seleccionar de entre un listado de t8rminos emocionales que alud+an a emociones primarias positivas #alegr+a, placer, pasin), emociones primarias negativas #aversin, clera e irritacin), emociones secundarias positivas #/elicidad, deleite y dis/rute) y emociones secundarias negativas #melancol+a, resignacin, desamparo), aqu8llas que /ueran especialmente caracter+sticas de los miem!ros de su endogrupo y del e4ogrupo #para los estudiantes de niversidad de 5a 5aguna el e4ogrupo eran .los peninsulares0 mientras que para los estudiantes de la niversidad de Dranada eran .los canarios0)3 ecu8rdese que, en comparacin con las primarias, las emociones secundarias son menos visi!les, nos o/recen más in/ormacin so!re la moralidad de las personas, requieren mayores recursos cognitivos, tienen un origen interno, son más duraderas, aparecen más tarde en el desarrollo ontogen8tico, y están más permeadas por varia!les culturales #odr+guez(*8rez, et al3, 12$)3 5a Figura $$3? recoge los resultados3 igura 11.5. Emociones primarias # secundarias atri"uidas a los miem"ros del endogrupo # del exogrupo (+eyens, et al., 011:, p. 210).
El dato más caracter+stico de este estudio es que los participantes #tanto la muestra de Ceneri/e como la de Dranada) atribuyeron m,s emociones secundarias al endo"rupo que al eo"rupo3 &quello que nos diferencia como humanos
#las
emociones secundarias), lo atribuimos de manera preferente a los miembros del endo"rupoG
.consiguientemente, al resto de los grupos solo se les puede atri!uir una
esencia humana incompleta3
41
esencia in/rahumana al e4ogrupo es el re/lejo de un /avoritismo endogrupal que de manera impermea!le protege al endogrupo de impurezas0 #5eyens, et al3, 122$, p3 2) y sirve para algo que ya conocemos: para seguir manteniendo el statu quo de un grupo y otro, para justi/icar un sistema de dominio y sumisin, para legitimar un orden social por muy desigual e injusto que este pueda ser3 0a infra!umani$ación del exogrupo Discriminar a los otros es, de algKn modo, infrahumani$arlos, desposeerles, en parte, de la esencia humana #ue solo el endogrupo posee. 9i las personas categori$amos la realidad atribuyendo una especie de esencia intangible a cada grupo y si, al mismo tiempo, tendemos a favorecer a a#uel grupo en el #ue nos incluimos, parece lógico #ue atribuyamos a dicho grupo una esencia superior. sto es, #ue atribuyamos a nuestro propio grupo las cualidades #ue, en esencia, nos definen como seres humanos. Iuestro trabajo se ha centrado en una de las características #ue constituyen la esencia humana y #ue, sorprendentemente, ha sido ignorada por las ciencias socialesG la capacidad de experimentar sentimientos. Infra!umani$amos a los otros negndoles la posi"ilidad de experimentar sentimientos , es decir, pri%ndoles de una de las potencialidades "sicas del ser !umano ('odrígue$, 'odrígue$ y +eyens, 011=, p. >>).
normas#
est,ndares
y
obli"aciones
deshumanización3 En el cap+tulo 1 hemos visto
morales
en
el
proceso
de
que los contenidos que /orman parte de
nuestra mente giran de manera prioritaria en torno al .Io0 y a los otros, !ien a t+tulo individual o en tanto que miem!ros de grupos y categor+as sociales3 Susan Npoto sostiene que los esquemas categoriales # espacios categoriales los denomina ella) so!re los otros pueden quedar dentro o fuera de nuestras obli"aciones moralesG
los
perci!imos como o!jetos que merecen nuestra consideracin moral, o no sentimos tener respecto a ellos ninguna o!ligacin 8tica o moral3 Si quedan dentro, los estándares morales inhi!en y /renan la ejecucin de aquellos comportamientos que puedan causar perjuicio o da"o a terceras personas3 Ese es el modo ha!itual de conducirnos3 $n el
4 se"undo de los casos #si
quedan /uera) se produce una desinhibición , un des!loqueo
de estas !arreras, que nos permite actuar al mar"en de las consideraciones morales habituales
y desencadenar, en consecuencia, acciones desconsideradas, hostiles y
crueles respecto a determinadas personas3 Eso es lo que ocurre !ajo el e/ecto de desindividuacin #anonimato, di/usin de la responsa!ilidad, li!eracin de restricciones sociales y morales) al que *hilip Uim!ardo puso letra y m-sica en su conocido .E4perimento de la *risin de Stan/ord0: los prisioneros perdieron su li!ertad, su intimidad y su identidad, poniendo as+ en !andeja a los guardianes la posi!ilidad de actuar a su antojo, li!res de toda convencin moral, de todo control, de toda auto( regulacin: .cuando se considera que ciertas personas o grupos están /uera de la es/era de la humanidad, los agentes deshumanizadores suspenden la moralidad que normalmente regir+a sus actos hacia sus cong8neres0 #Uim!ardo, 122, p3 2)3 Eso ocurre cuando y porque a estas personas las e4cluimos de nuestro espacio social, hemos trazado respecto a ellas una gruesa /rontera, una distancia psicolgica insalva!le que los ha situado al otro lado de nuestro universo moral3 I as+, .grupos de personas que son sistemáticamente demonizados, asignados a categor+as in/eriores o peligrosas e identi/icados con etiquetas despectivas, son /ácilmente e4cluidos de los lazos de la empat+a y de la proteccin que conceden los preceptos legales y morales0 #Melman y Hamilton, $%;%, p3 $'&)3 !a deshumanización no se jue"a tanto en la ne"ación de cualidades particulares a determinadas personas como en ecluirlas de nuestro espacio moral situ,ndolas “fuera de los límites en los que ri"en los valores morales y las re"las de justicia0 #Npoto, $%%2, p3 $)3
Ha sido Al!ert Bandura, otro nom!re propio de la *sicolog+a, quien de manera más sistemática ha estudiado este proceso3 5o ha hecho !ajo el siguiente supuesto: los seres humanos disponemos de capacidades autodirectivas que nos permiten controlar en cierta medida nuestros pensamientos# nuestros sentimientos y nuestras acciones en /uncin de las
consecuencias que 8stas pueden tener para nosotros
y para terceras personas .*or tanto, el funcionamiento psicoló"ico est, re"ulado por una interacción recíproca de fuentes de influencia de car,cter eterno y auto"eneradas por el propio individuo0
#Bandura, $%;, p3 &'2)3 E4isten, pues, unos
mecanismos auto(reguladores y auto(sancionadores, /ruto del aprendizaje, de la e4periencia, de las normas sociales, de las creencias personales, etc3, que gu+an nuestra conducta en la direccin deseada3 En relacin con el tema que nos está ocupando en este cap+tulo #las relaciones con y entre los miem!ros pertenecientes a distintos grupos) estos
44
mecanismos cumplen una do!le /uncin: inhi!en conductas inhumanas y promueven de manera proactiva conductas humanizantes3
moral) interpersonal3 Sin em!argo, la activacin de estos mecanismos no es automática, sino selectiva, de suerte que en determinados momentos, en determinados conte4tos, /rente a determinadas personas esos mecanismos se quie!ran, los pasamos por alto quedando desconectados los estándares morales que dirigen la actividad de cualquier persona3 Es ah+, dir+a Bandura #$%%%), donde se a!ren paso los más e4ecra!les cr+menes de odio3 5os mecanismos utilizados en este proceso los recogemos en el siguiente cuadro: Cuadro 11.1@. 0os mecanismos de desconexión moral (*lbert Candura)
-ustificación moral
(ti'uetado eufem.stico
*ntes de implicarnos en acciones destructivas, las personas necesitamos una estrategia justificadora, una estrategia #ue las haga moralmente aceptables. +as acciones #ue conllevan da6o intencional a víctimas inocentes reciben denominaciones edulcoradas. 9e habla de Eacciones preventivasF, de Eda6os colateralesF, de Eoperaciones de limpie$aF, etc. 9e podía haber actuado de manera mucho m!s cruel. De no haber intervenido, las cosas hubieran sido mucho peores. llos se han comportado con nosotros de manera mucho m!s cruel. +as acciones emprendidas son dolorosas, pero han ahorrado mucho sufrimiento. nvocación de la obediencia a la autoridad, del cumplimiento de las normas, de la presión social, etc., #ue nos exonera de responsabilidad respecto a nuestras propias acciones. ste efecto se produce bajo dos condicionesG cuando las acciones entran dentro de la rutina burocr!tica, y cuando su ejecución es compartida por varias personas en acciones colectivas o en toma de decisiones grupales. Tendencia a minimi$ar las consecuencias da6inas de las acciones. Dicha minimi$ación se produce de manera especial cuando el sufrimiento de la víctima no resulta visible o cuando los efectos de la acción no nos inmediatos. +as víctimas no est!n libres de culpaJ su manera de pensar o de actuar ha contribuido de manera poderosa a las acciones contra ellas y, por tanto, son responsables en alguna medida de lo #ue les sucede. Desposeer a las personas de sentimientos, esperan$as, ilusiones y preocupaciones humanas y representarlos como EestKpidos salvajesF, Efieras sat!nicasF, •
•
Comparación %enta!osa
•
•
Desplaamiento de la responsabilidad
Difusión de la responsabilidad
Distorsión de las consecuencias
Culpar a la %.ctima
Des$umaniación
45 EdegeneradosF, etc.
ecientemente, un grupo de investigadores han ideado y validado un original m8todo para medir la deshumanizacin e4pl+cita, aqu8lla que mantiene la creencia en la in/erioridad natural de determinados grupos: la utilizacin de las conocidas siluetas de la evolucin humana #. The Ascent of Man0(A9()3 A los participantes se les pide que se"alen, utilizando el cursor, el nivel de desarrollo /ilogen8tico que, desde su punto de vista, han logrado los grupos que se enumeran de!ajo de la imagen3 Cericamente, este m8todo se"ala de manera n+tida la di/erencia entre nuestros ancestros cuadr-pedos y el ser humano actual, entre un escaso y un completo desarrollo cognitivo y cultural, entre la !ar!arie y la civilizacin #Mteily, Bruneau, aytz y @otterill, 12$?)3 Cres son las hiptesis que ponen a prue!a: a) la deshumanizacin e4pl+cita estará más relacionada con la creencia en la superioridad natural de determinados grupos respecto a otros que la deshumanizacin sutilG !) la deshumanizacin directa predice con mayor garant+a que la sutil comportamientos intergrupales agresivos en conte4tos de con/licto, y c) la A9 se relaciona con otras medidas de la deshumanizacin e4pl+cita y de manera especial con aquellas que midan la deshumanizacin animal3 igura 11.7. Medida de la des!umani$ación
5a aplicacin de la A9 a una amplia muestra de sujetos de distintos pa+ses #1&&1 norteamericanos de di/erentes or+genes culturales, %2' ciudadanos h-ngaros y $% ingleses), junto a otras prue!as más clásicas que med+an la orientacin a la dominancia social #SAC), etc3, a lo largo de siete estudios, han dado lugar a un sin/+n de resultados de entre los que, para los propsitos de este cap+tulo, ca!r+a destacar los siguientes: a) en primer lugar, se pone de mani/iesto la presencia de la deshumanizacin directa y a!ierta: los participantes de tres pa+ses di/erentes #Estados nidos, Hungr+a y Dran Breta"a) consideran que hay unos grupos que están menos evolucionados, /ilogen8ticamente ha!lando, y son menos civilizados que otrosG !) la deshumanizacin, medida a trav8s del A9, es el predictor más potente del autoritarismo, la S
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personalidad3 5a primera, con la creencia en la superioridad de determinados grupos y el derecho a ejercer el dominio so!re otros #etnocentrismo)G la segunda, con la de/ensa del igualitarismo3 Asimismo, la deshumanizacin a!ierta correlaciona positivamente con las medidas del autoritarismo, y /inalmente, e) el A9 se ha revelado como una herramienta -til para medir la deshumanizacin en particular y los procesos intergrupales más en general #Mteily, Bruneau, aytz y @otterill, 12$?)3
4ara recordar •
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+os crímenes de odio siguen ocupando un papel muy visible en el mundo de hoy. 9e trata de acciones perpetradas contra una persona Knicamente en ra$ón de su pertenencia grupal o categorialG por#ue es mujer, por#ue es inmigrante, por#ue es homosexual, etc. +os crímenes de odio causan un da6o especialmente intenso y duradero no solo a las personas, sino al grupo al #ue pertenece o a la comunidad en la #ue viven. +as manifestaciones del odio han disminuido en las Kltimas d%cadas y se han dulcificado manifest!ndose de manera m!s sutil, m!s suave, m!s ambigua. n los Kltimos a6os ha habido en spa6a un incremento de la xenofobia y del racismo, especialmente entre la gente m!s joven. +a discriminación lleva a la pr!ctica de conductas hostiles contra personas en función de su pertenencia grupal o categorial. Discriminar es negar derechos fundamentales a las personas. Deshumani$ar es negarles la condición de persona y rebajarlo a la de animal o de objeto. *#uello #ue nos diferencia como humanos, los atribuimos de manera preferente a los miembros del endogrupo. n la deshumani$ación se produce un proceso de desconexión moral respecto a las víctimas.
Es posi"le cam"iar los pre&uicios
n el capítulo anterior hemos introducido un epígrafe pregunt!ndonos por la posibilidad de cambiar los estereotipos (ver epígrafe :1.). +a pr!ctica totalidad de las estrategias intervención descritas podrían ser aplicadas para intentar combatir los prejuicios. +a valide$ de esas intervenciones ha sido contrastada, en la mayoría de los casos, en situaciones de laboratorio, en contextos alejados del discurrir natural de la vida social. 9iempre tiene sentido preguntarse si los estudios de laboratorio ofrecen pautas fidedignas para la reducción del prejuicio en la vida cotidiana. sta es la pregunta #ue se hacen lisabeth -aluc@ y Donald /reen en la revisión #ue llevan a cabo sobre este tema. 9u respuesta es bastante claraG E#uienes est%n interesados en la implementación de programas de reducción del prejuicio deben mirar con cuidado las recomendaciones procedentes de los estudios de laboratorio hasta #ue %stos no hayan sido apoyados por investigaciones con el mismo nivel de rigor llevadas a cabo fuera del laboratorioF (-aluc@ y /reen, 011;, p. =:). -uestos manos a la obra, ambos autores identifican :1> estudios de campo con intervenciones en el !mbito de los estereotipos y del prejuicioG el =2Q basadas en el aprendi$aje cooperativo, 0BQ apoyadas en actividades de entretenimiento (lectura y medios de