DEMOCRACIA Y MONOCRACIA El significado e interpretaciones de la palabra “democracia” han llegado a tal grado de promiscuidad, que en este tercer milenio se ha convertido en una palabra inservible para comunicarse. Apoyado en esta constatación, pienso que la confusión y proliferación de significados acumulados podría resolverse con mi nuevo vocablo, “monocracia.”, bastante más concordante con la realidad. En su acepción más genérica y tradicional, “democracia” es la forma de gobierno en la que el pueblo (démos) es el titular del gobierno (krátos) a través de comicios electorales. Todo ciudadano elige periódicamente a sus gobernantes y puede a su vez ser elegido. Más específica es la fórmula de Abraham Lincoln, “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.” No pretendo sugerir que los atenienses a tenienses y Lincoln estuvieran errados en sus s us definiciones, pero la realidad demuestra que ha surgido en nuestros tiempos una nueva forma de democracia que no se ajusta al canon tradicional y que yo he denominado “monocracia” (mónos, uno, más krátos, gobierno”), que viene a ser se r una especie de engendro promiscuo de democracia y tiranía. Ciertas personas poco advertidas, suelen creer que están en democracia porque cada cuatro o cinco años concurren a comicios electorales, en los que el candidato es siempre el mismo, su hermano, su esposa o un familiar, que una vez cumplido el mandato lo encumbra de nuevo a la presidencia. O sea que el pueblo vota pero no elige. En una democracia la constitución es la ley suprema que no se modifica prácticamente en el transcurso del tiempo, pues por algo es la ley superior a la que deben ajustarse las demás leyes. En una monocracia la constitución no existe, porque se modifica a voluntad del presidente conforme sus conveniencias electorales para perpetuarse en el poder. Hay quien lleva diez años y quien llevó cincuenta en el poder. ¿Para qué haría falta un sucesor si él es mejor? Del monócrata abajo, tampoco hay poderes. Ni parlamento ni justicia. El parlamento aprueba las leyes que el presidente manda ya redactadas, y el poder judicial se limita a cajonear las denuncias de inconstitucionalidad o de corrupción de los funcionarios. Por estos procedimientos, las leyes son órdenes superiores y los delitos improlijidades operativas. No existen estadistas sino políticos de profesión. No son legisladores, sino legalizadores. Y para asegurarse el cumplimiento de las órdenes oficiales, antes de asumir la función cada reclutado debe firmar sin fecha su propia renuncia. Los tan mentados derechos humanos se cacarean pero no se cumplen, son mentiras convencionales que nadie se atreve a denunciar porque de pronto el inocente que lo intenta se queda sin ninguno de ellos detrás de una rejas, en el exilio o en una zanja mortuoria al costado del camino.
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En cualquier democracia verdadera, la propiedad es un derecho humano inalienable, mientras que en una monocracia, los bienes de cada ciudadano puede poseer son los que el mandatario decide, una casa, mil pesos en las bancos, cien hectáreas de tierras productivas, o nada, porque todo es del Estado, excepto, claro está los bienes privados del monócrata y sus secuaces. Para su completa felicidad, existen los bancos suizos y los paraísos fiscales de las auténticas democracias, donde pueden esconderlos para sí y para sus sucesores, hasta el fin de los tiempos. El siguiente derecho, el de libertad de pensamiento, es un cuento de hadas para las viejas que tejen en torno al fogón, y creen que todo lo escrito es verdad o todo lo declamado es cierto. No las daña mucho que digamos, porque no tienen ideas y viven esperando al príncipe azul que las transformará de cenicientas en princesas, sin contar que como tienen los pies muy achatados por los años, no les entraría ni una oreja de elefante. Los más desilusionados con la libertad de expresión son los escritores, pensadores y filósofos, quienes no pueden desmentir al Gran Monócrata que tiene el monopolio de la verdad y cuya palabra está santificada por los dictámenes de la suprema corte de justicia. Su criterio de dictaminar no es un código preexistente, sino una perinola que a la pregunta ¿tiene razón el presidente? se pone a girar y muestra la cara “sí”, repetida en las cinco restantes. Bueno, si alguien se siente disconforme con estas libertades, podría quedarle disponible la de residencia, vivir donde le venga en ganas, circular por los países extranjeros, ir y venir de aquí para allá. En una democracia puede hacerlo, y en una monocracia también, si lo dejan. Para salir del país necesita un certificado de buena conducta otorgado por la policía, que demora seis años en extenderlo, si no está de licencia por enfermedad el jefe superior. Esto se hace en beneficio de los países extranjeros para no inundarlos de opositores inveterados que adonde van, provocan revueltas. Análogos beneficios para la humanidad rigen en lo que concierne a la inmigración. Sólo se permite la entrada a los monócratas confesos y declarados, previa una manifestación por escrito o entrevista radial o televisa elogiosa para el Gran Monócrata. Una sencilla comparación histórica facilitará la comprensión de la distinción. Históricamente los romanos de la época republicana en situaciones de crisis o peligro de la república, nombraban un magistrado extraordinario denominado dictador por un período máximo de seis meses con el mando absoluto del ejército y la autoridad total para resolver por su propia autoridad cualquier problema. Pero como tantos otros funcionarios, el dictador podía ser procesado al salir del cargo por varios motivos, entre ellos el de haber distraído fondos públicos en sus funciones. No es aconsejable desesperar ante la alternativa entre democracia y monocracia. Una cosa me animo a declarar: un país puede ser una democracia o una monocracia, pero nunca ambas al mismo tiempo
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Una monocracia “se trata de lo que Aristóteles califica… como el gobierno de uno solo y en provecho personal, familiar y del círculo de poder, sin más freno que el criterio que asume por su cuenta y de manera arbitraria de la representación de la soberanía nacional.” La Monocracia ha experimentado un nuevo florecimiento y ha reaparecido en tiempos recientes en países de inspiraciones ideológicas muy diversas: el de Tito en Yugoslavia o de Ceaucescu en Rumanía; la Cuba de Fidel, la República Bolivariana de Hugo Chávez y en gran parte de America latina. En todos estos regímenes, es frecuente que se mantengan las formalidades democráticas externas, con celebración periódica de elecciones cuyo resultado es siempre muy favorable para el titular del poder.
Diferencia entre autocracia y monocracia Autocracia es un sistema de gobierno autoritario, en el cual la voluntad de una sola persona es la suprema ley. Se refiere generalmente a la monarquía absoluta, pero especialmente al régimen zarista ruso, cuyo dirigente asumía el título de "Autócrata de Todas las Rusias". Se llama monocracia a un sistema mixto de gobierno en el cual la persona que maneja el poder es una sola la cual tiene la soberanía del estado. El jefe es una única persona la cual delega responsabilidades en subalternos pero que están regidos por lo que este ordene. Su significado etimológico es “poder de uno “.
Características de las Monocracias actuales Las monocracias actuales aspiran a perpetuarse por medio de la herencia o de un'Presidente Gendarme', y recurren a procedimientos como el del familiar preconizado como sucesor e investido en vida del monócrata ejerciente de las funciones y cargos públicos -jefatura del ejército, dirección del Partido único, etc.- de modo que cuando se produzca la crisis sucesoria tenga en sus manos los recursos decisivos del poder, como el caso del matrimonio Kichner Fernández o como aspiran a serlo los distintos áulicos de los partidos afines con el actual primer mandatario, quienes no tienen la personalidad para lanzarse hasta que el jefe no dirima sus encrucijadas del alma.
Norberto Bobbio, uno de los grandes de la ciencia política contemporánea, ha utilizado, en alguna ocasión, el término monocracia, como sinónimo de autocracia, el poder concentrado en una sola persona, pero diferente del poder de la antigua monarquía absoluta, que dejaba espacio para la acción de cuerpos intermedios, como la Iglesia , la nobleza y las corporaciones. La monocracia moderna con vocación totalitaria es como diría Bobbio, “anticonstitucionalista” porque vacía de contenido a la separación de poderes, es antiliberal porque no respeta cabalmente las libertades, 3
garantías y derechos de las personas frente al Estado, es antidemocrática porque degrada al pueblo al nivel de masa inerte y “aclamadora” del Caudillo y finalmente es antipluralista, porque el Estado pluralista es un Estado en el cual no existe una sola fuente de autoridad que sea omnicompetente y omnicomprensiva. e incluso busca eliminar todo el
poder rival por medio del voto democrático. Como nos dice Bobbio, un estado democrático pluralista debe respetar tres reglas:1) “debe garantizar la existencia de una pluralidad de grupos políticos organizados que compiten entre sí, al objeto de agregar las peticiones y transformarlas en deliberaciones colectivas; 2) los votantes deben poder elegir libremente entre varias alternativas; y finalmente 3) ninguna decisión de la mayoría debe limitar los derechos de la minoría, en particular, se le debe garantizar a la minoría el derecho de poder convertirse, a su vez, en mayoría, en las periódicas verificaciones del consenso”. La monocracia, obviamente es también centralista y por tanto se opone a las autonomías provinciales y municipales, porque disminuyen el poder del monócrata. ”Es una experiencia eterna el hecho de que todo hombre que tiene en sus manos el poder es llevado a abusar de él, procediendo así mientras no encuentre límites”. Por eso una de las razones por la cuales el sistema democrático es preferible a cualquier otro es que el control popular que la democracia permite ejercer es uno de esos límites. Por eso Bobbio nos dice que: “toda la historia de la filosofía política puede ser considerada como una larga y atormentada reflexión sobre el tema: ¿cómo se puede limitar el poder?”. Ahora el poder de un monócrata, con vocación totalitaria, que tiene el control de todas las instituciones del Estado, desprecia las normas constitucionales y tiene el enorme poder económico de un petroestado o de una Republica sojera, sólo puede ser limitado por otros poderes, los poderes regionales, provinciales y municipales pueden constituirse en una parte importante de esos límites, así como el resurgimiento de partidos políticos de masa interclasistas, organizados. Por eso, es necesario el reencuentro de los partidos con la sociedad civil. Existen algunos sistemas que se acoplan a la definición de la monocracia como la Monarquía Parlamentaria en el cual podemos ver un excelente ejemplo que es el país de Gran Bretaña donde el máximo jefe o el jefe de estado es el Rey o en este caso seria la Reina la cámara de lo Lores que es un poder oligárquico y la cámara de lo comunes que expresa el sentido de la democracia debido ha que consta de sufragios y elecciones.
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. La Democracia Es una forma de organización grupal o política la cual se basa en el poder que todos sus miembros tomando decisiones por voluntad de ellos le otorguen el control o mandato a una persona específicamente. En un sentido mas amplio y dando mas orientación al sistema político se puede ver que es una forma por al cual los habitantes de un pueblo que son iguales y tiene las mismas posibilidades ante la ley. Hay 3 grandes tipos de democracia los cuales serian: - Democracia Directa: es la que el pueblo decide directamente las decisiones a tomar y los pasos a seguir, esta seria de un grupos pequeños - Democracia Indirecta o Representativa: la cual adopta y toma sus decisiones por personas importantes o representantes entre el pueblo - Democracia Participativa: es aquella que permite al pueblo dentro de su modelo político asociarse y formar partidos para tener mas injerencia en las decisiones publicas o facilitar al pueblo tener mayores mecanismos de participación. Estas son algunas formas en las cuales el pueblo muestra su desacuerdo y aprobación frente algún proceso que decida hacer su gobierno: - Plebiscito: en el cual el pueblo elige directamente si aprueba o no alguna propuesta - Referéndum: es aquel proceso en el cual el pueblo decide aceptar o rechazar alguna norma de aprobación final sobre una ley, en al constitución o un tratado. - Iniciativa Popular: pro medio de este método el pueblo o un grupo de personas puede proponer una sanción o por decirlo vulgarmente tumbar alguna ley existente. Los primeros pilares de la democracia los forma la Grecia Antigua la cual dividía su poder político en asambleas donde podían participar los varones libres. En América los procesos de de independencia fueron forjando a su ves el proceso democrático aristocrático pues el poder si lo elegía el pueblo pero en personas adineradas o los criollos como Santander en Colombia. Hoy en día encontramos que en algunos países latinoamericanos se ven algunas dificultades frente a la democracia pues algunos presidentes y jefes de estado abusando del poder han logrado favorecer sus campañas acostas de estar todavía en el gobierno. 5
Aunque es un solo termino y una definición la democracia en algunos sentidos se ha tergiversado y ha perdido un poco su sentido con regímenes autoritarios disfrazados en la democracia. Algunas desvirtuaciones que ha tenido la democracia debido a que el poder puede hacer la cabeza de los mandatarios y al tener tanto abusan de él en ocasiones como estas: * Plutocracia: en esta existe influencias desiquilibradas en la toma de decisiones a favor de los que ostentan las fuentes de riqueza. Por ejemplo mediante una inadecuada financiación de campañas y partidos políticos. * Partitocracia: por ejemplo a causa de un mal conducido sistema parlamentario, en vez de uno presidencial o semipresidencial o mediante la influencia de los partidos políticos en un representante elegido por la ciudadanía. * Oclocracia: por ejemplo por la existencia de una ignorancia popular o de una poderosa acción demagógica. Para evitar esto algunos autores consideran que debe de tratarse dentro del concepto de separación de poderes un cuarto poder, los medios de comunicación. Anexos Ignorancia de la ciudadanía Una de las críticas más comunes a la democracia es la que alega una supuesta ignorancia de la ciudadanía acerca de los aspectos políticos, económicos y sociales fundamentales en una sociedad, que la inhabilita para elegir entre las diversas propuestas. Este sistema fue denominado por Polibio como oclocracia.[] Esta ignorancia haría que las decisiones tomadas por la gente fueran erróneas en la mayoría de los casos, al no estar basadas en conocimientos técnicos. Sin embargo, los defensores de la democracia argumentan que la ciudadanía no es ignorante, y achacan ese tipo de críticas al interés que tienen las clases poderosas de anteponer el autoritarismo y la tecnocracia a los intereses de la gente. Este argumento suele ser esgrimido también por la clase política para descalificar los resultados de referendos y elecciones legítimas y también en contextos en los que se plantean reformas en busca de una profundización hacia formas de democracia más participativas o directas que la democracia representativa. Por otro lado la clase política puede ser quien promueva la ignorancia de la ciudadanía para lograr objetivos personales. Para evitar esa circunstancia existen leyes que obligan a dedicar parte del patrimonio gubernamental a proporcionar información a la población mediante los boletines oficiales sobre las nuevas leyes o mediante la publicación de las sentencias sobre decisiones judiciales, o mediante campañas a la población antes de celebrarse un referéndum, entre otros. En cualquier caso, en todas las sociedades en las que es posible el debate público, se asume que la democracia es el menos malo de los sistemas políticos, pues conlleva siempre una cierta aceptación del gobierno por parte del pueblo al haber sido elegido por éste. Desde los principios democráticos se considera que todo pueblo tiene derecho a e quivocarse y que siempre es mejor cuando el error es asumido como propio por la sociedad que no cuando éste 6
es culpa de unas pocas personas expertas, que podrían a pesar de todo equivocarse, o incluso actuar según intereses políticos ajenos a la mayoría de ciudadanos. Puede argumentarse también que la ignorancia se traduce en las elecciones en abstención, por lo que es poco probable que tenga un peso real en la toma de decisiones (esto no es cierto en los países en que todos sus ciudadanos están obligados a votar, aquí la ignorancia sí desempeña un papel más importante). Pero varias tendencias de izquierda suelen pregonar por el abstencionismo electoral, ya que ven al sufragio como una "mentira" para el pueblo. Aunque a efectos de cuantificar el grado de ignorancia popular a través de la abstención, se considera que la abstención recoge tanto los votos de quienes se dicen desconocedores de temas políticos (apolíticos) como de aquellos a quienes no les satisface el sistema en sí o ninguno de los candidatos o partidos que se presentan, por lo que muchas veces es difícil discernir la abstención por ignorancia y la abstención de protesta. La tiranía de la mayoría La regla de la mayoría en la que se basa la democracia puede producir un efecto negativo conocido como la tiranía de la mayoría. Se refiere a la posibilidad de que en un sistema democrático una mayoría de personas pueden en teoría perjudicar o incluso oprimir a una minoría particular. Esto es negativo desde el punto de vista de la democracia, pues ésta trata de que la ciudadanía como un todo tenga mayor poder. He aquí algunos ejemplos reales en los cuales una mayoría actúa o actuó en el pasado de forma controvertida contra las preferencias de una minoría en relación a temas específicos: * El tratamiento de la sociedad hacia los homosexuales se suele citar en este contexto. Un ejemplo es la criminalización de los homosexuales en Gran Bretaña durante el siglo XIX y parte del XX, siendo famosas las persecuciones a Oscar Wilde y Alan Turing. * La mayoría normalmente obliga a la minoría rica a pagar impuestos sobre la renta cada vez más altos cuanto mayor es su riqueza, que si bien luego se destinan a beneficiar a la sociedad, provocan controversias. * Algunos piensan que los consumidores de droga son una minoría oprimida por la mayoría en muchos países, mediante la criminalización del consumo de droga. En muchos países, los presos relacionados con la droga pierden su derecho a votar. * La democracia ateniense condenó a Sócrates por impiedad, esto es, por disentir, aunque es objeto de controversia la pertinencia de este hecho de cara a las democracias modernas. * En Francia, hay quienes consideran que las actuales prohibiciones sobre la muestra de símbolos religiosos personales en las escuelas públicas es una violación de los derechos de las personas religiosas. * En los Estados Unidos: * Los activistas anti-aborto habitualmente se refieren a los niños que no han nacido como una minoría oprimida y desvalida. * La edad de alistamiento para la guerra de Vietnam fue criticada por ser una opresión hacia una minoría que no tenía derecho a votar, aquellos de 18 a 21 años. Como respuesta a 7
esto, la edad de alistamiento se subió a 19 años y la edad mínima para votar se rebajó. Aunque ya podían votar, aquellas personas sujetas al alistamiento seguían siendo una minoría que podía considerarse oprimida. * La distribución de pornografía es ilegal si el material viola ciertos "estándares" de decencia. Los defensores de la democracia exponen una serie de argumentos como defensa a todo esto. Uno de ellos es que la presencia de una constitución actúa de salvaguarda ante una posible tiranía de la mayoría. Generalmente, los cambios en estas constituciones requieren el acuerdo de una mayoría cualificada de representantes, o que el poder judicial avale dichos cambios, o incluso algunas veces un referéndum, o una combinación de estas medidas. También la separación de poderes en poder legislativo, poder ejecutivo y poder judicial hace más difícil que una mayoría poco unánime imponga su voluntad. Con todo esto, una mayoría todavía podría discriminar a una minoría, pero dicha minoría ya sería muy pequeña (aunque no por ello dicha discriminación deja de ser éticamente cuestionable). Otro argumento es que una persona suele estar de acuerdo con la mayoría en algunos asuntos y en desacuerdo en otros. Y también las posturas de una persona pueden cambiar. Por tanto, los miembros de una mayoría pueden limitar la opresión hacia una minoría ya que ellos mismos en el futuro pueden ser parte de una minoría oprimida. También hay quienes afirman que la democracia debe tratar asuntos objetivos, ya que esta clase de “opresión” es subjetiva pues esta sujeta al sentir o pensar de unos cuantos y que por lo general no pasan de la trivialidad. Un último argumento común es que, a pesar de los riesgos comentados, la regla de la mayoría es preferible a otros sistemas, y en cualquier caso la "tiranía de la mayoría" es una mejora sobre la "tiranía de una minoría". Los defensores de la democracia argumentan que la estadística empírica evidencia claramente que cuanto mayor es la democracia menor es el nivel de violencia interna. Esto ha sido formulado como "ley de Rummel", la cual sostiene que a menor nivel de democracia hay más probabilidades de que los gobernantes asesinen a sus propios ciudadanos.
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