Estableciendo la disciplina en un hogar cristiano Efesios 6:4 “Y vosotros padres no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”. La palabra disciplina actualmente es un vocablo que genera mucha discusión en
los distintos estratos: legales, políticos, sociales y familiares. Dándole una connotación negativa, que en realidad carece de fundamento. Como podemos apreciar, segn el diccionario de la lengua espa!ola, la disciplina es: La observación de un con"unto de normas para mantener el orden entre los miembros de un grupo# y segn la $iblia, disciplina viene de los vocablos: en hebreo musar que significa: castigo, represión, advertencia, instrucción, doctrina, ense!an%a, reconvención, erudición, escarmiento, restringir. & en griego 'oideia que significa: tutoría, educación o entrenamiento, corrección disciplinaria, e instruir, y que en su palabra derivada 'aideuo significa: entrenar a un ni!o, educar, castigar, corregir, ense!ar. 'odemos concluir que la disciplina es altamente necesaria para mantener el orden y la subordinación entre los distintos miembros de un grupo, sobre todo, dentro del ámbito familiar. La que incluye: la educación, la restricción y la corrección de una persona. Como cristianos estamos llamados a su aplicación dentro del seno familiar, como lo e(presan varios pasa"es de la $iblia. )n te(to clave sería:
Proverbios 15: 32 “El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; as el que escucha la corrección tiene entendimiento”.
Criar a nuestros hi"os en disciplina, sin tomar en cuenta a Dios y su 'alabra, se convierte en la mayoría de los casos en una carga pesada, por lo que, muchos padres eluden su responsabilidad, de"ándola en la madre, en algn familiar, en la maestra, en el pastor, en un psicólogo, etc., y*o la compensan con caros regalos u otros, trayendo consigo la p+rdida de identidad por parte de los hi"os, que la deberían adquirir de sus padres, quienes fueron instituidos por Dios como los sacerdotes de sus hogares, por todo lo cual, l les pedirá cuentas.
1 Pedro 2:9 “as vosotros sois linaje esco!ido, real sacerdocio, nación santa, pue"lo adquirido por #ios, para para que anunciéis anunciéis de aquel aquel que os llamo de las tinie"las a su lu$ admira"le” admira"le” -uchas veces como padres quedamos frustrados por los frutos obtenidos con nuestros hi"os, que por nuestra irresponsabilidad, pasan a engrosar esa gran cantidad de ni!os y "óvenes sin porvenir que andan deambulando en las calles, o en las maras sirviendo a las redes de drogadicción, violencia, sicariato u otros. -enospreciando sus almas, sin amor, sin fe, sin porvenir y llenos de dolor y de frustración. o se trata de que como padres seamos perfectos, pues somos humanos y en el mundo
nadie nos ense!a a ser buenos padres, todos aprendemos de las e(periencias de otras familias a nuestro entorno y sobre todo de nuestros hogares originales con nuestros padres, y sin querer, reproducimos los buenos o malos tratos, los tipos de castigos, su responsabilidad o irresponsabilidad, etc. pero cuando estamos con Cristo, debe ser nuestro anhelo buscar y tratar de ser perfectos como lo fue nuestro padre y transmitirle esa e(periencia a nuestros hi"os.
Mateo 5:48 “Sed, pues, vosotros per%ectos, como vuestro &adre que est' en los cielos es per%ecto”. n las actuales circunstancias y sin Dios, es imposible ser buenos padres y menos perfectos , porque generalmente iniciamos nuestra misión de padres muy "óvenes, sin habernos terminado de criar, y nos encontramos viviendo de arrimados en casa de nuestros padres o nuestros suegros, que nos impide asegurar nuestro sacerdocio en el hogar, puesto que quien manda es el due!o o due!a de la casa. / nos vemos con un hogar que mantener, por lo que es necesario salir a traba"ar y en la mayoría de las veces los sueldos no alcan%an, por lo que tienen que traba"ar ambos padres, al mismo tiempo que estamos tratando de for"arnos un futuro, estudiando y cubriendo las necesidades básicas de un hogar y todo lo que est+ conlleva. 0demás tenemos como una carga pesada sobre nosotros, toda la influencia del mundo, donde
la radio, la televisión, e l cine, el traba"o, las amistades, etc. nos inducen por caminos pecaminosos que desagradan a Dios, como el alcoholismo, la drogadicción, la inmoralidad se(ual, la corrupción, el consumismo, etc. que generalmente nos llevan a la destrucción de nuestros hogares. o hay duda de que 1atanás pone el mayor empe!o posible en eso, porque sabe que por cada familia que logra destro%ar, esto se vuelve directamente proporcional a la destrucción de sus generaciones desde la primera y hasta la cuarta generación de las familias de sus hi"os.
Éxodo 20:5b “(&orque yo soy )ehov' tu #ios, %uerte, celoso que visito la maldad de los padres so"re los hijos hasta la tercera y cuarta !eneración de los que me a"orrecen”. Cada ve%, estamos más necesitados de padres conforme al cora%ón de Dios y que con sus equivocaciones y dificultades, sean capaces de llevar hacia delante los propósitos del 1e!or para la educación de sus hi"os, considerándolos siempre una bendición y no una carga.
Salmo 127:35 “*e aqu+, herencia de )ehov' son los hijos; cosa de estima el %ruto del vientre. omo saetas en mano del valiente(-ienaventurado el hom"re que llenó su alja"a de ellos(” 'ero esta bendición no podrá llegar sino somos capaces de establecer una disciplina conforme lo manda Dios, para nuestras familias desde el principio.
Proverbios 29:17 “orri!e a tu hijo y te dar' descanso”. ste mandamiento del 1e!or no es delegable. Las personas que más influencia tienen sobre nuestros hi"os 2sobre todo en los primeros a!os3 somos los propios padres, no podemos ni debemos delegarla. Dios ha hecho de la paternidad una responsabilidad sagrada, para la cual tenemos que dedicarle un buen tiempo. 4ecordemos que nuestros hi"os no nos pertenecen, le pertenecen a Dios, l solo nos los presta, para que se los eduquemos y despu+s se los entreguemos, para que el pueda completar la obra en ellos y darles las bendiciones que les
tiene reservadas.
!e"tero#omio 6:67 “Y estas pala"ras las repetir's a tus hijos estando en tu casa, andando por el camino, al acostarte y al levantarte, las escri"ir's en los postes de tu casa y en tus puertas(” 1i nosotros somos capaces de criar a nuestros hi"os en disciplina esto traerá como consecuencia que ellos obede%can, en primera instancia a nosotros como padres, a sus maestros, a las autoridades, a los pastores, etc. pero sobre todo que tengan esa identidad de hi"os que les permitirá con mayor facilidad reconocer la paternidad de nuestro 'adre Celestial.
Efesios 6:1 “*ijos o"edeced en el Señor a vuestros padres porque esto es justo”. Como podemos apreciar la obediencia trae honra, por lo que es de gran importancia a los o"os de Dios, ya que es a trav+s de ella, que nosotros podemos honrar al 'adre, así como a nuestros padres terrenales y esto conlleva repercusiones tremendamente positivas para los hi"os. 1egn lo muestra su 'alabra.
Efesios 6:2 $ 3 “*onra a tu padre y a tu madre que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya "ien, y seas de lar!a vida so"re la tierra”. s tan importante que logremos establecer la disciplina desde un principio en nuestros hogares, porque todas las relaciones humanas posteriores estarán basadas en haber aprendido, a trav+s de la disciplina, la obediencia desde la infancia. 'orque las implicaciones que trae la desobediencia en nuestras vidas y la de nuestros hi"os pueden ser catastróficas, y pueden llevar hasta la muerte, como nos lo indican los versículos como:
Éxodo 21:15 “El que hiere a su padre o a su madre morir'” %ev&ti'os 20:9 “odo hom"re que maldijere a su padre o a su madre, de cierto morir'; a su padre o a su madre maldijo; su san!re ser' so"re él.” Dios a trav+s de su 'alabra pide que los hi"os obede%can y que los padres disciplinen y ense!en a obedecer a sus hi"os. ste principio de autoridad deriva del 1e!or mismo y los hi"os deben seguirlo como si lo hicieran para con Dios mismo.
(olose#ses 3:2021) 2324* “*ijos o"edeced a vuestros padres en todo, porque esto a!rada al Señor. &adres no e/asperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten( (Y todo lo que ha!'is, hacedlo de cora$ón como para el Señor y no para los hom"res; sa"iendo que del Señor reci"iréis la recompensa de la herencia, porque a risto el Señor serv+s”.
-uchas veces se alude a este tema de la disciplina contrarrestándolo con la frase bíblica de que los padres no deben provocar a ira a sus hi"os, debemos aclarar que no los provocamos a ira con una correcta disciplina, sino que es a trav+s de otros comportamientos como los siguientes: 5. %a sobre+rote''i,#. Cuando los padres son sobre protectores con sus hi"os, sabemos que lo hacen con la me"or intensión, queri+ndoles evitar cualquier peligro, pero pueden llegar a ahogarles a hacerlos intiles, que no se pueden defender en la vida y terminan provocándoles a ira. 6. -o estable'er l&mites. Cuando los padres no pueden o no quieren dedicarle el tiempo suficiente a educar a sus hi"os en la disciplina, se vuelven permisivos, o sea todo lo contrario a
la disciplina. 7olviendo a sus hi"os voluntariosos, indisciplinados, inseguros y al final este se siente con ira y poco amados por sus padres. 8. .avoritismo* /tro de los errores muy comunes que cometemos los padres es cuando tenemos preferencia por uno de nuestros hi"os en menoscabo del otro, por lo cual este ltimo se sentirá inferior, menospreciado y, en poco tiempo estará con una ira contenida, que puede ser muy peligrosa. 9. Metas #o realistas +ara los /ios. /tras veces como padres provocamos la ira de nuestros hi"os al establecerles metas que ellos no desean o para las que no son capaces, como que sean sobresalientes en algn deporte, en una carrera profesional, u otras que constituyen más nuestras propias metas que las de ellos.
!es#imo. Contrario a la anterior es cuando nosotros no los creemos capaces de . reali%ar alguna tarea que ellos se han impuesto, y constantemente lo sometemos a la crítica y le proferimos epítetos denigrantes como vos nunca podrás conseguir hacer nada bien, lo que lo llevará a tener ba"a autoestima, desesperación e incluso agresividad contra los que lo rodea. ;. #difere#'ia e# mostrar afe'to. -uchas veces somos un refle"o de nuestras propias e(periencias, y si en el hogar nunca recibimos de nuestro padre o madre muestras de afecto, es lo más normal para nosotros que la relación con nuestros hi"os sea fría y sin muestras de amor o cari!o, haciendo que estos se sientan menospreciados, y no dignos produci+ndoles desa%ón e ira porque toda relación afectiva y cualquier disciplina tiene que tener un profundo amor que la sustente. <. "toritarismo $ malos tratos. La autoridad de los padres es delegada por parte de Dios, o sea que es basada en el amor, por lo tanto es algo totalmente diferente al autoritarismo, que es basada en la imposición por la fuer%a de una manera d+spota, que lleva a los malos tratos. 'or lo que con Cristo tenemos un modelo, l mismo nos muestra al 'adre como nuestro modelo de padre para nuestros hogares, disciplinando como producto del su amor.
ebreos 12:57 “(*ijo m+o, no menosprecies la disciplina del Señor. 0i desmayes cuando eres reprendido por El; porque el Señor al que ama, disciplina. Y a$ota a todo el que reci"e por hijo. Si soport'is la disciplina, #ios os trata como a hijos; porque 12ué hijo es aquel a quien el padre no disciplina3 &ero si os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois "astardos y no hijos”.