Dentro, alrededor y otras reflexiones. Sobre la fotografía documental. Martha Rosler
El Bowery de Nueva York es un barrio bajo arquetípico. Ha aparecido uchas veces !oto"ra!iado# en obras que oscilan entre la sensibilidad oral ultrajada y el ero espect$culo de los barrios bajos. %&or qu' el Bowery atrae tanto a los docuentalistas( Ya Ya no es posible evocar los ipulsos cau!lados de )ayudar* a los alcoh+licos y va"abundos ni de )e,poner* su peli"rosa e,istencia. %-+o se puede abordar la !oto"ra!ía docuental coo pr$ctica !oto"r$!ica( %u' queda de ella( /ebeos epe0ar a abordarla coo !en+eno hist+rico# coo pr$ctica con pasado. 1a !oto"ra!ía docuental ha lle"ado ha representar la conciencia social de la sensibilidad liberal presentada en i$"enes visuales 2aunque sus raíces son al"o $s diversas e incluyen la !inalidad )no artística* del control y la vi"ilancia en el caso de los archivos policiales3. El docuental !oto"r$!ico !loreci+ coo "enero a principios del si"lo 44# cuando el liberaliso de Estado y los consi"uientes oviien oviientos tos de re!ora re!ora pro"resis pro"resista ta constituí constituían an el clia clia ideol+"i ideol+"ico co en Estados Estados 5nidos6 5nidos6 y se archit+ con el consenso del new deal poco poco despu's de la 77 8uerra Mundial. El docuental# con sus asociaciones sensacionalistas ori"inales# precedi+ al ito de la objetividad periodística y# en parte parte## !ue coarta coartado do por ella. ella. &ode &odeos os recons reconstru truir ir un pasad pasado o del docu docuent ental al en el que que las !oto"ra!ías del Bowery podrían haber !orado parte de una violenta insistencia en la realidad tan"ible de la pobre0a y la desesperaci+n "enerali0adas# de la ar"inalidad social !or0osa y# !inalente# de la absoluta inutilidad social. 5na insistencia# por otra parte# que consi"ue que el ordenado undo del )se"uios atendiendo al p9blico durante las re!oras* ten"a en cuenta la realidad que se esconde detr$s de aquellas i$"enes vistas por priera ve06 que consi"ue que# por priera ve0# se considere esa realidad por el siple hecho de haber sido fotografiada y# por ende# ejepli!icada y concreti0ada. En The Making o fan American # :acob Riis escribía; /e adru"ada solíaos ir a las peores casas de vecinos <=> y lo que vi allí se apoder+ de i cora0+n hasta tal punto# que sentí la necesidad de contarlo6 eso o estallar# hacere anarquista# o que s' yo <=> Me puse a escribir# pero no pareci+ surtir nin"9n e!ecto. 5na a?ana# ientra desayunaba# solt' el peri+dico que ojeaba con un "rito que sobresalt+ sobresalt+ a i ujer# ujer# que estaba sentada delante delante de i. 1o que había estado estado buscando todos esos a?os estaba ahí# en un despacho de cuatro líneas procedente# si al no recuerdo# de al"9n rinc+n de @leania; @leania; se había descubierto descubierto la anera# anera# re0aba# de sacar !otos con flash. -on ello se podría !oto"ra!iar los rincones $s oscuros.
En contraste con el puro sensacionaliso con que el periodiso solía apro,iarse a la vida de la clase obrera# los ini"rantes y los barrios bajos# el elioriso de Riis# 1ewis Hine y otras personas dedicadas a denunciar estas proble$ticas abo"aba# a trav's de la presentaci+n de i$"enes cobinadas con otras !oras de discurso# porque se enendaran las injusticias. Esta postura no consideraba consideraba que dichas injusticias injusticias !uesen inherentes al sistea social que las toleraba; t oleraba; el supuesto de que eran toleradas y no generadas por 'l constituye la !alacia b$sica de la asistencia social. Movidos por la copasi+n por los pobres# re!oradores coo Riis i Mar"aret Aan"er apelaron en'r"icaente en'r"icaente al teor# alertando de que los estra"os de la pobre0a el crien# la inoralidad# la prostituci+n# la en!eredad y el radicaliso podían aena0ar la salud y se"uridad de la buena soci socied edad ad## y sus sus lla llaa aie ient ntos os a enu enudo do pers perse" e"uí uían an desp desper erta tarr el inte inter' r'ss e"oí e"oíst sta a de los los caridad d # a la que se recurre con tanta veheencia# pesa $s que privile" privile"iado iados. s. 1a noci+n de carida cualqu cualquie ierr llaad llaada a a !oen !oentar tar los los recurs recursos os y las capaci capacidad dades es indiv individu iduale ales. s. 1a carid caridad ad es un ar"uento a !avor de la conservaci+n de la rique0a y# en deterinada clase social# el docuental re!orista 2al i"ual que la deanda de una educaci+n "ratuita y universal3 "eneraba pol'ica en torno a si era necesario dar un poco a !in de contentar a las peli"rosas clases de abajo6 pol'ica inserta en la atri0 de una 'tica cristiana. 1a !oto"ra!ía docuental siepre se ha sentido ucho $s c+oda en copa?ía de la oral de una ret+rica o un pro"raa político revolucionario. 7ncluso la ayoría de los iebros de la
versi+n estadounidense de la 2CorkersD3 il and &hoto 1ea"ue del período de la /epresi+n participaban de la apa"ada ret+rica del !rente popular. No obstante# sin duda la !uer0a del docuental deriva en parte de que las i$"enes pueden ser $s inquietantes que los ar"uentos que las envuelven. 1os ar"uentos a !avor de la re!ora para los esc'pticos# se"uraente una aena0a para el orden social debieron de ser una especie de alivio !rente a los ar"uentos potenciales arrai"ados en las i$"enes; !rente a las 9ltiples reivindicaciones radicales que su"ieren las !oto"ra!ías de la pobre0a y de"radaci+n# cualquier ar"uento a !avor de una re!ora es# en 9ltia instancia# cort' y ne"ociable. /etestable# tal ve0# pero ra0onable6 es# al !in y al cabo# discurso social. -oo tales# estos ar"uentos !ueron institucionali0ados por las estructuras del "obierno6 sin ebar"o# apenas eri"idas# las reci'n creadas instituciones epe0aron a deostrar su incopetencia# incluso para llevar a cabo su liitado prop+sito. Folvaos al Bowery# el escenario de la !oto"ra!ía de víctias# en la edida en que ahora son víctias de la c$ara es decir# del !ot+"ra!o G# suelen ser d+ciles# bien por turbaci+n ental# bien porque yacen en el suelo# inconscientes. 2&ero si uno hace acto de presencia antes de que la bebida les haya dejado !uera de jue"o# es probable que lo reciban con hostilidad# ya que a los hobres del Bowery no les interesan la inortalidad ni el estrellato# y est$n $s que acostubrados al equipo Nikon3. @hora# el si"ni!icado de este tipo de obra 2pasadas y presentes3 ha cabiado; el Estado liberal sur"ido del new deal ha sido desantelado pie0a a pie0a. Ae ha suspendido la )"uerra contra la pobre0a*. Ae ha renunciado a la utopía e incluso al liberaliso# cuya visi+n del idealiso oral coo acicate de una preocupaci+n "enerali0ada por lo social ha sido reepla0ada por una !ant$stica sociobiolo"ía spenceriana que su"iere# entre otras cosas# que tal ve0 los pobres sean pobres por !alta de 'rito 2l'ase a Richard Hernstein# ade$s de leer entre líneas a Milton riedan3. No hay una i0quierda nacional or"ani0ada# s+lo una derecha. Ni siquiera hay alcoholiso# s+lo )consuo de sustancias* ; un problea# en de!initiva# de "esti+n burocr$tica. 1a denuncia# la copasi+n y la indi"naci+n del docuental# alientadas por los deseos de re!ora# se han convertido en una e0cla de e,otiso# turiso# voyerismo# psicolo"iso y eta!ísica# salida a la ca0a del tro!eo y arribiso. Ain ebar"o# el docuental si"ue e,istiendo y !uncionando socialente de un odo u otro. &uede que el liberaliso haya sido erradicado# pero sus e,presiones culturales sobreviven. Este docuental convencional ha alcan0ado la le"itiidad y tiene un car$cter decididaente ritualista. Epie0a en revista y libros de papel satinado# ocasionalente en peri+dicos# y se encarece a edida que entra en useos y "alerías. El docuental liberal iti"a los car"os de conciencia de quien loa contepla# del iso odo que rascar alivia# y lo tranquili0a respecto a su relativa rique0a y su posici+n social 2sobre todo esto 9ltio# ahora que incluso a los sectores sociales acoodados y de ovilidad ascendente les ha asaltado la preocupaci+n social3. No obstante# este recordatorio lleva consi"o el "eren de una inevitable preocupaci+n por el !uturo. Es# coo de costubre# un hala"o y a la ve0 una advertencia. El docuental se aseeja un poco a las películas de terror; eten el iedo en el cuerpo y trans!oran la aena0a en !antasía# en i$"enes. 1as i$"enes se pueden soportar si se dejan atr$s. 2 Son ellos, no nosotros3. E incluso uno iso# coo particular# puede apoyar causas. El docuental# tal y coo lo conoceos# transite 2vieja3 in!oraci+n sobre un "rupo de "ente sin poder a otro "rupo considerado socialente poderoso. En Harvest of Shame# típico docuental de la televisi+n liberal que se eiti+ el día despu's del día de @cci+n de 8racias de IJK# Edward R. Murrow terina pidiendo a los telespectadores 2entonces una parte $s liitada de la poblaci+n que ahora3 que escriban a los congresistas para que ayuden a los ini"rantes que trabajan en el capo# cuya iserable vida# inde!ensi+n y des$nio han quedado apliaente re!lejados durante una hora en "ran edida por el estilo de entrevista din$ica y sa"a0 del docuental# pese a su )prop+sito superior* puesto que esta gente no puede hacer nada por si isa. &ero# %qu' batallas políticas han sido liberadas y "anadas por al"uien a cuenta de otro( @!ortunadaente# -esar -h$ve0 no estaba viendo la televisi+n6 sino que en aquella 'poca estaba or"ani0ando pacienteente a los trabajadores del capo para que lucharan por sí isos. Esta do!erencia se re!leja en los docuentales hechor por y para el ar CorkersD Lr"ani0in" -oittee
2posteriorente el 5nited ar Corkers o! @erica# @1G-7L3# en obras coo Sí, se puede y Decision at Delano 6 obras que tal ve0 no son radicales# pero sí militantes. En el docuental liberal# la pobre0a y la opresi+n se equiparan casi siepre con des"racias causadas por desastres naturales; el n9ero de víctias es va"o# no hay nadie a quien responsabili0ar y el destino es ine,orable. El docuental liberal no culpa ni a las víctias ni a sus deliberados opresores# a enos que por casualidad se encuentren bajo la in!luencia de nuestro enei"o "lobal# el couniso undial. @l i"ual que las !oto"ra!ías de ni?os con que las or"ani0aciones de bene!icencia internacionales piden donativos# el docuental liberal nos suplica que ireos directaente hacia las des"racias y que lloreos 2y tal ve0 que andeos dinero# a poder ser a al"9n lu"ar reoto donde la inocencia de la pobre0a in!antil no active esa secuencia de ideas que epie0a con el recha0o y terina con la )esta!a de la bene!icencia*3. 7ncluso tras el desvaneciiento de los sentiientos liberales uno reconoce que es descort's y peli"roso irar !ijaente en persona# coo sabía /iane @rbus cuando dispuso sus i$"enes# satis!actoriaente inovili0adas# coo sustituto de la cosa real # el verdadero espect$culo ins+lito. -uando se tiene el objeto apropiado delante para irar# uno ya no siente la necesidad de su!rir epatía. /ado que el chic radical de los sesenta ha dado paso al a"resivo inter's personal de los ochenta# uno e,hibe la propia dure0a soportando un envite visual sin pesta?ear# burl$ndose o aplaudiendo. M$s all$ del espect$culo de !ailias que viven en la pobre0a 2en que ni?os habrientos y adultos desesperados desienten cualquier asoo ia"inado de libertad y se convierten en los aburridos pobres de hoy3# parece que hay vía libre para ipulsar sutilente a las víctiasGdevenidasG!en+enos anorales el haber hecho una elecci+n pat'ticoGheroica y aprovecharse del destino pasando estrecheces. 1o sociol+"ico aburrido se convierte en lo itol+"icopsicol+"ico apasionante. En este territorio se e!ect9a una se,uali0aci+n $s o enos ani!iesta de la ia"en !oto"r$!ica# lo que indica# tal ve0# la !uente de la identi!icaci+n que puede ser el ori"en de esta particular !ascinaci+n. Es !$cil entender por qu' lo que ha dejado de ser noticia se convierte en un tributo para el portador de la noticia. En 9ltia instancia# el docuental atesti"ua el coraje o 2%nos atreveos a encionarlos(3 la naturale0a anipuladora y el sentido co9n del !ot+"ra!o# que se en!rent+ a una situaci+n de peli"ro !ísico# de restricci+n social# de decadencia huana o una cobinaci+n de las tres y nos ahorr+ el problea. L bien !ue quien# coo los astronautas# nos entretuvo ostr$ndonos los lu"ares adonde esperaos no ir ja$s. oto"ra!ía de "uerra# !oto"ra!ía de barrios bajos# !oto"ra!ía de culto o )subcultura*# !oto"ra!ía de pobres e,tranjeros# !oto"ra!ía de )desviaci+n*# !oto"ra!ía del pasado; C. Eu"ene Aith# /avid /ou"las /uncan# 1arry Burrows# /iane @rbus# 1arry -lark# /anny 1yon# Bruce /avidson# /orothea 1an"e# Russell 1ee# Calker Evans# Robert -apa# /on Mc-ullin# Ausan Meiselas=stas son las estrellas $s luinosas del panoraa docuental. @ principios de la d'cada de los setenta# C. Eu"ene Aith y su ujer# @ileen Mioko Aith# denunciaron con !oto"ra!ías acopa?adas de te,tos la devastaci+n huana que tenía lu"ar en Minaata 2un peque?o pueblo de pescadores y a"ricultores japon's3# debido al irresponsable creciiento de la epresa quíica -hisso# que vertía residuos de ercurio en el ar. @bos !ot+"ra!os incluyeron un relato de c+o las víctias intentaron obtener una copensaci+n por ello# que !inalente consi"uieron no sin violencia. -uando se "an+ la principal batalla judicial# los Aith publicaron un te,to y uchas !oto"ra!ías en la revista estadounidense amera !" . Aith había andado una !oto"ra!ía de portada con un dise?o uy plani!icado. El director# :i Hu"hes# que sabía qu' vende y qu' no# public+ una fotografía de Smith en portada y la titul+ #$ur Man of the %ear& 2)El priero y probableente el 9nico de amera !" * 3. En el interior# Hu"hes escribi+; )1o bueno de 8ene Aith es que sabe que no dejar$ de perse"uir la verdad y de intentar atraparla para o!rec'rnosla en palabras e i$"enes. Y tabi'n sabes que aunque la verdad no ejora# 8ene sí. Oi"9rateP* El inequívoco te,to de los Aith abo"a por un decidido activiso. 1os artículos conte,tuali0ados de la revista abordan esta !ranque0a# convierten a los Smith en Smith y le !elicitan calurosaente# silenciando su ensaje con reconociiento.
-ontribuye a preservar el )patrionio cultural* de los asaro en Nueva 8uinea# iplora en director del 'rovidence de Fancouver. %&or qu' debería preocuparte(# se pre"unta6 y 'l iso responde que para "aranti0ar el valor de tu d+lar de turista 2a los canadienses tabi'n les encanta /isneyland y /isney Corld3. &ide donativos para un centro cultural. @nti"uaente# los asaro hacían "randes $scaras con las que asustaban a sus adversarios en la "uerra# y ahora las lucen en anuncios de viajes de aventura del -anadian -lub 2)-reíaos estar en una tranquila aldea hasta que=*3. 1os asaro tabi'n aparecen en la )peque?a habitaci+n* de (orlds in a Small )oom # de 7rvin" &enn# una a!ectada iitaci+n de docuental antropol+"ico# por no hablar de las !oto"ra!ías con la reina. Edward A. -urtis tabi'n se interes+ por preservar el patrionio cultural ajeno y# al i"ual que otros !ot+"ra!os itinerantes que trabajaban con los pueblos nativos de Nortea'rica# se llev+ consi"o un ont+n de ropa y otros accesorios $s o enos aut'nticos# $s o enos apropiados 2a enudo enos en abos casos3# con los que en"alanaba a sus retratados. &ara -urtis# al i"ual que para Robert laherty al"o despu's# el patrionio ya estaba lo bastante preservado encerrado en los líites del docuento !oto"r$!ico y en las tiendas de ropa etno"r$!ica que por entonces se abrían en los useos de historia )natural*. En particular -urtis solía retocar el docuento !oto"r$!ico# y encuadernarlo en vol9enes decorados en oro que se vendían por ci!ras astron+icas y !inanciaba :.&. Mor"an. No es necesario que protesteos por el estatus de seejantes novelas rosa hist+ricas# ya que el "rado de verdad que contienen es 2de nuevo3 $s o enos equivalente al de cualquier !oto"ra!ía o !ile de viaje o etno"r$!ico bien hecho. 5n teprano libro de cine de la Qodak# tal ve0 de los cuarenta# e,plica a los viajeros estadounidenses# coo por ejeplo a Rodan -.&ells de Aan rancisco# captado en el oento de !oto"ra!iar a un tahitiano# c+o hay que !ilar a los nativos para que pare0ca que no saben que est$n !rente a una c$ara. Este tipo de !oto"ra!ías !oent+ el sentiiento patri+tico en Estados 5nidos# pero ipidi+ que se coprendiera que los pueblos nativos contepor$neos eran su*etos con e+periencia en unas circunstancias epobrecidas o# cuando enos# odernas. 7ncluso contribuy+ a proyectar colectivaente en los )indios* la culpa cauc$sica y sus racionali0aciones por haberse de"radado tanto y traicionado a su propio patrimonio . &ara ser justos# estos pueblos a los que anti"uaente s+lo se habían concedido i$"enes de abyecta derrota nada de ia"inaci+n# trascendencia# historia# oral# instituciones sociales# sino s+lo vicio G# tabi'n "anaron cierto respeto. Ain ebar"o# el pictorialiso sentiental de -urtis parece repulsivaente retorcido# coo las creaciones cario"'nicas de :ulia Mar"aret -aeron o los poeas edulcorados de 1on"!ellow. &ersonalente# pre!iero la obra $s serena y )antropol+"ica* de @da -lark Froan. Ain ebar"o# podeos e,iir# sin reparos# a todos los !ot+"ra!os# cineastas y etn+"ra!os# subordinados del iperialiso# del car"o de coplicidad con el desposeiiento de los pueblos nativos norteaericanos. 7ncluso podeos a"radecerles# coo hacen uchos de los actuales descendientes de los !oto"ra!iados# que consideran a sus antepasados di"nos de atenci+n !oto"r$!ica y haber creado# así# un archivo hist+rico 2el 9nico archivo visual e,istente3. Sabi'n podeos estarles a"radecidos por no haber !oto"ra!iado la iseria de los pueblos nativos# ya que es di!ícil ia"inar qu' bene!icios habría reportado. Ai con ello el lector recuerda a Riis y Hine# los prieros en !oto"ra!iar a los pobres nativos y los pobres ini"rantes de Estados 5nidos# esta cone,i+n es en principio adecuada# pero se desvanece en el punto en que el roanticiso de -urtis !oent+ la iti!icaci+n sentiental de los pueblos indios# por entonces !ísicaente ausente de la ayor parte de pueblos y ciudades de la @'rica blanca. 1a tradici+n 2el raciso tradicional3 que decret+ que el indio era el "enio del continente no tenía nada parecido que decir sobre los ini"rantes pobres# que constituían el aliento del Moloch industrial y eran a la ve0 un caldo de cultivo de in!ecciones y corrupci+n. -onsidereos ahora un libro de !oto"ra!ías sobre las in"entes asas de la 7ndia; %qu' di!erencia hay entre hojearlo# ir a un restaurante indio o llevar un sarí( -onsuios el undo a trav's de i$"enes# coprando# coiendo= Su undo te est$ esperando y Fisa est$ ahí. TK países.
T#J illones de tiendas# hoteles# restaurantes y aerolíneas. UK.KKK o!icinas bancarias. &ara viajar# coprar y pr'staos en e!ectivo= Fisa es el nobre $s reconocido en el undo Faos a tu iso paso. Esta capa?a publicitaria incluye !oto"ra!ías en diversos lu"ares del undo# al"unos de ellos )aut'nticos*# otros esceni!icados. 5na de estas !oto"ra!ías uestra a un hobre y un ni?o con sendas boinas ne"ras paseando en bicicleta por una avenida de $rboles6 en la parte trasera de la bici llevan unas baguettes; una ia"en de la rancia rural. 5n oento; he visto esta !oto"ra!ía antes# hace a?os. Resulta que !ue toada por Elliott Erwitt por encar"o de la a"encia publicitaria /oyle /ane Bernbach# que a su ve0 había recibido un encar"o de la o!icina de turiso de rancia en los a?os cincuenta. Erwitt percibi+ il quinientos d+lares por la !oto"ra!ía# para la que utili0+ a su ch+!er y al sobrino de 'ste; )El hobre pedale+ hacia delante y hacia atr$s unas K veces hasta que Erwitt consi"ui+ la coposici+n ideal. <=> 7ncluso en una ia"en tan poco iprovisada coo 'sta se pone de ani!iesto el talento de Erwitt para la !oto"ra!ía docuental*# a!ira asobrosaente Erla Vwin"le en la coluna )7nside @dvertisin"*# publicada en el n9ero de diciebre de IUI de American 'hotographer . 1a revista contiene ade$s artículos# sobre las !oto"ra!ías abivalentes que Bill Lwens to+ de los suburbios# las actividades de ocio y el trabajo de la clase edia estadounidense 2)!ieles y honestas# revelan la satis!acci+n de la clase edia aericana*# se"9n @y M.Achi!!an36 sobre una e,posici+n de !oto"ra!ías de la a"encia Ma"nu en unos alacenes de Sokio 2)poco despu's de la inau"uraci+n 500le vol+ a Sailandia en busca de re!u"iados# ientras que 8linn peraneci+ en :ap+n cosechando yens por trabajos para 7BM# Aea"ra y 8oldan Aachs*# se"9n E..36 sobre las !oto"ra!ías de 8eo!! Cinnin"ha del !9tbol practicado en los institutos de Se,as 2)Ae le puede coparar con el le"endario Robert rank# pero la di!erencia <=> es que <=> Cinnin"ha adora la locura <$s sobre locura despu's> en la que hace hincapi'*# escribe Achi!!an36 sobre las !oto"ra!ías de 1arry -lark de los !an$ticos de las an!etas de Sulsa 2)un undo aravilloso y secreto# uy s+rdido* y )aunque hay ucho se,o# uerte# violencia# an"ustia# aburriiento <=> no se advierte nin"una pol'ica <=> por lo que# al !in y al cabo# qu' $s da si podeos con!iar o no en estas !oto"ra!ías coo docuentos6 basta verlas coo !oto"ra!ías# ni $s ni enos*# se?ala Lwen Edwards3. Hay una coluna de :aes -assell en la que se queja de que )la @dinistraci+n no aprueba el !otoperiodiso inspirado* y una p$"ina dedicada al !ot+"ra!o de 8aa /avid Burnett# que lle"+ a Aantia"o de -hile pocos días despu's del brutal "olpe de estado de IU. /urante una visita "ubernaental al estadio tristeente !aoso por ser donde se arrestaron y asesinaron a uchas personas# 'l y otros !ot+"ra!os )advirtieron una hornada reciente de prisioneros*. Burnett escribe; )1os chilenos habían oído uchas historias sobre "ente asesinada o desaparecida # y estaban aterrori0ados. Me lla+ la atenci+n la inquietante irada de un hobre en concreto# cuya !i"ura quedaba enarcada por dos soldados arados. Esta ia"en e ha acopa?ado*. Feos una hoja de contactos y una ia"en apliada. El artículo# !irado por Yvette E. Benedek# si"ue así; )@l i"ual que la ayoría de !ot+"ra!os de a"encia# Burnett debe sacar !oto"ra!ías en blanco y ne"ro y en color para publicaciones de varios países# por lo que a enudo trabaja con tres Nikons y una 1eica. Au cobertura del "olpe de Estado <=> le ereci+ el Lverseas &ress -lubDs Robert -apa @ward <=> )por un coraje y una iniciativa e,cepcionales.* %u' le ocurri+ al hobre 2en realidad# hobres3 de la !oto"ra!ía( 1a pre"unta es inapropiada cuando se trata de !oto"ra!ías. Y de !ot+"ra!os. El tea del artículo es el !ot+"ra!o. El nobre de la revista es American 'hotographer . En IUW apareci+ en la prensa una peque?a curiosidad hist+rica; la persona !oto"ra!iada por /orothea 1an"e en IJ en la que se convirti+ en ) la fotografía ms reproducida del mundo *# lorence Shopson 2era una india -herokee que en IUW contaba UX a?os# vivía en una caravana en Modesto# -ali!ornia3# dijo# se"9n di!undi+ associated &ress; )@llí est$ i !oto col"ada por todo el undo y yo no puedo sacar ni un penique*. 1a ujer dijo sentirse or"ullosa de ser el tea de dicha !oto"ra!ía# pero se pre"untaba; )%Y a í de qu' e sirve(* Había intentado# sin ',ito# que se retirara la !oto"ra!ía. Aobre esto# Roy Atryker# "enio de la
secci+n de !oto"ra!ía de la ar Aecurity @dinistration. &ara la que 1an"e trabajaba# a!ir+ en IUT; )-uando /orothea to+ esa !oto# !ue el no va $s. :a$s la super+. &ara í# !ue la !oto de la ar Aecurity. <=> Muchas veces e he pre"untado qu' estar$ pensando. Siene todo el su!riiento de la huanidad en su piel# pero tabi'n su perseverancia. <=> -ada cual puede ver en ella lo que quiera. Es inoral*. En IUI# una historia publicada por la 5nited &ress 7nternational sobre la se?ora Shopson contaba que 'sta percibía #JK d+lares al es de la Ae"uridad Aocial y #K por "astos sanitarios. El inter's que despierta reside en que es una incon"ruencia# una !oto"ra!ía que ha envejecido6 s+lo interesa porque es un epílo"o a una obra de arte reconocida. 1a !oto"ra!ía del chileno de Burnett probableente no obtendr$ tanto relieve 2ja$s la había visto antes3# y nunca sabreos lo que le ocurri+ a la "ente que aparece en ella# ni siquiera cuarenta y dos a?os despu's.
5n buen !ot+"ra!o ai"o ío# un pro!esional con principios que trabaja para un "rupo ocupacional y se preocupa por c+o son entendidas sus i$"enes# estaba olesto por los artículos sobre lorence Shopson. En su opini+n# era de al "usto y creía que la !oto"ra!ía Migrant Mother # con su evidente diensi+n sib+lica# transcendía y contradecía a Shopson# no era ella# que ella tenía una historia vital independiente. 2Entonces# %las i$"enes !oto"r$!icas son coo civili0aci+n# est$n hechas a costa de los opriidos(3. 1e coent' que una de las notas de capo de 1an"e# que aparece reproducida en el libro -n This 'roud .and # re0aba lo si"uiente; )Ella crey+ que is i$"enes podrían ayudarla# y por eso e ayud+*. Mi ai"o# el !ot+"ra!o sindicalista# respondi+ que "racias a la publicaci+n de esa !oto"ra!ía los !uncionarios locales arre"laron el capo de ini"rantes# así que aunque la se?ora Shopson no se bene!iciara directaente# sí lo hicieron otros. Me parece que ella tenía una idea distinta de lo pactado con 1an"e. En su respuesta# creo reconocer el arrai"ado paradi"a se"9n el cual una ia"en docuental tiene dos oentos; 23 el )inediato*# instruental# en que una ia"en es captada o creada a partir del !lujo del presente y validada coo testionio# coo )evidencia* en su sentido $s jurídico# para abo"ar a !avor o en contra de una pr$ctica social o de sus apoyos ideol+"icos y te+ricos6 y 2T3 el oento )est'ticoGhist+rico* convencional# con líites enos de!inidos# en que la capacidad de ar"uentaci+n del espectador cede el placer )or"anísico* que se deriva de la )correcci+n* est'tica o bella !ora 2no necesariaente !oral3 de la ia"en. Este se"undo oento es ahist+rico porque recha0a el si"ni!icado hist+rico concreto# pero es )hist+rico* porque es consciente de la condici+n de pasada del tiepo en que !ue toada la !oto"ra!ía. Esta valoraci/n encubierta de las i$"enes es peli"rosa en la edida en que no acepta una relaci+n dial'ctica entre el si"ni!icado político y el !oral ni su interpenetraci+n# sino s+lo una relaci+n abi"ua# $s rei!icada# en la que el inter's actual se es!ua a edida que pasan las 'pocas y el
aspecto est'tico queda acentuado por la p'rdida de una re!erencia especí!ica 2aunque peranece# tal ve0# un tel+n de !ondo que aorti"ua sentiientos sociales va"os y que liita el car$cter )isterioso* de la ia"en3. No adito la posibilidad de una est'tica no ideol+"ica6 cualquier respuesta a una ia"en est$ anclada inevitableente en el conociiento social# $s concretaente# en la coprensi+n social de los productos culturales. 2Y a ju0"ar por sus observaciones publicadas# hay que suponer que cuando 1an"e to+ sus !oto"ra!ías pretendía coprenderlos precisaente así# aunque ahora la apropiaci+n cultural de la obra la haya apartado desde hace tiepo de esta perspectiva3. El problea reintentar hacer operativa esta noci+n en el seno de la pr$ctica !oto"r$!ica real es que parece i"norar la utabilidad de las ideas de correcci+n est'tica. Es decir; parece i"norar que son los intereses hist+ricos 2y no las verdades transcendentales3 los que deterinan si una !ora concreta revela adecuadaente su si"ni!icado# y que la historia no se puede cuestionar a posteriori0 Esta utabilidad e,plica la incorporaci+n# en la historia le"ítia de la !oto"ra!ía# de la obra de :acob Riis junto con la del in!initaente $s cl$sico 1ewis Hine6 la de Cee"ee 2@rthur elli"3 junto con la de /anny 1yon. &arece claro que aquellos que# coo 1an"e y el !ot+"ra!o sindicalista# identi!ican un si"ni!icado e,presado de anera convincente con una sensibilidad ori"inal hacen retroceder el "i"antesco peso de la belle0a cl$sica# que nos presiona para que entendaos que en la b9squeda de la !ora trascendental el undo no es sino el punto de partida hacia la eternidad est'tica. 1a actual tendencia cultural de sacar todas las obras de arte de su conte,to di!iculta la aceptaci+n de esta a!iraci+n# sobretodo sin que pare0ca que se in!ravalora a "ente coo 1an"e o el !ot+"ra!o sindicalista y su obra. En el !ondo# creo que entiendo la iplicaci+n de los !ot+"ra!os con la obra# con su supuesta autonoía# que en realidad denota la pertenencia de la obra a su propio corpus de obras y al undo de las !oto"ra!ías. U &ero# por otro lado# no tolero este proteccioniso tal ve0 ipuesto# que hace que incluso el $s bienintencionado se apro,ia cada ve0 $s a una situaci+n de e,plotaci+n. El doinical 1ew %ork Times Maga2ine # bar+etro de las opiniones ideol+"icas en bo"a# vilipendi+ en IWK el hito docuental estadounidense .et us 1ow 'raise 3amous Men 2con te,tos de :aes @"ee y !oto"ra!ías de Calker Evans# reali0ado en julio y a"osto de IJ en el condado de Hale# @labaa# por encar"o de la revista 3ortune# e in'dito hasta I3. 1a crítica es la isa que la su"erida# en !ora ebrionaria# en la noticia de lorence Shopson. /ebeos saborear la ironía de que el artículo abo"ue# ante las !racciones de la clase ascendente representada por los lectores del doinical del 1ew %ork Times # por la protecci+n de la sensibilidad de aquellos aparceros ar"inados# de hace cuarenta a?os y las de sus hijos. 1a ironía es a9n ayor porque 2lo iso que la historia de Shopson3 la )protecci+n* adopta la !ora de un nuevo docuental# un )proyecto reG!oto"r$!ico*# un nuevo envío de lo ar"inal y conovedor a la ar"inalidad y el patetiso. @de$s se dana conocer los nobres !alsos que @"ee y Evans dieron a aquellas personas 28ud"er# Coods# Ricketts3 para revelar sus nobres e historias vitales verdaderos. Esta nueva obra consi"ue instituir una nueva condici+n de víctia6 la victii0aci+n# llevada a cabo por la cmara de otro# de personas inde!ensas# que peranecen lue"o in+viles el tiepo su!iciente para despertar la indi"naci+n del nuevo escritor que quiere plasarlos# ediante palabras e i$"enes# en su actual estado de decrepitud. 1as nuevas !oto"ra!ías aparecen junto a las viejas# lo que o!rece una diensi+n hist+rica y representa el oento del pasado en que estas personas in"resaron por priera ve0 en la historia. -oo lectores del doinical del 1ew %ork Times %qu' descubrios( ue los pobres se aver"Zen0an de que los hayan e+puesto coo pobres# que las !oto"ra!ías han sido la !uente de una e,asperada ver"Zen0a. ue los pobres si"uen siendo $s pobres que nosotros6 pues aunque ellos creen que su !ortuna puede ejorar y huyen de la terrible pobre0a# nosotros lectores del Times# coprendeos que nuestra distancia relativa no se ha visto reducida6 las cosas si"uen y'ndonos ejor que a ellos. &or lo tanto# %es di!ícil ia"inarse a estos vicarios protectores de la intiidad de los )8ud"er*# )Ricketts* y )Coods* diri"iendo su c+oda irada a la obra !oto"r$!ica de /iane @rbus(
1a credibilidad de la ia"en coo huella e,plícita de lo que ocurre en el undo ha sido inada por ar"uentos tanto de )i0quierdas* coo de )derechas*. 5n an$lisis que revele que las instituciones sociales sirven a una clase# que le"itian y re!uer0an su doinaci+n ocult$ndose tras una !alsa universalidad iparcial# e,i"e un ataque contra el onolítico ito cultural de la objetividad 2la transparencia# lo no ediato3# que iplica no s+lo a la !oto"ra!ía# sino a toda la objetividad periodística e in!orativa que los principales edios utili0an para eri"irse en aos de la verdad. Ain ebar"o# este ataque a la credibilidad o el )valor de la verdad* ha resultado 9til a la derecha para la consecuci+n de sus !ines. 1a derecha# que asue que entre la "ente hay desi"ualdades y que las elites 2inte"radas por los $s capacitados para entender la verdad y e,perientar el placer y la belle0a en objetos )elevados* y no )de"radados*3 son un !en+eno natural 2y que ade$s considera un suicidio trastocar ese orden natural3# desea captar un se"ento de la pr$ctica !oto"r$!ica# salva"uardando la priacía de la autoría# y aislarla dentro de la traa "aleríaGuseoG ercado del arte# di!erenciado de !ora e!ectiva el saber elitista y sus objetos del saber popular. El resultado 2que descansa sobre los ciientos del bene!icio econ+ico3 ha sido un oviiento "eneral del discurso de la !oto"ra!ía le"itiada hacia la derecha# una trayectoria que supone la estati0aci+n 2y# por ende# la !oraci+n3 del si"ni!icado y la ne"aci+n del contenido# la ne"aci+n de la e,istencia de una diensi+n política. @sí# en lu"ar de decantarse por el saber dial'ctico que sur"e de la relaci+n entre las i$"enes y el undo a la que e he re!erido antes concretaente# de la relaci+n entre i$"enes e ideolo"íaG # se ha optado por erradicar del pensaiento dicha ra0+n. 1a línea adoptada por el docuental bajo la tutela de :ohn A0arkowski en el Museu o! Modern @rt de Nueva York un hobre con poder en un car"o de poderG queda ejepli!icada en la carrera de 8ary Cino"rand# quien recha0a de lleno cualquier responsabilidad 2 culpabilidad 3 sobre sus i$"enes y nie"a cualquier relaci+n entre 'stas y el si"ni!icado huano copartido o p9blico. @sí coo# dentro de la historia de la !oto"ra!ía de calle# es adecuado equipar a Claker Evans con 1ee riedlander# es i"ualente apropiado coparar a Cino"rand con Robert rank 2a quien se copara con casi todo el undo3# cuyas i$"enes hurtadas de la vida aericana de los a?os cincuenta aluden# sin ebar"o# a todos los juicios apasionados que Cino"rand nie"a. Ae"9n 'l# las i$"enes pueden llevar aparejada cualquier narraci+n# y en la !oto"ra!ía el si"ni!icado s+lo tiene que ver con lo que reside entre las )cuatro paredes* del encuadre. 1o que en la obra de rank puede indenti!icarse coo una presentaci+n ediati0ada personalente# en los tres )nuevos docuentalistas* de A0arkowski 2Cino"rand# @rbus y riedlander3 se ha convertido en una quiera privati0ada; 1a ayoría de los que !ueron denoinados !ot+"ra!os docuentales hace una "eneraci+n <=> practicaban la !oto"ra!ía al servicio de una causa social <=> para ostrar qu' ocurría en el undo y para persuadir a sus coet$neos de que debían pasar a la acci+n y endere0ar ese undo. <=> 1a nueva "eneraci+n de !ot+"ra!os ha diri"ido el docuental hacia unos !ines $s personales. Au objetivo no ha sido re!orar la vida# sino conocerla. Au obra delata copasi+n casi a!ectoG por las iper!ecciones y debilidades de la sociedad. El undo real# y no sus horrores# no deja de aravillarles# !ascinarles# y para ello es una !uente de valor no enos preciada por ser irracional. <=> -oparten la creencia de que erece la pena irar a lo co9n# y de que e,iste un valor de irarlo sin apenas teori0aci+n al"una .
A0arkowski escribi+ la introducci+n de la e,posici+n 1ew Documents en IJU# en una @'rica etida de lleno en los )horrores* y trastornos de la "uerra de Fietna. En ella reali0a una d'bil de!ensa del valor de no coproeterse con nin"una )causa social* y de la erudici+n de lo cursi. %-+o de!inios# por ejeplo# los líites y la e,tensi+n del )undo* irando las i$"enes de estos !ot+"ra!os# y c+o se nos puede decir que lo )cono0caos*( 1a reivindicaci+n "lobal que hace A0arkowski de su obra sirve para se?alar los líites de su verdadero alcance. %/esde qu' atalaya debeos irar a la sociedad para ver si tiene )debilidades* o )iper!ecciones*( /ebeos situarnos lo su!icienteente arriba coo para verla coo un circo6 coo una ercancía dispuesta para ser )e,perientada*# del iso odo que un reciente anuncio de vodka nos invita a que )e,perienteos el si"lo 474* toando una copa. -oparadas con las !oto"ra!ías de pesadilla del Fietna y de la aventura doinicana de Estados 5nidos# las obras de riedlander# Cino"rand y
@rbus uestran# c+o no# )copasi+n* por el )undo real*. @rbus todavía no se había suicidado# pero la postura ideol+"ica de A0arkowski deostr+ que incluso seejante acto era recuperable. /e echo# los antepasados de A0arkowski no son aquellos )no son aquellos que practicaban la !oto"ra!ía al servicio de una causa social*# sino !ot+"ra!os boheios coo Brassa[ y el Qert's0 o el -artierGBresson de la priera 'poca. No obstante# en lu"ar de la copasi+n y casi el a!ecto que 'l dijo encontrar en estas obras# yo veo una !uria ipotente dis!ra0ada de sociolo"ía !is"ona6 la !ascinaci+n y el a!ecto no se parecen en nada. Sranscurridos doce a?os# la actitud distante ha dado paso a un nihiliso $s "enerali0ado. El de noviebre de IUI se public+ en el doinical del San 3rancisco un artículo de :erry Nachan# director de in!orativos de la eisora local de noticias y anuncios# en el que se leía; En los sesenta y setenta# la radio in!orativa tenía su lu"ar en la vida de la "ente. %u' pasa en Fietna(%Estall+ el undo ayer noche(%ui'n se ani!iesta y d+nde( <=> @hora# apunto de entrar en los ochenta# las cosas ya no son así. &ara hacer !rente a estos cabios# la Q-BA debe presentar los aspectos críticos de la vida de una anera incluso retorcida. <=> En estos oentos reina en el undo una cierta locura y quereos que la "ente sepa que nosotros podeos describírsela.
Nachan tabi'n se?ala; )Nuestros locutores cuentan a la "ente lo que 'sta ha visto hoy ahí !uera# en la jun"la.* 1a jun"la es el undo y# se"9n esta opini+n# nos inspira tanta ansiedad coo !ascinaci+n perversa# dos clases de respuesta ante un espect$culo. El iperialiso en"endra una sensibilidad iperialista en todas las es!eras de la vida cultural. 5n sa!ari de i$"enes. 1os va"abundos alcoh+licos T iran aena0antes a la persona. 2No tanto# tal ve0# coo los prisioneros e,tranjeros=3. Aon un ejeplo e,treo de una sociedad asculina# de le?adores o e,ploradores de las ciudades# de hobres que 2parece que3 esco"en no peranecer en el educado undo bur"u's de 2%si"ni!ica este de )copuesto por*# )diri"ido por*# )!orado por* o )adecuado para*(3 mu*eres y ni4os . Sodos y cada uno de ellos son un ejeplo claraente identi!icable de una realidad social !ísicaente codi!icada. El ciniso que pueden suscitar en los espectadores es uy distinto del ciniso provocado por las i$"enes del undo# que puede culinar en una ira políticaente diri"ida. Dirigida hacia el cambio . 1os va"abundos son el )!inal* de un tipo de a0ar# de )tra"edia personal*. Sal ve0 haya que ju0"arlos# en 9ltia instancia# coo despreciables # "ente que se erece una patada por su ísera elecci/n . El te,to que subyace a las !oto"ra!ías de alcoh+licos no es ni un tratado de econoía política# ni un tratado sobre la anipulaci+n de la tasa de desepleo a !in de controlar la in!laci+n# antener los bene!icios en al0a y acallar las reivindicaciones laborales# ni un tratado sobre las presiones contradictorias que se ejercen sobre la instituci+n !ailiar en el capitaliso# ni siquiera sobre el atractivo que tienen las dro"as que anulan la conciencia para aquellas personas con pocos otivos para creer en sí isas. The 5owery in two inade6uate Systems es una obra de recha0o. No es un antihuaniso
desa!iante. Est$ concebida coo un acto de crítica6 el te,to que est$ leyendo ahora corre paralelo a otro sistea descriptivo. En este libro no hay i$"enes robadas6 %qu' podrías aprender de ellas que ya no supieras( El tea del epobreciiento va ante todo li"ado al epobreciiento de las tabaleantes estrate"ias de representaci+n# y no al epobreciiento de un odo de supervivencia. 1as !oto"ra!ías no pueden hacer nada para abordar una realidad que la ideolo"ía ya abarca por copleto de anteano# y son tan diversivas coo las !oraciones de palabras# que al enos est$n $s cerca de ser ubicadas en el interior de la cultura del alcoholiso que encuadradas desde el e,terior. En esta obra hay una po'tica del alcoholiso# una poesía e,carcelada. 1os adjetivos y sustantivos !oran sisteas eta!+ricos ia"inería de alientos# n$utica6 la ia"inería de los procesos industriales# del ilitariso6 coparaciones burlonas con la vida anial6 e,tranjerisos# arcaísos y re!erencias a otros universos del discursoG aplicados a deterinado estado del ser# a una subcultura 2si se puede llaar así3 y a la "ente que vive en ella.
1as palabras epie0an !uera del undo de los barrios bajos y caen en 'l# del iso odo que se cree que la "ente caen el alcoholiso i terina al. El te,to acaba dos veces# pues consta de dos series. &riero los adjetivos; de la pícara et$!ora que describe las !ases iniciales# $s que aceptables# de la ebria"ue0# se pasa a la llane0a del sopor etílico y la uerte. 1a se"unda serie epie0a con nobres pertenecientes en e,clusiva al Bowery y no copartidos con el undo e,terior. En ocasiones# los te,to se diri"en directaente a las !oto"ra!ías6 de haber al"una cone,i+n# suele ser el oscureciiento siult$neo de la at+s!era ientras los dos sisteas discurren paralelos. 1as !oto"ra!ías son un paseo por el Bowery visto coo escenario y espacio vital# coo distrito coercial donde# tras el cierre de los estableciientos# los residentes errantes habitan los peque?os portales entre las tiendas y las calles. 1as tiendas son de lo $s variado; las hay viejas y nuevas e ipecables6 las hay desan"eladas# coo las anti"uas tiendas de obiliario para el sector de la restauraci+n o los eros espacios de alacenaiento# y las hay que seejan "rutas acristaladas cuyos absortos querubines# entrela0ados en eleentos ornaentales incandescentes y cuyos cisnes transl9cidos# en surtidores de tubos de !ibra +ptica que escupen sin cesar "otas de aceite# se ven desde la calle. Encia# los alber"ues para va"abundos# hoy escasos# y sus sustitutos# los lofts# van desde el huilde espacio destartalado hasta la recreaci+n del paraíso tropical6 boweries interiores cuyos habitantes 2que suelen ser de los que no quieren tener hijos3 tratan de no pisar a los va"abundos que dueren en sus portales. Nada de todo esto iporta a la calle# nada cabia la calidad de la acera ni el eventual cobijo que o!recen los portales# uchos de los cuales est$n cubiertos por inh+spitas# aunque visibleente discretas# hileras de dientes et$licos cuyo objetivo es ipedir el sue?o 2aunque "eneralente acaban siendo s+lo "uisantes bajo un colch+n iprovisado con una chaqueta enrollada3. Mientra la nueva bur"uesía urbana copuesta por pro!esionales liberales devora !$bricas cerradas y en su lu"ar voita suburbios arquitect+nicos# el Bowery si"ue siendo 2hasta el oento3 lo que ha sido siepre desde hace $s de cien a?os. En el Bowery hay botellas desparraadas y a veces 0apatos# pero nunca !lores# pese a que el nobre si"ue aludiendo a su pasado rural. Estas !oto"ra!ías son una etoniia [Tropo que consiste en designar algo con el nombre de otra cosa tomando el efecto por la causa o viceversa, el autor por sus obras, el signo por la cosa significada, etc.; p. ej., las canas por la vejez; leer a Virgilio, por leer las obras de Virgilio; el laurel por la gloria, etc.> radical6 el entrono su"iere su propia condici+n. No describir' el entorno aterial#
pues en realidad no e,plica nada. 1as !oto"ra!ías iran de !rente a las tiendas y nos proporcionan in!oraci+n urbana que ya conoceos. 1o son la realidad vista de otro modo . No son in!ores desde una !rontera# ensajes desde un viaje de descubriiento o autodescubriiento. No hay nin"una pretensi+n de novedad en un estilo !oto"r$!ico que !ue construido en los a?os treina# cuando el propio ensaje era coprendido de otra anera# estaba incrustado de anera distinta. Yo cito tanto i$"enes coo palabras. 5na cosa es se"ura; las i$"enes concebidas para construir un discurso sobre las relaciones sociales pueden )!uncionar*. &ero el docuental al que hasta ahora se le ha concedido le"itiidad cultural carece de seejante discurso. Aus ar"uentos se han torcido y han devenido "enerali0aciones sobre la condici+n )huana*# la cual# por de!inici+n# no es susceptible de ser cabiada ediante la lucha. Y cuanto $s alto sea el precio que la !oto"ra!ía alcance coo ercancía en anos de los archantes y ayor sea el estatus que se le conceda en "alerías y useos# ayor ser$ la distancia entre esta clase de docuental y otra clase# un docuental que supone un an$lisis e,plícito de la sociedad y# cuando enos# el principio de un pro"raa para cabiarla. El docuental liberal# en el que se iplora a los iebros de la clase ascendente que ten"an piedad y rescaten a los iebros de las clases opriidas# ya pertenece al pasado. 1as :aqueline del undo# incluida :aqueline# bailan sobre su tuba en ausoleos tapi0ados coo la sede de la )oto"ra!ía Aocial*# el 7nternational -enter !or &hoto"raphy de -ornell -apa# en su lujoso epla0aiento en Nueva York. El docuental de hoy 2el ni?o iado de la clase
adinerada# valoraci+n escalo!riante# astutaente decadente y relaida# de la vitalidad ajena o visi+n parcial de la alienaci+n psicol+"ica en ciudades y pueblos3# coe,iste con el "eren de otro docuental; un corpus de obras docuentales que econ+icaente no interesan a nadie pero que est$n cada ve0 $s# decididas a e,poner deterinados abusos !ruto de la situaci+n laboral de la "ente# de la creciente he"eonía de las !inancieras en las ciudades# del raciso# del se,iso y la opresi+n de clases6 obras acerca de la ilitancia y la autoor"ani0aci+n# u obras que las respaldan. Sal ve0 pueda crearse un docuental radical. &ero la co9n aceptaci+n de que el docuental precede# suplanta# trasciende o evita el activiso social real indica que todavía no disponeos de un verdadero docuental. Apéndice: notas sobre las citas
1as !oto"ra!ías de The 5owery in two inade6uate descriptive Systems bien podrían ser citas. No lo son# pero se sit9an deliberadaente en una deterinada tradici+n !oto"r$!ica y# por eso# se puede decir que# en t'rinos "enerales# citan dicha tradici+n. 1a cita# a enudo universitaria# se abre paso a trav's del arte y la literatura del si"lo 44 a la anera de una !u"a entrela0ada con el contra tea de la )ori"inalidad*. En la cita# la relaci+n del que cita con la cita y con la !uente de 'sta# no es del todo clara. El acto de citar hace posible la separaci+n entre la persona que cita y la cita# que llaa la atenci+n sobre la e,presi+n en tanto que induentaria e invita a ju0"ar su corte. L# a la inversa# o!rece un anto sin costuras de autoridad unívoca detr$s del cual pueden esconderse los que citan. @unque nin"una representaci+n es objetiva# en el periodo oderno ha habido tentativas peri+dicas de )objetividad* necesariaente !alsa en relaci+n al si"ni!icado# tanto en el arte 2por ejeplo en la Nueva Lbjetividad aleana3# coo en el periodiso# a la aericana. 1a !oto"ra!ía# dis!ra0ada de ciencia# ha allado el caino de esta !in"ida inocencia# ya que s+lo puede decirse de la !oto"ra!ía que es ipresa directaente por su !uente 2o# literalente# con!orada por ella3. /ebido a la !uer0a i onipresencia del ito social de la literalidad !oto"r$!ica# se ha epleado uchísia ener"ía en deostrar el ito de lo e,acto. En ciertas ocasiones el objetivo ha sido investir a la ia"en con los si"nos de la autoría. \ltiaente# la idea a sido e,poner el !ondo social 2esto es# ideol+"ico3 del ito# su car$cter no !ortuito. 1a esencia de la cita# por no decir su principal preocupaci+n# es la ediaci+n# y todas las reivindicaciones de objetividad y !idelidad se hacen en relaci+n con representaciones de representaciones# no con representaciones de la verdad. Ello ha tenido coo e!ecto una clausura al nivel de la representaci+n# que deja !undaentalente de lado la investi"aci+n de las relaciones de poder y sus +r"anos. &ero $s all$ de la uy posible clausura acad'ica o reduccionistaG!oralista# puede entenderse que la cita# al tensar la relaci+n entre el si"ni!icado y la enunciaci+n# es con!esional y delata una preocupaci+n por el si"ni!icado ante el undo# una titubeante con!ian0a en la e,presi+n directa. En su variante enos noble# no es $s que la irrupci+n de la conciencia ro$ntica en la coprensi+n re!le,iva de que la adecuaci+n interpretativa no es posible# se"uida de una retirada a una ueca paranoica. @l se?alar la e,istencia de un sistea est$ndar de si"ni!icado# una pr$ctica de!inidora# la cita puede revelar la naturale0a pro!undaente social de nuestras vidas. En una sociedad en que las relaciones personales se caracteri0an por la !ra"entaci+n y la historia se reorienta hacia una nueva totalidad opresiva en la que pueden ser decisivos los controles ideol+"icos# la autoconciencia inanente de la cita sobre las vías de le"itiaci+n ideol+"ica las del Estado y su cultura y su clase doinanteG o# $s d'bilente# sobre los cainos de la enunciaci+n coercial# puede reali0ar el sencillo 2aunque siepre necesario3 acto de convertir lo noral en e,tra?o# lo invisible en objeto de an$lisis# lo trivial en indicador de la vida social. En su aparente car$cter parasitario# la cita constituye un recha0o de la creatividad socialente inte"rada# y por tanto# c+plice.
En este sentido# la cita es una sensibilidad alienada. En deterinadas coyunturas hist+ricas# la cita perite vencer la alienaci+n 2entendida coo estado psicol+"ico# no coo descone,i+n estructural entre los seres huanos y su !uer0a productiva# se"9n de!inieran Mar, Y 1uk$cs3# hace posible conectar nuevaente con tradiciones ocultas. Ain ebar"o# la revelaci+n de una tradici+n pasada desconocida o en desuso acent9a la ruptura entre el presente y un pasado inediato# una !ractura revolucionaria en el supuesto curso de la historia. 1a escritura de la historia siepre est$ controlada por la clase doinante# que selecciona e interpreta los aconteciientos se"9n sus propios ',itos y ve la causa !inal de la historia# su telos# coo el triun!o de dicha clase. Este uso de la cita# a saber# la apropiaci+n de eleentos desechados por la historio"ra!ía o!icial# persi"ue destruir la credibilidad de aquellas versiones hist+ricas actuales que est$n a !avor del punto de vista de los que esta historia desi"na coo perdedores. El hoenaje de la cita es capa0 de indicar no retraiiento# sino $s bien una deterinaci+n que se !ortalece y consolida. @sí# para las !einistas de la pasada d'cada# la resurrecci+n de una "ran variedad de obras anteriores en todos los capos culturales vino acopa?ada de una en'r"ica producci+n nueva. 1a interpretaci+n del si"ni!icado y de los orí"enes y el arrai"o social de aquellas !oras contribuy+ a socavar el principio oderno se"9n el cual lo est'tico se encuentra separado de la vida# y ello vino acopa?ado de un an$lisis de la opresi+n de las !oras aparenteente no otivadas de la alta cultura. 1a nueva de!ensa historio"r$!ica de obras olvidadas o enospreciadas !uncion+ coo eblea de la naturale0a en contra del nuevo en!oque. @ saber# !uncion+ coo antiortodo,ia# coo advertencia de la necesidad de reinterpretar peranenteente el ori"en y el si"ni!icado de las !oras culturales# y coo edida especí!icaente antiautoritaria. No es casual que esta revisi+n de las !oras anti"uas evidencie la esencial interpenetraci+n de )!ora* y )contenido*. Ain ebar"o# la cultura bur"uesa cerca su oposici+n y# tras un recha0o inicial# asiila nuevas !oras# priero coo vía paralela y lue"o# tal ve0# coo línea enor de la corriente doinante. -on la asiilaci+n de las !oras anti"uas ahora renovadas# los itos ideol+"icos de las condiciones de la producci+n cultural y el car$cter de sus creadores se ipone de nuevo y sustituyen a aquellas partes no asiilables de las reci'n reescritas historias que recha0aron o ne"aron los paradi"as bur"ueses de la producci+n cultural. En la actualidad# asistios al 9ltio acto de este proceso# en que se aceptan los eleentos críticos y diver"entes del arte# aunque sea a e,pensas del desa!ío a los paradi"as de la producci+n e incluso# cada ve0 $s# a e,pensas del desa!ío al poder del institucionali0ado undo del arte. -oncretaente# parece que el desa!ío a las nociones convencionales del )',ito* es uy peque?o. En t'rinos "enerales# la cita adquiere !uer0a crítica a trav's de la ironía; se habla con dos voces y ello establece una especie de trian"ulaci+n 2la !uente de3 de la cita se sit9a a6uí # el citado ac# y el oyenteespectador allí G# que# por in!le,i+n# socava la autoridad de la cita. Ain ebar"o# la ironía no es accesible a todo el undo# puesto que el p9blico debe conocer lo su!iciente para reconocer lo que est$ en jue"o. Ai bien es cierto que la ironía !unciona en el seno de la cultura de asas# hoy por hoy parece hacerlo de anera distinta a coo lo hacen en el arte elevado# donde si"ue siendo practicada por aquellos que provienen de la tradici+n pop. En la 'poca pop# la cita constituía una literalidad doble; una nueva atadura de cone,iones con una vida social $s all$ de la e,pansi+n artística# la cual# sin ebar"o# o!recía un re!u"io !inal en el !oraliso con una ia"inería reci'n asiilada. 2Este proceso tabi'n a in!luido a al"unas citas !einistas de estilos sacados de su oento hist+ricaente e,tin"uido6 ha !uncionado coo un ecaniso de trans!usi+n# una !uente de pr'staos# y han reaparecido los isos itos de producci+n individuali0ada3. El pop art tabi'n restituy+ la conciencia y la cualidad de presente al arte y a los artistas 2e intensi!ic+ el tira y a!loja con los críticos3. En Estados 5nidos# la direcci+n de la ironía con que citaba el pop se inscribi+ tan tenueente 2y !ue ne"ada tan a enudo3 que se present+ al p9blico en "eneral coo una aprobaci+n onuentali0ada de la ercancía coercial banal6 esto es# coo una !ora sin crítica salvo posibleente una crítica del gusto e+ecrable o# por el contrario# su aceptaci+n e,ultante 2una
e,presi+n del ohín ro$ntico3G. En cuanto )arte*# el pop podía causar al p9blico dolor 2no era ni trascendental ni bello3 o eoci+n 2reconocía la pre!erencia del p9blico por lo decorativo3# pero coo !uentes de nuevas ercancías los productos derivados coerciales baratosG# era una siple diversi+n y su desparpajo# escasaente no convencional. ue te "ustara el pop no s+lo era una anera de adorar a Moloch# sino de hacer caso oiso del aburriiento# coloc$ndose bajo los si"nos actuali0ados del poder cultural; la sibolo"ía corporativa. En el conjunto de la sociedad# la ironía es espor$dica y cat$rtica; canali0a sentiientos de rencor y e,clusi+n relativaente no e,ainados y a veces coprendidos s+lo de !ora super!icial. En la alta cultura# se entiende que la onipresente ironía hacia la producci+n cultural est$ vinculada a una crítica desarrollada de la estructura social o de las condiciones de la e,istencia huana. 1o que desde la posici+n privile"iada de la alta cultura parece culpable# desde la perspectiva de la cultura de asas resulta caprichoso# inteli"ente o in"enioso6 considerar que los eleentos culturales a!ectan a toda la cultura es uy distinto que considerar que son entidades aisladas y producidas al a0ar. -on el acto de citar# lo iso que con el de !oto"ra!iar# el peso del si"ni!icado lo da en alto "rado el encuadre. 1a era introducci+n de al"o allí donde a sido e,cluido por ejeplo# ia"inería de la cultura de asas en un conte,to de cultura elitista 2pop3 o !oto"ra!ías de los pobres no !oto"ra!iados o de subculturasG puede suponer una introisi+n radical# hasta que la !ailiaridad disipa la conoci+n y vuelve a aparecer la clausura# habi'ndose incorporado ya los eleentos perturbadores. 1as citas# i"ual que las !oto"ra!ías# se alejan !lotando de sus discursos encuadradotes# y quedan absorbidas en la atri0 de la cultura positiva 2para este punto y para la tolerancia represiva# v'ase Marcuse3. 1a ironía de la cita pop# que ni siquiera !avoreci+ la indi"naci+n oral continua que sí puede que despertasen las !oto"ra!ías de los pobres# !ue insu!iciente# ya que no s+lo no hubo un encuadre coherenteente crítico para el pop# sino que incluso sus críticos y artistas recha0aron tentativas parciales. Y es incluso $s !$cil adirar dise?os del l',ico "r$!ico u ornaentos de los osaicos de las e0quitas# o ilustraciones chinas# que una !oto"ra!ía de al"una pobre víctia en al"9n sitio# por uy !ailiar que haya lle"ado a ser y por uy rica que sea la narraci+n que uno haya conse"uido otor"arle 2aunque es probable que# con el tiepo# el contenido huano de la anti"ua !oto"ra!ía de protesta ha"a que se sit9e por encia de la cita de arte elitista del desecho de la cultura de asas3. 1a ironía pop est$ ahora casi a"otada# pero los artistas si"uen utili0ando la cita para dar !ora a la ironía y a la crítica. )-uesta ucho hacer al"o ori"inal*; esta a!iraci+n delata el dilea del sentiiento van"uardista en un oento en que no hay una verdadera van"uardia y que 'sta puede ser estructuralente iposible. -uando consideraos la reciente pr$ctica crítica en trono a la !oto"ra!ía# debeos di!erenciar la !oto"ra!ía del undo del arte y la !oto"ra!ía del undo de la !oto"ra!ía. En esta 9ltia# y a di!erencia de antes# e,iste una ironía situacional e,terna a la obra6 en el pasado# la pr$ctica !oto"r$!ica esteti0ante era# lo iso que el arte# altruista# pero los 9ltios veinte a?os de historia del undo de el arte han convertido esta postura en deasiado aburrida. 1os !ot+"ra!os# especialente los !orados en escuelas de bellas artes# persi"uen nuevas iradas ientras la onívora ercantili0aci+n de la !oto"ra!ía convierte las ! oto"ra!ías en aterial artísticoG hist+rico. 1as !oto"ra!ías citan a la pintura# el dibujo# los dia"raas del arte conceptual# la publicidad# otras !oto"ra!ías# etc.# por re"la "eneral coo t$ctica para escalar# aceptando la autoridad de la !uente y evitando la pr$ctica socialmente crítica. 27ncluso la !oto"ra!ía docuental est$ arcada por la !ra"entaci+n# la subjetivi0aci+n y la distorsi+n de las i$"enes procedentes del surrealiso y de las estrate"ias publicitarias herederas de este oviiento3. Hay poca ironía deliberada con respecto a las !uentes de este tipo de obra 2%o debería decir poco aceptada(3; he aquí una cita de la 2o para la3 derecha esteticista# que naturalente pre!iere# la est'tica a la política. Mientras el capitalisoGenGcrisis intenta renovarse y volver a iponer la ideolo"ía del ne"ocioGesG elGrey que pone el acento en la copetencia# el ran"o y el privile"io# coo era de esperar el undo del arte est$ siendo reestructurado.1a pintura y la escultura# "uiadas por archantes y arropadas
por e!usiones críticas aduladoras# coo corresponde# son las ercancías preeinentes del undo del arte en la 'poca de la reacci+n. -ualquier an$lisis sobre la nueva populari0aci+n del arte e,presionista e incluso !ascista que cita 2)neoG*3 debe tener uy en cuenta su relaci+n con la "uerra econ+ica e ideol+"ica# una cuesti+n que se aleja del tea de este escrito. 1a ayor parte del e,presioniso que cita es "eneroso con los hoenajes# si bien en cierto sentido los eleentos itol+"icos que tradicionalente se presentaban o enascaraban coo !i"uras de la calle han sido sustituidos por una icono"ra!ía !reudiani0ada sui "'neris. Estas obras $s recientes 2se trata de la producci+n capitali0ada y proocionada en "rado suo de artistas italianos# aleanes y al"uno estadounidense3 intentan re"resar por todos los edios al arte )trascendente*# en el ejor de los casos con una ironía pobre e intrincada diri"ida a su propio si"ni!icado hist+rico. @parte del si"ni!icado de la ia"inería e,presionista# su re"reso no puede ser recibido teniendo en cuenta la b9squeda de la )autenticidad* con la que debut+. En relaci+n con la sociedad# 1uk$cs o!rece un elocuente an$lisis del e,presioniso 2en literatura3 en su ensayo de I titulado )Ai"ni!icado y decadencia del e,presioniso*. En su an$lisis de una sociedad dividida en clases en!rentadas# los e,presionistas s+lo ven las des"arradoras penas que la )civili0aci+n* ipone al individuo. No hace !alta toar partido# lo 9nico que hay que hacer es lavarse las anos. -oo oposici+n que partía de un con!uso punto de vista anarquista y boheio# el e,presioniso iba diri"ido con ayor o enor !uer0a contra la derecha política. Y uchos e,presionistas y otros escritores que se antuvieron en sus !ilas s+lo adoptaron una política de i0quierdas $s o enos e,plícita. <=> Ain ebar"o# por honesta que en uchos casos pueda haber sido la intenci+n subjetiva subyacente# la distorsi+n abstracta de la cuesti+n !undaental# y concreta la abstracta tendencia )anticlaseedia*# precisaente porque separaba la crítica a la clase edia de la coprensi+n del sistea capitalista y de la adhesi+n a la lucha por la eancipaci+n del proletariado# podía caer !$cilente en el e,treo opuesto; la crítica a la )clase edia* desde la derecha# la isa crítica dea"+"ica del capitaliso a la que posteriorente el !asciso debi+ por lo enos una parte de su !undaento de asas .
5no de los artistas citadores $s ostentosos bebe directaente de la icono"ra!ía !ascista# que viste con induentaria !oral )cl$sica oderna*. @unque a!ira que est$ atacando el copetitivo undo de las "randes corporaciones# no !unciona; tabi'n los na0is atacaron los "randes ne"ocios# lo que e,plica la se"unda parte de la palabra nacionalsocialiso. &or re"la "eneral# el !asciso se dis!ra0a de populiso ientras en secreto sirve al undo de los ne"ocios6 así debe leerse el tan reproducido colla"e de :ohn Heart!ield El si"ni!icado del saludo de Hitler# subtitulado )Hay illones detr$s de í* y )El peque?o hobre pide "randes re"alos*. 1o 9nico que los !ascistas o!recen a los )peque?os hobres* es la posibilidad de sentirse conectados con el poder a trav's de una identi!icaci+n eraente ítica. 1a utili0aci+n de !oras íticas y la e,acerbaci+n de las dudas irracionales no conduce a la trans!oraci+n "radual de la sociedad6 antes bien# hace que la "ente acepte $s r$pidaente el )lidera0"o* 2la subyu"aci+n3 autoritario y presuibleente patriarcal. Sapoco sirve ne"ar cualquier responsabilidad en el contenido !ascista proyect$ndola en el p9blico y despu's equilibrar la balan0a con culpabilidad y duda. 1a obra en cuesti+n 2 performance# escultura y "ra!iso3 o!rece una inensa onuentali0aci+n del poder asculino colunas !$licas# i$"enes del h'roe atribulado# el dios su!rienteG y cuerpos contraídos# uni!ores de poder# aras y una cruda iluinaci+n; recrea de la !ora $s descarada# el arte !ascista. &or 9ltio# no sirve decir que la obra es una crítica social. -oo an$lisis del capitaliso occidental# la etiqueta )!ascista* es sencillaente incorrecta. @l revelar la realidad de nuestra sociedad 2que erece el an$lisis y la crítica que le sean adecuados3# este uso incorrecto de la palabra sirve para "lori!icar el !asciso# que parece !ascinante y en absoluto insoportable. %u' si"ni!ica colocar en prier plano ideas e i$"enes !ascistas cuando desde el oviiento punk y new wave se les adula y cuando s+lo hay que abrir el 1ew %ork Times para encontrar una ilustraci+n a toda p$"ina toada directaente del l',ico publicitario !ascista de los alacenes Ber"dor!( En contraste con estas obras reaccionarias# hoy en el undo del arte ur"e reali0ar !oto"ra!ías y te,tos críticos. Est$ recibiendo uchísia atenci+n por parte de los sectores del establishment
crítico que no est$ dispuesto a subirse al carro de la reacci+n. Esta pr$ctica est$ interesada en un coproiso crítico con las i$"enes de la cultura de asas# visuales y verbales# y con las de la !oto"ra!ía 2y el arte3 coo pr$ctica. -ita 2es )apropiacionista*3 y es ir+nica. &ero al"una parte de esta pr$ctica 2que a pesar de su a"resividad y a!iraciones a veces "lobali0adas parece en ocasiones tíida en relaci+n con su propio aterial3# presenta serios probleas. 1a apropiaci+n y el an$lisis constituyen los dos teas de debate de la crítica. Feaos en qu' se di!erencian; la apropiaci+n depende claraente del conte,to para proporcionar el oviiento crítico que# coo he se?alado antes# se produce "eneralente a trav's de la ironía. 1as estrate"ias apropiacionistas no e,cluyen# en principio# ni el an$lisis ni la síntesis 2si bien tienden a hacerlo las que hoy reciben ayor atenci+n3. Ain ebar"o# el hecho de replicar !oras opresivas# bien cit$ndolas directaente bien creando siulacros# puede replicar la opresi+n. &or otra parte# las obras en cuesti+n iplican una crítica totali0ante o siste$tica. 1+"icaente# iplicar a todo un sistea es poco satis!actorio6 si una a!iraci+n abarca un universo entero# no e,iste punto de vista e,terno posible desde el que hacer o entender la crítica. &or consi"uiente# sosten"o que la utili0aci+n del len"uaje de la publicidad# el elodraa o una serie siulada de unidades de habla del )inconsciente cultural* no hace sino dejar sus sisteas libres de crítica y reproduce deasiado bien sus t$cticas orientas al poder y causantes de an"ustia. &or su ri"or# la obra es did$ctica en relaci+n con otras producciones artísticas. /el iso odo que se sit9a l+"icaente por encia de otro arte# el discurso crítico requerido para apoyarla es puesto en la isa relaci+n respecto a ella. El abandono del an$lisis social directo !oenta el irracionaliso# copa?ero de la reacci+n. -oo ya he dicho# el racionaliso iplica y !oenta la certidubre# ientras que la duda y la abi"Zedad auenta la an"ustia social. 1os siulacros de discursos ideol+"icos# tanto si son en i$"enes 2de ujeres# pon"aos por caso3 coo estereotipos verbales# no o!recen nin"9n punto de apoyo dentro de la obra sin an$lisis6 antes bien# producen un undo ideal traicionero y contradictorio que !oenta la proyecci+n y el ito. En su ensayo sobre el e,presioniso# 1uk$cs cita a Qarl &inthus# a quien de!ine coo )uno de los principales te+ricos e,presionistas*; Aentios de !ora $s clara que nunca la iposibilidad de una huanidad que se había hecho copletaente dependiente de su propia creaci+n# de su ciencia# su tecnolo"ía# su estadística# su coercio y su industria# de su orden social !osili0ado y de las costubres bur"uesas y convencionales. Este reconociiento supuso el principio de una lucha contra la 'poca y su realidad. Epe0aos a descoponer la realidad a nuestro alrededor en la irrealidad que es# a penetrar los !en+enos hasta lle"ar a la esencia# y a cercar y derribar al enei"o conquistando la ente. Nuestro prier objetivo !ue distanciarnos del entorno a trav's de la superioridad ir+nica# e0clando "rotescaente sus !en+enos# !lotando !$cilente a trav's del viscoso laberinto <=> o elev$ndonos hasta alcan0ar lo visionario con el ciniso del music hall .
5nas p$"inas $s adelante# 1uk$cs se?ala que )el e,presionista presenta esta )esencia* coo la realidad po'tica. <=> En poesía <=> lo hace convirtiendo en !ora literaria su propia incapacidad para or"ani0ar y doinar la realidad objetiva en el pensaiento# que convierte en el caos del propio undo y# siult$neaente# en el acto soberano del escritor*. En las obras basadas en la publicidad# la crítica es a la doinaci+n que e,iste cuajada en i$"enes "r$!icas 2no necesariaente procedentes de anuncios3 y len"uaje# y la presentaci+n recurre a las t'cnicas de las revistas# las vallas y siilares. 7"ual que en publicidad# la relaci+n del te,to con la ia"en es noralente ir+nica; contradictoria# tal ve0# o reveladora. Ain ebar"o# no e,iste nin"una crítica específica de estas !oras en tanto que opresi+n concreti0ada# en tanto que instruentalisos de la venta. 1a publicidad es sipleente ensuciada por la estela de otros eleentos críticos presentes en la obra6 aunque las !oras se uestran constre?idas# no hay en ellas una crítica pro!unda# ya que su ensaje es nuevo y crítico. 1as obras que eplean las t$cticas de la televisi+n padecen los isos probleas; todas locali0an claros ejeplos de i$"enes opresivas# a veces sensacionalistas# que suelen tener coo objetivo a la ujer# o convierten la violencia en espect$culo6 y todas repiten estrate"ias !orales opresivas de la industria esco"ida 2publicidad# televisi+n3; por ejeplo# !raseo y uso de la tipo"ra!ía incontestables#
o un r$pido ontaje# todo ello or"ani0ado en un !orato actuali0ado. -oo es de esperar# a edida que estos artistas han desarrollado sus obras# parece que la obra est$ cada ve0 $s atrapada en la !ascinaci+n por su propio aterial. 1a abivalencia con respecto al aterial apropiado se hace evidente en que la !ora es presionada al servicio de una nueva autoridad# un nuevo doinio. Esta abivalencia contribuye al !oraliso de la obra# ya que el brillo puede parecer $s poderoso que la crítica. &ara aquellos sin una relaci+n crítica previa con el aterial# la obra parece una versi+n relaida de ori"inal# una nueva ercancía. En realidad# la ayor parte de esta obra ha deostrado ser uy# !$cil de e,hibir# !$cil de coentar# !$cil de vender. Epi"ra$tico y rítico# el e!ecto de la obra tiende a hacer iposible el pensaiento en lu"ar de estiularlo# a reepla0ar la crítica y an$lisis por la era ret+rica. Nadie# ni siquiera el crítico o el espectador# debe es!or0arse por coprender las relaciones sociales a las que se alude en la obra. El recha0o cate"+rico de la )nueva producci+n* 2que equivocadaente suponía que la reproducci+n no es producci+n3 hacia al"unos artistas que citan es uy ro$ntico# puesto que si"ue considerando la creatividad coo la esencia del arte. Esto echa por la borda# por ejeplo# una idea $s abierta del arte se"9n la cual 'ste arranca de las relaciones vividas y re"resa a ellas. El "rito del productor aislado# el espectador de la vida social# constituye una opci+n tras la cual reside una pro!unda estasis (Estancamiento de sangre o de otro líquido en alguna parte del cuerpo). 1a obra peranece in+vil ientras los críticos trabajan sobre ella# esco"iendo entre )naturale0a* o )cultura*# !eenino o asculino 2volver' sobre este tea $s adelante3. %u' si"ni!ica reproducir directaente !oto"ra!ías conocidas o !oto"ra!ías de obras de arte conocidas( 1as respuestas han sido de lo $s in"eniosas; sacar las obras de sus dei!icadas hornacinas y hacerlas accesibles a todo el undo 2un coisario respetable36 a!irar que !oran parte de nuestro inconsciente cultural 2un artículo reciente del 1ew %ork Times 36 e,poner la condici+n ercantil de todo el arte en la 'poca de la reproductibilidad t'cnica 2críticos in!luidos por el pensaiento europeo36 protestar contra la sobreabundancia de la ia"inería e,istente 2un ai"o ío3. -ada una de estas e,plicaciones peranece en su propio doinio de si"ni!icados. 21a e,plicaci+n $s clara que el artista ha podido o!recer han sido observaciones sobre la abivalencia3. %u' visi+n alternativa su"iere este tipo de obra( No se nos proporciona el espacio dentro de la obra para entender de qu' otro odo podrían ser las cosas. A+lo podeos ia"inar un respiro !uera de la vida social; la alternativa es ed'nica (Perteneciente o relativo al edn3 o ut+pica. No hay vida social# relaciones personales# "rupos# clases# nacionalidades6 no e,iste $s producci+n que la producci+n de i$"enes. Ain ebar"o# una crítica de la ideolo"ía necesita cierto !undaento aterialista para situarse por encia de lo teol+"ico. @l"unos de los probleas que presentan las obras que citan tienen sentido# tal y coo he dicho# a la lu0 de nuestra actual situaci+n hist+rica. 1a !uer0a que reside tras su ironía no deriva de un proceso de politi0aci+n# aun cuando reivindica una política. &enseos en la ironía de los oviientos políticos. &enseos en las tiras c+icas# obras de teatro y canciones# por ejeplo# de oviientos pasados# uchas de las cuales han entrado en las historias o!iciales sacadas de un conte,to de a"itaci+n política. 1a ironía y la parodia de las instituciones sociales opresivas y sus representantes que estas obras contienen est$n ipre"nadas de ira y oviiento hacia delante# una deterinaci+n hacia el cabio que parece convencida de la direcci+n de la historia. 1a ayor parte de estas obras sur"en de los oviientos de la clase obrera# con aliados bur"ueses y peque?obur"ueses tales coo intelectuales y artistas. &ero la !alta de un oviiento opositor coherente en Estados 5nidos deja hoy a los artistas en la !$cil alian0a institucional que ellos 2nosotros3 antienen# junto con los intelectuales y otros )trabajadores culturales*# con las clases doinantes. El arte crítico del que he estado hablando acaba siendo oderno porque con!ía 2salvo al"unos casos3 en la "alería# el useo y el apoyo de la crítica. &r$ctica híbrida# cobina el car$cter obsesivo del e,presioniso 2abstracto3 con el ri"or del conceptualiso 2o# para ser e,actos# del
inialiso3. -oparadas con la actividad inventiva# diri"ida y epresarial del pop art de @ndy Carhol o las inteli"encias se"uras de sí isas del arte conceptual# la ayor parte de estas obras parecen estar preparadas para el crítico. 8ran parte de los críticos sipati0antes s+lo se ocupan del arte que ya ha encontrado su lu"ar en las "alerías de arte y en los useos# de odo que se supone que el proceso de le"itiaci+n e,cluye otros tipos de pr$cticas# las pr$cticas no neoyorquinas 2o no europeas3# así coo aquella que no se coproete# o se nie"a ha hacerlo# con las instituciones e,positivas y de venta de la alta cultura. El conservaduriso 2y la pere0a3 de esta liitada pr$ctica crítica viene con!irada por la anera que tiene de )e,plorar* intensivaente a unos pocos artistas# noralente artistas de )idea 9nica*# la ayoría de los cuales proporcionan teas relativaente pasivos de atenci+n crítica. &arte de la oposici+n a la he"eonía cultural bur"uesa ha adoptado la direcci+n althusseriana de la )pra,is te+rica*# que cali!ica de revolucionaria la obra te+rica que pone al descubierto las estructuras de la doinaci+n capitalista en el terreno de la ideolo"ía. 21uk$cs subraya la orientaci+n te+rica de los e,presionistas3. Ain ebar"o# esta obra est$ atrapada en las relaciones de producci+n de su propio terreno cultural. &ara los críticos y otros productores sipati0antes# esta clausura !uncionalente oderna re!uer0a la idea que ellos isos tienen de oposici+n a la cultura bur"uesa he"e+nica sin plantear las cuestiones di!íciles sobre la relaci+n que antienen con los oviientos políticos 2aunque @lthusser !uera iebro del partido counista !ranc's incluso durante su 'poca estalinista3. 1os críticos y artistas sobre los que 'stos escriben se con!iran utuaente que teas coo la civili0aci+n y la cultura deben ser tratados dentro del universo del si"ni!icado circunscrito por el internacionali0ado undo del arte6 con!iraci+n utua de la iposibilidad de involucrarse en cuestiones políticas que aena0a# en el lu"ar de destacar # las relaciones de poder en la sociedad. El arte al que ha"o re!erencia e,a"era el car$cter opresivo de las instituciones sociales# y no deja espacio para las iniciativas huanas opositoras# una acusaci+n que tabi'n se ha lan0ado contra la obrera de @lthusser. En edio# de una incertidubre cada ve0 ayor# la crítica ha dado archa atr$s en cuanto a su postura )coproetida*. 1a crítica todavía eer"ente derivada de la obra de :acques /errida tiende a ne"ar la posibilidad de posturas políticas inequívocas 2aunque hace poco unos reporteros !ranceses pusieron a /errida supuestaente contra las cuerdas y le hicieron proclaar que creía en la necesidad de una trans!oraci+n social3# del iso odo que nie"a la autoría# lo que parad+jicaente puede contribuir a desepolvar la visi+n del artista coo !i"ura desconectada que crea de !ora pasiva. El retorno a la para!ernalia del "enio 2o# por utili0ar un t'rino enos histri+nico# el productor solitario3 entronca# curiosaente# con teas relacionados con el !einiso. No en vano la ayoría de los artistas en cuesti+n son ujeres. Es $s probable que sean las ujeres 2y no los hobres3 quienes uestran una postura crítica con respecto a las relaciones de poder e,istentes# ya que apenas si tienen poder. Ain ebar"o# concretaente en la counidad intelectual $s concienciada# donde el !einiso todavía se toa en serio# la condici+n !eenina suele ser ahora el índice de todos los indicadores de la di!erencia6 la valoraci+n de la obra de ujeres cuya te$tica es la opresi+n a"ota la consideraci+n de cualquier opresi+n. Esta e,hibici+n de opresiones re!leja la e,istente en el resto de la sociedad# que divide y vence. 1a di!erencia reside en el hecho que en el undo del arte pueden e,cluirse la ra0a y la clase 2por ejeplo3# lo que no si"ni!ica que para el undo del arte el resto de la sociedad no e,ista. Ai Nueva York es a veces -ultura para la Naturale0a del resto de la sociedad# el undo de los artistas y los intelectuales tabi'n a veces es -ultura ientras que el resto de la cultura# sea la cultura de asas sur"ida de la bur"uesía o la cultura popular o callejera# es Naturale0a. sta# por supuesto# proporciona el entrono y la ateria pria. 1a distancia 2por no decir desprecio3 que e,perientan uchos críticos e intelectuales por la vida y la cultura de las inorías y de la clase trabajadora deja de ser un tea a tratar cuando de!iende a las ujeres opriidas. 2No hace !alta que echeos la culpa a nadie3. -oo ya he dicho# el arte de ideas 9nicas necesita !uertes sisteas de apoyo# y este apoyo puede ser literalente condescendiente. Sal ve0 Aven"li y Srilby sean un odelo deasiado e,treo para esta relaci+n#
pero tiene al"o de performer y manager . El predoinio del discurso crítico sobre las eisiones e,presivas del artista es un predoinio que nie"a la culpabilidad# ya que se lleva a cabo bajo la l+"ica superioridad del etalen"uaje con respecto al len"uaje# e,culpando así a los individuos iplicados. Ai la ujer artista que a!ira de sí isa 2%de todos nosotros(3 ser prisionera del len"uaje !aloc'ntrico se nie"a a intentar hablar# su ne"ativa# unida al hecho de que si"ue buscando# a trav's de los canales ordinarios del undo del arte# la validaci+n de los críticos# coisarios y copradores# con!ira la ia"en de la ujer atada e ipotente. El inter's ornitol+"ico de al"unos críticos por el canto del p$jaro enjaulado encaja en el odelo establecido por anteriores actrices y cantantes condenadas. Hubo un crítico que atenuaba los elo"ios a las ujeres de las que hablaba con un an$lisis aleccionador de los )puntos d'biles* de sus en!oques# estrate"ia que ja$s ha epleado con los hobres. @l"unas de las nuevas obras que citan e,isten en relaci+n con )la calle*. )1a calle* solo es inter's en escenarios urbanos con una estructura de clases uy dividida así coo con con!lictos de clase# y tal ve0 donde los pobres y ar"inados tabi'n son di!erentes desde el punto de vista 'tnico. @l actuar en el cerrado undo del arte neoyorquino pero vivir a enudo entre sus habitantes ar"inados# los artistas pueden identi!icarse con sus vecinos y a la ve0 aspirar a triun!ar en el undo del arte. Establecerse en Nueva York se considera un peli"roso rito de paso del que solo salen victoriosos los !uertes. &or uchos probleas que esto pueda acarrear en la vida diaria# esta situaci+n deviene un draa !ant$stico en lo que concierne al hecho de hacer arte. 1a calle y su cultura se convierten en una !uente de estilo y en un escenario teatral para un arte que todavía va diri"ido a un p9blico inte"rado por iebros de la alta cultura y por las subculturas interedias de j+venes productores y partidarios. 5bicar los epla0aientos artísticos en barrios epobrecidos supone un verdadero dilea# ya que el poder y el privile"io social apenas si pueden anhelarse. uienes viven en barrios# a enudo ni?os# epie0an coo productores de !ora relativaente natural y# sin duda# se bene!ician de sus e,periencias. &ero las carreras est$n ideadas para los artistas 2principalente blancos36 carreras que# en su encarnaci+n "alerista# son tan d+cilente individuali0adas coo cualquiera. 1a coacci+n de los sentiientos huanos y el truncaiento de la vida social# cuya vitalidad continuada atesti"ua la capacidad huana de resistencia en condiciones terribles situaciones que los activistas y críticos sociales se?alan coo prueba de la capacidad de destrucci+n del capitalisoG# son trans!orados en !uentes eocionales# incluso sensacionales# del e,periento y la ia"inería artísticos# sin ir acopa?ados de reconociiento al"uno de la opresi+n y la necesidad. 1o que !ue evidencia se convierte en otivo de celebraci+n. 5n encuentro a trav's del cual los p9blicos del arte se !eliciten porque los pobres est'n contentos de estar donde est$n# benditos sean# da tanto respaldo al status 6uo coo el arte que les deja !uera. 1a pr$ctica de la cita va $s all$ de lo que he anali0ado aquí. @unque hobres y ujeres realicen obras pertenecientes a abos tipos 2el crítico y el isti!icador3# es evidente que por lo enos el neoe,presioniso es hoy por hoy 2y ha sido3 una estrate"ia asculina# parte de cuya esencia es dolorosa perdida del doinio individual de uchos hobres 2y parte de cuyo uso social es el )contra"olpe*3. /e !ora concoitante# la ayor parte de las obras !oto"r$!icas de crítica social son una respuesta al poder opresivo de la doinaci+n ideol+"ica sin autor se"9n e,presa la ia"inería de lo !eenino6 de ahí que sea l+"ico que estas obras las realicen ujeres. /ado que las ujeres# en su b9squeda del ',ito y la autodeterinaci+n# han tenido que inii0ar su )e,presividad*# estas obras son ri"urosas y duras. @l abandonar el terreno de la e,presi+n# las ujeres dejaron vía libre para que los hobres se precipitaran a reivindicar sus derechos 2y para que la !eenina Mary Boone se?alara con acento epresarial que los hobres son $s e,presivos que las ujeres y a!irara# siult$neaente# en el n9ero del T de abril de IWT de la revista 'eople; Aiepre optar' por una "ran artista# pero las jerarquías useísticas no las aceptar$n.*3. El destripaiento del !einiso que se da en la sociedad hace que sea !undaental la continuaci+n del arte !einista. &ero si las artistas encajan con deasiada !acilidad en los
esqueas institucionales del undo del arte# parece plausible que el arte !einista se convierta en un estilo $s de los sesenta y setenta# y que quede anticuado. 1a sociedad )pos!einista* no tardar$ en ver una confirmaci/n en la repetici+n de las i$"enes de la ujer encuadrada# al i"ual que el pop art . /ebeos encontrar la anera de antener una pr$ctica no s+lo crítica sino tabi'n que vaya a la contra# tal y coo he dicho al principio de este escrito. Es uy probable que la lleven a cabo aquellos que han !orjado la pr$ctica crítica a la que e he re!erido u otros parecidos a ellos# así coo hobres que rechacen el tipo de recopensas que ahora o!rece el undo del arte# que est$n cada ve0 $s vinculadas a los intereses de quienes se es!uer0an por ejercer el control sobre la sociedad.