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Tejidos por niñas y niños de Sahagún
Narraciones y cantos vueltiaos
Tejidos por niñas y niños de Sahagún
FUNDACIÓN PROMIGAS DIRECTORA E JECUTIVA ~ Lucía Ruiz Martínez C ONSEJO DIRECTIVO Hernando Gutiérrez de Piñerez Odette Rumié Alba Sierra Arrieta Marta Ligia Tamayo Carlos Moreno
E QUIPO DE TRABAJO DEL PROYECTO DIRECTORA EJECUTIVA ~ Alba Sierra Arrieta DIRECCIÓN DEL PROYECTO ~Luz Marina Silva Travecedo C OORDINACIÓN ~ Sandra Castro Mercado ASESORA ~ Beatriz Helena Robledo C OORDINACIÓN EDITORIAL ~ Odette Rumié ILUSTRACIONES ~Natalia Isabel Pájaro Ortega C ONCEPTO GENERAL DE PORTADA E ILUSTRACIONES ~ Sandra Castro Mercado y Luz Marina SilvaTravecedo DISEÑO GRÁFICO Y DIAGRAMACIÓN ~ Cristina López Méndez R EVISIÓN DE TEXTOS ~Margarita Rosa Londoño M.
© 2005 Fundación Promigas Calle 66 # 67-123 Tel. ~ 371 3288 Barranquilla ~ Colombia ISBN
Impresión ~ Quebecor World Bogotá Impreso en Colombia ~ Printed in Colombia
Agradecimientos especiales A la Secretaría de Educación Municipal, Casa de la Cultura y Biblioteca Pública Municipal Luis Alfonso Lions por su acogida y respaldo permanente a esta propuesta. A la comunidad sahagunense por aportar las palabras que ayudaron a tejer gran parte de esta obra. A Promigas y el equipo de trabajo del Distrito de Sahagún por su compromiso social y apoyo a este proceso.
E STUDIANTES QUE PARTICIPARON ACTIVAMENTE EN EL PROCESO Duván José Acevedo Galindo, 5 o
Ingrid Dorado M., 5o
Aidé Acosta, 5o
Kellis Dayana Dorado, 5o
Rafael José Aguirre Sahes, 3 o
Javier David Dumar R., 2 o
Geraldine Ardila G., 2o
Danna Margarita Figueroa V., 2o
Jean Carlos Ariza, 2o
Álvaro Javier Fuentes M., 5o
María José Arrieta, 3o
Dina Fernández Ramos., 3 o
María Ángela Arroyo Sarmiento, 3 o
Juan José Garavito, 5o
Luz Esther Avilez, 4o
José Antonio García Guerra, 3 o
Yurleis del Carmen Avilez Díaz, 2 o
Arlis María Güenaga, 3o
María Mónica Barrios Aguado, 3 o
Astrid Carolina Guerrero, 3o
Antonio Bello, 4o
Jesica Paola Guerrero, 5 o
Luis Alfredo Bello, 4o
Didier Andrés Gómez Obeso, 5 o
Camila Andrea, 3o
Camilo González, 2o
Eder Calle Zabaleta, 5o
Eva Sandri González Pinedo, 5o
Luis Armando Cardozo, 5o
Iván Alberto Guerra, 4 o
Yésica Paola Care Agus, 3 o
Donicer Guerra, 4o
Iván José Care Guerra, 4 o
Mariluz Guerra, 2o
Osnaider Antonio Care Peñate, 3o
Juan Alberto Guerra Hernández, 4 o
Nayarit Carrascal, 2 o
Luci Tatiana Guerra Mendoza, 5 o
María Claudia Causil Castro, 5o
Salma Guerra Salgado, 3 o
Jordy Alexander Choperena, 5o
Felicia del Carmen Gutiérrez Sotelo, 5o
María José Choperena, 2o
Ana Cecilia Herazo Reyes, 5 o
Adriana Cordero F., 5o
Ginaris Hernández P., 4o
Karol Cecilia Corena Carrascal, 2 o
Brigith Carolina Herrera Vega, 4 o
Jahn Carlos Hoyos, 3o
Jairo Alfonso Montes, 3o
Omaira Hoyos, 5o
Jeraldyn Montiel, 3o
Rosa Hoyos, 3o
David Fernando Montiel, 2o
Jorge Eliécer Jaramillo Segueda, 5o
Estefanía Morales, 5o
Lina Marcela Lambis Mendoza, 5 o
Lina María Moreno, 5o
María A. Larante, 3o
Marcela Muñoz, 2o
Joseline Paola López Bernal, 3o
Margarita Rosa Muslaco Guerrero, 4 o
Carlos López Vera, 3o
José Luis Obeso, 5o
Katerin López Vera, 5o
Saim Osta, 3o
José Alfredo Macea Flórez, 5o
Álvaro José Otero, 1o
Andris Paola Macea Guerrero, 3 o
Consuelo Ozuna, 3o
Diana Carolina Madrid, 4o
Karen Pájaro Mejía, 3o
Estefany Martínez, 5o
Luis Carlos Pacheco, 5o
Óscar Emiro Martínez, 2o
Angélica Peñate, 3o
Roxana María Martínez, 3 o
José Domingo Peñate, 2o
Carolina Medina Cardozo, 3o
Kenny Johana Pérez Rivero, 3 o
Geira Méndez, 5o
Greicy Petro F., 1o
Geira Sagey Méndez, 5 o
José David Pimiento, 1o
Kellis Mesa S., 5o
Liseth Paola Quiñónez, 4o
César Augusto Mercado Moreno, 3 o
Eduardo Luis Ramírez Salcedo, 3 o
Yoladys Mestra, 5o
Nabia Ramírez, 4o
Jesús Alberto Miranda, 4o
Marbelis María Ramos Oviedo, 3 o
Ana María Miranda De La Ossa, 3
Elías M. Ramos, 4o
Diana Montes, 2o
Rosnaider Isabel Ramos, 5 o
Carlos Alberto Montes Arroyo, 5o
Rosnaira Ramos O., 5 o
Clarena Ramos Redondo, 5 o
Luz Ángela Salgado Palencia, 2 o
Luis Alberto Reino, 1o
Carlos Andrés Serpa Santo, 5 o
Deimer Ribera, 5o
Eliana Solano, 1o
Farlis Rivera, 4o
Andrea Soto Díaz, 6o
Andrés Rodríguez, 5o
Dayana Lucía Tapia Salgado, 3o
Emma María Rodríguez, 1o
Germán Tauro, 1o
Rosa Rodríguez Gil, 5 o
José Andrés Tenorio Macea, 2o
Yarlys Isabel Rodríguez Pinto, 2o
Linda Lucía Tovio P., 1o
Keffy del Carmen Romero V., 3 o
Jeferson Terán B., 3o
Cindy Paola Rosso Ruiz, 5 o
Pedro José Tovio Romero, 3o
Fausiuri Ruiz Velásquez, 2o
Yaninis Troaquero Tuirán, 5o
Juan Carlos Sabre, 2o
Jorge Luis Vega Vega, 5 o
Sair Rosario S., 5o
Kevin A. Vega, 1o
Rubén Darío Sabre Salcedo, 4 o
María Angélica Zarante Durango, 3 o
César Salcedo, 1o
María Camila Valiente De La Torre, 3 o
Leiver José Salcedo Escobar, 6o
Jesús A. Vega, 4o
Deiver Jesús Salcedo Salcedo, 2 o
Eduardo José Velásquez, 3o
Jesús David Salcedo Salcedo, 2 o
Ramón Vertel, 4o
Yisela María Salcedo Salcedo, 1 o
Yaniris Zabaleta, 5 o
DOCENTES FACILITADORES DEL PROCESO EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS PARTICIPANTES
INSTITUCIÓN EDUCATIVA ANDRÉS R ODRÍGUEZ B., SEDE C ORAZÓN DE JESÚS Manuela García Jairo Hoyos Libia Otero
INSTITUCIÓN EDUCATIVA E L DIVIDIVI Ramón García Pico Rafael Otero Diana Regino
INSTITUCIÓN EDUCATIVA E L DIVIDIVI, SEDE P ALO Q UEMAO Nevis López INSTITUCIÓN EDUCATIVA E L DIVIDIVI, SEDE S ABANAS DE LOS FUENTES Remberto Payares Carlos Ramón Vergara
INSTITUCIÓN EDUCATIVA MIXTA E L DIVIDIVI, SEDE S AN G ABRIEL Juan Bautista Rafael Otero
INSTITUCIÓN EDUCATIVA L AS LLANADAS Edilberto Avilez
INSTITUCIÓN EDUCATIVA L AS LLANADAS, SEDE S ABANETA Zaida Patricia Berrocal
INSTITUCIÓN EDUCATIVA S AN JOSÉ Diana Álvarez Juan Tenorio López
INSTITUCIÓN EDUCATIVA S AN JOSÉ , SEDE L A ASAMBLEA Diana Álvarez Pedro Conde
INSTITUCIÓN EDUCATIVA S AN JOSÉ , SEDE M ARÍA AUXILIADORA Miryam Bula Sonia Hoyos INSTITUCIÓN EDUCATIVA S ANTA C ATALINA, SEDE P ATIO BONITO Carmen Guzmán Euler Regino
INSTITUCIÓN EDUCATIVA SIMÓN BOLÍVAR Zolia González
INSTITUCIÓN E DUCATIVA SIMÓN BOLÍVAR C ONCENTRACIÓN E DUCATIVA DEL NORTE Jorge Luis García Lidys Herazo
INSTITUCIÓN E DUCATIVA SIMÓN BOLÍVAR , SEDE NUESTRA SEÑORA DE LA S ALUD Luz Mila Lozano Juan Carlos Roa Héctor Verbel
C on tenido Presentación ~ 12 Introducción ~ 15 Capítulo 1
Poesía de tradición oral ~ 23 Adivinanzas ~ 25 Retahílas y trabalenguas ~ 35 Coplas ~ 41 Cantos de vaquería ~ 51
Capítulo 2
Narrativa de tradición oral ~55 Mitos ~ 57 Leyendas ~ 63 Cuentos ~ 85 Costumbres y creencias ~ 97 Refranes, dichos y chistes ~ 107
Capítulo 3
Recreación literaria ~119 Rimas ~ 121 Poemas ~ 125 Cuentos ~ 131
Presentación La Fundación Promigas pone a disposición de las comunidades educativas, organizaciones y público en general el libro Narraciones y cantos vueltiaos, producto del “Proyecto de Escritura Creativa” adelantado en 2004 con 14 instituciones educativas del municipio de Sahagún, departamento de Córdoba, participantes del programa La Costa lee.
Nuestro programa La Costa lee, además de su compromiso con los temas de la lectura y las bibliotecas en las escuelas del caribe colombiano, se ha interesado en apoyar este tipo de iniciativas, que además de aportar al mejoramiento de las competencias de los estudiantes para la escritura, se constituyen en medios de desarrollo cultural para la localidad.
Los artesanos de este libro son las niñas y niños sahagunenses quienes, animados por sus maestros, se decidieron a tejer su propia historia, a leerla, releerla, transformarla y entregarla a su comunidad para que la hiciera suya para toda la vida. Su trabajo fue realizado con la mística y el amor que es capaz de despertar la relación con la tierra y la memoria y, en honor a este esfuerzo, pedimos que sus piezas sean leídas, disfrutadas y contadas en las aulas, los hogares, las comunidades y todos aquellos espacios en que leernos sea una habilidad necesaria para la vida. La obra incluye poesía, narrativa de tradición oral y recreación literaria para que tengamos muchas posibilidades de conocer este imaginario cultural cargado de palabras y personajes, donde las niñas y niños nos dan ejemplo de cómo hacer paz en Colombia a partir de un lápiz y un papel.
FUNDACIÓN PROMIGAS
Introducción Este libro es el resultado del trabajo colectivo de un grupo de docentes, niños, niñas y jóvenes de varias escuelas públicas de Sahagún, Córdoba, que recolectaron las tradiciones de su comunidad, las transcribieron, las recrearon y crearon nuevas historias.
La mejor parte de este libro es el camino recorrido para elaborarlo. Detrás del mismo hay una propuesta pedagógica que busca la apropiación de la lengua y la cultura por parte de los niñas y niños de Sahagún. Luego de un proceso de selección de las muchísimas piezas recogidas y de nuevas creaciones, podemos entregar a la comunidad de Sahagún una parte esencial de su cultura. En este libro se encuentran las raíces de su oralidad: en los personajes, las imágenes, los cantos, los ritmos, y las costumbres recolectadas, pueden ellos reconocerse. Aquí están vivos y latentes los mitos, leyendas, cuentos populares, refranes, dichos, creencias, retahílas, trabalenguas, coplas, rimas y cantos de vaquería que hasta entonces habitaban en la memoria de los mayores. Los autores de esta rica y variada geografía fueron las niñas y los niños. Este proyecto de Escritura Creativa, está enmarcado en el programa denominado “La Costa lee” de la Fundación Promigas, el cual se constituye en una propuesta socioeducativa y cultural que invita a la formación de una nueva generación de niños y jóvenes amigos de la lectura, el estudio y la investigación en el Caribe colombiano; programa que desde 2001 ha logrado llegar a los departamentos de Atlántico, Bolívar, Córdoba, Magdalena, La Guajira, y Sucre; con diversas estrategias que apuntan buscar una relación afectiva y efectiva de los estudiantes de escuelas oficiales con los libros, especialmente en las zonas rurales. “Escritura Creativa” se inició con 24 docentes, representantes de 14 escuelas, quienes realizaron un taller en el que aprendieron y
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reconocieron las diferentes manifestaciones de la tradición oral. Conocieron los moldes, los vaciaron y crearon en ellos. Como resultado del primer taller los docentes escribieron. Crearon nuevos textos a partir de variaciones de los modelos tradicionales. Con esta colección se inició el segundo taller en el que aprendieron los procesos de la escritura y se detuvieron en la corrección y edición de los textos. Al finalizar esta etapa se reunieron por escuelas y cada grupo hizo una propuesta de trabajo en tres líneas: La primera fue enseñarles a las niñas y niños el oficio de recolectores. Leyeron y jugaron con muchos cantos y cuentos de la tradición oral recogida en los libros de la biblioteca de la escuela. Una vez reconocidas las diferentes piezas, aprendieron a recolectar. Cientos de niñas y niños empezaron a conversar con sus mayores y a preguntarles por mitos, leyendas, cuentos, cantos, y ellos hablaron. Los mayores contaron y cantaron, entregaron a los niños su legado, les dieron parte de su herencia lingüística, literaria y cultural. La segunda línea de trabajo consistió en aprender esa tradición oral recogida y transformarla. A partir de modelos o de las estructuras de la métrica y las formas de la poesía tradicional, crearon nuevas piezas. Es el caso de la recreación de las retahílas, o la creación de nuevos cuentos con la participación de personajes de los cuentos tradicionales. Finalmente los docentes propusieron a los niños escribir sus propias creaciones. Inventaron cuentos, rimas, poemas y hasta cartas a los personajes literarios. Para este momento el imaginario de los niños
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estaba nutrido y enriquecido por la recolección. Empezaba una nueva cosecha. Es alentador descubrir, después de este trabajo, que los niños mejoraron su relación con la escritura y con algunos aspectos de la cultura de la lengua escrita, por ejemplo, con relación al libro. No sólo la recolección se publica en un libro, sino que ellos son sus artífices. Todos, docentes y niños recolectaron, crearon, corrigieron y hasta llegaron algunos a hacer ediciones artesanales. Mucho del último material enviado desde Sahagún a la Fundación Promigas en Barranquilla fueron libros hechos por ellos. Libros rústicos, ejemplares únicos, que les permitieron encontrar un camino de preservación y de incorporación de su propia cultura a la cultura universal a través del libro. Lo que salió del seno de su comunidad podrá ahora viajar y ser leído por muchos lectores de otros lugares. Esos libros muestran también que los niños aprendieron el valor del libro y sus claves. Sus libros tienen carátulas finamente elaboradas, dedicatorias, índices, ilustraciones. En la última entrega se evidenciaron señales de un mejor manejo de la escritura; muchos textos fueron entregados con un proceso de corrección hecho por ellos mismos. Los que están elaborados a mano presentan una cuidada caligrafía y un orden en las páginas del libro. Otro proceso importante, desde el punto de vista de la pedagogía de la lengua escrita, fue el de la corrección de los textos. Los docentes aprendieron a corregir y enseñaron a su vez a los niños a pulir sus propios textos, tanto los recogidos como los escritos por ellos.
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Incorporar la corrección al proceso de la escritura significa fijarse en cada uno de los diferentes aspectos de la lengua escrita: la concordancia, la sintaxis, los sinónimos, las muletillas, la redacción, la ortografía. Estos aspectos generalmente son corregidos por el profesor en el aula de clase con el fin de dar una calificación. Pero en este caso fue un trabajo de los niños; el hecho de que ellos supieran que sus textos iban a ser entregados a la comunidad y a otros lectores, le dio sentido no sólo a la gramática, sino a todo el proceso de escritura. El que hayan sido los niños, niñas y jóvenes los principales recolectores y recreadores de su propia tradición le agrega valor a este trabajo. Conocer las diferentes manifestaciones de la oralidad, reconocerlas, diferenciarlas y luego escucharlas de parte de sus mayores, recogerlas y organizarlas. Hacer todo este recorrido hace posible no sólo que se apropien de esta tradición, que la hagan suya, sino también que la valoren como la raíz cultural de donde provienen y a la que pertenecen.
Oralidad y escritura, una estrecha y necesaria relación No se trata de invalidar la oralidad, al contrario, en una región tan rica en tradición oral viva, se hace más fácil valorarla. Cuando los niños, padres y abuelos lean este libro, esperamos que se reconozcan en él. Es su propia palabra recogida y transformada y devuelta al seno de la comunidad de donde salió.
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Sahagún es un municipio del departamento de Córdoba, poblado por migraciones de diferentes lugares del país y con distintos momentos históricos. Hay pequeñas parcelas, pero sobre todo es una zona ganadera. Pese a que hay latifundios ganaderos con inmensas extensiones de pastos, se preserva viva una cultura campesina que, en las condiciones actuales del país, peligra por desaparecer. De allí también la importancia de este trabajo. Es probable que en algunos años esta región tenga una geografía muy diferente y gracias a estudios como éste, las huellas de su propio pasado y de su propia historia podrán ser preservadas y recordadas. En las veredas todavía se recuerdan los cuentos del pícaro tío conejo. Estas historias son afroamericanas y en su origen atravesaron el océano en los barcos de los esclavos traídos del África para las plantaciones de tabaco, de azúcar y la explotación de las minas. Esta memoria está inscrita en los cuentos que los mayores escucharon de sus ancestros y los ancestros de sus ancestros, y así sucesivamente, hasta deshilar el ovillo y conocer parte de los orígenes. Las leyendas de la Llorona, del Mohán, del hojarasquín del monte, el ánima del camino, el tambor del diablo, entre muchas otras, nos trasladan a la época del desmonte. La conquista de las selvas vírgenes y los movimientos de colonización de tierras inexploradas obligaron al hombre a luchar brazo a brazo con la naturaleza salvaje y tropical. Los hombres “enmontados” pasaban mucho tiempo solos en contacto muy cercano con esa naturaleza. De allí brotaron los habitantes naturales de las selvas, los caminos y los ríos colombianos: la Madremonte, la Llorona, la Patasola, el Mohán, el perro sin cabeza, las ánimas y las brujas. Todas estas leyendas circulan aún hoy en día por los caminos de Sahagún.
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Entre las piezas más valiosas de esta recolección se encuentran los Cantos de Vaquería. Cantos auténticos ligados al trabajo de arriar el ganado. El canto y el trabajo se unen. Pregones y retahílas se cantan animando a los animales a moverse. Son cantos surgidos de la propia tierra. Así, encontramos recogidas costumbres, creencias, dichos, refranes, adivinanzas, retahílas, coplas, una tradición que en su conjunto conforma una cantera inagotable de la cual beberán siempre las nuevas generaciones. Quisiéramos que este libro sea leído y recreado en muchos hogares. Que sea un símbolo del valor de la propia cultura y del orgullo de los niños y niñas sahagunenses por su tradición. Que leerlo, divulgarlo y recrearlo muchas veces se convierta en una manera de permanecer y echar raíces. Beatriz Helena Robledo Bogotá, enero 2005
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El cuento, el romance, la lírica, construyen el mundo auditivo literario del niño, le incorporan vivencialmente a una cultura que le pertenece, le hacen partícipe de una creación colectiva, le otorgan signos de identidad… Ana Pelegrín
Capítulo 1
Poesía de tradición oral Adivinanzas Retahílas Coplas Cantos de vaquería
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Adivinanzas Palabras y versos para hacer pensar pensar.. Animales y objetos para adivinar…
Si las amarro se caen si las suelto se quedan. ) s a c r a b a s a L (
En el monte de chi mataron a ri los hijos de mo dijeron que ya. ) a y o m i r i h c a L (
En el día pon y en la noche en el rincón. ) a h c a h l E (
De cien bombillos prendidos ¿Cuántos bombillos prendidos hay? ) s o D (
Tiene lomo y no es caballo tiene hojas y no es árbol. ) o r b i l l E (
Cuando se estira se encoge y cuando se encoge se estira. ) o d o c l E (
Iba por un caminito me encontré un burrito me monté y escondió sus cuatro casquitos. ) y o c o r r o m l E (
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Iba por un caminito me encontré un huequito metí la mano y me salió brillantica.
Una señora gorda y rellena aunque parezca vacía siempre va llena. ) a n e l l a b a L (
) o l l i n a l E (
Una bola de cuero con siete agujeros.
¿Cuál es el objeto que rueda sin llanta? ) n ó l a b l E ( ) a z e b a c a L (
Una vieja larga y reseca y estila la manteca.
¿Cuál es el animal que vuela, camina y nada? ) o t a p l E ( ) a l e v a L (
¿Cuál es la lombriz que no vive en la tierra?
) a g i r r a b a l e d a L (
Una viejita con un solo diente llama a toda su gente. ) a n a p m a c a L (
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Tengo un varital ni seco ni verde lo puedo cortar.
) s o d e d s o L (
De reloj no tengo nada, pero en dar la hora siempre soy el primero. ) l o s l E (
¿Por qué el gato come ratón? e d e u p e s o n n ó t a r l e e u q r o P ( ) o t a g l a r e m o c
¿Cuál es el animal que vuela con las patas recogidas?
Mi mamá me parió en cuero con la condición que no me fuera cómo me voy a ir si tenía la fruta afuera. ) n ó ñ a r a m l E (
) o r e l o g l E (
El que lo vende lo vende cantando, el que lo compra lo compra Un pollo corronconclón, llorando, de lo gordo está pelón. ) o p a s l E ( y el que lo usa no lo ve. ) d ú a t a l E (
Es flaca, tiene cola y un huequito. ) a j u g a a L (
Salgo de la sala, voy a la cocina meneando la cola como una gallina.
) a b o c s e a L (
Pica y no tiene pico pringa y duele la mato y muere. ) a s o m a g n i r p a L (
¿Cuál es la palabra de la que se puede sacar un color, una fruta y un número? ) s o d a r o M (
Hojita seca, hojita amarga si no me lo adivinas te muerdo la nalga. ) o c a b a t l E (
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Desde el día en que nazco corro y corro sin cesar. Corro de noche y de día y así llego hasta la mar.
Retumbo en los cielos con fuerza y vigor y doy esperanzas al buen labrador. ) o n e u r t l E (
) o í r l E (
Soy redondito y verdecito, cuando maduro me pongo rojito.
En el cielo me he formado blanco, redondo y helado. ) e t a m o t l E ( Caigo como caniquita y voy contento rodando como piedrita. ) o z i n a r g l E (
Tengo cabeza redonda sin nariz, ojos ni frente y mi cuerpo se compone tan solo de blancos dientes.
Tú allá ) o j a l E ( y yo acá. ) a l l a o t a L (
Fuertes puntas adelante grandes ojos para atrás; siempre que va caminando va diciendo tras, tras, tras.
Te la digo, te la repito y no la entiendes. ) a l e T (
) s a r e j i t s a L (
Cerca arriba y cerca abajo.
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) s e t n e i d s o L (
Redondo, redondo, no tiene tapas y no tiene fondo. ) o l l i n a l E (
Me llamo Leo y me apellido Pardo, si no me adivinas eres muy tardo. ) o d r a p o e L (
Arriba de aquella montaña hay una virgen pura con un ramo en la cabeza y un niño en la cintura.
En aquella montaña espesa canta un gallo sin cabeza. ) o n e u r t l E (
) z í a m l E (
¿Cuál es el agua que no ve el sol? ) o c o c e d a u g a l E (
Una vieja metida dentro de un saco formando un tabaco. ) a r a p m á l a l e d a h c e m a L (
¿Qué se hace de noche que de día no se puede hacer? ) r a h c o n s a r T (
Cuando iba las iba dejando Cuando venía las iba encontrando. ) s a l l e u h s a L (
Un viejo largo y seco que carga los huevos en el pescuezo. ) o c o c e d o l a p l E (
Esto lo va a adivinar no tiene boca ni dientes pero sí sabe cantar. ) o l l a g l E (
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Duro por arriba duro por abajo cara de serpiente y patas de palo.
No es chiste, ni tampoco exageración hay un ave que no tiene tripa ni corazón. ) a í r a M e v A l E (
) a g u t r o t a L (
Vive en la montaña dos sílabas tiene y por ambos lados lo mismo se lee.
Cómete la e y pon una a mira muy bien y échala a volar. ) a t e m o c a L ( ) o s o l E (
Uso uniforme y dobladita estoy no estoy madura pero parezco herradura.
Voy a la plaza compro una vela vengo a mi casa y lloro con ella. ) a l l o b e c a L (
) n a L (
A esta clave le faltó algo para ayudarte voy a dar la letra l para el final. ) l e v a l c l E (
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Son una cosa invisible que resulta muy risible. Incluso muchos las tienen antes de que les lleguen. ) s a l l i u q s o c s a L (
¿Quién es aquel caminante siempre andando siempre andando que no sale de su sitio? ) j o l e r l E (
Arriba de aquel cerrito se ve una pava echá día y noche se le ve remojá.
Con P se escribe el nombre de la dama más hermosa halaga al que la desprecia y desespera al que la goza. ) a s o m a g n i r p a L (
La caja negra y la sábana blanca. ) a m a u g a L (
) a u g n e l a L (
Un galán muy hermoso de las damas muy querido nunca ha dicho embuste ni en mentira lo han cogido.
Tiene cinco hojas y una bola en medio. ) r o l f a L (
) o j e p s e l E (
¿Qué pasa por el agua y no se moja?
Libro que sólo tiene doce páginas Pero se lee en un año. ) o i r a d n e l a c l E (
) a s i r b a L (
¿Cuál fue el último animal que subió al arca de Noé?
) n í f l e d l E (
Yo tomo chicha y tomo ron pero te digo que no soy borrachón. ) n ó r r a h c i h c l E (
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Esto nunca serás, pero un mago te convertirás. ) o g a m ó t s e l E (
Tiene las orejas largas Tiene tiene la cola pequeña se cría en los corrales tiene cueva en el monte.
¿Cuál es el loco que baila música de pita?
) o p m o r t l E (
Es chicha y no se bebe, es ron y no se toma. ) n ó r r a h c i h c l E (
) o j e n o c l E (
Paseo de noche y duermo de día me gusta la leche y la carne fría. Tiene cuello largo y manchas cafés pero te pregunto ¿quién es? ) a f a r i j a L (
Nací en ardiente clima, y muy alto del suelo, redondo es mi cuerpo todo lleno de pelo. ) o c o c l E (
Una vieja larga con dos cabezas. ) a c a m a h a L (
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) o t a g l E (
Mi madre me hizo en una casa sin puertas y sin ventanas cuando yo quiero salir siempre rompo la muralla. ) o t i l l o p l E (
Estudiante que estudiaba a la luz de la luna ¿Qué animal tiene alas y no tiene plumas? ) o g a l é i c r u m l E (
Lo tiro al suelo y no se rompe lo tiro al agua y se rompe.
¿Mi tamaño? El de una nuez camino y no tengo pies ) l e p a p l E ( ¿Quieres saber mi nombre? pon col cara al revés. ) l o c a r a c l E (
Brinco aquí, brinco allá y me meto en la mitad. ) n ó l a t n a p l E (
Voy a la sala voy a la cocina moviendo la cola como una gallina.
Bonito su nacimiento, bonita su mocedad. Al cabo de la vejez negro llega a quedar. ) o r e l o g l E (
) a b o c s e a L (
En la puerta de mi casa, tengo una lora amarrada y que llueva y llueva la lora siempre mojada. ) a u g n e l a L (
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Retahílas y trabalenguas Ahora llegó el momento de hablar y hablar, hasta que la lengua se comience a enredar…
Retahílas
Dímele a la seño Chave que me mande la llave por si no lo sabe están en el clavo junto al esclavo llegando al horcón después del portón.
Una vieja debajo de un puente pelaba pollito con agua caliente. Ella lo pelaba con gran disimulo que no le dejaba pelito alguno chi chi gua gua, gua gua chi chi y esto se la paso a…
C artas y cartas papeles y papeles dime las vocales que no me las sé. a-e-i-o-u a: la vaca ya se va e: la vaca ya se fue i: la vaca ya está aquí o: la vaca ya comió u: la vaca dice mú.
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Trabalenguas
Tengo una vaca ética, patética, Una mata de toporopo con
padeticuda cachos pandos y hocicuda, dará los hijos éticos, patéticos, padeticudos con cachos pandos y hocicudos.
A Pacho le choca que el carro choque.
cinco toporopitos cuando la mata toporopea, toporopean los cinco toporopitos.
M i ropa tenía un roto un roto tenía mi ropa Rita se reía del roto no se ría tanto Rita no se ría de ese roto.
Pepe grillo con un cepillo sacó brillo a un vidrio sin brillo.
C orre, corre pollito Para papá pan para pachín también para pan papá para pan pachín parará papá parará pachín parará pará.
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corre, corre tete pillo cómete la papilla y súbete a la carretilla. Corre, corre pollito corre, corre tete pillo cómete la semilla y súbete a la silla.
Plácido puente
Si su gusto gustara del gusto
buen plantador plátanos planta en la plantación.
que gusta mi gusto, mi gusto también gustaría del gusto que gusta su gusto, pero como su gusto no gusta del gusto que gusta mi gusto, mi gusto no gusta del gusto que gusta su gusto.
La pícara pájara pica en la típica jícara en la típica jícara pica la pícara pájara.
Ollita de chocolate E n aquella loma viene una puerca pelicrespa con cinco pelicrespitos. Cuando la puerca se empelicrespa los cinco puerquitos se empelicresparán.
Las teclas tocando el títere
tiznada por todas partes el rabo casi esfondado y choco, choco, que late.
Poquito a poquito Copete empaqueta poquitas copitas en ese paquete.
triste estaban en el teatro. Estaba en el teatro el títere triste.
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V engo de Cartagena
E n la tumba que Pombo tumbó
cambiando chicha por chupa y chupa por chicha.
una rampa y una rumba encontró qué rampa qué rumba la tumba que Pombo encontró.
E l que compra pocas capas pocas capas paga yo compro pocas capas pocas capas pago.
Ocho bizco ochos no son bizcos sino ochos y los dieciocho bizcochos son bizcos y además ochos.
M aría cuchibrica se cortó un debrico con una cuchibrica en el zapatebrico. El zapatebrico se la curó con agua fuerte y algodón brinco, brincón.
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Tres tristes tigres comieron trigo en tres tristes platos.
E l que sabe no es el que todo lo sabe sino el que sabe dónde está lo que no sabe.
M e han dicho que has dicho un dicho, un dicho que he dicho yo. Y ese dicho que te han dicho que yo he dicho estaría muy bien dicho por haberlo dicho yo.
Lado, ledo, lido, lodo, ludo; decirlo al revés yo dudo: ludo, lodo, lido, ledo, lado, ¡Qué trabajo me ha costado!
E n un juncal de junquería
A Juan Crima le dio grima Al quemarse ayer con crema. Zulema le dijo: “no quema si la comes por encima.” Y tiene razón Zulema, mucha crema come Crima.
juncos junta Julián juntóse Juan a juntarlos Y juntos juntaron juncos.
C orre el carrote Pío Curro Pelo a pelo peluquero al pelado corta el pelo pelo a pelo peluquero peine el pelo contra pelo y al pelón, pelón, pelón con peluca o peluquín.
y Rosa Rico asustada corre. No recorras rosa rica con carro pero corre, corre y corre con su carro achatarrado.
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Coplas En estas cortas frases rimadas, se entrega un sentimiento donde cada palabra hablada, nos llena de contento.
Para cortejar
No obstante hay quienes opinan la noche ya está cansada y tus ojos que me iluminan.
La flor sin agua no puede vivir y el amor sin besos no puede existir.
Si yo fuera un cantante
Los ojos son dos luceros cual pícaros y ladrones el izquierdo toca versos y el derecho corazones.
C inco sentidos tenemos cinco sentidos usamos cinco sentidos perdemos cuando nos enamoramos.
te dedicaría una canción pero como soy un estudiante te brindo mi corazón.
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Para exaltar a la mujer
A yer pasé por tu casa me tiraste un ají como yo te quiero mucho por eso te quiero aquí.
Dame un
laito de tu cama
que yo soy un triste forastero que yo me voy por la mañana y no puedo darte un consuelo.
E n tus manos me tuviste quién te lo estaba quitando tú con aquellos labios rojos que yo te estaba chupando.
C aramba negra zamba como eres arroz con coco ¡Yo por ti me vuelvo loco!
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Por oriente sale el sol por la plana la luna el que no tiene mujer con agua se desayuna
Si te rayan como coco y te botan el bagazo y te queman como leña con la ceniza me caso.
C ómo quieres que te siga si te ausentas de mí si te fuiste para otro lado pensando que yo iba a huir.
C ásate con yo, negrita que soy güen trabajador; me acuesto con las gallinas me levanto con el sol.
Bella prenda de rubí hermosísima esmeralda préstame tu corazón para llevarlo en mi alma.
A la gallardía masculina
A nadie le tengo miedo tan solo al toro pintado que me tuvo toda una tarde yo corriendo y el parado.
Las mejillas del cielo se mantienen con mosquito así me mantengo yo con abrazos y besitos.
M e gusta el arroz con manteca me gusta tener amores que nadie lo sepa.
Al pasar por un cementerio me dijo una calavera: “Lo que a mí me sucedió eso le pasa a cualquiera.”
Y o no fui que nací bruto
Tú debes luchar y cuando seas caballero tú lograrás ganar.
A yer mi papá mató una serpiente que caminaba por debajo de un puente.
A mí no me asusta el trueno ni tampoco rayo me espanta el gallo que ha sido bueno en toda gallera canta.
E ste es el amor, amor el amor que me divierte cuando estoy en la parranda no me acuerdo de la muerte.
M i papá es carpintero pero no carpintero malo primero hizo la caja antes de hacer el palo.
fue que nadie me enseñó, que si alguien llega a enseñarme Quién sabe quién fuera yo.
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Al sentir de mi pueblo
Un ciego estaba escribiendo y un mudo estaba dictando por medio de dos paredes un sordo estaba escuchando aquí en mi colegio estoy muy contento tengo muchos amigos y feliz me siento.
Aquí en Paloquemao Sahagún comenzó no habían pelaos un español por aquí pasó.
C olombia es alegría paz y prosperidad en ella siempre hay armonía y nos muestra la verdad.
C olombia es mi hogar el cual me vio nacer por él debo luchar para ver su atardecer.
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C uando yo estaba chiquito me daban panela y coco ahora que estoy grandecito me dan con la cacha del soco.
Aquí les vengo a cantar un melodioso joropo para que bailen bien sabroso.
Aquí les vengo a cantar a la gente de mi pueblo para que vayan sabiendo que yo sí en verdad los quiero.
Hoy vengo a cantar con amor y alegría para que gocen de mi melodía.
A yer me inventé un canto llamado pajarito pero no me lo supe casi aunque es muy bonito.
Oiga compadre Silvestre yo perdono su locura nada más que le falta un año para gozar de su hermosura.
C alla la boca embustero en busca de limón podrido te pareces al cocodrilo cuando estás muerto del frío.
Q ué hermoso se ve el puente de piedra sobre el río, abajo la creciente, arriba el caserío.
Sale la mano al trabajo y a todo el mundo saluda, dispuesta a prestarle ayuda al amigo y al extraño.
A la naturaleza y otras cosas más
C uando voy a traer agua me gusta quedarme un rato haciendo cantar las ranas para que bailen los sapos.
Lo que dijo tío armadillo cuando el perro le ladró ¡Santísimo sacramento dónde me meto yo!
Dos palomitas en un palomar suben y bajan al pie del mar.
E l pavito real siempre está lindo porque nunca se quita su trajecito de los domingos.
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R amita de limón florido
C uando regresé a mi tierra
cogollo de palma real la luna viene saliendo y forma su claridad.
las lágrimas derramé por unos ojitos negros que en Chiquinquirá dejé.
E n la cárcel del Socorro
E l mico le dijo al mono:
lloraban unos tunjanos y en su lamento decían: “Cuando nos suelten nos vamos.”
“qué largo rabo tenés” Y el mono le contestó “¿y el tuyo, no te lo ves?”
Señora véndame un pan por aquí llego en ayunas, que después yo se lo pago cuando la rana eche plumas.
a ver si la divisaba y como el pino era verde al verme llorar, lloraba.
Florecita de mi valle
Y o quiero aprender
florecita sin igual, eres tan brillante y linda como las flores del mar.
boga pero veo que es maldicio, porque el agua tiene un vicio qui’ al que no nada lo ahoga.
Las coplitas que yo escribo ninguno me las enseña, yo mismito las compongo cuando me voy por la leña.
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M e subí a un pino verde
pa’
C uando mi
compae se muera
Hoy les estoy cantando
cuando ya esté entre el cajón, le pondré sus cuatro velas y dentro su media e’ ron.
y les canto muy contento, quiero que ustedes sepan que me llamo Jesús Alberto.
M e dicen la tierralita
Por ser la primera vez
porque soy cartagenera; quien me lleve a la cumbiamba me compra mi mazo e’ vela.
que en este colegio canto le doy gracias a Dios y al Espíritu Santo.
Y o soy como los pájaros: Libre para cantar pero cuando se trata de hablar lo hago sin parar.
C ada vez que me levanto doy gracias a Dios porque puedo apreciar la obra del creador.
Si estudias con ganas y le pones interés, todo te sale con “E” y se te quita la timidez.
E n esta linda mañana les he venido a cantar; unos versos del alma yo les voy a dedicar.
E n aquella montaña hay una calavera que todo el que la ve de noche se desvela.
E sto dijo el viejo que tocaba maracas: Que no le gustaban las viejas sino las muchachas.
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E n la televisión
C uando yo fui a la escuela
hay un humorista que todo lo que dice me da mucha risa.
encontré una pela’era que me dijo: “qué flojera con esta llovedera.”
No me caso con viuda aunque vista de seda, porque mula que otro amansa algún resabio le queda.
pusí a torear un toro
lo torié por la mitad el toro estaba en Arauca y yo estaba en Trinidad.
No me caso con viuda aunque se vista de punto, no quiero poner la mano donde la puso el difunto.
una señora que le gusta mucho el jugo de mora.
La pena que a mí me mata es negra como la peña pero me la ha de quitar la virgen chiquinquireña.
E n la finca de mi abuela desordenao
que corre como el ganao y come de un solo bocao.
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comen bollo poloco y los de Cartagena comen bollo de coco.
E n Sahagún hay
M e
Y o tengo un perro
Los niños de Sahagún
hay caballos y vaquitas árboles de mango y ciruela y también lindas casitas.
Tengo una perrita bonita
C uando voy a la sabanita
me acompaña en el día. Cuando llego en la noche siempre la encuentro dormía.
se ven unos toritos y yo salgo corriendo porque me encuentro solito.
E l patico en su piscina alas y pico abría era que se estaba ahogando y la mamá no lo defendía.
M i gallinita es muy hermosa aunque es nueva en el corral, cuando pone es escandalosa porque no se sabe comportar.
E n Sahagún sembré una rosa en Chinú un clavelito en Puerto Escondido tengo mi corazoncito.
E l indio no mira en ventana porque su mirada es triste, el indio es como la iguana que en las montañas existe.
Tengo un pollito muy bien amansado hace todo lo que yo quiero y no se va para ningún lado.
Allá arriba en la lomita se ve una palomita, mi mamá estaba llorando creyendo que era Marcelita.
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Cantos de vaquería En las tardes sabaneras, de suelo verde y cielo anaranjado, se esparce una voz melodiosa con la que se arrulla al ganado.
C uando yo tenía ganado cantaba vaquería, ahora que no lo tengo le canto a la vida mía, ¡hue! vaca busca el corral.
Ganao busca la guía, no la dejes de buscar, déjelo que vaya y venga, para ver cómo le va.
C uando tenía vaca pintaba en el cuerero, y ahora que no tengo nada pinto en el suelo.
C uando yo tenía ganao cantaba con alegría eee hoy que nada tengo eee
Triste con otro triste no se puede dar consuelo, je je je, busca el corral vaca, ju ju ju, ganaito de la punta el guamo, la carne pa´mí y el hueso pal’ amo güepa, güepa güepa bueo vaca vieja jarrete cajao. Cuando yo tenía ganao le cantaba a la vaquería, ahora que no tengo nada le canto a la vida mía. E, e, e, e, Ponte vaca, ponte vaca, arrecuesta a la madrina vaca. La vaca ponte y la ternera en el monte. Jo jo jo… vaquita aliméntate bien para que des lechita.
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E ee morena, color de clavo
E ee vaquita esta es la noche eee
y canela color de clavo y canela si quieres que otro te goce espera que yo me muera. Eey vaquita…
vaquita este es el día ayer apareció, vaquita eee eee la que estaba perdía eee vaquita eee…
E ee ayer tarde fui toche
E ee vaquita eee
picando una flor mora’a fuera toche o no lo fuera picando una flor estaba.
A yer pasé por tu lindero y me tiraron un limón, si no lo aparto con el sombrero me pringan el pantalón. Eey…
E ee vaquita e i e no te alejes del rodeo que el tigre está cerquita y por la mañana no te veo. Eey…
E ee vaquita arriba de aquel cerrito estaba una puerca paría ay hombe eee por irle a pedir un besito eee me costó la vida mía eee eee ganaito eee…
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la mujer chiquita y tetona eee vaquita eee si sirve para barrendera eee desde lejos se le mira el sabor de las caderas. Eee vaquita eee, ¡deja la flojera! eee, eee, ganaito.
E ee canto a la perra paría iiia iia ganaito ooo en la punta del guamo ooo… Eee, anoche soñé contigo soñé con alegría que tu boquita besaba y en tus brazos dormía. Eey…
E ee, arriba de aquel cerrito había una perra paría por irle a quitar un hijito me costó la vida mía
E ee eee, las mujeres chiquitas
E ee. Ayer te vi con otros aretes
y tetonas no sirven pa’ molineras, el gusto de las mujeres lo tiene en las caderas.
que no te había regalado por qué botaste los míos si ya te los habías ganado. Ooo, vaquita ooo…
E ee, el conejo de mi tía
Ooo-ooo, ganaito ooo
lo pesaron en una romana catorce arrobas tenía fuera del cebo y la lana, eee-eee, vaquita por la mañana, eeee…
Arriba de aquel cerrito me llevaron a comer costillas de puerco flaco y rabadillas de mujer. Eee, ¡pa’lante buey!
E ee, sabanera monta lista eee
E ee-eee, los amores de lejos
a viaje de vaquería hamaca, pellón y hico pa’ cuando se acabe el día. Eee-eee eee, vaquita nariz pelá eee…
son como abarcas viejas que prometen largo viaje y en el camino nos dejan. Eee, vaquita eee…
E ee-eee, vaquita eee… cuando yo tenía ganao cantaba la vaquería ahora que no tengo ccanto a la vida mía. Eee, vaquita eee…
Arre vaquita eee arriba no sé ni dónde me tiraron un limón el zumo cayó en el suelo y el golpe cayó en mi corazón. Eee, busca la puerta vaca.
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La literatura oral tradicional, literatura de texto-contexto, se escribe en la memoria, se reescribe e imprime por repetición-audición, se reproduce sin derecho de autor, se lee en los labios, en la huella sonora y en huella de la memoria, se difunde en las labores cotidianas, rurales, en las plazas, en reuniones hogareñas o comunitarias o en días de fiesta mayor… Ana Pelegrín
Capítulo 2
Narrativa de tradición oral Mitos Leyendas Cuentos Costumbres y creencias Refranes, dichos y chistes
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Mitos Hechos que me sobrepasan, y que a veces me desvelan, son relatos que entrelazan misterios que se revelan.
Mito del cocuyo
Dicen que el primer cocuyo no fue insecto como se observa normalmente, sino una niña glotona que por comer tanto fue maldita por Tofeme, uno de los dioses sinuanos. La niña desde antes de nacer ya tenía esas ansias exageradas de comer, por eso nació sin cordón umbilical, nació con dientes, nunca tenía la boca quieta, se comía la cuna, la hamaca, los cáñamos, los plátanos y todo lo que había a su alrededor. Afilaba sus dientes con piedras de amolar, nadie en el pueblo podía hablar, ni rezar, ni dormir tranquilo. Se comió todos los peces de la ciénaga y los árboles que existían a su alrededor. Fue maldita la niña por tal razón. Miró hacia arriba y vio un lucero y se saboreó de gusto, de inmediato comenzó a subirse a un árbol y el primer mordisco lo recibió la luna en un seno, ésta al sentirse desangrada huyó, dicen que todavía bota sangre en las noches de invierno; la niña pegó otro salto y se comió el lucero de un solo bocado, de inmediato su vientre empezó a resplandecer y comenzó a transformarse en un cocuyo, de esta manera se había cumplido la maldición de Tofeme.
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Cómo nació el río Amazonas
E n la creación del mundo, hace millones de años, el sol Guarací y la luna Jaci se amaban. Ellos sólo se veían durante breves minutos en la mañana y al atardecer. Por eso los dos eran muy infelices. Guarací esperaba a Jaci todo el día, pero cuando ella llegaba él debía partir, y así pasaba siempre. Uno de esos días en que por fin se vieron después de mucho tiempo, el sol le dijo a la luna que se casaran para vivir eternamente juntos. Desde luego Jaci aceptó muy feliz. Pero pronto se dieron cuenta que su matrimonio no podía ser, porque se acabarían los días y las noches. Jaci le dijo adiós a Guarací y se escondió detrás de los grandes árboles del Amazonas, nunca se volvieron a ver. Pero Jaci lloró y lloró tan fuerte y durante tanto tiempo que sus lágrimas inundaron sus bosques y corrieron hasta el mar. Fue así como nació el río Amazonas. Relatado por Dominga Antonia Coronado Guerrero, 50 años
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Mitos de creación
E n el comienzo era la oscuridad. Todo estaba sumido en las tinieblas. La tierra era blanda y fría y nada crecía en ella, no había plantas ni animales, ni belleza. Todo era desolación. No había hombres, los únicos seres vivos sobre la tierra eran Dios Nemoquene, su esposa y su hijo.
Una vez existió un hombre que estaba solo, muy solo, entonces decidió pedirle a su Dios Sol que le diera un deseo y el Dios Sol se lo concedió. Y le dijo, quiero que me des poder para que al soplar se produzca una vida. Entonces tomó un muñeco de barro y lo hizo en forma de mujer, la sopló y se volvió una mujer la cual fue su compañera, así hizo con las demás cosas que existen hoy.
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El encanto
Dicen los viejos de mi pueblo que en él existían aparatos y encantos. Había en el pueblo una fuente de agua viva en forma de cascada que atraía a todo aquel que la visitaba, tenía ese pozo algo mágico, algo maravilloso que encantaba a todos. Mi abuelo, un viejo con experiencia, decía que era una mujer muy bella, que hacía que las personas la siguieran hasta hacerlas perder, del encanto que esta mujer poseía. Además de ser tan linda tenía una música o melodía tan sutil y bella que era difícil salir del encantamiento. Todo lo anterior es extraído de la realidad y es por eso que en mi pueblo existe un pozo que se llama El Encanto.
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Mito Zenú
E l siguiente mito era desconocido para el mundo Zenú, tan sólo lo conocía el viento quien me lo contó un día mientras conversábamos a la orilla del río Sinú. Me contó que en principio Dios creó al hombre con la propiedad de regenerar partes como lo hacen los grillos, las langostas, los cangrejos y las lombrices. Así el hombre podía recuperar el brazo, la pierna o la cabeza si la llegaba a perder. Por ello le había hecho los ojos en el pecho para que siguiera viendo el mundo mientras se le regeneraba la cabeza. Pero el hombre quiso ser eterno y competir con su creador. En castigo Dios le trasladó los ojos a la cabeza y le quitó la propiedad de la que gozaba, así que al perder la cabeza, perdía también la vida. De esta forma ya no miró más por el pecho quedándole tan solo las cicatrices donde una vez tuvo los ojos. A la mujer se las rellenó con los senos que empleó en adelante para amamantar a los hijos.
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Leyendas La leyenda es un hilo que no corta, se teje entre nosotros y nos llena de asombro, escalofrío, encanto y fascinación. Al paso del tiempo, crece, se reproduce, pero nunca muere.
Juan Lara
E sta historia se origina cuando estaba estudiando en la Normal Lácides de Iriarte, estaba ya para graduarme y me enamoré de una muchacha bonita de cabello largo; resulta que había un ánima llamado Juan Lara que también se enamoró de la misma mujer. Cuando iba a visitarla me tiraba tierra en la comida, me tiraba piedras, y en fin, toda clase de porquerías. En una ocasión aparecí amarrado de pies y manos sobre unas matas de lata y todo sucio de barro. Juan Lara también visitaba a mi novia, le ponía comida y bebida, y aunque nadie lo veía no dejaba nada en los platos; yo ya estaba desesperado por tan incómoda situación, hasta que un día algunas personas me aconsejaron que le cortara el pelo a mi novia y así lo hicimos y fue tan enorme la sorpresa para Juan Lara que fue el remedio para retirarse de la casa y más nunca se supo de él.
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El jinete sin cabeza
E ra un hombre que salió de un camino solitario, salió de noche y cruzaba por arriba de las casas volando en su caballo para que nadie lo viera. A media noche pasaba al frente de las casas, al que saliera lo asesinaba, y sólo se encontraban los cuerpos muertos de las personas en un lago solitario, donde había un ataúd muy grande y las personas no sabían por qué se encontraban esos cuerpos ahí en ese lugar, si el jinete sin cabeza salía de un camino solitario. Dicen que el jinete sin cabeza lo hacía para engañarlos y que no supieran de donde salía. Al siguiente día la gente del pueblo planeó atraparlo para que no siguiera asesinando a las personas. En la noche la gente del pueblo se preparó para atacarlo con palos y piedras. Llegó la noche y la gente del pueblo estaba escondida en una casa, entonces apareció el jinete sin cabeza, la gente salió y lo atacaron, pero él asesinó a varias personas con su escarcela. El jinete salió cabalgando y la gente salió corriendo detrás de él. Al final llegó al árbol gigante a meterse por una grieta cuando iba a entrar se llevó a una persona. Entonces los habitantes del pueblo buscaron un brujo para que sellara esa grieta y nunca volviera a asesinar a las personas. El brujo selló la grieta, en las noches se oían los gritos de la persona que se llevó y hasta ese momento no se supo nada más del jinete sin cabeza.
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El encanto de Tolú chiquito
Los primeros habitantes de Sahagún se acercaban a la famosa represa de Tolú chiquito ubicada en los predios del señor José Luis Dumar. El viento surgía de la nada que movía sus aguas y las azotaba contra las orillas. Las personas que se encontraban por allí decían que se escuchaban unos quejidos constantes como de espíritu maligno y que a los pocos días en la represa se ahogaba una persona. Los encargados de sacar los ahogados comentaban que esas aguas del fondo eran heladas y que eran atraídas hacia el fondo de la represa. Ésta se llevó muchas personas y el pueblo comentaba que el dueño tenía pactos con el diablo. A la gente le daba miedo ir a lavar y bañarse en ella. La última persona que se ahogó fue un muchacho que vino a pasar vacaciones de Barranquilla y después de ahogado el pueblo se conglomeró y rompieron la represa para que el agua corriera. Desde entonces no se ha ahogado más nadie en ella. No se sabe si el pacto con el diablo o el encanto se acabaron o el espíritu se fue por la rotura de la represa.
La Llorona
Una vez una india pobre se enamoró de un joven blanco y rico. El joven la engañó y la embarazó. Cuando la india se vio engañada decidió tener el bebé y dejarlo abandonado en el río. Así fue. La india abandonó al bebé. Cuando ella lo quiso ir a buscar en el río, éste se lo había llevado en sus corrientes. Entonces ella lloraba y lloraba y murió de pena moral, dicen mis abuelos que cuando un niño hace algo malo esta india se sale y la llaman La Llorona.
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El negrito sin patas
E s un jinete de piel negra, cabellos negros, ojos blancos y brillantes, la nariz es larga y encorvada como el pico de un loro, la boca es grande; cuando se ríe asoma sus dientes grandes y afilados, su cuerpo es delgado y jorobado, brazos largos terminados en uñas gruesas y resistentes. No tiene piernas, las perdió en una batalla, y por eso le dicen el negrito sin patas. Lo hace mostrando sus dientes grandes y afilados y enterrándole las uñas y sacándole la lengua a las personas que acaban con la naturaleza. Come frutas y hojas secas las cuales le dan mucha energía. Vive en el bosque en las partes más oscuras, oculto entre los árboles frondosos.
El perro de dos cabezas
E ra un perro de dos cabezas que les salía a las personas que andaban después de las doce de la noche. Era un animal muy grande y feroz, les mostraba los dientes y les pelaba los ojos a las personas que lo veían. Según la gente, se alimentaba de carne de res y de humanos; se comía a los animales chiquitos y les sacaba la lengua. Vivía en el bosque y en las montañas, perseguía a las personas y a los animales para comérseles, lo hacía corriendo duro detrás de ellos hasta que los cansaba y los cogía y los mataba.
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El ánima del camino
E ra una señora que viajaba en burro de Catalina a Sahagún vendiendo bollos. Un día el burro se espantó y la desnucó. La gente colocó una cruz de palo en el lugar del accidente. Pasado ya mucho tiempo un señor le ofreció a Dios que si se ganaba la lotería le mandaba a hacer una capilla y le colocaría muchas cajas de velas. Cumpliéndose el milagro, el señor cumplió con su promesa, y desde entonces el ánima del camino es un sitio reconocido en todo el municipio de Sahagún.
El Mohán
E n algunos pueblos ubicados en las riberas del Río Magdalena y en
Recreación literaria el plan del Tolima se cuenta la historia de un espíritu que vive en las grutas del río. Es el Mohán, personaje de piel india, cabellera larga y ojos refulgentes que mira de muchas formas.
El Mohán siempre usa una prenda de piel de tigre, un sombrero de jipijapa de ala grande y siempre anda descalzo en sus pies. Tiene unos callos tan grandes de tanto caminar que puede hacer saltar chispas a la piedra cuando la rastrilla. Por lo general, siempre se le ve acurrucado y fumando un grueso tabaco con el que espanta las alimañas que quieren arrimársele y hacer coronitas del humo que se eleva.
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Orígenes del oro
Al principio, los habitantes del Pacífico vivían muy aburridos porque el sol cubría casi todo su territorio. El calor era insoportable y todo era un gran desierto. —Voy a quitar esa bola de encima de nosotros—, dijo un día Oro, un joven muy valiente, mientras preparaba su cauchera y embolsaba gran cantidad de piedras. Tiempo después se marchó en busca de la loma más alta y cuando la encontró se acomodó y comenzó a lanzarle piedras al sol. Por cada piedra que tiraba, caía un pedacito de sol que se hundía en los ríos o en la tierra. Así duró muchos días hasta que fue reducida la gran bola de fuego. De esta manera sucedió que detrás del sol fueron apareciendo la noche, la luna y las lluvias. Cuando ya la gran bola quedó bien reducida, bajó Oro hasta su pueblo. Los habitantes agradecidos le pusieron una corona con las piedrecitas que habían caído. Todos decían que esas piedras eran oro, nombre del joven que había traído la noche y las lluvias.
La mujer herrada
C uenta la leyenda que en una ocasión una mujer le fue infiel a su esposo y como castigo se convirtió en una mula negra. La mujer corre al galope por las calles echando fuego por la nariz. En ocasiones se asusta y espanta a todos los infieles. En Pasto dicen que sale hacia la medianoche y recorre la ciudad de sur a norte.
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La santa de la tapa
Don Eulalio Montes era un humilde anciano que dedicaba sus labores domésticas al campo. Vivía en la vereda Sabanas de las Fuentes, perteneciente al corregimiento El Dividivi, municipio de Sahagún, departamento de Córdoba. Este humilde anciano vivía con su esposa y sus dos hijos. Solventaba su hogar con los productos que cultivaba y los traía a vender en su burrito al casco urbano del municipio de Sahagún para comprar sus enseres o encargos del gasto diario en su hogar. Una vez don Eulalio recolectó sus hortalizas y las trajo a vender al pueblo y compró sus productos. Como era época invernal, ese día estaba cayendo un torrencial aguacero, y no se veía absolutamente nada. Cuando el anciano venía de regreso a su casa, observó en la corriente una tapa blanca muy hermosa que llamó su atención. El anciano la cogió de inmediato y la guardó en el bolsillo de la camisa, siguió su recorrido y llegó a su casa bajo el agua. Su esposa salió a su espera y recibió sus encargos, don Eulalio reposó un rato y le dijo a su esposa: —Mira lo que encontré en el camino. —Eso es una tapa—, contestó su esposa. —Pero qué bonita es. —Guárdala para ver qué sale de allí. Bueno, los años pasaron día tras día. Una vez el anciano tuvo un sueño de aquella tapa, el cual era que de su interior una voz dulce y
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humilde le decía que la sacara de allí. Al día siguiente el anciano preguntó a su esposa: —¿Dónde está la tapita que te di a guardar aquel día? —Allá arriba. —Búscala. La anciana la buscó y quedó sorprendida, ya que en el medio de la tapa había una figura femenina y hermosa de color blanco, la cual era una santa. El pueblo se conglomeró en la casa de don Eulalio para observar el milagro ocurrido, y verdaderamente era una santa llamada hoy día Santica de la tapa. Según los moradores de la región y sus alrededores, la Santica de la tapa ha hecho muchos milagros, y la gente venida de todas partes acude a la casa del anciano a agradecer los milagros realizados. Si tú quieres conocerla, amigo lector, puedes comprobarlo visitando la casa de don Eulalio Montes en la vereda Sabanas de la Fuente, y seguro que te convencerás.
El caballo
Una noche me fui para una
motoría y a eso de las 12 le dije a Juan:
—Nos vamos. Y me dijo: —Vamos a esperar a que pase la hora, es malo irse a esta hora. No le hice caso. —Tú eres loco, te vas a poner a creer en pendejadas. Y me vine. Cuando voy llegando a la casa, oigo
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los trotes de un caballo, miré hacia atrás, veo un caballo negro con silla dorada como de oro y la cola como una llama de candela, al jinete no lo veía. Pensé en lo que me había dicho Juan. Arranco a correr y más cerca escuchaba los estribos del caballo y los relinchos, hasta que llegué y de un solo empujón logré abrir la puerta y pasó el caballo. Yo me puse a mirar por la rendija de la puerta y veo al caballo que relumbraba ese color negro y la silla de oro que llevaba sin jinete. Los perros se escuchaban donde iban huyendo con sus aullidos. Desde ese día no espero las 12 de la noche en la calle.
El tambor del diablo
Había una vez un muchacho que tocaba tambores. Un día fue a un pueblo y él vio un tambor que estaba cerca de la iglesia. Al lado había una silla. Le llamó la atención porque nadie lo tocaba. Le preguntó a la gente del pueblo por qué nadie tocaba el tambor. La gente le respondió: —Ese tambor nadie lo toca, porque todos lo que lo han tocado se han muerto. El no les creyó, porque pensaba que era mentira. Un día el muchacho amaneció con deseos de tocar el tambor. Cuando se fue a sentar en la silla, la gente del pueblo le gritaba que no lo hiciera, que no tocara el tambor porque estaba maldito por el diablo. A él le causó fue risa, y se sentó y empezó a tocar el tambor. Y estaba contento. Cuando tenía dos horas de estar tocando ya estaba cansado y quiso dejar de tocar pero no podía porque cuando él quería quitar las manos era cuando más fuerza tenía para tocar. El pedía auxilio a la gente del pueblo, pero la gente no se atrevía a acercarse. Fueron pasando los días y ya las manos las tenía muy
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maltratadas y botaba mucha sangre y tenía un olor a azufre y a cuero. El se fue acabando poco a poco hasta que no resistió más y se murió. Las manos las tenía pegadas al tambor y no podían despegarlas. El padre del pueblo le echó agua bendita. Fue de la única manera que se las despegaron.
El ánima del camino
C uentan los abuelos que una señora llamada Buenaventura Tenorio acostumbraba a venir de Catalina a Sahagún en burro a comprar artículos de primera necesidad. Un día se le espantó el burro por una sombra y la señora Buena, como cariñosamente le decían, cayó y murió instantáneamente descalabrada. La gente al enterarse del accidente, llegó al lugar, la recogió y la llevó al Centro de Salud de Sahagún, donde el diagnóstico médico fue de fallecida. En el lugar donde ella murió le colocaron una cruz a la orilla del camino. Desde ese entonces las personas la invocan con mucha fe, le piden al alma de ella, le ofrecen velas, monedas, sacrificios de visitarla a pie para conseguir favores y milagros. Esto lo acostumbraban mucho los estudiantes para salir bien en los exámenes. Al pasar de los días personas de fe le ofrecieron una capilla de concreto estilo bóveda. Así es su tumba actualmente, aunque sus restos fueron llevados a su lugar de origen: Catalina, corregimiento de nuestro municipio, Sahagún. Esta historia se convirtió en una leyenda del municipio.
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El negrito
Un día Luis se levantó a las dos de la mañana para irse a trabajar al monte, pero el creía que eran las cuatro de la mañana, se alistó, ensilló el burro y se fue. Al pasar por donde Juan Pacheco que vende periódico, vio un pelaíto negrito llorando, y pensó, por qué hay tantos padres tan descuidados con los hijos, cómo se acuestan y dejan a sus hijos en la calle. Llegó adonde estaba el negrito y le preguntó: ¿Quiénes son tus papás? ¿Dónde vives?, pero el negrito no le contestaba, apenas le hacía señas con la mano mostrándole una dirección. Lo subió en el anca del burro y se lo llevó. Cuando iba cogiendo la salida del pueblo y como el negrito no le decía nada pensó: —¿Y éste para dónde va? ¿Sería que se durmió? Giró la cabeza hacia atrás y vio que el negrito tenía dos ojos, los brazos de candela, los colmillos como un jeme y los pies los rozaba con la tierra. Se bajó del burro y empezó a correr para la casa y cuando llegó, ya el burro había llegado; se llevó la puerta con los pechos. La mujer al oír el estrépito se levantó y lo encontró medio muerto en la sala. Empezó a llamarlo y creyó que estaba muerto, lo rodó hasta la cama hasta que fue reaccionando y entonces le contó lo que le había sucedido. Desde ese día no se va hasta que no amanece y siempre que el burro pasa por donde se montó el negrito, para las orejas y empieza a resoplar.
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El cura sin cabeza
Leyenda mayor, espanto de Antioquia. En muchas partes del país se encuentran distintas versiones de las travesuras de este espanto terriblemente horroroso. Muchos que lo han visto llegan a la casa y caen desmayados, algunos han quedado idiotizados de por vida. Proviene de la colonia y se le ve en Antioquia, el altiplano cundiboyacense, el Tolima y los pueblos de tradición colonial. Se refiere a un fraile sin cabeza que la lleva debajo del cachuchón, que sale por las calles de los pueblos en las noches sin luna cerca del amanecer. Quien lo ve pierde sus facultades mentales.
Hombre con deseo de animal acuático
Dice por ahí mucha gente que un hombre, todos los días cuando se levantaba, le pedía con muchísimos anhelos a Dios que lo convirtiera en cualquier animal acuático porque le encantaba andar por el agua. Y la mayor parte del tiempo se la pasaba a orillas de un río explorando las aguas y decía que Dios sí supo hacer y crear tantas cosas maravillosas incluida el agua, principalmente, porque para él era la mayor fuente de vida para el hombre. Este hombre comía a orillas del río, leía libros y al mismo tiempo se metía al agua. Hasta que un día inesperado Dios le dijo que si él iba a ser feliz convertido en animal acuático, lo iba a complacer y a convertirlo en cocodrilo. El hombre estaba muy asombrado de recibir esa noticia, aunque él nunca quiso ser un cocodrilo, y le dijo a Dios que por favor le cambiara, y lo convirtiera en otra clase de animal, y Dios le contestó: “Ese era tu
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mayor deseo y como eres hijo mío por eso te di ese gusto”. El hombre lleno de ansias por nadar y vivir por siempre en el agua al final sintió mucha felicidad y nunca cambiaba de río, siempre estaba en el mismo sitio donde estaba cuando era persona.
Leyenda del yateví uentan los viejos que en los montes de la costa pacífica colombiana C uentan existe un bejuco llamado yateví. Dicen que este bejuco tiene poderes mágicos: cuando una persona entra al monte debe saludar inmediatamente al bejuco diciéndole “yateví”. Con ese saludo se evita que el bejuco lo roce y le cause una fuerte irritación en la piel. Todo Todo el mundo debe saludarlo aunque no lo haya visto. Si no lo saludan el bejuco lo roza para recordarle que no lo ha saludado. Entonces la persona debe mirarse la irritación y decir “yateví”, “yateví”, así pasa el el ardor y la irritación. irritación.
El encanto
E n cierto pueblo de la costa existía un arroyo donde se proveían de agua. De allí salía un encanto. Las personas temían ir por las tardes porque esa era la hora en que salía. Todos tenían miedo. La aparición se debía a que en ese lugar del arroyo, a una buena mujer se le había ahogado su único hijo, donde a diario acostumbraba a lavar su ropa. A la pobrecita la mató la pena moral. Muchos son los que aseguran haber visto a una mujer llorando a su hijo. Ésta es la razón de tal aparición a la que los moradores no se han podido acostumbrar, acostumbrar, y cada vez que la ven salen despavoridos.
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Procesión de brujas
C uentan uentan que hace muchísimos años, cuando en Sahagún aún no había servicio de energía eléctrica, en el barrio Guayabal, hoy anillo vial, por las noches veían pasar una procesión. Y como toda la vida han existido y existirán las chismosas que se dedican a espiar tras la ventana, a las doce de la noche ella estaba en su oficio, vio venir la procesión, y de ésta sale una mujer que le entrega un cirio encendido; ella cierra al instante la ventana. Al día siguiente fue en busca del cirio, y cuál no sería su sorpresa, no había cirio, en su lugar encontró un hueso largo y seco, ésta, de la impresión cae al suelo desmayada, al rato vuelve en sí y promete nunca más espiar a los transeúntes nocturnos del barrio Guayabal.
El hojarasquín del bosque
E n el bosque, donde los árboles parecen formar un abrazo eterno, vive un extraño personaje: El hojarasquín. Su cuerpo es un tronco viejo, sus pies son pezuñas de bestia, está cubierto de musgo y le cuelgan ramas por todas partes. El hojarasquín es el mejor amigo de todos los árboles que hay en el bosque. Los defiende como si fueran sus hermanos, por eso asusta a los taladores de árboles. Ellos cortan muchos árboles y eso le quita oxígeno al mundo, además no siembran ningún árbol. Para defender a los demás árboles El hojarasquín del bosque se coloca al lado de un árbol y cuando el talador va a clavar el hacha, sale corriendo. El talador huye tan asustado que no vuelve al lugar. Tampoco se le ocurre talar un árbol en lo que le queda de vida. El hojarasquín también es muy amigo de los animales, sobre todo de
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los que más cazan como los venados y las dantas. Los cazadores persiguen estos animales hasta que consiguen cazarlos. Se comen la carne y venden su piel. Algunos cazadores matan los venados y las dantas para colocar una cabeza en su pared. El hojarasquín se enoja mucho cuando ve una cabeza de venado en una pared. Para proteger las dantas y los venados El hojarasquín despista a los cazadores; coloca las huellas de estos animales en sentido contrario. Así logra que los cazadores se confundan y se rasquen la cabeza.
El gritón
Alguna vez, dice mi mamá que a la abuela le salió El Gritón. Era la una de la mañana y uno de sus hijos tenía un dolor de barriga. Entonces ella se levantó a calentarle un poquito de manteca de cerdo y llamó a mi mamá para que prendiera el fogón de leña. Cuando estaba calentando la manteca se escuchó un grito muy largo y profundo, por lo menos estaba a una distancia de un kilómetro, el mundo quedó en silencio, luego los perros aullaban y las gallinas cacareaban. Después se escuchó un segundo grito más cerca, y eso sí daba miedo, ya que los perros salían aullando y perdiéndose dentro de los potreros aledaños. Se dice que no pasó por el frente de la casa ya que la lámpara de petróleo estaba prendida y como la casa esa de bahareque, salían por las rendijas los rayos de luz. Nos acostamos inmediatamente y al cabo de un rato volvimos a escuchar el grito pero a una distancia que era el doble de la primera y los l os perros seguían aullando y no volvimos a dormir esperando la hora que amaneciera.
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Los ánimes
M is antepasados me contaron que en su tiempo existían muchas malas artes (brujería) y que había personas que la usaban para trabajar los ánimes. Estos eran cuatro muñequitos que eran diabólicos. Cuando iban a desmontar en las fincas se ponían en las cuatro esquinas y en el centro tirando machete; sólo se oían los pájaros cuando trinaban a la caída del monte producto de las malas artes. También me dijeron que la forma como éstos se alimentaban era con carne. Cuando les daban comida sin carne decían: —Con carne de res, y éstos iban a una finca cercana y mataban una res y se comían por dentro las vísceras o despojo como ellos le llamaban y si le decían que lo iban a alimentar con sábila, el dueño se iba secando lentamente hasta que lo mataban.
La Llorona
E n otras épocas cuando en este pueblo no había energía eléctrica, dicen que del pozo del “agua” salía una mujer desesperada que lloraba la pérdida de su hijo, cuando era noche de luna llena. Los que la veían decían que tenía aspecto de cadáver con pelo alborotado y el quejido que daban sus gritos parecía romper la tierra. Lloraba desconsolada hasta que llegaba a la puerta del cementerio donde desaparecía antes del amanecer.
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El Chucho
Duende travieso al que se le achacan costumbres de vampiro o de caníbal. Puede estar tanto debajo de la cama como en el solar o en el techo de las casas. No tiene figura y puede ser cualquier cosa, con tal de que sirva para calmar a los niños rebeldes y trasnochadores.
La dama verde
Sale en las noches vestida con un largo sayal verde, la cara tapada y las manos enguantadas, anda presurosa y a veces con un atado de ropa; cruza las calles del pueblo en silencio y sin hacer daño a nadie, aunque en algunas partes se muestra seductora, con andar sensual y con hostigante perfume que atrae a algún trasnochador, que pierde el sentido cuando destapa su cara y ve que es una calavera.
La mujer sin cabeza
C uenta mi abuelita, que una vez en el barrio San José había un temor. Todas las noches al dormir, a medida que pasaba la noche se oía un golpe seco, con un compás especial que pasaba por todas las calles y se perdía en la oscuridad. Según el señor Vicente Campo una vez escuchó el golpe cuando venía, abrió la ventana y observó una enorme sábana blanca que seguía el camino y se perdía en el infinito, muchas
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personas escuchaban esos relatos. Hoy día los cuentan tan exactos que dicen mejor no acordarse del pasado porque todos la llamaban la mujer sin cabeza, ya que dicen que murió decapitada y lo único que hacía era buscar su cabeza que nunca encontró.
Historia de Aguá
E s una fuente que nació de agua viva en el pueblo de Sahagún. En vista que el pueblo era tan pequeño y no tenía agua potable, el alcalde de esa época ordenó construir una alberca de concreto para así poder recolectar agua pura y limpia para abastecer el pueblo; así vivieron nuestros antepasados. Más tarde el pueblo se civilizó y obtuvo el acueducto; a esta bella fuente de agua viva le dieron el nombre de Aguá por producir tanta agua para nuestra región.
El hombre del sombrerón
E n un pueblito llamado El Tablón vivía un hombre que hizo un enorme sombrerón negro. Cuando llegaba la noche se iba a la orilla de la carretera y a todo aquel que pasaba por allí lo asustaba diciéndole: si corres te lo pongo y si no también. Pero un día salió un hombre aventurero llamado Luis que regresaba de noche, cuando de repente le salió el hombre del sombrerón con su voz que le decía: —Si corres te lo pongo y si no también. En ese momento aquel aventurero le contestó con rula en mano: —Si me lo vas a poner me lo pones aquí porque yo no tengo miedo, y le dice: —Dame la cara y no te corto la
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cabeza, y aquél que se hacía llamar el fantasma del hombre del sombrerón salió asustado de su escondite diciendo no, no, no me cortes la cabeza, y desde ese entonces ha desaparecido dicho fantasma y volvió la tranquilidad al pueblito.
El perro negro
C uentan mis abuelos que esto sucedió hace muchos años en la época de su juventud. Dicen ellos que había un camino viejo o camino real, así llamaban ellos un camino perdido, camino que mucha gente le temía y no era transitado por temor al comentario del perro negro que salía. Sus ojos eran enormes pero en la oscuridad parecían candela que brotaba de sus ojos. Cuenta mi abuelo que había un señor que no creía mucho en esos cuentos. Un día decidió pasar por el camino que todos temían. El quería probar si era verdad. Era el compadre de mi abuelo. El compadre Juan, como todos le decían, salió en su burro a paso lento pensando en el comentario del perro. Cuando iba a mitad de camino ya oscurecía; de pronto ve una bola muy grande en el camino, a medida que se acercaba aquello se iba creciendo más y más y vio cómo de sus ojos brotaba candela. El burro salió disparado y rebuznando y el compadre Juan cayó y allí quedó. Al día siguiente vieron al burro del compadre y ya todos se imaginaron qué había sucedido. Todos salieron con palos, machetes y muchas cruces para espantar lo que fuera. Encontraron al compadre Juan allí, con la mirada perdida y sin hablar. Duró así tres días, de pronto alguien dijo: —Traigan al cura para que lo rece o lo santigüe, y así fue. El cura lo bendijo y le echó agua bendita. Al poco rato habló el compadre y dijo: —Es verdad y muy grande, sus ojos tienen candela, da mucho miedo, mucho miedo. Lo
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repetía una y otra vez. Desde ese día todos callaban, hasta ese señor incrédulo que jamás vieron salir. Al camino real nadie lo nombra porque no quieren recordarlo por temor al perro negro, que por esos días de cuaresma se comentaba que salía más por el camino viejo.
El cuero con moscas
M e cuenta mi abuelo que a él le gustaba mucho andar de parranda en parranda tomando demasiado ron en su juventud. Era muy joven cuando le sucedió algo que cambiaría su modo de ser. Estaba en un baile en la vereda llamada Rincón Grande. Cuando venía montado en su burro, borracho y cerca del cementerio, oyó un ruido raro, como un zumbido de moscas y además algo arrastrando por el suelo; miró hacia atrás, y ya sabiendo que era un aparato, le dio tanto miedo que hasta la borrachera se le pasó. Él no encontraba por donde irse, entonces dejó al burro y corrió hacia un corral que tenía unas vacas y se arrodilló entre ellas mientras pasaba el cuero con moscas; se quedó dormido hasta el día siguiente y desde entonces no le quedaron más ganas de salir a altas horas de la noche, y menos borracho.
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El fantasma
Una vez al señor Silvestre Naranjo que venía en su caballo de Sahagún, lo estaba persiguiendo la bola de candela, cuando vio que la bola de candela lo rodeaba; él rezaba y cuando llegó a la iglesia la bola de candela desapareció, cuando llegó a su casa se cayó del caballo desmayado del susto.
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Cuentos de tradición Imaginario construido con recortes de verdad, son los cuentos tradicionales, presentados sin edad.
Cuentos contados… Mientras cae suavemente un atardecer perfumado, con los aromas de mi pueblo
M i mamá fue siempre una mujer a la que le gustó mucho la fiesta, nosotros vivíamos en las afueras del pueblo y una noche escuchamos unos tambores que venían de la lejanía. Mi mamá enseguida me convidó porque pensó que había fandango en el pueblo. Cuando llegamos, escuchamos los tambores mucho más lejos y seguíamos caminando y no encontramos nada, así que decidimos devolvernos a la casa. En el camino escuchamos unos chiflidos muy raros que nos daban mucho miedo. Al llegar a la casa escuchamos unas carcajadas ruidosas, eran las comadres, o más bien las brujas que jugaron con nosotros toda la noche, desde ese día mi mamá no salió nunca más a buscar bailes.
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Una vez mi mamá fue a una fiesta con los dos hermanos, a las 11 p.m. se fueron para la casa. Al cruzar el camino que va para la casa tenían que pasar cerca de una punta de monte, cuando ya habían pasado miraron hacia atrás y vieron un hombre acostado hacia atrás, pero estaba acostado en el aire. Ellos se asustaron y se fueron corriendo. A los veinte minutos iba mi hermano atrás y vio que ya no era un hombre sino un carnero y no lo dejaba cruzar. Él no pudo sino subirse arriba de la puerta y brincar del otro lado. Al carnero le brillaba la piel, ellos quedaron sorprendidos y asustados.
De regreso al pueblo, desde sendas lejanas, a lomo de caballo y rodeado de sabana
C uenta mi abuelo que hace muchos años, cuando era joven, salió con un grupo de amigos a pasear al monte el viernes santo. Iban muy contentos cantando y riendo, cuando de pronto se espantó una paloma de una bola de monte. Mi abuelo sorprendido se levantó y miró que había un nido y tenía dos pichones, pero dijo que de regreso los cogieran y siguieron su camino. Cuando regresaban mi abuelo se dispuso a coger los pichones y vaya sorpresa… no habían tales pichones. En ese preciso instante mi abuelo empezó a sangrar por la frente y la cabeza sin ninguna explicación, al ver esto los campesinos le dijeron lo que le pasaba y de inmediato salieron todos corriendo hacia su casa. Desde ese entonces nunca más profanó los días santos.
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Cuento del ñato y el gritón
V enía el ñato con unos puercos de Morrocoy para Trementino a medianoche. En ese camino real salía el gritón y así fue como el ñato oyó unos gritos y él le contestaba —¡hue! compa espérame, creyendo que era una persona. El gritón se le acercaba en forma de huracán tumbando árboles sobre él. Los puercos se asustaban y salían corriendo para el monte. El ñato se subió a un palo de Santa Cruz y le dice el gritón —anda y agradece que te subiste a ese árbol de Santa Cruz, si no te hubiera enseñado a respetar la noche por andar por aquí. El ñato ñatiendo le contestó —anda y agradece que me vas a tener que ir a buscar puercos del monte.
Cuento del caballito en loma
E ra una vez un señor que vivía en el campo trabajando, y estaba cansado de trabajar y de comer siempre lo mismo, arroz con ajonjolí. Un día dijo el viejo —el domingo me voy para el pueblo a comerme un buen plato de comida. Se llegó el domingo, cuando llegó al pueblo entró a un restaurante, se sentó y llegó una muchacha a decirle cuales eran todos los platos que se vendían en el restaurante: sopa, carne a la llanera, ensalada, pollo y otros, y por último caballo en loma. El señor dijo —déme el último plato que eso nunca lo he probado. Cuando le trajeron la comida era un plato de arroz con ajonjolí.
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El burro y la iguana
Y o tenía un burro y un día salí a arrancar yuca donde Abel Hoyos. En la orilla de la casa está un palo de caracolí y allí amarré al burro en una raíz que colgaba del árbol. Me fui a arrancar las yucas y cuando regresé no encontré al burro en el punto donde lo había dejado, empecé a buscarlo por todas partes y al rato cuando ya estaba cansado de tanto buscarlo escuché al burro rebuznar en el cogollito del caracolí. Fue entonces cuando me convencí de que yo había amarrado el burro por el rabo de una iguana y ésta se lo había llevado para arriba.
El tigre y el gato
E l tigre se encontraba en la selva sin saber cazar ni defenderse de sus enemigos. Sólo daba lástima al verlo trabar sus patas al caminar. Esto le causó admiración a un gato fuerte y ágil y le preguntó: —¿Qué te ocurre tigre? —Es que me estoy muriendo de hambre porque no sé cazar para alimentarme —contestó el tigre. —Bueno, hagamos un trato —le dijo el gato, —si yo te enseño a cazar, tú me das parte de tu presa. —Sí, sí —le contestó el tigre. Así fue. El gato le enseñó a sacar sus garras, a cazar, a subir a los árboles torcidos. El tigre pronto se recuperó y le decía al gato “mi maestro”.
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—¡Maestro, enséñeme todos sus trucos! —Sí, tigre —le contestaba el gato. Un día el tigre se quedó mirando al gato y le dijo: —Maestro, hoy es el día en que yo me lo como. Y así fue. De inmediato el tigre comenzó la persecución del gato y corrían, saltaban y subían árboles torcidos. Cuando el gato estaba muy fatigado, se subió a un árbol derechito y alto. El tigre se fue a subir y se caía. Así lo intentó varias veces sin lograrlo. Entonces el tigre preguntó: —¿Maestro, tú por qué subes árbol derecho y yo no? El gato respondió: —Porque si te hubiera enseñado ya no estaría vivo.
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Cuentos del pícaro tío conejo
Tío tigre y tío conejo
Una vez tuvo tío conejo un problema con tío tigre. Iba tío conejo por un camino, se encontró con tío tigre, le dijo tío tigre al conejo —aquí era donde te quería encontrar. Hoy te como. Le contestó tío conejo —tío tigre por favor no me coma, mire déme otra oportunidad, yo tengo todos esos bueyes que están arriba en el cerro, usted se queda aquí abajo, cierre los ojos y yo le pastoreo una vaca para acá. Conejo se subió al cerro y empujó una piedra grande y le decía al tío tigre —ahí va tío tigre, cierre los ojos y abra la boca. Esperando que viniera la vaca y era la piedra y lo mató.
El conejo y la zorra
Una vez conejo tenía ganas de comer manzanas y zorra era la que tenía una cosecha de manzanas. Un día salió zorra a cortar un gajo de manzanas y vino conejo, se acostó en el camino por donde debía pasar con las manzanas. Al ver zorra a conejo acostado dijo —mira qué bocadito, pero uno no paga. Siguió zorra caminando y conejo salió corriendo y se le acostó conejo más adelante y dijo zorra: Ya van tres. Más adelante se le acostó conejo y otra vez, entonces zorra dijo —con ésta van cuatro conejos. Así sí me harto, y se devolvió a buscar el primer conejo dejando el
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gajo de manzanas donde estaba el verdadero conejo. Cuando zorra regresó decepcionada no encontró al conejo ni a las manzanas.
El baile de los animales
E n cierta ocasión hicieron un baile de los animales y fueron invitados todos los animales del monte. Cuando ya estaban reunidos comenzó la parranda, bailaron y tomaron hasta la madrugada hasta que salieron de pelea el morrocoy y el sapo. El sapo le dio una trompada al morrocoy y le dejó el pecho hundido, el sapo salió huyendo y el morrocoy lo alcanzó y le dio una patada en las nalgas, por eso el sapo tiene las nalgas secas. El alcalde de los animales era el conejo. El conejo decidió acabar la fiesta. En esa región el único que tenía un pozo era el tigre, donde todos los animales iban a tomar agua. El tigre le dijo al conejo que se lo comería por haber terminado la fiesta y pensó en cercar el pozo por si algún día el conejo iba a beber agua allí. Como el pozo estaba cercado, el conejo no se atrevía a entrar y todos los animales que iban a tomar agua tocaban la puerta y decían quiénes eran. El conejo no hallaba la forma de entrar, decidió esperar a un anciano que viajaba por el camino en un burrito llevando dos múcuras de miel, y el conejo espantó al burro, el anciano cayó y las múcuras se rompieron. Al regarse la miel, el conejo se bañó con ésta, luego se revolcó en las hojas secas quedando transformado en hojarasquín del monte. Entonces decidió ir al pozo, tocó la puerta y dijo, soy el hojarasquín del monte, entonces el tigre lo dejó entrar y el conejo pudo tomar agua, al salir dijo —yo no soy hojarasquín del monte, soy conejo, conmigo no hay quien pueda. El tigre le dijo —muy pronto te comeré y han pasado los años y todavía el conejo vive.
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Tío conejo y tío gallo
Tío Conejo cruzaba para el trabajo y vio al gallo con la cabeza escondida; él le preguntó a tío Gallo —tío Gallo, cuando yo paso, ¿dónde tienes la cabeza? Entonces le dijo el gallo que la cabeza se la había cortado la mujer para que se viera limpia y colorada. Entonces llegó tío Conejo desesperado a donde la mujer para que le mochara la cabeza y se la lavara. Y dijo la mujer —no te voy a mochar porque te mueres. Y dijo tío Conejo —mócheme, así sea que me muera.
El conejo que engañó a la zorra
É rase una vez unas personas trabajando y cogieron un conejo y lo encerraron en una jaula para matarlo. Pasó una zorra y el conejo le dijo —zorra ven acá, me tienen encerrado para que me coma unas gallinas pero yo no como gallinas, ¿por qué no te las comes tú? La zorra aceptó, soltó al conejo y se metió en la jaula. Cuando venían a matar al conejo con una varilla caliente, se dieron cuenta que era una zorra y le quemaron la cola y el conejo le dijo: —adiós rabo quemado, y la zorra dijo —por tu culpa desgraciado.
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Tío conejo y el oso
Un día un conejo iba a comer a la cosecha de un vecino, y de pronto, lo vio comiéndose sus patillas y salió corriendo, el vecino dijo —este pendejo me lo cojo— y le puso una muñeca de goma. Un día el conejo se encontró la muñeca y le dijo —dame un trago— y la muñeca no le decía nada y el conejo dijo —dame un trago o te pego una patada— y se quedó pegado el conejo, y le dijo —me sueltas o te doy una cachetada— y se quedó pegado de una mano, y después le dijo —me sueltas o te muerdo— y el conejo la mordió y se quedó pegado de los dientes y al amanecer el vecino se encontró al conejo pegado a la muñeca y el vecino lo echó a la mochila y lo amarró en un palo. Venía un oso y escuchó al conejo que decía no me caso, no me caso, el oso le dijo —¿ que haces allí metido? y el conejo le dijo — que me quieren casar con la hija del rey. Y el oso le dijo —yo me caso. El conejo le respondió —suéltame y métete tú.
Tío conejo y tía mona
C onejo se encontraba cuidando con la tía mona la casa de doña tigra. A conejo le gustaba tostar café y molerlo, pero siempre tenía miedo de que se metieran los enemigos, entonces le propuso a tía mona que se subiera en un palo alto que había en la orilla de la casa y mirara quién venía por el camino y le avisara diciéndole las características de quien viniera. La mona se subió en el palo y conejo se puso a tostar café. La
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mona dio el primer aviso diciendo “riiii” —¿quién es?, preguntó tío conejo, y la tía mona dijo —es una mujer vestida de café apacharraita, ahhh! Esa es tía cucaracha, déjala que llegue. La cucaracha llegó y saludó. —Buenas ¿cómo estás tío conejo? El tío conejo respondió — bien y ¿tú cucaracha?, siéntate y espera el café que ya lo estoy moliendo; al rato dice tía mona “riiii” —¿Quién es tía mona? —Allá viene una mujer con dos patas de color amarillo, ahhh! Esa es tía gallina, y dijo la cucaracha —¿Y para dónde me voy yo? Y el conejo le dijo —Escóndete debajo de la puerta. Y ella se escondió. Llegó tía gallina y dijo —Buenas, ¿cómo estás conejo? Y el conejo respondió —Bien y ¿tú gallina? Siéntate y espera el café. Se sentó. Riiii! — ¿Quién es tía mona? Allá viene una mujer con cuatro patas así como entrepelá. —Esa es tía zorra, escóndete tía gallina detrás de la puerta. Entonces la gallina se escondió y se comió a la cucaracha. Llegó tía zorra y saludó al conejo. —Siéntate y espera el café que lo estoy moliendo, dijo el tío conejo. Riiii! —¿Quién es tía mona? — Allá viene un hombre prieto con cuatro patas y la lengua afuera, ahhh! —Ese es tío perro— dijo la zorra, métete detrás de la puerta dijo tío conejo, y la zorra encontró a la gallina y se la comió. Riiii! — ¿Quién es tía mona? Allá viene un hombre con cabeza grande y camisa de rayas. —Ese es tío tigre— dijo el perro —¿y dónde me escondo? —Métete detrás de la puerta. Y se escondió y se comió a la zorra. El tigre saludó a tío conejo, tío conejo le dijo que esperara el café que lo estaba moliendo. Riii! —¿Quién es tía mona? Allá viene un hombre con un palo prieto en el hombro ahhh! —Ese es tío hombre, ahora me mata, dijo el tigre, ¿dónde me escondo? Y el conejo le dijo que detrás de la puerta, y el tigre se escondió y se comió a tío perro. Llegó el hombre, —buenas—, saludó. El conejo le
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contestó —buenas, siéntese y espere el café que lo estoy moliendo, y conejo le decía desde la cocina espere el café, espere el café y conejo se escapó por la puerta de atrás y tío hombre se quedó esperando el café y tío conejo nunca llegó.
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las costumbres y Costumbres Son creencias relatos que y creencias evidencian la idiosincrasia de un pueblo agregando cierto toque místico al acontecer cotidiano
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Costumbres y creencias Son las costumbres y creencias relatos que evidencian la idiosincracia de un pueblo agregando cierto toque místico al acontecer cotidiano.
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La escuela de ayer y de hoy
M e contaba mi abuelita que los tiempos de antes eran muy diferentes a los tiempos de hoy. Ella decía —yo era una niña muy aplicada, estudiaba en un colegio en el que tenía que asistir dos veces al día y en aquel tiempo teníamos que ir el sábado en la mañana hasta las 11 a.m. y el domingo puntual a la santa misa de las 5 a.m. Los maestros no eran tan bonitos ni tenían una preparación avanzada. En esa época se llegaba solamente hasta quinto grado de primaria. Ella me contaba que los tiempos de antes eran más sanos que los de ahora, no había tanta violencia, ni tanta maldad, ni enfermedades, ni contaminación. También me contaba que sus juguetes eran elaborados por ella misma, confeccionaba sus propias muñecas de trapos y de palitos cruzados, ella gozaba jugando sanamente aunque era muy traviesa y juguetona en sus tiempos.
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El baile
E n la época de mi abuela los bailes se hacían de la siguiente manera: hacían las invitaciones a las muchachas, éstas iban acompañadas por la mamá o por la abuela, cada una de ellas llevaba una flor en el costado de la oreja o en el pecho, la flor utilizada era el jazmín o el heliotropo por su olor. La mujer que le gustaba o le agradaba el parejo le colocaba la flor y a éste le correspondía hacer el próximo baile, y así sucesivamente.
Cómo iniciaron las corralejas en Sahagún
Las corralejas empezaron en la plaza del centro, luego pasaron para el Centenario. Los palcos no existían sino que cercaban con caña el círculo donde jugaban los toros, a este cercado le llamaban “garita”. Alrededor de la garita hacían unas ramadas para vender el trago y demás. Los toros los daba Capiro Lozano, Juan Lozano, el Dr. Espirella, Pedro García, José María Bula. Este espectáculo era gratis. Los toros los transportaban a pie. Los toreros destacados eran Toririo Lozano, El Negro Rocha, Calaza, Paternina, El Porvorín, El Loco Ramo. A la plaza entraban garrocheros como Kalazans Jiménez y Anselmo López, y banderilleros como el famoso Jumito. Después del centenario la plaza de toros pasó a San Pedro. En ambas plazas hacían palcos mientras que en la plaza central hacían garitas.
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Creencias
Que llueva, que llueva, la virgen de la cueva... Si una señorita coloca una escoba volteada en el cuarto dicen que no llueve. Cuando sale el arco iris no llueve. Si está lloviendo y canta un gallo, escampa. Cuando el pato se baña en tierra se dice que va a llover. Cuando no llueve y se entierra un sapo boca arriba y se le echa sal, a poco rato llueve. Coloca una escoba con la mota para arriba con una flor roja y no llueve. Cuando hay tempestad se forma en el patio una cruz de ceniza de leña y no llueve. Cuando está lloviendo y quiere que salga el sol, se coloca un espejo para que el sol se refleje y caliente. Cuando va a llover, se pone una escoba al revés para espantar la lluvia. Cuando está lloviendo y el sol está caliente se está casando una viuda.
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Con ésta sí, con ésta no, con esta señorita me caso yo... El novio no puede ver el vestido de la novia antes de casarse. Es costumbre para el día de la boda echarles puñados de arroz a los recién casados para que tengan felicidad y abundancia. Si rompe una copa en la que han brindado los recién casados, o si el novio ve el vestido antes de que se lo coloque su futura esposa, su vida matrimonial será trágica. Cuando el matarratón está floreciendo se casan las muchachas. Cuando los árboles de matarratón florecen se casa una jovencita. En un matrimonio el novio no puede ver a la novia antes de la ceremonia. No te dejes barrer los pies porque si no, no te casas. A la persona que se le barren los pies no se casa en diciembre.
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Le puso un corazón de fantasía y el enfermo sonriendo despertó... Cuando vuelan muchos goleros en el cielo va a morir una persona. Cuando pasa la lechuza y uno no se esconde da gripa. Cuando canta una lechuza da gripa. Cuando la pavita canta se muere uno del barrio. El canto de la pavita anuncia muerte o enfermedad. Cuando el pájaro yacabó canta es porque hay muerto en la región. Cuando pasa un entierro se debe hacer un minuto de silencio, y si alguien está acostado o dormido en el momento en que pasa el sepelio, se debe levantar para que no sea poseído por el mal del difunto. Lo mismo puede ocurrir si alguien se coloca en la puerta de la casa el día de las nueve noches, el día en que se despide el alma del difunto. Si alguien es velado o enterrado al revés, habrá muerte colectiva en el pueblo, hasta que no lo acomoden como es, sigue cobrando más víctimas. La muerte está precedida por algunos símbolos o imágenes, como el de percibir la visión de alguien ausente, se dice que está recogiendo los pasos porque va a morir; cuando le cae a una persona una telaraña o se
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introduce en un ataúd tendrá muerte trágica. Llevar una vela encendida de la calle hacia la casa o percibir el olor a flores es signo de muerte; en el caso que huela a incienso, Dios está cerca. Si un jollín negro le cae a una persona encima, enfermedad segura.
Tun tun... ¿Quién es?... Es signo de visitas cuando dos gallinas se secretean entre sí, si vuela dentro de la casa una paloma, un piz, un cocuyo, una mariposa (que no sea negra) o un abejón. Y para hacer que se vaya la visita cansona, se voltea una escoba detrás de la puerta y ¡santo remedio! Si candela canta visita se espera. Cuando la llama de la leña canta es que pronto alguien viene de visita.
Arrurrú mi niño... Si está abierto un baúl en el cuarto donde está una mujer de parto, se le voltean o colocan boca abajo el pilón o los recipientes de cocina, la mujer no pare.
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Creen que cuando hay huracán se amarra la camisa en el arcón y la brisa no llega a la casa. Hay quienes aseguran que cuando una mujer está embarazada, si un hombre le lleva el primer regalo tendrá varón o viceversa, si el regalo lo da una mujer, será niña. Dicen que si uno le corta las dos puntas al plátano le sale un hijo ñato.
Cuentan por ahí... Una manada de grillos en temporada decembrina hay suba de pescado. En navidad, quien tenga la costumbre de colocar el arbolito y deje de colocarlo, tiene siete años de mala suerte, aunque lo siga exhibiendo. E1 31 de diciembre, para que tengan buena suerte en el año venidero, se recomienda tener puesto un interior amarillo, comerse doce uvas o salir con una maleta alrededor de la cuadra para pasar el próximo año viajando. Si entra una mariposa negra en tu casa puede haber novedad.
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Un espejo roto no se puede tener en la casa. El Viernes Santo no montes en burro porque te quedas pegado. Tienes que bañarte el día de san Juan porque si no te quedas con la sarna de él. Es mal agüero escuchar cantar a una lechuza. Cuando escuches rebuznar a un burro, súbete porque si no te coge la vejez. Cuando sueñas con piojos, vas a tener plata. Cuando uno hace muecas y el gallo canta nos quedamos así. Cuando nos arrancan un diente y lo echamos para arriba de la casa nos amanece plata debajo de la almohada. El 31 de diciembre hay que ponerse una camiseta amarilla para la buena suerte. Se colocan el interior al revés para protegerse de cosas malas. Si el espejo de la casa se rompe está salado. Si la gallina canta es mal agüero.
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Cuando la chancleta está al revés es mal agüero. El martes trece es mal agüero. Es malo viajar los días martes porque dice el dicho, ni te cases ni te embarques, ni te vayas para otra parte.
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Refranes, dichos y chistes Es una invitación a la que no te podrás negar. Un encuentro con la alegría, la sabiduría y muchas cosas más...
Refranes y dichos Al que madruga Dios le ayuda. Nadie se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde. Perro que ladra no muerde. Camarón que se duerme se lo lleva la corriente. No es nada tener mujer sino saberla tener. No es nada ver al pollo en la calle sino en la cama en que duerme. Donde hubo fuego cenizas quedan. El que mucho abarca poco aprieta.
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No hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista. Cuando burro no moría, ¿golero que comía? Más vale decir aquí corrió y no aquí quedó. Un clavo saca otro clavo. La mejor pelea es la que no se hace. A caballo regalado no se mira el diente. La peor diligencia es la que no se hace. No hay cuña que más apriete que la del mismo palo. La pereza anda tan lentamente que la pobreza no tarda en alcanzarla. Más vale ser cabeza de ratón que cola de león. El que corre detrás de dos conejos alguno se le va. Guerra avisada no mata cojo. Hijo de tigre sale pintado. Perro que mucho ladra poco agarra.
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Ojos que no ven corazón que no siente. Ojo por ojo diente por diente. El que tiene ventana de vidrio no le tira piedra al vecino. El que tiene rabo de paja no se acerca a la candela. Camina suave esqueleto que la vida continúa mañana. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Para un madrugador otro que no duerme. Más vale un pájaro en la mano que 100 volando. Hombre pobre y dormilón, prontito aprende a ser ladrón. El burro le dijo al puerco orejón siendo de la misma condición. Me canso ganso dijo el zancudo cuando volar no pudo. Me extraña araña que siendo de la montaña no conozcas mis mañas. Me extraña mosca que siendo de la costa no me conozcas. Tomo empeño y sé que no soy tu dueño.
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Así paga el diablo a quien bien le sirve. El que no arriesga un huevo no tiene un pollo. El muerto cuando tiene quien lo cargue se hace el pesado. Más contento que mico estrenando lazo. Amor por cartas son promesas falsas. Al que coge los pollitos, la mamá lo corretea. El que pesca en Semana Santa le aparece el diablo. Al que desbarata el panal, las avispas lo pican. Perro sin diente no muerde. Más necio que plaga en el mes de mayo. No es nada bailar sino dar la vuelta. Perro que no conozcas no le pises el rabo. Si mi abuela no estuviera muerta, viva estaría. El cura no se acuerda cuando fue sacristán.
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A buen hambre no hay pan duro ni falta salsa a ninguno. El que duerme tarde ni oye misa ni compra carne. No hay muela para guineo, qué va a haber para maíz tostado. Monos aunque se vistan de estudiantes. Se han de quedar lo mismo que eran antes. Adiós corazón de lápiz. Si no me quieres se lo digo a papi. Las ramas de tamarindo se untan con el coco Ni tú me quieres ni yo tampoco Que me ves la vejez. Coge la escoba y ponte a barrer. No hay mal que por bien no venga. Ahí estás pintado. Mandas cáscara.
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Qué lumbrera. Ni tibio. ¿Burra vieja? El que nada debe nada teme. El que mal anda mal acaba. El que a hierro mata a hierro muere. A todo puerco gordo le llega su San Martín. Más sabe un burro de astronomía. Juntos pero no revueltos. Pesa más que un mal matrimonio. La fe mueve montañas. A Dios rogando y con el mazo dando. Caimán no traga caimán. Lo que es para perro no se lo come gato.
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Mi abuela decía: “Un desprecio vale más que mil palabras”. Arrieros somos en el camino nos encontramos. Lo que por agua viene por agua se va. La visita es como el pescado, a los tres días hiede. Mejor para el perro si la perra es mocha. Mujer con bozo, besa sabroso. No creo en sudor de flojo. Si el río suena es porque piedras lleva. Más vale tarde que nunca. El corazón perdona, pero la mente no olvida. Dime con quién andas y te diré quién eres. Cría cuervos y te sacarán los ojos. Hierba mala nunca muere. Casa de herrero, cuchillo de palo.
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No hay fecha que no llegue, ni plazo que no se cumpla. No es ignorante el que no sabe, sino el que no le pone interés a aprender. Si viajas en carro viejo, llévate la comida, porque a lo mejor te quedes en la vía. A quien nació para zapatero, del cielo le llueven los clavos. Quien con niño se acuesta, amanece orinado. Cuando el pobre lava, llueve. Nunca es tarde, cuando la dicha es buena. A mí no me engaña el flojo ni si lo veo sudado. Los de adelante no van lejos, si los de atrás se apuran. Dios aprieta pero no ahorca. Baile ponen los pájaros, cuando el gavilán muere. En tierra de ciegos el tuerto es rey. Más encajada que cuchara en cerca de bahareque.
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Hasta donde llovió hubo barro. Cuando el trueno cae, no vale Santa Bárbara bendita. Todo lo limpio es bonito menos el bolsillo. La herencia de mi enemigo en dinero la quiero ver. El que no tiene pa’ más con su mujer se acuesta. No creas que la mazamorra es caldo. La iguana sabe en qué palo trepa. Donde vayas calabonga que no te lo ponga. Golero desconfiado, muere en golilla de cuero. Prepárate muela picá’ que lo que viene es panela. Pesa más que un matrimonio a la fuerza. Más floja que la quijá de arriba. Nació cuando el arco iris estaba en blanco y negro. E ntre más bravo el toro mejor la corrida.
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Por la maleta se conoce el pasajero. Para estar colgando, mejor caer. “Ni se sabe”, dijo comino cuando iba para la olla. El hijo que llora y la madre que lo pellizca. El que no llora no mama. Al que nació para cocinero del cielo le llueve el caldero. Más embustero que el almanaque de Bristol. Dime cuánto tienes y te diré cuánto vales. Entre más se tiene, más se quiere. Mulo amansado por otro algún recelo le queda. El que no oye consejo, no llega a viejo. Más se perdió en Armero. Si se perdió la vaca que no se pierda el cuero. El que anda en burro, anda a pie y el que cree en mujer, pendejo es.
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Se murió el perro y se acabaron las pulgas. Más vale un grito a tiempo que cien a destiempo.
Chistes
Un pollito alzó un pie, alzó el otro y se cayó. Iba una señora con su hijo para donde la vecina, el niño se encontró un chocorito y dijo, mira mami lo que me encontré, la mamá le dijo, bota eso que lo que está en el suelo no se recoge y siguieron caminando. Luego la señora se cayó y le dijo al hijo que la ayudara a parar y éste dijo que no porque lo está en el piso no se recoge.
Había una vez un hombre tan pobre, tan pobre, que se mandó sacar la dentadura porque oyó que Dios da pan al que no tiene dientes.
Había un grupo de locos y cuando llegaron a un árbol de mango dijeron —vamos a jugar al mango maduro. Entonces se subieron y uno de ellos dijo —yo me quedo para remecer el árbol. Remeció y remeció y fueron cayendo uno a uno, pero se quedó uno colgado y el que estaba remesando le preguntó que por qué no caía y él le contestó — ¿tú no ves que estoy verde?
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La transmisión se realiza cada vez que alguien cuenta un cuento, recita o canta un romance o una cancioncilla, a su vez recibido oralmente, y lo hace suyo. Tan suyo que introduce modificaciones, interpreta sus significados, crea una variante, porque el texto oral es texto abierto, para que quien pueda más añadir o enmendar si quisiere pueda continuar con la cocreación, según lo invitaba Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. Ana Pelegrín
Capítulo 3
Recreación literaria Rimas Poemas Cuentos
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Rimas El sonido es más agradable cuando viene acompañado por un tintin, tin y un ton, ton que nos llena el corazón. Con frases entrelazadas se ve la picardía y complicidad de palabras bien casadas, y llenas de lealtad.
Juanito iba en un avión
Piolín toca el violín
a dar un paseo con su tío Ramón.
Ramón toca el acordeón Enriqueta toca la trompeta.
M i mamá es cariñosa,
La niña Carlota
también hermosa y muy amorosa.
juega con la pelota y está que se agota.
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E l perro de mi casa
La niña Carlota
es muy goloso come hasta corozo.
juega con la pelota y le caen gotas.
M e encontré con una rosa
De los pájaros del monte
que era muy hermosa que se llamaba Florindosa se encontró con una mariposa que volaba de rosa en rosa la rosa hermosa se puso celosa con las demás rosas discutió con la mariposa después le dijo hazme un vestido color rosa la mariposa Flondosa se lo regaló a la rosa un vestido color rosa la rosa se sintió orgullosa y no sintió más rabia por las demás rosas.
quisiera ser el bajío para hablar con la muchacha cuando tirao esté dormido.
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De los pájaros del monte quisiera ser el toche para hablar con la muchacha en las horas de la noche Pasando por tu casa me tiraste un limón la concha cayó en el suelo y el sumo en el corazón.
La niña Teresa
E n la casa de Doña Paya
se encontró un palo de cereza se lo llevó a su tía Vanesa que hizo un pastel de cereza después lo sirvieron en la mesa lo partió con destreza le puso fresa le echó mayonesa luego se comieron el pastel de cereza.
hay un palo de papaya en la orilla de la playa.
Donde amarraron la burra baya también hay una atarraya se van a la playa a pescar una raya para hacerse una raya.
Un pollo gris que se quería comer la lombriz y se hizo una cicatriz en el lado de la nariz y se fue por París y trajo granos de maíz y comió perdiz con su hija Naz y vivió feliz.
E l mono y la mona se fueron de paseo la mona era linda y el mono era feo.
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Poemas Cuando es nuestra fibra interna, la que necesita una melodía, nuestra alma canta y baila al compás de una poesía.
M i madre es una rosa, mi padre es un clavel y yo soy un capullito acabado de nacer.
A los doce seré bonita, a los quince mucho más, a los veinte seré tu esposa y a los veintidós seré mamá.
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A Colombia
C olombia tierra hermosa bañada de dos mares, cuando el sol en ti reposa cobran vida tus paisajes. Los ríos son tus venas que corren con gran fuerza regando toda la tierra que nos da la naturaleza. Colombia yo te quiero Colombia yo te amo Colombia, mi querer es sincero Colombia, mi futuro está a tu lado.
Por el cantar de los pajaritos
C uando los pájaros cantan el cielo resplandece flores se levantan y se embellece tarde. Me voy feliz a mi escuela siguiendo a los pajaritos su melodía disfrutando con mis amiguitos. Feliz llego a mi casa con el corazón contento, abrazo a mi mamá y le doy muchos besos. Estudiando el canto de los tiernos pajaritos, y me voy a dormir contenta con mis hermanitos.
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Cuando la lluvia cae
C uando la lluvia cae la naturaleza se alegra, los pájaros cantan y el campo de verde se viste. Cuando el cielo se nubla y la brisa sopla la lluvia cae. El mar, río, lagos y ciénagas rebosan cuando la lluvia cae. La tierra se alegra y el sol se oculta cuando la lluvia cae.
La lluvia
La lluvia hace sonreír la naturaleza y la llena de belleza, y con alegría las plantas bailan cada día. Gota a gota la lluvia cae refresca las plantas cada día y en la noche llena de alegría el alma mía. Con todo mi corazón adoro un fuerte chaparrón, que caiga encima del telón lluvia hermosa que hace crecer el melón. Lluvia, lluvia que cae del cielo, tan rica que te convierto en hielo. Gota de cristal muy especial.
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A mi pueblo Sahagún
Sahagún es mi pueblo querido que un día me vio nacer yo le debo mucho a él porque me enseñó a sumar y a leer.
Sahagún, crecí en tus sabanas en tu cultura y artesanías por eso es mi pueblo que me vio nacer un día.
A él le debo todo lo que he aprendido hasta hoy y siempre seguiré luchando para llegar a un futuro mejor.
Sahagún, eres la perla de la cultura y la tolerancia por eso deseas la paz con ansia.
Y aunque pase el tiempo y no se donde iré lo único que sé es que nunca lo olvidaré. Sahagún, eres lo más bello que ha existido, por eso te quiero te adoro y te respeto en cada momento que pasa.
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Soy sahagunense
Soy sahagunense bonita y pilosa, me gusta el fandango y la cumbia sabrosa.
Mi colegio es el María nombre de grata señora donde llego cada día a aprender de mis profesores.
Me gusta el suero, bollo poloca, y mote de queso el huevo de iguana, la presa de icotea y me distingo por eso.
Buscando entre números y letras la base de la cultura aprendo cómo se interpretan palabras que me servirán de mucha ayuda.
Los pela’os del Colmauxi se van a la esquina al verme pasar y yo desde lejos les tuerzo lo ojos, les volteo la cola y me voy para atrás.
Dios bendiga a mi colegio que no le pase ningún mal para que yo muy lejos pueda ser profesional.
Allá en la ye un fandango jalao, todos los parejos se fueron cansao y yo me traje el mejor premio del fandango zapatiao.
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Cuentos Más de dos manos, más de un lápiz que se pierde entre pequeños dedos... más de un cuento leído y releído, más de una historia escuchada, observada o vivida... llevan a construir estos cuentos, que ya no son de otros, son nuestros. Un personaje visita otro cuento
El Pato Donald
Había un pato llamado Donald que un día salió al bosque a recoger manzanas. En el camino se encontró con la Bella Durmiente y le preguntó ¿A dónde vas? Y el contestó, yo voy a buscar manzanas, ¿Quieres acompañarme? Y se fueron. A mitad del camino vieron a Batman peleando con el lobo feroz; la Bella durmiente y el pato Donald los hicieron amigos y se terminó la pelea entre el lobo feroz y Batman. En esas llegó Caperucita Roja y se le unió al grupo de amigos y siguieron el camino. Se encontraron con Blanca Nieves y los siete enanitos y les contaron que estaban buscando manzanas y ella les dijo donde había muchas manzanas y se fueron a recogerlas y pasaron todos un rato muy feliz y todos se hicieron amigos y quedaron muy felices.
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Tarzán y la selva con sus personajes
Un día Tarzán estaba en la selva, jugaba, brincaba y se divertía. Por la tarde iba a jugar y se encontró al tigre, pero como el tigre era rabioso se le tiró encima y comenzaron a pelear. En ese momento se miraron frente a frente y sintieron que era mejor hacerse amigos e invitaron a todos sus amigos, como el príncipe, la Cenicienta, la Bella Durmiente, a los Power Rangers, Mickey, Blanca Nieves y los siete enanitos, y a todos los animales de la selva, para hacer la gran fiesta y así poder compartir alegremente con cada uno de ellos. Todos pensaron que es mejor la ternura, la comprensión y la amistad que la rabia y la pelea, y finalmente Tarzán, el tigre y todos sus amigos de la selva se hicieron mejores amigos.
El perro y el ratón
Un día el perro estaba peleando con el gato y pasó Blanca Nieves y les dijo que no pelearan más y se hicieron amigos. Después el perro se encontró un ratón y se lo iba a llevar al gato pero pasó Pulgarcito con sus botas y se llevó al ratoncito; el perro lo iba persiguiendo pero no lo alcanzó; cuando Pulgarcito iba llegando a su casa le dijo al gato que si iba a comer ratón, el ratón se puso a chillar, Caperucita Roja lo oyó y salió corriendo y le dijo a Pulgarcito que se lo diera para soltarlo y lo soltó.
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Miguelito el ratoncito
Una vez unos ratoncitos estaban celebrando una fiesta de cumpleaños. Miguelito el ratoncito cumplía años y celebraba con todos sus amigos los ratoncitos. Cuando Miguelito repartía los pedacitos de queso y el refresco, el gato Eric, que estaba durmiendo, oyó el ruido de los ratones, se levantó de su cama y se dirigió al lugar adonde estaban los ratones. Cuando Miguelito vio al gato gritó: corran, corran que viene el gato malvado y nos comerá. Los ratoncitos salieron corriendo y se escondieron en un pequeño túnel. El gato Eric los buscaba y los buscaba y no los encontraba. Los ratoncitos planearon una trampa y se regresaron al lugar de la fiesta. Se pusieron a bailar y a comer, cuando el gato llegó, los ratones lo atraparon con una cuerda y lo tiraron desde muy alto. Miguelito y sus amigos siguieron celebrando y vivieron muy felices para siempre.
El pastor y el lobo
Había una vez un lobo que tenía la costumbre de seguir un rebaño de ovejas sin atacarlas nunca y el pastor dueño de las ovejas acabó por conseguir un guardián que es un posible enemigo. Un día el pastor tuvo que ir a la ciudad y le pareció normal confiar en dejar las ovejas al amistoso lobo, al volver encontró muerto a todo su rebaño de ovejas.
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La zorra, el conejo y los siete enanitos
Había una vez una zorra que quería comerse a su amigo el conejo. La zorra no tenía más amigos, únicamente el conejo, pero éste sí tenía más amigos, tenía siete amigos. Los siete enanitos eran muy buenos amigos, no discutían, no peleaban, siempre estaban juntos, hasta que un día el conejo salió solo por el bosque en busca de comida, cuando de pronto le salió la zorra y le dijo —te voy a comer conejo. —¿A mí? Pero si yo soy tu mejor amigo. —Sí, pero yo tengo mucha hambre y te voy a comer. El conejo salió corriendo, pero la zorra lo alcanzó. Cuando la zorra se lo iba a comer aparecieron los siete enanitos y gritaron —¡Alto zorra! O no respondemos—. La zorra salió corriendo y se perdió en lo espeso del bosque. La zorra nunca apareció porque se la comieron los lobos. El conejo se fue a vivir con los siete enanitos y vivieron felices para siempre.
La princesa y el príncipe
Había una vez una linda princesa que vivía en un hermoso palacio en medio de la selva, donde Tarzán era el rey. Tarzán envió a su perro a matar a la princesa, pero los guardias no lo dejaron entrar, pues estaba prohibida la entrada de animales. Tarzán transportándose en una liana llega hasta el palacio, los guardias le permiten el paso junto con el perro. En el palacio estaban de visita Blanca Nieves y los siete enanitos, Caperucita Roja y La Bella Durmiente. Tarzán le dice a la princesa —éste es tu último día de vida, el perro ataca a la princesa, los guardias tratan de salvarla pero el perro está hecho una fiera y los
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muerde. Ya la princesa estaba moribunda cuando llega el príncipe y se enfrenta a Tarzán. Escuchando la petición del príncipe le ordena al perro que no mate a la princesa. El príncipe y la princesa se casaron y vivieron felices para siempre.
Blanca y enanitos
Había una vez una niña que se llamaba Blanca que tenía un papá que era grosero con ella y siempre la trataba mal. Eran muy pobres y la mandaba a buscar comida. Un día fue al bosque a coger frutas y se encontró con unos enanitos que le preguntaron que por qué estaba tan triste, ella les dijo —porque mi papá no me quiere y yo no quiero vivir allí. Los enanitos le ofrecieron su casa, Blanca se puso muy feliz, pero les dijo—hay un problema, no se si mi papá me dará permiso—. Pero uno de los enanitos le dijo —yo puedo hablar con tu papá para que te deje ir. Salieron y llegaron a la casa. Blanca entró con los enanitos. Pepe, que era uno de los enanitos saludó, pero David no respondió. Pepe dijo —yo quiero hablar con usted, ella quiere irse con nosotros, David dijo que sí, pues a él no le importaba. Los enanitos y Blanca se sintieron muy felices, Blanca se despidió pero él no. David se fue en la soledad y aprendió que debemos querer a nuestros familiares y le fue a pedir perdón a Blanca y ella lo perdonó. Blanca con los enanitos y su padre vivieron muy felices.
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El lobo y el gato
É rase una vez un lobo que estaba descansando debajo de un árbol cuando de pronto vio venir un gato que estaba sediento y cansado. El lobo le preguntó —¿qué tienes gato?— Tengo sed y hambre. El lobo sabía donde había comida y agua y lo llevó. Después de que había comido y tomado agua, se despidió y el lobo le dijo —quédate conmigo porque estoy aquí sólo. —No puedo quedarme porque un perro me está persiguiendo. —Yo te puedo esconder en mi casa que queda por aquí cerca y se fue y lo escondió. Venía el perro y no vio nada por ahí y se fue. Después venía Caperucita cantando y el lobo la vio y dijo —yo tengo mucha hambre y tengo ganas de comerme a una niña gorda, y dijo el gato —¿pero dónde está esa presa tuya?, mira gato —dijo el lobo—, mira quien viene allí. Es una niña y está gorda, me la voy a comer. Cuando vio venir a un cazador y dijo — Caperucita, ya estás llegando a tu casa, —sí señor, ya estoy llegando, —Caperucita, yo te llevo, dijo el cazador, y la llevó y la dejó. Caperucita le dio las gracias al cazador. El gato le dijo al lobo —viste, no te la pudiste comer, pero puedo comérmela otro día, —dijo el lobo. El gato dijo, bueno lobo es hora de que me vaya, gracias y cuídate y no te comas a la niña. Adiós lobo, adiós amigo gato y el gato se fue. El lobo se quedó solo pero nunca se olvidó de su amigo gato, se quedó contento y feliz.
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Blanca Nieves y la casa embrujada
Había una vez una niña llamada Blanca Nieves que salió a dar un paseo por el bosque y de repente se encontró con unos fantasmas que se la llevaron a una casa embrujada y la encarcelaron en una reja para después comérsela, y cuando se la iban a comer Blanca Nieves dijo — ¡Oh!, y ahora ¿quién podrá defenderme? —¡Yo, el Chapulín Colorado! —Menos mal que llegaste porque la bruja y sus fantasmas me querían comer. —Yo los acabaré con mi chipote chillón. Blanca Nieves dice —¡Oh no! Cuidado te coge el fantasma que está detrás de ti. Y cuando iban a coger al Chapulín Colorado llegó Harry Potter. — No te preocupes Chapulín, te voy a salvar con mi varita mágica. Y convirtió a la bruja y a los fantasmas en sapos voladores, entonces Harry Potter salvó al Chapulín Colorado y a Blanca Nieves de las garras de la bruja y los fantasmas. A los cuatro años Harry Potter y Blanca Nieves se casaron y vivieron muy felices.
Sueño
C ierta noche soñé que antes de nacer, dentro de una gota de cristal yo me encontraba. El cristal estaba opaco y no me dejaba ver más allá de lo que yo consideraba era mi pequeño mundo. Hasta que en una ocasión el cristal se abrió y pude ver a través de la bóveda del cosmos. Como era de noche observé una cantidad de lucecitas muy lejos, distante, arriba de mí. De pronto pasó una muy cerca y le pregunté que por qué ella estaba por acá abajo deambulando y no arriba titilando como las demás. Ella me respondió que no eran iguales, que ella era luciérnaga y que las otras eran estrellas que pertenecían a las
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almas inocentes de las personas que morían por la maldad e incomprensión de los hombres. La luciérnaga me dejó pensativo e intenté contar aquellas estrellitas, pero entre más contaban, más aparecían, y más aparecían.
Agua
C ierta mañana, mientras un hilillo de agua subía buscando la luz del nuevo día, tropezó con un grano de oro. Éste al verlo se tornó orgulloso presentándose como el más preciado de los metales. Le dijo que él también podía alargarse y formar grandes hilos dorados. Que sin él, la belleza de la mujer era incompleta y el poder del hombre limitado. El mismo hombre lo había elegido su rey, que tan solo por un gramo de su gallardo cuerpo desataba guerras y doblegaba el orgullo de la mujer. En esas estaba, cuando oyó pasar muy cerca, a un grupo de hombres sedientos, ofreciendo todo el oro del mundo por una gota de agua.
La vaca cantante Había una vez una vaca que quería ser cantante, pero ella era muy caminante. Cierto día la vaca decidió salir y lograr su sueño, pero un caballo poco amigable la obligaba a encerrarse. Tanta fue su insistencia que pudo salir y se conoció con un almirante que la llevó a su barco y la vaca demostró su escondido talento. Cuando el almirante escuchó la voz tan melodiosa, llevó a la vaca a la ciudad, al Teatro municipal y fue así como la vaca cantante pudo lograr su sueño.
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La selva pálida
Felino, el león, era el rey de la selva. Todos los animales hacían los trabajos que él ordenaba: los monos juntar los cocos, las jirafas cortar las hojas de las ramas altas, los pájaros cantar tempranito para despertar a los animales trabajadores. Todos vivían contentos y en paz. Pero un día empezó a pasar algo raro: la selva se enfermó, comenzó a palidecer y palidecer. Los alegres colores de las flores se volvieron tristes. ¿Qué podía hacer el rey león? Se rascaba la cabeza y ordenó a todos los animales mirar por los rincones a ver dónde se encontraba el mal. Miguel, el ciervo, encontró en el hueco de un árbol a tres enanitos: Tinto, Rico y Quique que muy divertidos reían a carcajadas. Con una manguera mágica habían pintado la selva. Felino, el león, castigó a los pícaros enanitos haciendo pintar con pinceles y témperas la pálida selva. La alegría y el color volvieron a vivir entre los animalitos.
Sin título
E n algún tiempo vivía en el bosque un lobo feroz que se quería comer a Caperucita Roja y a sus amigos el Chapulín Colorado y los tres cerditos. De pronto aparecieron las hadas madrinas a salvar a Caperucita Roja. El lobo formó una gran banda y comenzaron a pelear unos contra otros. Rato después llegaron Blanca Nieves y los siete enanitos al castillo encantado donde se estaba realizando la batalla. La Bella Durmiente se encontraba en una de las habitaciones del castillo. Después llegó Harry Potter y desencantó a la Bella Durmiente con su varita mágica. Llegó el Pibe Valderrama y dijo: vamos a jugar un
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partido de fútbol, si el equipo del lobo gana, se lleva a Caperucita Roja, pero si gana el equipo del Chapulín Colorado, Caperucita se queda con nosotros. Empezó el partido, como a los 15 minutos llegó el Hombre Araña y se llevó el balón. Todo el mundo corrió detrás del Hombre Araña a quitarle el balón. Por quitarle el balón al Hombre Araña, los tres cerditos se cayeron en un alcantarillado y no podían salir de ahí; llegó Harry Potter y los sacó con su varita mágica. De tanto correr llegaron a las montañas. Al Hombre Araña se le agotaron las telarañas, cuando tiró una telaraña más, se le rompió la última que le quedaba, así fue como le pudieron quitar el balón y como ninguno de los dos equipos ganó hicieron una tregua de dejar tranquila a Caperucita Roja. Todos hicieron las paces, y se fueron al castillo a una pachanga con la Pantera Rosa, Winnie Pooh, el gato con botas, Juanes y las escarchas. Chapulín Colorado este cuanto se ha acabado.
Había una vez una niña llamada Mariposa, un día fue al bosque y se encontró con una osa, la osa era horrorosa, se miró en un espejo y se puso llorosa, luego se fue y se metió en una cueva, la cueva estaba llena de rosas, las rosas se marchitaron y la osa se puso rabiosa. Después de calmarse pasó un lobo y la osa se asustó y allí murió y quedó llena de avispas rumorosas.
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Una vez en una ciudad pequeña había un gigante enorme, la gente lo veía y salía a correr pensando que los podía lastimar. —¿Qué voy a hacer?, —decía el gigante. Yo quiero tener amigos y amigas. Entonces invitó a algunas magias en el parque. Tomó una página de un periódico e hizo un cono, le dio un pase mágico y salió un ramo de girasoles y geranios. Hizo otro pase mágico y salió un conejo que saltó hacia la gente, todos se hicieron amigos del mago gigante y cada día iban a verlo. Además, como era un gigante generoso ayudaba a cambiar los bombillos de las calles, limpiaba las tejas de las casas, podaba los árboles y mil cosas más.
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Mis creaciones
Este libro se terminó de imprimir en Bogotá, Colombia en el mes de septiembre de 2005. Se utilizó la fuente Cochin en la composición del texto.