El Lobo de Wall Street En el mundo de las ventas la única diferencia entre un veremos y una firma tras una línea punteada se reduce a un solo factor : presencia. Las personas que logran tener éxito en las ventas dependen de esto para cerrar un trato, el por que es claro, la única manera de convencer a los demás de que tu producto es rentable es hacerles ver que tu también lo crees, aun si esto no resulta ser del todo cierto. En la película el Lobo de Wall Street, nuestros personajes hacen exactamente esto, personas que trabajan como accionistas, convenciendo a gente acaudalada de que despilfarren su fortuna en inversiones no lucrativas al mismo tiempo que estos se quedan con la comisión. Es sobre la cultura de ventas, tácticas, sensibilidades y objetivos del vendedor. Sobre como una persona puede simplemente levantar el teléfono para convencer a un total extraño que cederles su dinero es una buena idea, tan solo con un poco de manipulación basada en gestos. La palabra mas adecuada para describir este tipo de vendedores es profeta, gente que promete decir la verdad sobre como tu inversión hará de tu futuro uno que ni siquiera sabias que podías llegar a tener. Esto es lo que hace a Jordan Bellfort (quien es una persona real) irresistible. De hecho lo mas curioso sobre la `película es que se vendió al publico de la misma manera aunque solo pocos lo noten. Piénsenlo bien tres horas sobre la vida de una persona que podría decirse sin cuidado alguno que es exactamente el opuesto a un modelo a seguir, la película esta llena de obscenidades, sexo, drogadicción y crimen. Es ahí donde nos preguntamos como es que llega agradarnos ver tales escenas, la clave esta en lo dicho en el primer párrafo “presencia”. La película te hace pensar que inclusive el director cree que Belfort es una persona digna de admirarse, cuando en realidad todos sabemos que no lo es, sin embargo al presentártelo en un largo metraje lleno de risas tomas espectaculares y una humanización completa del personaje para que te veas lo mas conectado con este posible, logra hacer lo imposible, aquello que el personaje principal hace con gracia y talento: vender. El publico piensa que quien lo realizo cree en lo que te esta mostrando, esto genera confianza, hace ver al comprador que ya existen personas que disfrutan de los resultados gratificantes del producto, aun cuando solo se te da el ejemplo de quien se los esta vendiendo. Adentrándonos un poco mas a la venta vemos varios puntos que la película otorga como consejos a lo vendedores. Primero se necesita crear urgencia, en este caso se hace pensar que si la persona no compra en el instante el valor del producto se devaluara de inmediato. Segundo se debe de hacer pensar a la persona que no solamente es una urgencia, sino que además es completamente necesario para el bienestar del cliente. Por ultimo tenemos que ver la forma de mezclar estas dos cosas y convertirlas en un argumento de la oportunidad de su vida para lograr generar un cierre en la venta. La razón por la cual las ventas son explotaciones es por que toma ventaja de nuestro s deseos y los usa para convertirlos en su dinero. La razón por la que continuamos permitiéndolo es por que en realidad nos gusta. Al final de la película Belfort esta dando un discurso se acerca a uno de los invitados y le pide que le venda la pluma en su mano , puedes ver como el espectador tartamudea al
09/19/014
El Lobo de Wall Street tratar de encontrar las palabras correctas “ es una linda pluma “ dice “puedes hacer muchas cosas con ella”. Pero esta gente no son vendedores, no están hechos para pensar de esa forma les falta confianza en sigo mismos, aquella que hace creer a la gente que en verdad amamos aquello que vendemos. Por supuesto la persona a quien le dio la pluma es en realidad un comprador, acaba de comprar un asiento para escuchar hablar al protagonista. Al terminar esta escena ahí estamos de nuevo, suben los créditos se acaba la película , mira tu bolsillo, así es Martin Scorcese acaba de venderte un boleto. La ideología de Jordan B.a ganado de nuevo.
09/19/014