La historia y la patria en la provincia de Cartagena, 1810-1814. Apuntes sobre la noción de usos públicos de la historia History and homeland in the province of Cartagena, 1810-1814. Notes on the notion of public uses of history A história e a pátria na província de Cartagena, 1810-1814. Comentários sobre a noção de usos públicos da história
Rafael E. Acevedo P.
Magster en Hstora, Facultad de Cencas Humanas, Unersdad Naconal de Colomba, sede-Bogotá. Estudante del Doctorado en Hstora, Facultad de Cencas Socales, Unersdad de los Andes, Bogotá, Colomba. Correo electrónco: re.aceedo27@unandes.edu.co; raacep17@hotmal.com
Este artículo hace parte del proyecto de nestgacón “Los usos socales del pasado. La enseñanza de la hstora patra en el Estado (soberano) de Bolíar, 1830-1886”, el cual se adelanta para el Doctorado en Hstora de la Unersdad de los Andes, y es nancado por el Departamento Admnstrato de Cenca, ecnología ecnología e Innoacón, Colcencas.
Resumen
Abstract
Resumo
En este trabajo se eplorarán las categorías de “hstora” y “patra”, “patra”, o de “hstora de la patra”, para proponer una nocón de usos públicos de la historia que nos permta comprender los procesos medante los que se construye, enseña y representa el pasado en las práctcas cícas y educatas. Este estudo se centrará en el perodo de 18101814, debdo a que en esta corta etapa de transormacones polítcas están las bases de las prmeras refeones y dscusones públcas acerca de lo que sgncaban hstora y patra en el Estado de Cartagena y, seguramente, en las proncas de la Nuea Granada. Se estudarán tanto las consttucones polítcas como algunas actas de ndependenca y proclamas polítcas publcadas en ese perodo, en las que quedaron regstrados los prmeros sgncados de ambas categorías a prncpos del sglo xix en la pronca de Cartagena.
In the present work, the categores o “hstory” “hstory ” and “homeland” “homeland” – or “hstory o homeland” – are eplored n order to propose a noton o public public uses of history that allows us to understand the processes through whch the past s constructed, taught and represented n cc and educatonal practces. Ts study s ocused on the perod 1810-1814, due to the act that the bass o the rst refectons and publc dscussons around the meanng o hstory and homeland n the State o Cartagena – and n the pronces o New Granada, or sure – were settled durng ths short stage o poltcal transormatons. Poltcal Consttutons, Mnutes o Independence and poltcal proclamatons publshed n ths perod, whch keep the records o the rst meanngs o both categores at the begnnng o the 19th century, are studed lkewse.
Neste trabalho serão eploradas as categoras de “hstóra” e “pátra”, ou de “hstóra da pátra”, para propor una noção de usos públicos da história que nos permta compreender os processos medante os quas é construído, ensnado e representado o passado nas prátcas cícas e educatas. Este estudo se centrará no período de 1810-1814, dedo a que nesta curta etapa de transormações polítcas está a base das prmeras refeões e dscussões públcas sobre o que sgncaam hstóra e pátra no Estado de Cartagena e, certamente, nas proíncas da Noa Granada. Serão estudadas tanto as consttuções polítcas como algumas atas de ndependênca e proclamas polítcas publcadas nesse período, nas quas se regstraram os prmeros p rmeros sgncados de ambas as categoras no começo do século xix na Proínca de Cartagena.
Palabras clave
Keywords
Palavras chave
Hstora, patra, “Hstora Patra”, consttucones polítcas, Acta de Independenca, uso públco del pasado.
Hstory, Mother Mother land, “Patrotc hstory ”, Consttutons, Record o Independence, Publc Use o the Past.
Hstóra, pátra, “Hstóra Pátra”, consttuções polítcas, Ata de Independênca, uso públco do passado.
Palabras clave descriptor
Keywords Plus
Hstora, uentes, reormas consttuconales, actas de undacón.
Hstory, Sources, Colomba, Consttutonal amendments, Colomba, Charters.
Mem.soc / Bogotá (Colomba), 14 (29): 7-23 / julo-dcembre 2010 / 7
Introducción
En este artículo se eplorarán las categorías de “hstora” y “patra” y de “hstora de la patra” –o “hstora patra”–, con el n de proponer una nocón de usos públicos de la historia que nos permta comprender los procesos de construccón de dentdades polítcas locales en Colomba, durante el sglo xix. Este estudo se centrará en el perodo de 1810-1814, debdo a que en esta corta etapa de transormacones polítcas se deron las prmeras dencones de lo que sgncaban hstora y patra en las proncas de la Nuea Granada y, en especal, en la que estudaremos con detenmento en este trabajo: la de Cartagena. El teto quere enrentar en un prmer análss algunas cuestones undamentales de ese perodo, relaconadas con la hstora polítca y cultural: por ejemplo, cómo ueron dendas las nocones de patra y de hstora en Cartagena entre 1810-1814; en qué medda la enuncacón de estas nocones se asemejaba o dstaba de las ormas en que eran planteadas en otros escenaros polítcos, como Cundnamarca o el Acta Federal de las Proncas Undas de 1811 1 y, nalmente, de qué manera dchas nocones nos permten un acercamento a elementos mportantes del unconamento de la socedad regonal y “naconal” en el campo de la polítca republcana, actdad moderna por ecelenca, en proceso de consttucón en el marco msmo de la reolucón. El trabajo está estructurado en cuatro partes. En la prmera de ellas se estudará un caso representato del sglo xix en Cartagena, en el que un hstorador, Manuel Ezequel Corrales, denía la patra como “pedazo de terra en común” para presentar una complacón de documentos sobre hstora local. Esta dencón de nales de sglo trataremos de eplorarla en el segundo aparte de este teto, aunque sempre estudando sus matces y usos en las prmeras consttucones
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Un breve acercamiento al estudio de la política moderna en las Constituciones de la Nueva Granada; ver: François-Xavier Guerra, “La identidad republicana en la época de la independencia”, en Museo, memoria y nación. Misión de los museos nacionales para los ciudadanos del futuro, comp. Gonzalo Sánchez y María Emma Wills (Bogotá: Ministerio de Cultura - Museo Nacional de Colombia, 2000), 261-263.
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proncales, en especal en la de Cartagena de 1812, a partr de las dencones que allí y en otros documentos (como las actas de Independenca) se daban sobre las nocones de patra e hstora. En el tercer apartado se ntentará comprender el sgncado tanto de las nocones de patra, como de hstora, en algunas estas, en la organzacón del espaco y en actos de condecoracón a guras cícas como “hjos benemértos” de la nuea patra de Cartagena. Fnalmente, se presentarán unas brees conclusones sobre la utldad de dchas nocones en la comprensón y la construccón de los procesos de enseñanza de la hstora patra en Colomba a prncpos del sglo xix. El sentido de la “historia patria” en una localidad
El prmero de ebrero de 1889, a escasos días de la celebracón del centenaro del natalco del prócer de la ndependenca José Fernández de Madrd2, Manuel Ezequel Corrales, cartagenero y dputado del Estado Soberano de Bolíar (18571886)3, publcaba su obra Efemérides y Anales del Estado de Bolívar . Este teto complaba documentos reerdos a la organzacón polítca y a los prncpales acontecmentos hstórcos de la antgua pronca de Cartagena y estaba dddo en cuatro tomos, de los cuales el prmero de ellos comprendía desde la undacón (a prncpos del sglo xvi) hasta la ndependenca de Cartagena (el 11 de noembre de 1811), mentras que los restantes olúmenes presentaban las prncpales leyes, consttucones, debates públcos en la prensa, lbros, sucesos polítcos y eentos hstórcos que habían dado orgen a aquel Estado en el perodo de 1831 a 1884 4. Este teto, que ue termnado de mprmr en la Casa Edtoral de
2 Nacido en Cartagena de Indias el 19 de febrero de 1789, fue fundador del primer periódico de la ciudad, El Argos Americano, y signatario de la independencia de la misma. 3 Además de ser diputado, Manuel Ezequiel Corrales, quien nació en Cartagena en 1825, fue catedrático de Historia Patria en el Instituto Nacional de Agricultura, al igual que senador y gobernador del Estado de Bolívar. 4 Ver la presentación de este texto en: Manuel Ezequiel Corrales, comp., Efemérides y Anales del Estado de Bolívar , tomo i (Bogotá: Casa Editorial de J.J. Pérez, 1889), xv.
J.J. Pérez en el año de 1888, ncluía tambén una dedcatora especal a Soledad Román de Núñez, esposa del entonces presdente de la repúblca Raael Núñez, a quen Corrales había remplazado más de una ez en sus uncones como presdente del Estado de Bolíar por las contnuas reunones y saldas al eteror de aquel personaje polítco. En la menconada dedcatora se destaca el tono de amstad y admracón epresado por aquel autor a la amla Núñez y, en especal, a la “muy señora mía y de toda consderacón” 5, Soledad R. de Núñez, de quen parecía alerse Corrales para agradecer su apoyo e lustrar la dea de hstora que anmaba la aparcón de su obra, en tanto que: “[…] el propósto de publcar m obra nttulada EFEMÉRIDES Y ANALES DEL ESTADO DE BOLÍVAR, lo ormé tambén de dedcároslas, por estar ben certo que sos una de las respetables damas que más amor proesan á la Redentora Cartagena: ese pedazo de terra que es nuestra patra común”6. Independentemente de las lacones polítcas de Manuel Ezequel con los Núñez, la obra ntroducía así una dea de patra común, en honor a las “rtudes” y los “merecmentos” de su homenajeada, que remtía a una són ampla de la hstora nacda de los conceptos polítcos, en la medda en que la nocón de patra común asocada al lugar de nacmento (al “pedazo de terra”) y a la ndependenca (con la dea de “redentora”) se consttuían en los soportes de la hstora local que quería narrar. Desde este punto de sta, la releón de Corrales nos llea a entender que el sentido de la noción de historia patria , o hstoras patras, no está sólo en la narracón de la sere de acontecmentos presentados en las publcacones peródcas de tetos, compendos y manuales sobre hstora naconal que dan cuenta de un acero documental7, sno que trascenden tambén al sstema de
5 Corrales, “Dedicatoria”, en Efemérides y Anales, iii. 6 Corrales, “Dedicatoria”, en Efemérides y Anales, iii. En este caso, y en los siguientes, los subrayados sobre el original son míos. 7 Un apunte pertinente en este sentido lo hizo Jorge Orlando Melo, quien en un balance historiográfico mostró cómo en el siglo xix autores como José Manuel Restrepo, José Joaquín Acosta y José Manuel Groot se constituyeron en una especie de «nudos historiográficos», en la medida en que la referencia a ellos se hacía reiterativa en los textos de “profesionales” aficionados a la historia.
reerencas y sgncados que se establecen y dotan de sentdo a los lenguajes polítcos (en este caso la dea de patra y redentora) a nel de las localdades, y organzan los propóstos hstórcos de un teto, un estejo o un ceremonal públco local, a partr de la nencón de un sentmento polítco de comundad o patra común por el hecho de habtar el msmo espaco 8. Con el concepto de historia patria , por tanto, se desgnará en este trabajo el conjunto de lenguajes, práctcas conmemoratas y representacones estas que dan cuenta del unconamento del pasado en una socedad –regonal y naconal– que se dene como una patra y construye su propa hstora. En este sentdo, partmos del supuesto de que los sgncados de las hstoras patras se constru yen, modcan y establecen por los “usos públcos” que se hacen del pasado en una comundad. Estos usos se epresan en los conceptos polítcos (como el de patra, que acompaña al de hstora), en los estejos, los rtos, las mágenes, las estatuas y los monumentos que se nentan en una localdad para socalzar certo sentido de pertenencia colectivo. De manera que el estudo de los sgncados de las hstoras patras remte al análss de los comportamentos y las ormas ( escritas , visuales u orales ) como los propos actores socales (nobles y patrcos, clérgos, proesores, estudantes, empleados públcos…) se apropan y representan el pasado que eron o del cual son herederos. En ese sentdo, estas ormas de representacón del pasado permten entender al nteror de una pronca la nteraccón de las memorias ndduales y colectas en torno a las eperencas das y su transormacón en una
Jorge Orlando Melo, Historiografía colombiana: realidades y pers pectivas (Medellín: Colección Autores Antioqueños, 1996), 18. Ver también: Bernardo Tovar Zambrano, “La historiografía colombiana”, en Nueva Historia de Colombia. Educación y ciencia, lucha de la mujer y vida diaria, vol. iv, ed. Álvaro Tirado Mejía (Bogotá: Planeta, 1989), 199-201. 8 En este sentido nos apoyamos en François-Xavier Guerra, quien ha planteado que: “La insistencia sobre el país y la patria tuvo una importancia particular en América, pues produjo muchos estudios geográficos, investigaciones sobre la flora y la fauna, recuento de los recursos y estadísticas económicas que contribuyeron a reforzar las identidades locales y el correspondiente patriotismo, al apelar a estos elementos para contrarrestar las opiniones muchas veces peyorativas de los europeos”. François-Xavier Guerra, Modernidad e independencias. Ensayos sobre las revoluciones hispanoamericanas (México: Fondo de Cultura Económica, 1992), 97-98.
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hstora polítca local, en la que la utlzacón del pasado se uele recurrente y permte la elaboracón de una hstora como “escenaro compartdo”. Así, por ejemplo, en la ntroduccón de las Efemérides y Anales del Estado de Bolívar , esas ormas de representacón no escapan a la narracón de la hstora local como “remnscenca de los acontecmentos que tueron lugar en Mompo y Cartagena”, descrtas por Corrales:
acompañada de la dea de Independenca y de Próceres (palabras escrtas con mayúscula) para justcar la mportanca de los acontecmentos que tueron lugar en Mompo y Cartagena 10, entre 1810-1815, como dspostos báscos de la transormacón polítca y de la hstora de la “grande” y “glorosa” Colomba. Desde esta perspecta, la hstora no este sn la dencón de la patra y ésta a su ez no se eplcaría sn la apelacón al sgncado polítco de nEn nuestros prmeros años epermentábamos un dependenca y de prócer, que se representaría en placer ndecble cuando nuestros padres ú otras personas entenddas, hacían en presenca nuéstra remla magen de guras cícas locales como Castnscencas de los acontecmentos que tueron lugar llo Rada, Fernández de Madrd, Bento Rebollo, en Cartagena y Mompo prncpalmente, en los años Canabal, Naráez, Caero, entre otras personade 1810 á 1815, y de los que se ercaron mentras ldades11 que habían rmado el Acta de Indeestó la grande y glorosa Colomba en toda ella; y pendenca de Cartagena en 1811. Este suceso á pesar de nuestra corta edad, nos causaba grande adundaconal de la ndependenca se transorma y mracón oír la relacón de tantas hazañas, hjas del más puro patrotsmo, ejecutadas durante la lucha heasume nueos sgncados al ser ncorporado en róca y sn tregua de la Independenca. El deseo de el relato como elemento representato del “amor no gnorar aun los más nsgncantes detalles de esta por la patra” por parte de aquellos actores socatremenda ld, lo conserábamos sempre, y con ahnco les. En las Efemérides y Anales del Estado de Bosolctábamos lbros y peródcos que leer para admlívar , Corrales asoca la dea de patra a la lucha rar con su lectura el heroísmo de nuestras legones, el sn tregua por la ndependenca que sgncaba el amor á la Patra, de los pueblos y la absoluta decsón de nuestros Próceres que comprometeron su da, su rechazo al yugo de los “Vrreyes y Gobernadores reposo y sus ortunas por sacudr las pesadas cadenas Españoles”, la cual llearon a cabo los próceres del despotsmo pennsular y el yugo de los Vrreyes y que “comprometeron su da, su reposo y su Gobernadores Españoles. ortuna” por dcha causa, con el n de ntroducr No encontramos, sn embargo, en los hstorales todo así un sentmento especal que debía ncular a lo que por tradcón se nos reería, y sentíamos dolotodos los ndduos de aquella pronca: el amor rosamente la alta de una hstora escrta y complepor los recuerdos de la patra (esto es, por el teta. En ausenca de ésta decíamos: “Los cudadanos rrtoro, por los acontecmentos y las “gloras” actores ó testgos de los prmeros actos de nuestra pasadas que se compartían). Este amor tenía que transormacón polítca, cumpldos en la Pronca de er con la deensa del Acta de 1811 y la ConstCartagena de Indas, que puderon escrbr, como los señores José María del Castllo Rada, José Fernández tucón del Estado de Cartagena de 1812, que nde Madrd, Manuel Bento Rebollo, Juan Fernández troducía una dea de soberanía e ndependenca de Sotomayor y Pcón, Eusebo María Canabal, Juan en respuesta a la domnacón polítca de España. Salador de Naráez, Ignaco Caero y otros, con perecto conocmento de que una parte de los archos públcos perecó en la emgracón de 1815, y la parte restante tambén por consecuenca de las ncneracones ordenadas por las autordades realstas que domnaron la época del terror […]9.
Además de hacer énass en la escrtura y el testmono drecto como elementos consttutos de la transmsón del pasado, en la anteror nota escrta por Manuel Ezequel Corrales se ntroducía la nocón de Patra o “amor a la Patra”, esta ez 9 Corrales, “Introducción”, Efemérides y Anales, vii y viii.
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10 No es objetivo de este trabajo estudiar en detalle los acontecimientos y conflictos que conllevaron a la independencia de Mompox y Cartagena, al respecto ver: Alfonso Múnera, El fracaso de la nación. Región, clase y raza en el Caribe colombiano (1717-1821) (Bogotá: Editorial Planeta - Nueva Edición, 2008), 153-182. 11 La asignación del título de próceres a estos personajes se hacía por su contribución a la independencia de Cartagena o de Mompox; la distinción se hizo una vez producida su muerte, ya fuera en una batalla, en el cadalso o por causas naturales. Sobre los significados de la muerte para alcanzar las distinciones de próceres, véase: Bernardo Tovar Zambrano, “Porque los muertos mandan. El imaginario patriótico de la historia colombiana”, en Pensar el pasado, comp. Carlos Miguel Ortiz Sarmiento y Bernardo Tovar Zambrano (Bogotá: Archivo General de la Nación - Universidad Nacional de Colombia, 1997), 134.
ttánca de la Independenca, época desde la cual poEl uso de los térmnos patra, ndependenca y pródemos decr que comenza nuestra hstora naconal ceres para construr un relato hstórco se transrepublcana; pero en nuestro humlde concepto no mtía en gran medda por testmonos orales, logró escrbrla con toda la etensón que requerían por las hazañas que se relaconaban y se oían por los msmos sucesos portentosos que ha narrado, n se eecto de la accón del testmono drecto de un dspuso á emtr juco crítco sobre todos ellos. Cuanpersonaje nculado con la transormacón polído el señor Restrepo escrbó su obra sobreían el LIBERADOR SIMÓN BOLÍVAR y muchos de tca de Mompo y de Cartagena; pero tambén sus esorzados y prncpales enentes; y por tanto, se transerían aquellos a traés de las “remnses natural nerr que no le era ácl, en semejante scencas” y de uno que otro “lbro” o “peródco” tuacón, ejercer la justa censura, n aplaudr con ehedestnado a escrbr y reproducr por entregas –al menca los actos ó hechos que éstos ejecutaran, como gual que por las representacones estas o cecorresponde hacerlo al hstorador. remonales–, los prncpales temas polítcos conOtros colombanos y algunos etranjeros han dado ertdos en “erdades” hstórcas. De manera que después del señor Restrepo algunas pnceladas sobre los usos públcos de la hstora no sólo llean mnuestra hstora, prncpalmente en la parte mltar, plícto un análss de los conceptos que dan senquzás con menos etensón que éste, de suerte que, tdo al relato hstórco, se relaconan tambén con con propedad, puede asegurarse que no se ha escrto aún la hstora de Colomba en térmnos que satsalos medios de comunicación técnicos (prensa, lbros, gan las patrótcas aspracones de los colombanos y olletos, pasqunes y uno que otro documento llenen el natural anhelo de los lectores de ella […] 13. manuscrto), con los medios orales (el testmono drecto, el oír e nteractuar con otra persona El sentdo de las “hstoras patras” es así más elaborado y menos apologétco, en la medda en que no dstnta al receptor) y la elaboracón de imágenes sólo se proponía una releón sobre lo que sgn políticas (monumentos, estas, representacones 12 caba hstora patra, o hstora y patra, de lo que teatrales y la smbología de la patra) . se entendía a partr de un relato únco y legtmaEs en este sentdo que la nocón de hstora patra do por los hstoradores. El sentdo de la hstora y sus usos permten entender y denr los múltse establecía tambén por los “otros” usos que se ples sentdos de las “hstoras y patras” en el seno hacían del pasado en las localdades y más que de las comundades polítcas locales, esto es, las por esos “otros” usos, en la orma como la hstora ormas como los actores se apropan del pasado y no podía ser entendda sn los lenguajes polítcos construyen una hstora al serco de su pronque la dotaban de sentdo y estenca en cada ca en respuesta a la hstora naconal. Estos usos conteto socopolítco de la socedad. La hstode la hstora local, por ejemplo, se encuentran en ra patra termnaba sendo así un nstrumento la releón que hacía Manuel Ezequel Corrales polítco y, como tal, se requere del análss de la sobre la Historia de la Revolución de Colombia pu“superce de conceptos” 14 que la respaldan y la blcada por José Manuel Restrepo en 1827: hacen sble en otros lugares pocas eces stos, Sólo el señor D. José Manuel Restrepo, de memora como las consttucones, las leyes, los peródcos grata se dedcó á narrar, con la mparcaldad que le ué posble guardar, los prncpales acontecmentos y, por supuesto, los catecsmos polítcos y tetos ercados en el terrtoro de la antgua Repúblca de de hstora que crculaban en las escuelas 15. De Colomba, durante la prolongada y desastrosa lucha
12 Esta definición de usos públicos de la historia la construimos con base en la lectura de los siguientes textos: Jürgen Habermas, La constelación posnacional. Ensayos políticos (Barcelona: Ediciones Paidós, 2000), 43-55; François Hartog, El espejo de Heródoto. Ensayo sobre la representación del otro (México: Fondo de Cultura Económica, 2003), 247-287; Georges Lomné, “La patria en representación. Una escena y sus públicos: Santa Fe de Bogotá, 18101828”, en Los espacios públicos en Iberoamérica. Ambigüedades y problemas. Siglos xviii- xix , comp. François-Xavier Guerra y Annick Lampérière (México: Centro Francés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos - Fondo de Cultura Económica, 1998), 321-339.
13 Corrales, “Introducción”, en Efemérides y Anales, vi. 14 Con la noción de “superficie de conceptos” se designa aquí el conjunto de expresiones, términos y elementos conceptuales que acompañan al de patria: ciudadanía, pueblo, libertad, independencia, felicidad, seguridad, nación, ley, etc. El concepto de patria existe en tanto entra a ser parte de una red conceptual, lo que Reinhart Koselleck denominó como un «singular colectivo». Reinhart Koselleck, Futuro pasado. Para una semántica de los tiempos históricos (Barcelona: Ediciones Paidós, 1993), 113 y siguientes. 15 Desde ese punto de vista, la historia patria terminaría de completar el sentido pedagógico de las revoluciones hispanoamericanas acontecidas entre 1808-1810. Por revoluciones hispanoamericanas, por
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manera que la releón de Manuel Ezequel Corrales remte al análss de la transormacón de los acontecmentos de la ndependenca de Cartagena en una hstora patra local, epresada en la utlzacón del pasado. La noción de patria y el primer grito de “historia” en la provincia de Cartagena
Las obseracones de Manuel Ezequel Corrales sobre la patra como “pedazo de terra común”, y acerca de la hstora como elemento consttuto de las dentdades polítcas locales, remten entonces a aras consderacones de orden empírco y epstemológco sobre la pareja hstora y patra, transormada en hstora patra a lo largo del sglo xix. Estas consderacones tenen que er con la ndsoluble relacón entre la nocón de patra y el uso polítco que se empeza a hacer de ésta en las actas, leyes y consttucones polítcas de las proncas de la Nuea Granada (en especal de Cundnamarca, Antoqua, unja, Socorro, Marquta y Cartagena), después de 1810, ya sea para adscrbrse a la nacón española o por el contraro, para consttur una nuea reerenca de patra desnculada de la “madre patra” y más asocada a la admnstracón polítca y terrtoral nterna de dchas proncas con tal de deender sus declaracones de “lbertad”, “gualdad”, “ndependenca” y “segurdad”16. Por lo tanto, un estudo de la hstora patra, ya sea por la eploracón sstemátca de los procesos de enseñanza, de las ntensones polítcas o la ormacón de comundades ntelectuales, necesaramente requere de un análss concreto de las aradas ormas como la categoría de patra eoluconó y se utlzó en dstntos contetos socopolítcos para organzar un tpo de hstora que permtera socalzar la dea de
lo tanto, se entenderá: “[…] una mutación cultural: en las ideas, en el imaginario, en los valores, en los comportamientos, en las prácticas políticas, pero también en los lenguajes que los expresan: en el discurso universalista de la razón, en la retórica política, en la simbólica, en la iconográfica y en los rituales, e incluso en la estética y en la moda. Nuevos lenguajes que manifiestan una visión del hombre y la sociedad, pero que son también una pedagogía”. Guerra, Modernidad e independencias, 31. 16 En efecto, “[…] La palabra «Patria» pasa, por ejemplo, de su sentido más común como lugar de nacimiento, a significar una comunidad humana que se gobierna por las leyes que ella misma se ha dado […]”. Guerra, Modernidad e independencias, 235.
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pertenecer a un msmo “pedazo de terra”, a una msma patra local gobernada por sus propas le yes, sn la cual no se podría pensar la dea de construr una nacón y al msmo tempo una hstora naconal que las nolucrara a todas ellas 17. Desde 1810, el concepto de patra en su sentdo más común de “lugar, cudad o país en que se ha nacdo”18–como se denía en el dcconaro de autordades en 1737–; o en el caso de las pro ncas de la Nuea Granada, luego de la nsurreccón de los comuneros en 1781, como objeto de las “[…] pruebas lustres de la más rendda obedenca […] a la Patra que es el Reno, es el Estado, es el cuerpo de la Nacón, de quen somos membros y donde mos undos con el ínculo de unas msmas leyes bajo el goberno de un msmo príncpe”19 –como lo lustraba el padre capuchno Fr. Joaquín de Fnestrad en 1789–; se construría una nocón de patra denda en contraposcón a una autordad dstnta al monarca Fernando vii20 y, en el caso de regones más nsurgentes, como Cartagena, en rechazo a todo tpo de domnacón etranjera, ncluyendo al propo Rey de España 21. Desde entonces, la nsstenca en la dencón de los límtes terrtorales y en los marcos de la lbertad y la ndependenca de la patra, como lo epresarían la mayoría de las consttucones polítcas de las Proncas Undas de la Nuea Granada entre 1811-1814, a a constturse en la reerenca más ndcada para elaborar un nueo goberno que es por antonomasa republcano (dentcado con la lbertad y la ndependenca), un nueo regstro polítco (epresado en la autoproclamacón de
17 Germán Colmenares, Las convenciones contra la cultura (Bogotá: Tercer Mundo Editores, 1987), 21. 18 Real Academia Española, Diccionario de Autoridades, vol. i, tomo v (Madrid: Editorial Credos, 1963), 165. 19 Joaquín de Finestrad, El vasallo instruido. En el Estado del Nuevo Reino de Granada y en sus respectivas obligaciones (Bogotá: Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de Colombia, 2001), 313 y 321. (Introducción y trascripción por Margarita González). 20 “Acta del cabildo extraordinario de Santa Fe (20 de julio de 1810)”, tomado de Las constituciones de Colombia, comp. Diego Uribe Vargas (Madrid: Instituto de Cooperación Iberoamericana, 1985), 294. 21 “Acta de Independencia de la provincia de Cartagena en la Nueva Granada”, tomado de Documentos para la historia de la Provincia de Cartagena de Indias, hoy Estado Soberano de Bolívar, en la Unión Colombiana, tomo i, comp. Manuel Ezequiel Corrales (Bogotá: Imprenta de Medardo Rivas, 1883), 351-356.
leyes y decretos en nombre de la soberanía del pueblo) y una nuea etapa (que proclamaba el n de los más de “trescentos años de ejacones” sobre los “renos” amercanos por parte de la monarquía Española). La nuea patra polítca, de “lugar común” y “obedenca cega del Vasallo al Rey”, empezaría a ser denda por las leyes que ella msma elaboraba para deenderse del nasor y para nstaurar un nueo sstema polítco que srera de reerenca a las “generacones uturas”, como se epresaba en el Acta de Federacón de las Proncas Undas de la Nuea Granada, rmada a nales de 1811 por los sguentes dputados: de la Pronca de Antoqua, José Manuel Restrepo; de Cartagena, Henrque Rodríguez; de Nea, Manuel Campos; de Pamplona, Camlo orres, y de unja, Joaquín Camacho: Artículo 1º. El título de esta conederacón será: Provincias Unidas de la Nueva Granada. Artículo 5º. odas y cada una de las proncas undas y que en adelante se uneren de la Nuea Granada, o de otros Estados ecnos desconocen epresamente la autordad del Poder Ejecuto o Regenca de España, Cortes de Cádz, rbunales de Justca y cualquer otra autordad subrogada o substtuda por las actuales o por los pueblos de la península […]. Artículo 6º. Las proncas undas de la Nuea Granada se reconocen mutuamente como guales, ndependentes y soberanas, garantzándose la ntegrdad de sus terrtoros, su admnstracón nteror y una orma de goberno republcano […]. Artículo 30. […] la Patra permta al Congreso ol er sus ojos al ben nteror, será su prmer cudado y se nertrán sus ondos en domclar en este país las artes y las cencas que nos son desconocdas, en promoer la agrcultura, acltar el comerco, abrr canales de comuncacón, hacer naegables los ríos, ensanchar, abrear y mejorar los camnos; en n, en cultar cuantos benes podamos proporconar a este suelo dchoso, y que sean algún día para las generacones uturas el ruto de los deselos que hoy consagramos a esta Patra querda 22.
De los anterores artículos promulgados en el Acta de Federacón de las Proncas de la Nuea Granada, la patra como epresón polítca y
22 “Acta de Federación de las provincias unidas de la Nueva Granada (27 de noviembre de 1811)”, Las constituciones de Colombia, 366367 y 373.
elemento pedagógco ocupa un lugar central en las práctcas consttuconales al denrse en ella la nuea orma de goberno republcano con base en los lneamentos de la ndependenca, la lbertad y la gualdad que justcaban el rechazo a la monarquía. Aunque esta dencón de patra no resultaría, en su prmera aparcón entre 1810-1811, común para todas las proncas neogranadnas, dado que antes del Acta de Federacón de las Proncas de la Nuea Granada algunas de éstas optaron por una dencón de patra polítca nculada a la admnstracón del terrtoro, de los recursos y del poder polítco (ejecuto, legslato y judcal), sn desconocer la autordad suprema del monarca español como representante de la Nacón a la cual estaban nculadas, y jurando obedenca en nombre de la patra: la Corona española. Es este el caso de Cundnamarca y del Estado Lbre e Independente del Socorro. En el prmero de ellos se establecó, por ejemplo, un “goberno pro ncal” en el que Fernando vii, a pesar de estar ausente del trono español, termnaba sendo proclamado como “Rey de los cundnamarqueses” 23 en las nueas “leyes patras”24 que se nstauraban con la Consttucón de Cundnamarca de 1811. Mentras que en el Socorro, la eoneracón de los trbutos a los ndos y la estpulacón de permtr la sembra del tabaco en toda la pronca 25, no ecluían el reconocmento de la autordad soberana en el Rey. Estos son, entonces, dos casos representatos de las ormas como la patra polítca adquere otro sentdo y se ncula a la nacón que es España, pero tambén de las ormas como la nocón de patra entra en contradccón al nteror de las proncas de la Nuea Granada, como se puede obserar en la Consttucón Polítca del Estado de Cartagena, en la que se ratcaba el rechazo de denr la patra en térmnos de cualquer ncata de ncularla a la nacón de España:
23 “Constitución de Cundinamarca (30 de marzo de 1811, y promulgada el 4 de abril de 1811)”, Las constituciones de Colombia, 313. 24 “Constitución de Cundinamarca (30 de marzo de 1811, y promulgada el 4 de abril de 1811)”, Las constituciones de Colombia, 319. 25 “Acta de la constitución del Estado libre e independiente del Socorro (15 de agosto de 1810)”, Las constituciones de Colombia, 301-305.
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Artículo 1º. Habendo cesado en España el ejercco de la legítma real autordad por la detencón del Rey Fernando y usurpacón de la mayor parte de sus domnos de Europa por el emperador de los ranceses […] y hallándose, por otra parte, realmente dsuelto el antguo cuerpo polítco, de que éramos parte ntegrantes, por la alta de un centro de autordad naconal, justa y legítmamente consttuda, eecto de una pertnaz combnacón de la España europea contra los derechos reconocdos y ml eces reclamados de la España amercana (…); se conrma y ratca la declaracón hecha por la antgua Junta de la Pronca de su actual ndependenca y natural emancpacón, resultado necesaro de las causas que la anteceden. Artículo 2º. Habendo consentdo esta Pronca en unrse en un cuerpo ederato con las demás de la Nuea Granada […] reserando para sí su lbertad polítca, ndependenca y soberanía en lo que no es de nterés común y mra a su propo goberno, economía y admnstracón nteror, y en todo lo que especal n generalmente no ha ceddo a la Unón en el tratado ederal […]” 26. La rma del Acta ederal de las proncas undas no mplcaba la construccón de una dea de patra como undad naconal al nteror de la Nuea Granada. La patra se construía, por un lado, como epresón de rechazo a la ntromsón de España en el goberno republcano y, por otro, desgnaba los espacos de la admnstracón públca de las cudades prncpales. En este sentdo, en plena época reoluconara cuando el debltamento del Estado español se hacía notoro por la ausenca del Rey, las proncas de los renos cada ez más tendían a ser “pequeñas repúblcas” 27, o cudades-proncas, que ntentaban ejercer desde sus centros polítcos urbanos un control eecto sobre el terrtoro que hacía parte de la pronca, su propo “pedazo de terra común”.
Lo anteror permte entender que la dencón de la patra local ncluyera tambén una precsón geográca y polítca de los límtes que componían el nueo Estado republcano, descentrado en las captales de las proncas y en todo el terrtoro que la compone. En el caso del Estado de Cartagena, por ejemplo, “el pedazo de terra en común”, de la patra local, consttuyó uno de los
26 “Constitución del Estado de Cartagena de Indias (15 de junio de 1812)”, Las constituciones de Colombia, 479-480. Además de Cartagena, esta posición también sería la adoptada por las provincias de Antioquia y de Tunja, ver: “Constitución de la república de Tun ja (9 de diciembre de 1811)”, Las constituciones de Colombia, 387, 392 y 393; “Constitución del Estado de Antioquia ( 21 de marzo de 1812, y aceptada por el pueblo el 3 de mayo de 1812)”, Las constituciones de Colombia, 421-422 y siguientes. 27 Guerra, Modernidad e independencias, 71.
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prncpales numerales de la orma de goberno republcana y las bases del msmo que se estpulaban en su Consttucón Polítca de 1812: Artículo 4º. Entretanto, el Estado de Cartagena será gobernado bajo la orma de una Repúblca representata. Artículo 5º. Los límtes de su terrtoro, cuya ntegrdad, garantzada por el artículo 6º. del Acta ederal, lo es tambén por esta consttucón, son a saber: el mar Atlántco por el Norte y Ponente; por el Orente, el río Magdalena desde sus bocas hasta su conluenca con el de San Bartolomé, nclusas las slas de Morales, ormada por aquél, y la de Qumbay, enrente de la lla de Mompo; quedando para el eamen y declaracón del Congreso general del Reno la propedad de otras slas ormadas por el msmo Magdalena, y adjudcadas eclusamente a una de las Proncas colndantes por leyes hechas sn pleno conocmento de causa, sn audenca de partes y tal ez contra las ndcacones de la naturaleza. Por el Medodía, el río dcho de San-Bartolomé hasta sus cabeceras, la cresta de las montañas de Guamocó, una línea trada desde ésta por los sete grados trenta mnutos norte a las cabeceras del río Suco y este msmo río hasta su entrada en el Atrato, y por el Ponente y Medodía, el dcho Atrato hasta su salda al mar en el golo del Darén y el golo msmo, comprendéndose la sla de la ortugulla, la nombrada Fuerte, las de San Bernardo y del Rosaro, stuadas todas en las nmedacones de la costa occdental de este Estado; quedando así separado por el río Magdalena de las Proncas de Santa-Marta, Pamplona y Socorro, que están al Orente; por el de San Bartolomé, montañas de Guamocó y línea ndcada, de la de Antoqua, que está al Medodía; por el río Suco, de la del Chocó, que está tambén por el Sur, y por el Atrato, de la del Darén, que esta al Ponente28.
Desde 1812, la patra se denó como el terrtoro o el amor por el “pedazo de terra” donde ejercerían la autordad polítca los “representantes del buen pueblo”29 y del nueo “Estado lbre, soberano e
28 “Constitución del Estado de Cartagena de Indias (15 de junio de 1812)”, 480-481. Esta misma descripción será tomada años más tarde -en 1837- por Juan José Nieto para ilustrar en su Geografía histórica de la Provincia de Cartagena la composición territorial inicial del Estado de Bolívar. Corrales, “Dedicatoria”, 172. 29 Estos representantes eran: José María García de Toledo (presidente de la Junta Suprema de Gobierno de Cartagena), Manuel Aguiano (Jefe del Regimiento Fijo el 11 de noviembre de 1811), José María Portocarrero (Capitán del Ejército), Martín Amador (Coronel de la República), Santiago Stuart (defensor del baluarte de la Popa), Pantaleón Germán Ribón (promotor del movimiento de 1811), Miguel Díaz Granados (Alcalde Ordinario), Manuel del Castillo Rada (Coronel de la Unión) y otras personalidades políticas importantes como Ignacio Cavero, Ramón Ripoll, José María del Real, José
ndependente” de Cartagena. En eecto, en el Palaco de Goberno de esta Pronca, a las once de la mañana, del día once, del mes once y del año de 1811, el decreto que juraba la ndependenca de Cartagena y que la absolía de “[…] toda sumsón, asallaje, obedenca, y de todo otro ínculo de cualquer clase y naturaleza que uese, que anterormente la lgase con la Corona y Goberno de España […]”30, mplcaba tambén el más o amor por dcha causa patrótca: “[…] para mayor rmeza y aldez de esta nuestra declaracón empeñamos solemnemente nuestras das y hacendas, jurando derramar hasta la últma gota de nuestra sangre antes que altar a tan sagrado compromso” 31. La dea de ormar una patra mplcaba así la socalzacón de uno de los alores sobre el que más se a a nsstr en los procesos educatos del sglo xix: “el amor a la patra” 32 que demandaba obedenca por el terrtoro en común al cual se pertenecía, ya uera por nacmento, por adscrpcón polítca o por r dentro de los límtes geográcos del nueo Estado de Cartagena, entre los que se encontraba Mompo. La nocón de patra, sta así, ncluía una esera pedagógca que apelaba a la hstora como el prncpal mecansmo de construccón y socalzacón de certo sentdo de pertenenca entre los habtantes de la nuea patra lbre, ndependente y soberana33. En el Acta de Independenca de
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María del Castillo, Ignacio de Narváez y la Torre, Manuel Rodríguez Torices, José Fernández de Madrid, Juan de Dios Amador, José de Casamayor, Germán Gutiérrez de Piñeres, Basilio del Toro de Mendoza, Santiago de Leguna, Anselmo José de Urueta, José María Benito Revollo, Domingo Granados, Eusebio María Canabal, Manuel José Canabal, José María de la Serga y Juan de Arias. “Acta de Independencia de la provincia de Cartagena en la Nueva Granada”, 356. “Acta de Independencia de la provincia de Cartagena en la Nueva Granada”, 356. De hecho, a partir de 1846, en Cartagena ya no se va a seguir celebrando ni el 22 de mayo ni el 14 de junio la usual fiesta patria que se hacía en honor a los representantes de Cartagena que depusieron entre esos días al gobernador Francisco Montes, enviado por España a ejercer funciones públicas en la ciudad; sino que se va a conmemorar el 11 de noviembre por ser el día en que se declaró la independencia. “Artículo que explica por qué se celebra el 11 de Noviembre de 1811, con preferencia al 22 de mayo y 14 de junio de 1810” y “ordenanza que se refiere al artículo precedente sobre fiestas y diversiones públicas”, tomado de Documentos para la historia de la Provincia de Cartagena de Indias, tomo i, 414-419. En este sentido, nos apoyamos en la idea de François-Xavier Guerra, según la cual: “El ciudadano no nace, se hace”. François-Xavier
1811, desde sus prmeras líneas (en el segundo párrao, luego de la reerenca en el prmero de ellos a Dos y a la Dna Prodenca, en nombre de quen se hacía la declaratora de ndependenca), aparecía la palabra historia para eplcar el cúmulo de motos que conlleaban a tal declaratora y para despertar el sentmento de pertenenca en la posterdad: “Apartamos con horror de nuestra consderacón aquellos trescentos años de ejacones, de mseras, de surmentos de todo género, que acumuló sobre nuestro país la erocdad de sus conqustadores y mandataros españoles, cuya hstora no podrá leer la Posterdad sn admrarse de tan largo surmento: y pasando en slenco, aunque no en oldo, las consecuencas de aquel tempo tan desgracado para las Amércas […]” 34. De manera ndependente del sentdo asgnado al térmno de hstora que se ctaba en el Acta, la patra demandaba la enseñanza del pasado para justcar la separacón polítca que establece y para dar leccones de “serco” o “amor a la patra” a la posterdad. Este hecho consttuyó el punto de partda de la conceptualzacón de la nuea patra y de la transmsón de sus alores, presentado ello en el uso que se hacía del pasado para justcar dcho amor por la patra en contraposcón a toda domnacón española o etranjera. Los orígenes del nueo concepto de hstora y patra, por tanto, no pueden buscarse por uera del unconamento de la socedad que se está nstaurando (lbre, soberana e ndependente) y de la cual daba cuenta la uerza que tomaba el concepto de patra como manestacón polítca, dmensón del terrtoro común y pedagogía cíca entre 1811 y 1814. Al lado de la promulgacón del Acta que sellaba la ruptura del pacto colonal entre el Rey y los asallos, entre Cartagena y España, se daba así el prmer grto de hstora para justcar la menconada lbertad y aar el amor por la patra que se estaba construyendo.
Guerra, “El soberano y su reino. Reflexiones sobre la génesis del ciudadano en América Latina”, en Ciudadanía política y la formación de las naciones. Perspectivas históricas de América Latina, comp. Hilda Sábato (México: El Colegio de México - Fondo de Cultura Económica, 1999), 33. 34 “Acta de Independencia de la provincia de Cartagena en la Nueva Granada”, 352.
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Esta hstora –en el sentdo de la consttucón de un nueo pasado común, con uertes elementos denttaros y legtmadores– que se estaba ntentando undar para despertar el sentdo de pertenenca entre los habtantes rente a las nueas dencones polítcas, terrtorales y pedagógcas que encerra la nocón de patra, ante los acontecmentos polítcos del momento, apelaba a la educacón para socalzar tanto el pasado con el que se deseaba romper como los alores republcanos que debían salaguardarse para la tranquldad y elcdad públcas 35. En el título xii de la Consttucón Polítca de Cartagena dedcado a la reglamentacón de la Instruccón Públca, a derenca de lo que ocurría en muchas de las consttucones neogranadnas, la educacón no sólo era mrada en uncón de crear escuelas de prmeras letras y dbujos, socedades patrótcas o enseñar el apreco por los derechos del hombre, sno que ncluía tambén la lustracón públca del “odo consguente de la opresón y la tranía”. Esta reglamentacón de la nstruccón públca tene así una coneón con la dea de hstora del Acta de Independenca, en la que el despreco a la tranía y la opresón consttuían el prncpal “amor a la rtud”, de los artes u ocos, que suazan las costumbres y preenen a los cudadanos de cometer “deltos”: Artículo 1º. La dusón de las luces y de los conocmentos útles por todas las clases del Estado es uno de los prmeros elementos de su consstenca y elcdad. El conocmento y apreco de los derechos del hombre, y el odo consguente de la opresón y de la tranía, son nseparables de la lustracón públca. Ella es, además, la que mejor guala a todos los cudadanos, la nculca y hace amable sus deberes, aumenta la propedad nddual y las rquezas del Estado, suaza las costumbres y en gran manera las mejora y preene los deltos; la que pereccona el goberno y la legslacón, el scal más temble de los depostaros de la autordad, el respeto de hombres dgnos de serlo, y, en n, la amga nseparable de la humandad y de los sentmentos socales y benécos […].
35 En Cartagena se dispuso que: 1) la organización y fundación de colegios recaían en la Sociedad Patriótica Amigos del País, y 2) el Colegio Seminario de esta capital y las fundaciones de colegios en Mompox por Pedro Martínez de Pinillo quedaban bajo la inspección del gobierno de Cartagena. “Constitución del Estado de Cartagena de Indias (15 de junio de 1812)”, 523-525.
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Artículo 9º. Se prohíbe seeramente, y con el mayor celo glarán las justcas que se corte de raíz el abuso, tan perjudcal como común en esta captal, de que la terna juentud de ambos seos, aquella edad nteresante a la socedad en que debería plantarse en sus almas con la nstruccón conenente el amor a la rtud y la aplcacón al trabajo, y enseñarse un arte u oco que uese el patrmono de su da, sea sacrcada al oco y a la corrupcón y el aprendzaje de los cos por la práctca de agar por calles y plazas de la mañana a la noche, ejerctada en reender por un nterés precaro 36.
A partr de la proclamacón del Acta de Independenca (el 11 de noembre de 1811) y de la Consttucón del Estado de Cartagena de Indas (el 15 de juno de 1812), los térmnos de patra y de hstora eran construdos mutuamente por los representantes de aquella pronca para legtmar la nuea soberanía terrtoral, polítca y pedagógca que se estaba construyendo contra la monarquía española. Sn embargo, la socalzacón de los conceptos de hstora y de patra no sólo surgó en aquellos regstros polítcos; estos térmnos tambén serían objeto de una elaboracón y representacón constante en las práctcas polítcas y cícas de la socedad a lo largo del sglo xix. Después de aquellas proclamacones, en Cartagena se empezaron a nsttur progresamente una sere de actos públcos, estas y ceremonales, al gual que se creó el archo muncpal y se construyeron monumentos patros, para conmemorar el nacmento de la nuea polítca: de las leyes, la consttucón, la junta nsurrecconal, el acta y los mpresos patrótcos que se recordaban, ya sean en actos, homenajes o dsertacones públcas en las prncpales plazas y calles de la cudad captal de la pronca de Cartagena, para congregar e dentcar a los cudadanos con el compromso patrótco de mantener la lbertad, la segurdad, la gualdad y la ndependenca que se habían decretado, y que asmsmo se consttuían en los soportes undamentales de la tranquldad de la patra. De manera que las nocones de patra y de hstora que se están anuncando en las proclamas de ndependenca comenzarán a ser objeto de representacón y ehbcón en los prncpales lugares
36 “Constitución del Estado de Cartagena de Indias (15 de junio de 1812)”, 523 y 524.
públcos donde se congregaba la gente para celebrar sus prmeros anersaros de da ndependente republcana. Estos lugares públcos, a los cuales nos reerremos a contnuacón, termnarían mostrando el carácter polítco de la nocón de usos públcos de la hstora que se propuso al comenzo de esta releón. Los lugares públicos de la historia: la exhibición de la patria
Al gual que el térmno de patra, la nocón de hstora posee una hstorcdad propa, de sentdo común, en el marco del antguo régmen español. En el dcconaro de autordades de 1737, por ejemplo, la palabra hstora, proenente del latín hiftoria y asemejada a la descrpcón que se hace de las cosas naturales, anmales, egetales y mnerales –como la Hstora Natural de Plno, del padre Acosta, y la de Doscórdes–, se empleaba para hacer reerenca a la “relacón hecha con arte: descrpcón de las cosas como ellas ueron por una narracón contnuada y erdadera de los sucesos más memorables y las accones más célebres […] que dá orma á la da polítca y edca la esprtual”37. Esta acepcón del térmno, que lleaba mplícto un contendo polítco, ncluía entonces la dmensón de la narracón, los hechos y la lnealdad del tempo como elementos consttutos de la organzacón polítca y relgosa de las socedades. El arte de relaconar estos elementos daba orma a la da esprtual y polítca, de manera que el tempo y las accones humanas no podían ser contados por uera de lneamentos del pasado que parecían condconar el presente y anuncar el porenr de ellas. Frente a esta cosmosón teológca y cíclca de la hstora, de un prncpo y n en el que se trataba de mostrar la eolucón del mundo, es que a a transormarse el concepto de hstora tras el derrumbe del Estado español. No sólo por el anunco del n de la dnastía de los Borbones en Amérca, epresado en las quejas lanzadas por muchos amercanos crollos rente a los trescentos años de domnacón española, de agraos y tranías, sno por la
37 Real Academia de España, Diccionario de Autoridades, vol. tomo iv, 162.
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nuea orma que adquró el concepto de hstora al ser objeto de una representacón escrta de los nueos sucesos polítcos asocados ahora a los acontecmentos de la ndependenca y, al ser ob jeto, y esto es lo noedoso, de una representacón por parte de los habtantes en las calles, las plazas y al lado de los monumentos, para dar muestra de su dentcacón con y amor a la nuea polítca de la patra38. La hstora, sta así, se consttuyó en un nstrumento útl para molzar el “amor patro”, pero tambén para mponer la nuea polítca de la patra soberana, lbre e ndependente, medante el dseño cíco tanto del espaco como de proclamas y celebracones que termnarían de undar la patra polítca y el amor patrótco haca las dsposcones de ella 39. De modo que la hstora dejaba de ser el lugar de la smple narracón para materalzarse en desles, eposcones, lumnacones y “actos públcos” que tenen por objeto la construccón y preseracón de los alores polítcos de la patra. El 14 de septembre de 1812, por ejemplo, tres días antes de que se promulgara la Consttucón del Estado de Cartagena en Mompo, en esta cudad […] hzo el Corregdor publcar bando autorzado por una Dputacón de la Muncpaldad, anuncando al públco que el 17 por la tarde se publcaba la CONSIUCIÓN, para que se cudase de asear y colgar decentemente las calles y casas de la carrera por donde debía hacerse el paseo, y que por la mañana se cantaría Msa y Te Deum en la parroqua, en accón de gracas al Supremo Legslador y árbtro del Un erso, por la elz nstalacón del nueo Goberno, con asstenca de todos los Cuerpos polítcos, eclesástcos y mltares, y que en la noche de la íspera y día de la publcacón, hubese lumnacón general 40.
Se trataba así de nsttuconalzar y reglamentar un tpo de esta, de bando o paseo por las prncpales 38 Nikita Harwich Vallenilla, “Historia Patria”, Inventando la Nación. Iberoamérica Siglo xix , comp. François-Xavier Guerra y Antonio Annino (México: Fondo de Cultura Económica, 2003), 533-549. 39 No todas las provincias del actual Caribe colombiano se sometieron a la nueva simbología patria que se estaba fabricando desde Cartagena, pues en otras zonas como Santa Marta incluso se crearon fiestas en honor a la derrota de las tropas de Cartagena a manos de los realistas. “Festividad del 5 de Marzo en Santa Marta, como aniversario de la recuperación de esta plaza por las autoridades realistas”, Documentos para la historia de la Provincia de Cartagena de Indias, tomo i, 624. 40 “Promulgación solemne de la “Constitución política del Estado de Cartagena de Indias”, en la ciudad de Mompox”,Documentos para la historia de la Provincia de Cartagena de Indias, tomo i, 468.
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calles y plazas, para eocar y presentar en públco el nueo Goberno de la patra epresado en la recén decretada Consttucón. La glorcacón de aquel acto públco no sólo unconaba rectando los prncpales artículos de esa Consttucón, sno que, además, se requería de la organzacón e rradacón del espaco, de la presenca de los prncpales cuerpos polítcos y la relgón para dar un carácter cíco, decente y solemne a dcha manestacón que rememoraba por prmera ez en Mompo la nstalacón de la patra polítca: Llegó en eecto el día señalado, y ercada la uncón de la glesa por la mañana, se procedó á la publcacón á las cuatro de la tarde, en la orma sguente: Reundos todos los Cuerpos con un concurso nnumerable de partculares en la Sala Consstoral á donde ueron condados por el Corregdor, saló o comenzó desde allí el paseo por este órden: delante de la Muncpaldad, presdda por el Corregdor, seguía el Venerable clero; á su nmedacón la lúcda Ocaldad de los Cuerpos mltares, y delante de ella, el decente concurso de partculares. ras del Cuerpo muncpal marchaba una compañía con una músca amosa, y con este órden reerdo sguó el paseo hasta la plaza de la glesa parroqual, en donde se hzo la prmera publcacón, que termnó con un “VIVA EL ESADO INDEPENDIENE Y LIBRE DE CARAGENA DE INDIAS”, pronuncado por el Corregdor, que al msmo tempo regaba cantdad de monedas para nsprar en el públco la dea del acto más sublme del Estado, y á que le correspondó por ml aplausos por los espectadores en obsequo del Goberno, con replques de campana, y con una sala general de artllería y de la compañía que marchaba en el paseo, manestándose en todos el natural placer y regocjo con que celebraban el acto más augusto y solemne de nuestra Independenca y lbertad cl. Así contnuó el paseo hasta la glesa de “Santa Bárbara”, en cuya plaza se practcó lo msmo que en la de la parroqual, y se concluyó de gual modo en la de “San Francsco” á las ses de la tarde; termnándose la celebrdad el día con un lúcdo bale y abundante reresco, que por la noche do el Corregdor en su casa, en que ue etraordnaro el concurso de ambos seos, y que duró hasta las tres de la mañana41.
Las estas en honor a la patra se realzaban en las plazas y calles enrente de las parroquas para dar mayor solemndad polítca a las leyes y prncpos del nueo goberno. Por ello, en este tpo de 41 “Promulgación solemne de la Constitución política del Estado de Cartagena de Indias, en la ciudad de Mompox”, 468.
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manestacones, además de los actos smbólcos para replcar el nombre del acontecmento que se celebraba, o para solemnzar el acto con la presenca en las glesas de los prncpales cuerpos polítcos del Estado que comandaban el desle, se ntentaba dotar de un contendo popular a los elementos de la “cultura patrótca”, en este caso la Consttucón y su mportanca polítca asocada a la ndependenca y la lbertad, medante la rega de monedas, permtendo los bales por la noche y los rerescos en la casa del Corregdor para garantzar la partcpacón entusasta del pueblo, lo que termnaba comprometendo aun más a éste con los actos y dsposcones polítcas de la patra42. En ese sentdo, esta manestacón de patrotsmo resultaba un acto de control, mo lzacón y partcpacón por parte de la gente del común y de los representantes polítcos en los rtuales de la esta, los cuales son agencados por el patrotsmo que se generaba desde la gura cíca del Corregdor, para dentcar a los habtantes con la nuea causa polítca. La memora polítca de la patra necesaramente debía estar lgada con el uso públco de la hstora, de los emblemas polítcos como la Consttucón o el Acta de Independenca que se lleaban a los stos públcos, para producr entre los habtantes el eecto de patrotsmo esperado por el nueo sstema de “pertenencas” de los cudadanos. El contendo popular del escenaro esto patrótco termnaba sendo así una estratega polítca para mponer una smbología, unos rtuales, una tradcón y un conjunto de sgncados que sólo son posbles por la eplcacón de un hecho real que se da por el uso de la hstora. La Consttucón de 1812, en eecto, ya entraba a ser parte de las nueas reerencas hstórcas que debían homenajearse para rendr culto a la patra. No obstante, no sólo la molzacón del pueblo –concepto utlzado para empezar a representar a los habtantes que se dentcaban con la ndependenca– consttuyó el objeto prncpal de los usos públcos que se hacían de la hstora
42 Las fiestas que se están instituyendo en Cartagena expresan la intensión política de la clase dirigente que las crea. Esta definición de la fiesta oficial, transformada en fiesta patriótica, la retomamos de: Mijaíl Bajtin, La cultura popular en la edad media y renacimiento (Barcelona: Barral Editores, 1974), 14 y 15.
para generar pertenencas o patrones de dentcacón. Además, la hstora era un poderoso mecansmo de consttucón del sentdo de la patra como un “pedazo de terra en común”, al conceder títulos, dstncones y prlegos a las cudades o llas que se dentcaban con la dea de patra soberana, lbre e ndependente, que se ejercía desde los pequeños Estados que estaban representados en cudades-proncales captales como Cartagena. Cas dos meses después de la organzacón del desle en honor a la proclamacón de la Consttucón de Cartagena en Mompo, por ejemplo, el presdente gobernador del Estado de Cartagena, Manuel Rodríguez orces, ergía como cudad a la lla de Mompo, bajo el título de “Valerosa”, por no permtr ésta la ntromsón de las uerzas contraras a la causa de la ndependenca y la lbertad de la patra en su terrtoro, desde donde se podía poner en pelgro la tranquldad del Estado y la Consttucón de Cartagena, por lo que se dsponía sobre Mompo: “[…] erigirle un monumento que perpetúe en las edades venideras el heróico valor de su pueblo […] declarándola benemérita de la patria, la crea en Ciudad, y le concede el título de tal, con el de VALEROSA; de que podrá usar en sus actas, despachos y demás documentos en que hasta ahora se haya acostumbrado […]”43. La perpetuacón del pasado epresado en la elaboracón de un monumento da cuenta entonces de la uncón públca de la hstora como elemento consttuto que ntroducía una nuea nocón de pueblo en uncón de los acontecmentos de la ndependenca. El “pueblo soberano”, en eecto, se construía y hacía parte de la hstora en tanto demostrara su partcpacón en las “accones pasadas” y su “alor heroco” en los sucesos que conllearon a la lbertad de las proncas. El monumento en honor a Mompo representaba así una de las tantas ormas como la patra en común se etendía a otras zonas geográcas por la hosptaldad que encuentran las leyes y el sstema de goberno de ésta en otros terrtoros. En este caso Mompo, a la que no sólo se le ncularía al
43 “Erección en Ciudad de la Villa de Mompox, con el título de ‘Valerosa’”, Documentos para la historia de la Provincia de Cartagena de Indias, tomo i, 465.
Estado de Cartagena, sno que se le permtría hacer uso de la “escrtura patrótca”, de “cudad benemérta” y “alerosa”, en todos los documentos epeddos desde allí. Este reconocmento se hacía cas sempre por “nscrpcones patrótcas”, es decr, por la abrcacón de un lenguaje republcano que retomaba ejos térmnos colonales, como el de “benemérto”, ya no para representar a los unconaros pennsulares que habían logrado conqustas mportantes para España, sno, más ben, en el nueo lenguaje republcano para magncar el estatus del terrtoro, de un personaje o de un ceremonal dentro de la patra en nombre de la cual se le rendía homenaje por contrbur a la lbertad. Este uso públco de la hstora medante la presentacón de rases, o de lo que se han denomnado aquí “nscrpcones patrótcas”, ue de hecho una de las prmeras maneras como el cudadano General Smón Bolíar empezó a ser reconocdo como “hjo benemérto” del Estado de Cartagena en 1814: 1º. La Legslatura declara al Cudadano General Smón Bolíar hjo benemérto de la Patra; 2º. Su nombre será colocado en letras de oro en el archo públco de esta Legslatura, creado por ley de 14 de Marzo de 1814; 3º. La órmula de esta nscrpcón será la sguente: El General Simón Bolívar, natural de Carácas, no vió con indiferencia las cadenas que la barbaridad española puso por segunda vez á su Patria, concibió el atrevido proyecto de redimirla, y agregándose á este Estado, logró entrar en la empresa. La República de Cartagena lo vió con placer entre sus hijos, y le confió el mando de sus armas; desde las orillas del Magdalena hasta los muros de Guaira, corrió con gloria este Héroe americano. La República tiene el orgullo de llamar su Hijo Benemérito al Libertador de Venezuela; 4º. Se nscrbrá además esta msma órmula en todos los archos muncpales del Estado […] 44.
Un día después de la construccón del Archo Públco de la Legslatura de la Cámara de Representantes –de la cual se lamentaría Manuel Ezequel Corrales (por la desaparcón e ncneracón del
44 “Acto del cuerpo legislativo del Estado de Cartagena de Indias, en que se declara el general Simón Bolívar Hijo benemérito de la Patria, y que su nombre sea colocado en letras de oro en el archivo de la Legislatura”, Documentos para la historia de la Provincia de Cartagena de Indias, tomo i, 639-640.
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msmo) en la nota ntroductora de Efemérides y Actos undaconales de la patra para hacer de Anales del Estado de Bolívar , publcado en 1889–, ésta un monumento al poder y la lbertad, lo que el 15 de marzo de 1814, Smón Bolíar entraba recaía undamentalmente en los “representantes a ser parte de la patra del Estado de Cartagena del buen pueblo de Cartagena”: y en especal del prncpal órgano de consera[…] la Conencón, al entregaros esta consttucón, cón de la memora polítca de éste, el prmer con que ha procurado llenar sus empeños, y antes de dsolerse para r a gozar de sus benecos en la da archo de la cudad, que era naugurado con un prada, os la encarga y recomenda como obra ueshomenaje al Lbertador de Venezuela por sus tra, monumento de uestro poder y de nuestra ressercos en contra de la opresón española sobre tauracón, el muro de nuestra lbertad, la esperanza Amérca. La eleccón de Bolíar como “hjo bede nuestros sucesos y el terror de nuestros enemgos. nemérto de la patra” ntroducía así una leccón Leedla, estudadla y hacedla aprender a uestros hjos; de hstora sobre lo que sgncaba y debía segur sea la Consttucón su segundo catecsmo, sostenedla con uestro celo y glanca y, s es necesaro, con sgncando la deensa de la patra, en tanto se uestro alor y todas uestras uerzas; pero antes de retomaba la gura del Lbertador para eocar las todo, cmentadla con uestro amor y respeto. Esta será batallas lbradas por éste en aor de la causa resu mejor garantía y la garantía del Estado. publcana, las cuales debían serr para ejemplcar los sercos que un “buen cudadano” debía El pueblo que ama y respeta su Consttucón es n encble, pacíco y elz 46. hacer en pro de su patra polítca: la deensa de los derechos del hombre y del cudadano y, sobre Así pues, de la dencón de hstora como descrpcón y narracón de los hechos memorables todo, el rechazo a la monarquía española y su ca y célebres, haca 1811, y en especal en 1814, beza prncpal, el rey Fernando vii. la hstora a a ser tenda en cuenta como eleHaca 1814, entonces, la pedagogía del cudadano mento pedagógco que da orma y da polítpor la enseñanza de la hstora de la patra ndeca a la nuea patra ndependente. La dusón pendente y lbre empezó a ser objeto de consde las leyes de la Consttucón, la organzaderacón en la escrtura, o en las “nscrpcones cón de desles, la nstauracón de monumenpatrótcas”, que estaban destnadas a ormar el tos, de archos y de una escrtura patrótca en hábto del amor por la patra entre los habtancontra del goberno español, entre otros estlos, tes y, en especal, en las generacones enderas. artes y escrturas, ueron los mecansmos más De hecho, en ese msmo año se mprmría en empleados para hacer uso de los alores y prnCartagena el catecsmo de Juan Fernández Socpos polítcos que denían a la patra, con tal tomayor y Pcón, Catecismo o Instrucción Popude molzar y ncular así a los habtantes al lar , en el que este sacerdote hacía un llamado de proyecto de “patra deal” que se presentaba en atencón en el prólogo de su teto para que los el Acta de Independenca de 1811 y en la Consprncpos de la Consttucón ueran tomados ttucón Polítca de 1812. en cuenta en la enseñanza de los derechos del cudadano45. El uso polítco de la Consttucón de 1812, así A modo de conclusión como la gura cíca de Bolíar como representante de la dea de patra, termnaban consttu- Después de 1814, el prmer mpulso de socalzar los prncpos polítcos de la nuea patra, tanto yéndose entonces en los prncpales reerentes con la Consttucón Polítca como con el Acta de para eocar las práctcas polítcas que condujeron Independenca de Cartagena, será “obstaculzaa la declaracón absoluta de ndependenca. En do” por la campaña paccadora de Pablo Mormuchas de las escuelas, por ende, como se había llo, entre 1815 y 1816. En realdad, se trata de un estpulado en la msma Consttucón del Estanueo conteto que redenrá el proceso de do de Cartagena, se necestaba la dusón de los
45 Juan Fernández Sotomayor, Catecismo o Instrucción Popular (Bogotá: Editorial Kelly, 1976), ver en especial el “prólogo”.
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46 “Constitución del Estado de Cartagena de Indias (15 de junio de 1812)”, 529.
nscrpcón de la memora polítca de la patra en la organzacón de la hstora, en la medda en que el Acta de 1811 y la Consttucón de 1812 entrarán a ser parte de los recuerdos que representan un pasado común, “heroco” y “gloroso”, a traés del cual se ntentaba stuar la ndependenca de Cartagena como la prmera manestacón de patrotsmo y ruptura de los lazos polítcos que la unían a la madre patra en las proncas de la Nuea Granada. Se empeza a construr así una hstora patra que busca la legtmacón de aquella localdad como el prmer y prncpal centro polítco de la ndependenca absoluta en la Repúblca de Colomba. La llegada del “paccador” al puerto de Cartagena supuso un estado de anarquía y debltamento del Goberno de la patra por los bloqueos a los que ue sometda la cudad captal de la pronca tras la toma de las poblacones que conducían y hacían parte de ella: Santa Catalna, Santa Rosa, ernera, urbaco y Santa Ana y, por ía marítma, tras el aposentamento de las bases realstas en Bocachca y la sla de Barú, lo que acltó la entrada al centro polítco de Cartagena que sería stado por más de cen días 47. La entrada de las uerzas epedconaras enadas por el rey Fernando vii a Cartagena no sólo deteroró las das de muchos habtantes de ese Estado, entre los cuales se encontraban algunos de los sgnataros del Acta de Independenca y de la menconada Consttucón –quenes serían uslados el 24 de ebrero de 1816 48–, sno que, además, derrumbó los prncpos de lbertad, gualdad, ndependenca y segurdad que habían sdo los plares de la patra soberana y de la hstora que se estaba construyendo alrededor de ésta. Después del arrbo de Morllo, el Estado de Cartagena entraría en una decadenca admnstrata, polítca y terrtoral. La Consttucón de 1812 hubo de ser
47 Los acontecimientos en detalle del sitio de Morillo en: Ramón Corrales, Documentos relativos a la independencia de Cartagena. Tomado de la colección publicada por el doctor Manuel Ezequiel Corrales (Bogotá: Imprenta La Luz, 1911), 3-38. Eduardo Lemaitre, Historia general de Cartagena, tomo iii (Bogotá: Banco de la República, 1983), 117-194. Ramón Corrales, valga anotar, era hijo de Manuel Ezequiel Corrales. 48 Pedro María Ibáñez, “Individuos pasados por armas”, Boletín de Historia y Antigüedades. Órgano de la Academia de Historia Nacional, no. 79 (1911): 439-440. Este volumen corresponde al año vii.
depuesta y la cudad se preparó para arontar la más aguda de sus crss –tanto económca, como scal y polítca– hasta que ue puesta nueamente en lbertad haca el año de 1821. No obstante, el Acta de Independenca y la Consttucón Polítca de 1812, al gual que la echa smbólca del 24 de ebrero, serían retomadas a partr del prmer terco del sglo xix para organzar las estas, conmemoracones, monumentos, estatuas y procesos de enseñanza de la hstora patra local en honor a las “gloras de la patra” y “del prmer grto de ndependenca absoluta en Amérca latna”49. La prmera eperenca republcana de Cartagena se conertría entonces en una reerenca clae del pasado para recordar el “amor por la patra” de los “antguos cudadanos” y así despertar la “pertenenca cíca” de los “nueos cudadanos” rente a polítcas como el sometmento de la pronca de Cartagena a la Consttucón Polítca de Colomba de 1821, la creacón del Estado Soberano de Bolíar en 1863 o las campañas polítcas de mportantes líderes cartageneros como Juan José Neto, Juan Antono Calo y Raael Núñez, entre otros. La hstora de la prmera repúblca se conrtó en la pedagogía del cudadano dendo como un “serdor de la patra”, por lo que esta “hstora patra”, más entendda ahora como eocacón de los momentos de “glora del pasado” 50, empezó a ser dundda, nueamente, medante la creacón de estas (como la del 11 de noembre a partr de 1846) que sreran en el proceso pedagógco de ormacón cíca de los cudadanos de la pronca de Cartagena. De manera que, tal como se propuso en este trabajo, el proceso de utlzacón del pasado (y en especal la dencón de categorías polítcas como la de hstora y la de patra) para construr una historia patria local traspasa los marcos de la escrtura de los tetos de hstora naconal y se establece por los sgncados que le dan los propos actores socales a la nuea época hstórca que parecen estar endo, y de la cual parecen ser conscentes. El estudo de la hstora patra, analzando 49 Corrales, “Martirologio”, Efemérides y Anales del Estado de Bolívar , tomo ii, 272-273. 50 “Glorias de la Patria”, Documentos para la historia de la Provincia de Cartagena de Indias, tomo i, 245.
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Fecha de recepción: 1° de agosto de 2010 Fecha de evaluación: 20 de agosto de 2010 Fecha de aprobación: 5 de septiembre de 2010
Cómo citar este artículo
Aceedo P., Raael E. “La hstora y la patra en la pronca de Cartagena, 1810-1814. Apuntes sobre la nocón de usos públcos de la hstora”. Memoria y Sociedad 14, no. 29 (2010): 7-23.
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