LA SONRISA DE MAQUIAVELO M AQUIAVELO Autor: Lugar: Publicado: Hora: 23:29:20
Amador
CONTRERAS
TORRES 2009-11-17
*, logra una espléndida En “La Sonrisa de Maquiavelo”, Mauricio Viroli *, semblanza y biografía del astuto diplomático florentino, y del creador de la moderna teoría política. Este libro causó sensación en Europa.
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En “La Sonrisa de Maquiavelo”, Mauricio Viroli*, logra una espléndida semblanza y biografía del astuto diplomático florentino, y del creador de la moderna teoría política. Este libro causó sensación s ensación en Europa. Refiere el autor italiano, profesor de teoría política de la Universidad de Princeton, que Maquiavelo antes de morir el 21 de junio de 1527 tuvo un sueño y puesto a elegir entre ir al cielo con los santos y beatos o ir al infierno, prefería esto último para conversar sobre política con los grandes pensadores del mundo antiguo como Platón, Plutarco y Tácito; antes de viajar al paraíso a morirse de tedio con los santos y beatos. En el pensamiento de Maquiavelo los verdaderos políticos son similares a los dioses. Para Mauricio Viroli, la sonrisa de Maquiavelo era la expresión del desencanto, más que del cinismo. El florentino reía por no llorar, pues estaba decepcionado de los príncipes y gobernantes que no saben proteger a los ciudadanos que están bajo su gobierno, de asechanzas como la guerra, la violencia y la miseria. En este sentido, La sonrisa de Maquiavelo era la manifestación de la amargura y la decepción ante la falta de carácter y la ineficacia de los gobernantes que no saben velar por los intereses superiores del pueblo.
ÉTICA Y POLÍTICA Con Maquiavelo (1469/1527), la política se diferencia de la moral y de la religión. La moralidad y la religión, desde la perspectiva de Maquiavelo, son ingredientes de la política, pero a título de instrumentos. La política tiene su propia dimensión, su autonomía y sus propias leyes. El florentino, afirmó de manera vigorosa, la autonomía de la política respecto de otros factores como la moral, la religión, la fe. La política tiene sus leyes. Leyes que el político “debe” aplicar.
El autor de “El Príncipe”, “El Arte de la Guerra”, entre otras obras, recibió una amplia educación; el conocimiento del latín, de la gramática, del ábaco y también de la retórica; del arte del bien hablar y escribir de manera elocuente, de convencer, de persuadir y conmover a quien escucha o lee. En la época de Maquiavelo, los Médicis eran los auténticos señores de la ciudad aunque amasen proclamar que sólo eran unos ciudadanos “como los demás” y aunque Florencia conservase las apariencias de la república libre, Cosme de Médicis para imponerse no vacilaba en violar las leyes y pisotear las normas morales.
LA CONJURA Maquiavelo refiere la conjura para asesinar a puñaladas a los hermanos Médicis, por parte de la familia Pazzi, el domingo 26 de abril de 1478, en la Iglesia de Santa Reparata, durante la misa que había de oficiar el cardenal de Florencia. “Fracasado el plan de matar a ambos Médicis, el arzobispo Salviati intentó ocupar el palacio de la Señoría, pero fue rechazado, apresado y ahorcado, con sus hábitos sacerdotales, colgado de las ventanas del Palazzo Vecchio”.
“Iacopo dei Pazzi trató de levantar al pueblo florentino en nombre de la libertad. Nadie respondió a su exhorto, fue capturado y ahorcado en el camino”. Maquiavelo registra en sus textos, como también los hombres más ricos y poderosos pueden acabar de forma miserable, por imprudencia, por excesiva ambición o simplemente por mala fortuna. El pensamiento del florentino tiene una sorprendente actualidad y vigencia, en el México de nuestro tiempo “cuando lo viejo no termina de morir y lo nuevo no acaba de nacer”, como diría Antonio Gramsci. Para el padre de la moderna teoría política, una república ordenada, según los principios antiguos, era como una gigantesca planta a cuya sombra, los ciudadanos, el pueblo podría vivir de manera productiva y feliz. El astuto diplomático, estudioso de la política y de asuntos militares estaba convencido de que “el nervio” de la guerra eran las infanterías, más que la caballería.
EL TIRANO SE DOBLEGA ANTE LOS HALAGOS La crítica política de la época la hacía el fraile dominico Girolamo Savonarola, quien decía que “los tiranos son incorregibles porque son soberbios, porque les agradan las adulaciones, porque no quieren devolver lo mal habido. Dejan obrar a los malos elementos, se doblegan ante los halagos; corrompen las elecciones y oprimen cada vez más al pueblo”. Maquiavelo escuchaba los sermones de Savonarola y coincidía con él, en que los pecados de los pueblos nacen de la conducta de los príncipes. Maquiavelo reconocía en Savonarola el don de la profecía; es decir, la capacidad de interpretar las señales premonitorias que anuncian sucesos extraordinarios, como más tarde lo expresaría Goethe de manera fascinante y visionaria: “La teoría es gris amigo Fausto, pero el árbol de la vida es inmensamente verde”. Maquiavelo era un observador de los asuntos políticos, que sabía mejor que cualquier otro, escrutar detrás de las máscaras y captar la verdad de las cosas, incluso en un gesto mínimo del rostro o en una frase dicha por casualidad.
LA TRAMPA MORTAL César Borgia también llamado duque de Valentino, era un personaje inquietante y enigmático para Maquiavelo. Pues, mientras César Borgia establecía acuerdos con los cabecillas rebeldes, especialmente con los Vitelli y los Orsini, les preparaba una trampa mortal, ganando tiempo mediante la simulación y el engaño, y finalmente alcanzando sus propósitos pasando sobre sus adversarios. Al caer la noche del 31 de diciembre de 1502, el duque César Borgia hizo estrangular a Vitellozo y Oliverotto da Fermo.
Mucho tiempo después, en “El Príncipe”, Maquiavelo explicaba las razones de César Borgia. “Reunidas ya por tanto, todas las acciones del duque, no sabría reprochárselas; es más, me parece oportuno ponerlo como modelo a imitar… quien considere necesario protegerse de sus enemigos y ganar amigos; vencer por la fuerza o el fraude; hacerse amar y temer por los pueblos; seguir y reverenciar por los soldados; ser severo y agradecido, magnánimo y liberal; mantener la amistad de reyes y príncipes de manera que hayan de beneficiarte con gracia o atacar con respeto, no puede hallar más claro ejemplo que las acciones de él”. (El Príncipe, VII).
GRANDEZA DE ESPÍRITU Fuerza de ánimo, ambición, grandeza de espíritu, anhelo de emprender altas metas, rapidez y secreto en las decisiones, capacidad y estrategia militar. Maquiavelo había encontrado en el duque, todo aquello que le faltaba a la república de Florencia, y que tanto le debilitaba hasta el punto que cualquier mínima sacudida podría significar su ruina. Para Maquiavelo era necesario que los gobernantes de Florencia lo entendiesen, y ello es el leit motiv de su reflexión intelectual y política, y el sentido profundo de sus obras. De ahí que, en mi opinión, la obra de Mauricio Viroli, “La Sonrisa de Maquiavelo”, es un portentoso esfuerzo intelectual por reivindicar el genio del florentino como uno de los más grandes historiadores y pensadores políticos de todos los tiempos; como el astuto diplomático de su ciudad natal, pero sobre todo como el fundador de la moderna teoría política. A nadie escapa que abrevar sobre la vida y la obra de Nicolás Maquiavelo, reflexionar en torno a sus delicadas misiones políticas, sus ocupaciones y preocupaciones como hombre de Estado, escritor e historiador, son material valioso que ahora compartimos con los lectores de El Comentario . Es un honor reseñar esta obra que ha alcanzado gran impacto en Europa. La Sonrisa de Maquiavelo de Mauricio Viroli, de la colección “Tiempo de Memoria”, de Tusquets Editores.
LA DIMENSIÓN CONTEMPORÁNEA DE MAQUIAVELO Acaso, la conclusión esencial, de la reivindicación ética e intelectual de Maquiavelo, que logra el autor con la apasionante biografía de este pensador de hace cinco siglos, es que logra situarlo en una genuina dimensión contemporánea y con sorprendente vigencia en el mundo y el México de los días que corren. El autor, como en un gigantesco lienzo, con recias pinceladas, nos retrata al político Maquiavelo, teniendo como telón de fondo a la Florencia de los Médicis y de Savonarola, la Italia de los Borgia y de su “diplomacia del veneno”; en la época en que surgen en Europa los modernos estados nacionales. Para decirlo sumariamente, esta obra es fascinante y es una lectura fundamental no solo para develar y revelar los resortes internos del poder, sino también para entender a plenitud la vigencia del pensamiento de Maquiavelo y para bordar sobre las diversas dimensiones del cambio, y las secretas y apasionantes claves maestras de la política de hoy y del futuro.