ANATOMÍA PALPATORIA
REGIONAL
Y
INTRODUCCIÓN ANATOMÍA La palabra anatomía significa cortar el cuerpo para examinar sus partes. Cada zona contiene el mismo tipo de órganos-vasos sanguíneos, nervios, huesos, etc- por lo que por encima de la anatomía regional, existe un aspecto sistemático, donde el cuerpo se considera formado por varios sistemas coordenados: vascular, nervioso, esquelético, etc., que constituyen la anatomía macroscópica que contrasta con la anatomía microscópica o histología , que es el estudio de la estructura detallada de las células y tejidos. El método más antiguo para adquirir un conocimiento anatómico es la disección. La anatomía de superficie se centra en la relación de marcas superficiales con estructuras profundas. La inspección revela el aumento de los músculos cuando se contraen, el pulso de las arterias, etc. La palpación, manipulación y percusión revelan respectivamente, la consistencia de las estructuras profundas, los movimientos de las articulaciones y los límites de las cavidades.
FISIOLOGÍA Estudia el comportamiento de los sistemas corporales durante la vida. Si las funciones no se tienen en cuenta, el estudio de la forma es estéril. La fisiología es una disciplina experimental. El cuerpo humano mantiene su funcionamiento en un entorno externo cambiante y sólo si el entorno interno se mantiene constante, es posible la vida. Esta regulación del estado interno tiene una importancia significativa dentro de la fisiología y se conoce como homeostasis. Sólo puede lograrse porque los procesos físicos y químicos de la vida son reversibles en su mayor parte.
CÉLULAS Y TEJIDOS La materia viva está compuesta por unidades llamadas células, permitiendo la diversificación de las estructuras de forma que algunas células resulten especialmente capacitadas para desempeñar una determinada función; otras serán aptas para desempeñar una función diferente. Es decir, entra en juego un proceso de diferenciación celular en virtud del cual las células quedan funcionalmente especializadas y se produce la división del trabajo fisiológico entre todas ellas. Para que la función específica de una célula especializada se desarrolle al máximo de sus posibilidades, es necesario que ésta quede libre del desempeño de otras funciones. Por ejemplo, una neurona o célula nerviosa, para que pueda captar y transmitir información del medio ambiente, no se ocupa de buscar alimento, ni de defenderse, etc, pero necesita vivir en un medio que garantice su supervivencia. El proceso evolutivo de los animales ha favorecido el desarrollo de los sistemas que tienden a crear y a mantener constante un medio interno en el que las células encuentren las mejores condiciones de vida, sin depender de las fluctuaciones del medio exterior. Considerando ahora el animal superior como un todo, nos damos cuenta de que debe disponer de una cubierta aislante, encaminada a impedir que los cambios del medio externo alteren las características físico-químicas del interno. Pero, por otra parte, los procesos vitales reclaman una aportación continua de ciertas sustancias y conducen a la formación de otras que necesitan ser eliminadas. Esto obliga al animal a mantener relación con el exterior, relación que también le es necesaria para conseguir un conocimiento preciso de las condiciones ambientales y poder aprovecharse de ellas en algunos casos y protegerse en otros. Existe, pues, un compromiso entre la necesidad de aislarse y la de relacionarse con el interior. El problema queda resuelto mediante la incorporación de los materiales procedentes del medio externo a través de orificios adecuadamente protegidos en cavidades abiertas en el interior del organismo, donde se realizan los verdaderos contactos entre los medios externo e interno. Igual ocurre con la eliminación de los procesos de desecho. -diferenciación celular-
Para una célula del organismo, su hábitat es la delgada capa de líquido que la rodea (líquido tisular). El metabolismo celular lo haría pronto inapropiado para la vida si no se renovara. Esta es la función que desempeña el sistema circulatorio, en el que un líquido circulante, la sangre, se pone en contacto, por una parte, con las cavidades en las que se operan los intercambios con el medio exterior y, por otra, con el medio tisular. La sangre es impulsada por una bomba, el corazón, y circula por un sistema de tubos impermeables, arterias y venas, que se ramifican , se hacen permeables y se distribuyen por entre todas las células del organismo, los capilares. La aportación de sustancias desde el exterior se realiza mediante los sistemas respiratorio y digestivo. A través del respiratorio llega el aire a los alvéolos pulmonares y pasa el oxígeno a la sangre para ser distribuido entre todos los tejidos. Los materiales sólidos y líquidos ingresan por el digestivo, donde, después de sufrir diversas transformaciones, son absorbidos a nivel del intestino y transportados por la sangre hasta las células que han de consumirlos; un órgano intercalado en este circuito, el hígado, sirve de reservorio y de amortiguador e impide que varíe la composición de la sangre en los periodos interdigestivos. La eliminación de los productos de desecho se efectúa por los dos sistemas citados y por el renal. Los productos gaseosos (CO 2) se eliminan por los pulmones. Las sustancias que se disuelven en agua son eliminadas por el riñón. Diversos receptores nos informan de las características del mundo exterior, y un sistema integrado por músculos y huesos dota al individuo de la capacidad de moverse. El sistema reproductor nos garantiza la reproducción y por lo tanto la perpetuidad de la especie.
-organización funcional de un animal superior-
LA ENVOLTURA DEL CUERPO: LA PIEL La piel cubre todo el cuerpo. Es elástica y móvil. Sobre su superficie se dejan al descubierto folículos pilosos y glándulas sudoríparas y sebáceas, así como un pigmento pardo, la melanina. Contiene las terminaciones periféricas de los nervios sensoriales, actúa como agente excretor gracias a las glándulas y ayuda en la regulación de la temperatura por medio de la pérdida de agua. También es una estructura protectora que se modifica para formar las uñas y el pelo. Microscópicamente posee tres capas principales: -la epidermis, capa superficial, es más espesa en las palmas de las manos y en las plantas de los pies. Se encuentra especialmente arrugada en la zona de las articulaciones. Posee una capa externa o capa córnea, de células aplanadas o muertas
-la dermis o piel verdadera. Está muy vascularizada y contiene el folículo piloso y las terminaciones de los nervios sensoriales del tacto, el dolor y la temperatura (calor y frío). Aunque los folículos pilosos, las glándulas sebáceas y sudoríparas se encuentran en la dermis, se desarrollan y crecen hacia la epidermis. -tejido celular subcutáneo , situado entre la dermis y los músculos. Forma una capa continua sobre toda la superficie del cuerpo, por todas las zonas carnosas, salvo en los párpados y los genitales masculinos. La grasa es más abundante en el abdomen, pecho y nalgas, y tiene más espesor en las mujeres. Contiene los vasos sanguíneos y nervios que recorren el camino desde y hacia la piel. En las zonas donde la capa es abundante, como en el muslo, la piel se mueve libremente sobre las estructuras más profundas, mientras que en las que se encuentra virtualmente ausente, la piel se encuentra sujeta más firmemente, como en la nariz, la oreja, etc. Debajo de estas tres capas, se encuentra la fascia profunda , una lámina membranosa que cubre y separa los grupos musculares. Desde su superficie profunda, otras láminas o septos se extienden hacia dentro entre los grupos musculares, formando vainas para los nervios, vasos y compartimientos de las vísceras. Esta fascia varía considerablemente en zonas diferentes, se encuentra ausente sobre la cara, pero es extremadamente espesa sobre la parte inferior de la espalda. Esta disposición es importante para comprender el retorno de la sangre y la linfa desde las extremidades. El corazón bombea sangre arterial
hacia estos compartimientos de forma que el retorno de los fluidos en dirección al tórax se debe a la acción de bombeo que realizan las contraciones musculares dentro de la envoltura fascial. Si eliminaramos la contracción muscular por una parálisis o una inmovilización, se acumularían líquidos en los tejidos de las extremidades, hinchándose en lo que se conoce como edema.
SISTEMA ÓSEO. EL ESQUELETO Los huesos están formados por por minerales (fosfato cálcico y carbonato, magnesio magnesio y flúor en estado cristalino) que les dota de dureza y de sustancias orgánicas (tejido osteoide formado por fibras colágenas, mucopolisacáridos mucopolisacáridos y proteínas) que les proporcionan cierta elasticidad. El esqueleto es el conjunto de piezas duras y resistentes que forman el armazón y soporte interno del cuerpo. Estas piezas o huesos tienen la misión de proteger proteger algunas partes muy delicadas, por ejemplo, el cráneo protege al cerebro, la columna vertebral a la médula, etc. Sirven de unión de los tendones y de los músculos y forman las palancas sobre las que nos movemos. También son productores de células sanguíneas y junto a las articulaciones, los músculos y ligamentos forman el aparato locomotor que permite realizar movimientos. Estructuralmente, el esqueleto está constituido por cartílago, hueso, médula ósea y periostio. Está compuesto por 206 huesos que forman un armazón móvil que sirven de palanca para la tracción de los músculos. Hay tres formas principales de huesos: huesos largos (fémur, cúbito, etc) cuya longitud es la forma que predomina, huesos cortos aquéllos en que los que las tres dimensiones son prácticamente iguales(astrágalo, etc) y huesos planos en los que dos de sus dimensiones pueden considerarse como iguales(escápula).
Un hueso largo consta de tres partes: -epífisis, o partes distales, redondeadas, recubiertas de cartílago que no ha sido sustituido por hueso y que participan en las articulaciones facilitando el movimiento. -diáfisis o tubo compacto pero hueco que ocupa la parte central del hueso. -metáfisis, unión de la diáfisis y la epífisis o cuello del hueso.
El periostio es una membrana fibrosa, vascular y resistente que rodea al hueso, excepto en las zonas donde está cubierto por cartílago articular. Forma parte del suministro sanguíneo del hueso y proporciona uniones a los músculos y a los ligamentos. La unión del periostio y el hueso es más débil durante el crecimiento, pudiendo separarse fácilmente del hueso cuando existe alguna lesión o infección. La unión es mucho más firme en el individuo adulto.
En el embrión, la mayoría del esqueleto está formado por cartílago desde la sexta semana, produciéndose la osificación paulatinamente, hasta que, en el nacimiento, los huesos largos están osificados de forma total, excepto en sus extremos cartilaginosos. El cartílago articular o superficie articular, que cubre los extremos libres de la epífisis, persiste a lo largo de toda la vida. La diáfisis del hueso crece en grosor por por la formación de hueso nuevo dentro del periostio. Cuando se añade hueso externamente, se reabsorbe en el interior, por lo que la diáfisis se mantiene igual. Este proceso de reposición externa y reabsorción interna se denomina remodelación. La remodelación también se produce en la metáfisis.
Se llama articulación al punto de contacto de de dos o más más huesos. La clasificación de las articulaciones se realiza en función de la movilidad, siendo las principales: -fibrosas (sinartrosis), pueden ser como suturas en zig-zag entre los huesos del cráneo, cuyas irregularidades se articulan mediante una delgada banda fibrosa.
-cartilaginosas (anfiartrosis), los cartílagos que cubren los extremos del hueso se unen gracias a una placa de cartílago, como la unión de las dos mitades de la pelvis por delante de la sínfisis púbica o el disco intervertebral entre las vértebras. El movimiento es limitado pero la totalidad de los movimientos entre vértebras adyacentes puede ser considerable.
-articulaciones sinoviales (diartrosis), permiten movimientos libres. Los extremos del hueso se cubren con cartílago articular y la cavidad articular se encierra dentro de la bolsa formada por la cápsula articular fibrosa , que es una especie de manguito fibroso que mantiene unida la cavidad articular, extendiéndose desde un hueso
a otro y continuándose con el periostio. Está reforzada allí donde los movimientos tienen que ser impedidos, constituyendo los ligamentos capsulares , presentando también zonas laxas y con pliegues en el sentido de los movimientos permitidos. Son muchos los tipos de clasificaciones que podemos encontrar. Según el Cunningham’s Textbook of Anatomy, las articulaciones se clasifican en tres clases: articulaciones fibrosas, cartilaginosas y sinoviales. Articulaciones fibrosas (sinartrosis) - Suturas: Articulaciones fibrosas, que sólo se hallan en el cráneo, con movilidad mínima o nula.
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Sindesmosis: Dos huesos conectados por tejido fibroso que permite un movimiento mínimo. Mucho más densas que las suturas. Ej. La conexión membranosa (interósea) entre la tibia y el peroné.
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Gonfosis: Esta articulación fibrosa es similar a una espiga encajada en una cavidad, por lo que los movimientos son mínimos. Ej. Los dientes en sus alvéolos.
Articulaciones cartilaginosas (anfiartrosis) - Sincondrosis: Conexión cartilaginosa entre dos huesos que termina osificándose durante la madurez. Virtualmente inmóvil. Ej. Las láminas epifisarias.
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Sínfisis: Articulación de dos huesos conectados por cartílago hialino y fibrocartílago. Ligeramente móvil. Ej. Sínfisis púbica.
Articulaciones sinoviales (diartrosis) - Artrodia: Articulación anfiartrodial con superficies opuestas relativamente planas. Ej. Articulación tibio-peronea superior.
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En silla de montar: Dos huesos cada uno con superficies articulares cóncavoconvexas recíprocas que encajan como un puzzle. Biaxial, flexión y extensión, abducción y aducción. Ej. Articulación Articulación carpo-metacarpiana del pulgar.
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Gínglimo (troclear): Dos huesos que se articulan y permiten el movimiento sólo en un plano. Uniaxial, flexión y extensión. Ej. Articulación húmero-cubital.
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Trocoidea (rotatoria): Una superficie articular cilíndrica que gira dentro de un anillo formado por hueso y/o ligamento. Permite movimientos de supinación, pronación y rotación. Ej. Articulación atlanto-axial.
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Esfenoidea: Articulación en la que uno de los huesos es convexo (en forma de bola) y gira en torno a una superfice cóncava (cavidad) de otro hueso. Triaxial, todos los movimientos articulares. Ej. Articulación gleno-humeral.
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Condiloidea: Tipo de articulación esferoidea, pero los ligamentos impiden la rotación sobre un eje vertical. Ej. Articulación metacarpo-falángica de los dedos 2 a 5.
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Elipsoidea: Articulación esfenoidea modificada en donde una superficie articular es elipsoide en vez de esférica. Biaxial, flexión y extensión, abducción y aducción. Ej. Articulación radio-carpiana.
Los ligamentos de tejido fibroso mantienen juntos los extremos del hueso. Normalmente, el espacio articular es potencial, es una realidad cuando la cápsula está distendida por un líquido o ha dejado entrar aire. La cápsula está tapizada por una membrana sinovial lisa, que se refleja en los huesos y desaparece en la periferia de las superficies cartilaginosas. Segrega líquido sinovial lubrificante. Este fluido amarillento segregado a partir de la sangre también alimenta el cartílago articular y los linfocitos que contiene limpian los detritos de las superficies móviles. Allí donde los huesos no se unen de forma adecuada, existen gruesas almohadillas entre la cápsula y la membrana sinovial que llenan los espacios muertos y funcionan como cojines en los movimientos. Cualquier estructura que atraviese la articulación como un ligamento o un tendón, está tapizada por una cubierta de membrana sinovial.
Ligamentos La función mecánica de los ligamentos consiste en mantener unidos los huesos, permitiendo al mismo tiempo cierto grado de libertad. Se trata de estructuras elásticas que no tienen capacidad de contraerse como los músculos, pero son puestos en tensión en determinadas posiciones y relajados en otras. Una tensión de separación que sobrepase el límite de elasticidad producirá su desgarro, denominado distensión o esguince . Este desgarro puede tener lugar por la acción de una fuerza brusca e intensa o por un estiramiento prolongado e ininterrumpido. Si se procura al ligamento el tiempo y el reposo suficientes, se reparará por completo, pero si las nuevas fibras se distienden demasiado pronto, la reparación será débil y se producirá el alargamiento del ligamento. De la misma forma si la fuerza de separación se mantiene durante mucho tiempo, el ligamento se alargará.
Los ligamentos son muy ricos en receptores nerviosos sensitivos, que perciben la velocidad, el movimiento, la posición de la articulación, y eventuales tirones y dolores. Transmiten permanentemente información al cerebro, es lo que se llama sensibilidad propioceptiva.
Cartílago Su composición es parecida a la del hueso, pero más hidratada y elástica. Su función es amortiguar los efectos de la compresión sobre el hueso. Esta concebido para soportar tensiones, siendo a la vez relativamente elástico y formando una superficie muy lisa. Tiene que soportar presión, sobre todo en las articulaciones de las extremidades inferiores y fricción al producirse el movimiento. La lesión cartilaginosa se llama artrosis. La degeneración del cartílago está influida por varios factores: -la cualidad hereditaria del cartílago -defectos del desarrollo durante el crecimiento -traumatismos en forma de lesiones graves aisladas o de pequeños traumatismos repetidos
-tensiones mecánicas continuas -defectos circulatorios locales El cartílago se nutre a través del líquido sinovial. También se nutre a través del hueso gracias a la difusión de líquidos tisulares. No posee irrigación sanguínea ni inervación directa por lo que no puede repararse a sí mismo tras una lesión, siendo reemplazado por tejido fibroso cicatricial. Cuando sufre un traumatismo, no sufre dolor inmediato, solo si se lesionan al mismo tiempo estructuras sensitivas adyacentes como los huesos o ligamentos aparece dolor inmediatamente después del traumatismo. El cartílago puede presentar tumefacción como resultado de una actividad forzada, desarrollándose edema lentamente. La tumefacción puede distender los ligamentos, el periostio puede producir dolor o la propia tumefacción puede impedir la amplitud completa de los movimientos de la articulación. La inactivación lleva hacia la degeneración del cartílago articular, mientras que la actividad ayuda a la difusión de nutrientes. El cartílago tienen la propiedad de la calcificación, es decir, las sales de calcio se depositan en él. La calcificación es un proceso normal durante el crecimiento, pero también es un proceso de senectud, con degeneración y desgaste.
EL MÚSCULO Todos los movimientos, excepto el de algunas células blancas o el de los espermatozoides, son el resultado de la contracción de las células musculares. El tejido muscular está formado por fibras musculares dispuestas en haces. Las fibras son unas células alargadas, muy especializadas, caracterizadas por su poder de contracción bajo una estimulación. Algunos actúan como consecuencia de un esfuerzo consciente, otros funcionan inconscientemente. Estas diferentes funciones se asocian con distintos tipos de estructura muscular: 1. El músculo liso (no estriado, involuntario, visceral) que forma la túnica contráctil de los vasos sanguíneos, de los órganos internos, estructuras que trabajan de forma automática y están reguladas por el sistema nervioso vegetativo o autónomo.
2. El músculo estriado (esquelético, somático o voluntario) posee fibras que aparecen al microscopio como estrías cruzadas. Se encuentran en los músculos que están unidos al esqueleto y que se hallan bajo el control consciente del sistema nervioso
central. Cada célula recibe cerca de su zona intermedia la terminación de una célula nerviosa desde el cerebro o la médula espinal. En esta unión, la célula muscular y la fibra nerviosa dan lugar a una complicada estructura, la placa motora.
3. El músculo cardíaco, verdadera pared del corazón, ocupa una posición intermedia. Sus fibras son estriadas, pero no están está n bajo control voluntario.
El músculo estriado está formado por haces de fibras musculares cada vez más pequeños, sostenidos y separados por paredes fibrosas llamadas aponeurosis. Una aponeurosis espesa envuelve un músculo o un grupo de músculos y permite que se deslicen los unos sobre los otros.
La célula o fibra muscular estriada se ha especializado para la conversión de la energía química en fuerza contráctil, elongándose a lo largo de su eje de contracción. Está formada por filamentos proteicos contráctiles, llamados miofilamentos. Los miofilamentos son de dos tipos: finos y gruesos. Los filamentos gruesos consisten en una proteína, la miosina, y los finos en otra proteína, la actina. En reposo los filamentos de actina y miosina están separados. Cuando se produce una contracción muscular, se unen, tirando unos de otros, produciéndose un aumento del diámetro y una disminución de la longitud, lo que permite al músculo tirar de los huesos a los que está unido.
-fibra en reposo-fibra contraídaCualquier incremento del volumen como consecuencia del ejercicio o el entrenamiento se debe a un incremento del tamaño, o hipertrofia, de las células musculares. Los músculos se atrofian o se consumen por el desuso, la interrupción de la irrigación del nervio motor produce una consunción intensa y rápida. Un estímulo de la piel se transmite por una fibra nerviosa sensitiva al sistema nervioso central, desde allí, una célula nerviosa motora envía una orden al músculo a través de sus fibras, estimulándolo para generar una contracción. Si la fibra nerviosa sensitiva llega a la médula espinal y de allí sale la célula nerviosa motora, sin pasar por el sistema nervioso central, se denomina arco reflejo. Cada músculo esquelético posee fibras nerviosas motoras que llegan desde el sistema nervioso central, pero también hay fibras sensitivas que envían información, por ejemplo del grado de contracción del músculo. Cada célula muscular posee una placa terminal asociada con la terminación de una fibra nerviosa y cada célula nerviosa motora, envía un axón prolongado, dentro del nervio que se ramifica dentro del músculo para irrigar un cierto número de células. El grupo de células musculares irrigadas por una única neurona, se llama unidad motora, y el número de células musculares que contiene se relaciona con la delicadeza del movimiento realizado por ese músculo, de modo, que cuando existen pocas células por unidad significa que ese músculo está implicado en movimientos finos (por ejemplo, los músculos de los ojos o de los dedos, una sola unidad motora comprende sólo una docena de células, mientras que en los músculos de las extremidades pueden existir varios cientos)
Un músculo mueve la articulación o las articulaciones entre su origen y su inserción, siendo el origen el lugar de fijación y la inserción el dispositivo del movimiento. Una contracción normal en la que el origen y la inserción tienen bastante libertad y el músculo se acorta es isotónica, la tensión permanece constante en todo el músculo. Si las uniones están separadas por una resistencia, el músculo no puede acortarse y aumenta su tensión, será una contracción isométrica de longitud constante. Un músculo no puede estar nunca totalmente relajado, excepto bajo anestesia, siempre presenta una débil contracción o tono. El tono es esencial para la postura y, en especial, para la postura erecta. De ahí la necesidad de un suministro nervioso sensorial desde los músculos, informando del estado de tensión en todo momento al sistema nervioso central. Los músculos suelen unirse al hueso o al cartílago, aunque algunos también se unen a los ligamentos o a la piel. Esta unión se realiza directamente gracias a las fibras musculares o indirectamente mediante la intervención de tendones o conductores, una estructura con la forma de una cuerda de tejido fibroso blanco. Muchos músculos tienen un tendón en uno o ambos lados. Cuando un músculo se contrae, una unión permanece fija (el origen) y la otra (la inserción) se mueve hacia ella. El origen y la inserción pueden ser intercambiables. Un músculo puede tener dos o incluso tres orígenes (el bíceps, el tríceps) pero la inserción casi siempre es única. Las uniones tendinosas en los huesos producen una elevación rugosa, mientras que la inserción muscular directa deja liso el hueso. De forma ocasional los músculos se unen entre ellos, juntándose normalmente una pareja de extremos opuestos de la línea media. Algunos músculos actúan sobre tejidos blandos, como los del ojo.
La distensión continua provoca al comienzo, el reflejo de estiramiento, pero si se prolonga la distensión aparece la pérdida de sustancia muscular debido a que, para mantener la normalidad, el músculo debe contraerse de forma intermitente. La contracción continua puede conducir eventualmente a la contractura y al acortamiento. Estas fibras contraidas pueden palparse fácilmente, son duras y sensibles, y se aprecian en forma de cordones a través de los músculos relajados circundantes. Si la contracción persiste durante un tiempo prolongado, las fibras se transforman en tejido fibroso. La actividad muscular continua, como en el ejercicio fatigoso, conduce a una tumefacción temporal del músculo, pero esta tumefacción pasa inadvertida, excepto en los casos en que la fascia anterior, o cuando el edema del músculo, afecta a nervios que ya se hallan sometidos a presión por la acción de otros factores mecánicos.
La anatomía del movimiento pone en juego tres sistemas: - huesos, elementos del esqueleto - unidos por medio de articulaciones - y movilizados por los músculos Los movimientos se describen a partir de una posición de referencia denominada posición anatómica: cuerpo derecho, pies juntos y paralelos, par alelos, brazos a lo largo del cuerpo y las palmas de la mano mirando hacia delante.
Planos de movimiento Los segmentos óseos se desplazan alrededor de ejes articulares en las tres dimensiones del espacio. El plano de desplazamiento siempre es perpendicular al eje articular. Los planos de base corresponden a un hombre en posición de pie, con las palmas de la mano hacia delante. -
el plano sagital corresponde a un sujeto visto de perfil. En este plano los movimientos se hacen alrededor de un eje frontal o coronal. Son las flexiones (hacia delante de la posición anatómica) y las extensiones (hacia atrás de la posición anatómica).
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el plano frontal o coronal corresponde a una persona vista de cara. Los movimientos se hacen alrededor de una eje sagital. Son las abducciones (separación de la línea media) y las aducciones (aproximación a la línea media). En relación al tronco y al cuello, un movimiento en el plano frontal se llama inclinación lateral hacia la izquierda o hacia la derecha.
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el plano horizontal corresponde a un sujeto visto desde arriba o desde abajo. Los movimientos se hacen alrededor de un eje vertical. Son las rotaciones externa (hacia fuera ) e interna (hacia adentro). Para el antebrazo, sería supinación (mano hacia arriba) y pronación (mano hacia abajo) y para el cuello sería rotación a la derecha y rotación a la izquierda.
El esqueleto cara anterior
cara posterior
ANATOMÍA PALPATORIA La palpación de los tejidos puede dividirse en contacto suave y contacto profundo. En el contacto suave la cantidad de presión es muy ligera y se intenta evaluar los cambios de los tejidos. Simplementa apoyando pasivamente la mano sobre el paciente, s epueden hacer observaciones de la calidad del tejido que se está tocando. El movimiento activo de esa mano, apoyada con suavidad, nos puede aportar información de múltiples zonas corporales, tanto normales como aparentemente anormales. El contacto profundo consiste en el uso de una presión adicional para palpar más profundamente en las diferentes capas de tejido del sistema músculo-esquelético. La compresión es la palpación a través de múltiples capas de tejido. Sentados de frente, dos compañeros, la mano derecha de cada uno de ellos es el instrumento con el que se realizará el examen y el antebrazo izquierdo, constituye la parte que el compañero tendrá que examinar. Comenzando con la palma de la mano izquierda sobre la mesa, cada persona coloca su mano derecha (palma y dedos) sobre el antebrazo, justo debajo del codo. 1. La mano derecha toma contacto suavemente con la piel. Hay que imaginarse la piel: ¿qué grosor tiene? ¿está caliente o fría? ¿es suave o áspera?. A continuación se da la vuelta al antebrazo izquierdo y la mano derecha del examinador se coloca en la superficie palmar del antebrazo y efectúa la comparación entre una cara y otra. ¿Cuál es más gruesa? ¿Cuál es más suave? ¿Cuál está más caliente?. Hay que ser conscientes de la capadcidad para distinguir las diferencias entre la piel de una zona y otra.
2. Con la mano derecha en firme contacto con la piel, se realiza un ligero movimiento de ésta, longitudinal y transversalmente, para evaluar la fascia subcutánea. Nos concentramos en este segundo plano. ¿Qué grosor tiene? ¿Se mueve con facilidad?. Hay que notar que en cierto sentido se mueve más fácilmente que en otro. Es en esta capa donde más facilidad se encuentran anormalidades de los tejidos.
3. En esa capa intentamos notar arterias, venas. 4. Se aumenta la presión con suavidad y notamos la fascia profunda. Se pueden apreciar paquetes o comparimentos entre los músculos. Así podemos distinguir un músculo de otro y penetrar más profundamente. 5. Palpando un músculo, músculo, notamos las fibras musculares y su dirección. Movemos la mano transversal y longitudinalmente para apreciar diferencias. Mientras palpamos el músculo pedimos que abra y cierre la mano. Se notará contracción de los músculos del antebrazo y la relajación. A continación se aprieta, lo más fuertemente posible la musculatura. Estamos palpando un músculo hipertónico. Esta es la anormalidad en la textura de los tejidos que más habitualmente se encuentra a nivel de los músculos en las zonas de disfunción. 6. Nos deslizamos hacia abajo, hasta perder la sensación de músculo. Hemos contactado con la unión músculo-tendinosa, parte muy vulnerable a los tejidos.
7. Seguimos deslizando la mano hacia abajo, en dierección hacia la muñeca. Encontramos una estructura suave, redonda y firma llamada tedón. 8. Seguimos el tendón hasta hasta palpar una una estructura que que sujeta el tendón en la muñeca. Es el ligamento transverso del carpo. ¿Qué grosor tiene?¿Qué dirección llevan las fibras? ¿Es firme?. Prácticamente todos los ligamentos del cuerpo tienen unas características semejantes a la palpación.
9. Volvemos con la mano hacia el codo, colocando el dedo medio en el hoyuelo existente en la cara dorsal y el pulgar en la cara ventral, para palpar la cabeza del radio. Nos quedamos en el hueso y nos lo imaginamos. ¿Es duro?.
Desplazamosel pulgar y el índice hacia la línea articular. Debajo encontramos una estructura distinta, la cápsula articular.
ANATOMÍA ANATOMÍA REGIONAL: EL DORSO HUESOS OMÓPLATO O ESCÁPULA Es un hueso plano y triangular, con dos caras (anterior y posterior), tres ángulos y tres bordes. En el ángulo externo se encuentra una superficie articular para el húmero, la cavidad glenoidea o glenoides. Más hacia dentro, una protuberancia ósea que tiene forma de dedo, la apófisis coracoides . La cara anterior del omóplato, cóncava, se aplica sobre el tórax. La cara posterior, convexa, posee una lámina ósea, la espina del omóplato, que la divide en dos partes: fosa supraespinosa y fosa infraespinosa. El borde externo de la espina se ensancha para formar una protuberancia, el acromion.
Movimientos de la escápula:
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Elevación: como si la escápula quisiera subirse por encima del hombro Descenso: al contrario, se pega al tórax Aducción: se aproxima a la columna Abducción: se aleja de la columna Campaneo interno: el ángulo inferior se dirige hacia la columna Campaneo externo: el ángulo inferior se dirige haca fuera
Palpación: *Vamos a palpar su relieve en decúbito prono o sentados. Se sitúa entre la 2ª y 7ª costillas y se articula con la clavícula y el húmero.
*Cara anterior abordaje espinal o medial : Borde interno y ángulo inferior. Se coloca al paciente sentado o en decúbito lateral mirando hacia nosotros, con una mano el terapeuta lleva el brazo a retropulsión, empujando el brazo hacia atrás y con la otra mano introduce los dedos por debajo de la escápula (en dirección a las inserciones del músculo serrato anterior).
*Cara anterior abordaje lateral o axilar: Sentado o en decúbito supino le realizamos una tracción del brazo al mismo tiempo que decoaptamos la escápula con el brazo en antepulsión, accediendo así con más facilidad al borde anterior externo a través de la axila (en dirección a las fibras del músculo subescapular que se inserta en la cara anterior de la escápula).
*Espina de la escápula: Se puede localizar con el paciente sentado o bien en decúbito supino, con los dedos índices vamos tocando todo su contorno. Con ambas manos palpamos los bordes superior e inferior de la espina.
*Acromion: Se puede tocar siguiendo la espina de la escápula hacia el exterior y al final nos encontramos un relieve óseo, que forma el techo del hombro.
*Extremo medial de la espina de la escápula: En decúbito lateral, con una mano fijamos el brazo del paciente, la espina escapular presenta en su extremo un ensanchamiento triangular, que es el trígono de la escápula, punto de contractura.
*Fosa supraespinosa de la escápula: En decúbito prono o sentado, se localiza por encima de la espina, sirve de inserción al músculo supraespinoso.
*Fosa infraespinosa de la escápula: La tocamos igual pero ahora por debajo de la espina, da inserción al músculo infraespinoso.
*Cuello de la escápula: Forma parte de la cavidad glenoidea, de la apófisis coracoides y del ángulo externo de la escápula. La cara posterior del cuello tiene una corredera que comunica la fosa supraespinosa con la infraespinosa. El paciente estará sentado con el brazo pegado al cuerpo, para localizarlo se tocará la espina del acromion (punta exterior de la espina de la escápula) y por debajo tocar una fosita. Para resaltar el cuello, mover el brazo flexionado en rotación interna.
*Apófisis coracoides: Este punto se sitúa por dentro de la cabeza humeral y por debajo de la clavícula. El paciente estará sentado, nos colocaremos en la parte posterior y utilizaremos el dedo índice y medio. La espalda ha de estar recta. Llegamos al extremo de la clavícula y justo debajo palpamos la apófisis coracoides.
*Borde superior y ángulo del omóplato: Con el paciente sentado, tocamos el borde superior que es corto, delgado. Colocando los dedos índice, medio y anular cerca del cuello por el borde superior, cada dedo corresponderá con frecuencia a un punto gatillo.
*Angulo inferior: El paciente está sentado con el brazo doblado hacia atrás, cuanto más atrás mejor, se palpa el ángulo redondeado y rugoso.
VÉRTEBRAS La vértebra consta de un cuerpo, anterior, y un arco posterior . El cuerpo es más o menos cilíndrico. El arco posterior comprende dos pedículos implantados detrás del cuerpo. Unidos a los pedículos encontramos las apófisis articulares , cada una de las cuales tienen una superficie articular cartilaginosa para articularse con las vértebras superior e inferior. De estas apófisis articulares parten las apófisis transversas. Por la parte posterior salen dos láminas que se juntan simétricamente por detrás para formar la apófisis espinosa. Los agujeros entre el cuerpo y el arco forman todos seguidos el canal raquídeo o espinal, por donde pasa la médula espinal. Entre los pedículos de dos vértebras superpuestas se delimita un agujero, el agujero de conjunción , por donde pasa cada nervio que sale de la médula, uno a cada lado, simétricamente.
Delante, entre los cuerpos vertebrales, se encuentra el disco intervertebral . Visto desde arriba aparece formado por dos partes: el anillo, periférico, de láminas concéntricas de cartílago fibroso, y una parte central, el núcleo, especie de bola de líquido gelatinoso.
Palpación: La vértebra dorsal tiene apófisis espinosas alargadas y muy oblicuas, limitando la hiperextensión. Para palpar las apófisis trasversas hay que tener en cuenta que que las de D1 se encuentran a dos dos traveses de dedo dedo de las espinosas lateralmente y a la misma altura que la espinosa en línea horizontal, las de D2 a D5, a la altura de la espinosa de la vértebra superior, las de D6-D9 a la altura de dos espinosas por encima, las de D10 y D11 a la altura de la espinosa superior, y las de D12 a la altura de su espinosa.
Las apófisis espinosas son más largas que las de las vértebras dorsales, por lo que las apófisis transversas quedarán quedarán a la misma altura.