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Para ese niño que aún sin tener la certeza de que llegaría hasta aquí, luchó como si siempre lo hubiese sabido. Gracias por no haberte rendido.
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© JPelirrojo, 2016 © Editorial Aven Loalto, 2016 www.jpelirrojo.com
Diseño de cubierta e interior: _mrturco Diseño ilustración Rutilismo: Art Warriors Correcciones: Dianna M. Marqués e Israel Collado Oller Primera edición: Noviembre 2016 ISBN: 978-84-617-6570-6 Depósito legal: M-40739-2016 Printed in Spain-Impreso en España Este libro es para compartir, hablar y comentar lo que tiene dentro. Si quieres reproducir de forma parcial este libro para llevarlo contigo donde quieras, transmitirlo en un medio electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, eres libre de hacerlo siempre y cuando le atribuyas la autoría del contenido al autor. La infracción de los derechos del autor puede ser constitutiva del mayor de los odios por parte del mismo, sus allegados, y las consecuentes acciones legales. Puede contactar con el autor a través de la web www.jpelirrojo.com
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PRóLOGO Me enganché a la música siendo muy pequeño. Mis primeros recuerdos se asocian a todas esas series de dibujos animados que tenían canciones antes de empezar cada capítulo. Mientras otros niños sólo esperaban poder ver un nuevo capítulo de su serie favorita, yo esperaba con la misma pasión la oportunidad de poder cantar a pleno pulmón junto a mi hermano pequeño y mi hermana mayor las canciones que introducían los capítulos. Los openings de Campeones (Oliver y Benji), Dragon Ball, Dragones y mazmorras y un largo etcétera, conseguían despertar algo en mí que me llenaba de fuerza, felicidad, pasión y un sinfín de sentimientos. Recuerdo con un especial cariño la canción con la que empezaba una serie de animación española llamada Mofli, el último koala. A veces, sólo me daba tiempo de escuchar la canción sin poder ver el capítulo en cuestión antes de ir al colegio, pero eso ya me hacía ir con un sentimiento especial encima. Durante un buen tiempo, mi principal fuente de música eran esas cintas de casete que recopilaban canciones de las series que veía en TV o discos que sacaban como merchandising de las propias series (Las Tortugas Ninja Cantan en Español, Son Goku Maquinero, etc). Pero todo cambió con la llegada de un discman a mi vida. De repente, podía ponerme unos cascos y escuchar yo solo cualquiera de los CDs que tenían mis padres en unas inmensas estanterías llenas de lo que parecía un infinito número de discos. De este modo, y gracias también a lo que mis padres ponían mientras viajábamos en el coche, descubrí por parte de mi madre mucha de la música hippie de su época (Simon and Garfunkel, The Mamas and the Papas, The Beatles…) y, por parte de mi padre, las guitarras eléctricas y el reggae (Dire Straits, Queen, U2, Bob Marley, UB40…). Pero, recuerdo perfectamente esa canción que consiguió marcar un antes y un después en mí. Solía ir escuchando en mi discman, discos de forma aleatoria de la estantería de mis padres, hasta que de repente me encontré con una canción en particular: Heal the world, de Michael Jackson.
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No sabía qué tenía esa canción, pero me hacía llorar y, a la vez, sentirme en paz y feliz. Era algo muy extraño. Me enganché a esa sensación y durante una temporada no paré de ponérmela en repeat una y otra vez. “Heal the world, make it a better place, For you and for me and the entire human race…” Tuve la suerte de ir a un colegio británico desde los siete años, lo que hizo que pudiese entender lo que decían la mayoría de las canciones en inglés desde una temprana edad. No obstante, generalmente me faltaba la madurez necesaria para poder entender plenamente los mensajes y contextos de muchas de las canciones que escuchaba. Pero eso no importaba, los sentimientos que generaban en mí eran reales y lo que no llegaba a entender lo suplía con mi imaginación y mis propias ideas. Devoré aquel disco de Michael como más tarde haría con todo lo que llegaba a mis manos de Mike Oldfield, artista que me enganchó con su canción The Moonlight Shadow. Debo tener algún tipo de récord mundial en horas acumuladas escuchando esa canción. Un disco de grandes éxitos de Queen corrió el mismo destino y así un sinfín de canciones y artistas. Gracias a mi hermana mayor y a MTV, también fui descubriendo cosas más actuales de la época como The Offsping, Bon Jovi o incluso boy bands como Take That. Pero no fue hasta un tiempo después, que algo volvió a cambiar en mí cuando un amigo me dejó una cinta que le había grabado otro amigo (sí, antes grabábamos canciones de la radio en cinta o de una cinta a otra aquellos afortunados que tenían una cadena con doble casete). Aquella cinta era un recopilatorio que había lanzado una conocida marca de bebidas e incluía muchas canciones de estilos muy diversos. Entonces escuché el Buah de 7 Notas 7 Colores. Ya había escuchado rap dentro de algunas canciones (como en la de Black or White, de Michael Jackson), pero nunca había escuchado algo tan “crudo”, en castellano, tan real, tan… “soy el puto amo”. Y eso hizo que yo me empezase a sentir así.
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Violadores del verso, CPV, VKR, Doshermanos, Trovadores de la lírica
perdida, SFDK … Empecé a descubrir toda una escena de rap nacional que me hacía sentir bien conmigo mismo. Eso me llevó a descubrir también la americana: Eminem, DrDre, Snoop Dogg… Me daban energía, fuerza, autoestima y me hacían sentir que lo que opinasen otros de mí importaba más bien poco. Esto, para un chico pelirrojo, regordete, con ortodoncia, que el día que pasaba desapercibido era para él el mejor día de la semana, fue quizá lo que le salvó la vida. Y lo digo literalmente. Mi hermana mayor ya había intentado alguna vez componer canciones con la guitarra, cantando con mi hermano y conmigo, pero siempre había quedado en una tarde de hacer el tonto. Un día cualquiera, alguien en mi grupo de amigos del colegio dijo que molaría hacer un grupo de rap, que deberíamos intentar escribir canciones. Me lo tomé como un reto y al día siguiente me presenté con varias letras escritas y mis compañeros se rieron de mí por habérmelo tomado en serio. Pero se había producido un nuevo cambio en mí. De repente, había descubierto lo que era poder contarle cosas a un papel en forma de versos. Hasta la fecha, nunca me había podido desahogar con nadie de esa manera, ni siquiera con mi mejor amigo Kich. El boli y el papel pasaron a ser mis mejores amigos y yo empecé a expresarme y desahogarme a través de ellos sin decírselo a nadie. En verso, en prosa, en forma de dibujos… Pero entonces, un fin de semana cualquiera, la tinta en los folios cobró vida en forma de música. La intención de este libro es que te ayude a entender mejor mis canciones, el contexto que las rodeaba y, en definitiva, lo que ha sido mi vida desde que empecé a componer. Para ello, lo he dividido en treinta capítulos, uno por cada canción seleccionada en orden cronológico, empezando por la primera que compuse hasta la última que he hecho mientras escribo estas líneas. Me ha sido muy difícil elegir cuáles. He tenido que dejar fuera muchísimas canciones e historias, pero creo que de algún modo éstas son las más significativas o, de alguna manera, las que mejor os podrán guiar a través de este camino.
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En algunas ocasiones, es imposible respetar la línea temporal al cien por cien. Algunas de la épocas que describo en estas hojas se solapan
entre si y, con el objetivo de no volverte loco durante su lectura, he intentado simplificar bastante algunas cosas para no tener que estar yendo y viniendo entre capítulos. Así pues, si bien he hecho un poco de trampa a la hora de poder encajar todo en una misma línea temporal, todo lo que aquí os cuento es completamente real; al menos, todo lo real que puede ser la subjetividad de mi propia memoria. La idea es que escuches la canción y veas lo que te transmite tal y como lo harías con cualquier otra, que luego leas el capítulo correspondiente y que después vuelvas a escucharla de nuevo, con esa nueva perspectiva. Gracias por estar ahí, espero que estas páginas y estas canciones te devuelvan de alguna manera el tiempo que has invertido en pararte a escucharme y conocerme. ¡Que empiece la música!
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ÍNDICE Buscando un estilo Pura ira Oh luna Siguiendo un sueño Fuegos artificiales A por todas Antipuristas Vuelo No es tan fácil Haz que suenen las campanas Fuera de contexto Phyxius A quien bien pudiese interesar Si mañana muero Sueños rotos Que os jodan No me juzguéis Las calles gritan Vocación A por ello Sigo intentando Fallar o ganar Nada El himno del YouTuber Soy Next Up Rutilismo Monstruo Volveremos a vernos S.O.S. Una y mil partidas
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Buscando un estilo “Busco un estilo, nuevo, distinto
Diferente, ardiente, capaz de transmitir mis sentimientos Capaz de propagarlos por los cuatro vientos y… Éste es mi estilo, no canto, rimo No ando, vuelo Hace tiempo que no arrastro los pies por el suelo Tu sueño es mi realidad Tú ves confuso, yo con claridad Nadie me tomaba en serio cuando hablaba de ser rapero Pero todos se van a tragar sus palabras Sus risitas, sus vaciles, Cuidado con lo que dices, no me toques las narices Ya no me trago los finales felices Antes buscaba a la vida sentido, ya no lo necesito A vivir me limito, ahora busco un estilo Con estilo, mi estilo Quiero reflejar el odio que llevo dentro Dejarte sin aliento en un momento Volver al manso violento Transmitir mis ganas de correr en contra del viento Buscando un estilo, sí, buscando un estilo (x4) Busco un estilo que me ayude a pensar A expresar lo que opino, sin respirar Yo ahora escribo y tú escuchas Mientras yo combino mis rimas Con más estilo del que cabe en las líneas Busco un estilo que saque lo que llevo dentro Y me haga entrar en acción Como en una habitación en un momento Consigo lo que quiero al primer intento Es un estilo perfecto, un buen invento Busco un estilo con el que andar mi camino, mi destino Con el que jugar y ganar como en un casino
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En esta vida todo es cuestión de apostar y arriesgar No puedes parar Cuando se levanta el telón, el público espera Cuando coges el micro crees que es el fin de la era Ten aguante y tira pa´lante Cuando no puedas más no mires atrás Ni andes cansino Ésa es tu cruz, tu camino Tu cruz, tu destino Buscando un estilo, sí, buscando un estilo (x4) Busco un estilo que rompa barreras, que cruce fronteras Que me haga ganar pelas, que no tenga límites No te limites, no imites, ¡crea! Sé tú mismo, sigue tu instinto, insisto Sé listo, no un listillo, no seas un pardillo, un crío Dí lo que piensas Aunque los demás piensen que no tiene sentido Lucha por algo, ten objetivo Elige tu camino, elige tu destino Crea tu estilo, yo crearé el mío Ves rojo donde todos dicen verde Tu camino por el que no va la gente Te gustaría ir por allá Pero todos dicen “por aquí” Entonces comprenderás Que el mundo no está hecho para ti Buscando un estilo, sí, buscando un estilo (x4)”
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Mi grupo de amigos siempre había sido reducido, pero de entre los pocos que éramos, había uno que había estado ahí para lo bueno y para lo malo desde que cumplí los siete años: Kich. Por aquella época, debido a problemas familiares, Kich se había ido a estudiar a otro colegio alejado del mío. No obstante, seguíamos quedando de vez en cuando para ponernos al día y, un día por teléfono, le conté que había empezado a escribir mis propias canciones y a rapeárselas a través del auricular para ver qué le parecían. Él, que fue quien me había descubierto a 7 Notas 7 Colores, decidió ponerse también a componer letras de canciones con la intención de que algún día pudiésemos grabarlas juntos. Pasamos probablemente más tiempo pensando en cómo nos llamaríamos como grupo, que en las propias letras en si y por alguna extraña razón, nos pareció que Psicodélicos Anónimos era un nombre genial y así nos hicimos llamar. No recuerdo exactamente qué otros nombres barajamos en su momento, pero imaginad cómo debían ser para que nos quedásemos con ése. Qué increíble era tener trece años. Cuando ya tuvimos algunas letras escritas, yo decidí invertir el dinero que tenía guardado desde que había hecho la comunión para comprarme un programa de ordenador llamado Hip Hop eJay. Era un secuenciador multipistas, en el que te venían un montón de sonidos ya grabados en forma de loops, que tan sólo tenías que arrastrar a alguna de las pistas para “componer” tus propias instrumentales. Si conectabas cualquier micrófono al ordenador, podías usar cualquiera de las pistas que sobraban para grabar tu voz y, así, tener tu canción hecha. Enchufé unos cascos con micrófono integrado que tenía de un programa de escritura por dictado de voz y lo hice funcionar. Creé algunas instrumentales con el programa y lo vi claro: ya estábamos listos para grabar. Kich vino a dormir a mi casa un fin de semana desde el mismo viernes, en cuanto salió de su colegio. Durante todo ese finde, en vez de estar jugando a la video consola cómo habríamos hecho normalmente, nos encerramos en mi cuarto y nos pusimos a grabar las letras que habíamos escrito previamente. También compusimos algunas nuevas para terminar canciones que hubiese empezado el otro y viceversa.
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Mi hermana, que siempre se apuntaba a cualquier bombardeo, nos hizo parar un rato durante uno de los días para sacarnos unas fotos y hacernos el diseño de la portada y contraportada de la maqueta. Para cuando llegó el domingo por la noche y Kich tuvo que volver a su casa, yo me quedé retocando algunos detalles de las voces, ajustando volúmenes de las pistas… Y acabé lo que sería nuestra primera maqueta musical de rap. Así nació Buskndo 1 Stylo de Psicodélicos Anónimos. Cinco canciones de rap y una sexta instrumental. Orgulloso como estaba de mi trabajo, me llevé algunas copias para gente del colegio. Algunos se quedaron asombrados, especialmente algún profesor que se enteró, ya que por aquella época no era muy común ver a un niño (de ya catorce años) con su propia maqueta de música, y menos aún hecha por él mismo. Pero para la mayoría de mis compañeros eso fue ya lo último que necesitaban para tacharme de rarito. El pelirrojo friki ahora encima iba de rapero y componía canciones. Lo que faltaba. Yo, por mi parte, había perdido el miedo a hacerme notar. Las canciones de otros grupos de rap me recargaban de energía y, a la vez, me podía desahogar escribiendo mis propias canciones cuando lo necesitaba. Cualquier cosa negativa que me pasase se convertía en algo positivo por el mero hecho de ser una posible nueva canción. Sí, puede que fuese un friki, pero era un friki que había sido capaz de hacer su primera maqueta de rap a esa temprana edad. ¿Y ellos? ¿Qué habían conseguido por su cuenta? Por primera vez, me sentía especial y que la vida podía tener algún tipo de sentido.
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Pura Ira “Cada puto día de mi vida Voy acumulando más y más ira Mi vida regida por la ira Por el odio hacia todo lo que me rodea Es una pelea en contra de viento y marea Pelea perdida desde el principio hasta el final Pase lo que pase siempre acaba mal Mal asunto como el penoso mundo en el que vivimos Ya no nos reímos, sólo discutimos Vivir para morir no tiene sentido Pero no lo podéis evitar Así que intentad disfrutar mientras podáis No reprimáis la ira que hay en vosotros Demostrad que aquí los que mandamos somos nosotros Pura ira recorre mis venas Es la consecuencia de todos mis problemas No tengo lemas ni metas que alcanzar Sólo odio que manifestar a través de mis canciones Y es que cada línea y cada rima Al igual que yo están llenas de pura ira Pura ira en mis canciones Pura ira en nuestro corazones De pura ira estamos llenos De pura ira estamos hechos (x2) La ira es la brújula que me guía El odio es mi única compañía Mi conciencia perdida en el pasado Confundiendo a un niño asustado Diciéndole que deje su rabia de lado No le hagas caso, así sólo conseguirás vivir amargado Libera tu ira, grita, chilla, llora o de cualquier otra forma Siempre y cuando no jodas a otra persona A no ser que te jodiese ella primero
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Entonces no metas el freno Ojo por ojo, diente por diente Así funciona mi gente Intento ser un tipo decente Pero a menudo la ira controla mi mente Y no lo puedo evitar Odio es lo que eres cuando es lo único que ves ¿O es que te crees que no lo he intentado evitar? A los siete años ya odiaba a mi familia Ahí empezó mi ira y continuó Hasta hacerme odiar a mi propia vida Más de una vez casi cometo suicidio Pero gracias a un amigo sigo vivo Ahora para liberarme mi odio predico Pura ira en mis canciones Pura ira en nuestro corazones De pura ira estamos llenos De pura ira estamos hechos (x2)”
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Me pasé la mayor parte de mi infancia y adolescencia odiando. No es un sentimiento sano ni de lejos, pero mi entorno se alejaba mucho de lo idílico. Podría decirlo de muchas maneras e intentar edulcorarlo pero, en resumen, no me gustaba ningún aspecto de mi vida. En el colegio, siempre pertenecí al grupo de los marginados, pringados, frikis o como queráis llamarlo. Ya sabéis, los que no eran buenos jugando al fútbol, que leían cómics, que jugaban a juegos de rol… Los “raritos”. Eso sí, tenía pocos amigos pero muy buenos. No obstante, eso te convertía en diana de insultos, burlas, empujones, que pateasen tus cosas y todo aquello que hoy en día se cataloga como bullying. Rara vez recuerdo a la gente usando mi nombre. Se solían referir a mí como “Zanahoria”, “Hortaliza”, “Fanta”, “Oxidado” (o cualquier otra cosa que hiciese mención a mi color de pelo), “Kadens” (porque solía llevar una cartera con una cadenita que se enganchaba a mi cinturón) o incluso “Duracell”, apodo que, por cierto, me puso un profesor en un ataque de originalidad diciendo que con el uniforme del colegio de color oscuro y mi pelo de color naranja, parecía una pila de dicha marca. Fui también de esos chavales que no dejaron de mearse en la cama hasta aproximadamente los doce años. Sólo quien lo ha vivido sabe cómo puede afectar eso a tu autoestima, cómo dejas de ir a dormir a las casas de amigos para que nadie se entere, cómo te pierdes todos los campamentos y excursiones por miedo a que alguien se dé cuenta, cómo es que tu hermano pequeño se ría de ti porque él no moja la cama desde que era un bebé o el miedo a que en cualquier momento alguien se entere. Y se acaban enterando, créeme. Convencido por mis padres, acabé asistiendo a una excursión del colegio, una semana en una granja escuela. Por supuesto, algunos se enteraron de mi situación, por lo que tuvieron algo con lo que extorsionarme durante años: o hacía lo que ellos querían o les contarían al resto de mis compañeros (¡y compañeras!) mi pequeño secreto. El sueño de cualquier niño, vamos. Con los profesores no es que tuviese mejor relación, la verdad. Mi hermana, que es dos años mayor que yo, había ido coincidiendo con muchos de los profesores que yo tendría después. Y lo que es peor, los profesores la habían conocido a ella: una chica tranquila, atenta,
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inteligente y para la que sacar una nota inferior a un sobresaliente era un gran fracaso. Para que os hagáis una idea, acabó haciendo su carrera en un año menos que el resto y se graduó la primera de su promoción (o mejor dicho, ¡la mejor de la promoción que empezó un año antes que ella!). Es por eso que, cuando los profesores se topaban conmigo, se llevaban un buen chasco. Se pueden contar con las manos las veces que hice los deberes a lo largo de toda mi carrera estudiantil; leerme las lecciones justo antes de entrar a un examen era lo que yo entendía por estudiar y mis libros de texto apenas podían leerse debido a todos los dibujos que hacía en ellos mientras daban la lección. Aún así, acababa apañándomelas para conseguir aprobar por los pelos y destacar en las asignaturas que más me gustaban (matemáticas siendo niño y filosofía en cuanto entré al bachillerato). Pero el aprobado solía llegar a final del año después de batallas, broncas y castigos. De hecho, si el profesor que estaba encargado de supervisar el comedor era alguno al que yo le debía algún trabajo o algo similar, sencillamente me saltaba la hora de comer para no tener que enfrentarme a él. Por último tenemos la vida familiar. Con mis hermanos, bueno, dependía de la época. A veces me llevaba mejor con mi hermana, otras con mi hermano y a menudo con ninguno de los dos. Pero eso era soportable e imagino que incluso normal en cualquier familia. Sin embargo, mis padres eran para dar de comer aparte. Me crié con una madre con tendencias depresivas y un padre que todo lo solucionaba con violencia. No voy a entrar en detalles, pero para que os hagáis una idea, cuando te echaba la bronca por cualquier cosa te hacía poner las manos en la espalda, para no poder defenderte en caso de que te quisiese agredir. “No tengo ningún problema en darte una paliza y luego llevarte al psicólogo”, era una de sus frases top. Y lo hacía. Ambas cosas. La última psicóloga a la que fui pidió que viniesen conmigo mis padres a una de las sesiones. Lo siguiente que dijo es que deberían volver solamente mis padres a las siguientes sesiones y que no hacía falta que yo fuese más. Ellos, hasta donde yo sé, no volvieron, por supuesto.
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Así que sí, la canción tiene palabrotas y no es la mayor muestra de
positivismo del mundo. Pero tampoco se podía pedir mucho más de un cerebro adolescente pasando por todo eso, ¿no? Siempre me ha parecido increíble que haya gente que diga que daría lo que fuese por volver a aquella época porque entonces “no tenían preocupaciones”. Para mí, sin duda, fue la peor época de mi vida, no volvería a vivirla ni por todo el oro del mundo. Prefiero mil veces pagar facturas y tener responsabilidades que el estrés al que estaba expuesto continuamente durante aquellos años. Odiaba mi vida. Como curiosidad, decirte que el nombre de la canción se le ocurrió a mi hermana y a mí me pareció un título perfecto para escribir algo que realmente me ayudaría a desahogarme. Y me ayudó. El tema lo empecé a incluir en la maqueta que había grabado junto a Kich en las siguientes copias que fui haciendo. Acabó convirtiéndose en algo así como un bonus track en las siguientes “ediciones”.
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Oh luna “Abro los ojos y miro al horizonte Atento contemplo como el sol se esconde Cae la noche y las estrellas aparecen Miro a la Diosa Luna y mi cuerpo se estremece De repente siento poder recorrer mi cuerpo Me siento capaz de cambiar el mundo entero Noto como si se parase el tiempo Si la vida es fuego yo soy un incendio Mis sueños brillan más fuerte que nunca Las estrellas en el cielo los dibujan No temo a nada, ni a la peor pesadilla Sonrío mientras se me pone la piel de gallina Mi mirada se pierde en la lejanía Mi sombra es mi única compañía Mis puños cerrados empiezan a sudar Aprieto los dientes, parece que estallarán Gotas de sangre caen al suelo Noto como poco a poco me muero Una herida abierta en mi muñeca Me quita la vida y a la vez me libera Me muero pero nunca me sentí tan vivo Por primera vez siento que existo Hipnótica luna déjame ser tu amigo Poderosa noche llévame contigo Oh luna, déjame ser tu amigo Poderosa noche llévame contigo (x2) Una lágrima resbala por mi mejilla Es el fruto de tristeza y a la vez alegría Ya no temo a la verdad, ya no temo a la mentira Pues nunca más volveré a ser su víctima Preciosa noche estate atenta a lo que te digo Lo tengo decidido, estaré siempre contigo
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Las estrellas serán mis nuevas hermanas Y el mar se encargará de reflejar mis lágrimas Mis venas lentamente se van vaciando Mis recuerdos poco a poco se van alejando El viento me acaricia, cierro los párpados Se acaban los buenos ratos pero también los malos No tenía más salidas ésta era mi única opción Supongo que ésta será mi última lección Me tumbo en la hierba y saco mi última sonrisa De aquí ya no me muevo, ya no hay prisa Noto mi corazón dar sus últimos latidos Pasan por mi mente los momentos vividos Adiós amigos, adiós enemigos Todo acabará con el último suspiro Me muero pero nunca me sentí tan vivo Por primera vez siento que existo Hipnótica luna déjame ser tu amigo Poderosa noche llévame contigo Oh luna, déjame ser tu amigo Poderosa noche llévame contigo (x2) Me muero pero nunca me sentí tan vivo Por primera vez siento que existo Hipnótica luna déjame ser tu amigo Poderosa noche llévame contigo (x2) Llévame contigo Te lo ruego, llévame contigo”
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Esta canción fue incluida en mi siguiente maqueta, la primera que hice en solitario. Y no me voy a andar con rodeos, como probablemente ya habrás deducido, en esta canción hablo del suicidio. Quizá a algunos esto les sorprenda pero es un pensamiento recurrente en muchas personas, mucho más común de lo que mucha gente cree. De todos modos, después del capítulo anterior, imagino que a nadie le extrañará que éste fuese un pensamiento habitual en mi cabeza. Lo único que me ayudó a seguir fue la existencia de Kich, alguien a quien poder contarle todo sin que me juzgase, y la música. Si no hubiese podido desahogarme con ellos, probablemente me habría rendido en algún momento o habría conseguido terminar “con éxito” alguno de mis intentos. Por esa época, no tenía grandes expectativas de mí mismo pero especialmente no entendía la vida. ¿Estudiar mientras aguantaba en esa casa para (en lo que parecían cientos de años) cambiarlo por un trabajo y así pasarme un mínimo de cuarenta horas semanales en él, todo ello para poder descansar los fines de semana si tenía suerte? Podía ahorrarme todo eso. El presente era odioso y el futuro no parecía mucho mejor. Para colmo, cuando me preguntaban qué quería ser de mayor, yo siempre contestaba que “dibujante de cómics” o “cantante de rap”; y, al parecer, todo adulto con el que me cruzaba tenía una imperiosa necesidad de decirme que eso eran tonterías, que me dejase de sueños estúpidos y que empezase a centrarme en una profesión “de verdad”. Nada más me llenaba lo más mínimo, por lo que básicamente me metieron en la cabeza que tenía que prepararme para poder conseguir en el futuro dedicar cuarenta horas semanales a algo que no me gustase hasta los sesenta años y, sólo entonces, podría dedicarme realmente a mis pasiones. Pues qué quieres que te diga, ése no era mi plan. No temía a la muerte, de hecho, me parecía una posible aventura. ¿Y si estaba gastando todo este tiempo aquí y había algo más interesante al otro lado? Crecí en una familia religiosa (aunque obviamente más creyente que practicante), por lo que una parte de mí me decía que quizá sí, quizá había algo más después de la muerte, quizá podía cortar por lo
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sano y encontrar algo mucho mejor que esto. Después de todo, iba a ser difícil que fuese peor, ¿no? Mis padres intentaron meterme en la cabeza que sí, que sería mucho peor. Que había un infierno en llamas esperando a cualquier persona que decidiese acabar con su vida antes de que Dios se la quitase. Si tú no querías tu vida, Dios tampoco la querría y por lo tanto irías directamente al infierno, donde arderías entre llamas para la eternidad. Un día, en un restaurante, mi padre llegó a agarrarme la mano y poner debajo de ella no recuerdo si un mechero o cerilla, para que sintiese el calor quemándome. Y me aseguró que eso es lo que sentiría en todo mi cuerpo para siempre si me suicidaba. ¿Qué clase de religión necesita mantener a la gente alejada del suicido a través del miedo? No me veía mentalmente preparado para aguantar muchos años más así y decidí planear mi suicidio perfecto. Me iría a lo más alto de un monte que había cerca de mi casa, vería mi última puesta de sol y me haría un corte en la muñeca con una de las cuchillas de afeitar de mi padre. Esta vez me atrevería. Me tumbaría en la hierba, vería cómo salen las estrellas y mientras iría quedándome dormido para quedarme en esa noche por siempre. Hice esta canción y decidí una fecha a una semana de distancia. Esa semana la viví siendo plenamente consciente de que la decisión ya estaba tomada: me quedaría en mis dieciséis años para siempre. Tan sólo quería despedirme de algunos amigos y vivir esos últimos días sabiendo que ya nada tendría consecuencias, ya que yo ya no estaría allí para verlas. Y, por primera vez, viví sin miedo, sin preocupaciones, sentí lástima por los que me trataban mal (¡qué culpables se iban a sentir en una semana!) y sentí por primera vez que la vida también tenía su lado positivo, que también había personas buenas. Esa semana me hizo darme cuenta de una cosa: si bien mis circunstancias no habían sido las mejores, el cambio de prisma había hecho que todo tuviese otro color. Mi cambio de actitud había podido con las circunstancias. Lo que tenía que conseguir era vivir siempre así. Cancelé mi fecha y decidí que, a partir de entonces, viviría la vida como si pudiese morir en cualquier momento. Después de todo, era algo real,
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nunca sabemos cuándo vamos a morir. Viviría la vida que yo quería, independientemente de lo que otros opinasen. Mostraría al mundo que sí que podía hacer de la vida algo divertido. Después de todo, si me salía mal o me arrepentía por el camino, siempre estaría a tiempo de decidir de nuevo cuándo acabar con todo. La opción siempre estaría ahí y esta canción siempre me lo recordaría.
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“Los sueños pueden llegar a ser una realidad, si realmente crees en ellos lucha hasta el final”
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Siguiendo un sueño “Hay gente que dice que lo que busco es un sueño Inalcanzable aunque le ponga empeño Pero un sabio me dijo que luchase por ello Que podré conseguirlo si realmente lo quiero Y espero que estuviese en lo cierto pues lucho por ello Desde que me levanto hasta que me acuesto Siempre he puesto todo lo que llevo dentro Por que mi sueño deje de seguir siendo un sueño Aspiro a poder vivir de aquello que me gusta Y nada podrá pararme ya nada me asusta Aquí estoy mundo, te guste o no Jodido Pelirrojo en el micrófono Con trece años mi primera letra Con catorce años mi primera maqueta Poco a poco montar un pequeño estudio Hasta haber podido llegar hasta tu oído No me doy por vencido por muchos baches que haya Desde el underground intento mantener la talla Allá donde vaya voy pasando maquetas Gratis tío, a ver si te enteras De momento busco respeto y no pelas Quiero que me conozcas, que juzgues, que opines Siempre de una forma constructiva que critiques Al Hip Hop pongo mi granito de arena Una semilla que algún día espero que crezca Los sueños pueden llegar a ser una realidad Si realmente crees en ellos lucha hasta el final No dejes que la gente te intente parar Poder comer del rap algún día será verdad Hay gente que dice que lo que busco es un sueño Inalcanzable aunque le ponga empeño Pero un sabio me dijo que luchase por ello Que podré conseguirlo si realmente lo quiero (x2)
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Y lo quiero, sí, con todas mis fuerzas Ganarme la vida con mis rimas y mis mezclas No quiero mansiones ni los mejores coches Me conformo con dormir calentito por las noches Quizás algún día lo consiga Quizás yo nunca lo consiga Quizás seas tú quien lo consigas Pero pienso intentarlo hasta el fin de mis días Tengo diecisiete años, mucho por delante Y un talento que no podrás negarme Muchos MC’s compitieron y perdieron contra mí Hago rap de mensaje sin olvidar la competi Rulando con el Kich al Neko conocí Y decidimos vivir de esto mientras me fumé un Lucky Strike Baby you know what I like 24/7 hanging on the mic Quiero pasarme días enteros componiendo, compitiendo Y algún día poder llegar a ver dinero De momento sólo pierdo pelas con esto Pero vender maquetas me parece deshonesto Pasáis maquetas y ya buscáis beneficios ¿Pero no sois comerciales porque no tenéis discos? Venga ya, comedme la polla JP rapea aunque dinero no vea Hay gente que dice que lo que busco es un sueño Inalcanzable aunque le ponga empeño Pero un sabio me dijo que luchase por ello Que podré conseguirlo si realmente lo quiero (x2) Y claro que algún día espero ver dinero De momento sólo pierdo pero tiempo al tiempo Sacaré un disco cuando la peña responda Que mi Stylo Ranzio sin duda les mola De momento seguiré haciendo maquetas gratuitas Colaboraciones en tus canciones si me invitas Seguiré haciendo bases para mis colegas
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Sólo cuando me lo merezca pensaré en las pelas Vosotros decidiréis si queréis que me haga grande Con vuestro apoyo y mi empeño seguiré hacia adelante Si te mola lo que escuchas, tío, habla de mí ¡ MC Jodido Pelirrojo, Stylo Ranzio, Madrid! Hay gente que dice que lo que busco es un sueño Inalcanzable aunque le ponga empeño Pero un sabio me dijo que luchase por ello Que podré conseguirlo si realmente lo quiero Hay gente que dice que lo busco es un sueño Inalcanzable aunque le ponga empeño Pues ya te lo diré Jodido Pelirrojo en el micrófono, aka JP”
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Mi mentalidad había cambiado. Las circunstancias seguían sin ser las mejores, pero mi actitud hacia la vida era distinta y eso hacía que todo fuese distinto a su vez. En el día a día, había decidido que nada iba a impedirme vivir como quería y a su vez me había puesto metas y estaba muy dispuesto a alcanzarlas. Si la alternativa era vivir una vida normal y mediocre, cosa que me aburría mortalmente, no perdía nada por intentar conseguir algo más parecido a lo que yo quería: llegar a vivir de la música. Así empecé a hacer algunos cambios. Empecé a forzar la maquinaria. Llegados a este punto, entendí que aunque mis padres me hubiesen dado la vida, si yo no sentía afecto hacia ellos había sido por sus acciones y decisiones como adultos para conmigo. Las decisiones que habían tomado eran decisiones que facilitaban sus vidas o que calmaban sus conciencias, independientemente de que realmente fueran buenas o no para mí. Por eso, decidí empezar a velar por mis propios intereses aunque eso implicase enfrentarme a ellos de un modo u otro. La violencia de mi padre empezó a disiparse relativamente pronto. Sencillamente, empecé a defenderme. Ya empezaba a tener un físico y una fuerza que, si bien no podía aún con él, sí que podía plantarle cara y no ponerle las cosas fáciles. Nunca más le dejaría chillarme mientras yo ponía las manos a la espalda para dejar mi cara al descubierto. Si quería alcanzar mi cara, tendría que conseguir llegar hasta ella. No obstante, y a pesar de que yo jamás lo hice (por tonto, siempre se debería denunciar este tipo de agresiones), él me denunció a mí en un par de ocasiones, una de ellas por arañazos que yo le había inflingido en la espalda. ¿Cómo narices llegan unos arañazos a la espalda de alguien? Yo te lo diré: defendiéndote. Sea como sea, obtuve denuncias, pero perdí el terror que le tenía. Eso sí: “hola, fiscalía de menores”. Perdido el miedo a mis padres, empecé a perderlo también un poco por la autoridad en general. Eso me llevó a sacar mis dibujos de mis cuadernos a las paredes. Salir a pintar grafiti con algunos nuevos amigos se convirtió en algo habitual. Era como jugar a un videojuego en la vida real: llegar a un sitio complicado, hacer tu grafiti y salir sin ser descubierto. Muy similar al primer Metal Gear Solid, sólo que en la vida real cuando te pillan hay consecuencias, y me pillaron un par de veces.
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En una ocasión la policía y en otra un conductor de autobús que me estranguló y me dejó inconsciente. Más fiscalía de menores. A su vez, dije que no volvería a ese colegio privado donde había pasado la mayoría de mi vida. No podía aguantar más allí. Mis padres, en respuesta, me cambiaron a otro colegio igual donde, a los tres meses de entrar, la historia se había vuelto a repetir. Rápidamente era el friki, recibía burlas, en fin, más de lo mismo. Pero no pasaba nada, yo era un nuevo yo y estaba dispuesto a hacer lo necesario para conseguir lo que quería. Mi objetivo era sencillo: poder ir a un instituto público, donde sabía que encajaría, fuera de esos típicos clichés de película americana adolescente. Así pues, lo único que tenía que hacer era liarla. Si lo hacía bien quedaría en mi expediente y no me aceptarían en colegios de esa clase. Tracé un plan. Yo había empezado con el tabaco muy temprano y, posiblemente como consecuencia, también había tonteado con los porros, aunque nunca de manera muy habitual. Básicamente, porque no solían sentarme muy bien. Pero me hice con uno y esperé al recreo para fumármelo en mitad del patio, así me expulsarían de allí ipso facto. Por desgracia, no me lo pusieron fácil. Yo había elegido hacerlo en el recreo en el que vigilaba la profesora con la que mejor me llevaba, pero alguien debió decírselo y me estuvo evitando durante todo el tiempo. Ella no quería tener nada que ver. Así pues, decidí ir un paso más allá. Entré al despacho de la directora de mi curso y me lo empecé a fumar allí, delante de ella. La directora me pidió que me quedase allí y salió del despacho. Al poco, apareció una compañera de mi clase y me dijo: “han llamado a la policía, vienen hacia aquí”. ¿Me iban a empaquetar una nueva denuncia y encima ahora por drogas en un colegio? Salí corriendo del despacho, salté la valla del recinto, me subí en el primer autobús que pasó y, una vez puesta distancia, busqué la forma para volver en transporte público hasta mi casa. Al menos, esta vez me escapé de tener que pasearme de nuevo por la fiscalía de menores.
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Nunca volví a saber nada de ese colegio, sólo sé que mis padres estuvieron como una semana sin hablarme (¡ya ves qué castigo
acostumbrado a lo otro!) y a la vuelta de Navidades me matriculé en un instituto público en el que, casualmente, estaba estudiando Mini Manson, una chica con la que había empezado a salir un par de meses antes. Curiosamente, encajé perfectamente en ese instituto. El que rapease era algo por lo que otros me admiraban, no un motivo para reírse de mí. Y pasó lo mismo con mis dibujos, mis cómics, mi forma de vestir… Hice amigos rápidamente y, de repente, sentí que ahí estaba mi sitio. Incluso los profesores parecían más humanos, no déspotas gritones y amargados. Si no hacías la tarea, tú mismo, no eran ellos los que tenían que ir a selectividad. Todo tenía un enfoque muy distinto, mucho más lógico, al menos desde mi punto de vista. Durante ese periodo, y desde hace un tiempo, mis fines de semana consistían en ir a botellones y emborracharme. Tuve, como ya os he dicho, mi época de porros (aunque nunca me llegué a enganchar a ellos) y llegué incluso a probar setas alucinógenas en dos ocasiones. Esto para algunos puede parecer algo muy fuerte, pero os puedo asegurar que las drogas que se movían en las residencias de los colegios privados eran mucho más fuertes. Estaba mejor rodeado de gente normal en un instituto normal. Poco después de tomar setas por segunda vez, tuve un par de flashbacks, que vienen a ser el volver a tener la misma sensación de la droga sin haberla consumido. Eso hizo que no volviese a tomar setas y que desde entonces no haya dado más que muy ocasionalmente algún tiro a un porro. Veía el efecto que habían tenido en algunos amigos más mayores y yo lo tenía claro, no quería quedarme tonto. Por último (y de lo que más me arrepiento), como no tenía dinero, encontré un modo de conseguirlo. No entraré en muchos más detalles y no fue lo único que hice, pero entre otras cosas empezó a ser algo habitual el ir a grandes tiendas de ropa, llevarme prendas sin pagarlas y luego venderlas. Pasé de agachar la cabeza frente a todo y todos, a responder a quien fuese y conseguir lo que quería como fuese. Me llegué a romper un hueso de la mano pegando puñetazos al último que había venido a insultarme y reírse de mí. Pasé de un extremo a otro y tuvo que pasar un tiempo para que me diese cuenta de dónde estaban los límites.
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Fuegos Artificiales “Fuegos artificiales llenos de lágrimas Pues no volveré a tenerte nunca jamás (x2) Fuegos artificiales llenos de lágrimas Y desde entonces no volver a mirar nunca hacia atrás Sin duda alguna me diste donde más duele Pero gracias a ti ahora soy mucho más fuerte No volveré a cometer dos veces el mismo error La experiencia me ha enseñado a desconfiar del amor El dolor pinta de negro lo bueno que hubo entre tú y yo Y mi última lágrima de mi vida te borró Así que no, ya no siento nada por ti Ni siquiera amistad queda dentro de mí Y lo siento si en ti queda algo dentro Ya se irá como todo con el paso del tiempo El silencio por tu culpa me hizo compañía Pero ahora que te he olvidado la música ha vuelto a mi vida Tu recuerdo se pierde con esta melodía El sol por fin anuncia la llegada de un nuevo día Hoy veo el mundo de una forma distinta, diferente Esta vez pienso ser mucho más inteligente Entregar toda tu vida a una persona es tontería Me guardaré algo para mí por si acaso el mundo gira Fuegos artificiales llenos de lágrimas Pues no volveré a tenerte nunca jamás (x2) ¿Y qué más me da ya no volver a tenerte? No eres importante, de mi vida ya no formas parte Así que abstente por favor de intentar nada conmigo Después de lo que me has hecho no puedo ser tu amigo El destino intervino, nos separó el camino Y aunque ha sido duro hacia adelante he seguido He jugado y he perdido pero yo no me rindo Algún día la chica que busco andará conmigo
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Te confundí con ella, ése fue el problema Ahora que te conozco de verdad, no te quiero cerca Pero no te confundas, no te guardo rencor Simplemente chico busca chica que aprecie el amor Cuando uno da todo y no recibe nada a cambio Lógicamente al final se acaba uno cansando En una relación los dos han de ofrecer amor por igual Si no estará destinada a finalizar mal A veces hay cosas que no se pueden evitar Y a menudo hay muchas cosas que es mejor olvidar Con los fuegos artificiales todo acabó, terminó Nunca jamás habrá otro tú y yo Fuegos artificiales llenos de lágrimas Pues no volveré a tenerte nunca jamás (x2) Fuego artificiales, llenos de lágrimas Llenos de lágrimas…”
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Si algo aprendí al escribir mi primera canción de desamor, es que a menudo las canciones y los poemas son más una historia que te cuentas a ti mismo que la realidad en si. Imagino que si sientes la necesidad de decirle a alguien en una canción que ya no es importante para ti, algo tiene que importarte para que sigas teniendo esa necesidad de comunicarlo, ¿no? Pero te intentas autoconvencer de que ya está todo superado y para eso, cuanto más lo dices, mejor. Y si es en forma de canción, mejor aún. Desde luego, qué complejos somos los seres humanos. Mini Manson, durante un buen tiempo, mantuvo a raya ese monstruo de odio hacia el mundo y autodestrucción que vivía dentro de mí. A pesar de que durante meses estuve viviendo un sueño enamorado de ella, sintiéndome completamente correspondido y estudiando en el mismo instituto, algo se torció en algún momento. No recuerdo bien si ya habíamos tenido problemas antes, pero, sin duda, recuerdo que cuando ella quiso hacer el Camino de Santiago con otra gente del instituto aquel verano, yo no lo vi nada claro. Soy alérgico al sol y para mí hacer eso habría sido un verdadero infierno, así que le dije que yo no iría y que prefería que pasase el verano conmigo, ya que mis padres me enviaban todos los veranos un mes a Francia y, si no, casi no nos veríamos en todo el verano. Ella, en todo su derecho, decidió que no, que quería ir. Y se fue. Una relación de nueve meses con dieciséis años es toda una vida. Y dos semanas (¿o fue un mes?) de Camino de Santiago también era mucho tiempo. Al poco de que empezase el viaje, empecé a recibir mensajes de amigos que se habían apuntado también al camino diciéndome que Mini Manson no paraba de hablar con un chico de los que estaban en la excursión. Me aguanté los celos. Que se agarraban mucho. Me aguanté los celos. Que empezaban a dormir en la misma cama por las noches. ¿Que qué? Discutimos por mensajes, discutimos por teléfono. Para ella, estaba siendo un celoso. Para mí, había motivos para estarlo si tu pareja estaba durmiendo todas las noches con otro chico en la misma cama. Lo que estaba claro es que la confianza se deterioraba.
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Cuando volvió del viaje, ella estaba distante. Yo desconfiaba. Intentamos hablar, intentamos mejorar las cosas. Pero ese tío no me
caía bien y era su nuevo mejor amigo. A ella no le gustaba que estuviese sacando un lado celoso que nunca había tenido. A mí no me gustaba que ella hubiese dormido con él por las noches. Me moría de celos y encima creía tener razones para tenerlos. La relación no se sostenía más. Llegaron las fiestas del pueblo donde más tarde yo acabaría viviendo y ella, justo antes de los fuegos artificiales, me dijo que no podíamos seguir así, que teníamos que romper la relación. En ese instante, yo me rompí por dentro. Poco después me tocó pasar un mes en una residencia en Francia junto a mi hermana. A mi hermano pequeño también le mandaban a otro sitio, la cosa era que mis padres pudiesen tener un mes sin hijos al año. Yo, roto, bebí en cada fiesta y entré a cada chica que me encontré intentando olvidar, intentando recomponerme. Conseguí liarme con varias pero todo me importaba más bien poco, ninguna era ella. Cuando volví y ella intentaba que siguiésemos siendo amigos, yo sólo alardeé de que claro que podíamos ser amigos, que yo ya la había olvidado, que de hecho me había liado con muchas chicas allí en Francia. Pero luego me sinceraba y le decía que no, que lo que yo quería era volver a estar con ella. Y así en bucle dependiendo del momento. Poco tiempo después, aquel nuevo mejor amigo suyo se convirtió en su nuevo novio, lo cual me llenó de dudas. ¿Había tenido entonces motivos para estar celoso? ¿Habían empezado algo en aquel viaje mientras aún estaba conmigo? También me aterraba pensar lo contrario. ¿Habría sido mi culpa? ¿La separé de mí al ponerme celoso? Si hubiese aceptado que durmiesen juntos sin ningún tipo de problema, ¿ella me habría seguido queriendo y él siempre se habría quedado sólo como amigo? ¿Debí no haber hecho nada en Francia y decir que siempre la había estado esperando y confiando en ella? ¿Fue mi culpa? No lo sé. Y nunca lo sabremos. Hace siglos que no sé nada de Mini Manson. Aquel chico no la trató bien y cuando cortaron meses después (esperé a que ya no estuviesen juntos) fui a vengarme por cómo le había tratado a ella. Pero hice mal, porque ya no era mi problema. Hice mal porque eso me causó un problema con él y me alejó aún más de ella. Mini Manson no quiso volver a saber nada más de mí. Tiempo después, conocí a un nuevo novio que se había echado y me alegré mucho por
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ella. Parecía un buen chaval. Se la veía feliz. Yo ya lo había conseguido superar, esta vez de verdad.
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A por todas “Dedicado a mis padres y a todas aquellas personas que nunca han confiado en mi A la mierda, esta vez voy a por todas No puedo seguir dejando pasar mi vida Esta vez será distinto, formaré parte de ella Ya sé a quién creer y también quién mentía Y el resto de la gente que diga lo que quiera Y es que no puedo seguir mintiéndome a mí mismo A veces miro en el espejo y no sé a quien miro Ahora sé lo que quiero, ahora sé a lo que aspiro Nadie podrá evitarlo, chico, es el destino Llegó el momento de actuar y dar un paso adelante La sierra en pie de guerra, presenta JP Representando Stylo Ranzio, nunca caerá en olvido Toda la gente que estuvo y me apoyó Y mi dedo corazón alzado hacia el resto De toda esa peña que no me dio su respeto Que por supuesto ahora dirán que si me lo dieron Falsos hipócritas, mi amistad perdieron Y es que no vieron lo que ahora parece evidente JP siempre dio todo por su gente Y por el movimiento y aquí lo demuestro La Sierra, Stylo Ranzio, ¿objetivo? El Universo Esta vez voy a por todas y nadie podrá evitarlo Esta vez voy a por todas y nada podrá pararlo Porque ya tengo claro hacia donde voy Esta vez voy a por todas Bboy (x2) Habla mierda sobre mí y así serás uno más De entre otros tantos que voy dejando atrás Porque nada parará la furia que habéis desatado ¡Tío, este tío está descontrolado! Y es que ya estoy cansado, a la mierda con todo
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Esta vez voy a por todas aunque sea solo Haciendo horas extra en el curro me aburro Pero sé que algún día llegaré a ver su fruto Disfruto viendo vuestras caras de asombro Cuando veis que iba en serio lo que dijo el Pelirrojo Y ojo que el ojo por ojo conmigo no funciona Yo devuelvo siempre el doble a cada persona Para bien o para mal, así que ya sabes chaval Ándate con cuidadito que conozco tu historial Ya no me la cuelan dos veces seguidas O estás o no estás y si no estás te piras Soy el espía que espía al espía que me espía Desconfío de mi sombra y así nadie me traiciona Antes que mal acompañado prefiero estar a solas Cuidado MC’s esta vez voy a por todas Esta vez voy a por todas y nadie podrá evitarlo Esta vez voy a por todas y nada podrá pararlo Porque ya tengo claro hacia donde voy Esta vez voy a por todas Bboy (x2) He tropezado y he caído, me han pisado y escupido A menudo he perdido pero nada ha impedido Que luche por mi sueño que siga en el movimiento Que pase lo que pase aproveché cada momento Perdí la fe en el amor, incluso en mí Y aún así en todo momento cumplí lo que me prometí Sin embargo demostrado está que la gente olvida Lo que realmente importa de sus tristes vidas Decidí perdonarme y volver a ser mi amigo Lo siento nena ahora soy feliz y tú no Es mi turno y juro que lo aprovecharé Afilo puntería, esta vez no fallaré Jódete, JP vuelve imparable 24/7 siempre al final del cable Si quieres saber más de mí apúntate mi dirección
[email protected] Con o sin ti seré feliz, no lo dudes
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Si quieres encontrarme mira al final de los buses Estaré escribiendo en mi cuaderno como a todas horas Que el mundo se prepare, esta vez voy a por todas Esta vez voy a por todas y nadie podrá evitarlo Esta vez voy a por todas y nada podrá pararlo Porque ya tengo claro hacia donde voy Esta vez voy a por todas Bboy (x4)”
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A la vuelta del verano, sólo me quedaba un año para acabar el instituto pero me costaba ver continuamente a Mini Manson por ahí. La verdad es que si el año anterior no había abandonado los estudios, había sido principalmente por verla cada día. Ahora se me hacía cuesta arriba que ella estudiase en el mismo centro. Simultáneamente, la relación con mis padres no mejoraba. Por suerte las cosas se habían calmado un poco en cuanto a llegar a las manos se refiere, pero a la vez éramos como extraños viviendo en la misma casa. Cuanto más hablaba con otros compañeros y profesores, más me preguntaba por qué seguía con unos estudios, cuyo objetivo era entrar en la universidad. Leía y releía las distintas carreras profesionales que las universidades ofertaban y ninguna me llamaba la atención. En ninguna me enseñarían a componer mejores instrumentales o mejores letras. En ninguna me preparaban para subirme a un escenario y hacer sentir algo a las miles de personas que me gustaría que fuesen a verme. Tampoco entendía cómo un bachillerato de sociales me acercaba de algún modo a mis objetivos. No sólo dudaba de mis estudios, también de mi forma de conseguir dinero. Si realmente quería llegar a algún lado, tendría que encontrar un modo real (y legal) de conseguirlo. Entre unas cosas y otras, tenía ya unas cuantas denuncias a la espalda y el fiscal ya me había dado algún aviso. Me había tocado en su momento hacer trabajos sociales cuidando a ancianos en una residencia, pero en futuras ocasiones la cosa se complicaría. Decidí coger las riendas de mi vida. Tenía unos objetivos claros y sabía lo que tenía que hacer para conseguirlos. Lo primero que hice fue dejar el instituto. Ya no se me había perdido nada allí y siempre podría volver en caso de cambiar de opinión. Lo segundo que hice fue buscar un trabajo. No fue difícil conseguir que me contratasen en una famosa cadena de comida rápida para limpiar mesas, baños y hacer hamburguesas. Teniendo una fuente de ingresos legal, lo único que tenía que hacer era no meterme en líos hasta la mayoría de edad; ahí se borrarían mis antecedentes penales y podría empezar de cero. Empecé a evitar cualquier tipo de pelea o conflicto con cualquier persona y a centrarme solamente en trabajar, escribir y componer canciones.
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Le pedí a mi jefe que si faltaba alguien a trabajar o que si necesitaban cubrir algún horario, que contase conmigo para hacer horas extra. Y así lo hizo. Cada vez que necesitaban a alguien, yo era al primero al que llamaba. Por supuesto, yo aceptaba todo lo que me ofrecía. Quería ahorrar el máximo dinero posible para poder sacar adelante mi música y estar preparado para poder abandonar la casa de mis padres a los dieciocho. Por esa época, también me saqué un curso intensivo de Técnico de Sonido. Llevaba ya un tiempo haciendo un programa de radio cada domingo en una emisora local con unos amigos y pensé que además podría aprender muchas cosas útiles para mi propia música estudiando algo así. Mis padres me lo pagaron. Hay que reconocer que si algo hicieron bien con sus hijos es no escatimar en cuanto a gastos para estudios se refiere. Es con lo que siempre han intentado limpiar su conciencia. Una de las cosas más importantes que me pasó por entonces fue que conocí al grupo de rap Doshermanos. Ellos eran dos hermanos, valga la redundancia, que estaban enamorados del Hip Hop tanto o más que yo. Sus vidas y la mía tenían ciertas similitudes, sólo que ellos me sacaban algunos años de edad. Quizá fue por eso que me ayudaron con todo lo que pudieron sin pedirme nunca nada a cambio. Nunca podré estarles suficientemente agradecido. Entre otras cosas, Doshermanos tenían un sello discográfico independiente que habían creado en su momento para auto publicar sus propios discos y apoyar el talento que encontrasen. Por esa época estaban preparando un disco recopilatorio para impulsar la carrera de todos los MC’s (cantantes de rap) de la zona en la que vivíamos: La Sierra Noroeste de Madrid. Escucharon mis maquetas y me ofrecieron participar grabando una canción de manera profesional en su estudio. Yo, por supuesto, acepté la invitación. Y así es cómo nació A por todas, mi primera canción grabada profesionalmente e incluida en un disco recopilatorio que se distribuyó en todas las tiendas de música a nivel nacional.
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Durante los últimos años, demasiada gente había intentado
convencerme de que mis sueños eran ridículos, de que jamás lograría llegar a donde quería. Que el mundo de la música era demasiado complicado, que estudiase algo que me asegurase un puesto de trabajo aunque éste no me entusiasmase. Yo, sin embargo, en cuanto perdí el miedo y empecé a hacer lo que sabía tenía que hacer, empecé a encontrarme con oportunidades y con gente que luchaba en mi misma dirección. Y ahí estaba yo, aún menor de edad y con mi primera canción publicada a nivel nacional. ¡Llegaron incluso a publicar copias en vinilo!
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Antipuristas “Yo no destaco, soy uno más del montón Otro chavalín que coge un microphone Para contarte cosas que seguro no te importan Pero bueno, al menos el ritmo se soporta Inconscientemente tu cuello asiente Pero estate atento, ¡ey detente! ¿No te diste cuenta? El tempo va a 107 Esto debe ser mainstream, ¡apaga y vete! Purista, táchame rápido de tu lista No vaya a ser que el DJ me pinche en la pista Y alguna chica baile la canción que te gustó Pero claro, ya no lo admitirías, ¿no? No pasa nada, tranquilo, miéntete a ti mismo Di que JP no es rap real y listo Es sencillo, critícame en Internet Y así tendré mejor publicidad que Freixenet Ya que estás, ¿por qué no cuentas cada compás? Sólo hay veinte entre estribillo y es más Te lo mete en R&B ese cabrón del Phone Critícale también, venga, aunque te mole Paso de todos los puristas Y demás marujas del rap Nadie va a venir a decirme Lo que es y no es rap real Hay demasiada gente Criticando por criticar Haré como me parezca mi música Y si no te gusta pues quítala No me lo creo, ¿aún estás escuchando? Cuidado no vaya a ser que te esté gustando Que apenas llevo cinco años en esto del rap No soy de la old school así que en realidad Debo de ser un toyako, porque además
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Me molan Eminem, Dr.Dre y Nas ¡Vaya! Debería habérmelo callado Seguro que alguno el discman ya ha apagado Es una pena porque a continuación Voy a proceder a dar información De ésa que os gusta para rumorear ¿Tenéis papel y boli? Bien, apuntad Fui a un colegio inglés privado de esos de pago Es algo natural porque mi padre está forrado Conduce un Mercedes deportivo SLK En definitiva, vengo de buena familia Eso es lo que interesa, no interesa nada Que mi padre me pegara y tuviese que irme de casa Teniendo diecisiete, ¿para ti eso no es calle? Normal, todavía vives con tu madre Paso de todos los puristas Y demás marujas del rap Nadie va a venir a decirme Lo que es y no es rap real Hay demasiada gente Criticando por criticar Haré como me parezca mi música Y si no te gusta pues quítala ¡Atención, atención, que se sepa en todos lados! ¡JP tiene algún track con uno de Desterrados! No es con Santaflow, es con El Xhulo La verdad es que él lo hace bien pero era del grupo Así que frikis, ¡todos a criticar! No dejéis esta gran oportunidad parar Que si no os aburriréis encerrados en casa 24/7 Delante del ordenata Te bajas pirata el rap nacional Por que las pelas son pa' porros, ¡tú si que eres real! Ojalá alguna persona capte mi tono irónico Antes de que acabe loco o peor: afónico {sample: Debería poner en orden sus prioridades}
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Puede ser pero no soy el único Ya que hay rumores que tienen más público Que un concierto de Triptik y Oxmo Puccino ¿Qué? Triste pero cierto, el movimiento está perdido Bboys reales, puristas, dejad vivir la vida Haceos un favor y buscaos una piba Un saludo para la mía, Seismesina por siempre Pelirrojo, La Sierra, Stylo Rancio, ETCG Paso de todos los puristas Y demás marujas del rap Nadie va a venir a decirme Lo que es y no es rap real Hay demasiada gente Criticando por criticar Haré como me parezca mi música Y si no te gusta pues quítala”
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Llegó el verano de mis diecisiete años, en noviembre cumpliría los dieciocho y tenía previsto irme a vivir por mi cuenta de algún modo u otro. Mis padres querían que me fuese otro mes fuera, querían su famoso mes al año sin hijos. Yo había dejado el trabajo para poder centrarme en grabar mi nueva maqueta, pero pronto tendría que buscar otro y, obviamente, no era el mejor momento para irme de vacaciones. Como mis padres también se iban ese mes fuera, intenté convencerles de poder quedarme solo en casa y así poder seguir con mi música y buscar otro empleo. A mí padre no le gustó la idea y tuvimos nuestra última pelea. El fiscal lo dejaba claro, yo estaba a una sola denuncia más de mis padres de acabar en el reformatorio. Otra opción era que me diesen la emancipación anticipada. Sería como si a todos los efectos yo fuese mayor de edad; mis padres, ya no tendrían ningún tipo de responsabilidad para conmigo y a mí se me limpiaría todo mi expediente. Empezar de nuevo, pero esta vez solo. A mí me sonaba bien. Mucho mejor que dejar la posibilidad de acabar en un reformatorio en manos de mis padres, sin duda. Recuerdo de aquella conversación con el fiscal algo que me marcó. Él dijo algo así como: “A este chaval habría que haberle dado una leche a tiempo”. A lo que mi madre instintivamente contestó: “Este niño lo que tiene es alguna leche de más”. Fue la primera vez que sentí algo parecido a una disculpa por parte de alguno de mis progenitores. Unos días después, estábamos firmando mi emancipación frente a un notario. Al poco, me subí al coche de mi madre con un par de mochilas donde había guardado mis cosas y me dejó en Villalba, el pueblo donde yo había ido al instituto que tanto me había gustado aunque acabase dejándolo. El pueblo donde estuve trabajando para ahorrar para ese momento. El pueblo donde me habían roto el corazón un año antes justo antes de los fuegos artificiales. El pueblo que se convertiría en mi hogar durante muchos años más. Mi madre me miró y me dijo: “No hagas nada de lo que te puedas arrepentir”. Se subió al coche y se fue. Y ahí estaba yo, con mis mochilas delante de un paso de zebra sin saber muy bien qué hacer.
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¿Sabéis las típicas historias esas de que alguien “se hizo a sí mismo” sin la ayuda de nadie? Pues no fue mi caso. Por suerte, Cloe, una amiga, habló con sus padres y estos me dejaron usar a modo de hogar un
trastero que tenían con un sofá, un colchón en el suelo y un baño. Por esa época, conocí también a Seismesina, una chica con la que congenié de una manera especial y que pronto se convirtió en mi novia. Cloe, Seismesina, Nova, Psico, Pink, Jose, Nacho, Hippie, Cuba, Joel, Peki, Norte y un largo etcétera, se convirtieron en mi nueva familia. Algunos eran de mi edad, pero la mayoría eran más pequeños que yo y, aún así, cuidaron de mí como nunca nadie lo había hecho. Me traían comida de sus casas, me dejaban algunos euros para poder ir a comprar pasta y arroz cuando iba mal de dinero y, sobre todo me hicieron sentir querido y apoyado. Mi mejor amigo, Kich, había terminado el bachillerato antes del verano y no tenía muy claro lo que iba a hacer después. Al enterarse de mi situación, cogió sus cosas y se vino conmigo al trastero. Nos fuimos turnando el colchón y el sofá para dormir. Poco después, consiguió convencer a un amigo suyo para unirse a la aventura y, entre los tres, nos pusimos a buscar un piso. Por esa época, no conseguía mantener ningún trabajo. Limpié cacas de animales trabajando cuarenta horas a la semana a turno partido en una tienda de mascotas, pero cuando me dieron mi primera nómina y vi que no llegaba ni a quinientos euros, lo dejé. Estuve también de reponedor en un supermercado, pero por un problema con fechas de papeleos legales de mi emancipación, acabaron echándome a las dos semanas porque ni obtuvieron la firma de mis padres ni llegaron los papeles de la emancipación a tiempo y, claro, yo aún no tenía dieciocho. Luego conseguí trabajo en una tienda de deportes, pero para cuando por fin encontramos a alguien dispuesto a alquilarnos un piso a pesar de ser tan jóvenes, no me quisieron dar el día libre en la tienda para poder ir a firmar el contrato. Fingí ponerme malo ese día para poder ir a la firma, pero sólo sirvió para que me despidieran. Bueno, al menos ya teníamos piso. Mi vida no era un camino de rosas pero por fin tenía una casa, uno de mis compañeros de piso era mi mejor amigo de toda la vida, Seismesina vivía muy cerca mío y siempre la tenía a ella o a un montón de amigos por ahí echándome una mano y haciéndome sentir querido. A la vez, me seguía haciendo un hueco en el mundillo de la música y, aunque algunos
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tachaban mi estilo de ser demasiado comercial, demasiado “poco calle para ser rap” o cosas similares, Doshermanos me consiguieron otro hueco en otro recopilatorio. Yo decidí aprovechar la oportunidad haciendo una canción resumiendo un poco mi vida hasta la fecha. Me resultaba increíble que un montón de veinteañeros que aún vivían con sus padres y que todo lo que hacían era fumar porros, tuviesen el valor de decirme que yo no tenía derecho a hacer rap porque yo no era “calle”. Mi vida no había sido fácil, pero me mantenía lejos de cualquier cosa ilegal y de cualquier tipo de pelea. Todas las denuncias se habían borrado gracias a la ley del menor, tenía de nuevo un expediente limpio y no pensaba ensuciarlo con nada mientras pudiera. Así nació Antipuristas, si algo había aprendido era a expresar cómo me sentía a través de la música. No consiguió cambiar la opinión de esa gente que decía que yo no valía para el rap, pero sí llamó la atención de algún sello, alguna revista, algún programa de televisión… La gente empezaba a conocer mi nombre en el panorama de rap nacional.
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“Suelo caer justo después de volar pero eso no quita que lo vaya a volver a intentar”
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Vuelo “¡Vuelo! Si quieres verme mira al cielo ¡Vuelo! Sin cadenas, no tengo dueño ¡Vuelo! Sigo mi camino, sigo mi sueño ¡Vuelo! ¡Voila! ¡Vuelo! ¡Porque puedo! ¡Vuelo! Si quieres verme mira al cielo ¡Vuelo! Sin cadenas, no tengo miedo ¡Vuelo! Sigo mi camino, sigo mi sueño ¡Vuelo! ¡Voila! ¡Vuelo! ¡Porque quiero! Me cortaron las alas, me sentí débil sin ellas Escondido entre sábanas no pude ver las estrellas No pare de luchar, no pare de perder Cogí la sartén por el mango ¡y me quemé! Huí de mis problemas pero estos me acorralaron Hundido en mis penas quise todo abandonarlo Tiré la toalla pero alguien la recogió “¡Esta vez voy a por todas!” dijo y me la entregó Quizás el destino me dio otra oportunidad Última quizá así que tendría que aprovecharla Iluminado de nuevo mi camino cogí aliento Empecé a correr bien rápido en contra del viento Ríos, valles, montañas, ¡nada me detiene! Orgulloso de estar por fin junto a la gente que me quiere Algunos vienen, otros van, pero los que están, están Y los que no me quieren que digan lo que quieran Van de duros algunos y lo que les falta es cariño Niños con ojos de adulto, adultos con ojos de niño Que tiemble el destino, ha vuelto JP Inclinen cabezas hacia arriba porque... ¡Vuelo! Si quieres verme mira al cielo ¡Vuelo! Sin cadenas, no tengo dueño ¡Vuelo! Sigo mi camino, sigo mi sueño ¡Vuelo! ¡Voila! ¡Vuelo! ¡Porque puedo! ¡Vuelo! Si quieres verme mira al cielo
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¡Vuelo! Sin cadenas, no tengo miedo ¡Vuelo! Sigo mi camino, sigo mi sueño ¡Vuelo! ¡Voila! ¡Vuelo! ¡Porque quiero! Siempre eché una mano a quien me pidió ayuda Y parece ser que por ello ahora soy motivo de burla Me la suda, venga, insúltame si quieres Pero no seré yo el que pierda los papeles Fina retina la mía, nítida y limpia la imagen Ojos en mi nuca para que no me la claven ¡Por la espalda! Que parece ser que está de moda Inventarse historias falsas sobre mi persona ¿Qué pasa? ¿Es que os aburrís en vuestra casa? ¿O simplemente es vuestra mente que a veces se retrasa? Paso de corros de porros, prefiero corros de rimas Estar de tranquis con mi piba y no hacer caso a tus movidas ¿A que aspiras? Si respiras y aspiras mentiras Y las cosas se complican según pasan los días Vidas perdidas a veces son bien merecidas Mientras tu soñabas yo curraba en nuevas melodías Mis días malos se acabaron, hoy estallo de energía Vuelvo a creer en el amor, Seismesina mi alegría Quien diría que yo volvería a sentirme así Si os preguntan si podéis volar, decid... ¡Vuelo! Si quieres verme mira al cielo ¡Vuelo! Sin cadenas, no tengo dueño ¡Vuelo! Sigo mi camino, sigo mi sueño ¡Vuelo! ¡Voila! ¡Vuelo! ¡Porque puedo! ¡Vuelo! Si quieres verme mira al cielo ¡Vuelo! Sin cadenas, no tengo miedo ¡Vuelo! Sigo mi camino, sigo mi sueño ¡Vuelo! ¡Voila! ¡Vuelo! ¡Porque quiero! El querer es poder, el perder no es opción Esfuerzo, empeño, ilusión, ¡premeditación! Salgan al balcón y griten bien fuerte: “¡Actuemos, luchemos, no confiemos en la suerte!”
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Aviven el fuego, luchen por sus sueños Agiten rápido los brazos, emprendan el vuelo Suelo caer justo después de volar Pero eso no quita que lo vaya a volver a intentar Algunos me intentan parar, hablan mierda de mi grupo Stylo Ranzio avanza despacio, no me preocupo Están fuera del cupo, falsos Mesías del rap El Jodido Pelirrojo tan solo ofrece otro track 686 97 50 35 Llámenme si alguno quiere batirse conmigo en micro Chico estate quieto, no te cortes con La Sierra Y cena despacio no vaya a ser tu última cena Que pena, ¿la leña de tu peña ya no quema? Aparte el micro en la cocina, encima de la encimera Aunque lo tachen de imposible intentaré cambiar el mundo JP, La Sierra, Stylo Ranzio, Es Tao Chun Go ¡Vuelo! Si quieres verme mira al cielo ¡Vuelo! Sin cadenas, no tengo dueño ¡Vuelo! Sigo mi camino, sigo mi sueño ¡Vuelo! ¡Voila! ¡Vuelo! ¡Porque puedo! ¡Vuelo! Si quieres verme mira al cielo ¡Vuelo! Sin cadenas, no tengo miedo ¡Vuelo! Sigo mi camino, sigo mi sueño ¡Vuelo! ¡Voila! ¡Vuelo! ¡Porque quiero!”
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En cuanto pudimos entrar al nuevo piso, recuperé mi ordenador de casa de mis padres, compré un nuevo micrófono y empecé a grabar nuevos temas. De repente, no sólo tenía muchas cosas nuevas que contar en mis canciones, sino que además me sentía lleno de energía positiva. Cuanto más tiempo pasaba alejado de mis padres, menos odio sentía dentro de mí. Por primera vez en mi vida, tenía una casa a la que no me daba miedo volver, donde me sentía cómodo. Tenía que trabajar, pero eso sólo me robaba un tiempo fijo, el resto del tiempo podía dedicarlo a mi música o a hacer cosas que me gustasen sin tener que preocuparme de estudiar para exámenes, acabar trabajos o compañeros de clase que me hiciesen la vida imposible como antaño. Tampoco había nadie que pudiese regañarme por no ordenar mi cuarto, llegar tarde cuando salía por ahí con mis amigos o tomarme un tazón de cereales para cenar. Esto, a algunos os sonará ridículo, pero ¡hasta pude empezar a ver Los Simpson por primera vez! En casa de mis padres se habían prohibido muchas cosas durante los últimos años: El Anime (los dibujos japoneses eran sólo para adultos), los juegos de rol (eso para ellos generaba psicópatas asesinos), Los Simpson, e incluso llegaron a prohibirme en su día escuchar o hacer rap, prohibición que obviamente nunca acepté ni cumplí. Ahora podía hacer lo que quisiese cuando quisiese, sin tener que dar parte a nadie siempre que el dinero que ganase me lo permitiese. Me sentía liberado, como si hubiese cortado unas cadenas que me mantenían preso de ser quien quería ser. Además, mi relación con Seismesina iba genial y tenía algo que la mayoría de chavales de dieciocho años no tenía: un piso permanentemente sin padres. Quizá también esto os suene raro a algunos, pero en casa de mis padres no sólo tenías que pedir permiso con varios días de antelación para que un amigo pasase la tarde en tu casa, sino que el hecho de llevar a una persona de tu sexo opuesto era del todo impensable, especialmente que entrase en tu cuarto o tener algo de intimidad en él.
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Ahora era libre y sólo veía cosas buenas a mi alrededor. Mi nombre empezaba a hacerse conocido poco a poco en el mundillo de la música
y empecé también a participar en competiciones donde se improvisaba rapeando, cosa que se me daba bastante bien. Esto empezó a abrirme a un nuevo público que empezó a interesarse por mi música, pero de la misma manera también empezaron a aparecer muchas personas a las que no les caía bien. Se empezaron a expandir rumores sobre mí, especialmente por la zona por donde vivía, pero a mí me daba igual. Yo, en ese momento, era tan feliz que cuando Doshermanos volvieron a sacar adelante un segundo recopilatorio musical con gente de La Sierra, yo tuve claro como llamaría a mi canción: Vuelo. Como dato curioso, te diré que di mi número de teléfono real en la canción. No era consciente de que el tema fuese a llegar a tantísima gente como llegó en su día y, visto con perspectiva, no fue la mejor de las ideas. Recibí muchísimas llamadas y mensajes tanto de gente que quería conocerme o felicitarme, como de gente que tan sólo quería insultarme o amenazarme. Por primera vez en mi vida, además, la gente empezaba a pararme ocasionalmente por la calle porque me habían reconocido. Algo estaba cambiando.
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No es tan fácil “No es tan fácil escoger entre amor y amistad No es tan fácil aguantar el frío en soledad Cuando la salida más dura es mantener la cordura Lo caliente se vuelve frío y la luz se ve oscura No es tan fácil no estallar y perder los papeles Estando obligado a hacer daño elegir a quienes No es tan fácil confiar en traidores que se han vuelto fieles Ni aceptar que el dinero te impide hacer lo que quieres No es tan fácil decidirte por algo e ir a por ello No es tan fácil ser positivo cuando estás hasta el cuello Luego se amontonan todas las responsabilidades Y no es tan fácil ser ágil y salvar dificultades Salvedades, peros, pegas y excepciones A veces el contrato tiene demasiadas condiciones Cuando no entiendes la canción y sin embargo Sabes que las palabras te están transmitiendo algo No es tan fácil no conformarse con un lugar en el podio No es tan fácil coger el boli cuando está en blanco el folio No es tan fácil saber lo que uno quiere Al igual que no es tan fácil hacer lo que uno debe No es tan fácil estudiar para luego examinarse Y aunque te expliquen no siempre es tan fácil enterarse Y aunque encuentres tu lugar y éste te guste No es tan fácil conseguir que no te asuste No es tan fácil respirar cuando ya poco te queda No es tan fácil decir basta y mandar todo a la mierda Darse la media vuelta y caminar solo No es tan fácil si siempre tuviste un apoyo No es tan fácil querer, no es tan fácil amar Y aunque una vez lo fue ya no es tan fácil soñar No es tan fácil jugar si no lo haces por ganar Y no es tan fácil besar tan solo por besar Sin nada por lo que morir no es tan fácil vivir Y no es tan fácil decir sí aunque quieras decir sí
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Si las cosas avanzan aunque sea despacio No es tan fácil pararlas para luego ir más rápido No es tan fácil elegir entre comer o tener mono No es tan fácil la elección de coger un micrófono No es tan fácil dejar que sufra un hermano Aún sabiendo que para que se haga fuerte es necesario No es tan fácil hablar claro si dices la verdad No es tan fácil mantener una verdadera amistad No es tan fácil aguantar sin nada por lo que luchar Cuando el dolor fue grande no es tan fácil olvidar Ni perdonar, no, no es tan fácil perdonar Aunque fuese tu padre el que te viniese a suplicar No es tan fácil decir basta y mandar todo a la mierda No es tan fácil respirar cuando ya nada te queda”
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Aprovechando que yo empezaba a hacerme un hueco en el mundillo de la música, Kich y yo decidimos hacer otra maqueta juntos. Estábamos pasando circunstancias similares y, aunque él siempre había llevado un ritmo más lento que el mío a la hora de componer, me encantaba su manera de escribir. Para mí, él escribía mucho mejor que yo. Es cierto que en su momento él se había venido conmigo para echarme un cable, pero también huía a su modo de sus propias circunstancias familiares. Éramos dos chavales de dieciocho años aprendiendo a vivir por su cuenta, intentando entender lo que implicaba ser adulto e intentando estar a la altura. Pero no era tan fácil. A pesar de que me iba haciendo un poco conocido, la música no me daba absolutamente nada de dinero, al contrario, cada mes me dejaba parte de lo que hubiese ganado trabajando en comprar equipo para mejorar mi pequeño estudio en mi dormitorio y así poder seguir grabando y sacando canciones con una mínima calidad. Eso con el tiempo, fue posiblemente lo único que me mantuvo mínimamente cuerdo. Sí, tenía unos amigos geniales pero empecé a ir de trabajo en trabajo. Nunca conseguía mantener uno fijo, lo que hizo que me endeudase con algunos de ellos, otros me daban dinero a cambio de que les grabase canciones en mi estudio… Conseguía salir del paso cada mes pero llevaba ya años enganchado al tabaco, lo cual me quitaba gran parte de mi presupuesto y acababa teniendo dinero sólo para comprar pasta y arroz. Descubrí también que una botella de vino del supermercado podía ser mucho más barata que la pizza o alguna comida de esas que tanto me apetecían y no me podía permitir. Además, el vino me dejaba esa sensación de felicidad durante todo el día, mientras que la pizza sólo hasta que acababa de comérmela. Y así entré en un bucle raro, sin mantener trabajos de forma estable, grabando canciones a cambio de cajetillas de tabaco, viviendo en una casa donde todos los días de la semana había algún tipo de fiesta o amigos (y a veces desconocidos) apalancados por el salón. Mucho alcohol a diario, la gente siempre traía, siempre sobraba de cada fin de semana. Pensé que el problema era el dinero, así que cómo tenía algunos
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amigos que fumaban porros, intenté pasar hachís durante un tiempo, pero mis amigos no fumaban tanto y yo no quería arriesgarme a vender a gente que no conocía, así que acabé por alejarme de ello antes de que estropease mi expediente recién limpiado. Y así, entré en una época algo depresiva y autodestructiva. Poco a poco, me daba cuenta de que, aunque yo quería ser un gran artista y me había llegado a sentir así tras publicar canciones que habían gustado, la realidad era que yo sólo era un chaval con trabajos temporales, que apenas podía pagar las facturas cada mes y parecía que nada iba a cambiar a corto o medio plazo. Empecé a encerrarme en mi cuarto, a beber hasta emborracharme sin importar qué día de la semana fuese y a sentirme mal conmigo mismo y con todos los que me rodeaban. Quería estar solo. Empecé a tener roces con el otro compañero de piso y eso me hizo tenerlos también con Kich. También empezó a afectar a mi relación con Seismesina. Algo no funcionaba, esto no era lo que yo siempre había querido. ¿Mi vida consistiría siempre en limitarme a sobrevivir y estar de fiesta cuando pudiese? No era lo que yo quería. Empecé a sentirme muy vacío. Para colmo, mis padres habían prohibido a mi hermano venir a visitarme, pero obviamente seguíamos manteniendo contacto aunque fuese sólo a través del móvil. Un día, me enteré de que mi padre le había vuelto a levantar la mano a mi hermano pequeño y les llamé para dejárselo bien claro: como volviese alguno a poner un sólo dedo encima de él, les denunciaría a los dos y lucharía por su custodia si hiciese falta. Creo que nunca más volvieron a levantarle la mano, pero yo no estaba cómodo sabiendo que él seguía en esa casa y menos aún sin poder verle. Creo que lo que más buscaba por esa época era un perdón por parte de mis padres. Una disculpa por las cosas que me habían hecho pasar. Pero nunca llegó y, aunque hubiese llegado, no creo que yo hubiese sabido perdonarles.
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De esa época, salió una maqueta algo oscura titulada Emancipación Prematura y de ahí esta canción titulada No es tan fácil. Porque no, no lo era.
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Haz que suenen las campanas “Ella mira por la ventana, todo está oscuro ahí fuera Su habitación fue prisión pero hoy es madriguera Sujeta unas campanas doradas Las agita suavemente al compás de lágrimas No puede evitar pensar, ¿por qué ahora? ¿por qué a ella? ¿Acaso no fue lo suficientemente buena? Se siente culpable pero es la víctima De un pobre loco con una gran herida Ahora su alma está herida, se siente perdida No hay fuerzas para seguir, sólo busca una salida Ojalá, ojalá las cosas fuesen distintas Todas esas promesas ya le suenan a mentiras Las sonrisas parecen sólo parte del pasado El pasado, no puede mirar hacia otro lado Ella pudo volar, tuvo alas como las hadas Y por si acaso hace que suenen las campanas Haz que suenen las campanas, haz que suenen las campanas Haz que suenen las campanas, haz que suenen las campanas Haz que suenen las campanas, haz que suenen las campanas Para que algún hada recupere sus alas Haz que suenen las campanas, haz que suenen las campanas Haz que suenen las campanas, haz que suenen las campanas Haz que suenen las campanas, haz que suenen las campanas Para que algún ángel recupere sus alas Él, él, su caso es distinto Él es el culpable, él cometió el delito Ha de dormir cada noche sabiendo que hizo mal a ella Y aunque el dolor es inmenso, quiere más condena Nunca existieron terceras oportunidades Chico, chico, haberlo pensado antes Él fue a lo suyo, hizo el capullo Aunque al menos dio la cara y nunca huyó
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Pero qué más da, no habrá piedad para el traidor Siempre la amó y de ahí su gran dolor Pero él no piensa en él, le da igual sufrir Tan sólo desea volver a verla sonreír La quiere pero nunca supo demostrarlo Parece que ya es tarde, nada puede arreglarlo Si tan sólo fuese bueno, si tuviese sus alas Por si acaso él también agita unas campanas Haz que suenen las campanas, haz que suenen las campanas Haz que suenen las campanas, haz que suenen las campanas Haz que suenen las campanas, haz que suenen las campanas Para que algún hada recupere sus alas Haz que suenen las campanas, haz que suenen las campanas Haz que suenen las campanas, haz que suenen las campanas Haz que suenen las campanas, haz que suenen las campanas Para que algún ángel recupere sus alas Los dos fueron uno, ahora vuelven a ser dos No se dan cuenta de que solos están perdidos Son unos críos, ambos por igual Los idealistas siempre acaban mal Pero qué le van a hacer si el tiempo no fue el adecuado Sólo pensar que ese momento no estuviese en el pasado En cada abrazo, en cada beso Hubo más que palabras en cada “te quiero” Sentimientos se perdieron en la eternidad Ella encontró a otro y encontró felicidad Vivió una vida sencilla llena de alegría Él murió y se reencarnó en una triste melodía Ahora la luna llora, no logra entender Porque lo que ella unió lo destrozó el amanecer Los cuentos no siempre son tan sólo palabras Cuando hay luna llena siempre se oyen las campanas Haz que suenen las campanas, haz que suenen las campanas Haz que suenen las campanas, haz que suenen las campanas Haz que suenen las campanas, haz que suenen las campanas Para que algún hada recupere sus alas
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Haz que suenen las campanas, haz que suenen las campanas Haz que suenen las campanas, haz que suenen las campanas Haz que suenen las campanas, haz que suenen las campanas Para que algún ángel recupere sus alas”
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No estaba feliz con mi vida y me volví autodestructivo. También un capullo. Antes de Seismesina yo había salido durante un breve periodo de tiempo con Nova, pero en su momento no había funcionado. Aún así, siempre la había querido mucho y se había convertido en una gran amiga. Fue de las personas que más se preocupó por mí cuando más lo necesité y, un día, cerca de Navidad, ocurrió lo que nunca debería haber ocurrido. Seismesina, con la mejor de sus intenciones, nos trajo regalos de Navidad a todos. No recuerdo cuál fue el mío, pero recuerdo claramente la frase escrita que lo acompañó: “La suerte está echada”. Hablábamos mucho a través de canciones y, en esta ocasión, ella estaba haciendo una alusión a la canción de Lo echamos a suertes, de Ella baila sola. La canción habla sobre una pareja que no está pasando por su mejor momento y la conclusión acaba siendo que hay que aguantar un poco más o echarlo a suertes. Con eso, ella quería decirme que no había que echar nada a suertes, que ella lo tenía claro, que aunque no estuviésemos en nuestro mejor momento, ella quería seguir conmigo. Pero eso lo sé ahora. En ese momento, malinterpreté el mensaje. Me agobié mucho. Más allá de no estar bien con ella, no estaba bien conmigo mismo y, en ese momento, no sentí que pudiese recurrir a ella. Pero yo necesitaba ayuda y recurrí a otra persona: Nova. Y, sí, acabé acostándome con mi ex. Ojo, porque si piensas que soy un capullo por ello, has de saber que fui mucho más que eso. Porque Nova era, por aquella época una de las mejores amigas de Seismesina. Porque de algún modo me aproveché de que yo había notado que nunca le había dejado de gustar e hice que ello fuese más importante para ella en ese momento que su amistad con Seismesina. Pero lejos de querer justificarme y más bien con intención de que puedas meterte en lo que pasaba por mi mente en ese momento, has de saber que me habría escapado con ella a donde fuese esa misma noche.
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Llevaba un tiempo sintiéndome en una jaula, aprisionado, haciéndome daño a mí mismo y a los que me rodeaban. Y esa noche, agobiado y borracho, quise hacer borrón y cuenta nueva. Quería escapar
de allí y quería cortar relación con todo y todos. Pero no era capaz de hacerlo solo, así que quise que Nova viniese conmigo. Sabía que ella me entendería, porque en el fondo éramos tan parecidos y autodestructivos que daba miedo. Y la convencí. Durante esa noche, ella fue feliz y yo fui feliz, pero no escapamos. Nunca tuve dinero para escapar. Ningún sitio a donde ir. Nunca existió nada de eso más que en mi cabeza nublada por el alcohol. Al día siguiente, me sentía la peor persona del planeta Tierra. Me sentía mal por Seismesina, pero también por Nova. Ni una pizca de lástima por mí, pues me lo había ganado. Fui con la salida del sol hasta casa de Seismesina y me quedé esperando fuera hasta que se despertó. Capullo, sí, pero consecuente. Le conté todo lo que había pasado, le pedí disculpas y me abofeteó. Al poco, volvimos a estar juntos, pero creo recordar que volví a cagarla. Probamos también a tener una relación abierta, pensamos que teníamos que diferenciar entre el amor y el sexo. Al principio, parecía que funcionaba, pero de algún modo acabé sintiéndome muy sucio y, al final, ya nada era igual. Intenté centrarme, encontré un trabajo estable como vigilante de seguridad trabajando doce horas cada noche, pero llegó un momento en que tenía que echar tantas horas en el trabajo que apenas nos veíamos. Ella acabó por enamorarse de otro y yo entendí que nunca encontraría a nadie ni avanzaría con mi carrera musical si no dejaba ese trabajo. Así que di los quince días y empecé una nueva vida. A lo largo de nuestra relación, compuse muchas canciones para Seismesina y me habrás oído nombrarla en otras tantas. Ésta fue la última. En ella, intenté describir el final de nuestra historia de la forma más bonita posible, pero no por ello quitándome de culpa. Después de todo, siempre fue mi culpa.
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Fuera de Contexto “Fuera de contexto, da igual donde vaya Fuera... Ahí está... De contexto... Da igual donde vaya, no existe mi casa Miro desde fuera mientras el tiempo pasa La gente vive, todo el mundo tiene un sitio Y lo cierto es que aunque busque yo no encuentro el mío ¿Qué será este sentimiento? Allá donde voy estoy fuera de contexto Miro al cielo, me siento tan pequeño Vago sin rumbo pero siempre contra viento Siento que el tiempo destruye y lleva lejos Amigos, besos, lugares y recuerdos Dicen que pone a cada uno en su lugar pues Debe ser que yo no tengo lugar pues Me siento solo y aunque digas lo contrario Sé que en tu vida sólo soy el chico raro Que viene, que va, que realmente no conoces Una voz más entre tantas voces No soy importante, poco a poco lo asumo Delirios de grandeza se perdieron entre el humo Vivo pensando que mañana no estarás Pensando que te cansarás, que te irás He pasado buenos ratos con tantas personas En tantos lugares y en varios idiomas Pero siempre está ese mismo sentimiento Allá donde voy estoy fuera de contexto Allá donde vaya me siento fuera de contexto Allá donde vaya vuelve ese sentimiento No soy parte de nada ni de nadie O al menos no la parte más importante Quizá si me vaya haya alguna lágrima Pero que más da, nadie se vendrá
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El mundo gira y todos lo hacemos con él Somos pintura y el tiempo nuestro pincel Intentamos dar lo mejor de nosotros A todos aquellos que cambian nuestros rostros Cambian los rostros que solían rodearnos Antes casi hermanos, ahora son extraños Y volverá a pasar, por eso cada texto Lo escribo sabiendo que está fuera de contexto El mundo gira y lo hace con anhelo La felicidad ya no sabe a caramelo Vamos creciendo, no sé si madurando Vamos cambiando pero siempre buscando Momentos por los que la vida valga la pena Fuera de contexto en esta gran pelea Por sobrevivir ese largo día a día Intentar despistar a la rutina Queremos tantas cosas y somos tantos Que más que amigos hay temporales aliados Pongo mi corazón en todo aquello expreso Y por eso por desgracia estoy fuera de contexto Allá donde vaya me siento fuera de contexto Allá donde vaya vuelve ese sentimiento ¿Qué será este sentimiento? Allá donde voy estoy fuera de contexto Siento que el tiempo destruye y lleva lejos Amigos, besos, lugares y recuerdos El mundo gira y todos lo hacemos con él Somos pintura y el tiempo nuestro pincel Pongo mi corazón en todo aquello que expreso Y por eso por desgracia estoy fuera de contexto”
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Después de un tiempo, por fin llegó el momento que tanto había estado esperando: tuve la oportunidad de publicar un disco. Un sello discográfico se fijo en mí y Doshermanos me ayudaron a cerrar el acuerdo. Primero, sacaría un maxi (un disco de seis canciones) y, si funcionaba medianamente bien, luego podría sacar el disco de larga duración. Para el maxi, decidimos contar, por un lado, con algunas canciones que ya había publicado anteriormente en discos recopilatorios y que sabíamos que habían gustado como Vuelo o Antipuristas. También incluimos una canción que volvería a aparecer en el disco titulada Luchemos y compuse tres canciones nuevas que sólo aparecerían en este trabajo: Money, La luna quiere ser estrella y Fuera de contexto, la cual acabaría dando título al maxi. Ésta fue una de esas canciones que compuse en apenas media hora. Lavito, una amiga de mi hermano pequeño, me pasó un sample de piano que me hizo sacar rápidamente boli y papel, y me puse a escribir. Desde hace un tiempo, ya no tenía un grupo de amigos fijo. Algunos días me iba con unos y otros con otros, pero no sentía que formase parte de ningún grupo en particular. Había algo que me decía que ya no encajaba con nadie de mi entorno. Aquella época depresiva, había acabado con la etapa de aquel primer piso compartido y con mi relación cercana a la mayoría de mis amigos de la época, Kich incluido. Cuando se acabó el contrato de alquiler, se mudó a otro y yo me quedé en la calle. Me dejó usar un sofá de su nuevo piso hasta que encontré otro para mí. Pero, cuando por fin lo hice, me dijo que él no quería la vida que yo estaba eligiendo, que quería algo muy distinto y que prefería no volver a saber mucho más de mí. Según pasaron los meses, volví a centrarme en sólo dos cosas, sabiendo que esa técnica ya me había funcionado en su día: trabajar y seguir haciendo música. Llegué a tener varios trabajos simultáneos. Por la mañana, en el sello discográfico de Doshermanos, llevando la parte de medios y comunicación; a medio día, haciendo de canguro de un chaval encantador; por la tarde, llevando una pequeña tienda de ropa, música y latas para pintar y, de ocho de la tarde a doce de la noche, contando
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mercancía en un supermercado. Por suerte, en la tienda podía seguir componiendo canciones, no había tanta clientela y, además, tenía los fines de semana libres. Las cosas me iban bien, tampoco me resultaba especialmente duro el trabajo, pero empezaba a desconectar de la gente. Cada vez que hablaba con gente de mi edad, sentía que no encajaba con ellos. Yo tenía otros objetivos, esperaba otras cosas de la vida y desde luego estaba en otro momento. Así, empezó a invadirme ese sentimiento de no conectar con nadie. Sentía como si estuviese viendo la vida sin participar en ella, como si fuese un mero espectador de la de los demás mientras seguía esperando mi momento. Suena triste, pero de algún modo tampoco lo era. Sencillamente, era como una especie de pausa temporal. La verdad es que creo que no llegué a ser consciente de todo esto hasta el mismísimo momento en el que ya había acabado de escribir la canción y la volví a leer. Sí, sin duda, así se llamaría mi primer maxi: Fuera de contexto.
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Phyxius “JO-TA-PE-LI-RRO-JO ¡Phyxius! JO-TA-PE-LI-RRO-JO ¡Phyxius! Abran las alas, es el momento ¡Phyxius! de emprender el vuelo Demasiado tiempo andando Se acabó, ahora mando yo A los diecisiete tomé las riendas Dije adiós a mis padres e hice las maletas Soy un crío que paga facturas Salté del nido sin tener plumas Oscuras noches pasé Y así forjé este fuerte plumaje No seré paje si puedo ser rey Si diste al play, caíste en mi ley No hay delay en este mi plan Todos los saben y si no lo sabrán Quien no corre vuela, mira mis alas JPelirrojo no se queda atrás Bombos, cajas, partir el compás Todo controlado, ¿alguien da más? Produce JP, rima JP Hablas mierda de JP, ¡jódete! 24/7 al final del cable Rap mi obsesión mi plan inefable Primer paso es salir del subsuelo El segundo: emprender el vuelo JO-TA-PE-LI-RRO-JO ¡Phyxius! JO-TA-PE-LI-RRO-JO ¡Phyxius! Chavales con sueños, sin dueños Altos vuelos son largos duelos Luchar por no llevar corbata Juegan duro, doble o nada
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Es mi generación, son nuestras vidas Solo verás promesas incumplidas Balas perdidas dura competición Con o sin don, ¡compón! Sueña con una vida de ocio Hacer del vicio nuestro negocio Subir al podio, ser especial Sin remordimiento pisar al rival El medio da igual, buscan la gloria Siempre la misma historia Llegar el primero, ver, coger Hacer cualquier cosa por tener poder Son duros tiempos para idealistas Los amigos ya ponen zancadillas Si no cocinas aquí no comes La gente distinta ya son clones Aun así vengo a hacerme un hueco Jugaré al juego aunque juegue con fuego Uno a cero, ver para creerlo Es la hora: emprendo el vuelo JO-TA-PE-LI-RRO-JO ¡Phyxius! JO-TA-PE-LI-RRO-JO ¡Phyxius!”
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El maxi no fue un éxito en ventas, pero fue lo suficientemente bien como para dar paso al disco. Ya había sacado un sinfín de maquetas y, sin duda, Fuera de contexto había sido un buen entrenamiento para prepararme mentalmente para la salida de mi primer disco de larga duración, aunque la presión seguía ahí. Había soñado tantas veces durante los últimos años con sacar un disco, que había llegado a magnificar en mi cabeza ese momento. Estaba convencido de que era mi oportunidad para marcar un verdadero antes y después en mi vida. Si jugaba bien mis cartas, quizá ya no tendría que volver a un trabajo “normal” y mi vida podría consistir en componer nuevas canciones y dar conciertos por todos los países de habla hispana. Necesitaba creer que todo el esfuerzo que había invertido hasta la fecha daría pronto sus resultados. Aun así, me tomé mi tiempo para la creación del disco. Quería que fuese perfecto y había una vocecita en mi cabeza que me decía que quizá aún no era el momento, que quizá todavía no estaba preparado. Yo mismo me encargué de las instrumentales y pude contar con el estudio de grabación de Doshermanos para las voces. También pude colaborar con artistas a los que había admirado desde niño, como Dobleache o los propios Doshermanos. También conté con el talento de Phone, Full Nelson, Araceli y algunos amigos de toda la vida como Kich. Aceptó venir al estudio a regrabar la canción de Ángel sin alas, que incluimos en su día en aquella maqueta que hablaba sobre nuestra emancipación. Para mí, eso fue algo muy especial. Si Kich no hubiese estado presente en mi primer disco publicado, habría faltado algo. Compaginar trabajos con grabaciones supuso un esfuerzo, sin duda, pero era una de esas ocasiones donde “sarna con gusto no pica”. Llevaba un tiempo en busca de un buen título para el disco y no se me ocurría nada, pero un día, viendo la película titulada Equipo a la fuerza, apareció por casualidad la idea. Había una escena en la que Keanu Reeves le enseñaba su barco a una chica y le decía que lo había bautizado Phyxius. Ella le preguntó el significado de la palabra y él contestó: “emprender el vuelo”.
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Emprender el vuelo. Sin duda, era un título perfecto. Encajaba a la
perfección con una línea que había marcado desde hace tiempo en mis canciones. Vuelo, Ángel sin alas, había un sinfín de canciones en las que hacía referencia a ello de algún modo u otro. El disco se llamaría Phyxius. Teniendo el título del disco, nació esta canción. Fue algo así como una mezcla entre un breve resumen de cómo había llegado hasta ahí y un manifiesto de declaración de intenciones. Quería que fuese la primera canción del disco y, por lo tanto, que tuviese mucha fuerza. También quería poder usarla para empezar los conciertos, por lo que hice un estribillo pensando principalmente en dar mucha fuerza al inicio de un directo. Me quedé muy satisfecho con el resultado y, de repente, el disco en sí cobró un significado en conjunto más allá del que tenía cada canción por su cuenta. También tengo que destacar el gran trabajo que hizo Gorka, de Doshermanos, con todo el diseño del disco. Con los bocetos de DaVinci como referencia consiguió crear una estética que no sólo representaba perfectamente el concepto del disco, sino que además le aportaba un gran valor añadido. Ahora sí, el disco que yo quería publicar había cogido forma.
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A quien bien pudiese interesar “Un catorce de noviembre de no hace mucho tiempo Una dama tuvo a un niño después de un concierto Colorado su pelo, rosada su cara Nació sano y llorón a media jornada Fueron largas madrugadas, incansables lloros Tan pequeño y ya tan cansino como pocos Un buen día decidió dejar de respirar Como si supiese que ese mundo no era su lugar Ingresó en el hospital, le enchufaron maquinas Y allí tiró pa'lante hasta no necesitarlas Volvió a llorar con ganas, más seguro de sí mismo El bebé creció y con el tiempo se hizo niño Revoltoso y peleón, no como su hermana mayor Y pronto él también se hizo hermano mayor Otro bebé, poca cosa, llegó a su casa El niño felizmente entre sus brazos lo acunaba Se notaba, tenía una gran corazón Pero de su madre heredó la sensación De no encajar, de saber y no entender Sentía cosas raras que no se podían ver Hay cosas y cosas, es difícil explicar Historias e historias que no se pueden contar No todo el mundo es capaz de escuchar, ah Va para quien bien pueda interesar (x2) El niño hablaba, aunque a veces sin palabra Hasta tardía edad se meaba en la cama No podía estar a oscuras, no podía estar a solas Especialmente allí notaba raras cosas Su padre no ayudaba, tenía mano dura Su madre vivía su propia amargura Él caía en locura, nadie le escuchaba
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¿Cómo podía ser que nadie lo notara? Tenía un don que no pidió y aunque él estaba cuerdo Más de un psicólogo quedó en su recuerdo Es triste tener miedo y no saber a qué Porque entonces jamás podrás enfrentarte a él Tener miedo al miedo te hace pensar Cuando eres consciente de tu vida en ponerla un final Conocer el infinito y conocer la nada Puede hacer que una mente quede magullada No pasa nada, su madre le consolaba Mientras un “Jesusito" en la mano le doblaba Funcionaba por la noche pero durante el día Solo era feliz cuando su mente evadía Hay cosas y cosas, es difícil explicar Historias e historias que no se pueden contar No todo el mundo es capaz de escuchar, ah Va para quien bien pueda interesar (x2) Siguió creciendo y se hizo adolescente Allá donde fuese no encajaba con la gente Pero con el tiempo encontró una salida El miedo no estaba si lo ahogaba en bebida Chicas, drogas, delitos, dinero Se sentía uno más y no pensaba en su miedo El tiempo pasaba, las cosas no iban bien en casa Pensó que en su vida no había nada Un día por Malasaña su vida cambió Encontró a una chica distinta que le ayudó Le dio un motivo para cambiar su rumbo Así lo hizo y así se derrumbó Ya que le abandonó y volvió a notar Esas cosas raras que le acechaban sin cesar Dejó de estudiar, casi de pensar Dormía a todas horas para no tener que estar Se obligó a encontrar un motivo distinto Algo que estuviese hasta el final de su camino Abrazó a las melodías y forzó las sonrisas
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Abrió las alas y buscó los buenos días Hay cosas y cosas, es difícil explicar Historias e historias que no se pueden contar No todo el mundo es capaz de escuchar, ah Va para quien bien pueda interesar (x2)”
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Esta canción fue incluida en mis disco Phyxius, aunque años después se hizo mucho más conocida, ya que la rescataría para mi Draw my life en mi canal de YouTube. En ella, quise sincerarme de algún modo con mis seguidores, quise hacer una canción autobiográfica hablando de todo lo que nunca había contado pero escribiéndolo de forma que lo entendiesen sólo aquellos quienes realmente indagaran un poco en la letra. De ahí el estribillo. Fue una canción distinta a todas las que había escrito antes. Hacía tiempo que había dejado atrás toda mi infancia y adolescencia. Ya no pensaba nunca en mis padres, la situación en aquella casa, en la gente que me hacía la vida imposible en el colegio… Todo había quedado atrás como parte de una película, como si fuese la vida que había vivido otro y yo tan sólo conociese la historia. Pero escribirla me obligó a revivir todo de nuevo de algún modo. Si Fuera de contexto la escribí en media hora, esta canción tardé semanas en terminarla. Cada vez que me ponía a escribir algunos versos y a revivir el pasado, no podía evitar que se me saltasen las lágrimas. Imagino que fue algo que nunca llegué a superar, que sencillamente reprimí y dejé escondido en algún cajón perdido de mi mente, y volver a pasar por ello, aunque fuese a través de una canción, se me hacía muy duro. Pero, cuanto más me costaba escribirla, más necesitaba acabarla. Necesitaba terminar de escribirla como si de ese modo estuviese plantando cara a mi pasado, como si fuese una terapia para conseguir pasar página de verdad. Y funcionó. A medias. Y es que hay más encerrado en toda esa letra. Al parecer, de pequeño solía quedarme mirando a esquinas del techo de manera aleatoria y, cuando alguien venía a preguntarme qué miraba, yo las señalaba y les decía: “angelito”. Pero de eso no me acuerdo, es sólo lo que me han contado. Lo que sí que recuerdo claramente es una especie de sensibilidad hacia cosas que no sabría explicar. Ni cómo lo sentía ni exactamente a qué.
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Puedes decidir interpretar todo esto de dos modos. Si eres una persona que cree en lo paranormal o en lo esotérico, quizá lo interpretes como algo relacionado con espíritus o con cosas relacionadas más allá
de lo que nuestros sentidos habituales captan. Si eres de los escépticos, puedes fácilmente asumir que algo no estaba del todo bien en mi cabeza o que el estrés y la ansiedad a la que me enfrenté durante mi infancia y adolescencia se manifestaba de esta forma. Yo no descarto ninguna de las dos, aunque os diré que me hicieron un examen cerebral años atrás enchufándome una especie de ventosas a la cabeza y todo salió bastante normal. Sea como sea, yo siempre usé una palabra para definirlo: energía. Desde que recuerdo, he notado energía al rededor mío. Energía que podría expresarse con sentimientos. Esto solía estar asociado a lugares. En algunos sitios, esa energía la notaba mucho más y en otros menos, pero era algo variable. Me explico: un lugar muy dado a ello era la buhardilla donde solía trabajar y estudiar mi madre. No me entusiasmaba entrar a ese cuarto porque había veces que sólo con entrar, me invadía la angustia. Otras veces, sin embargo, notaba una paz y tranquilidad inmensa al entrar, pero era lo menos habitual. Por eso, intentaba evitar entrar ahí en la mayor medida de lo posible, especialmente si mi madre no estaba dentro. Por alguna extraña razón, esas sensaciones se magnificaban cuando las luces estaban apagadas. Por eso, de pequeño temía muchísimo a la oscuridad. A veces, en un mismo cuarto, podía notar distintas energías. Angustia hacia esa esquina, neutralidad en esa otra, enfado detrás de mí… Y podría jurar que esas energías se movían. Especialmente con la luz apagada. Os podría contar también cómo he sentido que me empujaban sin que hubiese nadie cerca y sentir que tenía que salir corriendo. Cómo al ir a andar por una calle he sentido como un muro de energía muy fea que me invitaba a escoger mejor otra calle. Notar cómo de repente una luz se estampaba contra mi cara y tener la misma sensación que cuando te caes en un sueño y te despiertas, sólo que estando completamente despierto. Y mil cosas más. Todo eso, sin entender por qué me pasaba; sin entender, con esas edades, que podría ser producto del estrés, la ansiedad, traumas psicológicos que me hubiesen causado… Es difícil explicárselo a alguien que no ha vivido maltrato físico y/o psicológico, pero para mí todo eso
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era lo que yo consideraba normal. No podía echar la culpa a mi entorno porque yo pensaba que eso era lo que todo el mundo vivía. Es cuando creces, cuando hablas con otras personas, cuando conoces a otras familias, otras experiencias… Es sólo entonces cuando te das cuenta que lo que viviste no era normal. Y a la gente le da pena cuando se lo cuentas, pero tú no sientes pena hacia ti mismo, porque no lo viviste como algo traumático en su momento (lo que no quiere decir que no te haya acarreado traumas). Sencillamente, era lo normal, el pan de cada día, lo que pensabas que vivía todo el mundo. Especialmente, cuando se lo habías contado a muchos adultos y ninguno te había tomado en serio. Ese momento en el que te dicen que exageras, piensas que se refieren a tu reacción frente a lo que te pasaba. Pero, en realidad, eran ellos queriendo pensar que exagerabas los acontecimientos porque no querían creer eso de su hermano, de su tío, de su hijo o de su amigo. Mi padre no podía ser así, así que yo tenía que ser el problema. Y así me hacían sentir. Sea como sea, empecé a perder todo aquello cuando me marché de la casa de mis padres. No de golpe, más bien paulatinamente. Cuanto menos atención le prestaba, menos lo notaba. Cuanto más ocupado, menos aparecía. A día de hoy, a veces me salta esa pequeña alarma, ese “hoy no cojas el coche, ve en autobús” o “¿por qué no das un rodeo hoy para llegar a esa calle?” Y suelo hacer caso. Porque no soy muy de espíritus, intento razonar todo, pero estoy seguro de que mi subconsciente también es capaz de darse cuenta de cosas antes que yo. Y seguro que a ti te ha pasado también alguna vez, ¿no? En fin, ya sabes, va para quien bien pueda interesar.
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“y así lo hice, siempre a mi modo, quiero que el muno sonría cuando oigan pelirrojo”
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Si mañana muero “Si mañana muero ¡Si mañana muero! No llores por mí ¡No llores por mí! Si mañana muero ¡Si mañana muero! No llores por mí ¡No llores por mí, no! Si mañana muero quiero que el mundo entero Sepa que me marcharé contento Allá donde vaya, si es que hay un más allá Y si no, por mí tranquilos, no pasa nada Descansaré en paz de todo lo vivido Sé que el tiempo juntos no caerá en el olvido "Hizo siempre lo que quiso" pondrá en mi lápida O mejor incineradme y dejadme en la montaña Donde una vez soñé, donde al viento le grité Que no se si venceré pero siempre lucharé Y así lo hice, siempre a mi modo Quiero que el mundo sonría cuando oigan Pelirrojo No quiero ni un sollozo, ni una lágrima Tan sólo quiero que al año me deis un día Donde seáis sinceros y os arméis de valor Donde hagáis las paces o declaréis vuestro amor Donde exnovios y amigos sean posibles Donde haya menos "noes" y muchos más "síes" Que seáis felices durante un día entero Donde una vez más me pongáis en vuestro estéreo Quiero deciros que os quiero y que os protejo con mis alas Que me recordéis en El País de Nunca Jamás Que no crezcáis nunca, que sigáis con vuestra esencia Allá donde esté mi música estará mi presencia Si mañana muero
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¡Si mañana muero! No llores por mí ¡No llores por mí! Si mañana muero ¡Si mañana muero! No llores por mí ¡No llores por mí, no! Si mañana muero quiero que el mundo entero Sepa que no guardaré silencio Seguiré sonando al compás de los corazones De todos los que se identifican con mis canciones Soñadores, idealistas... ¡Creo en vosotros! Haced del mundo algo bello para todos Louis Armstrong, "Que mundo tan maravilloso" Mi canción preferida y no es de rap, loco No seas tonto, no te cierres puertas El arte es arte, da igual las influencias Pasión, sentimiento, contento moriré Presente en mi recuerdo el tiempo que volé Y dar gracias a todos los que gastaron su tiempo En romper con mi música el preciado silencio Para vosotros mi respeto, en vosotros mi legado El sentido de la vida está dentro de un helado De chocolate, no lo dudes, ¡sonríe! La felicidad se encuentra en las cosas más simples La vida es un juego, sólo hay que pillarle el truco Y aprender que hay que hacer para aprovechar tu turno Ya me despido, sólo una última cosa Lo creáis o no la vida es hermosa Quizá las nubes no te dejen ver el sol Pero el sol sigue ahí, recuérdalo Si mañana muero ¡Si mañana muero! No llores por mí ¡No llores por mí! Si mañana muero
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¡Si mañana muero! No llores por mí ¡No llores por mí, no!”
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A estas alturas no es ningún secreto que la muerte era un pensamiento que nunca había sido tabú en mi cabeza. Durante años, pensé que no llegaría a los dieciocho y, de algún modo, incluso al pasarlos, seguí pensando que moriría siendo joven. Es por eso que, con la oportunidad de sacar mi primer disco, quise hacer una canción en la que me despidiese del mundo a mi manera. Tenía miedo de que si me esperaba a hacerla en discos posteriores, quizá no llegaría a tiempo. Quizá no existiesen esas siguientes oportunidades. Así que, igual que en su día imaginé mi muerte con Oh luna, en esta ocasión me imaginé cómo quería que fuese el mundo una vez yo ya no estuviese. Y fue un ejercicio curioso. En vez de miedo o angustia, que quizá fuese lo que esperaba sentir en un principio, me vino una sensación de paz y tranquilidad. No sentí la necesidad de que mucha gente llorase mi muerte, más bien al contrario, no quería que nadie estuviese triste porque yo me hubiese ido. En vez de pensar en el típico funeral que se celebra en España, me vino a la cabeza algo más al estilo irlandés: todos en un bar, emborrachándose y recordando entre risas los buenos momentos que hubiésemos vivido juntos. Sé que es poco probable, pero me gustaba más esa imagen. A día de hoy, creo que las probabilidades de que haya algo después de la muerte son bastante bajas. No contaría con ello. Sí creo que algo pasará con nuestra energía, ya que se supone que sencillamente se transforma, no se crea ni se destruye, pero creo que lo que es nuestra consciencia (lo que hoy por hoy denominamos “yo”) desaparecerá. Es por eso que no entiendo muchas de nuestras tradiciones. No entiendo los velatorios, no entiendo los funerales tradicionales y menos aún entiendo el enterrar un cuerpo dentro de un ataúd y dejar que se pudra a pocos metros de la superficie. De hecho, he de admitir que me parece algo macabro. Por otro lado, tampoco me gusta el hecho de que existan sitios físicos donde poder ir a visitar a un muerto. Nunca he entendido lo de tener que ir a un sitio a dejar flores o llorarle a alguien que ya no está. Es un poco, para mí, como el tema de la iglesia. No entiendo que haya que ir a algún sitio para estar cerca de Dios. Creo que si existe algún Dios, probablemente tengamos línea directa con él a través de la oración o, sencillamente, de nuestros pensamientos. Si es el todopoderoso del que hacen gala la mayoría de religiones, no creo que necesitemos
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intermediarios. Pero bueno, me estoy yendo del tema. Yo prefiero que me incineren y que tiren mis cenizas a la montaña. Si a alguien le da pereza, pues que las tire donde sea. Tampoco me va a importar una vez muerto, pero preferiría que mis cenizas sirvan de abono para plantas antes que convertirme en suciedad de una acera, sin más. Vi hace tiempo lo de plantar un árbol encima de tus cenizas, eso me parece bonito. Lo único que no me gusta es el tema de que la gente entonces pueda sentirse atada de algún modo a ese sitio, que crean que sigo ahí de alguna manera. Preferiría que, si piensan en mí, que entiendan que ya no estoy y que ya está bien así. Que me dejen marchar. Pero a su vez, también me gustaría dejar un legado. Ojalá mi música y mi vida en general sirvan para motivar a otras personas a perseguir sus sueños, a no callarse ningún “te quiero”. Aunque se me pueda tachar de capullo por muchas de las cosas que hice, quiero que al menos la gente entienda que así lo hice en ese momento porque así lo sentí. Y que les sirva de inspiración a ellos para que hagan siempre lo que sientan, que no callen, que sueñen, que luchen por lo que quieren. Dicen que la mayoría de las personas mayores que están a punto de abandonarnos, de lo que más se suelen arrepentir es de las cosas que no llegaron a hacer. Yo intento que eso no me pase y ojalá mi vida sirva de ejemplo para otros. Si mañana muero, sé feliz. Todos nos merecemos ser felices y serlo es tan sencillo como tomar una decisión, se quede quien se quede, se vaya quien se vaya.
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Sueños rotos “Sueños rotos, nada es como creí Nada es como creí El espejo ya no quiere sonreír Ya no quiere sonreír Sueños rotos, luché pero perdí Luché pero perdí Siendo soñadores nuestros corazones sólo sabrán sufrir Sólo sabrán sufrir Sigo creciendo y sigo sin entender ¿Por qué la gente aún no es capaz de comprender? Que estudiar, trabajar y morir no es mi plan Tengo demasiados sueños y ellos no lo entenderán Así que estoy solo en un pulso contra el destino ¿Oficinas? ¿Horarios? Quítalos de mi camino Soñé de niño que algún día sacaría un disco Y ahora que lo tengo veo que nada es distinto Las facturas no se pagan, los grupos se separan Sueños se rompen mientras deudas se disparan Luchas y luchas mientras el tiempo pasa Sueñas con un mañana pero no consigues nada Y al final del día dime, ¿qué es lo que queda? Sólo rabia por ver cómo destruyen tu tarea Niñatos que no saben lo que es buscarse la vida No te conocen pero ellos te critican Sueños se disipan le das vueltas un rato Piensas en parar y volver al anonimato Dejar la música y ser sólo uno más Pero no sabes si estallas en lágrimas Sueños rotos, nada es como creí Nada es como creí El espejo ya no quiere sonreír Ya no quiere sonreír Sueños rotos, luché pero perdí
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Luché pero perdí Siendo soñadores nuestros corazones sólo sabrán sufrir Sólo sabrán sufrir Y es que componer es toda mi vida Mis letras mis amigos y las notas mi familia Yo tengo un sueño, tengo una vocación Pero hoy en día ya nadie valora la intención Soñadores y artistas ya no son reconocidos Escribir poemas hoy parecen minutos perdidos Pero me temo que me niego a aceptarlo El dinero no es nada sin tiempo para disfrutarlo Contemplo la luna en largas noches de insomnio Ebrio de pasión como buen Escorpio Sólo estando solo se lo susurre al oído A veces sueño que soy el elegido Para abrir los ojos a este mundo ciego La música no es un fin tan solo es un medio Para que os lleguen todos mis sentimientos Para que soñéis sin sentir miedo por ello Quiero que este mundo deje ya de fingir Sé que sólo vas de duro porque no quieres sufrir No queremos demostrar los sensibles que somos Pero a solas lloramos porque nos sentimos solos Dejemos ya el teatro, ¡dejemos ya el teatro! Saca ya tus sentimientos fuera de tu cuarto Lucha y si pierdes, vuelve a intentarlo Si nada es como creí pues habrá que cambiarlo Sueños rotos, nada es como creí Nada es como creí El espejo ya no quiere sonreír Ya no quiere sonreír Sueños rotos, luché pero perdí Luché pero perdí Siendo soñadores nuestros corazones sólo sabrán sufrir Sólo sabrán sufrir”
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Salió el disco a la venta. Salió, y sólo fue un martes más. Salió, y ni siquiera la gente cercana a mí, estaba especialmente ilusionada de que hubiese sido capaz de publicar un disco con veinte años. Quizá había hablado tanto de ello que, aunque para mí, se hizo real el día que llegó a las tiendas, para los demás ya se había disipado la novedad. No recuerdo que ningún amigo fuese a comprarlo, no es que eso me molestase, pero sí lo hizo el hecho de que todos esperasen que les diese una copia gratis. El sol salió como todos los días, la gente fue a estudiar o a trabajar y nadie se acordó de que ese día salía mi disco si no sacaba yo el tema y, cuando lo hacía, como mucho me llevaba un breve “qué guay, ¿cuándo me regalas una copia?”, y se pasaba sin más a otra conversación. Entendedme, no esperaba una fiesta sorpresa, no esperaba salir a la calle y que hubiese una cabalgata en mi honor pero, no sé, imagino que esperaba sentirme especial ese día, sólo un poco de reconocimiento por lo que me había costado llegar hasta ahí. Y no fue así. Ni siquiera podía saber cuántas copias se vendían hasta pasados varios meses, por lo que fue como si el disco ni hubiese salido a efectos prácticos. La única diferencia con el día anterior era que podía ir a las típicas tiendas de música y ver mi disco ahí, entre todos los demás. Y eso me hacía sentir orgulloso, no me malinterpretéis, pero había pasado tanto tiempo esperando y luchando por ese momento que, de algún modo, fue un bajón enorme ver que lo conseguí y que el mundo siguió su curso habitual. Nada cambió y yo tuve que seguir yendo a trabajar y pagando mis facturas. ¿Por qué había luchado tanto por ello? De repente, todo perdió el sentido. Era fácil esforzarme y motivarme a trabajar mucho para conseguir lo que quería, pero ahora que ya lo había conseguido… ¿Ahora qué? Intentar engañarme con un siguiente disco era absurdo. Pasaría exactamente lo mismo. Alcancé mi sueño y, curiosamente, me sentí más vacío que nunca. Para colmo, empezaron a expandirse rumores falsos. Los raperos que vivían en Madrid centro, tenían una imagen bastante distorsionada de los que vivíamos en La Sierra. Pensaban que todos éramos niños ricos y pijos que vivíamos en mansiones. La mayoría de nosotros, irónicamente, no vivíamos en la capital porque los pisos estaban muchísimo más caros que en las afueras. Aún así, se llegó a rumorear incluso que yo había
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sacado el disco porque mis padres lo habían pagado (¡mis padres!); otros decían que era porque tenía enchufe con Doshermanos que estaban forrados (los cuales estaban viviendo una situación similar a la mía o peor), que era sólo porque me habían publicado bajo su sello (cuando fue otro el que me fichó. Ellos nunca quisieron sacarme el disco, justamente para que nadie pensase que era por amiguismo. Sólo me ayudaron con el contrato para que nadie me timase porque tenían más experiencia con ello) y mil cosas más. Descubrí entonces que la gente, cuando ve que alguien ha conseguido llegar más lejos que ellos, necesita justificarse como sea para no sentirse mal. Dirán que has tenido más medios, mejores oportunidades, enchufe o lo que sea. Nunca mirarán tu esfuerzo, nunca contarán con el hecho de que por cada canción que ellos han creado, tú has creado diez más; nunca valorarán el que hayas tenido cuatro trabajos simultáneos para llegar hasta ahí y, si lo aceptan, se excusarán de que ellos ni siquiera podían encontrar trabajo o cualquier otra cosa. Es más fácil intentar justificar el éxito de otros que asumir que quizá tú no has trabajado tan duro como ellos. Pero si algo he aprendido es que la vida son matemáticas. Si tiras una pelota al aire, ésta va a bajar por la gravedad y, de la misma manera, si alguien ha llegado a algún sitio, generalmente, ha sido por lo que ha hecho. Acciones y reacciones, en eso consiste la vida. Por eso, nunca envidio a nadie al que le vaya mejor que a mí. Admiro y aprendo. Y ahí estaba yo, con mi disco publicado sin que ello significase absolutamente nada y sintiéndome profundamente infravalorado. El juego había acabado y tocaba volver a la vida real. Juro que pensé muy seriamente en dejar la música, pero no supe cómo. Componer y escribir ya eran parte de mí. Me sentía vacío si no lo hacía. Me costaba hablar con la gente. Me resultaba más fácil contarle las cosas al papel y desahogarme grabándolas. Pero ya no sabía por qué lo hacía. Mis sueños se habían roto.
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Que os jodan “Soy el toyako ese de los veinte megas A ver si te enteras, necesito pelas Tuve que marcharme de la casa de mis padres a los diecisiete ¡Venga, échale huevos y vete! He trabajado en todo y en todo me han despedido Incluso con trapis no vi dinero, tío Suficiente para pagar las facturas y el piso Y de paso, si es posible, llenar el ombligo Más de un amigo me dio abrigo y cobijo Pero aunque quieran ayudarme no siempre pueden conseguirlo Me he quedado sin comer y a veces he sonreído Por tener macarrones sin tomate, pero he comido Por que yo ya no vivo, yo sólo sobrevivo Mamá te llena la nevera y por ello brindo Con vino Supersol porque no puedo aguantar Que niñatos hablen mierda sólo para aparentar Porque no saben nada de lo que es la puta vida Hoy lleno la panza gracias al anuncio y mira No me arrepiento porque hoy puedo comer Qué fácil es hablar mierda sin conocer, ¿no? Se llama tener calle al buscarse la vida A conseguir quinientos pavos por trabajar un día Para opinar de mí ven a verme sobre un escenario El Pelirrojo ha ganado a gente como al Legendario ¡Que os jodan! Por tener llena la nevera ¡Que os jodan! Por que no sabéis una mierda ¡Que os jodan! Por tener un plato en la mesa ¡Que os jodan, eh! ¡Que os jodan! (x2) Si el Chojin se mete conmigo yo me meteré con él Pero espero que hablase de los creativos de Jazztel Y si no fue así… Y si fue por mí Sé un MC y acepta este reto para un free Paz, unión y respeto, dime, qué fue de eso
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Estoy hasta la polla de puristas y por cierto Si tu rap suena americano, olé por tu talento Somos sólo japoneses intentando hacer flamenco Y lo siento si gente como el Chiri no te mola Pero algunos se lo curran mientras tu mente está en coma El rap es mi droga, me coloco a diario Tú hablas mierda, pones poses y así pasa el calendario He currado más de doscientas cincuenta horas al mes Sin ver la luz del día, solo eternas noches Para poder montar el estudio en el que ahora me oyes Casa sin calefacción pero son prioridades Por eso ahora que puedo he vuelto a estudiar Quiero comerme el mundo y me tengo que preparar Me lo puedo pagar con cosas como el anuncio Mientras mamá te paga todo y tú no estudias, ¡capullo! Yo curro, estudio, llevo una casa y hago música Mientras tú lo único que eres es un puto quejica Te ofrezco veinte megas y tus papis lo contratan Mientras yo sigo sin Internet por no tener pasta ¡Que os jodan! Por tener llena la nevera ¡Que os jodan! Por que no sabéis una mierda ¡Que os jodan! Por tener un plato en la mesa ¡Que os jodan, eh! ¡Que os jodan! (x2)”
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La vida está llena de sorpresas y, con la actitud adecuada, aprenderás a apreciarlas. Una mañana, desayunando en una cafetería cerca de Malasaña, habiendo salido de un trabajo nocturno que tenía por la época, una mujer se acercó a mí y me preguntó si era de Madrid. Le dije que sí, que llevaba toda mi vida viviendo ahí y ella me preguntó si estaría interesado en hacer un anuncio para la televisión, que estaban buscando pelirrojos. Me dio una tarjeta de su agencia de modelos y se fue. Yo había hecho teatro en el colegio. Mi hermana mayor estuvo apuntada toda su vida y yo decidí probarlo también. La verdad es que me gustaba bastante pero acabé dejándolo cuando, por no llegar a tiempo a todos los ensayos, decidieron dejar de darme papeles protagonistas. Decían que se me daba bien, pero que no estaba al cien por cien comprometido con el club. Obviamente, mi compromiso se vio aún más afectado, en el momento en el que ya ni siquiera era divertido ir a los ensayos por que los papeles que me daban eran aburridos. Acabé dejándolo. Después de que la salida de mi disco no hubiese supuesto realmente ningún cambio, mi vida se había vuelto bastante monótona, así que pensé que no perdía nada por acercarme a la agencia de modelos y probar a ver qué pasaba. Me presenté poco después en su agencia y me mandaron a un casting. No lo conseguí, pero me mandaron unos días después a otro, y a otro, y a otro… y así, hasta que en el décimo casting que hice, me seleccionaron. Fue un anuncio más, que pasó desapercibido, pero unos treinta castings después y algún que otro rodaje para el que conseguí que me seleccionasen, hice un anuncio que sí dio mucho que hablar, al menos en el mundillo del Hip Hop nacional. Lo que tuve que hacer en él era salir al final del spot con un micrófono haciendo que rapeaba. Era un anuncio para una compañía que ofrecía Internet para el hogar bajo el eslogan “que son veinte megas, a ver si te enteras”, entonado a modo de rap. Dicho anuncio, al parecer, molestó y ofendió a mucha gente del Hip Hop nacional. Para el que no se mueva en algún tipo de sector parecido, hay que saber que la gente que está muy metida en un estilo musical o similar, siempre tiene como un miedo extraño a que venga alguien de fuera y corrompa su “cultura” o “prostituya” de algún modo aquello que tanto ama. Éste fue el caso de un gran porcentaje de raperos que, en vez de focalizar ese miedo
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convertido en odio hacia la compañía o los creativos que habían realizado el anuncio, decidieron cargarlo todo sobre el actor al que se veía entonando el eslogan: yo. Mi disco no había sido un éxito, pero tampoco había ido mal para el bajo nivel de ventas que suelen rondar los discos de rap castellano en España. A algunas personas les había gustado, a otras no tanto, pero había pasado más o menos desapercibido; tan sólo era uno más. Este anuncio hizo que de repente todo el mundo me conociese en el panorama nacional y que, a su vez, incluso revistas de música en las que no solían hacer reseñas de discos de rap en castellano, se hiciesen eco de mi trabajo. Y todo ello para mal, por supuesto. De un día para otro, me convertí en la persona más odiada por los raperos españoles, el anticristo del Hip Hop, alguien que había llegado ahí para destruir esa gran cultura. Yo, que había volcado toda mi vida, todos mis sueños y todo mi esfuerzo en el rap, de repente era completamente rechazado por la gente dentro del movimiento. Empezó a ser habitual que otros raperos se metiesen conmigo en sus canciones (de forma directa o indirecta). Criticarme se convirtió en un modo fácil de conseguir ruido en los conciertos o de demostrar que lo que ellos hacían sí que era “rap real”. Insultarme se convirtió en una forma de reafirmar que ellos no eran todo lo negativo que de repente yo representaba para la cultura del Hip Hop. Tuve que ver cómo artistas a los que yo había admirado de niño, mencionaban mi nombre pero con la peor de las intenciones. Y exploté. Había dedicado toda mi vida a esto y ahora tenía que enfrentarme a miles de personas que me odiaban sólo por haber protagonizado un anuncio. Todo el esfuerzo que me había llevado de repente ya no contaba para nada. De nada servían ya las horas extra en los trabajos para poder mejorar mi estudio de música o poder grabar en uno profesional. De nada servía ya que me hubiese pasado épocas anémico perdido por haberme alimentado sólo a base de pasta y arroz para poder invertir algo de dinero en mis sueños. De nada servían ya las maquetas y más de cien canciones que había compuesto, las veces que me había subido a un escenario a competir o a hacer sentir algo a la gente con mis canciones, el haber abandonado todo para conseguir ser alguien en el mundo del
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rap. Ya nada servía de nada y, todo ello, por haber protagonizado un anuncio. Para colmo, gracias al dinero de los anuncios había podido permitirme bajar las horas en el trabajo durante una temporada y me había vuelto a meter en bachillerato, para terminar ese último año que me faltaba. No podía arrepentirme de haber aceptado esos rodajes. Dentro de mí, sabía que había hecho bien, que la vida me había ofrecido una oportunidad y yo la había cogido. Y me cabreé mucho pensando en toda esa gente que había tenido la vida fácil, que a sus veinticinco años seguían en casa de sus padres, que nunca les había faltado un plato en la mesa, que tenían la mejor conexión de Internet en sus casas por puro entretenimiento, mientras yo tenía que ir a un cyber a descargarme los apuntes de geografía. Ellos lo habían tenido todo y, tan tranquilamente, se atrevían a insultarme desde sus casas con calefacción, unos padres que les querían y todo tipo de comodidades. Sólo venía una frase a mi cabeza: ¡Que os jodan!
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No me juzguéis “¿Quién eres tú para poder juzgar una vida? ¿Para poder juzgar una muerte? Si no has andado con mis pies Si no has visto lo que yo he visto ¿Quién eres tú para poder juzgarme a mí? Bien… Una bañera, un destino, un final Un “no pasa nada”, un “ya da todo igual” Unos relojes, un tictac, dime, ¿qué está pasando? De rodillas en el suelo me encuentro suplicando Entre lágrimas y drogas me siento derrotado ¿Se cierra otra puerta o fui yo quien la ha cerrado? Alcé mis manos al cielo y creí tenerlo todo Y ahora sin embargo siento que todo ya ha acabado Mirar para otro lado no servirá de nada Una cuchilla de afeitar por mi muñeca resbala El tiempo pasa lento, ya no sé si me arrepiento Toda mi vida va pasando en tan sólo un momento Y es que siempre pensé que querer era poder Y ahora estando en los más alto ¿por qué tengo que caer? Ya no te puedo querer, vida mía perdóname Te mereces mucho más de lo que te puedo ofrecer No llores si ves que esta noche no vuelvo Todo lo que tuve fue por ti, ¡te lo prometo! Ya seguir no puedo, en serio, siento que muero Y ahora he de pagar por creer la vida juego ¿Por qué todo se echó a perder? Soñé con un futuro que ya no puedo tener ¿Por qué todo se echó a perder? Te prometí un futuro que no te puedo ofrecer ¿Por qué todo se echó a perder? Soñé con un futuro que ya no puedo tener Cuanto más alto subas mucho más te va a doler
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Da igual las veces que pase, nunca aprendes a caer No quiero esperar por si hay algo después Dios me ha castigado sin motivo, ¿no lo ves? ¿Por qué hay otra puerta? ¡Ya no puedo más! Lo único que quiero es poder descansar en paz Dame un respiro, por favor, y no una mano Te digo que no puedo seguir avanzando Quiero desaparecer y no quiero entender ¿Por qué siendo un luchador sólo sé lo que es perder? Déjame escapar de esto llamado vida Cuando no hay alternativa la salida es despedida ¿Quiénes sois vosotros para poder juzgarme? ¿Si no estáis en mi piel cómo vais a condenarme? La sangre que hay en la bañera es sólo mía Quizá sea un cobarde pero oye, ¡es mi vida! Es mi muerte, déjame que yo decida Si el suicidio es penado es porque alguien no confía ¿Por qué todo se echó a perder? Soñé con un futuro que ya no puedo tener ¿Por qué todo se echó a perder? Te prometí un futuro que no te puedo ofrecer ¿Por qué todo se echó a perder? Soñé con un futuro que ya no puedo tener Cuanto más alto subas mucho más te va a doler Da igual las veces que pase, nunca aprendes a caer”
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Debido a todo el revuelo que causó el anuncio en foros de Internet relacionados con el Hip Hop, empecé a entender que en la red había mucho movimiento de gente relacionada con este mundillo. Para mí, era algo nuevo, en casa de mis padres la única conexión que había era a través del ordenador que había en el cuarto de mi hermana y se conseguía con un módem de 56K. Afortunados los que no habéis vivido eso, conectarse a cualquier página era un verdadero suplicio (y muy ruidoso). Pensé que si el público estaba en Internet, sería sensato empezar a reservar parte de mi sueldo a tener una conexión en casa. Por otro lado, así podría dejar de ir al cyber cada vez que tuviese que descargarme apuntes de mi moderno profesor de geografía. Me abrí un MySpace y pedí a un amigo que controlaba del tema, que me hiciese una web que yo pudiese mantener. Ambas cosas me hicieron aprender un poco de HTML básico, que a lo tonto me vino muy bien en el futuro pero, lo más importante de todo, gracias a la web, de repente era sencillo encontrar un e-mail donde ponerse en contacto conmigo. Esto me hizo conocer a algunos seguidores de mi música, me abrió la puerta a colaboraciones con personas de otras partes de España y, alguna que otra vez, me llegó algún que otro proyecto raro o curioso. La canción de No me juzguéis surgió de uno de ellos. Un chico me contactó, explicándome que estaban haciendo una película. Parecía que estaba ya prácticamente todo listo para el rodaje, el guión estaba acabado y sólo faltaban unos permisos y, no recuerdo, si también alguna contestación de una subvención o algo así. El caso es que iban a empezar a rodar la película en breve y querían contar conmigo para la canción principal de la banda sonora. No tenían presupuesto para pagarme pero, a cambio, me harían un videoclip muy elaborado con la propia escenografía de la película y éste aparecería durante los créditos finales cuando se proyectase. Cuando imaginé el poder llegar a ver una de mis canciones en forma de videoclip en salas de cine, aluciné. ¡Eso sí que era una oportunidad de verdad! Hasta la fecha, mi música no me había dado dinero, al contrario, siempre lo había perdido, ya fuese en invertir para mi estudio, en grabar en estudios profesionales o alquilando alguna sala para dar algún
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concierto. Del disco, tampoco llegué a ver nunca ni un sólo céntimo. Así que pensé, qué narices, que me pagasen de esa forma era mucho más de lo que jamás me había dado nadie, así que me apunté de cabeza al proyecto. Me leí el guión detenidamente y entendí a la perfección el concepto de la película. Era una de esas que me gustaban a mí, de las ralladas mentales que te hacen pensar y no sabes muy bien lo que está pasando hasta que termina. Al final, se trataba de una especie de juicio que se celebraba porque un hombre que lo había tenido todo, decidió suicidarse tras perder toda su fortuna y, ahora, se tenía que determinar dónde pasaría el resto de su vida eterna. Sueños truncados, suicidios, vida después de la muerte… Parecía que habían encontrado a la persona perfecta para ponerle la banda sonora. Hice una instrumental potente y oscura y me metí en el papel del protagonista para escribir la letra. Fue genial escribir desde el punto de vista y recuerdos de un personaje, porque, si bien eran temas que de algún modo me tocaban, podía hacerlo sin llegar a sentirme mal por muy duros que fuesen los sentimientos. Era el personaje quien sufría, no yo. Le entendía, pero no eran mis sentimientos. Pude por fin escribir sobre todo ello sin verme afectado, como si el personaje me sirviese de escudo. Eran sus problemas, no los míos. Me gustó mucho el resultado de la canción, ojalá la película se hubiese llegado a estrenar para que pudieseis ver cómo clavé los sentimientos del protagonista en forma de canción. Pero, por desgracia, pasó algo. No sé si falta de permisos o de subvenciones, el caso es que nunca se llegó a rodar nada. Quizá el que me contactó nunca llegó a tener nada más allá de un guión que había escrito. No lo sé. Pero aprendí mucho de aquel proyecto. Por un lado, aprendí que también era capaz de escribir canciones donde no tuviese que ser yo el protagonista. Podía experimentar con situaciones que yo no había vivido para contar una buena historia. Eso era algo nuevo para mí y si no hubiera escrito ésta, quizá nunca habría escrito otras como La muerte de la magia. Por otro lado, aprendí que da igual que trabajes mucho y duro si no lo haces de forma eficiente.
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Podría haber hecho la mejor banda sonora del mundo y componer diez canciones enteras para la película pero, si la película no se estrenaba, de poco o nada habría servido. Dejé de esperar que todo cambiase de un día para otro. Dejé de esperar que alguien me descubriese o llegase a mí con la oportunidad de cambiar mi vida. ¿Sabéis eso de que aunque seas muy bueno las oportunidades no van a llegar hasta el sofá de tu casa? Pues la verdad es que las mejores oportunidades no llegarán ni a tu sofá ni a ningún otro sitio. Las mejores oportunidades serán aquellas que tú mismo hagas que surjan. Los cambios se producen a base de esfuerzo. En tu mente puedes sufrir cambios que marquen un antes y un después en tan sólo un instante, pero en el mundo físico los cambios se producen a través del tiempo. Ya no quería sellos discográficos. Ya no quería que nadie cambiase mi vida. Yo mismo me encargaría de hacerlo e iba a empezar por hacer mi propio videoclip. Ahora sólo necesitaba saber cómo narices se hacía un videoclip.
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“y fíjate, sigo en pie a pesar de fanfarrones porque este mundo es de los soñadores”
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Las calles gritan “Siguen criticándome, siguen provocándome Pero a pesar de todo, siguen imitándome No pueden pararme, no, no pueden callarme, no Por mucho que lo intentan no consiguen frenarme, no Y es que sigo siendo yo el que está en tu boca Para bien, para mal, chico no me importa Tu novia me lleva en su discman bien alto No te cabrees, que te pase un casco Y disfrútalo, deja la envidia de lado ¿Quieres superarme? ¡Pues cállate y haz algo! Muchos habláis y pocos hacéis Me da la sensación de que no lo comprendéis ¿Te crees superior? ¿Te crees mejor que yo? Pero sólo tus colegas no te dicen lo contrario, ¿no? ¡Ja! Aquí huele a chamusquina Demasiado tonto y demasiada envidia Éste es el comienzo de mi after LP Pero ya perdí la cuenta de maquetas que grabé Y fíjate sigo en pie a pesar de fanfarrones Porque este mundo ¡es de los soñadores! Esto ya va a estallar y no habrá mas vuelta atrás ¡Las calles gritan y la peña sólo pide más! Esto ya va a estallar y no habrá más vuelta atrás ¡Los barrios vibran y la peña sólo pide más! Que retumben bajos en esquinas y barrios Si llegan Pelirrojos que tiemblen adversarios Que se pare el tiempo que muera ya el silencio ¡Esas manos en el aire si estamos en directo! Que se os vea a todos, que se os oiga a todos Hagámoslo guapo como freestyles en corros Vamos, arriba que el ¡po po! no pare Vamos a reventarlo pase lo que pase No mires atrás, es tiempo de avanzar
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Vamos a luchar y vamos a ganar ¡Unión! ¡Respeto! tenemos la receta Hip Hop tío, ya lo sabes, cosa nuestra Brakers, DJ's, MC's, Escritores Suelos, platos, micros y vagones Así funcionamos, nunca lo negamos Allá donde vamos, tío, ¡representamos! La ilusión no se pierde, sigo como el primer día Con mejores rimas y mejores melodías Cada uno de vosotros sois una pluma El Hip Hop tiene alas ¡yo! ¡Que suba! Esto ya va a estallar y no habrá mas vuelta atrás ¡Las calles gritan y la peña sólo pide más! Esto ya va a estallar y no habrá más vuelta atrás ¡Los barrios vibran y la peña sólo pide más!”
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Mi primo subía vídeos a Internet. Él sabía de edición, así que pensé que quizá podía echarme una mano. Y así fue. Invertí en una cámara de vídeo y nos pusimos manos a la obra a crear el videoclip de la canción Vuelo. A pesar de que dicha canción había sido incluida en mi maxi en vez de en el disco, pensé que si iba a ser conocido en Internet por una canción, tenía que ser esa. Visto ahora con retrospectiva, la calidad no fue brutal pero era un videoclip y para mí eso ya era todo un logro. Por otro lado, su creación fue muy importante en mi vida por dos razones. La primera porque, a pesar de que fue mi primo quien editó el vídeo, gracias a ello yo también aprendí a editar. No era muy distinto a la edición de audio. De hecho, era prácticamente igual sólo que con imágenes. La segunda razón fue porque cuando fui a subir el vídeo a mi página web, me encontré con un dilema. Mi web estaba basada en wordpress y era algo complicado subir el vídeo ahí sin que perdiese calidad y sin que tardase demasiado en cargar la página. Las alternativas que ofrecía wordpress no eran especialmente buenas, así que pensé que gracias a lo que había aprendido de HTML, lo que podía hacer era buscar un servicio externo donde subir el vídeo y “pegarlo” en mi página web, tal y como hacía por ejemplo en MySpace con imágenes fijas. Cuando me puse a buscar distintas opciones a donde subir el vídeo me encontré con dos: Daily Motion y YouTube. La verdad es que parecían similares, pero mi primo ya había subido algún vídeo a la segunda, así que fue por la que me decanté. Me abrí un canal y subí el videoclip de Vuelo a YouTube. Qué poco consciente era en esa época de por dónde iban a surgir las oportunidades. Entonces empecé a ver que sí, que mucha gente seguía criticándome por el anuncio o sencillamente ya por inercia, pero había mucha otra gente a la que le estaba gustando mucho lo que hacía. Gente que se metía en los foros también para defenderme. Había mucha gente apoyando mi carrera sin conocerme, sólo porque les gustaba mi música. Y eso me dio fuerzas, muchas fuerzas. Decidí que tenía que aprovechar que la gente empezaba a visitar mi MySpace y mi página web para hacer aún más ruido, crear nuevas canciones.
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Estaba lleno de energía, había podido dejar el trabajo, estaba moviendo mi música por mi cuenta con buenos resultados y podía dedicarme en exclusiva a estudiar segundo de bachillerato mientras me ganaba la vida con los castings. Cada vez me seleccionaban para más rodajes, incluso para algunos capítulos de series. Y entonces, llegó el verdadero punto de inflexión en mi vida. No vino en forma de contrato discográfico ni en forma de oportunidad en televisión con alguno de los castings. Vino en forma de persona. Pequeñaja era una chica que me gustaba en clase pero, llevaba saliendo desde hacía un tiempo con otro chico. Yo tenía un amigo llamado Xavin que estaba saliendo con una amiga suya, Duki. Así que, de repente, un día llegué al instituto y Xavin vino a decirme algo: gracias a su chica, se había enterado que Pequeñaja lo había dejado con su novio. Había vía libre. Fui a por todas. Era una chica guapísima y, aunque se saltaba tantas clases como el más rebelde del instituto, sacaba muy buenas notas. ¡También era súper inteligente! Por eso sabía que no duraría mucho soltera, al menos no por falta de pretendientes. Me puse manos a la obra y, sin perder tiempo, empecé a hablar con ella en cuanto tenía oportunidad. Incluso a niveles ridículos como subir corriendo la escaleras para alcanzarla, tropezarme delante suyo y tras recuperar la compostura decirle: “es que en Francia suben las escaleras así”, con la única intención de hacerla reír aunque fuese a mi propia costa. Mi padre no fue el mejor padre del mundo, pero si me dio un buen consejo en su vida fue éste: “Si quieres enamorar a cualquier chica, hazla reír”. Y, creedme, funciona. Poco después, se enteró de que yo estaba loquito por ella a través de Duki, que se había enterado por su novio Xavin. Lo típico de los institutos, vamos. Cosas de la vida, resultó que yo también le gustaba a ella. Con el tiempo, me enteré que al parecer yo era bastante popular por esa época, ya que era el chico mayor con tatuajes y piercings que vivía solo, con pinta de “malote”. Yo, el amante de los cómics y los juegos de rol que a penas acababa de empezar a poder ver Los Simpson. Qué curiosas son las proyecciones que hacemos sobre otros. El caso es que esa Navidad nos besamos por primera vez y en Noche Vieja empezamos a salir. ¡A tope!
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Acababa de cumplir los veinte años, estaba saliendo con la chica perfecta, podía ganarme la vida actuando en anuncios y por primera vez había descubierto, gracias a Internet, cómo llegar a más gente con mi música. Ahora sí estaba donde quería estar y eso me hizo entender algo: cuando realmente eres feliz, te importa un pimiento lo que digan otros de ti. Si antes me habían ofendido las críticas, era tan sólo por eso, porque yo no era feliz conmigo mismo. Pero eso había cambiado.
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Vocación “Lo siento mamá, no voy a parar Tienes que entender que éste es mi destino Lo siento papá, no voy a cambiar Tú lo vas a ver... Voy a conseguirlo ¿Cómo empezar y decirte que lo siento? Sé que no fue fácil, nunca fui un chico modelo Tanto amor y pocas veces supe verlo Mamá no te preocupes pues ya voy creciendo De urgencias en el médico, juicios y denuncias La calle me llamaba y nunca soporté sus burlas Curaste mis heridas con tiritas para el alma Pero no supe tomarme la vida con más calma Y aun así tú siempre estuviste ahí Aun tomando decisiones dolorosas para mí Y aunque no entiendo todas sé que nunca hubo maldad Pero sé que lo que quiero no está en la universidad Perdón mamá no acabé el bachillerato La vida es un segundo y necesito aprovecharlo Siempre tuve un sueño, siempre tuve vocación Y es que tu hijo será artista con o sin perdón Será un camino duro y especialmente largo No llores mamá sabes que puedo lograrlo Tengo el sentimiento las ganas y el valor Y es que sé que puedo hacerlo por que lo hago por amor Lo siento mamá, no voy a parar Tienes que entender que este es mi destino Lo siento papá, no voy a cambiar Tú lo vas a ver... Voy a conseguirlo
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Dejé de estudiar para ponerme a trabajar Y aprendí a buscarme el pan siendo menor de edad Pero papá, moriré antes que vender mi vida
No quiero tener cuarenta y despertar un día Viendo que mi vida es bastante holgada Pero que mis sueños se quedaron en la almohada Y es que no papá, el dinero no es nada Si no hiciese lo que amo el día de mañana Por eso espero que algún día comprendas Que aunque no curse carrera siempre tuve grandes metas Qué más dará segundo que tercero Simplemente descubrí mi vocación primero Ya desde pequeño supe lo que no quería Lloraría cada día trabajando en oficina Y es que me tocó ser la oveja negra en la familia Sé que hay más opciones pero no son la mía Quizás no lo creas pero ya hay bastante gente Que presume de ser mi amigo o mi pariente Ojalá estés orgulloso de tu hijo algún día Por haber conseguido hacer de sueño su vida Lo siento mamá, no voy a parar Tienes que entender que este es mi destino Lo siento papá, no voy a cambiar Tú lo vas a ver... Voy a conseguirlo (x2)”
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Cada vez me llamaban para más castings y, cada vez más a menudo, conseguía llevarme los papeles. Eso era bueno, primero porque me encantaba lo que hacía y segundo porque eso me daba dinero para poder seguir pagando mis facturas. Pero también tenía su lado negativo. Segundo de bachillerato era un curso muy intenso y yo tenía que faltar muchos días a clase por rodajes o castings, lo que estaba afectando a mis resultados. No tenía muchas más opciones, el piso y la comida no se iban a pagar por si solos. Y entonces, mi profesor de filosofía que acaba de recuperarse de una fuerte enfermedad me dijo algo tras ir a la revisión de mi último examen: “Te lo voy a aprobar pero, ¿por qué estás perdiendo tu tiempo aquí? Te veo en la tele y sé que haces música, parece que esas cosas te gustan y se te dan bien, ¿estás seguro de que el camino que quieres implica necesariamente acabar el bachillerato y estudiar en la universidad?” A menudo, no somos conscientes de cuánto podemos afectar en la vida de otras personas con nuestras palabras. Las suyas me dejaron pensando, ¿por qué había vuelto a estudiar? Porque era lo correcto, era lo que se esperaba de mí. ¿Lo que se esperaba de mí? ¿Quién esperaba eso de mí? La sociedad, ¿no? Era el camino que te dicen que tienes que seguir si quieres ser alguien de provecho el día de mañana. ¿Que “te dicen”? ¿Quiénes lo dicen? Y todo acababa siempre en la misma conclusión: estudiaba porque, de algún modo, quería demostrar a mis padres que podía ser una persona de provecho aunque ellos me hubiesen dado la espalda. Pero si era sincero conmigo mismo, si miraba realmente dentro de mí, no quería acabar el bachillerato, no quería ir a la universidad. Yo quería dedicarme a mi música, a mis rodajes, a hacer lo que realmente me llenaba. Pero me daba miedo. Me daba miedo no conseguirlo y que mis padres pudiesen venir dentro de diez años a decirme que me había equivocado, que ellos tenían razón y que mis sueños nunca habían dejado de ser eso: sueños de un adolescente. Pero, una vez detectado que lo que me retenía ahí era el miedo, la decisión fue más fácil. Ya estaba tomada, sólo tenía que enfrentarme a ella. Daba miedo, ¡mucho!, pero tenía grabado en la cabeza aquello que todos recuerdan en su lecho de muerte, ¿recuerdas? Siempre se arrepienten de lo que no hicieron, de lo que no tuvieron el valor para
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intentar, no de los errores que habían cometido. Así que hice algo absurdo pero que de algún modo necesitaba: llamé a mi madre. Dejar el instituto era tan fácil como darme de baja y seguir con lo mío, pero yo necesitaba cortar todo lo que me ataba a esa vida. Aunque apenas sabía nada de mis padres, su sombra seguía todavía encima de mí de algún modo, seguía tomando decisiones por ellos en vez de por mí mismo. Había escapado de ellos en el plano físico pero no en el plano mental. Por eso, llamé a mi madre y le dije: “Sé que te enteraste de que había vuelto a estudiar y te alegraste, pero me he dado cuenta de que no es lo que quiero. No es mi camino. Yo he nacido para crear música, para actuar, para dibujar, para escribir. Eso es lo que me hace feliz, lo que me llena y no sé si conseguiré llegar o no a donde quiero, pero tengo que intentarlo.” Ella me explicó que su principal miedo era que me arrepintiese en el futuro. Yo le expliqué que aunque fallase, no podría arrepentirme nunca de haber luchado por lo que realmente quería. Nos despedimos y yo me sentí liberado de verdad. El nuevo camino daba miedo pero, a su vez, me recorrían hormigas por la tripa de la emoción. Tenía un sueño e iba a apostar todo a él. Ya no era cuestión de un disco, no era cuestión de conseguir un casting. Era cuestión de seguir haciendo lo que me llenaba y avanzar un pasito cada día. Sí, era emocionante. Como curiosidad decir que la voz femenina del estribillo fue cantada por Pequeñaja. Ella no era cantante pero, escuchándola cantar un día, me enamoré también de su voz y la convencí para que pusiese voz al estribillo de la canción. Curiosamente, muchos años después, ella también comunicaría a sus padres que dejaba su puesto de becaria en un doctorado para dedicarse a un sueño. La vida nunca dejará de sorprenderme.
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A por ello “Dedicado A todos aquellos que tienen sueños A todos aquellos que tienen metas, objetivos Sí, la vida es demasiado corta Para aquellos que tenemos grandes planes, ¿sabes? ¡A por ello! Calculé cada jugada bajo efectos del insomnio Observé, comprendí y mejoré cada detalle Motivos no faltaron para enfrentarme al folio Pisé bien fuerte y jugué sin el descarte Rompí las reglas tocando teclas prohibidas Al unísono sonó sólo la voz de mis heridas Elogié a quien me atacó pero eso ya se acabó Lo que pasó, pasó y pasó por que lo hice yo Cada sueño soñado será el color de mi bandera Alzado el dedo corazón para aquellos que me entorpezcan Sabes que las calles susurran todas mi nombre Oro para mi medalla pues no nací para el cobre Aspiro a ser tan grande que aspiro a ser como yo No pararé hasta convertir en un "sí" cada "no" Kamikazes llamaremos a aquellos que se interpongan Entre mi destino y yo así que mejor corran No busco amistades basadas en interés Sólo confío en los que están día tras día y mes a mes Me sorprende tanta gente parada diciendo quiero Si yo quiero algo, joder ¡Voy a por ello! Si tengo un sueño yo ¡Voy a por ello! Si quiero algo yo ¡Voy a por ello! Cueste lo que cueste yo ¡Voy a por ello! ¡Voy a por ello! ¡Yo! ¡Voy a por ello! (x2)
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Por cada uno que me critica cuento nueve de mi bando Hay estrellas en La Sierra y me arropo bajo su manto
De la base que suena produje yo cada compás No es amor, es adicción mi relación con el rap Seré como Tupac, yo, seré el nuevo Kase O Seré como todo Wu Tang Clan reunido en uno solo Odié al amor porque el amor me odió primero Pero le perdoné y me ofreció el mundo entero Mi Stylo es Ranzio como el cielo en una guerra nuclear [¡Nuclear!] ¡No me vais a parar! Capta el mensaje el rojo es que te detengas Que frenes, que pares... ¡Que te calles! Calla y escucha o mejor mira y aprende Nadie visita tu MySpace y no me sorprende La gente que busca lo mejor de esta nación Se mete siempre en JPelirrojo.com Yeah! Dime quién me hace sombra Donde no hay nivel, chico, a mí me sobra A veces me lanzo con algo y no consigo lograrlo Pero cada vez que fallo: Vuelvo a intentarlo Si tengo un sueño yo ¡Voy a por ello! Si quiero algo yo ¡Voy a por ello! Cueste lo que cueste yo ¡Voy a por ello! ¡Voy a por ello! ¡Yo! ¡Voy a por ello! (x2) Hablar siempre fue fácil, difícil fue actuar Pequé de lo primero por no dejar de soñar Tres personas me dijeron que tendría que estallar [¿Estáis locos? ¿Es que no veis lo que acabáis de lograr?] Yo no seré esclavo de aquello que tu me digas Acostumbrado a caídas fui curando mis heridas Ahora se que grandes metas suelen implicar dolor Y que éste se camufla a menudo bajo el amor Yo mi único aliado para andar por el infierno Ni amigos, ni familia, aquí nada es eterno Pero ahora sé que si quiero puedo hacerlo Por eso saco pecho, alzo cabeza y a por ello El tiempo es oro y eso en todos sus sentidos Y es que nadie te devolverá los minutos perdidos
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Voy a conseguirlo y no es sólo una sensación Es que me callo y escucho cuando habla mi corazón De cien disparos alguno dará diana Soy un guerrero del hoy por el día de mañana Llegará el día en que me enfrente a mi destino Pero yo no le temo porque voy a conseguirlo Si tengo un sueño yo ¡Voy a por ello! Si quiero algo yo ¡Voy a por ello! Cueste lo que cueste yo ¡Voy a por ello! ¡Voy a por ello! ¡Yo! ¡Voy a por ello! (x2)”
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No os voy a engañar, siempre había tenido claro lo que quería, a dónde quería llegar y qué quería conseguir… Pero nunca me había comprometido cien por cien con ello. Ahora, habiendo cortado también las cadenas mentales que me mantenían preso, sentía que era ligero y que podía avanzar mucho más rápido. Lo que consiguiese, a donde llegase, el tiempo que tardase, todo, absolutamente todo, dependía de mí, de mi esfuerzo y de cómo jugase mis cartas. La primera decisión que tomé fue la de empezar a estudiar interpretación de manera seria. No, no quería ir a la universidad y, por lo tanto, seguir haciendo bachillerato no tenía sentido, pero sabía que si quería llegar lejos en cualquier campo, formarme era algo que agilizaría mucho el proceso de alcanzar mis objetivos. Mi principal fuente de ingresos eran los anuncios que conseguía a través de los castings y, aunque tenía algo natural en mí que aun sin haber estudiado interpretación era capaz de conseguir muchos trabajos (quizá por llevar tanto tiempo haciendo música y subiéndome a escenarios), formarme como actor probablemente multiplicaría los resultados que ya conseguía. Así pues, me apunté a una escuela de teatro de Madrid llamada La Lavandería. Había escuelas con mucho más nombre, pero no podía permitírmelas. No obstante, hoy por hoy que tengo más conocimiento del sector, me alegro mucho de no haberme podido permitir una más conocida. En otras escuelas te enseñaban a interpretar basándote en tus propios recuerdos y experiencias. Tenías que recurrir a tu propio dolor real de recuerdos reales para sentir el dolor del personaje que interpretabas. Esto daba lugar a que muchos estudiantes de interpretación tuviesen que contratar, además del curso, los servicios de un psicólogo. No bromeo. Imaginad con todo lo que llevaba yo arrastrando de mi pasado cómo podría haberme afectado aquello. De hecho, mi hermana en su día, se había metido en una de las escuelas de interpretación más conocidas de Madrid y, tras un año estudiando allí, dejó el teatro por completo, ya que actuar de repente se había convertido en algo más traumático que en otra cosa. ¡Ella, que había estado enganchada durante todos sus años de colegio a la interpretación! Pero, creedme, habiendo vivido en mi familia es mejor no remover mucho ciertas cosas de tu cabeza hasta que no estés cien por cien preparado para ello.
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No obstante, mi escuela era diferente. Los profesores eran amigos, el entusiasmo por actuar se respiraba en todos lados, nadie competía, todos se ayudaban. Era un ambiente más hippie, más punki, pero eso encajaba mucho más con mi forma de ser. ¡Incluso uno de los años hicimos una prueba final actuando en la calle! Me dieron herramientas para mejorar mi actuación, me subieron la autoestima y me enseñaron a “crear recuerdos ficticios” para interpretar desde ellos. Muy parecido a cuando compuse la canción para aquella película donde escribía la letra a través del personaje. Así, yo no tenía por qué sufrir aunque el personaje sufriese. Bueno, en realidad sí, mientras lo interpretaba, pero usaba sus recuerdos, no los míos. Eso me permitía volver a la normalidad cuando acababa de interpretar. A veces, costaba un poco salir del personaje pero, poco a poco, recordabas que a ti no te había pasado nada de eso y podías volver a la seguridad de tu vida. Además, era de las pocas escuelas en las que se seguía enseñando a interpretar en verso. Aprendí, no sólo a recitar e interpretar en verso, si no también a componer mis propios sonetos así como otros estilos de poesía clásica. Eso, por supuesto, hizo que también mejorase mi forma de componer rap. Os sorprendería cuánta similitud puede llegar a haber entre la poesía y el rap. La métrica, los recursos como la aliteración, el encabalgamiento, las estructuras y un sinfín de cosas más. No es de extrañar que Kase O, para mí el mejor compositor de rap en español, sea filólogo hispánico. Aprendí y mejoré mil cosas, entre ellas a proyectar mi voz, a usar y conocer mejor mi cuerpo, a improvisar situaciones y personajes… Pero entre todas ellas, una resaltó sobre todas las demás. En esa escuela, aprendí algo que jamás me había llamado la atención y de lo que me enamoré. Descubrí la máscara más pequeña del mundo: la nariz de payaso. Nunca me habían gustado los payasos, de hecho de pequeño incluso me aterrorizaban los juguetes de payaso. No quería quedarme con uno a solas en la misma habitación, especialmente uno enorme que tenía mi hermana que era más grande que yo, ¡qué miedo me daba! Pero os voy a decir algo, ponerse la nariz de payaso crea adicción.
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Cuando tienes una nariz de payaso, todo está permitido. Puedes desde hacer el tonto en público a mostrar tus emociones abiertamente (incluso
exagerándolas) sin que nadie te juzgue. Puedes hacer lo que sea porque, ¡tienes una nariz de payaso! Cada uno tenemos un clown y descubrir al tuyo es algo realmente maravilloso. Yo me enamoré del mío, tanto que incluso daban ganas de esconderse tras esa nariz constantemente. Desde entonces, y durante varios años, estuve llevando una nariz en mi bolsillo. Nunca sabes cuándo te podía venir bien poder esconderte en público. Lo más curioso de todo es que esa nariz de payaso que me acompañaba en mi bolsillo a todos lados, jamás dejó de venir conmigo. Sencillamente, se transformó. Acabó adoptando forma de cámara pero mantuvo exactamente los mimos poderes. De esa escuela, también llevo siempre conmigo el mejor consejo que me dio alguien para la interpretación y que más tarde vi que servía para casi cualquier aspecto en esta vida. Vino de la directora de la escuela (que también fue mi profesora) y nunca olvidaré sus palabras: “No pienses, actúa”. Desde entonces, en caso de duda, tomo acción. Deja de darle tantas vueltas a todo, deja de preocuparte tanto y deja de trazar tantos planes. Si quieres algo, ve a por ello. Punto.
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Sigo Intentando “Se ve en sus ojos, mucho ha vivido Mirada de adulto pero sigue siendo un niño Su casa queda lejos del paraíso No sabe si es fuerte pero desde luego es listo En el instituto, sus notas no destacan Hay alumnos que le insultan, los profesores pasan Y él no encuentra quien le quiera ¡Y él no encuentra quien le quiera! Y él no encuentra a quién querer ¡Y él no encuentra a quién querer! Siempre esconde su tristeza, su corazón le pesa Ha creado una coraza a quien nadie se acerca Se encierra en su cuarto, la música bien alta Piensa ideas raras mientras mira la ventana Él no es como su hermana, él no es como su hermano Él siempre fue ese bicho raro Y él no entiende por qué ha de ser… ¡Diferente a cómo es! Y él no entiende por qué nadie ve… ¡Que este mundo está al revés! Y es que siente que el bueno siempre paga lo del malo Siente que hacer favores puede salir caro Piensa que los adultos no tienen razón Camuflando falsedad, llamándola educación El tiempo me ha enseñado que el niño es más sabio Que el adulto ya cansado, que él ya se ha conformado El tiempo me ha enseñado la belleza de unos labios Que no dicen “Me rindo” sino “Sigo intentando” (x2) Sueña despierto, quiere cambiar el mundo Quiere dar voz a aquellos que se sienten mudos Siente que juntos aquellos que han sufrido Son muchos más que los que lo han consentido Él es el gordito, el negro, el chino El gafotas, empollón, el gay, el friki, el rarito Él es todo aquel que siempre han señalado…
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¡Siempre han señalado! Él es el amor que se dejó de lado ¡Que se dejó de lado! Sueña con llegar a ser alguien destacado Para coger este mundo roto, y arreglarlo Oye a los adultos hablar de la adolescencia Eso a menudo acaba con su paciencia Culpan a la juventud, ¡maldita hipocresía! Del mundo que rompieron antes de darnos la vida Dicen que el tiempo todo lo curará ¡No es verdad! Y es que en esta vida todo se pagará Y pagarás los pecados que cometieron tus padres Qué va a hacer él con el mundo, si ya no hay quien lo salve Pero él viene de otra generación Él no se rendirá hasta que muera su corazón El tiempo me ha enseñado que el niño es más sabio Que el adulto ya cansado, que él ya se ha conformado El tiempo me ha enseñado la belleza de unos labios Que no dicen “Me rindo” sino “Sigo intentando” (x2)”
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Éste, como ya sabéis no es un cuento de hadas y, como después de cada racha buena, solía tocar alguna complicada. Lo malo de que tus ingresos dependan de rodajes es que no siempre salen los suficientes. Yo había tenido una temporada buenísima, que me había permitido vivir sin lujos pero bien, con una nevera llena, pagando mis facturas a tiempo y pagando mis clases de interpretación a trompicones (por suerte, eran bastante flexibles con las fechas de pagos en mi escuela). Pero, de repente, me encontré en una situación donde cada fin de mes era una tortura porque no conseguía suficientes rodajes y a su vez los que conseguía no estaban tan bien pagados como antes. Los anuncios de televisión, para lo que generalmente me cogían, los pagaban tres meses después de haberlos realizado. Esto tenía sus contras como tener que adelantar dinero de impuestos pero a su vez también te obligaba a aprender a gestionar tu dinero y poder ver cómo iban las cosas con un cierto margen de tiempo. Aun así era duro cuando sabías que tenías cosas por cobrar y que, sin embargo, no tenías dinero en ese momento para poder pagar el siguiente mes del piso. Pequeñaja me ayudó alguna vez a pagarlo, por suerte ella vivía con sus padres y no tenía muchos gastos. Pero, a la vez, era universitaria y no trabajaba, por lo que tampoco era algo con lo que pudiese contar a largo plazo. Recuerdo un mes que se me echó el tiempo encima. O bien había calculado mal el dinero que me quedaba hasta el siguiente día de cobro, o bien me habían pasado alguna cosa con la que no contaba como una factura más alta de lo habitual o algo así. Estaba con Pequeñaja y otros amigos en una cafetería y sentía que me iba a dar un ataque. Llevaba varios días de retraso en el pago del piso y no tenía ni idea de dónde iba a sacar el dinero. Ninguno me podía ayudar y yo estaba desesperado. De repente, me llegó un mensaje en el que se me informaba de que me habían hecho una transferencia a mi cuenta bancaria. Me habían adelantado un pago porque la productora había pagado antes. Toda la tensión que había acumulado se desplomó de golpe y me eché a llorar. Iba a poder pagar el piso. No obstante, me dije a mí mismo que eso no me volvería a pasar.
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No quería volver a buscar un trabajo de ocho horas diarias porque
eso me impediría el poder seguir yendo a castings y seguir con mi música. Así que tome dos decisiones. Dejé la escuela de interpretación (temporalmente) y empecé a generar dinero en mi tiempo libre con lo que mejor se me daba: mi música y mi interpretación. Fui un par de días al metro de Madrid y me quedé observando cómo ganaban dinero los artistas que se movían por ahí. Tomé notas de por qué creía yo que la gente daba más dinero a unos que a otros, qué cosas funcionaban, cuáles no y decidí hacer mi propio espectáculo. Ya lo había hecho alguna vez por pura diversión con un compañero de la escuela de teatro llamado Napo. Él, me enseñó en su momento a armarme de valor y dirigirme a gente desconocida en el metro para actuar delante de ellos. Seguía dándome miedo y no sabía si iba a funcionar para conseguir algo de dinero cada mes, pero tenía que intentarlo. Ahora bien, te aseguro que en el metro, como en cualquier lado, puedes pasar muchas horas trabajando y conseguir poco y de la misma manera puedes trabajar pocas horas y conseguir mucho. Yo había estudiado a otros artistas callejeros con la intención de optimizar mi tiempo. Aquí, os dejo los pasos que desarrollé tras fijarme en qué tenían en común aquellos que más dinero conseguían. Me dieron muy buen resultado: 1. Se gana más dinero dentro de los vagones que en los pasillos. No estoy seguro del todo si es legal pero, por regla general, a no ser que te topes con alguien con muy mal genio, lo único que hacen los vigilantes es pedirte que te marches. Aun así, hay que mantenerse alerta; si les ves, haz como que eres otro pasajero cualquiera. Hacer algo que no implique instrumentos o altavoces te ayudará a ello. 2. No puedes parecer un drogadicto. Si, debido a tu aspecto, la gente piensa que cualquier moneda que te den te la vas a gastar en drogas, las probabilidades de que te den algo se reducen muchísimo. Yo intentaba ir siempre con unos vaqueros o pantalones de pana y una camisa de manga larga que tapase el tatuaje que tenía en el brazo. A veces, me ponía también una americana encima de la camisa y siempre, siempre, un gorro (que a la vez usaría luego para recoger el dinero). Además de ello, cuando me presentaba al vagón les dejaba claro que era un estudiante de interpretación. Eso les
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daba algo de confianza. 3. La gente no suele disfrutar de sus viajes en transporte público, lo que implica, por un lado, que es probable que estén de mal humor de primeras. No obstante, también implica que si consigues amenizarles el viaje probablemente estén dispuestos a darte algo. Rompe su barrera, hazles reír. Yo lo hacía añadiendo en mi presentación algo así como “si a alguien le molesta que por favor diga supercalifragilisticoespialidoso al revés. ¿Nadie? muy bien, pues comencemos.” Eso les hacía reír y, por lo tanto, bajaban la guardia de su posible mal humor. 4. Haz algo que les transmita algo positivo. Es mejor hacer música alegre que triste. Es mejor un monólogo de humor que contarles vuestras penas. Los pasajeros ya tienen mucho con sus propias vidas, están viajando en metro, no en una limusina, no necesitan recordar que la vida es dura. Yo opté por recitar (a la vez que interpretaba) la primera estrofa de mi canción Vuelo. Un mensaje de superar adversidades sumado a una interpretación graciosa y exagerada. Cuando terminaba, muchos no sólo me daban dinero, si no también las gracias por haberles animado el día. 5. Haz un final bonito, sé agradable, vuelve a hacerles reír. Yo les aseguraba que, si dejaban alguna moneda en mi gorro mágico, podían pedir un deseo y que, por supuesto, se cumpliría. Si no, se les devolvería el dinero. Sonrisa y te das un paseo, pero acercándote sólo a los que te miren. Deja a los demás tranquilos, no les molestes, si alguien quiere darte alguna moneda y no te has dado cuenta, te lo hará saber, no presiones ni hagas sentir incómodo a nadie. Tengo que decir que, tras depurar un poco mi espectáculo, llegué a ganar unos cincuenta euros la hora aproximadamente. Si algún mes iba mal de dinero, simplemente me iba unos días al metro y actuaba hasta conseguir el dinero que me faltase. No obstante, llegó un momento donde los castings habían bajado tanto que tuve que volver a buscar trabajo. Actuar en el metro está bien para ganar un pequeño extra que necesites pero, puede ser muy duro para ganarte la vida sólo a base de eso. Además, si la gente acaba viéndote ahí todos los días, es difícil que
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acaben dándote dinero. Me busqué un trabajo nocturno en una gasolinera para poder seguir yendo a castings cuando fuese necesario. Normalmente, las gasolineras tienen turno rotativo y cada semana le toca hacer el turno de noche a uno de ellos. Si están buscando personal y te ofreces a hacer siempre el turno de noche, es muy probable que te contraten porque harás feliz a la mayoría de los otros trabajadores. Eso sí, no podía evitar pensar que algo estaba haciendo mal. Tenía buena actitud, seguía luchando por mis sueños, daba mi máximo siempre pero algo no llegaba a funcionar del todo. Parecía que mi música gustaba pero no llegaba a despegar del todo. Conseguí llegar a los castings finales para ser protagonista en varias series pero al final siempre cogían al otro. En una, incluso un director de casting me chivó que ya me habían seleccionado a mí, pero al final, la serie no llegó a hacerse. Yo, lo único que quería era demostrar al mundo que se podían alcanzar los sueños. Quería dar esperanzas a la gente que lo había pasado mal al igual que yo. Pero bueno, al menos podía hacerlo a través de mi música.
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“estructuras poco sirven cuando tapan el paisaje, forzaré rimas poéticas en pro del mensaje”
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Fallar o ganar “Bolis sin tinta, hojas mojadas Sábanas enredan lágrimas en almohadas Hogueras caseras, ojeras nunca escasas Duermes no descansas y hace frío allá en las canchas Siempre es invierno y no recuerdo otra estación Y tengo la sensación de que me engaña mi imaginación Pues no recuerdo que el pasado fuese bueno Y sin embargo el recuerdo en melancolía viene envuelto Si soy sincero ya no sé si nada es cierto Delirios de grandeza, soñé con ser el primero ¿Y qué me queda? Dime, ¿y qué te queda? ¿Desear mis veintitrés cuando cumpla los sesenta? Cuando miras atrás siempre descubres el camino Y no sabes quién lo anduvo, si tú o tu destino El pasado pesa y pisa sobre pasos que ya di Parece que no dan mas de si las calles de Madrid Cruzar el mar para encontrarte a ti mismo Ironías de la vida cordura pende de un hilo Ni se gana ni se pierde me dicen que no es un juego Soy quien quise ser mas no sé si seré quien quiero Di, dime quién me enseñará A no reír cada vez que vuelva a fallar Y di, dime quién me enseñará A no llorar cada vez que vuelva a ganar Me ofrecí para ser prota pero ya dieron el puesto Decidí empezar de cero con cero presupuesto Y por supuesto es complicado abrirse hueco Y aunque temo un mal final a veces sueño que vuelo Y es por ello sólo por esos momentos Que hay días que puedo olvidar este largo invierno Y quiero y no quiero, nunca sabes lo que cuesta Porque a veces el talento no encuentra su recompensa De qué sirvió dar nuestra vida por todos
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Si al final sólo ellos hicieron sentirnos solos Salí de casa sólo por saludar Pero no encontré a nadie que me quisiese encontrar Estructuras poco sirven cuando tapan el paisaje Forzaré rimas poéticas en pro de mensaje Ódiame si quieres por no ser lo que tú eres Pero pagas tus problemas con quien no debes Di, dime quién me enseñará A no reír cada vez que vuelva a fallar Y di, dime quién me enseñará A no llorar cada vez que vuelva a ganar”
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Pequeñaja quería estudiar un año en el extranjero gracias a una beca. Sus padres, viendo que íbamos a estar un año entero separados, me ofrecieron la oportunidad de irme a vivir a su casa. No tendría que pagar ni alquiler ni comida, sería como un hijo más y así podría ahorrar para irme con ella. Yo no veía muy claro eso de volver a vivir con adultos, pero Pequeñaja me insistió en que era una buena idea y, después de todo, era la única forma en la que tendría la capacidad suficiente para ahorrar y acompañarla durante ese año. Vivir con ellos fue una experiencia extraña para mí. Descubrí cómo era una familia normal, cómo se hablaban, cómo eran las comidas y cenas, la convivencia. Recuerdo sentirme triste y feliz a la vez, pensando en lo que me había perdido de algún modo y lo bonito que era haber tenido la oportunidad de vivirlo años más tarde con ellos. Siempre estaré eternamente agradecido a sus padres por dejarme ser parte de una familia feliz, como las que ves en las películas americanas. ¡Existían! Obviamente, cada uno tiene sus cosas y había días mejores que otros, pero a grandes rasgos se querían, se cuidaban y se respetaban. Fue una época bonita, aunque no podía evitar sentirme a veces como un intruso. Aun así, ellos se esforzaron mucho porque no me sintiese así, vivían en un adosado y nos dejaron el piso de arriba para Pequeñaja y para mí, como si tuviésemos nuestro propio mini apartamento e incluso una habitación entera donde poder colocar mi estudio de música. La verdad es que tiene unos padres increíbles. Obviamente, también convivimos con su hermano pequeño, al cual he llegado a querer como si fuese mi propio hermano. Ya lo conocía de antes, claro, pero pudo haber hecho de la convivencia algo difícil y, sin embargo, fue todo lo contrario. Que de repente venga a vivir a tu casa el novio de tu hermana, tiene que ser raro, sin embargo, él lo hizo todo fácil. Pasó el tiempo y entre lo que le darían de beca a Pequeñaja y mis ahorros, conseguimos ahorrar el dinero que necesitábamos. Bueno, tuve que acabar vendiendo hasta mi coche y al final sus padres nos ayudaron un poco durante el viaje, pero lo conseguimos. Pequeñaja había pedido como primera opción de destino Los Ángeles, California. Era donde queríamos ir, así yo también podría estudiar interpretación en una buena escuela. Sin embargo, al final le concedieron la beca para Ottawa,
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Canadá. ¿Qué narices iba a hacer yo allí? Según la mujer de la aduana, nada de nada. Nada más entrar en Canadá, cuando tuvimos que explicar el motivo de nuestro viaje en el control de seguridad, me dijeron que iba a poder pasar al país, pero que Pequeñaja sería responsable de mí. Si me pillaban estudiando o trabajando sin permiso, de manera ilegal, no sólo me mandarían de vuelta a España, si no que además le quitarían la beca a ella. Así que entré a un país, acompañando a Pequeñaja, en el cual no podría ni estudiar ni trabajar. Y, teniendo en cuenta que tampoco íbamos sobrados de dinero, básicamente lo que iba a poder hacer era estar ahí y ver pasar el tiempo.
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Nada “Miro al espejo y no me reconozco De lo que fui hoy sólo me siento esbozo Fuerzo la sonrisa, parece una mueca Tengo desacostumbrada mi muñeca Me dijeron que yo no era importante Y hoy me maldigo porque les creí Una voz siempre me dice “has de seguir pa’ lante” Levantarme es mi opción si ayer me caí Si planeo planear y eso ya me lleva esfuerzo Es que lo que tengo es lo que me merezco ¿Cambiar el mundo? Cambiarme a mí primero Volví a fallar, está lleno el cenicero Hoy soy el recuerdo de lo que seré Tengo que aceptarlo e intentar mejorarlo Estoy en alevines y quise ser Pelé Aún hay tiempo, quizá pueda lograrlo Nada, ya no entiendo nada, ¿dónde vas? Nada, ya no entiendo nada, ¿dónde estás? Que sí, que sé que el juego no ha acabado No soy estúpido, sólo estoy cansado Quizá sea el momento de decidir de nuevo Todo a su tiempo y ya me tomé mi tiempo Luego no he tropezado, tan sólo he dudado El miedo a fracasar a veces me deja helado Sé que no existe el momento adecuado Pero el momento puede estar caducado Saber hacer no es lo mismo que hacerlo Sueño de madrugada como si fuese verano Aún no me acostumbro a este eterno invierno Soy esclavo y el tiempo mi tirano ¿Me escuchas y no hablas o es que no oigo nada? Sé que quieres decir algo, lo noto en tu mirada Vi el anzuelo y piqué como un tonto
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Naces acompañado pero mueres solo Nada, ya no entiendo nada, ¿dónde vas? Nada, ya no entiendo nada, ¿dónde estás? Ya no entiendo nada del ángel caído ¿Por qué tiene rotas sus alas? Se siente solo, está perdido Porque no encuentra calma El tiempo pasa deprisa Tiene que encontrar su lugar Porque si se acaba el tiempo Se quedará fuera y no podrá volver atrás Maldice aquel momento en el que decidió soñar Maldice aquel instante en el que no quiso ver más allá Nada, ya no entiendo nada, ¿dónde vas? Nada, ya no entiendo nada, ¿dónde estás? (x2)”
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Fue un invierno largo que empezó demasiado pronto. El más largo, frío y temprano que había vivido hasta entonces. Tampoco me había podido llevar mi estudio a Canadá, por lo que tampoco podía hacer mucha música. El único punto a favor, era que teníamos una conexión a Internet decente. Y ahí estaba yo, día sí y día también, con poco más que hacer que ponerme a perder el tiempo en Internet, contestar comentarios en mi web o spamear por MySpace, mientras Pequeñaja iba a la universidad. La relación con Pequeñaja pasó momentos complicados. Nos encontrábamos en el mismo sitio físico, pero en sitios muy dispares tanto mental como emocionalmente hablando. Ella estaba estudiando filología inglesa, que le encantaba, en un país donde se hablaba de forma nativa ese idioma. Además, dedicaba gran parte de su tiempo libre a perseguir otro de sus sueños: bailar. Yo, por el contrario, no podía actuar, no podía trabajar, y ya hacía suficientemente frío en la casa como para salir a dar una vuelta a varios grados bajo cero. Sólo teníamos unas estufas eléctricas que calentaban lo que estuviese a cinco metros de distancia, las cuales ni siquiera podíamos tener todo el rato encendidas porque disparaban el precio de la factura de electricidad. Yo estaba básicamente amargado. Acostumbrado a haber tenido siempre mil sueños, mil metas que alcanzar y a no parar de luchar por lo que quería, estar parado sin tener nada que hacer me estaba destrozando por dentro. Intenté dejar de fumar, empecé a hacer deporte, incluso me compré un saxofón de segunda mano (que volvería a vender acabado el año en Canadá para que me saliese a coste cero), para retomar un hobby que había empezado hace un tiempo, cuando había decidido aprender a tocar un instrumento. Me ponía cualquier tipo de meta con tal de tener algo que hacer, y el resto del tiempo me ponía a ver series o vídeos en YouTube. Y entonces, descubrí algo nuevo. En la página principal de YouTube. siempre te salían muchas recomendaciones y, al estar en Canadá, me empezaron a salir recomendaciones de vídeos norteamericanos. Yo estaba acostumbrado a encontrarme con vídeos de música, de alguien que había pillado a sus mascotas en momentos graciosos, cortos, trailers de películas, algún
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tutorial, etc. Pero, de repente, empecé a encontrarme con gente que hacía otro tipo de contenido. Algunos, hacían sketches caseros, otros compartían su día a día por Internet, otros mezclaban música con efectos especiales, otros sencillamente hacían una especie de monólogos de humor con una edición de cortes rápidos como si de un videoclip se tratase… En definitiva, gente usando YouTube como si fuese su pequeño canal de televisión amateur. Decidí que yo también podía hacer eso. Tenía la cámara de vídeo que había comprado en su día para hacer mis videoclips caseros, ¿por qué no la usaba para hacer mis propios cortos y sketches y así podía seguir practicando con la actuación? Así que, empecé a hacerlos. Por otro lado, descubrí los vídeos de un chico llamado MysteryGuitarMan, en los cuales gracias al uso de edición y música, conseguía vídeos realmente curiosos. Yo sabía hacer la parte musical, pero andaba un poco pez con la edición, así que empecé a intentar copiar su estilo. Eso me hizo aprender un montón de cosas nuevas a base de verme un millón de tutoriales de programas de edición, intentado replicar lo que él hacía. Mejoré muchísimo. Había abierto una sección en mi web donde tenía que ir tachando objetivos de una lista que había hecho con “cosas que hacer antes de morir”. Para poder hacerlo, debía presentar una prueba en vídeo o en foto. Una de ellas era subirme a lo alto del Empire State, por lo que por mi cumpleaños alquilamos un coche junto a unos amigos y conduje las trece horas que nos separaban de Nueva York. Pasamos allí un fin de semana, hospedándonos en un hostel de mala muerte en Brooklyn con ratas y yonkis incluidos. Grabé todo el viaje para documentarlo y, aunque los primeros días no pudimos subir al Empire State porque estaba cerrado por mal tiempo, el último se despejó el cielo y pude cumplir mi objetivo. Subí todo a YouTube para poder pegarlo en mi web y documentarlo. Fue entonces, cuando me di cuenta de algo. Recibía muchos más comentarios en mis vídeos de YouTube que en mi propia página web. Eso me entretenía, así que empecé a contestar también a todos los que me dejaban un comentario por YouTube. Por la misma época, me crucé con el canal de Shaytards, una familia que iba compartiendo su día a día y me pareció súper curioso. Quise hacer algo parecido, pero más
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enfocado a conseguir retos y documentar los avances que iba haciendo. Abrí un segundo canal al que llamé como mi canción VoyAPorEllo. En el primer vídeo, me puse tres objetivos: Dejar de fumar, tocar una canción al saxo y correr una hora del tirón. Cada día empecé a subir un vídeo, explicando qué había hecho y cómo me iba. Fueron dos semanas geniales donde conseguí unas medallas que iba dando YouTube muy motivadoras. Un día, mi nuevo canal había sido el que más suscriptores había conseguido de entre todos los canales de España, otro día el más comentado, otro el más visto, y siempre andaba por el top cinco en un apartado u otro. Eso me animaba a seguir, pero a las dos semanas paré. Tuve otra discusión con Pequeñaja y recaí en el tabaco. No me vi con fuerzas para seguir con el canal, había fallado. Necesitaba desahogarme. Compré un micrófono de diez dólares y empecé a grabar canciones en mi ordenador portátil. Obviamente, no era la misma calidad que cuando grababa en mi estudio casero, pero cumplía la función de desahogo. Compuse una instrumental, grabé dos estrofas y el estribillo de una canción a la que llame Nada e hice un concurso a través de mi página web. En él, podría participar quien quisiese haciendo prácticamente cualquier cosa: un video para la canción, una animación, cambiarle la instrumental, rapear otra estrofa de la canción… Lo que quisiesen. Sólo quería descubrir la creatividad de otras personas y apoyarlas, usar lo que ya me conocía alguna gente para darles promoción. Cuanta más gente participase, más ocupado me mantendría. El ganador de aquel concurso fue un chaval que hizo tanto una nueva instrumental bajo el nombre de Gradozero, como una estrofa rapeando con un estilo muy particular bajo el nombre de Elemento Clab. Dio en el clavo con la letra, como si me conociese y hubiese entendido exactamente lo que estaba viviendo en ese momento. Fue un año realmente largo y, por suerte, la relación con Pequeñaja volvió poco a poco a la normalidad. Antes de volver a España, al final habíamos conseguido que nos sobrase un poco de dinero y decidimos ir a California a conocer San Diego y San Francisco. Los Ángeles lo reservaríamos para cuando tuviésemos más dinero en algún futuro.
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Yo tenía la sensación de que había perdido un año de mi vida, pero nunca olvidaré cuando un amigo que hice allí, llamado Rico, me convenció para “echarme las cartas” antes de irme. Me explicó que el tarot no leía el futuro, que servía para responder dudas. Que pensase en aquello que me preocupara y me lo guardase para mí, que las cartas me dirían algo. Yo no creía en nada de eso, siempre busco la explicación lógica a todo, pero también me gusta probar cosas nuevas y ver con mis propios ojos en qué consisten las cosas, así que acepté. Tenía que pensar en lo que me preocupaba mientras barajaba las cartas y eso hice. Pensé en si todo tenía sentido: el haberme lanzado a por mis sueños, si algún día lo conseguiría, si merecía la pena seguir luchando…. Coloqué luego cinco cartas en forma de cruz y Rico me enseñó a leer mi tirada. En mi pasado, salió “la rueda de la fortuna”, representando que, por mucho que controlemos nuestra vida, hay cosas que sencillamente pasan y no podemos elegir, pero que a menudo suceden por algo. En el presente, estaba “el juicio” que representa la liberación, el que has acabado una etapa de tu vida y toca cerrarla, echar cuentas y/o tomar una decisión. En mi futuro, se plantó “el mundo”, la representación del éxito a través del esfuerzo, el sentirse completo. En mi punto fuerte, lo que ya dominaba y jugaba a mi favor, salió “la fuerza”, que me centrase en mis puntos fuertes, en lo que se me daba bien, que explotase lo que ya tenía. Por último, en lo que tenía que aprender aún, salió “el colgado”, el que representa la espera, el aprender a dejarte llevar, el que te pregunta si estás dispuesto a sacrificar para progresar. Rico, sin saber cuál era mi duda interior, me dijo que el pasado me había hecho ser como soy, con lo bueno y lo malo, que lo aceptase como tal. Que en el presente llegaba el momento de decidir algo importante y que si lo hacía conseguiría aquello que quería alcanzar y me haría sentir completo en el futuro. Que mi don era la fuerza, la motivación, las ganas… Pero que lo que único que me faltaba era aprender a esperar, aprender a entender que a veces hay que darle tiempo a las cosas y sacrificar otras por el camino para conseguir aquello que ya era mío aunque aún no lo supiese.
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No importa si crees en eso. No importa si las cartas tienen algo mágico
o no. Lo que importa es que necesitaba oír algo así, necesitaba renovar mi energía y Rico me había dicho que sí, que iba a llegar, que tan sólo tenía que seguir esforzándome y aprender a esperar. Me pareció un buen consejo y decidí hacerle caso. Seguir luchando y aprender a no tener prisa. Y con ese pensamiento, nos volvimos a España.
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Himno del YouTuber “Dicen algunos que soy un bala perdida Que no sé lo que quiero de la vida Que debería cobrar, no regalar cada canción Que subir vídeos a Internet no es ninguna profesión No entienden mi corazón que os regale lo que hago Que un día sea actor otro poeta y otro mago Que aprenda con tutoriales y no en una clase Que no deje de soñar pase lo que pase Pero ellos no saben que puedo volar Hablar conmigo mismo porque me puedo clonar Que sin instrumentos también puedo hacer canciones Desde mi cuarto o en el metro entre vagones Que tengo muchas cosas que hacer antes de morir Y que pienso grabar como las voy a cumplir Y lo voy a subir para que puedas ver Que si yo puedo, tú puedes ser lo que quieras ser Que cada bache sólo es un reto nuevo Que en nuestra mente no existe el no puedo Recorrer el mundo entero contigo por compañero Porque cada cosa que hago lo grabo y te lo enseño Tu pulgar arriba hoy me alegró el día Y tu comentario me ha sacado una sonrisa Que cada suscriptor es un nuevo amigo Y cada reproducción un sueño cumplido Porque mi única meta es llegar hasta ti Porque hablaría solo si no estuvieses ahí Así que rutilófilo esto va por ti Desde el "wolas" hasta el "sé feliz"
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Volvimos a España sin un céntimo en el bolsillo, por lo que nos quedamos viviendo en casa de los padres de Pequeñaja de nuevo hasta que volviésemos a ahorrar. Volví a los castings, volví a apuntarme a la escuela de teatro y seguí creando vídeos para mi canal de YouTube tomándomelo cada vez más en serio. Había conseguido que me aceptasen la solicitud de partner, lo que quería decir que aparecería publicidad en mis vídeos y me darían algo de dinero por ello. Al no tener casi gastos, los rodajes que me iban saliendo me daban para ir ahorrando. Mi webmaster, llamado Terapias, me convenció para que no escribirse más en mi web, que si tenía que decir algo lo hiciese en forma de vídeo, que así la gente me haría mucho más caso que teniendo que leerse alguno de esos textos sin fin que yo solía escribir. A su vez, también empecé a conocer a otras personas que también hacían su propio contenido para YouTube como iMike, Juan Diaz, Nanetillo, Corretejados o Chusita, lo cual me hizo ver que no estaba solo en esto y me animó a seguir adelante. Uno de los YouTubers americanos a los que yo seguía, DeStorm, hizo un concurso para el cual había que hacer un rap. Básicamente, él había hecho una canción a la que le faltaba una estrofa y había que rellenarla, algo así como el concurso que yo mismo había realizado en Canadá a través de mi web. Decidí participar, y cuál fue mi sorpresa cuando, a pesar de ser el único que había participado en español, descubrí que había quedado entre los diez finalistas. Poco después, PabloVlogs, uno de los YouTubers españoles con más suscriptores por la época (si no el que más), decidió hacer un casting para un nuevo canal colaborativo que iba a crear. Me presenté y me seleccionó junto a cinco personas más. En total, seríamos siete incluyendo a Pablo y tendríamos que subir al nuevo canal, llamado La Central, un vídeo a la semana. Cada uno, tendría que subir un vídeo un día fijo y a mí me tocó subir cada sábado. Gracias a la influencia de Pablo, a que todos los días hubiese un nuevo vídeo y a la variedad de estilos, el canal empezó a crecer rapidísimo y se convirtió en una ventana enorme para todos los que participábamos en él. No tardaron mucho en salir otros canales españoles copiando el mismo formato.
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Mis vídeos en La Central gustaban mucho a la gente, por lo
que los seguidores de mi propio canal también empezaron a subir muy rápidamente gracias al tráfico que me proporcionaba el canal colaborativo. También creé con Navarro, un amigo mío, otro canal en conjunto llamado El Pez Chuleta dedicado principalmente a sketches y al humor. Además, también empecé a grabar de forma regular con muchos otros canales como La Super Cafetera o Conecta Tutoriales. Empecé a crear muchísimo contenido para YouTube, y la verdad es que cada vez había más y más personas pendientes de los vídeos que subía. Pero no todo lo que reluce es oro. Todo esto estaba siendo una experiencia increíble pero no sólo no me daba dinero si no que además casi ya no me salían castings. Tuve que volver a buscar trabajo y, gracias a mi amigo Navarro que habló con su jefe, conseguí volver a trabajar en turno de noche en la gasolinera en la que él trabajaba cada verano. Tengo que decir que fue una etapa buena, me lo pasaba genial subiendo vídeos y el trabajo tampoco me desagradaba tanto. Siempre que hubiese hecho ya mis tareas en la gasolinera de limpieza y demás, tenía vía libre para ver una peli o jugar a la videoconsola hasta que viniese algún nuevo cliente que atender. Entre los vídeos y el trabajo me quedaba muy poco tiempo libre, así que se me ocurrió una idea. Volví a retomar mi canal de VoyAPorEllo y empecé a obligarme a grabar a menudo, para obligarme a mí mismo a hacer algo interesante cada día. No funcionó especialmente bien, pero me empecé a acostumbrar a grabar mi día a día como un tiempo antes había visto hacer a los Shaytards. Y de repente, un día cualquiera, YouTube España hizo acto de presencia. Desde Google se nos enviaron unas invitaciones a prácticamente todos los creadores de contenido españoles de la época (así como a marcas y a prensa), a un evento llamado YouTube Stars Road Show. En dicho evento, nos hablaron del contenido, de cómo mejorar el engagement, de llegar a la gente y, para mi sorpresa, me llamaron al escenario para ponerme como ejemplo de cómo hacerlo bien. Mi motivación estaba a tope y entonces, al final del evento, anunciaron algo: Iban a sacar un concurso llamado YouTube Next Up, donde habría un premio de veinte mil euros y una semana de formación en las oficinas de Google de Londres. A gastos pagados, por supuesto.
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Obviamente me presenté. Había algo dentro de mí que me decía que sí, que ésta era por fin mi oportunidad. Parecía que la música, la actuación, los vídeos… Todo me había llevado hasta ahí, así que decidí participar en el concurso con esta canción en forma de vídeo, abriendo mi corazón al mundo.
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JPelirrojo is Next Up “Me crié y nací en el centro de Madrid Y de ahí a la Sierra de Madrid me fui Donde crecí, maduré y sobretodo soñé Quise ganarme la vida con mi R A P Empecé a sonar en radios pero no en las principales Mis padres no compartían mis ideales Tuve que marchar de casa, pagar mis facturas Servir hamburguesas, soportar tantas burlas Aunque también conocí a gente que quiso ayudarme Y ahora sumo a Doshermanos además de los de sangre Publiqué un disco y así aprendí a volar Soñé con Hollywood y empecé a actuar No me querían en películas sólo en publicidad Me enamoré de una sonrisa y volé a Canadá Sin papeles no hay trabajo, todo el día a navegar Pero fue entonces cuando empezaron a llamar TOC TOC Dime quién es Somos nosotros con V de vloggers TOC TOC Mira quien es JPelirrojo is Next (x2) Conocer YouTube y de vuelta a soñar Empezar a hacer vídeos, aprender a editar iMike me enseña a sus vloggers preferidos Y empiezo a engancharme a miles de videos Desahogarme ante la cámara, empiezo por Terapias Juan, Nanetillo y más vloggers con magia Me propongo conseguir todo aquello que quiero Creo VoyAPorEllo y emito al mundo entero DeStorm hace un concurso quedo Top10 mundial Hago un casting y Pablo me mete en La Central Seis empleados y la jefa Desahogada Convertirnos en el multivlog más visto de España ¿Y qué más da que la tele no me quiera? En YouTube soy actor de La Súper Cafetera
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El PezChuleta con Navarro el tercer de mis canales Y se me ve venir en Conecta Tutoriales TOC TOC Dime quién es Somos nosotros con V de vloggers TOC TOC Mira quien es JPelirrojo is Next (x2) Y es así como decidí Participar en un concurso que vi Hice un video en forma de canción aquí en la anotación En el cual puse todo mi corazón Y fue gracias a ti Porque lo viste, te suscribiste y le pusiste un pulgar arriba Y es que ahora gracias a ti puedo ver la cima ¡Porque soy NextUp! TOC TOC Dime quién es Somos nosotros con V de vloggers TOC TOC Mira quien es JPelirrojo is Next TOC TOC Dime quién es Somos nosotros con V de vloggers TOC TOC Mira quien es JPelirrojo is NextUp ¡Sí!”
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Y gané. Me lo comunicaron por sorpresa unos días antes de que se hiciese público. Se suponía que era un Skype con gente de Google a modo de entrevista como prueba final, pero, lo que querían era comunicarme que había ganado y grabar mi reacción. Ver también si podía aceptar el premio, ir al viaje, etc. Yo les dije que sí, que por supuesto, que había esperado esa oportunidad toda mi vida. Lo único malo es que tenía que mantenerlo en secreto hasta que se hiciesen públicos los ganadores. La noche que se hicieron públicos de manera oficial, yo estaba trabajando en la gasolinera. No sólo quería ver quienes habían sido los otros dos ganadores, si no también confirmar cien por cien que no era un sueño, que mi nombre aparecía ahí. Una vez barrida y fregada la gasolinera, y hasta que aparecieron los nombres, estuve toda la noche viendo vídeos de Shaytards, de otros concursantes, un vídeo de Corretejados donde pedía que me votasen y el cual me hizo llorar… Me pasé la noche soñando cómo podía cambiar mi vida. Entonces, mi nombre apareció, ya era oficial, había ganado. Y tomé una decisión: en cuanto vino mi jefe a primera hora le di los quince días de aviso, dejaba el trabajo. No fue una decisión fácil, la gasolinera me daba una estabilidad que no me daban los vídeos. Aún no ganaba lo suficiente para vivir del dinero que estos me daban, ni de lejos, pero el premio incluía veinte mil euros, eso me daría un margen de tiempo para dedicarme al cien por cien a ellos e intentar que para cuando se acabase el dinero ya tuviese unos ingresos decentes al mes. Daba miedo, pero si no dejaba el trabajo no podía ir a Londres para la semana de formación, no podía aprovechar realmente la oportunidad de centrarme única y exclusivamente en dedicarme a los vídeos, tenía que arriesgarme. Hablé con Pequeñaja y me dijo que lo intentase, que siempre habría tiempo para volver a encontrar otro trabajo si todo salía mal. Y eso hice. Llegó septiembre y me fui a Londres a aprender todo lo que pudiese de los expertos de Google y de otros creadores europeos que también habían ganado. Fue una semana tan increíble como estresante. Teníamos que asistir a un montón de clases, hacer colaboraciones y, a la vez, crear un vídeo para el final de la semana como trabajo final del curso intensivo, con la presión añadida de que todos se visualizarían el último día y todos
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queríamos que nuestros vídeos estuviesen a la altura de lo que se esperaba de nosotros. A su vez, me quedaba cada noche editando mientras todos se iban a dormir para poder documentar la experiencia día a día a través de mi canal VoyAPorEllo, cosa que había prometido a mis seguidores si ganaba y que, por supuesto, cumplí. Pero no sólo aprendí un montón, sino que además conocí en persona y pude colaborar con gente que me había inspirado a llegar hasta ahí como MysteryGuitarMan. Nunca olvidaré el día que lo conocí. Al salir de mi habitación del hotel en Londres, fui hacia el ascensor, el cual se estaba cerrando. Una mano paró la puerta desde dentro y esta se volvió a abrir. Me metí, me preguntaron si bajaba hasta el hall y dije que sí. Cuando se cerró la puerta me di cuenta, quien estaba delante mío era él, MysertyGuitarMan. Me quedé mirándole fijamente y balbuceando. Quería decirle algo pero no me salían las palabras. Él me extendió la mano a modo de saludo, se presentó y, mientras le estrechaba la mano, a mí lo único que se me ocurrió decirle fue un “me quiero morir” en inglés. El ascensor llegó a su destino, se abrieron las puertas y salió con sus amigos del ascensor y del hotel. Yo me quedé en la recepción con cara de tonto preguntándome a mí mismo cómo era posible que sólo le hubiese dicho eso. Bravo, JP. Mientras yo me había ido a Londres, Pequeñaja se había marchado a Holanda. Ella se quedaría allí estudiando durante los dos siguientes años un master, por lo que cuando volví de vuelta a España, ya no tenía mucho sentido quedarme en casa de sus padres. Gracias al dinero del premio me busqué una habitación de alquiler en Madrid y decidí apuntarme a un intensivo de edición, post producción y Motion graphics. Quería aprender lo máximo que pudiese sobre la edición y post producción en la mejor escuela y en el menor tiempo posible, por lo que me apunté a dos intensivos a la vez. Me avisaron en la escuela de que sería duro (a parte de caro), pero yo les dije que seguro que sería difícil, pero no imposible. Y, efectivamente, seis meses después me había sacado ambas titulaciones.
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“y dejaréis que muera solo, no sabéis como ayudarle, la ciencia no comprende aquello que nació del arte”
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Monstruo “Él camina solo, siempre lo ha hecho Pisa cada charco, se siente en su derecho Siempre minoría entre la minoría Intruso entre amigos, intruso entre familia Si mientes o no es algo que no le preocupa Te mira y te sonríe pero no te escucha Él camina solo y tú no eres él El tiempo es pintura y él no encuentra su pincel Su mundo, su burbuja... Y así crece Aprendió a seguir recto cuando el camino tuerce Perdió la fe, quizá nunca la tuvo Prende en llamas invisibles para el mundo Dejan que se queme y así solo se consume Siempre fuerte pero no es inmune Dejan que se queme y así solo se consume No te derrumbes, eh, no te derrumbes El sol quema mi retina secando todas mis lágrimas La lluvia al final llega y me protege una vez más Deja que llueva, tú deja que llueva Deja que heridas sanen por mucho que duela (x2) Él no es tu amigo y no, no quiere ser tu amigo Tan sólo coordenadas, coincidencias y caminos Suspiros enlatados, no cuenta contigo Ideas condenadas, incidencias y castigos No te quiere cerca, eso ya lo ha vivido ¿Cómo explicártelo? ¿Cómo decirlo? A veces más, a veces menos pero siempre inadecuado Él nunca es de aquí, él siempre es de otro lado Si crees que le has ayudado estás equivocado Sigue entre llamas en este mundo helado Él ya ni sueña ni desea, él solo muere No se le nota pero vaya si le duele Dejan que se queme y así solo se consume
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Siempre fuerte pero no es inmune Dejan que se queme y así solo se consume No te derrumbes, eh, no te derrumbes El sol quema mi retina secando todas mis lágrimas La lluvia al final llega y me protege una vez más Deja que llueva, tú deja que llueva Deja que heridas sanen por mucho que duela (x2) Y dejaréis que muera solo, no sabéis como ayudarle La ciencia no comprende aquello que nació del arte Y es que nadie le abraza porque nadie puede verle Todos lloraríamos de poder comprenderle Él no quiere estar aquí, no entiende por qué fue creado Su padre es su dolor porque él le ha condenado No es la iglesia, es el humano, el que quemará su cuerpo Es imposible de evitar lo que ya se ha hecho Fuego en el ártico, gritos entre el hielo Lo merece más que nadie pero no podrá ir al cielo El monstruo resultó ser quizá el más humano Ahora ya es tarde, el fuego casi ha terminado El sol quema mi retina secando todas mis lágrimas La lluvia al final llega y me protege una vez más Deja que llueva, tú deja que llueva Deja que heridas sanen por mucho que duela (x2) Dejan que se queme y así solo se consume Siempre fuerte pero no es inmune Dejan que se queme y así solo se consume No te derrumbes, eh, no te derrumbes Dejan que se queme y así solo se consume Siempre fuerte pero no es inmune Dejan que se queme y así solo se consume No te derrumbes, eh, no te derrumbes
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El sol quema mi retina secando todas mis lágrimas La lluvia al final llega y me protege una vez más
Deja que llueva, tú deja que llueva Deja que heridas sanen por mucho que duela (x2)”
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El dinero del premio se fue bastante rápido. Cuatro mil euros se los quedó hacienda, los cursos intensivos me costaron unos nueve mil euros y el resto se fue en alquiler de la habitación, comida, devolver el dinero que me había dejado en su día Terapias (mi webmaster) para comprarme una réflex con la que grabar mis vídeos a buena calidad y un pequeño detalle que quise tener con PabloVlogs porque, sin él, jamás habría llegado a donde estaba. En cualquier caso, tuve bastante suerte. Cuando estaba a punto de volver a quedarme sin dinero, me llamaron para otros casting. Ya casi no me seleccionaban en ninguno de los castings a los que iba y yo andaba algo desanimado pensando que quizá ya no estaba a la altura, pero no perdía la esperanza y no dejaba de ir a ellos. Un día fui a uno para el que me habían dado mal la hora y cuando llegué, ya había acabado. Me dijeron que aún así, podía ir al día siguiente, que volverían a ver a algunas personas más. A pesar de que estaba lejísimos, al día siguiente volví y lo hice. Y me seleccionaron. Lo increíble es que este no era sólo para hacer un anuncio como todos los anteriores que ya había hecho, si no que querían que fuese la imagen de una tienda de tecnología y electrodomésticos durante todo un año. Eso significaba que tendría mis gastos cubiertos durante mínimo todo ese año y, mejor aún, con la posibilidad de renovar al año siguiente. No todo era un camino de rosas. Estuve haciendo dos cursos intensivos simultáneos mientras tenía que acudir a rodajes continuamente y, como me había propuesto conseguir ganarme la vida con mis vídeos, estaba subiendo un vídeo cada día a mi canal de VoyAPorEllo y cuatro o cinco semanales en mi canal principal. Vaya, un mínimo de once vídeos a la semana . Todo lo que hacía me gustaba, pero me estaba exigiendo demasiado, mi novia estaba viviendo en el extranjero y el cúmulo de todo ello hacía que estuviese irascible. Por eso, cuando un YouTuber que nadie conocía empezó a meterse conmigo por salir en anuncios y a su vez empezó a meterse con otros YouTubers amigos míos, me volví a sentir como en la época de aquel anuncio de los veinte megas y me encendí, le contesté y entré en una especie de batalla con él a través de los vídeos. ¿Otro chaval ya con una edad, viviendo en casa de sus padres y que su único trabajo se lo había dado su papi, estaba metiéndose conmigo por
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buscarme la vida? Qué rabia me daba. Consiguió sacarme de mis casillas, lo que hizo que yo contestase mal y perdiese la razón. No podía más y decidí dejar de hacer vídeos durante una temporada. Poco después volvería, pero a un ritmo mucho mas tranquilo, no quería volver a quemarme. Lo peor de esa experiencia fue sin duda, que debido a ello, hice conocido a alguien que apenas veía nadie y cuyo único contenido era criticar a otros. Sin darme cuenta, él se había aprovechado de mi influencia por la época para crecer al crear esa polémica conmigo. Además, a la marca para la que yo era imagen no le gustaba mucho mi faceta como YouTuber, por lo que cuando este individuo empezó a crear odio hacia mis anuncios y un puñado de gente empezó a respaldarlo, acabaron por no renovarme un tiempo después. Perdí un contrato buenísimo en gran parte por culpa de este personaje. Por otro lado, además, me gané muchos enemigos en la plataforma. Me convertí en objetivo de todos aquellos que creaban negatividad, que se autodenominaban trolls y que sólo buscaban crear polémica. Si uno de ellos había conseguido hacerse conocido por meterse conmigo, quizá ellos podrían hacer lo mismo. Así que, no pararon de intentarlo. Yo había aprendido la lección, en este tipo de casos el mayor desprecio es el no aprecio. Da igual lo que les contestes, la única forma de acabar con ellos es no contestándoles, y eso es lo que empecé a hacer. Me sentía solo e intenté llenar ese vacío ayudando a crecer a otros YouTubers que me parecía que hacían un contenido que sí merecía ser compartido y conocido. Si había hecho conocido a alguien que sólo generaba odio, bien podía hacer lo mismo con gente que realmente hiciese buen contenido. Tenía que intentar compensar la balanza. Eché una mano a, los por entonces eran menos conocidos, Luzu y Mister Jagger, así como a muchos otros. A algunos les fue muy bien con el tiempo, a otros normal y a otros tantos no sirvió absolutamente para nada. Me di cuenta de que yo podía ayudar con algún empujón a otras personas, pero al final dependía única y exclusivamente de esas personas el aprovechar esa pequeña ventana que les había proporcionado de atención a su favor.
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Me sentí un poco mejor, pero seguía sintiéndome solo.
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Rutilismo “Hoy voy a pensar que algo mejor Voy a lograr mañana Y hoy voy a llegar al corazón De todo aquel que ayer soñó Voy a pensar que algo mejor Voy a lograr mañana Y hoy voy a llegar al corazón De todo aquel que ayer soñó Cogí las riendas, ya llegó la hora Rutilismo lo que toca, ah, nace la ola Expando la espora por todo el planeta El mundo en mi mano y mi hermano a mi vera Eterna primavera, nena, soy como la alergia Soy el principal arpegio de una melodía regia Como expresar con palabra el sentimiento Eres mi cimiento, sin ti miento Libre como el viento, siempre sediento Buscando más comida para este zorro hambriento Siento lo que siento, lo escribo y te lo cuento Yo te lo regalo mas si quieres dame un euro Lo hago a mi manera, nena, soy como Sinatra Parezco omnipresente y ahí está la magia Abracadabra Stylo Ranzio en tu cara A falta de uno, dos pelirrojos ¿quién los para? Hoy voy a pensar que algo mejor Voy a lograr mañana Y hoy voy a llegar al corazón De todo aquel que ayer soñó Voy a pensar que algo mejor Voy a lograr mañana Y hoy voy a llegar al corazón De todo aquel que ayer soñó Voy (voy) a vivirlo todo
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Como si fuera el último día en este globo Soy (soy) demasiado cómodo Sólo corro y corro cuando me veo en el lodo No quiero tus planes con los míos ya me sobro Sé de sobra que no cobro de momento pero sólo Voy de bolo como cuando y donde quiero Acabé ya más quemado que el fondo de un cenicero Y es que el tiempo me demuestra que mi gesta es bien difícil Pero frágil no seré, ya ves, potente como un misil Y tú no seas imbécil, defiende lo que más quieres Antes de que vengan quienes te hagan perder los papeles ¿Quieres cheles? Yo también, pero no crecen de los árboles Yo amo al rap pero no encajo entre sus cánones Tengo claro mis valores y vengo acompañado Esta vez inyecto nuevos ideales con mi hermano Hoy voy a pensar que algo mejor Voy a lograr mañana Y hoy voy a llegar al corazón De todo aquel que ayer soñó Voy a pensar que algo mejor Voy a lograr mañana Y hoy voy a llegar al corazón De todo aquel que ayer soñó”
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Con todo mi tiempo ocupado entre unas cosas y otras, y con Pequeñaja estudiando en el extranjero, intenté recargar fuerzas quedando en persona con gente a la que yo consideraba que les estaba yendo bien y que, aunque ya conocía, nunca habíamos quedado en persona aún. Necesitaba rodearme de un poco de positivismo. Así, conocí por fin cara a cara a Javier Ruescas, que había publicado varios libros y le habían comprado los derechos para hacer una película de uno de ellos, a Xuso Jones, que había sacado un nuevo disco y estaba funcionando bastante bien y a Willy, un YouTuber con el que había colaborado hace un tiempo y que estaba ahora de los primeros de España. Me di cuenta al hablar con ellos de que no necesariamente les estaba yendo mucho mejor que a mí pero su actitud era inmensamente más positiva que la mía. Recuerdo que, por esa época, Willy me dijo que estaba pensando en irse a vivir un tiempo a Los Ángeles, pero que le habían fallado los compañeros de piso con los que pretendía ir. Había una parte de mí que me decía que lo dejase todo y le propusiese ir con él, pero eso significaba renunciar a mi sueldo estable con el contrato como actor (que todavía no había terminado por esa época) y aunque lo que me daban los vídeos ya era casi suficiente, era arriesgar mucho, y, no tuve el valor. No obstante, le dije que conocía a alguien viviendo allí y le pasé el contacto de Luzu, con el que, por suerte, acabó haciendo una buena amistad. A día de hoy, siempre me pregunto si habría cambiado algo el que yo me hubiese apuntado a esa aventura. Fuera como fuese, el pasado ya no lo puedo cambiar, pero sí puedo elegir desde mi presente y estar pendiente del futuro. Independientemente de todo ello, empecé a recargar mi energía y mi actitud. La diferencia entre todos ellos y yo, era sin duda esa, la actitud frente a las circunstancias. Lo había aprendido en el pasado y la vida me lo volvía a repetir: todo dependía de la actitud. Ellos veían oportunidades donde yo veía estrés, ellos se centraban en lo que habían conseguido mientras yo me estresaba pensando en lo que me quedaba por conseguir… Entonces, encontré la energía que me faltaba más cerca de lo que esperaba, mi hermano pequeño, Curricé.
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Cuando era pequeño Curricé me copiaba en todo. Si yo vestía ancho, el vestía ancho. Si yo usaba espuma en el pelo, él también lo hacía. Si
yo escuchaba rap, él lo escuchaba y, cuando empecé a hacer música, él empezó a imitarme y a componer. De pequeño, era desesperante pero de repente, con estas edades, me encontré a alguien muy parecido a mí, que llevaba el mismo tiempo que yo haciendo música con un estilo muy similar, que tenía casi las mismas tablas que yo en un escenario y casi el mismo número ridículamente alto de canciones compuestas y grabadas. Por no hablar de que nuestras experiencias habían sido tremendamente parecidas en cuanto a familia y amigos, ya que él acabó juntándose con la mayoría de la gente con la que yo me juntaba. Él siempre había querido publicar un disco pero, al contrario que yo, no había tenido oportunidad hasta la fecha. Decidí que podíamos sacar un disco en conjunto, a medias. Eso sí, sin discográficas, yo pagaría lo que costase producirlo y así nos llevaríamos el cien por cien de los beneficios y no ese ridículo diez por ciento que ofrecían las discográficas en el mejor de los casos. Pensé que, con los seguidores que tenía, conseguiría como mínimo recuperar lo invertido. Y así fue. La primera canción del disco, la cual le dio nombre, fue Rutilismo, que viene a ser la condición de tener el pelo rojo. Componer un disco junto a mi hermano fue una experiencia increíble con el pro de que yo no me tenía que encargar de todo. Él también se había sacado el título de técnico de sonido, por lo que, mientras yo me encargaba de las instrumentales y los videoclips, él se podía encargar de la mezcla y la masterización. Eso, junto al diseño de Art Warriors con mi hermana como modelo para la portada (la cual llegó a cantar en uno de los temas), hizo que el resultado final fuese incluso mejor de lo esperado. Lo mejor de todo fue que, aunque en su momento me dio miedo hacer la inversión de pagar las copias con mi propio dinero, no sólo conseguimos recuperar lo invertido, sino que además conseguimos costear una gira de quedadas (y algún concierto) por varias ciudades de España. Incluso me dio la oportunidad de hacer una quedada en Barcelona, donde no sólo vinieron más de quinientas personas, si no que además, en ella, casualidades de la vida, me volví a encontrar con MysteryGuitarMan, que estaba por allí. Pude enseñarle hasta dónde había conseguido llegar y pude decirle que todo eso había empezado en parte gracias a él. Fue un momento realmente especial para mí y al final
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acabamos yéndonos a cenar juntos. Sin duda, mucho mejor que aquella desafortunada conversación en el ascensor que sucedió la primera vez que lo vi. Al final, con el disco no hubo beneficio como tal, pero nos dio la oportunidad de conocer otras ciudades y a mucho de nuestro público en persona. Fue una experiencia increíble que nos salió gratis gracias al disco y eso sí que no tuvo precio. No quisimos vender los discos en tiendas, sólo se vendieron a través de quedadas, en conciertos y, finalmente, a través de la página web de mi hermano un tiempo después. Debido a ello, no fue una locura en ventas, pero el resultado fue realmente gratificante y nuestros seguidores más fieles consiguieron hacerse con una copia. Habíamos superado nuestros objetivos con creces. Había encontrado a un gran aliado en mi propio hermano y esta aventura nos sirvió para unirnos mucho más de lo que lo habíamos estado antes. Pocas cosas unen tanto en este mundo como compartir y luchar por los mismos objetivos, pero cuando esa otra persona es tu hermano, el efecto se multiplica. En el propio disco, la frase (y el concepto en sí) se repite varias veces: “La actitud vence a las circunstancias”. Quedó grabado a fuego en nuestras cabezas.
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Volveremos a vernos “Si te miro sé lo que quiero y es Poder hacerte perder el tiempo Me voy otra vez, me miras y ves Claramente lo que siento Y no me quiero despedir pero Yo hago mis cosas tú las tuyas y eso es así Sueño con poder vivir al menos Un día entero sólo para nosotros sin fin Si ya no hay casi tiempo para los dos Robaremos minutos al reloj Si tú vas con la luna y yo con el sol Con cada eclipse volveremos a vernos Puede parecer que no te voy a ver Pero tú encuentras la manera y nos vemos Y te vas otra vez y yo quiero tener Unos minutos para poder querernos Y no me quiero despedir pero Yo hago mis cosas tú las tuyas y eso es así Sueño con poder vivir al menos Un día entero sólo para nosotros sin fin Si ya no hay casi tiempo para los dos Robaremos minutos al reloj Si tú vas con la luna y yo con el sol Con cada eclipse volveremos a vernos Distancia o tiempo no importa Lo que se ponga en contra Es duro mas se soporta Aunque a veces se nota Pero podemos hacer que funcione y lo sé Yo por ti, tú por mí, de cero a cien Haciendo que el tiempo sea nuestro rehén
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Podemos, creemos y nos queremos Por eso sabemos que lo lograremos Tenemos motivos, distintos destinos Movemos el mundo y cruzamos caminos No nos rendimos, no no Sonrisas, San Diego, juntos tú y yo Es duro, lo sé, pero sé que podré Porque tú eres aquello que siempre soñé Si ya no hay casi tiempo para los dos Robaremos minutos al reloj Si tú vas con la luna y yo con el sol Con cada eclipse volveremos a vernos Si ya no hay casi tiempo para los dos Robaremos minutos al reloj Si tú vas con la luna y yo con el sol Con cada eclipse volveremos a vernos”
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Las relaciones a distancia son difíciles pero, al contrario de lo que mucha gente piensa, no están destinadas a finalizar mal. Si el primer año separado de Pequeñaja mientras ella estudiaba en el extranjero, se me había hecho terriblemente duro, el segundo fue distinto. Y es que, me di cuenta de que no era tan importante el estar o no físicamente con ella, como el controlar el tipo de pensamientos que pasaban por mi cabeza. Durante mucho tiempo, había dependido únicamente de su apoyo para sacar fuerzas y energía, pero eso es como intentar construir una casa o edificio con una sola viga de apoyo. Cuantos más puntos de apoyo, siempre mejor y ahora yo empezaba a entenderlo. Siempre me había cerrado mucho al resto de la gente y tendía a apoyarme en una sola persona, ya fuese mi mejor amigo en el pasado o mi novia en el presente, pero eso empezó a cambiar. Empecé a abrirme más con mi hermano, con mi hermana (aunque también estuviese viviendo en el extranjero), con amigos y, por encima de todo ello, empecé a invertir más tiempo en mí. No en mis cosas, sino en mí mismo. Esto quizá suene algo raro para algunas personas pero, de algún modo, siempre había luchado por conseguir cosas o llegar a sitios, pero todas esas cosas y esos sitios siempre eran algo externo a mí. Sentía que podía gastar mucho tiempo haciendo vídeos, por ejemplo, porque eso era algo que me ayudaría a aumentar el número de seguidores, de visitas y, por ende, poder vivir mejor. Con la música igual; todo el tiempo que le dedicase a un sueño era bienvenido. Si me permitía avanzar de algún modo, no sólo era fácil de justificar el dedicarle grandes cantidades de tiempo, si no que era casi hasta obligatorio. Pero, la verdad es que rara vez me tomaba tiempo para mí, tiempo simplemente para disfrutar sin algo que me acercase a una meta u objetivo. Desde pequeño, me había encantado leer cómics, pero hacía tiempo que no leía ninguno. Si dejaba de hacer cualquier otra cosa para ponerme a leer un cómic, sentía que estaba mal gastando mi tiempo, tirándolo a la basura. Me gustaba, claro, pero había muchas cosas que hacer para seguir avanzando, ¿qué me iba a aportar ponerme a leer cómics? ¿Diversión? Ya tendría tiempo para divertirme cuando alcanzase mis objetivos. Cuando alcanzase todo lo que quería conseguir, podría pararme a disfrutar y hacer todo aquello que quisiese, como por ejemplo, leer los dichosos
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cómics. Ese tipo de pensamiento fue lo que no me permitía ser siempre feliz conmigo mismo y, por ende, con mi vida y la gente que me rodeaba. Obviamente, no dejé todos mis sueños de lado para centrarme sólo en leer cómics, pero sí, empecé a encontrar huecos de tiempo donde poder dedicarme tiempo a mí mismo. Leer, ver series y lo que descubrí que mejor me vino: hacer deporte. Un día en el metro me encontré con un chico más o menos de mi edad llamado Sergio Peinado que me reconoció. Al parecer, su hermano pequeño veía mis vídeos. Me pasó su contacto y me dijo que era entrenador personal, que si algún día necesitaba uno le llamase. Me pareció muy simpático y decidí contactarle un tiempo después. Resultó que también había empezado un canal de YouTube para compartir su conocimiento sobre el deporte y lo importante que es para nuestras vidas. Le veía hablar de todo ello con un brillo especial en los ojos, por lo que decidí ayudarle con lo que necesitase saber sobre la plataforma y él a cambio decidió entrenarme y ponerme en forma. Durante tres meses, me enseñó todo lo básico que tenía que saber sobre el deporte y la nutrición, me acompañó a cada entrenamiento que hacía para que lo hiciese bien y estuvo encima mío para que no lo abandonase mientras aún era difícil. Y es que sí, al principio es difícil ponerte a hacer deporte, pero luego, no sólo se hace más fácil, sino que también se vuelve adictivo. Esto me ayudó a tantas cosas que no sabría ni por dónde empezar. Desde aumento de autoestima a sentirme más fuerte y enérgico, pasando por cosas como sentirme tremendamente más positivo. Esto, unido a dedicar más tiempo a cosas que me gustaban sin más pretensión que el de pasar un buen rato, como el leer cómics, hicieron que mi actitud de la vida cambiase. De repente, ya no tenía tantas ansias por llegar lejos, por conseguir objetivos y metas, por alcanzar un espejismo que siempre parecía alejarse según te acercabas a él.
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Así, el tiempo que Pequeñaja pasaba separada de mí, pasó de repente muchísimo más rápido, y mientras estuvo fuera, no se me hacía tan difícil. Ella no estaba aquí físicamente, pero a través de Skype o Whatsapp
podíamos comunicarnos a diario y, sobre todo, mi felicidad había dejado de depender en parte de que ella estuviese a mi lado. Dependía de mí, de mis objetivos, de mi tiempo para descansar y de pararme a “contemplar el paisaje”. Así que, sí, no teníamos tiempo para los dos, pero eso sería sólo una racha que terminaría en algún momento. Mientras, ambos podíamos seguir sintiéndonos realizados cada uno por nuestro lado. Todo esto hizo que mejorasen incluso esos momentos en los que podíamos escaparnos y viajar unos días para poder vernos, ya que ya no era una necesidad, sino un extra que nos encantaba compartir.
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S.O.S. (BSO de DOC) “Hay algo en mi cabeza que no funciona bien Mi subconsciente me ha hecho su rehén ¿Quién? ¿cómo? ¿cuándo? ¿dónde? ¿por qué? Ideas contradictorias destrozan mi sien Siento que voy a estallar Me siento atrapado, quiero escapar Estoy enjaulado en algún lugar De mi cabeza y no sé dónde está Tantas máscaras Que tapan la verdad y ya no sé lo que hay detrás Tantas lágrimas Que alguien me ayude, ¡ya no puedo más! Can somebody send an SOS tonight? Here I am, save me! Can somebody send an SOS tonight? Here I am, save me, oh baby! Call a doctor Tapan la verdad y ya no sé lo que hay detrás Que alguien me ayude, ¡ya no puedo más! Call a doctor Tapan la verdad y ya no sé lo que hay detrás Que alguien me ayude, ¡ya no puedo más! Vuelvo a despertar pero no sé dónde estoy No sé quien eres y no sé quien soy ¿Qué día es hoy? ¿Qué quieres de mí? ¡Sólo sé que quiero salir de aquí! Déjame marchar, no me hagas enfadar O no me hago responsable de lo que pueda pasar Tengo frío, por favor, tengo calor Que alguien me libre de todo este dolor ¡Doctor! dígame, ¿qué es lo que pasa? Sólo quiero volver a mi casa
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Noto que algo en todo esto no encaja ¿Por qué su cara parece mi cara? Tantas máscaras Que tapan la verdad, ya no sé lo que hay detrás Tantas lágrimas Que alguien me ayude, ¡ya no puedo más! Can somebody send an SOS tonight? Here I am, save me! Can somebody send an SOS tonight? Here I am, save me, oh baby! Call a doctor Tapan la verdad y ya no sé lo que hay detrás Que alguien me ayude, ¡ya no puedo más! Call a doctor Tapan la verdad y ya no sé lo que hay detrás Que alguien me ayude, ¡ya no puedo más! Every step I take feels like a mistake Can I turn down all the nonsense I’ve built? Who's in front of me? Feels like someone else Take me back to the one I used to be! Can somebody send an SOS tonight? Here I am, save me! Can somebody send an SOS tonight? Here I am, save me, oh baby! Call a doctor Tapan la verdad y ya no sé lo que hay detrás Que alguien me ayude, ¡ya no puedo más! Call a doctor Tapan la verdad y ya no sé lo que hay detrás Que alguien me ayude, ¡ya no puedo más! Tapan la verdad y ya no sé lo que hay detrás Que alguien me ayude, ¡ya no puedo más! Call a doctor
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Tapan la verdad y ya no sé lo que hay detrás Que alguien me ayude, ¡ya no puedo más! Call a doctor!”
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Mi vida empezó a ser tal y como siempre había soñado. Llegados a este punto pude por fin empezar a ganarme la vida con mis vídeos y mi música. No ganaba suficiente para vivir en una mansión ni tener coches de lujo, pero hacía lo que más me gustaba y me pude ir a vivir con Pequeñaja (que por fin había vuelto de sus dos años en el extranjero) y con otros dos amigos YouTubers a un adosado enorme. Llamamos a la casa Septiembre13 por el mes y el año en el que nos mudamos a ella. Al vivir cuatro YouTubers juntos, nuestra creatividad y productividad se disparó. Empezamos a hacer un montón de vídeos, un montón de colaboraciones y empezamos a tener una vida realmente divertida, yendo juntos a un montón de eventos e incluso creándolos nosotros mismos. Más tarde esto inspiraría a muchos otros YouTubers españoles a hacer lo mismo, yéndose muchos a vivir juntos ya fuese a la misma casa, al mismo piso o al mismo bloque. Aunque actuaba en los sketches de mis propios vídeos, echaba en falta un poco el tema de la actuación por lo que cuando, tiempo atrás, Carbajo (un ex compañero del curso de edición y post producción) me ofreció el papel protagonista de su nuevo corto, yo me lancé de cabeza. Una vez acabado, tras ocho meses de post producción, hicimos ese mismo septiembre un preestreno en el Matadero de Madrid donde vinieron un montón de seguidores a apoyar el proyecto. Lo genial es que también tuve la oportunidad de hacer la banda sonora del corto junto a Christian Villanueva y que el propio director quiso hacernos un videoclip del tema. Vale que no era una película de larga duración, vale que esto no era Hollywood y vale que la banda sonora y su correspondiente videoclip no sonaron en todos los cines del país, pero yo personalmente me quité aquella espinita del pasado que había quedado pendiente desde que hice la banda sonora para una película que nunca se llegó a grabar. Una vez más, tuve la oportunidad de meterme en la cabeza de un personaje para crear una canción desde una realidad y unos recuerdos distintos a los míos propios. Lo mejor de todo es que lo hice desde la visión del personaje que yo no interpretaba en el corto, por lo que me pude poner en la piel de uno para la actuación y en la piel del otro
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para componer la canción. Eso me supuso un reto muy interesante, del cual creo que salí con bastante éxito. El director y el público quedaron encantados con todo el trabajo y yo, como artista, no podía sentirme más satisfecho. No éramos artistas famosos y no éramos súper estrellas, pero nos dedicábamos a lo que nos apasionaba y podíamos vivir de ello. Cuando estás en buena compañía y haces lo que te gusta cada día, no necesitas grandes fortunas, con poder ir al cine cuando te apetezca y poder pillar palomitas, ya te sientes realmente afortunado. Músicos, directores, actores, guionistas, nos empezamos a rodear unos de otros y empezamos a vivir nuestro propio Hollywood en nuestra pequeña escala. Ahora que de hecho ya he conocido Los Ángeles, te puedo decir que ni siquiera Hollywood es tan Hollywood. Al final, lo que importa es poder estar con quien quieres y poder hacer cada día aquello que más te llena. Ninguno de nosotros se había conformado y eso nos había llevado hasta allí. Por mi parte, tras interpretar a Doc y componer la banda sonora del corto, me sentía capaz de cualquier cosa. Era la primera vez que miraba a mi alrededor y sentía que sí, que había llegado a donde quería llegar. Sentía que a partir de ahí cualquier cosa sería posible.
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“nadie me había avisado que sin fallos no hay logros, que el mayor enemigo somos nosotros”
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Una y mil partidas “Y perderé una y mil partidas Y me caeré mientras tu me miras Pero sabré que aproveche mi vida Y que lo hice cada día Y que lo hice cada día Y cuántos besos dejaron de existir Por la falta de valor que no pude reunir Me hago mayor o así me hacen sentir Nunca debí callar aquello que quise decir Y ahora lo entiendo todo, no hay tiempo que perder Por miedo a perder, por miedo a caer Quiero volver a ser el niño de pelo rizado Y entregarte aquel dibujo que escondí en mi cuarto Cuántas veces me rendí sin fallar lo suficiente Cuántas veces no supe ser valiente Hay trenes que vienen que vienen y van y otros que no vuelven Créeme hay algunos que no vuelven Quizá parezca tarde pero aún puede ser pronto No existe corazón suficientemente roto Déjame morir para volver a renacer Déjame fallar y así poder crecer Y perderé una y mil partidas Y me caeré mientras tu me miras Pero sabré que aproveche mi vida Y que lo hice cada día (x2) Saludo al sol y me devuelve el saludo Canto bien alto dejé de ser mudo Alma desnuda, tiré mi escudo Ya no añoro el pasado y no temo al futuro Sólo hay presente y qué bien se siente uno Cuando no hay tabú alguno que te haga de muro
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Yo no soy tuyo y tú no me perteneces Pero podemos pasar tiempo juntos si eso quieres Me hicieron creer que todo era complicado Que probar y fallar era algo malo Nadie me había avisado que sin fallos no hay logros Que el mayor enemigo somos nosotros Ahora no hay miedo a decirte “te quiero” Porque no temo el rechazo, el “no” ya lo tengo Así pues yo me lanzo de lleno Y si fallo pues lo intentaré de nuevo Y perderé una y mil partidas Y me caeré mientras tú me miras Pero sabré que aproveche mi vida Y que lo hice cada día (x2) Con el paso del tiempo rara vez nos vamos a arrepentir de haber fallado Y sin embargo nos va a pesar en nuestro pasado el ni siquiera haberlo intentado Y perderé una y mil partidas Y me caeré mientras tu me miras Pero sabré que aproveche mi vida Y que lo hice cada día (x2)”
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Hoy tengo treinta años. Sigo con mis vídeos y con mi música y no sé a dónde me llevarán pero intento disfrutar del camino en sí. Como habéis podido comprobar, he visto y vivido unas cuantas cosas, más que algunos y menos que otros, pero si algo me ha quedado claro a lo largo de estos años es que uno puede madurar, pero el niño que fuiste te acompañará hasta el último de tus días. Sigo cometiendo errores y, por supuesto, sigo equivocándome y tropezándome. Quizá ahora la principal diferencia es que no sólo no me importa, si no que me gusta. Ahora entiendo que cada vez que fallo, estoy más cerca de acertar. Que cada vez que me tropiezo, aprendo algo nuevo. Que cada vez que tengo miedo, tengo una nueva oportunidad para volver a superarme y agrandar mi zona de confort. Una vez leí que cuando se nos presentan una y otra vez los mismos obstáculos en la vida es porque no hemos aprendido la lección que teníamos que aprender de ellos. Y si bien he aprendido mucho por el camino, también os puedo asegurar que, no sólo me quedan muchas lecciones por delante, sino que aún volveré a cometer muchos de los errores que ya cometí por no haber aprendido aún la lección. Los seres humanos somos así. Un importante detalle a tener en cuenta, especialmente si eres mucho más joven que yo, es que a pesar de que hayan pasado tantas cosas y muchas más de las que no he tenido oportunidad de hablar, he de decir que todo ha pasado increíblemente rápido. Especialmente, desde aquel momento en que mi madre me dejó con mis cosas en aquel paso de zebra. Desde entonces, el tiempo no ha hecho más que volar. Aprovecha el tiempo porque, de verdad, da igual la edad en la que estés pensando: llegará antes de lo que esperas. No os voy a mentir, hoy por hoy habría hecho mil cosas de manera distinta, pero aun así, no cambiaría nada de lo que hice, por muy negativo que fuese en el momento. Primero, porque es ridículo fustigarse por haber cometido un error. Es fácil ahora que uno tiene más información mirar atrás y decir “debería haber hecho esto otro”, pero lo más probable es que si volviésemos a ese mismo sitio con esa misma información, volveríamos a hacer lo mismo que hicimos. Por otro lado, cada cosa que
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he hecho, buena o mala, me ha llevado a ser quien soy y a estar donde estoy. Podría haber llevado de otro modo mi relación con Mini Manson, podría no haber hecho el daño que hice a Seismesina o a Nova, pero si no hubiesen ocurrido todas esas cosas, quizá nunca habría conocido a Pequeñaja. También podría haberle propuesto a Willy el marcharme con él a Los Ángeles, pero quizá entonces nunca habría sacado Rutilismo y nunca habría creado los lazos tan fuertes que ahora tengo con mi hermano. También podría seguir deseando haber nacido en otra familia, reprochar a mis padres todo por lo que me hicieron pasar y, creedme, durante mucho tiempo lo he hecho. Pero ellos también estaban cometiendo errores, aprendiendo lecciones y quizá, si no hubiese vivido nada de aquello, jamás me habría atrevido a luchar con tanta fuerza contra lo establecido o a no rendirme cuando todo el mundo me decía que alguna de mis metas era imposible de cumplir. No quiero justificarles ni mucho menos, pero incluso de las cosas más negativas podrás sacar cosas buenas, créeme. “Quiero volver a ser el niño de pelo rizado y entregarte aquel dibujo que escondí en mi cuarto”, pero quiero hacerlo hoy, quiero volver a ser él en el presente, quiero volver a dibujar y compartirlo contigo, pero quiero hacer todo eso de nuevo hoy, no hace años. Jugar a los “y si…” del pasado es fácil, pero no es ni productivo ni sano. La única razón por la que deberíamos mirar al pasado es para aprender de él e intentar aprovechar lo mejor posible el presente gracias a aquello que en su día vivimos y aprendimos. Lamentarnos por lo que pasó, añorar lo que fue o desear que hubiese sido es poco práctico y destructivo. Si te arrepientes de no haber dicho en su día un “te quiero” a tiempo, no te quedes deseando poder volver atrás para hacerlo o te perderás nuevas oportunidades para decirlo de las cuales volverás a arrepentirte en el futuro. Pensar que con una relación acaba el mundo, es algo normal al principio pero, créeme, si algo he aprendido es que las siguientes relaciones suelen ser mejores. Tanto en amistades como en parejas, la siguiente relación siempre será mejor porque habrás aprendido algo nuevo y a esa persona, a su vez, le habrá pasado lo mismo, creando desde el principio algo mucho mejor a lo anterior. Y, si todavía no ha llegado la siguiente, no te
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preocupes, cuando llegue estarás tan contento de que haya llegado que, ya sabiendo cómo iba a ser de increíble, habrías estado dispuesto incluso a esperar el doble. Sé paciente y asegúrate de convertirte en la persona que desearías ser para esa persona. Cuando lo seas, llegará. Nunca debemos tener miedo a reinventarnos. Reinvéntate las veces que haga falta. Cambiar de principios no es no tener principios, es haber adquirido nueva información y haber actuado en consecuencia. No seas esclavo de lo que dijiste, no temas decir algo nuevo y distinto aunque contradiga a lo anterior. Escuchar es bueno, aprender es bueno y cuanto más escuches y aprendas más cambiarás. Cambiar es bueno. Muere y renace las veces que haga falta. Disfruta de los pequeños detalles de la vida. Yo llegué a los treinta mucho antes de lo que esperaba y seguro que tardo aún menos en llegar a los sesenta. La vida es lo que está sucediendo ahora, el futuro nunca llega, ¡vive! Asegúrate de que cualquier meta que te pongas sea porque te atrae el camino que te lleva hasta ella, no sólo la meta en sí. Que no te pase como cuando saqué mi primer disco. Nunca va a suceder nada maravilloso cuando llegues a un sitio, lo maravilloso es lo que pasa mientras estás llegando a él. Asegúrate de disfrutar el camino. Y ojo, eso no quiere decir que escojas siempre el camino fácil, sino que aprendas a disfrutar aun cuando las cosas son complicadas. Es perfectamente compatible. No deposites tu felicidad en nadie más que en ti mismo. No esperes que nadie te haga feliz, porque hacerte feliz no es el deber de nadie. Asegúrate de estar completo por ti mismo. Busca la felicidad en cosas que dependan completamente de ti. Una vez seas feliz, reparte esa felicidad con otras personas. Es la única forma que yo he conocido de verdadera felicidad. Por último, has de saber que el mayor enemigo que vamos a encontrar en esta vida es una voz interior que nos hace creer que viene de nosotros pero, aunque nosotros la alimentamos, créeme cuando te digo que es algo bien distinto a nosotros. Todos tenemos un pequeño monstruo que nos susurra cosas que no nos convienen. Que nos susurrará mil excusas para no hacer deporte, que nos hace seguir discutiendo incluso cuando
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ya sabemos que no tenemos razón, que nos dice que no deberíamos abandonar nuestra zona de confort, que siempre tiene algo que decir frente a cualquier cosa que implique valor (“no le digas que te gusta, seguro que sale mal”), que intenta que no destaquemos (“si cuentas ese chiste seguro que nadie se ríe”) y un largo etcétera de cosas que, créeme, no te ayudarán. Los que han estado realmente enganchados a la nicotina, saben reconocer esa voz perfectamente. Aunque tú hayas decidido cien por cien que vas a dejar de fumar, ese monstruo aparece en forma de voz interior y te intenta convencer de lo contrario. Metiéndote miedo, intentando liarte con excusas baratas para que recaigas y un sinfín de estrategias maquiavélicas. Cuando tengas una discusión en tu cabeza, asegúrate bien de saber cuál es tu voz y cuál es la del monstruo. Así sabrás fácilmente a quién hacer caso. Resumir en tan pocas páginas una vida es complicado, por eso se han quedado muchas partes fuera. De la misma manera, no puedo compartir contigo todo lo que he aprendido en sólo un capítulo. Aun así, creo que esta canción transmite bien el sentimiento de donde parte todo. Si tienes dudas sobre algo y crees que te puedo ayudar de algún modo, vuelve a escuchar esta canción y vuelve a hacerte la misma pregunta. Seguro que entonces sabrás cuál es la respuesta que buscabas. Estuve a punto de tirar la toalla muchas veces y seguro que vuelven a atraparme las mismas ganas alguna vez en el futuro. Pero ha merecido la pena continuar y seguiré adelante porque sé que seguirá mereciendo la pena. Hay un dicho que me encanta y que te invito a llevar siempre en tu cabeza: “nadie dijo que fuese fácil, tan sólo que merecería la pena”. Muchas gracias por haber compartido esto conmigo, por haber hecho de mi vida y mi música algo especial al interesarte por ellas, por haber hecho que el mensaje se complete. Un poema ha de ser leído de la misma manera que un avión tiene que volar. Si un avión nunca llega a volar, nunca habrá sido realmente un avión. Si una canción nunca llega a ser escuchada, nunca habrá llegado a estar completa.
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Gracias por estar ahí de una manera u otra. Gracias por formar parte de mi vida y del mundo en sí. Nunca olvides que este mundo no sería tan interesante si tú no estuvieses en él. Si yo me hubiese rendido a
mis dieciséis años, tú nunca habrías leído esto. De la misma forma, no subestimes a la cantidad de gente que afectará tu existencia durante los años que te quedan en este mundo. Cada observador afecta a lo observado y, ya sólo por observar, el mundo sería un lugar completamente distinto si tú no estuvieses en él. Ya no te digo si encima te decides a actuar. Aquí acaba este libro pero no acaba ni mi historia ni la tuya. Ojalá volvamos a encontrarnos ya sea en forma de canción, vídeo, poema, prosa o en persona. Mientras tanto, sigamos escribiendo nuevos capítulos de nuestra vida sin olvidarnos de la música. ¿Componemos una nueva canción? SÉ FELIZ, JPelirrojo
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Glosario A veces uso palabras o expresiones que quizá no todo el mundo conozca tanto en mis canciones como en mis textos. Es por eso que he creído conveniente explicar rápidamente lo que quiero decir con algunas de ellas. Hip Hop: Cultura que engloba distintas disciplinas artísticas separadas en "cuatro elementos" (DJs, MCs, grafiti y break dance). Algunos incluirían más elementos como el beatbox o la producción de las instrumentales sobre las que se rapea. Old School: De la vieja escuela, como se hacía antes. Toyaco: Viene a querer decir "principiante en el mundo del Hip Hop" pero se usa también a modo de insulto. La Sierra: Colectivo de gente perteneciente al Hip Hop que englobaba a muchos de los que vivíamos en la zona de La Sierra de Madrid. Stylo Ranzio: Grupo que tenía junto a otros amigos que solían usar mis instrumentales para sus canciones. Al final nunca llegamos a sacar ningún trabajo como grupo pero a menudo colaborábamos entre nosotros y solíamos hacer los conciertos juntos. MC: Cantante de rap. Hay diversas teorías sobre de dónde vienen las siglas, siendo las más comunes la de "Maestro de Ceremonias" y la de "Mic Checker" (probador de micrófonos). Discman: Era el reproductor portátil de CDs que usábamos antes de que existiesen los MP3. Bboy: Usado generalmente para referirse a cualquier persona que pertenezca a la cultura del Hip Hop.
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ETCG/Es Tao Chun Go: El sello discográfico de Doshermanos que
publicó varias de mis canciones en distintos CDs recopilatorios. Mainstream: Comercial, lo que "se lleva". Underground: Vendría a ser lo contrario a "comercial". 24/7: 24 horas al día 7 días a la semana. Clown: Payaso. También se denomina así a la propia disciplina teatral centrada en los payasos. Freestyle: Estilo libre, se suele usar para cuando se improvisa rapeando pero también se puede usar para otras modalidades cuando se improvisa en el baile.
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La vida, a veces, puede ser un auténtico asco, pero, nos guste o no, las cosas que nos suceden en el transcurso de ese periodo nos forman como personas, hasta que un día, te miras al espejo y ves en quién te has convertido. Aunque no nos guste admitirlo, esa persona reflejada, ese adulto con miles de lágrimas, sudor y risas a su espalda, somos en el fondo quienes hemos decidido ser. De ti y de tus ganas de luchar, dependerá que hayas conseguido mucho con tus sacrificios o nada con tu conformismo. Un claro ejemplo de que las cosas no son gratis ni fáciles, pero de que si luchas las consigues, es JPelirrojo, quien no dudo que si se mira al espejo, estará orgulloso de su lucha y sus triunfos. Sin duda, un ejemplo a seguir por muchos y una inspiración para otros tantos, entre los que tengo el placer de estar. Dianna M. Marquès
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