Pactos con el Diablo Desde el principio de los tiempos el hombre siempre ha estado dispuesto a negociar con los dioses y los espíritus, incluso con aquellos de naturaleza malvada con el fin de hacer su estancia "terrenal" más llevadera. Pactos y ofrendas para conseguir riqueza, poder, salud, bienestar, sexo o fama. Aunque en la mayoría de los casos la entidad maligna solicita el alma eterna de la persona para conseguirle sus peticiones. El hombre siempre ha temido lo imprevisible de su vida, el poco control que puede ejercer sobre el futuro y valorado el presente por encima del pasado y el futuro. No es extraño por tanto que desde los inicios de la civilización y con el propósito de tener lo que se desea muchas personas hayan pactado con cualquier tipo de espíritu maligno, aún con el riesgo de una vida eterna cargada de sufrimientos. Las personas que tradicionalmente trataban de realizar pactos de este tipo solían creer que Dios les había abandonado y no encontraban alicientes en su vida para continuar, normalmente gente de escasos recursos económicos que cansados de su pobreza decidían pactar con el diablo para llevar una vida de riquezas, individuos que amaban a alguien que no les correspondía o con afán de protagonismo y que no podían tolerar el anonimato de su vida y por consiguiente buscaban además de dinero la fama o cualquier otro tipo de pacto que repercutiese de una forma inmediata en la mejora de su vida terrenal. Si bien los pactos Satánicos no siempre se daban de esta forma, en ocasiones era el mismo Diablo quien conocedor de la vulnerabilidad de una persona se le ofrecía a acabar con esa vida de sufrimiento prometiéndole una de riquezas y sin ningún tipo de limitación. El Diablo solía presentarse de esta forma tentadora a personas especialmente ambiciosas pero de corazón puro, su intención era adueñarse con certeza de un alma que siguiendo una vida normal no tenía un destino eterno aún definido. Una Eternidad en el Infierno El futuro de alguien que pacta con el Diablo no es muy alentador pues conoce con certeza que deberá sufrir eternamente en el Infierno, esto hace pensar: ¿Como alguien a sabiendas de su destino final en el averno puede pactar por tan solo unos años de "felicidad"? Existen dos posibles razones: 1.- Un grupo de personas pactarían con la intención tras una vida llena de éxitos gracias a los beneficios de vender su alma, romper el pacto y traicionar al Diablo tratando de volver a la luz. Así mismo en libros como el Gran Grimorio se habla de poder obtener los beneficios de los ángeles caídos o de monios siempre bajo la protección de espíritus del bien (ángeles y arcángeles) mediante la amenaza a demonios de enviarles a dichas entidades a que les atormenten. Sin embargo, no resultaría fácil engañar a Lucifer, al fin y al cabo, se trata del Ángel más perfecto de la creación y probablemente sea el quien acabaría ajustando el pacto a sus intereses.. 2.- La otra posibilidad es que conocedores del valor que otorga su alma el mismo Diablo, incluso para presentárseles en persona, piensen que este les tiene guardado un puesto de honor en el Infierno. Vender el Alma al Diablo Los rituales para pactar con el Diablo y vender el alma varían mucho dependiendo de las fuentes. Desde luego esta no es el foro ni yo la persona adecuada para citar partes de ese ritual ni de sus pasos, en su lugar citaré algunos de los libros que según los entendidos muestran con mayor detalle los pasos del ritual o pacto por el que se vendería el alma al Diablo: - El Gran Grimorio está considerado como uno de los libros más autorizados en lo concerniente a los pactos diabólicos. Resulta difícil, como ocurre con todos los grimorios, datar la fecha de su redacción, al no haberse localizado ningún manuscrito anterior a la fecha de su impresión, que ocurrió en el siglo XVIII... Atribuido “oficialmente” a Antonio del Rabino, un mago veneciano que afirmaba haber redactado la obra basándose en textos autógrafos del mismísimo rey Salomón (Hijo de David y profeta del Antiguo Testamento), Testamento) , en el Gran Grimorio se especifica con detalle como invocar y pactar con Lucifer Rofocal. Consciente de los riesgos que encerraría el pacto con el diablo, el Gran Grimorio incluye toda una serie de cláusulas llenas de dobles sentidos, triquiñuelas y escapatorias, que permitan burlar al diablo cuando éste se presente para reclamar su parte en el pacto. Al fin y al cabo, toda una eternidad de tormentos inenarrables, a cambio de unos pocos años de beneficios materiales, no son un buen negocio para nadie. El Diablo en sus multiples formas puede presentarse y tentar a aquellas almas que dudan ofreciendo bienes materiales a cambio del alma del que pacta. - Uno de los rituales incluido en el Grimorium Verum (como ocurre en el Gran Grimorio) se dedica especialmente a la venta del alma al Diablo. Y como en el citado Grimorio, se especifica que los demonios “no dan nunca nada a cambio de nada”, aludiendo a la necesidad de ofrendas y sacrificios rituales, siempre de animales. El Grimorium Verum inicia su primera parte enumerando los tres principales demoni os con los que se puede pactar: “Lo primero que debes saber es que existen tres potencias. Lucifer, Belcebú y Astarot”. Detallando a continuación como han de confeccionarse correctamente todos los
elementos y herramientas del ritual: el pergamino virgen, las varas mágicas, el cuchillo de sacrificios, la lanceta, etc.
- El Grimorium Honorii Magni (o Libro del papa Honorio el Grande) se ha considerado el más “diabólico” entre todos los Libros Negros, probablemente porque, a diferencia de otros Grimorios más limitados a la magia cabalística (judía) en esta obra se muestran importantes influencias cristianas, que a juicio de las autoridades eclesiásticas, agravan aún más el carácter blasfemo de la obra. Publicado por primera vez en latín, en Roma, en los años 1629, es conocido especialmente a partir de una traducción francesa de 1670, y atribuido al papa Honorio III el Grande, sucesor de Inocencio III, que reinó entre el 1216 y el 1227. Según la cita evangélica, Jesús dijo al primer Papa: “Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y la puertas del infierno no prevalecerán contra ella y te daré las llaves del Reino de los Cielos y cualquier cosa que atares en la tierra será atada en el Cielo” (Mateo 16, 18). En esta cita, en la que se sustenta en bue na medida la autoridad del Magisterio de la Iglesia Católica, se pretende justificar el supuesto poder del Papa para dominar a los demonios, y para decidir en la tierra cuestiones que afectan también al mas allá. - En España, sin duda uno de los libros prohibidos más populares, que todavía hoy circula en algunos ambientes esotéricos, es el Gran Libro de San Cipriano. Este Grimorio, en el que también se especifica con detalle el ritual de invocación a los demonios y los pasos del pacto satánico, generó todo tipo de leyendas. Entre las meigas gallegas, que "haberlas haylas", se rumoreaba que existía una copia de este libro legendario encadenada en los sótanos de la Catedral de Santiago de Compostela, sin embargo ediciones menores y fragmentos sueltos eran atesorados por algunos esoteristas gallegos, o del resto de España, como un auténtico tesoro mágico. “El Ciprianillo” todavía hoy es consultado por algunos videntes, ocultistas
y brujos españoles contemporáneos. - Rituales satánicos, de Anton Szandor LaVey. Roca, 1975. Como bien dice LaVey, “el culto a Satán no es una exclusiva católica, y en todos los pueblos del mundo ha existido un Lado Oscuro, y grupos de rebeldes al poder que le han rendido culto”. De esta forma, Anton LaVey incluye en su recopilación de “rituales satánicos” ceremonias, por ejemplo, de los Yezidies
islámicos, una secta que adora al Sahitán del Corán, y que realiza sangrientos rituales de sangre en sus tenebrosos cultos; o los Khlysty rusos, vinculados al siniestro Rasputín, y feroces enem igos “satánicos” de la cristiana iglesia ortodoxa. - Práctica de Conjurar, de Fray Luis de la Concepción, Editorial Humanitas, 1983. En este extenso libro-manual de magia, se detallan diferentes formas de invocar a las fuerzas de la naturaleza, espíritus y demonios, incluyendo también las precauciones que ha de tomar el mago en cada caso. Las Consecuencias Incluso algunos de los más devotos satanistas, señalan los riesgos que entrañan este tipo de ceremonias. El Pacto Satánico, dicen, no es un juego para curiosos, sino un compromiso para toda la eternidad. Quien vende su alma al Diablo es víctima de su propia debilidad y ambición, y no vacila para lograr sus deseos en vender su Alma al diablo, sin importarle las consecuencias, sabiendo que en algún momento tendrá que pagar su deuda. Así es que termina perdiendo todo y condenando su Ser, destruyendo su vida y todo lo que más amaba. El precio de vender el Alma es muy alto; el comprador es implacable y paciente para cobrar y devorar a sus víctimas. La tentación es grande, pero el precio a pagar nunca es bajo…
Como realizar un pacto con el diablo REALIZA PACTOS CON EL DIABLO... Bueno gente si llegaron hasta aqui no se van a detener... El mejor instrumento para "obligar" al diablo a realizar un pacto es, según la mayoria de los maestros ocultistas, la clavícula derecha de un difunto. Sus virtudes son explicadas en múltiples recetas magistrales, como la "Clavícula Salomonis", una de las obras cumbres de la brujería. El texto reproducido del "Gran Grimorio" , y que los investigadores atribuyen al afamado brujo Roboan, incluye una apelación a los principales espíritus infernales ...que Roboan afirmaba conocer personalmente.
Empezareis la antevíspera del pacto yendo a cortar, con un cuchillo nuevo que no haya servido, una varilla de nogal silvestre precisamente en el momento en que el sol aparece en el horizonte. Hecho esto, os proveeréis de una piedra de ematilla y de cirios benditos, y elegireis un sitio para la ejecución, en el que
nadie venga a interrumpiros. Podéis hacer, si queréis, el pacto en una habitación aislada,en alguna choza o en un viejo castillo, porque el espíritu tiene el poder de transportar allí el tesoro que le place. Así´dispuestos, trazareis un triángulo con vuestra piedra ematilla, y eso únicamente la primera vez que hagáis el pacto. En seguida colocareis los dos cirios benditos en medio del triángulo. Teniendo en una mano la varilla de nogal y, en la otra, la clavícula de un cadáver. Con voz fuerte gritareis entonces la siguiente apelación a los espíritus: Emperador Lucifer, señor de todos los espíritus rebeldes, ruégote que me seas favorable en el pedido que hago a tu gran ministro Lucífago Rofacale, deseando hacer pacto con él. Ruegote también, príncipe Belzebú, que protejas mi persona y mis empresas. Ruegote también, conde Astarot, que me seas propicio y te suplico que, en esta noche, el gran Lucifago se me aparezca bajo forma humana y me conceda todas las riquezas que necesito. Gran Lucifago, ruégote que abandones tu morada, en cualquier parte del mundo que te encuentres, para venirme a hablar. Obedéceme prontamente o seras eternamente torturado por la fuerza de la Clavícula de Salomón. Nada más terminar esta primera apelación apuntar con la varilla el centro del triángulo y, con la otra mano, trazar círculos en el aire con la clavícula. Sin detener los círculos mágicos, gritareis una segunda apelación: Agión, Tetagram, vaycheen, stimilamataon y ezpares, retragammaton oryoram irion erglión existion eryona onera brasin movn messia, soler Sabast Adonay. Oni Sabast Adonay ezparez. Retragammaton Oni Sabast Adonay. Te invoco Señor de los Infiernos Oni Sabast Adonay. Te invoco mi Señor y mi Amo Te adoro, te amo y te invoco, Rey de todos los Reinos Oni Sabast Adonay Podeis estar seguro de que tan luego como hayáis proferido las poderosas palabras antes indicadas, aparecerá el espíritu y os dirá lo que sigue: --- Heme aquí, ¿ qué me quieres ? Respóndeme. ¿Por qué turbas mi reposo? Contestar entonces al espíritu: --- Te he llamado para pactar contigo y a fin de que me enriquezcas cuanto antes, si no te atormentaré con los poderes de la Clavícula. Ante tal amenaza, el espíritu hará realidad todos vuestros pedidos, por muy difíciles que puedan parecer...