El perfume: historia de un asesino 17 de Julio, 1738. En un putrefacto mercado de París, bajo un puesto de pescados, nació Jean Batiste Grenouille, 5º hijo de una joven mujer, que, al igual que los anteriores, lo dejó a su suerte, pero el bebé comenzó a llorar, haciendo que las personas lo descubrieran. Así, el primer sonido de Grenouille envió a su madre a la orca. Fue llevado al orfanato de Madame Gaillard. A los 5 años Jean Batiste aún no hablaba, y poco a poco se dio cuenta que su agudo olfato sólo se le había sido dado a él. Cuando habló, sólo nombraba los objetos con olor. A los 13 años, Madame Gaillard lo vendió a una curtiduría, muriendo asaltada esa misma tarde. Grenouille demostró gran resistencia en el trabajo, siendo un ejemplo de docilidad y diligencia. Gradualmente comenzó a ver con curiosidad el mundo más allá de la curtiduría. Grimal, el dueño, lo llevó al pueblo pueblo para una entrega, entrega, donde se sintió embriagado por por la infinidad de nuevos aromas. Fue aquí sintió el olor más puro que pudiese haber olido jamás, deslumbrado, siguió el rastro, llegando hasta una bella muchacha pelirroja que vendía vendía ciruelas, ciruelas, en su desespera desesperación, ción, la ahogó, ahogó, y, un poco asustado, asustado, se extasió extasió con su aroma. Fue castigado por escapar, pero desde allí, tomó la decisión de no volver a perder una fragancia como aquella, aprendería a conservar los aromas. Vivía en París un perfumista antiguamente muy celebrado llamado Giuseppe Baldini, al cual se le había sido encargado la tarea de aromatizar unas pieles para el conde Veramont, quien le pidió algo como “amor y psique” de Pelissier, otro perfumista, rival de Baldini. Giuseppe intentó, en vano, copiarlo, pero había perdido su “toque”. En la noch nochee reci recibi bióó las las piel pieles es enca encarg rgad adas as a ma mano noss de Gren Grenou ouill ille, e, quie quienn apro aprove vech chóó su oportunidad para impresionar al perfumista. Copió a la perfección (de una forma poco ortodoxa), el perfume “amor y psique” de Pellisier, y luego la “mejoró”, pero Baldini, abrumado, lo echó afuera, para luego probar la fórmula. A la mañana siguiente, Grenouille fue comprado por Giuseppe. Grimal murió poco después en un accidente. Debido a su nueva adquisición, la fama del perfumista fue en aumento, le enseñó la teoría del arte de la perfumería a su pupilo. Jean Batiste comienza a sentirse cada vez más desesperado por saber la forma de preservar para siempre un olor, Baldini le enseña el arte de la destilación.
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El perfume: historia de un asesino Grenouille experimenta con diferentes objetos (clavos, vidrio, un gato) sin éxito, no pudo conservar sus esencias. Cuando Baldini, horrorizado, le dijo que no se podía destilar el olor de los gatos, ni de ningún ser humano, se enfermó gravemente. Más muerto que vivo, Jean Batiste preguntó si había alguna otra forma de conservar los olores, Baldini le contó sobre el “enfleurage”. Pero sólo podría encontrar quien le enseñara en Grasse, la roma de los aromas. En una semana mejoró, Baldini pidió al menos 100 fórmulas de perfumes nuevos para dejarle ir. Luego de la partida de Grenouille, Baldini y su esposa murieron en el derrumbe de su muy vieja casa. Camino a Grasse, Jean Batiste encontró más atractivo ir lejos de la civilización, para disfrutar de su propia existencia, pero en una pesadilla con la chica pelirroja, se dio cuenta de que no poseía olor propio, que no había sido nadie para el mundo. Esa misma mañana partió a Grasse para probar su excepcional existencia. En el camino olfateó un olor que le dejó anonadado, perteneciente a una chica pelirroja de clase alta. Consiguió trabajo, aprendiendo el arte del enfleurage, y probó si con esa técnica se podía conservar el aroma de una de las muchachas que allí trabajaban, pero no funcionó. Cambiando un poco la forma, ensayó con una prostituta, a la que mató para que no arruinara el experimento. Esta vez sí lo logró, ahora necesitaría 13 esencias. Mató a 12 jóvenes, sin arrepentimiento, dejando a la pelirroja para el final, pues ella sería el ingrediente principal. Las autoridades estaban desesperadas. El padre de la chica era el más preocupado, intentó en vano salvar a su hija. Pero Jean Batiste completó el perfume,
siendo inmediatamente capturado, condenándole a muerte.
Cuando lo llevaban donde el verdugo, se echó unas gotas del perfume, así que cuando subió, la gente lo vio como a un ángel, y como en trance, formaron una gran orgia. Todo el pueblo de Grasse borró ese día de sus memorias, y culparon a otro de los crímenes. Para ese entonces, Grenouille volvía a París, al mercado donde había nacido. Aún cuando tenía suficiente perfume para esclavizar a toda la humanidad, disponer de su amor absoluto, no lo podía hacer una persona que pudiese amar y ser amado como cualquier otra. El 26 de junio de 1767, Jean Batiste se echó el resto de perfume, los indigentes que allí estaban dijeron, como en un trance: “Es un ángel”, y, por amor, se lo comieron. 2