Roger Chartier: La nueva historia cultural
La lectura de Roger Chartier propone una mirada más reciente sobre la historia cul tural, teniendo como base la crítica a la historia cultura clásica que vimos con Bur ke. Algunas cosas nos pueden servir para pensar este curso. De entrada la crítica a lo que se ha llamado historia de las mentalidades como esa historia cultural c lásica. No hay tal espíritu de la época que podríamos pensar como mentalidad, es decir, no existe una mentalidad unívoca, por lo tanto, no existe un espíritu tal. Las repre sentaciones colectivas no son compartidas por todos los miembros de una sociedad . El interés de esta historia de las mentalidades se centró, además de en la historia cuantitativa, en otros objetos, como las obras artísticas, principalmente las lite rarias. La crítica, por ejemplo de Ginzburg radica en que no se pueden pesar las r epresentaciones sociales como compartidas por las demás clases. Lo interesante, interesante, e n este caso, es comprender cómo un individuo o una comunidad interpreta, en función d e su propia cultura, las ideas y las creencias, los textos y los libros que circ ulan en esa sociedad que es la suya. Aquí podemos pensar en esos objetos, obras de arte, su recepción y circulación. Claro que uno de los problemas serán las fuentes par a saber eso. Lloyd agrega: es totalmente imposible reducir la pluralidad de las m aneras de pensar, de conocer y de argumentar a una mentalidad homogénea y única. Aunq ue se sugiere que la historia de las mentalidades sugirió la multiplicidad de ment alidades. Una de las propuestas de la historia cultural, entonces, será la a rticulación entre entre obras singulares y representaciones comunes. ¿De qué manera son leído s ciertos textos por el público? La preocupación de Chartier, como historiador del l ibro y de la lectura, es hablar de textos en general. Pero creo que si traemos a nuestro ámbito esa preocupación, deberíamos preguntarnos cómo eran leídas las obras de art en un espacio y tiempo concreto, cómo se socializaban, cómo circulaban, cómo las reci bían si atendemos otra vez a esas propuestas, podríamos diferenciar entre el mundo de l texto y el mundo del lector. La propuesta de la historia cultural es ligar o a l menos atender esos dos mundos. Cito a Chartier: una lectura cultural de las o bras nos recuerda que las formas que adquieren para leerse, o escucharse o verse , participan, ellas también, en la construcción de su significación. No olvidemos pues de la historicidad del lector (el que lee una obra artística: literaria, plástica, vis ual).
Simplemente me gustaría que reflexionaran sobre las posibilidades que ofrece la hi storia de la cultura (sus propuestas, teorías, metodologías) para hacer una historia del arte. Sigo pensando, en este sentido, en una historia social del arte, en l a que no miremos solamente obras y artistas, sino también al público que la recibe y los mecanismos para que ese público las lea. ¿Cuáles son, pues, esas posibilidades?
Pd.- Recuerden que el foro de las demás lecturas sigue abierto; en la última, la de Burke, comenté lo que han dicho, por lo que sugiero que lo lean y traten responder si algo les provoca. Saludos. V. Publicado por Vladimir González en 11:27