Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.
Facultad de Ciencias Odontológicas y Salud Pública.
Catedrático: Mtro. Arturo Mejía Gutiérrez.
Materia: Anatomía Dental.
Presenta: Frida Carolina Cadenas Zenón.
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; 22 de marzo del 2011. Índice
Introducción 3
Articulación alveolo dental 4
La membrana alveolo dental 5
El hueso alveolar 7
La encía 11
La membrana mucosa de la boca 15
Bibliografía 17
Introducción.
Los dientes son órganos digestivos accesorios localizados en las apófisis alveolares de la mandíbula y del maxilar. Las apófisis alveolares están cubiertas por las encías, que se extienden ligeramente dentro de cada alveolo. Las cavidades alveolares están revestidas por el ligamento o membrana periodóntica (peri-, de perí, alrededor, y –odóntos-, diente), que consiste en tejido conectivo fibroso denso que fija el diente a las paredes alveolares. Un diente típico tiene tres regiones externas principales: la corona, el cuello y la raíz. La corona es la parte visible sobre el plano de las encías. En el alveolo se insertan una (denomin ando al diente uniradicular), dos (biradicular), tres (triradicular) y en ocasiones se presenta un mayor número de raíces (multiradicular). El cuello es la porción estrecha que une a la corona y la raíz cerca de la línea de las encías. La dentina de la corona está cubierta por esmalte mientras que la de la raíz por cemento, el cual fija la raíz al ligamento periodóntico. La parte más grande, la cavidad pulpar, se halla por dentro de la corona y está rellena de pulpa, un tejido conectivo que contiene vasos sanguíneos, nervios y vasos linfáticos. Extensiones estrechas de la cavidad pulpar, llamados conductos radiculares, corren a lo largo de la raíz del diente. Cada conducto tiene una raíz en la base, el foramen apical del diente, dentro del cual discurren vasos sanguíneos, nervios y vasos linfáticos. Los seres humanos tienen dos denticiones: *Primera dentición: consta de 20 órganos dentales (4 pares de incisivos, 2 pares de caninos y 4 pares de molares) que emergen a partir de los 6 meses aproximadamente. *Segunda dentición: oscila entre 28-32 órganos dentales (a diferencia de la primera dentición constan además de 4 pares de premolares y 2 pares más de molares.
*Se le denomina dentición mixta a la presencia de órganos dentales tanto de la primera como de la segunda dentición, esto ocurre generalmente entre los 6 y 12 años. *NOTA: todos los dibujos aquí mostrados fueron hechos a mano y escaneados, los dibujos originales están al final de este trabajo. ARTICULACIÓN ALVEOLO DENTAL
Como ya se dijo las cavidades alveolares están revestidas por el ligamento o memb rana periodóntica (peri-, de perí, alrededor, y –odóntos-, diente), que consiste en tejido conectivo fibroso denso que fija el diente a las paredes alveolares, la inserción de la raíz del órgano dentario en el alveolo es muy parecida a la unión de los huesos planos del cráneo, ya que a pesar de lo rígidos que son, éstos poseen flexibilidad por tener tejido fibroso que es un elemento intermedio tisular que sirve de enlace y proporciona sostén o soporte. Esta unión entre la raíz y la cavidad alveolar posee una articulación denominada “articulación sindesmótica odontoalveolar” o también “articulación alveolo dental” estas son uniones semiinmóviles, donde la raíz y el hueso alveolar estan unidos por una membrana. Los tejidos adyacentes y de sostén del diente son:
1. La membrana alveolo dental. 2. El hueso alveolar. 3. La encía y la membrana mucosa de la boca.
MEMBRANA ALVEOLO DENTAL
La membrana alveolo dental se desarrolla a partir del folículo de tejido conjuntivo, después de que ha formado la corona del diente y cuando la raíz se halla en
proceso de formación. La membrana alveolo dental rodea íntimamente las raíces de los dientes y esta situada entre la apófisis alveolar y el cemento radicular. Después de pasar la cresta de la apófisis alveolar se extiende hasta la unión del cemento y el esmalte del diente, donde se adhiere a la encía. La membrana está adherida por un lado al cemento y por el otro a la capa compacta del hueso alveolar, por medio de fibras que se conocen con el nombre de “fibras de sharpey”. Estas fibras permiten que el d iente quede como suspendido en el alveolo, de manera que tenga movimientos verticales, laterales y de rotación, ocasionados por la fuerza de la masticación.
Las fibras alveolo dentales (peridentales) no tienen elasticidad; se orientan en dirección del movimiento del diente y se estiran hasta donde lo permiten sus ondulaciones. La membrana alveolo dental sirve no solo de cojinete para amortiguar las fuerzas que reciben los dientes durante la masticación, sino que también desempeña la función de nutrir los tejidos dentales. Es por medio de la membrana alveolo dental por la que un diente despulpado puede continuar nutriéndose hasta cierto punto. En una radiografía, la ya mencionada membrana alveolo dental parece una línea negra, delgada y uniforme que rodea en su totalidad la raíz del órgano dental. La inflamación causa un engrosamiento de la membrana y hace que el diente se salga un tanto de du sitio de implantación, lo que acarrea dolores y molestias.
HUESO ALVEOLAR
El hueso alveolar es la parte del maxilar y de la mandíbula que rodea íntimamente
la raíz de cada diente, y su función principal es la de servir de sostén o estabilizar al diente. Se compone de la pared interna de los alvéolos, de hueso delgado, compacto, denominado hueso alveolar propiamente dicho (lamina cribiforme), el hueso de sostén, que consiste en trabeculas esponjosas, y tablas vestibular y lingual,de hueso compacto. El tabique interdentario consta de hueso esponjoso de sostén encerrado dentro de ciertos límites compactos.
La superficie de la masa externa de hueso está cubierta por una delgada capa de matriz ósea no calcificada denominada osteoide, y esta, a su vez, se encuentra cubierta por una condensación de fibras colágenas finas y células, constituyendo el periostio. Las Cavidades dentro de la masa osea, o formadas por la resorción, están revestidas por el endosto, que es idéntico en estructura al periostio. Estas capas contienen osteoblastos, que poseen la capacidad de depositar matriz osea e inducen a la calcificación y osteoclastos. Los osteoclastos son células grandes, multinucleares que suelen observarse en la superficie del hueso dentro de depresiones óseas erosionadas, denominadas lagunas de Howship.
La pared del alveolo está formada por hueso laminar, parte del cual, se organiza en sistema haversianos y “hueso fasciculado”. Hueso fasciculado es la denominación que se da al hueso que limita el ligamento periodontal, por su contenido de fibras de Sharpey.
Casi siempre, la forma del hueso alveolar puede predecirse con base en tres principios generales:
1.La posición, etapa de erupción, tamaño y forma de los dientes, los que determinan, en gran medida, la forma del hueso alveolar.
2.Cuando es sometido a fuerzas dentro de los limites fisiológicos normales, el hueso experimenta remodelación para formar una estructura que elimina mejor las fuerzas aplicadas.
3.Existe un grosor finito, menos del cual, el hueso no sobrevive y es reabsorbido.
El margen alveolar suele seguir el contorno de la línea cemento adamantinado. Por esto, el festoneado del margen óseo es más prominente en el aspe cto facial de los dientes anteriores que en los molares y el hueso interproximal entre los dientes anteriores es piramidal, mientras que entre los molares es plano en sentido bucolingual.
La pared ósea de los alvéolos aparece radiograficamente como una línea radiopaca, delgada, denominada lamina dura o cortical alveolar. Sin embargo, esta perforada por numerosos conductos que contienen vasos sanguíneos, linfáticos y nervios que establecen la unión entre el ligamento periodontal y la porción esponjosa del hueso alveolar.
El tabique interdental se compone de hueso esponjoso limitado por las paredes alveolares de los dientes vecinos y las tablas corticales vestibular y lingual.
Las áreas aisladas en las que la raíz ha sido denudada de hueso y las superficies radiculares cubiertas solo por el periostio y la encía se denomina fenestraciones. En este caso el hueso esta intacto.
Cuando las áreas denudadas se extienden hasta el hueso marginal, el defecto se denomina dehiscencia.
Bajo condiciones normales, los dientes se desplazan en dirección mesial y hacen erupción continua para compensar la reducción por atrición en sus dimensiones mesiodistales y en su altura oclusal. Estos movimientos inducen renovación del hueso alveolar circundante. La posición del hueso se observa con mayor frecuencia en el tercio apical y en el aspecto distal del alveolo, mientras que la resorción ósea ocurre con mayor frecuencia en el aspecto mesial.
En contraste con su aparente rigidez, el hueso alveolar es el menos estable de los tejidos periodontales; su e structura esta en constante cambio. El hueso se reabsorbe en áreas de presión y se forma en áreas de tensión. La actividad celular que afecta la altura, contorno y densidad del hueso alveolar se manifiesta en tres zonas:
1) Junto al ligamento periodontal.
2) En relación con el periostio de las tablas vestibular y lingual.
3) Junto a la superficie endostica de los espacios medulares.
Con el tiempo y el desgaste, las áreas de contacto de los dientes se aplanan y los dientes tienden a moverse hacia mesial. Esto se denomina migración mesial fisiológica.
El hueso es eliminado de donde ya no se le precisa y es añadido donde surgen nuevas necesidades.
Cuando se ejerce una fuerza oclusal sobre un diente a través del bolo alimenticio
o por contacto con su antagonista, suceden varias cosas, según sea la direccion, intensidad y duracion de la fuerza. El diente sedesplaza hacia el ligamento periodontal resiliente, en el cual crea area de tension y compresión. La paredvestibular del alveolo y la lingual se estiran ligeramente en direccion a la fuerza. Cuando se libera la fuerza,el diente, ligamento y hueso vuelven a su posición original.
LA ENCÍA.
Es una membrana mucosa firme, resistente y bastante gruesa. Está formada por una cubierta epitelial y el tejido conjuntivo que recubre. El epitelio puede dividirse en cuatro zonas: 1. Capa queratinizada. 2. Estrato granuloso. 3. Células espinosas. 4. Células basales. La capa superficial, de espesor variable, está queratinizada y se adapta muy bien para recibir cierto grado de esfuerzo funcional, el cual suele aumentar el espesor de la capa queratinizada. Sin embargo, puede faltar ésta debido a deficiencias de vitamina C o de hormonas sexuales, y entonces el tejido gingival sangrará fácilmente. Debajo de la capa queratinizada, cuando existe, se encuentra el estrato granuloso, cuyas células contienen gránulos finos llamados queratohialina, que forman la queratina.
Las células espinosas constan de varias capas. Las de las capas más profundas son poligonales, con prominentes puentes intercelulares, en tanto que las capas superiores son aplanadas picnóticas, y se pierden gradualmente. Las células
basales forman una sola capa, la más profunda, que recibe el nombre de estrato germinativo. Algunos autores usan este término para abarcar también las células espinosas. Prevalece la mitosis en la capa basal, pero rara vez se manifiesta en las capas de células espinosas. Las células basales pueden contener también melanina o gránulos de pigmento gránulos de pigmento que dan una pigmentación oscura. Hay una membrana que separa la capa basal de células y el tejido conjuntivo subyacente. Lámina propia. El tejido conjuntivo subyacente en la mucosa recibe el nombre de lámina propia. Este tejido se presenta en forma de numerosas prolongaciones semejantes a dedos que penetran en el epitelio que lo recubre. Por lo tanto, las proyecciones epiteliales que se entrelazan con la lámina propia reciben el nombre de espigas epiteliales. La lámina propia está formada por fibras colágenas bastas que las unen al periostio del hueso alveolar y a las fibras ging ivales de la membrana peridental. También abundan en ella los capitales que, al reflejarse a través del epitelio, le dan su coloración sonrosada. En las personas de mayor edad, el color se hace más profundo como consecuencia del aumento de la vascularidad y la queratinización de la superficie. Es posible separar intacto el epitelio de la lámina propia, y estudiar la distribución de los capilares en él. Con la excepción de la encía palatina, no hay submucosa, y no existen glándulas mucosas o sebáceas en la encía.
La encía cubre el periostio de las apófisis alveolares y está adherida firmemente a ellas. Después de extenderse más allá de las crestas de las apófisis alveolares, la encía está adherida a la membrana peridental y, más allá de la línea cervical, a diversas partes del esmalte de la corona, lo que depende del estado de la erupción clínica. La encía está unida al esmalte por medio de la inserción epitelial a la cutícula primaria.
El tejido gingival puede dividirse, según su distribución, en: 1. Encía marginal o cresta gingival. 2. Papila gingival. 3. Encía del cemento. 4. Encía alveolar. 5. Tuberosidad gingival. 6. Encía palatina. La encía marginal se extiende alrededor de las cuatro caras de la corona del diente, siguiendo una trayectoria paralela a la línea cervical. Su posición en el esmalte varía con el grado de la erupción clínica. Después de establecida la oclusión adulta, puede permanecer en el lado de la corona de la línea cervical. Con atrición marcada o erupción continuada, activa o pasiva, la encía marginal puede ubicarse en el lado de la corona de la línea cervical. Entre la encía marginal y el esmalte hay una leve hendedura fisiológica. El epitelio cubre la encía marginal y continúa hasta la cara interna contigua de las hendidura para fusionarse con la inserción epitelial. La encía se levanta en dirección de los puntos de contacto, siguiendo el contorno de las líneas cervicales proximales, y llena el espacio interproximal. Esta parte de la encía recibe el nombre de papila gingival. La encía del cemento está adherida a la membrana peridental más allá de la cresta del hueso alveolar; la encía alveolar cure el hueso alveolar y está adherida al periostio. En las regiones posteriores del paladar duro y en el cuerpo de la mandíbula hay tuberosidades gingivales. Las maxilares son más prominentes, pero ambas sirven de ayuda para retener las dentaduras artificiales en las personas desdentadas. La estructura de la encía palatina difiere del tejido gingival descrito anteriormente. Excepto en las regiones de la encía alveolar y del cemento, la encía palatina tiene, además, una submucosa debajo de la lámina propia. En el tercio anterior de la
encía palatina, la submucosa contiene grasa. Las glándulas mucosas de los dos tercios posteriores de la encía palatina son más numerosas al acercarse al paladar blando. A lo largo del rafe medio se encuentran con frecuencia restos de la estructura epitelial transitora de de desarrollo, asociados con perlas epiteliales, que a veces forman quistes. Las fibras verticales de la lámina propia insertan firmemente la encía palatina al periostio del paladar duro. En la superficie del tercio anterior de la encía palatina hay una serie de prominencias gingivales que se llaman “arrugas” o “rugosidades”, dispuestas irregularmente en los lados laterales de la línea media, y con frecuencia hay una dlgada prominencia gingival de longitud variable a lo largo del tercio anterior de la línea media.
MEMBRANA MUCOSA DE LA BOCA. La mucosa bucal recubre las superficies internas de los labios y de los carrillos. El vestíbulo de la boca está limitado en un lado por la encía alveolar y en el otro por la mucosa labial y bucal. Así pues todas las paredes de la cavidad bucal están tapizadas por mucosa. La mucosa es una superficie húmeda, que consta de las siguientes estructuras. 1. Revestimiento epitelial: estratificado plano, que puede ser sin queratina, con queratina o paraqueratinizado; está inervado por receptores de tacto y dolor.
2. Tejido conjuntivo llamado lámina o túnica propia: está relacionado con planos profundos; el tejido que la conecta con esos planos profundos es un tejido conjuntivo más laxo (no siempre) que la muscular de la mucosa, denominado submucosa. La submucosa no está en toda la mucosa bucal (en la encía no hay submucosa) casos en que se adhiere directamente a la pared alveolar o a la del diente. La submucosa es más laxa o más densa (más fibras y menos células) según la zona; por ej., la de la cara interna de la mejilla se une firmemente, por lo que la submucosa es más fibrosa, para evitar pliegues; en otras zonas, donde la
mucosa se desliza, la submucosa es más laxa: como en el piso de la boca, cara ventral de la lengua, fondo del vestíbulo. La mucosa bucal se ha dividido en 3 tipos o áreas distintas: 1. Mucosa de revestimiento: se encuentra en zonas de la mucosa bucal que no participan directamente en el fenómeno masticatorio (no reciben cargas). El epitelio es de tipo no queratinizado , el corion es laxo o semilaxo y presenta una submucosa bien definida, que no tienen receptores de gusto y se encuentra en:
* Cara interna del labio. * Mucosa alveolar. * Cara interna de las mejillas. * Piso de la boca. * Mucosa alveolar (cara interna del reborde). * Cara ventral de la lengua. * Paladar blando. 2. Mucosa masticatoria: es la que recibe directamente cargas de masticación de alimentos que se deslizan por las zonas próximas a los dientes. El epitelio es queratinizado o paraqueratinizado y carece de submucosa en la encía. Podemos encontrarlo en:
* Encía. * Paladar duro.
3. Mucosa especializada: es la mucosa de los 2/3 anteriores de la lengua en su cara dorsal o superficie superior, recibe este nombre porque aloja botones gustativos intraepiteliales, que tienen una función sensitiva destinada a la recepción de los estímulos gustativos.
BIBLIOGRAFÍA
Ash MM. Anatomía dental, fisiología y oclusión dentales de Wheeler. México: Interamericana McGraw Hill; 1979.
Diamond Moses, D.D.S. Anatomía dental. 3 ª edición. México: UTEHA, 1978.
Tortora Gerard J. y Derrickson Bryan. Principios de Anatomía y Fisiología. 11ª edición. México: Médica panamericana, 2009.
Velayos Santana. Anatomía de la Cabeza para odontólogos. 4ª edición. Madrid: Médica panamericana, 2007.