cHAMBACÚ CORRAL DE NEGROS Chambacú es un barrio de Cartagena en el que viven los descendientes de los esclavos africanos sumidos en la pobreza. Máximo era uno de ellos y estaba decidido a obtener lo que por muchos muchos años el gobierno les había negado. Los libros fueron su perdición, ya que en éstos encontró todo lo necesario para comenzar una rebelión. Pero Cartagena no estaba dispuesto a que los negros organizaran una revuelta y arrestaron a máximo catorce veces. Colombia se unió a Estados Unidos en Unidos en su guerra contra Corea y organizó el batallón Colombia a base de negros reclutados por obligación en nombre de la patria y la democraci democracia, a, así se desharían de ellos. En una de esas redadas capturaron a Máximo pero prefirieron encerrarlo y torturarlo, mientras que su hermano, José Raquel, también prófugo de la justicia prefirió enlistarse como voluntario y no ser encarcelado. En la guerra, José Raquel hizo jugadas s ucias, y convirtiendo le guerra en un negocio, se enriqueció. Cuando pasó por Suecia se enamoró de Inge y se la llevó para Chambacú. Allí, todos la miraron como bicho raro y se convirtió convirtió en un icono sexual. Pero José Raquel Raquel prefería irse irse con las prostitutas y drogarse. Cuando Máximo salió de la cárcel, Inge tuvo relaciones con él y su hermano lo intentó matar. En el barrio, la gente rea apasionada por el boxeo, los gallos, clientes fieles de las Rudecindas y creían en la brujería como medicina. La vida era dura. Las mujeres lavaban ropa y otras se prostituían, mientras que los hombres ganaban sueldos miserables cargando bultos y matándose en un Rin de boxeo. Como José Raquel se crió conjuntamente con su madre y su tía, Petronila, ésta al ver que al que consideraba su hijo se hundía en el vicio, se deprimió muchísimo y murió. A éste le ofrecieron un puesto como sargento de la policía y éste lo aceptó pensando en el dinero y en las falsas promesas que le hacían acerca del futuro del barrio y por ende, de su familia. Con la plata le pidió a Inge que se fueran de Chambacú, pero ésta le reclamó que dejaría a su madre y sus hermanos desamparados aunque en el fondo se moría por regresar a su país. Les dijeron a los habitantes del barrio que unos gringos habían donado muchos dólares para la construcción de sus casas y éstos pensaron que iban a llegar a botar dinero por los los aires. Cuando llegó la policía diciéndoles diciéndoles que tenían que hacer hacer un plan de inversión inversión se pusieron histéricos histéricos y más aún cuando recibieron el cuerpo de Anacleto. Se armó una gresca y máximo resultó muerto. Unos dicen que fue el sargento sardinilla para dispersar manifestación manifestación y otros aseguran que fue J osé Raquel quien no resistió que su hermano se hubiera acostado con su mujer.
DESEMPEÑO DE LOS PERSONAJES Máximo: Es el primero de sus antepasados esclavos que aprendió a leer y escribir ya que era una persona estudiosa y con con muchas ganas por salir adelante. adelante. Su perdición fue fue que quería más más a los habitantes de Chambacú que a él mismo. Escribió muchos letreros en contra del gobierno y en pro de los pobres pero lo único que logró logró fue estar en la cárcel cárcel 14 veces. Cuando comenzaron comenzaron a reclutar reclutar a los negros negros,, se lo querían llevar para que los coreanos lo mataran, pero prefirieron encerrarlo por varios años y le hicieron pasar las peores torturas. Cuando salió de la cárcel, regresó a Chambacú y conoció a Inge, con la que tuvo aventuras. Cuando comenzó la gresca por la muerte de Atilio, él encabezó la protesta y un arma arma se disparó y lo mató. Unos dicen dicen que fue el sargento sardinilla sardinilla y otros, que fue José Raquel en venganza. José Raquel: Tenía muchos problemas con la policía y lo iban a encerrar, pero él prefirió enlistarse como voluntario al batallón Colombia. En la guerra hizo movidas sucias ya que mató a muchos Coreanos por plata y por gusta, ya que para él la guerra que solo fue un negocio con el que se enriqueció. Como era sargento de la marina, pasó por Suecia y conoció a Inge quien por amor, se fue con él a Chambacú. Cuando llegó, ni su propia madre lo reconoció ya que la guerra lo había cambiado y encontró
unas fotos de él sonriéndole a una pila de cadáveres. Se gastó la plata que había ganado en la guerra con prostitutas, trago y droga droga mientras que Inge se quedaba quedaba sola en el rancho. rancho. El capitán Quirós le ofreció ofreció un puesto como sargento de la policía y él él lo aceptó por palta, aunque aunque su ignorancia lo hizo hizo creer que el gobierno iba a ayudar a Chambacú. Es uno de los sospechosos de haber matado a su hermano por venganza de que se hubiera acostado con su esposa.
La Cotena: Es la madre de Máximo, José Raquel, Críspulo, Medialuna y Clotilde, hermana de Petronila y abuela de Dominguito. Sufrió muchísimo por sus hijos. Consideraba que los libros eran el vicio y la perdición de máximo máximo y en una ocasión los quemó quemó poniendo en riesgo riesgo la suerte de todo el barrio barrio hecho te tablas. José Raquel tenía como vicio las prostitutas, las drogas y el trago. Críspulo los gallos, que fueron la causa de su viudez. Y Medialuna ponía en riego su vida para la diversión de otros en el boxeo. También sufrió por Dominguito, que en plena adolescencia ya tenía como vicio las prostitutas, la masturbación masturbaci ón y los gallos. La cotena También sufrió mucho por José Raquel cuando se fue a la guerra y se convirtió en un asesino y ella lo comprobó con las fotos que encontró. También cuidó a Inge cuando su hijo la dejaba sola.
Inge: Era una Sueca desdichada en su país y por amor dejó lo poco que tenía para irse con José Raquel a Chambacú. Provocó un gran revuelo ya que nadie había visto una mujer tan blanca. Muchos estaban enamorados de ella y tenían sus más ocultas pasiones con ella. Cuando Máximo llegó de la cárcel se enamoró de ella e Inge le correspondió ya que su esposo se la pasaba en la cantina con las prostitutas del barrio. Trabajó como como profesora en la escuela y también en una empresa empresa traduciendo del alemán y el francés. Una de esas noches el capitán Quirós la amenazó de deportarla si no le colaboraba, y en el fondo era lo que ella quería, pero el cariño que le tenía a la cotena se lo impidió.
FRASES CÉLEBRES pag “El dolor también mata” 23 “Zapatero a sus zapatos” 36
FIGURAS LITERARIAS Personificación o prosopopeya:
“Galopaban las botas”
“Sardinilla, ansioso de acenso, volvió a cacarear”
“Se retiró diluido en la sombra”
“La humedad del lodo se filtraba por los pies hasta dejarlo sin raíz”
“En su confusa mente pretendía abrirse campo la razón”
“Sus chancletas tenían la ingravidez del polvo”
“La sombra sigilosa abandonó la cocina”
“El blanco Emiliani le va a hacer un hijo”
“La marea baja desnudaba la orilla”
“Una sombra le apagaba los ojos”
Símil o comparación:
“La gorra negra como una enorme cabeza de pulpo con sus tentáculos de fusiles y yataganes”
“Las camisolas y los calzoncillos desaparecían de los balcones como fantasmas”
“Se los comerán los chinos como palomitas azadas”
“El pie desnudo, recubierto de barro, semejaba el casco gangrenado de un caballo”
“El llanto volvió a hurgar la oscuridad como si la noche misma rezongara”
“Lo desató como si temiera que escaparan mariposas”
“Firme en su propósito de criarlo como su propio hijo”
“Se dejaría chuzar como San Sebastián antes de matar a alguien”
Metáfora:
“Había otra calle por lo alto, la de los balcones que enclaustraban la noche”
“Los caballones de aquella caballada humana resonaban fuertes”
“El chapoteo se salpicaba de maldiciones”
“La luz lamió las sombras de su cuerpo”
“La virgencita de rostro ahumado”
“La brisa del mar los perseguía con su vaho salitroso”
“Su cara negra empalideció con la blancura de sus ojos”
“Al precipitarse sobre los tablones del puente, se sintieron súbitamente en el andamiaje de un barco vapuleado por las olas”
“La isla era un gran tambor”
“Su vientre estéril nunca acogió la semilla”
“Desde pequeño dio muestras de haber nacido para nadar en dos aguas”
“El aullido de Mauretania pretendía desgarrar el muro de sombras de la soledad”
“Su pecho era un caluroso horno que respiraba por la boca”
“Chambacú era un cementerio de fantasmas muertos”
Hipérbole:
“Un lamento de perro llenó el hueco abierto por la detonación”
“Temía desatar su cólera apenas contenida por su inmovilidad en la mecedora”
“Temía ser derribado por la fuerte respiración de su superior”
“La bruma de la mañana los encubría”
“Se contagiaba el jadeo de los boxeadores”
“Temía más a la vocinglería de las hembras que a los colmillos del perro”
“La sacudían los gritos y el llanto”
“Despertaban a cuatro siglos dormidos”
CRITICA A LA OBRA Chambacú corral de negros es una obra fuerte en la que se muestra lo que pasó con los esclavos de Cartagena luego de la abolición de la esclavitud. La libertad comenzó pero el racismo aumentó. Los negros a los que nadie contrataba, se vieron obligados a vivir en unas casuchas hechas de tabla y metal en una isla de mangle olvidada. “Los negros son la basura de la sociedad” esta frase la dejaron de pronunciar los ricos cartageneros cuando vieron que, para ellos, les encontraron un buen sitio: El batallón Colombia. Sí, la guerra de Corea en la que Colombia participó enviando a todos los negros que pudo, se cobró muchísimas vidas, pero como eran negros, el pueblo colombiano, ni mucho menos el cartagenero los lloró. Manuel Zapata Olivella reúne este racismo en sus libros y en chambacú corral de negros, nos muestra de una manera fuerte lo que le hicieron a los negros cuando obtuvieron “su libertad”. En general, la obra es una joya de la literatura latinoamericana, (ya que no creo que los españoles puedan leer esta obra y darse cuenta de va verdadera magnitud de los errores de sus antepasados) aquí, la tragedia negra abre otro capítulo de racismo, rechazo y condiciones infrahumanas. Lo único que creo que debería suprimir para que su público fuero más extenso es algunas escenas fuertes, que considero, se camuflan entre el texto y en muchas ocasiones se salen totalmente de contexto.
CONCLUSIONES La esclavitud entró a Colombia por Cartagena y fue allí donde se concentraron gran cantidad de ellos. Cuando llega la abolición de la esclavitud, los negros buscan oportunidades de estudio, trabajo, vivienda y salud pero se los niegan y ante el rechazo de la sociedad se ven obligados a buscar su suerte en una isla de mangle. Esta es la realidad del racismo y aunque la novela se escribió hace 42 años, hoy en día todavía se siente este comportamiento en el mundo. La guerra de Corea fue un conflicto bélico que se cobró muchas vidas. En ésta, Colombia participó enviando el Batallón Colombia compuesto por negros obligados a pelear en nombre de la patria. Este fue uno de los muchos pretextos que utilizó la sociedad en general para acabar con una parte de estos a los que consideraban parásitos. El boxeo fue una de las pocas formas de sobrevivir en Chambacú, los hombres se molían a golpes por poder comer pero el hambre más que su contrincante los derrotaba. Las mujeres eran prostituidas y los viejos se hacían llamar médicos que no eran más que charlatanes que arriesgaban a sus pacientes. A lo largo de la historia en los colegios se nos ha enseñado: “los españoles construyeron a Cartagena como una ciudad amurallada” En Chambacú corral de negros, se nos recuerda que ninguno de los españoles que vinieron a América a robar y a esclavizar, puso una sola piedra en esa muralla, fueron los negros los que atormentados por los azotes construyeron a Cartagena y muchas otras maravillas de América. Los españoles les deben mucho más de lo que se pudieron llevar de nuestras tierras.
Chambacú Corral De Negros (La Discriminacion). reseña.
Chambacú Corral De Negros de Manuel Zapata Olivella, Editorial Bedout Bogotá, año 1967, 155 páginas.
En este libro Manuel Zapata narra un hecho real en la que se combina la esclavitud y el racismo en un barrio marginado de Cartagena. Este libro v a dirigido a casi todo tipo de personas, aunque mezcla momentos fuertes, que no son tolerables para muchos lectores, aunque se trate de sucesos vividos en un tiempo pasado.
Manuel Zapata nació en Lorica,Córdoba en 1920 y se caracteriza por realizar obras con temas que resaltan la discriminacion racial y la violencia, entre sus principales historias se encuentran: Calle 10, Chagno, el gran putas, Tierra mojada, En chima nace un santo, entre otros.
Esta obra plantea una historia vivida en un barrio de cartagena, bastante marginado, donde el autor se apropia de los problemas que constantemente lo invad en para revelarnos la violencia y poca importancia dada a los habitantes de este lugar a causa de sus diferencias raciales y económicas para mostrarnos explicitamente el infierno que muchos viven y al que son sometidos por no tener los mismos rasgos fisicos o clase social que otros.
Maximo: Persona perseverante que busca liberar a su pueblo mas que pensar en el. Realizó revueltas contra su gobierno que los discriminaba , t raicciono a su hermano y dicen que su muerte fue obra de este.
Jose Raquel: Drogadicto, hermano de maximo persona ambisiosa participo en la en la guerra de Colombia para realizar negocios ilicitos y sacar provecho. Su mujer lo engaño con Maximo y este trató de vengarse.
Este libro resalta de forma precisa la trato de inferioridad de la clase alta de un pueblo hacia la clase mas baja que en esos tiempos eran los negros. es muy notable que esta gente fue utilizada y ultrajada por otras por sus diferencias raciales y fueron apartados y forzados a realizar los trabajos menos dignos en busca de libertad, pero al obtenerlo lograron que el racismo invadiera
la poblacion, pues siempre fueron tratados como la basura de la sociedad.
Los invito a leer este libro que aunqu e mezcla escenas muy fuertes de maltrato y violencia nos ayuda a abrirnos los ojos y pensar en eso que sufren las personas que son apartadas por tene r diferencias en su aspecto o en su status social. PUBLICADO POR MAJO SIERRA EN 15
El tema principal de la narrativa de Zapata Olivella es la historia y la cultura de los habitantes del Caribe colombiano, en especial la vivencia de los negros e indígenas. Su obra más importante es la novela Changó, el Gran Putas (1983), una extensa obra que se propone como la epopeya de los afroamericanos, narrando sus orígenes en África, las historias de los negros cimarrones en Cartagena y la independencia de Haití, hasta llegar a la lucha contra la segregación en Estados Unidos
Chambacú, corral de negros” [editar · editar código] El escándalo lo causó la novela-denuncia “Chambacú, corral de negros” del escritor colombiano Manuel Zapata Olivella sobre la marginalidad social en la que los líderes y personas pudientes de Cartagena había mantenido a los afrocolombianos de Chambacú.2 El 28 de febrero de 1999 el periodista Ignacio Gómez publicó un artículo en el que denunció el drama de 35 familias que a través del Estado habían sido despojados de sus tierras y enviados a otra zona de Chambacú llamada Papayal, los cuales tampoco aparecían en los registros catastrales del Instituto Geográfico Agustín Codazzi. En Chambacú, corral de negros (1962) de Manuel Zapata Olivella, podemos observar muy
claramente, una exposición narrativa y un trabajo estético de esta problemática, pero el propósito que se percibe de entrada es la subversión de esa imagen negativa y despectiva que siempre se ha tenido de sus habitantes. En esta medida, Zapata Olivella nos muestra la historia desde el otro punto de vista, la perspectiva de los negros que vivieron el rechazo, el maltrato, el abandono y el desplazamiento por parte del gobierno: Chambacú no visto como un problema, “El problema de Chambacú” (Deávila, 2008, p.39), sino visto como una población que día a día luchaba por sobrevivir y por encarar la muerte. Precisamente, consideramos que la obra reúne un conjunto de luchas: la lucha contra el hambre, el sufrimiento y la miseria; la lucha por proteger el espacio del que se habían adueñado los chambaculeros y por una vidadigna; por la defensa de la familia; por la adaptación en tierras extrañas; la lucha de la guerra que para esa época se perpetraba; y, por último, la lucha por la defensa de unas costumbres y por la búsqueda de una identidad. Todo esto se desarrolla en una Chambacú que, como veremos más adelante, sólo es muerte, y es la muerte la única que, paradójicamente, parece sobrevivir.
Para Valencia Solanilla (1988, p.477), todas las obras de Zapata Olivella constituyen una „novela “total”‟, precisamente porque el escritor cordobés ha dedicado to do su trabajo literario y ensayístico a la historia de los afrodescendientes en Colombia, a estudiar cuál es su identidad, su folclor y su tradición, pero, sobre todo, a develar, a través de sus novelas, el ultraje al que han sido sometidos los negros a lo largo del tiempo, creando imaginarios de exclusión y racismo que aún se mantienen presentes. Solanilla (1988, p.469) ubica la obra del autor según las características que, a su manera de ver, pertenecen a la novela contemporánea, en las novelas “…que se ocupa[n] del pasado lejano acudiendo generalmente al mito como elemento estructural” para buscar una identidad. El autor estudia específicamente Changó, el gran putas (1982), pero en Chambacú, corral de negros, también es sobresaliente esa búsqueda de la identidad en la rememoración de un pasado lejano cuyos rescoldos influyen en el tratamiento de los chambaculeros. Como lo indica José Luís Díaz Granados (1990, p.243): “A pesar de que ya no existen las cadenas de la esclavitud, la novela señala sus remi niscencias”. En este orden de ideas, pensamos que la lucha de los chambaculeros por sobrevivir, por enfrentar el olvido y la miseria, son las consecuencias de un pasado anterior que destinó a los negros a vivir de esa forma, y así lo mostrará Zapata Olivella en algunas partes de la novela, dejando ver la historia de Chambacú en relación a ese pasado lejano que, desafortunadamente, influyó de manera directa en dicha historia. Como explica Lucía Ortiz (s.f., p.2): … Chambacú,
corral de negros de Manuel Zapata Olivella… representa un capítulo en la
historia silenciada de los afrodescendientes colombianos. En la historia de esta comunidad, el autor trata los distintos niveles –cultural, histórico, político, económico, social y étnico- que corresponden a la condición del negro colombiano. A la vez, contribuye a que el nombre de Chambacú se celebre hasta hoy día como símbolo de la resistencia del negro colombiano a permanecer invisible o en los márgenes de la memoria colectiva.
La obra se enfoca, principalmente, en el relato de una madre, La Cotena, que busca a costa de todo, la protección de sus cinco hijos: Máximo, Críspulo, Medialuna, José Raquel, y Clotilde, pero sobre todo, de los hijos varones, pues ellos pueden ser convertidos en reclutas del ejército a la fuerza; alrededor de esta situación, se van desarrollando otras que comprometen la vida de los hijos de La Cotena, y por tanto, su integración como familia, y junto a esto, la dignidad humana de todo un pueblo que quiere proteger su espacio y lo que, con esfuerzo, ha construido. Este enfrentamiento es encabezado por Máximo, quien se ha encargado de la defensa de Chambacú, de la lucha por las tierras en las que sus habitantes han visto una posibilidad para vivir o sobrevivir, pero sobre todo, de sus derechos como afrodescendientes y seres humanos. Veamos en cada una de esas luchas que ya han sido especificadas, cómo se desenvuelven los personajes y cómo, al final, una lucha puede llevar a la otra, conformando en resumidas una lucha única.
1. El
hambre y la extrema pobreza aparecen de forma explícita como característica de la vida de los chambaculeros. En la época de la esclavitud en el siglo XVI, los afrodescendientes eran tratados de forma inhumana, negándoles su densidad ontológica y, por tanto, la satisfacción de necesidades básicas, como la alimentación; y los chambaculeros, como negros sucesores de esclavos liberados, aun seguían siendo observados desde esa perspectiva, como seres que sólo merecían ser despreciados y quitados de en medio, como estorbo. Son entonces las personas idóneas para ir a la guerra. Pero, cuando los capitanes van a buscar reclutas para conformar el “Batallón Colombia” que peleará con los norteamericanos en la guerra de Corea (Díaz Granados, 1990, p.34), La Cotena reclama a los soldados: “ -¿Qué quieren? Ahora sí estamos bonitas, ¡ni siquiera nos dejan dormir! Sólo se acuerdan de nosotros para jodernos. Si buscaran hambre y miseria, la encontrarían a montones, pero eso no les importa…” (Zapata, 1990, p.35)[1]. No les importa ayudarlos, sacarlos del estado lamentable en el que viven, sino todo lo contrario, destruirlos como una plaga que hay que erradicar. Medialuna, uno de los hijos de La Cotena, es boxeador, y podemos ver en la novela como él, su entrenador y su compañero han sufrido en las peleas por no estar bien alimentados. Los chambaculeros, entonces, no tenían derecho, ni siquiera, a realizar actividades fuera de trabajar incansablemente para poder conseguir qué comer. Son sólo almejas podridas el alimento de los boxeadores. Por ejemplo, Camilo tuvo que convertirse en entrenador porque no rendía en las peleas; Medialuna es nockeado y después de buscar un médico que diga qué le sucede, su respuesta es certera: “Es apenas hambre” (p.147). En el caso del Zurdo, el compañero de Medialuna, él: “…combatía a nombre de un pasado. Pero la pujanza siempre fue minada por el hambre. Ahora él la sentía. No bastaba con ser negro. Las piernas bailaban. El cansancio. El calambre” (p.80). La pelea en el ring de boxeo tiene como objetivo último el triunfo del negro, la defensa de un pasado, la lucha por los negros y su historia, que por fin el negro celebre su propia victoria, no la victoria ajena, pero el hambre no lo deja combatir, no tiene fuerzas y cae moribundo. El cuadrilátero sólo es “Kid paludismo” contra “Kid Beriberi” (p.141), es decir, la en fermedad contra las secuelas del hambre; vemos, entonces, que la lucha contra el sufrimiento es literal en el boxeo, en el hogar, hasta en el aula de clase, que también se convierte en otro espacio
que recoge las consecuencias de la pobreza, porque el hambre no solo inhabilita a los boxeadores, tampoco deja que los niños aprendan en la escuela; así lo manifiesta la profesora Domitila: “Yo he hecho cuanto he podido por aclararles el entendimiento pero no todo son letras y números. Los pobrecitos a veces no t ienen ni qué comer” (p.151) Habrá entonces quienes quieran conocer su pasado para entender el presente, y a otros sólo les bastará vivir el presente para entender que nunca tuvieron un pasado. Así se puede ver en la contraposición entre Camilo y la Cotena. El uno quiere saber la razón de su miseria: le dice la Cotena, “ -¿Te quieres meter de redentor de hambrientos?” (p.169), a lo que, renglón seguido, Camilo le replica: “ -quiero saber por qué lo soy”. A la otra no le interesa, le es suficiente padecer la miseria, como si tuviera una actitud más resignada; dirá el narrador: “Él [Máximo] pretendía explicarle la dialéctica de la miseria. La madre no lo entendía, le bastaba vivir esa miseria, sufrirla” (p.475). Podemos resumir este primer aspecto con la siguiente cita, muy reveladora, como toda la obra de Zapata: “La miseria de la familia se acentuaba. Su mente abarcaba más allá. No había posibilidad de liberación para ellos mientras naufragaban en el hambre de toda Chambacú. Y Chambacú era el eslabón de una vieja cadena de padecimientos”. (p.259). Chambacú era el producto de que muchos años atrás, el negro sufriera las cadenas de la esclavitud; Chambacú padecía las cadenas del hambre, la pobreza, las pocas ganas de vivir porque sus habitantes no estaban verdaderamente liberados; como dice Máximo: “El hambre es un yugo más pesado que los grilletes” (p.193). Los chambaculeros, además de combatir el hambre y la miseria, luchaban contra una fuerza mayor: que les quitaran el espacio que habían construido. Como los hijos de la Cotena, muchos chambaculeros “Levantaron las paredes con retazos de fique, tablas y lonas envejecidas. El techo de ramazones, palma de coco y oxidadas hojas de zinc” (p.56). Esos eran sus hogares, y como tales tenían que hacerlos respetar como su propiedad, por encima de todo, como dirá la Cotena: “…mi rancho es pobre pero honrado” (p.36). No importaba si les destruían sus casas, ellos las armarían de nuevo, (p.56) y Máximo sería el mayor promotor y defensor de esta “afrenta” a la ley, y prácticamente, se acostumbra a estar en la cárcel, de la cual vuelve a su barrio con los mismos ideales, y por éstos muere. Como lo afirma su madre: “…Nos lo mataron porque era bueno, porque quería más a los pobres que a su propia madre” (p.23 1). A diferencia de sus hermanos, Máximo busca en la lectura el conocimiento de su pueblo, la herencia de sus antepasados, para cambiar el presente, éste es su propósito, cambiar el destino de su familia y de los chambaculeros; y la lucha será férrea: 2.
Nos defenderemos. La policía comete un atropello. Cumplen órdenes de los que se dicen amos de esta isla. Ni siquiera la nación tiene derecho sobre la tierra que pisamos. Bien saben
que bajo este basamento de cáscaras de arroz y aserrín, solo hay sudor de negros. No hemos venido acá por nuestra propia voluntad. Nos han echado de todas partes y ahora quieren arrebatarnos la fosa que hemos construido para mal morir. (p.184)
La tierra que pisan es su tierra porque allí han puesto todos sus esfuerzos para sobrevivir o “mal morir”, pero en últimas, para desafiar el destino que se les había impuesto, y el destino que el gobierno no les quería ayudar a cambiar, porque Chambacú se convierte en un sector marginado y sus habitantes en seres excluidos. Debido a esto, para los chambaculeros no existe otra tierra sino Chambacú. Así lo asevera Críspulo: “Para mí no hay sino Chambacú. Ni siquiera Cartagena. Con lo mal que nos miran…” (p.75). Los chambaculeros estaban encerrados en la miseria, no podían mirar más allá de sus tierras, porque afuera no eran sino vistos “como criminales y transgresores del orden establecido. La razón: haberse apropiado de un terreno particular, evidentemente sub- utilizado, veinte años atrás” (Deávila, 2008, p. 42).
En este sentido, la lucha de Máximo también estaba encaminada en la lucha por una vida digna, la cual era obstaculizada, en mayor medida, por el racismo. Así le dice el capitán a Máximo en una de las veces que lo aprisiona: “…Te has puesto a contradec ir el mandato de las Naciones Unidas. ¡Tú, un pobre negro!”. El negro no merece vivir como ser humano, ni tampoco puede reclamar sus derechos, porque, por ser negro, no será escuchado. Como le expresa Máximo a su madre, para los pobres: “Es demasiado aspir ar a tener una familia. Si apenas nos miran como gentes. Ya sabe que somos unos descendientes de esclavos” (p.158). Es decir, los chambaculeros padecen aún el fantasma de la esclavitud, y por esto, el rechazo y el abandono. La afrenta de Máximo, entonces, va más allá: es exigir unos derechos para, a través de esto, negar dichos imaginarios de exclusión y racismo que tanto han marcado a Chambacú, tumbar los muros que los dividen de la ciudad, y echar abajo ese temor que se ha infundado en la ciudad:
La isla crece. Mañana seremos quince mil familias. El “Cáncer negro”, como nos llaman. Quieren destruirnos. Temen que un día crucemos el puente y la ola de tugurios inunde la ciudad. Por eso para nosotros no hay calles, alcantarillados, escuelas ni higiene. Pretenden ahogarnos en la miseria. Se engañan. Lucharemos por nuestra dignidad de ser humanos. No nos dejaremos expulsar de Chambacú. Jamás cambiarán el rostro negro de Cartagena. Su grandeza y su gloria descansa sobre los huesos de nuestros antepasados. (p.199)
Desde este punto de vista, Chambacú, corral de negros, se convierte en una novela de denuncia, que, desde su protagonista, Máximo, busca visibilizar una historia olvidada que no es más que la continuación, de una que tuvo lugar en una época anterior, la de los negros africanos que no eran reconocidos, y por lo que Máximo lucha es por el reconocimiento de su pueblo, que Chambacú sea visto sin temor y sea apoyado. Y con su muerte, una muerte que causa su propio hermano José Raquel, en el combate con los soldados por Chambacú, se reafirma su labor, la cual era la de despertar a los chambaculeros a que luchen por los que les pertenece, abrirles los ojos a pesar de que ya los de él estaban cerrados con cuatro puntadas de hilo. (p.234) 3. En la novela también es muy importante la relación madre-hijo. Llama la atención que en las familias protagonistas de la obra no está la presencia del padre. Tanto la Cotena, como Clotilde y la madre de Atilio, han criado a sus hijos solas, enseñándolos a luchar por ellas hasta el final como ellas lo han hecho por sus hijos. Éstos les pertenecen a las madres en una relación peculiar, pues al llevarlos en su vientre los sienten como parte de ellas mismas, y la muerte de un hijo para una madre, es como la muerte de una parte de ellas y, en consecuencia, deviene una total incompletud. En este sentido, la relación madre-hijo se convierte en una lucha por la familia, porque ésta no se separe. Así lo deja ver la Cotena, quien no quiere alejarse de sus hijos; dejarlos a la deriva y no volver a saber de ellos, es para ella la mayor afrenta a su hogar. Si no tiene una casa en buenas condiciones, ni alimento, por lo menos tiene a sus hijos, quienes son para ella lo más valioso, a pesar de las necesidades materiales:”…s i bien es cierto que tengo cuatro hijos, ninguno de ellos irá a la guerra. Antes de que los maten extraños, prefiero apuñalarlos con mis propias manos y saber en qué sitio los entierro. ¡Cobardes!” (p. 36). A su vez, la madre se convierte en un apoyo para los hijos. Para Máximo es “su aliado más firme” (p. 40), es su roca. Cuando la Cotena le quema los libros, el narrador dice que Máximo “Le dolía más la derrota filial que los libros y las revistas”, el ver que su madre a sufriera por él, por la actitud rebelde que siempre lo llevaba a la cárcel, y que por esto madre e hijo tuvieran que separarse. La Cotena lo hace porque quiere a su hijo a su lado, sano y salvo, lejos de las torturas de la policía: “¡Máximo, hijo mío! ¡Escúpeme! ¡Mátame! Cometeré cualquier crimen con tal de que no te lleven a la guerra” (p.41). Además de la separación, la Cotena tampoco quiere hijos asesinos, quiere hombres buenos que respeten su crianza y, por tanto, el valor de la vida. Por eso dice: “…Máximo, hijo mío, déjate m atar. ¡Prefiero verte muerto que convertido en asesino!” (p. 48), mientras que de José Raquel, quien se va de
voluntario a la guerra para no dar cuenta de otros delitos, afirma: “…No lloraré por él. Que se pudra en la guerra. ¡No es hijo mío! ¡Rezo por máximo que se lo llevan a la fuerza! (p.86).
La Cotena sufre mucho por sus hijos, siempre está suplicante por ellos a la Virgen de la Candelaria, buscando una intercesión milagrosa que no los aleje de ella. Parece ser éste el último recurso que le queda porque en sus opiniones deja entrever que sus hijos se le han salido de las manos, pero que quiere estar con ellos en lo que le queda de vida, y que sus hijos no se comportaran así si hubieran tenido una figura paterna. Así se lo explica a Máximo: “…Estoy vieja. Necesito de ti. Me siento cansada. ¿Sabes? Ustedes mis hijos me han despedazado la vida. Yo hubiera querido tenerlos a todos bien criados. Si tu padre no hubiera muerto de esa espuela de gallo, ustedes no estarían así” (p. 158) Clotilde, la única hija hembra de la Cotena, siente el mismo clamor de su madre por medio de su hijo Dominguito. El clamor de no separarse de él para que no le pase nada y ella no sufrir ni que tampoco sufra su hijo en esta vida tan llena de desgracias: “Dominguito. No deseaba verlo crecer. Así podría cargarlo, defenderlo. Mejor estaría en su vientre. Se lo maldijeron antes de nacer. Pero era su hijo, no importaba quien fuese el padre. Sería para ella sola. Lo abrazaba temerosa” (p. 69). La madre de Atilio ve en su hijo, la única compañía, y por tanto, su única ayuda, en suma, depende de su hijo: “… ¡Defensor de pobres, mientras yo me muero de hambre! ¿Por qué no me redimes a mí? Yo no tengo más hijos que tu…” (p. 39). La madre de Atilio no entiende el afán de la lucha colectiva, su lucha es individual, a ella sólo le interesa sobrevivir junto a su hijo, por lo menos, teniendo para comer. Si no tiene a su hijo, a su compañero de lucha, la lucha no es igual, porque ella quiere vivir la miseria al lado de él. Como expresa Ortiz (s.f., p. 9): Si para Máximo su lucha parte de un interés por “liberar” a su comunidad y es una lucha
colectiva, para su madre y otros se trata de una lucha individual, y consiste en la lucha por la supervivencia diaria…; el tener qué comer, dónde dormir, alimentar a sus hijos, supera cualquier interés intelectual o político.
Petronila, la hermana de la Cotena, es un caso especial. En la novela, encarna la soledad y la frustración, pues nunca pudo tener hijos, y tuvo que arrebatarle uno a su hermana. Este hijo es José Raquel. Sin embargo, José Raquel parece dejar de lado a su tía y madre, además, ni parece verla como tal, sólo se refugia en su casa cuando la Cotena no le permite ciertas andanzas en la suya. En últimas, no la ve como una madre como Petronila sí lo ve como un hijo. Petronila, entonces, sufre la decepción del hijo que no pudo tener, del hijo adoptivo que la ha abandonado por el afán de lujo y por los vicios, y que ni siquiera le dejará unos nietos por los cuales velar porque José Raquel es estéril. A Petronila sólo le quedaba esperar la muerte:
“El llanto de las ancianas repartía por toda la isla la noticia de la muerte solitaria de la tía Petronila” (p.182).
4. Una
situación interesante en la novela y de la cual no hemos hablado, es la que se desarrolla a partir de la llegada de Inge a la casa de la Cotena. Inge es sueca y es la esposa de José Raquel, a quien éste conoce en Suecia, por los viajes que hacía a causa de la guerra de Corea. Para José Raquel, Inge no era sino una adquisición, como la moto que también había obtenido: “¡Ah!, para mí la guerra no fue la guerra, sino un buen negocio, q ue además de la moto me trajo una buena hembra…” (p. 108). Esta mujer blanca y apetecida por todos desde su llegada, sufre por la adaptación en estas tierras que son todo lo contrario a su país natal. En la novela, con el arribo de Inge, se muestra aun más la inmundicia de los terrenos, pues al ser extranjera, no soporta los olores, el calor, es otra mirada y otro sentir, una mirada de confusión, de caos ante lo nuevo, ante lo inimaginable: …La brisa en vez de ahuyentar el mal olor parecía recrudecerlo. La s casuchas se
contaminaban, el sol, los hombres. Tuvo conciencia, aunque difusa, de estar en un cementerio de sepulturas abiertas. Después entró en una especie de sopor, de enajenación. No podía tomar conocimiento de nada. Apenas una vaga visión que se mezclaba a los olores obsesionantes… (p. 98)
En palabras de Lucía Ortiz (s.f., p.9), “Inge… representa al foráneo, la mirada del otro, “blanco y civilizado”, quien ha permanecido ciego ante la realidad de una comunidad que es sólo un ejemplo entre tantas oprimidas alrededor del mundo”. Efectivamente, esa concepción del blanco como civilizado es la que desea tener Máximo, quien es un hombre de lectura que, paradójicamente, ve sus costumbres como primitivas, como si quisiera alcanzar el estatus de
las costumbres que se consideran “civilizadas”: “El ojo de Inge. Creía que a ella debía gran parte de su desazón. Hubiera querido estar metido en su pupila. Mirar su propio mundo desde ese ángulo europeo. Las costumbres rústicas…” (p. 159). Máximo ve la llegada de Inge como una intromisión de la “civilización” en la “barbarie”: “Y ahora esa civilización entraba a compartir su miseria” (p. 159) A pesar de todo, Inge parece adaptarse a esas tierras, y a la familia de la Cotena. Como se lo dijo ésta última, como s e acostumbre: “Hasta no querrá irse nunca de Chambacú” (p. 111). Ella reconoce una forma de vivir que no sabía que existía, y se une a la lucha de Máximo por los derechos de los chambaculeros, su vida toma sentido. Inge entonces, no es el extranjero que rechaza, que excluye, que maltrata; es la extranjera que comprende y que buscará afanosamente la solución al sufrimiento de Chambacú. Así se lo manifestará a José Raquel cuando éste le proponga irse a vivir a manga, un barrio de clase social alta: …Déjame. Aquí en Chambacú he conseguido lo que nunca tuve. Amor. En mi país jamás
supe que existían otras condiciones de vida que son una afrenta a la dignidad humana. Ahora no podría vivir sin el calor de los pobres. De tu madre y de tu hermana, de todos. Luchar por ello no solo ha llenado mi soledad, sino que ha dado sentido a mi existencia. ¡Lárgate! (p. 216)
La defensa del espacio chambaculero implica, en la novela, una defensa por las costumbres y una definición de la identidad. Pero esta defensa se configura de forma ambivalente, pues, Máximo, el mayor representante de esta pugna, lucha por los afrodescendientes, pero, al parecer, la cultura de éstos, y sus costumbres, las considera cosas de superstición, como si fueran “retrógradas”, además, ve en el ne gro, un carácter instintivo que sólo le ha sido estereotipado. Aun así reclama un “ser lo que somos” que se remonta a los antepasados, pero no hay una visión aceptable de las costumbres de los mismos. He ahí la ambivalencia: 5.
Tu presencia nos hace sentir extraños. No es debido a la diferencia de piel. Nos revela nuestras limitaciones culturales. Vejados por la miseria, ni siquiera los instintos pueden realizarse normalmente. Pero no sólo somos un saco de apetitos contenidos. Nuestra cultura ancestral también está ahogada. Se expresa en fórmulas mágicas. Supersticiones. (p. 188)
Vemos en la anterior cita cómo Máximo le manifiesta a Inge las “debilidades” de su cultura, debilidades que han sido reforzadas por la pobreza y la desatención que los chambaculeros sufren. Pero, renglón seguido, exige los derechos identitarios que le pertenecen a su pueblo: Desde hace cuatrocientos años se nos ha prohibido decir “esto es mío”. Nos expresamos en
un idioma ajeno. Nuestros sentimientos no encuentran todavía las palabras exactas para afirmarse. Cuando me oyes hablar de revolución me refiero a algo más que romper ataduras. Reclamo el derecho simple de ser lo que somos. (p.188)
La pregunta es, entonces, ¿cuál es la identidad negra que se manifiesta en la novela?, ¿existe una identidad negra? Pues, sólo podemos respondernos acudiendo a la Cotena y Petronila, y su confianza en Bonifacio. Para la primera, la solución a la herida de dominguito es el curandero, no amputarle la pierna como proponen los médicos. Máximo se opone a la decisión de su madre, pues él considera que los médicos profesionales saben mejor sobre eso que Bonifacio, mas la decisión de su madre es inamovible: “E llos sabrán mucho de cortar piernas, pero no cómo curar un espuelazo de gallo. Me lo llevo a donde Bonifacio” (p. 177). Para sorpresa de Máximo, Bonifacio cura la pierna de Dominguito. Lo que él llama “supersticiones” le salvó la vida a su sobrino. Para Petronila, la magia de Bonifacio es importante para orientar su vida, pero sobre todo, para conocer el paradero y el destino de su hijo José Raquel. A diferencia de Máximo, en ella se manifiesta una creencia en los poderes sobrenaturales: La superstición y la magia le comunicaban vitalidad. Belcebú. El Ánima sola. Los clavos de Cristo. La oración para alejar a Lucifer. Las costillas de murciélago. Los bigotes de gato negro, recortados en noche de celo. La sangre fresca del chivato. Poderes sobrenaturales que venían cabalgando la mente de los negros desde el foso lejano de la esclavitud. (p.52)
Zapata Olivella reafirma la identidad de los negros en estas costumbres religiosas y míticas, producto de la mezcla entre la religión católica y las creencias africanas, pero Máximo, no ve en eso una identidad, las consideraciones de este personaje dejan entrever que busca una identidad única, en la que no haya mezclas, en la que se pueda decir “esto es mío”, a esto se debe su lucha por un espacio donde vivir, condiciones básicas para lo sobrevivencia: educación, alimentación. Lo mínimo para, por lo menos, integrar, a esa identidad cultural, una identidad de seres humanos. Es esto, en últimas, el propósito de Máximo: más allá de estas creencias, todos los chambaculeros son, ante todo, seres humanos. 6. Sin
lugar a dudas, una lucha que atraviesa toda la obra en cuestión de Zapata Olivella, es la guerra, la guerra con fusiles, que tortura, que obliga a sus reclutas, que desintegra familias, que asesina sin sentido. Chambacú debe luchar contra la guerra que les quiere quitar lo único que les queda, sus familias, esposos, hijos, nietos, hombres que son el sostén de sus hogares, o jóvenes que aún no han conocido la vida. La guerra, finalmente, sólo trae desgracia , y llanto: “La isla era un gran tambor. La sacudían los gritos y el llanto. Ansiedad de incendio, de tormenta. Los callejones se avivaban con el colorín de las polleras. Los capturados miraban sin esperanza por entre los fusiles…” (p. 49). Esas polleras p ertenecían a las madres, a las esposas, a las hermanas que iban en busca de sus hombres, pero no podían hacer nada, sólo esperar a que sus familiares volvieran sanos y salvo, si así sucedía.
La primera parte de la novela abarca el caos que trae esta p ersecución, “Chambacú no había visto antes una bandada tan numerosa de aquellos pájaros verdes” (p. 46) Para fortuna de la Cotena, Críspulo no es llevado porque en ese momento estaba en una pelea con sus gallos, Medialuna se escapa nadando por el caño con el Zurdo y Camilo. Pero Máximo sí es capturado, a pesar de todos los esfuerzos de su madre porque esto no suceda, a gritos, a golpes y a mordiscos (p. 48). No obstante, Máximo regresará, mientras que José Raquel, sí va a la guerra por su propia voluntad, pero, aunque regresa sano y salvo porque pudo trabajar de enfermero, acepta la propuesta del Capitán Quirós, y se convierte en Sargento para comandar una persecución contra su propia comunidad, e incluso, su propia familia, sólo por el afán de lucro, y de salir de la miseria en la que vivía. Lo peor de la guerra para la Cotena y su familia, es el asesinato de personas desconocidas, que incluso pueden ser inocentes. Por esto se nota un desprecio a la guerra, por ejemplo, por parte de Medialuna, para quien la guerra sólo deja resentimiento y rencor: “…Después del combate nos abrazamos y bajamos del ring sin rencores. ¿Pero tú crees que se pueda regresar de la guerra sin remordimiento de conciencia?…” (p. 58). De igual forma lo deja ver Críspulo, quien no entiende los ideales de la guerra; se puede ver a través de su opinión una denuncia a la guerra y su absurdo, pues los combatientes ni siquiera saben por qué luchan, y si lo saben, no entienden el significado. En últimas, ningún ideal debería justificar la guerra, mucho menos la muerte de un ser humano: …Matar cristianos es algo muy serio. Máximo asegura que llenan de mentiras las cabezas de
los soldados antes de que vayan a las trincheras. Libertad. Patria. Democracia. Vainas que nunca hemos conocido. Ni el mismo Máximo que ha leído tantos libros sabrá que quieren decir esas palabras. (p.75)
Por esto mismo Clotilde no permite que su hijo Dominguito mencione esa palabra tan llena de crueldad, horror y sangre: “El puño golpeó sus labios. Su madre sólo le pegaba en la boca cuando pronunciaba malas palabras. “Quiero ir a la guerra”. No volvería a repetirlo” (p. 69). Y la Cotena, después del regreso de su hijo José Raquel, le pide a éste que se confiese, después de ver que, en unas fotos, su hijo sonreía, sin importarle, los miles de muertos que tenía detrás, sin importarle que sería de ellos y sus familias, sin ninguna clase de compasión. La Cotena “…Tuvo el presentimiento de que no le devolvían a su hijo sino a un monstruo. Ahora miraría en su cara aquella sonrisa de asesino. Comprendió lo horroroso de la guerra y la tremenda repercusión que había tenido en su hijo…” (p. 135) Díaz Granados (1990, p. 243) considera que Chambacú, corral de negros “Es una clara y directa denuncia contra el Estado, contra el sistema operante en la época en que se desarrolló la obra…”, precisamente, por el abuso que tiene el gobierno con los negros chambaculeros al querer convertirlos en soldados, como si estas personas no tuvieran valor alguno. Al ser
pobres y negros son las personas “aptas” para este oficio, porque pueden adaptarse a las condiciones de la guerra, además, era una forma de poder desalojar, poco a poco, el lugar en el que vivían, porque sabían que los negros, en su mayoría, sino en su totalidad, no volverían a sus hogares. Se nota, entonces, el peor de los rechazos hacia una comunidad que sólo quería, y reclamaba vivir, lo mejor humanamente posible, la exclusión y el maltrato son evidentes: “La guerra era caprichosa, gustaba de los hombres humildes. Las trincher as reclamaban a los pobres, acostumbrados a vivir en fosos angostos. Gente que se pudiera hacinar en sepulturas estrechas sin reclamar cruces ni monumentos” (p. 82) Es interesante que la novela empieza y termina de forma similar, entre la acción de los disparos y la lucha con los soldados. Pero hay visibles diferencias: al comienzo de la obra se quiere capturar a los soldados para llevarlos a la guerra de Corea, y además, quieren capturar a Máximo por su rebeldía, por manifestarse con mensajes por todo el barrio en contra del gobierno. Pero al final, Máximo no está solo, está luchando con toda la comunidad, a la que convidó para pelear por sus derechos, con arengas y proclamas, y quien comanda la persecución es su propio hermano José Raquel. Éste, de forma insensible, mata a su hermano, sin importarle el dolor de su familia. Es un fin cruel que corresponde con una novela que sólo muestra las atrocidades cometidas con los chambaculeros. Después de todo este recorrido con el que hemos querido mostrar las luchas que conforman Chambacú, corral de negros, sólo nos queda decir, que si bien, toda lucha tiene un objetivo que cumplir, porque, precisamente, peleamos por lo que queremos lograr, nos atrevemos a aseverar, que muchas de éstas luchas fracasan. Por un lado, La Cotena, y su defensa por la familia se frustra desde el momento en que su hijo José Raquel se va para la guerra, y posteriormente, se convierte en Sargento, pues, ya no parece ser su hijo. Y, también con lo que ella no quería, pero que sabía que pasaría: Máximo muere luchando por los derechos de los chambaculeros; además, Atilio muere en la guerra, y deja a su madre sola y desamparada, lo mismo que le sucede a la tía Petronila, en relación a José Raquel. Debemos agregar a esto que, si las familias se separan es por la guerra, la guerra les quitó los único que les quedaba, sus seres queridos. Por otro lado, aunque Inge logra adaptarse a Chambacú, la lucha que inicia por los chambaculeros, creemos que termina con la muerte de Máximo, aunque en la novela no se sabe qué sucede después de esto. Tal vez el autor asume que la realidad de Chambacú es clara, y que los lectores conocen en qué termina la historia. Los habitantes de Chambacú, al ser trasladados, pierden los terrenos por los que luchaban, y más que esto, el espacio que habían construido para fortalecerse como comunidad, con sus propias costumbres, por lo que, consideramos que todos los esfuerzos por Chambacú, desaparecen junto con éste. 7.
En conclusión, el fracaso de todas estas luchas confirma lo dicho por Clotilde: “Chambacú es tierra de muerte” (p. 55), la muerte de los seres queridos, pero también de las ilusiones, de las ganas de salir adelante, de crear una comunidad en la que se garantizaran unas condiciones óptimas para vivir. En últimas, Chambacú no logra la atención que sus habitantes
buscaban, sólo son mirados para ser despreciados, y aniquilados, pero no se ve en ellos ninguna clase de futuro. Sea como sea, el fantasma de Chambacú persistirá para siempre en la memoria de quienes lo sufrieron, de quienes creyeron en él, pero también de quienes hicieron hasta lo imposible por abolir lo que, a pesar de todo, nunca desaparecerá, la “cara negra” de Cartagena. BIOGRAFIA Manuel Zapata Olivella (Santa Cruz de Lorica, Córdoba, 17 de marzo de 1920 - Bogotá, 19 de
noviembre de 2004) fue un médico, antropólogo yescritor colombiano, el más importante representante de la literatura afrocolombiana. Siendo niño Manuel Zapata Olivella, su padre, el profesor Antonio María Zapata Vásquez, se trasladó con su familia a Cartagena de Indias, en donde refundo el Colegio "La Fraternidad" donde el ser humano y su entorno, eran los ejes fundamentales de estudio d esde una óptica científica y humanista, que reñía con la cátedra religiosa im perante para la época. Estudió Medicina en la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá. De 1943 a 1947 viajó por América Central y México ejerciendo los más diversos oficios. En la ciudad de México trabajó en el Sanatorio Psiquiátrico del Dr. Ramírez y después en el Hospital Ortopédico del cantante Alfonso Ortiz Tirado, para la revista Time y para la revista Sucesos para Todos. Discutía contra su hermano Virgilio defendiendo a los Estados Unidos, cambiando de manera de pensar después de un viaje a este país donde sufrió discriminación racial. Durante su estancia en México, escribió la novela no publicada "Arroz Amargo". Como etnógrafo, publicó varios estudios sobre las culturas de los negros de Colombia. Enseñó en varias universidades de Estados Unidos, Canadá, Centroamérica, y África. Fundó y dirigió la revista de literatura Letras Nacionales. El tema principal de la narrativa de Zapata Olivella es la historia y la cultura de los habitantes del Caribe colombiano, en especial la vivencia de los negros e indígenas. Su obra más importante es la novela Changó, el Gran Putas (1983), una extensa obra que se propone como la epopeya de los afroamericanos, narrando sus orígenes en África, las historias de los negros cimarrones en Cartagena y la independencia de Haití, hasta llegar a la lucha contra la segregación en Estados Unidos. Su novela anterior En Chimá nace un santo (1964) fue finalista en dos concursos legendarios, el Esso de 1963, en que fue derrotada por Gabriel García Márquez con La mala hora y el Premio de Novela Breve Seix Barral, cuyo primer puesto fue para La ciudad y los perros , deMario Vargas Llosa.
Obras[editar · editar código] Novelas[editar · editar código]
1947 - Tierra mojada 1960 - La calle 10 1963 - Detrás del rostro 1963 - Chambacú, corral de negros 1964 - En Chimá nace un santo
1983 - Changó, el Gran P*tas 1983 - Historia de un Joven Negro
El texto trata de un barrio de Cartagena donde viven descendientes de esclavos los cuales trataban de defender su libertad lo cual se dificultaba pues Colombia se alió con estados unidos en la guerra contra corea, lo cual llevo a que se llevaran muchos de los negros en contra de su voluntad a cumplir con el país.se desarrollan situaciones donde se ve que a pesar de las ganas de salir adelante como es el caso de máximo por las condiciones y poca oportunidades para los negros no lo pueden lograr , facilitando más bien el degradamiento de las personas como pasa con José Raquel que fue presa del los vicios de este deprimido sector. Me parece una obra muy aguda, de una crítica fuerte al gobierno y a la alta sociedad de Cartagena que desconoce a sus propios coterráneos solo por el color de la piel. Sale a relucir el racismo del cual fue objeto chambacu con desalojos de su barrio, abuso de sus tierras y el engaño a sus habitantes con la promesa de construir un parque y proyecto de vivienda para ellos que nunca se hizo, actualmente estos predios solo es de propiedad de personajes políticos los cuales se benefician a cuestas de quienes en el pasado defendieron su dignidad como hombres libres. Y no contentos con esto se adueñaron del predio, pero nadie hizo nada al respecto y hoy allí en este sector deprimido del pasado se encuentra un edificio inteligente para orgullo de la distinguida sociedad cartagenera [continua]
Novela social colombiana. S. XX. Racismo. Argumento. Personajes. Figuras literarias Descripción Chambacú corral de negros de Manuel Zapata Olivella, un capítulo en la lucha por la libertad.
Manuel Zapata Olivilla (1920-2004), el autor de Chambacú corral de negros(1963), siempre pensó la creación literaria a partir del compromiso social y político. En este sentido, su obra asume tópicos neurálgicos de la realidad social. Es una de sus obras de mayor acogida por parte de sus lectores. El tema de las negritudes fue una de sus obsesiones, la obra que menciono cuenta la vida de un barrio pobre de Cartagena de Indias, habitado por negros. Chambacú es un símbolo de la miseria de los negros vista incluso desde el pasado. En este aspecto, sigue con lo planteado por Arnoldo Palacios en su novela Las estrellas son negras. Su temática hace referencia a los enfrentamientos de los años sesenta. Este hecho hizo que por obras como esta en su momento el canon anterior siguiera vigente en el país, y más frente a los agitados años políticos en los cuales Camilo Torres se va a la guerrilla y muere en combate. Así, continúa con un elemento que determina la literatura de la generación anterior en Colombia y América Latina, como parte de su búsqueda de la autenticidad. Tal aspecto le permite hacer una novela de puente entre dos formas literarias como moviéndose en ambas aguas.
En Chambacú corral de negros todo el barrio se ve enfrentado al poder que representa la policía que los maltrata. El tema tiene mucha relación con la crónica por su lenguaje directo y un héroe que muere por sus ideas y su comunidad. Este piensa que su grupo no tiene escuela, ni casa, ni trabajo. «No es ocasional que Chambacú corral de negros, haya nacido al pie de las murallas. Nuestros antepasados fueron traídos aquí para construirlas... los esqueletos de los esclavos negros habrían bastado para levantar murallas más altas y extensas que las que vemos». Hace mucho énfasis en el tópico de los animales a manera de asociación de estos con el grupo social. Además, hay una versión primaria de los hechos, y no reflexiva y elaborada como en las novelas modernas. Sin embargo, es una obra llena de voces que definen la presencia de una colectividad como verdadero protagonista. El pueblo como pluralidad de presencias, remolino de sombras, es uno de los elementos más característicos. Esto se da incluso en las peleas de boxeo en las cuales el protagonista representa a Chambacú. Esta masa mantiene una actitud defensiva pero de callado resentimiento. El choque se da con los b lancos sin llegar a consecuencias mayores en este sentido. Pero el verdadero enfrentamiento es con el poder. Igualmente, la novela está determinada por la oralidad como en las obras más modernas, y es según el autor, una forma de identificación de los personajes. Su estilo característico se encuentra escrito a través de diálogos y breves párrafos que determinan su fuerza narrativa, y hechopor medio de expresiones como si fueran exclamaciones. «Tarde de sábado y los tambores permanecían silenciosos. Inge adivinaba que ello se debía a la presencia de Máximo en la casa. El traqueteo de la hamaca indicaba que no dormía. La acrobacia de leer y escribir meciéndose en el vacío». El autor también fue Premio Esso en 1963 con la novela Detrás del rostro. Otra obra muy reconocida es En Chimá nace un santo (1964). Muchos consideran que en el tema de las negritudes su obra cumbre es Changó el gran putas (1983).
MANUEL ZAPATA OLIVELLA Primer escritor que exalto en su obra la identidad negra Colombiana. Fue en Cartagena donde entro en contacto con la cultura negra. Estudio medicina e hizo estudios en etnomusicología Fue cónsul de Colombia en Trinidad y Tobago En el 2002 recibió premio a la vida y obra del Ministerio de la Cultura.
MANUEL ZAPATA OLIVELLAOBRAS Opresión y violencia Dos tendencias Carácter realista y denuncia social Carácter }mitológico: priva la visión mágica del negro
MANUEL ZAPATA OLIVELLAOBRAS TIERRA MOJADA CALLE 10 CHAMBACÚ CORRAL DE NEGROS CHANGÓ EL GRAN PUTASEn sus obras esta presente una denuncia social yrealista de la marginación. Solidarizándose con eldrama de su pueblo e identificándose con la razanegra.
CHAMBACÚ CORRAL DE NEGROS Es una obra fuerte en la que se muestra lo que pasó con los esclavos de Cartagena “Los negros son
la basura de la sociedad "esta frase la pronunciaba los ricos cartageneros Manuel Zapata Olivella nos muestra de una manera fuerte lo que le hicieron a los negros cuando obtuvieron “su l ibertad”. la tragedia negra abre otro capítulo de racismo, rechazo y
CHAMBACÚ CORRALnegros los que fueron los DE NEGROS atormentados por los azotes construyeron a Cartagena y muchas otras maravillas de América. Los españoles les deben mucho más de lo que se pudieron llevar de nuestras tierras. FRASES CÉLEBRES “El dolor también mata” “Zapatero a sus zapatos” FIGURAS LITERARIAS Personificación o prosopopeya: “La
humedad del lodo se filtraba por los pies hasta dejarlo sin r aíz” Símil o comparación: “El pie desnudo, recubierto de barro, semejaba el casco gangrenado de un caballo”
MANUEL ZAPATA OLIVELLA “Me preocupa mas el problema social que el problema del estilo” Es la negritud de zapata Olivella
la que asegura la universalidad de su literatura.
Chambacú, corral de negros: novela
Manuel Zapata Olivella Editorial Bedout, 1967 - 155 páginas
Chambacú es un barrio de Cartagena en el que viven los descendientes de los esclavos africanos sumidos en la pobreza. Máximo era uno de ellos y estaba decidido a obtener lo que por muchos años el gobierno les había negado. Los libros fueron su perdición, ya que en éstos encontró todo lo necesario para comenzar una rebelión. Pero Cartagena no estaba dispuesto a que los negros organizaran una revuelta y arrestaron a máximo catorce veces. Colombia se unió a EL
. 1. Estructura a- Estructura externa Chambacú corral de negros, fue publicada en 1963. Este relato se extiende sobre 155 páginas. La obra se divide en tres capítulos, iniciados por un prólogo. Todos los capítulos son presentados por un título, separado del texto por el poema en prosa y después del poema un blanco tipográfico. Estos capítulos describen y narran el ambiente colombiano, más precisamente cartagenero. La obra se abre con un prólogo de ZAPATA OLIVELLA que nos habla no s ólo de la literatura colombiana sino también de sus raíces africanas. En esta obra dominan los capítulos II y III que constan respectivamente de 50 y 60 páginas mientras que el primero consta de 45 páginas.
b- Estructura interna Chambacú corral de negros, es un relato que gira en torno a la vida de los negros de un barrio de Cartagena llamado Chambacú. La novela presenta cuatro ejes a saber: la miseria, la pobreza, la insalubridad y la prostitución; problemas diversos a los que se enfrentan los chambaculeros en su vida
cotidiana. Así, a través de su obra ZAPATA OLIVELLA nos ofrece una representación cruda de la vida de los negros caracterizada por el hambre, la injusticia y el padecimiento. De hecho, Chambacú corral de negros es un relato que pinta no sólo lo cotidiano de un barrio de chabolas de Cartagena habitado por una comunidad de negros, sino también, el modo de vida, el abandono y la miseria de la costa colombiana y en general, de las difíciles condiciones de vida que persisten entre las negritudes del país. Es una obra que se considera como siendo un elemento necesario para entender la dinámica social, el pensamiento y la problemática de los negros en Colombia y en América. En lo que se refiere al primer capítulo, titulado “Los reclutas”, el autor nos cuenta el
reclutamiento de los soldados para la guerra de Corea. Éste es... [continua]
. Éste es iniciado por el capitán Quirós que toma con fuerza únicamente a los hombres más valientes, fuertes, válidos y sobre todo a los boxeadores de Chambacú. Negando de participar a la guerra, los chambaculeros se revelaron contra la opresión y la injusticia social del capitán Quirós y los militares. Durante este enfrentamiento, Máximo que fue considerado como el defensor de los pobres, fue arrestado y encarcelado. Además, en el mismo capítulo, el autor sigue presentándonos el barrio de Chambacú; un barrio pobre, considerado como una tierra muerte y deshabitado mas también, el arraigamiento de lo religioso por parte de los chambaculeros. Con respecto al segundo capítulo, titulado “El Botín”, este capítulo nos relata el regreso de
José Raquel de la guerra de Corea. A su regreso de la guerra, trajo consigo una radio a su madre, una moto y una mujer blanca como esposa. Pero, la presencia de ésta causó la celosía no sólo por parte de sus hermanos sino también por los demás habitantes de Chambacú, del hecho de que fuese blanca. A su regreso, fue acogido por una fiesta que organizó su familia visto que José Raquel escapó a la muerte durante la guerra. También, en aquellos momentos de la alegría, la madre de Raquel, La Cotena descubrió que su hijo había matado a inocentes personas al ver las fotos traídas por éste. En aquellas, sonreía José Raquel ante una pirámide de cabezas decapitadas. En este mismo capítulo, el autor nos muestra la eficacia de la medicina tradicional en comparación con la medicina moderna. Esta eficacia se observa con las enfermedades que los yerbateros curan rápidamente con las hojas pero, que los médicos no logran En lo que atañe al tercer capítulo, “La Batalla”, nos relata no sólo las razones del
sublevamiento de los chambaculeros para con los blancos de Cartagena y de la presencia de la delegación americana, sino también del regreso de Máximo a la cárcel y de su muerte.
En efecto antes de ir a la guerra, el capitán Quirós había prometido a José Raquel mejorar sus condiciones de vida y la de los chambaculeros dándoles una considerable suma de dinero pero, desgraciadamente no cumplió con su promesa. Máximo, el defensor de los pobres no aceptó esta actitud; llamó a sus hermanos a pelear contra el capitán Quirós y a los militares. Durante la confrontación, Máximo fue matado por los policías pero, a despecho de esto, los chambaculeros no cesaron de combatir. Se destaca pues en este capítulo, la influencia del blanco sobre el negro; cuantas veces el negro vende su honor, la credibilidad de su familia y de los demás negros a causa de la vida moderna. I. 2. Los personajes Si nos proponemos hacer el estudio de los personajes, es porque en una obra, es importante enfatizar los diferentes protagonistas que desempeñan un papel de mayor alcance. En efecto, en chambacú corral de negros, sobresalen algunos personajes que protagonizan la obra. Así, nos interesamos únicamente a los personajes principales y algunos protagonistas cuyo papel es también importante en el transcurso del relato. Subrayamos de antemano que la obra chambacú corral de negros gira alrededor de la Cotena y sus hijos: José Raquel, Máximo, Críspulo, Medialuna y, Clotilde.
a-Los personajes principales
Máximo:
Máximo el protagonista, es uno de los chambaculeros que desempeña un papel importante en la obra de ZAPATA OLIVELLA, Chambacú corral de negros. Todo como Ascensión Lastre de Yuyungo, novela del afroecuatoriano Adalberto ORTIZ; Máximo encarna el personaje heroico. Es la viva imagen de la resistencia y de la determinación de un pueblo cuya identidad y existencia se encuentran amenazadas y que está condenado a la miseria bajo todas sus formas, así que abandonado a la discriminación tanto bien racial como socioeconómica. Es el primero de sus antepasados que aprendió a leer y escribir ya que era una persona estudiosa y con muchas ganas para salir adelante: Ni el mismo Máximo que ha leído tantos Libros, sabrá que quieren decir esas palabras . Su perdición fue que quería más a los habitantes de Chambacú que a él mismo. Escribió muchos letreros en contra del gobierno y en pro de los pobres. Pero lo único que logró fue en la cárcel 14 veces. Cuando comenzaron a reclutar a los negros, se lo querían llevar para que los coreanos lo mataran, mas prefirieron encerrarlo por varios años y le hicieron pasar las peores torturas. Cuando salió de la cárcel, regresó a Chambacú y conoció a Inge, con la que tuvo aventuras. Cuando comenzó la gresca por la muerte de Artilio, Máximo encabezó la
protesta y un arma se disparó y lo mató. Unos dicen que fue el sargento Sardinilla y otros, que fue José Raquel en venganza. Su muerte aparece como el fin del camino de la lucha de los negros frente a la supuesta raza superior, la raza blanca.
José Raquel
Tenía muchos problemas con la policía y lo iban a encerrar, pero él prefirió enlistarse como voluntario al batallón colombiano. En la guerra hizo movidas sucias dado que mató a muchos coreanos por plata y por gusta, ya que para él la guerra que solo fue un negocio con el que se enriqueció. Como era sargento de la marina, pasó por Suecia y conoció a Inge quien por amor, se fue con él a Chambacú. Cuando llegó, ni su propia madre lo reconoció puesto que la guerra lo había cambiado y encontró unas fotos de él sonriéndole a una pila de cadáveres. Se gastó la plata que había ganado en la guerra con prostitutas, trago y droga mientras que Inge se quedaba sola en el rancho. El capitán Quirós le ofreció un puesto como sargento de la policía y él lo aceptó por plata, aunque su ignorancia lo hizo creer que el gobierno iba a ayudar a Chambacú. Es uno de los sospechosos de haber matado a su hermano por venganza de que se hubiera acostado con su esposa.
La Cotena
Es la madre de Máximo, José Raquel, Críspulo, Medialuna y Clotilde, hermana de Petronila y abuela de Dominguito. Sufrió muchísimo por sus hijos. Consideraba que los libros eran el vicio y la perdición de Máximo y en una ocasión los quemó poniendo en riesgo la suerte de todo el barrio hecho de tablas: -¡Mama! ¡Si son los libros de Máximo! Era muy fuerte para que la hija pudiera contenerla. Los vecinos rodearon las llamas. Los sobrecogía el asombro .Jamás imaginaron que Máximo aculara tantos libracos. Los analfabetos apenas veían arder el papel emborronado. Basura censuraban: -se ha podido incendiar el barrio. -¿por qué no lo hizo de día? -¿Qué querrá con eso? -¡Se ha vuelto loca! José Raquel tenía como vicio las prostitutas, las drogas y el trago. Críspulo, los gallos, que fueron la causa de su viudez. Y Medialuna ponía en riesgo su vida para la diversión de otros en el boxeo. También sufrió por Dominguito, que en plena adolescencia ya que tenía como vicio las prostitutas, la masturbación y los gallos. La Cotena también sufrió mucho por José Raquel cuando se fue a la guerra y se convirtió en un asesino y ella lo comprobó con las fotos que encontró. También cuidó a Inge cuando su hijo la dejaba sola.
Inge
Era sueca desdichada en su país y por amor, dejó lo poco que tenía para irse con José Raquel a Chambacú. Provocó un gran revuelo puesto que nadie había visto una mujer tan blanca:
Marcó la cruz sobre su rostro y fue a arrodillarse ante el altarcito. Lloraba de rodillas ante la virgencita milagrosa que le devolvía al hijo. “¿una gringa? Recapituló. ¿Qué humos se han
metido en la cabeza de un imbécil para traer una gringa a Chambacú? ¿Será una puta? ¡Sabe Dios que burdel la recogió! Muchos estaban enamorados de ella y tenían sus más ocultas pasiones con ella. Trabajó como profesora en la escuela y también en una empresa traduciendo del alemán y el francés. Una de esas noches el capitán Quirós la amenazó con deportarla si no le colaboraba, y en el fondo era lo que ella quería, pero el cariño que le tenía a la Cotena se lo impidió. b-Los personajes segundarios
Capitán Quirós
Es el representante de fuerza de orden que tenía como cometido reclutar por fuerza a treinta soldados en procedente de Chambacú por la guerra de Corea. Estos soldados de preferencia deberían ser hombres fuertes, valientes y que saben combatir: -necesito treinta hombres formados. Primero los boxeadores. Son gente que saben de pelea. Uno a uno sin escandalizar. Trabó amistad con José Raquel para persuadirle a formar parte del batallón colombiano. Por eso, le prometió una vida mejor y también, mejorar la situación de sus hermanos y hermanas de Chambacú.
Petronila
Es la hermana de La Cotena y la tía de Máximo y José Raquel. Fue una mujer que tenía presentimientos que algo iba a ocurrir a un miembro de su familia: Petronila tiene mal presentimiento de que a noche la policía pescó a José Raquel. Jamás se equivocaba en sus pensamientos. En su casa guardaba las rudesindas que trabajaban para ella visto que no tenía nada que comer. Era una mujer que vivía al día y cada vez, visitaba a su hermana La Cotena para pedirla ayuda. I.3. Resumen La obra Chambacú Corral de negros es una crónica de la miseria urbana y de la realidad socioeconómica de los barrios de chabolas de Cartagena, antes barrios de esclavos africanos. El autor describe la miseria, la pobreza, la insalubridad, la prostitución, la falta de condiciones elementales de higiene, los frutos de la injusticia que atribuye a la clase dirigente que no hace nada para humanizar las condiciones de vida de los negros mientras que viven ellos mismos en la opulencia. Pero, frente a esta miseria y pobreza, los negros quedan estoicos y llegan a
luchar heroicamente aguantando el dolor. También, a través del barrio pobre de Cartagena, ZAPATA OLIVELLA hace el retrato de una ciudad a dos facetas donde los ricos y los pobres viven juntos sin jamás abordarse. Cartagena de los ricos de Manga, donde las negras La Cotena y Clotilde su hija iban a lavar la ropa de los blancos, se opone a Cartagena de los pobres de Chambacú que ofrece una imagen de desolación y de marginación. La novela gira alrededor de La Cotena y de sus hijos: José Raquel, Máximo, Críspulo, Medialuna, y Clotilde. I.4. Situación espacio temporal En una novela o un cuento, una representación de un medio específico designado por la lengua o los elementos lexicales es muy importante. En efecto, el espacio puede referirse a un lugar existente en la realidad geográfica, de un barrio de la ciudad. El espacio en el que transcurre la acción del relato es estrechamente ligado al trayecto de los protagonistas principales y de los demás que actúan en torno a ellos. El universo que nos presenta Manuel ZAPATA OLIVELLA no es lejos de la realidad social en la cual evoluciona respectivamente. Chambacú corral de negros se inscribe en un espacio que representa la realidad geográfica de Colombia. Notamos en la novela, la presencia de muchos lugares pero nos toca hablar solamente de lugares más importantes donde se desarrolla la mayor parte de la escena. Entre éstos, tenemos Cartagena, Manga, Chambacú, el barrio pobre. Aquellos espacios son llamados espacios referenciales dado que existen en la realidad geográfica de Colombia y históricamente son conocidos. La relación que hace el lector entre el espacio novelesco y su posible referente real se justifica por el hecho de que este último necesita comprobar la verosimilitud del relato que está leyendo. La historia de los chambaculeros acontece en la ciudad de Colombia llamada Cartagena. Esta ciudad fue fundada en 1533 por Pedro de Heredia y actualmente es la capital del departamento de Bolívar. Los habitantes viven en el área urbana según el último censo del año 2006 siendo la sexta área urbana colombiana en población. En esta ciudad, dos mundos distintos son representados: el mundo de los ricos y el de los pobres. Dos universos encarnados particularmente por los personajes diferentes. En Chambacú Corral de negros, el autor opone con fuerza y detalles la existencia que comparten La Cotena y sus hijos, así que los demás chambaculeros. El relato principia por una detallada descripción del entorno en el que viven los chambaculeros. Un entorno en lo cual se sienten encarcelados, marginados, miserables y viven de hambre:
Si buscaran hambre y miseria, la encontrarían a montones en Chambacú A través de esta cita, vemos de sobra que los chambaculeros viven un duro cotidiano, una realidad que traduce una existencia desgraciada y en la cual falta el mínimo necesario. El barrio Chambacú de los pobres es opuesta al barrio Manga, barrio habitado únicamente por los ricos o sea los blancos y donde los negros de Chambacú iban a trabajar, al ejemplo de la Cotena y de su hija Clotilde. En cuanto al tiempo, notamos que a lo largo de la obra, el autor no menciona fechas históricas para situar la historia que cuenta en el tiempo, pero, los eventos evocados nos permiten saber en qué tiempo se desarrollan. Pues, notamos que la historia se sitúa entre la época de la esclavitud de los negros y la abolición de ésta. A través de esta obra ZAPATA OLIVELLA alude a los hechos reales que pertenecen a la historia real que encuadra las aventuras de su novela, los hechos siguientes: la participación del batallón colombiano a la guerra de Corea, el periodo calificado de violencia en Colombia. Así, se nota cierta adecuación entre el tiempo de la historia y el del relato ya que el orden de los diferentes advenimientos narrados y el orden en el cual estos advenimientos vienen narrados en la novela coinciden. En suma, las realidades ficcionalizados se presentan dentro de un espacio y un tiempo reales no precisado por el autor. Por eso, hay que recurrir al transfundo histórico para llegar a un buen entendimiento de los propósitos del escritor. I.5. Estilo Chambacú Corral de negros de Manuel ZAPATA OLIVELLA es una obra que ha llamado nuestra atención con respecto a su valor artístico. En aquella obra, podemos afirmar sin equivocarnos que el autor saca a relucir su genio narrativo. Al considerar el estilo como la manera de hablar o de escribir un elemento mediante el cual un autor o cualquier individuo que se propone transmitir un mensaje se demarca de los demás y logra afirmar su originalidad, ZAPATA OLIVELLA para describir el fenómeno de la miseria o de la pobreza de la que padecen los chambaculeros, utiliza un lenguaje sencillo para dar a comprender su mensaje a su primer destinatorio que es la clase baja de la sociedad; y luego a la opinión mundial. El autor es claro y exacto en su obra, su lenguaje es rico en varios términos del ambiente en el que evolucionó y también en la descripción de las realidades sociales de su pueblo. Pues, ZAPATA OLIVELLA, refleja los rasgos generales del lenguaje y de la vida del pueblo, no como un espejo, sino como una fotografía de su vida diaria. Los personajes hablan no sólo el lenguaje de su tiempo, sino también el que caracteriza su clase social. También, notamos en la obra que el escritor utiliza mucho las frases cortas y diálogos entre los diferentes protagonistas. En efecto, la utilización de estas frases cortas y diálogos, permite al autor aligerar las conversaciones, facilitar la comprensión y hacer grata la lectura para todos.
El estilo de Manuel ZAPATA OLIVELLA en Chambacú Corral de negros es muy interesante en la medida en que utiliza un lenguaje popular no sólo para permitir a su población leerle y comprenderle fácilmente, sino también muestra con términos adecuados las actitudes, comportamientos de la clase dirigente para con la clase baja que es la de los chambaculeros.