Crisis de Valores y Autoridad en Guatemala La Crisis de valores sería el paso de un tipo de valor a otro, pero en Guatemala no es que haya crisis, sino una dispersión, una ignorancia, favorecida por miles de medios de comunicación que adormecen la conciencia de la gente. Los valores, amor, solidaridad, etcétera, de hoy son tan fuertes como hace un siglo o hace 50 años. Es una utopía retroactiva decir que antes había valores, era tan hipócrita esa forma de vida como la de ahora y mucho más. Más que crisis hay una ausencia del planteamiento. Se da por descontado que el valor no se discute y hay una razón: se piensa en el valor como en la verdad. La verdad existe o no. El valor, por su parte, tiene grados, grises, dependiendo de quién lo juzgue.
CAUSAS Y CONSECUENCIA DE LA CRISIS DE VALORES
Causas: • La desintegración y los conflictos familiares • Los divorcios • La situación económica • Deserción escolar • Desobediencia • Drogadicción
Consecuencias: • Surgimiento de bandas • Prostitución • Embarazos prematuros y no deseados • Robos • Transculturación • Abortos en jóvenes a temprana edad • Relaciones sexuales promiscuas
Prospectiva desde Diferentes tipos de Ámbitos de la Vida Familias Disfuncionales Muchos piensan que se están perdiendo los valores tradicionales de Guatemala, pero el fenómeno real es que las familias, que cada día son más disfuncionales en el país, por ejemplo el aumento de las madres solteras, los padres solteros, los divorcios en masa, las separaciones por migración, las separaciones por violencia, viudez por violencia, etc.
Estos fenómenos sociales están afectando grandemente la transmisión de esos tan añorados valores tradicionales, y en las nuevas y reestructuradas familias del siglo XXI, hay muchos problemas que se transmiten de generación en generación. Por ejemplo, es muy frecuente que el aumento de actividades laborales y profesionales, obligue a los padres a dejar el cuidado y educación de sus hijos a personas extrañas o a instituciones que enseñan deficientemente los valores que necesita la sociedad. Los niños y jóvenes se ven sometidos a un resquebrajamiento de su propia familia, lo cual provoca que en consecuencia, no exista quien pueda orientar en una formación de valores civiles y morales a estos futuros ciudadanos. No podemos quejarnos y dejar que nuestras visiones sobre lo que debe ser la familia “ideal”, nos saque del contexto de analizar a las familias REALES, que sufren por la perdida, el abandono o el abuso, de una sociedad que les exige un sinfín de funciones, que desde hace mucho tiempo dejaron de cumplir. ¿Cómo podemos tomar en cuenta estos nuevos enfoques si debemos concentrarnos en una institución, que cambia constantemente? Este dilema de la nueva familia, lleva a replantear como se debe construir la base fundamental de la sociedad. Pero si para el análisis nos sirve el conocer y reconocer que las formas de comunicación son las que nos están llevando a nuevas formas de relacionarnos. Provocando males que, la mayoría de las veces no podemos detectar. Esto hace preguntarse ¿Qué hay que hacer para poder volver al discurso comunicativo entre la familia y la sociedad? ¿Qué debemos esperar de nuestras familias de aquí a 20 años? ¿Sera que los valores se seguirán transformando, junto con nuestras disfuncionales familias, provocando una especie de sociedad disfuncional y apática? Por ello, mientras en los hogares, se está tratando de desempeñar un rol, que se imponen, por que mejor no comenzamos a analizar los valores que se esta enseñando a los hijos y si estos están colaborando con el mejoramiento de la sociedad guatemalteca, o solamente se está formando personas, faltas de carácter y valores, vulgares y viciosas, ávidas de dinero o poder, sin importarles la forma en la cual lo consigan.
la formación de valores se da en el inicio de la crianza de la persona y es allí donde se fomenta para llegar a la adultez y comience a tomar sus propias decisiones y aprende a distinguir del bien y del mal, actúa conscientemente y con cierto grado de responsabilidad a la realización de sus actos, los valores que se fomentan en la familia es la base sólida para aprender a vivir en la vida diaria, se aprende a ser educado, a ser honrado, a ser responsable, a respetar a los demás, a con vivir, a ser sincero en todo momento y aferrarse a Dios como fuente de bienestar y paz, para aprender a vivir en un mundo de cultura y de paz.
La Vida en la Sociedad prácticamente no Vale nada
Antonio Gallo señala: “Estamos enfrentándonos con un problema porque los valores se han desvanecido y ello es porque no se habla de ellos. Ni siquiera en los periódicos se ahonda en ellos. Se cuenta en la nota roja que este señor mató a alguien y viene un familiar que reaccionó y tomó venganza por su mano. Pero nunca se analiza si realmente tuvo el derecho de matarlo o no. Sólo se refiere el hecho, sin invitar a reflexionar ”. Añade que en el país hay personas que tratan la manera de fomentar los valores: “Diría que cuando en la sociedad no se habla de los valores, hay una desorientación. Claro, hay quienes dicen que los valores se dan solitos a pesar de lo malo, pero si una flor se cultiva, crece más. Si la abandona, simplemente se muere o no llega a desarrollar todo lo que se pudo. Asimismo, un valor tiene que ser cultivado. Decir que la sociedad guatemalteca carece de valores, es una forma superficial de hablar”. La juventud moderna tiende a vivir al máximo esta propuesta y los recursos que se le ofrecen. Distanciada de las relaciones de trabajo, como ya mencionamos, tiende a no cultivar grandes aspiraciones económicas así como no tener una necesidad de ahorrar. Los propios padres son, muchas veces, los que favorecen esta tendencia, al querer ofrecer a sus hijos aquello que, en términos de consumismo, ellos mismos no tenían en su juventud. El tiempo de la fiesta se vive como libre de las coerciones y normas. Junto con la fiesta, el placer merece observaciones específicas. Aunque la sociedad contemporánea no prescinda de formas de culpabilización, es bastante evidente como se distancia hoy la relación entre placer y culpa. Así, se vuelve difícil para los jóvenes percibir y reconocer los límites o por lo menos las posibles ambigüedades éticas entre el placer y la fiesta. Se vuelve antológico en este sentido el caso de los jóvenes que en Brasilia, se embriagaron y prendieron fuego a un indígena pataxó que dormía en un jardín. Incriminados por la muerte del indígena, ellos se defendieron diciendo que simplemente tenían la intención de divertirse más no de matarlo.
Los Valores en la Escuela Hay valores, criterios que valen sólo para algunos grupos. Por ejemplo, para algunos grupos poderosos sus hijos deben tener la mejor educación y los mejores servicios, pero no reconocen la necesidad que hay en otro grupo más pobre. Sin embargo al preguntar, en teoría, aquellos están convencidos de que todos deben tener iguales oportunidades, pero eso hay que llevarlo a la realidad, hay que resaltar que la Escuela no es la encargada pero sí, en ella, se deben de reforzar al menos los valores. Es incorrecto absolutizar el papel de la escuela o el maestro en la formación de valores pues esta jerarquía se forma en el individuo en su interacción con las diferentes esferas de la vida: familia, comunidad, trabajo, ambiente físico, ambiente social.
Con la interacción de la educación con la vida social y el trabajo se garantiza la preparación de las nuevas generaciones para resolver los problemas de la actividad laboral futura y la vida social en general, a partir de las condiciones del presente. Es una condición necesaria y esencial para desarrollar un proceso educativo de calidad. La formación de los valores a que aspiramos es posible desde la arista pedagógica mediante un proceso de clarificación con los estudiantes de los diferentes niveles, educadas, padres de familia y representantes de las organizaciones, sobre cuales son los valores, asumir la responsabilidad de su comportamiento, expresar verbalmente los valores definidos, actúan de acuerdo con los mismo y encontrar su significado y orden jerárquico.
Valores cristianos La moral básica, es decir la general, de un chino y un guatemalteco son la misma de acuerdo a estos principios generales. Sin embargo, la moral cristiana exige un poco más: el cristianismo tiene las bienaventuranzas, como respetar al pobre, al débil. Estos valores obligan a una moral más elevada y la sociedad guatemalteca profesa principios cristianos. Está obligada a revisar sus valores actuales. Desde el punto de la iglesia La crisis de valores morales debe ser vista en el contexto bíblico de “signos de los tiempos”, provocadores no simplemente de una acción misionera, sino también de una revisión interna, espiritual y organizacional de la propia Iglesia
Posibles Soluciones En el Ambito Familiar Muchas familias ahora dejan prácticamente que la televisión crié a los hijos, El gran dinamismo de los medios de comunicación e información abruma con multitud de sistemas de valores que inundan los hogares que obligan a la elección de algunos de ellos. Con frecuencia se presentan como contrarios o contradictorios, dependiendo de la formación inicial de la persona y de su capacidad crítica e innovación, ya los niños no pasan tiempo con sus padres.
Dada la trascendencia de los valores en el hogar, la familia no puede olvidar que allí el hijo recibe las primeras caricias, las primeras enseñanzas, percibe los
comportamientos iniciales. Allí prácticamente se ponen los fundamentos éticos que deben gobernar a la persona a atreves de su vida en el seno de la comunidad familiar, algo tan sencillo como la televisión puede afectar de gran manera a los niños sumándole a ello que en Guatemala no hay ninguna disposición que limite la trasmisión de contenido para adultos en horario familiar, asi como no se limita la violencia que pueda ser trasmitida. Los padres tienen la posibilidad de mostrar con su presencia y su atención atenta los caminos de la verdad y del amor, el espíritu de trabajo, la ayuda a los demás, impulsarles a ser ellos mismos, a desarrollar sus cualidades, a potenciar su autoestima, sin que tenga imitar a nadie o a buscar por los desiertos de la vida lo que tienen y poseen dentro de su persona. La familia es, en su más profundo sentido, comunidad, comunicación. Es la primera comunidad de vida de amor, pero es al mismo tiempo la primera escuela del saber, del civismo y de la ciudadanía. Es la primera escuela de los hijos. La familia es la sociedad creada para educar a las generaciones. Unos padres que sepan educar, que no van a la improvisación