DANZA LOS PALLOS LA LIBERTAD SANTIAGO DE CHUCO SIGNIFICADO Y ORIGEN: El nombre de Santiago de Chuco es la combinación de dos términos, uno en castellano “Santiago” y el otro autóctono “Chuko”. El término “Chuko”, llevó a demostrar que en esta parte del Perú se desarrollo el señorío de los “Chuco-wai”, cuya ciudad capital estaba en la fortaleza del cerro Marcawamachuco, es por eso, los nombres de Conchukos, Chuko, Wacra Chuko, Wamachuco, Santiago de Chuko llevan el mismo término. El territorio actual de la Provincia de Santiago de Chuco habría sido habitado por el grandioso imperio WAY-CHUCO (CHUCO-WAY). Chuco-way es el nombre ancestral de Santiago de Chuco proviene de dos expresiones culle-quignam: HUAY o WAY que significa tierra, CHUCO o CHUKO que significa “vuelo muy alto” para unos, para otros: “sombrero o algo que adorna la cabeza”, lo que simboliza distinción entre estos reinos guerreros. Por lo que se diría: tierra de los que vuelan muy alto o Tierra de los hombres con sombreros y adornos.
SITUACION GEOGRAFICA: La provincia de Santiago de Chuco, está situada en los andes del departamento de la Libertad.
Al este de la Provincia de Virú. Al sur de la Provincia de Huamachuco (Sánchez Carrión). Al sur-este de Otuzco y Julcán. Al nor-este de la Provincia de Pallasca, Pomabamba y del Callejón de Huaylas. Al Oeste de Patáz. FIESTA PATRONAL: Santiago de Chuco celebra su fiesta jubilar, iniciando el 15 de julio y concluyendo el 2 de agosto, siendo el día central el 25 de julio. Desde los inicios de siglo XVII y en similar periodo del calendario, se viene repitiendo el evento en homenaje al Apóstol Santiago “El Mayor”, patrón titular de la provincia. La Sagrada imagen traída exprofesamente de España, quedo entronizada de por vida, en el bello rincón andino, para que con los macizos picuchos, mantenga invicta la estirpe de una raza autóctona. Renglón aparte merecen música, danza, canto, costumbres y todo cuanto proviene de la cantera vernacular. Un pueblo que se distingue y se jacta de
tener tradición y blasones, que nutre de vida en el Cádiz de la fe cristiana, necesariamente debe sobresalir con sabor regional y económico distintivo. En el indescriptible mosaico de “Mojigangas” o mejor dicho danzas folklóricas, destacan los Pallos, el Quishpi Cóndor, Las Quiyayas, Los Turcos, Los Osos, La Vaca Loca, Los Gitanos Negros, Los Bandoleros, Los Loritos, El Zorro y el Pallo, Los Huanquillos, Las Jardineras, La China Cholo, etc. Cuando la imagen ingresa a su iglesia se escucha un hermoso cántico de despedida: “Adiós Apóstol Santiago Hasta el año venidero.... Si dios nos presta vida El otro año volveremos...”
LOS PALLOS
“DANZA EMBLEMATICA DE SANTIAGO DE CHUCO” La antropología, es una ciencia social que tiene como objeto de estudio la cultura de los pueblos, de manera especial de aquellos que no pudieron registrar con la escritura; como el caso de Los Pallos, que es una manifestación de la danza y la música autóctona de los Chukos. La antropología, al estudiar esta manifestación cultural de Santiago de Chuco, se propone rescatarla, revalorarla, preservarla y mantenerla, como una contribución a la estructuración de la identidad santiaguina; porque debemos entender que, si un pueblo no conoce su pasado histórico, no podrá entender la existencia de los elementos culturales fundamentales que los unen y como tal, tendrán serias dificultades para definir su visión histórica al futuro. I.- QUE SON LOS PALLOS? Son una mojiganga o grupo de danzantes, cuyo número varía entre doce y veinte danzante y un cajero, quien al ritmo de la caja o tinya, la guaytana y la flauta o pinkullo genera un variado ritmo pentafónico que hace danzar a los pallos, alrededor del cajero o
persona elegida para “echarle el punto”, demostrando su fortaleza, alegría con el clásico ¡JAI, JAI, JAI, …”, y la coreografía característica.
II.- ORIGEN: Según el antropólogo Niler Segura V. (+)”…los pallos son un producto del sincretismo cultural o del mestizaje de los Chukos y los conquistadores españoles, por eso los pallos son símbolo de la santiaguinidad, expresan lo que fue el Chuko; fuerte, arrogante, altivo, afectuoso, generoso y solidario”. Entonces el origen de los pallos está en el sincretismo cultural, que dicho de otra manera es la mezcla de la música y danza nativa de los Chukos y los elementos culturales traídos por los españoles, a partir de la llegada de los sacerdotes agustinos y la fundación de la ciudad de Santiago de Chuco, quedando a partir de ese momento bajo la protección tutelar del Apóstol Santiago el Mayor o “dios del trueno” para los cristianos. También diremos que la danza de los pallos, es una danza de los guerreros Chukos, que surge en contraposición a “La Pallas” o quiyayas, que con sus cánticos lastimeros rendían pleitesía al Inca, en su calidad de Akllas o concubinas del Inca, que estaban recluidas en el Aklla Huasi. Los pallos como danza nativa de los Chukos, debieron bailar en los primeros días de noviembre en el inicio del calendario agrícola, en la ceremonia de la plaza del centro político de los Chukos, ubicada en la hoy “Parva de la Virgen”, en la noche cuando la luna llena “aparecía” por la hondonada de la cumbre que forma la ladera del cerro San Cristóbal o Killa Hircka y la loma de Cruzgay o Qory Kriskay, mas conocía como la tierra amarilla, en el camino para ir a Urupamba. Con la Presencia de la cultura española, que combatió las manifestaciones idolátricas, por lo que la danza de los Chukos ve modificada en su vestimenta mas no su música y danza desafiante, para bailar en la fiesta del nuevo Santo Patrón el Apóstol Santiago el Mayor, donde al término de cada baile va a “echar el punto” al Patrón, indicando una de sus rodillas en la tierra, como una manifestación de reverencia; pero después de haber manifestado un franco desafío con el zapateo “sacando chispas”, las palmas fuertes, el torso firme, los movimientos de nuca y cabeza enérgicos y las exclamaciones del ¡JAI, JAI,JAI! a manera de estímulo. Es necesario acotar, que como los Chukos-Way constituyeron una sociedad netamente agraria, hasta el día de hoy los mejores mojigangas de pallos provienen de caseríos de Santiago, salvo el caso de los pallos del barrio de San Cristóbal o Killa Hircka, quienes el año 1956 participaron en el centenario de Trujillo, cuyos integrantes fueron Carlos Alcántara Vallejo, Juan Julio Lujan Burgos, Manuel María Escobedo, Carlos Castro, Prisco Escobedo, Tashano Montoya, Juan Jhonson y Luis (Lucho) Ruiz Paredes, entre otros. Entre los caseríos que conservan la tradicional de los pallos están, Huashgón, Huayatán, Cachulla, Cunguay, Chacomas, etc., quienes todos los años organizados por los
“priostes” van a Santiago en la fiesta de julio a danzar venerando al Patrón tutelar de la provincia, rememorando aquella costumbre de los Chukos de regresar a su centro político danzando en la fiesta de su dios, posiblemente, Katequil. Esta es la razón para que se afirme que la danza de los pallos, es netamente agraria.
III.- VESTIMENTA: Aquí también es notorio el sincretismo cultural, para ello haremos una descripción: En la Cabeza lleva un sombrero a la pedrada, forrado con papel amarillo brillante para darle la apariencia metálica, similar al del Apóstol Santiago, llevando en la parte frontal y alrededor de la copa, espejos que con los rayos del sol y los movimientos de la danza van a destellar su brillantez. La cara va cubierta por un tul que protege la identidad del pallo, en la cabeza y nuca un pañuelo blanco. Su cuerpo va cubierto por un Unko o camisón hecho de una sola pieza que le llega hasta por debajo de las rodillas, tiene mangas largas que con el faldón terminan en blondas o flecos bordados con hilos dorados; el unko es de color brillante y puede ser rojo, verde, azul, celeste y el tradicional amarillo ocre o “Flor de zuncho”. En la cintura lleva un cinturón de color amarillo, para ajustar el talle adornado por espejos y cruzan por el pecho y la espalda dos bandas también amarrillas, en recuerdo a las bandas que llevaron los soldados cristianos en la “guerra de las cruzadas”, por recuperar el Santo Sepulcro en Jerusalén que estaba en poder de los moros. En las extremidades inferiores, lleva medias largas de color carne y debajo de las rodillas va amarrado un sartal de cascabeles de bronce, con una pequeña cubierta de tela del color del unko y adornado con fleco dorado, que con el zapateo producen un sonido peculiar; en los pies llevan botines de cuero y suela que le dan gran sonoridad al zapateo y “sacan chispas del suelo”. En la mano derecha, lleva una espada o cruz de Santiago hecha de madera, para ejecutar el desafío y echar el punto. Por su parte el cajero, viste sombrero y traje de fiesta y para hacer danzar a los pallos, lleva una faja que cruza el hombro para sostener la caja o huancar, hecha de un aro de madera sobre cuyos bordes van templados dos cueros, que de acuerdo a un decir de uno de los renombrados cajeros santiaguinos don Rumaldo Mariños, deberían ser uno de perro y otro de zorro, para darles mayor sonoridad a causa de la enemistad de ambos. En la mano derecha lleva una guaytana o mazo pequeño para golpear la caja y llevar el compás al tocar el borde de la caja; en la mano izquierda sostiene el pinkullo o flauta, hecha tradicionalmente de una vara de sauco, con tres orificios en la parte delantera y una en la parte posterior, que con el soplo del cajero y el cambio de los dedos sobre los orificios producen la música pentafónica con la que danzas los pallos. IV.- COREOGRAFIA: Decíamos que la mojiganga de los pallos debería tener como mínimo doce danzantes, esto con el fin de facilitar la ejecución de las alegorías o coreografía, como la clásica “entrada” debidamente alineados en dos columnas encabezados por el Pallo mayor o capitán y el cajero al final, el número ocho, figuras geométricas, la cruz de Santiago, cada una de ellas termina con la “echada del punto” y la tradicional salida
En la danza del Pallo, es necesario recordar que hay varias músicas o tonadas y zapateo, entre las mas destacadas están el “pallo del alba” que saluda a la población y al Apóstol en la “bajada”; el pallo de “las doces” o competencia con otras mojigangas de pallos u otras danzas; el pallo “del día” o procesión con permanente reverencias al Apóstol Santiago o a la persona elegida para echarle el punto y el pallo de fin de fiesta o pallo borracho, que termina así, no solo por el licor que pudo ingerir al recibir como capillo al echar el punto, sino por el cansancio y la alegría de haber participado en una gran competencia y venerado a su santo Patrón, en donde tuvo que zapatear con energía, devoción y reverencia. Luego se guardará hasta el año venidero. V.- PROPUESTA: Todos los Santiaguinos identificados con nuestros patrones culturales autóctonos, de manera personal o institucional, debemos asumir el compromiso sagrado de rescatar, revalorar, preservar y promover, nuestro folklor nativo, por ser la herencia más preciada de nuestros antepasados de los Chukos-Way. Con esta decisión responsable, estaremos contribuyendo a forjar la identidad santiaguina y aportando a mantener su historia viva. Desde el fondo de nuestro corazón y la razón que nos asiste, emprendamos la gran marcha de gestión para que el PALLO, sea reconocido como PATRIMONIO CULTURAL DEL FOLKLOR SANTIAGUINO; por ser una danza genuina de Santiago de Chuco, que no hay en otro lugar del Perú.