¿Cuántas lenguas se hablan en el Perú? En Peru se hablan varios idiomas aunque el idioma oficial de este pais es el español. El español es hablado por el 73 % de la poblacion, un 24 % de la poblacion habla el quechua o runasimi. Segun los que estudian estos idiomas tan antiguos existen dos variantes del quechua: el huáihuash, que predomina en la zona central, y el huámpuy, hablado en el resto del país. La mayoria de las personas que hablan quechua tambien hablan el español y lo tienen como segundo idioma. En este pais aparte de estos idiomas existen cerca de 50 idiomas mas que se hablan en las partes amazonicas del peru entre ellas estarian las lenguas de asháninka, aguaruna y machiguenga entre muchas otras. Presentamos una lista de las lenguas vernáculas que se hablan en el Perú. La información se ha tomado del Ethnologue que es un catálogo de las lenguas que se hablan en el mundo publicado por SIL por SIL International. International . y
Abishira [ash]
y
Achuar-Shiwiar [acu]
y
Huitoto
Nüpode
y
[hux] y
Iñapari [inp]
Quechua
de
Lambayeque [quf] y
Quechua
de
y
Aguano [aga]
y
Iquito [iqu]
Margos-Yarowilca-
y
Aguaruna [agr]
y
Isconahua [isc]
Lauricocha [qvm]
y
y
Ajyíninka
delJaqaru [jqr]
Apurucayali [cpc]
y
Jebero [jeb]
y
Amahuaca [amc]
y
Kashinawa [cbs]
y
Amarakaeri [amr]
y
Lengua de Signos
y
Andoa [anb]
y
Arabela [arl]
y
Machiguenga [mcb]
y
Asháninca [cni]
y
Maijuna [ore]
y
Ashéninka
del Perú [prl]
del Mashco Piro [cuj] y
y
Quechua
de
Pacaraos [qvp] y
Quechua de PanaoPachitea [qxh]
y
Quechua de Puno [qxp]
y
Quechua de San Martín [qvs]
Pajonal [cjo] y
y
Ashéninka
y
Ashéninka
y
[not]
y
del Ocaina [oca]
Ashéninka
Omagua [omg]
y
del Omurano [omu] y
Panobo [pno]
y
y
Aushiri [avs]
y
Pisabo [pig]
y
Aymara central [ayr]
y
Quechua [que]
y
y
Quechua [qwc]
y
Quechua de Ambo-
Aymara
del
[ayc] y
Bora [boa]
y
Cahuarano [cah]
y
Candoshi-Shapra [cbu]
y
Capanahua [kaq]
y
Caquinte [cot]
y
Cashibo-Cacataibo [cbr]
y
Chamicuro [ccc]
y
Chayahuita [cbt]
y
Cholón [cht]
y
Cocama-Cocamilla
sur
Culina [cul]
y
Ese Ejja [ese]
y
Español [spa]
y
Hibito [hib]
y
Huachipaeri [hug]
y
y
Quechua
y
Quechua
de
y
Quechua
de
y
Quechua
de
y
Quechua
de
y
Quechua
de de
Quechua
de de
Corongo [qwa] y
Quechua
Quechua
del
Quechua del sur de
y
Quechua del sur del Pastaza [qup]
y
Quecua
de
Yanahuanca [qur]
Chiquián [qxa] y
Quechua del norte
Conchucos [qxo]
Chincha [qxc] y
Quechua del norte
Pastaza [qvz]
Chachapoyas [quk] y
Quechua del Napo
de Junín [qvn]
Cajatambo [qvl] y
del
de Conchucos [qxn]
Cajamarca [qvc] y
Quechua
[qvo]
Ayacucho [quy] y
Quechua del este
Huallaga [qub]
Arequipa [qxu]
[cod] y
Quechua
del
de Apurímac [qve]
Pasco [qva] y
Quechua
Cusco-Collao [quz]
y
Ucayali-Yurúa [cpb]
Quechua de Yauyos [qux]
y
y
Quechua de Sihua [qws]
y
Ucayali del sur [cpy] y
Nanti [cox]
del Nomatsiguenga
Ashéninka
Quechua de Santa Ana de Tusi [qxt]
y
Pichis [cpu] y
y
del Muniche [myr]
Perené [prq] y
Matsés [mcf]
de
y
Remo [rem]
y
Resígaro [rgr]
y
Secoya [sey]
y
Sensi [sni]
y
Sharanahua [mcd]
y
Huambisa [hub]
Huamalíes-Dos
y
Huitoto Murui [huu]
Mayo
de
Huánuco
[qvh] y
y
y
y
Quechua
Shipibo-Conibo [shp]
y
de
Spanish,
Loreto-
Ucayali [spq]
Huaylas [qwh]
y
Taushiro [trr]
Quechua de Huaylla
y
Ticuna [tca]
Wanca [qvw]
y
Urarina [ura]
Quechua de Jauja
y
Yagua [yad]
Wanca [qxw]
y
Yameo [yme]
y
Yaminahua [yaa]
y
Yanesha¶ [ame]
y
Yine [pib]
y
Yora [mts]
¿Qué es el interlecto? ejemplos Para entender que es el interlecto primero debemos entender que se entiende como sustrato quechua.
Conforme la lengua nueva se va imponiendo progresivamente, pueden quedar de forma permanente algunos rasgos (léxicos, fonéticos, morfosintácticos.) de las lenguas antiguas. Esa influencia se llama sustrato lingüístico, o influencia 6 por sustrato . Así las lenguas prerromanas fueron sustrato del latín peninsular y
por ende, del castellano. Las lenguas que ocasionan ese sustrato pueden llegar a desaparecer (como fue el caso del ibérico en España, o el mochica en el Perú), o pueden permanecer (como es el caso del vasco en España o del quechua en Perú). Mientras éstas permanezcan vivas el proceso continúa vigente. Esto es lo que encontramos en el Perú, donde el quechua sigue influyendo sobre el español, dando lugar incluso a variedades muy peculiares. El sustrato se comprueba primero que nada en los numerosos préstamos quechuas que adoptó el castellano desde el comienzo, términos con los que había
que nombrar a las nuevas realidades (principalmente nombres de plantas, animales, comidas y costumbres) que encontraron los conquistadores. Así, nuestro castellano adquirió un buen número de quechuismos: papa, olluco, cóndor, chacra, mote, pampa, etc. Pero la influencia del quechua no se limita a un conjunto más o menos grande de palabras. En un proceso lento y conflictivo, ha venido influyendo en la pronunciación y en la morfosintaxis del castellano andino, dando lugar a una modalidad de castellano llena de interferencias La influencia del sustrato quechua llega a ser tan grande que configura una nueva modalidad de castellano. Si bien es rechazada por la presión del habla culta que se hace presente en los hablantes no quechuas, así como en la educación y en las instituciones públicas, su existencia ha dado lugar a una variedad subestándar de castellano. Esta forma de hablar un castellano «mezclado» se ha conocido tradicionalmente en el Perú con el término «motosidad» o «motoseo» 7. Una primera mención al término la realiza Pedro Benvenutto Murrieta en 1932: "quizá por ser el mote cocido vulgar entre los serranos, a los naturales de la sierra que hablan mal el castellano, llaman en Lima, motosos"8. Él mismo hace la primera descripción y explicación del fenómeno en 1936 aunque, a partir de los años 70 se desarrollarán investigaciones más rigurosas y precisas. Si bien el fenómeno se detecta desde la llegada de los españoles, las grandes transformaciones sociales del siglo XX han acentuado este proceso. El español andino, producto de una prolongada situación de contacto de lenguas, apareció primero en el hablar de los nativos bilingües, pero fueron consolidándose y extendiéndose con el paso del tiempo, como una modalidad rústica o vulgar del castellano hablado en todo el Ande. Como consecuencia de la intensa migración de hablantes de esta modalidad, se ha asentado de modo estable en Lima, sin que la lengua culta haya tenido fuerza normativa suficiente para eliminarlo, de modo que hoy en día aparece como un «nivel» sociolingüístico ampliamente difundido en el país. Alberto Escobar lo definió como un «dialecto social o sociolecto» y la
denominó interlecto: "Éste viene a ser el español hablado, como segunda lengua, por personas cuya lengua materna es una de las dos lenguas amerindias de mayor difusión en el país, o sea el quechua y el aymara, y se encuentran en proceso de apropiación del castellano. (...) En otras palabras, creemos que el interlecto es una interlengua que responde a un sistema complejo y que, por su propagación, que corre al compás de la intensidad migratoria de los últimos decenios, se convierte en un dialecto social difundido en todas las regiones del país. Que viene a ser algo así como la primera y más amplia capa horizontal de la dialectología del castellano en el Perú, y corresponde a su segmento humano ubicado en los estratos más deprimidos por la estructura social"9. Así pues, motosidad o interlecto vendrían a ser sinónimos. No obstante interlecto designa más bien a la modalidad de castellano" hablada por los que están en proceso de adquirir esa lengua. Motosidad serviría más bien para designar la modalidad ya establecida por generaciones, que nació como producto de una situación original de interlecto. Características
de la motosidad o interlecto
Rodolfo Cerrón-Palomino es quizás quien mejor ha descrito las características del interlecto10. Observa que el rasgo más típico "es el trastrocamiento de tipo vocálico, traducido en la neutralización de las vocales medias del castellano con sus respectivas altas, fenómeno que por ultracorrección afecta a éstas, que devienen más abiertas". Esta "imprecisión del vocalismo" es el rasgo más saltante y característico de los bilingües. Efectivamente el quechua posee un sistema de tres vocales: /i/, /u/, /a/ por lo que el hablante motoso confunde las vocales e con i y o con u Dice piluta, sigoro, moleno en vez de pelota, seguro, molino, Jisós en vez de Jesús, etc. Es muy frecuente escuchar siñor en vez de señor. El quechua no conoce las consonantes Ib/, /d/, /g/, IV, /rr/, por lo que el hablante motoso sustituye estas consonantes y dice: warira, hallita, widyus, en vez de barrera, galleta, fideos. También pueden sustituirse las oclusivas sonoras Ib/, /d/, Igl por sus correspondientes sordas /p/, M, /k/: patre, matre, domenco en vez de padre,
madre, domingo. Claro que muchos dialectos quechuas han incorporado las oclusivas sonoras del castellano dentro de su sistema fonológico. En este caso el interlecto se caracterizaría, tal como lo señalaba Escobar, por la "firmeza del consonantismo" de modo que "/f/ suele ser bilabial y que /b/, /d/, /g/ se mantienen como oclusivas en posición intervocálica"11. El quechua no admite diptongos, por lo que el intelecto resuelve las palabras castellanas que los tienen de modos diversos. Sustituye la vocal cerrada por una consonante: iskuyla en vez de escuela; o bien reduce diptongos: trinta, sursti, voltos en vez de treinta, suerte, vueltos; o bien introduce epéntesis: liyún, wawúl, en vez de león, baúl. No acepta grupos consonánticos como -pl-, -dr-, por lo que los simplifica: latu, parinu en vez de plato, padrino. Todas las palabras en quechua tienen el acento de intensidad en la penúltima sílaba, por lo que cambian el acento de las palabras en castellano: maskára, pulpítu, papel, rásun, en vez de máscara, pulpito, papel, razón. Con respecto a la morfosintaxis es muy característica la ausencia del artículo: está en calle, ¿dónde está caballo?, en vez de está en la calle, ¿dónde está el caballo? En efecto, el quechua no posee artículo. El quechua es una lengua aglutinante, mientras que el castellano es una lengua flexiva, por lo que tienen tipologías gramaticales completamente diferentes. No guarda la concordancia entre el adjetivo y el sustantivo. El adjetivo quechua es invariable: "sumaq t'ika" = "hermosa flor"; "sumaq t'ikakuna" = "hermosas flores" (kuna es la marca de plural). Por ello, usa concordancias como: tos gentes, el quietú, pizarra viejo, la cosa no está sencillo, los libros es de él, en vez de las gentes, la quietud, pizarra vieja, la cosa no está sencilla, los libros son de él. El quechua posee una sola conjugación verbal, totalmente regular y el verbo se coloca al final de la oración. Mientras que el castellano ordena las palabras de forma que los complementos del verbo se posponen a él, en quechua los complementos obligatoriamente deben precederlo. El castellano tiene un orden SV-0 (sujeto, verbo, objeto), mientras que el quechua ordena la oración en S-O-V
(sujeto, objeto, verbo), de modo que los bilingües dicen: pan' voy comprar, el carne nomás come, en vez de voy a comprar pan, él nomás come carne. En quechua, el determinante precede al determinado, y por ello también las subordinadas se colocan antes que la proposición principal. Así dicen: de mi tía en su casa estoy yendo, en vez de voy a casa de mi tía, o de lo que faltaste se molestó, en vez de se molestó porque faltaste. Es característica también la adición de una forma del verbo decir que funciona como elemento narrativo: Extrañaba a su marido, dice; No sé donde está mi marido, diciendo. En general, el hablante bilingüe muestra gran dificultad, igual que ocurre a los extranjeros que aprenden castellano, en dominar el sistema pronominal, el uso de los verbos ser y estar y las preposiciones. Con respecto a los pronombres es frecuente encontrar un uso de lo superfluo: ya lo llegó, lo durmió rápido, en vez de ya llegó, durmió rápido, etc. Según Cerrón-Palomino este lo podría ser calco del sufijo aspectual quechua -rqu. En cambio, es frecuente la omisión del pronombre: (A Juan) He pegado fuerte, en vez de Lo he pegado fuerte. Las interferencias también afectan a la incorporación de sufijos: lunesta, martesta, en vez de lunes, martes; binikámun en vez de está viniendo. Por último pueden provocar la interpolación de elementos léxicos: mutulla bienes, para decir: vienes rápido12. Por último, se dan calcos sintácticos como el uso del gerundio estoy sabiendo, estoy conociendo, en vez de aprendo, conozco; así como las formas hacer morir, hacer ver, hacer seguir, (construcciones que siguen las formas causativas del quechua), en vez de matar, mostrar, imitar. Los rasgos del interlecto o motosidad tienen distinto grado de rechazo o estigmatización por parte de los hablantes de castellano. Según esto, Rodolfo Cerrón-Palomino ensaya una jerarquización aproximada del los rasgos. Fonológicamente, los rasgos más rechazados son la confusión de las vocales y la reducción de los diptongos. Morfológicamente, se rechazan más la omisión de
artículos y las discordancias, por encima de la posposición del verbo. Considera que la anteposición del posesivo: de mi tía su casa y sobre todo las discordancias son los rasgos más resistentes. En fin, el empleo de quechuismos es más censurado que los calcos semánticos, que pasan desapercibidos y tienden a perpetuarse. Frases como las siguientes podrían llegar a perpetuarse: Había tenido tres hijos, en vez de No sabía que tenía tres hijos; Vino con su hijo más, en vez de Vino junto a su hijo; ¿Qué haciendo te caíste?, en vez de ¿Cómo te caíste; No viene dice, en vez de Dice que no viene; Yo todavía saldré, en vez de Saldré yo primero; Vine comiendo, en vez de Vine después de comer. Conforme los bilingües migran a la ciudad o tienen mayor contacto con la televisión, la educación y el ejército, "los rasgos del hablar motoso van cediendo gradualmente, en relación directa con el grado de conciencia metalingüística que desarrollan en los hablantes. No obstante, los más sutiles, "lograrán filtrarse dentro de la variedad regional", puesto que los mismos maestros los acusan en su hablar. Por esto no cabe duda de que el hablar motoso, (el interlecto) se consolide, una vez suprimidos los rasgos marginados y reforzados los sutiles para constituir una norma regional contrapuesta a la académico-literaria asumida por la enseñanza oficial con rasgos de la norma estándar capitalina. Todas estas características del interlecto constituyen hechos recurrentes en los textos escritos por bilingües desde el siglo XVI, y se presentan de igual manera en la actualidad en el habla de los bilingües de procedencia quechua o aymara. Es decir, "los fenómenos se reeditan hasta la actualidad". Los mismos rasgos presentan Huamán Poma en el siglo XVII y los comuneros de las novelas de Arguedas. ¿Continuidad en el tiempo o repetición del proceso? Es posible que ambas razones confluyan. Por una parte la situación de contacto de lenguas ha sido ininterrumpida durante casi cinco siglos, en los que hablantes bilingües han podido trasmitir por generaciones las mismas interferencias. Asimismo, éstas se reproducen cada vez que un hablante de quechua aprende castellano debido a que las interferencias se explican por la confluencia de dos sistemas fonológicos y gramaticales completamente diversos.