Cristóbal Colón descubrió el territorio de Nicaragua en 1502, durante su cuarto viaje al nuevo mundo, cuando navegaba por la costa del Caribe y exploró el área Cabo Gracias a Dios en la embocadura del Río Coco. Pero no fue fue sino sino hasta 1523 que los los colonizadores españoles, encabezados por Andrés Niño y Gil González Dávila, llegaron a la costa oeste de Nicaragua desde Panamá, para emprender la tarea de subyugar a los indígenas y convertirlos al catolicismo romano; así como crear asentamientos en Granada, León y El Realejo. Aunque los conquistadores españoles tuvieron éxito en la costa del Pacífico, sus esfuerzos no tuvieron fruto en la costa del Caribe, la cual estaba dominada por los Miskitos y otras pequeñas tribus. Más tarde, los británicos establecieron una alianza con los Miskitos, quienes se convirtieron en intermediarios con los españoles, y los británicos británicos no sólo sólo establecieron colonias de intercambio, sino que también se instalaron militarmente en la costa Miskito por cientos de años. , pero la mayor cantidad del trabajo misionero durante el período de la colonia fue realizado por los Jesuitas .
El primer esfuerzo misionero protestante que se tiene noticia en Nicaragua fue el del laico anglicano, Christian Frederick Post de Filadelfia, a quien los indios misquitos le concedieron permiso para convivir con él a mediados de la década de 1770. Post realizaba actividades comerciales y predicaba el evangelio a los misquitos, crioles y colonos británicos que habitaban la Costa de La Mosquitia del este de Nicaragua y la parte nordeste de Honduras. En 1767 Post fue nombrado catequista por la Sociedad para la Propagación Propagac ión del Evangelio en Países Extranjeros (Iglesia Anglicana) Ang licana) y se estableció en Río R ío Sico
donde había existido una colonia británica británica desde 1730. Se habían establecido factorías británicas en esta región ya en 1630, época en que sin duda habría alguna influencia anglicana.
Post sustituía al reverendo Nathan Prince, quien había sido enviado por la Sociedad en 1747 con el fin fin de que se estableciera en Río Sico, Honduras. Pero Prince falleció en 1748, en la isla isla de Roatán, antes que pudiese llegar llegar a la Costa de la la Mosquitia. Varios capellanes anglicanos, patrocinados por la Sociedad, se unieron a Post para trabajar en la Costa de la Mosquitia en 1767 y 1777. Visitaron repetidamente las dispersas colonias y ganaron adeptos para la fe anglicana entre la población de crioles (negros y mulatos), indios, sambos y unos cuantos europeos. La mayoría de los europeos eran británicos, aunque estaban representadas muchas nacionalidades en los antiguos refugios de piratas esparcidos por la Costa de La Mosquitia. Varios centenares de negros, misquitos misquitos y mestizos mestizos fueron bautizados por los anglicanos antes de 1785, año en que Post y otros europeos se vieron obligados a abandonar la Costa de la Mosquitia a raíz de hostilidades con los españoles. Aunque el esfuerzo misionero había sido mínimo en Nicaragua entre la partida de Post en 1785 y la retirada británica en 1860, es significativo que el rey mosquito, George Augustus Frederick, quien se había educado en Jamaica, fue coronado en la Catedral Anglicana de San Juan en Ciudad Belice por las autoridades británicas en el año 1825. Los ingleses incluían el reino misquito en la jurisdicci jur isdicción ón de su gobierno colonial de Jamaica. El hijo de Frederick, George William Clarence, fue bautizado en la misma catedral en 1840. La familia familia real, que residía en Bluefields, solicitó solicitó a Gran Bretaña Bretaña el envío envío de capellanes y maestros para instruir a los misquitos misqu itos en la fe cristiana e incluso se se comprometió a donar un terreno en Bluefields como incentivo para el inicio de una obra anglicana al í.í. El reverendo M. Newport, capellán de Ciudad Ciudad Belice y posteriormente de las Islas de la Bahía, visitó la Costa de la Mosquitia hacia 1840; anduvo predicando y bautizando a los habitantes, llegando posiblemente hasta Bluefields y las Islas de Maíz, donde los catequistas criollos criollos dirigían el culto culto anglicano. Parece que esta fue la última visita a la costa de Nicaragua por un misionero misionero anglicano hasta la década de 1880. Los esfuerzos anglicanos se reiniciaron en 1894, cuando se extendió hasta Nicaragua la jurisdicción episcopal del Obispo Ormsby de la la Honduras Británica. Británica. Se extendió
también a Honduras, Guatemala, Costa Rica y Colombia (incluida la actual república de Panamá). Pese a los esfuerzos anteriores, la primera iglesia anglicana de Bluefields no se construyó hasta 1896, y fue consagrada por el Obispo Ormsby en 1898.
Se establecieron misiones anglicanas en Rama y Greytown en 1896, donde los habitantes ya conocían el libro anglicano de oraciones. Pronto, la obra anglicana se difundió a otras comunidades crioles as a lo largo de la Costa de la Mosquitia y en las Islas de Maíz, así como entre algunas comunidades indígenas (misquito, sumo, rama y caribe negro).
Los metodistas wesleyanos estaban deseosos de establecer una obra en la Costa de la Mosquitia a principios de la década de 1800. Aunque la misión en Belice se encontraba en su infancia, la Sociedad Misionera de los Metodistas Wesleyanos de Gran Bretaña resolvió enviar un novicio, James Piley, y su esposa a fin de que se hiciesen cargo de iniciar la nueva obra. Los Piley arribaron a Ciudad Belice en diciembre de 1829, donde permanecieron por espacio de tres meses mientras se arreglaba su transporte a la Costa de la Mosquitia. Desembarcaron primero en Cabo Gracias a Dios, donde se había establecido una colonia británica en 1683, pero las penalidades a que se vieron sometidos los obligaron a reubicarse en Bluefields. Después de dos años difíciles en Bluefields (1830-1832), los Piley visitaron Jamaica con el fin de reanimarse y recobrar su salud. Aunque el celo misionero los llevaría de nuevo a Bluefields ese mismo año, la enfermedad y el desaliento al fin los vencieron y volvieron a Inglaterra en 1833, sin haber logrado avanzar mucho el trabajo. En 1833, había sólo cuatro miembros de la Misión Metodista en Bluefields, y todos eran miembros de la familia Piley. Así fue como concluyó la obra metodista wesleyana en Nicaragua y como se extinguió la oportunidad de hacer lo que posteriormente lograrían hacer los moravos.
La actividad misionera Protestante en la parte este de Nicaragua viene de los esfuerzos de los Anglicanos en los años 1760, aunque la influencia de los Anglicanos se remonta a los años 1620 entre los escasos asentamientos británicos de intercambio y campamentos madereros en la costa Miskito. Los Metodistas Wesleyanos hicieron un intento infructuoso y débil para establecerse en el puerto de Bluefields en los 1830, principalmente entre los Criollos (afroamericanos de habla inglesa provenientes de las Antillas). Pero los esfuerzos serios para evangelizar a los
Criollos y a los indígenas en la parte este de Nicaragua, no empezaron hasta la llegada de los Hermanos Unidos de Alemania (Iglesia Morava) a Bluefields en 1849.
Fue a estas tierras a donde llegaron por primera vez el 2 de Mayo de 1847 dos misioneros moravos en gira exploratoria y dos años después los misioneros moravos llegaron a . Desde un comienzo dirigieron sus esfuerzos evangelizadores hacia los miskitos que vivían a las orillas de los ríos y lagunas de la Costa Atlántica, y hacia la población criolla que tiene sus raíces en Jamaica. A su debido tiempo también evangelizaron a los sumus y los ramas. Los misioneros inicialmente vinieron de Alemania y luego de los EE.UU. Los misioneros de los Estados Unidos comenzaron a llegar desde principios del siglo XX, pero fue hasta la Primera Guerra Mundial cuando el contacto con Alemania se hizo muy difícil, que la administración de la misión se trasladó a los Estados Unidos en 1916. En 1972 se produjo la transición de la misión a una iglesia dirigida por nicaragüenses con su junta directiva y directores nacidos en la Costa. Históricamente la Iglesia Morava se separó de la Iglesia Católica en 1457 cuando decidieron ordenar sus propios pastores. Esta región fue convertida al cristianismo por dos ortodoxos griegos, Cirilo y Metodio quienes tradujeron la Biblia al lenguaje vulgar, pero gradualmente la región se convirtió al catolicismo de Roma. El más destacado de los reformistas protestantes checos fue Juan Hus (1369-1415), quien era profesor de filosofía de la Universidad de Praga desde donde protestó contra las posiciones doctrinarias del clero católico. Hus fue acusado de herejía, fue sometido a un largo proceso por hereje en el Concilio de Constanza, condenado y quemado el 6 de julio de 1415. Desde 1457, la Iglesia Morava se llama oficialmente como Unitas Fratrum (Unidad de Hermanos). Desde entonces se reconocen tres ministros: diácono, presbítero y obispo. En el municipio de Bluefields la población profesa distintas religiones: Católica, Anglicana/Episcopal, Bautista, Morava, Pentecostal y Adventista. Últimamente han surgido en todo el municipio pequeños grupos de sectas religiosas que se han propagado en el territorio. Desde su base en Bluefields, los Moravos empezaron a evangelizar a los Miskitos, Sumos, Ramas, Garífunas (gente afrocaribeña deportada por los británicos de la Isla St. Vicente a la
costa del Caribe en 1789), y Criollos (concentrados en los asentamientos del puerto). Los Bautistas Jamaicanos eran muy activos en las Islas de Maíz (Corn Islands) en Nicaragua durante los años 1850, y los Anglicanos renovaron sus esfuerzos en la Costa de la Mosquitia durante1880.
Antes de los años 1900, los Evangélicos hicieron varios intentos entre la población al oeste de Nicaragua, ya fuera en la costa Pacifica o en la cordillera central. Sin embargo, para 1940, varios esfuerzos misioneros empezaron a rendir fruto entre la población hispana. La Misión Centroamericana empezó su trabajo en 1900 con el misionero A.B. DEROOS: a quien la CAM (Misión Centroamericana) envió a establecer una obra permanente. A. B. DeRoos era un judío converso holandés nacido en Ámsterdam y nacionalizado en Norteamérica, llegó al país en Mayo de 1900, para iniciar bajo los auspicios de CAM, una agresiva proclamación del Evangelio en toda la zona del Pacífico de Nicaragua. Su primer trabajo misionero tuvo lugar “entre los indios de Río Frío, en una zona ubicada entre Costa Rica y Nicaragua”. Se trataba de formar una misión agrícola entre los “Indios Guatusos”. No quedó totalmente satisfecho porque “la parte industrial del trabajo no llenó nuestras expectativas”, por lo que decidió aceptar la oportunidad que ofrecía la Misión Centroamericana. The Central American Bulletin (Vol 1. No 4), relata así la incorporación de DeRoos a la Misión: Hemos estado por largo tiempo orando por Nicaragua, el único país del que nuestra Misión todavía no se ha ocupado. Hemos sentido un gran interés por este país, especialmente desde que nuestro hermano Wilbur dejara su vida en la ciudad de Granada. Varios habían escrito acerca del campo, pero nada definitivo había resultado hasta que el Sr. A. B. DeRoos, un convertido judío, nos hiciera su aplicación. El ha estado trabajando entre los residentes de habla inglesa en Costa Rica entre Limón y Cartago, hasta hace unos pocos meses, cuando comenzó a trabajar en San Carlos, Nicaragua. El ha estado predicando el Evangelio en otros varios puntos hacia el occidente del Lago Nicaragua y de las islas. Para tener acceso a la gente él ha distribuido medicinas. Su experiencia de facultativo12 ha sido muy valiosa para el trabajo misionero. El es un hombre de fe y Dios lo ha bendecido grandemente. Deseamos que pueda ser él un incendio y una luz brillante en la oscura Nicaragua. Según Ferris13, la ubicación de DeRoos en el pueblo de San Carlos, era altamente estratégica, porque era este el punto de inicio del Río San Juan a partir del Lago de
Nicaragua, sitios donde se habían desarrollado eventos importantes de la historia de Nicaragua, y donde estaba proyectada la construcción de un canal interoceánico.
Al parecer, el interés de DeRoos era preservar a la población indígena de cualquier contaminación ideológica que pudieran acarrear los trabajadores del posible canal. DeRoos lo expresa así: Si el Señor lo permite esta República será pronto beneficiada por la presencia de los constructores Americanos del canal y es necesario que el Evangelio preceda a los trabajadores del canal14. El clima tropical húmedo que había sido malsano para los primeros misioneros que intentaron afincarse en Nicaragua, también afecta a DeRoos. Escribiendo desde Moyogalpa, Isla de Ometepe, el 9 de julio de 1900, se queja que durante los últimos meses ha estado padeciendo de malaria. Que se sintió enfermo al llegar a Altagracia, pero hasta una semana más tarde, en Moyogalpa, se vio obligado a guardar cama. A causa de su enfermedad y buscando descanso, viajó DeRoos a las tierras altas de Guatemala, en Septiembre de 1900. El 23 de febrero del año siguiente, en esa misma República, contrajo matrimonio con la Señorita misionera Minnie Boyle, con quien se había comprometido antes de aceptar el campo de Nicaragua. La Señorita Boyle era hija del Sr y la Sra Frank Boyle, quienes fungían como misioneros en Costa Rica. En las semanas siguientes, los esposos DeRoos ingresaron a suelo nicaragüense, donde desplegaron un dinámico y agresivo trabajo evangelístico. No parece que el objetivo inicial de los DeRoos haya sido la implantación de iglesias, pues el Sr. DeRoos pasaba bastante tiempo fuera de la capital. Estuvo por tres semanas ministrando en la región de San Carlos y Río Frío; luego pasó algunos días en Diriamba, Jinotepe, Catarina, Rivas y León en medio de terrible oposición. No obstante, a finales del verano de 1901, se pudieron reportar 15 candidatos al bautismo, con los que se formó la Primera Iglesia Evangélica Centroamericana de Nicaragua. Según el Rev. Moisés García, los creyentes procedían de Masaya, Granada, Rivas, Diriamba, León y Managua. Se reunían cada mes para celebrar sesiones de negocio y las Cena del Señor. LOS ESPOSOS AVILES - DAWSON De grandísima importancia para el inicio de la obra en el Pacífico de Nicaragua, fue don Salvador Avilés. Era un rivense que se había convertido al Evangelio en los Estados Unidos y vino a Nicaragua al parecer patrocinado por su iglesia en el año 1900. El Sr. Avilés viajó a Guatemala en el año 1900 para contraer matrimonio con la señorita misionera Eva
Dawson, quien había llegado a Puerto Barrios el 30 de Enero de 1900, después de cinco días de navegación desde Nueva Orleans. La boda se efectuó el 10 de Octubre.
La pareja Avilés - Dawson se reportó a Nicaragua el 18 de Febrero de 1901, donde se unieron al matrimonio DeRoos - Boyle para continuar la enérgica faena de propagación de las Buenas Nuevas de Salvación en Jesucristo.19 Los Avilés - Dawson se establecieron en la ciudad de Rivas pero fueron sometidos a terrible hostigamiento de parte del clero católico. Los sacerdotes organizaron manifestaciones en las calles y ordenaron el repique constante de las campanas de las iglesias a la hora en que los Avilés daban sus mensajes. No obstante la intervención de la policía en favor de los misioneros evangélicos, estos no pudieron sostener el punto, y acordaron retirarse a Managua. Por la experiencia de Rivas, los Avilés decidieron solicitar la protección del Estado sobre la base de los derechos constitucionales que garantizaban el libre ejercicio de las religiones minoritarias. Esto de invocar la protección del gobierno de acuerdo a las leyes para repeler la acción fanática de la Iglesia Católica Romana fue una constante de las siguientes generaciones de misioneros extranjeros y nacionales que algunas veces funcionó y otras no. Tal es el caso, de cierta ocasión cuando Avilés se encontraba predicando en una calle de Managua y debido a los pequeños desórdenes que ya se estaban formando, el jefe de policía ordenó al misionero que se alejara de la acera y que se mantuviera dentro de la casa. El incidente llegó a oídos del mismo presidente Zelaya, quien contraordenó la disposición del jefe de policía declarando que el misionero podría predicar en el lugar que él deseara. El regocijado Avilés escribió: “Con todas las facilidades para poder viajar y con la libertad y protección garantizada del gobierno, muy pronto todo este pueblo será evangelizado”.
‘Los Pentecostales Independientes en 1910 (Edward Barnes)’ En el año 1910, enviado por una iglesia pentecostal independiente, de los Estados Unidos, llega a Nicaragua un explorador evangélico para conocer el campo cultural, educativo y religioso, a fin de que posteriormente se enviaran los primeros misioneros definitivos. Así en el año 1912 llegan de los Estados Unidos a Nicaragua; el Reverendo Benuz Shoneckey (Schoneich), su esposa Yegui y otro predicador, Clark Patle, convencidos del llamado de Dios para servir en esta región Centroamericana. De acuerdo a datos recopilados por el Reverendo Bartolomé Matamoros, “el Rev. Benuz y su familia desembarcaron en el Puerto de Corinto a mediados de 1912. Sin retorno a su patria, ya que
sus cuerpos están sepultados en tierras nicaragüenses”.
Benuz afirma que por directriz divina, y echando suertes, fueron a iniciar la obra evangelística en la ciudad de Matagalpa, Perla del Septentrión, que en esa fecha era una comunidad pequeña y de construcción rudimentaria. Al llegar, lo primero que hicieron fue comprar un terreno y edificar su casa de habitación, que también sirvió como campo de predicación. Su método de evangelización consistió en la formación educativa de los matagalpinos, formando una pequeña escuela para impartir clases de educación de adultos. A la vez, la Señora Rosali Shoneckey enseñaba costura y cocina a las mujeres de la comunidad. De esta manera se levantó la primera iglesia de tipo pentecostal en Matagalpa y por ende en el país. Desde esta sede, Benuz inicia la extensión del evangelio a León y Estelí. El segundo centro de predicación fue la hermosa ciudad de León, donde llegaron los Benuz con un grupo de hermanos matagalpinos, iniciándose la evangelización casa por casa. Vale la pena destacar que producto de éste ministerio surgió un gran pionero de las Asambleas de Dios el Reverendo José María Pérez, conocido como Chemita, quien a su vez levantó la primera iglesia de las Asambleas de Dios en Subtiava, León.
Según PROLADES (Programa Latinoamericano de Estudios Socio religiosos) dice que el grupo pentecostal más importante de Nicaragua lo constituyen las Asambleas de Dios, quienes iniciaron su obra en el país a finales de la década de los treinta, como una extensión de su obra en El Salvador. Esto concuerda con la versión oficial de las Asambleas de Dios que dice: “En 1929, ; luego regresa a Estados Unidos para pedir refuerzos, la ayuda solicitada vino. Melvin Hodges y Ralph Williams visitaron la parte oeste de Nicaragua en 1938, invitados por un grupito de iglesias pentecostales independientes que habían sido fundadas entre 1910 y 1912 por Benno Schoneich. Sin embargo, por ahí del año 1918 Benno
cayó en el pecado y abandonó a las iglesias. Posteriormente, cuando tenía más de 80 años, Benno se arrepintió y visitó a las iglesias que había fundado para implorar el perdón de los hermanos. Poco después falleció. Fue durante la visita de Hodges y Williams en 1938 cuando las cuatro congregaciones y sus 125 miembros fueron incorporados a las Asambleas de Dios. Hodges se estableció en Matagalpa el año siguiente como supervisor de la obra de las Asambleas de Dios en Nicaragua. Le ayudaban dos obreros mexicanos, José Ibarra y Manuel Bustamante, junto con unos cuantos pastores nicaragüenses que habían colaborado con Benno Schoneich. Juntos se dedicaron a actividades evangelísticas y a la formación de iglesias en la parte noroeste de Nicaragua donde existían muy pocas iglesias evangélicas. Para 1940 se habían organizado ocho iglesias, además de las iglesias más antiguas en León, Estelí y Matagalpa. En 1937 Melvin Hodges fundó el Instituto Bíblico Nicaragüense en Matagalpa, (el cual fue reubicado en Managua en 1974), donde pastores y laicos se preparaban para contribuir al avance de la obra de las Asambleas de Dios en toda Nicaragua. En 1943, Hodges se enfermó y volvió a El Salvador dejando en manos de pastores nacionales 16 iglesias y numerosos campos blancos. El año siguiente, durante una semana de oración entre los hermanos de El Sauce, se produjo un avivamiento que habría de influir muy positivamente en el desarrollo posterior de las Asambleas de Dios en Nicaragua. Se informa que se había observado una llama que ardía sobre el techo de la capilla El Sauce, aunque el templo no presentaba señales de haber sido quemado. Los que se hablaban dentro de la capilla fueron bautizados con el Espíritu Santo y hablaron en lenguas. Por todos los alrededores corrió la voz de lo que había ocurrido y los que habían estado en la capilla empezaron a predicar el evangelio y se relatan las cosas milagrosas que el Señor había hecho en El Sauce. El avivamiento duró unos dos años y afectó muchas vidas. Aunque el movimiento carecía de líderes maduros que instruyeran a los nuevos creyentes, el único misionero era joven y falto de experiencia, para 1946 el número de iglesias se había duplicado y había 500 miembros y más de 1,000 simpatizantes.
El Movimiento Apostólico del Nombre de Jesús surgió de entre las iglesias pentecostales de los Estados Unidos y se extendió al resto del mundo después de 1910. y predicó el mensaje "Sólo Jesús". Unos pocos miembros de la Iglesia Bautista en León aceptaron la nueva doctrina y fueron rebautizados "en el nombre de Jesús" (en lugar de usar la fórmula trinitaria). Estos nuevos creyentes apostólicos se separaron de los bautistas y formaron una pequeña congregación en León dirigida por Gutiérrez y Jacón. El Movimiento Apostólico se extendió de León a Chichigalpa, Chinandega y El Realejo a finales de los años treinta. Tal parece que esta expansión fue fruto de la visita de Ernest Bach, misionero de la Iglesia Pentecostal Unida. Los dirigentes de las iglesias apostólicas nicaragüenses enviaron una carta a los Pentecostales Unidos de Oklahoma City en la que les solicitaban ayuda en el desarrollo de la obra en toda Nicaragua. La carta fue remitida a una organización hermana en México, llamada la Iglesia Apostólica de la fe en Cristo Jesús. En 1948, un representante de los apostólicos mexicanos, Maclobeo Gaxiola López, viajó a Nicaragua con el fin de averiguar cuál era la situación. Cuando la iglesia madre en León manifestó estar de acuerdo con la doctrina de los apostólicos mexicanos y aceptó someterse a la autoridad espiritual de éstos, se acordó que se enviara un misionero desde México para colaborar en la obra en Nicaragua. Después que llegó Leonardo Sepúlveda de México en 1949, el Movimiento Apostólico comenzó a extenderse a toda la parte oeste de Nicaragua. Sepúlveda fundó una iglesia nueva en Barrio Buenos Aires en Managua y se encargó personalmente de difundir la fe apostólica por todo el país, ayudado, claro está, por dirigentes nicaragüenses. En 1953 cuando, bajo la tutela de un asesor misionero, se procedió a organizar provisionalmente en Nicaragua , el movimiento se componía de 11 congregaciones, cinco de las cuales se habían formado entre 1949 y 1950. Las iglesias apostólicas se situaban en los Departamentos de Managua, León, Carazo, Chinandega, Granada y Rivas. En 1953 Sepúlveda se fue a la Argentina. Lo sustituyó otro misionero mexicano, Valentín Nieblas Valencia. Desde principios de los años cincuenta, la Iglesia Apostólica ha avanzado notablemente no sólo en lo que respecta al número de miembros, sino también en cuanto a la calidad de los
dirigentes. Para 1980 tenían 60 congregaciones organizadas en Nicaragua con 3,600 miembros bautizados.
bajo la dirección de líderes nicaragüenses, quienes comenzaron a organizar institutos de capacitación con el fin de preparar mejor a sus obreros para el ministerio pastoral. Ahora, muchos de aquellos pastores laicos han sido ordenados como ministros apostólicos.
La obra Bautista en Nicaragua se inició en la década de 1850 con los Bautistas Americanos (Convención Bautista del Norte) entre los crioles en las Islas de Maíz al este de Bluefields en el Mar Caribe. La Unión Bautista Jamaiquina fundó su primera iglesia al isla en 1852, Ebenezer Baptist Church, gracias al esfuerzo de Edward Kely, un maestro de escuela beliceño. Anteriormente se habían establecido iglesias bautistas en Belice (1822) y en las Islas de la Bahía de Honduras (1850) por medio de la unificación de esfuerzos de bautistas británicos y jamaiquinos. Sin embargo,
Los miembros eran en su mayoría inmigrantes crioles de las Islas de Maíz y de las Antillas. Por otro lado, bautistas estadounidenses habían legado a la zona pacífica de Nicaragua antes de los años veinte. , si bien los bautistas generalmente consideran que su origen se remonta al año 1911 y a la pequeña congregación independiente que estableció la señorita Eleanor Blackmore, misionera quien llegó a Nicaragua en 1903 a trabajar con la Misión Centroamericana. Después de su llegada tuvo dificultades con la Misión por lo que formó un grupo independiente que en 1917 se organizó como congregación bautista bajo el pastoreado de José Mendoza. Esta congregación posteriormente se unió a la American Baptist Home Mission Society, la cual había enviado a la señorita Blackmore de nuevo a Nicaragua como su primera misionera bajo la Sociedad de Mujeres.
. En 1910 misioneros bautistas abrieron una escuela primaria, la cual en 1919 se convirtió en el Colegio Bautista cuando se añadió una escuela secundaria. Para 1936, los bautistas americanos tenían ocho iglesias y 30 campos blancos en Nicaragua con 960 miembros y 1,800 simpatizantes. El Colegio Bautista tenía 630 alumnos matriculados en la primaria y 48 en secundaria. En 1930 se abrió en Managua el Hospital Bautista. Durante este período inicial de la obra bautista en la zona pacífica se le dio mucha importancia a la evangelización y a la formación de iglesias entre la población hispánica. En 1937, cuando se organizó la Convención Bautista Nacional la comunidad bautista se contaba el apoyo y dirección de 13 misioneros y ocho nacionales. El número de miembros subió de 30 a 960 durante el período comprendido entre 1917 y 1937. Luego, entre 1937 y 1969 la Convención Bautista de Nicaragua (CBN) entró en un período de consolidación durante el cual se le dio más importancia al mantener lo logrado en el período anterior y al desarrollo de la autosuficiencia económica que a la evangelización y expansión. Sin embargo, durante este período se fundaron 11 iglesias nuevas y el número de miembros se elevó de 960 en 1937 a 1,422 en 1940 y a 2,760 en 1960. En 1941 se fundó en Masaya un instituto teológico, el cual se cerró en 1958 debido a dificultades financieras. El Seminario Teológico Bautista fue fundado en Managua en 1965, sin embargo, ha producido excelentes pastores y líderes laicos para la Convención. Aunque la década de los sesenta auguraba crecimiento para los bautistas gracias a la capacitación de líderes provista por la campaña de Evangelismo a Fondo celebrada en 1960, el número de bautistas menguó entre 1960 y 1967: descendió de 2,760 a 1,834. Parte de esta disminución se ha atribuido a la formación de la Asociación de Iglesias de Cristo que inicialmente tomó la mayoría de sus líderes y miembros de entre las filas de los bautistas. El grupo nuevo era una iglesia nacional autónoma de convicciones bautistas y que no tenía relación alguna con las Iglesias de Cristo del Movimiento de Restauración surgido en el seno de la familia de iglesias bautistas. Una vista panorámica del patrón de crecimiento de la Convención Bautista de Nicaragua entre 1937 y 1978 revela lo siguiente: en 1937, había 960 miembros distribuidos entre ocho iglesias y 30 misiones y campos blancos; en 1960 había un total de 23 iglesias organizadas y 64 misiones y campos blancos y 2,760 miembros; en 1978 se habían instituido 46 iglesias y había 128 misiones y campos blancos con un total de 4,659 miembros. El PCA correspondiente al período comprendido entre 1967 y 1978 fue de un 8.9%. La Convención Bautista tiene un liderazgo nacional y es económicamente independiente, si bien aún recibe una asistencia especial de la Junta de Ministerios Internacionales de la
Convención Bautista Americana. Las iglesias anglohablantes de la zona atlántica Bluefields, Puerto Cabezas y las Islas de Maíz han sido incorporadas en la Convención Bautista. Además de las instituciones ya mencionadas, la Convención administra un campamento llamado "Monte de Olivos" cerca de Managua. Diferentes iglesias de la Convención administran por lo menos dos escuelas primarias y una escuela secundaria en Corinto, Tipitapa y Masaya, además del Colegio Bautista en Managua. En 1968 la Convención, con el apoyo de la Sociedad Misionera de los Bautistas Americanos, estableció un instituto politécnico en Managua. El Hospital Bautista en Managua no sólo tiene una escuela de enfermería, sino que mantiene cinco clínicas en la zona pacífica. La Convención Bautista es participante activo en muchos programas patrocinados por el , organismo en el cual muchos pastores y laicos sirven como dirigentes. Los bautistas también tienen un asilo de ancianos en Managua. La Convención Bautista del Sur ha colaborado con la Convención Bautista Nacional desde 1968 proveyendo personal para la distribución de literatura y películas. Hay una librería bautista en Managua. Sin embargo, los bautistas del sur no se dedican a la formación de iglesias en Nicaragua; se limitan a realizar ministerios de ayuda.
Fundada en Jinotepe, Carazo, el 24 de febrero de los años 50, se fundó la Primera Iglesia del Nazareno luego de haberse formado clandestinamente como una corriente cristiana asida a la Iglesia Centroamericana en 1946. Alfredo Moraga, es el pastor de la Iglesia , con el misionero Harold Stanfield y su esposa Eveling, aunque ya en Nicaragua había corriente evangélica desde 1901, con la Iglesia Centroamericana, y en 1917 con la Bautista. La expansión del Evangelio en Carazo tiene sus orígenes en la Iglesia Nazareno, ya que inició su obra pastoral en los campos de Jinotepe y comunidades aledañas, y ahora ha impactado en la formación de las diferentes Iglesia Nazarenas en las comunidades de El Ingenio, Santa Teresa, La Conquista, La Paz y San Marcos, hasta trascender a Masatepe, según el pastor Alfredo Moraga.
La llegada de los primeros cristianos evangélicos al Pacífico de Nicaragua hace 100 años, fue abriendo su brecha en esta ciudad, según doña Panchita de Ruiz, de 87 años, quien habita en el Barrio La Pila Grande, y narra que su madre Francisca Mejía (q.e.p.d.) fue una de las primeras convertidas al Evangelio en Jinotepe. Recuerda que en medio de calles quebradas, su mamá llevaba a todos sus hermanos a reunirse a una casa del Barrio San Felipe, “esto era de forma clandestina, porque en ese tiempo era atentar contra la corriente de la época”, señala doña Panchita. Por su parte el señor David Vásquez, de 71 años y miembro fundador de la primera Iglesia Protestante de Jinotepe, de la Iglesia Centroamericana, recuerda que les tiraban huevos y piedras, y hasta eran víctimas de burla de quienes no miraban con buenos ojos su convicción. Dice que nadie les quería alquilar una casa para reunirse con los hermanos en la fe, hasta que el jinotepino don Goyo Cuadra les alquiló un local cerca del mercado municipal, pero éste recibió las protestas del sacerdote de la localidad, quien además de llamarlos “masones” solicitó que los expulsaran de la vivienda. En esa época ocasión la ley de José Santos Zelaya, dada en 1893, decía que Nicaragua era un estado laico, fue el arma para defender los derechos y la libertad de religión de los evangélicos, dice Vásquez. Fue así que la Iglesia del Nazareno fue pasando a varios locales de alquiler, hasta que doña Licha Zúniga vendió el terreno esquinero de donde se sacaba arena en aquel tiempo y donde ahora se ubica la Iglesia. Según el Registro de la Propiedad de Carazo, el misionero norteamericano Guillermo Jones, de la Iglesia Centroamericana, vendió el templo a Cecilio Gordon Rudeen, quien poseía poderes generales sobre la Iglesia del Nazareno, el 10 de febrero de 1954.
Las familias fundadoras y de tradición en la Iglesia Evangélica, desde la Iglesia Centroamericana y luego la Iglesia del Nazareno, fueron las de Juan Ruiz, Vásquez Parrales, Andrés Zapata y Francisca Parrales, esta última originaria del Cerro La Pita en la zona rural de Jinotepe. Ahora, los sucesores de éstos dan vida pastoral a la Iglesia.
En 1951, los miembros de este grupo, 14 pastores y unos 80 laicos, se retiraron de las Asambleas de Dios para formar su propia asociación llamada "Obreros Unidos". Esta nueva Asociación conocida después como Misión Evangélica Pentecostés Unida de Nicaragua (MEPUN), reportó en 1979 45 iglesias y más de 100 campos blancos (campos misioneros) con unos 3,000 miembros.
Los Obreros Unidos constituyeron un movimiento de protesta contra el dominio que ejercían los misioneros pero hubo también diferencias doctrinales. Los Obreros Unidos prohibían que las mujeres se cortasen el cabello y tampoco les permitían predicar y enseñar en las iglesias. Pero la diferencia de más peso tenía que ver con el papel de los sueños, las visiones y las profecías en la vida de las iglesias. A los mensajes recibidos así, procedentes presumiblemente de Dios, se les atribuía autoridad divina. A quienes ostentaba este don se les conocía oficialmente como profetas. El profeta ocupaba un lugar prominente en la toma de decisiones. Los Obreros Unidos no tienen relación con ninguna misión o denominación foránea. Se trata de una iglesia nacional, autónoma y autóctona.
La Iglesia de Dios (con sede en Cleveland, Tennessee) inició su obra en Nicaragua en 1951, cuando Miguel Flores, misionero salvadoreño, cruzó la frontera y comenzó a evangelizar a los habitantes de la Costa Pacífica. En cuestión de tres meses, Flores había logrado organizar una iglesia en Barrio Santa Emilia, Managua, y para finales de ese mismo año se habían formado cuatro congregaciones más. Flores siguió al frente del trabajo en Nicaragua hasta 1953, cuando regresó a El Salvador. Entre 1954 y 1966, la Iglesia de Dios fue supervisada por el misionero dominicano Pedro Abreu. Abreu, quien era un excelente carpintero, ayudó en la construcción de muchos de los templos en Nicaragua. A finales de los años cincuenta, Abreu y otros obreros evangelizaron y fundaron iglesias en la Meseta Central y en la ribera del Río Coco entre los misquitos del Departamento de Zelaya. La Iglesia de Dios en Nicaragua creció considerablemente entre 1960 y 1966. En 1960 había tan sólo ocho iglesias, 11 misiones, 476 miembros y unos 1,150 simpatizantes en todo el país. Abreu y su esposa eran los únicos misioneros, si bien contaban con la ayuda de 19 obreros nacionales. Para 1967, la Iglesia de Dios tenía 1,288 miembros y 2,273 simpatizantes distribuidos entre 30 iglesias y 14 misiones. Entre 1966 y 1980 ocurrieron varios cambios de orden administrativo que, según parece, incidieron positivamente en el desarrollo de la Iglesia de Dios en Nicaragua. En 1966, Fermín García, otro misionero mexicano, sustituyó a Abreu como supervisor. Ese mismo año la Iglesia de Dios se organizó oficialmente y obtuvo personería jurídica ante el gobierno. Pronto, a García se le envió a otro lado y fue sustituido por Felipe Montañez procedente de Guatemala, quien fungió como supervisor en Nicaragua entre 1967 y 1978. Durante este período la Iglesia de Dios experimentó un crecimiento extraordinario, llegando a 76 el
número de iglesias y cuarenta el número de misiones con un total de 5,258 miembros. Hoy constituye una de las denominaciones más importantes del país.
La Iglesia de Dios experimentó un segundo período de crecimiento después del terremoto de 1972, gracias primordialmente a la ayuda económica enviada desde los Estados Unidos para la reconstrucción. El valor de las propiedades de la iglesia aumentó de $112,955 en 1971 a $204,505 en 1975. Para 1978 el valor total de las propiedades de la iglesia había aumentado a $394,455. Las reparaciones hechas a los edificios ya existentes y la construcción de templos nuevos y más grandes le dieron nuevo ímpetu a la obra de la Iglesia de Dios. En términos generales, el número de miembros aumentó más significativamente entre 1970 y 1975 (13.9% PCA) que entre 1975 y 1979 (10.3%), aunque durante este último período se organizaron 20 congregaciones nuevas, la mayoría de el as en los Departamentos de Managua y León y en el norte de la Meseta Central. Con todo, el período de mayor crecimiento fue el decenio de los sesenta (14.6%).
En 1953, cuando la Iglesia Apostólica se organizó provisionalmente bajo un misionero mexicano, algunos de los líderes nicaragüenses rehusaron reconocer su autoridad y la de la Iglesia Apostólica de México. En consecuencia, Juan Vargas y Juan Oviedo fundaron su propio movimiento, conocido como la Iglesia Apostólica Libre, con sede en Chichigalpa. Este grupo no aceptó el matrimonio civil y de las ceremonias religiosas sólo reconocen las celebradas por sus propios pastores. No practican los diezmos. Según parece, este grupo también insiste mucho en la importancia de los sueños, las visiones y las profecías. En 1979 los apostólicos libres tenían 43 iglesias y unos 3,000 miembros. Durante los años sesenta, un grupo se separó de los apostólicos libres y formó la , la cual en 1979 reportó 13 congregaciones y alrededor de 500 miembros. En los Departamentos de Managua, Zelaya, Carazo y Diriamba, existen además varias iglesias apostólicas independientes. también tiene cinco iglesias, tres misiones y aproximadamente 300 miembros en Managua.
La idea de predicar al pueblo haciendo uso de megáfonos ambulantes, tiene su aplicación práctica cuando la Primera Iglesia Evangélica Centroamericana, llamada también Iglesia Central, durante el pastorado de Don Rafael Baltodano, decide contratar los servicios de
“La Barata” o “La Voz del Trueno” de José Benito Ramírez, para trasmitir mensajes evangelísticos frente a los mercados de Managua, Central y San Miguel, los domingos de 8 a 8 :15 a.m.
recoge uno de los mensajes trasmitidos el jueves 4 de Marzo de 1943, en la Voz de Nicaragua por Don Rafael Baltodano. Según Don Moisés García, . Don Boanerges poniendo sus propios gastos, se fue a San José de Costa Rica para hablar con el misionero Ing. David Solt. Este le ofreció un aparato que podía venderle por 500 Colones. Más tarde, el De Albino Meléndez, citado por Javier Orozco: El Protestantismo Durante los 60-70. Dr. Eduardo Aragón Thomas (hijo de don Boanerges) continuó con la misma inquietud apoyado por el Sr. Francisco Doña. Como no era posible contar con una emisora propia en corto plazo,
El Sr. Doña, que por razones de disciplina había salido de la Iglesia Bautista, se congregaba en la Primera Iglesia Centroamericana, donde cooperaba con los programas radiales y continuaba impulsando la idea de una emisora propia. Al asumir el pastorado de la Primera Iglesia Bautista el Rev. Adolfo Robleto, el Sr. Doña se reconcilió con su iglesia, regresando a la misma y llevándose la idea de la emisora evangélica. El Rev. Robleto y Doña Angelita Mejía, presentaron el proyecto a la Convención Nacional Bautista. Fue aceptado. En el local de la Primera Iglesia Bautista (1958) se convocó a una asamblea para presentar el proyecto a las demás iglesias interesadas. Se escogió una comisión intereclesial conformada por las siguientes personas: Francisco Doña, David Solt, Rodolfo Mejía, Santiago Houk, Armando Guido, Manuel Trigueros, Russell Kesinger, Adolfo Robleto, Eduardo Aragón, Ignacio Hernández, Efraín López, Allen Tolle, David Jones, Dayton Roberts, Humberto Flores, Kenneth Strachan. El Sr. Francisco Doña, acompañado del cuarteto Voceros de Luz de la Iglesia Occidental de la Fraternidad, anduvo recorriendo las iglesias de casi todo el país para presentar el proyecto y que este gozara del respaldo popular de las iglesias. Aunque impulsado por los bautistas, se pretendía que fuera un proyecto interdenominacional. La Misión Centroamericana había enviado al Sr. Santiago Houk, quien era un experto en programas de radio, para que colaborara en la organización de los primeros programas. Para administrar la radioemisora se organizó con personal de todas las iglesias, y ante los oficios notariales del Dr. Gustavo Porras, la Asociación Cultural Nicaragüense.
La primera Junta Directiva estuvo conformada por: Francisco Doña, Presidente; Eduardo Aragón, Secretario ; Santiago Houk, Tesorero ; Rodolfo Mejía, Asesor Legal ; David Solt, Asesor Técnico. La emisora oficialmente se inauguró el 8 de Marzo de 1959. El Sr. Armando Guido donó el terreno del Km. 11 Carretera a León donde se instalaron las plantas, la Sra. Phebe de Pixley apoyó económicamente la construcción del edificio de las plantas, y la Misión Bautista donó los fondos para la construcción de las oficinas. El Comité Ejecutivo de la Fraternidad de Iglesias Centroamericanas elaboró estrategias para ocupar ampliamente los espacios radiofónicos con propósitos especialmente evangelísticos, pero no parece, en ningún momento, que haya intentado ejercer un liderazgo o tener una influencia más decisiva en la orientación de la emisora. Las agendas casi siempre las han establecido otros, mientras la Fraternidad ha sido solo acompañante o seguidor. En términos generales, la actitud de CAM y de las Iglesias Centroamericanas ha sido más reactiva que proactiva. Es posible que la idea original para tener una emisora evangélica en Nicaragua haya tenido su génesis en diferentes fuentes, pero la presencia de los Señores David Solt, Dayton Roberts y particularmente de Kenneth Strachan en la asamblea de base que se reunió en la Primera Iglesia Bautista (1958), hace presumir que había un interés especial por parte de la Misión Latinoamericana y del proyecto Evangelismo a Fondo, dirigido por el Dr. Strachan. Ya existía por este tiempo la Cadena Cultural Panamericana en la que se agrupaban las principales radioemisoras del continente: HCJB, la Voz de los Andes, formada en 1931 en Quito, Ecuador; TIFC, Radio Faro del Caribe, fundada en 1948 por la Misión Latinoamericana, en Costa Rica ; HOXO en Panamá ; TGNA en Guatemala. “En 1959 la cadena fue rebautizada como Difusiones Interamericanas (DIA)”108 y constituía un poderoso instrumento en el apoyo de las campañas evangelísticas.
La Iglesia Bautista Internacional inició su obra en Nicaragua en 1959 cuando el reverendo William Frank Rosser salió de Guatemala y se reubicó en el Barrio Monseñor Lezcano de Managua. Con la asistencia de un joven nicaragüense, Víctor Manuel Estrada, recién graduado del Instituto Bíblico Centroamericano en la Ciudad de Guatemala, Rosser empezó a evangelizar y a fundar iglesias en Managua. Se fundó en 1959 en el mismo barrio Monseñor Lezcano. Para 1970 se habían organizado siete congregaciones en Managua y un instituto bíblico bajo la dirección de Freddy Crow. En 1980 la Iglesia Bautista Internacional, cuyo liderazgo es ahora nacional, reportó 13 congregaciones en Managua y una en San Rafael del Sur, junto con 12 campos blancos. El número total de miembros era alrededor de 3,040. La mayoría de las iglesias se
establecieron antes de 1970. El desarrollo de esta obra, principalmente en Managua, atribuye a una estrategia bien definida de fundación de iglesias: se realizaban campañas evangelísticas de una semana con el fin de crear un núcleo de creyentes en una zona donde se proyectaba fundar una iglesia. Luego, obreros cristianos iban con cada nuevo converso a visitar a sus parientes y amigos para compartir el evangelio con el os. También se iba de casa en casa en los barrios en donde se quería formar una nueva congregación. Como resultado de esta estrategia, se organizaron 14 iglesias en 21 años.
La Asociación de Iglesias de Cristo de Nicaragua (1960) fue el resultado de una división ocurrida en la iglesia bautista de Masatepe por el año 1960, cuando un grupo de laicos tuvo un disgusto con el pastor. Se salieron de la iglesia y formaron una nueva congregación que pronto se unió a otro grupo independiente de Barrio Nuevo en Managua, que se denominaba "La Iglesia de Cristo". Se podría decir que se trata fundamentalmente de un movimiento laico que se desprendió de la Convención Bautista como una reacción ante el dominio e influencia misionero y ante el concepto mismo de ministros profesionales. Con muy contadas excepciones, los pastores de la Asociación no han sido formados en seminarios o institutos bíblicos, sino que son laicos ordenados quienes sirven sin remuneración alguna y que son nombrados por sus congregaciones locales. Para 1978, esta Asociación tenía 46 iglesias organizadas, 15 misiones y 1,877 miembros bautizados.
Hubo una época cuando el Instituto Bíblico Nicaragüense (IBN), inaugurado oficialmente el 6 de Febrero de 1961, recibía estudiantes de otras denominaciones e incluso del resto de Centro América. Se podría afirmar que fue “la época de oro” del IBN. En el Areno, Masatepe, en Enero de 1960, durante un retiro pastoral que se efectuaba en ese lugar, fue que Don Carlos Etheridge, misionero de CAM, comunicó a los pastores allí reunidos, lo que Dios había colocado en su corazón: la fundación de un Instituto Bíblico formal. Hubo un acuerdo entusiasta alrededor de la idea, habiéndose formado una comisión pro instituto integrada por los hermanos Carlos Etheridge, Misael López, Macario Sánchez, Gonzalo García y José Salcedo. La comisión comenzó a trabajar arduamente, y en el mismo mes logró formular planes de estudio y elaborar el reglamento interno. El trasfondo histórico de la preparación formal de obreros y pastores se remonta al mes de
agosto de 1924, cuando después de una azarosa travesía llegaron a San José de Costa Rica, ocho nicaragüenses con el propósito de estudiar en el recién formado Instituto Bíblico Latinoamericano, llamado más tarde Seminario y ahora Universidad Bíblica Latinoamericana. Los estudiantes en mención, que más tarde fueron importantes siervos de la Obra del Señor en Nicaragua eran: Leonardo Alonzo, Porfirio Aguirre, Daniel Mendoza, Aurelio Gutiérrez, Jerónimo Campos, Máximo Aguirre y Bernardo Vázquez.
Luego, seis años después en 1966, se presentaron problemas con respecto a la relación entre Iglesia y Estado y la libertad de culto básica. Estas dificultades impulsaron a las nueve denominaciones protestantes más importantes a unirse para formar el Concilio Nacional de Iglesias Evangélicas. Constituía un esfuerzo por contrarrestar la intensificación de actividades antiprotestantes que venía desarrollando la Iglesia Católica. A principios de la década de los sesenta, la Iglesia Católica había auspiciado el programa "Santa Misión", el cual probablemente era una reacción ante la creciente visibilidad de los evangélicos durante los años cincuenta y sesenta, especialmente en Managua. Allí los evangélicos habían organizado varias campañas de evangelización masivas en lugares públicos. Millares de protestantes habían desfilado por las calles principales de la Capital, llevando mantas en las que aparecían pasajes bíblicos y lemas cristianos. Estaban produciendo docenas de programas radiales e incluso habían fundado una emisora evangélica. Distribuían las Sagradas Escrituras en todo el país, andaban de casa en casa evangelizando a sus compatriotas y participaban en células de oración, estudios bíblicos y programas de alfabetización. La reacción de los católicos era lógica. Por otra parte, la labor del Concilio Nacional de Iglesias Evangélicas dejó bastante que desear, debido fundamentalmente a pugnas internas y al hecho de que no participaron algunos de los líderes evangélicos más influyentes ni sus respectivas denominaciones, tales como la Convención Bautista.
El nacimiento de la Fraternidad de Iglesias Evangélicas Misión Centroamericana (FIEMCA) ocurre en el año 1953, cuando cuatro iglesias, de las catorce existentes en ese momento, encabezadas por la Sala Evangélica, se desafilian de la Misión. La situación se había venido tensando desde varios años atrás. No obstante, en 1955 la Misión Centroamericana (MCA) sufrió un sismo que incidió muy negativamente en su desarrollo. Ese año diez de las 22 iglesias existentes se salieron y formaron FIEMCA poniendo fin así a su relación con la Misión. El problema fundamental parece haber sido que el misionero que supervisaba la obra de la MCA no quiso aceptar ciertas modificaciones que propugnaban los pastores locales. Estos decidieron retirarse, por tanto, de la Misión y formar una asociación de iglesias aparte. Cuando estos pastores se retiraron de la MCA muchos se vieron obligados a buscar trabajos seculares puesto que sus congregaciones no estaban en condiciones de reponerles el salario que les venía pagando la Misión. Puesto que las iglesias no contaban con el apoyo de los misioneros y carecían de los recursos económicos necesarios para pagar a sus propios pastores, se le dio relativamente poca importancia a la evangelización y a la formación de nuevas iglesias. En una entrevista a Don Rafael Baltodano, primer pastor (en carácter provisional) del grupo que después formó el Primer Templo Bíblico, me decía que los que se salieron de la Sala Evangélica, no lo hicieron precisamente para apoyar la posición de los misioneros, sino porque la protesta se salía totalmente del marco de la ética cristiana y porque se dio un testimonio deplorable a los ojos de la sociedad incrédula. En la sesión del 27 de Enero de 1960 se aprueban los Estatutos, como FRATERNIDAD DE IGLESIAS EVANGELICAS MISION CENTROAMERICANA EN NICARAGUA, siendo Secretario Don Carlos Etheridge. El testimonio de la Escritura de Constitución de la Fraternidad se realizó a las dos de la tarde del 23 de Enero de 1961, ante los oficios notariales del Doctor Rodolfo Mejía Ubilla. La Personería Jurídica se obtuvo el 22 de Diciembre de 1967; es decir, 13 años y 8 meses después que se trató el asunto por primera vez.
En la siguiente sesión del Comité Ejecutivo ( ), se toma el acuerdo de enviar una carta circular a todos los miembros de la Fraternidad
El 30 de octubre, el Comité Ejecutivo tiene una sesión de carácter extraordinario. Se lee una carta del Tercer Templo Bíblico (Barrio Riguero), en la que deciden separarse de la Fraternidad e invitan al Comité Ejecutivo a una reunión en el local de la iglesia, el domingo 31 (al día siguiente). El Comité toma el acuerdo de no asistir a la cita “por ausencia de algunos hermanos”, y propone, por moción de Don Manuel Trigueros, que la visita se realice el 16 de noviembre. Igualmente solicitan a Efraín Flores que posponga su viaje a El Salvador “por conveniencia, hasta arreglar los asuntos con la iglesia del Riguero”. Los asuntos de la iglesia del Riguero nunca se arreglaron. No quedó evidencia escrita de la reunión. Pero en la sesión del 20 de noviembre, el Comité Ejecutivo acuerda solicitar a la escuela mixta del Primer Templo Bíblico, que den preaviso a las maestras Esther Hernández de Flores y Elsa Hassan de Obregón por haberse burlado del Comité Ejecutivo diciendo que “salieron como perros con el rabo entre las piernas”. Dice Don Henry que se referían a la visita a la iglesia del Riguero. Todavía el 2 de enero de 1966, se lee carta de la iglesia de Pacaya, informando la separación de la Fraternidad “para pertenecer al Tabernáculo”.
. Junto con las iglesias que se separaron de la Fraternidad, conformaron una nueva denominación llamada
A larga distancia resulta difícil entender cómo un solo hombre pudo registrar a su nombre las propiedades de las iglesias cuando ya existía una personería jurídica a nombre de la Fraternidad, y cómo pudo persuadir a varias iglesias para que lo apoyaran en su movimiento de división, cuando había un Comité Ejecutivo y un Concilio de Campo Misionero. La explicación que da Don Henry Jaentschke, quien era el Presidente del Comité Ejecutivo de la Fraternidad en el momento de la división, es que con su habilidad intelectual y sus recursos financieros, “el hombre” ejerció por varios años, una especie de dictadura dentro de la Fraternidad y pudo comprar conciencias y congregaciones, además de ser considerado “el niño mimado” de los misioneros.
“En esos días, había muy pocos líderes dentro de la Fraternidad. El hermano Don Misael López era un líder único muy sobresaliente. A él la Misión y la Fraternidad le habían dado el derecho de asumir esa responsabilidad”, concluye diciendo Don Henry. De la revista ¡EN MARCHA! de Evangelismo a Fondo, del 17 de Enero de 1960, extraemos la siguiente nota informativa: “Hace cinco años Nicaragua recibió algo muy bueno de Costa Rica, un joven pastor que Dios ha usado grandemente en nuestro medio. A la vez que es pastor del Templo Bíblico en Managua, iglesia principal de la Misión Centroamericana, está colaborando de todo corazón con Evangelismo a Fondo como vicepresidente del Comité Ejecutivo Nacional, y por eso tenemos mucho gusto de presentarlo a los lectores de EN MARCHA. El Rev. Misael López hizo sus estudios ministeriales en el Instituto Bíblico Centroamericano de Guatemala, de donde se graduó en el año 1951 con “reconocimiento especial”. Su primer pastorado fue en la ciudad capital de su tierra natal, Costa Rica, pasando luego a servir a Dios en Nicaragua. También ha viajado mucho en campañas evangelísticas en Centro América y Panamá, y se conoce como un gran defensor de la fe. Su identificación como nica se hizo más completa en 1951, cuando se casó con una señorita nicaragüense, Amina Sirker. Tiene una hija. Indira. Aunque doña Amina trabaja en un puesto de mucha responsabilidad en el Banco Nacional, siempre tiene tiempo para la obra del Señor y actualmente está colaborando estrechamente con Evangelismo a Fondo en el comité nacional de finanzas. Para 1978, AMEN tenía 17 iglesias, 10 misiones y 2,000 miembros. Su crecimiento refleja la importancia que le han dado a la evangelización y a la formación de iglesias durante los últimos 15 años.
el número de miembros distribuidos entre 36 iglesias y 30 "congregaciones" (misiones), Gran parte de este crecimiento se ha producido en el Departamento de Zelaya, particularmente en el municipio de Muelle de los Bueyes, donde hay 12 iglesias y misiones. A principios de los años sesenta, el gobierno desarrolló esta área mediante la formación de nuevas colonias agrícolas en los bosques vírgenes situados en las montañas al oeste de Bluefields. El gobierno donó parcelas a varias denominaciones con el fin de que pudieran construir iglesias en las nuevas colonias. Allí, gracias a la fuerte influencia ejercida por las iglesias, se prohibió la venta del licor.
La Iglesia Bautista "El Buen Samaritano" fue fundada en 1972 por Robert Tyson, quien había trabajado originalmente con la Iglesia Bautista Internacional. En 1972 se reubicó en la región norcentral donde formó varias iglesias nuevas en el Departamento de Condega. Pero el espíritu independiente de Tyson lo llevó a desasociarse de la obra en Managua. Por tanto, empezó a emplear el nombre de "Iglesias Bautistas El Buen Samaritano" para distinguir su obra en la Trinidad de la Iglesia Bautista Internacional en Managua. El nuevo movimiento en Condega empezó a crecer y posteriormente se formaron unas 15 congregaciones. En 1979, cuando Tyson abandonó Nicaragua debido a la Guerra Civil, el número total de miembros era de unos 3,100. El Instituto Bíblico El Buen Samaritano se fundó a mediados de la década de los setenta para capacitar pastores y obreros laicos. Existen en Nicaragua otros grupos de bautistas, pero en total sólo unos 850 miembros y 25 congregaciones: la Asociación Bautista Americana (160 miembros), la Comunión de Iglesias Bautistas (130), la Iglesia Bíblica Bautista (46) y la Misión Bautista de los Obreros de Cristo (490).
A raíz del devastador terremoto de 1972, unas 40 denominaciones protestantes y agencias de ayuda aunaron esfuerzos para organizar CEPAD (Comité Evangélico ProAyuda al Desarrollo). Posteriormente la Asamblea General de CEPAD formaría un comité de pastores cuya finalidad era de promover actividades interdenominacionales por medio del Departamento Sociopastoral. Este comité, conocido como RIPEN (Representantes Interdenominacionales de Pastores Evangélicos de Nicaragua) mantiene comités pastorales regionales en muchas partes del país. Durante el decenio de los setenta se organizaron seminarios de capacitación, tal eres, retiros y congresos, y se siguen organizando hasta la fecha, tanto al nivel nacional como al nivel regional. En octubre de 1979, poco después de que los sandinistas derrocaron el régimen de Anastasio Somoza, RIPEN patrocinó un congreso nacional de pastores en el campamento bautista Monte de Olivos, al cual asistieron 500 pastores evangélicos y dirigentes laicos. Tras una conversación con el Gobierno de Reconstrucción Nacional y
discusiones al nivel de grupos pequeños y después en el plenario, los delegados de RIPEN aprobaron una declaración cuidadosamente redactada en la que manifestaban su apoyo a los programas de reconstrucción nacional propuestos por el nuevo gobierno para el bien común. En la misma declaración, proclamaban su absoluta lealtad a Jesucristo como Rey de toda la creación y Señor de la Iglesia. Pero no todos estaban plenamente convencidos de poder apoyar al nuevo régimen, dada la dirección hacia la cual éste parecía inclinarse, y les inquietaba el respaldo casi sin reservas que organizaciones como CEPAD y RIPEN brindaban a los sandinistas. Por consiguiente, unos 50 pastores evangélicos provenientes de una docena de grupos eclesiásticos--en la mayoría de los casos se trataba de iglesias independientes, aunque también estaban representadas algunas denominaciones importantes--se retiraron de RIPEN y formaron una nueva asociación de pastores en febrero de 1980. Esta organización se llama ANPEN (Asociación Nacional de Pastores Evangélicos de Nicaragua), y la dirigen Ramón Salgado y Efraín Balladares, ambos pastores de pequeñas asociaciones de iglesias. Debe quedar claro, sin embargo, que los miembros de ANPEN son pastores individuales y no asociaciones eclesiásticas como en el caso de CEPAD. ANPEN constituye una asociación interdenominacional de pastores y no un consejo eclesiástico en el que los delegados serían nombrados o elegidos por sus respectivas asociaciones de iglesias o agencias de ayuda para participar en la asamblea general y conducir los asuntos del consejo. ANPEN es un movimiento autónomo surgido entre pastores conservadores que han preferido adoptar una actitud más cauta con respecto a la situación revolucionaria que vive el país.
No cabe duda que la Biblia en lengua inglesa fue distribuida por los primeros capellanes y misioneros anglicanos, quienes evangelizaron a los habitantes de la Costa de la Mosquitia, a partir de 1740. Allí compartían el evangelio con anglohablantes negros, indígenas y blancos de varias nacionalidades que vivían en las factorías británicas, en los campamentos madereros y en los refugios de piratas que habían esparcidos por toda la costa de lo que hoy es Nicaragua. La distribución de la Biblia en español no se inició sino hasta mediados de la
década de 1850, durante visitas hechas por representantes de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera. Hacia finales del siglo pasado, la distribuían colportores de la Sociedad Bíblica Americana. En 1892, Francisco Benzotti abrió en la Ciudad de Guatemala una oficina regional de la Sociedad Bíblica Americana, la cual servía de centro de distribuciones para toda Centro América. Penzotti y sus colportores hicieron varios viajes a Nicaragua entre 1892 y 1913. Durante ese mismo período, visitaron Nicaragua agentes de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera, procedentes de Costa Rica, de la Ciudad de Guatemala y, posteriormente, de la Ciudad de Belice. Después de la inauguración del Canal de Panamá en 1914, la distribución de la Biblia en América Central estuvo a cargo de las nuevas oficinas regionales de la Sociedad Bíblica Americana en Cristóbal, en la Zona del Canal. Sumamente importante ha sido la contribución de los misioneros moravos en el este de Nicaragua a la traducción de las Escrituras. Su trabajo con los idiomas misquito y sumo se remonta a 1857. Los cuatro Evangelios y el Libro de los Hechos fueron publicados en misquito en 1899 por la Sociedad Bíblica Herrnhut y ya en 1905 estaba a la venta todo el Nuevo Testamento, gracias en gran medida a la ayuda económica que brindó la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera. Una nueva traducción del Nuevo Testamento fue terminada y editada en 1925 por Zock, Berckenhager y Heath, quienes escribieron gramáticas y diccionarios del misquito entre 1894 y 1925. Heath hizo lo mismo con la lengua de los sumos hacia 1935. Además de las diferentes versiones recientes de la Biblia disponibles en español e inglés, en 1975 se produjo una versión más moderna del Nuevo Testamento en misquito gracias a los esfuerzos mancomunados de la Iglesia Morava, la Iglesia Católica y las Sociedades Bíblicas Unidas. También pueden obtenerse en misquito porciones del Antiguo Testamento, varias historias bíblicas, un himnario y un libro devocional. Los sumos desean que la Biblia se traduzca también a la lengua de ellos. En 1974, las Sociedades Bíblicas Unidas abrieron una oficina en Managua. Muchos grupos protestantes, así como un número creciente de católicos, trabajan activamente en la distribución de bíblicas en todo el país. De particular utilidad en este momento de la historia de Nicaragua han sido las porciones para recién alfabetizados, que se están empleando en muchos programas de alfabetización junto con los materiales producidos por ALFALIT. Las Sociedades Bíblicas Unidas proporcionaron los siguientes datos relativos a la distribución de las
Escrituras durante 1978 y 1979. Cabría mencionar que aquí no se han incluido las ventas de ediciones producidas por editoriales comerciales.
En el año 1975, un grupo de 30 pastores e iglesias se separó de los Obreros Unidos y formaron la Misión Pentecostés de Iglesias Cristianas (MPIC). En 1979 este grupo tenía entre 30 y 40 iglesias y entre 1,800 y 2,000 miembros. A los del grupo anterior se les llama "los ancianos", miembros que a los miembros del grupo nuevo se les denominan "los jóvenes". Parece que los jóvenes quisieron volver a la autoridad de la Biblia en oposición a los sueños, visiones y profecías. También objetaban el hecho de que los dirigentes no hubieran presentado un informe financiero desde hacía más de diez años. Esto ocasionó un conflicto entre Gustavo Hernández y Marcos Stulzer y llevó a la formación del nuevo grupo.
CIEETS. Revista de Historia del Protestantismo Nicaragüense, septiembre 1993. Managua, Nicaragua: CIEETS. Grimes, Barbara F., editor. Ethnologue: Languages of the World. Décimo segunda edición. Dallas, Texas: Summer Institute of Linguistics, 1992. Holland, Clifton L., editor. World Christianity: Central America and the Caribbean. Monrovia, California: MARC-World Vision, 1981. INDEF. Directorio de las Iglesias Protestantes en Nicaragua, 1996-1997. Managua, Nicaragua: Departamento de Investigaciones Socio-Religiosas, Instituto Nicaragüense de Evangelismo a Fondo, 1998. Matamoros Ruiz, Bartolomé. Historia de las Asambleas de Dios en Nicaragua. Managua, Nicaragua: Distribuidora Vida, 1984. Read, William R., et al. Latin American Church Growth. Grand Rapids, Michigan: William B. Eerdmans Publishing Company, 1969. Iglesia Nazareno: 50 años de vida con pobres, La Prensa, domingo 24 de febrero del 2002.