UNIVERSIDAD MICHOACANA DE SAN NICOLAS DE HIDALGO FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES Firmado digitalmente por AUTOMATIZACION Nombre de reconocimiento (DN): cn=AUTOMATIZACION, o=UMSNH, ou=DGB, email=soporte@biblioteca. dgb.umich.mx, c=MX Fecha: 2011.03.03 11:46:08 -06'00'
TESIS
“LA CRIMINOLOGÍA APLICADA EN MÉXICO”
PARA OBTENER EL TITULO DE:
LICENCIADO EN DERECHO PRESENTA:
ANGÉLICA PEÑALOZA VALENCIA
ASESOR DE TESIS:
LIC. JUAN HERNÁNDEZ CALVILLO
MORELIA, MICHOACÁN, 2008
INDICE
PÁGINAS INTRODUCCIÓN
2
CAPÍTULO 1. ANÁLISIS DE LA CRIMINALIDAD 1.1 CRIMINALIDAD REAL 1.2 MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN DE LA CRIMINALIDAD
3
CAPÍTULO 2. ESTUDIO CRIMINOLÓGICO DE MEXICO DENTRO DEL MARCO LATINOAMERICANO 2.1 INTRODUCCIÓN AL AMBITO 2.2 FORMAS DE CRIMINALIDAD EN LATINOAMERICA
18
CAPITULO 3. FACTORES CRIMINÓGENOS 3.1 FACTORES SOCIALES 3.2 FACTORES PSICOLÓGICOS 3.3 FACTORES BIOLÓGICOS
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CAPITULO 4 CRIMINOLOGIA APLICADA EN MEXICO 4.1 INVESTIGACIÓN Y PREVENCIÓN EN MÉXICO 4.2 CRIMINALIDAD EN LA REPÚBLICA MEXICANA 4.3 SISTEMA JUDICIAL
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CONCLUSIONES BIBLIOGRAFÍA
49 50 1
INTRODUCCIÓN
Cada día que transcurre, los seres humanos en general somos más consientes de la importancia que tiene el conocer profundamente nuestras posibilidades creativas, pero también nuestras limitaciones y defectos que muchas veces nos hacen ser agresivos y destructores, en una palabra, rebeldes al orden social. La criminología desde su nacimiento ha buscado adentrarse en el complejo estudio del hombre que manifiesta conductas antisociales, generalmente sancionadas por la ley como delitos; debemos explicarnos el fenómeno criminal, tratando de desentrañar su especificidad. Debemos ofrecer una visión panorámica de la criminología, definiéndola, señalando su relación con el delito y analizando al delincuente en sus relaciones sociales. La criminología es la ciencia que se encarga de estudiar las conductas consideradas antisociales, en términos generales de investigar las causas que las producen y los medios que pueden ayudar a prevenir que se presenten o se repitan. Debemos adentrarnos en el conocimiento de los factores relacionados con el surgimiento de la conducta antisocial, éste o no sancionado con una pena, así como en el análisis de las formas o métodos de prevención y control de la criminalidad. El hombre delincuente es producto de la influencia de diversos factores sociales. La conducta antisocial es el objeto de estudio de la criminología.
Debemos de estudiar las principales formas de criminalidad y los factores criminógenos, es valioso reflexionar sobre un conjunto de consideraciones a propósito del papel de la investigación criminológica y del papel del criminólogo en la Prevención de la Criminalidad, sólo nos resta decir que es sumamente trascendente el estudio de la criminología, así como el desarrollo y aplicación de diversos programas preventivos. Con lo cual lograremos controlar y reducir el fenómeno criminal y con ello colaboraremos al desarrollo de nuestro México, dentro de esferas cada vez más justas y humanas.
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CAPITULO 1 “ANALISIS DE LA CRIMINALIDAD” 1.1 PREÁMBULO
Uno de los principales indicadores del fenómeno criminal lo constituye la estadística relativa a los diversos delitos cometidos en un determinado lugar y época específica. Este conjunto de datos no siempre muestra con exactitud la realidad de lo que acontece, razón por lo que todo análisis de la criminalidad que se apoye en ellos es relativo, ya que el margen de error es muy amplio. Sin embargo, los datos que se pueden obtener indican los lineamientos básicos a seguir para una interpretación. En otras palabras, no siempre se puede confiar en las estadísticas aun cuando sean tan importantes para la investigación criminológica.
Ahora bien, todo análisis de las diversas formas de la criminalidad deberá concluir indicando medidas de control de la misma pues lo más importante para el criminólogo es evitar que la criminalidad desaparezca por completo de nuestra imperfecta sociedad, seria irreal utópico pensar que algún día desaparecerá el fenómeno criminal totalmente, sin embargo, es posible que las diversas infracciones a los preceptos legales se reduzcan y se controlen este tipo de conductas ilícitas. La criminalidad ha sido definida como “aquél fenómeno de masas constituido por el conjunto de las infracciones que se cometen en un tiempo y lugar dados”1. Esta definición implica el conocimiento del número de conductas antisociales que llegan a cometerse, enfrentándonos con el problema de la cuantificación, pues bien sabemos que muchas conductas no son denunciadas a la
1
José María Rico, Crimen y Justicia en América Latina, Siglo XXI, México, 1997, p. 34
3
Autoridad y esto hace que nuestro conocimiento de la realidad criminal sea superficial en determinados campos. José María Rico2 clasifica a la criminalidad en: real, aparente, legal, impune y oculta. Define a la criminalidad real como el conjunto de delitos que se cometen efectivamente en un espacio y tiempo dados, prescindiendo de que hayan sido o no denunciados, investigados, juzgados o sentenciados. La criminalidad aparente se conforma con el número exacto de infracciones comunicadas a la policía y al Ministerio Público o descubiertas por esos organismos. La criminalidad legal es aquella que resulta del conjunto de sentencias pronunciadas por los tribunales penales. Se llama criminalidad impune a la diferencia a la criminalidad aparente y legal. Por último la criminalidad oculta es la diferencia entre la criminalidad real y la aparente y también se le denomina cifra negra de la criminalidad.
En otro sentido López Rey, considera que:
La criminalidad y no el delincuente y la victima, ambos parte de ella, constituye el objeto del conocimiento de la criminología. Lo que se ha entendido por criminalidad ha sido, y es frecuentemente aún, oscurecido, aunque no suplantado, por otros conceptos que, a más de reducir considerablemente el campo del conocimiento de la criminología, han contribuido marcadamente a su presente decadencia. Si la misma ha de sobrevivir como disciplina, es a condición de basarse en la criminalidad como fenómeno sociopolítico y no como agregado de delitos en un tiempo y país dados.3
La criminología debe estudiar a la criminalidad como fenómeno sociopolítico, sin embargo esta ciencia no se encuentra en decadencia, basta mencionar la multitud de obras que en esta materia anualmente se publican en todo el orbe para comprobar que es una ciencia dinámica y floreciente.
2
Ibid., pp. 35 y 36 Manuel López Rey, Criminología, criminalidad y planificación de la política criminal, T II, Ediciones Aguilar, S. A., Madrid, 1978, p.1 3
4
El criminólogo mexicano, debe observar detenidamente el contexto en que se da el fenómeno criminal para poder comprenderlo y por lo tanto prevenirlo. Acertadamente la ONU afirma que “La Justicia Social constituye el mejor medio de prevenir la criminalidad. Hay que basarse más en lo social que en lo penal”.4
Por ello para iniciar el estudio analítico de la criminalidad debemos tener en cuenta, como indica Alvarado Alpízar5, que la criminalidad es un fenómeno que se encuentra en todas las sociedades, en algunas en mayor cantidad, en otras en menor, pero en todas infaliblemente. La criminalidad es como un reflejo del sistema de vida de un lugar determinado.
Los estudios que existen en México sobre la criminalidad son incipientes. El Instituto Nacional de Ciencias Penales, dependiente de la PGR, ha iniciado investigaciones serias sobre el tema y ha publicado el libro Distribución, Tendencia y Ritmo de la Criminalidad en la República Mexicana período 1940-19996. La fuente de información de este trabajo la constituyen los anuarios estadísticos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
La inquietud por conocer los datos relativos a la criminalidad ha hecho que diversas procuradurías generales de justicia de los Estados de la República creen departamentos de estadística y se apoyen en programas de sistematización de información por medio de computadoras. Seguramente en poco tiempo tendremos multitud de datos para desarrollar análisis criminológicos que permitan diseñar medidas apropiadas para la prevención de la criminalidad.
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Citada por Aurora Arrayanes Sandoval y Carlos Escamilla Gómez, en la Atención Post-liberación al; compromiso de la sociedad y el Estado, Secretaría de Gobernación, México, 1982, p. 43 5 Samuel Alvarado Alpízar, La criminalidad en el Distrito Federal, Tesis, Escuela de Derecho, UNAM, México, 1981, p.7 6 La obra mencionada se terminó de imprimir el 24 de Octubre de 2000
5
1.1 CRIMINALIDAD REAL
El primer problema al que se enfrenta el criminólogo consiste en detectar lo que se ha denominado como criminalidad real. Esto tiene muchos inconvenientes pues la mayoría de los delitos no son denunciados a la autoridad y ésta última no está en capacidad de detectar todas las conductas delictivas que se dan en nuestra colectividad.
Por otra parte, no todos los hechos que logra conocer la policía o el MP son constitutivos de figuras ilícitas. En este sentido Goppinger dice:
La criminalidad por principio no aparece a la luz del día. Sino sólo por el que otros hombres actúen de cualquier manera, de suerte que, en un primer momento, la perpetración de un hecho permanece ignorada en general; el suceso externo puede perfectamente llegar a ser conocido como en determinadas circunstancia puede no ser reconocido como tal crimen y la comisión de un crimen, puede por las más diversas razones no informarse a la policía. Ello toca el problema de la llamada sensibilidad criminal de la población, mencionemos por otra parte de la denuncias de presuntos delitos que no se han cometido en absoluto.
Considerando que un gran número de delitos quedan sin conocerse, resulta entonces necesario saber cómo investigar lo que se conoce como cifra negra de la criminalidad. De acuerdo con Hood y Sparks:7
Se han utilizado dos estrategias diferentes en los intentos de determinar la cifra oculta. En la mayoría de los casos se ha seguido el método de someter a interrogatorio a un grupo de personas de la
7
Hans Goppinger, Criminología, Instituto Editorial REUS, Madrid, 1975, p. 94
6
Población en general sobre los hechos delictivos por ellos cometidos. Hayan sido o no procesados. Este procedimiento se conoce como de autodenuncia o estudios de delincuencia oculta. Según la otra estrategia a que nos hemos referido, en el que se utiliza el método de la encuesta, se consigue información interrogando a los ciudadanos sobre los delitos de que han sido víctimas y suele denominarse encuesta de víctimas o estudios sobre la actividad delictiva.8
En nuestro país, Néstor José Méndez González llevó a cabo una investigación titulada EL METODO DE AUTODENUNCIA,9 con la finalidad de conocer la cifra oculta de la criminalidad respecto a 17 conductas punibles. Para lograrlo Méndez González entrevisto a 1032 personas con 85 reactivos diferentes, esto lo obligó a manejar 96,620 respuestas y a concluir que existe una amplia diferencia entre la cifra oficial de la criminalidad y la criminalidad real.
1.2 MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN DE LA CRIMINALIDAD.
1.2.1 La Autodenuncia
De acuerdo con Goppinger:
Este método consiste en solicitar información a grupos de personas de la población normal (por ejemplo mediante consulta personal o rellenando cuestionarios), sobre qué delitos han cometido en un periodo determinado sin que importe el si terceras personas o incluso órganos oficiales han 8
Roger Hood y Richard Sparks, Problemas clave en Criminología, Ediciones Guadarrama, núm. 57, Madrid, 1970, p. 13 9 Néstor José Méndez González, El método de autodenuncia, tesis, Facultad de Derecho, UNAM, México, 1977, p.477
7
tenido conocimiento de estos delitos, y sin atender tampoco a una sanción acaecida.10
Se han utilizado las líneas telefónicas y los servicios postales para preguntar al público si ha cometido algún ilícito y si este no fue conocido por la autoridad. Los resultados obtenidos mediante este método son siempre relativos, porque no es posible confiar plenamente en las respuestas de los interrogados; la mayoría de los que realmente cometieron un ilícito no desean que éste sea conocido por persona alguna, y mientras más grave sea el hecho más difícil será que se llegue a conocer por la propia aceptación del delincuente.
Cuando la infracción es intrascendente -robo de baratijas, injurias o lesiones leves- fácilmente puede autodeterminarse ante el investigador, pues el autor considera que al aceptar ilícitos como los anteriores no provoca consecuencia alguna.
A pesar de todas las dificultades mencionadas, debemos insistir en la utilidad de esta forma de investigar la cifra oculta de la criminalidad.
1.2.2 La encuesta de víctimas
Esta técnica consiste en solicitar a un grupo de personas que respondan a un cuestionario cuya pregunta principal es: ¿Ha sido víctima de algún ilícito en su vida?
Los datos obtenidos mediante este proceso más confiable que los que provienen de la autodenuncia, pues es más difícil que una persona mienta cuando se le pregunta sobre algo que ha sufrido.
10
Goppinger, op. Cit., p.95
8
Sin embargo, la víctima puede ocultar la verdad y decir que nunca ha sido victimizada por temor a las represalias de su victimario, y prefiere callar a tener la lejana posibilidad de volver a ser víctima.
Las investigaciones de este tipo tienen ventajas como las que señalan Hood y Sparks:
Las consultas de las víctimas resultan particularmente más aptas para averiguar el volumen y la naturaleza de todas las acciones criminales que son cometidas dentro de un ámbito local determinado y durante un cierto período, además ayudan al estudio del proceso de denuncia y persecución penal.11
Este tipo de encuesta se utiliza también para conocer diversos datos de la víctima:
Su participación en el desencadenamiento o provocación del delito; parentesco, relación amistosa u otra respecto al autor o actores y su familia y tipo de vida. Condición incidental o accidental de la víctima con respecto al autor o autores, o hecho perpetrado por ello.12
Si se quisiera evaluar la aplicaron de estos métodos de investigación de la cifra oculta de la criminalidad en nuestro país se tendría que observar que tan solo se han iniciado los estudios de autodenuncia; son más amplios los que buscan detectar la cifra negra mediante la encuesta de víctimas. Se han realizado recientemente diversas investigaciones tendientes a prevenir a la víctima – mayor o menor de edad - del delito de violación. Es importante estimular la investigación sobre todo dentro del campo de la victimología13 pues, todavía son necesarias amplias investigaciones científico empíricas, antes de que se puedan esperar resultados científicamente seguros.
11
Citados en, ibid., p.96 Ibid p 161 13 López Rey, op. Cit., p 371 12
9
Así por ejemplo, las investigaciones de autodenuncia realizadas hasta ahora, con frecuencia solo limitadamente ofrecen interés precisamente para una comparación con la estadística criminal.14
1.2.3 La estadística criminal
Hoy en día la estadística sigue siendo el instrumento fundamental para conocer la criminalidad que se presenta en un lugar y tiempo determinado. En este sentido, Rodríguez Manzanera afirma que “La estadística, cuyos pasos de recopilación, organización, presentación, análisis e interpretación deben ser meticulosamente seguidos, es una importante herramienta en el trabajo criminológico.15
En nuestro país las estadísticas criminales son procesadas por la Coordinación General de los Servicios Nacionales de Estadística, Geografía e Informática, de la Secretaría de Gobernación. Los datos de orden criminológico que esta coordinación investiga son los relativos a presuntos delincuentes – hombres y mujeres-, los de las personas sentenciadas, tanto del orden común como del orden federal, y los relacionados con el tráfico de vehículos. Los datos de las sentencias constituyen lo que hemos definido como criminalidad legal.
Existen otras dependencias del sector oficial que elaboran estadísticas de la criminalidad. Una de ellas es la PGJ del Distrito Federal, la que a través de su Dirección General de Organización y Métodos recopila los datos de los delitos que son denunciados en las averiguaciones previas. Estos datos conforman lo que hemos llamado criminalidad aparente.
Otras Procuradurías Generales de Justicia Estatales también procesan datos y los publican, como sucede con la PGJ del Estado de Jalisco. 14 15
Goppinger, op. Cit, p. 97 Luís Rodríguez Manzanera, Criminología, Editorial Porrúa, México, 1982, p. 53
10
Por otra parte, algunas instituciones penitenciarias del país informan con cierta regularidad los datos relativos a sus internos. A los criminólogos nos corresponde, en un primer momento, analizar e interpretar estos datos, pero también resulta una tarea indispensable intervenir en su recabación y procesamiento con la finalidad de darles un mayor contenido criminológico, pues los que actualmente tenemos son de índole eminentemente jurídica.
En la elaboración de estadísticas se deben cuidar muchos detalles como la fuente de información, si existe interés político, religioso o económico, si los datos fueron recabados por personal autorizado, si estudiaron muestras representativas (mayorías), o muestras significativas (minorías). El criminólogo difícilmente puede confiar en los datos que aportan los periódicos, pues son generalmente proporcionados por personas sin la preparación adecuada, o bien, como generalmente sucede, sólo publican los datos que les interesan con fines económicos (mayor venta del diario). Igualmente puede darse el caso de que los datos proporcionados a los medios de difusión no estén plenamente probados.
Afortunadamente nos encontramos en una época en la que se han logrado importantes avances científico tecnológicos; entre ellos la computadora y la informática aplicada, que posibilitan un más fácil y rápido procesamiento de datos a propósito de esto López Rey comenta:
Informática y estadística criminal van de la mano y es difícil vislumbrar que la primera pueda un día absorber a la segunda. Por ello, una política pueda quizá llevarse a cabo sin informática, pero difícilmente sin una estadística criminal. Todo criminólogo debe conocer lo suficiente de la estadística general, y de la criminal en particular, dada la significación que tienen en la formulación de la política criminal, la organización del sistema penal y la investigación criminológica.16
16
López Rey, op. Cit, p 370
11
Actualmente están funcionando en los Estados Unidos de América novedosos sistemas computarizados, como el que menciona Rhodes17, que consiste en un sistema de computadoras que permite la entrada de llamadas telefónicas, proporcionando información en cuestión de minutos. Este autor propone el sistema que ha llamado on line –en línea- para procesar los datos del organismo encargado de analizar las estadísticas criminales.
En México están sumamente avanzados los estudios para la creación del casillero de sentenciados. Este consiste en “el archivo que se constituye con el fin de registrar, ordenar sistemáticamente y recuperar con eficacia y rapidez los datos referentes a los antecedentes judiciales de todas las personas sentenciadas en un país determinado”18. La institución encargada de llevar a cabo este casillero es la Dirección General de Servicios de Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Gobernación. Para ello ha instalado un sistema de computación que procesa los datos que se reciben, ya que “la correcta operación del Casillero Nacional de Sentenciados exige la formación de técnicos altamente especializados19”.
En la ciudad de Pachuca se ha instalado una computadora a la que tienen líneas de acceso tanto la PGJ como el Tribunal Superior del Estado de Hidalgo. De este modo se le proporciona información sobre datos generales de los procesados y de su situación jurídica. En 1989 se instalaron computadoras en los juzgados federales del estado de Jalisco.
17
W. Rhodes, “Futuro de la Justicia Criminal”. En criminología y penología abstractas, vol 21, núm. 1 Enero-febrero de 1981, Ámsterdam Holanda, p. 26 18 Rafael Moreno González, “El casillero Nacional de Sentenciados” en temas penales, INACIPE, México, 1982, p. 150 19 Ibid., p.155
12
1.2.3.1 Fuentes de Estadística Criminal
Procuradurías Generales de Justicia de los Estados de República. La principal fuente de la estadística criminal la constituyen los expedientes de averiguaciones previas que se denuncian con la denuncia o querella de un ilícito.
Los datos que se obtienen están relacionados con el presunto delito cometido, el lugar del hecho, la fecha, la hora de comisión, los instrumentos utilizados y los datos generales de los presuntos responsables (nombre, edad, domicilio, religión, lugar de nacimiento, escolaridad). También se recaban los datos generales del denunciante o querellante. Todos estos datos vienen a conformar la base de la estadística criminal.
En el país son pocas las procuradurías que tienen personal y presupuesto para procesar datos. Por ellos se concentran generalmente en determinar el número de delitos anualmente. Esto último es lo que hemos denominado criminalidad aparente, y los datos que se obtienen presentan las siguientes limitaciones algunos de los hechos delictuosos denunciados no tienen el carácter, por ejemplo se informa de un homicidio y en realidad fue un suicidio o un accidente. No obstante, la averiguación se debe iniciar como si fuera homicidio y el dato será procesado como tal. Solo hasta después el agente del MP o el perito de criminalística serán quienes consideren si se trata o no del ilícito mencionado. Generalmente es el Juez de la causa quien hace la determinación correspondiente.
Otra limitación consiste en que algunas ocasiones el litigante, al presentar la denuncia, sólo indica los hechos y la identificación del ilícito corresponde al Agente del Ministerio Público o el perito de criminalística serán quienes consideren si se trata o no del ilícito mencionado.
13
También se presenta el inconveniente de que los hechos denunciados sean falsos y, a pesar de ello, quedan registrados para fines estadísticos.
A pesar de todas las objeciones anteriores estos son los datos iníciales o básicos que deberá conocer el criminólogo para interpretar el fenómeno criminal. Tribunales Superiores de Justicia de las Entidades Federativas. Los datos que se pueden obtener de los expedientes judiciales siempre serán más reducidos que los de los expedientes de Averiguaciones Previas, pues sólo un determinado número de estas últimas son consignadas por las autoridades. Lo anterior se debe a que muchas de las denuncias, sobre todo de los delitos leves, permiten el perdón del ofendido y terminan el asunto en la Agencia del Ministerio Público. En otros casos los datos aportados por el denunciante son insuficientes y hacen que las averiguaciones pasen a las oficinas denominadas “mesas de tramite”; allí muchas de ellas son enviadas al archivo porque los denunciantes no se vuelven a presentar. También sucede que el Ministerio Público considera que no hay ilícito que perseguir, pues los hechos denunciados no constituyen el mismo y por lo tanto se archivan. En algunos casos pueden operar factores de corrupción y por lo tanto no son proseguidos los trámites de averiguación previa.
Por otro lado, las estadísticas del Sistema de Administración de Justicia se elaboran con base en las sentencias dictadas, tanto de primera como de ulteriores instancias. Los datos relativos a sentencias de primera instancia serán superiores a los de segunda, pues en muchos procesos penales no se interpone el recurso de apelación. Estas estadísticas criminales son las que concentra el ANUARIO ESTADISTICO DE LA SECRETARÍA DE GOBERNACIÓN.
14
SISTEMA PENITENCIARIO.Las diversas instituciones penitenciarias del país llevan registros sobre todas las personas que ingresan tanto a los reclusorios (prisión preventiva) como a las penitenciarías (prisión de cumplimiento de sentencia).
En estas instituciones la población es flotante, sobre todo en la prisión preventiva, ya que la mayoría de los que ingresan logran obtener su libertad bajo fianza o caución, por lo que su permanencia es generalmente breve.
Hasta 1996 se llevaron a cabo diversos congresos penitenciarios a nivel nacional. En este último, efectuado en Monterrey, Nuevo León, se entregó a los participantes un libro con las ponencias oficiales y en su parte final se presentaba un censo nacional de sentenciados y procesados.
1.2.3.2 Alcances y límites de la estadística criminal
En México las estadísticas criminales carecen de un adecuado rendimiento y sólo tienen valor enunciativo. Una de las principales causas de este bajo rendimiento consiste en que, a nivel nacional no existe una oficina encargada de la obtención y procesamiento de datos sobre la criminalidad en México. Aún no se le ha dado importancia a este tipo de información y esto significa que tenemos un sistema incompleto de estadísticas criminales. Además, los datos que son publicados en los anuarios solamente se refieren a los casos juzgados y no se profundiza en los mismos. Se presentan datos relativos a hechos de transito (criminalidad imprudencial), analizando únicamente los relacionados con las muertes violentas, lesiones, daños y tipo de accidente.
Sabemos que hacen verdaderos esfuerzos para agrupar los datos de todo el país, pero falta personal calificado y presupuesto para llevar a cabo estas investigaciones.
15
Independientemente de que en México la investigación sea insuficiente, en países como Alemania donde si existe un sistema nacional de estadística criminal, los datos que se obtienen resultan ser relativos. Goppinger dice “ni la estadística nacional de la policía ni la estadística de la persecución penal reflejan, debido a su tratamiento del concurso ideal, toda la gama de tipos realizados. Tampoco permiten ambas estadísticas ninguna afirmación tajante sobre el número de los hechos cometidos en el concurso real”20. Por ello, los datos proporcionados por la estadística criminal sólo tienen valor enunciativo.
Ahora bien, al tener datos parciales, relativos a determinados puntos y disgregados, no se puede realizar un análisis global del fenómeno criminal, ya que este debe ser estudiado en relación con el lugar en que se presenta y el momento determinado de su aplicación y desarrollo. Es por esto que la principal objeción a los datos de la estadística criminal consiste en que no permiten realizar un análisis global.
Otro de los límites de la estadística criminal consiste en que los únicos datos agrupados resultan parciales, pues el fenómeno criminal no se explica solamente con el número de delincuentes conocidos o sentenciados, sino con el profundo conocimiento de sus características bio-psico-sociales. Lo anterior implica tanto la necesidad de ampliar los datos obtenidos como la realización de su correlación con la realidad nacional, en sus diversas dimensiones.
El instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente sintetiza las limitaciones de la estadística criminal de la siguiente manera:
a) Sólo reflejan la criminalidad a través de la criminalidad aparente o legal.
20
Goppinger, op. Cit., p. 91
16
b)
c)
d) e)
El aumento o disminución aparente de la delincuencia puede deberse a una adecuada o inadecuada recolección de la información. La eficiencia o ineficiencia de los servicios encargados de la represión puede redundar en aumento o disminución de las tasas de criminalidad. Reflejan cambios en textos legales Muestran las variaciones de las actitudes de policías y jueces frente al delito.21
Finalmente son los criminólogos mexicanos los que deben avocarse tanto a la sistematización de los datos como a la ampliación y correlación de los mismos, pues éstos son sumamente importantes para conocer la especificidad de la criminalidad en nuestro país y para diseñar las posibles políticas de la prevención que se puedan aplicar.
En este mismo sentido se pronunció el Primer Simposio sobre Política Criminal en América Latina, que el Instituto Latinoamericano de Naciones Unidas (ILANUD) organizó con el patrocinio del gobierno de México en 1976, y en el que el criterio de los representantes de los 18 países que participaron fue que lo que primero debía hacerse, con el fin de orientar o establecer una política criminal propia, era contar con una estadística criminal científicamente llevada, que mostrara la realidad de nuestra delincuencia y que nos diera datos comparables que sirvieran de base para fijar políticas futuras de prevención y tratamiento.
21
ILANUD, Compendio de estadística criminales en Centroamérica y el Caribe 1950-1977, p. 70
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CAPITULO 2 “ESTUDIO CRIMINÓLOGICO DE MEXICO DENTRO DEL MARCO LATINOAMERICANO”.
2.1 INTRODUCCIÓN AL PROBLEMA. La grave situación social por la que atraviesan diverso países latinoamericanos hace que México analice cuidadosamente las circunstancias que provocan sus problemas sociales.
Por otro lado, existe una gran similitud entre todos los habitantes hispanoamericanos. Sus antecedentes y la conformación de sus grupos humanos son muy parecidos.
El centro Latinoamericano de Investigaciones en Ciencias Sociales considera que:
El conjunto de Países Latinoamericanos se caracteriza por los siguientes rasgos: 1) fuerte expansión demográfica, 2) bajo nivel educacional, 3) deficiente situación sanitaria, 4) escaso nivel de vida, 5) condiciones de trabajo inadecuadas 6) estructuras sociales atrasadas 7) desarrollo de la clase media 8) deficiente integración nacional, esencialmente en el plano económico, 9) reducida industrialización, 10) escasa renta nacional, 11) débil desarrollo agrícola, 12) bajo nivel de consumo de energía mecánica, 13) hipertrofia del sector comercial22.
Aunque estas características fueron señaladas en 1999, se puede afirmar que a pesar de que han pasado 8 años éstas sólo no han cambiado, sino que han empeorado. Por otra parte, estas características pueden atribuirse a dos cuestiones básicas: al estado de subdesarrollo que viven los pueblos de América del Sur,
22
Citado por José María Rico, Crimen y justicia en América Latina, siglo XXI, México, 1997, p. 13
18
Central y México, y a la injusticia social enmarcada en la desproporción entre la riqueza y pobreza que se vive en este hemisferio.
De la misma forma, J. M. Rico dice:
América Latina no es solamente un continente en plena evolución sino también un mundo en crisis, un extraordinario crecimiento demográfico, la gravedad del problema agrario, el incremento considerable y desordenado de la urbanización, la existencia de desigualdades inadmisibles, el carácter feudal de determinados regímenes que viven en la turbulencia de los medios estudiantiles e intelectuales un sentimiento de anti-imperialismo acompañado de un deseo cada vez mas manifiesto de independencia nacional, una situación casi endémica de violencia y represión. 23
Así mismo podemos afirmar que a pesar de que los países latinoamericanos están en una última fase de su desarrollo – lo que de alguna manera repercute en su proceso social y hace que la criminalidad se presente -, estos pueblos alcanzarán mejores niveles de vida en un futuro, si logran contrarrestar su criminalidad.
Profundizando,
América Latina es parte del continente que comprende a todos los países del Hemisferio Sur, con excepción de las Guayanas a toda América Central exceptuando a la República Dominicana y Haití en el Caribe. En total 20 veinte países teóricamente independientes, varios de los cuales han poseído civilizaciones prestigiosas (Azteca, Maya, Chilcotas, Incas), y que presentan características comunes tanto desde el punto de vista histórico como político, cultural, económico o social.24 23 24
Ibid p. 7 Ibid., p 12
19
Otra comprensión global de la situación latinoamericana es la que acertadamente expone F. Hourart:
“América Latina, presenta una relativa unidad cultural. He aquí algunos rasgos comunes característicos: una misma experiencia colonial bajo la dominación de dos potencias, extensión por casi todos los pueblos de dos rangos culturales determinantes: la lengua (el castellano y en Brasil el portugués), y el catolicismo. La conmoción a causa de un vasto movimiento de insurrección desde México a la Argentina, que condujo a estos países a la independencia desde comienzos del siglo XIX, la experiencia de regímenes de fuerza y de periodos de anarquía, así también la sujeción respecto a los intereses económicos de las grandes potencias, y finalmente en la actualidad, la búsqueda difícil de un desarrollo económico que permita responder a la necesidades urgentes de una población de continua expansión demográfica; al enfrentamiento con los problemas planteados por el cambio social rápido y desordenado desarrollo de los grandes centros urbanos, inadaptación de las estructuras agrarias, formación de nuevas clases sociales, a menudo inestables y en conflicto con las precedentes, extensión del extremismo, etc. Y la búsqueda de una estabilidad política y de una independencia económica que favorezca a la elevación de un nivel de vida inquietantemente bajo y la extensión del progreso social”.25
Por otra parte y a pesar de nuestro estado de dependencia económica y cultural, la criminología ha buscado sus propios caminos. En este sentido, Aniyar de Castro dice:
A eso se debe, tal vez el enriquecimiento inusitado de una criminología refugiada exclusivamente en la academia generalmente libre, porque está protegida por la tradición latinoamericana de la autonomía universitaria, y que ha producido todo el esfuerzo de reflexión sociopolítica sobre el rol de la criminología y el criminólogo, en algunos países con democracia formal. A esta autonomía universitaria donde existe, se debe al 25
Citado por Roberto Bergalli, en Criminología en América Latina. Cambio Social, normatividad y comportamientos desviados, Ediciones Pannedille, Buenos Aires, 1972, p. 24
20
La extrema libertad de los logros alcanzados por el grupo de investigaciones comparadas, que han significado el inicio de una criminología transformadora. Así paradójicamente, el subdesarrollo económico y político de nuestros países ha contribuido al desarrollo libre de la criminología.26
Ahora bien el desarrollo de esta ciencia nos lleva al análisis de las características especificas que presenta el fenómeno criminal de estos países “que se van a caracterizar por falta de planificación de la prevención y el control de la criminalidad y la impredecible necesidad de su inserción en los planes de desarrollo nacional de los países latinoamericanos.27
Durante las últimas décadas Latinoamérica ha sido escenario no solo de cruentas luchas revolucionarias –Nicaragua, El Salvador, Guatemala- sino también de reuniones y congresos dedicados al estudio de la criminología. Quizá la celebración más relevante fue la del VIII Congreso Mundial de Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del delincuente, llevado a cabo en la ciudad de la Habana, Cuba, en el mes de Agosto de 1990. En este congreso se volvió a insistir en la importancia de mejorar las condiciones sociales de los países latinoamericanos, para lograr una mejor justicia social y por lo tanto la prevención de la criminalidad. La criminalidad ha estado aumentando a nivel mundial. Ya en 1973 La Asamblea General de las Naciones Unidas “gravemente preocupada por el aumento del crimen en muchas partes del mundo, recomendó informar sobre la situación concerniente a la prevención y al control del delito y preparar un informe sobre los métodos y vías más efectivos para esa acción”.28
26
Lola Aniyar de Castro, Conocimiento y Orden Social: Criminología como legitimación y criminología de la liberación, Universidad de Zulia, Venezuela, 1981, pp. 22-23. 27 Bergalli, op. Cit., p. 18 28 ILANUD, Compendio de estadísticas criminales en Latinoamérica y el Caribe 1950- 1977, Costa Rica, 1979, p. 7
21
Sin embrago, se presume que donde se presenta de manera más lacerante el crimen es en estos países, donde tanto la criminalidad juvenil como la adulta no tienen un control adecuado.
La misma ONU, en 1975, mediante convenio con el Gobierno de Costa Rica, creó el Instituto Latinoamericano de Naciones Unidas para la Prevención del Delincuente, con el propósito, entre otros fines de “coordinar, promover y realizar investigaciones orientadas a la acción, que pudieren ser usadas para iniciar o implementar políticas criminales debidamente planificadas, colaborando en una forma práctica y adecuada con los gobiernos de la región en áreas que fueran de su especial interés.29
Este instituto ha marcado como tendencia primordial el llevar a cabo investigaciones científicas criminológicas, pues considera que antes de dar un paso es necesario conocer la realidad.30
Siendo lo principal realizar investigaciones, los criminólogos mexicanos han insistido en materializar esta necesidad, para lo cual pronto será ampliado este panorama en nuestro país.31 Es así como vislumbramos un futuro prometedor a la criminología en Latinoamérica, a pesar de todas las circunstancias anteriormente señaladas y provocadas por el estado de subdesarrollo y la dependencia económica.
2.2
LAS FORMAS DE CRIMINALIDAD EN LATINOAMÉRICA.
Es conveniente utilizar una clasificación de orden criminológico y no jurídico para el análisis de la criminalidad en nuestro continente. Se presenta la que Rico propone cuando dice “más recientemente los analistas agrupan casi siempre los actos
29
Ibid., p. 5 Ibid., p. 10 31 INACIPE 30
22
Criminales en las categorías siguientes: Criminalidad Económica, Criminalidad de Violencia, Criminalidad contra las Costumbres y Criminalidad de Tránsito”32, y a la cual agrego la categoría de Criminalidad Política. Veamos pues, cómo se desarrolla el contenido de esta clasificación.
2.2.1 CRIMINALIDAD DE VIOLENCIA:
Una de las mayores causas de preocupación para el hombre son sus manifestaciones violentas. Todos somos consientes de nuestra capacidad de violencia y de la forma que podemos utilizarla para resolver los conflictos que se nos presentan.
El hombre es un ser racional que se atreve, por diversos motivos a utilizar su capacidad de violencia para causar daño a sus semejantes. El único ser viviente que ahora es capaz de destruir lo que muchas generaciones de antepasados han construido, persona que puede, por si misma, privar de la vida a otro, que muchas de las veces no llega a captar que sus actitudes son violentas y que provocan reacciones de la misma naturaleza. Gran parte del estudio de la criminología se centra en esta violencia individual, buscando explicarla y prevenirla, pero también analiza la violencia estructural “La que se padece por vivir en sociedad, valga decir, que es el precio que se paga por ser miembro del Estado. Violencia a la que se esta sujeto, que se sufre y que es ejercida en nombre de la sociedad. Esta violencia esta presente rigiendo la vida social, y sin embargo en muchos casos, no puede ser observada e inclusive se hace uso de la manipulación para evitar que se haga manifiesta o se tome conciencia de ella”33.
América Latina sufre ambas formas de violencia y Helder Cámara dice:
32
Rico, op. Cit., p. 105 Armen Cano Gordón y María T. Cisneros Gudiño, La Dinámica d la Violencia en México, Tesis, ENEP- Acatlán, UNAM, México, 1980, p.28. 33
23
Existe una violencia primaria, madre de toda violencia, que es la injusticia que encontramos en todas partes (…) existen pequeños grupos de familias privilegiadas cuya opulencia es mantenida por la miseria de millones de ciudadanos. Llamo violencia a la injusticia porque, de hecho, la miseria mata mayor número de personas, que la más sangrienta de las guerras34.
La violencia está por todas partes, omnipresente y multiforme, brutal, abierta, sutil, insidiosa, disimulada, racionalizada, científica, condensada, solidificada, consolidada, anónima, abstracta, irresponsable35.
Todo comportamiento violento implica la utilización de la fuerza. El diccionario Salvat define al violento como aquél “que obra con ímpetu y fuerza”36. Lalande afirma que la “violencia supone la utilización ilegítima de la fuerza”37.
Veamos pues que la violencia se equipara a la fuerza, pero ésta puede tener carácter individual o social. La Violencia Individual.- “está en relación directa con los logros personales como el éxito, el afán de dominio, la fama, la gloria, la riqueza; las interferencias que se oponen a dichos logros son vistas como atentatorias al bienestar personal y por lo tanto, son origen de una conducta agresiva, de una conducta desviada”38.
Generalmente la violencia individual está ungida de impulsivismo, irracionalidad y destructividad. Esta forma de violencia tiene relación directa con lo que se denominan crímenes de índice.
34
Citado por Cano Gordón y María T. Cisneros Gudiño, en op. Cit., p. 29 Citado por Rico, en Op. Cit., p. 123 36 Enciclopedia Salvat, diccionario, t. XII, p. 3310 37 Citado por Rico, en op. Cit., pp. 107 y 108 38 Cano Gordón y Cisneros Gudiño en op. Cit., p. 24 35
24
En México observamos que generalmente las conductas violentas de carácter individual son ejercidas por personas alcoholizadas. En un gran número de casos de homicidio tanto la víctima como el victimario habían ingerido previamente diversas sustancias alcohólicas. En una investigación, realizada en 1997, se encontró que el 66% de los casos estudiados (homicidios) fueron cometidos en riña y bajo los efectos del alcohol39.
La violencia individual puede disfrazarse en forma de manipulación, presión, dependencia, de tal manera que no se ve diáfanamente y, sin embargo, muestra la utilización de la fuerza en beneficio individual.
En nuestro país aún no hemos podido lograr las continuas demostraciones violentas y sustituirlas por métodos racionales, pero esperamos que los nobles efectos de la educación operen el cambio.
La Violencia Social.- También es conocida como violencia estructural40 o como violencia institucionalizada41. Esta manifestación viene a ser el resultado de la organización de la sociedad; consistente en la utilización de la fuerza en busca del orden y resulta muy difícil saber si es o no legítima en todos los casos en los que se aplica. Rico dice que “la violencia institucionalizada resulta un proceso racional, en el que interviene juristas, políticos, moralistas, educadores, comerciantes, militares, eclesiásticos y filósofos”42. La Violencia social se presenta Cuando una colectividad impide a la mayor parte de sus miembros la satisfacción de sus necesidades fundamentales, mientras las minorías se aprovechan del trabajo ajeno, existe una 39
Juan Pablo de Tavira y Jorge López Vergara, “Diez Temas Criminológicos”, edición multicopiada, México, 1999, pp. 77-137 40 Véase Raúl Bejar Navarro, “Violencia Individual y Violencia Colectiva”, en Revista Línea, num. 11, México, 1974 41 Véase Rico, op. Cit., p 125 42 idem
25
Situación de violencia estructural que se observa cotidianamente a través de hechos violentos como el desempleo, la vagancia, la prostitución, la enfermedad, el hambre. Si los bienes existen pero están detectados por unos pocos, nos encontramos en una situación de violencia estructural. Cuando los recursos de que se dispone en una sociedad están repartidos desigualmente; cuando la distribución del ingreso es desproporcionada; cuando los servicios asistenciales son orientados a satisfacer las necesidades de sectores minoritarios; cuándo la sociedad está dividida en clases sociales contradictorias y antagónicas; cuando la movilidad vertical es mínima; cuando el poder de decisión es patrimonio de unos pocos en beneficio de algunos y no para todos; cuando las consecuencias de todo esto, por una parte son: opulencia, alto nivel de vida, acceso a la educación, al poder…y, por la otra; explotación, enfermedad, ignorancia, se puede afirmar que se está frente a casos de violencia estructural43.
Si se analizan detenidamente las circunstancias anteriores, claramente comprendemos el porqué de la violencia en América Latina. Mientras no se den modificaciones sustanciales a nuestra realidad social la violencia seguirá presentándose diariamente.
Y si a todo ello le agregamos una policía represiva, impreparada, mal seleccionada, que considera que la solución de los problemas se obtiene por la fuerza, tenemos explicaciones más que sobradas de que la violencia se incrementará.
El criminólogo mexicano, consciente de su realidad debe buscar el cambio de estas formas violentas, antes de que sea demasiado tarde y estos grupos decidan hacerse violencia por su propia mano.
43
Cano Gordón y Cisneros Gudiño, op., cit., pp. 26-27
26
2.2.2 CRIMINALIDAD ECONÓMICA
Las principales características que muestra el fenómeno criminal en América Latina –y por lo tanto en México- consisten en las grandes carencias económicas y culturales de los que delinquen. En este sentido se expresa Pinatel cuando afirma:
Los Países Latinoamericanos nos ponen ante una criminalidad primitiva en el campo de la inadaptación económicacultural en los barrios de las ciudades, en América Latina inmensos suburbios de pobres, en los cuales residen a menudo del 30% al 50% de los ciudadanos44.
En México vemos muchos signos de desadaptación que están provocando criminalidad. Por ello comenta Pinatel que en la sociedad poco desarrollada. “Era normal que la criminalidad ligada al pauperismo, emanase de las clases inferiores y tuviera estrecha relación con el alcoholismo, la tuberculosis, la prostitución y las enfermedades venéreas, los trastornos mentales, el suicidio, el vagabundaje y la mendicidad. Todos estos hechos pueden ser considerados como pertenecientes a una misma familia; manifestaciones de inadaptación”45.
Las cifras oficiales de la criminalidad marcan principalmente este tipo de criminalidad económica, rudimentaria, primitiva, y poco es lo que conocemos de la criminalidad económica estructurada, organizada, planeada. A esta última se le conoce como criminalidad en los negocios46 o simplemente como criminalidad de cuello blanco47.
El estudio de la criminalidad económica se puede dividir en dos partes, la primera la denominare criminalidad tradicional y la segunda criminalidad económica moderna. 44
Jean Pinatel, La Sociedad Criminó gena, Aguilar, col. Agrión, Barcelona, 1979 p. 25
45
Ibid., p. 12 Rico, op. Cit., p.200 47 Edwin Sutherland citado por Rico, en op., cit., p. 186 46
27
La criminalidad económica tradicional está constituida por los delitos que van en contra del patrimonio de las personas, como serían el robo, el fraude, el abuso de confianza, el despojo y el daño en propiedad ajena. Un gran número de estos hechos son captados por las estadísticas oficiales. Generalmente quienes cometen estos ilícitos presentan las características sociales de ser desempleados, o bien subempleados, con baja educación –sin haber terminado la primaria-, habitantes de vecindades o cuartos donde se da el hacinamiento. La comisión del primer delito mencionado –el robo-, que es el más común en la comunidad mexicana, se lleva a cabo muchas veces sin la utilización de arma alguna, aprovechándose de la fuerza (arrebatar un bolso a una mujer), o mediante la astucia (carterista). En los últimos años, y debido a la severa crisis económica por la que atraviesa el país, el robo se ha transformado y se utilizan armas de grueso calibre para su perpetración. En no pocos casos la víctima ha muerto al intentar defenderse o bien al oponer resistencia. Encontramos que “los bienes más codiciados, ya que procuran satisfacción de necesidades primordiales son: el dinero y los bienes muebles”48.
Los fraudes se han multiplicado, haciendo que la población desconfíe de las transacciones comerciales; la deslealtad entre amigos y conocidos se hace más presente, pues se buscan los satisfactores por los medios que sean.
Este tipo de criminalidad ha aumentado grandemente y las cifras de la PROFECO demuestran que cada día se denuncian más ilícitos relacionados con el comercio49.
En cuanto a la criminalidad económica moderna son, sin duda, los trabajos de Sutherland los que han transformado la perspectiva del análisis. Sus estudios sobre la criminalidad cuello blanco modificaron las concepciones que se tenían sobre el comportamiento criminal. 48
Rico, op., cit. P. 189 Véase Manuel Bonome, La reacción Administrativa ante la Criminalidad Económica, tesis de Maestría en Criminología, Instituto de Formación Profesional. 49
28
Vázquez Hernández comenta que este autor “frente a la etiología criminal limitada de las clases inferiores, opuso la teoría de la asociación diferencial”50.
Por otra parte Kaiser hace la distinción entre criminalidad de cuello blanco y criminalidad de cuello azul (por aquello del overol obrero), indicando que esta última se refiere a la criminalidad tradicional, para lo cual dice:
Como ya indica la denominación tipológica delictiva de la criminalidad de “cuello blanco” de los delitos de aquellos individuos que se cuentan entre las personas distinguidas, que pertenecen, por lo tanto, a las clases socio-económicas superiores. Estas se supone no son en su comportamiento realmente diferentes a las personas modestas. Solo que, al parecer saben presentarse mejor. No hay duda de que ya en sus primeros pasos se ha introducido en el concepto de white collar crime la visión dicotómica de arriba abajo, de resentimiento y de crítica social. Precisamente a tales motivaciones y razones de justicia debe en primera línea su dinámica y resonancia actual.51
El estudio de estos comportamientos, cometidos por personas de fuerte poder económico, de alta respetabilidad, llevados a cabo mediante diversas opciones de tipo corporativo empresarial, ha hecho que la criminología amplíe su campo de investigación.
Una realidad tangible es el poco avance que este tipo de investigaciones ha tenido en México y Latinoamérica. Pierce afirma que “los delitos de mayor significado económico, los que cometen los ricos, son los que menos se divulgan, menos se investigan y, cuando se sancionan dejan un estigma muy leve en los infractores declarados”.52
50
Ángela Vázquez Hernández, “Formas y dimensiones nacionales y transnacionales de la criminalidad económica”. Apuntes multicopiados, instituto de formación profesional, PGJ del DF, México 51 Gunter Káiser, Criminología. Una introducción a sus fundamentos científicos, Madrid, 1979, p 209 52 Fran Pierce, los crímenes de los poderosos, siglo XXI, México, 1981, p. 109
29
En síntesis, a los empresarios que han cometido conductas ilícitas a través del comercio, generalmente se les sanciona con multas y no con penas privativas de la libertad. Un ejemplo claro de ello son las multas que impone la PROFECO.
La importancia sobre legislar sobre Derecho Penal económico, para que su progreso no se vea entorpecido “En los países que como Latinoamericanos, han planificado su economía para modificar el sistema económico existente, con la finalidad de procurarse un desarrollo independiente, el Derecho Penal Económico debe proteger y de hecho ello está sucediendo en forma cada vez mas pronunciada, el interés del Estado en lograr ese objetivo”53.
En los últimos tiempos encontramos ejemplos de esta criminalidad económica en los delitos cometidos por medio de computadoras y por altos funcionarios (ejecutivos) de empresas, o bien mediante las actividades comerciales de la misma empresa, en el contrabando y evasión fiscal que tanto daño ha hecho a México.
También se integra a este tipo de delitos de criminalidad por abuso de poder, “perpetrada por criminales que detectan el poder político y lo ejercen impunemente, perjudicando a los ciudadanos y a la comunidad en beneficio de su oligarquía, o que disponen de un poder económico que se desarrolla en perjuicio del conjunto de la sociedad”54.
Las empresas transnacionales también deben ser investigadas criminológicamente pues en diversos países latinoamericanos su comportamiento ha dejado mucho que desear.
53 54
Esteban Righi, “Derecho Penal Económico”, en estudios de Derecho económico Luís Rodríguez Manzanera, Criminología, editorial Porrua, México, 1982, p. 502
30
2.2.3 CRIMINALIDAD CONTRA LAS CONSTUMBRES
Dentro de este concepto, se enmarcan un concepto de infracciones cometidas por una multitud de ciudadanos, y que con el paso del tiempo se van transformando, como ocurre con las conductas de contenido social.
Muchos de estos datos que registran las estadísticas criminales tienen como antecedente este tipo de conductas. Varían según las épocas, como las influencias culturales de los países.
La criminalidad en contra de las costumbres tiene en gran medida relación directa con las condiciones de vida, con la situación social. Solís Quiroga55 comprende dentro del espacio social tanto al medio geográfico como cultural, integrando dentro de este último a la educación de los vicios, la delincuencia.
2.2.4 CRIMINALIDAD DE TRANSITO
Una de las grandes preocupaciones del criminólogo moderno consiste en la prevención del elevado incremento de las muertes violentas y lesiones graves producidas con motivo del tráfico de vehículos56.
En México, este tipo de infracción se ha incrementado en los últimos años, sin que tengamos datos estadísticos apropiados; sin embargo los que detectamos nos demuestran claramente el aumento de los accidentes fatales.
55 56
Héctor Solís Quiroga, Sociología Criminal, Editorial Porrua México 1997 Ernesto Viste Valdivieso, Prevención de la Criminalidad del tráfico de Vehículos”
31
El criminólogo tiene un amplio y novedoso campo de acción en la investigación y prevención de los hechos de transito. El campo es difícil las soluciones no sencillas. “Para poder controlar este fenómeno creemos que la decisión básica y principal es política y debe partir del rediseño por parte del Estado de la producción de los vehículos de transporte, que debe ser pensada en función de las necesidades reales del país y no de los mezquinos intereses de un grupo poderoso de transnacionales”57. En Alemania, informa Káiser, “los delitos de transito representan en la actualidad escasamente la mitad de toda criminalidad registrada”58.
Para Viste, en México los Homicidios y lesiones que ocurren con motivo del tránsito de vehículos, largamente superan cualquier otro tipo de delitos; además destacar el daño en propiedad ajena imprudencial, consecuencia casi obligada de toda colisión”59. La anterior afirmación es exagerada, pues no superan los delitos de transito a los delitos patrimoniales.
Por otro lado, existe una alta correlación entre la ingestión de bebidas alcohólicas y el accidente de tránsito.
En México, los datos que presenta el Anuario estadístico de los Estados Unidos Mexicanos60, muestra claramente el aumento de los que murieron en accidentes de tránsito. Se calcula que en 1999 murieron 6 mil 296 personas y 40 mil 762 resultaron heridas. La principal causa fue la colisión con otro vehículo y está en segundo lugar el atropellamiento. Son más elevados los accidentes en las
57
Vite Valdivieso, op. cit., p.7 Káiser, op., cit., p. 236 59 Viste Valdiviezco, op. Cit., p. 7 60 Anuario Estadístico de los Estados Unidos Mexicanos, Secretaría de Programación y presupuesto, México 1980, pp. 750-758. 58
32
Zonas urbanas que en las rurales. Solamente en el DF mueren 3400 personas al año61.
2.2.5 CRIMINALIDAD POLÍTICA
Es importante analizar el conjunto de conductas que atentan contra la integridad del estado. Las formas en que se han prevenido y reprimido este tipo de acciones han sido diversas.
La criminología ha avanzado poco en el estudio de esta parte del fenómeno criminal. Con estas infracciones tiene especial relación “La inestabilidad política, la falta de participación en la vida política del país de importantes capas sociales, la intervención extranjera, el juego de partidos y el fenómeno del caudillaje”62
Igualmente son característicos delitos relacionados con el terrorismo y la piratería.
políticos
los
Afortunadamente en México, en los últimos años, han sido raros los actos terroristas o de piratería aérea, pues el organismo encargado de administrar a los aeropuertos ha hecho costosas inversiones para prevenirlos.
Respecto a los delitos políticos, sin duda se han prevenido gracias a la actitud de las autoridades de permitir el juego político partidista, de dar oportunidad a que la distancia s manifieste sin trabas, sin represión.
61 62
Rodríguez Manzanera, op. Cit., p. 500 Rico, op., Cit.
33
En 1977 y 1979 se pronunciaron amplios decretos presidenciales de amnistía para los procesados por delitos de orden político, logrando con ello que las actividades delictivas se redujeran y casi desaparecieran. Consideramos que las medidas legislativas fueron las adecuadas para prevenir los delitos políticos. Últimamente se han presentado diversos hechos violentos entre integrantes de diversos partidos políticos y diferencias entre los líderes sindicales.
Resulta interesante comentar que no se considera como criminalidad política las actividades realizadas por funcionarios públicos que, aprovechándose de su cargo se enriquecen grandemente. Esto es criminalista económica por abuso de poder, por ello, la represión por parte del estado en contra de altos funcionarios que cometieron el delito de fraude no tienen carácter de de justicia política sino simplemente de aplicación de derecho al delito del orden común.
34
CAPÍTULO 3. “LOS FACTORES CRIMINOGENOS”.
PROEMIO
Para el estudio del complejo fenómeno criminal es indispensable el análisis de las circunstancias que originan la conducta antisocial. Sólo conociendo los diversos factores que contribuyen a que un hombre integrado a una sociedad realice determinados actos –que esta última no puede permitirle-, se podrán sentar las bases para el análisis científico de la conducta antisocial y de su prevención. Mayorca define el factor criminógeno como “un estímulo endógeno, exógeno, mixto que concurre a la formación del fenómeno criminal”63.
Estos estímulos, que principalmente tienen el carácter exógeno, social, serán los que el criminólogo debe estudiar. Para Pinatel “El Progreso Científico y Técnico provoca una mutación en nuestra sociedad. Así se transforma el juego de los factores criminógenos, tal como existían a fines del siglo XIX, cuando se trataba d una criminalidad residual, de una criminalidad de inadaptación”64.
En gran medida, la realidad social de un lugar específico va a determinar la vida de sus habitantes. Veamos como Pinatel describe el ritmo de vida del habitante de París, ritmo que resulta tener una extraordinaria similitud con el de nuestras grandes ciudades:
63 64
Mayorca citados por Luís Rodríguez Manzanera, en criminología, Editorial Porrua, México, 1982, p. 46 Jean Pinatel, La sociedad Criminó gena, Aguilar, Col. Agrión, Barcelona, 1979, p.77
35
Por todas partes la ciudad es implacable, con sus rascacielos, sus calles invadidas por Automóviles, sus ruidos, sus molestias. En todos lados el hombre está fatigado mentalmente, ansioso. En todo lugar se huye de la ciudad los fines de semana, se aspira la expansión. En todas partes el hombre ansía ver el cielo65.
Nuestra sociedad está en continua evolución, vemos que la criminalidad avanza, detectamos varios de los factores que la provocan como son el desempleo de una parte importante de la población; la migración del campo a la ciudad; el proceso desenfrenado de la urbanización de las grandes ciudades, sin planificación ni control; la desorganización familiar; la deficiente educación; la proliferación de los cinturones de miseria con sus habitantes viviendo en casas de cartón, sin servicios que permitan la más elemental higiene; las continuas actividades violentas de la población en general, el machismo, la corrupción, que hacen que el descrédito aumente.
Todos estos factores en forma relacionada provocan la presencia de actitudes antisociales y, a pesar de lo anterior, sigue siendo minoritaria la población que delinque. Ello se explica porque “el hombre medio conformista, respetuoso de las leyes, a pesar de su fatiga y cansancio moral lleva virtudes profundas que han marcado la historia de su atormentada especie”66.
Resumiendo, los factores criminógenos se puede clasificar en tres grupos: Los Sociales, Los Psicológicos y los Biológicos. Estamos seguros de que entre la enfermedad mental – especialmente la psicosis- y la conducta antisocial existe una relación más estrecha, pero en términos generales la conducta criminal parece estar más provocada por los factores sociales y psicológicos que por los biológicos.
65 66
Ídem Ídem.
36
3.1 LOS FACTORES SOCIALES
La Sociología es la ciencia encargada del estudio de los factores sociales. Los factores Criminógenos de orden social son, en orden de importancia: a) La desorganización familiar b) La falta de educación c) El desempleo d) El alcoholismo e) La migración campesina f) La desordenada urbanización.
3.1.1 La desorganización familiar
Cuando el núcleo social se desorganiza, el desarrollo de los menores estará sujeto a múltiples dificultades; “ya desde el Primer Congreso de la Naciones Unidas sobre la Prevención del Delito y Tratamiento de Delincuentes, celebrado en Ginebra, en 1955, se resaltó la importancia d la cohesión familiar para la prevención de la delincuencia juvenil”67.
La desorganización familiar implica una serie de cambios en la vida de los que la padecen y provoca desorganización estructural por que los miembros de la familia restantes tienen que encargarse, respecto a la socialización del niño, de papeles diferentes a los acostumbrados. Con ello podría quedar perturbado el proceso de socialización del niño cosa que influye en la conducta posterior en el sentido de una conducta desviada del mismo.68 Cuando la familia se desorganiza, ya sea debido a la muerte, separación o divorcio de los padres, traerá serias consecuencias en el desarrollo de los niños que serán más graves mientras menor sea la edad del descendiente. Los Psicoanalistas consideran que los 6
67
Juan Pablo de Tavira y Noriega, “Los Factores Sociales de la Criminalidad” en temas penales, INACIPE, MEXICO, 1982, pp. 129-130. 68 Goppinger, op, Cit. P. 226
37
Primeros años son clave en el desarrollo del niño y que cualquier alteración en esta etapa producirá efectos irreparables. Lo anterior no implica que el hecho de prevenir de una familia mal integrada convierta al sujeto en un delincuente. Sin embargo si puede afirmarse que esta persona sufrirá para adaptarse a su medio y tendrá más probabilidades de cometer conductas antisociales.
Mucho es lo que tiene que hacer el criminólogo en el campo de la prevención, pero necesariamente deberá comenzar por apoyar la estructuración de familias sanas, que permitan el adecuado desarrollo de sus miembros.
3.1.2 La falta de educación
Una de las características que es fácilmente apreciable en la generalidad de los internos de nuestras instituciones penitenciarias es su bajo nivel educativo. La gran mayoría no alcanza los estudios básicos, es decir, la primaria.
Mientras sea mayor la preparación académica de una persona menor será su posibilidad de delinquir. La explicación de esta regla la encontramos en el hecho de que quien ha alcanzado altos niveles escolares difícilmente arriesga su profesión, prestigio y futuro, por la comisión de un hecho delictivo. Ciertamente no es una regla determinante, precisa, pues se dan casos de universitarios y hasta de posgraduados que caminan por las vías del ilícito aprovechándose de su formación. Es necesario señalar que por lo común quienes están muy preparados no llegan a prisión, ya sea porque no se dejan aprehender fácilmente o porque gracias a su formación profesional poseen grandes recursos económicos o bien, en algunos casos, cohechar a las autoridades respectivas.
38
Hace muchos años Enrique Ferry hizo notar que “la instrucción contribuye a corregir o a disminuir, en la gran masa de los delincuentes ocasionales, la imprevisión, que es entre ellos el estimulante más eficaz de la criminalidad”.69
3.1.3 El desempleo
Uno de los indicadores de la crisis económica lo constituye el aumento de las cifras relativas al desempleo.
Tanto el Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social como el Centro Latinoamericano de Demografía, muestran que en América Latina: la población clasificada en la categoría económicamente activa no es completamente utilizada; las principales formas de utilización incompleta de la mano de obra son el desempleo y el subempleo, la afectación de los trabajadores a destinos que no exigen las competencias técnicas correspondientes a las clasificaciones obtenidas, en empleo en formas de actividad de escasa productividad o de mínima utilidad.70
El mexicano tiene una gran capacidad de generar subempleos si se queda sin trabajo, por lo que encontramos comúnmente a personas vendiendo variados productos en las calles.
Ese factor social denominado desempleo va a ser el detonante de la conducta ilícita en numerosas personas que consideramos como delincuentes ocasionales, pues al verse sin la posibilidad de allegarse por vías legales los satisfactores mínimos se lanzan al delito, principalmente contra la propiedad.
69
Enrique Ferry citado por Samuel Alvarado Alpízar en la Criminalidad del Distrito Federal, Tesis, Facultad de Derecho, UNAM, México, 1981, p.105 70 Institituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social citado por Rico., cit., p. 25
39
Vemos además de que la gran desproporción que existe en nuestro país entre riqueza y pobreza hace que quienes carecen de los bienes indispensables busquen quitárselos a quienes ostentan tenerlos en demasía.
Sin duda la situación del desocupado está relacionada con el ocio, y éste con la ingestión de bebidas embriagantes, lo que hará que la persona desempleada no reflexione adecuadamente, a consecuencia de la intoxicación etílica, y se lance a cometer diversos ilícitos.71
3.1.4 El alcoholismo
Es importante para el criminólogo conocer la relación existente entre la ingestión de alcohol y la criminalidad. El alcohol provoca en el ser humano una desinhibición de su conducta que se manifiesta en impulsivismo. Mientras mayor haya sido el consumo se presentará la disminución de la capacidad crítica y de juicio. Lo anterior hará que la persona pueda más fácilmente cometer un ilícito.
En una investigación realizada con 109 internos del Reclusorio Oriente del DF, inculpados de haber cometido el delito de homicidio, se concluyó que el 66% lo había cometido bajo los efectos del alcohol.72
Una vez señalada la correlación entre el consumo de alcohol y la criminalidad es necesario subrayar que existen diversas formas de tomar alcohol.
71
Revista Méxicana de Ciencias Penales, año 1, núm.1, enero-julio de 1978, pp.95-154 Juan Pablo Tavira y Jorge López Vergara, “Diez temas criminológicos” edición multicopiada, México, 1977,pp. 77-137 72
40
La conducta delictiva se asocia principalmente con los bebedores excesivos y moderados. No es común en el bebedor alcohólico, pues éste por lo general pierde sus facultades rápidamente. Los casos en que el alcohólico presenta conductas violentas se deben a la necesidad de continuar ingiriendo sustancias etílicas.
El medio ambiente influye de manera relevante en la conformación de los futuros alcohólicos; actualmente los medios de comunicación hacen continua y permanente apológico para el consumo de bebidas embriagantes, se ha caído en el extremo de anunciar excesivamente estos productos con motivo de espectáculos deportivos y culturales. Debe controlarse la extensa campaña publicitaria de estas substancias; no que se prohíba su producción sino que se limite y se divulguen socialmente sus efectos nocivos.
Por otro lado, el consumo de alcohol provoca tantos problemas económicos como familiares. Resulta pues que en el alcohólico: “es aún más dañino que el problema económico, el impacto psicológico, ya que debido a sus alteraciones de juicio y de conducta, su familia vive siempre en estado de angustia, conoce y teme sus reacciones violentas y lamentablemente no se encuentra en condiciones de enfrentarlas”.73
Se ve pues, la gran relación que existe entre el alcohol y la delincuencia, por lo que el criminólogo debe buscar la manera de prevenir su alta incidencia.
73
Guillermo Calderón Narváez, “Alcoholismo y delincuencia juvenil”, en Revista Mexicana de Prevención y Readaptación Social, núm.2. Mayo de 1972, México, p.37
41
3.1.5 La migración campesina
En México el problema agrario es fundamental. En los grandes centros urbanos (México, Guadalajara, Monterrey) se ve a los campesinos recién llegados buscando trabajo afanosamente. Algunos logran ubicarse en la industria de la construcción o como cargadores en los mercados. Otros inician rústicas actividades comerciales como la venta de productos de bajo precio en las calles.
Resulta que las ciudades no pueden ofrecerles mejores empleos pues los que necesitan son técnicos que puedan desarrollar actividades industriales. Por ello los campesinos no logran insertarse en las fábricas, lo cual hace que su frustración aumente. Vienen de una población rural con la esperanza de encontrar un mejor nivel de vida en la ciudad, y ésta les cierra sus puertas porque no tiene empleo para ellos. La frustración estará íntimamente relacionada con su alcoholismo y por lo mismo con sus conductas ilícitas.
3.1.6 La desordenada urbanización
En México, principalmente en las ciudades más importantes, se puede observar cómo no se previeron las medidas apropiadas para una correcta urbanización.
Esta falta de planificación ha provocado que existan diversos asentamientos irregulares, carentes de todo tipo de servicios – energía eléctrica, agua, centro de salud, escuela, policía. Muchas de las veces “los paracaidistas” se apoderan un predio, para después observar cómo la policía los desaloja, con la consiguiente utilización de la fuerza, ante la negativa de los pobladores a abandonar el inmueble. En muchos lugares del país el Estado se ha 42
visto en la necesidad de regularizar estos predios ante la imposibilidad de ofrecerles lugares mejores.
Se considera como factor criminógeno la desordenada urbanización, por que provoca la desorganización de las familias, la imposibilidad de recibir educación, sobre todo a los que viven en las áreas marginales, y por último, un cambio en su situación emocional al tener que sufrir las diversas privaciones que las grandes urbes provocan.
3.2 FACTORES PSICOLÓGICOS
Los habitantes de México tienen características propias de orden psicológico.
La exagerada autoafirmación de su persona que presentan un buen número de mexicanos es lo que comúnmente se conoce como machismo.
El Machismo hace que el mexicano, busque los métodos violentos, el uso de la fuerza para resolver controversias y por otro lado su inmadurez, que al no tener conciencia de su ser como mexicano al no estar preparado, maduro en su carácter, va ha hacer que se provoquen diversas conductas ilícitas. Esta inmadurez psicológica le impide resolver sus problemas mediante la utilización de la razón y le hace mantener una actitud de continua imprevisión hacia el futuro. Esto último hace que el mexicano siempre este al día porque gasta más de lo que tiene haciendo su situación económica familiar inestable.
43
3.4
FACTORES BIOLÓGICOS
Se engloban los elementos de carácter endógeno que influyen en la comisión de una conducta antisocial.
Estos hechos de tipo interno pueden ser el factor que provoque en determinados casos la conducta ilícita. Ciertos padecimientos pueden provocar la presencia de actitudes violentas, pero éstas van a estar conformadas por otras características de tipo social.
Sucede que cuando se encuentra una correlación entre un determinado padecimiento físico y un delito estamos ante un factor biológico que influyó en la comisión de un delito, pero este nunca va a ser determinante.
Finalmente, la explicación multifactorial del fenómeno criminal es la más aceptada. Por ello hemos clasificado con fines prácticos a los factores criminógenos en biológicos, sociales y psicológicos.
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CAPITULO 4
“LA CRIMINOLOGÍA APLICADA”
4.1 INVESTIGACIÓN Y PREVENCIÓN El éxito de todo estudio criminológico es la prevención. Los criminólogos y los juristas estamos convencidos de que es mejor prevenir que remediar. Es por ello que el campo de la prevención de la criminalidad es el más importante dentro de la actividad del criminólogo. En México, aún nos falta mucho por hacer, y el primer paso que se debe dar es el de realizar investigaciones sobre el fenómeno criminal.
Ahora bien, investigar científicamente implica llevar a cabo trabajos serios, con la aplicación de una metodología apropiada, de tal manera que los resultados que se obtengan “nos demuestren de una manera objetiva, fiable y valida la situación investigada”.
Los objetivos de prevención son: A) las investigaciones encaminadas para la obtención de un diagnostico sobre las actitudes personales y los hechos sociales concurrentes a la génesis del delito, así como otros tipos de comportamiento o componentes de situaciones PRE-delictivas; B) la evaluación de las investigaciones criminológicas para establecer un plano de profilaxis social con el fin de disminuir la incidencia delictiva; C) la formación del personal adecuado para aplicar las medidas inherentes a la prevención y para la aplicación de medidas de profilaxis criminal; D) la centralización, confección y publicación de estadísticas y tablas de prognosis criminal; E) la realización de campañas de orientación de la colectividad para obtener su colaboración en la prevención del delito; F) la elaboración de proyectos de ley, de reglamentos y procedimientos relacionados con la política anti delictiva; G) el estudio y la coordinación de todo lo que se refiere a asistencia oficial a eventos nacionales e internacionales relacionados con la 45
etiología y la prevención del delito: H) la aplicación de medidas de profilaxis social.
Son múltiples los obstáculos que el investigados en criminología debe sortear para obtener datos confiables, y ante la carencia de publicaciones, el criminólogo debe convencer a las autoridades de sus nobles intenciones y de la utilidad que les reportará el resultado de las mismas.
En México, nuestras autoridades ven con recelo y desconfianza al investigado del fenómeno criminal; éste debe crecerse ante los obstáculos y obtener a toda costa la autorización para sus investigaciones. La experiencia señala que cuando se demuestra la seriedad y el carácter científico del diseño de una investigación, la autoridad respectiva permite el desarrollo de la misma.
4.2 CRIMINALIDAD EN LA REPÚBLICA MEXICANA Resulta difícil describir las formas de criminalidad que se dan en nuestro país; sin embargo se presentan algunas de sus características generales. El intento está motivado por el deseo de señalar que es mucho más lo que nos falta por investigar y conocer en este campo que aquello que podemos presentar como producto de un trabajo sistemático de análisis e interpretación de las pocas cifras a las que tenemos acceso.
Ahora bien, de la simple observación de los sujetos privados de la libertas se descubre que la gran mayoría de ellos se encuentra en esta situación por la comisión de delitos patrimoniales, por ello la criminalidad en México es fundamentalmente producto de la inadaptación económica.
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Nuestro sistema judicial debe ser reformado sustancialmente, tanto en la formación del personal que lo integra como en la normatividad que rige los procedimientos penales. Debe tender a evitar que las personas lleguen a sufrir prisión preventiva y buscar sustitutivos de la misma como la pena pecuniaria.
Todo funcionario encargado de impartir justicia debe estar ampliamente preparado y ser debidamente seleccionado para que sus actividades estén apegadas a las normas constitucionales. Estas en aplicadas como los constituyentes las idearon. Por ello debemos seguir luchando por su aplicación exacta.
Es sistema penitenciario debe ser reformado también en forma sustancial. No cumple con los fines para lo que fue creado: la rehabilitación de los sujetos que han presentado conductas antisociales. Hoy en día la mayoría de los centros penitenciarios se encuentran sobre poblados provocando el hacinamiento de los internos; esto ha traído como consecuencia la organización de motines con resultados sumamente lamentables.
Es necesario estimular la participación de la población en la prevención del fenómeno criminal. Para lograrlo, sería adecuado promover campañas encaminadas a evitar la conducta antisocial se presente.
El criminólogo y el jurista mexicano debe colaborar en la promoción de una conciencia colectiva frente al fenómeno criminal. Solamente cuando todos trabajemos de manera conjunta e integrada podremos controlar la criminalidad. Lo anterior implica que todos tengamos conciencia de que la inexistencia de una real justicia social es el principal estímulo para que se presente la criminalidad.
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CONCLUSIONES
PRIMERA. La criminología quiere explicar científicamente y hacer visibles las relaciones reales que se encuentran entre el delito y el delincuente con base en métodos experimentales. La criminología posee un conjunto de conocimientos ordenados que tiene un método de investigación y un objeto de estudio bien determinado. El objetivo de la criminología consiste en el estudio de la conducta humana antisocial, entendiéndose por ésta lo que va en contra de las normas aceptadas por una sociedad específica. Todo lo anterior como un objetivo general en cuanto a que objetivo particular es estudiar las principales formas de criminalidad y los factores criminógenos, valorar la investigación criminológica y la acción social del criminólogo en su tarea por la prevención de la criminalidad. Con los objetivos específicos de proponer programas, proyectos y acciones estatales para lograr el control y reducción del fenómeno criminal de nuestro país.
SEGUNDA. La criminología es una ciencia empírica e interdisciplinaria que se ocupa de las circunstancias de la esfera humana y social relacionadas con el surgimiento, la comisión y la evitación del crimen, dirige su investigación al campo de la experiencia sensible y en general hacia todo lo que está relacionado tanto como con las normas del derecho como con la personalidad del delincuente, sus circunstancias y la conducta condenada por el orden jurídico y social. Finalmente la criminología científica y de la empírica creada por la actividad de los profesionales del derecho como son los jueces, los funcionarios públicos, los abogados, los notarios, los corredores públicos etc.
TERCERA. Nuestra propuesta abarca los campos de la prevención, control y tratamiento de la criminalidad, esto es analizar la criminalidad como fenómeno social, las formas de la criminalidad que predominan en Latinoamérica y en especial en nuestro país. Los diversos factores criminógenos que inciden, así como el comportamiento de la criminalidad en México, la actividad en nuestro sistema judicial y en general el espíritu de colaboración 48
para lograr el desarrollo de nuestro México, dentro de esferas cada vez más justas, libres y humanas.
CUARTA. La Sociedad Civil debe participar en el Control de la Criminalidad, al involucrarse hace posible una política criminal real, preventiva, participativa, que incorpore al ciudadano en las decisiones, que aliente las respuestas sociales locales y consulte las necesidades de todos, protegiendo los derechos y contribuyendo al reordenamiento global de la sociedad, condición o meta necesaria para reducir la criminalidad a niveles racionales.
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