PLENAMENTE HUMANO, PLENAMENTE VIVO (Una vida nueva a través de una visión nueva) PRIMERA PARTE
Por: Jorge Horacio Zamora Cruz El mes pasado tuve la oportunidad de leer un maravilloso libro de un sacerdote jesuita de nombre John Powell, psicólogo educativo, quien hace una propuesta pedagógica sobre la base de la llamada inteligencia emocional, la inteligencia emocional o como se conoce en psicología, neurolingüística conforma una noción muy interesante para el campo de la docencia, la tesis central de Powell merece ser comentada y aprovecho esta ocasión para convidarles un poco de su pensamiento. Powell piensa que existen dos tipos de personas: los que piensan que en la vida se debe sufrir para merecer algo y por tanto la pasan mal, y los que piensan que aunque la vida es difícil, lo importante es pasarla bien o por lo menos, menos mal. Las personas que tratan de ver la vida sin tantas complicaciones son las que emplean todas sus facultades, poderes y talentos humanos en abundancia, son enteramente funcionales en sus sentidos externos e internos, se sienten cómodos y están abiertos a la experiencia y expresión plena de todas las emociones humanas, están vibrantemente vivas en mente, corazón y voluntad; esto significa que están abiertos a la experiencia humana entera. Este tipo de personas, tienen una imaginación activa y un sentido del humor cultivado y son capaces de experimentar la gama completa de emociones y sentimientos humanos, son cuidadosos y reflexivos, capaces de hacer preguntas correctas acerca de la vida y son lo suficientemente flexibles como para dejar que la vida los cuestione. Estas personas están contentas de estar vivas y de ser quienes son. ¿Cómo se consigue una vida como esta? La propuesta de Powell comienza con el cuestionamiento y reflexión de cinco temas fundamentales que ayudan a cambiar nuestra forma de ver la vida : 1) aceptarse a uno mismo, 2) ser uno mismo, 3) olvidarse de uno mismo para amar, 4) creer, y 5) tener sentido de pertenencia. La reflexión en torno a todo esto implica un cambio necesario en la percepción de uno mismo y nos ayuda a vivir la vida con plenitud. Las personas plenamente vivas se acepta, se aman a sí mismas tal y como son, se sienten tan libres de ser auténticos y reales gracias a su aceptación de sí mismas, pueden dominar el arte de olvidarse de sí mismas ( arte de amar), es decir aprenden a salir de sí mismas con un interés y preocupación sinceros por lo demás; creen, porque han descubierto un significado de sus vidas, tienen una vocación o misión en la vida y saben que una vida plena se equipara sin duda a decir que la vida es un lugar llamado hogar, con base en un sentido muy honesto de comunidad, entendida como la unión de personas que tienen algo en común que comparten mutuamente: su posesión más preciada…ellos mismos.
Por el contrario existen conductas y actitudes que llegan a conformar ciertas patologías del carácter en todos aquellos que no han aprendido a vivir plenamente, con ello se provoca el desencanto por la vida, la desazón por las cosas buenas y la falta de ganas de vivir. Dichos comportamientos son distinguidos por los psicólogos y psiquiatras como sistemas que somatizan nuestra salud emocional y/o mental provocando frustración, angustia, sentido de abandono y vejación, tales teorías distinguen diferentes conductas generadoras de miseria emocional, son: a) La hipótesis del concepto erróneo, que consiste en pensar que cuando existe un problema no pasa nada y su solución llega sola; cuando en la vida hay tantos problemas sin solución lo mejor es no pensar en ellos, este modo de comportarse es conocido como enfoque cognoscitivo distorsionador de la salud emocional y mental, debido a que se asume que la manera en que percibimos la realidad (cognición) es la base de las relaciones emocionales y de nuestra conducta; esto supone que cuando se logran eliminar las percepciones erróneas o distorsionadas de la realidad, la persona será capaz de funcionar y vivir más plenamente ubicando los temores, complejos y en general todas las emociones negativas que hacen que la vida se come de frustración, esté llena de problemas sin solución y se vuelva poco esperanzadora; b) La hipótesis de la expresión de las emociones que piensa que liberar las emociones reprimidas es el camino hacia una vida más plena; que consiste intentar hacer todo lo que uno quiere sin medir consecuencias, desatar emocionalmente una libertad de las sensaciones sin percatar el daño que puede provocar a otras personas o así mismo. El mayor derrotero de esta conducta es ser totalmente emocional sin dejar paso a la razón; c) La hipótesis de la redistribución de la energía, cuyos principios y fuentes están sobre la base de la teoría de Freud y los psicoanalistas clásicos, quienes pensaban que una persona puede concentrarse y controlar su vida a partir del id (los deseos básicos, ciegos) y por el superego (el censor o conciencia) toda vez que el desequilibrio y el desajuste no están en armonía con relación al ego (el mediador entre el id y la realidad). La persona logra liberarse de su conflicto intelectual y consecuentemente se libera de la necesidad de mantener sus impulsos inconscientes bajo estricto control, cuando esto sucede la persona puede emplear la energía liberada para manejar de manera constructiva su entorno; d) La hipótesis del cambio de comportamiento, cuyos orígenes están en las teorías de los conductistas, quienes proponen desviar la atención de las fuentes emocionales abrumadoras y de la conducta, considerándolas de poca importancia y dirigiéndolas hacia un cambio de conducta en sí misma mediante un condicionamiento; (hacer algo frente a la persona para demostrarle cuán sencillo es hacerlo, pedir ayuda a la persona adecuada para hacer lo que se siente incapaz de hacer). La propuesta para cambiar de actitud, comportamiento y de forma de vivir, que propone Powell es la Terapia de Visión que presupone que todo cambio en la calidad de vida de una persona debe partir de un cambio en la visión de la realidad. No puede haber un cambio real y permanente a menos que esta visión sea modificada, pero este tema lo continuaremos en otra ocasión, no se lo pierda.
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