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EDITORIAL
Tres años completos, de editar y enviar puntualmente cada mes, hemos cumplimos en diciembre pasado. Iniciamos el 4to año de Quórum con el nó. 40. Con nuestra acostumbrada disposición de trabajo, continuamos con esta actividad generada desde el ámbito independiente, con miras ante todo a compartir los contenidos de Quórum con nuestros amables lectores que, afortunadamente se incrementan en cada número integrado. Después de cumplir tres años de trabajo editorial, es un tiempo adecuado para reflexionar en cuanto a los objetivos trazados y a las metas alcanzadas; es un período propicio para rectificar; para encauzar, asimilar, fortalecer y planear nuevas acciones de trabajo. Sobre todo por la gran responsabilidad de ser una revista de cultura que llega a prácticamente todos los centros culturales de la república mexicana; a muy diversas instituciones universitarias dentro y fuera de México; a múltiples agrupaciones y centros de desarrollo, investigación y consulta establecidos en muy diversas regiones de México y de otros países. Sin alterar nuestra línea de trabajo, habremos de incorporar paulatinamente nuevas propuestas, de consulta permanente, que consideramos en mucho habrán de enriquecer y consolidar esta propuesta que, a pesar de las dificultades y carencias para su integración y difusión mensual, sigue con la firme y clara intención de ser un vehículo de conocimiento cultural accesible a todos los mexicanos, para que a su vez puedan compartirla con personas que buscan propuestas dinámicas y benéficas. Rafael García Sánchez Director
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No. 40
DIRECTORIO:
en proceso de fortalecimiento;
RAFAEL GARCÍA SÁNCHEZ
ENERO – 2013
DIRECTOR
Grecia. Foto: Nazim Avendaño R.
Quórum, presencia e imagen con ideas, es una revista electrónica, mensual, cultural; editada por Ediciones Maxixcatzin. Los números de certificados: de licitud, de contenido, de título, y de reserva, así como el nombre y características gráficas: en trámite. Los derechos de reproducción de las fotografías, los textos, y el contenido gráfico están reservados por Ediciones Maxixcatzin. Dirección: Privada Vicente Guerrero No. 2, fraccionamiento Insurgentes, Santa María Acuitlapilco; C.P. 90110, Tlaxcala, Tlax. Tel. (01-246) 46-805-55. link edicionesmx.com
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TLAXCALA
Resulta sumamente difícil entender al estado de Tlaxcala, ó más concretamente: la Historia de Tlaxcala, sin la actividad textil, que desde tiempos precortesianos la ha distinguido, a pesar de los rudimentarios sistemas textiles de tan lejana época. A mediados del mismo siglo XVI, la incipiente industria empieza a tomar fuerza e importancia, con los primeros asentamientos de comerciantes, empresarios, hacendados y políticos provenientes de Europa, de entre los que destacan los masivos éxodos de España hacia la Nueva América. Resulta muy amplio el desarrollar la historia de la industria fabril en Tlaxcala, sobre todo por ser la región que dominó, y encauzó, en gran medida, la historia de la Nueva España, misma que abarcaba grandes extensiones del continente americano, continente en el que llegaron grupos importantes de comerciantes con el afán de buscar y establecer sus redes laborales en las mejores y más productivas tierras, fértiles de la región central del México actual. Una de las fábricas textiles, que sobrevivió hasta 1959, que merece estudio especial es, sin lugar a dudas, San Luis, establecida en Apizaquito, comunidad de Apizaco Tlaxcala. “El Ensayo que tenemos el gusto de presentar en esta obra -escribe el Secretario de Educación Pública del Estado de Tlaxcala Dr. Tomás Munive Osorno, en la página 7-, reúne una primera propuesta de investigación en la que han conjuntado criterios Willebaldo herrera Téllez y Rafael García Sánchez. Una obra que dá un paso importante en la integración del trabajo que San Luis Apizaquito, como fábrica y como comunidad históricamente requiere y merece”. Este trabajo editorial de apenas 45 páginas, es el inicio de una investigación formal que habrá de rescatar y compartir la memoria histórica de toda una etapa en el desarrollo del Estado de Tlaxcala: Social, laboral, cultural, empresarial, en un período de poco más de 80 años, que abarca prácticamente el tiempo de producción de la citada industria textil.
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TLAXCALA
ANGEL SOLANA ALONSO, DISCIPLINA. RAFAEL GARCÍA SÁNCHEZ
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Son muy diversas las causas que motivan la emigración –constante- de los nativos de una determinada región (del país de que se trate), hacia nuevos horizontes, ya sea dentro del propio país, ó en cualquier otro de cualquier continente. Lo inhóspito ó agreste de una región, es una causa -y a veces- razón suficiente para decidirse a emigrar e iniciar el éxodo, a cualquier lado, especialmente a sitios que ya han sido destino de anteriores travesías. Un buen ejemplo de lo anterior, es y ha sido México, como país receptor, de aventureros y/o de múltiples éxodos masivos que buscan el llamado sueño americano en territorio mexicano, a lo largo de la historia y que, en muchas ocasiones, lo han encontrado. Tal fue el sueño, el deseo ó la meta del joven Ángel Bernardino Solana Alonso, cuando a los 20 años de edad sale en 1875 de Bustablado, su pueblo natal ubicado en Santander, para dirigirse al continente americano, concretamente a México, en el estado de Oaxaca, donde de inmediato busca a diversos parientes arribados años antes, para recibir los primeros apoyos para su instalación y sobre todo, su ubicación laboral.
Concepción Ramírez Castillo y Ángel Solana Alonso, en su boda: 31 Ago. 1887.
Fotografía: propietario José Luis Solana Martino; reproducción: Rafael García S. / Quórum
Es Huajuapam de León el municipio en que se instala y es punto de partida e inicio de lo que habría de ser una larga e importante trayectoria empresarial. Con miras de hacer fortuna como Doctrina, se empieza a involucrar en los negocios del aguardiente y del comercio, hasta el año de 1880, en que se traslada a la ciudad de Puebla, donde habría de radicar de forma estable, por la importancia que la fluidez comercial de la ciudad representaba para sus negocios. En agosto de 1887, a los 32 años de edad, contrae matrimonio con la srita. Concepción Ramírez Castillo. Tuvieron once hijos de los cuales los dos menores murieron en la infancia, y en la primera juventud los dos mayores.
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Concepción Ramírez Castillo y Ángel Solana Alonso, a 37 años de matrimonio, en 1924. Fotografía: propietario José Luis Solana Martino; reproducción: Rafael García S. / Quórum
En el año de 1897, nuestro personaje, Don Ángel Solana Alonso compró, junto con dos socios, el molino de trigo de San Luis Apizaquito para transformarlo en Fábrica de Hilados y Tejidos. Hombre ingenioso, aprovechó la rueda hidráulica del molino que tenía una turbina de 20 pulgadas, y era accionada por el agua de la laguna de Apizaquito, para mover la maquinaria de los talleres.
Posteriormente adquirió la hacienda de San Diego Atlapahuaya e instaló ahí una gran planta eléctrica aprovechando la cascada de la hacienda, dotando así de electricidad a la fábrica y a una parte de la ciudad de Apizaco. Hacia 1911, la materia prima, el algodón, y el producto de la fábrica, la manta, que en un principio se transportaba a lomo de burro, se pudo mover con más prontitud y facilidad, puesto que Ángel Solana obtuvo autorización para construir una vía de 60 cm. de ancho de la estación del ferrocarril de Apizaco a Apizaquito, (2.5 km.), por la que rodaban plataformas jaladas por mulas y un armoncito.
Con el tiempo Don Ángel quedó como único dueño de la fábrica de San Luis Apizaquito. Cambió las máquinas de uso por moderna maquinaria traída de Estados Unidos y Alemania. De 10 telares que tenía en un principio, en 1913 llegaron a ser 240 y se empleó a más de 260 obreros.
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Por esa época Don Ángel donó los terrenos para varias construcciones en provecho de la comunidad, entre ellas el terreno del Mercado Guadalupe en el año de 1909. También mandó construir el puente de hierro para salvar la barranca del río Apizaco. Durante los tiempos conflictivos de la Revolución, Ángel Solana logró mantener abierta la fábrica, aun cuando muchas otras, de Puebla, Tlaxcala y Atlixco, tuvieron que cerrar. Estableció en la fábrica un taller de reparación de los telares donde gracias al ingenio y enorme destreza de sus trabajadores se llegaron a moldear y reproducir importantes piezas de refacción que de otra manera hubieran tardado muchos meses en llegar del extranjero. Fue Don Ángel Solana Alonso incansable promotor de la actividad industrial, agrícola y comercial de la región. Trabajador infatigable que, además de crear la principal fábrica de textiles de la región, participó en su
Concepción Ramírez y Ángel Solana en 1928. Fotografía propiedad del Sr. José Luis Solana Martino; Rafael García S. / Quórum
Producción pulquera, fue accionista de varios bancos y fábricas textiles, produjo cereales, canela, anís, trigo, haba, café y tabaco etc., que enviaba a otras ciudades como Puebla, Orizaba, Tuxpan y Oaxaca, y exportaba a otros países como Estados Unidos, España, Cuba e Inglaterra. Don Ángel acostumbraba pasar largas temporadas en la casa de los altos de la fábrica, con Doña Conchita su esposa, sus hijos y sus nietos. Nuestro personaje murió en 1936, a los 81 años de edad. Fue sepultado en el Panteón Español de la Ciudad de México. La fábrica sobrevivió, entre tumbos y conflictos laborales-sindicales, 23 años más, hasta 1959, fecha en que se detuvo totalmente, y de manera definitiva, la actividad fabril. Por último, es necesario agradecer a las lics. Teresa Meneses, Marta Pérez-Salazar Verea, y Mónica Pérez-Salazar de Soler, y desde luego al Sr. José Luis Solana Martino, por la importante información que han tenido la gentileza de compartir con un servidor, para documentar esta breve semblanza, que forma parte del próximo trabajo de investigación, más concreto, en torno a la Ex Fábrica de San Luis Apizaco, que se tiene en la primera etapa de documentación (cuyas fotografías aquí presentadas, forman parte del acervo visual integrado a la obra); inmueble histórico que en breve habrá de retomar importante e inusitado movimiento cultural en el Estado de Tlaxcala. Un fuerte saludo desde Tlaxcala, al Sr. Angel Solana Martino, nieto, por su atención y amabilidad.
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Embajador de Panamá Francisco Troya Aguirre, Confirma la asistencia a la Cumbre Latinoamericana de Periodismo para el 2013. Como parte de la gira en Texcoco, visitó una de las empresas constructoras de invernaderos líder nacional.
información y avances en materia de agricultura, pues argumentaron se trata de un esfuerzo para estrechar vínculos entre las empresas mexiquenses y panameñas, ante la enorme potencialidad que han desarrollado.
TEXCOCO, ESTADO DE MEXICO.- Representantes de las diferentes instituciones educativas de la zona oriente del Estado de México, como la Universidad Autónoma Chapingo (UACH); la Universidad del Valle de México campus Texcoco (UVM) y la Universidad Liceo Fray Pedro de Gante firmaron un convenio de colaboración con Panamá, a través del Embajador Francisco Troya Aguirre, lo que permitirá el intercambio estudiantil, docente y científico hacia este país; de esta forma estudiantes mexiquenses y panameños tendrán la oportunidad de trabajar en ambos países. El convenio se llevó a cabo gracias a la promoción de la CANACO-SERVYTUR Texcoco, a través del Lic. Víctor Martínez Mayen, en la firma estuvieron presentes el Director de la Canaco Texcoco, Rubén Rosas; el ingeniero José M. Contreras de la UACH; el Licenciado Ivan Fragoso (UVM) y el licenciado Alfonso Valtierra representante de la Universidad Fray Pedro de Gante quienes también acompañaron al embajador para que diera un mensaje a estudiantes mexiquenses. En el mensaje hacia la comunidad estudiantil, Troya enfatizó que es necesario invertir en el factor humano para tener profesionistas de excelencia, “sólo así puede salir adelante una nación; con el esfuerzo y el talento de sus habitantes”; resaltó la importancia de la tecnología en el sector de agricultura protegida, donde se obtienen mayores rendimientos con un menor costo, por lo que está buscando sinergias con compañías mexicanas de este ramo. A su vez, empresarios de la zona oriente del Estado de México aprovecharon la visita del embajador, con quien acordaron transferir tecnología, conocimientos,
Como parte de su recorrido, se programó una comida en las instalaciones de la compañía C&A Consorcio Constructor y de Negocios, compañía líder en el sector invernaderos y construcción civil, dirigida por el Ing. Luis Porfirio Cuanalo A; quien además es Vicepresidente Internacional de la Asociación de periodistas CONAPEA.C. El Embajador Troya, además confirmo su participación en la próxima Cumbre Latinoamericana de Periodismo organizada por CONAPE a celebrarse en México en Mayo del 2013teniendo como sede Almoloya de Juárez Y Toluca. En la reunión se contó también con la presencia del Padre Marcos Linares Linares, quien dirige la Asociación Michoacana de Promotores de la Empresa Social (AMPES).Desde hace cuatro años, AMPES inició con un proyecto de desarrollo comunitario, a través de la atracción de recursos de las comunidades migrantes en la unión americana, a fin de colaborar en la mejora de los servicios en las comunidades, y en el establecimiento de proyectos productivos en el campo. Hasta el momento, dicha organización ha establecido 19 invernaderos, además de que se han formado integradoras de productos como el aguacate, zarzamora, guayaba y limón, lo que agrupa a aproximadamente mil 500 productores involucrados. La filosofía de la organización, es el apoyo a los pequeños productores para generar mayor oportunidad de crecimiento y desarrollo, toda vez que los apoyos gubernamentales se han depositado a los grandes productores, dejando en rezago a los minifundistas.
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UNA REVISIÓN A LA LABOR DE MICHEL FOUCAULT COMO HISTORIADOR ALEJANDRO FRANCISCO GUTIÉRREZ CARMONA1
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Sobre los estudios emprendidos por dicho filósofo, empezaré por mencionar el que tiene que ver con el estudio de la sociedad carcelaria y este sin duda es la obra: Vigilar y Castigar la cual tiene contenido nítido sobre el castigo, por ejemplo cuando habla sobre el panóptico como instrumento de vigilancia severo en la sociedad carcelaria que funcionaba desde un punto estratégico y arquitectónico para vigilar a los presos, un punto central que daría una óptica general y tenía el alcance de ver a varias celdas, sin que los hombres que estaban dentro de ellas pudieran ver al vigilante, este estudio es asombroso, pero adentrémonos en puntos que nos ayudarán a ver algunas opiniones de otros historiadores. Tomando un libro reciente sobre las ejecuciones y la evolución de la represión: The Spectacle of Suffering de Pieter Spierenburg, de la Universidad Erasmus de Rotterdam. Siguiendo a Norbert Elias en su modelo pionero de correlacionar cambios institucionales y morales, Spierenburg afirma que Foucault no indaga en la traslación de un sistema penal a otro, no explica los cambios en modos de represión relacionándolos con otros procesos sociales, y no basa su análisis de las ejecuciones públicas en fuentes documentales. Advirtiéndonos claramente que “la imposición de dolor y el carácter público del castigo no desaparecieron de la noche a la mañana” considera que “el cuadro de Foucault en realidad está lejos de la realidad histórica.”2 La falta de apoyo documental es particularmente notoria, según Spierenburg, en una tesis de Foucault sobre el “peligro político” inherente a las ejecuciones públicas, el peligro de los tumultos incontrolables, que cree ser la causa de su eventual desaparición no se abordan de manera profunda en la visión del filósofo. Foucault parece haber entendido mal algunos de sus principales hechos. Algunos historiadores se han quejado, por ejemplo, de que todo el periodo revolucionario está prácticamente ausente del relato de Foucault. Es posible que fuera demasiado inflexible en su disgusto (estructuralista) por la historia de acontecimientos (a pesar de sus devaneos con esa idea en la Arqueología del saber); pero como quiera que sea, su silencio acerca de la Revolución francesa como fase especifica de la historia penal lo llevó a pasar por alto su papel en algunos cambios claves.
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Estudiante de Doctorado en Historiografía en la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco. J. R. Merquior, Foucault o el nihilismo de la cátedra, F.C.E, México, 2006, pp. 187-188
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En este punto la crítica hacia el trabajo de Michel como historiador deja algunos huecos en la forma de reconstrucción del pasado, sobre todo, en la metodología utilizada por él. Otra crítica que se le hace al escribir dicha investigación tiene que ver con las categorías de los presos, en este punto Foucault no distingue entre diferentes categorías de presos (presos políticos, asesinos, trabajadores, militares recalcitrantes, prostitutas etc.), así como tampoco emprende una sociología de los jueces y los abogados.
influencia a través de Nietzsche ya que éste en la gaya ciencia propone una lista de historias que estará por escribirse tales como: la historia del amor, de la codicia, la envidia, la conciencia, la piedad y la crueldad: una historia comparativa del derecho otra de las penas…Sin embargo no hay duda de que con frecuencia Michel Foucault abre nuevas perspectivas y por tanto posee virtudes heurísticas, pero contiene también confusiones conceptuales y debilidades explicatorias (y obsérvese que es siempre una historia polémica que contrarrestan sus aportaciones reales.
Del mismo modo Foucault exagera los efectos reales de la “normalización” en la sociedad francesa durante la primea mitad del siglo pasado. El historiador del ejército, el historiador de la educación y el historiador de la medicina difícilmente pueden aceptar el cuadro de disciplina omnipresente pintado por Foucault: están demasiado enterados de la resistencia de las viejas costumbres y de la frecuente impotencia de tantas reglamentaciones.
La evidencia histórica de Foucault es demasiado selectiva y distorsionada, su interpretación demasiado arbitraria y tendenciosa. Por eso, en definitiva, lejos de ser importante por sí misma, como investigación o como intuición, su historia se sostiene o se derrumba con su Weltanschauung –y por lo tanto se derrumba.
Por otra parte, la inteligente observación de Robert Brown, Foucault, al describir el sistema “carcelario”, no da ninguna explicación de su introducción en diferentes áreas institucionales y especialmente en aquellas que – como la escuela o la fábrica- normalmente no constituyen “instituciones totales” en el sentido de Erving Goffman, es decir, en principio no son espacios separados de la sociedad mayor.
Desde luego Foucault negó una y otra vez que lo que escribía fuese historia normal, él advierte que sus estudios son “de historia”, no de “un historiador”. Sin embargo, sobre este punto no hay juego de palabras que pueda salvarlo. Historiador o no, trabajo siempre con base en lo supuesto de que estaba siendo fiel al enfoque de cada época sobre todos los temas importantes (la locura, el conocimiento, el castigo, el sexo) y de que sus documentos (por ejemplo, documentos médicos y administrativos, antiguos tratados de muchas disciplinas, archivos carcelarios, la literatura de la ética sexual, etc. Podían probar que estaba en lo cierto.5
Las explicaciones de Foucault están viciadas en sí mismas como ha observado agudamente Karel Williams, su tipo de análisis tiende constantemente a la circularidad; sus conclusiones están presentes desde el principio.3Dicho de otro modo, el método es eminentemente la petición del principio. Jon Elster ha demostrado que Foucault cae en esa “obsesiva búsqueda de significación” que suele subyacer a las explicaciones formuladas en términos de 4 consecuencias.
El hecho mismo de que empleara palabras como “documentos” (como lo hizo por última vez al comienzo de L´usage des plaisirs) muestra que pese a su ”nietzscheana” pose de desprecio por la verdad objetiva, le gustaba tenerla de su parte tanto como a cualquier historiador convencional. Dicho de otro modo, cualquiera que fuese el tipo de historiografía que quería hacer- la de los historiadores o cualquier
Sin duda, son criticas tangibles por parte de otros investigadores dedicados a la historia, si bien Foucault como practicante de la labor de historiador tuvo una
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Cf el articulo de K. Williams sobre Foucault en Wintle (comp.), 1981. J. R. Merquior, op. cit., p. 197 5 J. R. Merquior, op. cit., p. 268 4
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otra- Foucault era el primero en afirmar que los hechos lo apoyaban. Por tanto, difícilmente podríamos eximir sus análisis históricos de las evaluaciones normales para tales estudios. Es por ello, que tenemos derecho a preguntar si sus interpretaciones son confirmadas por los documentos, o bien son demasiado forzadas o demasiado fantásticas. Y mientras que algunas de ellas son verdaderamente sugestivas e incluso arrojan una luz ciertamente nueva sobre los hechos históricos, muchas otras son, como hemos visto, tan sólo grandiosas proposiciones en gran parte no respaldadas por los hechos. Porque, como ha señalado con mucha sensibilidad David Leary, ”si negamos todo tipo de continuidad en la historia – y la finalidad declarada de Foucault es demostrar la radical discontinuidad de la historia- entonces, ¿cómo vamos a explicar la posibilidad de hacer historia? El problema es que, si bien desde luego nadie tiene derecho a exigirle a Foucault que sea un epistemólogo, si podemos preguntarnos sí, como autodesignado historiador del presente, podía dejar de lado las analíticas de la verdad inherente a la ciencia y su difusión por todo el globo. Fue así, que para decirlo con claridad, el historiador del presente arruinó su proyecto. Q
POESÍA De: Laura Sánchez Solorio
Máscara
La luz del instinto
El hambre implacable
escribo para ti porque no escuchas mas ¿quién dicta el tono preciso?
desaparece en la huella del dios taciturno
la solitaria está al acecho llega la paz su locura pero tú no llegas
muérdete los labios vuela con las ganas respira profundo aguanta el impulso
perdido entre abrazos a la media luna gratuidad del límite don
el segundero está quieto
¿se instala?
transcurre azotado escupiendo al cielo desvelado e insomne su noche es eterna sabio es el instante del amor
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AGUASCALIENTES
LA LÍNEA DE LA CONGRUENCIA (3) PROFESOR EVARISTO VELASCO ÁLVAREZ
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Hemos mencionado que ser congruentes es poner en línea nuestros pensamientos (ideas) con nuestra expresión oral (palabras), y con nuestra realización física (hechos); y en esta tercera ocasión hablaremos de la más difícil de las tres: hacer que coincidan nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestros hechos.
“… Y les prometo que contarán con el puente que tanta falta les hace”; a lo que un pueblerino le grita: “Puente pa’qué si no tenemos río”; declarando el político en cuestión: “¡Pues cuenten con su río!” Así, entonces, nos vamos a encontrar con el infierno en la Tierra, porque nuestro pensamiento escuchará que nosotros queremos hacer tal o cual cosa; inclusive tal vez lleguemos a escribirlo y a comprometernos con alguien más que nosotros; pero si hacemos cosas diferentes, entonces nuestra mente no sabrá encontrar congruencia en pensar, decir y hacer, provocando una confusión tal que podemos llegar a situaciones verdaderamente difíciles; inclusive a la locura.
Recordemos que ya el buen maestro dijo: “POR SUS OBRAS LOS CONOCERÉIS”. Si bien, alguien puede pensar en algo y creerlo con todas sus fuerzas… lograr que ese pensamiento se transforme en palabras que con claridad mencionen que su pensamiento y sus palabras son totalmente coincidentes; nos puede inclusive convencer de que lo que dice corresponde con su pensamiento, y puede llegar a convencernos de que dice la verdad. Pero si lo que hace, lo que realiza, sus actuaciones, su desempeño no concuerda con sus pensamientos y con sus palabras, entonces nos estará diciendo con los hechos que él es todo falsedad y que no tiene CONGRUENCIA.
Se imagina usted, amable lector, ¿cómo vivirá una persona que piensa y cree en que es un gran político, que habla con demagogia (mentiras), y que en su actuar deja perfectamente ver que lo que ha dicho es pura mentira? O el caso de los que nos quieren educar, portando un cigarrillo encendido entre sus dedos y soltando bocanadas de humo, diciendo: ”No fumen, porque eso es dañino para la salud”. Entonces recordaremos que nuestro pueblo guarda en su sabiduría popular un dicho: ”EL PROMETER NO EMPOBRECE, EL DAR ES LO QUE ANIQUILA”.
Es el caso concreto de aquellos discursos que en forma chusca nos han comentado, o que en la realidad nos hemos encontrado de frente; en donde algún político demagogo nos expresa que se compromete a tal o cual acción, y sin embargo, cuando ya está en la posición que deseaba y por la cual compitió, no nos cumple, y lo que es peor, llega a expresar: “ESO FUERON PROMESAS DE CAMPAÑA…” (Recordemos al señor Vicente Fox).
Así, encontraremos respuesta a nuestras preguntas de por qué nuestros hijos, nuestros empleados, nuestros amigos, etc., no nos pueden creer, ni toman en cuenta nuestro parecer en cosas importantes. Busquemos pues, que nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestros actos coincidan, para lograr que ¡Viva México!
O recordemos aquel cuentecillo político del candidato que llegó a un poblado haciendo proselitismo para que la gente votara por él, y que en su discurso dijera: Q
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TLAXCALA
“PROFETA. Entre caminos de Historia y pasión”
Esta obra es una novela de época, ambientada en el ocaso de la monarquía absolutista y en los albores de la revolución francesa, la cual se inicia “en algún rincón de Cherburg, Francia”. Es una novela llena de fuerza y valentía, una historia que nos muestra personajes en el ocaso de la monarquía. Eduardo Carreón, el autor, es originario de Gutiérrez Zamora, Veracruz, comparte esta su tercera obra publicada, a la comunidad tlaxcalteca, desde el Museo Miguel N. Lira. Presentaron la obra las escritoras Renata Luna Marines y Emma Muñoz Flores y, desde luego, el autor.
Fotografías: Lilian Marín
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“EL JAGUAR DE MOLINATLA, TIZATLAN, TLAXCALA” ROSALBA DELGADILLO TORRES INAH
Sobre el costado norte de la parte posterior del templo del poblado de San Esteban Tizatlan, municipio de Tlaxcala, se localiza empotrado en una base de ladrillo, una escultura de piedra a la que localmente se le conoce como el “Tigre de Molinatla”; esta escultura mide aproximadamente 2. 20 m. de altura, por 63 cm. de ancho y 50 cm. de espesor. Corresponde a un personaje masculino, con los brazos en los costados, sosteniendo con la mano izquierda y contra el cuerpo, un objeto esférico que semeja una pelota; viste un taparrabo (maztlatl) muy sencillo; las piernas se representaron semiflexionadas y separadas, como si fuera caminando; al parecer lleva una diadema, cuyo barbiquejo se puede apreciar sobre las mejillas; el cabello esta peinado en mechones largos que caen por la espalda y llegan hasta la corvas. No se le marcó el cuello. Sobre el empeine del pie derecho puede verse un elemento esférico. Es probable que el objeto que sostiene sea una pelota de hule y sí ese fuera el caso, estaríamos hablando de la representación de un jugador de pelota. Las facciones de la cara y, especialmente la forma en que se realizó la boca, nos recuerda las representaciones de caras humanas con formas felinas que corresponden a una representación estilizada del jaguar, animal que habitaba las selvas húmedas de los estados de Tabasco y sur de Veracruz y que era un animal sagrado entre los Olmecas, quienes lo adoraban por su belleza, agilidad y fuerza. Se asociaba al mundo de los muertos, a la noche y a lo terrestre. Probablemente ésta sea la razón por la que se le ha denominado el “tigre”. Sí esto pudiera comprobarse, entonces esta escultura sería probablemente contemporánea a otras dos esculturas de forma humana localizadas en el año 1982, en la cantera del Cerro Xochitecatl, en el municipio de Nativitas y que entre las tres ejemplificarían la influencia cultural con ese grupo en el área geográfica del actual estado de Tlaxcala las cuales, sea dicho de paso, son muy escasas, de tal manera que podríamos aventurarnos a decir que esta pieza tendría una antigüedad aproximada hacia los 800 años antes de nuestra era. La materia prima empleada en su elaboración es de origen volcánico pero no pertenece a la región cercana, sino que posiblemente provenga del volcán La Malinche. Esta realizada en alto–relieve y en su elaboración se utilizó la técnica del desgaste empleando como instrumentos algunas piedras más duras, pieles de venado, arena y agua, ya que no se habían inventado las herramientas de metal.
Presenta un fuste en la porción inferior lo cual nos indica que la escultura estaba empotrada en algún templo o altar. Fue localizada en una barranca cercana a la vecina población de La Candelaria Teotlalpan, y que llamaban Molinatla, de ahí el nombre que se le da. La pieza se encuentra a la intemperie y ya muestra los estragos del medio ambiente. Desafortunadamente no se conocen más datos de esta importante escultura prehispánica que probablemente haya estado en la barranca donde se encontró siglos antes de la llegada del grupo nahua conocido como Tlaxcalteca, y que arribó a esta región en la primera parte del año 1300 de nuestra era a los llamados Cerros Blancos y que habitaron el área conocida como Texcalac (lugar de despeñaderos) donde fundaron los cuatro principales Altepeme (Señoríos) tlaxcaltecas y que conoció y describió Hernán Cortes a su llegada, en el año 1519.
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De: Laura Sánchez Solorio (*)
Arrullos para tu lejanía
déjate encontrarme en mitad del desierto envuélvete en la sed y el remolino
estaré frente a ti sin que me mires dormiré sin cerrar las ventanas del cuerpo
cántigas divinas se asoman en mi vientre para que llames a una puerta sin paredes y te invada la luz que es plena a la vuelta de tus ojos Desear el sueño
en el hueco que se abre entre mis noches
en el no saberte amo la ausencia el imperceptible peso del tiempo
clavada en la oscuridad en otra tarde y sus noches pregunto quién fue el culpable
los tiempos ya no son / los de antes
Ardor en el vacío del espejo se aman aterrados desean el vuelo la caída el golpe luchan contra sí mismos en un mundo de cabeza el agua hartos de las miradas que prometen la gloria se tocan se beben balbucean los nombres primitivos ¿alguien pide respuestas? ¿quién resuma? Soñar el deseo basura que vuela la máquina humana su vida volátil montándose al sueño su luz el torrente la noche le agita
Del cuerpo sin partes I tan cerca del sueño como de la muerte tan lejos gira un rodar constante su cántico eterno la danza II ¿recibes mi llamado? nunca lo hagas enciende el centauro en llamas al vientre cenizas sólo veo tus cenizas III al final del calor encuentra el olvido
(*) Laura Sánchez Solorio, Nacida en Zamora, Michoacán en abril de 1981. Licenciada en Pedagogía (IMCED) y Licenciada en Filosofía (UMSNH). Maestra en Filosofía e Historia de las Ideas por la UAZ con la tesis: “La invención de lo trágico en el joven Nietzsche”. Libros publicados: Llego sin necesidad (poemario) y Los maestros del Nacimiento, fragmento de su tesis de maestría. Becaria del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico de Zacatecas (PECDAZ) en su emisión 2009 con el poemario “Habitar el silencio”. Docente de la Licenciatura en Artes de la UAZ. Lectora de Frederick Nietzsche, Georges Bataille, Martin Heidegger, Antonin Artaud, Vicente Huidobro, Alejandra Pizarnik, entre otros. Q
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FOTOGRAFÍA ANTIGUA DE TLAXCALA, UNA VISUAL RETROSPECTIVA (*) RAFAEL GARCÍA SÁNCHEZ
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Tlaxcala, cuna de la nación, del mestizaje, de la evangelización, y de la colonización, entre otras importantes aportaciones que ha hecho para la historia de México y, por consiguiente para la historia Universal.
un primer flashazo Son pocos los pueblos, regiones ó comunidades que se pueden ufanar de poder mostrar en imágenes sus antiguas fisonomías, sociales, culturales, artísticas, arquitectónicas, etcétera. Tlaxcala es de los afortunados pueblos que, aunque de manera aislada ó independiente, conserva una amplia gama de fotografías de principios del siglo XX; material que, conforme avanza la década de los 50’S, es aún más abundante.
Por tal razón, y conforme avanza la rápida lentitud del tiempo, son cada vez más importantes las fotografías que podamos conjuntar de nuestro pequeño pero hermoso y tranquilo Estado de Tlaxcala. Una fotografía, es una lección de historia sin palabras, sin textos, sin argumentos, sin códigos impuestos; cualquier persona de cualquier edad interpreta desde su muy propia percepción visual y social, la imagen que nos transmite un momento captado en imagen, de la Tlaxcala que hace muchos años se fue.
Ciertamente las fotografías del siglo XIX, relacionadas con el Estado de Tlaxcala, que son pocas, existen aunque también de forma dispersa y conservada básicamente por coleccionistas particulares; material que desde luego guarda y encierra un gran significado y valor histórico para una ciudad vetusta, como lo es
El Ing. Forestal Antonio Sosa, sentado al frente, con un grupo de amigos; foto col. Particular Rafael García S.
(*) texto publicado en “Memorias de la Capital. Tlaxcala, el instante perpetuo” obra editada por el H. ayuntamiento de Tlaxcala 2008-2011, en el 485 Aniversario de la Fundación de la ciudad de Tlaxcala; Presidente Municipal, Zenón Ramos Castillo; pp.15-17
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Y más aún, nos refleja el entorno que, aunque modesto, bello, apacible, limpio, y por qué no, romántico y cautivador. Esta tierra que nos vio nacer, envejece a la par con nosotros; y así como nosotros conservamos con celo las fotografías de cuando éramos pequeños, o de nuestros antepasados, así de importante es que busquemos, rescatemos, conservemos y difundamos las fotografías de nuestra Pequeña Patria, cuando era un poco más joven.
En cuanto a publicaciones locales, cabe señalar que las primeras fotografías, formales de Tlaxcala, fueron difundidas en el Semanario “La Antigua República” que se editó en los últimos 10 años del siglo XIX, y en los primeros 10 años del siglo XX. Este material, poco, muy poco en la actualidad –cabe apuntar- no ha sido ni rescatado ni conservado de forma profesional; y muy por el contrario, se está permitiendo, por consiguiente, su mutilación y/o desaparición de los centros de consulta que aún los pudieran tener. Es sumamente necesario que alguien, ó alguna institución pudieran avocarse a rescatar y poner el limpio todas esas fotografías, y establecer mecanismos más que de difusión, de conservación; porque de otra forma, a las fotografías -como a las especies en extinción- pudiera llegarles el momento de su exterminio definitivo y no quedar ninguna, de aquella época de más de cien años.
Esa es nuestra herencia; ese es nuestro pequeño tesoro que debemos legar, transmitir a las generaciones que continuarán nuestra vida. Como ciudadanos responsables, no podemos ser tan indiferentes a conservar en primer lugar, y a difundir y compartir en segundo lugar, las imágenes que gracias a determinadas acciones, han llegado hasta nuestros días.
En la medida que el ciudadano vaya siendo educado en cuanto a la importancia de las fotografías antiguas, se empezará entonces a concientizar y sobre todo, a rescatar de la indiferencia, del olvido y hasta de la destrucción todo ese caudal fotográfico, patrimonio cultural de Tlaxcala.
un acercamiento a los fotógrafos aficionados y profesionales
Fueron muchos los fotógrafos aficionados tlaxcaltecas de principios del siglo XX, locales ó nacionales; de ellos, tenemos materiales fotográficos aunque abundantes, dispersos y, prácticamente todo en colecciones privadas; incluso en algunos casos fueron imágenes repetidas en razón de las diferentes tonalidades que se obtenían durante el proceso de revelado, hasta alcanzar los tonos deseados.
más que mil palabras Eso es lo que nos dice una imagen. Aunque solamente sea una la imagen expuesta, tiene muchas lecturas, diversas interpretaciones, dependiendo esto de la persona que simplemente la vea, o que la pueda analizar desde diversos tópicos, o interpretaciones; y sin embargo, de las dos formas se tiene una percepción completa. Es decir, el simple espectador no requiere una formación previa para ver más allá de la simple imagen; y por el contrario, el especialista no necesariamente requiere ver más allá de de la imagen, para disfrutar la imagen, y/o para conocer, sentir, asimilar el momento o el sentimiento del fotógrafo al captar la imagen.
Cabe apuntar que de la mejor toma lograda, comerciantes foráneos se allegaban de múltiples fotografías, para reproducirlas en formato postal, y vender en distintos puntos del país. Afortunadamente para nosotros, también hemos podido rescatar algunas de esas imágenes. En cuanto a los fotógrafos profesionales locales, que se interesaron por fotografiar las comunidades del Estado fueron pocos, realmente muy pocos; incluso hubo varios fotógrafos profesionales extranjeros que, durante sus recorridos por diferentes entidades de la república mexicana, atravesaron el Estado de Tlaxcala, captando los objetivos que a su parecer eran los de mayor importancia fotografiar. Parte de ese material lo conocemos por las distintas publicaciones que se han integrado y difundido, básicamente en otras latitudes nacionales.
Actualmente el fotógrafo profesional, por la misma y extensa gama de especialidades que en el arte fotográfico se tiene, se inclina ó se especializa por algún rubro determinado: paisajista, naturaleza, eventos sociales, aspectos deportivos, personajes políticos, moda masculina ó femenina, etnias humanas, aspectos ecológicos, flora, mundo animal, etcétera.
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Sin embargo, anteriormente el fotógrafo abarcaba prácticamente todos los géneros que se le atravesaban: sociales, festivos, mortuorios, artísticos, familiares, gubernamentales y hasta los más sofisticados para la época, como los crepúsculos, cavernas, el cuerpo humano, etc. Lo anterior sin considerar que la tecnología técnica del equipo fotográfico era la misma para todas las ocasiones; hoy, se tiene un impresionante caudal de complementos fotográficos que van desde la velocidad, la resolución, los distintos niveles de iluminación ó flash, los acercamientos vía Zoom, el equipo, los aditamentos de clima y hasta la posibilidad de fotografiar bajo el agua, o desde el espacio interestelar, algo impensable hace apenas unas cuantas décadas.
los fotógrafos tlaxcaltecas (aficionados y/o profesionales) del siglo XX. Su profesión fue la forestal; sin embargo y por razón de los mismos requerimientos profesionales, desde joven, alrededor de 1920, se allegó afortunadamente de una cámara fotográfica que siempre le acompañó por distintos rumbos de la república mexicana, y Tlaxcala no podía ser la excepción; más allá de cumplir con su actividad profesional, parece que la fotografía en sus manos y en su visión, resultaba un deleite que nunca dejó. Como todos sabemos, las haciendas –básicamente las tlaxcaltecas-, florecieron a finales del siglo XIX y en el primer tercio del siglo XX. Desde luego que tampoco podían escapara a la lente fotográfica de Sosa Herrerías, que paralelamente fue escritor, investigador, historiador, poeta y editor de revistas. Con el rango federal de inspector forestal, no le representó ninguna dificultad el poder accesar (con todo y cámara) a distintas, y extensas, propiedades cerealeras, ganaderas, pulqueras, entre otras. Fueron momentos que supo conjugar y aprovechar de forma excelente para conformar el enorme, extenso caudal fotográfico que en su momento logró acumular.
la imagen, moderno elemento educativo Hemos dejado atrás la etapa en que la educación era expuesta por medio de extensos textos y de largos y cansados cursos escolares o académicos, para dar paso a la Imagen. Por el mismo avance tecnológico, electrónico para precisar, como la televisión, las computadoras fijas o laptop, el antiguo proyector de acetatos que fue reemplazado por el cañón, el cine, la pantalla telefónica de celular y el más poderoso de todos, la Internet; además de los periódicos, las revistas y cuanto medio ocupa la imagen para describir algún hecho determinado, la fotografía cobra una importancia cada vez mayor en prácticamente todos los ámbitos del ser humano.
Las iglesias (interior y exteriormente) de todo el Estado de Tlaxcala, y de otras entidades federativas, también fueron un objetivo obligado en el trayecto del Ing. Forestal; imágenes que de alguna forma conservó en fotografía y en negativo, y que además él mismo realizaba el proceso de revelado, invirtiendo tiempo y dinero hasta alcanzar los objetivos que laboral o personalmente él se trazaba. Afortunadamente, con apenas una parte del material fotográfico autoría del Ing. Antonio Sosa Herrerías, se ha podido integrar la primera Fototeca del Estado de Tlaxcala, desde el ámbito privado.
Y cuanto mayor sea la penetración de la actual fotografía en el imaginario del espectador, más importancia cobran nuestras primeras fotografías; al decir nuestras, me estoy refiriendo a las imágenes de cualquier parte del mundo, de mediados y fines del siglo XIX y, desde luego de principios del siglo XX. Pero concretamente este análisis fotográfico, va enfocado a la fotografía relacionada con Tlaxcala; con la fotografía de principios del siglo XX, aún cuando la imagen sea la anterior en términos técnicos y cronológicos: la litografía.
En este artículo, a manera de reconocimiento al Ing. Sosa Herrerías, incluimos un par de fotografías en las que lo vemos en sus mocedades, con la finalidad de que no solamente los lectores de Tlaxcala, sino más allá de las fronteras geográficas, conozcan al autor de aquella excelente colección fotográfica que abarca diferentes facetas de nuestro Estado en los años 30’S y 40’S del siglo XX.
Antonio Sosa Herrerías, un Casasola tlaxcalteca El Ingeniero Forestal Antonio Sosa Herrerías, nativo de San Pablo Apetatitlán, es un caso excepcional entre Q
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Presentación (pp.9-13), por:
JULIO ZAMORA BÁTIZ PRESIDENTE DE LA JUNTA DIRECTIVA NACIONAL SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA Y ESTADÍSTICA
Varios intelectuales tlaxcaltecas decidieron hacer, por su cuenta y moneda, una segunda edición del libro "forasteros literarios en Tlaxcala", obra del dinámico y multifacético Willebaldo Herrera Téllez. Gesto plausible, que es amistoso reconocimiento a la versatilidad y productividad intelectual de uno de los más distinguidos tlaxcaltecas de la esfera creativa actual, y además un apoyo explícito y eficaz a la tesis que el autor expone y comprueba con el material diverso, variado, que integra un libro informativo, formativo y novedoso. No es un libro antológico. Si así fuera estaría generado por el afán de diseminar la opinión que Tlaxcala merece a muchos extraños y que los propios poco o nada conocen. Es un libro detonador. Es un esfuerzo erudito para resaltar y rescatar la idiosincrasia auténtica de los tlaxcaltecas. Ante la indiferencia social de la comunidad, fomentada y sistematizada por intereses ajenos al pueblo de la que fuera la primera república de indios del territorio nacional, Willebaldo Herrera Téllez encontró un eficaz remedio:
probar que esos forasteros --más de la mitad de ellos extranjeros, todos eruditos, notables pensadores, artistas sensibles-- sí han identificado, valuado, destacado, las características del ser tlaxcalteca que herrera Téllez constata con tristeza haberlas visto minusvaloradas por sus propios conciudadanos y sus organizaciones sociales.
diputado constituyente república mexicana.
de
la
recién
independizada
Digo que es renacentista porque además de tan prolífica obra publicada tiene ocho obras inéditas que comprenden cuentos, ensayos filosóficos, novela y poesía. es periodista de frecuente colaboración en los medios locales y nacionales; selecciona el material para una editorial que fundó y dirige; es traductor, productor teatral, dramaturgo, produce programas de radio, es también comentarista en este medio y en la televisión, a la par que guionista de cine y televisión; es catedrático universitario, conferencista, crítico literario, declamador; es encuadernador por afición y como hombre de empresa vende libros y ha abierto cafés, restaurantes y librerías. Por tan abundante y productiva actividad cultural ha recibido premios locales y nacionales y multitud de reconocimientos.
Willebaldo, nacido a mediados del siglo pasado en la capital tlaxcalteca, merece ser clasificado como un auténtico “hombre del renacimiento”. su obra publicada llega ya a 32 libros, que comprenden temática tan amplia y diversa como cuento, ensayo, poesía, novela, biografía, historia, antologías seleccionadas, teatro, crítica artística. Destaca entre ellos la biografía de José Miguel Guridi y Alcocer, “el camaleón de viento”, que hace justicia a quien fuera connotado diputado de la nueva España en las cortes de Cádiz y después
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En el libro que presentamos, "forasteros literarios en Tlaxcala", el maestro Herrera Téllez reunió pensamientos, análisis, opiniones de veintidós escritores nacionales y extranjeros, de múltiple temática y variados estilos literarios.
Hubo dificultad para aprender sobre todo por la mezcla de nuevos conceptos de la vida con la catequesis de una nueva religión contrastante con la que profesaban. Pero al final del brutal y desgastante esfuerzo existen hoy comunidades lingüísticas, identidades colectivas, expresiones del poder, de la violencia colonizadora que resultó en filosofía, costumbres, arte, jerarquización y organizaciones nuevas que destruyeron en muy breve plazo lo logrado antes y retenido en la memoria de los pueblos conquistados.
Herrera Téllez consigue en este volumen mostrarnos un común denominador de esta rica panoplia intelectual: su enfoque de Tlaxcala y de la tlaxcaltequidad. el maestro miguel león portilla creó una familia de vocablos al hablarnos de la toltequidad, palabra con la que expresa muy precisamente el ser característico de un núcleo humano con acentuados rasgos físicos y morales, cuyos integrantes comparten con enjundia valores sociales y religiosidad, los que defienden --por la buena o por la mala, según el decir popular-- frente a otras entidades étnicas sociopolíticas.
No podemos negar el grado de violencia de este proceso. Simplemente recordemos que se ha estimado en 10 millones de indígenas la población del centro de lo que hoy es México en 1519 y que apenas se registran 2 millones en 1828. Durante el siglo xix la nueva comunidad tlaxcalteca, difícil mezcla de indígenas mestizos, mulatos, criollos, castas y algunos negros, vive de acuerdo con las costumbres y normas de la España cuya imperial decadencia empezaba. Destacan criollos tlaxcaltecas tanto en el apoyo al absolutismo real como en la exigencia de libertades que ya existían para otras poblaciones en países europeos y en los estados unidos de américa. Prueba y consecuencia de ello es la notable intervención de Guridi y Alcocer en la redacción de la primera constitución española y su posterior papel esencial al escribirse la primera constitución de la república mexicana.
En el ensayo que precede a la antología cuidadosamente elaborada, el maestro Willebaldo nos presenta con trazos firmes su visión de la conquista española en Tlaxcala y del actuar intelectual y político de los criollos tlaxcaltecas del siglo XIX, refiriéndose singularmente al papel trascendente de José miguel Guridi y Alcocer. Después, con economía de texto y certera mirada sociológica, describe con precisión el ambiente de su estado natal y de muchas regiones del país cuando dice: “la cerrazón local y asfixia social que se vive actualmente en Tlaxcala y que se percibe psicológicamente en la población”. A continuación, con amargura, pero con realismo, define: “Tlaxcala es una sociedad que vive condenada, en pleno siglo xxi , a sufrir una perversa disminución de sus expectativas sociales, a ver limitados irracionalmente sus alcances por los poderes fácticos que inciden en su presente y futuro, aprovechándose de las facilidades otorgadas por la inexistencia de una ciudadanía verdadera y activa. De una sociedad que ha perdido la memoria de la potente energía vital y armonizadora de su rico y ejemplar pasado indígena. y sobre todo, que ha perdido de vista, posiblemente, la lucidez intelectual de sus criollos liberales locales”.
Vale la pena resaltar que en toda su actuación política Guridi pone en práctica el apotegma clásico que se refiere a defender el derecho a la expresión de las ideas frente a quienes pretenden privar de la palabra a quienes no comparten sus puntos de vista. el tlaxcalteca defiende, siendo criollo, los derechos de los indígenas a la propiedad comunal y de los negros al voto el electoral cuando se debate en Cádiz y años después defiende el derecho de los españoles a residir en nuestro país bajo el amparo del proyecto Iturbide lista de las tres garantías, de la constitución de Cádiz que nos rigió de 1821 a 1824 y de la constitución federal aprobada en octubre de este último año.
Herrera Téllez describe que la conquista española es unión pese al autoritarismo y la violencia con la que se implantaron lengua, religión, costumbres y, su mayor fracaso, las abismales diferencias de actitud política religiosa y educativa en las relaciones con la naturaleza del entorno y con los grupos indígenas.
La sensación que queda a quien disfruta este hermoso libro es que Willebaldo Herrera Téllez se propone lograr el renacimiento del pueblo tlaxcalteca, recogiendo sus valores críticos, enfatizando las características
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indígenas, subrayando sus compromisos criollos (igualdad, democracia y otros expresados por Guridi y Alcocer) para aprovechar en bien de la comunidad tlaxcalteca, del desarrollo de su economía, del fortalecimiento de su gobernanza, de la solidez de su estructura social la gran capacidad de adaptación que han mostrado a lo largo de siglos los tlaxcaltecas que se han movilizado como poblaciones “madrinas” para fundar y civilizar a otras regiones mexicanas y como inmigrantes a diversos países y que hoy se han adaptado a las complejidades del siglo xxi, lo mismo en las sociedades desarrolladas al norte de México, que en el contexto de la urdimbre social mexicana de la que son parte fundamental, aunque no se den cuenta de la
trascendencia y valor que tienen y merecen estos aportes al desarrollo poblacional. Al leer el libro resulta así una clara sensación de que el propósito del maestro Willebaldo Herrera Téllez es incitar a su querida comunidad de Tlaxcala a recobrar la energía y valor de la sociedad indígena, y recobrar también la lucidez intelectual de sus criollos decimonónicos. Se trata en suma de replantear Tlaxcala en el siglo xxi con los mejores rasgos de su personalidad histórica: enérgica, realista, valiente, prudente, impetuosa, amistosa, amable y activa constructora comunitaria para estructurar una sociedad tlaxcalteca que avance hacia nuevos y mejores estadios de vida.
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Torre Campanario, ex convento de San Francisco, ciudad de Tlaxcala; Foto: R.G.S.
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“GURIDI Y ALCOCER, LA ESENCIA EN CÁDIZ”
MTRO. WILLEBALDO HERRERA TELLEZ, MODERADOR (Y PROLOGUISTA) DE LA OBRA; DR. AGAPITO MAESTRE SÁNCHEZ, CONSEJERO DE EDUCACIÓN DE LA EMBAJADA DE ESPAÑA EN MÉXICO; DR. TOMÁS MUNIVE OSORNO, SECRETARIO DE EDUCACIÓN PÚBLICA DEL ESTADO DE TLAXCALA, Y REPRESENTANTE DEL C. GOBERNADOR LIC. MARIANO GONZÁLEZ ZARUR; DR. JULIO ZAMORA BÁTIZ, PRESIDENTE DE LA JUNTA DIRECTIVA NACIONAL DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA Y ESTADÍSTICA, A.C.
La Consejería de Educación, de la Embajada de España en México, fue el escenario para la presentación de la obra conmemorativa “Guridi y Alcocer, la esencia en Cádiz”. Por gentil disposición del Sr. Consejero, Dr. Agapito Maestre Sánchez, fue como se llevó a cabo tan importante presentación del libro que nos une y nos sigue uniendo en muy diversos foros a escala nacional; lo anterior, el día martes 4 de diciembre, a las 18:00 horas. Por la importancia que revista el mensaje que emitió el Sr. Secretario de Educación Pública durante el evento, incluimos un fragmento del mismo: …quiero agradecer a nombre del pueblo de Tlaxcala y del mío propio, al Dr. Agapito Maestre Sánchez, Consejero de Educación de España en México, su gentil hospitalidad y facilidades brindadas para presentar la obra conmemorativa Guridi y Alcocer, la esencia en Cádiz, que ha sido coordinado por los maestros Rafael García Sánchez y Graciela Núñez Bermúdez…
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…A la luz de la experiencia de los últimos años, parece evidente que no bastan los recursos tradicionales de nuestro sistema económico y político para procesar las crecientes demandas sociales y encauzar democráticamente tanto la competencia política como la coexistencia de las diferentes fuerzas que han alcanzado posiciones de poder significativo. Y en esto estriba precisamente la importancia estratégica de leer nuevamente a aquellos autores y especialistas que recuperan una magna obra política como la del Dr. Guridi y Alcocer, ya que desde hace doscientos años, gracias a su visión y aportación fue gestado un original
Fotografías: R.G.S. / Quórum
marco constitucional que hasta hoy ha dado sentido histórico a nuestra Nación. De aquí que tanto su legado justiciero como social se hayan convertido en valores vigentes y por qué no decirlo en factores de cambio. Que en si favorece la tarea que actualmente el Gobierno del Estado de Tlaxcala viene impulsando bajo ese espíritu de transformación democrática nacido de la reflexión de corte liberal de Guridi y Alcocer, pues el eje legislativo y transversal de su pensamiento nutre todavía, de algún modo, la reconstitución cotidiana de nuestro tejido social. Y en esta dimensión esencial de su obra radica gran parte de nuestros afanes de construcción ciudadana, cuya trascendencia se logra solamente trabajando al lado del pueblo tlaxcalteca, es decir, con una política de desarrollo para todos, tal como él lo razonó y lo plasmó en la primera Constitución Española de 1812 y la primera Constitución Mexicana de 1824, dos parteaguas de la historia mexicana y europea. Por esto mismo, celebro que prestigiados intelectuales de España, Holanda, Alemania y México, con sus valiosos análisis e interpretaciones medulares hayan recuperado a ese gran tlaxcalteca
Rafael García, Coordinador de la obra, y el Dr. Tomás Munive, Secretario de Educación Pública del Estado de Tlaxcala.
del siglo XVIII, autor intelectual de nuestra Soberanía Estatal; precisamente por todo lo que he comentado, Guridi y Alcocer ocupa un lugar especial en la memoria colectiva de México y, seguro estoy de ello, en la historia de España, por su destacada participación en las Cortes de Cádiz. No quisiera concluir, sin antes comentar que este acto constituye un encuentro muy significativo pues revive históricamente la alianza entre tlaxcaltecas y españoles, que hoy por la vía de la relación bilateral creativa y la cooperación multicultural solidaria nos permite estrechar nuestras manos y saludar juntos el porvenir, tanto en beneficio de México como de España. Enhorabuena. Q
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