Sobre la psicología de los procesos oníricos
El contenido del sueño debió estar sobredeterminado, y el dicho del niño hubo de componerse de dichos realmente pronunciados en la vida y enlazados con sucesos importantes para el padre. Debemos repara en que este sueño tampoco escapa a un cumplimiento de deseo. A. El olvido de los sueños Lo que recordamos del sueño y sobre lo cual ejercemos nuestras artes interpretativas está, en primer lugar, mutilado por la infidelidad de nuestra memoria. En segundo lugar, empero, todo nos dice que nuestro recuerdo del sueño no es sólo lagunoso, ino que lo refleja de manera infiel y falseada. Es cierto que desfiguramos el sueño en el intento de reproducirlo; reecontramos en esto lo que caracterizamos como la leaboración secundaria del sueño por parte de la instancia de pensamiento normal, que a menudo incurre en un mal entendido sobre aquel. Pero tal desfiguración no es, a su vez, sino un fragmento de la elaboración a que son sometidos regularmente los pensamientos oníricos a consecuencia de la censura del sueño. Tampoco son arbitrarias las alteraciones que el sueño experimenta en la redacción de vigilia. Mantiene enlace asociativo con el contenido en cuyo lugar se ponen, ponen, y nos nos sirven sirven para indicarno indicarnoss el camino camino hacia hacia ese contenido contenido que, a su vez, vez, puede ser el sustituto sustituto de otro. -En el análisis de sueños con paciente- Cuando a primera vista el informe de un sueño me parece de difícil compresión, ruego al que me lo cuenta que lo repita. Es raro que lo haga con idénticas palabras. Ahora bien, los lugares en que él modifico la expresión, que me dan a conocer los puntos débiles del disfraz del sueño. El empeño que se pone en impedir la solución del sueño me habilita a inferir la preocupación preocupación que urdió urdió al sueño sueño su su vestidura. vestidura. La duda sobre el reflejo correcto del sueño o de datos singulares de él no es, de nuevo, sino unn retoño de la censura onírica, de la resistencia a la irrupción de los pensamientos oníticos en la conciencia. Aparece la duda, por eso en el análisis de un sueño exijo que se abandone toda la escala de apreciaciones de la certidumbre, y a la más leve posibilidad de que algo haya ocurrido en el sueño de tal o cual suerte la trato como una certeza plena. Quien no renuncie a este miramiento en la persecusión persecusión de de uno de los elementos elementos del sueño sueño se se atascará en el análisis análisis que que se decida decida a hacerlo. hacerlo. El El psicoanálisis psicoanálisis es es desconfiado, desconfiado, y con razón. Una Una de sus sus reglas reglas reza: Todo lo que perturba la prosecusión prosecusión del trabajo trabajo [analítico] es una resistencia. Una prueba convincente de la naturaleza tendencisosa, al serivicio de la resistencia, del olvido del sueño nos la proporciona, en los análisis, la apreciación de uno de los grados previos del olvido. No es raro que en mitad del trabajo interpretativo emerja repentinamente un fragmento omitido del sueño, al que se define como olvidado hasta ese momento. Ahora bien, esta parte del sueño arrancada al olvido es en todos los casos la más importante; lleva por el camino más corto a la solución del sueño y por eso fue la más sometida a la resistencia. Es harto frecuente que un sueño sobrevenido a continuación de otro permita asegurar y proseguir la interpretación adopatada tentativamente para el primero. Una serie de sueños que se arrastra por semanas o meses sueñe brotar de un terreno común y debe entonces someterse a la interpretación como una urdidumbre. En sueños que se siguen el uno al otro, puede observarse a menudo que uno toma como centro lo que en el siguiente es indicado sólo en la periferia, y a la inversa, de suete que los dos se complementan entre sí también respecto de la interpretación. Ya he demostrado con ejemplos que los diversos sueños de una misma noche deben ser tratados en general como un todo por el trabajo interpretativo. ¿Que fue lo que en general posibilitó que el sueño se formara en contra de esa resistencia? Se nos impone la posibilidad de que estuviera aminarada de noche, y por esta disminución de la resistencia se hizo posible la formación del sueño; así comprendemos con facilidad que ella, respuesta en la plenitud de su fuerza tras el despertar despertar,, enseguida enseguida vuelva vuelva a elminar elminar lo que se vio forzada forzada a admitir admitir mientras estaba disminuida. El disminuida. El estado del dormir dormir posibilita la formación formación del sueño sueño por cuanto cuanto rebaja rebaja la censura endopsíquica. endopsíquica.
Los delirios son la obra de una cencusra que ya no se toma del trabajo de encubrir su reinado, y que en vez de cooperar en una remodalción que ya no sea chocante elimina sin miramientos todo aquello que suscita su veto, con lo cual lo que se resta se vuelve incoherente. Toda vez que un elemento psíquico se enlaza enlaza con otro por una asociación asociación chocante chocante y superficial, superficial, existe existe también entre entre ambos un enlace correcto y que cala más hondo, sometido a la resistencia de la censura. B. La regresión El sueño es un acto psíquico de pleno derecho; su fuerza impulsora es, en todos los casos, un deseo por cumplir; cumplir; el que sea sea irreconocible irreconocible como como deseo, deseo, así como como sus sus múltiples múltiples extravagan extravagancias cias y absurd absurdos, os, se deben a la influencia de la censura psíquica que debió soportar en su formación; además del constreñimiento a sustraerse de esta censura, cooperaron en su formación un constreñimiento a la condensación del material psíquico, un miramiento por su figurabilidad en imágenes sensibles y -aunque no como regla- un miramiento por dar una fachada racional e inteligible al producto onírico. El carácter psicológico más general y llamativo del soñar; un pensamiento, por lo común el pensamiento pensamiento deseado deseado,, es objetivado objetivado en el sueño, sueño, es figurado figurado como como escena escena o, según según creemos creemos,, es vivenciado. Dentro de la forma en que se manifiesta el sueño hay impresos dos caracteres casi independientes entre sí. Uno es la figuración como situación presente, omitiendo el <>; el otro, la tasposición del pnesamiento a imágenes visuales y dichos. El sueño se vale del presente del mismo modo y con el mismo derecho que el sueño diurno. El presente es el tiempo tiempo en que que el deseo deseo se figura figura como como cumplido. cumplido. Peculiaridad exclusiva del sueño, que lo diferencia del sueño diurno, es el segundo carácter, a saber, que el contenido de representaciones no se piensa, sino que se muda en imágenes sensibles a las que se da crédito y se cree vivenciar. Agreguemos enseguida que no todos los sueños muestran esa trasmudación de la representación en una imagen sensible; hay sueños compuestos sólo por pensamientos, pensamientos, y a los que no por eso eso se les les negará el carácter de sueños. sueños. El escenario escenario de los sueños es otro otro que que el de la vida de represe representaciones ntaciones de la vigilia. -Sobre la localidad psíquicapsíquica- pondremos el mayor cuidado en no caer e la tentación de determinar esa localidad psíquica como si fuera anatómica. Nos mantendremos en el terreno psicológico. Imaginamos entonces el aparato psíquico como un instrumento compuesto a cuyos elementos llamaremos instancias o, en benficio de la claridad, sistemas, claridad, sistemas, y así a los componentes del aparato como <> . Lo primero que nos salta a la vista es que que este este aparato, compuesto por sistemas ѱ, tiene una dirección. Toda nuestra actividad psíquica parte de estímulos y termina en inervaciones. Por eso asignamos al aparato un extremo sensorial y un extremo morot; en el extremo sensorial se encuentra un sistema que recibe las persepcicones, y en el extremo motor, otro que abre las esclusas de la motilidad.
De las persepciones que llegan a nosotros, en nuestro aparato psíquico queda una huella uqe podemos llamar <>. Y la función atinente a esa huella mnémica la llamamos <>. Suponemos que un sistema del aparato, el delantero, recibe los estimulos perceptivos, pero nada conserva de ellos y por tanto carece de memoria, y que tras él hay un segundo sistema que traspone la excitación momentánea del primero, a huellas permamentes.
Nuestras Nuestras percepciones percepciones se revelan revelan también también enlazadas enlazadas entre entre sí en la memoria, memoria, sobre sobre todo todo de acuerdo acuerdo con el encuentro en la simultaneidad que en su momento tuvieron. Llamamos asociación a este hecho. El hecho de la asociación consiste en lo siguiente: a consecuencia de reducciones en la resistencia y de facilitaciones, desde uno de los elementos Mn elementos Mn la exitación se propaga más bien hacia un segundo elemento Mn elemento Mn que hacia un tercero. El primero de estos sistemas Mn sistemas Mn contendrá en todo caso la fijación de la asociación por simultaneidad , y en los que están alejados el mismo material mnémico se ordenará según otras clases de encuentro, de tal suerte que estos sistemas más lejanos han de figurar, por ejemplo, relaciones de semejanzas u otras. El sistema P sistema P , que no tiene capacidad ninguna para conservar alteraciones, y por tanto memoria ninguna, brinda a nuestra conciencia toda la diversidad de las cualidades sensoriales. A la inversa, hondo en nosotros, son en sí inconscientes. Es posible hacerlos conscientes; perno no cabe duda de que en el estado inconsciente despliegan todos sus efectos. Lo que llamamos nuestro carácter se basa en las huellas mnémicas de nuestras impresiones; y por cierto las que nos produjeron un efecto más fuerte, las de nuestra primera juventud, son las que casi nunca devienen conscientes. Pero cuando los recuerdos se hacen de nuevo conscientes, no muestran cualidad sensorial alguna o muestran una muy ínfima en comparación con las perecpeciones. Nos resulta resulta imposib imposible le explicar explicar la formación formación del del sueño si no osábamos osábamos suponer suponer la la existencia existencia de dos dos instancias psíquicas, una de las cuales sometía la actividad de la otra a una crítica cuya consercuencia era la exlcusión de su devenir-consciente. La instancia criticadora, según infermimos, mantiene con la consciencia relaciones más estrechas que la criticada. Se sitúa entre esta última y la consciencia como una pantalla. Además, encontramos asideros para identificar la instancia criticadora con lo que guía nuestra vida de vigilia y decide sobre nuestro obrar consciente, voluntario. El sistema sistema criticador se situará en el extemo motor.
Al útlimo de los sistemas situados en el extremo motor lo llamamos preconciente preconciente para indicar que los procesos procesos de exitación exitación habidos habidos en él pueden pueden alcanzar alcanzar sin más más demora demora la conciencia, conciencia, siempre que se satisfagan cietras condiciones. Es al mismo tiempo el sistema que posee las llaves de la motilidad voluntaria. Al sisema que está detrás lo llamamos inconsciente porque no tiene acceso alguno a la consciencia si consciencia si no es por por vía del preco preconciente nciente,, al pasar por el cual su proceso de excitación tiene que sufrir modificaciones. ¿en cuál de estos sistemas situamos el envión para la formación del sueño? Para simplificar, lo haremos en el sistema Icc sistema Icc.. Claro que en ulteriores elucidaciones llegaremos a saber que esto no es del
todo correcto y que la formación del sueño se ve precisada a anudarse con pensamientos oníricos que pertenecen pertenecen al sistema sistema del preconcie preconciente. nte. Pero Pero en otro otro lugar, lugar, cuando cuando tratemos del deseo deseo onírico, onírico, nos nos enteraremos de que la fuerza impulsora del seuño es aportada por el Icc el Icc;; y a causa de este último factor adoptamos ahora el supuesto de que el sistema inconsciente es el punto de partida para la formación del sueño. Como todas las otras formaciones de pensamiento, esta excitación onírica exteriorizará el afán de proseguirse dentro del Prc del Prccc y alcanzar desde ahí el acceso a la conciencia. Durante el día la censura de la resistencia les ataja a los pensamientos oníricos este camino que lleva a la conciencia pasando por el preconciente. En la noche se abren el acceso a la conciencia, pero debemos averiguar por qué camino y merced a qué alteración. La disminución de la censura entre los dos sistemas Icc y Prcc Prcc sólo puede explicar formaiones oníricas del tipo de << Autodidasker>> Autodidasker>> (recuerdo vividamente), pero como el del niño que abrasa, abrasa, que nos propusimos como problema al comienzo de estas indagaciones (relato de un sueño presentado al comienzo del texto). -Sobre el sueño alucinatorio- La exitación toma un camino de reflujo. reflujo. En lugar de propagarse hacia el extremo motor del aparato, lo hace hacia el extremo sensorial, y por último alcanza el sistema de las perecpeciones. perecpeciones. Si Si a la dirección dirección según según la la cual el proceso proceso psíquico psíquico se continúa continúa en la vigilia vigilia desde el inconsciente la llamamos prog llamamos progredie rediente nte,, estamos autorizados a decir que el sueño tiene carácter regradiente. regradiente. Esta regresión es entonces, con seguridad, una de las peculiaridades psicológicas del proceso onírico; pero no tenemos tenemos derecho derecho a olvidar olvidar que que no es propia propia exclusivamen exclusivamente te de los los sueños. sueños. En En la retrogresión retrogresión no va más allá de las imagenes mnémicas; no puede producir la animación alucinatoria de las imágenes perceptivas. ¿Porque ocurre de otro modo en el sueño? Cuando hablamos del trabajo de condesación no pudimos eitar el supuesto de que las intensidades adheridas a las representaciones son trasnferidas íntegramente de una a otra por obra del trabajo del sueño. Probablemente sea esta modificación del proceso psíquico corriente la que posibilita que el sistema de las P se P se invista hasta la plena vivacidad vivacidad sensorial sensorial en la dirección dirección inversa, inversa, partiendo partiendo de los los pensamient pensamientos. os. Así, llamamos <> al hecho de que en el sueño la representación vuelve a mudarse en la imagen sensorial de la que alguna vez partió. Si consideramos al proceso del sueño como una regresión en el interior de ese aparato anímico que hemos supuesto, se nos explica sin más el hecho, comprobado empiricamente, de quee a raíz del trabajo del sueño todas las relaciones lógicas entre los pensamientos pensamientos oníricos oníricos se pierden pierden o sólo sólo hallan hallan expresión expresión trabajos trabajosa. a. De acuerdo acuerdo con con nuestro nuestro esquema, esquema, esas relaciones entre pensamientos no están contenidas en los primeros sistemas Mn, Mn, sino en otros, situados mucho más adelante, y por eso en la regresión tienen que quedar despojados de todo medio de expresarse, excepto el de las imágenes peceptivas. La peceptivas. La ensambladura ensambladura de los los pensamientos pensamientos oníricos oníricos es resulta, por la regresión, en su material en bruto. ¿Que alteración posibilita la regresión posible durante el día? Puede tratarse de alteraciones en las investiduras energétivcas de los sitemas singulares, en virtud de las cuales ellos se vuelvenmás o menos transitables para el decurso de la excitación. Durante el día hay una corriente continua desde el sistema ѱ de las P hasta P hasta la motilidad; ella cesa durante la noche y ya no podría oponer impedimiento alguno a una contracorriente de la excitación. Esta sería la <>. La regresión se produce a pesar de una corriente sensorial ininterrumpida en la dirección progrediente. progrediente. Respecto de las alucinaciones de la histeria y de la paranoia, y de las visiones de personas normales, puedo dar este esclarecimie esclarecimiento: nto: de hecho corresponden corresponden a regresiones, regresiones, es decir, decir, son pensamientos pensamientos mudados en imágenes, y solo experimentan esa mudanza los pensamientos que mantienen íntima vinculación con recuerdos sofocados o que han permanecido inconscientes. Puedo aducir aquí, como resultado de los Estudiosobre Estudiosobre la la histeria, histeria, que las escenas infantiles, cuando se logra hacerlas conciente, son vistas de manera alucinatoria y solo comunicarlas se bborra este carácter. No podremo podremoss rechazar, rechazar, respecto respecto del del sueño, sueño, la posibilida posibilidad d de que que la mudanza mudanza de de pensamiento pensamiento en imágenes visuales sea en parte consecuencia de la atracción que sobre el pensamiento desconectado
de la conciencia y que lucha por expresarse ejerce el recuerdo, figurado visualmente, que pugna por ser reanimado. Según esta concepción, el sueño puede describirse tambien como el sustituto de la escena infantil alterado por transferencia a lo reciente. reciente. La escena infantil no puede imponer su renovación; debe conformarse con regresar como sueño. El soñar en su conjunto es una regresión a la condición más temprana del soñante, una reanimación de su infancia, de las mociones pulsionales que lo goberanron entonces y de los modos de expresión de que disponía.