INSTIT INSTITUTO UTO TECN TECNOL OL GICO GICO SALESIANO SALESIANO “ELOY VALENZUELA”
Asig As ignat natur ura: a: Leng L engua ua Docente: Maricela Solano Octavo grado Castellana 2017 COMPETENCIA COMUNICATIVA: Lectora-Escritora Eje temático: Literatura colombiana de la colonia y la independencia TALLER No. 2 Nomb re y apell ido s del estud iante: iant e: ______________ ____________________ ___________ __________ ___________ ___________ ________ ___ Fecha:____________ Fecha:_____________ _
1. A 1. A continuación continuación leerás un fragmento de “ EL CARNERO”, considerado como el primer texto literario colombiano. Fue escrito por Juan Rodríguez Freyle entre 1635 y 1638. Su título original fue “La Conquista y el descubrimiento del Nuevo Reino de Granada” pero todos sus lectores terminaron conociéndolo como “El Carnero”, ya que este término designaba la cloaca en donde se escondían los desórdenes morales y las hipocresías de la sociedad.
Capitulo Capitul o XIX En que se cuenta cuenta la venida venida del presidente don Juan de Borja con algunos c asos sucedidos al di cho gobierno . Entre los disgustos que tuvo el presidente don Juan de Borja durante su gobierno, fue el uno de ellos el siguiente: Tenía por sus criados, entre los demás, a Antonio de Quiñones y a Juan de Leiva. Diole el presidente en la ciudad de Tunja al Antonio de Quiñones el corregimiento de Toca. Era encomendera de este pueblo doña María de Vargas, viuda del capitán Mancipe, moza, rica y hermosa, señora y dueño de su voluntad y libertad. Los años nuevos, gala y gentileza de Antonio de Quiñones, y los tiernos de doña María de Vargas y su hermosura, que sin gozarla se marchitaba, el trato y comunicación de los dos, con la ocasión que se les puso en medio, todas estas cosas juntas abrieron puerta a estas amistades, con palabra de casamiento, sin entender el frasis de esta palabra, porque es lo propio que decir que en casa miento, pues corre esta palabra con aquella respuesta que daba el oráculo de Apolo délfico al pueblo gentílico cuando le consultaba para ir a la guerra: Ivis redivis non morieris in belo. Por manera que con el adverbio non los engañaba. Lo propio tiene la palabra de casamiento, porque tiene quitadas muchas flores y muchísimos honores, que cual o cual vez sale con victoria. En conclusión, con esta palabra estos amantes, sin sacar licencia ni esperar que el cura los desposase, ellos se velaron con velas de sebo. Acompañaba al Antonio de Quiñones el Juan de Leiva, era sabidor de estas amistades, y muchas veces tercero en ellas. Al cabo de muchos días y tiempo, llegó el día en que la doña María de Vargas le pidió al Antonio de Quiñones el cumplimiento de la palabra de casamiento que le había dado, e l cual se la revalidó condicionalmente, diciendo: que la cumpliría, “dando de ello primero cuenta al presidente, su señor”; que habiéndole dicho el Antonio de Quiñones su pretensión, le dijo el presidente que no se casase; con lo cual mudó de intento el Quiñones, y la doña María de Vargas, sentida del agravio, se apartó de su amistad, de manera que ya no se hablaban ni comunicaban. El Juan de Leiva, que vio muerto el fuego que había entre los dos, puso el pensamiento en casarse con la doña María de Vargas; y engañóse, porque aquella brasa de fuego que él tenía por muerta, no estaba sino cubierta con las cenizas de aquellas dos voluntades, que al primer soplo había de revivir y encenderse, y particularmente con el soplo de la privación, que es fortísimo. En fin, el Juan de Leiva dio parte de su intento al Antonio de Quiñones, rogándole que pues no se casaba con doña María de Vargas y su amistad era acabada, que él se quería casar con ella y que tomase la mano y la metiese en efectuarlo. El Quiñones se comprometió y echó personas que lo tratasen con la doña María, cargando la mano el Antonio de Quiñones en e n abonar la persona del d el Juan de Leiva y su nobleza, con lo cual la doña d oña María de Vargas hubo de dar el sí del casamiento. Cuando llegó a considerar este negocio, considero en él la fragilidad humana, que ciega de su apetito y gusto, cierra ambos ojos a la razón y las puertas p uertas al entendimiento. Esta señora no podía estar olvidada de que Juan de Leiva era sabedor de sus flaquezas, ni tampoco él ignoraba estas amistades, pues que había sido tercero en ellas. ¿Con qué disculpas disculparé estas dos partes, o con qué capa los cubriré? Si quisiere decir que el nuevo estado mudaría las voluntades, no me atrevo a mandar en casa ajena; capa no halló ninguna, ni nadie la quiere dar, porque dicen la romperá el toro, que en tal paró ella, y así llevaron el pago de su atrevimiento. Codicia de ser encomendero despeñó al Juan de Leiva, que no sabía, ni todos saben la peste que trae consigo esta encomienda, que como es sudor ajeno clama al cielo. ¡Maldita seas, codicia, y para siempre seas maldita! Entraste en el seno de Juan de Leiva, heriste con la codicia de la encomienda del pueblo de Toca, cerró los ojos a la razón, y con la facilidad de la dama se concluyó el casamiento, y últimamente se vinieron a vivir a esta ciudad de Santafé; y estando en ella, podemos decir, y cabe muy bien, que donde amor ha cabido no puede olvido caber». Los dos amantes se comunicaban por escrito y de palabra. El Juan de Leiva, se dio cuenta y gastada la
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paciencia le dijo al presidente don Juan de Borja, que le mandase a Antonio de Quiñones que no le entrase en su casa, porque juraba a Dios que lo había de matar; y con esto le dijo al presidente lo que pasaba e matar; y con esto le dijo al presidente lo que pasaba y le mostró las cartas que había cogido. Aunque Antonio Quiñones fue advertido por el presidente, aunque no podía vencer, ni retraerse de las ocasiones que le ofrecían, porque toda esta fuerza hace la privación de la cosa amada. El Juan de Leiva, que se sintió burlado, al fin vencido de la fuerza de la honra, si podemos decir que la tiene quien sabía lo que él sabía y se casó de la manera que él se casó; en fin, él se determinó a matar a los dos amantes, la cual determinación puso en ejecución, de la manera siguiente: Invitó a Antonio Quiñones a su casa, con la excusa de ayudarle a solucionar un negocio, preparándole en verdad una emboscada con su primo Bartolomé de Leiva. Al entrar en la casa, Bartolomé de Leiva le dio la primera estocada. Luego Juan de Leiva de dio otras her idas. Salía la pobre señora a ver qué ruido era el que había afuera. Topó con el marido, q ue le dio de estocadas, con lo cual murieron los dos amantes. El Juan de Leiva y su primo, que tenían dispuesto todo para huir, volvieron a España, de donde venían, no sin antes sortear muchas dificultades con las autoridades. Ya en Castilla, el don Juan de Leiva escribió al presidente, su señor, que estaba ya él en Lucena, su patria, a donde se había casado con una viuda rica; diciendo por conclusión de su carta: “¡Ruegue a Dios, señor, que sea mejor que la otra! 2.
Lee los siguientes datos relevantes sobre la obra “El Carnero”
Juan Rodr íguez Freyle Freyle ha logrado escribir uno de los libros más importantes del tiempo de la colonia. Su obra El Carnero constituye un elemento de valor que aportó a la literatura colombiana; su narrativa, su contenido social, sus voces, su mestizaje de géneros, entre otros. Para realizar una correcta valoración del libro se deben tener en cuenta varios aspectos. El Carnero muestra una realidad, un contexto de la época, que se repite hoy en día. Existe una disputa social por el poder, cada clase dominante buscaba el control de lo que consideraba propio. Los que nacían en el Nuevo Reino de Granada pensaba que esa tierra les pertenecía por cuanto eran ellos quienes la habitaban; sin embargo, creían que quienes deb ían tener el control debían ser los españoles por ser los encargados de la evangelización. Es decir, existe una relación intrínseca de poder entre los subyugados nativos y los dominantes españoles. Juan Rodríguez encuentra la forma de reflejar la personalidad de sus personajes, algo que no hacían sus cronistas contemporáneos. Los personajes del libro se mueven entre una serie de episodios de deshonestidad, avaricia, supersticiones y adulterios que descubren la verdadera sociedad. Gran parte de este logro para su época consiste en la elaboración de micro casos; en los que de forma anecdótica relata hechos que demuestran que las personas de su alrededor llevan una doble vida y son incapaces de controlar sus instintos. Aunque no deja de parecer un simple chisme el contenido que imprime el autor a los micros casos es de tono moralizante en el que los pecadores reciben lo que merecen por su pecado.
ACTIVIDADES: Responde detrás de estás fotocopias 1. ¿Cuál es considerado el primer texto literario colombiano? colombiano? 2. ¿Por quién fue escrito el Carnero? 3. ¿Cuál fue el título original del Carnero? 4. ¿Qué designa designa el término El Carnero? 5. ¿Qué se se recopilan recopilan en el Carnero? 6. ¿Cuál es el título del capítulo XIX del Carnero? 7. ¿Quiénes eran los criados de Don Juan de Borja? 8. ¿Quién era la encomendera de Tunja el corregimiento corregimiento de Toca? Descríbala. 9. ¿Qué significa: ivis redivis non morieris in belo? 10. ¿Qué pasó entre Antonio de Quiñones y María de Vargas? 11. ¿Qué le dijo el presidente que hiciera a Antonio de Quiñones? 12. ¿Qué pidió Juan de Leiva a Antonio de Quiñones y doña doñ a María? 13. ¿A dónde se fueron a vivir? 14. ¿En ¿En qué termina te rmina la historia? 15. ¿Qué tema de la literatura colombiana de la Colonia encontraste en el fragmento del Carnero? 16. ¿De qué trata la obra El Carnero?
5. BIBLIOGRAFÍA. BIB LIOGRAFÍA. RIVEROS GRAJALES Manuel Neftalí. Nuevo lenguaje 8. Editorial Santillana. Santillana. http://www.rae.es/RAE http://www.usergioarboleda.edu.co/altus/freyle-el-carnero.htm
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