TEMA 66 NUEVOS MODELOS NARRATIVOS EN ESPAÑA A PARTIR DE 1940 1.- INTRODUCCIÓN 2.- EL REALISMO SOCIAL EN LA NOVELA (1951-1962) 3.- RENOVACIÓN DE LA NOVELA ESPAÑOLA 3.1. El !"#$l%! ' l!& 60 l!& *0 3.2. E+," l "%#+,$l%! ,"$'%/%+ 4.LTIMAS TENDENCIAS NARRATIVAS 4.1. N!l$ ' ,+'+/%$ "$l%&,$. 4.2. N!l$ %+,%#%'$' 4.3- L$ +!l$ %&,"%/$ 4.4.- O,"!& $,!"& $/,$l& 7I7LIO8RA:A
6
1.- INTRODUCCIÓN El ambiente de desorientación cultural de comienzos de la posguerra resulta especialmente acusado en el campo de la novela. Lo primero que salta a la vista es que se ha roto con la tradición inmediata: han desaparecido de la circulación las novelas sociales de preguerra y se desconoce la producción de los novelistas exiliados. Por otra parte, dadas las dramáticas condiciones del momento, no puede servir de modelo la novela deshumanizada! ni resultan imitables novelistas como "iró, P#rez de $yala o %amón!. %etrocediendo más, sólo la obra de &aro'a parece conectar con las preocupaciones de los autores 'óvenes( y, en e)ecto, el autor de La busca se convertir*a en maestro para muchos de los narradores de lo que se ha llamado generación del 40 +o del 36 o de la guerra). Pero, 'unto al realismo baro'iano, otras son las )órmulas narrativas que se cultivaron: la novela psicológica, la heroica, la po#tica y simbólica, etc. Es una #poca de bsqueda, de tanteos muy diversos. $lgunos autores no exiliados, que hab*an publicado ya antes de la guerra, hubieran podido servir de puente( sin embargo, son escasas las aportaciones de, por e'emplo, -arc*a errano, &artolom# oler, ánchez "azas, etc. /tros, como 0unzunegui o 1ernández 1lórez alcanzarán cierta resonancia dentro de un realismo tradicional. 2os )echas suelen destacarse como signi)icativas de un nuevo arranque del g#nero: 3456, con La familia de Pascual Duarte de Cl$, y 3457, con Nada de C$"#+ L$!",. Podr*a a8adirse, en 3459, la revelación de M%;l Dl%<&, con su primera novela, La sombra del ciprés es alargada. El Pascual Duarte constituyó una verdadera revelación en el panorama de la Espa8a de posguerra, a pesar de no tratarse en absoluto de una obra original: deudora temáticamente del drama rural, gen#ricamente de la picaresca y estil*sticamente de alle;ela se revelaba ya como un hábil constructor del relato y un magistral prosista. >on ella se inicia el llamado tremendismo! en la novela de posguerra. En cuanto a la novela de C$"#+ L$!",, que obtuvo el Premio ?adal en su primera convocatoria, produ'o verdadero asombro. u autora, una estudiante de 6@ a8os, nos presenta a una muchacha como ella que hab*a ido a estudiar a &arcelona, donde vive con unos )amiliares en un ambiente sórdido de mezquindad, de histeria, de ilusiones )racasadas, de vac*o. Por primera vez tras la guerra, una parcela irrespirable de la realidad contemporánea quedaba recogida impecablemente, con un estilo desnudo, de trazo )irme, y con un tono desesperadamente triste. La sombra del ciprés es alargada evidencia, pese a sus de)ectos, las excelentes dotes narrativas de su autor( se trata de una novela tradicional donde 2elibes intenta plasmar la vida cerrada de las ciudades castellanas de provincias. El re)le'o amargo de la vida cotidiana era una nota caracter*stica de la novela de posguerra. u en)oque se hace desde lo existencial. 2e ah* que los grandes temas sean la soledad, la inadaptación, la )rustración, la muerte... Es sintomática la abundancia de persona'es marginales y desarraigados, o desorientados y angustiados. =odo ello revela un malestar que, en ltimo t#rmino, es social. A, en e)ecto, aunque la censura haga imposible cualquier intento de denuncia y limite los alcances del testimonio, la pintura social que comienzan a darnos los novelistas se caracteriza por sus tonos grises, cuando no sombr*os, que anticipan la novela social!. Las excepciones las representan algunos autores que podr*amos llamar triun)alistas!: 8$"/=$ S""$+!B La fiel infantería, I;+$/%! A;&,= , con la saga de los %*us + ariona !ebull , etc.C.
@
Day que destacar, además, que son pocas las novelas de este periodo que han quedado por su calidad literaria. alvo excepciones ya se8aladas, domina la pobreza creadora y estil*stica. Pero lo más importante, como ha se8alado "art*nez >achero, es que la novela echara a andar!. 2.- EL REALISMO SOCIAL EN LA NOVELA (1951-1962) El cali)icativo de social aplicado a la novela puede entenderse en un sentido amplio +la sociedad como temaC o restringido +novela que denuncia las estructuras socialesC. Dacia un re)le'o realista de la sociedad se orientaban ya algunas novelas de la inmediata posguerra( pero han de pasar unos a8os para que )rage una orientación coherente en este sentido. 2e todas maneras, la novela social +en uno u otro sentidoC constituirá lo más caracter*stico del g#nero entre 3473, )echa de La colmena, y 34F6, )echa de "iempo de silencio de M$",=+-S$+,!&. Para muchos cr*ticos, la citada novela de >ela es la precursora de la corriente, con su despiadada visión de la sociedad madrile8a de posguerra. /tra obra clave, del mismo a8o, ser*a La noria de L%& R!#"!, novela de persona'e colectivo tambi#n, pero en este caso con &arcelona como marco. $8ádanse, igualmente como iniciadoras, dos novelas de Dl%<&: #l camino +347GC y i idolatrado $i%o &isí +347@C( ambas re)le'an ambientes bien concretos: un pueblo castellano, la primera +aunque sin cr*tica expl*citaC, y una )amilia burguesa, la segunda +#sta con cr*tica abiertaC. $s* llegamos a 3475, a8o inaugural!, segn obe'ano, de la novela social propiamente dicha. En ese a8o y en los que siguen se dan a conocer, desde "adrid, $ldecoa, 1ernández antos, ánchez 1erlosio, etc. A desde &arcelona, $na "H "atute, Iuan -oytisolo, etc. Les seguirán poco despu#s López Pacheco, -arc*a Dortelano, López alinas, a. -rosso, >aballero &onald., etc. El con'unto de estos autores nacidos entre 3467 y 34@3 ha recibido denominaciones como 8+"$/%+ ' l!& 50 o 'l M'%! S%;l! !. Entre ellos hay evidentes rasgos comunes: la solidaridad con los humildes y los oprimidos, la discon)ormidad ante la sociedad espa8ola, el anhelo de cambios, etc. Iuan -oytisolo dec*a al respecto: >reo que el grupo de 'óvenes que empezamos a escribir a partir de 347G +...C tenemos como denominador comn una actitud cr*tica, más o menos despiadada segn los casos, hacia el mundo concreto que nos ha tocado vivir!. ?o tardaron en aparecer ensayos con )ormulaciones doctrinales, a modo de mani)iestos. Ios# "H >astellet, cr*tico catalán que se convirtió en portavoz del grupo, de)iende en La $ora del lector +3479C el realismo social. "ás combativas son las posiciones de Iuan -oytisolo en dos traba'os de 3474: el mani)iesto Para una literatura nacional popular y el libro Problemas de la no'ela. egn #l, el escritor debe ponerse al servicio de unos cambios sociales, el novelista debe comprometerse con la sociedad, denunciar la problemática social, cuestión #sta más propia de los medios de comunicación o de los partidos pol*ticos, cosa que no se pod*a hacer entonces en Espa8a. Estas intenciones sociales acarrean dos actitudes de los novelistas: +$, que no todos los autores sociales se comprometieron ni en el mismo grado ni con el mismo signo( '!&, que la literatura social, asociada #tica y est#ticamente al realismo, plantea una concepción del arte no compartida por todos, lo que motivó una enriquecedora diversidad. En cuanto a las )ormas del realismo, advertiremos que #stas eran adoptadas con di)erentes matices segn las actitudes ante la situación de la Espa8a )ranquista. =endr*amos, en primer lugar, a los autores del realismo tradicional , cuyas obras se atienen más bien a un realismo burgu#s que no implica más denuncia que la nacida de la propia naturaleza del tema. Por otro lado, tendr*amos el realismo social , que hace de la sociedad un tema literario, aunque de naturaleza problemática( la obra acta en este caso como un espe'o que simplemente re)le'a la sociedad y el autor prescinde de cualquier toma de partido. 1inalmente, el realismo dialéctico o crítico parte de la premisa de que toda realidad es problemática por naturaleza: in)luidos por el realismo socialista!, se entiende la sociedad en t#rminos
5
dial#cticos y el autor acta como analista de las contradicciones sociales, llevando al lector a la comprensión del con)licto y a una toma de postura. En esta #poca apuntan dos modalidades narrativas: el ob%eti'ismo y el realismo crítico. El ob%eti'ismo consiste en un testimonio escueto, sin aparente intervención del autor. Entre nosotros su mani)estación extrema )ue el conductismo, procedente del be$a'iorismo norteamericano, que consiste limitarse a registrar la pura conducta externa de individuos o grupos y recoger sus palabras sin comentarios ni interpretaciones. La obra más representativa es #l (arama de . 1erlosio. Por su parte, -oytisolo, $. 1erres y López alinas, entre otros, son partidarios de un realismo cr*tico, de una denuncia de las desigualdades e in'usticias desde posturas dial#cticas próximas al realismo socialista. >on estas orientaciones se conectan diversas in)luencias. Iunto a teóricos del realismo cr*tico +como LuJácsC, en boca de nuestros novelistas aparecen nombres como los de 2os Passos, teinbecJ, 1aulJner o DemingKay, entre los americanos( ittorini y Pavesse, entre los italianos, y $. "alraux, entre los )ranceses. 1inalmente hay que decir que en 3475 se producen dos hechos )undamentales para la )ormación de esta novela social: por una parte,, la aparición de Los bravos, de Iess 1ernández antos( y, por otra, el acuerdo entre los editores catalanes eix y &arral y una serie de escritores para lanzar este tipo de narrativa como arma de oposición social e ideológica. a) No'elas de la ciudad Las zonas más castigadas por la guerra hab*an sido las grandes ciudades, donde la resistencia republicana hab*a sido más )uerte y, con ella, más acuciante el asedio de las )uerzas rebeldes. u recuperación )ue muy lenta, hasta que en los FG irrumpió un desarrollismo! tan incontrolado, que tuvieron que producirse una serie de desigualdades, in'usticias y desarraigos culturales como consecuencia de una nueva perspectiva urbana de posguerra. Entre las novelas que contemplan la ciudad desde un punto de vista global, es decir, intentando captar su vida en su con'unto, está La colmena que nos presenta la realidad cotidiana del "adrid de posguerra en dos d*as, centrando su atención en un sector de clase media;ba'a. 2e tema similar, en La noria +34776C, de L%& R!#"!, encontramos tambi#n su intención cr*tica más impl*cita que abiertamente expresada: se trata de una sucesión de trozos de vida! de distintos persona'es durante un d*a en &arcelona. /tras obras se centran concretamente sobre determinados sectores sociales o sobre aspectos muy determinados de la vida urbana. "ención especial merecen las novelas sobre las chabolas, empe8adas en o)recer una visión de las condiciones de vida más in)rahumana de las grandes ciudades. obresalen Los ol'idados +3479C, primera novela de >+;l M? ' L"$, excesivamente melodramática y truculenta( Donde la ciudad cambia su nombre +3479C, de "$+/%&/! C$+'l y La pi*ueta +3474C, de A. ""&, de intención claramente cr*tica y la más comple'a: en ella se plantean diversas cuestiones sobre la situación de los emigrantes, la apat*a y la insolidaridad ante el dolor a'eno, la miseria material y moral de los suburbios, etc. 1inalmente, podemos entresacar otro grupo de novelas donde se contempla la ciudad como lugar dominado por la burgues*a tradicional: ambientados en peque8as ciudades, estos relatos denuncian comportamientos y actitudes asociadas al conservadurismo recuperadas por el rancio tradicionalismo católico del r#gimen de 1ranco. us cultivadores son básicamente autores conservadores, más o menos cercanos al r#gimen a pesar de que pudieran tener algn problema con #l en determinado momento. Entre ellos destaca @$+ A. +B+;%, cuyas novelas evocan y ensalzan la moral y el traba'o burgueses, as* como el progreso y el sistema social que aqu#llos implican. u novela más importante es #sa oscura desbandada. =ambi#n son representativos de este grupo I;+$/%! A;&,= , que hace de la crisis de la burgues*a el motivo de su obra )undamental, La ceni+a fue ,rbol ,
7
extensa novela;r*o integrada por cinco libros +los más importantes son ariona !ebull y #l 'iudo !iusC y @!& M? 8%"!+ll$, )amoso por su trilog*a sobre la guerra civil, Los cipreses creen en Dios +347@C, -n millón de muertos +34F3C y a estallado la pa+ +34FFC. >aso distinto es el de C$"#+ M$",=+ 8$%,, cuya actitud cr*tica se acentuar*a a8os despu#s. u primera novela, #ntre 'isillos +347C, es una de las más )ieles y veraces descripciones de la vida provinciana de la narrativa espa8ola de posguerra, denunciando el )also re)inamiento y la hipocres*a de una sociedad orgullosa, encerrada entre los visillos! de una ciudad 8o8a y beata, anclada en un rancio y trasnochado tradicionalismo. b) #l tema rural La primera novela de posguerra que tomó como tema narrativo el campo espa8ol )ue La familia de Pascual Duarte( su protagonista es un criminal que, a la vez que verdugo de sus v*ctimas, se constituye en v*ctima de la situación del campo: miseria, aculturación, desinter#s administrativo, etc. En otras novelas se tratan y abordan los problemas del campo considerando sus causas. Es el caso de Los bra'os, de @&& "++'B S$+,!& y /entral eléctrica de Iess López Pacheco, que plantea la )alsedad de la redención del campo por el progreso tecnológico. Las novelas más importantes de este tema se producen en los a8os FG, siendo sus nombres )undamentales los de un c*rculo de narradores andaluces. obresalen entre ellos: @!& M$+l C$<$ll"! 7!+$l', con Dos días de setiembre +34F3C, una de las novelas más per)ectas, realistas y minuciosas del g#nero, donde se describe detalladamente la vida de un pueblo vinatero. Al!+&! 8"!&&!, autor de -n cielo difícilmente a+ul +34F6C. La +an%a +34F3C, su me'or novela de este tema relata la explotación de los traba'adores por el cacique y la lucha que la construcción de la zan'a plantea. c) La burguesía en la no'ela social En la novela espa8ola de posguerra, la burgues*a aparece como tema narrativo con dos en)oques muy distintos: en los a8os 5G, como una clase en descomposición, azotada in'ustamente por la guerra y que por ello cede ocasionalmente a impulsos amorales Maqu* cabr*an desde Nada de C$"#+ L$!", a Los go+os las sombras de T!""+, 7$ll&,". En los a8os 7G y FG, otro grupo de autores abordó el tema desde un punto de vista más cr*tico, mucho más consciente, re)lexivo y personalizado, partiendo de la base de que el blanco de su cr*tica deb*a ser en primer lugar su propia clase y en gran medida ellos mismos. obresalen "ormenta de 'erano, de @$+ 8$"/=$ F!",l$+!, una novela hondamente cr*tica con la burgues*a, donde los ni8os ponen continuamente en entredicho las acciones de sus padres.( #ncerrados con un solo %uguete, de @$+ M$"&, destacado analista de la burgues*a catalana, bien desde una óptica in)antil, como en &i te dicen *ue caí +349@C( bien desde la mentalidad universitaria, como en 1ltimas tardes con "eresa. onviene matizar: lo que sucede es que el contenido tiene toda la prioridad, y a #l se subordinan todas las t#cnicas elegidas( se antepone la e)icacia de las )ormas a su belleza y, desde luego, se rechaza la pura experimentación y el virtuosismo.
F
La estructura del relato suele ser aparentemente sencilla. e pre)iere la narración lineal +en lo que se percibe a veces la in)luencia de &aro'aC. 2esnudez y concisión se perciben asimismo en las descripciones, relativamente poco abundantes y con un papel predominantemente )uncional +presentación de ambientesC. in embargo, tras la sencillez se puede ocultar un es)uerzo considerable de construcción. Day un punto que lo revela: la abundancia de novelas que concentran la acción en un corto espacio de tiempo. anz illanueva, por e'emplo, ha se8alado una serie de obras cuya duración es de un d*a y an menos + La +an%a Duelo en el paraíso...C. A ello obliga )orzosamente al autor a una meditada concentración, disposición y enlace de los distintos episodios. ?o menos es)uerzo constructivo supone la pre)erencia muy caracter*stica por las novelas de persona%e colecti'o. La colmena y La noria )ueron pioneras. =ras ellas un amplio nmero de persona'es pululan por obras como Los bra'os Dos días de setiembre, etc. Iunto al persona'e colectivo, es propio de la novela social la presencia del persona%e representati'o, tomado como s*ntesis de una clase o grupo, más que como individuo dotado de psicolog*a singular. Ello enlaza con un rasgo )undamental de esta corriente: el rec$a+o de la no'ela psicológica. $ su vez este rechazo nos conduce a las técnicas deri'adas del ob%eti'ismo y de su modalidad conductista!. Por su parte, el di,logo ocupa un lugar preeminente en las novelas sociales: muchas de ellas son, )undamentalmente, diálogos, pues los autores tratan de reproducir el habla viva, ya sea de campesinos, ya de obreros o se8oritos burgueses: #l (arama es una de las novelas más representativas. 1uera de los diálogos, el lengua'e adopta normalmente el estilo de la crónica, desnudo, directo. 3.- RENOVACIÓN DE LA NOVELA ESPAÑOLA $ )inales de los a8os FG, la sociedad espa8ola viv*a unas circunstancias que para muchos suponen un claro indicio de la superación de la mentalidad de posguerra: por un lado, económicamente Espa8a experimenta el desarrollismo!( socialmente, hace su aparición una pu'ante clase burguesa +de la que salen los intelectuales opositores al r#gimenC( y, pol*ticamente, existe un proceso de degradación del poder que prepara a partidos, a hombres pblicos y a la sociedad espa8ola para la transición a un r#gimen democrático. $unque cultural e ideológicamente Espa8a estaba muy le'os de los movimientos de liberación del F, el arte +y con #l la literaturaC segu*a básicamente la senda trazada por el resto de los pa*ses occidentales, y con ellos se incorporó a la corriente de renovación )ormalista. La novela espa8ola en los a8os FG y 9G ha venido caracterizándose por un es)uerzo de renovación, intentando superar las )ormas tradicionales y buscando nuevas )ormas de expresión. Day que advertir, sin embargo, que en un primer momento dicha renovación llegó de la mano de prácticamente los mismos autores que hab*an dominado el panorama durante la d#cada anterior. 2e tal modo, si hasta ese momento les hab*a interesado plasmar ob'etivamente la realidad tal cual era, el inter#s se centrará entonces en la interpretación sub'etivista y más o menos novedosa del mundo. $spectos destacables de la novela de esta #poca son: El $;!,$#%+,! 'l "$l%! &!/%$l. $ partir de 34FG comienzan a mani)estarse signos de cansancio del realismo imperante en la novela espa8ola. $lgunos cr*ticos se8alan el peligro de anquilosamiento, mani)iestan su hast*o ante la literatura magneto)ónica! +2*az;Pla'aC y su deseo de que se vuelva a la )antas*a. $ ellos se suman incluso ciertos adalides del realismo, como -oytisolo o >astellet, quienes pasan a propugnar la necesidad de renovación )ormal y de en)oques más comple'os. ?uestros autores van a tener muy en cuenta las aportaciones de los grandes novelistas extran'eros, desatendidas en los decenios anteriores. L!& ;"$+'& %++!$'!"& ' l$ +!l$ /!+,#!"+$. 2e principios de siglo a hoy el arte narrativo Mcomo otras mani)estaciones de la literatura y del arte; ha ido viviendo pro)undas trans)ormaciones. Es imposible citar a todos los novelistas que se han distinguido en tal proceso. ?o obstante conviene recordar a los siguientes: Proust, Na)Ja, Ioyce, 1aulJner, -ide, 2os Passos, irginia
9
Ool), etc. Los cuatro primeros son los que e'ercen una in)luencia mayor entre los novelistas espa8oles, erigi#ndose en muchos casos en modelos imitables: M. P"!&, ocupa un primer*simo puesto en la historia de la novela, gracias a su ingente obra #n busca del tiempo perdido, que constituye una culminación y, a su vez, una superación de la novela psicológica del siglo <, con decisivas novedades estructurales. "$+B G$H$ destaca por su etamorfosis, novela cuyo protagonista despierta convertido en un enorme insecto. #l proceso ocupa asimismo un lugar destacado en la narrativa mundial. @$#& @!/ es quien más le'os ha ido en la experimentación narrativa, entre sus primeros libros )iguran la colección de relatos Dublineses +3435C y la novela #l retrato del artista adolescente +343FC, pero su gloria se debe al -lises +3466C. . $lH+" es, sin duda, la )igura máxima de la generación perdida! norteamericana +2os Passos, teinbecJ, DemingKay, etc.C, marcada por los horrores del guerra del 35, desenga8ados y en )ranca ruptura con los valores de su sociedad, emprendieron una espl#ndida renovación novel*stica. /bras de 1aulJner son: #l sonido la furia, ientras agoni+o y Q bsalón bsalónR. N!& "!/'%#%+,!& +$""$,%!&. S %+l+/%$ + l$ +!l$ &$J!l$. El )enómeno más importante que se produce en estos a8os es el de la trans)ormación de la novela en lo que a su aspecto )ormal se re)iere: todos los elementos de la obra narrativa +acción, persona'es, estructura, escritura...C se han renovado continuamente, a veces de )orma drástica y contundente. $le'o >arpentier ha dicho: =odas las grandes novelas de nuestra #poca comenzaron por hacer exclamar al lector: QEsto no es una novelaR!. Las innovaciones son intensas en la t#cnica y composición, es decir, en su aspecto )ormal, siempre trasgresor. $ continuación enumeramos las principales novedades que representa la nueva novela: L$ !&%/%+ 'l $,!" l +,! ' %&,$. 1rente al narrador omnisciente, se propugna la desaparición del narrador, limitándose a presentar sin comentar. >on ello se relaciona lo que en narrativa se llama punto de vista, que consiste en la posición escogida por el novelista que renuncia a la omnisciencia narrativa o el ángulo desde el cual va a contemplar los sucesos y los persona'es. El punto de vista puede ser nico o mltiple. Snico, si reduce su ángulo de en)oque para ver las cosas desde un solo persona'e. "ltiple, si en)oca la historia, alternativamente, desde diversos persona'es. Esos diversos en)oques pueden dar interpretaciones distintas y hasta contradictorias de la misma realidad, ora enriqueci#ndola, ora envolvi#ndola en incertidumbre: es la t#cnica del perspectivismo, del que O. 1aulJner es un verdadero maestro. ?o obstante, en novelas importantes de este periodo, como"iempo de silencio &e2as de identidad &an /amilo 36 , aparece el narrador omnisciente en mltiples ocasiones. T"$,$#%+,! ' l$ $+/'!,$. Day una serie de tendencias de la novela del ltimo tercio del siglo que relegan el argumento a un plano muy secundario y hasta prescinden de toda acción. En La colmena, por e'emplo, la an#cdota se atomiza, en otros casos se reduce a mero soporte de tipos, ambientes o ideas, cuando no es puro pretexto para el discurso, para el traba'o o 'uego de lengua'e +&an /amilo 36 de >ela o "iempo de silencio, "art*n;antosC. P"!/'%#%+,!& ' &,"/,"$/%+. En lo que se re)iere a la estructura externa, es )recuente que desaparezca la estructura en cap*tulos, apareciendo en su lugar las secuencias, separadas por 3
.; La novela, que cuenta un d*a en la vida de Leopold &loom en 2ubl*n, es una audaz transposición de La 5disea. El h#roe clásico queda convertido en el nada heroico protagonista( la )iel Pen#lope será "olly, su esposa in)iel( el episodio de >irce transcurre en un burdel( el de eolo y los vientos, en la redacción de un periódico( el de los c*clopes, en una taberna, etc. Es una sistemática destrucción de mitos que, a la vez, revela una agria concepción de la humanidad. Por otra parte la obra está escrita en las más variadas t#cnicas: narración, debates dial#cticos, parodias del lengua'e 'ur*dico, monólogo interior, etc. A el estilo presenta multitud de registros y recursos: arca*smos, cultismos, vulgarismos, onomatopeyas, etc., etc.
espacios en blanco sin numerar, como sucede en "iempo de silencio. A hasta hay novelas que se presentan como un discurso ininterrumpido, sin cortes visibles +-na meditación, de Iuan &enetC. "ás importantes son ciertas modalidades de estructura interna +desarrollo y organización del relatoC. >itemos la t#cnica de contrapunto!, que consiste en presentar varias historias que se combinan y alternan +/ontrapunto, de DuxleyC. >uando son muchas las an#cdotas y los persona'es, se habla de técnica caleidoscópica + La colmenaC. 2e especial importancia son )ormas de estructuración que conciernen al tiempo. El desorden cronológico Mdice el pro)esor &aquero -oyanes; se ha convertido en uno de los rasgos estructurales más caracter*sticos de la novela actual!. $ veces tal desorden obedece al intento de reproducir +desde ProustC los caprichosos mecanismos de la memoria, que no siempre ordena sus evocaciones. /tras veces puede percibirse la in)luencia del monta'e cinematográ)ico, con sus flas$bac7 o saltos atrás!. L!& "&!+$K&. $ su concepción a)ectan cuestiones como el antipsicologismo, el conductismo o la novela colectiva, ya citadas. Aa sabemos que puede llegarse hasta la destrucción del persona%e: en el nou'eau roman! hay e'emplos claros que han podido considerarse reveladores de la cosi)icación! impuesta por el mundo moderno. Pero el análisis de persona'es individuales persiste. Proust )ue modelo de una novela intimista que no se ha agotado, aunque se trans)orme. En Espa8a el inter#s por el individuo vuelve cuando se supera la primac*a de lo social. in embargo, el protagonista de la novela posterior presenta rasgos muy peculiares. obe'ano se8ala como caracter*stico al persona'e en con)licto con su entorno y consigo mismo, deseoso de encontrar su identidad. L$& "&!+$& ' l$ +$""$/%+. Es un aspecto relacionado con el punto de vista!. El relato en tercera persona puede corresponder a un narrador omnisciente, pero no es óbice para que el autor restrin'a su punto de vista al de un solo persona'e. La narración en primera persona re)uerza tal restricción, además de prestarse especialmente al análisis de ese protagonista en crisis al que acabamos de aludir. "uy curiosa es la proli)eración de una segunda persona narrativa. En unos casos ese t8 es un persona'e al que el narrador se dirige + rs. /ald9ell , de >ela o /inco $oras con ario, de 2elibesC en otros se trata de un t8 autorre)lexivo!: el narrador;protagonista dialoga consigo mismo. En las novelas de esta #poca pueden combinarse las di)erentes personas, a veces alternativamente, como es el caso de La muerte de rtemio /ru+, de >arlos 1uentes. D%l!;!& #!+l!;!&. Tno de los rasgos más notables de la novela de los 9G es la disminución del papel del diálogo +tan importante en la novela socialC, a )avor de otros procedimientos como el estilo indirecto libre y el monólogo interior. El estilo indirecto libre es una )orma que viene a a8adirse al estilo indirecto tradicional, cuando se trata de recoger las palabras o pensamientos de un persona'e. El monólogo interior consiste en reproducir en primera persona los pensamientos de un persona'e, tal como brotar*an de su conciencia. e trata de un poderoso recurso para explorar la conciencia e incluso la subconciencia de los persona'es. $unque usado en el <, el gran desarrollo del monólo interior tiene sus grandes modelos en el Tlises de Ioyce y en la obra de 1aulJner. Lo han cultivado en Espa8a >ela, 2elibes, "art*n;antos, -oytisolo y muchos más. L$& '&/"%/%!+&. 2estacaremos, como novedad, ciertas descripciones que abandonan su tradicional )unción ambientadora para adquirir un valor en s* mismas. Day descripciones muy minuciosas en que los ob'etos adquieren una importancia que se negaba a la acción o a los persona'es, otras veces la descripción es meta)órica o simbólica: la realidad aparece trasmutada po#ticamente o sirve para poner de relieve la problemática presentada. El#+,!& '%&/"&%!&. 1rente al ob'etivismo, que exclu*a los comentarios de tipo ideológico, las )ormas más comple'as de novela les dan entrada de diversos modos: diálogos, monólogos, digresiones...
4
R+!$/%+ &,%l=&,%/$. i ha sido grande, en el siglo , la renovación del lengua'e po#tico, no es menor la del lengua'e de la novela. $lgunas de las t#cnicas mencionadas +narración en 6U persona, estilo indirecto libre...C suponen ya singulares innovaciones en la escritura. $demás se dan las siguientes: e tiende a borrar las )ronteras entre la prosa y el verso: el lengua'e po#tico penetra abundantemente en la novela secuencias poemáticas, enriquecimiento meta)órico, etc.C. en suma, la )unción po#tica adquiere una densidad que nunca tuvo en la prosa narrativa. e exploran todas las posibilidades de la )rase, desde la muy corta hasta la muy larga y comple'a. A no se retrocede ante violentas rupturas sintácticas, en busca de nuevos e)ectos o, simplemente, con un *mpetu iconoclasta que pretende una destrucción! del lengua'e. Por otra parte, se incorporan elementos antes extra8os a la novela, como in)ormes, expedientes, anuncios, textos period*sticos...e introducen diversos arti)icios tipográ)icos: ausencia de puntuación, disposiciones especiales de párra)os o l*neas, uso de distintos tipos de letra, inserción de grabados y esquemas, etc. son recursos que pueden parecer accesorios, pero los novelistas de genio consiguen, con ello e)ectos de singular e)icacia. L$ +!l$ l l/,!". %esulta pertinente resaltar que la renovación del g#nero supone un nuevo concepto del lector y exige nuevas )ormas de lectura. El lector ya no puede limitarse a ser un receptor pasivo: %obbe;-rillet habla de la necesidad de su colaboración activa, consciente, creadora! para recomponer e interpretar lo que a menudo se le da como un rompecabezas o una sucesión de enigmas. 3.1. El !"#$l%! ' l!& 60 l!& *0 Esa interpretación sub'etiva y renovada de la sociedad la inició L%& M$",=+-S$+,!& con "iempo de silencio +34F6C, que, siendo una novela social, )ue considerada como inicio de una nueva )orma de novelar por la originalidad de su en)oque. El argumento es esencialmente )olletinesco y casi carece de importancia( pero en su con'unto sobresale por su imaginación y por su alarde cultista, puestos ambos al servicio de una visión irónica y cruel de la Espa8a desarrollista. Estamos ante una interpretación de la sociedad espa8ola y no ante un simple re)le'o, como el de la novela realista, de la que "iempo de silencio viene a ser una parodia( "art*n;antos dinamiza la visión de la realidad, 'uega con ella, se complace en su reelaboración en clave personal y se decide por una narración omnisciente en la cual el autor resulta imprescindible. /tros muchos novelistas siguieron en los FG la senda marcada por "iempo de silencio y elaboraron una obra sub'etivista, intelectualista y culta. En esta l*nea se insertan las novelas de los a8os FG de @$+ 8!,%&!l!. &e2as de identidad +34FFC es una atrevida y valiosa indagación en la identidad propia y en la de toda Espa8a que intenta recomponer los a8os pasados de compromiso pol*tico( t#cnicamente es una novela )ormalista equilibrada, a pesar de con)luir en ella gran nmero de innovaciones. 2el mismo autor debemos destacar, además, %eivindicación del conde don Iulián +349GC, una novela destructora de los mitos hispanos dominada por un tono amargo y cruel( y Paisa%es después de la batalla +346C, una de sus obras más aplaudidas en el extran'ero, pero de menor eco en nuestro pa*s. Esta l*nea de cr*tica amarga y de repudio de su patria ha llevado a Iuan -oytisolo a adoptar una vida más libre y desinhibida en "arruecos, donde reside habitualmente. us ltimas novelas + a7bara +34GC, Las 'irtudes del p,%aro solitario +34C acusan un evidente cambio de rumbo, motivado por el inter#s del autor por la m*stica musulmana, su relación con la espa8ola y, sobre todo, con una )iloso)*a hedonista, sensual y gozosa. =ambi#n otros autores que hab*an iniciado su obra en clave social derivaron hacia el )ormalismo narrativo. C$"#+ M$",=+ 8$%, se incorpora a #l en los a8os 9G, cuando da a la luz sus novelas más notables: :ragmentos de interior +349FC, dominada por la t#cnica )ragmentarista y aplicada todav*a a un estudio de la sociedad espa8ola( más personal Mquizá su me'or novela; #l cuarto
3G
de atr,s +349C, una indagación te8ida de cierto sentimentalismo sobre su propia personalidad. La 'uelta a la infancia y a lo metanovel*stico, los dos temas básicos de El cuarto de atrás, volveremos a encontrarlos en obras posteriores como Nubosidad 'ariable +3443C."ayor peso en la renovación narrativa espa8ola tiene el nombre de @$+ 7+,, autor minoritario di)*cil de encasillar, irregular y discutido, ensalzado por unos y aborrecible para otros. u obra se caracteriza por su talante aristocrático y cultista( sus libros, densos y oscuros, exigen una lectura paciente, como es propio de quien ha llegado a crear un mundo m*tico con su propia geogra)*a imaginaria: %egión!, donde se desarrollan sus dos me'ores obras, ;ol'er,s a !egión +34FC y errumbrosas lan+as +34@C. us novelas atemporales y carentes de argumentos, se caracterizan por intentar una recuperación de la memoria personal y colectiva, as* como por una voluntad de estilo deliberadamente enmara8ado. 3.2. E+," l "%#+,$l%! ,"$'%/%+ 2e )orma paralela a la renovación por parte de autores consagrados, los 'óvenes llevaron la narrativa al extremo del experimentalismo, revolucionando ;más que renovando; el g#nero. $los maestros del realismo oponen las ense8anzas de los clásicos de la modernidad +Na)Ja, Ioyce y &ecJett, sobre todoC, quienes aprenden el carácter absurdo de la existencia y el sentido on*rico, simbólico y m*tico de la novela. ?o todos participaron del radical )ormalismo de los 9G, optando por )órmulas de compromiso: es el caso de @$+ M$"&, que comienza su trayectoria con novelas que se sitan en la estela de un realismo social y cr*tico, aunque con algn elemento nuevo + #ncerrados con un solo %uguete +34FGC y La otra cara de la luna, ambas sobre la 'uventud burguesa, desorientada y ablicaC. En 34FF aparece 1ltimas tardes con "eresa, que )ue recibida con asombro. Por su contenido sigue siendo una obra de denuncia social, con una sátira )eroz al se8oritismo y una visión dial#ctica de la sociedad +cuenta las andanzas de un 'oven chorizo! barcelon#s que se hace pasar por militante pol*tico clandestino para intentar conquistar a una estudiante de )amilia burguesa que 'uega a ser progre!C. El en)oque se ale'a del manique*smo de la novela social anterior y en cuanto a la t#cnica presenta las siguientes novedades: superación del ob'etivismo y retorno al narrador omnisciente, con intervenciones sarcásticas( uso abundante del monólogo interior e incorporación de originales elementos paródicos, entre otras. En la misma l*nea se sita La oscura $istoria de la prima ontse +349GC, en que los ideales y la generosidad de la protagonista contrastan con un so)ocante ambiente burgu#s. En 349@ publica en "#xico &i te dicen *ue caí , que signi)ica la plena madurez de "ars# en el mane'o de las nuevas )ormas narrativas: unos gol)illos de la &arcelona delos 5G viven e inventan historias que se entrete'en con los sucesos cercanos. Es una novela, a decir de argas Llosa, explosiva en lo pol*tico, psicológico y erótico!. En 349 obtiene el Premio Planeta con la novela La muc$ac$a de las bragas de oro, que )ue llevada más tarde al cine. 1inalmente "ars# se ha decantado en los ltimos a8os por las novelas de aventuras! de algunos 'óvenes: podemos se8alar #l amante biling +3499C, una personal*sima contribución a la historia actual del Pa*s asco que se centra en un secuestro terrorista y en el análisis del llamado s*ndrome de Estocolmo!. Pero el más extremo y prometedor de los experimentalistas espa8oles )ue, en una primera #poca, @!& M? 8l<+B, pues su primera novela, #l mercurio +34FC, constituyó el punto de arranque para ensayos posteriores, aunque hoy interesa como crónica del desenga8o de una generación. u producción posterior ha ido ganando en optimismo y en clasicismo )ormal, cuyo resultado es una narrativa progresivamente más atenta al ser humano y a sus sentimientos. En esta l*nea se insertan sus me'ores novelas: La noc$e en casa +3499C, que presenta la evolución durante una noche de dos amantes vagamente comprometidos con la lucha terrorista y #l
33
río de la luna +343C, quizá la me'or novela de esta #poca, cuyo argumento constituye una exploración en la memoria de un persona'e que recorre la historia de su educación a)ectiva y sexual para encontrar en ella la clave de su )racaso sentimental. L%& 8!,%&!l! es probablemente el más serio de los escritores experimentales de los 9G( aunque comenzó escribiendo novela social, su mayor valor se encuentra en ntagonía, tetralog*a integrada por !ecuento +349@C, Los 'erdes de mao $asta el mar +349FC, La cólera de *uiles +3494C y "eoría del conocimiento +343C. La serie, de cierto sabor proustiano, es el resultado de una re)lexión sobre la creación narrativa para la que el autor se sirve de un narrador;protagonista que se plantea las necesidades del g#nero y las resuelve componiendo relatos insertos en la narración principal. 4.LTIMAS TENDENCIAS NARRATIVAS pro?imación $istórica En muchas ocasiones se ha se8alado que la trascendencia histórica, social y pol*tica de la muerte del general 1ranco en 3497 no tuvo su correspondencia en el panorama cultural. "ucho se hab*a hablado de las limitaciones impuestas por el e'ercicio dictatorial del poder y de las cortapisas que impon*a la censura previa( sin embargo, el desmantelamiento ideológico y pol*tico del )ranquismo en absoluto implicó un resurgimiento cultural y art*stico, sino que el panorama )ue evolucionando en el sentido que ven*a haci#ndolo desde antes: el de una renovación que, progresivamente, iba conciliándose con determinados aspectos tradicionales, cuyo resultado ha sido una )alta de originalidad, lo que no ha impedido la creación de grandes novelas, como veremos a continuación. La no'ela reciente $ mediados de los 9G se asiste en la narrativa espa8ola a una conciliación entre los cánones tradicionales y la renovación y el experimentalismo, progresivamente recuperados y asimilados. Esto se traduce en los G en una continuación renovada de la novela tradicional, básicamente de deuda extran'era Manglosa'ona y )rancesa, principalmente; asisti#ndose en l*neas generales a una recuperación de la novela burguesa clásica ba'o la )orma, ya de novela de tendencia realista!, ya de novela sentimental!. $simismo la novela histórica! emerge con )uerza consolidándose como g#nero importante hasta el d*a de hoy. 4.1. N!l$ ' ,+'+/%$ "$l%&,$. M$+l VBB M!+,$l<+ es un escritor que ha sabido con'ugar los alardes experimentales con la carga cr*tica. us novelas más caracter*sticas, las del ciclo del investigador >arvalho, siguen )ielmente el esquema de la novela polic*aca, y han supuesto un #xito de ventas pare'o, en muchos casos, a la )avorable acogida de la cr*tica Mdestaquemos La soledad del manager +3499C y sesinato en el /omité /entral +343C;. En una l*nea similar se halla la narrativa de E'$"'! M+'!B$, un escritor popular, cuyo #xito se debe a la importancia que le otorga al argumento y a la presencia constante del humor y de la iron*a. $unque en La 'erdad sobre el caso &a'olta +3497C tienen un lugar pre)erente las nuevas t#cnicas narrativas, nos hallamos básicamente ante una novela polic*aca con todos los ingredientes del g#nero +espiona'e, violencia, sexo...C, como sucede en #l misterio de la cripta embru%ada +3494C y #l laberinto de las aceitunas +346C, cuyas notas de iron*a y humor preludian su producción posterior. u novela más ambiciosa hasta la )echa ha sido La ciudad de los prodigios +34FC, una )ábula sobre la &arcelona de principios de siglo, que constituye un )ino análisis +humor*stico, irónico y, sobre todo, imaginativoC de la &arcelona de la modernidad, esa ciudad de los prodigios! que "endoza critica entre sentimental y cruelmente. A+,!+%! MJ!B M!l%+$ +Sbeda,347FC, acad#mico de la lengua, está considerado como uno de los me'ores narradores de los ltimos a8os. =ras la publicación de su primera novela @eatus ille +34FC, donde crea el pueblo m*tico de "ágina +una metá)ora de su Sbeda natalC, publica una amplia y ambiciosa novela, #l %inete polaco +3446, reeditada en 6GG6C que )ue Premio Planeta en 3443 y Premio
36
?acional de Literatura en 3446, excepcional recreación histórica extra8a a la tradición hispana. Pero han tenido mayor aceptación sus novelas polic*acas #l in'ierno en Lisboa +349C donde desarrolla una biogra)*a musical sobre el 'azz como mundo marginal en el marco de una novela negra! y @eltenebros +344C, donde la )órmula del espiona'e y contraespiona'e da origen a una trama absorbente de sorprendente )inal. Los misterios de adrid +3446C viene a ser una mezcla de novela polic*aca +se cuenta la desaparición de la imagen de un >risto de la emana anta de "ágina y las indagaciones del protagonista Lorencito Vuesada en "adrid para encontrarla. #l due2o del secreto es una )icción coetánea de hechos históricos como la revolución de los claveles de Portugal y el tardo)ranquismo de 3495. En Plenilunio +3449C vuelve "u8oz "olina a recuperar su territorio imaginario de "ágina, intentando compendiar su discurso literario anterior: por un lado pone se parte de un arranque detectivesco Mun inspector de polic*a inicia la bsqueda de un asesino de una ni8a; y por otro, la novela se inmiscuye en la recreación de una historia, cuya narración con)igura los caracteres de los persona'es, su territorio *ntimo, como hab*a hecho en sus me'ores novelas. La novela corta /arlota :ainberg +3444C comparte con #l in'ierno en Lisboa la atmós)era y la estructura argumental: sus coordenadas son una ciudad y una mu'er ob'eto de )ascinación, que vertebran los hilos de la trama, y un ambiente de misterio y suspense. e)arad +6GG3C una novela de novelas!, constituye una vigorosa denuncia contra toda marginación, una sabia mezcla de persona'es reales +Na)Ja, Primo Levi, etc.C y persona'es )icticios, de tragedias e iron*as, de odios y a)ectos( tambi#n, de g#neros literarios: cada uno de los relatos entrelazados que componen esta novela enriquece y pro)undiza los anteriores. Por su parte, rdor guerrero +3447C rememora el servicio militar del autor en el Pa*s asco, con dosis de cr*tica al e'#rcito, a la iglesia y a la sociedad tardo)ranquista. L%& M$,! D=B. 1uncionario del ayuntamiento de "adrid, puede considerarse un escritor de la memoria, como #l mismo sugiere en su discurso de ingreso en la %.$.E +6G.7.6GG3C, en el que a)irma en un momento de su intervención: no s# emprender una aventura )abuladora sin la percepción de una atmós)era, de un clima, sin la determinación de alguno de esos entes de )icción, todav*a más o menos emboscados, que vayan haciendo las veces de aut#nticos mediadores con ese universo que comienza a iluminarse!. Tn universo que se inició en 349@ con emorial de $ierbas, diecis#is relatos entre lo m*tico, )antástico y humor*stico hasta el 6GGG, en que publicó Las palabras de la 'ida. Da publicado una quincena de novelas, entre las que podemos citar La fuente de la edad +34FC, que obtuvo el premio de la >r*tica y el ?acional de Literatura, Las $oras completas +344GC, #l e?pediente del n,ufrago +3446C, /amino de perdición +3447C y La ruina del cielo +3444C. Da creado un territorio m*tico llamado >elama, que da t*tulo a su tlima obra #l reino de /elama, en la que están incluidas #l espíritu del p,ramo La ruina del cielo #l oscurecer ;ista de /elama. 4.2. N!l$ %+,%#%'$' La tendencia a analizar pormenorizadamente los sentimientos aparece en la novela de posguerra a mediados de los a8os 9G, pero es en los G cuando alcanza su máxima expresión, centrándose en un terreno tan *ntimo que a veces parece que nos hallemos ante una novela rosa!. Entre los cultivadores de esta novela intimista destacan dos mu'eres: R!&$ M!+,"!, autora de /rónica del desamor +34GC, cuya principal novedad consiste en en)ocar el relato desde la perspectiva de un persona'e )emenino( casi de novela rosa podemos cali)icar "e trataré como a una reina +34@C( posteriormente se ha interesado por temas diversos, destacando mado amo +34C como desarrollo y visión personal del tema del poder. A'l$%'$ 8$"/=$ M!"$l& ha tenido menos constancia en la escritura novel*stica y su talento narrativo ha sido muy discutido. ?o obstante su primera obra, la novela corta #l &ur +347C )ue un verdadero #xito editorial despu#s de haber sido llevada al cine( en ella la protagonista recuerda su ni8ez y evoca el sur como un lugar mágico donde reinaba el amor que ahora la ha abandonado.
3@
@$+ @!& M%ll& es otro autor emergente de esta modalidad, aunque menos conocido por el gran pblico, si bien goza de gran predicamento entre los lectores cultos, por ser, además, conocido como columnista de #l País. $lgunas novelas suyas son ;isión del a$ogado +3499C, #l %ardín 'acío +343C, #l desorden sin nombre +34C y Dos mu%eres en Praga +6GG@C. "ás discutible ser*a el lugar entre los escritores sentimentales! de S!l'$' P",!l$& +3459C, que en sus novelas El bandido doblemente armado +34C y =odos mienten +34FC sabe mantener la tensión de un estilo l*mpido y ob'etivo( y el de Al#'+$ 8"$+'& que llegó a la literatura de la mano de una novela erótica llevada despu#s al cine, Las edades de Lul8 +344C y se ha con)irmado con "e llamaré 'iernes +3443C. Podr*a incluirse aqu* a @$%" M$"=$&, pues en su producción ocupa un lugar central el análisis de los sentimientos, algunos de cuyos momentos son de los más conseguidos de la ltima narrativa espa8ola. us novelas asumen el culturalismo de los nov*simos! y se sitan al margen de la tradición hispana, quizá de manera demasiado abstracta en los inicios, pero con las dotes de un excelente narrador a partir de #l $ombre sentimental +34FC. /ora+ón tan blanco +3446C une con e)ectividad y acierto intriga y amor en una doble historia, presente y pasada, y a2ana en la batalla piensa en mí +344FC probablemente sea la novela moderna más premiada de la narrativa espa8ola. us ltimas obras Negra espalda del tiempo y "u rostro ma2ana inciden en la l*nea de intimidad que caracterizó su obra primera, pero con una per)ección narrativa inigualable. 4.3- L$ +!l$ %&,"%/$ Los a8os de la =ransición son generosos en la recuperación de la novela histórica, pues hab*a inter#s y curiosidad en los lectores por revisar episodios y #pocas hasta entonces censurados. 2e este inter#s se sirven las editoriales para promocionar el g#nero y otorgar en ocasiones a las novelas históricas los premios más lucrativos, populares y tradicionales de novela concedidos en Espa8a + #l ingenioso $idalgo poeta :ederico Aarcía Lorca asciende a los infiernos +34GC, de >arlos %o'as, Premio ?adal( #n el día de $o, de Iess =orbado, Premio Planeta. Premios aparte, los motivos históricos, presentados como hechos ver*dicos o productos de la imaginación y la )icción, son una de las contribuciones importantes de estos a8os, más an si incorporan connotaciones m*tico;misteriosas o indagaciones en los or*genes autóctonos y telricos. Distoria y )icción se acoplan sin estridencias en algunas novelas muy notables que recurren al pasado remoto para contar sus peripecias novelescas, sin duda realistas y veros*miles, pero trans)ormadas est#ticamente por la escritura y por unas perspectivas en las que la realidad se reviste de )antas*a y misterio. Entre los autores que cultivan el g#nero cabe destacar a @&& "++'B S$+,!&, de la generación del medio siglo, que tambi#n puede ser considerado el impulsor del g#nero en este periodo. La *ue no tiene nombre +3499C vienen a ser una indagación en el tiempo a trav#s de tres historias que tienen en comn el mismo escenario, un pueblo de la monta8a leonesa, pero di)ieren en sus #pocas históricas: la E. "edia, la posguerra y el presente. u siguiente novela #?tramuros +349C ocasiona una gran sorpresa en su momento y constituye uno de los relatos más atractivos e im pecables de la #poca. 2e estructura lineal y escritura transparente, narrada en primera persona por el protagonista, )luye por un lengua'e culto, exquisito y brillante, evoca un dramático contexto novelesco dominado por el hambre, la peste y la miseria en el per*odo histórico de la decadencia de los $ustrias, a trav#s de una mon'a;santa!, autora de )alsos milagros. Tn nuevo rumbo de la novela histórica lo surcan aquellas obras que plantean un tratamiento paródico o alegórico de la historia. on obras que abordan los hechos históricos desde una perspectiva culturalista para trans)ormarlos en alegor*a desde la )antas*a o la imaginación. Es el caso de las novelas de T!""+, 7$ll&,", :ragmentos de pocalipsis y La isla de los %acintos cortados +34GC.
35
2urante la d#cada de los G supone, en general, una continuación de la etapa anterior. En ella cabe destacar a @$+ 7+, con su ambiciosa novela errumbrosas lan+as +34FC, en la que se cuenta la guerra civil en su territorio m*tico %egión, narrando acontecimientos y episodios b#licos desde el lado republicano. El tiempo anterior a la guerra civil, el de la revolución de 34@5, es el recreado por @&& "++'B S$+,!& en Los %inetes del alba +345C para contar la peripecia vital de unos persona'es movidos )undamentalmente por el amor y el odio. @!& L%& S$+'"! alcanza el #xito de pblico con La sonrisa etrusca +347C y La 'ie%a sirena +344GC. $mbas obras utilizan el g#nero histórico para expresar su concepción del mundo y del paso del tiempo. ". VBB M!+,$l<+ recrea en Aalínde+ +344GC un caso de intriga histórica basado en la desaparición misteriosa de un pol*tico vasco exiliado, Iess de -al*ndez, en la %epblica 2ominicana. En los a8os 4G sobresale #l $ere%e de M%;l Dl%<&, una novela histórica situada en el %enacimiento espa8ol, que narra la peripecia de un disidente de la religión católica acogido a los principios de la re)orma protestante. 2e esta #poca son las novelas de A+,!+%! P"%,! #l ciego de Buíos +344FC e Csla blanca +3449C y La sonrisa etrusca y La 'ie%a sirena de @!& L%& S$+'"!. Por su parte /ambio de bandera +3443C de l% ' AB$ es un proyecto de novela histórica urdida desde las buenas intenciones ideológicas, y A+,!+%! O"K'! cuenta en :abulosas narraciones por $istorias +344FC peripecias acaecidas en la residencia de Estudiantes mezclando realidad y )icción. 4.4.- O,"!& $,!"& $/,$l& &a'o este ep*gra)e incluimos, como sugerencia y a modo de ap#ndice, algunos autores relevantes, con una obra signi)icativa. Day, sin duda, muchos más. $8ade los que creas conveniente, sin perder de vista el tiempo del examen: Iavier >ercas, &oldados de &alamina. Iuan Eslava -alán, #n busca del unicornio. Iusto ?avarro, La casa del padre. $rturo P#rez %everte, #l capit,n latriste. Iuan "anuel de Prada, La tempestad . $ntonio oler, Las bailarinas muertas, #l camino de los ingleses. Ios# "H -uelbenzu, -n peso en el mundo. %osa %egás, +ul y La canción de Dorotea. "anuel %ivas, #l l,pi+ del carpintero. "anuel icent, La no'ia de atisse.
7I7LIO8RA:A ; E. <$WE0, istoria de la literatura. Literatura contempor,nea Después de E4F), =esys;&osch, &arcelona, 3447. ; 1. "/%$LE L/"$, Narrati'a espa2ola contempor,nea >E2"$, "álaga, 6GG6. ; -.-. &%/O?, istoria de la literatura espa2ola vol. F, $riel, 3495. ; />$% &$%%E%/ PX%E0, istoria de la literatura espa2ola contempor,nea +34@4;3444C,