1
I. ASPECTOS GENERALES DE LA ORIENTACION Y CONCEPTOS FUNDAMENTALES 1.1. CONCEPTO1 Orient Orientar ar es, fundam fundament entalm alment ente, e, guiar, guiar, conduc conducir, ir, indica indicarr de manera manera procesal, procesal, para ayudar ayudar a las persona personas s a conocerse conocerse a sí sí mismas mismas y al mundo que las rodea; es auxiliar a un individuo a clarificar la esencia de su vida, a comprender que él es una unidad con significado capaz de y con derecho a usar de su libertad y de su dignidad personal, dentro de un clima de igualdad de oportunidades y actuando en calidad de ciudadano responsable, tanto en su actividad laboral como en su tiempo libre. Muchas son las definiciones que a lo largo de casi un siglo se han dado de la Orientación y, ya sea estudiando la Orientación como concepto (ayu (ayuda da), ), ya sea sea anal analiz izán ándo dola la como como cons constr truc ucto to educ educat ativ ivo o (pro (propo porc rcio iona nar r experiencias que ayuden a las personas a conocerse a sí mismas), casi todos los autores coinciden, a grandes rasgos, en caracterizar a la Orientación como un proceso de ayuda profesionalizada hacia la consecución de promoción personal y de madurez social . (Pérez, 1985). La raíz de la palabra Orientación (guidance) evoca los conceptos de guía, gestión, gobierno, de tal modo que para los padres y los sujetos que solicitan ayuda, orientador sería aquella persona que dirige o gobierna a los alumnos (o a los adultos no escolarizados) hacia ciertas finalidades o intenciones educativas y vocacionales. Los distintos puntos de vista desde los que se podría enfocar la Orient Orientaci ación ón abarcan abarcan una amplia amplia gama de persp perspect ectiva ivas. s. Por ejemplo ejemplo,, la Orientación tratada desde la ideología, por la que tiene siempre presente un determinado punto de vista al intentar ayudar a una persona; la Orientación como un servicio integral que abarca sistemas organizados y procedimientos útiles que ayuden ayuden al escolar a conocerse conocerse a sí mismo. La Orientación como un proceso, denotando su identidad de fenómeno en contínuo cambio, de tal modo que que las las inte interv rven enci cion ones es orie orient ntad ador oras as no sean sean hech hechos os aisl aislad ados os sino sino que que impliquen conjuntos y series de pasos progresivos hacia la consecución de un objeti objetivo. vo. La Orien Orientac tación ión como como ayu ayuda, da, con con el propós propósito ito funda fundamen mental tal de de preven prevenir, ir, mejora mejorarr o soluc solucion ionar ar los proble problemas mas y obstác obstáculo ulos s ante ante los que el hombre se enfrenta; la Orientación como ayuda personalizada, o altamente indi indivi vidu dual aliz izad ada, a, a estu estudi dian ante tes s o pers person onas as que que se ven ven inva invadi dido dos s por por las las preocu preocupac pacion iones es en su vida normal. normal. Esta Esta Orient Orientaci ación ón recibe recibe el nombre nombre de consejo (counseling) y se sintetiza en la relación dual orientador-orientado; y, por fin, la Orientación como el llegar a conocerse a sí mismo y al mundo, consig consiguie uiendo ndo cierta cierta cantid cantidad ad de concie concienci ncia a de la identi identidad dad person personal al y de experiencia de los contenidos del entorno y del medio donde la persona vive, para llegar a la madurez en la comunicación interpersonal.
1
Rodriguez, Mª.Luisa: Orientación Educativa. Barcelona,Edic.CEAC.,S.A., 1988
2
Se han construído más teorías sobre el consejo, que sobre la Orientación y la situación actual de la teoría de la Orientación se basa más en las funciones que se espera desarrolle el orientador, y en la experiencia, que en principios teóricos fundamentantes. Sin embargo, cualesquiera que sean los rasgos característicos de un enfoque de la Orientación, lo que sí que hay que tener en cuenta para estudiarlos y/o adscribirse a ellos son los objetivos peculiares que presiden la creación de los servicios de ayuda. Objetivos que serán planteados en términos de efectiva influencia en el cambio de la disposición primera del orientado. De entre los textos actuales dedicados a la Orientación, se pueden extraer siete tipos de objetivos perseguidos por los profesionales de la misma. Serían: 1. 2. 3. 4.
Desarrollar al máximo la personalidad. Conseguir la orientación de sí mismo. Comprenderse y aceptarse a uno mismo. Alcanzar una madurez para la toma de decisiones educativas vocacionales. 5. Lograr la adaptación y el ajuste. 6. Conseguir un aprendizaje óptimo en los años de la escolaridad. 7. Combinaciones de cualquiera de los seis anteriores.
y
Por otra parte, también la mayoría de las aproximaciones teóricas coinciden en admitir que la labor orientadora abarca, como mínimo, una gama de funciones específicas; por ejemplo: ayudar a los educandos a valorar y conocer sus propias habilidades, aptitudes, intereses y necesidades educativas; aumentar su conocimiento de los requisitos y oportunidades, tanto educativas como profesionales; ayudar a que los jóvenes hagan el mejor uso posible de esas oportunidades mediante la formulación y logro de objetivos realistas; ayudar al alumno a conseguir adaptaciones y ajustes más o menos satisfactorios en los ámbitos personal y social; proporcionar información útil, tanto a los adolescentes como a sus profesores y padres, para planificar los programas educativos y escolares como proyectos integrales, etc. Así la función orientadora deviene una parte del proceso educativo total y da continuidad -completándolas- a las facetas instructivas y organizativas de los currículos educativos. En principio la actividad orientadora va dirigida a todos los sujetos y los ha de respetar como unidades integrales únicas, singulares y altamente personalizadas.
1.2. INFLUENCIAS HISTÓRICAS Y FACTORES DETERMINANTES DE LA ORIENTACION. Una de las contribuciones más importantes a la moderna Orientación ha sido el movimiento de la Orientación Profesional. Cuando a principios del siglo XX se originaron los espectaculares cambios desde una
3
sociedad rural a una sociedad industrial, o la caída de los viejos moldes económicos y sociales para favorecer el desarrollo de la industrialización, pasando por las variaciones en el papel de las responsabilidades familiares, o en la ampliación de los períodos obligatorios de la escolaridad, se inició una revolución en el ámbito del mundo laboral. Este devino progresivamente más complejo exigiendo, por una parte, la reconstrucción de los currículos escolares para acercar más al adolescente al mundo del adulto y, por otra, la reelaboración de la normativa legal que protegiera al joven trabajador en su posterior marco laboral. El ingeniero norteamericano Frank Parsons, ya en 1908, presentó al mundo de los psicólogos y de los orientadores un sistema actuarial, de rasgos y factores, con el que se erigía en creador de lo que actualmente se entiende por Orientación Vocacional. De estos trabajos de Parsons surgieron los ámbitos de la estadística aplicada a las ciencias humanas y sociales y a la psicometría (iniciados por C. Spearman y F.Galton y desarrollados más adelante por C.Burt, J.P.Guilford, L.L. Thurstone, R.Cattell y H.Kaiser) que iban a ser indispensables en el progreso de la Orientación. Otros movimientos determinantes del desarrollo de la Orientación fueron la psicología dinámica, representada por S.Freud, A.Adler, C.Jung, O.Rank y K.Horney; la teoría y práctica no directivas de C.Rogers; la psicología clínica, los movimientos de higiene mental cuyo inicio se ha atribuído a C.Beers, el movimiento en pro del trabajo de la psiquiatría social, y toda una serie de influencias sociales y económicas, que hicieron necesario el desarrollo de los servicios de Orientación y guía tanto para los ciudadanos en general como para la población escolar. Los factores que, desde principios de siglo, han influído en el desarrollo de la Orientación Educativa y Vocacional son variados y podrían, de alguna manera, sintetizarse en los siguientes: 1. Factores de tipo socioeconómico, técnicos y económicos, que abarcan tanto el desarrollo hacia la industrialización y el maquinismo como la preocupación por la inteligencia y la creatividad del hombre. La progresiva diferenciación de las estructuras sociales, de las instituciones y de los individuos ha contribuído a cambiar y revolucionar los sistemas de valores, las estructuras sociales, las culturas y la psicología de los pueblos. Asimismo, tuvieron lugar toda una serie de descubrimientos tecnológicos, teóricos y prácticos que favorecieron el conocimiento de nuevas fuentes de energía y la explotación de insospechados recursos, a lo que se puede añadir la influencia negativa de la concentración de la población en las ciudades, la centralización de la producción en las fábricas y la utilización de mano de obra con fines excesivamente cualificados. 2. Factores socioculturales y sociopolíticos, que son consecuencia de los anteriores y que obligaron a buscar el equilibrio entre el capital y el obrero para estabilizar el desarrollo y los conflictos de grupo y de clase, además de aliviar los problemas del individuo y de la sociedad. El progreso sociopolítico
4
y sociocultural se reflejó en la política educativa, exigiendo de los gobiernos un replanteamiento en las formas, metodología y graduación de las enseñanzas que facilitarán al alumnado el avance social, la ocupación de puestos de trabajo y la promoción socioprofesional.
3. Factores de progreso científico que, unidos a los del progreso social, desarrollaron las ciencias naturales, las antropológicas, las sociales y las aplicadas, aportando instrumentos para analizar su expansión y para comprender los fenómenos explicativos del individuo y de la sociedad. El conocimiento científico de los hechos se impuso, porque los intereses individuales exigían la verificación de las hipótesis y la crítica de las prácticas científicas. 4. Factores propios del desarrollo de las profesiones de ayuda , surgidos de los factores circuntanciales antes apuntados. En efecto, se precisaba ayudar a las personas a ajustarse a su propio mundo, y al laboral, en todos los aspectos (desde su toma de decisiones y elección de un trabajo hasta la jubilación), para solucionar los problemas de selección educativa y profesional, en función del ajuste y correspondencia de sus capacidades con respecto a las exigencias y requisitos socioprofesionales. De este panorama de urgencias orientadoras surgirían disciplinas, como la psicología y la pedagogía, que iban a complementar los objetivos y los métodos de la actividad de ayuda, que se erigió como rama independiente. En la actualidad aún están muy poco desarrollados los objetivos y funciones de la Orientación (guidance) y se encuentran dificultades para diferenciarla del consejo (counseling ), además de que es realmente complicado delimitar los aspectos educativos de los vocacionales, por su propia esencia formativa. La maduración del concepto de Orientación está íntimamente ligada a lo que se entienda por desarrollo evolutivo de la persona. Todas estas circunstancias, unidas a los movimientos filantrópicos, humanistas y religiosos de principios de siglo, expresiones de una auténtica crisis social, provocaron la necesidad de solicitar ayuda de personas especializadas y preparadas al efecto (profesionales de la ayuda) y, a la vez, que nacieran instituciones nacionales e internacionales que iban a planificar sistemáticamente cómo y con qué medios divulgar esta ayuda.
1.3. LA ORIENTACION UN PROBLEMA HUMANO2 2
Roig Y, José: Fundamentos de la Orientación Escolar. Madrid.Edit.Anaya, 1982.
5
La tarea formal de la Orientación, considerada como actividad profesional institucionalizada y sistematizada, su práctica a través de principios operativos fundamentales, de técnicas y procedimientos propios, aplicada a las diversas problemáticas de la existencia humana, surge a comienzos del siglo XX, en 1908, con Frank Parsons, al fundar éste, en Boston, la primera oficina de Orientación y de Asesoramiento para los jóvenes que acudían a él en busca de trabajo (Beck, 1970). Pero la necesidad y exigencia de ayuda, de apoyo, de consejo,. de guía, de asesoramiento, de orientación al fin, para encauzar adecuadamente los problemas existenciales que la vida va planteando, en cada época, a todo hombre, subyacen ya en la mente del hombre más pri mitivo que, inmerso en la ignorancia, en el asombro y en la limitación de sus vivencias antropomórficas, busca una explicación pragmática -aunque sea de tipo místico y mágico- para aliviar sus incertidumbres y conseguir la supervivencia individual dentro del grupo tribal. Y ello se debe al hecho de que la Orientación constituye un problema esencialmente humano y de contenido formativo o educativo, puesto que afecta al único ser -el hombre- que decide su propio proyecto de vida a través de una secuencia de opciones y de decisiones o de elecciones que, en forma de problemas vocacionales y epistemológicos, le va planteando la existencia diaria y la necesidad de interpretar adecuadamente las cuestiones fundamentales de la vida: por eso constituye también un problema básicamente educativo o formativo que se traduce en un proceso de ayuda y de guía para que el sujeto pueda alcanzar, de forma progresiva, los niveles de madurez personal suficientes para acertar ante las situaciones de elección. Así, constatamos que el proceso de orientación reviste, ya desde antiguo, un sentido unitario, integral o global para todo hombre, como lo exige su personalidad, puesto que, tanto diacrónicamente, a lo largo de su evolución hacia la madurez y hacia la conquista del equilibrio y de la adaptación a su grupo, como ahistóricamente, para resolver las problemáticas situacionales de cada dimensión social en que actúa como persona, siempre aparece "el fondo de unidad y de autenticidad de un problema que incide sobre un mismo sujeto" (Valcárcel, 1973). Al tiempo que se observan la diversidad de formas, de circunstancias, de variaciones y de grados de orientación particular que requiere una solución integral: siempre nos encontramos frente a una unidad inalterable, la persona que se debe orientar, que exige una ayuda sistemática, permanente y coherente, por más fraccionada y distinta que sea su especialidad. Desde este remoto y original sentido unitario, global, totalitario, bajo unas perspectivas mágicas y religiosas, surgieron las ideas y prácticas diversas de ayuda y de consejo al hombre primitivo, para liberarle de sus tensiones emocionales e incertidumbres mentales, hasta desembocar en las distintas formas de Orientación -personal, escolar, profesional, familiar, etc.- a
6
medida que la universalización de los derechos del hombre, la institucionalización de las funciones sociales y la división del trabajo, imponían: a) un proceso de ayuda al sujeto o persona para resolver sus problemas existenciales (Orientación Personal); b) un proceso de asesoramiento en cuanto al estudio, atendiendo a sus capacidades intelectuales y en base al principio de igualdad de oportunidades (Orientación Escolar), y c) un proceso de ayuda para acertar en su opción profesional (Ori entación Profesional). Se produce la aparición de la Orientación, como actividad formal y científicamente aplicada -según dijimos antes- a principios del siglo actual, cuando Frank Parsons publica en 1909 su obra capital Choosing a Vocation, considerada como el primer tratado sistemático sobre la tarea de orientación vocacional, puesto que Parsons establece en dicha obra los tres pasos o tareas básicas que debe comprender todo proceso de asesoramiento y de ayuda al individuo que busca solución a su porvenir: 1. Conocer cómo es el sujeto que vamos a asesorar, explorando su personalidad. 2. Conocer las diversas tareas o trabajos que se le ofrecen en el panorama laboral y ocupacional. 3. Controlar de forma progresiva el proceso de ajuste o de integración del sujeto con su opción, es decir, entre el ser y su quehacer, aplicando, en cada caso, si procede, las medidas correctivas y de apoyo. Para llevar a efecto estas tareas de exploración científica de la personalidad no bastarán la "intuición comprensiva", ni la "impresión lógica", sino que se deberá partir de la medición objetiva mediante la aplicación de la estadística y de los tests (la psicometría), al tiempo que se inician, por otra vía, los estudios científicos sobre cada una de las ocupaciones, aunque específicamente llevados a cabo desde la vertiente médica que señala, de forma preventiva, las contraindicaciones que desaconsejan ciertos oficios a quienes están afectados por taras y defectos: la ergología, la tecnopsicología y la ergonomía cobran su nacimiento de estas investigaciones iniciales de Coulomb, de Mosso, de Morey, de Belidor, etc. Donald Paterson afirma que tres acontecimientos más, producidos en la misma época de Parsons, contribuyen a la consagración de la tarea científica de la Orientación: a) el estudio sobre los fracasos escolares y sobre las diferencias individuales en cuanto a los ritmos de aprendizaje; b) los graves desequilibrios económicos constituyen el segundo motivo de esta tarea orientacional, puesto que la productividad en función de las aptitudes y el empleo racional de los escasos puestos de trabajo exigían una actuación muy precisa de diagnóstico diferencial; c) los trabajos de Freud y el movimiento mundial sobre la "higiene mental", que tienen a Clifford Beers como el más destacado paladín, desde 1908, constituyen el tercer factor determinante del proceso orientador.
7
Al mismo tiempo, desde el campo de la industria y del trabajo ya habían aparecido los importantes estudios -básicamente de corte médicosobre selección profesional que incluían en esta primera fase, el aspecto de la orientación y que se compendiaban dentro de la disciplina de la psicotecnia. Lipmann y Benary comienzan en 1902 sus trabajos sobre contraindicaciones médicas que deben desaconsejar a los operarios la práctica de ciertas ocupaciones, sobresaliendo su gabinete de Munich; Rhoth, en 1907, continúa estudiando dichos problemas en su clínica de Berlín, acumulando "situaciones de carácter negativo para el trabajo". Pero será Munsterberg quien, en 1911, con ocasión del hundimiento del Titanic , crea definitivamente la psicotecnia moderna, como ciencia encaminada a "seleccionar técnicamente a los operarios para desempeñar aquellas tareas o puestos de trabajo para los que poseen aptitudes adecuadas". Sus estudios psicotécnicos realizados en su laboratorio de la Universidad de Harvard se difunden rápidamente y se extienden al campo de los servicios telefónicos y, después con Dill Scott y Walter V. Bingham, se aplican básicamente al área de los seguros sociales y de las finanzas. La Orientación Profesional se "despega" definitivamente de la psicotecnia, a la que nace vinculada en forma de selección, a partir de 1919, estableciendo como objetivo determinante de su disciplina el "encaminar a cada sujeto hacia aquella forma de ocupación que más conviene a sus condiciones personales". Si la selección parte del quehacer para buscar al ser más idóneo, la orientación parte del ser para llegar al quehacer , cobrando así un concepto esencialmente educativo o de formación. La década que va de los años 1920 a 1930 señala el auge de la Orientación en sus tres formas, personal o vocacional escolar y profesional, destacando las instalaciones que se crean, ya sea al amparo de las universidades, de las municipalidades o de la industria.
1.4. SÍNTESIS CRONOLÓGICA DEL DESARROLLO DE LA ORIENTACIÓN. Tras esta síntesis del desarrollo de la teoría y práctica de la orientación vocacional, podemos establecer una síntesis cronológica en forma de períodos o de etapas, partiendo ya sea de criterios antropológicos y culturales, ya sea partiendo de los diversos criterios científicos en que se ha ido sucesivamente fundamentando su metodología o pragmática: A) En primer lugar, según Beck (1970), desde una perspectiva antropológica y cultural, es posible categorizar las sucesivas formas de orientación vocacional, conocidas a lo largo de la historia, según su sentido humano y social y los modos de terapia establecidas en cada caso, en cinco
8
períodos o etapas que dicho autor denomina "etapa amorfa, prescriptiva, nodirectiva, fenomenológica y del daseinanalyse". Efectivamente, según el concepto antropológico del hombre, de su destino y de su existencia en este mundo, al tenor de las diversas culturas y tipos de sociedades o de comunidades, la orientación fue asumiendo diversos sentidos, objetivos y formas de aplicación a través de su desarrollo histórico: - Durante la etapa amorfa o empírica, que va desde los tiempos más remotos a la aparición del psicoanálisis, la orientación se efectuaba en forma de consejos personales y ocasionales (de modo asistemático), administrada a través de prácticas mágicas, de ritos (exorcismos), de oráculos y de creencias (dogmas para la vida trascendente) y dispensada por los brujos, por los magos, por los ancianos o por los sacerdotes. La orientación siempre guardaba relación con los problemas de supervivencia en el grupo, subordinándose a las reglas del grupo tribal o de clase, o acomodándose a las normas de conducta de salvación, pues los supuestos antropológicos acerca de la naturaleza del hombre eran muy simples, frente a un universo cerrado y ante una naturaleza que mantenía aterrorizado al sujeto, por lo que se le imponía sumisión y aceptación pasiva de las normas. - Durante la época de la modalidad prescriptiva, que va desde la aparición del psicoanálisis, en el siglo XIX, con Freud, hasta la era de la nodirectividad, surgida con Carl Rogers, la orientación trata de aliviar la angustia humana y los conflictos internos que surgen en el subconsciente por enfrentamientos del Yo con las normas estrictas de la sociedad excesivamente represiva; tal modalidad de orientación, con sentido terapéutico, se administra en forma de hipnosis y de catarsis mediante procedimientos directivos o impuestos por el psicoanalista. Como señala el propio Beck, "hay cierta semejanza entre la liberación demiúrgica de los demonios y la catarsis, que implica liberar al sujeto de presiones mediante acciones verbales", en estrecha relación con las formas religiosas de confesión o de apelación mitológica a "explicaciones ya prefabricadas como ocurre con el complejo de Edipo". Este tipo de orientación se apoyará: a) en una explicación determinista del mundo, que se explora a partir de unos fenómenos ya presupuestos; b) en el determinismo de los impulsos, que proceden de una esfera personal; c) en la predominación del terapeuta, como agente fundamental para desvelar los secretos de la catarsis; d) en el determinismo predominante de los primeros años de vida, y e) en la eficacia irrefutable de unas técnicas tipificadas, con sentido prescriptivo o expeditivo. Estos principios estaban en la base de la orientación, puesto que ésta consistía también en reunir el máximo de información sobre los
9
problemas de elección, para elaborar una explicación que determinaba un consejo prescriptivo. - Durante la etapa no-directiva, que surge con Carl Rogers, el consejero debe mantener, al margen de sus indicaciones terapéuticas, su propio sistema de valores, a fin de que sea el cliente quien logre descubrir su auténtico sistema axiológico en que asentar su forma de vida, para lo cual "podrá compartir objetos de experiencia común para ayudar al cliente" a conocer sus valores en torno al mundo que, como realidad objetiva, está sujeto a relaciones causales que se le escapan al hombre y sobre las que no tiene prácticamente ningún control. El hombre sólo percibe fenómenos y vivencias en torno a su mundo o "espacio vital" y sólo él debe saber interpretarlo en forma de valores significativos para su existencia. - Durante la etapa fenomenológica, preconizada por Snygg y Combs, quienes logran despejar el cisma existente entre "no-directivos" y "clínicos", la orientación se fundamenta en la "aparición de las elecciones que hace el individuo ante sus conflictos", que sólo son amenazas a la satisfacción de sus necesidades, ya que, de una parte, la elección sólo supone decisión por lo que, en un momento dado, necesitamos para resolver nuestras apetencias; y, por otra, siempre estará condicionada tal decisión por el margen de referencias -pasadas o presentes- que se presentan en su campo fenoménico. Por ello, la elección tan sólo significa "observación externa de lo que internamente está obligado a realizar", porque está condicionada por su campo fenoménico, con lo que la elección es un fraude semántico; el libre albedrío es una ficción, puesto que resolvemos en función de lo que necesitamos con lo que está a nuestra disposición ("Si no recordamos algo, dicen Snygg y Combs, es porque no lo necesitamos"). Por tanto, la terapia debe brindar amplias referencias entre su Yo fenoménico y la realidad de su campo vital, a fin de poder actuar con un mayor número de recuerdos o experiencias; teniendo presente que los fenómenos de campo son muy distintos para cada individuo, según el tiempo y sus necesidades. - Durante la etapa del daseinanalyse, que ahora empieza en el movimiento europeo, derivando de la filosofía existencialista, se mezclan concepciones del psicoanálisis y de la fenomenología; no se pretende producir un gran número de cambios en las perspectivas experienciales de campo del sujeto, a fin de recordar mejor lo que le conviene, sino que el terapeuta debe plantearse la cuestión de "cómo experimentar con su cliente lo que está pasando dentro de él para comprender mejor sus decisiones". Aunque se configuran varias interpretaciones en esta concepción actual de la "fenomenología de la existencia o daseinanalyse", a través de las afirmaciones de Cribbin, de Mathewson, de Wrenn y de May, podemos precisar que la orientación supone un acercamiento comprensivo, en profundidad, de los
10
conflictos en que se desenvuelve cada existencia individual, ya que "por causa de la angustia, es posible vivir con dos o más mundos excluyentes....y, como el hombre participa de modos diferentes de la existencia, que a menudo complican los significados de su vida, el terapeuta debe reconstruir la estructura de significados del mundo del individuo o las estructuras en conflicto, investigando cómo y por qué han cambiado los significados......con el fin de recuperarle su estilo de vida, sus ideas sobre la vida y un suficiente modo de relacionarse con el mundo", desarrollando en el sujeto su capacidad personal de iniciativa, de responsabilidad, de independencia y de autoorientación (Beck, 1970). B) En segundo lugar, desde una perspectiva metodológica científica, distinguimos dos etapas fundamentales, que incluyen, cada una de ellas, dos subperíodos: 1. La etapa precientífica, que comienza en los tiempos más remotos y que lleva hasta el siglo actual, durante la cual se practican unas determinadas formas empíricas de consejo y de ayuda, pero sin ningún apoyo metodológico experimental: a) Durante el subperíodo ideológico se practica una orientación totalmente vivencial, que responde frecuentemente a concepciones mágicas, filosóficas o religiosas que intentan justificar el sistema sociopolítico en que se desenvuelve la existencia humana, muy condicionada por una concepción antropomórfica de la naturaleza: Platón, Aristóteles, los Santos Padres, etc., intentan sistematizar una concepción integral del hombre y de la sociedad para imponer un sentido más racional al destino humano. b) Durante el subperíodo empirista, comienzan las primeras aplicaciones orientadoras basadas en observaciones y experiencias personales, que ya dan lugar a las primeras publicaciones conocidas. Ya se intentan sistematizar tales observaciones y experiencias personales en unas normas, aún de sentido empírico, pero fruto de intuiciones geniales que todavía sirven de base a nuestras explicaciones teóricas actuales. 2. La etapa científica, que surge con Parsons y Munsterberg, a comienzos de siglo, es consecuencia del despertar del positivismo y del experimentalismo que invade todo el sector científico, con intención de cuantificación estadística y de comprensión de sus causas inmediatas. No basta la intuición comprensiva, sino que debe apoyarse en la verificación experimental de los procesos para poderlos explicar y repetir. a) Durante el primer subperíodo "socio-industrial", la rápida transformación de las estructuras sociales y económicas, del sistema de producción agrícola, en un sistema de producción mecanizada y en serie, que demandará una abundante aportación de operarios o "mano de obra", provocará, a lo largo de
11
los siglos XIX y XX, un progresivo abandono del campo y la consecuente erradicación del sencillo hombre rural que, trasladado de pronto al medio urbano, sufrirá los "efectos alienantes" de la masificación, de la concentración humana y de la aceleración del tiempo vital que viene a sustituir a aquel ritmo natural, reposado y uniforme, de la existencia campesina: un agotador stress producido por el vertiginoso trepidar de la máquina, un implacable ritmo de trabajo por turnos y una estructura laboral que asigna tareas o actividades monótonas y automatizadas, desligadas del contexto total del trabajo, provocará los consiguientes "problemas de despersonalización" en todo el conjunto de relaciones interpersonales e intraprofesionales (Tofler, 1972), de tipo fraccionado, modular a tenor de las situaciones existenciales que se vivencian, que conllevan, por ello, menor carga afectiva, menor grado de comprensión y menor sentido humano, a la vez que i rán determinando mayores situaciones de disgregación familiar. Por todo ello, la orientación personal, en su más amplio sentido, se hace imprescindible porque el hombre moderno precisa de unas instituciones dedicadas al asesoramiento, a la conducción humana y al enfoque sistemático de los problemas que plantea la vida actual, en cualesquiera de las situaciones comunitarias, familiares, educativas, profesionales, políticas, etc. Y así: - La iniciación del movimiento mundial en pro de la "higiene mental", promovido por Clifford Beers en 1908, significará el primer aporte psicomédico al asesoramiento y asistencia al alienado (Mosser y Small, 1968). - El Gabinete de Orientación Vocacional de Parsons, creado en 1908, supondrá el primer intento serio psicopedagógico con que contará el joven estudiante para enfocar las dudas personales en orden a la "elección de profesión y de estudio". - El triunfo definitivo del psicoanálisis de Freud, a comienzos de siglo, implica el tratamiento en profundidad de la personalidad neurótica y la articulación intencionada de los mecanismos que parecen regir los comportamientos individuales. - Los trabajos e investigaciones psicométricas sobre la inteligencia infantil permiten a Binet y Simon estructurar las primeras técnicas de medición de la capacidad fundamental, cual es la mente, con ayuda de la cual se podrán evaluar los progresos madurativos del niño. - Por fin, las investigaciones de Münsterberg, a comienzos de 1911, sientan las bases de la psicotecnia moderna y abren el camino a la actividad científica de selección profesional a la vez que determina el procedimiento a seguir en la formulación del diagnóstico de capacidades.
12
b) Durante el segundo subperíodo de la etapa científica denominado "tecnológico" y que corresponde al momento histórico actual, asistimos al definitivo triunfo del experimentalismo psicológico, a la consagración plena de las técnicas psicométricas dentro del marco laboral o industrial y pedagógico y a la sistematización de las técnicas psicoterápicas y de la modificación de conducta, con lo que el orientador se encuentra ampliamente dotado de conocimientos y de experiencias contrastadas para llevar a cabo sus tareas específicas de ayuda, tutela y de asesoramiento; dispone ya de una metodología adecuada para elaborar los diagnósticos de personalidad y de sólidas teorías sobre las que asentar una sistemática interpretación de los conflictos y tensiones humanos que subyacen a la hora de formular nuestras tomas de decisiones. Este último subperíodo corresponde a la definitiva "institucionalización de los múltiples servicios y modalidades de la orientación" (Mosser y Small, 1968) para hacer frente a la complejidad de roles que el "hombre plural y modular" (Tofler,1972) de nuestra época debe asumir a través de las distintas situaciones o contextos vivenciales por los que discurre su existencia diaria, ya sea del área familiar (como padre, hijos, etc.), ya sea del contexto escolar o educativo (como profesor, tutor, alumno, etc.), ya sea del área comunitaria (como vecino, profesional, etc.), ya sea dentro del sector social y político (como agente de autoridad, como líder, como afiliado, etc.), ya sea en el área profesional (como jefe, encargado, operario, directivo, etc.). En todo caso, los Servicios de Orientación se han diversificado ampliamente en razón de las múltiples situaciones y problemáticas que el hombre moderno debe afrontar, aunque, con personalidad plenamente consolidada, se han configurado, con entidad propia, las tres modalidades de Orientación: vocacional, escolar y profesional. Surgen así otros conceptos: a) "Orientar, es señalar caminos y vías para alcanzar con éxito unas metas u objetivos" Este proceso supone, pues, facilitar información (asesoramiento) y unas vías o procedimientos prácticos (en forma de normas, de criterios y medios para actuar) para conseguir las metas propuestas. Orientar, por tanto, supone informar, asesorar y aconsejar. b) En una segunda acepción, "orientar significa dirigir o encauzar a un sujeto en relación a la ruta o camino a seguir, para alcanzar el punto de llegada deseado, señalándole los distintos pasos a dar".
13
Esta segunda acepción significa que, además de informar o asesorar al sujeto, cuando va a emprender una ruta, en relación con el plan de actuación, hay que encauzarle o dirigirle (conducirle) y tutelarle o vigilarle a lo largo del camino para corregir los posibles desvíos o errores. En todo proceso orientador se lleva a cabo una información, una dirección o
conducción y una tutela o vigilancia c) Finalmente, "orientar es también enfocar adecuadamente la solución de un problema o cuestión", lo que supone una ayuda sistemática para poder interpretar y solucionar las diversas problemáticas que la vida comporta. Efectivamente, ¿cómo actuamos cuando pretendemos "orientar" a un viajero que desea atravesar un paraje para llegar a un nuevo punto de destino? O ¿cómo procedemos al intentar ayudar a un joven para que consiga vadear un escabroso río?. Constatamos que: 1. Entre el punto de partida del viajero, que exige o implica un análisis o diagnóstico de la situación en que se encuentra el sujeto, en cuanto a información adecuada que posee, en cuanto a medios, capacidades, etc.), y 2. El punto final de llegada, que se refiere a la meta propuesta, nuestra intervención orientadora implicará, además, otras actuaciones o las prestaciones de los siguientes servicios: a) Un asesoramiento, lo más amplio y completo posible, acerca de los medios, técnicas, estrategias y conocimientos a emplear durante la travesía. b) Y una tutela y ayuda por parte del que "guíe o conduzca" al sujeto, mientras dure el caminar, con el fin de que le aconseje en cuanto a todas las dificultades e imprevistos que pudieran surgir. Luego, informamos, asesoramos, dirigimos y tutelamos. Todas estas acepciones están condensadas en las tres tareas fundamentales que Parsons asignaba, ya, en 1908, al proceso orientador: a) Previamente, hay que informarse de lo que quiere y de lo que pretende cada individuo, asi como de los medios, capacidades y posibilidades que dicho sujeto posee (diagnóstico). b) Informarse, después, de si tales metas, objetivos o aspiraciones del sujeto son posibles y accesibles para la específica y personal idiosincrasia del individuo (pronóstico).
14
c) Y, finalmente, ofrecerle los medios y normas de actuación a lo largo de su caminar hacia sus opciones posibles (asesoramiento, tutela y consejo). Bastará analizar cualquiera de las múltiples definiciones que pronuncian los más significativos especialistas para constatar que, en todas ellas, se encierran las actuaciones y acepciones comentadas hasta aquí: - Para Zerán "la orientación es un proceso de ayuda al individuo para conocerse a sí mismo y a la sociedad en que vive, a fin de que pueda lograr la máxima ordenación interna y la mejor contribución a la sociedad" (García Hoz, 1959). Lo que viene a significar que la orientación comprende: a) un proceso sistemático de ayuda, tutela y asesoramiento; b) partiendo del análisis exhaustivo de la personalidad y entorno del propio sujeto , y c) de la
consideración de todas las posiblidades y condicionamientos que el contexto vivencial ofrece al sujeto; d) para conseguir una plena, eficaz y completa maduración social, que se pondrá de manifiesto a través de la coherencia de sus aspiraciones de su conducta equilibrada (ordenamiento interior), así como del mayor grado de satisfacción con que sirve a esa sociedad. Por su parte, Traxler (1975), afirma que "idealmente concebida, la Orientación capacita a cada individuo para comprender sus aptitudes,
intereses y rasgos personales, para desarrollarlos lo mejor posible, para relacionarlos con metas vitales y, finalmente, para alcanzar un estado de completa y madura auto-orientación que, como ciudadano de un orden social democrático, pueda desear". Por tanto, a) parte de un asesoramiento con el que el sujeto logre un autoconocimiento completo; b) con el fin de desarrollar plenamente sus específicas dotaciones, hasta conseguir el óptimo grado de maduración, y c) pueda, por autoconducción, ajustar sus conductas y motivaciones con las exigencias del orden social en que debe vivir. - Con mayor brevedad, Tyler (Beck, 1970) señala que " la Orientación tratará
de descubrir el potencial de cada sujeto y ver que cada uno tenga su oportunidad para desarrollar ese potencial al máximo, en lo que mejor pueda ofrecer para sí mismo y para el mundo". - Por nuestra parte, diremos que la Orientación consiste en un proceso de
ayuda al individuo, en orden a sus problemas existenciales, a la elección de profesión y de estado, a fin de que alcance su plena identificación entre sus capacidades y motivaciones con sus posibilidades, de modo que, mediante esta coherencia o ajuste consiga su personal bienestar, el de sus congéneres y su plena integración en la sociedad en que vive . Orientar, en sentido más breve, será encauzar y conducir las posiblidades con las aspiraciones; será lograr armonizar nuestra posibilidad con un proyecto
15
adecuado de existencia; consistirá en suma, en saber elaborar nuestro proyecto de vida de acuerdo con nuestra posibilidades... En consecuencia, destacamos estos aspectos esenciales: 1. La Orientación es un proceso y no un conjunto de actuaciones más o menos ocasionales; como proceso implica actuaciones coherentes, sistemáticamente formuladas y que se ofrecen a lo largo del proceso de formación o maduración general y básica de la personalidad. 2. Se trata, además de un proceso de ayuda, es decir, de asistencia y de guía (guidance) para que el sujeto logre por sí mismo, con plena capacidad, alcanzar la adecuada madurez con que deberá efectuar sus tomas de decisiones en orden a las opciones que más le convengan, en razón de sus capacidades. 3. Dicho proceso de ayuda se ofrece a un individuo concreto, al que se debe empezar por aceptar como es, en cuanto a sus capacidades y aspiraciones, teniendo en cuenta que cada sujeto es distinto de los demás, por lo que no caben generalizaciones fáciles en los procesos de orientación, ni en las normas de actuación para resolver los conflictos individuales. 4. Además, dicha ayuda se ofrece al individuo para que pueda resolver los problemas que la vida le plantee, sea de tipo existencial o de convivencia, en el ámbito familiar, escolar, comunitario, profesional, etc.; o sea de tipo profesional en orden a la formulación de la opción laboral más conveniente para sus posibilidades. 5. Dicha ayuda implica asesoramiento, tutela y dirección en forma de normas, de modelos de conducta, de criterios de actuación y de sugerencias o consejos, puesto que, esencial y básicamente, la última decisión corresponde siempre al sujeto en cuanto hombre libre y que, como tal, debe responder de sus tomas de decisiones y de los modelos de vida que asume. 6. Finalmente, todo el conjunto de ayudas que encierra la orientación tienden a conseguir la plena madurez del sujeto, su personal bienestar y su plena integración en la comunidad , puesto que, de una parte, el sujeto debe aspirar a conseguir el mayor grado de equilibrio u ordenamiento interior (por la coherencia que establezca entre sus aspiraciones y posibilidades con las realidades que se le ofrecen) y el mayor nivel de satisfacción personal a través de los modos o proyectos de existencia que elige; mientras que, de otra parte, deberá aspirar a integrarse adecuadamente con los grupos en que ha de convivir, contribuyendo al aumento del bien común o el patrimonio colectivo de bienes del que es partícipe y también receptor.
16
1.5. SIGNIFICADO FUNDAMENTAL DE LA ORIENTACIÓN3 ¿En qué consiste la Orientación?. Un análisis acerca del uso común del término y su comparación con otros vocablos empleados como sinónimo, o que presentan ligeras discrepancias de sentido, pueden servir para poner de manifiesto, en alguna medida, su verdadero significado. Las diferencias esenciales se advertirán con mayor claridad si, en lugar de referirnos al sustantivo, utilizamos el verbo, es decir, orientar. Orientar significa indicar, señalar, mostrar el camino. Implica más que asistir. Si un hombre se cae en la calle, lo asistimos ayudándole a ponerse de pie, pero no lo orientamos, a menos que le brindemos nuestra colaboración para que se dirija en cierta dirección. Los sinónimos de orientar son guiar, conducir , controlar, timonear, dirigir . Cada uno de éstos posee diferencias muy sutiles de significación. Timonear es una palabra empleada originariamente para designar la acción de gobernar una nave mediante un timón. Dirigir se refiere al acto de imprimir una dirección, indicar un rumbo. En términos generales, orientar connota una ayuda de naturaleza más personal que la significada en gobernar o dirigir. Hablamos de gobernar una nave, un barco, un automóvil o una bicicleta. En todos estos casos la cosa gobernada no está dotada de voluntad, deseos, ni vida mental. Cuando hablamos de conducir una persona a través de un gentío, pensamos en un proceso más o menos mecánico dentro del cual la persona conducida no desempeña un papel activo, comportándose como un objeto inanimado. Si, en ocasiones, hablamos de guiar una canoa o un automóvil, es porque le atribuímos una existencia animada, como cuando nos referimos a la perversidad de un motor que nos dejó a mitad del camino. Tampoco hablamos de gobernar un caballo, por el hecho de que para hacerlo utilizamos riendas. Estas no se emplean para gobernar mecánicamente al animal, sino para indicarle lo que deseamos que haga. Tratamos con ello de que se conduzca sometiendo su voluntad a la nuestra. La diferencia entre dirigir y orientar también resulta evidente. Podemos dirigir a una persona hacia la estación de ferrocarril indicándole verbalmente cómo hacerlo, pero si deseamos orientarla le ofrecemos nuestra compañía a lo largo del trayecto. Dirigir sugiere, a veces, la idea de compulsión, totalmente ausente en la acción de orientar. La ayuda proporcionada por un guía competente en una expedición conducida por el mismo, constituye lo que aquí entendemos por Orientación. En este caso se supone que el guía ha viajado antes por ese derrotero o que posee un mejor conocimiento de los accidentes más importantes del terreno que el que tienen las personas guiadas. Su misión consiste en proponer los lugares, indicar los caminos aconsejables para llegar hasta ellos, sugerir las cosas que se pueden hacer y ver, proporcionando de tanto en tanto su concurso para que la expedición sea más agradable y provechosa. A efecto de cumplir con eficiencia su tarea, los guías que comprenden adecuadamente su función nunca intervienen por su cuenta para hacer prevalecer sus puntos de vista, dejan en la mayor libertad posible a los 3
Jones, Arthur: Principios de orientación y asistencia personal al alumno. Buenos Aires. Eudeba. 1964.
17
viajeros y tratan de pasar inadvertidos cuando éstos no los necesitan. La Orientación implica ayuda personal proporcionada por alguien. Ha sido concebida para asistir a una persona en sus decisiones respecto de donde quiere llegar, qué desea hacer o la mejor manera para realizar lo que se propone. Dicho de otro modo, la secunda a resolver los problemas que surgen en su vida. Frente al individuo, no trata de eliminar sus dificultades; por el contrario, le ofrece su cooperación para que él mismo lo haga. El centro de la Orientación es el individuo y no sus problemas. Su objetivo es promover el
desarrollo personal haciendo que ese proceso esté dirigido por el propio individuo. Esta ayuda puede ser realizada colectivamente a grupos constituídos por personas, o separadamente a cada una de ellas, pero en todos los casos está concebida para asistir al individuo.
1.6. OTRA DEFINICIÓN DE ORIENTACIÓN4 Hemos estado viendo el papel que desempeña la orientación en las instituciones educativas, a la luz de los distintos conceptos sobre las funciones de la educación. No hemos, sin embargo, definido lo que entendemos por Orientación. Con frecuencia hemos hecho esta pregunta a los estudiantes. ¿Qué entienden ustedes por Orientación?. No han faltado en las contestaciones palabras como guiar, aconsejar, dirigir, estimular y muchas otras. Si bien es cierto que cada una de esas palabras encierra algunos elementos de los que envuelve el término de orientación, no es menos cierto que no dan una idea correcta de la naturaleza de este proceso. En estas palabras nos parece ver acción de parte de la persona que guía, aconseja, dirige o estimula. El guiado, aconsejado, dirigido o estimulado asume un papel pasivo, o receptivo y espera que la otra persona haga algo para él. No nos parece que las palabras guiar, aconsejar, dirigir o estimular sean las mejores para definir el término orientar. No concebimos el proceso de orientación en términos de que se haga algo para otra persona. Al
orientar, las personas envueltas harán algo conjuntamente, una con la otra y una para la otra. Se preguntarán ustedes......bueno y ¿qué es orientar?. Cuando nos referimos al término de orientar, preferimos usar la palabra ayudar en la definición. Cuando ayudamos a otros a hacer algo, no estamos asumiendo la responsabilidad total. Estamos más bien compartiendo responsabilidades con las otras personas. Hay actividad de parte de todos. Así, concebimos el
proceso de Orientación como la ayuda que se presta al individuo para que pueda utilizar al máximo sus potencialidades por el bien suyo y el de la sociedad en que vive. Hay quienes han dicho que orientar es ayudar al 4
Cáceres, Ana: Introducción a la Orientación Individual. Puerto Rico. Editorial Universitaria. 1976.
18
individuo a que se ayude a sí mismo. Cuando el estudiante viene donde el maestro, o el orientador, con un problema, es el propósito de este último ayudar al estudiante a resolver sus dificultades, pero en el proceso de resover este problema, hay que ayudar al estudiante para que se conozca, para que desarrolle algún discernimiento que lo equipe mejor para bregar (sin la ayuda del maestro o del orientador) con otros problemas en el futuro. El proceso de orientación no debe concebirse como el dar órdenes a la gente que necesita ayuda. No consiste tampoco en análisis y consejo, no es cuestión de ajustar a otras personas; es más bien una apreciación conjunta de los problemas, una exploración conjunta de posibles soluciones y una decisión conjunta de planes para resolver esos problemas. El estudiante que solicita ayuda no debe asumir una actitud pasiva, de dependencia, en la cual él acepta las instrucciones que le da el adulto. La meta de la orientación es despertar conciencia en el individuo de sus propias responsabilidades para el análisis propio y la autodirección. La ayuda que se preste al individuo debe llevarlo a conocerse a sí mismo mucho mejor, como también a conocer el ambiente que le rodea. El autoconocimiento ayudará al individuo a descubrir sus potencialidades y limitaciones, y el conocimiento del entorno le ayudará a entender las oportunidades y los obstáculos que éste le presenta para el logro de todo lo que en él yace en potencia. Podríamos entonces, resumir algunos puntos que se han mencionado al definir el término orientar, tales como: 1. Orientar es ayudar . 2.
En la orientación hay participación activa de parte del orientador como también de parte de sus orientados. 3. El proceso de orientación envuelve el conocimiento de las potencialidades individuales como también el conocimiento de las oportunidades y limitaciones ambientales.