COLECCiÓN CRITERIOS Antologías representativas de un autor, país, problemática o enfoque que, al igual que la revista homónima. divulgarán en el mundo de habla hispana lo más actual e importante del pensamiento teórico cultural que se produce en otras lenguas.
Intertextualité
FRANCIA EN EL ORICEN DE UN TÉRMINO Y EL DESARROLLO DE UN CONCEPTO Seleccl6n y traduccl6n de Deslderlo Navarro
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Serie Francia en elpensamiento actual:
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1. Patrice Pavis: El teatro y su recepción. Semiología. cruce de culturas y postmodemismo. Selección y traducción de Desiderio Navarro.
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UNEAC CASA DE LAS AMÉRICAS EMBAJADA DE FRANCIA EN CUBA LA HABANA, 1997
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Intertextualité: treinta años después A Julia Krisleva. con la misma admiri1cíón de cnlnlH.':cS
T)arís, abril de 1967. Corre el período de efervescencia revoíucionaria que precedió y condujo a Mayo del 68 yen el que lmajoven y brillanle leórica búlgara, recién establecida en Francia. Julia Kristeva, junto a airas escritores izquierdislas del círculo de Tel Quel, lucha, apelando al marxismo, el psicoanálisis y la lingüística, contra la ideología burguesa de la Glllonomia y la idf!lltidad del sujeto individual, de la cfallsul'G del texto y de su selltido. así como contra la expresión de esa ídeología en la tradicional explication de lcxtcs académica yen el eslructuralismo literario estático. Al igual que su compatriola Tn'etan Todorov, también recién llegado, es una gran conocedora de la cul/llra francesa que, al insertarse en la vanguardia teórico de ésta, no sólo sigue asimilándola críticamente en profundidad, sino que ahora también comienza a enriquecerla con sus obras y, también, con sus cOllocimientos de la ciencia literaria y la semiótica eslavas. La prestigiosa revista Critique, en Sl/ número 239, publica el artículo "Bajtín, la palabra, el diálogo y la novela ". escrito por la Kristeva en 1966. Formalmenle, se Irata sólo de una resella y comentario de dos libros. Problemas de la poética de Dostoievski y La obra de Fran~ois Rabelais, del todavía entonces intermicionalmellte desconocido pensador s(lviético Mijaíl Bajtín, que habían sido publicados en ruso en Moscú, efl 1963 y 1965 respectivamente; sin embargo, el artículo, además de llamar /a atención francesa e internacional sobre la extraordinaria riqueza e impor/aflcia del pensamiento de Bajtín, inicia un muy personal aprovechamiento de la concepción bajlíniana de la dialoguichnost' (dialogicidad) -~estrechá/ldola, por una parte, y ampliándola, por otra, para hacer de ella una práctica crítica subversiva, políticamente lran~formadora, como bien ha señalado Mm!fi'ed Pfister. I Su replanteamiento radicaí, entre otras cosas, hace desaparecer trm
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Edición: Rioaldo Acosta Diseno y emplanc: Jorge Chinique Cubielta: Jorge Chinique y Rinaldo Acosta Realización dc cubierta: Jorge F. Torroclla
o Sobre la traducción: Dcsiderio Navarro, 1996 © Sobre la presente edición: Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) Casa de las Américas, 1997
CRITERIOS Casa de las Américas, 31a. y G, El Vedado La Habana, 19%. ¡SllN 959-04·0039-6
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Véase "Van Bachtins 'Dialogiútlit' zu Kristevas Ilnlerlexiualilál"'. primera unidad de Sil estudio "Konzep/e del' {nlerfexlu"liriit", elllnlertextualilllt. Fonnen, Funktioncn. angli"ischc Fatlstudien. ed po/' U. Broieh y M. Pfisrer, Tubinga. Max Niellleye/', /985.1'1' J-/ J
lntertexlualilé: trein/a años después
la relación intertextual lo fundamental para Bajtín: el diálogo entre personalidades, entre sujetos discursivos reales o potenciales. Yen su articulo ello se hace visible ya cuando apela a la acuñación y primera introducción explícita del término "íntertextualíté" precisamente para presentar lo que, según el/a,
es:
un descubrimiento que Bajtín es el primero en introducir en la /eorla literaria: todo texto se construye como mosaIco de citas, todo texto es absorcíón y tmnsformación de otro texto. En el lugar de la noción de intersubjetividad se instala la de íntertextualídad, y el lenguaje poético se lee, por lo menos, como dobJe2 Cierto es que, ya desde la Antigüedad, en todos los tiempos había habido términos y conceptos para de/erminadasfonnas de relaciones concretas en/re un texto y otro(S) -parodia, centón, palinodia, paráfrasis, travesti, pastiche, alusión, plagio, col/age, etc-, pero el inmediato éxito del nuevo término generalizador demuestra que éste hizo posible la clara visualización de una nueva problemática teórica independiente, que interconecta desde el punto de vista semiótico no sólo las formas tradicíonales y modernas de intertextualidad ya ais/adame~tedescritas y bautizadas, sino también las que están siendo creados por la praxis literaria viva --la pos/modernista, por ejemplo, que ha hecho /. de la intertextualidad un verdadero objeto de culto, hasta convertirse con frecuencia, más que en la "cámara de ecos" del Texto barthesiano, en un "pla(y)giarism ", en un "canibalismo alea/ario de todos los estilos pasados ", para utilizar sintéticas descripciones de Federman y Jameson., Sin embargo, ya ese uso de "in/ertextua/idad" en calidad de un "mero" supraconcep/o "taxonómico" cientificofiterario, de poética descriptiva, seapar/a del propósito original de la Kristeva. res que teóricos como Genelle, R!ffaterre, Hempfer o Bloom, han restringido el concepto kristeviano en ese yo/ros selJ/idos, frente a los "paninter/extua/istas" pos/estructurafístas como el último Bar/hes, Derrida, Culler, Lei/ch o Orivel. No hace mucho, Hans-feter Mai seiia/aba que "dos definiciones contradictorias prevalecen y están en guerra en/re si", refiriéndose a la COll/roversia que ya Manji'ed Pfis/er habiapresentado como "intertexto universal vs. inter/extualidad e;pecíjica ", esto es, la in/er2 J.
Kristem, "Bakhtine, le mat, le dialogue etle roman", Critique, nO 239, abril de 1967, pp. 440-441. Sin embargo, en uno de los libros glosados por la Krisleva, Problemas de la poética de Dostoievski, Bajlin había subrayado repetidamente que "(las relaciones lógicas y de senlido objelual {predmetnn-smyslovyeJ deben (.. .) devenir posiciones de diversos sujetos expresadas en la palabra. para que. entre ellas puedan surgir relaciones dialógicas" (Moscú, Judozheslvennaia Li/era/ura, 3ra, ed., 1972, pp. 312-313). Olro/ex/o publicado en 1979, "El problema de/lexlo en la lingüística, la filología y otras ciencias humanisticas. Ensayo de anólisisjilosójico ", diríase que replica directamente ala Kristeva, si /la hubiera sida escrilo e!!lre 1959 y1961: "El acon/ecimienlO de la vida delleXlo, es decir, su auténtica esencia, siempre se desarrolla en la frontera entre dos conciencias, entre dos su.jelos. " (M. M. Baj/ín, Litcralumo-krilicheskie stal';, Moscú, Judozheslvennaia lileratura, 1986. pp, 477, e/ subrayado es de Bajlín).
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textualidad como propiedad ontológica de todo texto o como cuafidad de ciertos textos particulares o ciertos tipos de textos. Y dedicaba todo un ensayo a argumentar que "una concepción restringida del término, como la que se ha desarrollado con la intención de hacer más aplicable el concepto, no ~ólo es contraria a la intención original deJulia Kristeva, quien propuso el lerml/lo, sino que tampoco posee ninguna ventaja heurística importante sobre los enfoques más tradicionales ", J , . , , El aprovechamiento que, como la dialogiCIdad baJttl1lana a manos de la Kristeva, sufrió, a su vez, la intertextlla/idad kristeviana, no siempre ~a !emdo un nivel científico respetable: no han faltado los que emplean como Stl1ml~'~~s "'nter/extualidad" y "dialogicidad" o "dialogismo ", ni los que {{aman anaftsls a los más tradicionales trabajos de mera búsqueda de O "influencias", Hasta tal punto /legó el empleo abusivo y falaz del tel'mtl1o, que ya en 1974 SU propia creadora decidia abandonarlo y emplear o/ro en su lugar:
i~ter/ex/uales
"f~ent:s"
El término de íntertextualidad designa esa transposición de u~o (o de varios) sistema(s) de signos a otro: pero, pues/o que ese término ha sido entendido a menudo en el sentido banal de "critica de las fuentes" de un texto, preferimos el de transposición, que tiene la ventaja de precisar que el paso de un sistema significante a otro exige una nueva articulación de lo tético -de la posicionafidad enunClGtlva JI denotativa. 4 Sin duda, un efecto colateral de la entusiasta acogida mundial que ha tenido el neologismo es que ----como antes, por ejemplo, el slifijo -ema- ha estlnllllado la creatividad y la receptividad terminológicas en las ciencias culturales. Por una par/e, ha colltribuido al surgimiento de otros términos que, encerrando el mismo prefijo ínter-, designan relaciones análogas entre elementos o ~s pectos textuales más particulares o más generales.: int~r/itulari~ad, mterfigurahly) {interpersonajidad}, interdiscursividad, intermedtaltdad, II1terautoraltdad, intersemanticidad, in/ersemiolicidad, intercon/extualtdad .. Por otra, ha propIciado la aparición y difusión -la moda, podríamos decir- de términos que, apelando a o/ros prefijos, designan otras relaciones ell/re textos: paratexto, meta/exto, architex/o, intex/o, hipertexto, geno/exto, autotexto, pr%/exto, antetexto, peritexto, cotexto, epitexto, postexto, hipotexto, macro/exto, transtextua/idad .. Durante los últimos treinta años el término y concepto de intertextualídad su desarrollo, su discusión, su aplicación analítica a obras concre/as, han dado J
Hans.Peter Maí, "Bypassing 1nlertexlUality: Herm.eneutics, Textual Praclíce, IiYl:~rlexl ", en: Intertextuality. ed. por Heinrich F. Piel!, Berlm-Nueva York, Wa/ler de Gruyltl, 1991,
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'J. Kristeva, La Révoluiion du langage poéllque, Pans, SeU/I, 19/4, p. 59-60,
InterteJt.lUalité: ¡rej,lla ailos después
origen a una muy abundante literatura en numerosas lenguas ----delfrancés, el inglés y el alemán al croata, el finlandés y e/ hebrea--, de /a cual sólo unos muy camadas textos, han sido vertidos a nuestro idioma, mientras que la gran mayoria de ellos --en su original o en su traducción al español- permanecen muy dispersos y difícilmente accesibles, por razones lingüísticas y/o económicas, en librerías y bibliotecas del extranjero. Entretanto, la bibliografia sobre la intertextualidad sigue creciendo ininterrumpida y aceleradamente, con complicaciones y eclosiones que un estudioso del tema, el alemán Heinrich Plelt, resumió asi hace apenas cinco años: ,
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Actualmente, "intertex/ualidad" es un término de moda, pero casi todo el que lo usa lo entiende de una manera algo diferente. La multitud de publicaciones sobre el asunto no ha logrado cambiar esta situación Al contrario: su número creciente no ha hecho má~ que aumentar la confusión Un cuarto de siglo despúes de que el término fue acuñado de una manera más bien casual (Kristeva /967), es/á empezando realmente a florecer. 5 Además de libros monográficos enteros, como Palimpsestos de Genette o Entre estilos de Stanislaw Balbus, y de cientos de artículos sueltos, se vienen publicando números monográficos de revistas (poétique, 1976; New York Literary Forum, 1978; Er¡IJEllUnKr'¡: Trudy po znakovym sistemam, 1981; Littérature, 1981, 1984, 1988: Revue des Sciences Humaines, 1983: Texte, /983; Canadian Review of Comparative Literature, 1984: American Journal of Semiotics, 1985; Poetica, 1987; Style, 1989, etc.), recopilaciones de autores varios (Intertextuality: New Perspectives in Criticism, 1978; Dialogizitat, 1982: Dialog der Texte, 1983; lntertextualitllt, 1985;" Intertextuality: Theories and Practices, 1990: Inf1uence and Intertextuality in Literary History, 1991: lntertekstuaalisuus. Suuntia ja sovelluksia, 1991; Miedzy tekstami, 1992; lntertextuality in Líterature and Film, 1994, etc.) y bibliografias .(Iasde Don Bruce, 1983,' Udo J. Hebel, 1989: Hans-Peter Mai. 1991: Maureen Hawkins, 199L). Al mismo tiempo, el estudio de la inlertextualidad, 'ialmente centrado en la literatura, se ha ido extendiendo cada vez más a airas artes y fenómenos culturales: el cine (gracias a Metz, 1ampolski...), las artes plásticas (por obra de Steiner, Calabrese. Weisslein, Bryson.. .), la música (con los trabajos de Karbusicky, Hallen.. .), el tea 11'0, la televisión, etc. Por otra parte, las diversas pero estrechas relaciones del fenómeno de lainterlextualidad con tendencias y pl'Oblemas teóricos de la máxima actualidad, como el postmodernismo, el 5
lieinrich F. Plel/, "/nterlextualities", en Intertextuality, ed. por H. F. Plelt, Berlín-Nueva York, /Yalter de Gruyler, 1991, p3. Hay una Iraducción al español, por D. Navarra, en el I/úmero especial de Criterios en saludo al VI Encuentro II/Iernaciofwl Mijaíl Baj/ln ,México. 5-91"lio 1993).
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poslestructuralísmo, el desconstruccionis/1lo, la cultura camavalcsca, la metaficción O el interculturalismo, pero también la intensa interlex/lwlidad de mucha literatura y arte de nuestro fin de siglo, han sobredeternlinado la pOIJIIlaridad del tema y se ven abordados por una collSiderable bibliografia. El illler~ por la intertextualidad se ha extendido también a las más recientes líneas investígativas como son los estudíosfeministas, postcoloniales, gay, lesbianas. raciales, y de la oralidad. Así, hoy podemos hallar trabajos titulados"Un mapa para la relectura: la intertertualidad desde la perspectiva de una ciencia /iteraria feminista ", "La intertextualidad lesbiana", "Irrupción: Una introducción a raza e intertextl/alídad", "1nterlexlualídad e identidad Cllltural", y así sucesivamente. Por último, la diversificación temática de los análisis intertextuales de obras y autores concretos va hoy día desde la Biblia, la lIíada y Aristófanes, pasando por las novelas medievales del ciclo del rey Arturo, Dante, Don Quijole, Shakespeare y el drama Noh, hasta /legar a Zola. Baudelaire, Wilde, Joyce, E/iot, Rílke, Proust, Bábel, Maiakovski, Hemingway, BeatIVoir, Nabok¿v, Celan, Handke, Gombrowicz, Grass, Clallde Simon, Heiner Mül/er, Bar/h, Barthelme, Saramago, Mongo Beti y Cesaire, entre mllchos otros no menos diferentes entre sí. También han sido objeto de estudia intertextllal importantes autores contemporáneos de lengua española, como nuestro Alejo CUlpen/ier, Borges, Vargas Llosa, Juan Goytisolo y Gabriel García Márquez, a qllien se
~~c7::;~~::~;;~:~:~n:0~;:~::;:~~~~ef¡e9e;~:::~~~;J!~:~~~~~lJ~ )) yLaTnterte~~a¡id~deÍJ'-G¡¡raaMár(luei:(i'99:¡rdéArnold M Penuel. E/ltre los
primeros autores cubanos que han sido examinados desde el punto de vista de la intertextualidad, se hallan tres poetas de épocas y obras muy diferentes: Julián del Casal, Dulce Maria Loynaz y Luis Rogelio Nogueras. El artíClllo "Aspectos lógicos de la intertextualidad: para un enfoque semiótico de la poesia de Julián del Casal", de Hans-George Ruprecht, pllblicado enfrancés, en 1977,en la revista Dispositio (n" 2/4, pp. 1-27), parece ser el primer trabajo qlle abordó las relaciones intertextuales en la obra de un escritor cubano. EntretanlO, el primer trabajo sobre intertextualidad que fue publicado por UI1 investigador de origen cubano es, al parecer, el artículo teórico "Apuntes para un modelo de la intertextualidad en literatura n, de Gustavo Pérez Firmat, que apareció en 1978, en Romanic Review (n" 69, pp. /-14). No somos categóricos .en estas dos últimas afirmaciones, pues así lo impone la lamentable carencia de una biblíografia de los estudios intertextuales sobre/de autores cuhanos, lqtinoamericanos o hispanófonos en gel1eral, cl/ya elaboración ya, más que deseable, es necesaria. Sólo en 1986 se publicaría por vez primera en Cuba, el1la reviSta Casa de las Américas (n" 154, pp. 145-15/), un estudio de IIn investigador cubano sobre la intertextualidad -sobre sus/armas yfunciones