qPierre Bourdieu Es Director del Collégede
Bdürdiou
France, de Actes de la Recherche en Scienees
Socialesy del Centre de SociologieEuropéene. Sus'trabajos en la sociología de la cultura lo han convertido en uno de los más destacados intelectuales de nueEtro tiempo, ta¡lo por la lucidez de sus análisis en el campo. académico como por su inelaudicable compromiso político y social.
lntelectuales, política y poder
eudeba
Indice
@ Eudeba Unive¡sidadde BuenosAires
l'ediciónr diciembrede i999
PRóLoco: l.A TA¡EAyELcoMlRoMlso DhLlNvhsrrc DoR soctAr. E l e l e m e n t o o n t o l ó g i co :l o so ci a l e xi sr e d e d o b l e m a n e ¡ a ..........................................g Los condicionam ienrossocialesde los producrores d e c o n o c i m i e n t oso ci a l..........................,.
.......................,......1 2
C ó m o y p a r a q u é.....
......,...........,.,.,......- 1 7
Carrllonrrlootn, clvpo lNT€LEcruAly t-tABrrus DEcl-AsE-.........,,.........,.,,................23 UNa rNt¡n¡n¡t¡c¡óN DEtA TEoRIADELA RELlcróNsEcúNMAX'IIEBER .........................43
@ 1999 Ai¡es deBuenos EditorialUnivé¡sita¡ia Sociedadde EconomíaMixca Av. Rivadavia1571/73(1033) -fel.: 4383 -8A75 Faxt 4383'7742 www.eudeba.com.a¡
s o g n ¡ ¡ L P o o e t s l M ¡ ó l l co ................- ....... l. Los "sistemassi¡nbólicos" (arte,religión, lengpa) comoestrnctirrasestructutá¡tes.................
...,..,,.............,.........,..6 5 .,,,,,.............-,-......66
2. Los "sistemassimbólicos" como est¡ucturascs!¡ucturadas (susceptibles de un análisisesrructr.rral)
..........,..............,........67
J.l-asproduccionessimbólicascomoinsrrumentosdedominación........................6g EL cAMpocrEN.rtFrco
Disenode coleccróny rapa:RicardoI udueñ'r ComposicióngeneraLEudeba Traducción,Alicia Gutiérrcz
..................................7 5 la luchapor el monopolio de la comperenciacientlfica............ ...,..,.......................7 6 L a a c u m u i a c i ó nd e l ce p i ta lci e n tl fi cc......... C a p i t a lc i e n t í f i c oyp r o p e n si ó na i n ve r tr r ..
............._ ............- .Bl ............................8 7
E l o r d e n ( c i e n t í f i coe) sta b l cci d o................
isBN 950-23-1043-8 lmDreso en la Argentina Hec ho c l r i e p ó s i t oq u e e s t ab le cela le v Il' ? 2 3
enrocn Ln \istemr de c're lrbro'nr ru ¿lm¡cenrm o p¿rcral )iú.c oermirela trproducciun "tal r' c¿nrco' ere"ronrco mcJro currquier o ,L*.u'¿^ en cuarquarrormr ¡or ., ;J.;J;;;. ", cditor' previo del permiso el sin métotlos, otros ; i;;;:;;i";
...........................- 9 0 D e l a r e v o l u c i ó n i n a u g u r a l a l a r e vo l u ci ó n p e ¡ m a n e n r e ..........................................9 5 L a c i e n c i a y l o s d o xó so fo s........................
....................,.........9 g
Lr c¡us,r o¡ r-q cigNcl& CóMo L{ HIsroRh socl,\L DEr¡s ctEtñcl\s soctÁLEJ PUEDE SER\4R PROGRESO DEEST^S CTENCLAS .............,............... lll ^L la situaciónambiguade la cienciasocial ...,............,........... 112
l,o sd ospr inc ipios dejer ar quiz ac ión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
..............1l5
Prólogo
..................116
Conserrsopolíticoyconflictocicntífico L oseFect os am biguos delaint er r ' , c ionaliz a.c. i. ó. .n. . . . . . . . . Po¡ una "Realoolitik" científica
. . . . . . . . . . . . . .1. 2 0 .......... 125
................... i 29
los oox és op o s.................. .......... MÉronccrn¡flrrcoylEMReutAsocrAlDELosoBJETos
...........147 153 ..............
.............. DELoLTNM.RJAL Dostvp¡zu¡l-lsMos
La tareay el compromisodel investigadorsocial. NotassobrePierre Bourdieu AliciaB. Gutiérrez
l¡scoNo¡c¡oNLssoCIAt.EsDELAcIRCUtACIÓNDEt,AsIDEAs...'...'..'.. ............171
LosrureurruAlEsylospoDEREs
173 furxcovrn¡nl.nTR-ADicróNuBERTARIADEtAIZeuIERDA .................... 'Nol¡¡voe¡tlocn¡ChEFECTIVAstN!'ERDADERocoNTM-poDERCpJTICo"..............."..... 179 .......,...... 187
PoRUN¡IvI¡nNAcToNALDELosINTET-ECTU,ALES Unfllsop robiem a: c om pr om is oor et ir ada
.............:......................188
tjna au ton om f aam enaz ada, . . . . . . . . . . . . . . . . . .: . . l¿ecnocraciade lacomunicación.....-........
. . . . . . . . . . . . . .1. 9 2 .............193
"¿Qur rs uacrR H,.BI¡RAL;N.{urc¡n?". A pnopóslToDEMICHELFoucALiLT.....Í.......... l,9Z I-rcto resy auc t or es . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . .1" 9 8
Radicalismointelecruaiyradicalismopolítico................ "Rumor inrelectual" y lectura canónica
................199
"Unadenegaciónde comprensiónl' ...........
...............202
Prmnr BounorEu y LoIc'SfACeuANT.Sonne r¡s Rsrucr¡s DEIA RAZóNIMpERIAusrn... 20i UNrn rvo luclóNc oNSERVADoRAENTáEDr c r ó N ............. Con ocimient oy des c onoc im ient o '
".:.paradójicarnente,la sociobgia libera al liberar d¿ la ilusión de la libertad, o, mds exactamente, d¿ la creencia mai ubicada en las libertades ilusorias. l¿ libertad no es a/g dado, sino urca conquistu,I colectiua..."l Probablemente,a Pierre Bourdieu se lo reconoceespecialmentepor sus teorizacionese investigacionesempíricas, donde plantea la necesidadde superar diferentes tipos de falsasdicotomías, a su juicio surgidas desde el origen mismo de las ciencias sociales.2 No es mi intención, en estaslíneas, retomar todas estasproblemáticas ni, ¡:¡ucho menos, hacer una presentacióngeneral de su trabajo.3Pierre Bourdieu
............223 . . . . . . . . . . . . .2. 2 4
l¡ esrructr¡radel crmpo edirorial
1. Pierre Bourdieu, "Fieldrvork in philosophy'', en: P Bourdier¡, Cosasdichat, Buencs Aires,
tacon stru c c ióndelas c ar ac t er í s t ies penin e n.t.e. .s. . . . . . . . . . . . . . . : . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 3 2
Gedi sa, 198 9, p. 27.
Posicio ne s y t om as depos r c r ón. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
..............24L
2. En .eietidas oponunidades, el autor ha insistid<¡en que para una "ciencia social total" o "una
l¿ dinámicadel campoy lasnuevastcndenciasde la produccióneditorial............248
anrropología total" -designaciones que ha utilizado indistintamente en sus obras-, que pretende
.................256
comprender y expiicar las pricticas sociales,es imprcscindible la ruprura con falsasdicotomfas:
...262
tcorla vs. empiria, individuo vs. sociedad,objetivismo vs. subje¡ivismo, reproduccién vs. camlrio,
De lasfuncionesantagonistas de la traducción ............. La mora ldelahis t or ia
io económico vs. lo no económico, métodos cuantitativos vs. métodos cualitetivos, etc,
A¡¡n
265 "................... ....269
3. En otro trabajo he realizado una aproximación conceptual a la sociologla de Pierre Bourdicu. Allí puede verse un¿ explicitación de las principales líneas de construcción de la teorl¡ del autor y un análisis detrllado de los conceptos clave que esrructuran su pcnsamiento, y de cómo sc ar¡iculan entre sí en su lógica de funcionamiento (A. Gutiérrez, Pierre Bourdieu: ta prittius
teórica, por la es un aurof que, por la riqueza y solidez de su consirucción social, y por la realidad empíricamente que presenrapara abordar fecur¡cliclacl s u s p
El elemento ontológico: lo social existe de doble manera El hacer referenciaai "objetivismo" y al "subjetivismo",y la necesidadde ro ma i l o m ejor de am b a s p e rs p e c ri v a se, n l a m a y oría de l os i rabaj os de Bourdieu, se perciben e interprean sólo como dos momentos anaiíticos:un primcr momento obietivista,en el cuai el investigadorreconstruyela estruc¡ura rie relacionesque son independientesde la concienciay de ia voluntad d c l o s a gc nt es y, un s e g u n d orn c me n to , d o n d e s e i n tenta caP tarreP resentaciones, percepcionesy vivenciasde los protagonistasde las prácticas. sociológico,que se toman como dos pasoslógicosdel an¿ílisis En consecuencia, permitirían mayores posibiiidadesde explicar y comprender la realidad social'o
co;ocia/es,Buenos Ai¡es, centro Editor de Amé¡ica L¿únq 1994 v segunda edición revisada, U ni ve¡si dad de l a e dic ión de I a E d i r o r i a l U n i v e r sir a r iad e M isio n e sy la l) ir e cció n d e P uL'l i caci ones N ac ional d e C ó r d o b a , C ó r d o b a , 1 9 9 5 ) . referenci aa 4 . Es peci a l m e n r ea, u n q u e t am b ié n e stá e xp licita d o e n o tr o s tr a baj os,el au¡or hace 127-142. ci t., ppop. es t r c ues r i ó n e n " E s p a c i o s o cia ly p o d e r sim b ó iico ", e n : P Bo u r d i eu,
si n embargo'y r et om ando al pr opio aur or , cr eo necesar ioexpr icit arqr r e esosmomenros, que esasmayores posibilidades,se fundan en una ontología: lo social existede doble manera, en las cosasy en los cuerpos.ty es precisamenre una suerre de complicidad onto/ógica,enrre un habitus y un campo, lo que consriruyeel fundamento de toda prácricasocial.Esra relación de com_ plicidad onroiógica, dice Bourdieu: ".'.se institwye entre dos 'realidades',el habirus y e/ campo, que ,on dos modos d¿ existenciad.ela historia, o de k saciedad,la hhtoria /rerha'rora, institución objetiuada,y la historia lteclta cuerpo, institz¿ciónincorporada.,,6 En su consrrucciónteórica,fundadaen una epistemologíabachelardiana (,.e1 hecho cienríficose conquisra,corsrruye, comprueba")7yponiendo en marcha una forma de pensamientorelacionale histórico,Bourdieu señalaque su filoso_ fía de la acción es disposicional,queroma en cuenra, "...las potencia/idades'inscritasen los cuerpotde losagentes 1t en /a estn¿cturade las situacionesdond¿ actúan, o más exActa.mente en su relación."s Mi i nsi srenci ae n t om ar est os elem enr os onr ológicos, en la t eor í a de Pierre Bourdieu, es porque creo que ello constituye el hilo conducror de su
5. H abl ar de "l o soci al "en B ourdi eu i mpl i c a, s i muk áneamenre,habl ar dc "l o hi s tóri c o". Lo que el espaciosocial, los campos ylos babins, las insriruciones y los cuerpos, son ho¡ son ei resu¡ado de lo que han venido siendo. 6' P Bourdieu, R¿islnr?rtlti(lues.sur la théorie& I'action,pa,rís,Ed. du Seuil, 1994, p.9.lRamnes pnicticas, sobreLz teoría de l¿ acción, Barcelona, Anagrama,7997f . 7 - cF. P. Bourdieu, J. c. chamboredon v J. c. passeron,El ofcio de sociólogo, Buenos Aires, siglo
xxt, 1975.
8'P B ourdi eu, R ai sonsprati ques ,op.c i t,p.g(des rac adomío).E s tos c omenrari os rec uerdan,deal guna manera! a Anrhony Giddens. Muy bre'emenre, puede decirseque, cn dicho autor, las propiedades estructurales-de reglasy reclrrsos- constituyen un orden r.inua.l de relacionrs transforrnadoras. Con ello, lo estrucrural no existe como espacio-ternporal, sino cuando se acrualizan en l," prácti""s que consrituyen los sistemasy bajo la forma de huellas mnémicas, gracias a las cuales los acroressociales orientan sus conductas. En otras pa.labras,existen comopatencia/idzdz: quese acrualiz-a¡medianre las prácticas de los agentes,de manera reproductora o ¡ransformadora, según laspotencia/iúzrks d,elos agentes(cf' A' Giddens, I-as nueuasregln de/ métodosotiohglco, Buenos Aires, Amorrorru, l9g7 y I-a co¡tstincióndt la socied¿d, Buenos Li¡es,Amorronu, i 99>. También I. C-ohen,"'Iéoría de la csrrucruración y Praxis sc:ciaJ", en: A. Giddens et al., I¿ teoríasocia/boy,Alianza, Madrid, l99l).
AliciaB. Gut'
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Prólogo
c ons t r uc c ió n te ó ri c a : ¿ C ó mo p e n s a r e n r oncesel rema del P oder?¿C ómo explicar \a razonabitidadáe las prácricassociales?¿Cómo enrender la relación sujeto-objeto de conocimiento? En definitiva, ¿cómo explicar y com-
posible o no posible), h pensabley b no pensable,b que espara nosotrosy lo que no esPLtr4,nosatros...i y que son principios evaluativosde las posibilidadesy iimitaciones objetivas, incorporadasai agente por esasmismas condiciones objetivas,productosde un sentidopráctico,que funcionanen la prácricay que tienden a pensarel mundo "tal cua! es", como "yendo de suyo", a aceptarlomás
prender las prácticas socialesdesde esta perspectivaanalítica? Brevemente, puede decirse ;::e el Poder es consrirr.rriiiode Ia sociedad ¡ ontológicamente,existeen las cosasy en los cuerpos,en los camposy en los babitus,en las institucionesy en1"',scerebros(como diría Marx). Por lo ranro, el poder exisre físicamente,objetivamente,pero también simbólicamente.
que a intentar modificarlo...'o;enronces,no podríamoscomprenderpor qué Bourdieu plantea una racionalidaolirnitada de la prácticasocial. Aho¡a bien, na la concibe a la manera de Simon -porque el individuo
Y aquí es necesariorecordar que, si de la ob¡a de lr4arx Bourdieu ha tomado que la realidad social es un conjunto de relacionesáe fuerzas enrre clases, históricamente en luchas unas con otras, de la obra Ce rüleber ha romado que
nunca conoce toralmenre su conjunto de oportunidadesy porque el espíritu humano es limi¡acio-, sino rambién, y especialmenre,porque el agente so, cial está socialmenrelimiado. Por elio, en rodo caso, prefiere hablar de priicticas rtzzonables,cornprensiblesy explicablespor su sentido objerivo y su
la realidad social es también un conjunro de re/acionesde sentido,y que toda dominación social (la de un individuo, de un grupo, de una clase,de una nación, erc.) a menos de recurrir pura y continuamenre -lo que seríaprác-
sentido vivido, enrendidos dialécricamente. "Sentido objetivo" y "sentido vividc¡" nos lleva nuevarnenreal planteo de la superaciónde la visión objerivistay de la visión subjerivistade cualquier problemárica social, 1.,con ello, nos recuerdael elemenro ontológico Ce la doble existenciade lo social.
ticamente imposibie* a la violencia armada, debe ser reconocida-reconocida en cuanto se desconocenlos rpecanismosque hacen rgconocerla-,aceptada como legítima, es decir, romar un sentido, preferentementeposirivo, de manera que los dominados adhieran al principio de su propia dominación y se sientan solidariosde los dominanres en un mismo consensosobre el or den es ra b l e c i d o .
ParaBourdieu, ambas manerasde abordar la realidadsocial son igualmenre parciales:el modo,¡te pensamientoobjetivisrarescaralas relacionesobjetivas que condiciorran las prácricas(el sentidoobjetiuo),pero no puede dar cuena del
Legitimar una dominación es dar toda la, fuerza de ia razón a ia razón (el interés,el capital) del más fuerte. Esto supone la puesraen prácricade una
sentido vivido de las mismas, ni de la dialécticaque se esrableceentre lo objetivo y lo subjetivo. El modo de pensamientosubjetivisratoma en cuenra el
uiolencíasimbólica, violencia eufemizada ¡ por lo mismo, socialmente aceptable, gue consisteen imponer significaciones, "de hacer creery de hacerver" para movilizar. La vioiencia simbólica, enronces, está relacionadacon el po-
sentido uiuido de las prácticas, las percepcionesv r€presenracionesde los agentes, lo que ellos piensan y lo que sienren,sin considerarlas condiclonessociales
der simbél¡co, y con ias luchas por el ooder simbólico.e Sin tener en cuenra rodos esros elemenros-poder físico y poder simbólico, violencia objetiva y violencia simbólica, condiciones objetivas y condiciones sirnbólicas-, ¿cómo entender la razonabi/idad d,e las prácticas sociales
y económicasque constiruyen el fi¡ndamento de sus experiencias.rl A nal i zar dialéct icam ent e am bos senr idos es indispensablepar a el invesri gado rque quier e explicar y com pr ender pr áct icassociales.Par a ello, debe aprehender el sent ido'pr áct ico, iapr ar el sent ido del juego social, aquel que per m it e vivir com o "evident e", com o "nar ur all', el senr ido
que piantea Bourdieu?
obj eti vado en las insr it uciones.
Si na tenemos en cuenra que los /tabitus son esquemasde percepción, de apreciacióny de acción inreriorizados,sislemasde disposicionesa acruar, a pensar,a percibir, a s€nrir más de cierra manera que de otra, ligadosa definiciones de úpo lo posible,y lo no posible (porq,re objerivamenre ha venido siendo
i 0. Es siempre necesario¡ecordar que hablar de babins implica tener en cuenta Ia historicidad del agcnteydel os s i s temas derel ac i c nes :el habi ns s eoponetan¡c al as ex pl i c ac i onc s mc c ani c i s tas ' ¿
Í: * ü s
9. P Bourdieu y L Vacquant, Rl1owti,Parfs, Ed.du Seuil,1992. Porunaanttropología fRespuestas. rcflcxi t'e,México,Griialbo,I 9951.
a las que conciben las prácticas como cjecución dc un modelo, cuanro a aquellasquc suponen las accionescomo el producto de una ac¡ividad racional que realizacálculos explfcitos en rérminos dc costos-benefi c i os . I l. Cf. P Bourdieu, Le senspratiqu¿, París, Ed. de lt1;nui¡, 1980 [El sentidoprtictico, Ñ4rdrid, 'l aurus,199l l .
f,
En consecuencia,dado que las estructurassociaiesexisten dos veces,que lo socialesráconformado por relacionesobjetivas,Pero que también los individuos tienen un conocimiento prácrico de esasrelaciones-una manera de percibirlas, de evaluarlas,de sentirlas,de vivirias-, e invierten ese conocimiento práctico en sus actividadesordinarias, se impone ai cien¡ista social "subjetiva" a Ia vez, una doble lcctura de su objero de esrudio: "ob,fetiva'y pero concebidasen una construcciónteórica que suPone una relación dialé-.
Sin estare¡ desacuerdocon eseplanreo,sugieroque la reflexividadepistémica supone pl antea r una det er m inada m aner a de m ir ar y analizar los condicionarnientossocialesque afectan al proceso de investigación,tomando, como punto especialde la mirada, al propio investigadory sus relaciones. A mi juicio, objetivar a! suieto objetivante consisre,fundamentalmenre, en ubicar al investigado¡ en una posición dererminada y analtzar las relaciones que mantiene, por un lado, con la ¡ealidad que analizay con los agenres cuyas prácticas investiga, y, por otro, las que a la vez io unen y lo enfrentan con sus paresi/ las institucionescomprome¡idasen el juego cien¡ífico.
ctica entre ambas.
Los condicionamientos sociales deJos produqtores de conocirniento social Ahora bien, si rolnamos todos estos elementosque he rnencionado y nos ponemos *como investigadores- en el lugar de un agente social como cualquier orro, con condicionamienros objetivos, actuaies e históricos, y con
Se trataría, pues, de un dobie sisterna de relaciones. Sin¡éticamente,podría decirseque el primer tipo de relacionesalude a 1o que Bourclieullama "el sentido de las práctias", y apunta a reflexionarsobre las posibilidades-e iinposibilidades- de aprehenderla lógica que ponen en marcha los agentessocialesque produceh su práctica, que acrúan en un riempo y en un contexto determinado. Esta lógica es diferente a ia "lógica científica', la iógica que el investigadorimplica en su inrenro de comprender y expiicar
condicionamientos incorporados a lo largo de una trayectoria individuai' que sólo es una variante estructural de una trayectoria de clase, ;cómo explicar y comprender -nosorros mismos- las problemáticassocialesque ncls preocupan? Inv"srig"r prácticas socialesdeten¡inadas y' Por lo t"tfto, comprenderlas
ia problemática que le preocupa, y sr¡pone,poí supuesro,caprar el sentido de las práccicasque el investigador analiza.
y explicarlas,desde la construcción teórica de Bourdieu implica, también, poner en cuestión la propia práctica del investigador' Y, con ello, entramos de lieno a la cuestién de la reflexividad y de ia
condicionamientossocialesque afectan la producción del investigador.Desde la mirada de Bourdieu, esoscondicionamienrostienen cie¡tascaracterísti-
objetivación del sujeto objetivante. Para \X/acquant,si hay una característicaque distingue especiaLnentea de la teoríasocialcontemporánea,es s'r Preocupación Bourdieu en "el paisa.ie constante por la reflexividad".l2 Recuerdaque Bourdieu sugieretres tiPos de sesgoscaPacesde oscurecer la miraciasocioiógica:el primero (que ha sido recordadopor otros autores)se personalesdel investigador:clase,sexo, ecnia;el origina en las características segundo,esráiigado a la posición que el analisraocupa, no en la sociedaden senrido amplio sino en el microcosmo del campo académico;y el tercero,el más profundo y peligroso, es el sesgointelectualista,aquel que lleva a concea ser interpretadoy no como conjunto de bir el mundo como un esPectáculo problemas concretosque reclamansolucionesPrácticas'
op cit',p' 34' "lntroduction", y L"$facquant, en:P.Bourdicu 12.L. \Wacqua¡t, 12
El segundo tipo de relacionesalude, en cambio, a la probiemárica funda. mental que se plant ea en sociologí a del conocim ienr o: la de los
cas, y afectanla tarea del p.r6dn.,o¡ de conocimiento, en la medida en que ésteforma parte de un espacio.dejuego: el campo cienrífico. Ti ataréJe cxp licit arun poco m ás est asideasqr r eson, a m i iuicio, apor ues fundamentaies de la teoría de Bourdieu al campo de las ciencias socialesen generaly de la antropologíay/o sociologíacn parricular. Ce¡ relación al primer aspectoseñalado-separable de! segundo sólo analíticamente-, diré en primer lugar que, para Bourdieu: ranto el objetivismo como ei subjetivismoconstituyen "modos de conocimiento teórico" (sauatzr), es decir, modos de conocimienro de sujetos de conocimiento que ana.Tizan una problemáticasocialdeterminada,igualmenteopuestosai "modo de conocimiento práctico", que es aquel que tienen ios individuos "analizados"-los agentessociales que producensu prácrica-y que constituyeel origen de la experienciasobreei mundo social. Su propuestaconsisteen reconocerque hay una especialrelación que el investigadormantiene con su objeto (el grupo de agentesque estudia) y que esa relacióntiene que ver concrjtamenre con las prácticasque se pretenden
[')
+$ Alicia B. Gutiérrez
* * *
explicar,y específicamentecon las diferenciasque exisrenentre.la posición del in"errigador (como sujeto de conocimiento) y la de los agentesque analiza. En .esesenrido, la relación práctica que el investigadormantiene con su *qlre objero es la del esráexcluido" del juego ¡eal de las prácticasque esrá a'"lizando, de lo que allí se juega, de ia illusio, de las apuesras;no riene allí
e g
É É E #
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Prólogo (pone entre paréntesissus usos prácticos)y está dotado de instrumentusde eterftización,acumulados a lo largo de su trayectoria como investigador, y a costa de tiemp<1,esfuerzos,etc. (teorías,métodos, técnicasde registro, de análisis,etc.).
a
En consecuencia:
B
sÉ
stt lugar, ni t.ienepor qué hacerseallí un lugar: no comparre ias experiencias vivir{asde ese espacio,ni las urgenciasni los fines inminenres de ias accio-
l;
i
a :] E
nes pr ác r ic a s .l s ' No se rrata aquí de una "distanciacuiturai".(esdeci¡ compartir valores 1, ¡radicionesdiferentes)sino, más bien, de una "distanciadiferenterespecro a la necesidad",de una separaciónde dos reiacionesdiferentes con el mundo,
ü c.: + 4
una de elias reórica y la otra práctica: c,3 s
"El in¡electualismoestá inscrito en el hechode int:roducir, en el obieto, la relación intelectual con el objeto, de sustituir ra relación práctica co) h práctica por la rekción que e/ obseruadormantiene con su ob¡ei,,}a _
F
F e
" ..la consm¿ccióncientifca no puede asir losprincipios d.ela lógica práctica sino haciéndolessufir un cambio de naturaleza: la explicitac;ón reflecnnte conuierte una sucesiónpráctica en trna sucesión rePresentudt, una acción oriennda en relación con un espacioobjetiuamente constitui¿o como ettructura de exigencias(las cosas'por hacer') en operación reuersible,efectuada en un espacio continuo y homagéneo.Estd trantformación ineuitable est¿iinscrita en el hecho dz que los agentet no Pued¿n dominar adecuadamente el modus operandi que lespermite engendrar prácticas ritudles.correctamente en situación, I por refefonnadas, sino haciéndolo funcionar prácticamente, "lt rencia a funciones prácticas.
"Relacién teórica con la práctica'ry "relación práctica con la práctica',no deben, pues, confundirse, si se pretenden explicar y comprender prácticas '.s oc iales . \i l-a práctica se desarrollaen el tiempo, y riene, por ello, una seriede carac-
Ahora bien, recordemosque ese doble sistemade relaciones,en el que está inserto el investigador, sélo es separableanalíticarnente:el investigador desarrolla su invÉstigación también en un tiempo determinado (la lógica práctica del investigador con su investigación), con un ritmo, con un temPo,
rerís¡icas;es irreversible.Tiene ademásuna estructura temporal -un ritmo, vn tempo-, y una orientación. Tiene un senrido: se juega ez el tiempo, v se juega estatégicamentecon el tiernpo. El que está inmerso juego en el se ajusta a lo que puede prever' a lo que anticipa, tiene urgenci"., y .o,n" decisiones "en un abrir y cerrar de ojos, en el calor de la acción,l. E n r elac ió n c o n e l ti e mp o d e l a p rá cti ca, er ti ei mpo de ra ci enci a es 'iintemporal". Para el analistael tiempo se descruye:puede sincronizar,puede tot¿lizar, puede .iugar con el riempo (volver a ver lo filmado, volver a .escucharlo grabado). El analista puede darsey puede dar una visión sinóprica de la totalidad y?e la unidad de las relaciones,puede sincroniza¡ incluso, lo que no lo está en "esradoprácrico". Ei invesrigador tiene, en definitiva, según las palabrasde Bourciieu,"el privilegio de la toralizacién":neurralizaprácricamentelas funciones r¡rácticas
Pero existen herramientas que permiten liberarlo, al menos en Pafte' de esos condicionamienros, proporcionadaspor la "sociologíade la sociologfa":
con sus propias urgencias. Támbién iuega cn el riempo y juega estratégicd' nente con el tiempo: tiene informes, plazosy formatos; Porque, parafraseando a Bourdieu, los invesdgadoresno esrán fuera del juego''6 Como agenre social que juegácl juego de la ciencia, está objerivamente condicionado por el esado det juego, por la historia del juego, y por lo que ha incorporaCo a lo largo de una trayeccoria social general y especlfica del juego.
"Iz socioíogtad¿ la cbncia d¿scawasobreelpostulzdo dt que la uerdad &l produc' to *te tratalía dz eseprodacto ma! Particilkr que et la uerdadcienr{f*-, reside en una especieparticalar de condicion¿; socialesde producción; es decir, más .¡,r ii 'i; lr
1 3 . C f . P B o u r d i c u, L c:e n r llr a tiq u ? ,o p . ( i,. t4. Ibid., p. 62.
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delautor). 15.Ibi¿.,p. I52 (destacado sociohgla en:P Bourdieu, '¿l-osinrelectuales esránfueradeljuego?", 7 cubura, i6. P Bourdieu, México, Crijalbo,199A,pp' 95-100.
pre{tseincnt¿, rn un ettado dercrmina¿/ode /a estructura7 del funcionan¿iento d,'! campo cienttfco. El uníuerso puro'de k ciencia más pura'es un camPo sacial como eualquier otlo, con sus re/acionesde fuerza ! sus monopolios, sus
ello, el condicionamienL-,social de las produccionesligadasa la ciencia soci al -' no const;ru yen,a juicio de Bour dieu, un obsr áculo epist em ológico
lachas y sus estrategias, sut ínteresesy sus benefcios, pero donde todos estos "t7 invarianres reuistenformas específicas.
sugiere que, en la medida en que la sociologíadel conocimienro proporciona instrumenros adecuadospara analizarel condicionamienro social de las produccionescientíficas,poniendo en evidencialos mecanismosde com-
En ot r as palabr as,Bo u rd i e u c o n c i b c a l c a m p o de l as ci enci ascomo un 'campo semejantea los orros campos sociaies.Es decir, como lugar de relacio-aes -de fuerza, como campo de luchas donde hay interesesen juego (a pesar
petencia, las relaciones de fuerza y las esrrategiasutilizadas por l<-rsagenres socialesque ias producen, esraríarambién en condiciones de señalar condi-
de que las prácticas de los agentes pudieran parecer desinteresadas),donde los diversos agentes e instituciones ocupan posiciones diferentes según el para defender epital específico qu€ poseen, y elabóran distintas estrategiasrs su. capial -el que pudieron acumular en el curso de luchas anteriores-, capiral simbólico, de reconocimientoy consagración,de legitimidao y de autoridad para hablar de la ciencia y en nombre-.de la ciencia. Pero, además, el campo de las ciencias sociales-y sus sub-campos- está en una situación muy diferente con relación al universo general del campo de las ciencias,y esa diGrencia deriva dei hecho de rener por objeto al mundo social y de que todos los que participan en él pretenden producir una represenración cienrífica del mismo. Entonces, quienesjuegan el juego del'campo de las ciencias sociales,no sólo entran en concurrenciaentre sí (los especialisas,los científicos), sino que también luchan con otros profesionalesde la producción simbólica (escritores,poiíticos, periodistas)y, en un sentido más amplio, con
i nsuperabl e.
ciones socialesde un conrrol episremológicoque contribuy'n a un mayor fortalecirnientode la comunidad científica, sus instituciones, y sus propias leyes de funcionamiento. Ello estaríaen relación, también, con el grado de auronomía relativa que lograre tener el campo cienrífico en general y el de las ciencias sociales en particular: mienrras logren obrener mayor peso sus propias leyes de funcionamiento y las insrancias de consagracióny legitimación específicas,mayor será su auronomía frente a la incidencia que pudieran rener orros campos (el polícicoy el económico,por ejemplo) sobre el espaciode juego de la ciencia social, y más Fácilmentese podrá jugar el juego de las cienciassocialescon las propias armas de la cienciay no con otras. De esramanera,la hisroria social de las cienciassocialesse consriruyeen el instrumento privilegiado de la reflexividad crítica, al proporcionar los principios de una Realpolitib científica, destinada a asegurar ei progreso de ia razón cienúfica.
todos los agentessociales,quienes,con capitaleso poderesmuy diferenres,con mayor o menor éxito, trabajan también para imponer su visión sobre el mundo social. Y &ta es una de las razonespor las cualesel cientista social no puede obtener an fiícilrnente,como ios otros sabios,el reconocimiento del monopo-
C ómoyparaqué
lio,del discurso legítimo sobre su objeto.ie
"contra ia vieja distinción dihheyana, es necesarioplantear que comprendzr y explicar tln una. misma cost."2o
Ahora bien, todos estoscondicionamientos-objetivos y simbólicos- asociados a la inserción social de los productores de conocimiento sociai *y, cor,
17. PBour d i e u , "
e c h a r n p s cicn r ifiq u e ",e n :Acte sd e kr e ch e r ch eensci encessoci abs,N .2-3,1976,
p p, 88-10 4 [ i n c l u i d o e n e s tevo lu m e n ]. I 8. Rec o r d e m o s b r e v e m e nteq u e la n o ció n d e e sr r a te g iae, n Bo urdi eu, se conci be como l íneas
¿cómo comprender y expiicar las prácticasde los agenressocialesque nos preocupan?En primer lugar, recordando que ellas son el producro de una complicidadonrológicaenrre un habirusy un campo, o, dicho de otro modo, son ei resuiradode la relación dialécticaenrre los dos estadosde lo socialhistórico: ia historia hecha cosasy la historia hecha cuerpo.
objetivas orientadoras de las prácticas y no supone necesariamenteuna explicitación conscienre de los mecanismos por parte dcl agente social. 19. P Bourdieu, "La cause de la science",en: Actes de la reche¡cheen sciencessociales,N" 106107, 1995 , p p . 3 - 1 0 [ i n c l u id o e n e stevo lu m e n ]
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"comprendre", 20.P Bourdieu, en:P Bourcli euera!.,La misiredu monde,pa¡ís, Ed.du Seuir, 1993,p.9 10(destacado delautor)lLamiseria drl mundo,Madrid, FCEdeArgentina s.A.,19991.
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AIkiaB. Guriérrez
Prólogo
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i-ieémó cmprender y explicar nuestraspropias pnícticas, como in'/esrigador,:,.r# RÉcü'rdan¿ürarnb¡¿nque eUasson el producto de la misma historia que esrá d" o*Éos y que está incorporada como una suene de segundanaturaleza. ¿Cdmo combinar ambas preguntas -y responderias? Desde la perspecti'a de Bourdieu, la socioloeía misma -la sociología de la sociología- podría proporcionarnos herramienrasque nos ayuden, si no a eliminar por completo nriestroscondicionamientos,al menos a controlarlos y hacerlos conrrolables pára nuestros pares. Reflexividad epistémica,objetivación del sujero objetivante, aparbcencomo los únicos caminos de iibertad posibles. En primer lugar, como una cuesrión individual y a rravésde un proceso de autbsocioanálisis; esto es, de auroexpliciración d.e los disrinros meca¡rismos y condicionamientos que me separan(por la función que cumplo) de los agentescuyas prácricas inrento expiicar y comprender. En segundo ruga¡ analizando mi posición como invesrigado¡ ligado a o..o, inr,.rtigad.ores que ocupan orras posicionesF que me unen y me enfrenran en el iuego cienrífico. Pero la verdadera conquista ei coiectiva...Y para ello ei .,...."iio explicirar los disdntos mecanismos del juego, desenrrañar-hasra donde elio sea posible- las reglas que regulan el juego de este modo, crear condiciones socia¡ les de posibilidad para el co¡rocimiento cienrífico. \-
Y mása ún: "...a pesar de las apariencias, b qtte e/ ntundo social ha hechopuedz, armado de esesaber,deshacerlo.Lo que essegurc,en todo ctso, es que nada es tnenos inocenteqtte ellaissez-faire(...) todapolítica que no saquePlentnlentePtlrti' do de lasposibilidades *por reducidasque ellasfueran- que son ofecidas a la acción,y que la cienciapttede aywdar a descubrir putde ser consideradacomo cu/pabiede no-asistenciaa persona en peligro."23 Si tuviera que resumir brevemente,en una fórmula, por ejemplo, io que he intentado expresaren estaspáginas,diría que Bourdieu nos propone io si gui ente : Conocimientod¿ los mecanistttos I de los sentidos+ autosocioanálisisasistida + propio (objetiuacióndel sujetoobjetiuante) = posibilidad dz actuar ttutosocioa¡uilisis t, obligación de hacer/o...
¿Y los agenrescuyas prácticas socialesinvestigo?con ellos, en un proceso de entrwisra, por ejemplo; puéde ponerseen práctica un procesode',aurosocioanálisis asisddo"; esro es, lograr que el enrrevistadoasociesus problemas, sus malesrares, sus miserias, no a cuestionespersonalessino sociales,producto no de un Destino, sino de condiciones socialesdeterminadas,con Ia guía del entrevisador que, por supuesro, debe objetivarse como sujeto objetivante.zr Uno podría pregunraraquí... ¿paraqué?...y Bourdieu ya da, a mi juicio, .una respuesta taxativa en "post-scriptum": "Lbaaral niuel dz la conciencia mecanismos que hacen k uid¿ dohrosa, inuiuible, no esneutr¿lizarlos; actualiur la.scontradiccioner, no esresoluerlas(...) pero ano 'no puede tener como nu/¿ el efectoque puedz ejercer sobre aquelbs que suJien, d¿scubrir k posibitidad d.eimputar su ,u¡i-irrro a causassocialesy de sentirse así disculpadns."zz
21. Ibi¿. 'Post-scriprum", 22.P Bourdieu, en:La mi¡tredu mondc, op. cit.,p.944.
23.Ibid.
X3 Pierue Ís
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Campodel poderecampointelectual v habitusde.-lase*
i la historia de la iiteratura, en su forma tradicional, queda encerradaen Q u) el estudio ideo.gráfco de casos paniculares capacesde resistir ai descifraririento mientras só'n apreh"ndidos como "demandan" serlo, es decir, en sí mismos y por ellos mismos; y si ella ignora casi completamente el esfuerzo por reinsertar la obra o el autor singular que toma por objeto en el sistema de relaciones constitutivas de la cl¿se de los hechos (reales o posibles) dei que forma pane socio-lógicamente,esporque el obstáculo epistemológico con el que se choca toda aprehensión estructural -a saber, el individuo direcamente perceptible, ens redlissimuln qve exige con insistencia ser pensado en su existencia separaday que requiere por ello una aprehensión sustancialista- reyiste aquf la forma de una individualidad "creadorJ', cuya originalidad deliberadamente cult ivada est á const it uida par a suscit ar el ser it im ient o de la irreducdbilidad y de la a¡ención reverencial.rDejándose imponer este.objeto
' "Champ du pouvoi¡ champ intellectuelet habitus de classe",Scolics,Cahietsde recherchesde. I'Ecolenormalesupéricure,l, 1971,pp.7-26. l. R \trflelleky A. Warren abren así el capítulo que consagrana la biografla en su Thcoryóf Liter¿tarc(New York, Harcourt, Braceand Ca.'), 1956, p. 63, [Tioría d¿ l¿ litaatun, M¿drid' Gredos, 1968): "1-ecausamás evidentede una obra de a¡te es su creador,cl autor; nmbién la explicaciónpor la personalidad y la vida del escriroresuno de los métodosmásantiguosy mejor establecidos de la historia literaria".
preconsrruidpque cs el artisraindividual o, lo c¡ucviene a ser lo mismo, bajo otras apariencias,la obra singular, la t¡adición positivistaconcede rodavíalo esenciala !a ideologíárománcicadel genio creadorcomo individualidad única e irr€emplazable,y los biógrafos que, Para darse las aparienciasde la ciencia, exhiben infiniarnente los documentos Pacientementeexhumacloss€ condenan al desrino de esosgeógrafos,cuya preocupaciónde fidelidad a lo "real" los condena, según la parábola de Boiges, a Producir un maPa ran grande como el País. La ruptura con las prenociones,que es la condición de la construccióndel objeto científico, no puede ser cumplida -en sociologíadel arre y de la lites i no en y por l a ci enci a del ra ru ra m ás que en c u a l q u i e r o rro -d o m i n i o -, de ias prenociones,contra las cuaobjeto que es inseparablementela ciencia que se les la ciencia construye su objeto. En efecto, las teorías esPontáneas no¡mas de las tiempo que imponen a ia invesrigacióntradicional,¿l mismo convenienciasocialque rigen la relación'
Si bien el interés por ia persóna del escriror y del artisra prog¡esaparalela, mente a la autonomizactón ciel campo inrelectual y arrísrico y a la elevación correlativa del status (y del origen social) de los productoresde bienes simbólicos,3es sélo en la época románrica que la vida del escritor, rransfo¡madaella misma en una sue¡te de obra de arre (basrapensar en Byron por ejemplo), entra, en cuanto tal, en la literatura: en efecro,viviendo, como bajo los ojos de la posteridad, una vida cuyos meno¡esdetallesson dignos de la recolección autobiográfica e int€grando, con el género de las "rnemorias", todos los momentos de su existerlciaen la unidad reconstruidade un proyecto estético;en resurnen,haciendode su vida una obra de arre y I" .n",.ri" de la obra .ie arte, los escritoresapelan a una lectura biográficade su obra e inviran a concebir la , ¡elación entre la obra y el público como una comunión personalenrre la "persona" del "creador" y la "persona"del lector. Pero, más profundamenre, el culro romántico de la biograÍ1aes parre integrantede un sisremaideológico donde se i nscri ben, por ejem pio, la concepción de la "cr eación" com o expr esión irreductible de la "persona"del anista, o la uropía, grara ranro a Flaubert como a Renán o a Baudelaire,de un "mandarinaro intelectual", que riene por principios un aristocratismode la inteligenciay una representacióncarismáticade la producción y de la recepción de las obras simbólicas.aNo habría dificukad
3. fuí, desde el R enac i mi enro,a medi da que s e des arrol l aIa produc c i ón l i bre para un merc ado y que el artista conquista su independencia con relación a las corporaciones,el inrerés se desplaza
2. Sería lácil mostrar todo lo que la manera tradicional de aproximarse y de tratar a los escritores y susobras debe a las no¡mas sccialesque rigen la postura del aficionado ilustrado y del conocedor
imponante a la sociologíadel conocimiento y también a la teoría del conocimiento científico del arte y de l a Ii rcratura.
distinguido, y que excluyen, como faltas a las reglas del buen rono y del buen gusto, todas las renrativas de ¡elacionar ios escri¡oresy sus obras a sus condiciones socialesde producción, y que
4. En efecto, bajo la aparienciade romper con la tradición románrica que establecía,entre la obra y la vida, una relación de simbolización recíproca, la escueladel arte por el ane no hace sino "r¡cionalízar", si se puede decir, el proccso Je esretización de toda la exisrencia qur era y¿
condcnan como reducroras y groseras(en el doble sentido del término) todas las tentativas de objerivación cienrífica. La "crírica creadora"y la lcctura estructural no recibirían hoy una acogida ran calurosasi no esruvieranmenos lib¡es de lo que podría hacerlo creer una cientificidad pomposa de las normas rnundanas, que im¡ronen tratar las obras v los autores como ellos pide n ser tratados (al menos desde la época romántica), es decit como "hi.jcs de sus obras" (bastapensarpor e.iemplo en el debate, devenido un lugar común de las disertaciones,sobre las relacionesentre la biografía ideal, que se enrrega sólo en la obra, v las peripecias anecdóticasde la existencia real).
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manifiesta en el dandysmo, sometiendo cada vez más rotalmenre la vida a las exigenciasCe [a ol¡r:r y convi rti endo si stemáti c amentel as av entu¡aspers onal esen "ex pc ri enc i as "es ré¡i c as(' ho ha¡ posi bi l i dades-de éxi to- s i no c ul ti v ando s u rc mperamenroy ex agerándol o"dec íaFl aub.n), por c l recurso a técnicas de concentración y de ascesiso por la ¿centuaciónde tendencies petoltlgicesy por l a expl otaci ón de l as s i tuac i ones -l ími te,apropi adaspara rev ei ar as pc c rósori gi nal es ti e i a personalidad o para procurar sen¡imientos insólitos.
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PierreBourdieu
Cantpo del pocler,cenzpo intelectual y habitus de clase
F¿fá'rnosrrarque es a partir de los mismos principios como se engendratodavía hoy la representaciónque los intelectualesse hacen del mundo social y de su ñ¡ncién €n esremundo, y no hay por qué asomb¡arsede que la casi totalidad
campo inteiectualen su conjunto, como, por ejemplo,la elevaciónglobal del nivelde fo¡rnaciónuniversitariade los escritoresduranteel SegundoLnperio o
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el crecimientode la porción de los escritoresprovenientesde lasclasesmediasy durantelaTerceraRepúbiica.En resumen, queocupanposicionesuniversitarias
de las investigacionesen mate¡ia de historia del a¡re y de la literarura manrienen con el "creador" y su 'treación" la relación en.an¡ada que, desdela época románrica, la mayor parte de ios "creadores"han mantenido con su .,creación,,. Así, es rodavía el rechaz. de métodos sospechososde disolve¡ ..la originalidad
produzcapor sí seríaen vano esperar,aquí como en otra parte,que la estadística rnis¡nalos principios de su construcción,y sólo un análisisestructu¡alde los sisremasde relacionesque definen un estado dado d''l campo intelectual puededar toda su eficaciay toda su ve¡dad al análisisestadístico,proporcio-
creadora",reduciéndolaa sus condicionessociaresde producción, el que inspi¡a el desdénque se dene hily por ias investigacionesbiográficaso el entusiasmo por los métodos de análisis inrerno de ras ob¡as: una investigación realmente
nándole los principios de un recorte de los hechosque tome en cuenta sus propiedadesrnás pertinentes,es decir sus propiedadesde posición.
inspirada por la preocupaciónde romper con la ideología carismática de la "creaciónl' y de Ia lectura "creadora" se cuid.aría de dejrrr. imponet en la defi, nición de su objero, los límires que son ros de ra biografta y que implica la elecciónde tomar por unidad una obra individual o la obra de un autor particuiar o un aspecroparticular de una u orra ("ra filosofía porírica de Vigny,, etc.), antes de haber siruado el así constituido r., .l campo ideológico .corpus del cual forma parre, y de habei establecidolas ¡elacionesentre la posición de esecarpasen ese campo y la posición en el campc intelecrual del grupo de agentesque Io ha producido, o, Io que viene a ser lo mismo, antes de haber determinado las fi'lncionesque ieviste esecorpusen el sisremadt las reiaciones de concurrencia y de conflicto enrre grupos situados en posiciones diferentes, en el interior de un campo i'telecrual que ocupa, él mismo, una cierra posición en el campo dei poder. No se puede hacer del anáiisisestadísticoun insrrume nto eftcazde ruprura, sino a condición de serconscienrede que la aplicacióningenuamente empirista de nxonomías preconsrruidaso formales, a tal o ..r"1 pobl"ción de escritoreso de artistasconcebida como simpie colección de enddades separadas, neurraliza las relacionesmás signíficativasenrre las propiedadesp..tirr..rt., de los individuos o de los grupos. La mayor parte de los análisis esrad.ísticos se aplican a ¡'nt¡estras preconstruidas,en lascuaieslos escritores"menores"o marginales(tan_ to desdeel puhro de visra esréticocomo desdeet punto de visra poií.i.o, .o-o "la bohemia")seencuenrranparcialo toralmenre eliminados;y seprohíbenen el m is m o ac r ov ol v e ra a s i r l o s p ri n c i p i o sd e s e re cci ón de l os cual es.r.l produ.to esta población' es decir las leyes que rigen el accesoy el éxiro en el campo inrelectualy artísrico,al mismo riempo que comprenderIa significación real de las regularidadesque ellas establecen;además,se exponen a d.ar la razón a los defensoresmás ingenuosde,!esrudio idiográfico, consagrándosea asir solamenre,
y en el mejor de los ;asossolamenre,las le¡cs rendenciates mis
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Además, por hecho de que el anáiisisestadísticono puede fundarse, al rnenosen un primer momento, sino sobre las inforrnacionesmás directamente --es decir sobre la información recogidaen ias biografíaso las autoaccesibles brografías,en función de criterios de selecciónpoco explícitosy poco sistemáriccrs,pero la mayoría de las vecesconforme a ios principios que definen la maneralegítima de abordar la obra de arte-, corre siempre ei riesgode dejarse impóner, al menos en sus /agunas,la representación"dominante" de la "crea' ción" arrísrica:es, sin duda, la misma fe en la irreductibilidad de la creacióny en ia autonomía absolutade las eleccionesestéticaslo que ileva a las monografías universitariasa oto-fgar a la primera educación o, mejor, a las primeras experiencias-donde se develan, más de lo que allí se forman, las particuiaridades, enteramentedadas desde el origen, de una "invenció¡r creadora"irreducdble a esasdeterminaciones-, un lugar infinitamente rnás grande que a la formación escolary universitariay a otorgar mucho menos interésa las tomas de posición políticas que a las tomas de posición estéticas,al ornitir casi siempre reubicar unas y otras en el sisternade tomas de posición concurrentesen relación a las cualesse constituyen y se definen. Y el gusto por las correspondenciasque las biografíasrnás ingenuamente hagiográficassugieren,con el modo meaforico y sin preocupación de sistematización-basa pensar en las variacionesliterarias sobre ias afinidades electivasentre "el alma" del escritor y las virtudes que ltradición literaria presta a un paisaje, a un terruño o a una descendencia-, puede inspirar arin la investigaciónsemierudita de correlacionesdirectai entre tal característicade la biografia y tal característicade la obra, entre el gusto Preromántico de la meditación en el cementerio y la primera educación de liijos de pastorescampesinos.Pero hay trampas más sutiles,y el análisissociológico rlunca se expone ranco a sucumbir a los errores impecablesde una sociografía hiperempirista,como cuando la preocupaciónpor escapara la acusaciónde
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"rcd"c.i"ni"mo" lo llev¿a ¡iv¡liz¿¡ con la historiograffatradicionalsobrcsu
rerreno y a buscar en la mukiplicacic,n de la.scarácterísticassociológicamente perrinentesque toma en cuenta el sistemaexplicativo -
1. E l p r o , v e c t o( a c t u a l me n r ee n cu r so d e r e a iiza ció n )d e co nsti tui r progresi vamenteun fi chero univcrsal de los cscri¡oresy de los artistas, que po
cual la potencia evocadorade una autobiografíapor procuraciónpuede sólo con. lerir una cierta credibiiidad.El anáiisissartreanose inspira, en efecto, en el prode integrar en la unidad consrruida de un yecto interrninabley desesperado "proyecto original", suertede inversiónde una esencialeibniziana,toda la verdad objetiva de una condición, de una historia y de una olrra singulares,y, en paniiigadasa la pertenenciade ciasemediatizadapor la cuiai todas las caracterísricas estructurañmiliar y a las experienciasbiográficasque son correlativasde ellas:en estalógica, no es la condición de clasela que determina el individuo, es el sujero qu€ se determina a panir de la to:na de conciencia,parcial o total, de la verdad objetiva de su condición de clase.Esta filosofía de las relacionesentre las condi' cionesde existencia,la concienciay las prácticaso las ideologíasno se revelajamás tan bien corno en la insistenciade Sartreen un momento de la historia biográfica -el período de crisis de los años 1837-1840-, una suertede primer comienzo, esenciade todo el desarrolloulterior. Pues¿quées estacrisis largamenteanalizada, sino una suertede cogitosociológico,acontecimientoconstirurivo,arrancado de ia historia y c::perzde arrancar a la historia las verdadesque él funda: pienso burguesmente,luego soy burgues?'A partir de 1837 y en los años '40, Gustave tiene una experiencidcapial parala orientación de su vida y el senrido de su obra: etVerimentaen é1,y fuera de é1,la burguesíacomo su clasede origen (...) Nos falta ahora volver atr^zaÍ el movimiento de ested.esa¿brimiento tan rico en consecuencias.7Uno puede ver cómo se está lejos de la teoría de las relacionesenrre las estructurassocialesy las estructurasde ia conciencia,que se expresabaen el ran
rnérito"; "éI tiene difcu/tad para cotnprenderquelos analfabetospued,antener algún derecho oara salir de su miseria (...); "el hijo Ce un self-madcnian esráinclinado eviden¡emenrea pensar..."; "e|, niÁo (...) sesienteoscuamente rechazado";"contra la segregaciónque lo amenaza,no dejade exigir l a i ntegraci ón total "; "es táen c ondi c i onesde ¿¡¡r es ta c c muni dad que l o ha produc i c i o,quc l o nurre y que lo exiiia, como un cuasi-objeto cuyos vicios le aparecenpoco a poco (...). En resumen. uip¿su condición con estrechcz" (p. 1922\ (destacadomío). 7.J.P .S artre, op.ci t.,p .l 921 (des tac adomío).Lama¡c hami s madel ai nv c s ti gac i ón,ens udobl e
de s e l e c c i ó ny d e c l a s i f ica ció nd e lo s d a r o sd isp o n ib le s,ya q u e se trata antesque naC ade produci r una i n f o r m e c i ó n r a n h om o g é n e ay ta n e xh a u stivaco m o se ap osi bl e,por l o tanto, suscepti bl ede un
movi mi ento, expi esaes ta fi l os ol ía de l a bi ografíac omo s uc es i ónde ac onrec i mi entc sen úl ti mo
aná!isisconrparativo. Perova de suyo que sólo un análisisde la es¡ructu¡ade cadacampo particular ^ , . -J ^ ^ ^ - - . - l " 1 , . ; , , ^,1 ^ ls5 9 ¡ ¡ 6 ¡ ¿ 5¡ lo . cu :l.s co n cjr ¡ cirírl a apl i caci ón mecj ni c¿ a campos dora d o sd e e s ¡ r u c t u r ¿ sm u y d ife r e n te sd e u n sistcm ad c scle c ci óny de cl asi fi ceci ónestandari zado.
de partida: "Es neccsario,para esciarecernos,recorrer,una.rez más, estavida desdeIa adolescencia
(...) Ia burgucsíacomo su ci asedc 6. P o r e j e m p l o , a p a r t i r d e la s p r im e r a sp á g in a s:"El e xp e r im ent,t "l-a origen"; "ningún niño burgués puede tomar concienciapor sí mismo de su clase"(J. P Sartrc, de cl¿ssechez Flauben", LesTbnpsmolzrncs,n" 74A, mayo 1966, pp. 192l-1951 y n" 241 , corrscience "Gu sta ve e sttico n u e n cid od e que su padre debe su fortuna a su junio 1 9 6 6 , p p . 2 l l 3 - 21 5 il.
2B
anál i si saparente,yx que es táenteramentec onteni da en potenc i aen l a c ri s i sque l e.s i n,ede punto has¡al a muerte. V ol verc mosa c onti nuac i ón a l os años de c ri s i s-1838 a 1844-, que c onti enc n en P otenci atoda-sl asl ín eas dei uer¿adees tc .l c s ti no"{ ¡.1931).A 1 anal i z arl afi l os c fíac ,..,-i al i s trc l c la cual la rnonadología leibniziana le parecíarealizar ia forma ejemplar, Sartre observabz,en El ,er 7 k nada, que el l a ani qui l a el orden c ronol ógi c o reduc i éndol oal orden l ógi c o: paradój i c arrente, su fi l osofía de l a bi ogral ía produc e un efec to del mi s mo ti po, pero a parti r de un c omi .nz -o absol utoque consi sre ,^n es ec as o,en el "des c ubri mi ento"produc i do por un ac to dc c onc i enc i e
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Pterrc llourdieu
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Campodelpodetcampointelectualy lubitus declase
célcbre análisisde las relaciones"entre los representantes polhicosy literariosde una clasey la claseque ellos lepresentan":"Lo que ios hace representanres de la ¡:equeÉa burguesía es que su cerebro no puede superar los líniites que el
venido a ser Io que es, sino lo que debían ser, bajo ia reiación del habirus socialrnenteconstituido, las diferentescategoríasde artistasy de escritores de una épocay de una sociedad determinadas,para que ies fuera posible ocupar las posicionesque les reservabaun estado dete¡minado del carnpo
pequeño burgués mismo no superae¡r su vida y que, en consecuencia,está' teóricamenieimpulsadosa los mismos problemasy a las rnismassoiucione.s a las cualessu inrerés marerial y su situ.aciónsocial impulsan prácticamente a los peque n o sb u rg u e s c s .8 En ¡e s u me n ,h¿ci endocomo si l e conci c' ri a no tuviera otros límires que los que elia se da por la toma de concienciade sus límites, sa*re contradice el principio de la teoría der conocimienro de lo social, según el cual las condicionesobjerivasdeterminan las prácricasy los límites mismos de ia experienciaque el individuo puede tener de sus prácricas y de las condiciones que ias dererminan. Si las rnonografíasde escritoreso de artistas más exhaustivasen apariencia no entregan sino informaciones lagunosasy a vecesincoherentes-ran pron¡o como uno ies demanda los docunentc¡snecesariospara la construcciónde la estructurade un estadodel campo intelecrualo polírico-, es porque, siruándos e de e¡ r t ra d ae ' u n l u g a r' p ri v i l e g i a d o,no perci benj a' rás si no una porciór'r restringida del horizonte social y no pueden pues aprehender en su verdad el punto de vista desdedonde son romadas todas las visiones perspectivas del campo inrelectual o político que ellas enrregan o a¡¡alizan,es deci¡ como una posición en un sisremade relacionesenrre posicionesque confiere su particularidad a cadaposícióny a las tomasde posición que demandan. En efecto,es a cc¡:dición de constirrrirel campo inreiect.al (que, por grande que pueda ser su autonomía, esráde¡er¡ninadoen su estructuray su función por Ia posición que ocupa en el interior del campo del poder) como sisremade posicionespredeterminadasque exigen, corrlo puestosde un mercad.ode trabajo, clasesde agentesprovisros de propiedades(socialmenteconsriruidas) de un t ipo der e rm i n a d o ,q u e s e p u e d e ro m p er con l e prob,l emári ca tradi ci onal (en la cual sartre queda prisionero) y pregu*rarse,no cómo tal escritor ha
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cienciarigurosade los hechosintelectualesy artísticos.Tal cienciacomPoria rres momentos necesariosque mantienen una relación de orden tan eslf¡stc ccmo los tres niveles de la realidad social que aprehenden: en primer lugar un análisisde la posición de los intelectualesy de los artistas en la estructura rje la ciasedirigente (o con relación a estaestructura'cuando ellos no pertcnccena esraclaseni por su origen ni por su condición); en segundolugar, un análiiisde la estrucrurade las relacionesobietivasent¡e ias posicionesque los sfupos ubicadosen situación de concurrenciapor la legitiinidad inteiectual o artísticaocupan, en un momento dado del tiempo, en la estructura del crmpo intelectualiásí, metódicamenre,la consrrucción de la lógica propia Je cada uno de los sistemasde relacionesrelativamenteautónomos (el campo dei ooder y ei campo intelecmal)es la condición previa de la construcción
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il. F.stashipótesis teóricas orienran un conjunto de investigacionessobre el campo intclectual en Iranci a enrre I 830 y l 9 l 4 que han s i do di ri gi das ,en c ol aborac i ónc on J . C . C hamboredon,en el
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i na¡co de un semi nari o de [a E s c uel aN ormal s uperi or y que s erán obj eto dc una publ i c ac i ón
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pr)\tcf¡()f.
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i nrel ectualy a dopt ar , al r nism o t iem po, las t om as de posición est ét icaso ideológicasobjetivamenteligadasa esasposiciones. rodavía, y, Quisiera aquí, sin presenraruna exposiciónsisremárica inenos a propósito defini¡ propuesta,e la teoría de acabada ,na puesta en práctica , los Jel ejemplo de la escueladel arte por el arte (por lo tanto, de FlauL.,er-| principiosde la inversión merodológica,que pareceser la condición de una
la rclación que se estal:leceobjetivarnenteentre la fracción de los intelectuaies y de los artistas,en su conjunto, y ias diferentesfraccionesde las clases dominantes.A medida que el campo intelectualy artístico gana en autonomla y que, correlativamente,el status social de los productores de bienes simbólicosse eleva,los intelectuaiesy los artistastienden a enttar progresivamente por su propia cuenta, y ya no solamentepor Procuracióno por delegación, en el juego de los conflictos entre las fraccionesde la clasedominante.r0Ubicados en situación de dependenciamateriai y de impotencia política cen relación a las fraccionesdomiaantes de la burguesía,de la cual provienen en su mayoría y en la cual participan,si uo por sus relacionesde fámilia y por sus compañías,al rnenospor su es¡ilode vida, infinitamente más próximo al de la burguesíaque al de ias clasesmedias -inciuso en las categorías más desposeídasde b intel{igentszaprcleraroide, condenada a las fo¡mas me-
tes de la L rrguesía-es deci¡, a medida que se desa¡roila un mercado de bienes simLtólicos-,las caracterís¡icas propiamente inteiec¡ualeso a¡rísricas de los productores de bienes simbólicos-es decir, el sisremade los facrores asociadosa la posición que ocupan en el campo inrelecrual-, ganan en fuerza explicativa,queda que la acción de esosfacroresno hace sino especificarla acción dei factor fundamenrai que constituyela posición de la fracción de los inteiectuaiesy de ios arrisrasen la esr¡ucrurade las clasesdominanres.Así, las tres posicionesen rorno a las cualesse organiza el campo inrelectual y arrísti coentre 1830 y lB50 ( ¡ . on alguna t r anslación,t odoa lo lar go del sigio XIX), a saber "el arte social", "el arre por el arte" y "el arre burgués", entregalrcompletamenresu significación,que es siempre indisociablc¡lente estéticay política (aunque la autonornía de las tomas de posición estéticas por relación a las romas de posición políticasseamás o menos grande según
nos elec¡ivasde la vida bohemia-, los escritoresy ios artistas constituyen, al menos desde la época romántica, unafaeción d.orninadade la clasedominan' ,¿, necesariamenteinclinada, en razón de la ambigüedad estruc¡ural de.su p o si ción en la es c r u c tu rad e l a c l a s ed o mi n a n te , a mantener una rel aci ón ambivaien¡e,tanto con las fraccionesdominantesde la clasedominante ("los
las épocas,es decir, según el estado de las ¡elacionesenrre la fracción de los artistasy el poder, según la posición en el campo y según la función en la división del trabajo intelectual); sólo si allí seven otras tanrasespecificaciones de
b u rg u es es " )c om o c o n l a s c l a s e sd o m i n a d a s (" e l puebl o" ), y a fbrmar una imagen ambigua de su posición en la sociedady de su frrnción social. Más precisamente,la relación que mantienen con el mercado literario y artístico,
tas: a cada una de las posiciones típicas en el campo corresponde una forma típica de la relaciónenrre la f¡acción dominante-dominada y lasfraccionesdomi-
cu ya s s anc ionesanó n i m a s , i m p re v i s i b l e sy c a m b i anrespueden crear entre ellos disparidadessin precedentes,constituye el principio de la representación amt,ivalenteque los escritoresy los artistas-forzados a percibirse,más o menos claramente,en su verdad objetiva, es decir como productoresde mercancías-se hacen de ese"gran público", alavez fascinantey despreciado,en e l crral c onf unden, l a m a y o ría d e l a s v e c e s ,e l " burgués" someti do a l as preocupacionesvulgaresdei negocic y el "pueblo" entregado al embruteci¡niento d.e las activicladesproductivas. Si, a medida que el campo intelectualy artístico gana en autonomía con rclación a las coaccionesv a las demandasdirectasde ias fraccionesdominan-
10. l. o s a n á l i s i sd e F r é dé r ick An ta l m u cstr a n q u e cu a n d o los arri s¡asesrán ubi cados en una relac i, j nd e d e p e n d e n c i ae str e ch aco n r e sp e ctoa su p ú b licc, como cn Fl o¡enci adurante l os si gl os
la posició. genéricade la relaciónfundamenral de pertenenciay de exclusiónque caracterizaa la fracción dominante-dominada de los inrelectualesy de los arris-
nantes;más precisamente,es a travésde la relación que ias categoríasde agentes ligadasa cadauna de esasposicior-res manrienen con el mercado,y a travésde los diferentestipos de grarificaciones económicas¡, simbólicasque correspondena lasdiferentesformasde esrarelación,que seencuentrandefinidosel grado en el cuai esrápuesroobjetivamenreel acentoen ia pertenenciao en la exclusión ¡ correlativamente, la forma de la experienciaque cadacategoríade agentepuede tener de la relación objetiva entre la lracción de los arristasy ias fracciones dominanres(¡ secunda.riarnenre, lasciasesdominadas).Mienrrasque ios arrisras y losescritores "burgueses"(DOMINANTES-dominados) .n..r"nrr".,, en ei reconocimientoque les concedeel público "burgués" y que les aseguraa veces condicionesde existenciacuasi-burguesas, todas las razonesde asumirsecomo l os portavocesde s u clase,a la cual su obr a se dir ige dir ect am ent e, r , los sos¡enedores del "arte social" (dominantes-DolllNADos) encuenrran,en su condi ci ón econó m icay en su exclusiónsocial,los f undam ent os de una
){ I V y X V , l e s d i f c r e n c i a sd e e s¡ iloq u e scp a r a nsu so b ¡ a s so n casicompl etamentereducri bl esa l ,rs dif eren c i a sq u c s c p a r ? nl a s visio n e sd e l m u n d o , p r o p ie s d e los C i fcrcntesconsumi doresde sus obras, es dccir, e las difc¡enter fraccionesde la clescdominante (L'.Antal, nlorentine Painting and itsSocial Bac|grornd,Londrcs, Kegan Paul, 1947, p. 4' .
l 1' S i n duda, no hay me j or i ndi c a,l or c l e Ia rel ac i ón que l as di Ferentesc aregc ríasde es c ri rores mantienen con laslraccionesclominantesque su actirud con respecto al teatro, f¿,rmapor excelencia
33
Píerre Bourdieu
Campo d.elpode4 tt
solidaridadcon ias clasesdominadasque tiene siempre por primer principio la hostiiidad respectoa las fraccionesdominantes de las clasesdominantes y
t inteleüual y habitus tle clase
irrmLrre,estuvicraen el poder de ios mandarines,estaríamosdonde esra,nos? 5i , e' i ugar dc haber quer ido ilusr r ara las clasesbajas,se hubiesenccupado .i., i.struir a las altas."li obligados a acercarsea los "burgueses"cuandr¡ se -como artlsraso como burguescs*por lcrs"desclasaclos" ,ii¡,icn arnenazados ,i .' l e l rohenri a,gr it ar - ' solidar idadcon t odos aqueilosa quienesla br ur ali-
a sLlsrepresentantesen el campo intelectual. Los sostenedoresdel "arte por el ambigua arte" ocupan en el campo intelectual una posición estnncturú.lmenrc que les condena a sentir de manera ¡edobiadalas contradiccionesinherenres a la posición ambigua de la f¡acción intelectualy artísticaen ia estructurade ias fraccionesde las clasesdominantes. Porque su posición en el campo Ios
.i.rJ de los interesesy de los prejuiciosburgr-ieses rechazao excluye:el bohe:,i r,r,ci pi ntorcillo,cl s'i. im banqui, el noble ar r uinado,"la sir vienr acie gr an
coaccionaa pensarsu identidad estéticay política simultáneao sucesivament e ( s egún la co y u n tu ra p o l íti c a ) p o r o p o s i ci ón a l os " arti stasburgueses" -homólogos de los "burgueses"en la légica relativamenteauténoma del campr, o por oposición a los artistas"socialistas"o a la bohemia -homóiogos
;.;ra;rón"r' especiaimenre,quizás, ia prosrirura,si..ierre de re'¿líz,acién simbóir¡-'rde la reiación del arrisra con ei mercado. Y su odio al "burgués" *ese .l:.ir¡e inhaliable, alavez ilamado y despreciado,que les rechazaranro cor¡o
del "pueblo"-, están condenados a formar irr,ágenesco¡rtradictorias,tanto de su propio grupo como de los grupos a los cuales se oponen. Al dividir al nundo social según c¡iterios estrictamenteestéticos,lo que los conduce a arrojar en la misma ciase despreciadaal "burgués" ce¡¡ado al arte y al "pueblo" encer¡adoen las preocupacionesmaterialistasde la existenciacotidiana ( " llam o bur gu é s ,d i c e F l a u b e rt,a ro d o a q u ei que pi ensade manera baj a" ), ellos pueden simultánea o alternativamenteidentificarsecon el "pueblo" o
a;
;r-
;
,:iloslo rechazan,a quien no rechazansino por tanro que él les rechaza*se rJiir¡iva,en el interior mismo del campo inteiectual-horizonre primero de i ,tdo-sl os conflicr os esr ér ; cos'/ polí r icos- , en y por el odio a los "ar t isr as lrurfueses",concurrenresdeslealesque no obtienen el éxito inmediato y las !r)i l segfaci on es bur guesassino r enegandocom o escr it or es:"Hay una cosa rr.il veccsmás peligrosaque los burgueses,dice Baudelaireen las Curiosités tsrltétiques, es el artista burgués, que ha sido creado para interponerseentre el
con una nueva aristocracia:"Comprendo, con el término burgués,tanto a ios burguesesen mangasde camisacomo a los burguesescon levita. Somos no-
.i ri i sray ei gen io, que los ocult a a uno y a or r o ( . . . ) Si se lo supr ir nier a,el .,1¡r¡acenero aclamaríatriunñlmente a E,ugéneDelacroix". Incluso, es el desde "profesioiál.s" del rrabajo arrísricopor el proletariadolirerario ce¡.,:-'.,.io
sotros,y sólo nosotros,es decir los letrados,quienessomos ei pueblo o, para hablar mejor, la tiadición de la humanidad".r2"Uno debe inclinarseante los mandarines;la Academia de la.sCienciasdebe reemplazarai Papa'. "¿Llsted
i¡rsi.,ciesus éxitos y de su arte 1o qLte,elt otrosmoment^i, inspira la imagen que lcs sostenedores del arre por el arte se hacen del "populacho":"He comp¡en-
cree que si Francia,en lugar Ce estargobernada,en definitiva, por la muche-
dei "arre burgués'".Así, las empresasteatralesde los sostenedoresdei arte For cl ane fueron cn "Só lo Bo u ilh e t v fh . d e Ba n vill e obtuvi eron al gunoséxi tos.U nos ccmo g e n e r a ld c s a F o r r un a d a s: ( l o n cc¡ u r t fr a ca sa r o nr u id o sa m e n te ;o r ros como Gauti er o B audcl ai rc, casi sc Flaubert o los abstuvieron, aunque déjar'on, en s,*scajas dc libretos, aigumentos que testirnonian el deseerque ellos.habían ténido de triunfar sobre el escenario;o, cornc Lecontc de Lisle, compusieron en el ocaso de su vida obras honorables; pe¡o quc agrcgaron poco a su reputación;
dido que nuesrro prefacio a Henrierre L4aréchalhabla masdo la obra. Y bren ;qué irlporta! Tengo concienciade haber dicho Ia verdad,de haber señalado la tiranía de las cerveceríasy de la bohemia con respecroa todos ios t'abajadorespuicros, a roda la genre de ralento que no se ha arrasrrado ;or i,rsbodcgones,de habe¡ señaladoal socialismonucvo que en las lerras¡eron)a cn voz alra la maniFesracióndel 20 de -marzo y lanza su grito de guerra: ',Aba.¡olos guanresi"'.'0 "E. quizás un prejuicio, peio yo creo que es necesaiio ser un hombre honesro y un burgués honorable para ser un hombre cie r.rlento.Esrimo esro por Flaubcrr y par nosorrosy por la comparación "on j ' s grandeshombr es de la bohem ia, su novelist a M ür gier , su hist or iador
1.J. G. Flauberr, Corrcspondance, passitn, citado por A. Cassagne, op" cit., p. I B l. Scgún Maximc l)rrcamp (Souuenirlittéraires" cirado en A. Cassagne,ibid.),Flaubcrr "hubiera qucridr: una sucrre ,ic ma¡rdarinato que hubiera llamado ala cabtza dcl país a los lronrbres rnás inrcligenrcs', t 'i. F..y J. Concourt, Jout'nd/, 5 de marzo de i 865, cirado por P Lidsky, op. cit., p. 27 .
t'ialrc-Eúlm¡eü d e s us bal anceos1' de sus pal i l \fo n s t lc r , s u P oc ( r lB a n v i l l e " ' rsL ' l p ri n c i p i o o la simpatía revolucionariaen nodi¿s,de sri traslaciónhacia el compromiso
entienden asumi¡ explícitamenreuna función social, ya se rrare de glorificar los valoresburgueseso de instruir a las masasen los principios republicanos o soci al i stas.i T
l s4 B, hac iaelindif er e n ti s m o o e l c o n s e rv a d u ri s m opol íti cosbaj oel S egunno es otro que la transformad.o Imperio ¡ sobre todo, duranre la Comuna' entre la fracción intelectualy ias fracción de la estrucrurade las relaciones
El ane por el arte, es decir el arte para el ariisra, el arte en el qr-reel arre del artista consti¡uye la única materia y en el cual la comunidad artística es ei
ci o n es dom inant es,q u e e s c o rre l a ti v a d e l a tra n sformaci óndel aesrructura y que su naturaleza es a deterrninar' de las relacionesde fuerza entre las clases caracterizadapor su equilibrio en una caregoríadc dominantes-dominados, i n e stableent r elapo s i c i ó n d e D o MIN AN T E.d o n l i nadovl aposi ci ónde h a ci a una u o¡ra de esasposi d o minant e- DO M iN A D O, e l d e s l i z a m i e n to ..revolucionarias,,, que o ciones y hacialas tomas de 'posición,conservadoras so n s olider iasde ell a s ' A r t is t as ques eo Po r-re n a l ..a rte b u rg u é s ' ,d e P aul deK ock,octaveFeui l l et, como a la "'pataneríasocialisScribe o casimir Delavigne ran resueltamente de los escritosde Proudhon ta" (según el término de Flaubert, a pfopósito en el arre por el arre y en la escrirura ,obo i arte) no pueden enccrnrrafsino, la contradiccióninherenteai proyecpor ia escritura,una manera de resolver to d e es c r ibir r ec ba z a n d o to d a fu n c i ó n s o c i a l ,e sdeci r,todoconteni dosoci al _ nlanera de realizarsobre el terrernente marcado,al mismo tiempo que una to exc/usití (en el doble sentido no simbólico, por la afirmaciórrde su domin d e l tér m ino) s obr es u a rte y p o ri a re i v i n d i c a c i ó n del rl onopol i oabsoi utode de la relación objetir,aenla competenciaproptament" "rtí.tic", la inversión de los artistasv de los intélectuarre las fiaccionesdominantes'¡ la fraccién l e s, f or z ados apag a rl a a u to rro mía q u e l e s e s c o ncedi daporsurel egaci óna fueran simbólicamenterevoprá.ri.", .o.,r"grJ", a Permanecersim-bólicas' El cultc del estrio por el estilo' lucionariaso revolucion".i"*.rrr" simbólicas.16 q u e es elequiv alen te e n e l d o mi n i o d e l a e s té ti c adel i ndi ferenti smopoi íti coy "compromiso"' se co.nstituyeorigii"l ,..h"ro desligadoy distante de todo los escritores;r d6 ios artistasque nariamenteconffa lastomas de posición de
15. E. y J. Goncoutt, Jottrtu'
17 dc novicnbre áe 1868' ibid'
l6. A r r o j a n d o a l a s | r a c cio n e sn o .in te lcctu a lcsd e la b u r g u e síaal fi i i steísmo1'conderrándol asal a indi g n i d a c l c u l t u r a l - l oq u e ir m á sh a b ía h e ch o ' a e se g r a d o a l menos'el artedel asépocas ant e r i o ¡ c s _ ' e I a r t c p u ro "fi..,' ,l"p r e te tr si< in ccla r tista a u n r ci nrdoexcl usi vosobreel a¡tc,ai ce sim b ó l;ca :"¡ N o sési exi s¡een francésuna pági na m ism o t r c r n p oq u c u n a r n te n ció nd " ,.u a n .h ^ -l i nto nada' comprcnde se g tr r od e tlu e cl burgues no pros a m : - i sb e l l a ! ¡ L ^ se sp iÉn d id a !¡ Y e sr o v sobre laAcrópo|is, Correspc,ndattce, a Renan, a carta llropósito de la oración mejori-, (G. Flaubert, iV, citadr: por A. Cassagne, op' cit'' P' 394)'
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único destinarafio,es un arte para nada, un arte sobre nada, corrro lo dice un texco frecuentemenre.citadode Flauberr: "Lo que rne pareexpresarnente ce bello, lo que quisiera hace¡ es un libro sobrenada, un /ibro sin lazo exterior, que se mantuviera a sí rnismo por la fuerza inrema de su esrilo, ccmo la tier¡a si n ser sosteni dase m ant icne cn el air e, un libr o que no t uvier acasi r em a,o al menos donde el tema fuera casi invisible, si esto se puede. Las obras más bellasson aquellasen las que hay menos materia (...), siendo el estilo por sí solo una manera absoluta de ver las cosas".rsComo lo revelala metáfoia, la utopía de "la intelligentsiasin aradurasni raíces"supone ia ignorancia del campo de las fuerzasde graviración que comandan rambién las prácricasv las ideologíasde los intelectuaies,y que no se develan jamás tan manifiestamente ccmo en el esfuerzo desesperadopor negarlas produciendo un discurso socialmenteutópico. ¿Cuál es, en efecro, el principio de la escrirura reducida a 1in pirÍo ejercicio de estilo sino la voluntad encarnizadapor desrerrardel discurso todas las mltrcassociales,comenzando por las "ideas recibidas", lugares comunes donde todo un gnrpo se reúne para reafirmar su unidad reafir, mando sus valo¡esy creenciaspropias y donde se reveian infaliblemenrela posición social y- la identificación satisGchaa esta posición de ios que las proFesan? El artc "puro" es el resultadoine"irable del esfuerzopor vaciar el discursode todo lo social no-pensado,tanto de los aurornarismos del lcnsuaie
I7. "Yo me metu en mi agujero y, aunque el mundo se desplome, no me rnuevo
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;t&i.'r Pierre BoL¿rcLieu
cuanto de las significacionesreificadasque él vehiculiza;el rechazode io que FlauL'ertllama la "tontería" (y, Sartre, en la época de E! sery la nac/a,"el espÍrituserio")-es decir, la adhesiónindiscutiday asegurada a las banalidades, católicaso 'volterianas,materialistaso espiritualistas,en las cualesy por las cuale. i:rs diferentesfraccionesdominantes se reconocen-, conduce necesariamentea un discursoque, al exclui¡ todo objeto, no puede tener otro objeto que .! discursomisrno: pretenderhablar rechazandodecir algo, es condenarse a hablar para no deci¡ nac{a,a hablar para decir nada, a hablar por habiar , en r es u me n , a l c u l to .p u ro d e l a fo¡ma.re.D esdeese momento, i a carrera está abierta a una investigaciónprcpiamente estéiica,estimulada o dere¡minadapor ia concurrenciaent¡e ios artistaspor ei reconocimientode la originaiidad y, de ese modo, de ia ra¡ezay del valor propiamente estéticcs del producto y del productor; y la lógica de la disrmilación que cartcrerizael campo inteiectualy artísticocondenaa ios escritoresy a los artistasa romper
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F¡ E .: 1. i ti
arre,forzadosa producir de alguna manerasu propio mercado,a una remuneracióndiferida, a diferenciade los "artistasburgueses",aseguradospor un mercado inmediato. Así como los sostenedoresdei arte por el arte esrabanpredispuestos,por su posición en la est¡uctura del campo intelectual,a sentir v a expresarde manera Parricularmenteaguda las contradiccionesinherentesa la posición de ia fracc;jn de los artistasen ia estructu¡ade las clasesdominantes, igualmente Flaubert -cuvas tomas de posición políticas y estéticasson literali ¡ente i ntercam biables con las de los escr it or es sit uados en la m ism a que tiene en común, con ellos,todas o parte de las caracte¡ísticas 1-.osición2.y fundamentaiesde origen y de formación-,2restabade alguna manera predispuesto a entrar en el campo del arte por el arte, en ruzón Ce la homoiogía evidente que se estableceentre la estructura de la relación entre la fracción de
continuamente con las normas estéticasen vigor, las únicas que son efectiva-
los artistasy las fraccionesdominantes de la clasedominante y la estructura de la relación que éi mantiene desdela infancia con su familia ¡ más tarde,
m ent e dom ina d a sp o r l o s c o n s u mi d o re sp otenci al es,si uno exceptúaa l os
con su clasede origen y con el porvenir objerivo que deriva de ella, bajo la
otros artistas,predispuestosa comprender,si no ias nuevasobras así produ-
i¡rma de la reiacién vivida con su padre y con su hermano mayor. De ese modo se explica que las inf or m acicnes m ás per t inent esscciológicam ent e,
cidas,al menos la intención de la ruptura con las norrnasestablecidas. Cuanto más obedecela producción artística sóio a las exigenciasinternas de la comunidad de los a¡tistas,más las obras ofrecidas-que, en .€uanto bienes
que Sartre desprende de la biografía de FlaubefL ap^rezcande alguna manera como redundan?és,hasta en los detalles, con relación a ias que consrruye
simbólicos tienen por característica específicano poder ser consumidassino por los detentadores del código necesario para descifrarlas (es decir, ios
un análisisde la posición y de las tomas de posición de la Escueiadel arte por el arte en nt conjun¡o. Redundante, la relación que Flaubert mantiene con su
detentadoresde las categoríasde percepción y de apreciación adquiridas en y
medio familiar, con su clase de origen y, en general, con sus educadores,y
por la frecuentación a obras producidas conforme a esascategorías)y que han sido producidas al precio de la negación de las normas de producció¡'r anteriores y de las categoríasde percepción correspondientes-, exceden las capacidadesde recepciónde ios consumidorespotenciales(es deci¡ de los "burgueses")y más posibiiidaciesde ser mayor tiene el desfasajetemporal entre l¿ oferta y la demanda. La mísrica de la salvación en el más allá y el tema del " ar t is t a m a l d i to " p o d ría n n o s e r s i n o l a ¡etraducci ón i deol ógi cade l a contradicción'quc habita en este nu,evomodo de producción y de circulación de los bienel artísticos,y que condena a los sostenedores del arte por ei
(ya 20. Porei únicoefectodel agrupamiento Jrnrr,.u, la admirable obrade AlbertCassagne eirada) da una prueba aplasrante de ello (ci., por ejemplo, los juicios sobre el sufragio universa! c sob¡e l a i nstrucc i ón del puc bl o, en pp. 195-198). 2 l . S ól o l a hi pótes i sde "l a a¡monía prees tabl ec i da"enrre l a pos i c i ón y el que l a oc upa, entrc el proi:csionaly su prolesión" permiie comprender las muy numcrosas"coincidencias"que se ^bscrven cn¡re las caracterísricassocialesy escolaresdc los micn¡bros de le Escueladel arte por el arte: casi todos provenicntes de familias de granCesmédicos de provincia (Bouilhet, Flauben, Fromentiri) o t1epequeños nobles provincianos (Théodore dc Banville, llarbey d'Aure*ill¡ les Goncourr). casi todos han seguido o emprendido estudics cle derecho (Banville, Barbey d'Aureviily, Baudclaire,
1 9 . É l su n a l ó g i c aa ná lo g aia q u c co n ciu cca la p in r u r a m o derna a i nscri bi r cn cl l enguaj emi smo de
i ri aubcn, Fromcnr i n, l .ec on¡e de Li s l e) y l os bi ógrafbsobs en' an para tel c c ual de el l os quc s u padre "quería para él una al ta pos i c i ón s c c i al " o "quería tl ue él fues c médi c o". E s i as ¡:nc as
la obra una interrogación sobrc el lcnguajc de la obra, sea por la destrucción sistemáricade las
indicaciones deberán, evidentcmente, ser precisadaspor análisis más profundos. Pero se puede
fornras convencionales dcl lenguaje, sea por un uso ecléctico y cuasi-p*ródico de formas de
obscrvar también que los "artistas burgueses" parecen provenir ¡nás bien de la brrrguesfa "de
c x p r e s i ó nt r a d i c i o na lm e n tee xclu siva s,sca sim p lcm e n r epor el desencantami cnroque producc l a
negocios" que de la burguesía "intelectual", ¡nientras que los sostcnedoresdel 'arte social", sobre
a t c n c i ó n d i r i t i d a a la fo r m a e n si m r :n r ¡ .
t<¡dodcsde I 850, prov i c nen en buena parte de l as c l as esmedi as e i nc l us o popul ares .
hijo o del colegial que tiene por Principio, según Sartre,ei resentimientodel se le maniJ.r.onocido: "El está fuera y dentro (...). Mientras estaburguesía tiempo' que ella io fiestacomo medio familiar, él no deja de exigir, al mismo y 1o integre".22"Excluido y comPrometido, víc¡ima y cómplice, reconozcl¿ la relación de sufre a lavez clesu exclusióny de su complicidad".2lHe aquí del arte Por la fracción de los artisrasy, particularmenie,de ios sostenedores relación que Gustave el arte, con las fracciones dorninanres. Reetrundante,la la probabilidad rÍlanriene con su hermano Achille, realización objetiva de "Es el hermano mayor Achille, cubierobjetiva de carreraacorde a su categoría: herencia que to de honores, es el jov-enherederoirnbécil que se felicira de una moribundo que no merece,es el médico serio que razonaen la cabecerade un con ia iegión no sabesalvar,es el ambicioso que cluiereel poder y se contentará (...): 'El Porvede honor (...) Pasaráa ser Henry al fin de la primera Education ".t4 H" aquí la relación de los nir es suyo, esaes la genre que devienepoderosa' "a los cualesenvisostenedoresdel arte por el arte con los "artistasburgueses", dian a vecesios éxitos, la fama ruidosa y mmbién las ganancias"'2t específicas si uno se pregunra más bien cuáleseran las condiciones más arte Para el por arte dei que debían cumplir los miembros de la Escuela las caracteo.up", la posición que ies reservabael campo, se ve que' de todas burgueses, eran ellos ,írti... biográficas,la más imporrante es, sin duda, que Era necesarioser burgués' y burgueses"descarriados",más que desclasados. resistira ia solicipo, lo tanio disponer de los recursosnecesariospara poder y"simtud dir..t" de la demanda26yesperarlas remuneracionesmate¡iales vida de la años v aún diferidas (a veceshasta los últimos bólicas necesttriumente a los artistas más allá) que el mercado de los bienessimbólicospuede ofrecer "Flaubert, burgués: del púbiico que rechazanplegarsea lasexigenciasinmediaus nosotros' ha dice 'fhéophile Gautier a Feydeau,ha tenido más ingenio que cosaque es ¡enido la inteligenciade venir al mundo con un cierrc patrimonio,
ttbsolumntenteindispensable para qttien quiere hacer arte".27Si, como los escritores, los pintores más innovadores del siglo XIX provienen en su mayoría de las clasesprivilegiadas,es quizásporque sus familias y ellos mismos eran más ap¡os y estabanmás dispuestosa iealizar esrasuerre de inversión muy azarosa y a muy largo plazo qlle represenrael hecho de entrar en una carrera de aitista. En efecro,¿no es significarivoque Manet y Degas,provenientesde la bulguesíaparisina,no hayan renido que sufrir de sus padreslas amonestaciones y las amenazasapenasveladascon las cuales lc¡spadres de cézanne y sot,re todo de Moner, que perrenecenrespecrivamentea lá mediana y a la pequeña burguesíade provincia, acompañabansus entregasde fondos? En efecto, era necesariotambién ser burgués "descarriado", es deci¡ en ruprura ion las normasy los valoresde su clase¡ sobre rodo, con las posibilidadesde carrera objetivamenre ligadas a su posición, p^r^, a la vez, esrar poco dispuesto a responder a las expecrativasdel público burgués y quizás, en rodo caso, ser poco capazde satisfacerlas-como lo testimonian por ejemplo, los fracasos de los sostenedoresdel arte por el arte en teatro. Para dar razón de esra suerre de armonía preesrablecidaenrre ias posiciones ofrecidas por el campo y los que las han romado, no hay necesidadde invocar el trabajo de la concienciao la iluminación de la intuición qu€ uno pone comúnmenrebajo el término de "vocación",simple transfiguraciónideo, Iógica de la relación que se estableceobjerivamenreenrre una caregoríad.e agentesy un esrado de la demanda objetiva o, si se quiere, del mercado de trabajo, y que se realizaen una carÍer^ por la inrermediación del sisrema de disposicionesproducidas por la interiorización de un tipo determinado de condicionesobjetivas,que encierranun ripo determinadode posibilidadesobjetivas. Las prácricasmás deliberadaso las más inspiradassiempre roman en cuenta objerivamenteel sistemade las posibilidadesy de las imposibilidades objetivas que define el porvenir objetivo y colectivo de una clase,y que vienen a especificarlos facroressecundarios. que determinan un tipo parricular de desuiaciónpor, relación al haz de trayectoriascaracterísncasde la clase, por ejemplc, en el caso de Flauberr, "buigués descarriado",la relacióncon
22.J. P.Sutre,oP.cit.,p. 1933. 23.Ibid.,p. 1949' 24.Ibid., pp. t943'1944. e,oP.cit-,P. 139' 2i. A. Cassagn
y de l as seguri dadesde l as cual es 26. T od o p a r e c ei n d i c a r q ue p o r n o d isp o n e i d e la s p r o te ccio n es de l ¿ ttohemi a,proveni entes e scr i to¡es m u ch o s e l a n e , p o r d cl a r te c s c r i to r e s es t aband o t a c l o sl o s escol ar menos compl era, hal t u n a fo r m a ci ón < le y p r o visto s o p o p u la r e s c le las c l a s e sm c d i a s a¡cesmenos a formas sacrificarse y por del mcrcado solicitaciones a las 'le rcrminado por ceder ex iget tt e s p , e r o m á s r e m un e r a d o r a s'
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27 ' cindo por A. cassagne, op. cit., p. 218. "Flaube¡¡, Th. cautier, Th. De Banvilie son genre de l ami l i asde buenaposi c i ón,c on un ni v el de v i c l ac ómodo, y c uanc l ono s on, c omc B agdel ai ¡e;u l ' h. Gautier, mediocreso malos administradores de su buena posición, casi ¡icos. 5in duda, Lcconte de Lisle, Louis Ménard, Bouilhet, ruvieron muchos días m-y clurosy una juvenrud difícil, pero su si¡uación se mejoró" (A. Cassagne,op. cit.,p. 333).
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PierreBourdieu el padrg en la cual se sintetizan todas las caracte¡ísticasespecíficasde sus condiciones primarias de formación (su pbsición de hijo menor, su éxito escolar jtzgado mediocre con relación al de su herrnano, etc.), y a través de la cual se constituye el principio inconscientede su relación práctica con sus posibilidr4rs individuales, con sus posibilidadesobjetivarnenteligadas a su clasesocial y con el desfasajealavez recltazadoy asumido, escandaloso y reivindicado enrre unas y orras. El principio unificador y generador de
de la teoríade la religión Lna interpretacidn segúnMaxWeber*
todas las prácticasy, en particular, de esasorientacionesque se describen comúnmente como "elecciones" de la "vocación'], cuando. no como efectos de la "roma de conciencia", no es otra cosa que el habitus, sistema de disposiciones inconscientes,que es el producto de la interiorización de las estructuras objetivas I gue, en tanto que lugar geométrico de los determinismos objetivos y de una dercrminación del porvenir objetivo y de las esPeranzas subjerivas, ¡iende a producir prácticasy, por ello, carrerasobjetivamente ajusradasa las estructurasobjetivas.z8 r.rn, paradoja,ente¡amenteconforme a ia teoría weberianade ia relación f),it t entre las intencionesde los agentesy el sentido hisrórico de sus acciones, l:¡ contribución rnás importanre que Max W'eberhaya aportado a la socioloeía de la religión #'sitúa, sin duda,.sobre un rerreno muy diferente que el que el i gi ó pa r a su enf r enr am ient o de r oda una vida con M ar x. Si, en su r:sft¡e¡zoobstinado por establecerla eficacia histórica de las creenciasreligiosascontra las expresionesrnás reductoras de la teoría marxista, Max tffeber es conducido a vecesa una exaltación del ca¡isma que, como se ha observado, evLlcauna filosofía "heroica" de la ñjsrori" i" ,n"n.ra de Carlyle, por ejem" pIo, cuando designa el jef e car isnr ár ico com o "la iuer za r evolucionar ia 'creadora de la historia",rno es menos cierro que él mismo específicamente ¡rroporcionael medio para escaparde la.alternativa simplista de la cuai son el producto sus anáiisis más inseguros;es decir, de la oposición entre la iir¡sión de la autononría absoluta que lleva a concebir el mensaje religioso como surgimiento inspirado, y ia teoría reducrora que hace de él el reflejo diiecto de la.scc¡ndicioneseconómicasy socialcs:pone en evidencia,en efccto, Io que
' "Une inrérpretation de la théorie de ia religion selon Max Weber", Archiues anropéennesde
rigurosamente subordinadod andisisestructuraltoma 28. Es aquí donde un análisisestadístico dificultadesparamoscra:de qué sólola posición,senospresentan todo su valor:si consideramos siguiendocuál manerade marcha¡. manerao, másexactamente,
sociologie, XII, I , 1971 , pp. 3-21 .
\X/iruchafund Gesallschaf, L Max 1ü7ebe¡ CnlognelBerlín,Kiepenhcuerund Wirch , 1964,Tómoll, p. 837. fEconaníaI Sociedad,México, FCE, 1944].
igual, a saber,el las dos posicionesopuesrasy cotnplementariasolvidan por especializados' trabajo religiosoque realizan los a3entes y los portavoces iipo determiun con ir,u.rrido, d.l pod.t, institucional o no, de responde¡ necesidades nado de prácticas o de discurso, a una categoríaParticulal de propias de grupos socialesdeterminados' (quedando deliP.ro, para ir hasta el fin de Ia vía que indica Max 'ü7eber como sea), en libre tan beradamente en los límires de una interPr€t^c;ón, en su tentatiprimer lugar es necesarioallanar las dificultades que encuentra mago y sacerprofeta, *,n pol. definir los "protagonisras"de la acción religiosa, dor.. Errffi dificukades, de las cuales resrirnoniansus iargasenumeraciones "tipo ideal", de excepciones,rienen rodas por principio su concepción dei pero dc una extrema que lo 1i.u" y" a conrenrarsecon definicionesuniversaies signo distintivo como culto" pobr.t* (por ejemplo, "el ejercicio regular del discriminantesreconociend.el sacerdocio),ya a acumular las carac-terísticas j arnásse encuenrranuni y q u e d o q ue " eilasno s on c l a ra m e n ted e fi n i b l e s ' transiciones versalmenre(incluso en estado separado)y a admitir todas las distintirasgos de sumas a simples realesentre tipos conceptualesreducidos basta con ver otra cosaqire simplestransicionesretóricas, vos.2Sin "-b"rgo, el capítulo en las últimas líneas de cada uno de los parágrafosque dividen .,Tipos asir la de comunidad religiosa' de wirtchafi und, Gesal/scbaf,para del parágrafo intención profunda de la investigaciónweberiana.3Sea,al finai 2, consagrado al mago Y al Profeta: ,'Este desarrollopresuponemás bien -no sin excepción-que interuienenfterzas 'reuelaciones'metaftsicaso éti' extrasacerdotalrr po, un lado, el portador de co-religiosas:e/ profem; por otro, la colaboración de ndos los que Pltrtici?an
2. wG ., t . I ' p . 3 5 5 : . . I - a o p osició n e se n la r e ¿ lid a d b a sr a n ¡ e flu ida,comopa.ratodosl os no son claramente definibles fenémenos sociológicos. L,oscriterios de diferenciación conceptual l a real i dad' ('..) La di sti nci ón en e s' flu ida' (. . . ). E s r a o p o s i c i ó n , c l a r a so b r e e l p la n o co n ce p tu a l, ( ' ' ' ) "' ca so deber á s e r e n c o n t r a d a cu a lita tiva m e n te ,ca so p o r que esrá de lVirtschaf und CasellschaJt, 3. Esre análisis se apoya principelmente en el capítulo ( wG.,p p .3 I7 4 :8 ) ,ye n lasecci ónvl l detasoci oi ogíaci el ex pre s a m e n r e . o r , r " g r " do "l"r e lig ió n sido que han textos (lYG., pp.874-922), poder, tir,rl".l" "Poder político v poder hierocrático" el como r 1928, textos posteri ores e n . . . ri, " , . n , r " 1 9 1 1 y 1 9 1 3 ; y ta m b ié n , se cu n d a r ia m e n ¡ e , ('V'G'' 17 dei el parágrafo o 27-29) pp' "El cl': lucha" concepto parágrafo B del capítulo I, titulado (lVG., pp' 39-43) Se ha renurtciado, Lirrlo ."pír,rlo, ritulado "Grupo político y grupo hie rocrático" tl osC es¿¡nmel te p^r" . u i t " r s o b r e c a r g a r e l a n á lisis,r e m itir ,e n p a r ticu la r p a r a ilustraci oneshi stóri cas' 'Aufiitze Taurus, 1986)' Madrid' religión, dz k sociobgía sobre (Ttad. esp.Etua\os zur Iktigionssoziologie
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del c,¿ln ¡in ser sacerdotes;los 'laicos'.Anrcs de exa tinttr cómo, bajo la influencia de estosfactores extrasacerdoules, las re/igiones han (egado a superar, en su desarrollo, los diferentes grados de magia que se obseruan en to¿as Partet bajo formas comPletl.mentesernejantes,debemos consi¿erar algunas tun¿enciasde euolución típicas, Eue ettán determinadas por la Presen' cia de sacerdotesitzteresadosen un cu/to" (pp. 336-337).4 Asimismo, ai final del parágrafo3: "Profetas y sacerdotesson los dos agentes de Ia sisremitización 7 de la racionalización de la érica religiosa. Pero iln ícrcer fdctur mu! importante intentiene también en esteProceso;se trata de la influencia d'e aquellos sobre quienes los profetas y el clero buscan actuar éticamente, es decir los laicos. .
Debernosexaminar, de modo general, las accionespara/elas1t aPuestasd¿ estos tresfactores" (p. S+O.
lü7eberinsiste todavía Al final del parágrafo 4, consagrad.oal profeta, Max sobre la necesidadde captar las diferentes instancias en su interacción: "Es por esta razón que debemos examinar las relacionesrecíprocasentre los sacerdotes, los profetasy los no-sacerdotes"(P. 355).En fin, en el parágrafo 5 consagradoa la comunidad (Gemeinde),se lee: "Las nes fuerzas que actrian en la esferadc los laicos I con ks cuales el clérigo debe conmr soi la profecia, el *adiciona'litmo laico y el inte/eaualisnto laico. y las tendenciasde En sentido apuestt a estasfuerzas, se ejercenlas necesidades la profesión sacerdoml, en cuanto tal, en cierto nodo como una fuerza codeterminanteesencial"(p. 359. Basta relacionar estos diferentes pasajesy darles su plena significacién p¿ra extraerr por una primera ruptura con la metodología explícita de fuIax Veber, una rep¡esentaciónque se puede llamar interaccionista(en el sentido en que actuaimente se habla de symbolicinteractionis¡n)de las relacionesentre los agentesreligiosos.Si esta representacrundebe ser descubiertaentre líneas,con una lectura que tiende a modificar ei peso reiativo que el autor mismo
4, l¡s números de páginas puesrosentre parénresissin otra indicación remiten a lViruchaf und Gesellschafr , edición cirada.
r5
P Baurdieu
confierea los cliferente.s aspecrosdc su análisis,es porque, aparenremenre, los instrumentos de pensamienrode los que disponía Max Vebe¡ obsractliza, ban l:otoma de concienciacompletay sisternática de los ¡rrincipiosque ponía cn j. . : go ( al r ne n o sc o n i n re rrn i re n c i ae)n s u i nvesri gaci én, y que, por el l o, no podían ser objeto de una utilizaciónmeródicay sisremática. La refonnulación de los anális isrv e b e ri a n o se n e l l e n g u a j ed el i nteracci oni smosi mból i co es tanto ¡riásflcii v, prrece, legítirno cuanro que no habría dificultad para desprendeÍ de los escritosteóricosde Max Weber los principios, explíciramente expresados,de una teoría cie la inreracciónsimbólica. Pero, pare ver desaparece¡ compleramenrelas dificukadesque Max Veber ha encontrado,es neccsariooperar una segundaruprura y subordinarel aná-
$
. t*ü g .' 6 E
ior m a que pr r e d e nto n l a r s u s i n re ¡a c c i o n eys i a reprcsentaci ón que pueci en tencr dc cll:s. l'¡r l.l lncdida cn quc apunia t ¿sirtle gol¡x, en las prácticas1, las represenraciones rnisrnas,todo lo que esasprácticasy esasrepresenraciones deben a la lógica de las interaccionessimbólica.;y, especialrnente, a la re¡,.resentación que los agenrespueden hacerse,por anricipacióqo por expe-
relaciones,y las estrategiasen ias cualesse realizan,a un análisisque en lo sucesivono está más amenazadopor la abstracciónpsicológica.
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+:
1. Las i nter accionessim bólicasque se inst aur an en el cam po r eligioso deben su forma específicaa la naturalezaparticular de los interesesque allí se encuentran en juego o, si se prefiere, a la especificidad de lasfunciones que crrmpl el a acc ión r eligiosa,por una par t e par a ios laicos ( ¡ m ás pr ecisam enrc, para las diferentes categoríasde iaicos), y, por otra parre, para los diferenies agentesreiigiosos.
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lisis de Ia lógica rle itts interai:iot¡es-qu. pucden esrabl.cerseenr!-caqenrcs di¡ectametrteen prese¡rcia-r', en pa¡ticulai las esrrategias que ellos se oponerr! a la construcción de ia esrructurade las relacionesobjetivasentre las posicicr.rcsque elios ocupan cn el cantpore/igioso,estrucrura que determina la
Utn interpretación de Ia teoría de Ia religión según illaxWeber
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3. Ei campo religiosotiene por función especÍficala de satisfacerun ripo paiticular de interes: i. e. ei interés religiosoque lieva a los laicos a esperar de ciertas categoríasde agentesque reaiicen "acciones mágicas o religiosas", acciones fundamentalmente "mundanas" y prácticas,realizadas'a fin de que todo va-yabien para ti y que vivas largo tiempo sobre la rie¡ra", como dice tüfeber.6 No puede darse de la necesidadreiigiosasino una definición muy pobre y mr-ryvaga, mientras no se especifique esa necesidad (y la función corres¡ronciientedel campo religioso) en función de los dife¡enres grupos o ciasesy ile sus interesesreligiosos.Max \Weber no ha elaborado una teoría seme.iante de las "constelacionss de inrerés", específicasen materia de religión, y esto
ri,-:lcia, de la acción de ios orros agenresa los cualesesrán direccamenteconfrontados,la '¡isión estrictamenteinteraccionista de las relaciones socialescons-
eunque,en el análisisde los casosparticulares,no pueda contentarsecon una definición tan reducida de la función de la actividad religiosa y esté obligado
titul'e, sin ninguna duda, el obsráculoepistcmológico¡nás temible, que impide el accesoa la construcción de las relacionesobjetivas,en la inedida en que rebaja las relaciortesenrre posicionesal plano de las relaciones"intersub.jerivas" o "interpersonales"entre los agentesque ocupan esasposiciones.5Iror el conrra-
a precisarlatomando en cuenta los interesespropios de cada grupo profesio' nai o de cada clase.T 2. 1 Los ínteresesmrígicosse distiñguen de los intereses propiamente religiosos por su carácter parcial e inmediato, y, cade vez má,sfrecuentes a medida que se desciendeen la jerarquía social, se encuenrran sobre todo en las
rio, la construccióndel sisremacomplero de las relacionesobjetivascnrre las posiciones(cf. cl esquema)condrrceal principio de las relacionesdirecrasentre los agenres,sin dispensar,sin embargo, someter la forma que revisten esas
clasespopulares
cstrecharnenteligada '', a la naruraleza, fu€rreme:-.tedependiente de los procesosorgánicos y poco disponible, desdeel punto de vista económico, para una sistematizaciónracional").
5 . F l n t ¡ cl a s o m i s i c n csq u c r csu lr a nd cl h cch o r le r ¡ u c,a l n o hebc¡ construi do el campo rel i gi osoen \X/eberprcscnta una scrie de punros de vist.r vurrapuestos quc son romados cada cuanto ral, .lt4a-x v e z a p a r t i r d c l a p o s ició n d c u n a g cn tcp a r r icu la r .L a m á s si gni fi cati vaes,si n d¡;da,l aausenci ade t o d a r e f c r e ¡ l c i ac x ¡ :lícita a la r cla cir ' r ncstr ic¡ ¿ m cn r eo b jcri va (va quc sc csrabl cccmás al l á dcl ri e m p o y d c l e s p a ci< -cn r ) r r c cl sa ccr d o r ey cl p r o fcta d e ori gen ¡ al rni smo ri empo, de roda di s t i n c i ó n c l a r a y c xp lícita cn tr c lo s d o s tip o s d c ir r o fe cíasccn l as cual esrodorsacerdoci odebe c o n t a l l a p r o f c c í a d e o r ig cn , d c la cu a l p e r p e r ú ae l m e n saj ey de l a cual ti cne su autori dad, y l a pr o f e c í a c o n c u r r e n te ,q u e co m b a r c.
especialmente,entre ios campesinos ("cuya suerte está
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fr. Scgúnlos térreinosciela promcsahechaa ios que honrana susparientes:1ilG., ¡>.3\7. 7. Esen particularel objetodel parágralo7, titulado "Gruposde sra¡us{StLnd¿), clases y religión" LVG.,pp. 368-404.Se encontrará,rambién,orro análi.sis de las diferenciasencrelos intereses rciigiososde los campesinosy de los pequeñosburguesesciudadanos,en c! c*pítulo titulado "Pc¡derhierocráricoy poder polícico".WG., ; lI, pp. 893-895.
Cu¡nr¡: más grancle es el peso de la tradición campesina en una civtliza' ción, más se o¡ienta hacia la magia la religiosidadpopular: el campesinado, que esrá cornúnmente encerradoen el ritualismo meteorológicoo animista, tiende a reducir la religiosidadética a una moral estrictamenteformalistadel d-out d.es(t¿nto con respecto al dios cotrto con resPectoal sacerdote),salvo de esclavirudo de proletarización(pp. 368-369). 41 cuando esrá ^menazado co n trar io, la c iudad y l a s p ro fe s i o n e su rb a n a sc o nsti tuyen l as condi ci ones más Favorablespara la "racionalización" y la "moralización" de las necesidades religicsas."La existencia económica de la burguesíadescansa,como lo observa W'eber, sobre un trabajo más continua (comparado al carácter estacional del trabajo agrícola) y más racional (o, al menos, más racionalizaáo sobre el p re very ' comprcnder'l a rel amo d o em pí r ic o) . . .Es o p e rm i re e s e n c i a Ime n te ción enrre fin, medios y éxito o fracaso".A medida que desaparece"la relación inmediara con la realidad plástica.y vital de las potencias naturales", "esraspotencias,al dejar de ser inrnediaiamenteinteligibles,se transforman en problemas" y "la cuesrión racionalistadel 'sentido' de la Existencia"comi e n z a a planr ear s e ,m i e n tra s q u e l a e x p e ri e n c i arel i gi osase depura y l as relacionesdirectas con el cliente introducen valoresmorales en la religiosidad del artesano(p. 893). ,L que conduce de la 2.1.1 El procesode moralizacióny de sisremarización no solamente depende al pecado, magia a la religión o, si se quiere, del tabú d e l o s int er es esde l o s " d o s p ro ta g o n i s ta sd e l a si sremari zaci óny de [a racionalizaciónque son el profeta y el ciérigo", sino también de las transformacionesde la condición económica,v social de los laicos. Así, el progreso hacia el monoteísmo se encuentra frei:ado, segrin Max "poderosos interesesidealesI' .üZeber,por dos factores: Por una Parte, los m:rrerialesdel clero, interesadoen el cuho de los diosesParticulares",Por eso hostiles al proceso de "concentración" que hace desaparecerlas pequeñas empresasde salvación;)', por otra parte, "los interesesreiigiososde los laicos por un objero religioso próximo, que puede ser inf-luenciadomágicamente" (p .3 3 2) . lnv er s am e n re ,e s p o rq u e l a a c c i ó nd e u n conj unro de facrcresconvergenresha podido superarestosobstáculos,que el culto de Yahvéha terminado por rriunfar sobre las tendenciasal sincretisrnoque parecíanprevaleceren 1" *.r,ig,l" Palestina:ias condicionespolíticas que devienen tadavcz más dificiles, los judíos que no podían esPerarmás que su conforrnidad a los mandantes divinos un me.ioramientofuturo de su suerte, vinieron a juzgar Poco satisfacto ri a s las dif er ent e - fo rm a s ¡ra d i c i o n a l e sd e l c ul to y, P arti cul armente,l (' s
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am biguas y enigm át icas,de m aner a que se hizo orácui os a i as respuest as métodos más racionalespara conocer la voluntad divila necesidad de sentir na, y de sacerdotescapacesde practicarlos;en estecaso,el conflicto entre esta demanda colectiva -que coincidía de hecho con ei interés objetivo de los Leviras,ya que tendía a excluir todos los cultos concurrentes-y los intereses particularesde los sacerdotescle los numerosossantuariosprivado.s,encontró en la organización centralizada y jerarguizada del sacerdocio una solución, encaminada a preservarlos derechosde todos los sacerdotessin contradecir la insrauración de un monopolio del culto de Yahvé en |erusalem. 2.2 Se puede habiar de interesespropiamente religiosos(definidos todavla en términos genéricos)cuando, al lado de las demandas mágicas que siempre subsisten, al menos en ciertas clases,aparece una demanda propiamente ideológica:la expectativa de un mensaje sistemático capaz de dar un sentido unitario a la vida, proponiendo a sus destinatarios privilegiados una visión coherente del mundo y de la existenciahumana, y dándole los medios de realizarla integraciónsistemáticade su conducta cotidiana, así pues, capaz de proporcionarlesjustifcacionesde existir como existen: es decir, en unll posición social determinada.B la religión es Si hay funcionessocialesde la religión y si, en consecuencia, *o no esperan susceptibiede análisis sociológico, es porque los laicos no solamente-justificacionesde existir adecuadaspara separarlosde la angustia existencialde la contingenciay del desamparo,o incluso de la miseria biológica, de la enfermedad,del sufrimiento o de la muerte, sino también, y sobre todo, justificacionessocialesde existir en cuanto ocupante de una posición determinada en la estructura social. Esta definición de la función de la religión no es sino la forma más generalde aquella que Max \leber aplica, implícitamente,en sus análisisde las reiigionesuniversales:Ia transmutaciónsimb¿lica del ser en debe¡ sef que ia r:eligióncrisrianaopera,segúnNiezsche,ey propcniendo la esperanzade un mundo invertido, donde los últimos serán los primeros, transformando al mismo tiempo los estigmasvisibles -tales como la enfermedad, el sufrimiento, la maiíormación o la debilidad- en
8' \Y G., p. 385: "Toda demanda de redenc i ónes una ex pres i ónde una' nec es i dad' ,y l a opres i ón económi cay soci ales l a más i mportante, s i no l a úni c a c aus ade s u c ons ti tuc i ón". 9. F. Nie¿sche, Lagénialngíede i¿morale, París,Mercure Ce France, 194S (trad. esp.La geneahgla tu h moral, Madrid, Alianza, I 989); \febe¡, W G., pp. 386-39 | y II, p. 685.
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PierreBourdieu
IIna iltterpretación de Ia teoría de Ia religiórt según MaxWeber
signos enunciatorios de ia eiección religiosa,es el principio de rodas las teodiceassociaies,que jr.stifican el orden esrablecidode manera directa e
2.2.2 Las demandasreligiosastie'de^ a organizaisealrededorde dos grandes tipos, que correspondena los dos grandestipos de siruacionessociales: da legitimaci¿jzdcl orden establecrdopropias de las clasesprlvilx ¿Jcntandas lcgiadas,y las dentandasde contpensación propias de las clasesdesfavorecidas { rcl i gi onesde salvación) . 'Weber Max encuentra el principio de los sistemasde interesesreligiosos (:r l a rcpresent ación que las clasespr ivileqiadasI 'las clases"negar ivar nenr e
ini-nediata,como la doctrina del harma, justificando la calidad social de cada indii'iduo en el sistema de las casraspor su grado de calificación religiosa en el ciclo de las transmigracioneso, de maneram¿ísindirecta,como lassoteriologías del más ailá, promeriendo una subversiónpósruma de es¡eorden. 2.2.i En ianto que los inreresesreligiosos(por lo menos en lo que rienen de perdnente para la socioiogía) tienen por principio la necesidadde justific ac ionesde exi s ti r e n u n a p o s i c i ó n s o c i a i derermi nada,l os mi smos esrán
lrrivilegiadas"se hacen de su posición en la estrucrurasocial: mie¡rrrasque cntre unas el sent im ienr ode la dienidad se ar r aigaen ia convicción de su propl¿ "excelencia",de la perfLcciónde su modo de vida, "expresiónde sr.r '.t)'' culliitariu, que es por sí mismo su propio ftrndamentoy no requierecle r:i ngún otro" , ent r e los ot r os no puede r eposarsino sobr e una pr om esade r¡Jención dei sufrimienro, y 5o9." un ilamado dc la providencia capazciedar rrntido a lo que scn a partir de lo que han de ser (p. 345). No es por azar .rrie,en las grandesburocraciaspoliticas,la función de legitimación encuen-
directamenre deterrninadospor la situación social,y ei mensaje religioso más capaz de sa¡isfacerla demanda religiosa de un grupo -por jo ranto, de ejercer sobre él su acción propiamenre simbólica de movilización-, es aquel que ie aporta un (cuasi) sistema de justificacionesde existir como ocupanre de una posición social determinada. La armonía casi milagrosa que se observasiempre entre el contenido del mensaje religioso que Ilega a imponerse y ios intereses-másesrricramenre
¡re su realizaciónal mismo tiempo que su formulación casi explícitay cínica: "1., l'urocraciase caracrerizapor un profi-inilo desprccioa toda religiosidad r¡racionaijunto a la concienciade que ella puede ser utilizada como medio
temporales -es decir, políticos- de sus destinatariospriviiegiados, se deduce de la definición propiamente sociológicadel mensaje religioso, en la rnedida
dad' religiosasson no sólo exrraños sino antinómicos al senrimienro de dignidad propios de todas las capas políricamenre dominanres y en parricular
,lc donresticación"(p.374). Y Max Weber indica en orra partc, casi en los mlsffrostérminos, eee las grandespotenciashie¡ocráticas(iglesias)esránprecl i spuestas a pr opor cionar al r , oder polí r ico una "f uer za de legit im ación" {lrqitinierendeMacht) compleramente irreemplazable,v que ellas consrir*i ' cn ' un medio inieualable de dom est icación de los áom inados ( . das
de la nobleza guerrera" (p. 37t).
ttnt,ergleichlicbeMittel dtr Dontestibation d¿r Beherrschtn)" (p. 891).
en que constituye una condición sine qua non de su éxiro. Así,Bor ejemplo, Max S7eber observa que "conceptos calescomo 'culpa', 'redencién', 'humil-
"Si se quiere cdracteriz¿r con una palabra a losgrupos sociahs que han sido los propagadores de las religiones uniuersales, se ?ue¿e indicar: para el confucionismo, el burócrata ord¿nadord"elmunclo;para el binduisnzo, el mago ord¿nador dzl mundo; para el budismo, el rnonje rnendigoerrante por el mundo; porn el klam, el guenero conquistador d¿l mundo; para e! judaísmo, e/
2'2'3 se puede considcrarcomo lna variabie independientcde la prececlente(con la cual es suficientecombinarla para dar razó¡rde demandasreliqi'sas más cspecificadas,Ias del "intelectual prolemroide", por ejemplo), ia ¡trresic/a¿! de sistematiz-qción que, casi ar¡senteen el campesino, alcanzasu inrcnsidad máxima en las.capasinrelectu:"les.
' comerciante,arnbuhnte; para el cristianismo, el artesano itinerante: todos estosgruPos ttctúan, no como losportauocesde sus 'ínteresnde c/as/ profesionales
'
o materiales,sino en cuanto porradores.ideológicos (ideologische Tiager) dcl tipo d¿ ética o de doctrina de /a saluación que armonizaba mejor con su posición social" (pp. 400-40I).1' F 10. Destacado mío. iÁl i'
fr+
"En /a mediaa en que estáinspirada en un/1 'rzecesidrz¿/ itzíerior', la búsquetla dr /a sa/uadónPreseltta,entre losintalcuuales,utt cdráctcrpor un kr/o más exterior ¿le/a uida, ?or oiro mí"s rortical 1, tnás sistemáticoque el esfircrzttpor lib$arse clc una necesidaderterna't¿/ conto se eí]cuentfti en /as crtpasno priuilegiadas (.,,). con el inteleuwal, )t sólo con á1,/a concepciónd¿l mundo se conuierte en un probbma de senúdo. cuantu más rechazael inte/ecnulismo las *eencias mágicasy t/esencantae/ mundo (que, des¡tajadode su senrido nrágico, se contentrt con
b,tccsc]Úir ln \cr, 1, con .lr.¿retff'en lugar c/e'signifcar'), ntásse reJuerzt1t se orden't¿/osde etigenria de'que e! mrrndo y el modo de uida como nm/id¿d'es estin (p' 396)' tnanern signifrcnte 7 doudos d'e senüdo" (respccroa la 3. La concurrenciapor el poder religiosodebesu especificidad de competencia que se estableceen el campo político, por ejempio) al hccho en nodiJicar clt poder del hghimo q,r. po.r. en juego el monapolio del ejercicio . imponiénlaicos, de lps dzl mundo uisión lz la prfutica prafundn 7 , forrna durablc y doles e inculcándoles un ltabiuts religiosoParticular: es decir una disposición durabie, generalizaáay rransferible para actuaf y Para Pensar conforme a los principios de una visión (cuasi) sistemáticadel mundo y de la exisrencia' agentes 3"1 La naruralezay la forma de las interaccionesdirectas entre los qu e e s rá nc o mp ro me ti d o se n e s taconcurrenci a,l os i trstruo l a s i ns t it t r c ic r nes tnenros ), !as csrraregiasque ponen en práctica en esta lucha, dcpen,len clel si.sremade intereses y de la autoridad Propiámente religiosa que cada uno debe: (a) a su posición en la división del trabajo de manipulación simbólica de los laicos,y (b) a su posición en la estructuraobjetiva de las rclacionesde autoridad propiamenre religiosasque definen el camp<-,religioso. por no haber esrablecidola distinción errtrelas interaccionesdirectasy ia *en ausenciade esrructurade las relacionesque se establecenobjetivamente to d a inr er ac c ióndir e c ta - e n tre l a s i n s ta n c i a sre l i gi osas,y que domi nan i a Q4e i os fo rma que pueden to ma r l a s i n te ra c c i o n e s(y l a s representaci ones l v e b e r a l as l a l egi ti mi dad re duce a g e n r espueden hac e rs ed e e l l a s ), Ma x de iegirímidad. represerttaciattes 3.2 Entre los factoresde diferenciaciónligados a la división del trabajo reiigioso,el más pcderosoes el que oPone losproductorrsde los principios dc rrna visión (cuasi)sistemáticadel mundo y de la existencia:los profetas,a las instanciasde reproducción(iglesia)organizadasen vistasa ejercerdurablemente la acción durable necesa¡iapara inculcar tal visiór.re investidasde la lcgirinlidacl propiamente religiosaque es la condición del ejerciciode estaacción. 3.2.1 El profera se opone al cuerpo sacerdotalcomo lo discontittuot lo a lo ordinario, lo extra-cotidiano contütrío,io exrraordir.r;rio (Ausseraltt¿gi;cb) e i l l o q u e c o nci erneal modo de ej erci a l o cc t ic liano,o t r ivi rl , e n P a rti c u l a r cio clc ia acción leligi"rsa,es decir, la estructura tenlporal de la aóción de i mp o s ic ión ) , de incu l c a c i ó ny l o s me d i o s q u e p o ne en prácti ca(p. 180).
Se puede leer el parágrafo10, titulado "l.as víasde la redención v su iniluencia sobre el modo de vida (Lebensfihrung)"como un anáiisisde ios diferentes ¡nodos de ejerciciodel poder propiamentereligioso(pp. 413-447). La acción c¿rismáticadel profeta se ejerce firndamentalmentepor la virtuci de ia palabra proÍética, ext¡ao¡dinariay discontinua, mientras que la acción del sacerdorese ejercepor la virtud Ce un "método religiosoc{etipo raciona.l"que debe .suscaracterísti cas más i mpcr t ant es ai hecho de que se ejer ce cont inuam ent e' cotidianamente.Correlativalretlte)"el aparato"del proGta se oPone a un aParato administrarivocie tipo burocrático tal como la lglesia,como cuefgo de firncionarios del culto dotados de una formación especiaiizada.Recluados según criterios .;arisnráricos, los "discípuios"ignoran la"carreri' y las 'promociones", las "norninaciones"y las "distinciones",las jerarquíasy los límites de competencia. 3.2.2La profecíano puede cumplir completamentecon la pretensión(que implica necesariamente)de poder de modificar durable y profundamente el modo de vida y la visión del mundo de los laicos, sino en la medida en que llega a fundar una "comunidad", eila misma c paz ¿e PerPetuarseen una insri¡r¡ción apta para ejercer una acción de rmposición y de inculcación durable y continua (relación entre la profecía de origen y el cuerpo sacerdotai). Es necesarioque la proiecía muera en cuanto tal, es decir, como mensaje de ruptura con la rurina y de conresracióndel orden ordina¡io, para sobrevivir en el hábeasdoctrinal del sacerdocio,moneda cotidiana del capital original del carisma {pp.. 355-360) 3.3 La luerza materiai o stmbólica que las diferentes instancias (agenteso instituciones) pueden movilizar en la lucha por el monopolio del ejercicio legítimo del poder religioso es función, en cada esmdo del camPo, áe su positión en la estn¿cturaobjetiua de las re/acionesdr autoridad prcpianzentere/igiosa,es deci¡, de la autoridad y de la firerzaque han conquistado en esa lucha. 4.La legitimidad religicsaen un momento dado del tiempo no es otra cosa que el estado de las relacionesde Fuerzapropiamente religiosasen ese momento: es deci r, el r esult ado Ce las luchas pasadaspor el m oncr olio dei ejerciciolegítimo de la violencia religiosa. 4.1 Ei tipo de legitimidad religiosaque una instancia religiosa puede invocar es función de la posición que ocupa en Lrn estado determi¡rado de las relacionesde fuerza religiosas,en la medida en que esia posicién dornina la
))
Una interpretación de la teoría de la religión según MaxWeber
PierretrSou.rdieu naturalezay la fuercade las armas materialeso simbólicas(como el anatelna profético y Ia excomunión sacerdotal)que los difcrentesagentesen concurrencia por ei monopolio del ejerciciolegítimo de la violenciarcligiosapueden comprome¡eren lasrelacionesde fucrzarcligiosas. 4.1.1 Mientras que la autoridad delprofeta,audor cuva otttorictasrcquieC ependeci e l a rel aci ri nque se r e s er s iem p" e c o n q u i s ta d ao re c o n q u i s ta d a, estableceen cada rnomenio entre la oÍlrta de .servicioreligiosoy la demanda religiosa-del público, el sacerdotedispone de una autoridad rlefunción que le
La oposición entre los diosesy demonios reproducela oposición entre la riraglacomo "coerción mágici', y la religión como "serviciodivino""Sepuede designar con el nombre de 'religión' y de 'cultr' á las formas de ,-eiacióncon las potencids sobrenaturalesque se manifestaiz bajo la fornza de 'coercián plegarias, sacrifcio, ueneración,por oposición a Ia 'brujeríe' como mágica',y, conelatiuamente, te pueden llamar 'dioseí/os seresque 50n uenera' dns7 conjurados religiosantente,! 'abrnonioí aquellos que ton objeto de una coacciónit de u,na euocaciónmágica" (p. lS'l)
dispensade conquisrar y de confirmar continuamente,',' ic pone inciuso al del fracasode su acción religiosa. abrigo de las consecuencias
Asimismo, la histo¡ia de ios dicsessigue las fluctuacionesde ia historia de :,'.!sservidores:
"En oposiciónnn e/ profeta, el sacerdorcdispensade los bienesde satuaciónen air¡td de su función. Si la Jimción del sacerdoteno excluvetm carismapersona/, inch¿soen esecltto, el sacerdoteqtteda legitimado por sufundón, nx (ttutn' to niembro tle una asociació,nde saluacióri'(p. 337) Entre todas las característicasde la práctica y de las ideologíasde los diferentes agentes religiososque derivan de esta oposición, será suficienre mencionar lc,s efectos muy diferentes que puede tener el fracqsode una empresa religiosa (en el sentido amplio) según la posición del agente que lo sufre en las relaciones de fuerza religiosas.
"E/ desarrollo histórico d¿ esta diuisitin (ente la religión 7 la magia) esCebido al hecbo de que la supresiónd¿ un culto, bajo la acción de un fz'ecuentemente poder mundano o sacerdntal,a fauor de una nueua religión, ha reducido los ánliguos diosesal estadode 'd¿monios"'(p. 335). C)tra ilustración: si los sacerdotestienen el poder de hacer recaer ia responsabiiidad del fracaso sobre el dios sin devaluarsedevah:ándolo, y lracieurio recaerla responsabilidadsobre los laicos, puecieocurrir que "una veneración renovada y reforzadano sea suficiente y que los dioses del enemigo prrmanezcan más fuertes" (p. 337).
"El
fracaso del mago puede serpenado con Ia muerte. En relación con é1,ei sacerd¿teestá en posición uentajosa,y que está en condicionesde anojar la resporuabilidad d^elfacaso sobre el d.ios misnto. Pero, al misztto tiempo que el pratigio d¿l dios, esel suyopropio el que disntinuye; a menosque los sacerdotesno en€uentTenun ¡nedio de explicard¿ modc conuincenteque [a rcsponsabilidaddel f"acaso no incumbe al dios sino al clmport¿t2ien¡o de susfeles. Esto se hace del 'seruiciodiuino'(Cottesd^enst) posibk mediantela stutitucíón ae /a conceVción 'coircih del dios'(Gomeszwang)" Tp. SSZ) par la coi?epción & k y 4.2. Las grandes oposicioncsque dividen las potenciassobrenatrirales, las relacionesde fuerza que se establecenentlc ellas, expresan,en ir lógica pr opiam ent e r e l i g i o s a ,l a :. o p o s i c i o n e se n tre l os cl i ferentesti pos de acci ón religiosa(que correspondenellasmismasa posicionesdifcrentesen la estructura del campo religicso) y las relacio¡resde fuerza que se establecenen el c em po r eligio s o .
5. Siendo el poder religioso ellproducto de una transacción entre los ¿gentesreligiosos y los iaicos, en lá''cual los sistemasde interesespropios de cada categoríade agentesy de cada categoría de laicos deben encondetentan trar satisfaccién,todo cl poder que los diferentesagentesreligios<;s sob¡e i os l ai cos , y t oda la aut or idad que det enr an en las r elacio¡ r esde concurrenci aob jet iva que se est ablecenent r e ellos, encuent r an su pr incipii-,en la estructura de las relacionesde fuerza simbólica en¡re los agentes reiigiososy las diferentes categcríasde laicos sobre las cuales se ejerce su ¡rr.rder. 5.1 El poder
Además de llegar caeren la represenracióningenua del carisma co¡¡o ^ cu a l idadm is r er ios ad e l a p e rs o n ao d o n n a tu ra l (" el poder cari smáti cosubsisteen virtud de una sumisión afectivaa la personadel amo y a sus dones de gracia -carisma-, cualidadesmágicas,reveiacioneso heroísmo, potencia del espírii,.ro del discurso"),Ma'" Weber, incluso en susescritosmis rigut'osos,no del carismacomo relaciónvívida del propone sino una reoríapsico-sociológica priSti." con el personajecarismático:"Por'carisma'debe entenderseuna cualico¡noextraordinaria (...) que esatribuidaa una Pefsona'Esta es dadconsi¿/erada coTnodorLáadefuerzay de propiedadesscbrenaturaleso sobrehumaconsirlerada (p. 179). La legitimidaCcarismáticano tiene otro naso al mencs excepcionales" fundamento, puede verse,que un acto de "reconocimiento".Para romper con esradefinición,es necesarioconside¡arla relaciónentre el profetay los discípulos segúnDurkheim, laicoscomo un casoparricularde la relaciónque seestablece, enrre un grupo )¡ sussímbolosreligiosos:el emblemano es un simple signo que "constituye" ese expresa"el sentimiento que la sociedad.tiene de sí mismi', sentimiento.Como el emblema,la palabray la personaproféticassimbolizanlas colectivas,Porquehan contribuido a constituirlas'Porquelleva representaciones sentimientosy al nivel del discursoo de la conductaejemplarrepresentaciones, aspiracionesque le preexistieronPero en estado implícito, semiconscienteo inconsciente,en resumeq,pcrque realizaen su discursoY en su Personacomo palabras ejemplares,el reencuentro de un significante y de un significado ("Tú no me buscaríassi no me hubierasencontrado"),el profepreexisrentes ,", .r. individuo aislado, sin pasado,desprovistode toda or.ra Ftanz¡que él mi sm o ( " E s t á es c r i to (...) p e ro y o l e d i g o (...)" ), p" ed. sctuar como fuerza II organizadoraY movilizadora. Es, pues, a condición de pensar el profeta en su relación con los laiccs (relación evidentementeinseparablede su relación con el sacerdocic'que él impugna) que se puede resolver el problema de la acumulación inicial de! cdpia-l dc poder simbólicoque Max -Weberresolvíapor ia invocación (paradojal de su parte) de la naturaleza.Pero, Por otra Parte, no es legítirno reducir ei éxito de la profecía a ia cuestién de la comunicación entre el profeta y ios laicosy del efeccoplopio de la toma de concienciay de la explicitaciónproféticas, sino a condición de interrogarsesobre las condicioneseconómicasy sociales de ia instauracióny de la eficaciade este tipo particular de comunicación.
en I 1. Sobre cl "carisma de la palabra" y sus efbcrosen diferentescontextos socialesy cn particular t. II' 849' \YG., p. ver eiectoral, la dcmr¡cracia
56
E,n cuan¡o di.scursode ruptura y de cr,rica -que no puede enconr¡ar sino en la invocación de su inspiración carismárica la justifcación ideo/ógicade sLL pretensióna irnpugnar la auto¡idad.de las instanciasdetenradorasciei monopolio del ejercicio legítimo del poder simbólico-, ei discurso proférico riene mayoresprobai;ilidadesde apareceren los períodosde crisisabie¡rao larvada, que afectan,ya seaa sociedadesenteras)yaseaa ciertasclases,es decir, en.los períodos en que las transformacioneseconómicas o rnorfológicasdeterminan, en ¡al o cual parte de la sociedad,el hundimiento, el debilitamienroo ia obsolescenciade las tradiciones o de los sistemasde valores que proporcionaban los principios de la visién del mundo y del modo de vida. Así, como los obsen'abaMarcel N{auss,"hambres, guerras, suscitan profetas, herejías; contactos violentos afectan incluso la distribución de la población, la naturaleza de la población, mestizajesde sociedadesenreras (es el caso de la colonización) hacen surgir fuerte y precisamenrenuevas:deasy nuevas rradiciones i...). No es necesarioconfundir estascausascolectivas,orgánicas,con la acción de los individuos que son los intérpretesmás que los amos. No hay pues que oponer la invención individual a la costumbre colecriva. Constancia! nrtina puedzn ser cosdde los indiuiduos, innouación y reuoluciónpueden ser obra d.elos grupo1 de los sub-grupos, de las sectas,de los individuos que acrúan por y pan los grupos".'' Y, para terminar completamentecon ia rcpresenración del carisma como propiedad iigada a la naturaleza de un individuo singuiar,seríanecesa¡iotodavía determinar,en cada casoparricula¡,las característicassociológicamentepertinentes de una biografia singular que hacen que tal individuo se encuentre soctalmente predispuestoa experimentary a expresar con una fuerzay una coherenciaparticularesdisposiciones éticaso políticasya presentes, en estadoimplíciro, entre rodcs los miembrosde la claseo el grupode susdesti nat a. r ios. 5.1.1 Por el hecho de que el discursoprofético es producido en y para una transaccióndirecra con los laicos, la (cuasi) sistematizaciónque'realizaestá "dominadano por exigenciasde coherencia\ógicasino por eualuaciones prtícticas'
{ p.354. Si, agrupándolasen un (cuasi) sisremadorado de senticioy donanre de senti do,[a proFecí alegit im a pr ácr icesy r epr esenr aciones que no t ienen en
12. Marccl Ma.uss,Oeuu rts ,P arís ,E d. de Mi nui r, 1969, r.Il I, "C c hes i ón s oc i aly di v i s i onc sde i a :ociología', pp. 333-334. (l)estacado mío.)
Utn irtter¡tr ctaciórt dt
PierreBaurd.ieu
oria clela religión segúrt ltlaxWebcr
I-lay iglesra,dice más o m€nos Max Weber, cuando existe un cuerpo cle ..r.,f,-,i onal cs( ; ar cr dor cs)dist int t . rclel "m ur r do" y bur ocr át icam enr cor ganien lo que concieine a ia cai'rera,ia rernune¡ación,los deberesprofesio.r.irJo
c om ún m ás q u e e i s e r e n g e n d ra d a sp o r el mi smo habi trrs(propi o de un grupo o una clase)y que, por eilo, pueden ser vividas en la experienciacomún como discontinuasy dispares,es porque ella misma tiene por principio generadory unificaclor un habitus objetivamenie acorde con el habitus de
::.,. ,' ¡ cl moclc,de vida cxt r apr of esional;cuando los dogm as y los culr os s, en libr os sagr ados,cor nent adose incuica.:sri l i reci onalizad. ¡ consignados
sus destinatarios.La ambigüedad que, como se lo ha observadofrecuentemente, caracterizael mensaje profético se encuentra en rodo discurso que,
.i l -- por una e nscñanzasist em át icay no solam ent ebajo la f o¡ m a de una t.rrperaci óntécnica, en f in, cuando t odas est ast ar easse cum plen en una
aunque se dirige más directamente a un público socialmenteespecificado, apunta a ganaradhesiones,y sus alusionesy eiipsisestán hechasjustamenre para favorecerel entendimiento en el malentendido y el sobreentenCido,es decir, ias percepcionesreinterpretadorasque importan en el mensajetodas las expectativasde los receptores.
Y él ve el principio de estainstitucionalización ,r,rrunidad institucioi'r.riz-ada. , l cual .i cl car isur asc scp: r r rdc le pcr sonadcl pr of ct a par a por 1' rrccso -, :;s:i rsca i a i nst it ución, ; . -m ás pr ccisar nent e,a la f unción: "El pr oceso de ir¡nsiirencia de io sagradocarismáticoa ia i¡.istituciónen cuanto tal (...) e:
5.2F.| desenlacede la lucha entre el cuerpo sacerdotaly ei profeta conclrrrente (con sus discípulosiaicos) dependeno solamentede la fuerza propiam ent e s im b ó l i c a d e l m e n s a j e p ro fé ti c o (efecto movi l i zador 1' críri co
de t od. o pr ocesode f , nnación dr una I glesiay est o consiit r yc -.{ :rci eríst;co específi csencia ca". 5i.¡ L)e eilo se deriva-quela lglesia,€n cuanto depositariay gestionariade un ,..i ri smade función ( o cje inst it ución) , se opone a la sect aent endidacc¡ m o de modo estrictamencr.,nrunidadde personascalificadascarismática¡nente
-"desbanalizante"- de nueva revelación,etc.) sino también de la fuerza de /os gluPot mouilizada¡por las dos instanciasconcurrentesen las relacionesde fuerza extra-religiosas,
i c personal " .ll Sc deriva rambién que la enrpresaburocráticade salvaciónes incondicio¡nlmente hosril al carisma "personal":profético, mírtico o extático que pre-
Como lo indica Max Weber, la manera como se resuelvela rensión entre el profeta y sus discípulos,por una parte,y ei cuerpo sacerdotal,porotra, es una "cuestión de fuerza" (p. 359), y todas las solucionesson posibles,desdela supresión física del profeta hasta la anexión de Ia profecía, pasando por rodas las
rrrrrjc indicar una "qía original hacia Dios: "El que realizamilagros por el carismático,y no en cl ejerciciode sus funciones,es condenadocomo :'r,,ci<,, ilcréticoo mago".
formas de concesionesparciales.
En la medida en que la lglesia es el producto de la burocratizaciónprolycsivade ia adrninistraciónreligiosao, mejor, de la "transformacióndel ca-
5.3 La práctica sacerdotaly la sistematizaciónque los sacerdoreshacen sufrir al mensaje original son la resultante de la acción de lasfuerzat exter-
cansma en prácrica cotidiana", de la'"banalización" (WraLhaglicbu.ng)|odel "cotidianas"; presenta risnra,eila de las instituciones todas las caracté;ísticas
nas, que revisten pesos desigualessegún la coyunrura histórica, y con las cuales el cuerpo sacerdotal debe contar, a saber: (a) las demandas de los laicos (y, en particular, el tradicionalismo laico y el intelectualismo laico), (b) la concurrencia del profeta y del mago y (c) tendentias intet nas ligadas a la posición clel cuerpo sace¡doralen la división del trabajo religiosoy a ia es t r uc t ur apr o p i a d e l a i g l e s i ac o m o i n s r i ruci ón permanenreque rei vi ndi ca, con más o me¡ros éxito, el mcnopolio de la administración de los biencs ciesaluación (exta eccletiamnulla salus),y como bu¡ocracia de fu¡rcionarios que pr et end e ne l " mo n o p o i i o d e l a c o e rc i ónhi e¡ocráti cal egíti ma" ,y encargados de organizar,cn lugaresy en momenros derermicados, el culto público dei dios: la piegaria y el sacrificio (por oposición a la coerción mágic a) , al m is m o ti e mp o q u e l a p re d i c a c i ó ny l a cura de I¿s al mas.
I.i . i nversamente,la s .c ta "¡ec haz ai a qrac i ai ns ti tuc i onal v ei c ari s made i ns ti tuc i ón". E l l a s e i i ga :i F¡rnci ni ó Je l a "prc di c ac i ón de l os l ai c os " v del "s ac c rtl oc i ouni v ers al " (que "toda Igl c rs ra F, l¡
i ,rÍrs(cucntcprohíbc "), dc "l a admi ni s trac i ón denroc ¡ári c adi rc c ta" ej erc i tl zpor l a c omuni darl " e i a c omunrd¿J ), :rri :,nra(l os funci on ari os c c l es i ás ti c os s on c ons i dc radosc omo i os "s erv i ri r¡rc sC
f,l
,i . l r "l i hertad de c onc i enc i a" qrl c una Igl es i a c on pr!tens i ón uni v ers al i s teni ; puerl e ac ordar
i:,. ¡:1 l:
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'i t G, 1. Il , pp.92 (\-922). ! i . I:l ncol ogi snrode "banal i z .ac i ón"no traduc c fx ac tamc ntr (.n rl j uc gr.,dc pal al rras )l ,rl d,,s .r'l'(ctos dcl corrccpro wcberiano de lleralhaglichwtg, sino c¡uesc Io errriende en el doblc senrid,: (i . 'l )rocesoquc cons i s teen dev c ni r banal , c oti di ano, ordi na¡i o" por opos i c i ón a Io ex rrao¡di na¡i ,r ,,,, ic cxr¡a-cotidiano (Ausseralltiiglichheit\v cn el scnrido de "efccto ejcrcido por el procero <¡uc ,
',i r,i :rc cn devcni r banal , c o¡i di ano, ordi na¡i o".
or"co mpc t enc iasde fu n c i ó n e s rri c ta me n ted e l i mi tadasy j erárcl ui camente , mo l umentos, benefi ci os,orden d e n adas ,s er ie de i n s ra n c i a s ,re g l a m e n to s e d i sc iplinar io, r ac io n a l i z a c i ó nd e l a d o c tri n a y de l a ac¡i vi dad de funci ón"
i ndi ferenci arl oque debe sus car acL; r í sr icas, y en par r icularsu am bigüedad, al hecho dr: qr.rees ei producto de la búsquedadel mayor denominador religioso entre i¿s diferentescategoríasde receptores.
(p p . 879- 8B i) '
Le ambi güedr d dc le pr of ecí a de or igcn I a hacc disponible ¡ r ar e las canscienr eso inconscient esque oper an los ut ilizaclor es rei nterpretaci on es sucesi vos,l l evadosa leer el m ensajeor iginal "con los ant eojo. sde r oda su
e i mpone c 5. 3. 1 l. a pr ác t i c as a c e rd o tayl ' a l mi s mo ti e mpo, el n.rensa.ique inculca, deben siempre la parte más importante cie sus característicasa las incesantesentre la Iglesia-que' en cuanto dispensadtra PermdftansLcciones dispone del poder de coerción correlativoa nentede la gracia (sacramentos), la posibilidad de concedero cle negar los bienessagracos-,'5y ias demandas de los laicos, que entiende dirigir religiosamente,y de los cuales esperasu p o d er ( t em por al t a n to c o mo e s p i ri tu a l ). de los 5.3.1.1 "cuanro más ei clero se esfuerzaen reglar el rnodo de vida ello por laicos conforme a la volunmd divina (y:-cn prin-,eriugar, en allmentar su fuerzay sus ingresos),más estáobligado a hacer concesionesen sus teoríasy sus acciones"(p. 367), al estilo de vida y a la visión cel mundo de la fracción de l o s laic osde la c ua l e s p e rap ri m o l d i rl me n res u s i ngresosy su poder. en sus teoríasy sus acciones, Max .Weberdice, en realidad,"concesiones, "Cuanto a la visión rradicionalde los laicos",y comenta,algunaslíneasdespués: más las vastasmasasdevienenel objeto de la acción de influencia ejercidapor los sacerdotesy el fundamento de su fuerza, más el trabajo de sistemarización debe romar en cuenta las formas de repiesentacióny de prácticasreligiosastnás tradicionales,es decii mágicas"' En la forme generalque ie es dada aqr-rí,estaproposición define la forma entre la actividadsacerdotal,y su "púbiiparricularde la relaciónque se esrablece co-meta", cualquieraque sea,popr-rlaro burgués,'campesinoo ciudadano' csi á próxi mo a detenta¡ 5. 3. I . 2 c uanr o má s e [ c u e ¡p o d e l o s s a c e i dores en una sociedaddividida en clases,eI monopoliode hechode la adr¡inistración de los bienes de sa!.¡ación,más son divergentes,incluso contradictorios,los interesesreligiososa 1o-.cualesdeberespondersu acciónde predicacióny de cura de las almas,y más esta acción y los agentesencargadosde ejercerlatienCen a diversificarse(del sacerdotede la corte al cura rural, del iideísmo místico al ri tualis nr om ágico ),a l mi s mo ti e n l p o q u e s e e l aboraun mensaj esoci al mente
; ' 4 3 5 ( g r a ciain sti tuci onal ,A uxal tagnade) 1t . V C . , p . 3 9 ( c o er ció n h ie r o cr á tica ) p
acti tud" , como d ecí a M ax Weber a pr opósit o de Lut e¡ o; v los inr t ar pr et es profesionales,que son los sacerdotes,contribuyen en parte mui' imporrante a este trabajo incesantede adaptecióny de asimilación que perrrriteestablecer la comunicación entre el mensaje religioso y receproresrenovados sin cesar,y profundamente diferenresde los destinatariosoriginales, ranro en sus interesesreligiososcuanto en su visión del mundo. 5.3.2 Prra rcplicar a los ataquesprofeticoso a la crítica intelectualistade los laicos,ei sacerdociodebe "fundar y delimitar sistemáticamentela nueva doc¡rina victoriosao defenderla antigua (...), esablecerIo que tiene y lo cue no tiene va.lor sagrado",en resumen,dorarsede instrumenrosde lucha simbólice alavez bomogénea("6analizados"), col)erentes y distintiuos, y ello en el orden del ritual ranro como en nateria de dogma (corpus doctrinal). I-as necesidades de la defensa contra las profecíasconcurrentesy contra el inteiectualismolaico contribuyen a favoreceria producción de instrumentos "banalizados"de la práctica religiosa, como lo testimonia el hecho de que la producción de los escritoscanónicoses aceleradacuando el contenido de la tradición se encuenrraarnenazado(p. 36i). E s tambi én l a pr eocupaciónde def inir la or iginalidadde la com unidad respectoa las docrrinas conclrrrentes,1o que conduce a va\orizarlos signos,listintiuosv lasdoctrinasdiscrintinantes,alavez para luchar conrra el indeferenrismo y para hacerdi fi c il ei pesr jea I a r eligiónconcur r enr e( p. 362) . 5.3.2.1 La com oet cnciadel nr ago, peaueño em pr esar ioindependienr e, al qui l adosi l l ega el caso por los par r icular es,ejer ciendosu of icio f uer a de roda institución comúnmenre reconocidar', la mavoría de las veces,de maneracl andcsti nacont , r ib"vc a im poncr al cucipo sacer dor al i: r "r ir uliización" de ia prácticareligiosay la anexión de las creenciasmágicas(v.g.culro de ios s¿ntoso morabi t ism o) . y la "banaliz;rcién" 5.3.3 "La sistematización casuísrica-racion¿,.1" quc cl cuerpo sacerdotalhace sufrir a la profecíade origen -(cuasi) sisrematización establecida "sobrela basede valoresunitarios"- respondea exigencias (a) la convergenres:
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()na interpretacíón de Ia teoría de Ia religión segtin MaxWeber
Pierre Bourdieu
búsquedatípicamenteburocráticade la economíade carismaque lieva a confiar el ejercicio de la acción sacerdotal-actividad necesariamentebanal y " banaliz ada' ,p o rq u e c o ti d i a n ay Ic p c ti ti \' ¡, d. prcdi caci óni , de ctrra de l as almas-, a funcionarios del culto intcrcatnutab/esy áoados cle una cualificacién profesicnal homogénea, adquirida por un aprendizaie,-'specífico,e tnsti
trumentos homogéneos,apropiadospara sostene¡una acción honiogéneay hornogeneizante(producción de un habitus religioso);(b) la búsquedade la
Profec0 corcursrle
PROFETAS
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adaptacióna los inte¡esesde los laicos,directamentedetectadosen la aciividad sacerdotalpor exceiencia,la cu¡a de ias almas, "insirumento de fuerza del sacerdot.";'t'y (.) la lucha contra los concurrentes. La "sistematizacióncasuística-¡acional"y la "banaiización" constituyen
DISCONNNUIDAD.EKíI]AORDi|\¡ARIO PrúÍeio de c{igren t
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bre problemas que no han sido resueltosen la revelación"(p. 366). El b¡eviario y el sermonariojuegan, a la vez,,el rol de una ayuda-mennoriay de una
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t¡arreraprotectora,destinadosa asegurarla economía de la improvisaciónal
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1 6 . \ Y / G . ,p . 3 6 5 . M a x \fle b e r o b se r vaq u e h p a r te d e d i cadaa l a predi caci ón (por oposi ci ón a l a c u ¡ a d e l a s a l m a s )va r íae n scn tid o in ve r sod e la in r r o d u cci ó¡rde cl emcntosmági cosen l a prácti ca y l a s r e p r e s e n t a c io n e(sco m o lo te stiln o n iacl c.jcn r p lodcl protestanti srnc).
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las condicionesf,-rndamentales del funcionarnientode una burocraciade la manipulaciónde los bienesde salvaciónen cuanto peimiten a agentescualesquier4 (intercambiables)ejercerde manera continlra la actividad sacerdotal, proporcionándoleslos instrumentosprácticos,escritoscanónicos,br.virrios, sermonarios,catequismos,etc., que les son indispensablespara cumplir su f unc ión al m e n o r c o s ro e n c a ' ri s m a(p a ra cl l os nri snrós)y al mcnor ri esg., (para Ia institución), sobre todo cuando les es necesario"tomar posición so-
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Relocón obietrvo de concutrencb
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Sobreel podersinrbólico*
acido del esfirerzopor presenur el balancede un conjunto de invesdgacione sobre ei simbolismo en una situación escclar de un dpo particuiar, el de la conferencia en una universidad extranjera (chicago, abril de 1973), "'-es!q, texto no.debe ser leído como una historia -incluso escolar- de las teorías -.-del simbolismo, ni menos aún como una suerte de reconstrucción seudo-
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hegelianade los pasosque habrían conducido, por superacionessucesivas, hacia la "teoría final". perjuicios, es porque elia separalas producciones culturales del sistemade referenciasteóricas, en relación a las cuales son definidas, consciente o in-
É. Á + ,1 ¡:
conscienremenre; es decir, dei campo de producción jalonado por nombres propios o conceprosen -ismo,para cuya ciefinición ellas conrribuyen menos de lo que él las define. Por esrarazón, Ias situacionesde "inmigra.ión" i-ponen' con una fuerza parricular, la actualizacióndel horizonre de referencia ::.!lue' en las siruacionesordinarias, puede permanecer en estado implíciro. ñ. l'ero va de suyo que el hecho de repatriar ese producro de exporración implica graves peligros de ingenuidad y de simplifi."cion -y rambién gr"ni., rtesgos,puesroque enrregaun insrrumento de objerivación.
'::t*"Sur le pouvoirsimbolique , Annales,3, mayo-ju¡¡.de 1977,pp.4A5-411.
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65
ffi Pierre Bourdiett
sin embargo, en un esradodel carnpo en el que se ve cl poder por todas los partes,conlo en orros riemposse rcchazaba¡econocerloallí donde saltaa c{isolverde manera jamás, como otra o;or, no es inritil recordar-sin hacer lo, una s r r er red e ' ' c írc u l o c u y o c e n rro c s t á por todas partcs1' en ni nguna a ia parre"-, que es necesa¡iosaber descubririoallí donde menos se ofrece vista, allí donde esrá más perfectamentedesconocido,por tanto reconocldo: ei poder si m b ó l i c o e s , e n e fe c to ,e s ep o der i nvi si bl eqLreno pu-de ej ero c er s es ino c o n l a c o m p l i c i d a d d e l o s q u e no qui eren saberque l o .sufren
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f, i.
Heideggcr: acusar 1. uno pie nsa en el sentido ctiinol
Ll anál i sisest r uct ur alconst it uyeel inst r um enr o m et odológicoque per rl i ¡e real i zarla am bicién neokant ianadc asi¡ la lógicaesp- - 'f ica de caciauna .lr la.s"formas simbólicas":al proceder,según ci deseode Schelling, a una
inmanente de cada producción simbólica. Pero, a diferenciatle la r,-5rluctura iredición neokantiana,que ponía el acen¡osobre el modusoperandi,sobrela rctividad productora de la conciencia,la tradición estructuraiistaprivilcgia oPer/ttum,las estructurasestructuradas" Esto se ve bien en ia represen:i r.tpus
l. Los "sistemas sirnbólicos" (arte, religión, lengua) como estructuras estructurafites
pero con una intención máspropiamenrehistórica,PanofskTtr3tala PersPectiva comotnaformL hittóricL,sinilegarsin embargohastareconstruirsistemáticamente de producción. sociales lascondiciones Sin emberen la tradición kat-¡tiana. Du¡kheim se inscribeexplícitan'rente "en"rpírica'al "positiva'y go, por el hecho de que él entiendedar una resPuesta y dei p.oú1"*" dcl conocimiento, escapandoa la alternativadel apriorismo simbólicas las de fonttas empirirmo, sienta los fundamentos de una sacio/ogía "forrna simbólica" de concePto el utiliza él que (Cassirerdirá expresamenre of tbe como un equivalentede forma de clasificación:cf. E. cassi¡er, The MTtb las Sr¿¡¿,New Haven, Yale Universitv Press,1946, p' 16)' Con Durkheim' para formas de clasificacióndeian de ser formas universale, (transcendentaies) es decir arbi;rarias
Z. l,os "sistemas sirnbólicos" colno estructuras estructuradas llusceplibles de un an¿ílisisestructural)
,., rura ¡ropi a r neir t ct aur r gór icn( por oposición a alt gór icr t ) 'r e no r cf ier eel ;rito a ot¡a cosaque a sí misrno, el anáiisisestructuralapunta a desprendcrla
inc lus o que lo e j e rc e n '
La rradición neokantiana(Humboidt-cassirero, r'arianteamericana,sapirwhorf parael lenguaje)trata a los diferenresuniversossimbólicos,mito, lengue, arte,ciencia,como lnstfum.nto, d" conocimientoy de cónstruccióndel mundo de los objetos,como "f<¡rmassimbólicas",reconociendo,como lo señalaVlarx (TesissobreÍeuerlrach),el "aspectoactivo" del conocimiento. En la misma línea,
Sobre el.porler sü¡tbólico
rrci ón que Saussur e,el f unciador de est a t ¡ adición, se hace de la lengua: ,i sremaestrucr ur ado,la lengua es f undam enr alm ent et r ar ada com o condici ón de i nteligibilidad del habla, com o m édium est r uct ur adoque se debe
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.,;nstruir para dar razórl de la ¡elaciónconstanteentre el sonido,v el sentido. il'or ia oposición que estableceentre la ico¡rologíay la iconograÍlay que es el
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..luivalenteexactode ia oposición entre la fonología y la fonética, Panofsky -t, todo aspectode su obra que apunta,a desprende¡las estructurasprofun-
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.i¡s de las obras dÉnrt.- se sitúa en esia tradición.) t.
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Pritne ra síntesis
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Instrumentosde conocimiento-y de comunicación, los "sistemassimbélicos" no pueden ejercerun poder estiucturantesino porque son estrucrurados. i.,l poder si¡nbólico es un poder de construcciónde la re¿lidadque tiende a csrablecer el sentido inmedia¡o del rnundo (¡', un o¡den gnoseológico: par-"n ti cul ar, dei mundo social) supone lo que Dur kheim llam a el conf or m ism o /ítgico,es decir "una concepciónhomogéneade! tiempo, del espacio,del núnrcro, de i a causa, que hace posible el acuer do ent r e las int eligencias". Durlcheim -o, despuésde éi, Radcliffe-Brown, que hace descansarla "solidaridad social"en el hecho de compartir un sistemasimbólico- tiene ei mérito ,l i seri al arex plí cit ar nenr cla f unción social ( en el sent ido dcl est r ucr ur all i rnci onal i smo)del sim bolism o,aut ént icaf unción polí t ica que no sc r eclr ¡ ce :r l a funci ón de com unicaciónde los est r uct ur alist as. Los sí m bolosson los instrumentospor excelenciade la "integración social": en cuanto instrumentos de conocim ie¡ r t oy de com unicación( cf . el análisisdur kheim iano de la irstividad), hacen posible el consenso sobre el sentido del mundo social, que
co rrtr ibuy ef unc lanre n ta l me n te a l a re p ro d u c c i ó ndel ordensoci al :l ai rrtegra"moral"': ción "lógica" es la condición de la inregración
instrumentos de dorninación 3. I-asproducciones simbólicas como L at r ac lic iór r m : rrx i s ta p ri v i l e g i a i l a s J u n c i o n e spol íti casdel os.,si sternassl m.lógicr y de su fiunción gnoseológica bólicos" en detrimen'o dt "' t'-"t""t'" "expresión sistemática"a propósi'o del derecho): faunque Engels habla tle ti e n e n a d a e n c omún ccn el estrttctural { ' ¡" " tAr;'i l ;; ; " " ; ' ; . "o clarazónde
Vil.t;ilr"" lli;;';;;;,.r*
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r" *"."ro de Durkheimo de Radcliffe-Brorvn) don,ide racr:rsc a losinrereses reracionándoras ,,*rruricas
v col ecti ' ementeapropi an; ; . , por ic ió n a l ¡n i to ' p ro d u c ro c o l e c ri vo que ellastienden a presentr\;;.'i", id"olosí", sirvcn a los inreresesparriculares grupo. La cultura universales,comune! al coniunto del i\ü..;;;:;;;* clasedominante (asegurancontribuye a la integración real de la u;;;;," todos sus miembros y distinguiéndodo una co¡nunicacróninmediata entre [[;;";..
l o sd elas ot r as c las e s );a l a i n te g ra c i ó n fi c ti c i a d e l asoci edadensuconj unro, conciencia)de las clasesdominadas;a la así pues, a la desmovilización(ialsa l .g i tim ac ióndeior d e n e s ta b l e c i d o p o re l e s ta b l eci n-rrtntodedi sti nci ones (j e rar quí as ) y laleg i ti m a c i ó n d e e s a s < l i s ti n c i o n es' A esteefectoi deol ógi co' l a cu l tur ador ninant e l o p ro d u c e d i s i mu l a n .l o l a fu n ci óndedi vi si ónbaj ol a n) q u e u n c ( rnedi o de cot-rtuni caci ci cs l u n c ión c le c om un i c r.i ó r,, l " c * l ru ra ta m biénlac ult ur aq l re s e p a ra (i n s tru m e n to d e d i sti nci ón)yquel egi ti mal as d i stinc iones . o. , , t.i i ....l o " .o .i " u l a s c u l tu ra s (d esi gnadascomosub.cul tu' la cultura dominante' ras) a definirse Por su distanciacon Segunda síntesis C ont r at odas la s fb rm a s d e l e rro r..i n te ra c c i oni sta,queconsi steenreduci rl as no es suficienteseñalarque ias relacionesde fuerzaa relacionesde comunicación, de poder relaciones de comunicaciónson siempre,tnseparablemente, ..elaciones
l, . h r r e c l i c i ó n n c o - f e n om e n o ló g ica ( Sch iltz' Pctcr Be r g e r ) y ci ertasformasdel actnt'nrctod"l o'¿i : d e omi ti r l a cuesri ón de i rs conti i ci ones ¡ ' o r cl so lo h e ch o rc c p t e n l o s t r l i s n r o s p ' ""' p u tsá ' del n-rundo(r'cnparti cul ardei muncl o , oc i r l e s d c l e p o s i l : i l i d acl ,1 "1 ^ r *p r r - ir r r i,td ó xica ( Hu sse r l) co m o yendodc stvo('nl ¿enJargr¿'l ted'como roci ¿ 1 ) . e s t l c c i r ' d c l a e xp e r ie n citd cl¡ n u n d o so cia l d¡c c 5 . - l i i ! t z , ) .
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que depencleil,en sll forma y contenido,del poder materialo simbólicr¡acunrulado por lo-cagentes(o las instituciones)comprometidosen esasrelacionesy quc., como ei don o el potiatch, pueden permitir acumular poder simbólico. En cuanto instrume¡1iosestructuradosy estructurantes de comunicacióny de conocimiento, los "sistemassinrbóiicos"cr-rmplensu función política de irrsrlumen¡os de imposició¡ro de legidmaciónde la dominación,que contribuyena ascgurarla dominación de una clasesobre otra (violencia sirnbólica)apcrtando el refi.ler¿o de su propia fueua a las relacionesde fuer¿aque las fundan, y contribuyendoasí, según la expresiónde'ü7ebeaa la "domesticaciónde los dominados". l,as diferentes clasesv fraccionesde ciase están compromeridas en una lucha propiamente simbólica para in-rponerla definición del mundo social más conforme a sus intereses,el campo de las tomas de posición ideoiógicas que reproduce, bajo una f or m a t r ansf igur ada,el cam po de las posiciones sociales.iPueden plantear esra lucha ya sea direcrarnente,en los conflictos simbólicosde la vida cotidiana, ya s€a por procuracién,a rravésde la lucha que libran los especialistas de la producción simbólica (productoresde tiempo ccmpleto) y q.r" tienen por apuesrael monopolio de ia vioienciasimbólica legítima (cfl Weber), es decir, del poder de imponer (c-iertamente de inculcai) instrumentos de conocimiento y de expresión (taxonomías)arbitrarias (pero ignoradascomo taies) de la realidadsocial. El campo de producción simbólica cs un microcosmo de la lucha sirnbólicaentre las clases:sirviendo a sus propios interesesen la lucha inrerna del campo de producción (y en est. medi d a solam ent e) ,los pr oduct or essir ven a los int er esesde los grupos exrerioresal campo de producción. La ciase
3- L¿stomas de posición ideológicasde los dominantes son cstrategias
piarre Bourdieu
4' lnstrumentos de dominación estructurantes porque son estructuracros, los sisremasideológicosque los especiaris;rs producen po¡ y para ra rucha por el m o' opolio d e l a p ro d .u c c i ó ni d e o l ó g i c a regíri ma,reproducen baj o una forma irreconocible,por ia interm.dir.ún de la homología entre er campo de producción ideológicay er campo de las cr"s", ,ocid.], ra esrructurader campo de las clasess<;cia.les. Los " s is r em a ss i mb ó i i c o s "s e d i s ti n g u e n , fundamcnrarmcnre, scgun sean producidosy al mismo riempo ,p.opi"áo, por el conjunrc,de un grupo c, ai cort.ario' sean producidos por un cuerpo ¿,ees?ec;ar^tus ¡ más pr.ecisamenre, Por un campo de producción y de ci¡cuiación relativamenr"a.rtónurno, i" historia de la rransformacióndel miro en religión (ideología)no es separabrede la hisroria de la consrirución de ,.rn .,..,.rpo d. p.od,r.-.lr.s especiarizadosen discurso y en ritcs religiosos, es cieci¡ d"i progr.ro de Ia diuisión c/e/trabajo re/igioso-slendo él n-rismouna dimensió,-, der p.ogrero de ia división ciertraba_ jo social,por tanto, de la división en clases=que conduce,entre orras conse_ cuencias,a dtyosetr a los laicos de los insrrumenros
Sobre el potler sintbólico
La función propiarnenteideológica del campo de producción ideológica sc cumple de manera casi automática,sobre la basede la homología de esrrucruraentre el campo de producción ideológicay el campo de ia lucha de i¡s clases.La homología enrre los dos campos hace que las luchaspor lo que cs¡á en j uego , especí f icam enr e en el cam po aur ónom o, pr oduzcan riuromáticamenrefor¡ras eufemizadasde las luchas económicasy políticas .nrre las clases:es en la correspondenciade estructura a estrucruraque se i unpi e l a func ión pr opiam enr eideolégicadel discur sodom inant e, m edio !-siructuradoy esrruclu¡anretendiente a imponer la aprehensióndel orden .r¡;iblecidocomo na[u¡al (orrodoxia) a rravéscie ia imposición enmascarada i¡;oi tarrto, desconocidacomo tal) de sistemasde clasificaci 6n y de esrrucr,rrus mentalesolrjerivamenteajusradasa las esrrucru¡associales.El hechu de ,¡uc Ia correspondenciano se efectúe sino cie sistemaa sistemaenmascara, r:iilro a los ojos cle los producroresmismos cuanro a los ojos de los profanos, L¡uelos sisremasde clasificacióninternos reproducen,bajo una forma irreconociblc,las taxonomíasdirectamentepolíricas,y que la axiomáticaespecífica Jc cada campo especializadoes la fo¡ma transformada(conforme a las leyes rspccífi casdel cam po) de los pr incipios f undam ent alesde la división del rrribajo(por ejempio, el sisremade clasificaciónuniversitaria,que moviliza $ajo titlafcrrmairreconoeibleiasdivisionesobjetivasde la esrrucrurasocial espccial¡ la ciivisióndel rrabajo-teórico y prácrico*, convierrepropiedadessocia'nente, ics en propiedadesde naturaleza).El efccto propiamente ideológicoconsisre en la imposición de sistemasde clasificaciónpolíticos bajo las [rrccisamente ;r¡rariencias iegítimasde taxonomíasfilosóficas,religiosas, jurídicas,erc. Los sis, rcmassimbólicosdebensu fuerzapropia al hecho de que lasrelacionesde fuerza tlueallí seexPresanno semanifiestantino bajo la forma irreconociblede relacioncsde sentido(desplazamienro). E l p' :der si m bólico com o poder de const it uir lo dado por la enunciación, dc hace¡ ver y de hacer creer, de confirmar o de transformar la visién del rnundo y, por ello, ia acción sobre el mundo, por lo tan_o el nrundo; poder casi mágico que permite obrener el equivalentede lo que es obtenido po, i" (físicao económica),graciasal efecroespecíficode moviliz.ación,no se firerz-a r'jercesino si éi es reconocido,es decir, desconocido como a¡birraric. Esto .sir:nifica que el poder simbólico no resideen los "sisremassimb,ólicos"baio la
rnbaj o col ecti vo, y d e s i l enc i ar,as í, todo i o que ei i as deben a l as c a¡ac rerís ¡i c as dc l c ampo de ['r'rdrl cci ci n(e.g.cn l a traC i c i óngri c ga,Iasrei nterprerac i onces s c réri c asde l as rradi c i c nc smíri c as ).
en y Por una t'elactón fbrma
INS'fRUMENI-OSSIMBÓLICOS
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perencia de las palabras. lda _es detransform: El poder simbólico' poder subordinado'es una fb¡ma de poder: nc' .ir, irreconocible, rransfiguraday legitimada-, de las otras formas describenlas relas9 puede superarla ai¡ernativade los modelos energéticosque cibernéticos que ciones socialescomo relacionesoe fuerza y de los modelos de describirlas hacen,de ellas,relacionesde comunic.ción, sino a condición diférentesespeciesde leyesde rransformación que rigen ia rransmutación de ias de disimulación y de ."pit"l en capital simbóiico, y, en particular,el rabajo una verdadera tr"r,.fig,rr".iá., ("r", una palabra' de eufenización) q*e asegura ia ,."nr,rbrr"rr.iación de iasrelacion.sde fuerzahaciendo desconocer-reconocerT así en poder violencia que ellas encierranobjetivamente,y transformándolas energía'B de aParente simbólico, c apazde producir efecros realessin gasto
C-omo
C.omo
estrucn[as eStructurantes
estructu¡adr"
de dominación
Instrumentos de conocimientoy de construcción dci mundo objetivo
Medios de comunicación (lenguao cultura, v's.disc¿rso ocomponamiento)
Pode¡
L¡MO
Instrumentos
División del traba.io (clasessociales) División del rabajo ideológico(manual/intelectual) Función de dominación
Objetossimbólicos estructurasobj etivas (optx operanm) Hegel - Saussure
Formas simbólicas estructurassubjetivas (modtu operandl Kant - Ca-ssirer
Sapir-\X4rorf Durkheim-Mauss livi-St¡auss (semiologra) Culturalismo Formassociabs declasificación
Ideohgtas (vs. mitos, lenguas) lv{arx Weber Cuerposde especialistas en concurrenciapor - l - ^ ^ ^ ^ ^ t:^ ¡ l ^ ^ .^ J,,- - :x^ .ttlrt,rrl
Significación:objetiüdad como acuerdode lossujetos(consenso)
, tr o , e r c.) n o so n si no capi tal si mból i co obfeti uadoy su 6, L o s s í m b o l o s d e l p o d e r ( ve stid r r r ace ef ic a c i ae s r ás o m c t i d a a l,¡ sm ism a s co n d icto n e s' ( N d e l T')' 7. " M é c o n n a i t r e - r e c o n n a itr e ",e n e l te xto o r ig in a l sim b ó lica, fundado sobre el desconoci mi cnro' g. L a d e s r r u c c i ó nd e e sr e p o d e r d e im p o sició n d ccir , e l d c vel emi entode l a Y erdadobj eti va y el cs s up o n e l e t o n a L / . c , n citn ci¿ d e i.,..,b ir r a r io , d e sr r uyel as l al sasevi denci asde l a ortocl oxi a cn q u e e n la m e d id a ani q u i l a m i c n r o d c i a c r e cn cia :e s cl p o ..,r de desmovi l i zaci ón,quc el di scurso a llí n cu r r a liza y -rc s t a u ¡ a c i ó n f i ¡ t i c i a d e la d .o xa m o viliza ció n y de subversi ón,poder de actual i zarel d e sir n b ó lico hc r c r o d o x o e n c i e r r ¿un p o d e r podcr porencial dtl las clasesdominadas'
Significación:sentido objetivo en cuanto producto de la comunicación que esla condición de la comunicación
sociologíade lasformassimbólicas: con¡ribución del poder simbólico al orden i. e. doxa gnoseológico.Sentido = coflS€Frso,
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Poderideológicocomo contribución específicade la violenciasimbólica (ortodoxia), a la violenciapolítica (dominación) Diuisión del n'abajo de dominación
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leoí¡ima ''b" " "*
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Iil carnpocientífico*
abiendo intentado describir,en orra pzrte, Ia lógica del funcionamiento de los campos de producción simbólica (campo intelectual y anístico, campo religioso, cámpo de la aita cosrura, etc.), quisiera determinar aquí cómo esasleyes sa4specifican en el caso parricular del campo científico; más precisamente,.r, qLé condición (es decir, en qué condiciones sociales)mecanismos genéricos,como los que rigen en todo campo la aceptacióno la eliminación de lornuevos ingresanteso la concurrencia entre los diferentes productores, pueden determinar la aparición de esos productos sociales relativarirerrteindependientes de sus eondiciones socialesde producción' que
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son las verdades cieritíficas. Ello en.nombre de la convicción, producto de una historia, de que es en la historia donde es necesario buscar la nz6n del progreso paradójico de una r azón en r odo hist ór ica ¡ sin em . bar go,
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i rreducti bl e a la hist or ia. la sociología de la ciencia descensasobre el Posulado de que Ia verdad del producto -se rrataría de ese producro muy particular que es la verdad ciendfi-ca-, resideen una especiepanicular de condiciones socialesde producción;.€s .decir, más precisamente,.r, ,ln estado dererminado de la estructura y del funcionamiento del campo científico. El universo "puro" de Ia ciencia ¡1¿5'pura'' cs un campo social como cualquier otro, con sus relacionesde fuerza y sus
junio de 1976,pp.tt- t o¿. sociales,2-3, ' "Lechampscienrifique", ensciences dela recherche .4ctes
mo n o p oiios ,s us luc l¡a sy s u s e s trx tc q i a ss,u .si n te tc sesy sus bcncÍi ci c,s,1.,ero 1 donde todos estosinuariantesrevistenfbrmas específicas.
H abl ando de int er : éscicnt í f lco y de aut or idad ( o de coil¡ r et cnci. r )ct enr r fica, se pretende descartarde entrada distincionesque frecuentan,en esrado
La lucha por el monopolio de la competencia científica
sobre la ciencia:así, intentar disocia¡ en ia compeimplícito, las di,scusiones (o la autoridad) científica lo que sería pura representaciónsocial, potencia der simbólico, marcado por todo un "aparato" (en el sentido de Pascal)de
El campo cienrífico como sistemade las relacionesobjetivasentrc las po- . sicionesadqr,riridas(en las luchas anteriorcs)es el lugar (es deci¡ el espacio de juego) de una lucha de concurrencia,que riene por apuesraespectft,tel monopolio de Ia autori¿ladcienttfca, inseparablementedefinida como caPacidad técnicay cómo poder social,o, si se prefiere,el nionopolio de la cofttpetencia científca, entendida en el sentido de capacidaclde hablar y de actuar l e .-'íri m am entlc e s deci r, d e n ra n e r¡,rtrto ri z ;r.iya c on autori dad) .n m.rtcri e d e ci e n c ia,quc es t á s o c i a l me n rere c o n o c i d aa u n agenrederermi nado. D o s obs er v ac ion c srá p i d a s , p a ra d e s c a rta rIn al ctrtendi dosl to5i bl cs. E n primer lugar, es necesariocuidarsed. r"d.rlir las ¡elacionesobjerivasque son en el sentido del constitutivas dei campo al coniunto áe las interacciones, inreraccionismo, es deci¡, al coniLrnto de las esnatcgiasque en realidad él decermina,corno veremosn-lásadelante(cf. P. Bc,urdieu,"Une inrcrprétarion de sociologie, clela théorie de la réligion selon Max V'eber", ArcltiueseuroP¿ennes io que quierc precisar será necesario otra Por 12, 1, 1971, pp. 3-21). Parte, decir "socialmentereconocido":veremos que el gruPo que otorga este recon o ci mi ent o t iende s ie mp rea re d u c i rs cmá s a l c o n junto de l os sabi os,es" decir, de los concurrenres,a medida que se incrementanlos recursr¡scientíficos acumulados )', correlativamente,la autonomía del campo. .-^" r-' .on .-" " 'l)a ."ttot es un lugar de luchas,no es sc¡lamenterortper re;;;:;"J I l' f,..'i^I "comunidad como la ds56¡iho tal científica" la i**g.r, pacífica.de
"-:':;:^;^";^l^^'-:.: ': '""."' "-: '-,-l-..,:-, . ,. |7/ g ra., oi ogíadc l e ci cn- I l l a l e soci fía cienr í f ic a- y f r c c u c n rc n rc n fcd e s p u é sd e e';"',' I \ \ .ir-, es decir, con [a idea de una suertede "reino de los fines" que no conoce- / \.ría o tras ley es que l a d e l a c o n c u rre n c i a p u ra y P erfec¡a de l as i deas, infaliblementemarcadapor la fuerza intrínsecade la icieaverdadera.Es, también, recordar que el funcionamiento misrno del campo científicoproducey sttponertna forma espec(icade interés(las prácticascientíficas no aParecen y sino por referenciaa interesesdiferentes,prodr-rcidos como "desinteresadas" e xi g i dospor ot r os c a mP c s )'
embl emasy de signos, ; lo que ser í apur a capacidadt écnica,es caer en ia trampa constitutiva de toda comPetencia,razón social que se legitinra presentándosecomo pura razón técnica (como se ve, por ejemplo, en los usos De hecho, el "aparatoaujusto" tecnocráticosde la noción de cornpetencia).2 dei cual están rodeadasaquellasque se llamaban las "capacidades"en el siglo pasadoy en la actuaiidadias "competencias",togas rojas y armiños, sotanasy gorros cuadradosde los magistradosy de los doctoresen otro tiempo, títulos escola¡esy distinciones científicas de los investigadoresho¡ toda esta "muestra tan auténtica",como decía Pascal,toda esta ficción social que no tiene socialmentenada de ficticio, modifica la percepción social de la capacidad propiarnentetécnica.Así, los juicios sobre las capacidadescientíficasde un escudianteo de un investigador están siemPrecontrtminndos,en todos los niveiesde la carrera,por el conocimiento de la posicién que él ocupa en las jerarquíasinstituidas(la de las grandesescueiasen Franciao la de las universidadesen los Es¡adosUnidos, por ejemplo). Por el hecho de que todas las prácticasestánorientadashaciala adquisición de la autoridad científica(prestigio,reconocimiento,celeb¡idad,etc.), apuesta intrínsecamente dob/e,1oque sellama comúnmente"el interés"por una actividad científica(una disciplina,un sectorde estadisciplina,un rnétodo,erc.)essiemla prc dc dcbl e faz:y lo m isnio ocur r ecor rl¡ s cst r r t cgiasque t iendena asegur ar sati sfacci ón de esteint er 'és.
2. el confl i cro ,1uc rcl ata S apol s k ventrc l os parti dari os de l a fl uori dac i ón, es dec i r, eni rc l os deientadores dc la autoridad o|tcial (./tealtoficinls) que se estiman únicos "competentes" en ni ateri ade sal udpúbl i c a, y l os adv ers a¡i osde es ¡ai nnov ¿c i ón,entre l os c ual ess e c uentan muc hos ci e¡rtífi cos,pero qui en es ,a l os oj os de l os oi l c i al es ,s obrepas an"i os l í¡ni resdc s u domi ni o propi c rIe competenci a',permi te pc rc i l -i r c l a¡amc ntcl a v erdad s oc i aldc l a c c ,mpc tei rc i .t. c omo pal abra ¿u¡c¡i z-aciyapal abrade ¿utori d¡d quc c s i o que es tí c n j uc go en un¿ l uc l l a entre i os grupos (c f. i -I. tof. Sapolsliy,"Science,Voters and rhe Fluoridation Controvcrsl"', Stience,Vol- I 6f. f5 de octubre C e 1968, pp.427-433). E i probl ema C e l a c onrpetenc i ano s e pl anteaj amásc c n tante agrrde-zya cl ari dadcomo en Ia ¡el ac i ónc on l os "profanos "(c I S . B . [J rrnc s ,"On rhc R ec c pti onoi S c i enti fi c B el i efs,i nB .R arnes(c d.),S oc i ol ogy ofS c ¡rz r,Lonc l on,P engui n, l )72,pp.269-291:L.B ol tans k i
et S or¡l :és7 (1), 1. Fls rcr c r r o l r a e p a r . c i d ,r b :r jo u n a fo r m a lig cr a m cn tc d iic¡ e ntc en S oci ol ogíc
y P. Maldidicr, "Carrilre scientiiiqr-rc,mo¡ale scicntifique et vulgarisarian", Information sur le:
1 e 7 t,pp. 91- 118.
tri ences 5oci abs,(9), 3, 1970,pp. 99-l I 8).
rI
Pierre Bourdieu
EI cantpo científco
LTn análisisque intentaraaislaruna dimensiónpuramente"polítice"en los conflictos por ia dominación del campo ciendficoseríatan radicalrnentefalso
de ser pcrcibidocomo importante e interesante,es lo que tiene posibilidades para los otros, Por lo tanto, de hacer r.corlo.ido con'roimportantee interesante a los ojos de los otros al que lo producecomo importalltee interesante 3parecer íseránecesarioexaminar de nuevo estadialécticay las condicionesen ias cuales
como el prejuicioinverso,lnás frecuente,de no retenefsino lasdeterminaciones "puras" y puramenteintelectuales de los confl.ictoscientíficos.Por ejernplo,la por la obtenciónde crédirosy de instrr-rlucha que opone ho;' a los especialistas mentos de investigación,no se reCuceiamása una sirnpielucl-rapor el poder propiamente "político": aquellos que se encuentran a la czbezade las grandes sólo pueden imponer su vicroriacottlo una vi.roria de Ia burocraciascientífrcas ciencia,si se muestrancaprcesde impon.-runa definiciónde la cicnciaque implique que la buenamanerade hacercienciasuponela utilizaciónde los sen'icios de una gran burocraciacientífica,pror.istade créCitos,de equipamientostécnicos poderosos,de una mano de obra aL,undante;]¡ ccttsiitu)/enen metodoiogía universaly eternalos procedimientosde la encuestapor sondeode grandesmuestras, las operacionesdel análisisestadísticode los datos y de la formalizacióndc ios i-esultados,instaurandoasí como medida de toda prácticacientíficael patrón Recíprocamente,los pe¡sonalese institr-rcionales. más favorablea sus capacidades políticos: son siémpre,inseparablernente,-conflictos conflictos epistemológicos así, una investigaciónsobreel poder en el campo científicopodría perfectarlente incluir sólo cuestionesde índole epistemológica. De una definición rigurosa dcl campo científico como espac(r objetivo de un juego donde se encuentrancomprometidasapuestascientíficas,se desPrencientíficasy de que es en vano distinguir entre determinaciot.¡es F)ropiamente d et er m inac ion e s p ro p i a m e n te s o c i a l e s de prácti cas csenci al mente Es necesariocitar la descripción de Fred Reif, que deja ver, sobredetenninadas. casi a pesarsuyo, hastaqué punro es artificial -y hasrairrrposi'ble-la clistinción del interésintrínsecoy dei interésextrínseco,de lo que es importanre Paraun investigadordeterminado y de lo que es irnportante para lc,sotrcs investigadores: "Un cientíñco busca realizarias investigacionesque consideraimportantes. Pero la satisfacciónintrinsecay el in*rés no sonsusúnicasmotiuacioncs.Esro aParece ciaramente cuando se observa lo que ocL;re cuando un investigadordescubre la publicación por otia personade un resultadoque él estabaa Punto de alcanintrínsecode su trabajo zar.-Se sier,tecasi siempre trasrornado,aunqlle el in¡,ery's no esté de ningún mc,do afec¡ado.Es que sLl trabajo no debeser lnteresl¿nte solamentepara y'|,sino tlue t/rbe tdntbi¿n ser ;ntPortuniepara los otros".1 l-t, que es
tunciona,en beneficio de la acumulatividad,:ien¡íficay no co¡rlo un simple círculo de legitimación mutua). Aún a riesgo de volver a la filo.sofíaide¡lisra que ororga a ia ciencia el segúnsu lógica inmanente (como lo hacetodavíaKuhn poderde desarrollarse .uando sugiereque las "revolucionescientíficas"no sob¡evienensino a contii, 1'
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nuación del agotamiento de los "paradigmas"),es necesariostlPonerque las inversionesse organizan por referenciaa una anticiPación-conscienre c itrconsciente-de las posibilidadesmediasde beneficio (q*e ." esPecificantambién en función del capiral detentado). Así, la tendencia de ios investigadorcs a concentrarsesobre los problemasconsideradoscomo los más importantcs (por ejemplo, porque han sido consriruidoscomo lales, por productores Jotadosde un alto grado de iegitimidad) se explica por el hecho de que un apoite o un descubrimientoque conciernea estascuestionesestá encaminailo a aportar un beneficio simbólico más importante. La compefenciaintensa tiene todas las posibilidadesde deterrnique se encuenrraasí desencadenada naf una baja de l* rasasmedias de beneficio marerial y/o simbólico y, Por este medio, la dirección de una fraccién de los investigadoreshacia otros objetos menos prestigiosospero alrededor de los cuales la competencia es rnenos fuerte ¡ por ello, adecuadospara ofrecer beneficios, al menos, iguaiÍncnte i mport ant es. a La distinción que hace Merton- (al hablar de las ciencias sociales)entre corrflictos"sociales"(que tratan sobre "la asignaciónde ios recursosintelec¡uaiesentre diferentesclasesde trabajo sociológico"o sobre "el roi que convieneal sociólogo")y conflictos "intelectuales",'oposicionesde ideassociolósicasestrictamenteformuladas" (R. K. Me rto n, TheSociologyofScience,Chicago and London, The Universiry of Chicago Press,1973, P. 55), constituye ella misma una esirategia,a la vez social e intelectual, que tiende a irnponer una clelimitacióndel campo de los ob.ietcsde discusión legítimos. En efecto, se habrá reconocido,en estadistinción, una de esasestrategiaspor las cualesla
3 . F . R e i f , " T h e C o m p ctir ive Wb r d o f d c Pu r e Scie n tist",S ci ence,15 dc di ci embre tl e 1961, 134
4. Es necesariocomprendcr en la misma lógica l¿stranslerenciasde capital de un campo dctcrminado a un campo socialmente inferior, donde una competencia menos intensa prometc posibilidadesde
4), pp.1957- | 962. G4..o'
beneficios más altas al detentador de un capir¿l científico determinado.
la respetabilidadacadémica1' sociologíaamericanaoficial tiende a asegurarse a imponer una delimiración de 1o cienrífico y de lo no-cienrífico adecuada para prohibit como faka a la convenienciacientífica,toda interrogacióndestinada a poner en cuestión los fundamentos de su respetabilidad.5 Una ciencia au.énricade la cienciano puede constituirsesino a condició¡.i de rechazarradicalmentela oposición abstracta(que se encuentra rambién en orra parte, en his¡oria del arte, por ejemplo) entre url anáiisisin¡nanente o y que restiiuiríala lógiinterno, que incumbiría propiamentea la epistemología ca segúnla cual la ciencia engendrasuspropiosproblemas,y un análisisexterno, que relacionaesosproblemascon sus condicionessocialesde aparición. F.sel campo científicoel que, en cuanrolugarde una lucha política por la dominación científica,asignaa cada investigador,en función de la posición que ocuPa,sus problemas-indisociablementepolíticosy científicos-,y sus métodos -estrategiascientíficasque, por el hecho de que sedefinenexPresau obietivamentepor del referenciaal sisremade las posicionespolíticasy cienríficasconstitr-rtivas "elección" No hay estrategias políticas-. tiempo al mismo campo cienrífico,son científica-eiección del dominio de investigación,elecciónde los métodosempleados,eleccióndel iugar de publicación,elección,que describeHagstrom,o enrre la publicación rápida de resultadosparcialmenteverificadoso la publicación tardíad.eresu!tadcsplenamentecontrolados-,que no"sea,en alguno de sus
La acumulación del capital científico La luclra por ia autoridad científica, especieparticular de capiml social que asegLlraun podef sobre los mecanismosconstirurivos del campo y que puede ser feconvertido en otras esPeciesCe capital, debe lo esencialde sus al hecho de que los productorestienden (tanto más curnto el características campo es más autónomo) a no tener otros clientes posiblesque sus co¡lctlrrentes.Esto significa que en un camPo científico fuertemente autónomo, un productoi part;cularno puede esPerarei reconocirnientodel valor de sus productos ("reputación", "prestigio", "autoridad", "competencia", etc') sino de ios otros productores,quienes,siendo también sus collcllrrentes,son los menos propensosa ororgárselosin discusión ni examen.En primer lugar, de hecho: sólo los sabioscomprometidos en el mismo juego tienen los medios para apropiarsesimbólicamentede la obra científica-yde evaluarsus méritos. Y ambién de derecho: el que apela a una auroridad exterior al campo no puede atraersesino el descrédito7(toralmente similar en esto a un camPo artístico fuertemente autónomo, el campo científico debe su especificidad, entre otras cosas,á1 hecho de que los concurrentes no Pueden contentarse con distinguirucde sus antecesoresya reconocidos, sino que están forzados, so a inregrar sus logros en la construcpena de ,1, ,,rp"r"dos y "desclasados",
serobtenido de los pares-concurrenres.
ción distinta y distintiva que los suPera). La luchaen la cualcadauno de los aqentesdebecomprometerseparaimponer el valor de susproclrrciosy su pfoPia autoridad de producror legítirno,riene,de hecho,siempreen juego el poder de imponer la definición de la ciencia (i. e.
! . . De e n r r e l a s i n n u m e r ab le se xp r e sio n e sd e e stccr e d o n e u tr a l i sta,éstaes parti cul armentetípi ca: " E n c u a n t o p r o f e s i o n a l e s- co m o u n ive r sita r io so e n e l e je r ciciodc su profesi ón- l os soci ól ogossc
7. Fred R ei f¡ecuerda que aquel l osque, c on l a preoc upac i ónde v er s u trabaj o publ i c ado l o más i mportantc s en fís i c ¡ h¡n rápi damcnteposi bl c,rec urren a l a prens ac oti di ana (c i es c ubri rni entos
el menos confesadoy el menosccnfesableevidentemente,una estrateaspectos, gia políticade ubicaciónal menosobjetivamenteorientadahaciala rnaxirnización del beneficiopropiamentecientífico,esdecir del reconocimientosusceptiblede
soci al . c ons id e r a nes p e c i a l m e nr eca p a ce sd e se p a r a re, n n o m b r c d e l scnti do ,.Jesu rcs¡ronsabi i i dad s u idc o l o g í a p e r s o n a ld e su r o l p r o fe sio n a le n su s r e la cio n e scon sus cl i entcs,:us públ i cos i 'sus pares.F.sclaroQue esro es el resultaciomás cabalde la aplicación del concepto de profesierneliz-ación en la so c i o l o g í a ,p a r t i c u l a r m e n tee n e l p e lío d o d e a ctivism o u ni vcrsi rari oquc comi enzacn I96Í (Ben-David, 1972). Desde la organizacióninicial de [a sociologíacomo disciplina, muchos sociólogas han t cn i d o i d e o l o g i a sp e rso n tle sta n in te n se sq u e lo s cm p u ja b r n a trararde P cnersusconocl ml cntos debíanafrontar e[ probl cma C el ;rs al s en i c i r ¡ d c l c a m b i o s o c ia l,m icn tr a sq u c, co m o u n ive r sita r ios, normas que se imponen al ..locentey a[ investigador". M. Janorvitz,'l-y'teArnerican Jotnza! ofSoc io l o g t T , S (1), juiio de 1972, pp. 105-135. ('. \(l D. Hegstrom, The Scientifc Communiry, New York, Basic Books, 1965, p. 100.
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la delimiración del campo de los problemas,de los métodos y de las teorías que pueden ser consideradascomo científicas)más conforme a sus intereses
podido asíseranunciadosen el NewYorh fir¡;rs), seat¡aen la reprobaciónde suspares-conctlrrenies, ennornbredel adi sri nc i ón entrepubl i c dc i ónv publ i ti dadquedi ri geta¡nbi énl as ac ti tudes res P ec to de autode no ser sino io¡mas eufcmiz-aclas a cicrrasformas de vulgariz-ación,siemprc sos¡rechosas di vul gaci ón.5crásuf i c i enrcc i rarl os c omc ntari o,,l .l eJ i ror d.l di arr, oi i .i ,l dc l os fi s i c os¡mc r i c rtros : "Por cortesía respecroa sus colegas,los autores tienen la costum,brede impcdir toda fb¡ma de queés tos hay anapar,,..' oc nl arc v i s te¡:i entífi c a l .os di vul gaci ónpúbl i ca c l es us artíc ul os anres de que i tl terc s l n:t l os descubri mi entosci en¡ífi c os no pos een l x s c arac terís ¡i c ass ens ac i onal i s tas di ari osy todos l os medi os de c omuni c ac i ónde mas asdeben poder tener:l c c c s os i mul tárr l rri entc a l a i nformaci ón. E n adel ante,rec haz a¡emospues l os artíc ul osc uy o c onteni c l ohubi c ra :i do v ¿ putl i cado en i a prens ac oti di ana' . F. R ei f' 42. rrt
8l
EI canrPo científicrt Pierre BourdieL¿
específicos,es decir la más adecuadapara permitirle ocupar ccn rotal legitiniidad la posición dominante, asegurandola posición más alta, en la jerarquía de los valo¡es científicos, a las capacidadescientíficas de las cualeses el detentador a título personalo institucional (por ejemplo, como detentador de uua especiedeterminada de capital cultural, como anriguo alumno de una institución de enseñanzaparticular, como miembro de una institución científica determinada, etc.).3 Así, los debatessobre la prioridad de los descubrimientosoponen) en más de un caso, al que ha descubiertoel fenómeno desconocidobajo la forma frecuente de una simple anomalía,de un fallo de las teo¡íasexistentes,y al que hace de eiio un ltechocientífico nuevo! insenándoü en una const¡ucción teórica que es irreduciible al siraple daro bruto: esasdiscusionespolíticas sobre el derecho de propiedad científica -que son, al mismo tiempo, debates ci ent í f ic os s ob re e l s e n ti d o d e l o q u e e s descubi erto y di scusrones epistemológicassobre la natura/ezadel descubrimientocienrífico-, oponen en re alidad, a ¡ r avé s d e e s o s p ro ra g o n i s ta sp a rti cul ares,_dos pri nci pi os de jerarquización de las prácticas ciencíficas,uno que confiere la primacía a la observacióny a la experimentación,x por io tanto, a las disposici<.tncs ¡' a las "intereses" capacidadescorrespondie¡rtes;el otro que privilegia la teoría y los científicos correlativos, debate que jamás ha dejado de ocupar el-:centrode la ref lex ión epis r e mo l ó g i c a . Así, la definición de.lo que está en juego en ia lucha científica forma parte de lo que está en juego en la lucha científica,y los dominantesson aquellos que llegan a imponer la definición de la ciencia según la cual la rcalizactón más acabadade la ciencia consisteen rener,ser y hacer,lo que ellos tienen, son o hacen. Es decir que ia comunisdoctorum opinio, como decía ia escolástica, no es jamás sino unafcción ofciai que no tie¡re nada de ficticio, porque la eficacia simbólica que le confiere su legitimidad le permite cumplir una función semejantea aquella que la ideología liberal hace jugar a la noción de opinión pública. La ciencia oficial no es lo que en general hace de ella la sociología de la ciencia, es decir, el sistemade las normas y de los valores que
8. En cada rnomento, hay una jerarquía social de los campos científicos -las disciplinas- que orienta fuertemente las prácticasy particularme¡rre ias "eleccioncs"de "vocación" -y ai inre¡ior de cada uno de cllos, una jcrarquía social de ios objetos y de los mérodos de tratamiento. (Sobre estc purrto, cf, P Bou¡dieu, "Méthodc scientifique et hiérarchie socialedes objers", Actesdc la Recherche en S c i e n r c sS o c i a k s ,| , 1 9 7 5 , p p .4 - 6 .) ( L a s a u to r r cfe r cn ci as, muy numerosasen esrer(.xto,ri enen una función estrictamente estenográfica.)
,,comuni daclcient í f ici, gr upo indif er enciado,im pc, ndr í ae inculcar í aa r evolucionar iasólo im put able tocl ossus mi em br os,consider andola anom ia cient í f ica. tEst a visión "dur k¡ eim iana'dei cem pt ' .r i :rl l ascl e i a socialización clel urlide la representación cicnríficopodría ito sei sino la transfiguración del or den cicnt í f lcc,t ienen int er ésen ..ersr¡,:i entífi c que o los sosr enedor es
l :r
;i i ]l l ol l er,v en p r im er luger , a sus concur r int es' "funcionalismo", N,-rncase terminarían de enu¡nerarios e.iempiosde este en su teoría dc la :n.luso en un auror que, conto Kuhn, da lugar al c<-,nflicto (cie las ciencias)se esi.volucióncientífrca:"LIna comtrnidad de especialistas que ella t:t¡,ti r(ípor ase gur arla pr ogr esiónde la acum uiaciónde los dat os Scientiiic (T" I(uhn, The stn'¿ctttreof ¡,trcdeutilizar con precisión y en detalle" of Chicago Press' 1962' p' 1C'B)l!'a !!:t'olttrions,Chicago, The Unive¡sity Porque la "funt]lt.ilctrffI¿de las reuolucionescienrífc¿s,lr4éxico, FCE, 1980] no es otra .i,,¡", en el sc¡tido del "funcionalismo" Ce la escuelaalnericana, campo o del .i,s:r(lirciel interésde los riominantes(de un campo deter¡rinado los domi,ic ia lucha cie clases-la clasedominante-), es decir, el interésque (o la interescs sus t.ixnrcsticnen en la perpetuaciónde un sistemaconfor¡ne a agentes),basta lit,rlrj, que el sisternacumple para esta ciase parricular cle de la haciendo c¡i r si l enci a¡l o s inr er eses( i. e. las f uncionesdif er enciales) , "conrunidaclcientíf¡e¿"ei sujeto de prácricas,P^í^ caeren el "funcionalismo"' es Y precisamentePorque la definición de io que estáen jtrego en la iucha donde el consen,,i.,ictode lucha, inciuso en ciencias-corno las matemáricas-sin cesara enfretlta se uno sobrc lo que estáen jucgo es muy alro, s()ai-rarente hs anrinomiasde la legitimidad. (El interésapasionadoque los investigadores *¡, cienciassociaiesmanifiesranpor las cienciasde la ¡raturalezano se comprensu ricría ce orro ,rrodo: es !a definición de los principios de evaluaciónde propia prácticalo que estáen jtrego en su pretensiónde imponer' cn nombre o de la sociologíade la ciencia,la defl¡ricirinlegítimade la .i. l" "pirremología f,rrma más legírima c{ela cicnci,r,es ciecii,la ciencia de la naturaleza.)Iin el
s oc i al en c l :i . (-omo l a fi l osofía s oc i al de i ns ¡ri rec i éndu¡k hei mi ana qtre dc s c ri bc el c onfl i c to c i enc i ari ende a l a dc es ta fi l os oi ía anonri :r, c l e l a .l ci i quaj c
de clases,no existeinscarnpo científico, como en cl campo cic las relacio,nes de legitirancia que legirime las insranciasde legitimidad;las reivindicaciones cuyos interede los grtlPos relativa de la fuer¿a su legitimidad obtienen midad
[a adqui si ci ónde capit alsuplem ent ar ioy donde la car r er acient í f ice"exit ose" se presenta,Por esta razón, como un Procesocontinuo de acumulación, en ei cual el capi tal inicial, r epr esent adopor el t í t ulo escolar ,juega un r ol
sesellas expresan:en la medida en que la definición misma de Ios criterios de juicio y de los principios de jerarquizaciónes el objeto de una iucha, nadie es buen juez, porque no hay juez que no seajuez 1' parte. Pu ede v er s e la i n g e n u i d a d d e l a té c n i c a d e l os " j ueces" , a l a cual l a
derermi nante:" D esde la 'high school', el f ut ur o hom br e de ciencia t iene conoci mi ento del r oi de la com pet enciay del pr est r gioen su éxit o f ut ur o. l)ebe esforzarsepor obtener las mejoresnotas para ser admirido en el 'college' y tnás tarde en la 'graduate schooi'. Se da cuenta de que el pasaje Por un
rra d i c ión s oc iológi c a h a re c u rri d o mu y c o m ú n mente para defi ni r l as j erarquías característicasde un campo determinado (jerarquía de los agentes o de fas instituciones -las universidadesen los Esradcs Unidos-, jera rq uí a de los pr ob l e ma s , d e l o s d o rn i n i o s o d e l os métodos, j erarquía de
' col l ege' presti gi osot iene una im por t ancia decisiva par a él ( . . . ) . En f in, debe ganai la estima de sus profesorespara asegurarselas.cartasde recomendación que le ayudarán a entrar al 'college'y a obtener las becasy los
los campos mismos, etc.). Es ia ntisma fiiosofía ingenua de la ob.ietividad . omo si su posi ci ón l a q ue ins pir a el r ecu rs oa " e x p e rto si n te rn a c i o nal es"C d e o bs er v ador esextra n j e ro s p u J i e ra p o n e rl o s al abri go de l as posi ci ones to ma das y de las t o ma s d e p a rti d o , .ñ u .t mo mento en que l a economía d e l os int er c am bio s i d e o l ó g i c o s a d mi te ta n ta s soci edadesmul ti naci onal e s, y c om o s i s us a n á l i s i s " c i e n tífi c o s " d e l e s ta do de l a ci enci a pudi eran ser otra cosa que la justificación científicamente enmascaradadel estado p a rti c ular de la c ie n c i a o d e l a s i n s ti tu c i o n e sci entífi casde l as que ei l os fo rma n par t e. S e v e rá l u e g o q u e l a s o c i o l o g íade l aqi enci a escapamLl )' ra ra m ent e a €s t a es tra te g i ad e l p e ri ta j e c o l rl o ri mposi ci ón de l egi ti mi daC q u e pr epar a una c o n q u i s ta d e m e rc a d o .l u L a aut or idad c ie n tífi c a e s , p u e s , u n a e s p e ci eparri cul ar de capi tal qtre p u e d e s er ac um ula d o , tra n s m i ti d o e , i n c l u s o , r econverti doen otras especi e s b ajo c ier t as c o n d i c i o n e ' s .S e p u e d e p e d i r p r estadaa l j red Il .ei f l a descripción del proceso de acumulacién del capital científico y de las formas
premi os (...). C uando est é en la búsquedade un em Pleo, est ar áen m ejor posi ci ón si vi ene de una inst it ución conocida y si ha t r abajado con un investigadorrenombrado. En tc¡do caso, es esencialpara él que en el mundo de l os hombre s de pr im er r ango se acePt eaPor t ar com ent ar ios [ avor ables sobre su trabajo (. ) El accesoa niveles universitariossuPerioresestá sometido a los mismos criterios. La universidadexige nuevamentecartasde recomendación,dadas Por exPertosdel exterior, y puede a vecessuscirarla formación de un comité de examen antesde tomar la decisión de promover a alguien a un puesto de profesor tituiar". Este procesose continúa con el accesoa l os puest os adm inist r at ivos, a las com isiones guber nam ent ales; etc. Y el investigador depende, también, de su reputación ent¡e sus colegas, para obtener fondos de investigación,para atraer estudiantesde calidad, para asegur ar se gr ant s y becas,invit acionesy consult as,dist inciones (i . e. P remi o f.l obel, Nar ional Acader nf of Science) . El r econocim ient o sociaimentemarcado y garantizado(por todo un conjunto de signos espe-
qne roma su reconvcrsión. Ello en eI casoparticu/ar del campo de ia física contemporánea,donde ia posesiónde un capiralcientífico tiende a favorecer
ot or ga a cífi cos de consa gr aciónque el gr upo de los par es- concur r ent es cada uno de sus miembros) es función del uelor disúntiuo de sus productos y de la originalidad (en el sentido de ia teo¡ía de la información) colectiva-
de l os regímenesuni versi tl ri os, 10. Dc t r á s d e l a s p r o b l c m á r ice sd e e xp e r to sso b r ecl va lo r r e la ti v<¡
mente reconocida a la contribución que é1 aporta a ios recursoscientíficos 1'aacumulados.El hecho de que el capital de autoriciadproporcionado por ti descubrimiento esté monopolizado por el primero en haberlo hecho o,
s e oc ul r a , i n e v i r a b l e m c n ¡ e ,la cu e sr ió nd e la s co n d icio n e só p timas para el dcsarroi l odc l a ci enci a y por c l l o d e l m e j o r r é g i m e n p o lítico , p u e sto q u c lo s so ció lo gosameri canosti cnden a hac.r dc ,.. " dem o c r ¿ c i al i b e r a l " ¡ l a m a n e r a a m e r ica n ala co n d icii;n d e la "democraci aci cn¡ífi cJ'. C f-.,por ejemplo, R. K. iv'lerton, "Science and Technologv in a Dcmocratic Order",.[ournal of Legal nt::i ttnrl Soti,¿i Polirical Sociologt,\/ot. I, 1942, publicado nuevamentc en R. K. lvlerton, Social T'l,cor.y .9trur'rtre lfeería ;t' ?strt4ttufttsociabs,Bucnos Aires-México, FCE, 1964] cdición rcvisada, Frec Pres s ,1 9 6 7 , p ¡ 1 1 t t - ) i 1; b e jo cl títu lo "Scie n cca n d l) e m o c rati c S oci al S tructure", i J. Il art¡er. Science¿¡t¿ld¿ So¡;¿l Ordzr, Glencoe, The Frcc Press,1952, pp.73 v 83.
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al menos, en haberio hecho conocer y reconocer,explica la imporrancia 1' la f¡ecuencia de las ct¿estiones de prioridad. Si ocurre que muchos nombres están ligados al primer descubrimiento, el prestigio atribuido a cada uno de el l os se encue nt r adism inuido ot r o t ant o. Aquel que llega al descubr imi ento al gunas sem anaso algunos m esesdespuésde ot r o ha dilapidado todos sus esfuerzos,sus t r abajos se encuent r an así r educidos al st at us de dupiicación carenrede interés de un trabajo ya reconccido (lo que explica
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Piarre Rr¡urdiet.t
la pr ec ipir ac ió nc o n q u e a l g u n o sp u b l i c a r-r p ara evi rer scr eventaj ados).i rE l concepto de uisibi/itL que emplean frecuentementelos autores americanos ( s e t r at a, a m e n u d o , d e u n a n o c i ó n d e u s o cor¡i ente entre l os uni r,' ersi rarios) expresabien ei x'sfsv¿,.t',rerencia/, t/istintiua, de esta especieparticr,rlarde capit al s oc ial:a c u rn u l a rc a p i ta l e s " h a c e rs eu n no,tbre" , un nonrbre prrpi o ( 1' ,p" r " algun o s , u n n o mb re d e p i l a ), u n nombre conoci do y reconoci do, marcaque distinguede entradaa su portado¡ ai recortariocomo forrna visible del fondo indife¡enciado,cesapercibido,cscuro, .n ci cuai sc pieicl.ela mayoría (de alií, sin duda, la importancia ce las meráforasper.ceptivas, de las cualesla oposición entre brillantu y oscuroes el paradigma)e' ia mayor parte de las taxonomíasescolares).!2 La lógica de !a disrinción F.rncionaa pleno en el caso cie las firmas múltiples que) en cuanto rales,reciucenel udlor iistitttiuo impartido a cada uno de ios signatarios.se puede así comprenderel conju.rro de las o bs er v ac iones d e H a rri e r A . Z u c k e rma n r3 sobrel o:; " model os de rango de
E! cantpo científico
nominación entre los autoresde artículos científicos" como el producto de es¡xregiasque apuntan a minitnizar la phdid,z de uabr distintiuo que está impuesrapor las necesidadesde la nueva división del trabajo científico. fuí, para más fre.rpli.". que los laureadoscon el premio Nobel no sean nombrados dado ;uetrtementeque los otros en el primer rango -{omo debería esPerarse, de relativo valor del orden que los autores son normalmente nombrados en el de ia ,,,.orrrib,r.ión-, no hay necesidadde invocar ur¡. moral aristocrática ,.nobleza un nomde visibilidaci la que obliga'; en efecro,es suficienresuponer seriees función, en primer iugar, de su uisibilidad relúüua,definida una en [)¡e el rango que ocupa en la serie ¡ en segundo lugar, de su uisibilidad intrínpor 'trcú, qve resultadel hecho cieque, ya conocido, es más Fácilmentereconocidov vaya rctenido (uno de los mecanismosque hacen que, aquí también, el capital ll capital) para comprender que la tendencia a abandonara otros el primer
1 l . A s í s e e x p l i c a nla s e str a r e g ir sn r u t.d ife r cn r e r q r r c lo -.;i nyesti gadoresponenen prácri caen l a difusión de |aspreimpresíoncsy de las reimpresiones. Sería lácil mosrrur que rodas ias diferencias o b s e r v a d a s e g ú n l a d iscip lin ay la e d a d d e lo s in vcstig a dcresc i a i nsri ruci ón a l a cuai prrrenccerl
beneficio rangocrezca a medida que crece el capital poseído, con lo que el silnbólicoesráauromáticamenteaseguradoa su poseedor,independientemensus re del rango de nominación.raEl mercado de los bienes científicostiene entrar hacer de leyes,que no rienen nada que ver con la ¡noral. Y con el riesgo cn la ciencia de la ciencia, bajo diversosnombres "eruditos", lo que los agentes
puedcn ser comprendidas a partir de las funcic.¡nesmuy diferentes que cumplen esrrs dcs funn¿s de comunicación científica; la priinera, que consistccn difundir muy rápidamente.,.escapando a las demcras de la publicación científica (venta.¡aimportanre en los secrores "lt"rn"nrJ-.o-pcririvos), entre un número restringido de lectores que son también, frecuentcmcntc, los concurrentes más c o m P e t e n t e sp, r o d ucto s q u c n o e stá np r o te g id o sp o r la publ i caci i ¡nofi ci ai contra l a ap;-opi aci ón
"comunidad ciendfica"' e¡ llaman a veces"ios valores" o "las tradiciones" de la necesariofeconocerZOmo taleslas estrategiasque' en los universosen los cuales se [iene interés en el desinterés,rienden a disimuiar las estrategias. Estas esrrategiasde segundo orden, con las cuales uno sePone en regla,
lr a u d u l e n r a , p e r o q u e so n su sce p tib le sd e scr m e jcr a dos por l a ci rcul aci ón; l a scr¡unda,que consiste en divulgar rnás ampliamentc, entre el conjunto dc los colcgas o dc los interesados, productos marcados y socialmente impurados a un nombre propio (cf. .üfi Hagsrrom, "Factors
rransfigurandola sumisión a las leyes (que es la condición de la satisfacción de los inrereses)en obedienciaeiectivaa las normas, Permiten acumular las del inrerés bien comFrendido y los beneficios casi universalsarisfacciones inenre prometidos a accionesque no cienenoEradeterminaciónaParenteque
Related to de Use of Dilferent Modcs of Publishing Researchin Four Scientific Irields", en: C. E. Nelson y D. K. Poliok, eds.,ComnzunicationAmong Scientists and Engineers,L,exingtori (Mass.), H e a l t h L e m i n g t o n B o o ks, D. C. l"le e r ha n J Co ., 1 9 7 0 ) .
el respeto puro y desinteresadode ia regla.
1 2 . D e a l l í I a s d i f i cu lta d e sq u e sc e n cu e n ¡ r a ne n la s in vcsri gaci onessobre l os i ntel ectual cs,l os s a l ¡ i o so l o s a r t i s t a s,ta n to e n la in ve stig a ció nm ism ,. co mo en l a publ i caci ón de l os resul rec-l .¡s: ProPone¡ el ¿nonittiato a Personasque csián totaimente ocupadascn hacerscun nombre, es fiacer desaparecerla motivación principal
¡rroblcmasequivalentes, au n q u e n o f ' . r e ¡ as i no p o r q u e cl a n o h im a to ticn c p cr cl ecro tornar cl di scurso i ni ntcl i gi bl e o t r a n s P a r e n t cs e g ú n e l g r a d o d c in fcr m a ció n d c lo s Je ctorcs(tanro rr,ás cuanto, c!) cstc c:l so, m u c h a s p o s i c i o n e sno cllcl]la n sin c co n u n cle m cn to , u n nombrc propi o). 13 . F I . A . Z u c k e r r r r a n ,"Pa tte r n so f Na m c Or d e r in g a m o n gA urhors of S ci enti fi csP apers:A S rudv of social simbolism and irs Am b'iguit.,:', Aneriran Journal of sociology,74 (3), n<.'viembreclc I 968, po . 2 7 6 - 2 9 1 .
Capital cienlfico
y propensión a invertir
el . La estructura del campo científico es definida, err cada momento' por estado de la relación de fuer¿asenrre los proragonistasde la lucha, agenteso moralI4. El modelo propuesto aquí da cuenta perfectamente -sin apelar a ningún determinante la obtención de luego frecuentemente ,l':l hecho de que los laureados ceden e[ primer rango más marcada que dcl premio y de .¡ue su contribución a la investigación premiada seamás visiblemente colectiva-"' i:r parte que ellos han tomado en sus otres invesrigaciones
es dectr, ¡:or la c-structurade Ia distribucióndel c,apitalespecífiinsritucione.s; co, resultado.lc las luchasanterioresquc se encuentraobjetivadoen institucioy las posibilidadesobjetivasde y que dirige las estrategias nes y disposiciones, (BastaaqLlí,como los diferentesagenteso institucionesen las luchaspresentes. en otra parte, con percibil la relaciór'rdialécticaque se estableceentre las ess o r i n te rm e d i o d e l a s di sposi ci ones--pal ahacc' rru ct ur asy las es t ra te g i a-p la antinomia cle la sincronh y h diac¡onía,de la estrucruray lr desaparecer hisroria).La estructurade la dist¡ibución del capitalcientíficoes el fundamento de las transformacionesdel campo científico por mediación de las estrat.-gias de co¡iservacióno de sul¡versiónde la estructuraque la estructura misma produce: por una parte,la posiciónque cadaagenresingularocuPaen un momen, t í em po e n l a e s tru c tu rad e l c a mP o ci entífi co es l a resul tante, to d a d< .del del conjunto de las objetivadaen institucionese incorporadaen disposiciones, dependen,ellas que de es¡eagentey de sus concurrentes, esrrategias-antcfiorcs, mismas, de la cst¡uctura del campo por rnecliació¡rdc las plopiedades estrucl', Po¡ otra parte, las turalesde la posició¡r a paftir de la cual son engendraclas; d. de la estructuradel campo son el Producto de estrategias rransformaciones conservacióno de subversión,que encuenrranel principio de su orientación1' de su eficaciaen las propiedadesciela posiciónque ocupan aquellosquieneslas rL producenen el interior de la estructuradel campo. las inversionesde los ca-mpo, dei determinado en un estado que Esto significa (m e di de, por ej cm¡l o,en ri emP U d e nta n toe n s u i m Po rta n c i a i n vcs r igadordepen es consagradoa la investigación),como en su naturaleza(¡ en particular,en el grado de riesgoasumido),
O. Ha g str o m , "Sponsore,Jancl C on¡est l v{obi l i ty ot
de k¡ s t í t ulos de, lr igen: de son i ndeperl di ente(sent r e ellos)e independient es -fn taltto capital escolarreconve¡tible el título que hecho, en la medida en que cn capi r¿luni versit er ioy cicnt í f ico- cncier r aun3 t r ayect or iapr obable.dir ige' por mediación de las "aspiracionesrazonables"que autoriza, todo lo relativo a la carreracientífica (la elecciónde objerosmás o menos "ambiciosos",una Productivi.lad rnás o urenos grancle,etc.); de sLrerteque el efecto del prcstiqio de las j'contaminando"el juicio ins¡itucionesno se ejercesolamentede maneradirecta' por !a candCady la eliclad científicasnranifestadas emiúdo sobre las capacidades -a través de los contactos con los indirecta sólo de manera ni de los trabajos-, maestrosmás prestigiososque procuran un alto origen escoia¡(ló m:ís frecuenternenre,3sociadoa un alto oriqen social)-. sino tarnbién por mediación de la "causalided que autoride lo probable",es decir,por la virtud d. las aspiraciones aná.lozán o favorecenlas posibilidadesobjetivas(se podrían hacer observaciones de escolares los títuios social, cuando del origen gas a propósito de ios efectos partida son semejantes). Es así, por ejemplo, eue la oposicién entre las colccacionessegurasde la de la invesrigay las colocacionesriesgosa^s investigaciónintensivay especializ.ada ción extensivaque puede conducir a las vastassíntesisteóricas(revolucionariaso -aquellos que, en el casode la físicaanalizadapor Fred Reif, consisten eclécticas) en informarsesobre los desarrolloscientíficosproducidos fuera de los lírnites estfictosde la especialidad,en lugar de descansarsobre los caminos trillados de una dirección de investigaciónprobada,y que pueden quedarseen Pura pérdida o proporcionaranalogíasfecunclas-tiende a reproducir la oposición entre las tray'ectorias alas y las t¡ayectoriasbajasen el campo escolary en el camPo cienrífico.r6Asimismo, para comprender la transformación,frecuentementedescrita, de las prácticascientíÍicasque acompañael progresoen la car¡eracientífica, es necesariorelacionarlas diferentesestfategiascientíficas-por ejemplo, las inversionesmasivasy extensivasen la única investigación,o las inversionesmoderadas a inversionesen la administracióncientíe intensivasen la investigaciónasociadas fica- e.,'iden¡emente, no con clasesetarias--cadacampo ,lefine sus propias le1'es de envejecimientosocial-'t sino con la importancia del capital poseído que,
i C . C n n B ourdi cu. L. B ol rrn.k i v Il Mal J i i i .r.
17"E l anál i si sestadísc i cmues rra,por c j empi o, que, Faraei c oni unto de i as generac i onespas adas , o l a edad de producti vi da d c i enrífi c amáx i ma s c s i tuab,:r entre l os 26 y l os 30 años en l os quírni c os , ent¡e l os 30 v l os 31i ai ros en l os fís i c os ' ,' l osmatc m:i ¡i c os ,ei l tre l c s y l c s 39 eírosenl re l os -a5 tncteri ói ogos, l os geói ogo.sy l os fi s i ól ogos . H . C . Lehman. A gt and.l ¡l ti s umenr, P ri nc e¡c n, i 'nnccton U ni vcrsi ry Prc s :, 195J .
y f Ed u ca tio n ,4 0 ( 1 ), i nvi crno de 1')67, pp.24-38 A mc r i c a n A c a d c m i c S e ie n ti:;t",So cio la g o
xs
)ut:;i t' ' ;t\ L.r C i f:ns c .l u c ,,rps ", !nfortn.¿:i ut¡
soci abs,10 (4), pp. 45,86.
¡i.)
Píerre Bourdiet¿
definiendo en cada momento las posibilidadesobjetivasde beneficio,define las estraregias"razonables"de inversióny de desinversión.Puede verseque nada es más artificial que describir las propiedadesgenéricasde l¿s diferentesfasesde la "carreracientífici',18aungue se tratarade la "carrerapromedio" en un cañrpo particulalre-'enefecto,icda carre¡ase define, fundamenralmenre,por la oosición en la estructuradel sistemade Ias carrerasposibles*.2O Existen ranrasmaneras de entrar en la investigacién,de mantenerseen la investigacióny
Ei orden (científico) establecido La forma que revistela lucha inseparablernente política y científicapor la legitimidad científica depende de la estructura del campo, es decir, de la estructura de la distribución del capitai específicoCe reconocimientocientífico entre los participantesde la lucha. Esta estructura puede teóricamente
18. CL F. Reif y A. S¡rauss,"The impact of Rapid Discovery upon the Scientisr'sCtrecr", .gocial Pr o b l e m s ,i n v i e r n o d ,e 1 9 6 5 , p p .2 9 7 - 3 1 l. L a co m p a r a c i ón si s¡emáti cade este arrícul o -para el cual el físico ha colaborado con el sociólogo- cor, el que escribfa el físico algunos años antes pr o p o r c i o n a r í a e n s e ñ a n za se xce p cio n a le sso b r e e l fu n cionami ento del pensami entosoci ol ógi co am e r i c a n o . B a s t a i n d ica r q u e la "co n ce p tu a liza ció n "( es deci r l a traducci ri n de l os concepros na t i v o s e n l a j e r g a d c la d iscip iin a ) tie n e p o r p r e cio la d e sapari ci ón¡otai C e l a refere¡'¡cial a carnpo (o de las carreras)que confie re a cada en su conjr-rntc y, en ¡rarticular, al sistemade las tta.yectorias carrera singulaf sus propiedades más importantes. r ia tio n s in th e Im p o r ta n ce o ll{ e c ogni ti on i n S ci enti st'sC xeers", S oci al 19 . C f . B . G . C l a . s e r"Va , Pr o b h m ¡ l 0 ( 3 ) i n vie r n o d e 1 9 6 3 , p p .2 6 8 - 2 7 6 . 20. Para cvitar rehacc¡ aquí toda la demostración, me contentaré con remitir a Il Bourdieu, "Les carégoricsde I'cnrendcmcnr professoral",I ctasde b recherche en sciences socia/cs, 3, \97 5, pp. 68-93.
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El cant¡;o cientíJico
,,ariar(conro es también el casoen todo carnPo)entre dos límites teóricos,de por un lado, la sit uaciónde r lonopolio de capit al l i ccho i arnásalcauzados: L5pecíficocle autoridad cieiitíficay, por el otro, 13 situación de concurrencia igual de esr ecapit alent r e t odos los con¡.,rfectaque su ponela dist r r bución m,is o rneixos El campo científico es siemPrcel l"r'er de una Luch,a, !.Lrrrentes. lo :lrsigttal,enrre agenresdesigualmentepro.;istosde capital esPecífico,por t r abajo dei pr oducr o ,.nro, .r cond icionesdesiguaiespar a apr opi"r - sedel ;ic¡lrífico (y también, en ciertos casos,d€ los beneficiosexternos,talescomo poliricas)que Producen,Por su irs gratificacioneseconómicaso Oropiarrrenre objetiua,el conjunto de los concurrentes,poniendo en Prácrica ,.t¡laboración ti conj unto de ios m edios de pr oducción cient í f ica disponibies.t n t odo o tnenosdcsigiabs según la estructu¡a de la irilpo se opo¡ten' cotfuerzas '¡tás .i i stri buci ónde l capit al en ei cam po ( gr ado de hom ogeneidad) ,los dom i¡3nres, que ocupan las posicioncsmás al¡as en ia est¡ucturade la distribu,i,in del capital científico, y los dominados, es decir, los recién liegados'que un capital científico tanto más importante (en valor absoluto)cuanto t)oscer.! 1,,,,récu¡soscientíficosacumuladosen el campo son más importantes. 'Ibdo parecein,licar que, a medicla que ios recursoscientíficos acu¡nulados se incrernentany que, colno consecuenciacie la elevación correlativadel dere(quieeho de en.¡ada,se eÉva el 3rado de homogeneidadentre los concurrentes ¡cs, baio el efecto de factoresindependientes,tienden a dcvenir cada vez más ia competenciacientíficadende a disringuirsecn su forma y en su ;rumerosos), inrensidadde la que se observaen estadosmás antiguosde los mismoscamPos, acumuladosson rrienosimporiantes ','el o en otros cafilpos, donde l<¡srecurs-tts grado de heterogeneidadm:ís grandg.(cf. más adelante). olvidando tomar en cuenra (l o que se hace casi siem Pr e) est as pr opiedades est r uct r r ales y ntoffológicasde los diferenrescampos,los sociólogosde la ciencia5e exPonena universalizarel caso particular,.fuí, la oposición entre las estrategiasde conservación y las estrategiasde subversiónque seráanalizadamás adelante,tiende a clcbilitarsea medida que crece la homogeneidad del camPo y que decrececola probabilidad de las grandzs reuo/ucionesperiódicas en bene"ficio 'relarivarnente .l e l¿L,inrutmerabLesP equeñts reuolucionesPermanerÍtes' En la lucira que los opone, los dorninanresy los pr€tendientes,es decir los anr lgóni,,.ci .1n l l cgrdo s,com o
cluc úi carnpo de ¡rroduccióny de ci¡cr¡laci
ci cntífl cas(en ci cnci a:; 21. S o h ¡ e 1 ¿ a c c i r i n . l e "fiitr o " d e lo s co m ité s d e r e cia cciónrl e re't'i stas s c c ia l e s ) ,r ' er f ) . C r ¡ n c , "- l h e Ga r e - Ke e p e r so f Scie n ce :So mc Facto¡sA Ffecti ngthc S el ec¡i onof If, 1 967, pp. 195-201. Todo auto¡i za a A¡t ic l e s i o r S c i e n r i l l c . |o u r n a ls",Atn e r ic,tnSo cio lo g ist, , m o e n marcri a dc procl ucci ón l i te¡a¡i a, l os p¿ ns i ¡ q u e r , n n l : i ' L c r ixd c p r o d u cció n cie n ¡ í1 lca co , s lu g ar.s dc publ i caci ón cn fu¡rci ón d,: Ie auror c ss e l c c c i o n e n ,c o n scicn teo in co n scie n tcr n e n telo i. lc : q u e c l l o s s e h a c e n d c su s "n o r m a s".' fo d c¡ in clin e e fcnsrr,i ue i a ruto-cl i mi naci ón. c ridc r ¡ c m c n r c m c n o s pcr tcp tib le , e s a l m cn o s ta n im p o r ta ntc como Ia el i mi naci ón ev,¡r¡sr r
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,1,.i "o..,1r" n en l a est r uct ur aclel cant po ( y sin clt r det am biér t segúr tvaliarl bl cs sccundari astaiescor no la t r ayect or iasocial,qr "r edir ige la evaluaci<í dc "r ecién haenconr r ar se or ienr ados pueden llegados" los l as posi bi l i dades) , de sttcesiózl, adcc,ladasPara asecia las colocacionessegurasde las estrategias gurarl es,en el té r r nino de una caf r er apr evisible,los bcnef iciosPr olnet iclos a l os que real i zan el ideal oñcial de la excelenciacier lt í f ica ai ¡ r r ccio de ¿e innovaciones circunscritas a los ]ímites autorizados, o hacia e-ttrrtt?[irrs colocacionesi¡rfinitamente más costosasy más riesgosasque no st¡buersión, pueden asegurarlos beneficios prometidos a ios detentadoresdel rnonopoi i o de l a l egi ti rn idadcient í f ica,sino al pr ecio de una r edef lnición com pleta de l os pri nci pios de legit ir naciónde la dom inación: los r ecién ilegados q,Je fechazani as car r er ast r azadasno pueden "vencer a los dom inant es en su propi o j uego" sino a condición de cc, m pr om et erun aum ent o de inver si ones propi ament e cient í f icas y sin poder esPer arbe, lef icios im por t antes, al menos en cor t o piazo, puest o que t ienen cont r a ellos t oda la lógica del si stema. Por un laCo, la invención según un arte de inventar ya inventado, resolde ser planteadosen los límiies de la viendo todos lc¡sproblemassuscePtibles probleraáticaestablecidapor la aplicaciónde métodos comprobados(o traheréticas-pensabajando para salvarlos principios contra las contestacic¡nes mos por ejemplo enTlrcho Brahé-), tiende a haceroiviciarquc ella no |esuelve si no l os problem asque puede plant earo que ella no Plant easino ios pr oot r o, la iqvenciónher ét icaque, poniendo en ; i ¡l emasque puede r esolver por cuesti ón l os pri ncipios m ism os del or den cient í f ico ant iguo, inst aur a una al ternati varaj ant e,sin com pr om isoposible,ent r e dos sist em asm ut lr ant ent e exclusivos.Los fundadoresde un orden científico heréticoromPen el contrato de i ntercamb io que acept an,al m enos t ácit am ent e,los car r didat osa la sucesi ón:ai no r econocerot r o pr incipio de legit im aciónque el que elios de r ccnt t ocicsperani mpone r , no acepr anelr r lar cn el ciclo del it ¡ t er ca¡ nbio entre científica mienta que asegurauna rransmisiónregladade la autoridad ( esdecir ',m uy f r ccuent en) entent e' r e m iem l os poseedores v I os pr et endienr es a reducir a observadores lleva muchos bros de generaciones diferentes,lo que A1 rechazaftodas los conflictos de iegitimidad a confiictos generacionales). antiguo y la participalas caucionesy todas las garantíasque ofreceel orden ci ón (progresi v a)en el capit al colect ivam ent egar ant izadoque se pr oducc segúnlos procedimientosregladosde un contrato de delegación,realizanla acumulacióninicial por un golne de fuerzay Por una ruPtura,desYiandoa su benefi ci o el cré dit o del cual se l¡ enef iciabanlos ^nt iggos dom inent es,sin
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EI campo cietrtífico Pierre lJourdiett
administrarivasque se ofre.:l accesorápido y fáct| a ias responsabiiidades cíe en Franci a a los alum nos de las gr "ndes escuelascient í f icast endí a a .l esal en¡arl a revuelt a cont r a el or den ( cient í f ico) est ablec, do,el que en-
concederlesla contrapartidade reconocimientoque les otorgan los qr-rcaceptall insertarseen la continuidad de una descendencia.2z Y todo lleva a creerque la propensióna las estiategias de ccnsenación o a las estrategiasde subversiónes tanto rncnos independientedc ,rs
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:ápidarnenteabsorbidos por la alra función milirar y la ingeniería, no era .,,.rorí.,-rilque una ruPtura radical con los p-,rincipiosrecibidos pudiera ",,ri rcncr lugar. lJna revolución científica encuentra su terfeno más fértil en .!r:tacontra-comunidad. Cuando el joven científico encuentra muy rápicia-
y su empresacientíficamenterevolucionariavale de alguna manera a fortiori para cienciascomo ia biologíao la sociología,que estániejosde habe¡ llegado al graCo de autonomía de la físicade los tiernposde Einsrein.Y la oposición que es t ablc c ee s te a u [o r e n tre l a s d i s ¡ro s i c i o ncs ¡evoi uci on¿ri as dc E i nstei n, miembro en su juventud de un grupo de estudiantesjudíos en revueltacon-
iilentr: responsabilidadesadministrarivas,su energía está menos disponible p;rrala sublirnación en el radicalismode una investigaciónpura' Al rratarse Jc creatividad revolucionaria,la aPertura misma de la administración f¡an.csa a los talentos científicos, constituye quizás un factor explicativo de
tra el orden científico establecicio y conrra el o¡den establecido,y las disposicionesreformistasde las cualesda cuenta Poincaré,pcrfecto representante de ia "república de los profesores",hombre de orde¡ry de reforma ordenada, tanto en el orden poiítico cuanto en el orden científico, no puede clefarde evoca¡la oposición homóloga entre Marx v Dull
22 . S e v e r i m á s a c i cla n tela fo r m a o r ig in a l q u e r e vistee statransmi si ónregi adadcl capi talci cntífi co en los campos donde, c<.¡moen la física cn la actu;rlidad,la conservación y la subversión son casi in d i s c e r n i b l e s .
.üenrra, al cont r a¡ io, un t er r eno f avor able en los gr uPos de int elect uales irrarginales,ubicados en Posicionesinestablesentfe el sistema de enseñan"En verdad, se puede afriesgarla hipótesis z.t y la bohemia revoluciona¡ia: 'república de profesores"predr c1ue,precisamenreporque Francia era una la Escuela politécnica eran de clsementeporque los rnás brillantes sujetos
I
ror)sefvadllrismocientífico más irnportante que todos los o¡ros factoresque i r;l ri rual mentese pr ior izan.
E¡
De la revolución inaugural a la revolución perm¿rnente cumplidas para que se ¿Cuálesson las condicionessocialesque deben ser instaureun juego social en el cual la idea verdaderaesté dotada de fuer¿a, porque los <1ueparticipan allí tienen interés en la verdad, en lugar de tener, Va de suyo que no se tfata de con"loen otros .iuegos,Ia verdad de sus intereses? hacerde esteuniverso social de excepcién una excePcióna las leyesfirndamenralcscle todo campo --y, en particular, a la ley del interés que permite conferir (hemos una violencia imputable a las luchas cieniíficas más "desinteresada-s"visto que el "desinterés"no es jamás sino un sist€made interesesesPecíficos -artísti cos, religiosost ant o com o cient í f icos- que im piica la indif er encia -rclativa- a los objeros ordinarios del interes, dinero, honores, etc.). El hecho de c¡ueei campo científicocomPortesiempreuna Partede arbitrario social,en l¿ medida en que sirve a los inreresesde quienes,en el campo y/o fuera del L:rmpo,esránen condicioncsde percibir los beneficios,no excluyeque, bajo ciertascondiciones,la lógica propia del campo, y en Particularla lucha cntre Irrsdominanres1rlq, recién llegadosy !a censuracrriz áa que de ello resulta, de losfnes que hace girar continuamctlte la n
si cnl prc en cl p ro sec Llc iónde los i ¡rte re s e cs i e n rífi c o sp ri v a d o s (cntendi cl ..,s doble sentido) al beneficiodel progresode la ciencia't' Las teoríasparcialesde la ciencia y de sus transformacioiresestán predispuestasa cumplir funciones ideológicase¡¡ las luchas en el interior clel camp o ci" nt í f i. o ( o de c a m p o s q u e p re re n d e nl a c i enti fi ci dad,conl o el de l as par' cicnciassociales),pofque universalizanlas propiedadesliga,last- e;tarlos cor.rfiere a que ticularesdel campo científico:es el casode la teo¡ía positivista, la cienciael poder cle resolverrodaslas cuestionesque Plantea,con tal de que e l l a s es t én c ient í f ic a m e n tep i a n te a d a s y, d e i m p oncr, por l a apl i caci ón de criterios objeriv,rs,el conscnsos<¡brcsus soluciones,inscribiendoasí el progresoen la rutina de la "ciencianormal" y haciendocomo si se pasarade urr si sre m aa ot r o - de N e l v to n a Ei n s re i n , p o r é j c mpl o- por si mpl e acumul ación de conocimientos,por afinamiento de las rnedidasy pof rectificaciónde los principios;vale lo mismo parala reoía de Kuhn, c¡ue,siendoválida para las revolucionesinauguralesde Ia cienciainicijLl(de la cual la ¡evolucióncopernican,t proporcionael paradigma-en el sentidoverdaderodel rérmino-), toma simpleDe hecho, el campo de la astromente la contracaradel modelo positivista.2a nomía, en el cual sobrevienela revolucióncopernicana,se oPone al canrpo dc , e l m i s m o mo c l o e n q u e cl mercado " i nmerso en l a físic a c ont em porá n e a d relacionessociaies"(embe*led in social relationships)de !¿s sociedadesarcaicas se opone, según Polanyi, al "mercado auto-regulado" (self-regu/atingmarhet) de las sociedadescapitalistas.No es Por azar qLle la revolución copernicena implique la reivindicaciónexpresede la autonomía pa|a un camPo científico todavía"inmerso" en el campo religiosoy en el campo de la filosofíay, Por slr mediación,en el campo político, reivindicaciónquc implica la afirmaciónc{el
las matemáticas")en nombre de la legitimicl d específicaque les confiere su comP etenci a. Mientras que el método científico y la censuray/o la asistenciaque ella propone o impone no son objetivados en mecanismosy en disposiciones,ias rupturas científicas toman necesariamentela forma de revoluciones cont¡a la i nsti tuci ón, y l as r evolucionescont r a el or den cient í f ico est ablecidoson inseparablem€nterevolucionescont¡a el orden establecido.Al contrario, cuando se encuentra excluido -gracias a estasrevoiucionesoriginarias-, todo recurso a armas o a poderes,incluso puramente simbóiicos, dife¡entes a los que tienen curso en el campo, es el funcionamienio mismo d.l .ápo el que define cadavez más completalnenie no solamente el orden ordinario de la "ciencia normal", sino también las rupturas extra-ordinarias,esas"revolucionesordenadas", como dice Bachelard,que esrán inscritasen la lógica de la historia de las ciencias,es decir, de la polémica científica.25Cuando el método está inscrito en los mecanismosdel campo, la revolución contra la ciencia instiruida se produc€ con l a asi sten ciade una inst it ución que pr opor ciona las condiciones institucionalesde la ruptura; ei campo deviene el lugar de una revolución permanente,pero cada vez más tonlmente desprovistade efectospolíticos. Por esta razón, este universo de la revolución permanente puede ser también sin contradicción el del "dogmatismo legítimo":t6 el equipanrienro científico que es necesariopara hacer la revolución cienrífica no puede ser adquirido sino en y por la ciudad científica. A medida que aumentan los recursoscientíficos acumulados, el capital científico incorporado que es necesariopara apropiárselosy t€ner, así, accesoa los problemas y a los' instrurnentos científicos y, por io tanto, a la lucha científica, deviene cada vez más importante (derecho de
derecho de los científicos a zaniar las cuestionescientíficas("los matemáticos a
enrrada).27 De ello se deriva que la revolución cieniífica no es asunto de los más
lj. T ¡ l m c c ¡ n r s n l o c s e l r lu c ticn d c a a ) e g u r Jrcl co n r r o l d c ie s l cl aci oncscon cl uni r'.rso cxtcri or, (cf. 1-. c on to s l a i c c s , e s d e c i r , la "vu ig a r iza ció n cicn tífica ' co m o auto-di vul gaci ón dcl sel -i o
25. Además de Bachclard y R.eif (ya citados), D. Bloor ha percibido que ias transíormaciones en
Bolt a n s k i y p . M a l d i d i c r, OP. cit.) . 74. E n e f e c r o ,¡ o h a y d ud a q u c la filo so fíad e la h isto r ia d c la ci enci aque P roP oneK uhn, con l a a¡ern a n c i a d e c o n c e n t ra ció n m o n o p o lística ( p a r a d ig m a )y dc rcvol uci ón, debe mrrcho al cascr "típi ca de part ic u l a r d e l a " r e v o l u ció n co p e r n ica n r " ta i co m o é l la a n al i zay l a consi dera,como Fayard, París, copcrnicienne, ríuoiution La roda otra inversión mayor de la ciencií'. T. Kuhn, 1g73 , p p . 1 5 3 y 1 6 2 ( tr a d . csp .: L a r e u o lttció nco p e r n ica n a,B uenos A i res, H vspaméri ca,I987): s ic nd o r o d a v í am u y d é bil la ¡ u r o n o m ía ¡ cla tivad e la cie n ciacon rel aci ónal pod:r, )'cn P .rrri cul rr c . n r c i r c i c i n a l a l g l e sia , la r e vo lu ció n cicn tífica ( cn la a s tronomía matcmáti ca) pas: por I.r rc v o| . r c i ó np o l í r i c a y s u p o n e u n a r cvo lu ció n d e to d a s la s d isci pl i nasci entífi cesc¡uepuede rener c f c c to s p o l í t i c o s .
y( )
!a organización social de la ciencia han determinado una transformación de la naturaleza de las revolucionescientíficas (cf. D. Bloor, "Essay Review; Two Paradigms lor Scientific Knorvledge?", S ci ences S tudi es,l 97l , I, pp. 101-115). 26. G. Bachelard, Le Matérialisme r¿tionne/, Pa¡ís, PUF, 1953, p 4 I (irad. esp.E/ materiaiismo racionaLBuenos Aires. Paidós, 1972). 27. La principal censuraestáconstituida por estederecho de ent¡ada, es decir, por las condiciones dc accesoal campo científico y al sistema de enseñanzaque le da entrada. Habría lugar para interrogarsesobre las propiedades que las cienciasde la naturaleza (sin hablar de las ciencias del hombre en l as que, por el hec ho de l a debi l i dad de l os mérodos ,l a m' ís grande l i bertad es tádej ada a los habitus), debcn a su reclutamiento social, es decir, grosso modo, a las condicioncs de acceso a l a enseñanzasuperi o r (c f. M. D e S ai nt Marti n, op. c i t.).
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5C*
PierreBourdieu
f; F
El cantpo científico
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enrre los recién desposeídos, sino, al contrario,de los más ricoscientíficamente llegados.2o La antinomia de la ruptura y de la continuidad se de'¡ilita en un campo que, aJ ignorar la distinción entre las fasesrevolucionariasy la "ciencia normal", encuentraen la ruptura continua el verdaderoprincipio de su continuidad; y correlativamente,la oposición ent¡e las estraregiasde sucesióny las
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esrrategiasde subversión tiende cada vez más a perder su sentido, ya que la acurnulación del capital necesariopara el cumplimiento de ias revolucionesy
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del capitai que procuran las revolucionestiende siempre más a cumplirse según los procedimientos regladosde una caÍrera.2e
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La transmutacióndel antagonismoanárquico de los interesesParticulares en dialécdcacientífica se to¡na cadavez más total, a mcdida que ei interés que tiene todo productor de bienessimbólicos en producir productos "que no sean
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solamente interesantespara él mismo, como dice Fred Reif, sino también imlorrantes para los otros" -por lo tanto, adecuadospara obtener de los otros el reconocimiento de su importancia y la importancia de su autor-, se choca con concurrentes más capacesde poner los mismos medios al servicio de las mismas intenciones-lo que conduce',cadavez más frecuenterirentecon los Cescub¡imientos sinultáneos, al sacrificio del interésde uno dc los productoreso de ios dos-;30o, en otros términos, a medida que el interés privado que cada agentesingular tiene para combatir y para dominar a sus ccnc$frentes,Para obtener de ellos el reconocimiento, se encuentra armado de todo un conjunto
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.l¿ instrumentosque confierensu plena eficaciaa su intención polérnica,dánJc¡lc.-l alcanceuniversalde una censuranretódica.Y, de hecho, a medida que s* incrementanlos recursosacumuladosy el capital necesariopara apropiárselos. el ¡nercadosobre el cual puede ser ubicado el producto científico no deja rir restringirsea concurrentescada vez más fue¡ternenrearmaclospara criticarlo a su autor: el antagonismoque esú al principio ¡,,cionalmentey desacreditar car¡bio'de todo campo tiende a de"'enircada vez más i. i.r.-structuray -lel r¡.,jicaly cada vez más fecundo, porque el anterdoforzadoá.ondese engendrala ;,,:rrindeja cadavez menos lugar a lo impensadode la doxa. El orden colectivo ,.iela cie¡rciase elaboraen y por la anarquíaconcurrencialde las accionesinter.s:idas,ai encontrarsedominado cadaagente-y con é1,todo el grupe por el individuales.Es rnrlecrüzarnientoen aparienciaincoherentede las estrategias "f uncionales" l a oposición ent r e y los aspect os que los aspect os .i cci r "¡iisfi¡ncionales"del funcionamiento de un campo científico dotado de una (por qirn autonomía,no tiene casisentido:las tendenciasmás "disfuncionales" .j,,nrplo,la propensiónal secretoy a la negativade cooperación)estáninscritas más "funcionales". cn lós mecanismosmismos que engendranlas disposiciones que ,-\ medida que el método cien¡ífico se inscribe en ios rnecanismossociale.s r,:'sulanel funcionamiento del campo y que se encuentraasí ciotado de la objeen rividad superior dJ''una ley social inrnanente,puede realmenteob.ietivarse instrurnentoscapacesde controla¡ y a vecesde dominar, a los que los utilizan, r. en las disposicionesconstituidasde maneradurable,que produce la institu.i ón cscol ar.Y est asdisposiciones encucnt r anun r ef or zam ient ocont inuo en
28. Se sabe qr:.elas ,euolucionesitzeuguralesrnismas, que dan nacimiento a un nuevo campo consriruyendo, por la ruprura, un nuevo dominio de objetividad, incumben casisiempre a detentadores de un gran capirai científico, quienes, en vinud de variablessecundarias(ules como la penenencia a una clasesocial o a una etnia improbable en esteuniverso)seencuentran ubicadosen una posición
los mecanisrnossocialesque, al reencontrarellos mismos un sosténert el rnaterialismo racionai de la ciencia obje-tivadae incorporada,producen control y eensura,pero también invención y ruptura.3l
inesrable,adecuadapara favorecerla incli¡ración ¡evolucio¡raria:esel caso,por ejcmplo, de los rccién llegadosque importan a un campo el capital acumulado en un campo científico socialmentesuperior (cf J. Ben David, "Roles and Innovation irr Medicine", I mericanJournal of Sociobgy,65' 1960, pp 5fl-569; J. Ben David y R. Vollins, "Social factors in rhe Origins of a New Science:the Case ol i eu', 3 l, 1966, p p. 4 1 1- 46) 1. P sicholctgt'', A m eri can Soci o/ agi cal re.ts 29. Se ha visto más arriba la descripción que da F. Reif de la forma que toma, la mayoría de las veces,la acumulación del capitai en tal esrado del campo.
i.a ciencia y los doxésofos l-a cie¡"rcia no tiene jamás otro Fundamentoque la creenciacolectivaen sus pr oduce y supone el f uncionam ienr o m ism o del can- r po .ÍL¡ndamentcque s
30. En cfccto, se esraráde acuerdo en observarque la lucha científica dcviene cada vez más intensa (a pcsardel efccto de la especializaciónque tiende sin cesara reduci¡ e! univcrso dc los concurrentes,
1l . i :i conj unto de l c s proc c s osque ac omparl anl a autono¡¡i z ac i óndel c ampo c i entífi c omanti ene
por la división en sub-campos cada vez más estrechamenteespecificados)a mcdida que la ciencia
ri :l eci ones di al éct i c asas : í,i a e[ev ac i ónc oni i nua dc l dc rec hode entradaquc i mpl i c a l a ac umul ac i ón
avanza,es decir, más precisamente,a medida que los recu¡soscientíficosacumuladosse incrementln
Jc rccursos específicoscontrii:uy"e, recíprocanrenre,a la autonomización del ca-mpo cientfÍico,
y que el capital necesariopara realizarla invención devienerr,ásamplia y uniformemenre esparcido
i ¡i staurandouna ruprura s oc i al ,tanto más radi c al c uanto no bus c aC c ,c on el ¡nundo profano de
entre los concurrentcs, por cl hecho dc la clevación
i ,,¡ l ai cos.
matemáti casho¡ com o el de la alquinlia o de la ast r onom í am at em át lcaen los tiempos de Copérnico*, puede ser situado en aiguna Parte entre ios dos por un iado, por el campo reiigioso (o el campo de la límites represenrados, producci ón l i ter ar ia) , en el cual la ver dad of icial no es ot r a cosa que la
por prácticosinculcat-t-rs científico. La orquestaciónobjeriva de los esqucmas fundamento el que constituye ia enseñanzaexplícita y por la familíatizacíón campo' es decir' aPlrestas ProPuestaspor el dcl consensopráctico sobre las inmediaramenrepercibidas sobre los p.oú.*"r, los rnérodosy las soluciones en el conjunto de ios como científicas,encuentra ella misma su Fundamento social y escolarde ios mecanismosinstitucionalesque aseguratlla selección jerarquía establecidade las investigadores(en función, por tj"mplo' de la del accesoa el disciplin"s), la formación de los agentesseleccionados' ,:<>::rol etc'32El campo de dislos instrumentos ,le investigacióny de publicación' y heterodoxiase recorta la cusión que diseñan, por sr$ luchas, la ortodoxia que ios antagonistas sobre el campo de la doxa, coniunto de PresuPuestos la censura que discusión:33 admiten como "endo de su;'o, más allá de toda oculta una censura más ejerce la or¡odoxia -y qLle denuncia la heterodoxia-, del funcionamiento radical, mmbién más invisible, porque-es constitutiv" lo que estáadmitidc por mismo del campo y Porque se refiereal conjunto de de lo que está fuera de el solo hecho d" la pertenencia al campo, el conjunto de la discusión, es decir, el discusión por el hecho de aceptar las apuestas comunes que están al co n s ens os obr e ios o b j e to s d e d i s e n s o ,l o s i n te reses
i mposi ci ón l egír im a ( es decir , ar bit r ar ia y desconocidacom o t al) de un arbitrario cultural que exPresael interés específicc de los dominantes -en el campo y fuera del campo-; y' Por otro iado, Por un campo científico donde todo elemenro arbitrario (o impensado) social sería descartado,y cuyos mecanismos sociaies realtzaríanla imposición nece,sariade las normas universales de lt razón' La cuesdón que se presentaasí planteada es la del grado de arbitrariedad social de la creenciaque produce el funcionamiento del camPo y que es la condición de su funcionamienro o, lo que viene a ser lo mismo, la cuestión del grado de autonomía del campo (con relación, en primer lugar, a la demanda social de la clasedominante) y de las condiciones sociales,internas y extefnas,de esta autonomía. El principio de rodas las diferencias entre campos científicos capacesde producir y de satisfacerun interés ProPiamente científico y de manrener así un proceso dialécrico interminable, y camposdz producción de discursosentditos, donde el trabajo colectivo no tiene otro efecto
p ri n c ipiodelos c onfl i c to s < l e i n te re s e s ,to d o l o i ndi scuti doyl oi mpensado tácitamente mantenidos fi:era de los límites de la lucha*a a las determinaSegún el grado de autonomía del campo con relación se encuentra que soci al ci o n e s ex t er nas , es m a y o f l a p a rte d e l a rb i tra ri o ruti vos de l a ci eenci a s e n g l o bado en el s i s re rn ad e l o s P re s u P u e s to consti en el espaci oabstracto que' p ro p i" en el c am po c o n s i d e ra d o 'E s to s i g n i fi c a soci al eso el de i as d e l a t eor la, ¡ odo ca mp o c i e n tífi c o -e l d e l a s ci enci as
ni o,r" función que la de perperuar el campo idéntico a sí mismo, produciend.o, tanro hacia adentro como hacia afuera, la creencia en el valor autónomo de los objetivos y de los objetos que pr
e d u ca ció ncc cla sey el habi tus secundari oi ncui cedo por 32- El h a b i r u s p r o d u c i d o p o r la p r im e r a de l es < :o n p e so sd iF e r e n te se tl e l casode l as ci enci associ al esy la edu c a c i ó n " r . o l " . . o n , .ib t,u "n , prerreflcxiva a los presupuestostáciros ciei cicncias de [a natu¡elez-a,: detcrminar una atlhesión "The Hagstrom' op' cit ' p' 9 y T S' Kuhn' campo (sobre el ¡ol de la sccialización, cf W D' c. crombic (ed.), cientiiic Change,l¡ndon' F.rn.,io' of Dcgma in scie ntific Research",en: A. Hiine m a n , 1 9 6 3 , p P . 3 4 7 - 3 6 9 ) ' ( ¿ p cr oe l l aseríatodavíaIa etnonretodol ogía?1 33. S ev e e n l o q * e p o d r ía .le ve n irla e tn o m e to d r :lo g ía schurz, es ia adhesión prerreflexii'a gran¡¿ldc el uhenfor objeto, si ella supiera qu: lo que toma por al ord e n e s t a b l e c i d o ' ( d e l cual parti ci pan tambi én l os di fcrentcs 34. E n e l c a s o d e l c a mp o d e p r o d u cció n id e o ló g ica o le tr a d o ) e l fu n damen¡o dei consensoen el di senso e r u d ito d iscu r s,r d e c amp o s c c p r o d u c c i ó n censuradadei campo de producción en su relación en la veremos, como qu" i.fi". i" .lox...side, fu n ció n o c ul ta del campo dc l a l ucha de cl ases) c on ju n c i ó n c o n e l c e m po tie l p o cle r( e sd e cir ,e n la
zo de servirlas.
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Desde Heidegger que habla de ias "masas" y de las "elites" en el lenguaje alramenre eufemizado de lo "auténtico" y de lo "inauténtico" a los polirólogos americanosque reproducen la visión oficial del mundo social de un discur so descr ipt ivo- nor m at ivo,es sier nen l as semi -abst r acciones pre la misma estrategia d'efatsa ruPtura la que define la jerga erudita por oposi ci ón al l e nguaje cient í f ico. Allí donde el lenguaje cient í f ico pone comi l l as, como io obser va Bachelar d, par a señalar que las palabr asdel est án l enguaj e ordi nar io o del lenguaje cient í f ico ant er ior que conser va
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Pierre Btturdieu
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co m plet am ent cre d e fi n i d x sy n o o b ti c n e n s u senti do si no del nuevo si ste¡ na t eó¡ ic o, 35e l l e n g u a j e e ¡u d i to n o u s a comi l l as o neol ogi -smossi no p a r a m anif es t ars i m b ó l i c a me n teu n a d i s ta n ci ay una rLrP turafi cti ci as con re lac ión al s enti d o c o m ú n : a l n o d i s p o n e r d e ni nguna autonomía real ,
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EI cantpocientífico sinrbólicamenteporque es Particularmenfe irreconocible-de la representación dominante del mundo social.37 Acrualizandolos mecanismossocialesque aseguranel mantenimiento del orden establecidoy cuya eficáciaProPiamentesimbóiica descansasobre el des-
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expertenciay la expresión ordinaria que den,.ga. Las cstrategias de falsaruptura expresanla verdad objetiva de carnposque no disponen sino
.onocirniento de su \ógicay de sus efectos-frlnda-mento de un reconocirniento sutiimente arrancado-, la ciencia social toma necesariamenteParte en la lucha política. Es decir que, cuando iiega a insraura¡se(lo que supone el cumpli¡¡rientode cie¡tascondiciones,cor¡elativasa un esado determinado de la rela-
I
dominante oto¡ga a las cienciasde !a naturalezauna autonomía acorde al interésque encueniraen ias aplicacionesa la economíade ias técnicascientíficas,uo tiene nada que esperarde las cienciassociales,sino, en el mejor de
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ción de fuerzasentre las clases),la lucha entre la ciencia y la falsaciencia de los doxósofos(que pueden reivindicar tradicionesteóricasmás revolucionarias), aporra necesariamenteuna contribución a la lucha ent¡e las clasesque, al me-
sólo puede, en e fe c to , p ro d u c i r c o mp l e ta m ente su ei ecto i deol ógi co si re s ult alo s uf ic ie n te F ,l e n re rra n s p a re n rec o mo para conti nuar evocandol a
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ios casos,una contribución particularmente preciada a la legitirnación del orden establecidoy un reforzamientodel arsenalde los instrumentossimbó-
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licos de dominación. El desarrollotardío y siempre amenazadode las cienciassocialesestáallí para testimoniarque ei progresohaciala autonomía real, que condicionay supone alavez ia instauraciónde los rnecanismoscotrstitu-
g
tivcs de un campo científico auto-reguladoy autárquico,se choca necesariament e c on obs t á c u l o sre c o n c ,c i d o se n o tra p arte: y no puede ser de otro modo, porque lo que estáen juego en la lucha interna por la autttridadcientífica en el campo de ias ciencias sociales-es decir, ei poder de producir, de
I
imponer y de inculcar la representaciónlegítima del mundo social-, es una de las apuestasde la lucha entre las clasesen el campo político.36De ello se deriva que las posiciones en la lucha interna no pueden esperarjamás ei grado de independenciarespectoa las posicionesen la lucha externa que se observa en el campo de las ciencias de la naturaleza.La idea de una ciencia neutra es una ficción, y una ficción interesada,que permite dar por científica una forma neutralizaday eufemizada-por lo tanto, particularmente eficaz
35.G. Bachela rd,o).,;t., pp.216-217. 36. Es así que los sistemasde clasificación (taxonomías) sociales,que son una de las apuestas esencialesde la lucha iJeológica entre las clases(cf. P Bourdieu y L. Boltanski, "Le titre et le postc: rapports entre el systümede production et le systémede reproductio" , Actet de Ia recherche en sciences sociales,?.,1975, pp.9r-107), constiruycn también -a través de las tc¡masde posición sobre la existencia o la no-existencia de las clasessocia[es- uno de los grandes principios de la división dcl campo sociológicc (cf. P. Bourdieu, "Classeset classement",Minuit,5, 24,yA.P.A.CoxonyC.L.Jones,
1973, pp.22-
OccupdtionalCategorizationandlmagesofSocíery,lWbrkingPaper
n" 4 , P r o j e c t o n O c c u p a tio n a l Co g n itio n , Ed in b u r g h , Ed inburgh U ni versi ry P rcss,1974).
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nos en este caso, no tienen igual interés en la verdad científica. La cuestión fundamental de la socioiogía de ia ciencia toma, en el caso Ce ias cienciassociales,una forma Particuiarmenteparadójica:¿Cuálesson las condicir¡nessocialesde posibilidad del desarroilode una ciencia libre de las coacciones t, de las demandassociaies,sabiendoque' en estecaso,los progresosen el sentiCo de la racionaiidadcientíficano son Progresosen el sentido de la ncutralidad poiítica?se puede negarla cuesrión.Es lo que hacen,por eiemplo, todos aquellos que impuran rodas ias parricularidadesde las cienciassocialesa su sir.raciónde recienteemergenciai€nnombre de una filosofia ingenuamenteevoiucionistaque pone a la ciencia oficial en el rérmino de la evolución. De hecho, ia teoría de! rerrasono es verdadera,paradójicamente,sino en el casode la sociologíaoñcial ¡ más precisamente,de la sociologíaoficial de ia sociologfa.En efecto' basta con rraera la mernoria los anáiisiscelebresde AlexanderGerschenkronsobreel "retraso económico", para comprendef los rasgosmás ca¡acterísticosde estasfor¡nas particularesde discurso erudito que sóh lasfakas ciencits. Gerschenk¡on obserya, en efectr.:,que, cuando el proceso de industrializaciín comienza con reffaso,Pre' más desacon ei que se.ha producido en ios paíse-s sentadiferenciassistemátic¿s sino rarndel desarrollo' ala rapi&ez concierne rrollados,no solamenteen io que i:ién en lo que concierne a ias "estrucruras Productivas y organizacionales",por* que pone en práctica "instrumen¡os institucionales"originalesy Porqtte se desarroila en un clima ideoiógicodiferente.3sl¿ existenciade cienciasmás avanzadas
j 7. D e el l i , se de¡i v a < ¡uel a s oc i c k .gíede Ia c i enc i a (¡ c n pani c ul ar, de l a rel ac i ónque l a c i enc i a roci al manti ene co n l a c l a¡e domi nante) no rs una es pec i al i dadentre otras ,s i no que forma part. de l as condi ci one sde una s c c i ol ogíac i entífi c a' jB. A. Gerschcn kron, Economic Backtuardnessin I listarical Perspeairre,Carnbridge, Harvard Universiry ?ress,1962, p.7.
jamás sobre los obstácula competenciaentre investigadores'no se interroga a la competition, a la vez los a la comperencia científica que son imputables marbet place' económica1'cientifca, cuyo lugar es eI academic esla comPetencia en esablishmeú del ciencia esta I-a competitionque reconoce competencia verdadera los límites de la convenienciasocial,que obstaculizaala tanto más fuertemente ciencífica,capazd,eponer en cuestión a Ia ortodoxia, arbitrariedad social' se comcuanro se Ia sitúa en un universo más cargado de "paradigmJ' pueda coincidir con prende que la exaltación de la unanimidad del se pueda, según los autores' reProia ex.ltación de la competencia -.o incluso que defedo de competencia' o cha¡ a la sociología euroPeade pecar Por exceso Por
-b .i.ndesproveedorasno solamente de métodos y de técnicas,las más de las veces .*pl"ud". fuera de las cor-dicionesrécnicasy socialesde validez,sino también de ejemplos- es lo que permite a la sociologíaoficial darsetodas las aparienciasde la cien¡ificidad:el alarde de auronomía puede tonar aquí una forma sin precedentes, de la cual el esorerismode las viejas tradiciones leuadassabiamente mantenido r,o representasino una pobre anticipación' la sociologíaoficiai apunta no a realizarsecomo ciencia, sino a ralizar la imagen oficiai de la ciencia que la socio(e[ logía oficial de Ia cicncia -suerte de instancia jurídica que se dala comunidad' término se aplica perfectamenreen esrecaso) de los sociólogosoficiales-, dene por fi-urción proporcionarlesal precio de una reinterpretaciónpositivista de la práctica ciendfica de las ciencias de la naruraleza' Para convencersecompleramente de la función de ideología justificadora que cumpie la historia social de las cienciassociales,tal como se Practicaen el
A demásdel as her r am ient asydelast écnicas- - com put ador asyPr ogf am as ejemplo- la sociología oficial de tratamienrc automático de los datos, por
esablishmentamericano,3ebas¡aríacon reseñarel conjunto de trabajos direcm o indirectamente consagradost Ia com7etition,la palabra clave de toda la sociología de la ciencia americana que' en su oscuridad de concepto nativo promovido a la dignidad científica, condensarodo lo impensado (la doxa) de esta sociolo gía. La tesis según la cual productividad y competencia están se inspira en una reoría funcionalista de la compedirectamenre ligadas,ao "mertencia, que es una variante sociológicade la creenciaen las virtudes del cado libre"; ei término inglés competition designatambién lo que nosotros ilamamos concurrencia:aral reducir toda competencia a la competition entre uniuersidad¿so al hacer dela com\etition ent'reuniversidadesla condicién de
la ciencia social encuentra una 39. l-a filosofía de la historia que frecuenta esta historia social de Paul vogt calacteriza un informe, en que, Clark TLrry de obra en ia cxpresión paradigmárica in rnanuscript circulated much long-awaited, "Terry Clarck's N. adjetivos:
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tomaprestadoun , m odelodelapr áct í cacient í f ica, t alcom olaim aginación los atributos simbólicos de la poriti rirt" se la representa;es decir, con todos 'r.spet^bili.l"d cientlficas, máscarasy elementos postizos tales como los accede la organizaciórr de lo sorios tecnológicos y el kitch retófico, y un modelo tal como su pobre ciencia de las que ella llam" "1" comunid'ad' científica"' sociología oficial no tiene el o,g",,i,".iones le permite concebirla. Pero la de la ciencia: la dificultad *Jrropolio de las lecturas interesadasde la historia cienttfcamenrc k ciencia' tierie panic;lar que la sociología tiene para Pensar en lo más bajo de la ierarquía rela.ión .o., .i hecho de que ella está situada ciencias más científicas social de las ciencias.Y" ,." que se eleve para Pensar desciendaPara registrar la mejor de lo que ellas mismas ,. pi...".t, ya seaque eila siempre y i.r-r"g"ntriunfante que la hagiografíacientífica ptoduce ProPaga' ciencia' es decir' Para Pensarsu ti.nl l, misma dificul¡ad Para Pensarsecomo posición en la ierarquíasocial de ias ciencias' ha suscitado el libro cle Esto se ve con roda claridad en las reaccictnesque que ProPorcionarían un Thomas Kuhn, The Strucntre of Scienifc Rewlutiot¡s i¡ empírico de las ideoiogías marerial experimental de aita calid,adPa¡a un an¿ílisis de sus autores en el camPo de la ciencia y de sus relacionescon la posición sabejamás exactamenresi científico. Es verdad que esrelibro, del cual no se (eiemplo de prescripción larvada: describeo prescribela ljgic. d.1 cambio científico .:ientífica), invitaba a sus la existenciad" .rn p"."digma es un signo de madurez ciencia'42 rapÁtrs a las preguntas sobre la buena o la mala lecroresa buscar "11í
no ticnen nada de radicalmenre nuevas' 42,Mástodavía que en estelibro -cuyas tesis esenciales al mismo tiempo y en or¡a tradición; al menos para los lecroresde Bachelard,obieto él mismo, casi
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EI cantpo cietttífico
PierreBourdieu Dei lado de los que el lenguaje nativo llama "radicales",se ha leído en el libro de Thomas Kuhn una invitación a ia "revolución" contra el 'paradigma"aio dos tomas de una justificación del pluralismo liberal de los utorld-uiews,aa posición que correspondensin duda a posicionesdiferentesdentro del campo.a5Del iado de los sostenedoresdel orden científico establecido,se ha leído allí una invitación a arrancara la sociologíade la fase"pre-paradigmática", imponiéndole la constelaciónunificada de creencias,de valoresy de técnicas que simboliza la tríaCa capitolina de Parsonsy de Lazarsfeldreconciliadasen Merton. La exaltaciónde la cuantificación,de la formalizacióny de la neutralidad ética, el desdén por ia "filosofía" y e\ rechazode la ambición sistemática en beneficio de la minucia de la verificación empírica y de la floja conceptuaiización llamada operatoria de las "ieo¡íasde alcancemedio", son otros tantlansparente tos rasgosobtenidos por una transmutación desesperadamente jusdficación del ser en deber ser, que encuentra su en la necesidadde contribuir al reforzamientc de los "valores comunitarios" consideradoscomo la condición para el "despegue". Faisa ciencia destinada a producir y a mantener la falsa conciencia, la sociologíaoficial (de la cual la politoiogía es hoy su más bello florón) debe hacer alarde de objetividad y de "neutralidad ética" (es decir, de neutralidad en la lucha entre las clases,cuya existencianiega, po¡ otra pafte) y dar
de una captación semejante-, la intención normativa se ve en dos artículos donde T. Kuhn describe las funciones positivas para el desarrollo cientlfico de un pensamiento "convergente" y sostieneque la adhesión dogmática a una tradición es favorable a la investigación.T Kuhn, "The Function of Dogma in Scientific Research",en: A. C. Crombie (ed.), op. cit., pp. 347-369; "f'he Essential Ténsion: tadition
and Innovation in Scientific Research", en: L. Hudson (ed.), The
Ecolog of Haman Intelligence,[,ondon, Penguin, 1970, pp.342-359. 43. Cf., por ejemplo, A.'Wi Gouldne¡
The Coming Crisis af Veaern Sociology,NewYork, London,
Basic Books, l97A y R..lV Friedrichs, A Sociologl ofSocioiogy,New York, F¡ee Press, i970. 44. E. Gellner, "Myth, Ideology and revolution", en: B. Crick y W A. Robson (ed.), Protestand Distonnnt, London, Penguin, D7A, pp.2A4-220. 45. Una revista tal como Tbeory and Societyd,ebela importancia pu¡a¡nente social que le permite
roclaslas aparienciasde una ruPtura tajante con la ciasc domi¡iante y sus ,l cmandasi deológicas,m ult iplicando los signosext er ior esde cient if icidad: sc ti ene así, de l lado "em pí r ico", el alar de t ecnolégico, ¡ dei lado de la rcoría.la retóricade /o'\te,, (florecientetambién en el campo artístico) que ;:ni ta a l a acumulacióncient í f ica,apiicandoa una obr a o a un coniunt o de obras del pasado (cf. 7'he Structur€ of SocialAction) el procedimiento ríPicaescolarde mente l etrado de la "r elect ur a",oper ación par adigm át icam ent e si mpl e reproci uccióno de r epr oducciónsim pt e adecuadapar a Pr oducir ,en l o. l i mi rcs del c am po v de la cr cenciaque il pr oduce,t odxs las apar ieucias .le la "rcvoiución". Sería nccesarioanalizarsistemáticamenteesta retóricarle lt ctent{iciderl por la cual la "comunidad" domi¡rante P¡oduce ia creencia r:n ei valor científico de sus productos y en la autoridad científica de sus iiriembros:\/a sea.,por ejemplo, el conjunto de las estrategiasdestinadasa dar ias aparienciasde Ia acumulatiuidad, tales como las referenciasa las fuentescanóni cas,la m a1'or í ade las vecesr educiCas,colno se dice, "a su nrássimple expresión" (bastapensar en el destino Póstumo de El Suicidio), .s dccir, a chatos protocolos que simulan el frío rigor del discurso científico, y a l os artículosm ás ¡ ecient esposibles( se conoce la oposiciónent r e las ci enci as" duras" - har d- y las ciencias "blandas" - sof t - ) sobr e el m ism o rcma; o también las*vstategiasde cierre, que Pretenden marcar una seParacientífica y los debatesProfanosy munci,in tajante entre la pr<.ilrlemática danos (siempre presentes,pero bajo el título de "fantastnasen la máquine"), al precio, la mayorít de las veces,de sirnplesretraduccioneslingüísticas; o las estrategiasde denegación, que florecen entre los politólogos, hábiles para realizarel ideal dominante de'la objetividad" en un discurso apolítico sobre la poiítica, donde la políticá inhibida no Puede aParece¡sino bajo l as apari enci asir r econocibles,por lo t ant o ir r ePr ochables,de su denegacumPlJn por añadidura una función poilticológica.a6 Pero estasestrategiasci ón esenci al :la cir culación cir cular de los obiet os, de las ideas, de los en el interior de rnétodos ¡ sobre todo, de los signos de reconc-¡cimiento una comunidad (sería necesariodeci¡ un club abierto a los únicos miem[rros nativos o importados del ItJ League)a7produce, corno todo círculode
existir y subsistir sin otro contenido positivo que esta suerte de vago humanismo antipositivisra en el cual se reconocen los "sociólogoscrlticos" (orro concepto nativo), al hecho de que proporcrona una unidad c¡tlictamente negatiuaa todas las corrientes que se encuentran o se picnsan fuera del cstab/ilhment americano, desde la etnometodología, heredera de la fenomenología, hasta el neomarxismo, pasando por la psico-historia, (Puede encontrarseun cuadrc sinóprico bastanrefiel de esta constclación ideológica en P Bandyapadhyav, "One Sociology or Many: Sorne Issues in I{adical Sociology", SociologicalReuiew,Vol. 19, febrero de 1971, pp. 5-30.)
del 't6.C.l.P.Bourdicu, cl análisis "I-esdoxosophe s ", Minuit, 1, 1973,pp.26-45(enparricular :ficto I-ipset). 47. l.a sociclogfa oficial de la cicncia olrece una justificación para cada uno de cstos rasgos,fu1, por cj empl o, ei cvi ta r l os probl emasteóri c osfundamental esenc uentrauna.i us ti fi c ac i ónen l a i dc a rl c que, cn l as ci enci asde l a nattrral c z a,l os i nv es ti gadoresno s c i nqui eran por l a fi l os ofl ade l a
tanto en lcgitimidZd, un universo de creenciacuyo eq.^ivalentese encuentra alta costura'o' *1".n-po religioso cuanto en el campo de la Iiteratura o rle la a la de conferir falta cíencia Pero, aquí tarnbién, es necesariocuidarse afcial la significación que le confiere la crítica "radical". A pesar de su op
de la ciencia (cf. ,07,O. Hagstro m, op. eit., pp.277-279). Se ve sin dificultad lo que tal sociología l os l ími tes y de transformar d e hecho u n e sr a d o d e lcg itim a r c ienc ia p u e d e d c b e r a l a n e ce sid a d s uf rido s e n e x c l u s i o n c sclcctiva s. al ta costura' ver P 48. S o b r e l a p r o d u c c i ó n d e la c¡ e e n ciay d e l le tich ism o e n el campo de l a de l a rnagi e",A ctesde ) unc théori e " L ¡ co n tr ib u tio n sa g r iffe : e r co u ¡ u r ie r B ourd i e u e Y . D c l s a u t , '375' (l), pp'7-36' i' enero l¿ recherchee¡t scienrcssociai¿¡,I 1r9r.Talcs parejas episremológicas,que son al misnro tiempo parcjas sociológicas, funcionan e¡r 'na^syaP opperenel casotl e roc loca m p o i c f , p o r e j e m p lo , e lPo sitíu ism u sstr e r r q u co p o neaH abc en E uropa comi enza a hacer su s p r uebas h e ch o h a b ie n d o d e d e svío q u e A. lema n i a- m e c a n i s m o de Frankfur¡' Escuela de la imponación con la esrrasosen ios Fstados Unidos
108
En cuant o a los dom inant es, inclinados a descansasu Fun cionam ient o. s0 el cual están ubicadas todas sus lnver-en admitir que el o¡den científico siones (en el seno de ia economía y del psicoanálisis)y en el cuai elios están en ccndiciones de apropiarse de ios beneficios- es el deber ser realizado, son lógicamente pro€lives a adheri¡ a la filosofía esPontáneade la ciencia, que encuenrra su e-xpresiónen la tradición positivista; forma del oPtimismo liberal que quiere que la ciencia progresepor ia fuerza intrínseca dc la idea verdaderay que los más "podcrosos"sean rambién por definición los más "competentes":basta con Pensaren los antiguos estadosdel campo de las cienciasde la naturalezao en el estado actual del canipo de las ciencias sociales,para percibir la función ideológica de sociodiceade esta filosofía de la ciencia que, dando el ideal como realizado,excluye la cuesrión de las condici<¡nessociales de realizactón del ideal' pl anteando que la sociologí ade la ciencia m ism a f unciona según las leyesde funcionamiento de todo camPo científico que establecela sociología cienrífica de la ciencia, la sociología de la ciencia no se condena de ningún modo al relativismo. En efecto, una sociologíacientífica de la cienci a (y l a soci o logí a cienr í f ica que cont r ibuye a hacer posible) no puede consriruirse sino a condición de percibir claramente que a las diferentes de posicionesdentro del campo científico están asociadasrepresentaciones epistemológicas, de la ciencia, estrlttegiasideológicasdisfrazadasde tumas posición por las cuales los ocupantesde una pcsición determinada aPuntan a justificar su propia posición y las estrategiasque Ponen en Práctica Para mantenerla o mejoraria, al mismo tiempo que para desacreditara los ocupantes cada sociólogo es buen sociólogo de la posrción opuesray sus esrraregias. de sus concurrentes,no siendo la sociologíadel conocimiento o de la ciencia sino ia forma más irreprochablede las esrrategiasde descalificacióndel adversario,desdeel momento en que toma Por objeto a los adversariosy a sus esrraregiasy no al sistema comPletode las estategias, es decir el campo de
50. Sería necesario atializarrodos los usr:sestrarégicosque los dominados en un campo puedcn haccr de ia transfiguración ideológica de su posición objetiva: por eiemplo, el alttrde de exclusión que permi re a l os ex c l ui dos rambi én s ac ar parti do de l a i ns ti tuc i ón (que el l os ¡ec onoc en l o suficiente como para reprocharle que no los reconozca)haciendo de la exclusión una garantía de ci enri fi ci j ad; o i nc l us o l a c onres rac i ónde l a "c ompetenc i a' de l os domi nantes que es tá en c l centro de todo movimiento herético (cf. la contes¡ación del monopolio del sacramento) ,' que debe armarse ianro menos de argumentos científicos cuanto el capital científico act¡mulado es m:ís débil. etc.
t 09
Pierre Bourdieu
Iasposicionesa ?arür del cua/ ellasse engendran.5tLa sociología de la ciencia no seríatan difícil si no fueseporque el sociólogotiene apuestasen el juego q u e pr et endedes c ri b i ¡ (e n p ri m e r l u g a ¡ l a c i e nri fi ci dadde l a soci ol ogía ¡ en segundo lugar, la cientificidad de la forma de socl logía que él pracrica) y porque no puede objetivar esrasapuesrasy las estrategiascorrespondiente s, s ino a c ondici ó n d e to m a r p o r o b j e to n o sól o a l as estraregi as de sus
La causade la ciencia.* Cómola historiasocialde las cienciassociales puedeserviral progresode estasciencias**
adversarioscientíficos sino al juego en cuanro ral, que dirige rambién sus propias estrategias,amenazandocon gobernar secretamentesu sociologray su sociología de la sociología.
a historia social de las cienciassocialesno es una especialidadentre otras. Er ei instrumento privilegiado de ia refiexividad crítica, condición imperariva de la lucidq colectiva, y también individual. sin duda, puede servir rarnbién al resen¡imiento y a la mala' fe, cuando se esPeransolarnentelas T L
satisfaccionescarentes del peligro de la indignaci6n y de la denunciación rerrospectivas,o los beneficios aseguradosde una defensa sin riesgo de las buenas causasdesaparecidas.Pero no encuentra verdaderamentesu justificación, sino cuando liega a actualizar--lospresuPuestosque están inscritos en el principio mismo cle las empresascienríficas del pasado y que p€rPetúa, frecuenrernenreen esndo implícito, la herencia ciendñca colectiva, problemas, conceptos, métodos o técnicas. Sólo ia anamnesisque permite ei tiabajo histórico puede liberar de la amnesia de la génesisque imPlica, casi inevitablemente, la relaciónrutinaria
5 I ' Sobre la necesidadde construir como tal el campo inrelecrualpara hacer posible una sociología de los i n t c l e c t u a l e s , q u e se a o r r a co sa q u e u n r n te r ca m b io de i nj uri as y de anaremas enrre "intelcctuaies de dcrecha" e "intelectuales de izquierda", ver p Bourdieu, "Les íiactions de la classedominante er les modes d'appropiation de I'oeuvrc d'arr", Information sur /essdences sociales,
1 3(3 ),1974,pp. 7- 32 .
r "La causede la scicnce.Comment I'hisroire socialedessciencessociaiespeur servir le progresde fi6-ft7 , marzo de 1995, pp. 3-L0' social¿s, ensciences ccssciences",Actesde !¿ recherche en 1989 en el " Estetexto reromaalgunosde los temasde una comunicaciónpresentada y publicada socier.v" in a changing coloquiodeChicagosobre"socialTheoryand EmergingIssues yJ' Bourdieu P en: oFa Fieldof \7orld Sociolagy"' bajo el título: "Epiloghe:On the Possibiliqy lveswiew coleman (ed.), social Theoryfor a changin; socicry,Boulder-san Francisco-oxford, Press,New York, RussellSageFoundarion,1991.
con la herencia,convertida, en lo esenciaI, en doxa disciplinaria;soiamente ella estáen condicionesde proporcionar a cadainvestigadorlos medios para comprender sus posruras reóricasmás fundarnentales,como la adhesión, la
i nstanci ade censur ay pr incipio de sublim ación- asignasus objet os legí t imos y las vías legítimas para alcanz:t¡los.Las pulsiones subiimadas que definen esta libido específicase aplican a objetos en sí mismos altamente depura-
mayorla de las veces tácita, a las tesis antropológicas faramente enunciadas que fundan sus grandes eleccionesteóricasy merodológicas(en materia de fi l o so fía de la ac c ión e s p e c i a l me n re ), o s u s s i m patías y sus anti patías
en su existencia dos y, por muy vioientasque pudieran ser, son inseparables, misma y en ia forma de su satisfacción,del reconocimiento práctico de las
epistemológicaspor autores, modos de pensamientoy fo¡mas de expresión. Es el instrumenro más indispensable,y el más despiadado,para una crítica de las pasionesy de los interesesque Pueden ocultarsebajo las apariencias irreprochablesde la metodología más rigurosa' La ciencia social tiene el privilegio de poder tomar por objeto su propio funcionamienro y de esrar en condicionesde llevar, así, a la conciencia,las coaccionesque pesan sobre la práctica cienrífica; pues puede servirsede ia concienciay del conocimiento que poseede sus funcionesy de su funcionamiento para intentar superar algunos deJos obstáculos al progreso de la concienciay del conocirniento.Así, lejos de invalidar sus propios fundamentos, como se ha dicho muchas veces,condenando al relativismo,tal ciencia re{lexiva puede, al conrrario, proporcionar los principios de uia Realpolitilz científica, que apirnte a asegurarel progreso de la nzón científica-
La situación ambigua de la ciencia social
exigenciasque están inscritas en el funcionamiento social del campo en el cual pueden encontrar satisfacción. De eilo se deriva que el rigor de ios productos científicos depende fundamentalmente del rigor de las coaccionessocialesespecíficasqrre rigen su producción; o, más precisamente,del grado en el cuai las reglaso las regularidades que gobiernan el microcosmo científico y que determinan las condiciones en ias cuales las construccionescientíficas son producidas, comunicadas, discutidas o criticadas, son inclependientescon relación al mundo social, a sus demandas,a sus expectativaso a sus cxigencias. El campo de las cienciassocialesestá en una situación muy diferente a la de los otros campos científicos: por el hecho de que tiene por objeto al mundo social y porque pretende producir de él una representacióncientífica, cada uno de los especialistasestá allí en concurrencia no solamente con los otros científicos,sino también con los profesionalesde la producción simbólica (escritores,hombres políticos, periodistas)¡ más ampliamente, con todos los agentessociaiesque, con fuerzassimbólicas y éxitos muy desiguales, trabajan para imponer su visión del mundo social (usando medios que van del argot, del insu-lto,de la maledicenciao de la calumnia hasta los libelos,
El campo científico es un microcosmo social parcialmenteautónomo con del macrocosmoen el cual está englobado.Es, en relación a las necesidades un sentido, un mundo social como los otrosy, como el campo económico,
los panfletos o las tribunas libres, sin hablar de las formas de expresión colec-
conoce relacionesde fuerza y luchas de intereses,coalicionesy monopolios, i n cl u so im per ialis m o sy n a c i o n a l i s m o s .Pe ro , a p esar de l o que di gan l os deiensoresdel "programa fuerte" en sociologíade la ciencia, es también un
tfficos, el reconocimiento del monopolio del discurso.iegítimo sobre su objeto, que reivindica por definición pretendiendo la cientificidad. Sus concu-
mundo aparte, dotado de sus leves propias de funcionarniento. Todas las propiedadesque tiene en común con los otros campos revisten, allí,formas espe' cl i ca r ¡ or ejem plo, p o r mu y d e s c a rn a d iq u e p u e daser al l í Ia compei enci a' ella queda sometida,sino a reglasexplícitas,al menos a regulacionesautomá-
pre al sentido común, cont¡a el cual se construye la representacióncientífica del mundo. Pueden incluso apelar ai modo Ce valiciaciónde las opiniones que es utilizado en política (especiaimente cuando la autonomía del campo
ticas, como las que resultan del control crutul¿o entre los clncurrentes, Y que tienen por efecto conveÍtir los interesessocialestalescomo el apetito de reconocimiento en "interesesde conocimiento", la libido dominandi -que está comp,endida siempre por una parte en la libido sciendi- en libidn scientifca, amor puro cle Ia verdad, al cuai la lógica del campo -que funciona como
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tivas e institucionalizadasde ia opinión, como el voto). Escaes una de las razonesque hacen que no pueda obtenel tan Fácilmentecomo los otros cien-
rtentesdel exterior,pero también, a veces,del interior, pueden apelar siem-
político tiende a anularse,con la demagogiapopulisra, que finge otorgar a todos el poder y el derecho de juzgar todo). fuí, desde ei punto de -¡istadel grado de autonomía con respectoa los poderesexternos,públicos o privados,la ciencia social se sitúa a mitad de camino entre dos límites: por un lado, los campos científicos más "puros", como la matemática,donde los productoresno tienen otros clientesposibles
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PierreBourd.ieu
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que sus concurrentes(quienes,ai tener la misma apritud y el rnismo interés que ellos para prcducir, están poco inclinadosa aceptarsin examen sus pro-
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ductos); por el otro, los campos político o religioso,o incluso periodístico, donde el .!uicio de lcs especialisrasesrá cada vez más frecueniemenre some-
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de la fuerza de los grupos que las aceptan como verdaderas-, y ia del campo científico -aue, en sus estadosmás puros, no ccnoce y no reconocesino ia "fuerza in¡rínsecade la idea verdadera",de la que hablabaspinoza: no se zanja un debate científico con un enfrenramiento físico, con una decisión política o con un voio, y laF¿erzade una argumentacióndependeen gran meciida,sobre todo cuando el campo está fue¡remenreinrernacionalizado,de la conformidad de las proposicioneso de los procedimieniosa las reglasde coherencialógicz y de compadbilidad con los hechos.Al contrario, en el campo político, lo que triunfa son las preposiciones que fuistóteles (en Zes Topique) llamaba endóxicas, es decir, aquellasa las cualesse está obligado a rener en cuenra, porque genre que cuenta quisiera que eilas fueran verdaderas;y también porque, participando de la doxa, del sentido común, de la visión ordinaria -que es también la más extendida y la m:ís ampiiamente compartida- tienen lá mayoría consigo. Por esta razón, incluso cuando son rotalmente contrarias a la lógica o la experiencia, estas"ideas-fuerza'pueden imponerseporque tienen para ellasla fuerza de un grupo, y porque no son ni verdaderas ni incluso probables, sino plausib/ts -en el sentido etimológico del término-, es decir adecuadaspaia recibir la aprobación y el aplauso de la mayoría.r
l. La ambigüedad de cienx discusionescon pretensión científica, sosrenidasen público, aparecc súbitamenre cuando el público saledel rol pasivo que le esasignadohabirualmenre, para manifestar su aprobación a !.¡nou otro de los oradores con aplausosmás o menos sosrenidos;y la violencia de !a inrusión tiránica -en el sentido de Pasca!-de los profanos esrallacuando uno de los parricipanres recurre al procedimiento retó¡ico que Schopenhauer considerabacomo típicamenre deslealy que consiste en dirigir a su adversario un argumento al cual este último no podría responder sino empleando argumenlos incomprensib!es para los espectadores.
Los dos principios de jerarquización
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tido al veredicto del número bajo todas sus formas, plebiscito,sondeo, cif¡a de ventas o audiencia, y que ororgan a los profanos el poder de elegir entre productos que no esrán necesaiiamente en condicionesde evaluar (y menos todavía de producir). Se estáen relación pues, con dos lógicas compleramenre opuesras,la del campo político donde Ia fitena de las ideas dependesiempre, por una pafte,
I-4 caysa de la cíencia. Cómo la hístoria social cle las ciencías sociales pucde servir...
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De ello resultaque, en el campo de las cienciassocialescomo en el camdonde se enf r cnt anlo "pur o" y io "com er cial",los pr oduct or es i .¡ l i terari o, de jer ar quizacióny de nu.d" n referi rsea uno u ot r o de los dos pr incipios que allí i.sirimación opuestos,el principio científico y ei principio político, ejem pl. , Así , por exclusiva. ,Jnpon.n si n l l egara im poner una dom inación (don:r diférenciade io que ocurre en los camposcientíficosrnásautónomos lógicaproposiciones iic nadie soñaríacon sosrenerhoy que la tierra no gira), o ¡llc¡rteinconsistenteso incompatiblescon los hechos pueden PerPetuafse de condición rinica Ia con i*cir¡s<¡pfosperar,así como los que las defienden, (tüe esréndoradas,en el interior mismo del campo, y también en el exterioi', social adecuadapara comPensarla insuficienciao la insig.i. *n" aurtoridacl Ios conniflcancia;y ocur¡e lo mismo en lo que conciernea los problemas, conejem plo' por pueden, .Jptos o l as tax onor ní as:algunosinvest igador es tolnar prcstado para el ..rrtil- prolrl" mas socialesen problemas sociológicos, rol, etc.) o taxonomías (individual/ científico concepios (profession, ,irscurs.o etc.) direcramentesacadosdcl uso orclina..rrlcctivo,arkieuentent/ascription, r1{ .), \,tomat co¡no inst r um ent osde análisisnocionese¡ l sí m ism assuscePt lbirs cle an¿ílisis. = jarnáscompletasobrelos obstáculossociales, L,snecesariopues,interrogarse t¡)enreausentes,inclusoen los camposcientíficosmás autónon1os,que se oPonin a la instauracióndelnontoscientíficocomo criterio exclusivode evaluación .le lasprácticasy de los productos.La raízcomún de todos estosobstáculosa la ,,,.,r,r^o*í" científica y a la dominación exclusiva del principio científico ele cvaluacióno de jerarqui zaciónes el conjunr<¡de los factorescapacesde impedir ,:l jueg<.rdela libre concurrencií.cienttfca entrePures'esdecir, entre detentadores de la cienciasociai,que esla condidcl clominio rrríninrode los logroscolectiv
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metodologíadirectamentesurgidasde esta herencianqt. '":t une hastaen sus luchas por conservarlao superarla (sin duda, no so-,i:lti)ás tan fieles a la herencia,sino en las rupturas acumulativas con la herelcia cuya posibilidad y necesidadestán inscritas en la herencia misma); se enfrcl;ilv en una discusión reglada poniendo en práctica, a propósito de probler: it-::as rigurosamenrc explicitadar, conceptos claramente recortados y ménári:' de verificación sin equlvocos. En la segunda categoría, la de los conflictos írt iíticos con dimensión científica, coltflictos que son sin duda socialmen¡e ¡nevitabies y científicamente analizables,estos Productores científicamenle armados están inducidos a enffentarse a Productores que, Por razones diversas como los efectos de la edad, las insuficienciasde la formación o la ignorancia de las exigencias mfnimas del oficio de investigador,están desprovisto: de los instrumentos de producción, y se encuentran,al mismo tienrpo' más próxtmos esr,ecíficos a las expectativas de los profanos y más capaces de saris{acerles(tal es ei entre ci erfu n d a m ent ode la c o m p l i c i d a d q u e s e e i ta b l e c ee sP ontáncarnente ciertos y periodiso desposeídr.ts desclasados declinantes, tos investigadores tas que, ignorantes de las problemáticas específicas,reducen las diferencias de competencia a diferencias de opinión -política, religiosa, etc.-' adecuadas para relativizarse mutuamente.2 i!
'Ihl ortodoxia es la que han rtentado de una ortodoxia académica. cunsensus establecerlos sociólogosamericanosen los años sesentay' en cierta medida, los defensoresfrancesesde la "Nueva Hisrorii" apoyándoseen Poderes ProPiarnente sociales-y, en primer luga¡ en las instituciones de enseñanza-,en los lugaresde publicación oficiales,en las asociacionesprofesionaiese incluso en el accesoa los recursosnecesariosPara la investigaciónemPírica' Si hay que cuidarsede ver allí el principio determinantede constr¡-tcciode nes seme¡antes,rlo es menos cierto que el indifrrenrismo ético y político desaPego como vivirse. un conserv.adurismode buena sociedad -que puede ,.objetivo" del "observador imparcial" o como "neutralidad axiológica"-, no puede sino reconocerseo cumPlirse en construccionesteóricaso metodológicas la respetabilidad de una evocación blandamente consensualdel q,r. "..g,rr"n rnundo social, ¡ más generalmente, en roda forma de discurso que, Por su formalismo, pt:eda habiar del mundo social, en la lógica de la denegación, como si no hablara,o que, por su posirivismo,tienda a ionformarse con un registro sin problemas del dato tal como se ofrece'3 fuí, los sociólogosamericanoshan creído encontrar' en las teoríasde Parsons o de Merton y en la metodología de Lazarsfeld,el cuerpo de doctrina unificada adecuadapara fundar la cotnmunisdoctr¡nnnopinio de un cuerPo bien ordenado de "profesionales"que imitan lo que se creía ia característicamás importante de una ciencia digna de este nombre: el consensode la "comunidad científica''a
Consenso político y conllicto científico Dentro del confiicro propiamente científico no hay nada -ningún objeto' ninguna teoría,ningún hecho- que una prohibición socialpueda excluir de la discusión,pero no hay arma exclusivamentesocial, ni argumento de autoridad, ni incluso poder simplemente universitario, que estéexcluido, de derecho y de hecho, del universo de los medios susceptiblesde ser Puestosen práctica en la discusión. De ello se deriva que nada esrá más alejado -a pesar de las apariencias-de esta suerte de guerra de todos contra todos, pero rigurosamente reglada,en ia elección de las armas y de los golpes legítinros, que el tuorbittg
más imponantes 3. Sepodría mostrar que la economía neo-clásicapresentaalgunasde lascaracterísdcas le confiere la especial que de una ortodoxia que imita la cienrificidad (con la eficacia totalmente indiscu¡idos formalización matemárica), como, por ejemplo, la aceptación tácita de P¡esuPuestos ejemplo). por de acción, la sobre puntos rotalmenre Fundamentales(en materia de teoría este 4. La teo¡ía deLx 2rofessionsral como se expresa,por ejemplo, en el artículo redactado bajo (ed' de 1 536-146) 968, sciences Pp. tirulo por Parsonspara The International Enrycloped\ofsocial 'profesionales"que pretenden ser los puede ser leída como una profesión de fe profesional de estos soci ól ogosdel establi s hment:c z rac teri z ados ,s egúnP ars ons ,pors uforrnac i óni ntel ec tual y poruna los autoridad que descansamás sobre la competencia del experto que sobre ei poder político, profesionalesesránlibres de toda de¡:,endenciaresPectoal Estado y a la burocracia gubernamental a' esre y están guiados por la única preocupación del common gool. A eStaco.l) tittirT-orienration,
arribui d a sa l ¡ z a r e n r r el o s o cu p a n te sd e la s.lifcr e n te sp o sicio n esen cl campov cntre l ¡.straycctori :.
"d"si.rr".és" y a este "altruismo" adecuadospara ascgurarleslas más altas recomPensasmateriales vuelve a ysimbólicas, que mencionan la rnavor parte de las definiciones de las profesiones,se los ia noción En resumen, científico' encontrar también en la representaciónmertoníana dcl universo ntarios come a inni¡merables dado lugar ha preconstruiciad eprofession,ready made cooccptualque a le prícrica contribución una que social y críticas, es menos una descripción de una realiciad
que han tomado par" acceder rllí..
construcción como ?/rfestion y profession científica'
2. Los d o s p r i n c i p i o s d e difcr e n cia ció nn o so n co m p le ta m e n tei ndependi entes:l as di sposi ci ones conlormisras que inclinan a aceptar al mundo tal cual es, o las disposicion¿sreaciaso rebcldesque llev an a r e s i s t i r a l a s c o a ccio n e sso cia le s,in te r n a s y so b r e todo exte¡n.l s,Y a romper con l l i ev iden c i a sm á s a m p l i a m e n te co m p a r tid a s e n e l ca m p o y fu era del camP o, no están si n duda
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Píerre Bour¡lieu
De hecho, la adhesiónráciraai conjunro de los presupuesros i'discutidos sobre los cualesdescansala auroridad de los cuerpos de doctores, teólogos o juristas,pero también -por una pa¡re- historiadores(especialmenre cie la li¡e_ raru¡a'del arre y de la filosofíaque casi no estánpredispuesros a historizarsu corpus,es decir, su fabricación),se opone diametraimenreal acue¡do expiícrto sc-,bre las aDuesrasy ios objetos de desacuerdoy sobre los procederes y los procedirnientossusceptibiesde ser puesrosen práctica parazanjarlos diferendos, que esráen el principio dei funcionamienrode ros camposcienríficos. En efecto, el worhing c,ntentur de una crrodoxia fundada en la complicidad social de ios doctores ¡iende a ejercer una censurítsociaí (disfrazad,a de control científico),ya seade manera totalmentedirecra,a través de las prohibiciones,a vecesexplícitas,en mareria de publicación y de ciracrón, ya sea más secreramente,a través de los procedimientosde reciutamiento que, al privilegiar-por el funcionamienro en red y ei robbying-los c¡iteriossociales más o menos maquiiiadoscomo criterios científicoso académicos, ticnden a reservarel no¡nb¡amiento en posicionesfavorablespara la producción, ¡ por ello, para la competenciacientífica,a cierrascaregorías de agentesdefinídos en términos puramenre sociales,titulares de ciertos dipiomas presrigiosos, ocupantesde ciertasposicionessociaiesen la enseñanzao la invesrigación,o, a la inversa, a excluir a Driori cierras categorías,mujeres, jóvenes o errranleros, por ejemplo.s Pero, aunque sin duda han conrribuido al hundimienro de la ortodoxia. Ia s tra ns f or m ac ione s p ro fu n d a s q u e h a n c o n o c ido l as ci enci as soci al es.
5. Por no poder dar ejemplos romados del campo francésde hoy (los quc en nombre del liberalismo se entregan a prácricas dignas de los regímerresmás autorita¡ios, serían sin duda los p'meros en dc nunc ia r c o m o ' t o t a l i t a r i a" to d a d e n u n cia d e e s¡ a sp r á ctica s) , seríanecesari <¡ ci tar aq,í todo el pasajedel famoso discurso sobre "la vocación el oficio v de sabio" donde Max .J/eber planrea la cuesrión, habitualmente reservadaa las conversaciones priva
La causa de la ciencia. Cómo Ia historia social de las ciencias sociales puede serutr..
especialmenrebajo el efecto del incremento considerabledel núme¡o de los que no están totalque las practicany las estudian,han tenido consecuencias que han podido liberadores efecros ios ambigüedad:ó de desprovistas menre visión concurrentesy ejercerla aparición de una pluralidad de principios de ia intensificacióncorrelativade la concurrenciapropiamente científica' han reni do como cont r apar t ida, en los dif er ent es cam pos nacionales, ei reforzamiento de los factores de heteronomía ligados al incremento de la poco favorablea ia discusión regladaentre dispersiónde los "especialistas", pares,y, correiativamente,de la vulnerabilidada las presicnes,a las solicitacionesy a las exhortacionesexrernasque, como en todos los campos,es Parricularmentefuerre enrre los más desposeídosde capital específico.7 En iesumen, si el sistema artificialmente unificado .,' jerarquizado de los añoscincuena ha cedido el iugar a un sistema"policéntrico"' como dice Becker,
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y más difícil de controiar, por fragmenndo y diversificado,no es menos cierto que' ran.o en los Esudos Unidos como en Francia,el frrncionamientodel camPo
{ 6. Howard S. Bccker, en un capítulo titulado "Vhat's Happening to Sociology?" de su libro DoingThings Tbgether,Evanston, Northwesrern universiry Press, 1986, p. 209, observa que el número de sociólogosempadronados por la American Sociologicalfusociation ha pasadode 2361r en 1910 e 15567 en 1978. También en Francia, habría pasado, en el mismo período, de 200 a ! 000 aproximadamente (La fuociación de los sociólogos,que adopta una definición muy amplia, recuenta 1678, públicos o privados). Para ser más preciso, en1949, el CNRS no contaba sino dieciocbosociólogos;en 1967 hal>ía 112 en el CNRS, i35 en la Ecole pratique des hautes études y 290 en los centros de investigación privados, por lo tanto, en total, mfu de 500; en 1980' se contaban 261 soci ól o gosmi c mbros s ól o del C Ñ R S . 7. Los cambios morfológicos que resulran de la-aboiición del numcrut chu*s de hecho o de derecho, que protege un cuerpo garantiz andola rdrezd de sus miembros, están muy lrecuentemente en el origen
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Currenr Inrerregnun-rin American Sociology", Socia! Re¡earch,Yol' 52, l, invierno de 1985, pp' ür-2a7, en particuiar p. t83); o, incluso, los cambios cons¡atadosen sociología y en historia, humor ranto cn Francia c6mo en Alemania, cn los años setent¿, con las transformaciones del político en rorno al '68, rransfo¡maciones que esrán ligadasellas mismas a cambios merrfológicol o autori'¡¡d¡¡ de producción especiaiizadosy a innovacioncs intelectua.lcsfavorccidas .n 1o...*po, por los efectos de esos cambios'
d alidad de los principios de jerarquizaciónque, como se ha podido demosrrar en el caso de Francia, mantiene a los investigadoresmás reconocidos científicamente -€n el país mismo ¡ sobre todo, en el extranjero- aPartados de las posicionesde poder sobre la reproducción del cuerPo de los docentes
pcrmanecetodavía más próximo al de un campo artístico en vías de emancipación con relación a las tutelas académicas,en el cual los adversariospuederr llegar hasa a rechazarsemutuamente el de¡echode existir, que al de un campo científico avanzado.sEllo toda vez que, al menos en Francia, siguen imponiénde las cienciassociales(a travésespecialmentede la dose a los especialistas "maestros de pensamiento") el modelo litera¡io del "creador" sindemanda de
y de los investigadoresy, al mismo tiempo, sobre el porvenir del campo científico y de su autonomía?' ¿Cuálesson las fuerzasy los mecanismos.sociales sobre los cuales podrían apoyarseestrategiascientíficas, individuales y
gular y original, liberado de toda atadura de grupo o de escuela,como a5í también las normas de lo chic y de la renovación permanente en la continui-
sobre todo colectivas,que apunten a instaurar realmenreentre los investigadores mejor prov'istosde los instrumentos más universalesdel momento' la coitfrontaciónt¿niuersal,que es la condición del progreso de'lo universal? Sin duda, es de una verdadera internacionalización del campo de las cien-
dad, que son las del campo de la alta costuray de la moda. Por la debilidad de los mecanismoscapacesde irnponer a los participantet un mínimo de reconocimientornutuo o, lo que viene a ser io mismo, la obediencia a suertes de leyes de la guerra, la confrontación entre las cliferentes tradiciones toma todavía muy frecuentemente la forma de una guerra total (Randall Collins habla de "uarc of meratbeories')donde todos los golpes están
cias socialesque uno podría esperarla contribución más eñcaz al progreso de ia autonomía científica. En efecto, las presionesde la demanda o de la coacción socialesse ejercensobre todo a la escalade la nación, a través de todas las solicitacionesy de todas las incitaciones materiales y simbólicas que se udli-
permitidos, ya se trate del golpe de desprecioque permite hacer la econornía de la discusión y de la refutación, o de los golpes de fuerza fundados sobre el recuÍso a poderessociales(como la supresiónde créditos o de puestos,la cen-
zan en ei seno del espacio nacionai: por el hecho de que muchos de los poderessociales(periodísticos,universitarios,políticos, etc.), que vienen a alterar o a contaminar la lucha cienrífica, no existen sino a escalade una
sura, la difamación, o el recurso a los poderesperiodísticos,etc.).
nación (la oposición principal que se observa en todos los campos acadérr'i' co-científicos se estabieceentre los "nacionales", detentadoresdel poder sobre la reproducción,y los "internacionales"),la mayor parte de las oposicio-
'':-. Los efectos ambiguos de la internacionalización
nes ficticias que dividen a los investigadoresse enraízan en divisiones locales o en formas locales de las divisiones más generales. E l campo de - las cienciassocialesha'sido siem pr e iut er nacional,per o,
¿Cuálesson, pues, los mecanismosque podrían contribuir a hacer que las sin ninguna intrusión de relacionesde Fuerzacientíficaspuedan esrablecerse
sobre todo, para lo peor, y rararnentepara lo mejor. En primer luga¡ porque, incluso en las cienciasmás puras, que conocen por ejemplo una concentración casi rnonopolística de las instanciasde publicación y de consa-
las relacionesde fuerza sociales?¿Cómo rra.ba)arpara abolir o debilitar la
gración, el campo internacional puede ser el lugar de fenómenos de dominación, hasta de formas específicasde imperialismo. Luego, Porque los in-
8. f.os sociólogoscuantitativistasevocaRcon orgullo su "revolución matemática" y su alto nivel de reiliz.aciónen mate ria de técnicasestadísticas,y engloban, a veces,en el desdén mismo, a todos los
tercarnbios-y especialmentelos préstamos- se oPeran con Preferenciasobre la basede homoloqías estructuralesentre las posicionesocupadasen los diferentescampos .".ion"l.r, es decir, ."ri .t.i,rri,ramente entre los domi-
orros especialistas,simple minorfa no cuantirarivista tan irrisoria como absurda. Los sociólogos marxistas, con la seguridad que les confiere el hecho de no ser más dejados de lado, rechezana| "positivismo" como el reflejo de una época histórica superada. los sociólogos his-tóricos(que pueden ser también marxistas) abogan por la unicidad de las configuraciones históricas y la
nanteso entre los dominadcs (con efectosanálogosde distorsión y de mallleva a Pensar . entendi do en e l int er ior de est os dos sub- espacios)Todo incluso, que los obstáculos socialesal libre intercambiogenerrtlizadoestán
necesidadde ar¡aigartodo objeto a su verdaderolugar en secuencias históricasto¡almente específicas. Los etnomecodólogos rechazanla sociologíadel "macrocosrno" como una habladuría desprovista de toda justificación; una especie pariicular de estructuralismo fenomenológico, humanista y parisiense,y otras'posiciones" demuestran, con ñrerza, refinamientos filosóficos (y un" buen" dosis de desprecio por sus adversariosfilosóficamente iletrados) que sólo su método permite una
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apreh c n s i ó n a d e c u ,d a d e l m u n d o so cia l. R. Co llin s, "ls l9 B0s S oci ol ogy i n the D ol drums?", Am eri c a n J o u r n a l o f S o c io lo g l,r ' o l.9 I,6 ,m a ,cd e
I9 8 6 , p p . 1336-|355,enparti cr.rl ar,p. 134l .
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París, Ed.De Minuit, 1988. 9. P.Bourdieu, HomoAcademicus,
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PierreBourriieu si¡r duda reforzadosbajo el efbcto de una sueite de institucionalizaciónde las divisiones de base política. E n los años c i n c u e n ta , c i e rto s s o c i ó i o gostemporal mente domi nantes podían consriruir una inrernacional invisible, fundada sobre afinidadesque deben más aIa razónsocial que ala razóninteiectual )/ que sirven de basea r¡na ortodoxia; hoy, bajo el efecro del contragoiPede ios movimienios estudiantiles de fines de los años sesentay del traumatismo colectivo que han infligido, de Berkeley a Berlín, a toda una generación de profesores,las clnex;onethasta allí informaies se han transformado en redes organizadas alrededor de fundaciones, de ievistas,de asociaciones,y el conservadurismo de buena sociedadde ios guardianesde ia ortodoxia ha cedido lugar a las profesionesde fe exPlícitasy a los manifiestos ulva de una verdadera int er nac ional r e a c c i o n a ri a .' u Lo que esnuevo,esque también existe,pero en estadovirtual y desorganizado, una internacional de ios outsiders,formada Por todos los que tienen en común su marginalidad con relación a la corriente dominante, como ios miemEstos "marginaies", bros de los movimientos de las ¡niiroríasétnicaso sexuales. que son frecuentementerecién llegados,introducen en el campo disposiciones subversivasy críticas que, aunque no cstén siempre suficientemente criticadas démi' científicamenre,los inclinan a romper con ias rutinas del establishme-nt ^c allá, o aquí reernplazado, co; en su lucha conrra la ortodoxia, o lo que la ha toman prestadofrecuen¡emen[earmasa movimientos extranjeros,contribuyendo así a la internacionalizacióndel campo de las cienciassociales;rrPerolos inreresesligadosa la posición en el camPo de recepciónconstituyen el origen de distorsionesen la seleccióny la percepcióndel Préstamo,él mismo estructurado según caregoríasde percepción y cie apreciación asociadasa una tradición nacional ¡ por ello, con frecuencia totalmente inadecuadas(por el hecho de que las obras <-irculanindependientemente de su contexto; trabajos concebidos
(i nvi taci ones, i nformes, 1 0 . E s r a s r e d e s co n stir u ye n la b a se d e in te r ca m b ios de servi ci os especialmenteen inrernacionaies, ajueces subvenciones) que hacen, por ejemplo, que el recurso de universalidad. una garantía los procedimienros de cooptación, no sea siempre I l . D e m a n e r a g e n e r a l, la s im p o r ta cio n e s p r o p o r cio nan i as rnej ores arm¿s en l os confl i ctos internos de los campos nacionalcs, especialmente cuando se trata de desacreditaruna ¡:osición establecidao de acrediraruna nueva posición y de acelerarel procesosicmpre difícil de acumulación inicial, es decir, de subvertir la jcrarquía social en vigor y de imponer nuevas levcs de formación de ios precios (se sabe, por ejemplo, el uso que los 'iosmopolitas" realeso suPuestospueden hace¡ e n l a s p o l é m i c a s ,de la id e a d e l "r e tr a so "n a cio n a l) .
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rle las cie¡tciassocialespuede seruir...
con rclación a un espaciocle tomas cic ¡rosicióndeterminadoserán reciSidos con rcferclrciaa catcgoríisrle percepciónconsrruidascon relacióna un espacio nlu)' difer¡:nte,estructuradopor otros nombrespropios,otros concePtosescodiferentes,etc.). laresen -ir,,,o, o los mismos,pero invcstidosde significaciones cont r i'buir aut om át icam ent eal pr ogr eso el l o s e leios de de¡ iva que, De super ior ,la evolucióndel cr r npo int er nah¡ci a un grado de univer salización socialcs hacia una unidad mayor -a travésespecialn-rende las ciencias cional de las luchesque hay en él- puede cont r ibuir rc de l a i nte r nacioualización solamentea la difusión a escalauniversal(para evitar el término Particuiarmente vicioso de "rnundialización")de parejasde oposición ficticias'profun.Jamentefunestaspara el piogresode Ia cie¡rcia:entre los métodos cuantliarivos y los métodos euaii¡ativos,enr¡e lo macro y lo micro, entre las aproximaci onesesir ucf ur alesy las apr oxim acioneshist ór icas,ent r e ias visiones -el "coniiermenéuticaso internalistas-el "texto"- y las visionesexiernalistas icxto"-, en¡re la visión objetivista,frecuentementeasocia'laal uso de la esradísri ca,y l a visión subjet ivist a,int er accionist ao et nom et odológica;o m ás prccisamente,entre un estructu¡aiismoobjetivista-sujetado a asir estructur3s obietivas,a través de las técnicascuantitativasmás o rnenossofisticadas ',pttlt aru!¡tsis,netuork altabJsis,crc.)- 1' todrs las f.rrmas dc construc¡ivisrr,o que, desdeBloomeña Garfinkel pasandopor Cioffman" han intentado asir nucvamente ia representaciónque los agentesse hacen del mundo social y la c<¡ntribución que eilos aportan a su construcción;sin hablar de la oposición, que toma una forma especialmentedramática en los Esados Unidos, enfre una "empiria" frecuenrernentemicrofrénicay recortadade las interrogacionesteóricas fundamentales,y una "teoría" éoncebida como una especialidadaPe'fiei reducida, la mayoría de las veces, r'rn .o,r,.ntario comi;ilatorio de aut(;res " canónicoso a trend re?ortsescolaresde trabajos mal leídos y mal digeridos. Si las instancias internacio¡ralesfueran verdaderamcnteel instrumento de racionalizacióncientífica que podrían y deberían ser, deberían favorecerla conducción de una investigacióninternacional(al menos en su objetb) solrre las determinacionessociales(sexo,edad, origen sociai,carreraescolai'status universitario,competencia técnica específica,etc.) de las "elecciones"entre lc,sdos términos de las diferentesoposiciones"teóricas"y "metodo!ógicas", que introduceti en la población de los investigadoresdivisionestotalmentc ficticias,desdeun punto de vis¡a científico.[,lla mostraría,sin ninguna duda arriesgada),qu" (no arriesgonada fcrrmulandoesta hipótesisaParentcn.lentc ntuchasde estasoposicionesno tienen otro ft¡ndamentoque
capaz,sobre rodo, de dar los medios para comprender,entre orras cosas,los límites que los determinantessocialesde las disposicionesmiiitantes imponen a la crítica y a la acción militantes (frecuentementereducidas a simples inver-
, p o s i ci onesexternas.P ero tcngo b ri o u na f or m ¿ m á s o me n o s re fra c ta ri a o tengo co n cienc ia de no r o m a r ta m p o c o u n g ra n ri e sgo vati ci nando que muy pocas posibilidadesde ser comprendido por los responsablesde estas instancias:¿Por qué se inquietarían en dar funciones realesa instanciasque les parecen suficientemenrejusrificadaspor el hecho de justificarlos en su e xi stenc ia?No obs ta n te , s e p u e d e e s F e ra rra z o nabl ementeque un j oven investigador encolerizadose apoderaraun día del proyecto que hiciera re-
sionesde las tomas de posición dominantes y, por este hecho, muy f;íciimente como lo atestiguanrantastrayectoriasbiográficas).12 reversibles, pero, sobre ro do, no hay que ocukar se que las disposicionesr eaciaso rebeldes,incluso revolucionarias,que ciertos investigadoresimportan en el campo, y de las cuales se podría creer que acarrean inevitablemente ruPtirras críticas con la ttnxa y la ortodoxia, pueden también favorecer la sumisión a o
gresara la tierra, en la Iógica de las pasionesy de los interesesasociadosa l a s d i f er ent es pos ic i o n e se n e l c a mP o , a l a s to m as de posi ci ón l l amadas "teóricas" o "episte¡nológicas"sobre las grandesalternati';asdel momento, en las cualeslos investigadoresproyectan,bajo una forma directa o inverti-
no son sino las más visibles.No pueden engendrarlas rupturas verdaderasde una reuoluciónespecífcasino cuando se asocian al dominio de los logros hislos revolucionarios tóricos del campo (en un camPo científico múy ^vanzado, capiralistasespecíficos):la concienciay el conocimiento son necesariamente
da -c<¡mo los hombres en su Dios, según Feuerbach- las carenciasligadas a su finitud científica. Pero lo que hace.difícil (y realmente;rriesgada) la crítica de estasparejas sociales,maquilladas como parejasepistemológicas,es el hecho de que, consideradasdesde el punto de vista del principio de diferenciación social, los
de las posibilidadesy de las imposibilidades inscritas en el espacio de los posibles,hacen que esteespacioactúe,a lavez, como sistemade coaccionesy de censurasque obliga a sublimar la pulsión subversivaen nrPtura científica,
dos rérminos (macro/micro, por ejemplo) están lejos de ubicarse siempre sobre el mismo plano, y cieque uno de ellosse sitúa siempre más cercade la causa de los dominados (socialmentey también, basrante frecuentemente, de l as característi cas ci e n tí f ic am ent e) , en e l c a mp o (a tra v é se s p e c i el menre
y como matriz de todas las soluciones suscePtiblesde ser consideradascomo cienríficas en un momento dado del tiempo, y de aquellas solamente.
socialesde sus defensores),y también, aunque ello sea mucho más difícil de juzgar,fuera del campo. De suerreque la opción propiamente científica de recusar,en su principio mismo, la alternarivaque los opone, puede parecer inspirarseen una suerte de indiferentismo conservador.Queda que nada es más ccntrario al progreso de una ciencia social autónoma que la tentaciórl
Por una "Realpoliük" científica Así, la puesraen cuesrión de las orrodoxiasy de todos los principios de visión y de división centralestiene el mérito indiscutible de destruir el consensoficticio que aniquila la discusión,pero puede conducir a una división de campos antagonistas,cerradossobre la convicción metateórica de la supe-
del populismo: los que creen "servir la causa"de los dominados -es decir, en la acrualidad, más bien en los EsradosUnidos, las causasde las minorías selj.ualeso étnicas, o en Francia, en los años setenta, la "causa del pueblo"-, abdicando las exigenciascientíficasen nom'orea vecesde su carácterelitista,
ricridad absoiurade su visión, a la cual uno no puede resignarse.Es necesario, pues, trabajarpara la consirucciónde instanciascaPacesde ccntrariar las
no o , m ás ingenuam e n te ,d e s u l a z o c o n l o s c o m p romi sosconservadores, y acuerde están sirven verdaderamentea las causasque ellos creen defender do, al menos pcr u,-. Darre-€n todo casola única que incumbe a un inves-
12. Es notable que Foucauh que, al menos en los Estados Uniros, ha devenido el Santo Patrono, ¡i¡ualmente invocado (más que el maestro de pensamiento), de todos los movimicntos subversivos, seasometido a ral reducción por parte de los predicadoresde la restauración(cf' James Mlllet, The
tigador-, con ia causd¿e la ciencia. La reduación a lo "noiítico", que arrasrrala ignoranciade la lógica específica de los camposcien¡íficos,implica un renunciamiento,por no decir una dimisión: reducir el investigadoral rol de sim,.lemilitante,sin otros fines ni medios que los de un político ordinario, es anularlo como científico c::Pazde poner las de la ciencia al servicio de los objetivos perseguidos; armas irreemplaz-ables
Passionof Michel Foucault, New York, Simon and Schuster, 1993;y ia crítica que hace Didier Ertl¿on,Michel Foucaultet sescontemporains,París,Favard. 1994, pp. 22-30) . Pero reducicndo todo
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el pensami enrode F ouc aul t a s u homos ex ual i dad,és tosno hac en s i no i nv eni r l a pos i c i ón de l os que pretenden canonizarlo porque era homosexual (cf, David Halperin , S¿int Fouuult- 7it¡oF^¡sevs in Gay Hagiographl, Oxford, Oxford Universiry Press, 1995).
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te n d enc iasa la f is i ó n a n ó m i c a i n s c ¡i ta se n l a pl ural i dad de l os modos de pensamiento,favoreciendouna confrontaciónde los puntos de vista colocada bajo el signo de la reflexividad. Un punto de visra que se percibe como tal, e s d ec ir c om o v is t a to m a d a a p a rri r d e u n p u nto, de una posi ci ón en un campo, está en condicionesde superarsu parricularidad:especiaimenreent¡ando en una confrontación de las dife¡enciasde visión funciadassobre la concienciade los determinantessocialesde estasdiferencias. Pero, más que de una predicaciónepistemológica,incluso armada de una sociologíareflexi.¡ade los campos de producción, es de una transformación de la organizaciónsocialde la producción y de Ia circulacióncientíficasy, en particular, de las formas de inte¡cambio en y por las cuales se cumple el con¡rol lógico, que se puede esperarun progreso real de la razón científica en las ciencias sociales.Aquí, puede intervenir una Realpolitih de Ia razón, armada del conocimiento racional de los mecanismossocialesque esrán en marcha en el campo de ias ciencias sociales,tanro a escalanacional cuanto a escalainternacional. Semejantepolítica puede darse.specialmenrepor objerivo reforzar rodos los mecanismos que contribuyen a unificar ei campo científico mundial, favo re c iendo la c ir c u i a c i ó n c i e n rífi c a , c o n rra rresrar el i mperi o de l os imperialismos teóricrs o metodológicos (o simplemenre lingüísticos), y combatir, por un recurso sistemáticoal método compararivo (¡ en particular, por una historia comparadade las historias nacionalesde las disciplinas)la influencia de las tradiciones nacionaleso nacionalistas,retraducidas,mu)r' frecuentemente, en las divisiones en especialidadesy en tradiciones teóricas o metodológicas, o en las problemáricas impuestas por las particularidadeso Ios particularismosde un mundo social necesariamente provincial. No existen, sin duda, por más que piense en ello Habermas, universales transhistóricos de la comunicación; pero exisren cierramenre formas socialmente constituidas de comunicación que favorecen la producción de lo universal. La lógica está inscrita en una relación sociai cie discusión reglada, fundada sobre un''tópico y una dialéctica.Los lugares (topoi) son una manifestación visible de la comunidad de problernática, como acuerdo sobre los terrenosde desacuerdoque es indispensablepara discurir (en lugar de mantener monólogos paralelos).Tál espaciode juego es el que se rrara de consrituir, no sobre la base de prescripcioneso de proscripcionesrnorales, sino creando las condiciones socialesde una confronración racional que apunra a instaurara escalainternaciona!,no el utorhingconsensus de una ortodoxia sostenida por la complicidad en interesesde pode¡ sino una común axiomárica
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fundado sobre el reconocimiento crfracional, al menos un tuorking dissensus rico de las ccnpatibilidades y de las incompatibilidadescientíficamenre(y Este espaciode juego es el iugar de la libenad no socialmente)establecidas. que la ciencia social puede darse aplicándoseresueltamentea conocer las determinacionessocialesque pesansobre su funcionamiento, y esforzándose en instituir los procederestécnicosy los procedimientossocialesque permiten trabajar eficazmente, es decir, coleüiuamenteP^re dominarlos'
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"Dígo que opinar (doxazein)eshablar (legein),y la opinión (doxa) un discursoexplicitamentehabladn(logon eirémenon)". Platón, Teerero,190 a.
'Algunos dicen, hablando de los asuntos del F.stado,que esasson cosasmuy '1:"complicadas y que es necesario ser un especialistapara comprenderlas. Usred, t ': ¿o*i totalmenre de acuerdo,más bien de acuerdo,más bien en desacuerdoo en ::.,,,. desacuerdocon estemodo de ver?Totalmente de acuerdo:37o/o;mzísbien "tiot,rro ..' de acuerdo 35o/o;mds bien en desacuerdo:160/o;en absolutode acuerdo:l0%o;no responde: 2o/o". Este cono diá1ogorno lleva ninguna de las marcaspor donde se --.'-designan los objaosdz r(lexión, socialmentereconocidoscomo dignos de entrar en el ". ,..r juego de espejosque reflejan indefinidamenie objetos ya reflejados,que evocaroda --= ;-.¿t.tótt letrada.Sin embargo,no deberíaescapar,a quienesestín familiarizadoscon ,,.'- loerístico, que las implicaciones de la pregunu aparecencompletamenre sólo si se - : despejantodas las implicacionesde una respuestaque supone la ignorancia de esas : implicaciones:'obtener una respuesapoco menos que universal(98o/o),a una pregunta sobre la universalidadde Ia competenciapolítica, es establecerque no hav "'t - nadieque s€apolíticamenteincompetenteal punto de declararse incompetentepara '':..:responder a una Pregunta sobre su competencia o su incompetencia para juzgar ..i€i
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tu , Minuit, l, noviernbrede 1972, pp. 26-45. _;;-', -Les doxosophes",
:r-- ' -Extracto de una encuesta de la S.O.F.R.E.S. realizada con la cooperación del Institr¡to de --T*l: esrudios é políticos. :$':-
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Pierre Bourdict¿
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* la comperenciao la incompetencia política. Pero esto no es todo: uno puede preguntarsesi los que se declaranpara siempreincompetentes,para resPondefa de su comcualquierorra pregunrapclírica que no fueseia pregunta (¿política?) petenciao de su incompetenciapolítica (72o/o),tienen la competenc;anecesaria p.'" aprehenderlo que implica su confesiónde incompetencia.En efecto, una de dos: o eilos dicen la verdad y toda interrogaciónpolítica, incluso los sondeos o de .oinión, no tienen objeto, por falta de quienesresPondany de respuestas; que producen su resPuesta bien ellos no dicen la verdad, y los especialistas Produciendo la pregunta que ia produce debe¡íaninterrogarsesobre la naturalezay la función de una comperenciapolítica, lógicay polírico-lógica,que les da poder para producir una interrogacióntan bien hecha corno para constreñira los que ellos interrogan a negarseuna competenciaque pos€eily a dimitir en su benefic:o. fuí, pidiendo expresamenreuna confesión de incompetenciaque sus preg,untasordinarias obtienen infaliblemenre,bajo la forma del silencio o del disde ia'tiencia política'muestran' por rrna invercurso arrancado,los especialistas sión típicamente socrática,que ellos,ignoranel principio de la eficaciade esas preguntas:a saber,la inconciencia feliz de la incompetenciacientífica políticamenre comperenreque hace el doxósofo,como habría dicho Platón, especialism áela doxa, opinión y apariencia,sabioaparentey sabiode la apariencia,destinado a dar las aparienciasde la cienciasobre un terreno donde las aParifnclasson siemprepara la apariencia. Toda la "cienciapolítica" no ha consistidojamás sino en un cierto arte de devolvera Ia clasedirigente y a su personalpolítico su cienciaesPontáneade la política, adornada de ias aparienciasde la ciencia. Las referenciasa los aurores canónicos, Montesquieu, Pareto o Tocqueville, el uso casi jurídico de la historia más inmediata -la que enseñala lectura menos extracotidianade los periódicosy que no sirve sino para pensarel acontecimientoen la lógica del precedente-, la neutralidad ostentatoria del tcno, del estilo y de las paiabras, la símil-tecnicidaddel vocabulario,son otros tantos signosdestinadosa llevar a la pclítica al orden de los objetosde conversacióndecente,y a sugerir el desapegoala iez universitarioy mundano del comentaristailustrado, o a manifesrar, en una suerte de alard¿ dc objetiuidad,el esfuerzodel observador imparcial para mantenersea igual distanciade todos los ex¡remosy de todos los extremismos,tan indecentescomo insensatos.l Z . I -n s " c a r a a c a r d ' r e le visa d o sco n stitu ycn e l id e a l r e a lizadode l a represenraci ónofi ci al del combare político como jucgo reglado: rodo cs pucsto cn práctica para manif-estarla sitnefila entre las d o s p a r r e s , l a o r g an iza ci< inclcl csp a cio ,Ia ¡ itu e lize ció n'l cl i ntcrcembi o (ex¡rosi ci ónde l os
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Lostloxósofos La "cienciapolítica" tal como se ha enseñadoy se enseñaen el instiruto de estudiospolíticos no habría debido sobrevivir a la aparición de las récnicas mo,ler¡lasde ia investigaciónsociclógica.Pero eso seríano rener en cuenra la subordinaciónal encargoque, combinada con la sumisión pr:sitivistaal dato rai como,.e br inda, debí a exciuir r odas las cuesr iones y t oclos los cuestionamientoscontfarios a la convenienciapolítica, ai reducir a Lrn puro rc-istro anticipado de votos, intenciones de voros o explicacior:esde voros, una ci enci ad e la opinión pública así per f ecr am enr e conf or m e a la opinión l .úbl i ca dc Ia ciencia. De todos los cuesrionamicnrosde la "ciencia política", el más decisivoes aquel que las preguntasmisrnassuscirany que riene rodas las posibilidaces
rcsultados dei sondeo de opinión, presentaqión de los adversarios,sorteo, prnyección del f;ln:, prcguntas sobre el fi l m, erc .), l a os tentac i ón de l a equi dad l s onc o, i dc nri dad de l as pregunras ¡l anteadas,i gual dad de l os ti empos i mparc i dos ,c tc .). P ri nc i pal res pons abl cc l c c s rac x hi bi c i ón rj e i a cbi eti "'i dadpoli ri c ol ógi c a,el "ani mador" (anti guo al umno de "C i enc i aspol íti c as ",profes or dc crrnfcrenci ascn "C i enc i as pol íti c as ",c roni s r¿ de' i c i c nc i as po!íti c as " en el pc ri ódi c o La Monde, pei i odi sta po!íri co de di ferenresLi i ari osy res pons abl edc Ios s ondeos pol íti c .rs en el Ins ¡i ¡uro lrancésde opinión pública) sc debe manifestarde todaslas manerás-aunque luera por h imp;rciencia q!.l eoP onc a l os d es propós i tosde s us "i nv i tados "-, s r¡ v o!unrad de hac e¡ res perarl as regl x dc l a cortcsíarroi íti cav, s obretodo, s u preoc upac i ónobs es i ' ' apor l a neurral i C ad("S c ñor C hi rac , v a que has¡a ahora es us ¡c d qui en ha c omenz ado, c n l a s egunda partr, s c rá c i s eñor Marc hai s qui en conriencc,para guc tca imparcíd". "I¡s ser'ialo,a unol ir orro gúe hcmos pasadc ya la miracl dcl trcmpo'r' crrrnr-'us rc desti enen, uno y otro, c i erto número de c c s asquc dec i r..."J . 3. La cxi stcnci ad e "s i n-res pues ta", c uy a frec uenc i a no s e rc par{ e por az x r s egún l as pregunaas pianreadasy scgún las categoríasde individuos interrogados, pasa toralmcnrc dcsapcrcibida a menos que sea apreher:di da,a l a manc ra c l ec roral , c omo "apatía", de l a < ¡uc l a c i c nc i a dc [e cncontrar el pri nc i pi o y c l rc medi o dentro de l as propi edadesparri c ul arc sdc l os "apáti c os ".
l enguaj e pol íti co, sino t am bién par a sit uar seal nivel .
y las catcsorías los rítulc¡sde los "artícr"rlosde foncio" de Le tVlondeo'I'e ligaro ordinadel enrendimiento político de los prcluctores y de los co¡rsumidores perfectamentc ri o s d e es asdif er enr e se s p e c i e sd e d i s c u rs o .E.s raci rcul aci ón legítimo -discircular de los esquemasy de ios temas del discurso político de evi denci a cu rso dom inanr e que s e d i s i m u l a c o mo ta l - y e i senti mi etrto obietivascoinciinrnediata que se observatodas las vecesque las estructuras a poner el den perfectamentecon las estrucrufasinteriorizadas,contribuyen ai discurso como di..,.rrro "político"ay la definición implícita de la política a un mund<., abrigo de la inrerrogación,disponiendo a la adhesióninmediara "actitud o, si natural" ,o.iii .pr"h.ndido como mundo narural que define la políticas más se quiere, Ia d.oxa,y que frecuenrasecretamentelas opiniones
cuasi- abst r acción
donde se sitúa comúnmente el discursopolítico, tanto por la sintaxis de sus enunciadoscomo por las referenciasimplícitas que encierra;apto, más precien el doble sentido, la pregunta "política" para fefesamenre,pefa reconocer, rirla como tal y para sentirseen la obligaciónde respondera ella y de responderle "políticamente", es decir, conforme a las normas de la cortesíapa/itica, con palabras-y no con golpes, por ejemplo- y con palabraspolíticamenre puiidas y nc con paiabrotaspoiíticas,con esaspalabraspolíticamencegroseras, que están admitidas, si acaso,en los mitines y las reurfones públicas, pero que esián excluidas, bajo pena de vulgaridad, de todos esos lugares neutros -propiamente poiíticos porque son políticaniente neutros-, que los Institutos de ciencias políticas enseñana frecuentar.
para-dójicas.t ' sr' Esradefiniciónde la poiírica como discurso(y de una especieparticularJ dtr opinión, de encuentraencerradaen la intención, consLitutivade la encuesta ya enunciadas1" opiniones sobre hacerenunciaropinionesy cleob,teneriuicios excluve. suyode no siendo jamás explíciramente fi:rmulado -Porque Pafeceir
Toda preguntaencierrala demandaimplícita de que el que respondesepalo que se le demanda. El interrogador y ei interrogado no confieren necesariamentela misma significación y la misma función a la pregunta; la interpreración de la respuestano tiene ninguna posibilidad de seradecuadamientras no esténexplicitadas la demanda inherente a la preguntay la representaciónque el interrogado se hace de la preguntay de la respuestaque ella merece.En el casoparticula¡,estademanda tácita es una demanda de discu¡so,de explicitación,que excluyela posibilidad de una respuestapráctica.La demandapoliticológicaexigeimplícitamentesei tratada como un objeto autónomo, un poco como se haría con un test lógico o con un tema de diserración,al que sele concedela seriedadlúdica que no pertenecesino a los e.jerciciosescolareso a los juegos de sociedady en los que uno aceptajugar seriamenteel juego de la seriedad,es decir, de tomar bastanteen serio una situación evidentementeirreale imaginaria(si ustedtu'u'iera un millón...) parahablarai respectoin abstracto,es
ve cesque sca empl eadoconforme :' su 4. Sc s e ñ a l ¿ r áe l r é r m i n o po lítico e n tr e co m iila s to d a s la s p o litico ló g ico ' dc f inic i ó n d o m i n a n t e , e s d e cir , 'l 5. " Pdru-doxales',en el texto original (N del )' a n im a d o r d e la em ,sió n "Faceá l ace" da cl clci eba¡ep<.i l íi rco' e l q u e 6. Bas¡ ap e n s ¿ re n l a d e f l nició n " No d e cir q u e e s u n < i cbatepol íti co' creo <1uesi ustcdc¡ ú til r o d o e s d e l c onf or m e a s u s d c s e o s : so licita r le s'a u n o I 4 o trL' y en pri mer l ugrr al scñ'r \1 p o r es t ánd c a c u c r < l ov, o y a c o r n e n za r que dcfinan st posiciórtgeneral,su interprer'ttit"; comcnzar, toca a él le Habib Declonclc, ya quc ejemp/osque scránclegidosen dos dominlc':' presentarán continuación y a leneral sol>reelproblcma la inforrnación igualmcnte en s?\lti'!on'?]!¡1::l luego y ,'tn amp/io sentido en .n prirr]., lugar la cducaci y t les p u é s !, r a t u r a l m c n t e ,u ste d e sp o d r á n co n ciu ir "'
afirmar y de reafirmar la exisrenciay ia unidad dei grupo en y por la comunicación; al contrario, es en las si¡uacionesneutras y neutraiizantesdel universo escolar donde los miembros de lasclasesprivilegiadasadquierenla disposicióndiser¡ativa que permirehablarsin ningunareferencia directaa ningunasituaciónpráctica,de
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haL:lara pesard¿ todocuando ei ienguajeestádespojadode toCaslasÍi-rncionesque cumpie en su uso práctico. Así, como lo observal'rerre Greco, ia pregunta "¿los amigosde sus amigos son sus amigos?"requiererespuestas que, aún idénticas, puedendiferir radicalmenteen su principio, dependiendode que ellasseanel producro de un simpie cálculo lógico fundado sobre la sola reescriturasinláctica
l'ierre BoLtrrlieu
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Losdoxósofos
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del enunciado mismo o de la referenciamental al universo concreto de los a migos ; del nlis mo m o d o , l a re s p u e s i aa l a s p reguntas más típi canl ente p o l it ológr c as*que s e te c o n o c e ne n tre o tro s ín di cesP or su l ongi tud, P or su compiejidadsintáctica,por la abstracciónde losté¡minosemPleados-puedeen el limire no expresarsino el resultadode u¡'ranálisisde la sintaxisdel enu¡rciadode ia preguntaque, al modo de un tema de disertación,collstituyeel soportede la reflexiónque conducea la respuestañrerade toda refe¡enciaa la situaciónpráctica. Peio, como se 10 ve evidentementeen el casoextremo en ei que se pregunta si existeuna relaciónentre el confiicro del Medio Oriente y el conflictc de Vietnam,
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puede, para ciertas categoríasy ciertascuestiones,ser inferio¡ al 40a/o'),la opinión de tener una u otra de las opinionesprevisraspor el cuestionariono es ]amássino una probabilidad condíciona!desprovistade toda significación en cuanto deja de ser tratadacomo tal. La probabiiidadde tener una opinión se e encuentra,ade m ás,sist em át icam enrsobr eest im ada: en ef ect o,pr oponiendo como se hace más a menudo para facilitarla recoleccióny el anáiisisde ias
toda cuestiónpropiamentepoiiticoiógicaexigeque lastomasde posiciónParticularesseanderivadasa parrir de un pequeñonúmero de principios "políticos"explícitarnentefbrmulados, ú¡ricoscapacesde fundar las "opciones"coherentesy rozoy laspulsionesir¡azonables nabiesdel ciudadanoconforme, que ignoratrasPasiones
informaciones,una opción de varios enunciados,por lc tanto, demandand,¡ 'iomar posicién sobre Io ya enunciadoy haciendo así ciesaparecer el trabajo de tnunciación, se presupone tácitamente que el encuestado sería capazde pro-
Así, ia irresponsable. o de la incompetencia e imposiblesdel interésinconsecuenre inrerrogaciónpolitrcológicamide no por la opinión política,sino por la aptituci
clucir (o incluso de reproducir) la proposición que constituye el enunciado ci c l a pregunt a, cuando el sim ple s/ ( o incluso el no) que puede siem pr e producir, no puede ser consideradocomo un índice de esta aptitud sino en
paraproducir Io que seentiendepor opinión política.Es decir,másprecisamente, la aptitud para referir lo "políttco" cónto tal (o, incluso, en ciertos casos'Para y a la experiencia consr¡uirloo para"de-construirlo")y paraadoptarcon resPecto
una fliacción muy reducida de los casos.Se hace así desaparecer,por una la posibilidadde r ecogerla inf or m ación pcti ci ón de principio inconscient e" que comanda ia significaciónsusceptiblede ser otorgadaa todas las infor¡na-
al lenguajela relaciónneutralizanteque esIa condición sineqtu non de ia adquisiesPecíción y de la utilización apropiadade la cultura "política"cono comPeterl-cia "político", fica,eliamisma condición de la producción de un ciiscursopropiamente
ciones directamentJ'recogidas. A demás, el logocent r ism o- f or m a que el et nocent r ism ode ciase t or na l1;gicamenteentre los intelectuales-lleva a aprehendery a enumerar, como opi ni onespol ít icaspr oducidassegúnun m odo de pr oducción pr opiam ent e "político", los productos simbólicosde otro modo de producción. Toda inre-
al mismo tiempo que de Ia recepciónde tal discurso.TNada sorPrendentesi esta de una disposiciónmás general,esel disposición,que no essino la especificación producto de un ripo particuiar de condicionessociales,aquellasmismasque son la condición del accesoa ios otros aspectosde la cultura dominante. Resulta que
rrogación científica -es verdad, in.luro la investigaciénetnológica, aunque radicalmenteopuestaen los métodos a la encuestade opinión-, se expone ¿ ci ercerun efe ct o de t r ansm ut aciónlógica y polí t ica por cl solo hccho de ilevar lo implícito al estadoexplícito sin saberloy sin saber todo lo que está
7. En u n s en t i d o m á s r e sr r in g id o*e l m á s co m ú n m e n te ¡ e te ni do-, l a competenci a pol íti ca pucde s erde f i n i d a c o i n o l a a p titu d p a r a o r d e n a r u n ca m p o p o lítico homogéneopor l a puestaen prácti ca
irnplicadoen esta operación.Por el hecho de que considerasiempre las opi¡lionestomadasen su valor superficial,al omitir interrogarsesobre los modo.s cle producción diferentesde los cualesellas pueden ser el producto, es decir, st'irrelos diferentesprincipios generadoresde discursos<; de prácticasindisti ntamente tra t adascom o polí t icas,la int er r ogaciónpolit icológica pone a f ucnta de la persona interrogadala opcración de constiiución*es ciecir,de
dc un sis¡ema de ciasificaci¡in (y de un sistema de discursos cn torno a esasclasificaciones)que pcrmiran memorizar y'restiruir Ias denominaciones dc los agruparnientospolíticos (inclusive bajo la lo¡ m a c i f r a d a d e l s i g lo ) y lo s n o m b r e s d e lo s h o m b r e s p ol íri cos,¡euni ¡ unos u otros en cl ases ; alif i c a d a sa b s t r a c r a m cn tey situ a d a se n u n e sp a ciop o lítico que el l asrecubrenen total i dad. S i tal c om ¡ r c r c r . r c ic: rs l o r n r a l m e n r e id é n tica a la co m p ctcn ci¿a r tís ti ca(con i a cxcepci órrde qr-rcoucde ex is t i r t n c s t a t l op r á c t i c o sin a co m p a ñ a r sed e u n d o m in io e ¡ udi ¡o, l o ri ue no es casinunc:r el c:rso c n c l i i o m i n i o e s ¡ é r i c o,ya q u c cl d o m in io p r á ctico - q u e su ponc l a fami l i ari d¿dcon l as obras dc
trrna de concienciay dc toma de palabraque es, en más de un caso,el hecho tlc la interrogación-. Al mismo tiempo, rrara corno opinién constiiuida, sc¡lún los principios específicosde la disp.rsiciónpropiamente "pc-rlítica",respucst:lsque pueden ser el prodr,rctode la puestaen práctica cle los esquemas
arrc - , e s e l m o n r : p o l i o d c la s cia scsq u c tie n e n ta m b ié n e l m o nopol i o del accesoa l a cul tura cul ra), s in cm b a r g o , l a r c n t a b ilid a d e sco la rd c la co m p e ten cia p o líti ca (que estáexcl ui rl ade i a defi ni ci ón prop i a m e n t e e s c o l a rd e la cu ltu r a ) e s m r r n *in flr io ¡ a la d e la comP etenci aartísti ca
.; 121
la ocultación de las "sin-respuesta"(por ia presenraciónde los porcentajes recalculados)produce de por sí un efecto político: una clase(o una fracción de clase)está,en efecto, caracterizada,en primer lugar, por la probabilicladqus le esú ligada de tener ltnd "opin;ón política" sobre un problema 'po!ítico" (y qu.
*,
explícita, y puestosen práctica en el modo prerreflexivo*. Sin eslar mecánicamente atadas a la situación de clase, estas dos formas de disposicirín
en rcsP uestaa n o e spec í f ic osdel e¡ h o s d e c l a s e ,a u n q u e s e a n p roduci dos con el ni vel si empre p r"g ,.rn, " u" polí t ic as " .uEn re s u me n ' P o I n o ro mP er tomada en su i.rro*".r"I del-oPusoPeratum'es decir, .1ela opinión formuiada "ciencia política" está valor superfi.i"l, p*." consrruir el modus operandi,la co n d enada a ignor a r q u e e l c o n j u n to d e l o s e nunci acos-tratados-c< ¡moproducen a opiniones que los miembros de una sociedaddividida en ciases tipo de compropósito de un .o.,junto cle problemas,resultasiempre de un de pes.rs dotados tin".i¿n determinada entrt dnsprincipios cleproducció2, de los diferenressegún la modalidad de la inter¡ogacióny según la posición los todos ignorar sino producrore,sen le estrucrura social. No puede pues que Pfo.f..ro, "reóricos"y políticos (análogosa los de la consultaelectoral) sofun.{ados ducen el regisrroy el análisishomogéneosy homogeneizantes bre la ignorancia de estr dualidad' el di scursc' El dom inio s im b ó l i c o d e l a e x p e ri e n c i aq u e se exP resaen entre P aso ci a lr nent er ec ono c i d oc o mo " p o i íti c o " Yy q u e suP onel a puesta singularisu en situación réntesisde tocla referenciadirecta y exclusivaa la ori entar l a d a d , s e c pone diam e tra l me n tea l d o mi n i o p rá cti co que puede acceder sin política iamás a práctica cotidiana, en todo lo que ella tiene de me n o s to d avía a l a conceptual i zaci ó' . i a e xp lic it " c ión y a l a ' e rb a l i z a c i ó n , 'fodo npon", ai mismo tiempo, Ia.coherenciaintencional de las prácticasy eng e n c l ra d o a s p a rri r d e u n p ri n ci pi o expl íci to y expl íci tad e l o s < lis c ur s os y dc saberes me n te " polí t ic o" - e s d e c i r, a Pa rti r d e u n c u e rp o de normas p ro p i ar nent e polí t ic o s , e x p l íc i ta )¡ e x Pre s a m e n tcsi stemati zadosP or" esP eclc .i.lirrrr*, y la sistematicidariobjetiuade las prácticasproducidas a Partir " pol íti cc" u n p rinc ipio im plí ci ro , p o r l o ra n to , d e e s te l ado del di scurso -es d.ecir,a pafrir de esquemasde pensamiento y ce acción objetivamente inculcación sistemáticos,adquirrdospor simple famtliarización,fuera de toda g. Es s u f i c i c n t e c o n s i t l er a r r :n d o m in io co m o e l d e la e n scñanza,que se exri ende desdc l o' rl c' s ffr o p o lítico s p or cl ccnj unto cl c l as cl asesstci prr: blcr n a sm u y e x p l í c i t am cn r eco n stir u ic.loco h:'s¡¡ (. o-. , d c l a r ef o r m a u nive r sita r iao e l d c le in tr o d u cció n d e l a pol íti ca en l tr uni versi dad), "l ri c por rn" c s os p r o b i c n t a s q . d c n c scn p e r cib id o s i.r i p cn se d csco m o pol íti cos si no -i ¡¡¡r'i l c la eci uc¿ci ónscrual ), con toi 'r' o'; v angu a r d i a( c o m o i a e i c cció r ,d e lo s m ú to d o s p ccla g ó g ico s, de Ias vari aci oncscl c I'i es t adi o si n r e r m e c i r o sp, a r a ve r p la n tca r scd c m a n cr a in sistcnre,a través dc i os di i c¡'' t es a t l e s i n - r c s p u e s l as eg ú n cl ¡ cm a a b o r d a d o y la cla se so ci al , el probi enl a rel eti vasa i a educaci "rr las preguntas a sí co m o Es p o lítica s. o p in io n cs d e ia s d c p r o d u c c i ó n moc lo s más gcnerai esdcl si stemet1l quc t ie n , m l t \ . a m c n u d o , sin r e sp u csr acu a n d o tc¡ ca na la s fu n ci ones mtl 1' s n la s in sr a n ci¿ sp e ilítica s,m icntr¿s quc susci tanrcspucstas c ns c ñ- n z . : o r a : u s r c l a cio r - leco pcdagógi cahabi tual ' f rc c u c n r c sc u a n t l o c o n cicr n cn , !o q u c sc p o d r ía lle m a r la n roral
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política le estánestrecharnenteligadas,principalmente por la intermediación de las condiciones materialesde existencia-cuyas urgenciasvitales se imponen con un rigor desigual, pues están desigualmentedotadas para "neu-
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ualizar" sirnbóiicamente-, y de la fbr¡nación escolar -c^Paz d. procurar ios i nstrumentos del dom inio sim bólico de la pr áct ica, es decir , de la verbalización y de la conceptualización de la experienciapolítica, este domini o prácti co que es adquir ido a t r avés de una er ist encia objet ivam ent e estructurada por las relaciones objetivas coiistitutivas de ia estructura d.e las relacionesde clase-. La inclinación populista a prestar a las clasesPoPulares una "política" (como, en otra parte, una "estética")esPontáneamente y como naturalmente dotada de las propiedadesincluidas en la definición dominante de la política, ignora que el dominio práctico que se exP¡esaen eleccionescotidianas (susceptibleso no de ser constituidas como políticas por referenciaa la definición dominante de la política), encuentra sus fundamenrosno en los pr incipios explí cit osde una concienciacont inuam ent e vi gi l ante y uni v er salm ent ecom Pet ent e, sino en los esquem asde pensamienro y de acción implícitos del habitus de clase.Es decir -si fuera necesario atenersea las fórmulas simplificadoras o simplistas de la discusión política-, en el inconscientede las clasesmás que en la concienciade ciase. El habitus de claseno es el instinto del herbívoro que algunos quieren ver en éi. Y si es frecuenteque los miembros de las clasespopularestengan un discursoen contradicción con él mismo, con ei sentido de su prácticay con sr.rcondición objetiva, es porque, al no disponer de los medios de producción de su discurso, ellos hablan de política sin tener discurso político' o sólo un discursoprestado-en el Ccble sentido-, y están entoncesa merced de los portavocespolíticos que se dan o que ies son imPuestos-como, en otros dominios, de sus abogadoso de sus méciicos. La ausencia,en el dominio de la estética,de ias instanciasque tienen por misión llevar ai nivel manifiesrolos principios implícitos de ia prácticade las ciasespopulares,es suficiente como para prohibir plantear demasiadoiejos ia identificaciónde los dos dominios. Sin embargo,tanto en el dominio Político como en el dominio estético,ias prácticase, incluso, los juicios pueden organizarsede manera sistemáticasin que estén jamás explícitamente fbrmu!adoslos principios de su producción, con excepciónquizásdel principio de conformidad que, al pedir prestadomás bien el lenguajede la édca que el de ia política, tiende a prohibir la idenrificación sin reservasa individuos o grupos
LJi
PterreBourdieu cuyos discursoso prácticascontradicen demasiadoabiertamentelas expectativas inconscientesdei ethos de clase:esi esto es así, es porque los principios de las estrategiasque orientan las relacionescotidianasentre los miembros de clasesdiferentesy, en particuiar, el punto de referenciade los marcadores sociaiesde las posicionesde clase,talescomo los acentoso los estilosde ropa y la hexis corporal, tienen más posibilidades de acceder,parcialmente al menos, a la explicitación-en ei lenguajede la éticao de ia psicologíaespontánea más que en el ienguajede Ia política-, con motivo del intercambio entre los miembros del in group que precedeny preparan o siguen y explotan ias enseianzas procuradas por los contactos con el oú grouP. Sin obedeceral gusto de las analogíasinciertascon la relación de incertidumbre,se puede suponer que, en tanto que ella se estableceentre miembros de clasesdiferentes,la relación entre el encuestado¡y el encuestadono puede dejar de afectar la naturalezay la modalidad de ias informaciones recogidaspor toda encuesta que se asientasobre ias reiacionesent¡e las clases-que es el caso,se sePao no'
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Ins doxósrt',
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instauran, la mayoría dc ias veces, entre Personas de opiniones idénrices: csi.t .rcinstataci¿)nplanrea la cuestión dc los nredios por los cuales se establece la s c l c c c i ó n d e 1 os i n tcr l o cu i o r e s p o si b l e s. N o h a y d u d a q u e l a se r n i o l o g ía e s,,r()niáneaa , l i , e r m i r i r se ñ a l a ;'a q u e l l o s co n q u i e n e s "se Pu e d e h a b l a r d e p o l ír i c a " , p 9 r l o r a nto , h u i r ci e i o s co n f- l i c¡ o sa b i e r to s, e s ta n to m á s i n d i si r e l 'r sa b l c .uanro la info¡mación prer.,iaes más ciébil y el costo de la confesión torpe es 1" : r á s q r a n d e . A to d c,s l o s o b stá ctr l c,si n m e d i a ta m e n te vi si b l e s d e 1 a co n ve r sa d e cl a se s ci i i e r e n te s se a g r e g a l a h e te r o g e n e i . i ó n " n e u t r a " e n tr e n - r i e m b r <- ,s c 1 , i dp o c o m e n o s q u e to ta l d e l o s tr o p o s y d e l o s tó p i co s u ti l i za d o s e n i a s en q u e "e s n e ce sa r i o d e ci r b i e n a l g o " ( l a i m p e r a ti vi d a d d e i a -ircun.stancias c . r n t u n i c a c i ó n e s, p o r o r r a p a r r e , m ü y d e si su a l se g ú n l a s cl a se s ,y si n d u d a n r u c i r , m á s i n te n sa e n l a s ci a se sp o p u l a r e s) . L a cn cu e s¡ a d e o p i n i ó n cr e a u i l a ,iirraciiin en la cual eI ¡,rimero que liega viene a plancear cuesfiones políticas, . i n c l u s o s i n s o ña r co n i ¡ r vo ca r l a g a r a n tía d e u n te r ce r o co n o ci d o ,V fa m i l i a r , r r i d c u r n p l i e r a l a fttn ci ó n i m p a r ti d a a i r n si ste m a d e m a r ca d o r cs p o si ti vcs e n
se quiera o no, de toda encuestade sociología política-. No se entra en una dis,.rrsiónpolítica con el primero que'llega,y la semiologíaespontánea,como dominio práctico de la simbólica de las posicionesde ciase(del que se postu-
! ¡ s i n t c r a c c i o n es e n tfe m i e r ¡ b r o s d e i a m i sm a cl a se , o d e u n a r e l a ci ó r .rm u y c s r r e c h a y m u ) , a n r i g u a , fu n cl a d a so b r e e l ve ci n a zg o o e l p a r e n te sco , e n tr e
la espontáneamenteque está iigado a ias tomas de posición políticas),tiene por función hacer posible una evitación metódica de todos los "tetpas can-
N o c o l t o c i en d o si n o e l i n .r p e r a ti vo e l e cto r a l d e l a i g u a l d a d fo r m a l a n te ci crrestionario, que sd'conjuga con el impterativo téc¡rico de la nornlalización
dentes", es decir, en primer lugar, de los temas políticos, y de establecerel consensoprovisorio que, en los contactosfoituitos de la vida cotidiana, no puede instaurarsesino graciasa los lugarescomunes y al precio de una vigilancia continua. Está establecidoempíricamente que las discusionespolíticas se
r r i c n l l ¡ r o s d c cl a se s d i fé r e n i e s.r r
i (). E n csral ógi ca,s c puc dc s uponer que l a i nterdependc nc i aex tr€r]l aquc une l os mi embros dc l a c l c l a aus enc i ac i e i :cnnrni cl a
de las de lasprácticas y de losjuicios"estéticos" 9. IJnicoprincipioexplícitoo cuasi-explícito "simples" (poroposición a "presumidos", gustos clases populares , elprincipiocieconformidadimpone
qrupo cconómi ca y s oc i al menrehc rerogéneov , s i n c mbargo, rnuv fuertemc ntc i nregrac l opor l a
a "afectados", "pretenciosos",etc.) a la gente "simple" (a la "gente como nosottos"); censurando
i l c v an a , I l .'i bcl as l asvecesque, al i r al enc uentro de l os pl ec c ptosi ngenuamenteabj eti ui ttasquc (no perc i bi c ndo obi c ti v i datl ,..r. r cn l a di si anci acnrre c l c nc uc s radc ry el c nc ues tadouna garanrl ade a s rrs prohíben i ;i rni s l e tl i stanci as i no fr:rj o l a forma geográfi c e,muc hos i ns ti tutos de s ondc o c on i nterl oc utc rc s ,.rrcucsracl ores i nterrogara l a gc nrede s tr l oc al i < j ¡d),s e i ns tl ura l a i nterrogac i ón
o lan z a n d o a l o i m p e n sa b le la s a sp ir a cio n e se sté tica sin compari bl es con l a representaci ón interiorizada del estado de cosas esuolecido ("esto no es para nosotros" y "esto no se hace" -sobreentendido, para gente como nosotros-), él contribuye a producir (en la medida, al menos, en que las alienca y las legitima) elecciones estéticasa la vez directamente deduc¡ibles de las condiciones objetivas (ya que aseguran una economía de dinero, de tiempo y de esfuerzo) y perfectamente conform"s a la norma que prohfbe distinguirse de la norma del grupo, es deci¡, "como es neccsario, sin más" (por e.jcrnplo, cuando sc pide que un corte de p*lo sea o haga "adecuado"). (Sobre los principios implícitos de las prácticas y de los juicios estéticos de las clases populares, ver Pierre Bourdieu
et al., Un drt mojen, essai sur les usagessociaux de la
photographia París,Ed. De Minuit, D7A, p. I16-132.) [Lafongrafa, un arte interwcdío, México, Nueva Imagen, 1979.J
,:rri i l addc resi dcnc i a.
e manc ra c as i "naturai ", y a s er di rec tr.mente'y a s c a ,,nrcqqi cnesel l a h abría podi do c s tal ;l ec ersde i trterrogadasobs erv an l ',,r l a mcdi aci ón dc un garante pers onal o i ns ti tuc i onal , l as pc rs on:r-s i :l )(i ntáneamentet l uc el l as¡l o habríen habl edo.!amásel mi s ni o l enguaj cc n l e rc l ac i ón k rrmal c on i r¡ cncucsradoranór¡i n-¡o(i ' , dc hc c ho, Ia "c i c nc i a pol íti c a" l ra obs e* ' ado des dc hac e muc ho en l as opi ni ones rec ogi das )' ti cnrpo que l as opi ni r;nc s c x t¡emx s c s tán s i emprc s ub-rc pres c ntadas \rrponi entl o, i ¡cl us o, < ¡uc l a rei ac i ón hu$i ere podi do es tabl ec c l s e:s e s abe quc l es nc gati v asa rer¡roncl er son par ti c ul arrnc ntcnumeros asen l as enc ues l aspol íti c as(es asno s on l as rc s pons abl es ,l r l a "corrccci ón"de Ias muc s rrasen l os i ns ri ¡urostl c s ondc o quc del menti rc mos ).
d e l o s ins r r ur neñr o¡d e re c o l c c c i ó n* c o n d i c i ó n d e Ia comparabi l i dadformal del material recogido-, ¡ sobre todo, de la auroma¡izaciónmaterial y menral del análisis,Ia "cienciapolítica" no puede sino anexaral orden del discurso político los producrosde los principios implícitos del habitus de clase.Por eso, ei efecto político de rransmuracirinde lo implícito en explícito que produce la encuesrecle opinién, con roral i¡tocenciarnetodológicay política, s', están más ejercetanto más fuc¡temenfecuanto los productoresde respuestas completamentedesprovistosde los insrrumentos necesariospara aprehender com,r "política"s"las Preguntasplanrcadasy para-darles una respuestay una jerarquía sore.rpuesra"pclítici' (es decir, a medida que se desciendeen ia
yendo de suyo -lo que no es sino la universalizaciónde los intcreses(cn cl doble sentido) de las clasessuperiores-, las prácticasy las ideologíasde las clasespopulares se encuentran lanzadasal lado de la naturaleza,ya que acumulan todos los rasgosantitéticos a la cultura política tal como ella se ado en Harvard. Producto sincréticode [a amalquiere en "Ciencias-Políricas" gama de las propiedades prestadasPor las necesidadesde la causa -de la L,uenacausa- al sub-proletariado-como la impacienciamilenarista-, ai proletariado -como el rigorismo jacobino-, o a la pequeñaburguesía-como el resentimiento represivo que, en cierras coyullturas, pue{e servir de base a regímenes fascistas-, las clasespopulares según L,ipset son naturalmente autoritarias:es porque tienen el autoritarismo por naturaiezaque ellas pueden adherir con conocimiento de causa a ideologíasautoritarias; es Porque su
cia!) y más lcjos de sarisfacera las condicionesde producción de un cuerpo cle cpinlones colrcrentesy homogéneaslporque son engendradasa Partif de u n p r inc ipio ex plíc i ra me rl te c o n s ti tu i d o . G raci as a este efecto de dc !o hererogéneo,la "ciencia política' puede producir a homogeneizaci<'rn voluntad, e: deci¡ a pctición, la apariencia.dela coherenciao de la incoherene\a: ya sea que ilumine las contradiccionesentre los valores de ciase y las
intoleranciaies inclina a una visión simplista y maniquea de la poiítica que ellas no esperanel cambio de su condición sino de transformacionesrápidas y brutales. E1 "milenarismo evolucionista",que es el coronamiento natural
rrpinioncs !ógicamenrederi'¿ablesc{elos principios políticos explícitamente al oponer, por ejemplo, las disposiciones"auroritariSs"de las claileclaracl,:s, ya seaque, al contrario, vea la ses popularesa sus opiniones ,.evolucionarias; "auto¡itarisverdad de sus opiniones políticas declaradaso delegadas-enel mo" de sus prácticaspedagógicas. Así, I-ipserno rompe con la irrealidadde la "cienciapolítica" tradicionalque no conoccy no puedeconocersino la univelsalidadvacíadel bomopoliticus;part iomar presrado,a ia psicologíadel aprendizajey",sobreroco, a la sociologíade la
que son sus portadoras) en resumen hacia la burguesía sin proletariado'ri Pero la verdad de esta ideología está enteramente contenida en el argumento según ei cual, "más a la izquierdi' (liberal and lefiist) en materia de economía, los miembros de las clasespopularesse muestranmás "autoritarios"quc
rransmisióncultu¡al, los elementosde una clescripciónde las clasespopulares, sino con la segundaintención de encontraren el "autoritarismo"de esasclascs (concepto ausenteen todos los autorescitados)el principio de sus elecciones poiiricas,revelandoasí, por querer probar demasiado,ios ef'ectosy ios presupuestosocultosde la encuestade cpinión: armadode una suertede hegelianismo "no del pobre,que le llevaa postularimplícitamente[a unidad de las conductas abier¡amentela reducción al orpolíticas" y de las conductas"políticas", rea.liza
de esrateoiogía política, hace de la elevación del nivel de vida y de educación de las clasespopularesel motor de un movimiento universalhacia la democracia americana,es decir, hacia la abolición del autoritarismoy de las clases
las clasessuperiores"cuando el liberalismo es definido en términos no-económicos" (es decir, cuando es cuestión de libertadescívicas,etc.) e, incapaz
tan¡o la competencia política en estado prdctico -io .1ue supondría el recurso a técnicas tales cornc l a hi sto¡i a d e [a v i da pol íti c a o l a obs erv ac i ónen s i tuac i ones"normai es "o en períodosde cri si s pol íti ca- como es e s us ti tuto de l a c ompetenc i a pol íti c a teóri c a que es l a c ompetenc i a mínima necesariapara operar (confcrme a las reglasdel f uego político en vigor) la delegación de i as el ecci onespol íti c as -l o que s upondría l a u¡i l i z ac i ón de un c ues ti onari o que, al s i tuars e
den de "1o políti.o" que la "ciencia política' efectúade manera n-rásdiscreta -porque es más inconscienre-con sus cuesrionariosy sus problemáticashos o rq u e e s tá n e s t ri ctamentcacantonadosen * o g é , . , " . , . r , hom og e n e i z a n te-p
explícitamenrecn ei nivel político restituiría el camDo completo de las tomas de posición poiÍticas reiacionándolas ceda vez a las instancias encargadasde producirlx y de legitimarlas (panidos,
el orden "político"-.,2 Medidas con la vara de reglastácitas,planteadascomo
de la investigación, atenro a recoger a cada una de sus escalasla colección de los peririclicr:ssemiofi ci al es(con-rodi c e I. de S ol a P ool ) y l as opi ni onesv l as enc ues tasde opi ni ón más rec i entesde l os
domi nantc 12.Aq u í , a d e m á s c, l e t n o ce n r r ism oq u c llcvaa a su m ir ,co m o ye ndo de suyo,l a defi ni ci ón r.rci cr de aprche l a posi bi l i dad excl ui r se co n ju g a n p a r a m cto d o ló g ico , p o s i t i v ism o y e l rie [ a p o l í t i c a
l,'t0
i gl esi as,etc.). 13. E sta i 'Jeol ogíaenc uenrras u i ns trumen¡ode prueba en el c omparati s mode gran admi ni s trador
doxósofos nati vos , más que l as i nformac i ones detal l adasy s i s temáti c asquc , < l efi ni en.i ol as condiciones teóricas y técnicas de la comparrbilidad, prohibirfan las comparaciones formales.
1.41,
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Pierre llourdiett
de accederal "desinte¡és"(interesado)quc define toda verdaderacultura, en política como en otra parte, ignoran el "liberalismo"que la nueva burguesía, tan ¡esueltamenteno-represiva,al meilos para ella misma y para sus hijos, pone al principio de su arte de vivir. De hecho,la proposiciónsegúnla cual lasclasesoopularessol.iautoritariasno de la constatacióncienrífica-io contrariode la ceguepuededarselasapariencias ra populista-, sino en la medidaen que seignoren el eiectod" rrolitizaciónde ias opinior,esque producesin saberloia apiicaciénuniformede la grrilapoliticoiógica, y lasdiferenciasque separan,bajo 1areiaciónde la modalidaddóxica,lascertezas prácticasde la moral pedagégicao sexualy ias opiniones profesadassoL'relas cuestiones"poiíticas".Si los nicmb¡os de lasclasesprivilegiadasson en su conjunto rnás"innovadores"en el ciorniniocieia moral dcmésticamientrasson más "conservadores" en el dominio más ampliamefte reconocidocomo "poiítico", es decir,para todo lo que toca al mantenimientodel orden económicoy político y a laspieguna las relacionesenr¡elascjases(como lo testimoniansusrespuestas e tc .), e s e vi denteque -su oropensi ón a ta s s ob¡ e ia huelg a , e l s i n d i c a l i s m o ,, tomar posiciones"innovadoras"o "revolucionarias"varía en razón inversaai consideradas¡ocan al principio de su grado en el cual las tra¡rsformaciones privilegio.'aPodría ser posible incluso que la revuelta contra las alienaciones endas qtle se gevy'ricas -las únicas.¡ue afectantambién a la ciasedominante, expresanlos interesesparticuiaresde cicrtasfracciones(en ascenso)o de ciertas categorías(las rnujereso ios jóvenes,por ejemplo) de la clasedominantesirve a los interesesde esta clase,por esedesplazamientode ia problemárica hacia ios objetos de discusión sin consecuenciade la contestacióninterna y por la expuisión fuera del campo de los conflictos políticos legítimosde todo lo que toca a los fundarnentosde su Cominación." Y cuando se sabeque ellas e n c uenr r ans u pr i n c i p i o e n l a u n i v e rs a l i z a c i ónde l a cxperi enci aparti cul ar que ciertasfraccionesde la clasedirigente hacen de las alienacionesgenéricas, se comprende que ciertas denuncias generalizadasde ia alienación, qLle pueden coincidir con la exaltaciónmística de las virtudes políticasdel proietariad o , s e enc uent r é .t c o n e l p e s i m i s rn o c o n s e rvador, que ti ene el ¡ni smo e tn oc enr r is m o de c l a s ep o r p ri n c i p i o , e n i a condena de l as di sposi ci oncs
14. L a s r e s p u e s t a sa csto s d o s tip o s d c p r e g u n ta ssc o r g a ni zan según estructttrascst¡i ct¡mcnrc inv e r s a sc n l a s c l a s e ssu p e r io r e sy e n la s cla scsp o p u la r cs. 15. L a d e l i m i t a c i ó n d e l ca m p o d e la d iscu sió ny d c la co n te staci ónl egíti may dc Iasarrnasl egíti mas de la lucl-rapolítica es, se lo verá, una de las apuestasy una de las armas firndan:cntales de la lucha poií t i c a ( c f . p o r e j e m plo , e l < ie b a tcso b r c la p o litiza ció n d c l os si ndi catos).
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Losdoxósofos de represivasde las clasespopulares (o de sus mandatarios),o en la condena su sumisión excesivaa los intereseseconómicos. La "cienciapolítica' no pueoe percibir que la cont¡adicciónaparenteenrre lasopinionesproducidasa Partir de principiosexplícitamentepolíticosy las la may los juicios o las prácticasque ellasengendrandesaparece, disposiciones voríade lasveces,tan Pronto como, al dejarde tomarsede la letra de los discurel sos,uno se liga a su ntodalidad,donde se revelael modo de producción según irónico o impotente, cualeliasson producidas:la sonrisao el cabeceoescéPtico, el silencio'que Puedesertambién delantede tal preguntairrealo des-realizante, un discu¡so negado, la forma más accesiblede la negariva de discurso, o el discursomismo que, por no dejarseencerraren lasclasesprevistascon anceriorisino como el enunciadotorpe de .iac1al comentariopolítico, no PuedeaParecer las"nociones"de la politología, manifestacionessimbólicasque la politología no puedesino arrojaren lo inadvertidoc lo insignificante.La intuición común que refierea imponderablesde la posturay de lasmaneras,los maticesde la argumenración y de Ia hexis,las diferentes manerasde ser "de derecha" o "de izquier' <1a";"revolucionario" o "conseryador", principio de rodos los dobles entendirnienros y de todos los dobles juegos, recuef,j.aque el mismo habitus puede conducir a adherir a opiniones fenomenalmentediferentes(aunque no fuese sino por el efecto.de atlodoxia) mienrras que habitus diferentes pueden expresarseen opiniones superficiaimente(es deci¡ electoralrnente)semejantes ¡', sin embargo, separadasPor su modalidad. Dado que el discurso "político" roma presrado por definición el lenguaje absrracto, neutralizante y universalizartede las clasessuPerioresy de sus mandatarios políticos o administrativos, toda tentativa para medir la comperencia polírica o el interés por la política no puede sef otra cosa que üfl test de conocimienro y de reconocimiento de la cultura política legítima. I-a antinomia que habita en la "democracia tecnocrática"no es jamás tan visible como en la ambivalenciade Ia inrención interrogativavuelta hacia el saber ciesigualy desigualmente rePaffido del experto, al mismo tiempo que hacia la "espontaneidad creadora" de la "persona", suPuestasiemPre como CLPaz d" prod,rcir una "opinién" allá donde el especialistaProduce una "consr3r..ión" o un "juicio". Aunque esro se vea menos, en nombre de la ideologfa que quiere que la aptitud para iuzgar políticamenteseala cÓsamejor rePartida, ies encuestasde opinión pública no difieren de ningún modo, en su principio, de las encuestassobre la "información económica", suerte de exámenesque apunran a medir el conocimiento y el reconocimiento guc los encuestadost ienen de la econom í a t eór ica, sin inquiet ar se Por asir la
(-{.)ry:pftfrt{re pfe]'pirnrcnrc€conómicaque orienta sirseleccioneseconómicas r-r:gidi.¡lr¡* y i*r confiere al mismo tiempo, la "racionalidad" que los econo-
de discursopoliricológico,la "ciencia política" le hace sufrir una "neutralización" que la pone fuera de asideroy a la cual se agrega, frecuentemente, la
rnirte* puctlen postular en sus teorías. Sería ingenuo imaginarse que una €ñsü€s{¡lde sociología política pueda ser más relarivisraque una encuesrade Éconorníay que fuera suficiente, para escapara rodas las dificultades, formu-
tecnificación tecnocrática que la pone fuera de alcance. Las variaciones de "sin-respuesta"según el sexo, el nivel de instrucción o la ciasesociai -es decir, en líneasgeneraies,según Ia probabilidad de tener poder, en aigún nivei de la jerarquíasocial y en cualquier campo que sea-, están alií para testimoniar que ia competencia,en el sentido precisode capacidadsocialmentereconoci-
lar las pregunta.$,como io sugiere Riesman, en ei lenguaje propio de los encuesradosde cada clase.La polírica es lo que se dice en ei lenguaje de la 'ciencia política" y en ese lenguaje solamente: el principio de ia desposesión
da, es de esasaptirudesque no se detentan sino en la medida en que se está en derecho y en deber de detentarlas;como las variaciones según la saturación de la pregunta en índices de conformidad a las normas del discurso politicológico están allí para atestiguarque la "ciencia-poliúzacióí' es una de
política reside,aquí, en la imposició' de una definición parricular de la política legítima y de los medios legkimos de acción política, es decir, en la imposición del lenguajey de un cierto lenguajecomo único modo de acción y de expresión política legírima. si el dominio del lenguaje político dor.rinante que hace toda la competencia politicológica está comúnmenre idenrificada a la comperenciapolírica, es porque parricipa de ia auroridad que le confiere la pertenenciaal universo del discursolegítimo, el de la ciencia y el de la cultura erudira, y porque los que lo utilizan están frecuenremenre
las armas del combate entre las fuerzas de despolitización -representadas, aquí, por los doxósofos- y las fuerzas de politización, fuerzas de subversión del orden ordinario y de la adhesión a este orden, ya seaque se trate de la adhesión prerreflexivae inconscientede ella misma que define la doxa, o de la adhesión electiva, en tanto que negación de la posibilidad de la herejía, gue
investidos de la auroridad que confieren las garantíasuniversitarias.pero, más profundamenre, la imposición de los límites del campo de la acción
caracterizalaortodpxia,opinión o creenciaderecha ¡ si se quiere, de derecha.
política que, en la encuesta de opinión, roma la forma de la imposición de problemáricaes, además,un efecro,y sin duda d.elos más sutiles-porq,r.., de los más ocuhos-, de la dominación política: la definición dei límite entre lo legítimo y lo ilegítimo -que, a la manera de la delimiración sacerdoal de lo sagrado y de lo profano, produce los profanos en política-, es en efecto"io primero que estáen juego en el conflicro por.el poder político. Los ideólogos no pueden aporrar su conrribución al rrabajo de dominación imponiendo su problemárica política sino porque el estado de las reiacionesde fuerzas permite la imposición de la definición de la política más favorable a los intereses ce la clase dominante, la que hace dei combate político un debate de ideas y un enfrentamiento de discursos, en rcsumen, un ccmbate donde só/oson admitidas las armas simbólicas'.sobre esre rerreno, la clase dominante es imbatible, porque el discurso fuerre no se impone jamás por la sola fuer¿a del discurso, la porencia de las palabrasy la potencia sobre las palabras suponen
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siempre otras especiesde poder. No es por azar qve la neutralid¿l estilística, éricay política es la propiedad más rigurosamente exigida de todo discurso político despolitizado y despolitizante, políticamente neurralizanreporque está políricamenre neurralizado: la "ciencia-politización" es una de las técnicas más eficacesde despolitización. Consriruyendo una pregunra como política cn el u'iverso
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l{étodocientíficoy jerarquíasocialde losobietos*
uando Parménidespregunta a Sócrates,para inquietarlo, si él admite que hay "formas" de cosas'que podrían Parecerun tanto ridículas'un pelo, lodo, mugre, o todo otro objeto sin imponancia ni valor", $ócrates confiesa que no puede decidirse a hacerlo, Por miedo de caer en un "abismo de necedad". Eso ñ, le dice Parménides, Porque él es joven y noveto en
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filosofía, y porque él se preocupa rodavía por la opinión de los hombres, la filosofía se apoderará un día de él y le hará ver la vanidad de esosdesdenesen ios cualesla lógica no ParticiPa(Partnénides,130d). La filosofía de los profesoresde filosofía no ha retenido casi la lección de Parménides,y hay pocas tradiciones donde esté tan marcada la distinción enrre los objetos nobles y los objetos innobles o entre las manerasinnobies y las maneras nobles -es decir, altamente "teóricas", por lo tanto des-realizadas, neutralizadas, eufemizadas- de tratarlas. Pero las disciplinas científicas mismas no ignoran ios efectos de estasdisposicionesjerárquicas que aPartan géneros,ob.ietos,métodos o teorlas menos presrigiososen un momento dado del riempo: y se ha podido demostrar que ciertas revoluciones cientlficas eran el producto de la importación en dominios sociaimente desvalorizados de las disposicionesque se utilizan en los dominios más consagrados.r
Llñ iá ''*ll a-{¡lrt\
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nciabs, l, ' "Mérhode scientifiqueer hiérarchiesocialedes objets", Actesdz la rcthercheensciences 4-6. enerode 1995, pp. L J. Ben David y R collins, "social Facrorsin the origins of a New scicncc:Thc c¡se of Rcvictt,3l (4), agosrode 1966"pp' 451-465' I'sychoiogy", AmericanSociological
,,futilid¿d"o su "indignidad", como cl periodisnro,la n' ,.1a,o la histoande or r o cam Po' aquel m isr no qu* eliosest udian' e ri era,frecuentementesPcr lo que no las gratificacionesque el campo científrcoles niega Por anticipado'
l - a jer er quí adr : l o s ,:b j c to s Ie g íri r--rolse,g i ¡i ni abl cso i nci i gnos,c.suna.l . las mediacionesa rravésde las cualesse impone la censuraespecíficade rrn campo determinado que, en el caso de un campo cuya inclependencia¡es-
por su
p e ct o a las dem an d a sd e i a c l a s ed o mi n a n re e srá nral afi rmada, puede ser q u i z ás la r nás c ar ad e u n ¿ c e n s u rap u ra me n rep o l íri ca. La < i efi ni ci óndo¡,i -
contribuye a inclinarlosa una aproximacióncientífica' como Sería necesarioanalizar ia forma que tcma la división, adrnitida interesanteso yendo de suyo, en dominios ¡robleso vulgares,serioso fütiles, sin descutiriiía, Se triui"ler, en diferentescampos y en diferentesmomentos. tiende siempre a duda, que el campo de los objetos posiblesde investigación según el grado decir, es org"nirrrr" según dos dimensionesindependientes, los límites de la de legitimidad y según el grado de prestigio al interior'dá qrre puede oscuro y lo definición legítima. La oposición entre io Prestigioso las maneras(más concernir a los dominios de los géneros,de los objetos,de es el proo menos "reóricas"o "empírices"según las taxonomíasreinantes), derermina grados de ducto de la aplicación de los criterios dominantes que la oposición legítimas; excelenciaen el interior dei universo de las prácticas que pretenden entre ios obletos (o los dominios, etc') ortodoxos y los objetos -según o heréticos vanguardia la consagración, que pueden ser llamados de iado de los que q,r" uno se sitúe del lado de la jerarquía establecidao del manifiesta legítimos-, objetos los inrentan imponer una nueva definición de o agentes la polarizaciónquc se estabiececn todo camPo entre instituciones del capiqrr. o.,rp"n posicionesopuestasen la estructurade la distribución oposiciones ál erp..ífico. E, d".ir, evidenremente,qlle los térrninos-deestas funcicnael cuando aún son relativas a Ia estructuradel campo consicerado, ser percibidos mienro de cada campo riende a hacer que ellos no puedan sistemas interiorizado han que los a todos como ralesy que apafezcan-frente incomo campode clasificaciónque reproducen ias estructurasobjecivasdel vulgar es, ent eim por r ant es,int er esant es, sust anciallTr entr ealm e, trínsecrmente, con marcar en él chics, osctroso prestigiosos.Paraabalizaresteespacio,bastará un lado, la algunospLlnroscon ejemplosromadosde las cienciassociales:pof la referencia gon ,írrt.ri, teórica,sin otro punto de aPoyo en la reaiidadque a ios objetosmás a los textoscanónicos,o,en ei mejor de los,casos, sacralizante "planetarios"y importantesy más noblesde laTierra, esdecir,Prefr:rentemente de aldea' constituidos Por una tradición antigua; por el i;' :' la monografía y por ei *minúsculc inferiory socialmente doblementeínfima, por el objeto '^n uno y otroi el análisis método -vulgarmente empírico-; y, en oposiciór: historietaso de semiológicode la fotonoveia,de los semanariosilustrados,de las curflo pafa la moda, aplicaciónde un mérodo precisamentelo bastanteherético guardianes los por los prestigiosdel vanguardir*o " objetoscondenados arraerse
nanre de las cosasbuenaspara decir y de los asunrosdignos de interéses un() d c l os m ec anis m o si d e o l ó g i c o sq u e h a c e n q u e cosasi gual mentebuenas nr¡ seandichasy que remasno menos dignos de inrerésno inreresena nadie o no puedan ser tratadossino de manera vergonzosao vici<,sa.[,s la que hace quc se havan escrito 1.472 libros -obre Alejandro el Grande, de los quc sólo dos seríannecesarios,si uno le cree al autor del 1.473,')quien, a pesarde su furor iconoclasta,está mal ubicado para pregunrarsesi un libro sobre Alejandro es o no necesarioy si la redundanciaque se observaen los dominios más consagrados no es la conrrapartidadel silencio que rodea a or¡os objeros.L.a jerarquía de los dominios y de los objetos orienta las inuersiones intelectualespor mediación de la estrucrurade las posibilidades(medias) de beneficio nra¡erial y simbólico que ella contribuye a definir: el investigadorparticipa siempre de la importancia y del valor que es comúnmenre atribuido a su objero, y hay muy pocas posibilidadesde que él no tome en cuenra, conscienre., inconscienremenre,en la ubicación de sus inreresesirueiecruales,ei hecho de que los trabajos más importanres (cienríficaménte)sobre los objetos más "insignificantes"rienen pocas posibilidadesde rener, a los ojos de todos los que han interiorizadoel sisremade clasificaciónen vigor, tanro valor corno los trabajos más insignificantes (científicamenre)sobre los objetos más importantes' que son, rambién la mayoría de ias veces,los más insignificantes,es decir. ios más anodinos.l Por esra razón, los que abordan los objetos desvaloriz:dos
2lt . I- . F c x , A l e * - ¿ q d e r th e Gr e a t,L a n d o n ,Alle n L a n e , lg T 3 .Nohaycasi necesi daddedeci rquc esla¿cumul¿cién esa.ltamen¡eluncional -evidenremenre,desdeel punto de.¡istadel Íincionamie nro y de la p e r p e t u a c i ó nd e l sis¡ e m a - ,p u csr o q u e e lla co n sr itu vepor sí mi sma una verdaderamural l : contra la cririca externa, quc, para ejercerse,debc apoyarseen la alianzaob.jcriva-rnuy ¡mporrenredc un c s p e c i a l i s t a . 3. El le n g u a j ec i e n t í f i c o p o n e ia s p a la b r a sCe l lcn g u a jeo r d in a ri .'entrc co¡ni l l as(cf. G. B achei ard, Le t\laúriaiisnrrationne!, París, PU.F., 1953,p.216.Trad.esp. ElMaterialismoracional, Buenc: airc s , P a r d ó s ,1 9 7 6 ) , p a r am f,r cxr u n a n tp filr /tco n e l u so co m únque puede scri adcl adi stanci : obic t iv a n t c ( o b j e r c s" i n s ig n ifica n r cs"o "im p cr ta n te s" so n o b jetossoci al menrereconoci doscom6 import a n t c s o i n s i g n i f i ca n te se n u n m o m e n r o d a d o d cl tie mpo) o l a de l a redefni ci ón ráci tt o ex plí c i t a q u e d e t e r m i n a Ia in se ició n e n u n siste m a d e co ncepros de pai abras ordi na¡i as l sí constituidas .omo "enrerxmente relarivasa la ciencia tcórica".
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Pierrc Bourdieu
Métodocientlficoy jerarquíasocialde losobjetos
de la ortodoxia, pere predispuetospor ia atención que ellos reciben de las fronteras del carnpo intelectuai y del campo arrísriao-a los que fascinan todas ias formas lzitsc/t-a aposrara esrraregiasde rehal¡iliracióntanto más
valor a un juicio de valor sino que huanta actrr áel hecho de que la referencia a una jerarquía de los valoresestáobjetivarleilre inscrira en las prácticas,y, en parti cular , en la lucha en la cual est a jer ar quí acsr á cn. luego y que se
rentablescuanto más arriesgadasson.aAsí, el conflicto rirual, entre Ia gran or t odox ia dei s a c e rd o c i o a c a d é rn i c o y i a herej ía di sti ngui da de l os francotiradoressin balas,fonna parte de los mecanisr,osque contribuven a maltener la jerarquía de los objetos )', ai mismo riempo, la ierarcluíade los
expresaen juicios de valor antagónicos. Campos siruadosen un rango inferior en la jerarquíade la¡ !.glrirnici:dcs ofrecen a ia polémica de la razón científica una ocasión prrvilegi:cl: p;rr.r ejercerse,con total libe¡tad, y para alcanzzrPar procuracidn,sobre la t¡¿s* ¡Js
grupos que sacan de elia sus beneficiosmaterialesy simbóiicos. La experienciamuestra que los objetos que la representacióndominante trata coffro inferioreso menoresatraenfrecuenrementea los que e.stánmenos preparadospara tratarios. El reconocimienrode la indignidad domina todavía a los que se avenÍuransobre el rerreno prohibido cuando se creen obiigados a pregonar una indignación de mirón puritano que debe condenar para poder consumar,o una preocupaciónde rehabilitaciónque supone ia sumisión íntima a la .ierarquíade ias iegirimidades.o incluso una combinación hábil de distanciay de participación,,dedesdény devalorizaciónque peimire jugar con fuego, a la maneradel arisrócraraque se encanalla.La cienciadel objeto tiene por condición absolura,aquí como en oira parte, la ciencia de las diferentesformas de la relación ingenua con el objeto (entre las cuales,ia que el investigador puede manrene¡ con él en la práctica ordinaria); es deci¡ la ciencia de la posición del objero estudiadoen la jerarquíaobjetiva ie los
ia homología que se estableceentre camPosde legitimidad desrgual,le:srnecanismos socialesfetichizadosque funcionan también bajo las cen¡uras v l:s máscarasde auroridad en el universoprotegido de la alta legitimidad. fu¡, ei cariz de parodia que revistentodcs los actosdei culto de celebracióncuando, al abandonar susobjetos titulados, filósofosPresocráricoso poesíamallarmiana, se dirigen a un objeto ran mal ubicado en la jerarquía en vigor como la historieta, revela la verdad de todas las acumulaciones letradas. Y el mismo efbcto de desacralizaciónque la ciencia debe producir para constituirse y repfoducif para comunicarse,es más fácilmenteobtenido desdeque se obiiga a"pensaf el universo demasiado presrigiosoy demasiado familiar de la pintura o de la literaruraa rravésde un análisisde la alquimia simbólica, por la cual el universo de la alta cósrura produce ia fe en el valor irreemplazable de sus productos.^.
gradosde legitimidad que comanda todas las formas de experienciringenua. La única manera de escapara la relación ingenua de absolutizacióno de contra-absoluúzación consiste, en efecto, en aprehender cotllo tal la estructura objetiva que comanda estasdisposiciones.La cienciano roma paíre en la lucha por el mantenimiento o la subversióndel sisremade clasificacióndo.minante, Io toma por objero. No dice que la jerarquíadominanre rrate a ia pintura conceptual como un arte y a la historietacomo un modo de expresión inferior y necesario(salvosociológicamente); no dice más que es arbirraria; como los que se arman dei relativismo para reverrirla o moJif-icarlay que, al final, no harán s?noagregar un grado, el riltimo, a la escalade ias prácricas cult ur alesc ons id e ra d a cs o m o l c g íti m a s .En re sunren,no opone un.¡t' i ci o de
J . D c l m i s l n o m o c i o q u c lr je r a r g u í" Je lo s clo m ilr i..:sm.rnl i cl rc Lrna rcl :ci ón csr.r(cha(fcru c o m p l e j a , p o r q u c e s tá m e d ia tiza d ap o r e l é xito e sco la r )con el ori gen soci al (cL l l IJourdi eu,L. Bo l t ¿ n s k iy P M a l d i d i e r ,"l,a d ¿ ( fcn scd u c< ;r p s", ln Jo r m a ti onsurl essci encessoci al es,l 0(4),1971), es p r o b a b l c q u e I a o r i e n ta cié n h a cia n n o L ro tr ó p r r r r tod e l espaci ode Ios obj etosdc i nvesti qaci ón' exp r e s el a p o s r c i ó n e n e l ca r n p o v la r Ía ) ,e cr o r iaq u c a llí conducc.
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de lo universal* Dosimperialismos
na buena parte de 1o que observamos en las relaciones entre Franciay Estados Unidos es el producto de una €structura de relaci-onesque uno debe pensar como la confrontación entre dos imperialismos,,de.lo-universal. Lo que ha sido descrito como una de las propiedades más emi¡entes de estas dos naciones, a saber, su pretensión a u$a ciéitá unive¡salidad :€n el dominio polírico en particular, por ejemplo, son una forma particular de constitución y de tradición democrática-, forma parte de los recursospolídcos, de los capitaies simbólicos que estas naciones.pueden-poner al servicio de formas muy particulares (y muy diferentes) de imperialismo' Evidentemente, tengo conciencia de que, como siempre, el sociólogo tiene el- rol de "malo": desencantae impide danzar enrronda; no celebra la democtaciasino que se interroga por sus usos sociales,no siempre.muyi democráticos, que pueden estar formados con la idéade democracia. Peio tal es la inte¡Ción'de ' mi declaración. En un primer momento, quisiera mostrar en qué Francia,tiene.por particularidad el ejercere¡ta forma. de,irnperialismo que llamo imperialismo.de lo, universal. Entiendo..por eilc un,,imperialismo que se ejerce-particularmente sobre el pl ano oo lí t ico, per o que se ejer ce t am bién en el dom inio de los :
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* ,,Eeux impérialismes de l'universel",en c. Fauré1T. Bishop{eds.J,LAmériqucdn Fransais, París,Ed. FrangoisBc¡urin,1992,pp. 149-155.
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PierreBourdi¿u
*a E.
estilos de vida, de la vida cotidiana, en nombre de una legitimidad que le viene de su pretensión,más o menos ampliamentereconocida,a la universalidad. En la lucha por el monopolio de lo universal,en la cual las grandes nacionesse enfrentan,desdesiempre,invocando lo que hay de más universal en el momento conside¡ado,comenzandopor las religiones(como el cristianismo) o las morales llamadas universales,Francia tiene -al menos para la época moderna- una cierta ventaja, con su Revolución (cuya prioridad ha sido discutida, y no por azat>con rnotivo de la celebración de la Revolución francesa).En su patrirnonio, Francia tiene la Revolución universalpor excelencia. La Revolución francesa,mito fundador de Ia Repúblicafrancesa,es la Revolución universaly el modelo universalde toda revolución.Así, la tradición marxista ha proporcionado ia más ext¡aordinarialegitimación a la pretensión francesade detentar el monopolio de la Revolución universai.Y uno no se sorprendepoco al observarque los marxistasde ¡odos los grandespaíses modernos,Inglaterra,EstadosUnidos, Japón, etc., no han dejado de inter¡ogarsepara saber si ellos han tenido una verdade¡arevolución, es decir, una revolución francesao a la francesa...Así, lvlarx y el marxismo han contribuido mucho a cons¡ituir la Revolución francesaen modeio universal de la revolución. Y cada uno sabeque el pensadorpor excelenciade lo universal,el que todo discurso sobre lo universal debe invocar, a saber Kant, ha consagrado también a la Revolución francesacomo la Revolución universal. Pero uno podría multiplicar sin fin los testimonios, puramente sociológicos,de este reconocimientocasi universalde la universaiidadde la revolución particular que fue la revolución francesa¡ al mismo tiempo, de la nación surgida de esta revolución, que se encuentra investida, por este hecho, de una suerte de status aparte. Y pienso que si la Revolución francesaes lo que está en juego en tales debates,de los dos lados del Atlántico, y no solamentecon motivo de los aniversarios,es porque, precisamente,a tratés de la Revolución francesa y la idea que uno se hace de ella, lo que estáen juego es quizásel monopolio de la universalidad,el rnonopolio de los Derechosdel Hombre, el monopolio de la Humánidad... En esta perspectiva,la Revolución francesaaparececomo el mito fundador y legitimador de la pretensiónde Francia a la universaiidad,y', al mismo tiempo, al derechoa la univcrsalízación de su cultura nacional.Al tener Francia por cultura nacional una cultura que se pretende universal,los irancesesse sienten autorizados(al merroshasta la SegundaGuerra Mundial) a una forma de im per iaiis m o c u l tu ra l q u e rc v i s te l a a p ari enci ade un prosel i ti smo iegítimo de io universal.Jamásse observaesto tan bien corno en sus empresas
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loi.n lo denruestr,rla historia comparadade las csrrad. colonización:ccmo i.gias de colonizaciónde los franccsesv de los ingleses'la colonilrción fi'a¡cor . nom isión civilizador ay em ancipador a' ic- , ncebir {a c.sr, { treci ¡ent er neltc, por Llna ext r : r or dinar iecc- lt id. um br ede sí , f undada sobr e la :c C :trxctenZa (se icrridurnbre de tener por prtrticuldridari i¿ u¡tit,ersa/idad olvida frecuenteinclinado a concede izquierda, i¡L-nre,ho1,,que tra habido un colonialismo por ia asimilacióncomo pror.rlociónliberadorade 1o r.rniversal)' i;ir ia anexiór-r E l i ntperi alisir ude lo univer salse per cibecom o un im per ialism oliber a"¿Qué puedo hacer ior: no ha}, naclamejor que ser colol.rizadopor Francia: r]tcjor por el colonizadoque hacerde él un alter ego, que darle accesoa lo que Y por r..)soy,a estacultura que es mía pero queJpcr aíiadidura,es universal?" en el csra razón la pretensión a lo universal no es .iamástan fuerte como de Francia, dominio de la cuitura. Pues una de ias particularidadeshistóricas por que se afirmó sobre rodo a fines del siglo XIX, es la de haberseasegurado, ser o, par a razol l eshi sróricas,or f o m onopoiio, el de la legit im idad cult ur al rnás preciso, de esre orro capital universal que es lo chic. Yaléry ha escrito :,obre.Parísdos textos magníficosen su inconscienterriunfante. U¡ro 'se pregunra cómo ha sido posible senrirseuniversala este grado, al definipunro cle poder decir con toral simplicidad que Paríses la capital, por .ión ,rni,r..ral, del *r;undo culturai. Franciaes, pues, una suertede ideología su interés partireaiizada:ser francéses sentirseen derecho de universaliz-ar Y de cular, ese interés nacional que riene por parricularidadel ser universal. el modelo con alguna manera doblemente: universalen mareria de política, universaien materia de cultura, con el mo¡ruro d" la revolución universal; cle lo ,ropolio delo chic (de París).Se comprendeque' aunque su monoPolio universalesté fuertemente discutidó, en parricular por los Estaciosunidos, l,'ranciapermanece como el árL,itro de las eleganciase¡r materia de radical ,/¡ic. cotno se clicedel otro lado dei Arlántico; clla continua dando a lo u¡¡ivcrsalel especrácuiode los juegosde lo universal,y, en particular,de estearte ,Je la tansgresión que hacen las vanguardiaspoiíiicas y/o artísticas,de esta lnarlera(q*e se siente inimirable) de manrenersesiernpremás allá, y rnásallá del clcl más allá, de jugar con virtuosismo en ios registrosdifícilesde acordar, vansuardi smopolí t ico y del vanguar dism ocult ur al: y se com Pr endeque el lo .r..ir,_rr,cuyo nc-rmbrees el más directa¡nenteasociadoa esta cumbre de 'lll rttdical chic que ha sido la revisra Quel, se haya rcvelado recientemenre se comcruno de los defensoresmás encarnecidcsde la ortografíafrancesa.No afecta a una lengua que, según ! a opinión de la Academ ia de Ber lí n que s:¡lardonaa Rivarol, es bien universal...
a$rela forrna suprema de la ideologíajustificadora.A lo que sería.n€ecsárlo Estados gar esra orra arma que es la moral, punro fuefre rradicional de los de cubierto se han 1917, desde americanas, Ú.,ido, (todas las inter.¿enciones moral; y la reivindicaciónde lo universal,de ia defensade los valoresy de la en sería necesarioanaiizar las estrategiasde universalizactónPuestas práctica eigunos con rnori vo < l e l a g uer r a del G olf o) . El r et of no de la r nor ai, qt r e del im per ialism ocult r r avance ver cl con cel ebranen Fr,rnciaho¡ t iene quc ral americano.Uno de los dominios donde mejor se ve estenuevo imperi"lis-
Ilrc¡rrca )tc itnperiaiismo francés,que Peflnanececomo el paradigmacl.i imperialisnro'de lo universal, ios [,stados Unidos erigen otro que encuentr¡ su fundamento o su garantía eft eI m;to de la dentocraciaen América, elaLtorado por Tocqueville, doblemente designado Para cumplir esta función' Por aristócramy /rancés(para que yo sea legitimado, es necesarioqrie otro -trtr e xtra n j er o- m e f ec on o z c a ; s i y o l n e c o ro n o a mí mi smo -como l o hi z,, Napoleón- en lugar de solicitar a un PaPaque lo hiciera, eso no marcha).l:n la lucha por el monopolio de la universalidad,el reconocimiento otorg:Irj() por los otros, especialmentelos otros países,es determinante. Y no es por azar,por ejemplo, si los írancesesson siempre (y todavía hoy) ccnvocarlos1i
analizadopor serge mo cultural es el de la pintura, y ha sido magníf-icamente Guilba"t, en un libro titulado IJo¿ul{ew Yorh Stole the ld'ea of hlodern Art, el procepublicado por universiry chicago Pressen 1983, donde se describe complejo según el cual poco a poco la dominación simbólica legíri,o
a vecesvoluntarios) Para coronar a la universalidadamericana' El punto fuerre del imperialisrnode lo universal,en su forma americane, es evidenrementeia Constitución, el Congreso, la unidad en el pluralisrno,
-uy ma en materia de pintura ha pasado de París a New York' Es decir que muchas cosasque se escribeno se dicen, a propósito de Francia o de Estados Unidos o de sus relaciones,son el Producto del enfrentamiento enrre dos imperialismos,enrre un imperialismoen ascensoy un imperialismo o de en decadencia,y deben mucho, sin duda, a sentimientosde revancha se que resenrimiento,sin que esté excluido que una parte de las reacciones podrían clasificaren el antiamericanismodel resentimientopuedan y deban
erc. Y cuando los EstadosUnidos reivindican el universalismopolítico, un<; se lo otorga con gusro. Pero reivindican también, y desdehace cierro ricmpo, con cierto éxito, la universalidadcultural. Y ailí, evidenremente,tropiczarr ; este pretensi ón ha si cl o p a rti cular m ent e c on l a s p re te n s i o n e sfra n c e s a s si mermada en el orden político, a pesarde los vestigiosde gaullismo que tencmos todavía bajo los ojr;s, la pretensiónal universalismoculturai permanccc todavía muy ftlerre,y se podría mostrar que sobre muchotpuntos, e inciuso
,., .o*pr"ndidas como estrategiasde resistencialegítimas a formas nuevasde o imperialismo...¿Cómo disringuir entre las formas regresivas,nacionalistas y nacionalitarias,que apunran a salvaguardarmercados cuiturales protegidos,
hasta en el terreno de la ciencia -donde lo universalse mide con el Premi¡r Nobei-, los francesesse esfuerzan,mal que bien, en rivalizat. Las estrategias de universalizaciénque todas las nacionesambiciosasemplean para justificer
de defensacontra la destrucción de rnodelos amenazados las formas legítimas_ a por l3 concenrraciónmonopolística?Los inrélectu.les,que son los primeros q,ri.r]", les concierne el imperialismo de lo universa!,encuentran en una reali' rlad.arubigua innumerables ocasionesde nutrir sus estrategiasde mala fe' Por
su d o m inac ión t om an h o y fo rma s i n e s p e ra d a sp:o r ej empl o, l a ci enci a rni sma -h e inv oc ado a s a b i e n d a sl o s P re m i o s N o b e i * ha deveni do una de l ar grandesapuesrasde la lucha por la legirilnidad en el interior de aquello q'.rt yo llamaría el campo polírico mundial; la ciencia es, también, una forma dc:
estarazón,creo que es necesariodcsprenderdel análisis,muy sumario,que )'o he propuesto, una inciración a la vigilancia o, mejor, a Ia reflexiuidal. lluchas declaracionessobre las diferenciaso ias similitudes entre las naciones(sus regí-
filosrrfía apoyadaen la ciencia.En la iucha por el monopolio de la dominación legítima dei mundo, la capital, en el sentido de Valéry',es hol' Harvarti o chicago, que reúnen y combinan, ademásde un fuerte capital cier-riífico, si mb oliz adopor los P re m i o sN o b e l , u n a c o n s te l a ci ónde productoscul turaie-.con pretensiónuniversal,una filosofía de la acción que representala ac-
menes poiíticos, sus sistemasde enseñanza,etc.) no son sino estrategiasde universalizacióndestinadasa defender nuestro capitai simbólico nacional conrra una agresiónreal o imaginaria. Pero las cosasno son tan simples, y las ligadosa lr 'uclr a p. t r la Los inr er eses de l a mda f e son innum er ables. asruci as
ci ó n hum ana c om o p ro d u c to d e l c á l c u l o ra c i o n al -y que, por tanto, i i ga muv fuerrementela intención humana a la racionalidadcientifica-, una teoría económica fuertemente[ormalizaday legitimada en nornbre de las matern á ti cis , una t eor í a F ro tó fi c a d e l a d e c i s i ó n ra c i onal ,etc.; )¡ este compl el o cp i stcm oc r át ic ot iene , me p a re c e ,ftrn c i o n e sd e l egi ri maci óntotal mente cxla ciencia, que es el discursouniversalpor excelencia,quc dcvienc traorclina,rias,
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hegemoníaculturai en el espacionacionalpueden inducir a ciertosnacionales a hacerselos cómplicesdel imperialismocultural del extranjelo-como otros se enclerranen un naclonallsmoregieslvo. de legrtrLa universalizaciónde los interesesParticuiareses ia estrategia Par t icular a los maci ón por excelencia,que se im pone con una r , r r gencia
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productores culturales,siempre incitados por toda su tradición a pensarse como portadoresy portavocesde lo universal,como "funcionariosde la humanidad". Pero si siemprees necesarioconsiderarcon la vigilanciamás extrema todas las estrategias ,rientadas hacia la unificación del campo cultural, es
de la circulación sociales Lascondiciones delasideas*
también necesariodisringuir las que apuntan a la unificación por la anexión o, si se prefiere,por la imposición de un modelo nacional dominante (es así como se ha operado,la mayoría de las veces,la unificación cuitural correlariva de Ia construcciónde ios Estadosmodernos)y las que apuntan a ia unificación en el pluralismo culturai. La cuirura universal no puede surgir de la universalizaciónde una cultura. es decir. de \a abso/uüzaciónde una cultu¡a histórica, asociadaa la pérdida de una parte de io unive¡sai(lo mismo vaie para la lengua). El internacionalismo,hoy desacreditadocon razón por haber sido puesto al servicio de una forma particularmente perversa de imperialismo de lo universal,el imperiaiismo soviético, debe ser rehabilitado y restauradoen su verdad.Se trata de inventar una cultura universalque no sea el simple producto de la imposición universalde una cultura particular (cultura que no seríamás universal,siho que seríaunive¡salel Estado que se nos anlrncia cuindo se nos dice que E,stadosUnidos es el "gendarme del mundo"). De hecho, no se puede esperarun progresohacia una cultura realmente universal -es decir, una cultura formada por múhiples tradiciotryl cuburales unifcadas por el recoltocimiento que ell¿s se otlrgan mutuamente- sino de las luchas entre los imperialismos de lo universal. Estos imperialismos, a través de los homenajes más o menos hipócritas que deben rendir a lo universal para imponerse, tienden a hacerlo avanzar¡ por lo menos, a constituirlo en recurso suscepdble de ser invocacio contra los imperialismos mismos que se valen de é1.
oy deseoproponerlesalgunas¡eflexionesque quisieran escaparai ¡itual ¿. la ceiebraciónde la amistad franco-alemanay de ias consideraciones obligadassobre la identidad y la alteridad. Pienso que en materia de amistad, como en cualguier mareria, la lucidez no es dei todo antinómica del L_f I I
afecro,sino todo lo"contrario. Quisiera, pues, inrenrar proponer algunasreflexiones sobre las condiciones socialesde la circulación internacional de las ideas,o, para emplea¡ un vocabulario económico que produce siempre un efecto de fuptura, sobre lo que se podría llamar la import-export intelectual. suficienteQuisiera intentar describir si no lasleyes -Porque no he trabajado nlente como para poder utilizar un-lenguaje tan Pretencioso- al menos las tendenciasde estos intercambios internacionalesque describimoshabitualen un lengua.ieque debe más a la mística que a la razón. En resum€n' rr.ienre voy a intentar hoy presentarun progrania Para una ciencia de las reiaciones internacionalesen materia de cultura. En un primer momenro, habría podido evocar la hisroria de las relaciones cnrre Francia y Alernania desde la Segunda Guerra Mundial, ¡ más precisafnenre, todo el trabajo que, al nivei del camPo político especialmente,ha podido hacersepara favorecerla comunicación y la comprensión enrre los dos países.Habría que conducir un análisishistórico sin complacenciadel
' "f .esconditions socialesde la ci¡culation internationale des idécs", Romanitkche Zeitschrif fir littéranr¿s ronlane|, l4oan¡rce, l-2,1990, pp' l-10. l.itrraturgescbichte/cahiersd'histoiredes
E sra convi cci ón c ienr ist a m e inclina a Pensarque f s im por r ant e hacer un programa de investigacióncienrífica europea sobre las relacionescientíficas europeas.Y pienso que ésreera el lugar y el momenro para decirlo, Porque sé, a rravésde JosephJurt y los rexros que él me ha dado para leer, que uno de los objetivos del Centro que hoy se inaugura es, precisamente'el de trabajar para un conocimiento mutuo de los dos países,cie las dos tradiciones. Y
al menos en una ci crt' t rra b et os i¡ nbólic oque h a s i d o n e c e s a ri o Pa rae x o rci sar, fracción de las poblacionesde los dos Países,todos los fantasmasdel pasado. Sería necesarioanalizar,ademásdei traba.iode las instanciasoficiales en su dimensión simbóiica y práctica,las accionesdiversasque han podido favoreY de los alemanes, cer la transformacién de las actitudes de los Franceses consiCeradcsen su di./ersidadsocial.Se podría, por ejemplo, situándonosen el nivel dei campo intelectual,describirlas etapasde este trabajo de conver-
quisiera aportar mi contribución, diciendo, muy modestamente,cólno vería la empresay lo que haría si tuviera que conducirla' Los intercambiosinternacionalesestán sometidos a un cierto número de factoresestructuralesque son generadoresde malentendidos.Primer factor:
sión colectiva;en ei caso de los intelectualesfranceses,con la reconciliación, luego la fascinación respectoal milagro alemán y la fase actual que sería la de l a a d m ir ac ión am b i v a l e n te , s u b l i m a d a e n u na suerte de europeísmo
el hecho de que los textos circulan sin su contexto. Es una proposición que Marx enuncia de paso en El Manifesto Comunista, donde no es obligatorio ir a buscar una teofía de la recepción.,. Marx hace notar que los pensadores alemanessiempre han comprendido muy mal a los pensadoresfranceses'
voluntarista a travésdel cual muchos obreros de la undécima hora intentan encontfar un sustituto a su nacionalismodift¡nto. Pero ustedescomprendcrán que no pueda satisfacermecon semejantesconsideraciones,tan superficialescomo sumarias. real de favorecer ¿Qué se puede hacer hoy si uno tiene..unapreocupación que la frecuentemente la internacionalizaciónde la vida intelectual?Se cree vida intelectual es espontáneamenteinternacional. Nada es más falso. Ll vida intelecttrales el lugar, como todos los otros espaciossociales,de nacio-
porque recibían textos, que eran Portadores de una coyuntura política, como rexros puros, y porque transformaban el agente político que estaba al principio de esos textos en sujeto trascendental.Así, muchos malentendidos en la comunicación internacionalvienen del hecho de que los textos no ilnPortan su contexto con ellos. Por ejemplo, a riesgode sorprenderlosy de contrariarlos, pienso que sólo \a lógica del maienrendido esrructural permite comPfender ese hecho sorprendenrede que un Presidenresocialisrade ia República haya
nalismosy de imperialismos,y los intelectualesvehiculizan,casi tanto como los oiros, prejuicios, €ster€otiPos,ideas recibidas,repre*ntaciones muy sumarias, muy elementales,que se nutren de los accidentesde la vida cotidiana, de las incomprensiones,de los malentendidos,de ias heridas (aquellas'
podido venir a imponer una condecoraciónfrancesaa Ernst Jünger.Otro ejemen los añoscincuenta. plo: Heidegge¡consagradopor cierrosmarxistasfranceses Podríatambién romar eiempio.scontemporán.os,Pero como la mayoría de las
por ejemplo, que pueden infligir al narcisismo,como el hecho de ser desconocido en un país extranjero).Todo esto me hace Pensarque la instauración de un verdaderointernacionalismocientífico -que a mis ojos es ei comienz-o de un internacionalismoa secas-no Puede hacersesola. En materia de cul-
vecesesroy implicado en esosejempios, no lo haría Porque ustedespodrían para pensafque abusodel podersimbóiicoque me esimparrido Provisoriamente ausent es. aj ustarcuentascon adver sar ios El hecho de que los textos circuien sin su conrexro,que no importen con
rura, como err otro lugar, no creo en el laisser-fairey la intención de mi deciaraciónes mosrrar cómo, en los intercambios internacionales,la lógica conduce frecuentementea hacer circular lo peor y a impedir ,Lel laisser-Jizire ci rcu larlo m ejor .M e i n s p i ro ,e n e s i a sm a te ri a sc o m o en otras,en una convl c-
ellos el campo de producción -para emplear mi jerga- del cual son el procsr andoellosm ism os inser t osen un cam po de ducto,;, de que l o s r ecept or es, producción diierente, los reinte¡pretenen función de la estructuradel campo de recepción,es generadorde fcrmidables malentenclidos.Evidentemen-
ci ó n c ienc is t aque n o e s tá h o y d e mo d a , Po rq u e se es P ost-moderno...E sta convicción cientista me lleva a pensarque aunque se conozcan ios mecanismo s s oc iales s, in em b a rg o n o s o m o s d u e ñ o s d e el l os, D ero aumentan' P or
-que creo objeriva- se pueden sacarconclusionesoptite, de mi d.escripción mistas o pesimisias:por ejemplo, por el hecho de que aiguien que es una autoridad en su país no lleve consigo su autoridad, la lectura extranjerapuea de a vecestener una libertad que no tiene la lectura nacionai, sornctide efectosde imposición sirnbólica,de dominación o, incluso, de coaccién.Esto es un Poco como ei juicio de es lo que hacepensarque el juicio del extran.¡ero
poco que sea,las posibilidadesde dominarlos, sobre todo si los mecantsmos so ci alesdes c r ns ane n e l d e s c o n o c i m i e n toH. a y u na fucrzaautónoma cl cl con o ci m ient o que pue d e d e s tru i r,e n c i e rta me d i d a , el desconoci mi ento.D i go se bien, cn cierta medida, porque "la fuerzaintrínsecade las ideasverdaderas" debidasa los intereses,a los prejuicios,a las pasiones. choca con rcsistencias g ?
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{ Lns totzdiciottes socialcs de la circuk¿cióttde lctsidc¿r:s
PierreBourdieu la posteridad.Si en generalia posteridadjuzga meior, es pofque los contemporáneosson concurrentesy Porque tienen interesesocultos para no comprendere, incluso,para impedir comPrender.Los extranjeros,como la posteridad, tienen, en ciertoscasos,Llnadistancia,una autonomía respectoa las coaccionessocialesdel campo. En realidad,esteefectoes mucho rnásaParenteque lasautoridadesde institución-lo que Pascalllama real,y, muy frecuentemente, ,'grandezas de instirución"- pasanbasrantebien lasfronteras,porque ha-'una las internacionalde los mandarinesque funcionamuy bien. Así, el senrido y la función de una obra extranjeraesrándeterminados,al menos, ranro pof el campo de recepcióncomo por el campo de origen. En
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quiera o no, lo sepao no, y au!"rsi esreefecto no cabe en el prol,cctt¡clc nri acción. No hay ¡ada malo en esto, peio es necesariosaberlo.Las ciecci<.¡ncs rnutuasy purassehacenfrecue¡rter,rente sobrela basede homologíasde posición erl campos difcrentes,a los cualescorrespondenhornol,;gíasde inreresesy I-rornologías de estilo,de bandosinrelectuales, de proyecrosinrelcctuales. Sepueciencomprenderestosintercambioscomc alianzas,por lo ranro)en la lógrcade ias r-elaciones de F.rerza, como, por ejemplo, manerasde
primer lugar, porque el senridoy ia función en el campo originario son, con de un frecuencia,completamenteignorados.X mrr,bién,porque la transferencia una sociales: operaciones de una serie de a través otro se hace campo nacionala
mutua, que me parecen rnenos legítimos poique ejercen un pocier cie tipo ten-rporalen el orden cultural o, si se quiere, espirirual-lo que e-.la defi¡iicióii rnisma de la tiranía, scgún Pascai-.Pienso,pcr ejemplo, en la interna-
operaciónde selección(¿quées lo que se rraduce?¿Qué es Io que se publica? (de un producto ¿Quién traduce?¿Quiénpublica?);una operaciónde marcado previamente"dégrtffe) a rfavésde la edirorial,la colección,el_traductory el
cionai del establishtnent, es decir, en rodos ios intercambiosque se insr,ruran enr¡e detentador esde posicioncsacadém icasdom i¡ r ant es,int er car nir iosde
y anexándolesu propiavisión prologuista(quien presentala obra apropiándosela y --en tc,docasG-una problemáticainscritaen el campo de recepción,y que no hacesino muy raramenteel trabajode reconst¡uccióndel calnPo de origcn, en
suntarsecuál es la lógica de las eleccionesquc hacenquc ral cdiror o tal auror sc-adesignadopara devenir el imporrador de ral o cual pensamiento.;l)or qui I:ulano ha publicado a Mengano? Hay evidentementebencficio.sdc aprt''¡'ia-
primer iugar porque esmucho másdifícil); una operaciónde lecturapor;últin'ro, de percepcióny problemáticas en la que los lectoresaplicana la obra categorías que son el producto de un campo de produccióndiferente. Voy a retomar cadauno de estospuntos rápidamente.La entradaen el camPo
ción. Las importacioTtesheréticassorr fre,;uenrementehechaspor firárginales cr.rel campo, qu e im por t an un nr ensajc,una posición que t iene f ucr za er ¡
de recepciónes un objeto de investigacióncompletamentecapital y completamente urgente, aLavezpor fazonescientíflcasy prácticas,es decir, ParaintensiEsperoPoderorgaficar y mejorar la comunicaciónentre iasnacioneseuroPeas.
instrumentalistas;son frecuentementeutilizados para causasque quiz:isellos reprobaríano recusaríanen su propio país. Uno podrá, por ejemplo, servirse
nizar un coloquio. que tendrápor fin analízarlos procesosde selección:¿quiénes aquellosa quienesun sociólogode la cienciaamericana son los seleccionadores, rieneti llama los "gate-heepers"? ¿Quiénessc,nlos descubridoresy qué intere.se.s "inrerés" el que se que Pero pienso choca. paradescubrir?sé bien que el término apropia,con roda búena fe, de un auror y que se hacede él el introductor, tiene sublimadosy sublimes,pero que, sin !mbeneficiossubjetivoscomplerame¡rre bargo,son determinanresparacomprenderque él fiagaio que hace.(Piensoque un poquito de marerialismono haría mal, no quitaría nada, al contrario, a! encanramiento.)Lo que yo llamo "interés",puedeserel efectode las afinidades ligadasa la identidad (o la homología)de lasposicionesen camPosdiferentes:no es por azat que Benet, el gran novelista español, aParezcaen las E,dicionescie Minuir. Hacer publicar lo que amo, es reforzarmi posición en el campo, 1o
invitaciones,de títulos de docror bonorisc/t/.tst,efc. E,snecesario,pues, pre-
otro campo, con el efecrode reforzarsu posición de do¡ninadosen el ca¡rpo. Lr¡s autores ext r anjer os son f ¡ ecuent em ent e objer o de usos r nuy
.le un extranjero para abatir a nacionalc-s. Tomo cl ejemplo dc l-leidegger. 'lbdo el mundo se pregunta aquí cómo los franceseshan podido interesarse Je tal modo por Heidegger .De hecho hay m uchas, m uchas r : r zones,casi .lcrnasiadas... Pero hai' una explicaciónquc salraa la visra,es el hecho de que, co¡no lo l-ramost¡ado Anna Boscherti e., su libro sobreS¿rtreet leslentpsl,ñodernts, el campo intelectualde los añoscincuentaestabadominadc¡de l:lalreraabrurnadora por Sartre.Y una de las funcionci meyoresde Fieicleggerera la de servir p,rraCescalificar a Sartre(los prolcsoresdecíanl"Todo Sarrrcestáen l-leideggery ,-'nél mejor"). Ustedestendrán así de un laejo,a ltrcar-rfret, quc dcl'tió scr un eontemporáneode Sarrreen la ]lscuelaNormal, en una posiciónde rivalidadcon Jl y que, profesoren una hbágnede Enrique I\', se ha formado una estaturadc casi-fi1ósofb importando a Heideggeren Francia,y del orro, de! lado del campo i i tcrari o, a B l anchot . Usr edes t ienen una r er cer a cat egor í a: la gent e de
tc ' T: el marxi smo remi tír Arg ttm ent s ,es pc c iede h e re j l a ma rx i s ram e n o r' realizadouna combinación dÁasi"do visiblementehacia lo vulgar, ellos han chic del marxismo Y de Heidegger' r Mu y f r ec uent em en te ' c o n l o s o tro s a u to re s e x tra nJeros' l oqueval cnoes Por esta raz-ón'cieitos lo que ellos dicen, sino lo que se puede hacerlesdecir. .l á s ti c o ' c i rc u l a n mu y b i e n' Las grl ndes profecías P ar t ic ular m e n t. "tro .., atraviesanlos luga,on poliré-icas. E,suna de sus virtudes,y es Por ello que tanto' los Pensalo ,.., lo, momentos, las edacles,las generaciones'etc' Por decirio' Para una dores con gran eiasticidads<¡ncomo Pan bendito' si puedo interpretación anexionist:-y ?ara los usos estratégicos' manera acabael L.r.go de la selecciónestá la marcación' que de alguna el prcfacio de X. con tr"b,rjo.-No se ofrece solanente simmel; se ofrece simmel son actos tíPiSería necesariohacer una sociologíacomparadade los prefacios: frecuentt' más caso el en cos de transferenciade capital simbólico,.,almenos de Sollers:el prirnogépor ejemplo Mauriac que escribeun prefacio a un libro científico, 1" al mismo tiemnito célebreescribeun prefacio y transmite capital de protector de la p*, manifies." ,r., ."p".idad de descubridory su generosidad montón de interun él' Hay j,ru"rrrrrd que él reconoce y que se reconoce en Lrn canrbios,donde la mala fe juega un rol enornle' y que la.sociología Poco simbócapital el circilta el cual en objetivante hace más difícil. Pero el sentido que quierc lica no es siempreel mismo' Así, apoyándoseen la regladel género un prefacioa escribe Lévi-strauss que el prologuir," ,. identifiquecon el autor, autor áel Ensayo la obra de Mausspor el cual se apropiadel capitalsimbólicodel (La getrtetiene F|ecuenteme¡lsobreel don.Yoy adeiarreflexionarsobretodo esto. situ¡aPro\'€char re una lecruradrarná¡icade esregénerode análisis:quisiera Pues, en todo cesc' cionesoralespara mosrrarque de hecho esto es muy divertido, v que yo me divierto rnucho...) marca. Está Al término de todo esto, el texto importado recibeuna nueva cubieitasde lc's marcado por la cubierra:ustedestienen una intuición de las cada editor, ]' diferentes ecitores e incluso de las diferentes coleccionesde de los editosabenlo que cada una de ellassignificapor referenciaal espacio reemplazanla res alemanesque tienen en la cabeza'Si, por ejemplo' ustedes irnpuestaerr cut¡ierraSurkhamp por la cubierta seuil, el sentido dela marcr¿ . h a y h o m o l o g íaestructural ,l a ¡ransferenl a o br a c am bia c om p l e ta me n te Si gente cia puede hacersebastantebien, pero hay frecuentementefallas; hay o de la ignoranque c"e "al lado de le cuestión". Puedeser por efectodel azar anexión,dc .i", p.ro frecuenrementerambién porque son objeto de actos de apropiación.En estecaso,el simple efecrode la cubiertaes ya una imposición
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si mból i ca.Tomo u n ejer nplom v [ : , ueno,el de Chom ski, que ha sido publicado en seuii en una colección de filosofia. Para mí, seuil es "carólico de i zqui erda" ¡ en ií neasgener ales,per sonalist a.Chom ski se ha encont r ado instantáneamentemarcado,a travésde una estrategiatípica de anexión. Publicar a Chomski en Seuil, en un entorno marcado por Ricoeur,era oponer al estructuraiismo"sin sujeto", como se decía en ia época, un stljeto generador, creador,etc. Así, con [a inserciónen una colección,la añadidura de un prefacio, por e! contenido del prefacio,pero también por la posición del prologuista en el espacio,se encuentranoperadasuna serie de transformaciones'incluso de deforrnacionesdel mensajeoriginario. E,n realidad, los efectoslstructurales que, a fbvor de ia ignorancia, hacen y las deformacionesligadasa usos estratéposible todas las transfbrmaciones gicos de los textos y de los autores, pueden ejercersefuera de toda intención manipuladora. Las diferenciasentre ias tradiciones históricasson tan grandes, tanto en el campo inrelectual propiamenre dicho como en el campo social tomado en su conjunto, que la aplicación a un producto cultural extranjero de las categoríasde percepción y de apreciación adquiridas a través de la experienciaen un camPo nacional, puede ctear oposicionesficticias entre cosassemejantesy falsassemejanzasentre cosasdiferentes.Para mostrarlo, sería necesarioanalizaren detalle ei ejemplo de lo que han sido las relacionesentre ios filósolosfrancesesy los filósofosalemanesdesdelos años sesenta,y mostrar cómo intencionescompletamentesemejantesson exPresadas, por ieferenciaa contextosintelectuales)' socialesmuy diferentes'dentro de tomas de posición filosóficasen aparienciacompietamente opuestas.Y, para decir las cosasde manera más contundente,Pero rambién más evidentelnente extravagante,seríanecesariopreguntarsesi Habermas no hubiera esrado mucho menos aleiadode lo que ha dicho Foucauk si se hubiera formado y ¿6¡*rdc comc filósofo en la Francia de los años '50-'60, y Foucaulr rnucho menos diferenrede lo que ha sido Habermas si se hubiera formado y afirmado como filósofo en la Alemania de los mismos años. (Es decir, entre paréntesi s,que u n pensadory el ot r o, bajo las apar ienciasde la liber t ad respectoai context c, t ienen en com ún haber est ado m uy pr of undam ent e marcados pof ese coilt ext o, en¡ r e ot r as r azones Por que, en su int ención hegemónica,se han enfrentadoa las tradicionesintelectualespropias de cada uno de los países,y profundamentediferenres.)Por ejemplo, antes cle indignarsevi rtuosam ent e,con cier t osalem a- es,por el uso que cier t os f ilósof os franceses(Deleuzey Foucauli, especialmente)han hecho de Nietzsche,sería necesariocornprenderla función que Nietzsche--¿ycuál Nietzsche?El de la
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'€ Pierre Bourdiett
filosóha podido cumplir' en un campo Genealogíade la moralen Foucaultfi codom inado' de i l a d o d e l a u n i r,e rs i d a d ,p o ru nexi stenci al i srrosubj eti vi staapromoral,Áab^ una garantíafiiosófica' la de Gertealogía . La espirituaiista cientistas' aceptablesa esasviejasdiligencias piaclapara hacer filosófiti-t"tt que la imagen avejentadade Durl
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Ias condiciones sociales dc Ia circulación de las icleas
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€ sf ir er z oP or oPo n e ra u n ra c i o n a i i s mo a h i s róri counaci enci ahi stóri cadel as "genealogíi'y una noción como la de razones históricas (con la idea de puede aparecer'visto desde tont'ib"t-'i' ft^ fJia" epistente),Foucault ".1o!t" rnuy diferente' como vna resdonde |Jietzschetiene un sentido Á.*"rrir, tallr ac ióndelir ra c i o tl a l i s mo c o n tra e l c u a !H abermas' entreotros(pi ensopor su proyecto filosófico' Y si puedo ejemplo en Otto Apel), ha constituido oposidebate' no estoy seguro de que la introducirme como tercero en este c ións eat anr adi c a l c o mo p u e d e P a re c e f' a p rimeravi sta,entreel raci onai i smo lazón c de la idea de historia social de la -con d"fi"td'o yo que historicista cam poc ient í f ic o .o .,,o | .,," .d e 1 4 g é n e s i s h i stóri cadel as.condi ci onessoci al e s delapr oduc c i ó n d e l a ra z ó n _ y e l ra c i o n a l i smoneokanri ano,< ¡uei ntenta en los iogros de la lingüística,como fundarseen razón cien¡íficaapoyándose e nHaber m as ' E l re l a ti v i s m o .ra c i o n a l i s ta y e l absol uti smoi l ustradopueden expresan Porque ellos i.eenconrrarseen la defensa del Aufbtarung... Quizás esfuerzo mi h,*"g.á, evidenremente,en casi la misma intención al sistema. ?ero pienso' en todo caso' que las por "torcer .t U"r,¿n "n .t o"o ""tido'i' de prisma cfee mlentras se ignora el efecto diferencias no son todo io que uno ia producción como sobre la recepción' dzforrnanteque eiercén' t"t"o 'ob" los c am pos int e l e c tu a l e s n a c i o n a l e s y l a s c ategoríasdepercepci ónydepensa. rniento que ellos imponen e inculcan' ¡. . ,(io que .por que se instiruyenhoy directaniente esra."rórr, rn, discusio¡res los con el período anterior' en el que constituye ya un Progreso en relacién intermediatt to*""icaban sino con Amé¡ica como científicos euroPeos 'io r ia) pe. r m anec e n ta n fre c u e n te me n te a rti fici al esei rreai es:l osefecrosde estruitural entre los contextos' ProPorortíu)o*;o que resulran del desfasaie c ionanr €c ur s o s i ri a g o ta b l e s a l a s p o l é m i c a sdemal afeyal ascondenasmulos ensayistasmediocrese irrcstuas de f.ariseísmo,""n1", cualessobresalen pons ables , t al e s c o rn o l o s i n v e n to re s d e | m i todel ..pensami entodel ' 68,' ol os
nffiin Heidegger,sustituyen la lógica de la discusión crítica, ligad,aa comprender las razcnes-o las causas- del pensamiento adverso, por ia lógica del procesoi urídico. La Realpolitik de la razón, que no dejo de defender,debe pues darse el proyecto de rrabajar para crear las condicionessocialesde un diá/ogo,,...ona/. Es decir, uabajar para elevarla concienciay el conocimienro de las leyes de funci o:ram ient ode los dif er ent escam pos nacionales,siendo r anr . r , s probablesias deformacionesdel rexro, cuanro la ignorancia del conrexro de origen es más grande. Proyecto que puede parecerbanai mienrras que uno no entre en los detaliesde su realización.En efecto, se rrara de prodrrcir un conoci mi en t o cient í f ico de los cam pos de pr oducción nacionalesy dc ias categoríasnacionalesde pensamienroque allí se engendran, y de difundir ampliamente esre conocimiento, a través,especialmente,de los profesores encargadosde enseñarlas lenguasy las civiiizacionesexrranjeras.para dar una idea de la dificultad de la emp¡esa,bastarácon indicar que ella enconrrará sin duda su primer obstáculoen las socioiogíasesponráneas de las diferencias"entrelas rradicionesnacionales,que ios "especialisras" de los intercambi os i nte¡nacionales- gcr m anist asy r om a'isr as, por ejem plo- , pr oducen y reproducensobre la basede una familiaridad mai ar¡naday mal refleiada,y que tiene frecuenñmenre por principio la condescenclencia entretenida,ran próxima a un racismosuavede aquel que "los conocebien", "a los que uno no hace", y que "enconrrándolos horrorosos, los ama a pesar de todo" (acritud muy frecuenteenrre los especialismsde civilizacionesextranjeras,"japonólogos" u "orientalistas"). La libertad respecroa categoríaslracionalesde pensamienro-a rravésde las cualespensamoslas diferenciasenrre los productos de esascategorías-no puede llegar sino a travésde un esfuerzopara pensary hacer explícitas,esascategoiías; por tanto, a travésde una sociologíay de una historia socialreflexivasy críricas -en el sentidode Kant- que sedaríapor objero actualizar,para dominarias,por un socio-análisiscientífico, las estructurasdel inconscienrecuirural nacional, develar-gracias a la anamnesishistdrica de las dos l-isroriasnacionalesy, más especialmente, de la hiscoriade las institucioneseducativasy de los camposde producción cultural- losfundamentos/tistóricosde lascarcgo¡íasde pensamientr.r y de lasproblemáricasque los agenressocialesponen en práctica,sin saberlo("el inconscientees ia hisroria",decíaDurlcheirn),en sus acrosde producción o de
denunc iador e s v trtu o s o s d e l .,c i n i s m o ' ' .BastacontenerunP ocodecul tura
recepciónculrurales.
his t ór ic aP ar a c o n o c e ri a p ro p e n s i ó n d e l o spequeñosi ntel ectual esai nstaurarse comoFouquier-Tinvilley como Zdanov' como justicteroso' rnásexac¡amente' clel ha visro recienremenre,a propósito de derechao de izquierda, como se
Nada es más urgente que emprender una hisroria comparada de las difercntes Cisciplinassobre el modelo de lo que se hizo, bajo la dirccción cle Isaac
chiva y utz Jeggle,para la etnología.En eibcto,sólo una historiasocialcomparada de las cienciassocialespuede liberar modos de pensamienroheredadosde la historia, dando los medios Para asegu¡a¡u¡r dominio conscientede las fory mas escolaresde clasificación,de las categoríasde pensamiento imPensadas de las problemáticasobligadas.como se lo ve bien en el caso de la antropología, la comparación hace aparecercomo arbitrario, o como iigacloal contexto de los rérminos una tradición contingente,todo lo que era tenido como necesario: de mismos,como ernolo gíao vobhundt, quedesignanla disciplina,estáncargaclas todo un pasadode tradiciones que hace que estosdos términos, teó¡ieamente equivalentes,esténseparadospor toda la historiade los dos calnPos'Comprender comPrometidosen los objctos y los programas.le investrgación adecuadamente estasdos disciplinas,se¡íacomPrendertoda la historia de la relaciónque ellashan mantenido con el campo político, y que condetrsala diferencia entre el francés y el alemán"Volk' o "vólkisch', "popular' (Museode lasartesy tradicionespopulares) enrre una tradición de izquierda-ligada al Fs¡adoy defendiclacontra una tradición de derecha,destinadaal folldore y al pueblo a ia manerade Le Play-, y Ltnatradicién conservadora-que identifica el pueblo a Ia nación y a la Íleimat o a la Gemeinschafcampesina-. Seríacomprender también la posición de la disciplina en el espaciojerarquizadode las disciplinas:del lado de las cienciaspositivas,un en ei casode Francia,del lado de la "germanística",en el casode poco despreciadas Alemania. Y exeminar todas las diferenciasque se derivan cle estasoposiciones ñ¡ndamentales. El sisremade enseñanzaes uno de los lugaresdonde, en las sociedades diferenciadas,se producen y se reproducenlos sistemasde pensamiento;cl equivaiente,con aparienciamás refinada,de los que son las "formes prinlitivas de clasificación",de las cualesDurkheim y Mauss' como kanttanoscotlsecuentes,hacían el inventario Para el casode las sociedadessin escriturav sin institución de enseñanza.Alas oposicionesestfucturantesentre lo secol' io húmedo, el estey el oeste,lo cocido )' lo crudo' qLIerecuentala tabla de las categoríasdel entendilniento arcaico,corresPondenlas oposicionesentre explicar y comprender o entre cantidad y calidadque la historia colectivade un sistemade enseñanzaV la historia individu"l de una trayectcriaescolarhan cleposiedoen el entendimiento cultivado de cada uno de los productos acab a d os del s is t em ad e e n s e ñ a n z a ' E s t oss is r em asd e o p o s i c i ó nc o mp o rt¿ ni n v a r i anres(tal escomo l rs op,,si ci o nes que ac abo d e c i ta r, p o r e j e mp l o , y q u e -a rrar' ésde u .r enseñanza filosófica profundamente dominada por la tradición alemana' ell la cual, st
francesa);el l as com por t an t am bién var iacionesnacionales.O , m ás exact amente, las tradiciones dominantesen cada una de las naciones pueden ciar valoresinversosa los términos de las mismas oposiciones.Pienso, por :jemplo, en todas las oposicionessecundariasque gravitan alrededorde la oposición central, tan imporrantes en el pensamiento acadén-licoalemán, al menos hasta la Segunda Guerra Mundial, entre la Kulrur y la Ziuilisation y que sirven para distinguir ia tradición germánica,noble y auténtica, de la t¡adición francesa,adulteiada y superficial: la oposición, precisamente,ent¡e lo profundo (o lo serio) y lo brillante (o lo superficial),o la oposición ent¡e el fondo y la forma, entre el pensamiento (o el sentimiento) y el estiio (o el espíritu), entre la filosofía (o la filología) yla literatura, etc. Oposicionesque la rradición dominante de Francia (que reconciliabala hypobhagnede Enrique IV, corazón del sistema escolar,y la NRF, AJain y Valéry) retomaba por su cuenta, pero invirtiendo los signos: la profundidad que deviene pesadez, lo serio del pedantismo escolar y lo superficial de la claridad Francesa.Es necesariotener todo esto en la mente luiero decir en la conciencia,y no en el inconsciente- para comprender que Heidegger es casi un Alain al sistema --e inversamente-.Cuando el primero ha podido ser percibido y utilizado en Francia como la antítesisperfectadel segundo... Y de hecho, por una de esasastuciasde la razón histórica que hacen tan difícil el accesoa la libertad inteiectual,la oposición mítica entre las dos tradiciones, aiemanay francesa,se ha impuesto tanto a los que se rebelabancontra ella, en como a los que la ¡etomabaningenuamentepor su cuerrcadauno de los-países, ta, a los que entendíanencontraruna forma de libertad respectoa las formasde pensamientoimpuestasinvirtiendo simplementeel signo de la oposicióndominan[e, aceptadatal cual por ios nacionalistassatisfechos. Así, en Alemania, durante todo el siglo XiX, y todavía hoy (¿cómo explicar de otro modo los éxitos de ciertos posmodernos...?), numerososjóvenesintelectualesprogresistashan buscadoen ei pensamientofrancés,el antídoro a todo lo que detestabanen el pensamientoalemán.lr4ientrasque losjóvenesfranceses progresistas hacíanotro tanto en el orr o senr ido.Lo que nc dejabaa los unos ; ' a los ot r os sino m u) , en ei camino. pocasposibilidadesde reencontrarse De hecho, si no hay que negar la existenciade profundos nacionaiismos intelectuales,fundados sobre verdaderos interesesintelectualesnacionales, no es menos cierto que las luchas inrernacionalespor la dominación en ma-
se l c c r ee a Ringer, e l l a s s e h a n c o n s ti tu i d o -, han penetradol a enseñanza
teri a cul tural y por la im posición del pr incipio de dom inación dor ninant e -quiero decir, por la imposición de una definición particular dei ejercicio legítimo de la actividad intelectual,fundada, por ejemplo, sobre el primado
I (rB
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PierreBourdieu de la culrura, de la profundidad, de la filosofía,etc., más que sobre la civilización, la claridad, la literatu¡a, etc.- encuentran su fundamento más seguro en las luchas en el seno de cada carnPo nacional, luchas en el interior de las cuales ia definicién nacional (dominante) y la definición extranjera están e l l a s m is m as pues ta se n j u e g o , e n c u a n to a rmas o en cuanto apuestas'S e
intelectuales l,.r¡s v los¡rocleres*
comprend€ que en estascondiciones, los "cambios de paso"ry los quid pro quo seaocasi la regla. Es necesariomucha independenciaintelectual y lucidez reórica para vet por ejemplo, que Durkheim, en rebeiión contra el régimen intelectuai dominante, en el cual se inscribe PerfectamenteBergson' está "en el mismo campo que Cassirer"(ésterelacionaexplícitamente'en una tora de The Myth of the State, sus"formas simbólicas" a las "iormas primitivas de clasificación'de Durkheim) conrra quien Heidegger desarrollauna varian¡e en la bergsoniana...Se podrían multiplicar los ejemplos de estos Lebensphilosophie efectosde quiasma que, favoreciendoalianzaso negativasiguahnente fundadas sobreel maienrendido, prohíben o minimizan la acumulaciónde loslogroshistóricosdc /rtsdiferentesftad;cionesylainternacionalización(o la "desnacionalización") de las categoriasde pensamiento,que es la condición primera de un verdadero universalismointelectual.
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7--r' uando l lam é a M ichel F. r r - r caultel, lunes 14 de diciem br e de 1981, en conjunto un llamamiento sobre Lp"r^ proponerle que escribiér'amos la con CFDT, tenía en la mente, evidencontacto I'olonia ,v que tomáramos una conexiónanálogaa la que sehabíainstaurado rernente,ia ideadeÉ.*mblecer en Poloiria entre los intelectuaiesv los obreros de Soiidrtntísc. Si bien esta conexión ha existido -y con un efecto simbólico muy grande-, no ha sido, en su devenir ult e¡ ior al acont ecim ient o,t odo lo que yo lrabíaesperado.Por estarazón, me pareceque debo a la verdad,y a la memoria de Michel Foucault, que no hacía tratnpascon ella, decir io que )/o esperaba, con la esperanzade que esto podrá servir,comr, se dicc, Paraotra vez... En mi espíritu, lo que estabaen iuego en esia emprcsa,era la voluntad de romper con el viejo modeio "seguidista"del inrelecrualde partido con moti-' vo.l e una ac ción de solidar idad int er nacional,con un m ovim ient o en sí mi smo carac t er izadopor el hecho de que [ os int elect ualesno esr abanailí ieducidos al r.'l de comPañerosde ruta que se dejaban asignarde ordinario' en cuant o gr uPo,ni m ás ni l .a afi rmaci ónd. la exisr enciadc los i¡ r t clcct ualcs de imponer sus opinior.es nienosjustificadosde existirque otros, pero caPaces
' 'l -cs i ntcl cctual c sy l os podel c s ",c n lv[icl¡cl Foucanlt, une histoire de la uérité,1'¡rís, Syros' I 985'
en el original (N. del T.). l. "Chassés-croisés"
,,p.93-94.
usando sus propias armas, me parecíaparticularmentenecesarloen un momento en que se imponía en Franciaun orden político que' Por tradición' se cubrla de justificaciones intelecruales.¿No es significativo que no se haye jamás hablado tanto del silencio de los intelectualescomo en ei momento en
la tradiciónlibertariade la izquierda* Reencontrar
s m arun rcal mentel l pal ehra, q u e , a pr opós ir ode Po l o n i a , l o s i n rc l e c ru a l e ro s¡.¡scitandoel furor de los intelecrualesorgánicos? Los intelecrualesy Ia CFDT. Los inrelectualesde la cFDT.r Todo lo que hay en juego esrá en esta diferencia. Para que haya conexión, es necesario que haya dcls. Los intelectualesno tienen <1uejustificar su existenciaa los ojos de sus compaheros ofreciéndoles servicios -aunque se tratara de los más nobles, al menos a sus ojos-, .como los serviciosteóricos. Tienen que se r l o c iue s on, que p ro d u c i r y q u e i m p o n e r s u vi si ón del mundo soci al -que no es necesariamentemejor ni Peor que las otras-, y que dar a sus ideas toda la fuerza de la cual son c¿paces.No son los portavoces de lo universal. menos todavía una "clase uni¡¡ersal"'Pero sucedeque, Pot razones históricas, rienen frecuentemente interés en lo uniuersal. No desarrollaréaquí las razonesque me hacen pensar que hoy es urgente crear una internacional de los artistasy de los científicos,caPazde ProPoner a los poderespolíticosy econóo de imponer reflexionesy recomendaciones micos. Diré solamente -y cfeo que Michel Foucault hubiera estado de acuerdo con ello-, que es en la autonomía más completacon resPectoa todos los poderes,donde resideel único fundamento posiblede un poder propiamente inteiectual, intelectualmente legítimo.
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on otros diEz intelectuales(reunidos con centenaresde otros signatarios), usted ha tomado la iniciativa, desde el lunes pasado' de lanzar un llamamiento a favor de Polonia, que criticaba duramente al gobierno francés (ver Libération del marres 15: "Les rendez-vousmanqués"). Estas
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críticas han parecido tanto más vivas cuanto que ellas se dirigían a un gobi erno soci alist a. . . Pie¡re Bourdieu: Ante acontecimienroscomo los de varsovia, no hay que tergiversar,es necesariohablar, sería nbcesariopoder actuar. Pero ¿cómo?La única acción posibie, para un ciudadano francésordinario, pasa por el gobierno francés.En este sentido, nuestro téxto trataba de Polonia y solamente de Poionia. Nos pareció particularmenteintolerable que un gobierno sociaiista que pretende,a justo tírulo, dar una dimensión moral a su acción, no exPrese al menos una condena simbólica clara e inmediata al golpe de fuerza' Se hace como si no hubiera otra alternativaque la guerrao nada. Es cómocio cuando no se quiere hacer nada o justificarsede no hacer nada. Llay, de hecho, si se quiere buscarbien, todo un arsenalde armas económicaso simbólicas.Y ei gobierno ha comenzadoa encontrar algunas.le ellas bajo la presión de la opinión, que debe todavía presionar sobre él pafa que ias ponga en práctica realmente.
* 'lRerrouver la rradition libenaire de la gauche D, entrevista de René Pierre y Didier Eribon" 1. l.a distinción valc para toda otr¡ sigla,a fortiori'
Libération, miércoles 23 de diciembre de 1981, PP. B-9.
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[)ierre IJourdictt
Pero vuelvo a este punto: ¿quéhay de anorniai cn el hccho dc clirigirseal gobierno?Tiarándosede un asunto de pr:líticaextranjera,él es el único con poder para hablar y actuar eficazmenteen nuestro nombre. Nosotros le her.nosdelegado nuestros poderes en la materia. Tenemos derechossobre é1. , n e mo se l p ri " ;l e g i o d e p o d er ej erceresederechc de Co mo int elec t uale ste todo ciudadano cor-runa cierta eficacia.(Aunque la publicación de nuestro l l a mam ic nt o hay a en c o n tra d oc i e rto srb s tá c u l o s ...);Qui záshubi erasi do nece sa r ioes per arque e i p re s i d e n ted e l a R e p ú b i i cavi ni era a expi i carnos.un mes después,en una charlaai calor del fuego, lo que él piensade Polonia1' 16 que ha podido decir en el secretode los encuentros"de alto nivel"! Veinte años de Quirrta República han hecho decaerlos reflejos democráticoselementales.Un gobierno puede y debe se¡ lla¡r,adoal orden. - Fue su reacción "ética"a la represiónen Polonia, pero la iniciativa de algunosde los primeros signatariosde esetexro, de proponer un llamai-niento común a la CFDT va más lejos. ¿En qué medida la c¡isispoiacajustifica. de e.stadode urgencia-paraei movia sus ojos, ia declaraciónde una espec.ie mientc intelectual? P.B.:El régimen en el cual estamoses tal que los gobernant€sconcentran rodos los poderes.Y esto me pareceque es una situación malsana.De todas fo.'mas.Sob¡e todo, cuando los detentadoresdel poder se sienreninvestidos, que uno no ve cómo pr-reden llevados, justificados por fuerzas popr-riares, expresarse. EI único contra-podereficazque veo es Ia crítica intelectualy la acción de los sindicatos.Creo que los intelectualesestán en derecho,como todos los ciudadanos,de ejerceruna vigilanciacrítica -lo que no quiere decir negativa- de rodos los momentos. No hace mucho tiempo se deploraba el silenciode los intelectuales.Ctrando ellos hablan, se pone ei grito en el cielo. Lo que quiere decir, en buena lógica, que no se conce
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Reencontrar la tradíción líbertaria de Ia izquierda
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sindicalesante el aplasque habría debido ser la de rodas las organizaciones ramiento militar de un movimiento sindical. Esta acción normal no Parece excepci onalsi n o por la dim isión anor m al de los ór ganosde expr esióndel movi mi enro ob ¡ er o, No som os nosot r os quieneshem os elegido t ener Por interlocuto¡ único la CFDT. - Pero ¿por qué este lazo entre los intelecrualesy los sindicatos les ha parecidonecesario? PB.: En primer lugar,por su valor simbólico,en la medida €n que ev'ocaio que ha sido una de las originalidadesdel movimiento solidaridad" Y podía consriruir,por eso mismo, una contribución a la defensade Solidaridad.Pero había, también, una cie¡ta convergenciaen el anáiisisde la si¡uación polaca' solidaridad es un gran movimiento obrero no militarizado que es aplasta.,io poi la fuerzamilirar; v también un movimiento dirigido contra el socia.lismo de Estado. El poder de pensar ia sociedad,de cambiar ia sociedad, no se deiega,y sobre todo no a un Estado que se da el derechode hacer la felicidad de ios ciudadanossin eiios, incluso a pesar de ellos. Esre poder de transformación, más o menos revolucionario, no se delegaen hombres de aparato siempre preparadospara volversehombres de aparato de Estado. Esto es lo que el movimiento polaco ha ¡ccordado:la quiebrade un sistemaen el que se presumeque el movimiento viene de arriba. - ¿Esto significa que usred piensa que una alianzapermanente debe estay la CFDT? blecerseentre los intelectuales uno le correspondedecidirlo. Por mi parte, acada esre punro, PB.: Sobre pienso que el llamamiento que lanzamos en común es un acontecimiento puntual y que habría lugar, si seméjanteiniciariva debiera renovarse,Para volver a discurir, puntualmente, golpe por golpe. Dicho esro, me Pareceque ia CFDT, en el esrado acrual, algunos dirán ha expresado,otros ha recuPerado, la corriente anri-institucional,que es.uno de los componentesimportanres de la izquierda en Francia. Existió el '68 y la crítica del sistema de enseianza; exisrió la ecoiogía y la puesra en cuesrión de rodo un modo de vida; exisrió el movimiento feminista; existió, y no es lo menos importante, la críricade ios aparatos, del centralismo, !a crítica de las relacionesjerárquicas y de ias relacionesde autoridad en la ernpresa,la escuela,la familia, etc' A rod.o esro, a causa de la posición que ocupa en el campo de concurrencia entre las centrales sindicales, a causa, también, de las característicasParticularesde sus militanres -que son especialmentesensiblesa lo simbólico y a las formas simbólicas de dominación- la CFDT lo ha comprendido y cxpr"esado mejor. Pero aquí sería necesarioun análisis rn.ry largo'
p o r e so : unos y ot r os s o n s e n s i b l e sa l h e c h o d e que l as ccrri enres anri institucionales se sienten mal o poco expresadasdesde el 10 de mayo. Nos
estaríanescritospor el más comPetentede ellos sobre el asunto considerado, y serían leídos por un actor. En este sentido, la emisión Montand-Foucault en Europa I, que ha suscitadotal emoción entre nuestrosdirigentes-y también, y
resaltan programas y promesas,como si rodo lo que no ha pasado por la picadorade los aparatos,de los congresos,de los programasy de las platafor,
es lo más importante, en el público- me Pareceejemplar. - ¿Suacción actual es una máquina de guerracontra el Partido comunista
mas, no exis¡iera.Se olvida, por razonessocioióqicasque no puedo desarrollar aquí, que la socicdadfrancesaho sido el lugar, d.esdchace veinte años, tjc
frances?
El encuentro entre los intelecrualesy la CFDT se explica rambién quiz:is
P.B.: Responderéal menos que el PCF, que se dice cuidadoso de la paz interior en Polonia (y en el seno del gobierno francés),sin duda ha subestimado el poder que detenta, en cuanto "hija predilectade laJglesia'(comunista), de acruar por la paz inrerior de Polonia. Es suficiente ver el eco que
una prodigiosa invención política, y que hay lugares,en el mundo intelecrual y también en otra parte, donde este rrabajo conrinúa. En resumen, no se puede decir que la imaginación esréen el poder. - ¿Los intelectualespueden constituir una expresiónsocial y política que lesseapropia?¿Yel lazo con el movimiento socialno esmuy problemárico? PB.: En efbcto, es difícil dar una verdaderaeficaciaa la crítica intelecrual. Se
han tenido las declaracionesnotables de Berlinguer para medir la gravedad de la complicidad del PC francés. Si Polonia no es Chile, es que A no es igual a A: el principio de identidad se viene abalo y con é1 la ici;ntidad de los intelectuales.
trara de dar una fuerza social a la crítica intelectual y una fuerza intelectual a la crítica social; exciuyendo de entrada la posrura del "compañero de rura' que traga quina en nornbre de la disciplina, y el sueño leninista del inrelectual que disciplina un aparato obrero. Es cierto que la situación de intelectual libre, o, si se quiere, "irresponsable",es la condición de un análisispolítico libre, y en particular, de un análisislibre del mundo político. Por mi parte, entiendo defender sin complejos esta posición contÉ* todos los "responsables"que hacen pasar los inreresesde las organizacionesantes que el inreréspor la verdad, conrra todos los que hablan con un PC en la punra de Ia lengua. De manera más general,ei principal obstáculoa la instauraciónde nuevasrelaciones,entre los intelectualesy el movimiento obrero, nace de la convergenciadel obrerismo de ciertoscuad¡osde origen obrero en las organizacionesde izquierda y del anti-intelecrualismode ciertos intelectualesque se sirven de los aparatosde izquierda para reforzar su posición de intelectuales. Al!í, incluso, seríanecesariodesarrollary precisarlargamenreei análisis. Para volver a la acción a favor de Polonia, pienso que ia conjunción enrre los intelectualesy un gran movimiento sindical es, sin duda, la mejor manera de dar a esta acción toda su eftcacia,y de hacer pesar la presión sobre e! gobierno, Los intelectualesno han inventado ningún medio de acción nuevo desdeZolá; sufren de la ineficaciade Ia petición y del divismo al cual los co n d e n a.A gr ego que la l ó g i c a d e l a p e ti c i ó n -q u e suponesi empreuna i ni ciativa, por lo tanto, un lugar inicial- tiende a dividir el medio que, por la lógica misma de su funcionamiento,estáconsagradoa la concurrenciapersonal. Por esta razón, desde hace mucho tiempo he formulado la uropía de constituir un grupo de inrelectualescuya firma seríacolectiva,cuyos rexros
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efectivasin verdadero "No hay democracia crítico"* i contra-poder
n número reciente de la reviscaque usted dirige, ha tomado Por tema - T T a quie\-/ el sufrimienro.¡uno encuentraallí variasentrevistasrealizadas nes los niedios de comunicación no dan la palabra:jóvenesde barrios marginales,pequenosapicultores, trabajadoressociales'El director de un colegio en dificulradesexpresa,por ejemplo, su amargura personal:en lugar de velar por ia transmisiónde los conocimientos,se ha convertido, a pesarsuyo, en el policía de una suerte de comisaría.¿Ustedpiensa que tales ¡estimoniosindividualesy anecdóticospueden petmitir comprender un malestarcolectivo? Pierre Bourdieu: En la investigación que llevamos a cabo sobre el sufrirniento social, encontramos mucha genre, como ese director de colegio,que está como atravesadapor las contradicciones del mundo social, vividas bajo la forma de dramas personales.Podría
- "ll n'y a pas de démocratie effective sans vrai contre-pouvoir cririque", entrcvista realizadapór I{oger-Pol Droir y -fhomas Ferenczi, Les grands entletient du mondt, 1993, pp. 87'89' |. Acte¡ d¿ la rechercheen sciencessociab¡, N" 9tl, diciembre de I 99 I, I 04 pp.
Eilos constituyen lo que yo denomino la mano izqr-rierdadel Estado, .l conjunro de los agentesde los minisre¡iosllamadosdispendiosos'que guardan la huella, en el seno del Estado, de las iuchas socialesdel pasado. Sc oponen al Estado de la mano derecha,a los tecnócratasdel ministerio de finanzas,de los bancos públicos o privados y de los gabinetes¡ninisterialcs. Mu chos de los m ov i mi e n to s s o c i a l e sa i o s c u a l esasi sti mos(y asi sti renros) expresanla revuelrade la pequeñanoblezade Estado contra la gran noblcza d e Es t ado. estasformas de desesperación v - ¿Cómo explica usted esta exasperacién, estasrevueltas? P.B.:Piensoque la mano izquierdadel Estadotieneel sentimientode que la mano derechano sabe más, o peor, no qr-rieresabermás, verdaderamente,lo que hace la mano izquiercla.En todc, caso,no quiere pagar el precio de ello. Una de las mayores razones de ia desesperanzade ioda esta gente se debe al hecho de que el Estado se ha retirado, o está retirándose,de un cierto nútnero de sectores de la vida social que le incumbían y que tenía a cargo: la vivienda pública, la televisióny la radio públicas,la escuelapública, los hosal p i ta l e s públic os , et c ., c o n d u c ta ta n to má s s o rp rendenteo escandal osa, rnenos para algunos de ellos, cuanto que se trata de un Estado socialista,del cual se podría esperar*al menos- que actúe como garanrede! serviciopúblico como servicio abierto y ofrecido a todos, sin distinción...Allí donde uno se descubre cree que existeuna crisis de lo político, un antiParlamentarismo, respectoal Estaclocomo resPonsableclel inreen realidad una desesperanza ré s p úblic o. Que los socialistasno havan sido tan socialistascomo ellos lo pretendíar: no ofuscaríaa nadie: los tiempos son duros y el margen de maniobra no cs grande. Pero lo que puede sorprenderes que hayan podido contribuir, a tal punto, ai abatimiento de ia cosapública: en primer lugar, en los hechos,por toda suerte de medidas o de políticas (no nomb¡aré sino los medios de comunicación) que apr..,ntana la liquidación de ias adquisicionesdel Welfare stttte,y sobre todo, quizás,en el discursopúblico, con el elogio de la empre.sa p ri va da ( c om o s i el e s p íri tud c em l ' tre s an o tu v i e raotro terrenoque l a emprcsa ), e l es t í m ulo al i n re ré s p ri v a d o . T o d o e s to ti ene al go de sorprendente, sobre toCo para aquellosa quienesse envía, en primera línea, a desempeñar ias funciones llamadas "sociales"y suplir las insuficienciasmás intolerables de la lóeica del mercado,sin darleslos medios para cumplir verdaderamenre su rnisión. ¿Cómo no tenciríanel sentimiento de estarconstantementeindecisos o desautorizados?
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hece t icm po, que su t 'evuelt ese t ¡ t Iti d o com pr ender se, , lcsde concetiende mucho más allá de las cuestionesde salario,incluso si el salario a lc;strabajadodido es un índice sin equívocodel valor otorgado al trabajo y en primer se revela Lrna función y que el desprecioPor res correspondientes, es acordada' lugar por la remuneraciónmás o fflenos irrisoria que le políticos sea dirigentes los de - ¿Usted crec que el margen de ma¡riobra tan resrri ngi do: pB.: Hoy no hay nadieque no hayacomprendidoque esteinafgenesmucho queda ai memás reducido que el que los parridos quieren hacer creer.Pero el de lo nos un domi ni o en el que los gober nant est ienen t oda liber t ad: a todo el persimbólico. La ejemplaridadde la conducta deberíaimponerse devoción a los sonal del Estado, sobre todo cuando invoca una tradición de se ven no solainreresesde los más desposeídos.¿cómo no dudar cuando (a vecescasi oficiaies' con las primas de mente los e.iemplosde lorrupción (el término es' sin ciertos altos funcionarios)o de rraición al serviciopúblico de desvío duda, muy fue¡te: pienso en el pantouflage)' y todas las fotmas nepo-con fines privados- de bienes,de beneficiosy de serviciospúblicos: "amigospersonales""'), tismo, favoritismo (nuestrosdirigentestienen muchos H ebría.
cl i entel i smo? simbólico.! Sin duda, la televisiónha contribui¡Y ni hablar de benerficios civil' Ha llamado mucho más que los sobornosa la degradaciónde la vi¡tud "Presudo e incitado al frente de la escenapolítica e intelectuala personajes valer' en contramidos", atentos--antesque nada- a hacersever y a hacerse colectivoque cliccióntotal con los valoresde devoción humilde por el interés de haegoísta hacían el funcionario o el miliranre. La misma preocupación "declaraciones a cosra de rivales)explica que las cersevaler (Frecuentemente efectistas"se hayan vuelto una práctica tan común' cuando puede Para m,.rchosminrstrospareceque una mediciano vaie sino pública' hecha ha sido se¡ anunciada y se consideracomo realizadadesdeque -porque reEn ¡esumen,la gran corrupción cuyo develamientoescandaliza no cs sirlo reales-, y las prácticas entre las virrudes profesadas vela el desfasaje "debilidades"ordinarias,ostentaciénde lujo, e! límite de rodas las peqi-reñas aceptaciónapresurariade los privilegics materialeso simbólicos' la reacción - Frentea la situaciónque usted descubre'¿cuáles' a sus ojos' de los ciudadanos? paratrabai aren el s ec torpri v ac i o' 2. Térmi no que se refi ere¿i hec ho de dc j ar el s e¡v i c i odel E s tado pagando, si es preciso, una inde mnización (N' Del T')'
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Piarre Bounlieu
P B . : Leí a r ec ie n re m e n reu n a rríc u l o d e u n a Lrroral emán sobre el A nri g u o E , gipt o. M ues tra c ó m o , e n u n a é p o c a d e cri si s de confi anza haci a el Estado y el bien público, se veían florecer dos cosas:enrre los dirigentes,la
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"Na lny clentocracia efectiua sitt uerdurlero contra'poder
crítico"
más frecuentementePor aquellosmismosque son PB.: Estándesacreditados sus guardianes.El congreso de Rennesy la ley de amnistía han hecho más Y que diez años de campaia antisocialista. por el descrédirode los socialistas
corrupción, correlativa de ia decadenciadel respero por ia cosa pública ¡ e n ¡re los dom inad o s , l a re l i g i o s i d a dp e rs c n a la soci adaa l a drsesperanza en l o q ue c onc ier ne a l o s re c u rs o ste mp o ra l e s .D e l mi smo modo, se ri ene el
un miiitante "quebrado"(en todos los se .tidos del término) hacemás
se nt im ient o ho, v d e q u e e l c i u d a d a n o ,s i n ri é n dosel anzado al exteri or del Estado (quien, en el fondo, no le prde nada ituerade conrribucionesmare-
emprendidaen los años'70 en nombre del liberalismo' Pienso en parricula¡ en la política de vivienda. Tenía como fin declarado arrancar a la pequeña burguesía del hábitat colectivo (y d" .re modo del "colectivismo")y ligarla a la propiedad privada de su chalet individual o de
riales obligatorias,y sobre todo nada de devoción, de entusiasmo),rechaza a l Es t ado, t r at ánd o l o c o m o u n a p o r€ n c i ae x t¡a ñ aa l a gue uti l i za cl e l a manera rnás ventajosa. - us t ed habla d e l a g ra n l i b e rta d d e l o s gobernantesen el domi ni c simbéiico. Ello no concierne sólo a las conductasdadas c<¡moejemplo. se tra ta t am bién de p a l a b ra s ,d e i d e a l e sm o v i i i z a dores. ¿D e dónde vi ene, en este punto, ia deficiencia acrual? P B . : s e ha hab l a d o m u c h o d e l s i l e n c i od e l o s i ntel ectual es.Lo sue me so rpr endees el s ile n c i o d e l o s p o l íri c o s .Es tá n fi ' ,nni dabl em" nr. d. " r..rn, idealesmovilizadore.s.Sin duda, porque la profesionalizaciónde la política y las condiciones exigidas a los que quieren hacer carrera en los partidos excluyen cadavez más a las personalidadesinspiradas.Sin ducia,,rambién, porque la definición de la acrividad polírica ha cambiado con la llegadade u n p er s onal que h a a p re n d i d o e n l a s e s c u e l a s(de ci enci aspol íti cas) que, para dar la impresión de serio o simplemenrepara evitar parecer mediocre o antiguo, es mejor hablar de gesrión que de autogestión y que es necesario, en todo caso, darse las apariencias(es decir, el lengLraje)de la racional i d a d ec onóm ic a. E,ncerrados en el economicismoestrechoy corro de vista de la visión-delmundo-FMI, que rambién hace (y hará) estragosen la r-elaciónNorte-sur, todos esossemi-hábilesen materia de economíaomiten, evidenrerrrenre5 romar en cuenta los costos reales-a corto y, sobre todo, o largo piazo-, de la miseria material v 'inoral que es la única consecuenciacierra de la realpolitih e co n óm ic am ent ele g i ti m a d a :d e l i n c u e n c i a c, ri m inai i dad, al cohol i smo,acci de¡rtesde ruta, etc. Aquí, orra vez, ia mano clerecha,ol¡sesionadapor la cuesti ó n de los equilib ri o s fi n a n c i e ro s ,i g n o ra l o q u e hace l a mano i zqrri erda, confrontada a las consccuehcias .scciales frecuenremenremuy cosrosasde las "e co nom í aspr es up u e s ta ri a s " . - Los vaioressobre los cualesestabanfundadoslos actos ias contribucioi, n e sdel E s t ado; no so n m á s c l eíb l e ,s ?
su departame nr o en copr opiedad. E, st apolí t ica r iene en eilo un senr ido muy acertado. Su resukado ilustra 1o que yo decía rápidamente sobre los costossocialesde ciertas economías,Pues ella es, sin duda, la mayor causa cie segregaciónespaciai¡ desde este punto de vista, de los problemas llamados de l os "subur bios". - Si se quiere definir un ideal, ese sería,pues, el retorno al sentido del Estado,de la cosapública. Usted no comPartela opinión de todo el mundo... PB.: La opinión de todo el mundo ¿esla opinión de quién?De la genteque cscribeen los periódicos,de los inteiectualesque predican la "reducción del Estado" y que endefran un poco rápido lo público y el interés del público por lo público... uno tiene allí un ejemplo típico cie esreefecto de creencia comparrida que lleva a poner de entrada fuera de discusión tesis comPleÉ¡nente discutibles. Sería necesarioanalizar el trabajo colectivo de los "nuevos intelecruales",eue ha creado un clima favorable al reuairniento del Esado ¡ más ampliamente, a la sumisión a lbs valores de la economía. l'retorno del individualismo", suerte de Pienso en lo que se ha llamado e'l profecía autorrealizanteque tiende a destruir los fundamentos filosóficos del WLlfarestate y, en particular, la noción _de responsabilidad colectiva (en el accidente de rabaio, la e¡fermedad o la miseria), esta conquista ñ¡ndamenrai del pensarnienrosocial (y sociológico). El retorno al individuo es también el rerornc a la responsabilidadindividual (se puede culpar a la víctima) y a la acción individual (se puede predicar el self belp), todo esto al abrigo de la n"cesidadincansablementerepedda de disminuir las cargasde la empresa. La reacci ón de pánico r er r ospecr ivoque ha det er m inado la cr isis del '68, revolución simbólica que sacudió a todos los pequeños portadoresde capital cukural, ha creado (con el refuerzo del derrumbamiento -¡inesperado!- de los regímenesde tipo soviético) las condicit¡nes favorabiesa Ia restauracióncultural, según la cual el "pensamiento Ciencias-Polfticas"ha
reemplazadoal "pensamienro lt4ao". E,i nrundo intelectual es hoy' el luger d e u n a luc ha que ap u n ta a p ro d u c i r y a i m p o n e r " nuevos i ntel ectuai es" , por lo tanto, una nueva definición del intelectual y de su rol político, de la filosofía y del filósofo, en adelante comPrometidos en los vagos debates "neo-aronianos"de una filosofla política sin tecnicidad, de una ciencia soci a l rcduc ida a una p o l i to l o g ía d c v c l a d a e l e c ro raly a un comentari o si n vi g i l a nc ia de s ondeo s c o m e rc i a l e ss i n m é to d o . P l atón tenía un térmi no magnífico para tcida esta gente, el áe doxósofo:ese "técnico-de-opinión(traduzco el doble sen¡ido del término) plantea los proque-se-cree-sabio" blemas de la política en lo¡i términos en que se los plantean los hombres dc negocios,los hombres políticos y los periodistaspolíticos (es decir, exactamente los que pueden pagarsesondeos...). * Usted acaba de mencionar a Platón. ¿La actitud del sociólogo se acerca a la cielfilósofo? PB.: La sociologíase opone al doxósofo,como el filósofo,en que pone en euestión las evidencias y sobre todo las que se presentan bajo la forma de Fregurrzs, las suyas tanto como las de los otros. Es io que choca profundamente al doxósofo, que ve un prejuicio político en el hecho de rechazarla inconscientede sumisión profundamente política que implica la acerptación los iugares comunes, en el sentido de Aristóteles: noci&neso tesis ssn l.as cualesse argumenta, pero sobrelas cualesno se argumen[a. - ¿No ¡iende usted, en un sentido, a poner al sociólogoen un iugar de filósofo-re¡ único que sabedonde estánlos verdaderosproblemas? PB.: Lo que defiendo antesque nada, es la posibilidady la necesidaddel i n te l cc iualc r í t ic o, I ' c ríti c o e n p ri m e r l u g a r,d e l a doxl i ntel ecrualque ei ercen los doxósofos.No hay democraciaefectiva sin verdadero contra-poder
de la historia.l Dicho esto, para citar a Karl Kraus, "entre dos males, rechazo el egi r el menor" . Si casi no t engo indulgenciapar a ios int elect uales"ir r ess elect uales" ponsabl es" , rne gust an t odaví a m enos esos r esPonsable."int poiígrafos, polimorfos, que Ponen su entrega anual entre dos consejos de administración, tres cóctelesde prensay algunasaparicionesen la televisión. - Ahora, ¿qué rol desearíausteclpara los inteleccuales,especialmenreen la construcciónde Europa? PB.: Deseo que ios escritores,los artistas,los filósofosy los científicospuedan hacerseentender directamerlteen todos los dominios de la vida púbiica en los que son competentes.Cre.' que todo el mundo tendría mucho que ganar si la lógica de la vida intelectual,la de Ia argumentacióny refutación, se extendi era a l a vida pública. Ho¡ es la lógica de ia polí t ica, ia de la denunciación y de la difamación, de la "esloganización"y de la falsificación del pensamientodel adversario,la que se extiende frecuentementeen Ia vida intelectual.Seríabueno que los "creadores"pudieran cumplir su función de servicio público y, de vez en cuando' de salvaciónpública. Pasar a la escalade Europa, es solamente elevarsea un grado de universalizaciónsuperior, marcar una etaPa sobre el camino del Estado universal que, incluso en las cosas intelectuales,está lejos de ser realizado. No se hab¡ía ganado gran cosa si el europeocentrismoviniera a sustituir los nacionalismos heridos de las antiguas nacionesimperiales.En el momento en que las grandes utopías del siglo diecinuevehan entregado toda su Perverlas condiciones de un trabajo colectivo de reconssión, es urgente -crear trucción de un universo de idealesrealistas,capacesde movilizar las voluntedes si n mi sti fi car las conciencias.
crítico. El intelectuales uno de ellos,y de primera magnitud. Por estarazón, conridero que el trabajo de demolición del intelectualcrítico, muerto o viviente -Marx, Nietzsche,Sartre,Foucaulry algunosotros que se clasificanen b l o q u e bajo la et iqu e ta " p e n s a m i e n tod e l ' 6 8 " - es tan pel i grosocomo l a demolición de la cosa pública, y qire se inscribeen la misma empresaglobal d c re st aur ac ión. Me gustaríarnás, evidentemente,que los intelectuales,todos y siempre, hubieran estado a la altura de la inrnensaresponsabilidadhistórica que les i n cu m be y que hubi e ra n c o m p ro m e ti d o s i e m p re en sus acci onesno sol ame n te s u aut or idad mo ra l , s i n o ta m b i é n s u c o n - ri etenci ai ntel ectual-a l a manera,pare no dar sino un ejemplo, de un PierreVidal-Naquet, que inviertc todo su dominio del método histórico en una crítica de los usosabusivos
t84
3. V'ei especialmenreLe: ]rif,
torno I, Máspcro,i981; tomo lJ' tr-a k Ménoitc et le Présent,
D écouverte, 1991.
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de losintelectuales* Poruna internacional
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ui si era pr oponer un conjunt o de or ient aciones par a una acclon .o1..,i.,r" d.^lo. intelectualeseuropeos, apoyándome sobre un análisis, \! intelecual' ,"r, Elirr" como sea ¡iosible, de lo gue es y de lo que puede ser el tal mientras como El intelectual es unkr parad|jico, que no se puede Pensar el comProse io aprehendaa travésde la ahernativa clásicade la autonomía y históriconstituido, ha se *iro, d. la cultura pura y la política. Ello porque ios camenre, en y a través de la superación de esta oposición: los escritores' cuando, inteleciuales como vez artistasy los científicos seafirmaron por primera tales, en el momento del caso Dreyfus, iritervinieron en Ia vida política como al es decir con una autoridad específiia fundamentada en la pertenencia la literatumundo relativamente autónomo del mundo del arte, la ciencia y 1-\"
ra, y en todos los valores asociadosa esa.autonomía, desinterés,competencia, como etc. El intelectual es un personaje bidimensional: sólo existe y subsiste (es ral si, por una parre, existe y subsisre un mundo intelectual autón1m9 ' . ct¡''es decir, indep.rrdi"nr. de los poderes religiosos, políticos, económicos), otra Parte' la autoridad especfficague.le -', .l"y.r.rp..íficas respeta,/ si, por las elabora en esre universo a favor de la autonomía está comprome¡ida.en una luchas políticas. Así, lejos de existir, como se lo cree habitualmente' a la arrc' al antinomia entre la búsqueda de Ia autonomía (que catacteriza
Poütis,1992,N" I' pp' 9-15' ' "Pour une internationaledes'intellectuels",
ci e n ci a o a la lit er at ur a ,q u e s e l l a ma n p u ro s ) y l a búsqucda dc i a efi ca.t., política, es incrementando su autonomía (y, Po. ello, entre otras cosas,su liberrad de crítica respectoa los poderes)que los intelectualespueden incrementar la eficaciade una acción política cuyos fines y medios encuentran su principio en la lógica espccíficade los campos de producción cultural. Es necesarioy basta con repudiar la vieja alternativa que todos tencntos en los debateslirerarios,pa¡a estar en la mente y que resurgeperió
Un falso problema: compromiso o retirada repetitivaporque el cambio constanterevisre, Historia extraordinariamente en ella, la forrna de un movimiento pendular entre las dos actitudes¡rosibles respectoa la política,el compromisoy la retirada(por lo menos,hastala supede Dreyfus).El "comp',romiso" ración de la oposicióncon Zr)ay los defensores de los "filósofos" que Voltaire, en el artículo d,el Diccionarioflosó/ico titulado "El lrombre de letras",opone, en 1765, al oscurantismoescolástico de las universidadesdecadentes y de las Academias,"donde se dicen las cos-. a medias", se orolonga con ia participaciónde ios "hombres de letras"en la Revolución francesa-aun cuando, como lo ha mostrado Robert Darnton, l,r "bohemia revolucionariospara tomarseia revancha literaria" aprovechalos "desórdenes" de los continuadoresde los "fiIósoibs". contra los más consagrados l os " hombres de l etras" , p o s re v o l u c i o n a ri a, En el per í odo de ¡ e s ta u ra c i ó n no solamentedel rnovimiento de lrs porquc son con-,cleradosresponsables
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les había conferiideasrevolucionarias-a rravésdel rol áe opiniott mabersque de la Revolución-, do la rnultiplicación de los periódicosen la primera fase desconfianza,incluso sino también de los excesosdel Térror, son mirados con y muy especiaimencon desprecio,Por la joven generaciónde los años l82O' r ecusany re por l os románti c os, que, en la pr im er a f ase del m ovim ient o y de vida política la rechaza¡la pretensión del "filósofo" de intervenir en Pero, al encontrarseameproponer una visión racionaldel devenir histórico. reaccionariade la nazadalaautonomía del campo intelectualpor la poLtica conducidos a afirmar Restauración,los poetas ,o.njnri"o, -que habían sido y del sentisu deseode auronomía en una rehabiiitaciónde !a sensibilidad los dogmas-' no tardan miento religiosos contra la Razón y de la c¡ítica de (especiaimente'con en reivindicar la libertad para el escritor y el científico profetica'que era Michelet y Saint Simon) y en asumir, de hecho' ia f,unción la del filósofo del siglo XViII' que ParePero, nuevo movimiento pendular, el romanticismo populista a la precede que ció apoderarsede la casitotalidad de los escritoresen el período, y a la instauración revoluciónde 1848, no sobreviveal fracasodel movimiento que yo llamaría,a del segundo Imperio: el desmoronamientode las ilusiones, con las ilusiones propósi to, cuarentayochescas( par a evocar la analogí a nuestro presente), ,"...,r"yo.h.scas, cuyo derrumbamiento todavía frecuenta por Flaubert cond.ucea eseextraordinariodesencanto,tan vigorosamenteevocado á una nueva favorabie terreno sentimenta/,que proporciona un en La ed.ucación de los intelectuales' afirmación de la aur-onomía,radicalmenteelitista esÍ.avez' Gautier' afirman Théophile dei arte por el arte,como Fl",rÜerto Los defensores tanto al "artesocial"y a la "bohemialiterala autonomíadel artistaoponiéndose y también de arte de ria,,como ai arte burgués,subordinado,en materiade arte poder naciente vivir, a lasnormasde la clientelaburguesa.se oponen a esenuevo "literatura indusla de oue es ia industriacultural rechazandolas servidumbres como en Gautier o .ri"l" 1r"luoen calidadde sustirutoalimentariode la renta, N erval ).A i noadmi t ir ot r ojuicioqueeldesuspar es, af ir m anelcier r esobr esí escritora salir de su mismo d.elcampo iiterario, pero también la renuncia dei (rompiendo en ello con el rorre de marfil paraejercercuaiquierforrrrade poder lo Hugo, o con el científicoprofeta' a lo Micheiet)' paeteu/ltes,a en el momento en Por una paradoiaaparenre,essolamentea finalesdei siglo, científico accedena la que el ."-po lit"r"rio, el campo aftístico y el campo autónomosPue' autonomía,que los agentesmás autónomos de estoscamPos no como productoden intervenir en el ."rn]po poiítico ccmo intelectu:ries-y m aner a de Cuizot o la a res cu¡ural es conv er t id; s en hom br es polí t icos,
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, Ilourdieu
I-amartine-, es clecir,con una au¡o¡idad fundada en la autonomíadcl campo ctc. y en todos los vaioresasociadosa é1,purezaética,competenciaespecífica, se afirma o científica :rftística autoriclad propiamente en la Cio¡rcretamente. a sosteacrospolíticos colno el "Yo acuso"deZola )'las i¡e¡icionesdestinadas n e rl o . E , s t osac t os po l íri c o sd e rrn ti p o n r,re v oti e n dcn a nraxi mi zarl as dos c ons t it u ti v a sd e l a rc i c n ti d a dd e l i n tel ectualque se i nventa a d i me r-r s iones de ellos , ia ' < p u r' :z at'" e l " c o m p ro m i s o " , Canci onaci mi ento a una rra vé s ¡tolítica de la purrza que es la an¡í¡esisperfectacie la Razón de Estado. En e fe cto , im piic an la a fi rm a c i ó n d e l d e re c h o d e transsreci i rl os val oresmás .sagladoscie la cclectir,idaci-los
Porunainterr¿dcior.el de losintelectualgs de la autonomía que está inscrita en Ia exister.cia¡nisnrecie un csrlip{, {.tr obstáculosy poderesrenouatluss;n Lr* prociuccióncultural debe contar con los de la lglesia'del Es¡adoo rle 1:¡ ,"r, y^ se trate de poderesexternos,como internos' ¡ en particular'los qu* poderes qrandesemPresaseconómicas,o de de producción y de difusión e's¡:eeílonfi.r"* el controi de los instrumentos etc')' ficos (prensa,editoriales,radio' televisión' apariencias'los invariantes'qlie son En todo caso,y contrariamentea las de los intelectualesde todos los países, el fundamento de la unidad posible lrque resulcandel estadode lt son más lmPortantesque ias variaciones ci onesP resentesy p", "d". ent r eelcar nPoint eiect ualylospoder eSpor it lur ''i para cada país' los mecanismosadecuados v de las formas que revisten' en trabarel i mpul sode iospr odu". o, ", . , , l, u, aieshacialaaut ononr í a. Lani. en efecto, expresarseen tomas de posi' ma intención c/eatntonomiapuede, en otro) segúnla estructuray la histt'opuestas(laicasen Lin caso' religiosas afirmarse' Los intclectualesde lcs ria de los p,rderescontra los cuales'iebe I conscient esde €Si€I n€c?t ll5¡ ll di ferentespaísesde ben ser plenam ent e oposicionescoyunt ur alesy f enom enalt ' qui eren evi tar dej ar sediuit lir por cie E1 la m ism a volu¡ r t adde em ancipaque ti enen por pri ncipio el hecho los Podría tomar aquí el ejemplo de ción se choca con obrtá.,]Io, diferentes. más en boga que' Porque oPofiiósofosfrancesesy deJos filósofosalemanes oPltestas' de auto¡romíaa tradicioneshistóricas rren ia mlsma p.rreocupación razón aparenteen relacionescon ia verdad y con la se oponen "n "p"ri.ntia modo podría ambién- tomar el ejemplo mente invertidas' Pero, del misrno de opinión' donde algunos' en Occle un problema como el de los sondeos ci dente,puedenver uninst r um ent o"lt do- i"nt iónpar t icular m ent esut il' una allí del Este 'le Europa' pueden ver mientras que otros, en los países ccnquista de ia libertad' P aracomprend er ydom inar lasopcsicionesqueam enaT- ancondividirla los' en euroPeosdeben tener.sier:'rpre los inrelectualesde los diferentespaíses mentel aesl ructur avlahist or iad"lo, p. d", escont r aloscualesdebenaf ir . deben, pcir ejemplo, saber reconocer marse para .*irri, .o*o inrelectuales; en lo sus intellocutores _y, en Particular, en ias deciaracionesde tal o cr-ralde el tfe desconcertanteo de chocanreque esascleclaracionespueclen tener coii experienciasde ilespotismo cfecto de la distancia l'ti'tó'ic:l y gecgráfica polí t icosam ' est alinism o'o con m ovim icnt os pcl íti co como el n azlsm o<-el hi guoscomoi asre vuelt asest ut liant ilesclcl'63, o, enelclr dendelospoder es y pasadade ¡nundos intclectuainternos, el efecto de la experienciapresente o laryadaejc la poiítica censur. lcs muy desigualmcntesometido:.a la "bi.,,o
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o ie ia cconomíir,de la universidado de la academia,etc. (cuand<",hablan'r<,:; e.sdecir,con la ambiciónde lo universal,es,en cadamomelrcomo inrelectuales, to, el inconscientehistórico inscrito en la experienciade un camPo intelectual singularel que hablaa iravésde nosotros.)Hubo un tiempo en el cual sehablaba Crco qLleest¿mosmuy habitiralrnucho de comunicación de las c¡¡nciencias. e imperfccmentedestinadosa la comunicación-evidentemente'desafortunada una y que no tenenlosninguna posibilidadde aicanz'ar ta- de los incr:nscientes y de de objetivar a condición verdaderacomunicación de las concienciassino históricosque nos sePafan,esdecir,lashistoriase'tpedominar ios inconscientes cíficasclelos unive¡sosintelectualesde lescualesson el Producto nuestrascategoría sde per c epc ióny d e p e n s a mi e n to '
Una autonomía amenazada de las razones particulares quc euiero referirme ahora a l" .rpo.ilión imponen ho¡ con esPecialurgencia,una movilización de los intelectuales1' la creación de una verdadera Internacional de los intelectualesdedicada a dcfender la auronomía del campo. No creo estar sometiéndomea una visión apocalíprica,:lelestado del campo de producción cul¡ural en los diFe¡entes paíseseurcpeos diciendo que su at¡tonomía está tuerrementeamenazadao, más prccisamente,que amenazasde una especietotalmente nueva pesanhoy nto; y qlre los intelectualesestán cadavez más complesr:lrre-ru fune,ionamie tanrente cxcluiclosdcl debate público, a Ia vez Porque están menos inclinaclosa inrervcnir y porque la posibilidadde inter-venireficazrnentecn él se lcs oFrececada vez menos. sobrek Autonlmí/l'.la interpenerraciónes cadavez más gran!-ts amer¿rtztts d¿, c¡r los ciifcrentespaísesoccidentaies,entre el mundo del arte y ei rnuncic' y en las nuevasalianzas clc! diner.t, l)iensoen la nuevasformas de mecenaz-go q rl f s e ins r aur an e n tre c i e rra s e m p re s a sc c o nómi cas, a menudo l as más -conrc, en Alemania,Daimler-Benzo los bancos-,y los productrlcdrr¡ri5l:i.1 r¿--¡e-, cul{ur;ilei; picnso ¡ambiéir en el recurso cadavez más frecuentede Ia ini'c.iii;;eirrn rrnivcrsitariaa los patrocinadoreso a la creaciónde enseñanz.as ri i rce¡ ¡ m enr e s u b o rd i n a d a s a l a e mp re s a (como, eII A l emani a, l os
Los prociucroresvinculados a grandesburocraciascul¡ur*les (periódicos, radio, relevisión) es¡án cada vez más obligados ace2tary a adoptar normas Y co^c^ ciones (por ejemplo, en mareria de ritmo de trabajo) que ellos tienden, más o menos inconscientemente,a constituir como medida universalde la realización intelectuai (pienso por ejemplo .Á el fatt uriting y en el fast reading que Puede Pregunta¡clevienenia ley de ia producción y de la crítica peri
La tecnocracia de la comunicación de Ia La exclusiónfuern del debateptíblico: esta exclusión es el resultado de la dependen acción conjugada de varios facrores,de los cuales algunos cada evolución interna de la producción cultural -como la especiaiización ambición ia a prohibirse vez másacentuadaque impulsa a los investigadores del dorotal del inrelecrual a la anrigua-, mienrias que otros son resultado de ciudadanos a los minio cada vez mayar de una r€cnocraciaque manda la formula vacaciones,favoreciendola "irresponsabilidadorganizada" -según la tecnoen inmediata de ulrich Beck-, y que encuenr¡auna complicidad medios de cracia de la comunicación, cada vez más pfesente, a través de los Sobr e el cult ur al. comuni caci ón, e n el univef so m ism o de la pr oducción de la proprimer punto, sería necesariodesarrollar,por ejemplo, ei anáiisis llam ado los han se que drrcci ón y de l a r epr oducción dei poder de los ..nucleócraras", es deci¡ esosrniembroscie la noblezade Estado que son ob-
ct{i ii { t } , - l r ¡ lt r ; ri o r¡n i s m o c l c l c a mp o ,a tra .¡é sdel control de l os medi osde lrrtrrjucLi*n1' rlc .iifrrsiónculrurale, incluso,de las instanciasde consagración.
(va de suyo que Para cotnprsntier jero de Lrnadelegacióncuasi-incond.icional en Francia, la complicidad tácita de la que se benefician, particularmente t ecnócr ar as,i' los t odos de el lí m it e estos nucl eócrar as- que no son sino hoy especialmentede todos los que, hasraen el seno del Partido socialista' es suf icien¡ e ti enden a reducir la polí t ica a un pr oblem a de gest ión- ' no discurso de un de invocar, como lo h"." Ulri.h Beck, la virtud dormitiva
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!i¡i t:tl,;.1ir:-:t,:!i(n o, en Francia,las escuelasde comercio). Pero el dominio o el ircixri,r {l :.i ('r.í}omía sobrela investigaciónartísticao científicatambién se
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PierreBourdieu "informe de perito" capazde adormecerla responsabilidad:es necesariotornar en cuenta, como lo hice en La Noblessed'Etat, toda la lógica de un sistemaescolar que confiere a sus elegidos una legitimidad sin precedente h i stó r ic c ) . La grantecnocraciaencuentrauna complicidadinrnediataen la nuevatecnodel arte de comunicarque craciade la comunicación,conjunto de profesionales monopoiizan el accesoa los instrumentosde comun,:ación y que, al no tener sino rnuy pocáscosasque comunicar,insiauranel vacíociela rutina mediáticaen orgánicosde la tecnoeI corazéndel aparatode comunicación.Los inteiectuales de la cracia¡nonopolizanel debatepúblico en detrimento de los profesionales etc.); en detrimento de los intelectuales política (parlamentarios,sindicalistas, de golpesespecífique es¡ánsometidos,hastaen su propio universo,a especies "golpes las encuestas periodísticas como mediáticos"-, cos -los que se liaman manipuladas,o lasinnumerableslistasde adapun¡ana producir clasificacic¡nes que los periódicospublican con ocasión de ios aniversarios,etc., o hesiones. inclusolasverdaderascampañasde prensaque aPuntana acreditaro desac¡edita¡ autores,obraso escuelas. Se ha podidc demostrar que, cada vez más, una manifestaciónpolítica exitosaes una manifestaciénque ha tenido éxito en hacersevisible, manifiesta, en los periódicosy sobre todo en la televisión,por lo tantc, en imponer a los medios de comunicacién (que puedan conrribuir a su éxito) la idea de que ha sido un éxito (de ailí el hecho de que las formas más sofisticadasde manifestación están orientadas, frecuentemente con la ayuda de asesoresen comunicación, hacia los medios de comunicación, que deben dar cuenta de ella). Del mismo modo, una paÍte cadavezmás importante de la producción culturai, cuando no es el producto de gente que trabaja en los medios de comunicación y cuya firma es solicitada Porque están segurosde tener el apoyo de los medios de comunicación,viene definida en su fecha de publicaci ó n , s u t f t ulo, s u f o rma to , s u v o l u m e n , s u c o n teni do y su esti l o, con el objeto de colmar las expectativasde los periodistasque la harán existir hablando de ella. No es a partir de hoy que existeuna literaturaccmercialy que las necesidades del comercio se imponen en ei seno del campo culturai' Pero la influencia de los detentadoresdel poder sobie los instrumentosde circulación -y, por ello, al menos por una parte, de consagración-no ha sido, sin duda, jamás tan extensay profunda; ni la frontera .!amástan confusaent¡e la obra E,staconfusión de las fronteras a ]a cual ios de vanguardia y el best-seller. i n cl i nados (como atesti gua p ro d uc t or esm ediát i c o se s tá n e s p o n tá n e a m e n te
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Por utta inter¡ncional da los intelectuales
el hecho de que las iistas periodísticasds premiadosmezclan siempre a l.s productoresmás autónomos y a ios más heteró¡romos,Claudettévi-Strauss;' Bcrnard-Henri Lér1') constituye,sin duda, la peor amenazapara la autonode la producción cultu¡al. El productor heterónomo,al que los italianos n.ría. l1¡men magníficrrnenretuftologo,sobre todo cuando va sobre el terreno de la pol íti capero si n la aut or idad, v1aaur onor ní aque da la com pet enciaespecí f ica, es, sin duda, el caballo de Tioy'a a travésdel cual la hereronomíapenetraen cnntra los cl campo de producción cultural. La condenaque puedeexPresarse io:'ósofas,como dccía Piatón, está implicada en la idea de que ia fuerza especísobre ia autonomíaque coufi." .1"1intclectual,incluso en política, .lescansa internasdei campo.Ll zdanovismo, fiere la capaciiadde rrspondera lasexigencias no es sino un testimonioentrr-' que florecesiernpreentre los auto¡esfracasados, orros d. que l r l, . t cr ononr i: advicnc sicm pr e en un cr r npo a r r ¡ vés dc los productoresmenos capacesde t¡iunfar según las normas del campo. La naru¡al ezapar adó;ica. ¿par cnt enent econt r adict or ia,del i¡ r t elect ual, lraceque toda acción política que apun¡e a reforzarla eficaciapolítica de ios i ntei cctual esestécondenadaa dot ar sede consignasde apar ienciacont r adicreforzandola separatcria: pcr ur-rla.io, reforzarla autonomía, especialmente ción con los intelectualesheterónomos.y luchando Para asegurara los productores culturalesias eondicioneseco¡rómicasy socialesde ia autonomía (1', cn primer lugar, en materia de publicación y evaluaciónde los productos de la actividad inteiectual);por otro lado, liberar a los productoresculturalesde la tentación cie la torre de nrarfil, incirándolosa luchar, al menos, Paratomar el poder sobre l o s inst r um ent os de pr oducción y de consagr acióny par a €nt¡ar en cl mundo y afirmar, en é1,l-osvaloresasociadosa su aufonomía. Esra lucha no puede ser sino colecúua,porque una Parte de los poderesa los cualeslos inrelecttralesestán solnetidosdeben su eficaciaal hecho de qr"re l os i ntel ectual esles enf r ent an e¡ r or den disper so,y en la concur r €ncia'Y rambién porque las ¡entativasde movilizaiió.t siempre resultaránsosPechosas,y estaráncondenadasal fracas.r,mientras quepa la sospechade que puedan ser puesrasal senicio de las luchas por el leadershipcie un in¡clectualo de un grupo de inrelectuales.Eila sólo es posible si, al s'rcrificarde una vez ¡,,rr tod"s el rnito del "intelectual orgánico", los producto¡esculturaiesaceptan rrabaj ar col e ct ivam cnt een la def ensadc sus pr o¡ r ios inr er escs:lo que ¡,uecleconducirlos, cn el marco dc la L,uropanaciente,a aflrmarsecomo un poder de crítica y de vigilancia, inciuso de propuesra,frente a los tecnócraias, o -por una ambición a la vez más alta y más realista-' a comPrometerse en una acción racional de defensade las conclicioneseconórnicasy socialesde
la auronomla de esosuniversos socialesprivilegiados, donde se producen y se reproducen los instrumentos materialese intelectualesde lo que llamamos la Razón. Exa ReaQolitik de ld razón estatá sin ninguna duda expuesta a la sospcchade corporarivismo. Pero le corresponderádemostral mediante los fines al servicio.de los cuales pondrá sus medios, duramente conquiitados, de su
" áQuéeshacerhablara un autor?" A propósitodeMichelFoucault*
autonomfa, que se trata de un corPoratiuismod¿ lo uniuersal'
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ui si era com ent ar les m uy sim plem ent e algunos pensam ient os ¡^\ que me han venido mientras escuchaba hablar de deshilvanados V \_ Foucáult. Creo que es necesario saber que en las reuniones como éstas-se trata realmente de lo que se habla-, la cuestión de la cual se habla está planreada en la situación misma en la que se habla. Así, por ejemplo, a través de las palabrasque se dicen sobre Michel Foucault, se encuentra planteada la cuestión, típicamente foucaultiana, de saber lo que ei un autor, y también la cuesrión de sabei lo que es hacer hablar á un autor. Se han escuchado-muchas frases que. comienzan con "para Foucault" o "según Foucault", "como dice
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Foucault": ¿por qué y para quién se pronuncian tales expresiones?Para responder, sería necesariocontar las citas, analizarsu forma y su fiunción, relacionándolas al contexto textual y al contexto social, y especiaimentea la posición social del autor de la cita. Q"itÁ así se comprenderíamejor Io que se hace cuando se cita a un autor. ¿No se sucumbe a una forma de fetichismo, a lrn for.rcar:ltismono muy foucauitiano? Se recuerdasiempreque Marx decía:"yo no soy marxista".Creo que Foucault habría dicho gustosamente:'ryo no soy foucaultiano". Sin duda, 1o ha dicho (lo que no quiere decir que no desearaque hubiera foucaultianos).Ha hecho
' "
* " 'Qu'est-ce que faire parler un auteur?'. A propos de Michel Foucault" (Intervención hecha en el coloquio de Vaucresson, e! 12 de octubre de I 995), Sociétés/, Représefltatiotlt, noviembre de
1996,pp.l 3-18.
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Pierrc Bourdieu
cosasque muestran que quería que hubiera foucauitianos.De modo que se deben someter siempre las citas a las críticas,examinar en ellasel scatus,la función, la veracidad,la valiclez.Se puede oponer una cita de Foucaulta otra, no solamenteporque Foucault se contradice como toCo el mundo, porque no ha dicho la misma cosa en el mismo momento, porque no ha dicho ia rnisma cosaa las mismas personas,segúnlas circunstancias(lo que no quiere decir que haya mentido aquí o ailá). Recuerdo frecuentemente esta frase de Schoiem: "No digo la misma cosa a los judíos de New York, de París, de Berlín o de Jerusalemy sin embargo no miento jamás". Esto es importante para comprenderlo que es respondera una entrevista,administrar una obra,
"¿Qué es hacer hablar a un autor?" A propósito de lr
.el Foucault
no lector letrado del pensamientode los otros (lo que, creo, no le interesaría mucho), ¿no debe ir más aliá de la lectura de los textos?Se habla de teoría de la recepción(a mí no me gustamucho M. Jauss,ni ei hombre ni la obra, una que hoy se nos recicladel lado de esasviejashermenéutrcaspoco presentables de Esprit). Pero, para comprender una obra, es necesariocomprenderen primer lugar la producción, el campo de producción y la relaciónentre el campo en el cual ha sido producida y el camDo en el cual es recibida o, más precisamente,la relación entre las posicionesdel autor y del lector en sus Por ejemplo, la mayor parte de las citas tenían por sujeto camposrespectivos. "se" o "nosotros".Foucault no hablabaen nombre de un grupo como porta-
s u s p ro p i o " c s c ri t os. i n te rp r et arr et r os pe c ti v a m e n te
voz, pero hablaba dentro de un grupo, expresandolos pensamientosde un grupo en ei cual había tomado cosasy en el cual había enseñadocosas.E! producto complejo que ha circulado debe, una parte de sus propiedades,a
Lectores y auctores
las condicionessocialesde producción, y, entre otras cosas,a este efecto de grupo. Sería necesario analizarese grupo; había, por una parte, colegas,pero también gente que no era del mismo universoy que pertenecíaa otros cam-
Las Iecturas retrospectivasque da Foucault de lo que dijo Foucault (a -el vecesa propósito de Foucauit) pueden estar fundadas sobre olvido, pero también sobre estrategiasespontáneas.Lo que hace todo entrevistado, se puede suponer, a fortiori, que lo hará un profesional de la manipulación simbólica: quiere dar coherencia a su vida y a su obra. Estará tentado de decir: "desde que escribí sobre Biswanger, sabía que iba a escribir Vigilar 1 castigay'',etc. Todo el mundo hace eso. Por lo tanto, es necesariotener una relación desFetichizadacon los autores, lo que no quiere decir "no respetuosa". Al contrario. Pienso que no se respetalo suficiente el esfuer¿ode pensan-riento (que uno siempre está inducido a subestimar, porque está separado -especialmente por el pensamiento del autor considerado, por las respuestas que ha aportado, los nuevos problernasque ha planteado, etc.-, del estado del pensamiento en el cual ha comenzado a pensar). Paraser verdaderamentefiel ai espíritu de Foucault, ¿no seríanecesarioleer a Foucault como él mismo ha dicho que leía,y asísolamente?Se ha recordado,en eíbcto,que Foucault habíadicho que habíaleído tal o cual autor no parasacarde é1
pos, que era a vecescompletamenteextrañaal universo universitario,etc. Además, sería necesariorestituir a Foucault al campo de la producción académicade la.época:¿quéera hacer filosofíaen aquel momento?¿Qué es lo que quería decir piia rrn filósofo interesarsepor ias prisiones,lo que representabauna transgresiónconsiderable,pero socialmenteadmisible?¿Qué es lo que quería decir para un filósofo ocuparsede la historia? En la jerarquía de las disciplinas,siempre muy potente en la objetividad y en los cerebros,ia historia es una disciplina subordinada con relación a los filósofos. Es necesario, pues, tener en la mente todas-esasestructuras en las cuales Foucault se encontraba inserto y que se .*p.".-"n también en lo que él ha dicho. Mi demanda se justifica tanto más cuanto, creo, Foucault mistno, en una respuesta a un artículo de Derrida titulado."Cogiro et Histoire de lafolie" recor' daba, hasta donde me acuerdo, que los textos tienen implicacionesr que €srán insertos en redes de problemas, a los que es necesarioreconstituir si uno no quiere contentarsecon reproducir v comencarla palabrade los tllaestros.
saberes,sino para sacarreglaspara construii su propio objeto. Es necesariodistinguir entre los bctores,loscomentadores-que leenparahablardespuésde lo que han leído-, y los gue leen para hacer algo, para hacer avanzarel conocimiento, los aucrores. ¿Cómo hace¡una lecturade auctor,que quizáspcdrá serinfiel a la lerra de Foucaulr,pero fiel al espíritufoucaultiano? Pero esto no es todo. Una lectura de lector que quiere comprender verdaderamenrea Foucault en cuanto ductoL en cuanto creadorde pensamientoy
Radicaiismo intelectual y radicalismo polftico Sería necesario,también, interrogar su postura de filésofo, de filósofc dc primer rango (Escuelanormal, etc.). Ser filósofo, en esascondiciones,era hetedar una inmensa ambición encarnadapor Sartre-de la que era de buen tc¡no
mo fa rse,per o c on la qu e e ra n e c e s a ri ori v a l i z a ¡-, L rnasucrtedc radi cal i snl c, filosófico-político,que es causade considerablesmalentendidosen la circulación de los prcductos que emanan de ese tipo de condicionessocialesde intelecproducción. Por radicalismo,enriendo una suertede irresponsabilidad tual estatutariaque los filósofosse otorgan como una suertede dcberc{eEstado, de ruPtura, de transgresiónde las normasdel buen sentidoy un derecho-cleber político, pero de la decenciaque, en ciertascondiciones,puecietomar un giro a Sarrrede Arón, filósofo del que €sesencialmenteintelectual. Es lo que separab,a buen ¡entido burgués,que uno opone tradicionalmentea Sartre,hoy en día, dei lado de i¿sciencias Políticas(donde Arón ha enseñadolargo tiempo), del Débat y de la Fundación Saint-Simon. Foucaulr, aun habiéndoseopuesro mucho a Sartre,estabade su lado, sin (duda radical, discusión, desde este punto de vista. Esta disposiciónradical cuesrionarnientoradical,etc.) era constitutivade la posturadel filósofo de ese iugar y de esetiempo, y el radicalismopolítico no hacíasino continuarel radicalismo filosófico por otros medios. Este radicalismoinrelectual-en la manerade planteariascuestiones,en la naturalezade los objetosabordados,erc'- esel que separaa Foucauk (y a todos los que salende la misma fábrica)de muchosde los del lado de ciencias Políticas(donde incluso es qu" lo leen ho¡ especialmente asombrosoque sealeído). Es lo que lo separatambién de la gran mayoríade los historiadores.Ese rol de constructor de objetosnuevosirrita mucho a ciertos por el lado radihistoriadores.Braudel,mientrasestabaun Pocodesconcertado cal, esdccir, un poco "excesivo","fi|ósofo",de Foucaulr,teníaune gran admiracién por su capacidadParacrearconcePtos,por lo tanto, objetosque Permanecían extrañosal terrirorio del historiador.(Seríanecesarioprecisarque mierrtras Foucaultestaba,por su radicalisrnofilosófico,en la misma familiaque Sartre,se siruaba,en el campo filosófico,en urr campo completamenteoPuestc,es decir' como yo, del lado de la tradición de la historiade la filosofíade lasciencias,con Ko yré , B ac helar d, c a n g u i l h e m, v u i l l e m i n , e tc ., y contra l a tradi ci ón . existencialista) también ver 10 que ha sido el efectoFoucault en los ciifenecesario Sería rentescampos erudiros y fuera de esoscampos.Se ha comparadoa FoUcaulr con el profera en ia tradición weberiana.Es verdadque había en éi, como en Sartre,que creó ei modelo, un costadode "profetaeiemplar".Esta profbcíaes l a q u e s e ejer c epor ia p rá c ti c a ,p o r e j e m p l o ,y n o sol amenteP or i a pal abra' por el discursoo por la teoría.Paracomprenderel efecrocleprofecíaejcn'rplar q u e Fo uc ault ha ejerc i d o ,s e ría n e c e s a ri on ro l o n g aresteanál i si sw eberi ano con orfo, que se encuenrraen el judaísrnoanriguo.\f,/eberdice q|e los proftetas
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son gentc quc ha ido a dc r c¡ l la calle cc¡ sasque no se decí an hast a ese El ha llevarestringidosde los especialistas. momento, sino en los cenácLtlos do fuera del uni ver so er udir o pr oblem as,debat es,concept os, discusiones que estaban has¡a ese momento reservadosal universo de los esPecialistas. Lo que ha engendrado un malenrendido estructural. Es un fenómeno muy ;eneral (qr" s. plant ea, por ejem plo, a pr opósit o de los or í genesint elec. cur r e que' en cier t ascir cunst ancias'los tual esde i a R evolución f r ancesa)O mensajesesotéricos-escritos y destinadossolatnentea ser leídos por sabios o ietrados, abstractosy Cestinadosa ser cun'rprendidosabsrractamente-,se echan a la calle, devienenexotéricos,pasanal acto, a ia acción, alapráctica. Ha¡ evidentemente, tr:-nsiormacionesque se oPeran en esta oportunidad, y según ciertas leyes. Entre paréntesis,sería necesario analizar el rol de Vincennes que, en este aspecto,fue muy importante: Vincennes es la calle para los filósofos. Podían creer (o hacersecreer) que tenían relacionescon el pueblo, mientras que eso sólo lo hacía Vincennes' Pero Vincennes era otra cosa que París lV. El destino americanode la ob¡a de Foucault no ha hecho sino prolongar y amplificar este proceso,con las relecturasque hacen de él uno de los maestros del "posmodernismo".
"Rumor intelectual" y lectu-ra canónica Sería necesa.iopr.g,rnrrrse, también, cómo Foucault ha sido leído en el interior de los universoserudiros(y lo q,-teél ha leído de sus contemporáneos en el seno de esos universos).Tendería a formular la hipótesis de que ios contemporáneosse leen mucho menos de lo que se cree y que una Parte importante de lo que saben unos Ce otros se aprende ex auditu, a trar'ésde lo que ellos oyen decir, a ios colegas,a los periódicos (rol terrible del Nouuel Obseruateur),a los estudiantes;en resumen, a través de una suerte de rumor slogansun Poco reduccionistas intelectuai en ei que circuian palabras-clave, "panóptico", "encerramiento", etc.). Dicho de orro modo, ("vigilar y castigar", la hipótesisde que los contempo¡áneosse leen entre ellos es mlry arriesgada; y que, al leerse,se comprenden, es todavía más arriesgada'..Habría que hacer una revisiónde la hrstoriade las ideasque descansaen la hipótesisde qrre los texios son leídos,y que,siendo leído'. son comPrendidos,etc. En general,lo que circula son los títulos: "vigilar y casrigar"(han habido, ciesdeen¡onces, el ' muchos tí¡ul os c on inf init ivos, sobr e t odo ent r e los hist or iador es. .En
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PierreBourdiet' siglo XIX, todo ei mundo se decía "saturnino", sin que se supiera demasiado lo que esto quería decir). Si se parie de la hipótesis de que la gente no se lee, se comprenclen un cúrnulo de cosasque no se comprenden cuando se cree es mu, imporque se leen. El conocimiento por slogans,por palabras-clave, (según la "reduci¡" en ciestruir en y tante; ios enemigos,que [ienen interés lógica del insulto: tú no eressino un...) colaboran con los amigos (protégeme de mis arnigos, decía Enrique I\'l yo me encargode mis enemigos) que pueden también reducir (por fetichismo o, simplemente,por tontería...),en la construcción de la imagen social de un autor. Un análisisconducido con esta perspectiva permitiría comprenCer -pero sería necesario todavía plantear la problemática- la diferencia entre Ia recepción nacional, en el país -donde hay enemigos, concurrentes directos, y amigos, donde las connotaciones políticas (en el sentido amplio, pero también en ei sentido específicode política intelectual, Iigada a Ia posición en el campo) están entendidas-, y ia recepción en ei extranjero. Y también entre la recepción e¡rtre los contemPcráneos y la recepción en la posteridad, próxima (como nosotros hoy para Foucault) o lejana. Hay nmbién lecturasdirectaspero encuadradas.Al resPecto,el rol del sistema escolares capital: los profesoresson un filtro o una pantalla entre lo que los in.restigadoresbuscandecir y lo que los alumnos reciben...Se dice, por ejemplo, que tüTittgensteindemuele los falsosproblemasfilosóficos nacidosd,:i abuso del lenguaje. De hecho, se olvida decir que también dice que el gran obstáculo al progresode la filosofía son los filósofosque vehiculizan falsosproblemascanónicos, frecuentemente dotadcs de una autoridad milenaria y formidablemente difícilesde destruir. Ahora bien, sobreFoucault, circula toda una seriede problemas que, por una parEe,esel producto de la lectura escolar.Thmbién estáel rol de los libros sobre Foucault, numerosos,frecuentementesalidosde cursosy destinados a volver allí, los fragmentos escogidos...Y sería necesariover' en fin, cómo Foucault circula por gente que no ha leído jamás una línea de é1.
"{Jna denegación de comprensión" Finalmente, hay gente que no puede leer a Foucault, Porque es insoportable. Porque en Foucauit se trata de su ser, de las cosasque ellos no quieren saber. Esto es lo que se olvida siempre en el análisis de la "recepción": para comprender la recepción, es necesariocomprender las fuerzas d.e no-recepción, la negativa de saber, el "odio a la verdad", de lo cual Pascal habla e4
"¿Qtú es hacer lmblar a u¡t autor?" A propósito de Miclwl Foucault
elguna parte. Sartre, en una nota de La Crítica d¿ la razón dialécrica,dice, a propósito de sus lecturasde juventud de Marx (que no se leía en la UniversiJ" l \. " -,^.^--.o. . . |í . r ocloy no com pr endí anada'. Q uier e decir con esoque (l.rJ/. hrv una compr ensión( escolaren gener al)que es una no- com pr enst ón,un de com pr ender ,una denegaciónde com pr ensiónf undada hacer-apari en cia profundas. Foucault, como todos los pensadoresun poco raen ¡esistencias todavíacon formidat'ies
PierreBourdieuy LoicWacquant. delarazónimperialista* Sobrelasastucias
I imperialismo cultural descansasobre el poder de universalizarlos a una tradición históricasingular,haciéndolos -L p"rti.,.rlarismosligados desconocercomo rales.rAsí, del mismo modo que en el siglo XIX cierto nú*ero de cuestionesllamadasfilosóficasque eran debatidascomo universales,en toda Europay más allá, tomabansu origen,como lo ha demosuado muy bien Fritz Ringer, en las particularidades(y los conflictos) históricas ho¡ muchos alemanes,2 propiasdel universosingularde los qniversitarios lif;adosa la intelectuales iOpi.o, directamentesurgidosde confrontaciones americanasson imparticularidadsocialde la sociedady las universidades del planeta. conjunto aJ puesras,bajo formas en aparienciades-historizadas, Exos lugarescornuneten el sentido aristotélicode nocioneso de tesiscon las Tf
'*.
* "Sur les ruses de la raison impérialiste", Actes d¿ h rechercheen sciencessocidlzs,l2l'I2?-,_ ,'
de 1998, P P ' 109 -1i B . acus?ción de l. Es meior decir de entrada, para eviiar todo malentendido -y descartar'ia precisamentq o, más a universal "antiamericanismo"- que nada es más universal que la pretensión lo aqul esbozada a la universalización de una visión del mundo particular, y que la demostración Bou¡dieu, P (especialmente cf' Francia: valdría, mutatis mutandipara orros campos y otros pafses .Deux hangais,Ptts, impérialismesde l'universel", en: c. FauréyT. Bishop (eds.),L'Amérique d.es E d. Franqoi sB ou ri n, 1992). P¡ess' 1969' 2. F. Ringer, The decLineoffu Mandarins, Cambridge, Cambridge Universiry
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, t ..-i¡¡.
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marzo
PierreBourditLt
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añles se argurnenta p.-rotobre /asata[csno se argumenta,o, en otros términos, esospresupuestosde ia discusión qlre permanecenindiscuri<1os, deben una parte de su fu.:¡zade convicción al hccho de que, al circular como libros de ixito en coloquiosunive¡sitarios'como inforrnesde expertosen ic-visras semicientíficas,como haiancesde ccmisionesen tapasde revistas,estánpresenres en rodas parres a la vez, de Berlín a Tokio, y de ir4ilán a l!4éxico, i, son poderosamenterel"r'atlospor esoslugarespretendidameirt€nruiros que '!on i o s o r s anis m osint e rn a c i o n a l e(ra s i e sc o m o l a o c D E o i :i comi si ón eurooea) y los centros de esrudiosy de asesoramienro en políticaspública..(como el Ad a m S m it h I ns t itu re y l a F u n d a c i ó nSa i n t S i mon).r La neutralizacióndel conrexro histórico, que resultade la circulación inte¡nacionalde los cextcsy del olvido correlativode las condicio¡reshisróricas de origen, prodr-rceuna universalizaciónaparenrequc a redoblar el 'iene trabajo de "teo¡ización".Suertede axiomarizaciónficricia adecuadapara producir la ilusión de una génesispura, el juego de ias defnicion* previas i'de l a s d educ c ionesque a p u n ra n a s u s i i ru i rl a a p a ri enci ade l a nccesi dadl ógi ca, por la contingenciade ias ¡recesidacies sociológicasdenegacias, trendc a ocultar las raíceshistó¡icasde todo un conjunto de cuestionesy de nocroncsque se dirán fiiosóficas,.sociológicas, hisróricaso políticas, según el canrpo de re cepc ión.A s í plan e ta ri z a d a smu , n d i a l i z a d a s ,e n el senri do esrrrcramenre geográfico,por el desarraigo,ai mismo riempo que desparticularizadas por el efecto de falsa ruptura que produce ia conceptualización,esoslugaresccmlrnes de la gran vulgata planetariaque el machaquemediático rransfo¡¡napoco a
3. Ent¡ e i o s l i b r o s q u e te stim o n ia n csta M cDcn a ld iza ció n r astre¡:a dei pensani cnto, sc puedc citar la icremiada clirisia de A. Bloo¡¡r, T'/r closing of cleAmerican Mind, Neu,vrrk, simon & Shustcr, 1987, inmediatarnente traducidr¡ al francés en Juilliard ba¡o cl tírulo L'ánte dcs¿rntée (1987) , y c l p a n f l c t o r a b io sod e l in m ig r a d o in d io n e o - co n se r vador (v bi ógrafo dc R cagan)si to en cl llanhatta¡r Lrstirute, D. DiSouza, I/liberal Educatia¡t; The Palitiu af Raceand Scr on Cantptu, NewYcrk,'flre
Frce Press,199i, r¡aducido ai lrancés ba.jocl título J.'Educationconrre/eslibertés, Parí s ,G a l l i m a r d ( c o l c c ció n le M e ssa g e r ) ,1 9 9 3 . Un o d c lo s mej oresíndi ccs para j C enti fi ca¡ l as olrras que ¡;articipan dc esta nueva c.lov.ainteiectual con pretensión planctarie es ia celrri/d¡! t o¡alm e n t c i n l r c c u e n ¡ c c o r r la cu a l so n tr a d u cid a sy p u b lica d asen el cxrranj ero(sobre ror1o,por c om ¡ra r a c i r l nc , : n l a s o b r a.scie n tífica s) Pa . r au n a visió n n a r ivadc conj unro dc Ia suertey desqraci a de las u n i v e ¡ s i d a d e sa m cr ica n a sh o y, ve r e l r ccicn ¡ c n ú ¡ n e r o de D aer/dl usconsagra
{ É i
Pierre Bourdieuy l.oicwacquant.
sobre las astucias de ln razón imperialista
poco en sentido común universal,llegan a hacer olvidar que ellos han tenido su origen en las realidadescomPiejasy controvertidas de una sociedad histórica particular, tácitamente constiruida en modelo y en medida de todas las cosas. A sí sucede , por ejem plo, con el debat e vago y f lojo alr ededor del "multiculturalismo", término que, en Europa, ha sido sobre todo utiiizado para designarel piuralismo cuitural en la esfe¡acívica, mientras que en los EstadosUnidos remite a las secueiasPerennesde la exclusión de ios negros y a la crisis de la mrrología nacional del "sueño americano", correlativa del en el curso de ias dos últimas incremento generalizadode ias desigualdades, cri sis que el vocablo "m uir icuhur ai" disim uia acant onándola ci écadas.a en un reartificialmentesólo en el mic¡ocosmo universiario y exPresándola gistro ostensiblemente"étnico", rnientrasque ella riene por aPuestaprincipal, no el reconocimiento de las culturas marginalizadasPor los cánones académicos,sino el accesoa los instrun'ientosde (re)producciónde ias clases media y superior -en el p,rimerrango de los cualesfigura la universidad- en un contexto de liberalizaciónmasivo y multiforme del Estado't A travésde esre ejemplo, puede verse de paso que, entre los productos culturalesdifundidos a escalaplanetaria,las más insidiosasno son las teorías de aparienciasistemática(como el "fin de la historid' a ia "globaiización")y lu, n,irion", del mqndo filosóficas (o que se pretenden comrr tales, como el "posmodernismo"),en resumidascuenrasfáciiesde identifrcar.Son más bien térrninos aisladoscon aparienciatécnica, tales corno la "flexibilidad" (o su versión lrritánica,la "empieabilidad"),que, por el irecho de que condensany
4. D. Masseyy N. Denton,AmericanApartheid,París,Descanesei Cie, 1996' orig' 1993 M' universiryof california Prcss,1990;D. A. Hollinguer,Postethnic v,lxers,EtnicOptions,Berkeley, f:acinguptotheAmericanDtc¿m:Race, 1995;yJ.Hochschild, America.NervYork,BasicBooks, 1996;Paraunanálisisde ckss,aneithesoulofdrNation,Princeton,PrinceronuniversiryPress, históricos' que a justo título sacaa la luz su anclajey su recurrencia conjunrode esta¡cuestiones Ftyerd, Pxís, nultitulruralime, du pot mehing Du americaine. ¿ie l'identité crise La D. L¿corne, t9)7. the 5. Sobreel impcrarivode reconocimientocukural, c. Tayloa Multiculturalism:&aminittg y Politis af Rrognition, Princeton,Princeton universiqv P¡ess,i994, y los textos compilados p,"r.n,"dos por T, Col.lberg (ed.), M*tticuhuralism: A Critical Re¿der,Cambtidgc, Blackwel!' de la clascmcdiaen los Estados de perperuación t{elasesrrategias lgg4; sobreel entorpecirnienro de I'insecuri¡ésalarialcn Arnérique:rcstrucrurations Unidos,L- V/acquant,"La generalisation ¡ociabs,I I 5' diciernbre enscicnces ct crisede reproducríon socia]", Actesdel¿ recherchc d'enrreprises dcscritopor K Je lgg6, pp. 61-79;el malesrarprofundo de la clasemediaamcricenaestábicn Newman,DecliningFornner,New York, BasicBoola, 1993'
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vehiculizan roda u¡ra filosofía del individuo y de la organizaciónsocial, son adecuadaspara fi.rncionarcomo verdaderascontraseñaspolíticas (es este caso:
toda vel ei dad d e subver sión,especialm ent ef em inist a u hom osexual- , c- ,cl páni co moral alr ededor de la "ghet ización" de los bar r ios llam ados "dc
el "Estado mínimo", el estrechamientode la coberturasocial y la aceptacién de la general,izaciónde la precariedadsalarial como una fatalidad, inclust,
i nmi grantes" ,o incluso ei m or alism o - que se insinúa por t odas par t es, a rravés de una visión ética de la política, de la familia, etc., que conduce a
como un bcneficio).
una suer¡e de despolitización principista cle los problemas socialesy políticos, así vaciadosde toda refe¡enciaa toda especiede dominación-, o, por
Se podría analizar,también, en sus pormenores, la noción fueriemenre polisémicade "mundializacíón",oue tiene por efecto,si no por función, ahogar en el ecumcnismocuitural o cl fatalismoeconomistalos efbctosdel imperialismo, y hacer apareceruna relación de fue¡za transnacionai como una necesidadnatural. Al término de una inve¡sión simbólica fundada sobre la naturaiización de los esquernasdel pensamiento neoliberal, cuya dominación se ha impuesto despuésde veinte afios graciasa la labor de zapa de los think runbsconservadores y Ce sus aliadosen los campos político y periodísde tico,6 el remodelamiento las relacionessocialesy de las prácticasculturales de las sociedadesavanzaáasconforme al patrón norteamericano, fundado en la pauperizacióndel Estado, la mercantilizaciónde los bienes públicos y la generalización de la inseguridad social, es aceptado hoy con resignacirin como el desenlaceobligado de las evolucionesnacionales,cuando no es celebrado con un entusiasmo borreguil que recuerdaextrañamenteel entusiasmedio siglo,sl plan Marshall en rno por América qu: había suscitado,.hace una Europa devastada.T Numerosos temas afines aparecidosrecientementesobre la escenaintelectual europea,y singularmenteparisiense,han atravesadoasí el Atlánticr:; ya seacon toda claridad,ya seade contrabando,con la ayuda del ¡etorno d. influencia que goz¿n los productos de la invesrigaciónamericana,talescomc lo "políticamente correcto" -paradójicamenteutilizado, en los medios inteiectualesfranceses,como instrumento de reprobacióny de represióncontra
último, Ia oposición devenida canónica, en las regionesdel caÍnpo intelectual más próx im as del per iodism o cul¡ ur al, ent ¡ e el "m oder nism o' y el " posmoderni sm o"- que, f undado sobr c una r eleccur aecléct ica,sincr ét ica1' la mayoría de ias vecesdeshistorizaday muy aproximada de un puñado de autores france sesy alem anes,est á en t r ance de im poner se, en su For m a americana, a los europeos mismos.s Seríanecesariohacerun lugar apartey otorgar un desarroilomás importante al debateque opone hoy a los "liberales"y a los "comunitarios"e(otros tantos términos directamentetranscriptls,yno traducidos,del inglés),ilustraciónejempiardel efecrodefalsa rupnray defaha uniuersalizaciónque produce el pasajeal orden del discursocon pretensiónfilosófica:definicionesfundado¡asque marcan una ruptura apare¡rtecon los particularismoshistóricos que Peirnanecenen un segundo plano del pensamientodel pensadorhistóricamentesiruadoy datado (¿cómono ver, por ejemplo,como selo ha sugeridovariasveces,que el carácterdogmático de la argumentación de Rawls a favor de la prioridad de las libertadesse explica por el hecho de que atribuye tácitamente a los Partenaires,en su Posición original, un ideal latente que no es otro que el suyo, el de un universitario presuamericano,atado a una visión ideal db la democraciaarnericana?);r0 puestosantropoiógicosantropológicamenteinjustificables,pero dotados de toda la autoridad social de la teoría económica neo-marginalistade la cuai han sid,¡ tomados; pretensión a la deducción rigurosa,que permite encadesin exponer sea encont r ar iainf alsif icables nar Formal mcnt econsccuencias más l a menor r ef ut ación em pí r ica; alt e¡ nat ivasr it uales,e ir r isor ias,ent r e
6. P Grémion, Preuues, une reuue europdennei Paris, París, Julliard, 1989; Inte/ligence rit !'anricommunisme:bCongréspourl¿libertédeIaculrureiParis,Fayard, 1995:l.A.Smith,
Tl¡eLle¿
Brokers:Think Thnhsand thc Riseof the Nau PoliceElite, New York, The FreePress,1991; K. Dixon, "Les Evangéiisresdu N'farché",Liber, 32, septiembre de 1997, pp. 5-6. 7. S obr el a " m u n d i a l i z a c i ón "co m c¡"p r o ye ctoa m e r ica n c",N. F li gstei n,"P .hérori queset réal i tésde la "mondialisaríon"' , Artes d¿ la rechercheen sciencessocial.cs,I 19, septiemb re áe 1997 , pp. 36-47: sobre la fascinación ambivaiente por América en el período de posguerra,L. Boitanski, "Amcric:, Ar"¡ica,
Lc plan Marshall et l'importation du'management"',
s oc ilbs ,3 8 , 1 9 8 I , p p . l 9 - 4!;y
Actesde la rechercheen sclencet'
R. Ku ise l,Se d u cin g th eF r e n ch :The D i bmma ofA rneri cani zati on.
Bcrkele¡ Unive rsity of California Press,1993.
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8. Este no es el único caso en que, por una paraciojaquc manifiesra uno de los efectosmás típicos de i a domi naci ón si mból i c a, numeros ostópi c os que l os B tados L,tni dosex ponan e i mponen en todo el universo, comenzando por Europa, tran siCo tomados prestado a aquellos mismos que Ios reciben corno las lormas más avanzadasde ia ¡coría. 9. Parauna bibliografia del inmenso debate,ve¡: Philosopby&ocia! criticism, t/qv. 14, I 988, speci"i i ssue,U níversal i s mv s . C ommuni tari ani s m: c ontemP otarydebatesi n ethi c s . 10. H. L. A. Harr, "Rawls on Liberry and its Prioriry", en: N. Daniels (cd.)' Re,tdingRa¿sÁ,Nerv Y ork, B asi cB ooks , 1975, pp.238-259.
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Pie rre Bau'riieu l, Loilcllucrluant. *iltre lasastucias de la razón int¡seriulista
PierreBourdieu y tan visibletnenteabsurdas y holistas-colectivistas, aromisias-individuaiistas "holistas-individualisras", colocar a Humboldt, o para que obligan a inventar y todo en una extraordinariajerga, una tetrrble lingua "a¡onristas-colectivistas"; iarrcar, sin jamás tomarloscn cuenta consfanca incernacionai,que permitc cientemente,rodas las particularidadesy los particularismosasociadosa las tradicionesftosófcas y po!íticas nacionales (de tal modo que pueden escribir liberty entre paréntesisdespuésde la palabra libertad, pero aceptarsin problema barbarismosconceprualescomo la oposición eir.Lrelo "procedual" y lo "sustancial").Este debate y ias "teorías" que oPone, y en¡re las cualesseríaen vano rrarar de inrroducir una elección poiítica, debe sin duda una parte de sll éxito entre los filósofos, conse¡vadoresParticularmente (y especialmente católicos), al hecho de que ellos tienden a reducir la política a la mo¡al: el inmenso discurso sabiamente neutralizado y políticamente des-¡ealizadoque suscita, ha venido a relevar a Ia gran iradición alemana de la Antropologia profunda de denegación(Wrneinung) filosófca, paiabra noble y falsamenre que ha sido duranre mucho tiempo pantaila y obstácuio,en cualquier parte donde la filosofía alemana podía afirnea¡ su dominación, a toclo anáiisiscientífice del mundo social.rr En un dominio más próximo a las realicadespolíticas,un debatecomo el de la"razi' y de la identidad da lugar a inrrusiones etnocénrricassemejantes.lJna representaciónhistórica, nacida del hecho de que la tradición americanapegaIa dicoromía enrre blancosy negrosde manera arbitraria sobre una realiiiad infiniramenre más compleja, puede incluso imponerseen paísesdonde los principios de visión y de división, codificados o prácticos, de las diferenciasétnicas son totalmente diferentes I 9ue, como Brasil, eran consideradostodavía recientemente como contra-ejemplosdel "modelo americano".l2Conducidas por americanoso latinoamericanosformados en los EstadosUnidos, la mayor parte de las investigacionesrecienressobre la desigualdadetno-racial en Brasil se esfuerzan por probar que, conrrariamente a la imagen que los brasileñosse hacen de su nación, el país de las "tres tristes raz¿s"(indígenas,negros descendientesde los esclavos,blancos provenienresde la colonización y de lasoleadasde inmigración
I l. Desdeestepunto de vista,bajamentescciológico,el diálogoentreRawlsy Habcrmas,de los a la tradición filosófica,es altamente cualesno es exageradodecir que son casi equivalentes "I{.econciliation throughthe PublicUse of Reason: significarivo(cf., por ejemplo,J. Haberrnas, 1995' 3' pp' 109-l3l' Remarkson PoliticalLiberzlísr{,Journalof Philosopby, in t 2. Segunel esrudioclásicode C. Degler,NeirherBlacb Nor Vhite: Shueryand RaceRcl"ations Madison,universiry of wisconsinPress,I 995, I " Publ. I 974. Brazil and the (Jnitedst¿.tcs,
brasileños"blancos" nt: europea)no es menos "racista"que ios otfos y que los ei etl est(rtema. I)e<-¡¡' ti"rren ,,"d" que envi
'l"heJvlouininto Negro tt-f Rio Jerteiro dnd s'irt l'aul"' 'Le hl. Hancha rd, ()r1'heustzn/ Poutt: S e enc ontraráun poderos oantídoto al l 9l r5-1988, P ri n c ero¡r,Ii ri nc eton Ll ni v ers i ryP res s ,1994 Maru' h4ahing Rarc and Natíon A vcncno etnocéntrico sobre este tema cn la ob¡a de An¡hon'¡ if.
Comparisonofthe{Jnii*lSwes,SouthÁiiuandBrazil'Cambridgc;CambridgeUnivcrsiryPrcss' 1998;quedernues traquel as < l i v i s i ones rac i al c s s ones trec hamentc tri butari as del ahi s tori a de c ada Il s tac l ofabri c ade al s una menc ra l a c onc ep' i ón pol íti ca e i
.,negro" en Chicago, Los Ángeleso Atlanra, no por el color de su piel sino por el hecho de tener uno o varios antepasadosidentificados como negros' 15 decir, al término de la regresión, como esclavos.Estados unidos no es la ú n i ca s oc iedad m o d e rn a q u e a p l i c a l a o n e -d r op rul e y el pri nci pi o de
y renouadassin cesar por las nccesicleconceptualizltdas, son transfgt¿raciones des de acrualización,de estereotiposracialesde us,¡ común que no son ellos mismos sinn justificacionesprimarias de la dominación de los blancos sobre los negrosi20E,l hecho de que la sociodicea racial (o racista) haya podido
"h i p o des c endenc ia " ,s e g ú n e l c u a l l o s h i j o s d e una uni ón mi xta se ven automá¡icamenteasignadosal grupo inferior (aquí, los negros).En Brasil, la idenridad racial se define por referenciaa un continilt¿mde "color", es decir,
"mundializarse",en el curso de los últimos años, perdiendo al mismo tienrpo de discursojustificador de uso interno o local, es, sin duda' sus características
por la aplicación de un princrpio Ílexibie o vago que, al romar en cuenra rasgosfísicos co¡no la rextura del cabello, la forma de los labios y de ie nariz engendran y ia posiciin de clase(los ingresosy la educación,especialmente), un gran número de categoríasintermedias (más de una decena cataiogadas luego del censode 1980);' no ocasibn"nostracismoradical ni estigmatiznción sin remedio.Tes¡imonian ello, por ejemplo, los índicesde segregaciénexhibidos por las ciudadesbrasileñas,muy.claramenteinferioresa ios de ias metrópoiis norteamericanas,y la ausenciaviltual de estasdos lo¡mas típicamenre norteamericanasde violencia racial, que son el linchamiento y el motín urbano.rTTotalmente opuesto, en EstadosUnidos no existecategoríasocial y legalmentereconocidade mestizo.roSe está en relacióncon una división que se emparenra más con las de las castasdeJitzitiudntented.-fnidas 7 delimitadas (como prueba, la tasa de casamientosmix¡os excepcionalmentebaja -menos del 2o/ode los afro-americanoscontraen uniones "rnixtas"-, contra cerca de la mitad de las mujeres de origen hispánicoo asiático)que se intenta enmascara r diluy éndoia po r l a " g i o b a l i z a c i ó n " e n e l uni verso de l as vi si ones diferenciantes. tácitamenre,al ran¿cómo explicar que puedan enconrfarseasí elevadas, y medida toda ser analízaáa debe -con al cual relación go de parrón universal "relaciones raciales que situación de Corninación étnica-,rt "teorías"Ce las
of urban ¿nd 17.E.E.'Giies, "Race,Ciass,and spacein Braziliancities",lnternationalJourndl de 1995,pp.395-406;y G. A. Rcid,Blachsand\wthts i¡¡ sia sepriembre RtgionalResearch,lg-3, 'WisconsinPress,1992. Peulo,l88B-1988,lr4adison,Universiryof StatePr.ss,1991, 18. F.J. Davis, Vbo is Black?Ane Nationi ilu/e,UniversiryPark,Pennsylvania NewYork, Ner.' andMul¿noesin the UnitedStates, ntiscegenation vJ. \\|lliamsom , TheNew Peop/e: /cr¡kUniversin'Press,1980. con relaciónal cual son i9. Esresratusde patrón universal,de "me¡idianode Greenwich", (la vanguardi:1, esutt: y los"moCernismos" rctrasos, los "arcaísmos" ios avallccs,,'los cvaluadcs un universo(cf.P.Casanova, de losquedominansimbólicamente universales clelaspropiedadcs Thésede doctorat,París,I 997). líxértireinrernational, L'espare
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uno de los testimoniosmás ejemplaresCel imperio y del dominio simL'élicos que los EstadosUnidos ejercensobre toda esPeciede produccién científica,y sobre todo semi-científica,especialmentea travésdel po{er de consagración que detentan y de los beneficiosmaterialesV simbóiicos que procrrra a los investigadoresde los paísesdominados, la adhesión más o ¡nenos asumida o vergonzosaal modelo venido de los EstadosUnidos. Pues,uno puede decir, con Thomas Bendet que los prodirctos de investigaciónhan adquirido una "esrarurainternacionaly un poder de atracción" comparablea los "del cine, de la música popular, delos logicielsy del basketball americano".2rEn efecto, la violenciasimbólicano se eiercejamássin una forma de complicidad (arrancada) de los que ia sufren, y la "globalización" de los temas de la doxa socia! americana o de su transcripción, más o menos sublimada, en el discurso semi-científicono seríaposible sin la colaboración'conscienteo inconscienre, directa o indirectamente interesacia,de todos los "pasadores"e importadores de productos cuituralescon marca o sin marca (editores,directoresde instituciones culturales, museos, óperas, galerías,revistas,etc.) que, en el país ccn mismo o en lo-spaíses"blancos", proponen y propagan, Frecuenremenre total buena fe, los productos culturales americanosque, sin estar explícitai nente concert ados,acom pañan,or quest any a vecesincluso or qanizan el proceso de conversión colectiva a ia nueva lv{eca simbólica-22 'I"hc 20. James McKee demuesrra a la vcz, en su libro maestro, Sociologt and the Race Problem: que Ltna Parter Failure of a Perspeoiue,llrbana and Chicago, Universitl cf lllinois Press,1993, Por esrasreoríascon p retens i ón c i c ntífi c a retoman ei es tereoti .i de l a i nferi o¡i dad c ,tl tural de l os negros f por orra parre, que se han revelado singularmente inaptas para producir, luego para '60. explicar, la movilización ncgra de la pre-guerra y los tumultos racialesde los años 21. T. B endcr, "P ol i ri c s , i n¡el l ec t, and the A meri c an U ni v ers i ry , 1945-1995' ' . D a' ,."¿l tts l,)6, i nvi erno áe 1997, pp. l -38; s obre l a i mportac i ón de l a temáti c a del ghetto en el dc bate ¡ec i ente en rorno a l a ci udac lv a s us mal c s , L. \fac quant, "P our en fi ni r av ecl e m;' the des ' c i ¡' :"-i ' hc ttos ' : dc les différencesentre la Fránce et les Etats-Uni s" , Anna/esdc l¿ rechercheurbaine,52, scriemb¡e
1992,pp.20-30. c t' ns a¡¡rac i ón 22. S e cncontraráuna des c ri pc i ónej empl ardc l P roc es ode ¡rans l erenc i adel poder de Hoz' Guiibaut, de Serge clásico de París a NcwY<¡rk en mareria de artc de vanguarciiaen el libro
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Piene Bourclíeu y LolcWacquant- Sobre las astucias de la razón imperialista
Pierrc Bottrriieu f
t
Pero todos estosmecanismosque tienen por efectofiuoreccr una verdade"globalización" de las problemáticasamericanas,'(luedan a.sírazón, sobre ra en la "globalización"-crrtendida, un punto, a la creenciaan.iericano-céntrica simpiernente,como americttnizdcióndel mundo occidental !', poco a poco, de vista de todo el universo-, no bastan Fraraexplicarla rcndenciadel 1.¡1¡,¡6 arnericano-científico o semi-científico-scb¡e el mundo. a imponersecomc, punto de vista universal,sobre todo cuando se trata de cuestionesconro ia de l a "raz a" ,en la que l a p a rti c u l a ri d a dd e l a s i tu a c i ónameri canaes parri cul armente flagrantey está particularmentelejos de ser ejemplar. Se oodría aún i n vo c ar , ev ident em e n te ,e l ro l m o to r c l u e i u e g an l as grandesfundaci ones americanasde filantropía y de invesrigaciónen la difusión de la doxa raciai norteamericana,en ei seno del campo universitariobrasiieño,tanto al nivel de las representaciones como de las prácticas.La Fundación Rockefellerfinancia un programa sobre "Raza y etnicidad", en la LiniversidadFederalde Río de Janeiro, así como el Centro de estudi<.¡s afro-asiáticos(v srr revista EstudosAfro-asiático.r) de le UniversidadC¡ndido Mendes, para lar'.,recerlos intercambiosde investigadores y de estudiantes.Impone co¡ro condición de su asistenciaque los equipos de investigaciónobedezcana los criterios de afirntatiue ltction a la americana,lo que planteaprobiemasespinosos,ya que, co mo s e ha v is t o, la d i c o to m ía b l a n c o /n e g roe s d e apl i caci ón,por l o menos, arriesgadaen la sociedadbrasileña. Además del rol de las fundacionesfilantrópicas,es necesario,por úitimo, contar, entre los factores que contribuyen a la difusi
NewYorh Stole the lc/ea ofModzrnÁrt: Abstntct ImVres.¡ionism,Í|eedom, and the CoLlWdr, Chicago, 'f hc Un i v e r s i r y C h i c a q o Pr e ss,1 9 8 i.
medio-comercial, medio-universitaria (lo que ios anglosajonesllaman cnossouer pres),Bastl Blackwell no duda en imPoner a sus autores títulos acordesa este nuevo sentido común planetarioque contribuye a foriar so caPade hacerse su eco. Tal es el caso de la compilación de textos sobre las nuevas formas de pobreza urbana en Europa y en América reunidos en 1996 por el sociólogo italiano Enzo Mingione, que seha visto aParecercon el título [JrbanPouerryand contra la opinión de su responsabley de los diversoscontribuyenthe {Jnderclass, res, puesro que toda la obra tiende a demosrrarla vacuidad de la ncción de underc/ass(Blackrvell ha rechazado,incluso, ponerlo enrre comillas).'3 En caso de reticencia muy marcada de los alltores' Basil Blackwell tiene el buen juego de prerender que un título que arrae es el único medio de evira¡ un precio eievado que, de todas formas, mataría al iibro en cuestión' Así, deci,i"rr.u de pura políiica de mercado editorial orientan la investigacióny la enseñanzauniversitariasen el sentido de la homogeneizacióny de la sumisión a las modas venidasde América, cuando no hacen decididamenteexistir "disciplinas"como los culnral srudies,dominio híbrido, nacido en los años '70 en lnglaterra, que debe su difusión inrernacionala una política de propaganda editorial exirosa.fuí, el hecho de que esradisciplina esté ausentede los campos universitario e intelectual francesesno ha impedido a Routledge publicar un compendio titulado French Cultural Studies,sobre el modelo del British Cultural Studies (existe también un tomo de German Culrural Studies)' Y se puede predecir que, en virtud del principio de partenogénesisétnicotogn ho¡ se verá denrro de poco aparecerun manual de French "ditorial ". Arab cuhural sndies, que haga pareja con su primo de más ailá de la lr4ancha, Black British Cultural Stadies. Pero todos estos facrores reunidos no pueden dar razón comPleramente de la hegemonía que la produccién americana ejerce sobre el mercado mundial. Por ello, es necesarioromar en cuenta el rol de algunosde los responsas de import-expolt co^ceptual, mistificadores mistificados bles de las estraregia que pueden vehiculizar sin saberlo la parte oculta -y frecuentemente maldi; J. los productos culturales que h¿cen circular. ¿Qué pensa¡ en efecto, de
1996' No 23. E. Mingion e, (JrbanPouertTand the {JndercksfA l?eader,oxford, Basil Rlackwell, a impresión, parte en cl mismomomcntoen quc estcanlculo setrataaquíde un incidenreaisla
Rockefbller ,' Ford), no deja suL,sistirningún equívoco cuando resume, con aprobación, 'lasenseñanzasde un gran coloquio so,brela ztndirc/¿ssmantenido
esosinvestigadoresamericanosque van a Bra.sila alentar a los líderes del Mouimiento Negro a adoptar las tácticasdei movimiento afro-americanode defensa de los derechosciviles y a denunciar la categoríade pardo (término intermedio ettfe br1nc4 blanco, y preto, negro, que designa a las personasde apariencia
en 1990 en Chicago, en estostérminos, que prescindende todo comentario: "El sufijo 'class'esel componente menos interesantedel término. Aunclue
física mixta), a fin de movilizar a todos los brasileñosde ascendenciaafricana y "blancos", sobre la basede una oposición dicorómicaentre "afro-brasileños" en el momento misrno en que, en los EstadosUnidos, los individuos de origen mixto se movilizan a fin de obtener del Estado americano (comenzando por la
implica una relación entre dos grupos sociaies,Ios términos de esta relación mientrasque no se agreguea él el término más famiquedan incieterrninados '(Jnder' algo de bajo, de vil, de pasivo,de rcsignadoy, al sugiere Iiar'under'. mismo tiempo, algo de vergonzoso,de peligroso,de disruprivo, de sombrío,
Oficina de empadronamiento) el reconocimiento oficial de los ame¡icanos "mestizos",dejando de ordenarlos a la fi:cr¿a bajo la única etiqueta "negro"?24 Semeiantesconstatacionesautcrizan a pensar que el descubrimiento tan reciente como súbito de la "elobalizaciónde la razi'2t resuka, no de una brusca
de maiéfico, incluso de demoníaco. Y, además de estos at¡ibutos personaies, implica la idea de sumisión, de subordinación,y de rniseria"2T En ,ada campo intelectual nacional, se encuentran "pasadores"(a veces
converg€nciade los modo, d. do*in.ción e¡no-racialen ios diferentes países, sino de la cuasi-universalizacióndelfolb conceptnorteamericanocle "raza" bajo el efecto de la exportación mundial de las categoríascientíficasamericanas. Se podría hacer la misma demostracióna ProPósitode la difusión internacional del verdadero-falso concepto de underclassque, Por un efecto de allod¿xia transcontinentai, ha sido importado por los sociólogosdel viejo co n ti n ent e m ás de s e o s o sd e fo rm a rs e u n a s e g unda .i uventud ci entífi ca surfeando sobre la oleaCade popularidad de los concePlosmade in USA'26 Para avanzarrápido, los investigadoreseuropeosentienden "clase"y creen hacer referenciaa una nueva posición en la estructuradel espaciosociaiurbano, mientras sus colegasame¡icanosentienden 'under" y piensanen un rnontón de pobres peligrosose inmorales,en una.óptica resueltamentevictoriana y racistoide.Sin embargo, Paul Peterson,Profesorde politología en Harvard y director del "Comité de investigación sobre la underclassurbana" del Social Sci e nc e Res ear c hC o u n c i l (fi n a n c i a d o a l l í ta m bi én por l as fundaci ones
uno solo, a vecesvarios) para retomar este mito sabio y reformular en estos términos aiienadosla cuestión de las reiacionesentre pobreza,inmigración y segregaciónen sus países.Así, no tienen mayor importancia los artículos y obras que se proponen probar --o invalidar, lo que viene a ser casi lo mismo-, con una bel l a aplicación posit ivist a,la "exist encia'de est e "gr uPo" en t al sociedad,ciudad o barrio, a partir de indicadores empíricos la mayoría de las vecesmal construidos y mal correlacionadosentre ellos.z8Pues, plantear la cuestión de sabersi existe una underclass(término que ciertos sociólogos franesperando sin duda íncesesno han dudado en traducir como "tous'cl4sse", troducir el concepto de sous-l¡ommrs)en Londres, Lyón, Leiden o Lisboa' es suponer -{omo mínimo-, Por una Parte,que el término estádotado de cierra consistenciaanalítica y, por otra pafte,,que tal "grupo" existe perfectamente en los EsradosUnidos.2ePues la noción medio-periodísticay medio-científica de underclassesrátan desprovistade coherenciasemánticacomo de éxistencia
27. C. Jenls y P. Peterson (eds.), The [Jrban Undertlass,'ü'ashingron, Brookings Insti¡tttion,
1999,p.3. 24.J.M.Spencer, TheNetaYorhCobredPeoplt:ThelvtixedPtzceMouementinAmerica,NewYork, 1997, y K. DaCosta, Rtmahing "P¿ce": Social BasesanC Implications of de
New Ycrk Universiry
Muhiracial Mouement in Americ¿, Thése de doctorat, Unir.ersitéde Calilornie, Berkele¡ 1998. 2-. H. W i n a ¡ t , " R a c i a l F o r m a cio n a n d F ie g e m o n y: Glo b a l and L¡cal D cvcl opments", en: A ' Rartanski y S. V/esrwood (eds.), Racism, Idtntiqt, Ethniciry, Oxford, Basil Blac¡¡e ll, 1994, e ibidetn, R¿ci,tl Corditior:r, Minneapolis, Llniversiry of Minnesota Press,1995. 26. Como lo habla señaladohace va algunos añosJohn lfestergaard en su alocución presidencial anre la British Sociological Association: 'About and Bcyon the Underclass: Some Notes on the Influencc of üe Social Clirnate on British Sociology Today", Sociolcg1,26-4, julio-setiembre de
r992,pp.575-587.
7"16
28. P ueden consi d era¡s etrer ej empl os entre muc hos otros : T R odant, ' A n E mergi ng E thni c U ndercl assi n the Netherl ands ?S ome E mpi ri c al E v i denc e",N ew C ommuni ry , 19-1, oc tubre de 1gg2, pp. 129-141 tJ . D angs c hat,"C onc enrrari on of P ov erryi n the Lands c apesof' B oomrow n' Hamburg; fhe Creation of a Nerv Urban Underclassi", Url¡an Studies,31'77 , agoxo de 1994' pp' V hel m, "l v { argi nai i z ati c n,D epri v ati on, and Fatai i s m i n rhe R epubi i c oi Perspectives",EuropeanSocio/ogica/Reuiew, 12-1, mayo de 1996, and Unde¡class Irelanci: Class Its3-1147; v C .'L
f,. "3-51. 29. Tomándose muciro rrabajo para argüir una evidencia,al hecho de que el concepto dc urder:lcss no se apliqrrc en las ciu,' des francesas,Cvprien Avenel acepta y re[uerza.la idea preconcebida según l a cual éstes eríaoperatori o en l os E s tadosU ni dos ("l -a ques ti on del ' underc l ¿:sdc t deux c6tés dc I'Atlantique", Sociclogiedu tr¿t,ttil, 39-2, abrtl de 1997, pP. 2,l-237).
2r7
PierreBourdieu social. Las poblacionesheteréclitasque ios investigadoresamericanosincluyen habirualmente bajo este término :tributarios de la asistenciasocial y desocupadoscrónicos, madres solteras,familias monoParentales,desechos del sistema escolar,crirninales y gangsters,drogados v desalojados,cuando no ro d o s los habit ant esd e l g h e tto a g ra n e l - n o d e ben ser i ncl ui dos en esta sino por el hecho de que son percibidascomo otias tancategoríafouTr€-tout tas desrnentidas¿ivientesdel "sueño ame¡icano"de éxito individual. El "concepto" emparentadode "exclusión"es comúnmetlte empleado en Francia y en numerososotros paíseseuropeos(bajo la influencia de ia Comisión Eu¡op e a e spec ialr nenr e)e,n l a fro n te ra d e l o s c a m p o s pol íti cos, peri odísti coy científico, con funciones simiia¡es de des-historizacióny de despoiirización. I-o que da una idea de la inanidad de la empresaque consisteen retraducir una noción inexistentepor otra más que incierta.30 La underclassno es) en efecto, sino un grupo ficticio, producido sobre el papel por ias prácticasde clasificaciónde los científicos,periodistasy otros exp€rtosen gestión de los pobres (negrosurbanos), que comulgan en la creencia en su existenciaporque es adecuadapara restituir una legitimidad científica a unos y un tema políticamenterentablea los otros.3rInapto e inepto en el caso americano, el concepto de importación no apo¡ta nada al conocimiento de las sociedadeseuropeas.En efecto, los instru¡nenios y las modalidades del gobierno de la miseria están lejos de ser idénticos en los dos lados del Adántico, sin hablar de las divisionesétnicasy de su statuspolítico.32De ello se deriva que las "poblacionescon problemas"no estándefinidas ni tratadasde la misma manera en EstadosUnidos y en los diferentespaísesdel viejo mundo. Y lo más extraordinario es, sin duda, que, según una paradoiaya encontradacon motivo de otros falsosconceptosde la vulgata mundializada, esta noción áe und¿rclass que nos liega de América ha nacido de hecho en Europa, exactamenteigual que la de ghetto, la que tiene por función ocultar en rczón de la censura política severaque pesasobre la in.¿estigaciónde la desigualdadurbana y racial en ios
30. N. Herpin, "iiunderciass dans la sociologie américaine: exclusion sociale et pauvreré",Reuue .fran¡aisede .rocíologit, 3 4 -3, julio-setiembre de i 993, pp. 421 -439. 31. 1, .\ f á c q u a n r , " L u n c i e rcla ss' u r b ,.r indea n s I' im a g in a ir eso cialet sci enti fi queaméri cai n",en: S . París,Editions i-a Découvcrte, 1996, pp. 243-262. Paugam (ed.), L'extlttsion:l'état ¿hssttuo¡¡,r, 32. Es ra s d i f e r e n c i a s s e e ¡ lr a íza ne n z.ó ca lo sh is¡ ó r ico s p r o fu ndos, como Io i ndi ca l a l cctu¡a comparada de los trabajos de Giovanna Procacci y N4ichael Ka¿: G. Procacci, Couuerner Ia mishr: k question socialceti France, I 739- I B4B, París,.Seuil, 1993; y M. Kar¿, In the Shadou, oJ'the Poorhoue. A Hisrory of\W(ire in Antrica, Nev; York, Basic Books, 1997, nueva edición.
l,i¿rrc Br¡Ltrr!ic ¡r 'r'Loic l\'t.icr¡ n! tt. Sol)r¿kts ri stttcit¿stle la rt¿:ótt i ttt¡terialista
LsradosUnidos. Es ei economistaGutina¡ l'{yrdai quien la habíaforjado cn los describir Perosu intención era entonce-s años'60, a partir de1suecocndel¿/ass. oble¡a de clase de la inferiorcs fracciones de las el procesocle marginali:¡.actcin para criticar la ideol,¡qí,lclel aburguesami(to generalizadode los paísesric<.rs, Puede r '3r sccóm o el ¡ odco por Am ér ica puede capit alist as. ir i as soci cdades nna idea: de un cc¡nceptoestructuraique apunta a Ponei en cucstrarrsforn-iar dominanie, ha sa.lldouna categoríabehavioristarecoitatrén la represenración "antisocialcs' da a medirla para refotzarla,imputand.oa los comportarnienros de su desposesión' la responsabilidad .1eios más desposeicios "Pasadores" Estosmalentenclidosse deben,Por una pane, al hecho de que los catnposinrelectuaiesimportadoras,que Producen' de ios di.",ersos rransarlánricos reproduceny hacen circular rodos estos(falsos)probiemasdescontandoa1 pa';o .', nearreñe heneficio ¡naterialo simbólico, están exPuestos-Por su \u PtYuLtrd -,.¡".1" Por posicióny por sus habius cientíñcosy políticos-, a una doble heteronomía. "modernidad" social un. p"rr., miran haciaA¡nérica,cenrro supuesrode la (pos) atnericanos y cicntífica,pero ellos mis¡nosson dependientesde los investigadores (f|ecuenrementeajaque exporraniracia el extranjeroproductos intelecruales y específicode las directo dos,),puestoque generalmenteno tienen conocimiento Por ei orro, se i|rclinan hacia el periodisinstirucionesy dc la cultura america¡ras. al mo, hacia las seduccionesque propotle y los éxitos inme
Afiluencc,Nerv Ycrk, Pantlieon'1963' 13. G. lr4yrclal,CL,dllertg'to
prrticularnrcntcparadótic¡,a lx curopco),contribu)'en. .' ril:.rtrera pcnsan)ic¡rto del mundo está lejos de ser incotnpatible,a pesar una visión que imposiciónde de las apariencias,con las que producen y vehiculizan los grandes thinle tanhs internacionales,más o menos directamenteconectadoscon las esferasdel pod.r económicoy político. Quienes en los EstadosUnidos es¡áncompiometidos, frecuentementesin cultural, ocupan saberlo,en estainmensa empresainrernacionalde iruport-exVorr en su mayoría una posición dominada en el campo del poder americano,e incluso muy frecuentementeen el campo intelectual.Del mismo modo que las produccionesde la gran industria culturai americana,como el jazz o el rap, o las modasde ia ropa y de los alimentosrnáscomunes,como el jean, deben una pane de la seduccióncasi universalque ejeicen sobre la juventud al hecho de que son de igual modo los tópicos de la producidasy llevadaspor minorías dominadas,3a nuevavulgata mundial sacan,sin duda, una buena parte de su eficaciasimbóiica de Cisciplinaspercibidascomo rnardel hecho de que, porndos por e.specialistas
"étnicos"' tienen
el ci eseoyel derec hodeexigir u, , , . . ono. i*ient ocí vicol, polí t ico{7t cuánt ot / I / es. su existen1o, inciividuosbuscanhacer reconocer pues, las fo¡mas bajo las .á.' varían según los lugaresv los momentos en cia y sus Pertenenciaspor el F'stado y consriruyensiempre una aPuesr¿de lucha's función de las tradicioneshistóricas generoso compararivoen aparienciariguroso.1¡ er¡ la historia. Así, un análisis puede,i ncl usosi n quesusaut or est enganconcienciadeello'cont r il¡ uir ahacer hecha por y para americanos' aparecercomo unlversaluna problemática En la lucha por el monopolio cle la Se acaba, así, en tt"" ¿oUt" paradoja' tecon
ginales y subversivas-mles como los cuhural studies,los minority studies,los gay sndies o los women studies-, toman -a los ojos, por ejemplo, de los escritoresde ias antiguascolonias europeas-eI cariz de los mensajesde libcración. En efecto, el imperialismocultural (americanou otro) no se irnpone jam:ísmejor que cuando es favorecido por intelectualesprogresistas(o "de coloÍ", en el caso de la
moderni ry,dcquel os profes i onal es del as c i enc i as s oc i al es puebl ans ul enguajntinorí1, ec i entífi c odc tan¡os profession, (minoriry, el simple calco lexicológico ..falsos amigos,,teóricos fundados sobre
en aparienciade promover ios intereses desigualdadracial),poco sospechosos hegemónicosde un país cont¡a el cual portan la lanzade la crítica social.fuí, los
todal adi stanci aentr eel ,i ,t"-",o.i "l enel c ual hans i doproduc i dos y el nuev os i s temac nel c ual ev i dentementel os i ngl es es a l afattac |del "fal s o ami go' s on son i ntrocl uci el .r. L", * ;.;;ues ros aprentiido han frecuentemente misma lengua' pero también porque porque hablan en aparienciala
diversosartículosque componen ei número de verano de 1996 de la revista Dissent,órgano de la "vieja izquierda' dernocráticaneovorquina,consagradoa las "Mino¡idades en lucha sobre el planeta:de¡echos,esperanzas, amenazas",35 proyectansobreel conjunto de la humanidad,con la nuevaconcienciahumanisra de ciena izquierdaacadémica,no solamenteel sentido comun libecaracterística rál aarteAmericano, sino la noción de minori4r (seríanecesarioconservarsiempre cl término inglés,para recordarque se trata de un conceptonetivo importado en la teoría,e, incL-rso,originario de Europa) qlle presupone,aun aquello cuya exlstencia real o posible se t¡ataría de demostrar:36que categoríasrecortadasen el
34. i{. F a n t a s i a ," E v e r . v th in ga n d No r liin g : T h c M e a n in g o f Fast-Foodand Othcr A meri can Cult ura i G o o d s i n F r a n c e", T h e i' . ,ct,illcRe u ie u , 1 5 - 7 ,1 .9 9 4,pp. Í7-88. 35. " E ¡n b a t t l c d N ' f i n o r i t i e sa r o u n C th c Glo b e : Rig h ts, Ho p e s, - l-hreat",D i ssent,verano dc 199(r. 36. El p r o l - r l e m ad c I a l en g u a , e vo ca d o a q u í d c p a so ,
r .ic l os más cspi r.rosos. A l saber l ¿:'
prec auc i o n c sq u c t o m a n lo s cin ó lo g o s cn le in tr o d u ccii¡ n dc térmi nos nrti vos, uno pueri c as ornb¡ a r s e a, u n q u e t a m bié n se p a to d o s lo s b cn cficio s sim b ól i cos que apofi a este l rarni z-dc
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orofesi ónl i beral ,etc .)s l nv erquc es tos térmi nos morfol ógi c amentegemel os es táns eparados por
soci ol cgíacnmanu4 l es ,redders y l i bros arneri c anos ,noti enengranc os aparaoP oneral ai nv as i ón conceptual ,sal vovigi l anc i aepi s temol ógi c a""t' "-"' (E x i s ten' des del uego' pol os deres i s tenc i a en el c as o de l os es tudi os étni c os ' ameri c ana,c omo, por ei empl o, dcmosrrada a l a heg emonía grupo de Martin *"]-::'1'dcl dn¿! R¡tcial studies, cirigiJa por a_lrededorcle la revista Etbnic estudi odel raci snro y del as mi grac i ones deR obenMi l es del aU ni v ers i daddeGl as gol v ;Pdel eroes tos orden especificidades de tomar plenamente en cuenta las paradigmas alternativos' tuidáo'o' á s us y amc rl c enas menos por opos i c i ón a l as c onc epc i ones b¡i ráni co, no ti ene n que defi ni rs e oficiar a predispuesta se deriva que Inglaterra estáestructu¡almente de¡ivadasb¡itánicas.) Lre ello americano Penetran en científico común sentido del las nociones de caballo de-Iiova, por lo cual el campoi ntel ectua l euroP eo(s uc edel omi s mo.tantoc nmateri a.i ntel ec tual cde onroenpol íti c a los intclectualesde.lasfundacionesconsen'adorasy l" económica y so.i,r,). E" i;;;;"ro, "..ór., ¡nercenari osesl amás anti guamentees tabl ec i da,l amás s os teni day l amás intervenciones rentabl e.Tes ri moni ult¡a-ode de científ-ico áela undercl¿ssa continuación ello son la difusión.i.l ,rr10 recira ie i¡ de del Manhattan Instirute y gurú intclecturl mediarizadasde ch"rl", Mu.r"y -experro l i beral enl osE stad os U ni dos -,y des uc ompañero,el temac l el a...l epc nc i cdri nc i e' c { el os J c s nos ctiícei c s rec l uc i r s ti t:amente t fi n que Tony B l ai r s e P roP one hoy resP ectoa l as ayu das s oc i al es ' ,.l i berar,,al ospob res tl el a..pi c ota,de[aas i s tenc i a_c o-ol oh"l rec hoC l i ntonpf,r]s us pri nros de A méri ca en e[ verano de 1996'
221
PierreBau.rdieu estructutas socialesrígidas del uiejo continente): los estudio.scompararivosmás riguroscsestán de acuerdo en concluir que los EsradosUnidns no difieren profundamentesobreestepunto de las otrasnacionesindustriales, inclusoque
en la edición* t]na revoluciónconservadora
el abanico de las desigualdadeses allí ciaramenremás abie¡to.37Si los Estados Unidos son realmenteexcepcionales, según ia vieja temática tocquevilleana,incansablementeretomada y periódicamentereacrualizada, es anres que nada por el dualismarígido de las divisionesdel orden social.Es más todavía por su capacidadde imponer como universallo que ellos tienen de más parricular, mientras hacen pasar por excepcionallo que tienen de más común. Si es ve¡dad que la des-historizaciónque resulta,casi inevitablemenre,de la migración de las ideasa travésde ias fronteras nacionaieses uno de los factoresde des-realización y de falsa universalización(por ejemplo, con los "fa.lsosamigos" teóricos),entoncessólo una.¡erdaderahistoria de Ia génesisde las ideassc,b¡eel mundo social,asociadoa un análisisde los mecanismossocialesde la circulación internacionai de estasideas,podría conducir a los ciendficos,en estedominio como en otra parte, a un mejor dominio de los instrumentoscon ios cuaies argumentan sin inquietarsepreviamentéen argumentara propóiito de ellos.3o
R. EriclaonyJ. Goldthorpe,TheConst¿nt 37. Cf. especialmente Flux:A StudJof Mobiliryin Induitial Societies,Oxford, Clarendon Press,1992; Erik Olin Vrigth llcga al mismo resultadocon una metodología sensiblemente diferente, cn ClassCounts: Comparatiue Studiesin Chss Inequa/it7, Cambridge-París, Cambridge Universiry Press-Editionsde la Maison des Sciencesde I'Hcnme, 1997; sobre los determinantes políticos de la escalade las desigualdadesen los EsradosUnidos y su crecimiento durante las dos últimas décadas, C. Fischer et aL, Inequaliry by Design: Crahing the
I editor es el que tiene el poder totalmenre ex¡raordinario de asegurar r Oublicación,es decir, de hacer accederun texto y un autor a la existencia "creación" púbica (Offintlichheit), conocido y reconocido.r Esta suerte de la mayoría té las veces un consagración,wa transferencia d'e capital i-pli." simbólico (análoga a la que opera un prefacio) que es tanto más importante a través cuanto quien la re^lizaestáél mismo más consagrado,esPecialmente ,,catálogo'-conjunro de los autores más o menos consagrados-,que ha del publicado en el pasadof, l)
Bell Curue Mytb, Princeton, Princeton Universiry Press,1996. 38. En una obra esencialpara medir plenamente la parre de inconsciente histórico que sobrevive, bajo una lorma m:ís o menos irreconocible y reformulada, cn las problemáticas científicas de un país,y el pesohistóricc que da al imperiajismo académicoamericano una parte de su extraordinaria fuer¿a de irnposición, Dorothy Ross revela como las ciencias socialesamericanas (economía, sociclogfa,politología y psicología)son construidasde cntrada sobre dos dogmas complementarios constitutivos de la doxa nacional, el "individualismo me¡afísico" y la idea de una oposición diametral en¡re el dinamismo y la flexibilidad del "nuevo" orden social americano, por una parre, y el estancamicnto y la rigidez de las "viejas" lormaciones socialeseuropeas,por el ot¡o. Ver: D. Ross, &r
Origins ofAmerican Social Science,Cambridge, Cambridge Universiry Press, 199 I . Dos
dogmas f u n d a d o r c s d e l o s cu a le s se cn cu e n tr ¡ n r e tr a d u cci ones di ¡ectas en el l enguaj e ostenta¡oriamcnte dcpurado dc ia teoría sociológica,para el primero, con la tcntativa canónica de lálcort Parsons de elaborar una "tcoría voluntaris¡a de la acción", ¡ más rccientemcnte, en el rcsurgimiento dc la tcoría llamada dc la elección racional, ¡ por el segundo, con la "reoría de la mqdernización" que reina por complcto sobre el estudio del cambio socia.len las trcs décadasde pos guerr a ,y q u c h a c e h o y u n r cg r e soin e sp e r a d oe n lo s e sr u d io spost-sovi éri cos.
* "Une rér.olution conservatricc dans l'édition' , Actes de !¿ rechercheen sciencessocidl¿s,126'127 ' marzo de 1999, pp' 3-28. de datos estadfsticos Esre trabajo se apoya cn una investigación bibliográfica y en una recolección en 38 entrevistas en Dirkx; en los archivos y en editoriales, que han sido realizados por Paul distribuidos en de colección profundidad (y a vecesrePetidas)realizadasa cditores y a dircctores res pons abl es l os de l os ' c ríti c os ' del campo edi tori al , de l os traduc tores , de "l .on¡unto los derechos de de la gesrión administrarivos, de los agregadosdc prensa, de los responsables saliha Dirkx, Paul christin, Rosine que han sido dirigidas por Pierre Bourdieu, "",r"n¡"ror, sido han estadístico al análisis sometidos Fclahi. Clairc Givr1 Isabelle Kallinorvski. l¡s datos entrevistas las dc la rranscripción y preparadosy controlados pcrr Rosine christin. L¡ realización han sido financiadas por el observatorío Frdnce'Loisir¡ de ia lecru¡a' figura casi divina del editor l. Joachim unseld ha analizado, a propósiro dcl caso de iGfka, la ,,u.r.di.tos" alll, al escritor que sc remite devolverlo pueden sacarde la nada o, al contrario, .,,io, histoirede ¡cspublications, Pa¡fs,Gallimard' 1984' a é1,. J. unscld, Franz K,t¡ka, u,e uie d'icriuain:
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Conocim!rr io y desccnocimiento
f Para comprender el proceso de selección que, en el interio¡ de la prod u cci ó n es c r it " , dis ti n g u e l o " p u b l i c a b l e " d e l o " i mpubl i cabl e" (para un e d i to r par t ic ulary t am b i é n , v s o b re to d o , p a ra e i conj unro de l os edi tores), es nece.sario evidentementc ¡rmar en cuenta el dispositiuoirzstitttcional(comités de lectura, lectores,directores de colección especializadoso no, etc.) que, en cada editoriai, está encargadode operar ia selecciónentre ios manuscritos propuestos (a través de los intermediarios y de los inrercesoreso p o r si rnple env lo posra l ).' ?Má s p re c i s a me n te ,e s necesa.i oaprehenderl as relacio¡resobjetivas entre los diferentes agentesque contribuyen a la deci, si ó n d e public ar , es d e c i r, a d c m á sd e l a s c o mi s i o n esy de l os comi rés,i ns-
publ i caci óndeobras. f r ancesasoext r anjer as, def iniendoelsist em adcl. r s imponen a ellos y los "rnárgenescle maniolo"..io.,". y de los fines que se a abandonadosa las confrontacionesy bra", frecuentementemuy estrechos, del juego editorial' El más importante de las luchas entre los protagonistas editorial de las diferenteseditoriales los cambios observadosá l" poirtica en el t"mbio' de la posición que ellasocuPan puede, así, estat relacionado" de acomPaña se las posicionesdominantes campo, ei desplazamiento'hacia en a privilegiar la gestión de los logros un reforzamiento de la tendencia simbólico innávación y a poner el capitai derrimento de la búsquec{ade ra no eran' mucho más "comerciales"' IÓs que
taneiasespecialmentehabilitadas para este fin, el editor mismo y sus al!e, gados, las directores de colección, los lectores, el personal adminisrrativo,
quel l evaai gnorarlascoaccionesdelcam po, bast ar áconr ecor dar 'Por ejeln-
leisconsejerosinfluyentes que pueden acluar como directores de colección oficiosos, y, por último, los tracluctores,que, en más de un caso, orientan
pl o,queel conj unto delost ext osof r ecidosala. . elección'delos. . r esponsa. por la el producto de una selección reglada bles" editoriales es ya él mismo
la publicación de autores extranjeros. Pero toda lalógica del carnpo editorial y de la crqencia lireraria que allí se engendra inclinan a olvidar que las interacciones,más o menos encanradas,
l ógi cadi acríti cade lcam Po: enef ect o, losaut or esseor ient an, eniaubicación de de una represenraciónmás o menos 'iusta de sus manuscritos, "n fttnción nomde aquellos a quienes están ligados los diferentes editores o, al menos,
de ias cuales cada microcosmo editorial es el iugar, están determinadas por Ia estructuradel campo editorial en su conjunio: es ella, especialmenre,quien
bresd.eescuel as(, , lanuevanovela") ogr andesnom br espr opios, delpr esent e guía la conducta'de todos los o del pasado; es est; representacioni.l*t
determina el tamaño y la esrructurade la unidad responsablede la decisión (va del "decisor" único, al menos en apariencia,de las pequeñaseditoriales,
actores' l osedi tores*i. . , 'o. 'per ot am biénloscr í t icos'Par t icular m ent esen-
hasta el verdadero campo de poderes diferenciadosde las grandeseditoriales); es ella la que define el peso relativo,en las relacionesenrre los diferenres agentes,de ios diferentescriterios de evaluaciónque los inclinan, por ejemplo, a propender hacia el lado de io "lire¡ario" o hacia el iado de lo "comer-
si -bl esal efectodeet iquet aejer cidopor lascubier t as( . . iaBlanche, , de por y todos los intermediarios'que' Gallimard)' los diiectores de colección susi nteryenci onesosusconsejos( deber í asllel, ar r um anuscr it oaFulano'. entre . ) , exaltado como "descubrimiento"' ftttt"n"rrrtnte ajuste, el favorecen está a cada posición en el campo editorial un editor y un autor' En efecto'
ci a l " o , s egún la v iej a o p o s i c i ó n c a ra a F i a u b e rt, a pri vi l egi ar el arte o el dinero. En efecro,c,adaediro¡ial ocupa, en un momenro dado, vna posic;ón
l i gacl ounsi stema decoaccionesydef inesalm enosnegat ivam ent edef inidos,
en el campo editorial, que dependede su posición en ia disrribución de los ¡ecu¡sosraros (económicos,simbólicos, récnicos,etc.) y de los poderes que
masaj ustadas,e nlam ayor í adt lot t "'o''alaposición) quet iendeaor ient ar
e l l o s co nf ier en s obr e e l c a mp o ; e s e s ra p o s i c i ó n e structurall a que ori enra las tumas rle posición de sus "responsables",sus estrategiasen materia de
2. Cl. A. S i m o n i n y l l F o u ch é , "Co m m cn t o n a r e fu séce r t;r in sd e mes l i vres.C ontri buti on i une hisroire socialedu littéraire " , en: Actesde h rechercbeen sciences sociales,126-127, marzo de i 999, pp. 103- 115 .
)11
yfrecuentementer edobladospor lasdisposicio, , . id. losagent es( ellasm isasusocupantesh aciaunaclasem ásom enosam pliadet om asdeposición'
J.P araev¿l uarcl crpitrts i mból i c ol i gadoaunaedi tori al y as unombrc y ,arravde éscaracterísricas dec l l a,atodosque habrá que apoyarse en un con.iuntrt sus miembrcs y a toclos sus aurores, a ia "noblezi' de la colectiva .1" ert. ediá.i"[ como pertenecientc conrribuyen a la representación profesi ón:l aanti gÚ e dad(q' e,entodos l os uni v ers os s oc i al es "s táas oc i adaal ¿nobl c z a),l a de escrito¡esconsagraciosy ron¿o editoriai, medido con el número importancia y la calidad a.i N obel ' número t1el aureadosal prem' c cl ási cos,y en parti cu l ar c on el
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PierreBourdiet PodernosapoyaÍnos,para hacer sentir mejor la diferenciaentre la visión estructuraldel juego y la visión que tienen de él los jugadores,inciuso los más lúcidos, en un testimonio tan valios,r como el de Michel Deguy que evoca la experienciaque él ha ,recho Cel santo de los santosdel templo literario, el "Comité" de Gallima¡d.o Esta experiencia,que es la dei encantamiento seguido del desencantamiento,forma parte integrante de la verdad completa de un juego que, como la producción literaria, descansasobre la creencia.La coacción
Una reuolut.:ión a.¡nseruatlora e¡t l¡t edició¡t
su función oficial de Descubri¡ que el comité no cumple verdaderarnente de hecho,al presidentey a su "secrcselección(¡',uesto que la decisiónpertenece, de los iniciados,"un libro para ser editararía"y que, segúnlas deciaraciones do debe' no' pasar por el com it é") ono es, sin em bar go,per cibir la ver dader a utilidad, la de banco de capital social1' de capital simbólicoa travésdei cual la edi tori al puede ejer cersu im per io sobr e las academ iasy los pr em ios lit er arios, sobre la raciio,la televisióny los peri idicos, siendo conocidosvarios de
de la estructuraque ei análisisobietivista actualtza,armado de la estadística,no puede imponerse, en efecto, sino a los que esrán dispuestosa reconocertodcs los soportesvisibles de Ia fe iiteraria, atribu¡cs míticos de la "gran editorial",
los rniembrosdel comité por la ertensión de su red de enlaceslite¡arios (dos de entre ellos e.stáncitados en un artículo consagradoa las treinta personalide dadesnrás poderosasde la edición,' y ,"r. de ia mitad son resPcnsables
como el "salón oval" o el "comité", y sus encarnacionestemporales,personasy nombres familiares, Gastón, Claude o Antoine, y reservadosa los verdaderos
emisionesy de tribunas críticasen las radios o en los periódicos).8 Para saiir del ejen'iplode Galli¡nard, se puede tomar el casode Grasset.Ives Berger,direc¡or literario cs muy influyente cerca de los grandespremios; ]ean-
familiares,tuteos selectivos,tics y trucos en uso cn las interaccionessiempre jutilmenre jerárquicasde aquello que los allegadosmismos llamar, "la corte". Estos "elegidos"son también las víctimas de elección de la violencia simbólica súbitamenque sufren con una suertede arrobamiento y que podrá aparecerles te, retrospectivamente,graciasa una' crisis. Habitados por 1á creenciaen la literatura, están inclinados -al menos hasta la desilusión final, que, como en la ve¡dad de las relaIos cuenios, rompe súbitamente el encanto- a d¿sconocer "La decepciónde los cioncs socialesde dominación a las que ella posibilita: miembros del comit,é llega cada vez que están extremadamente asombrados por sufrir que la reunión efectivano se pareceen nada a la que deberíaParecet si tuvieran todavía la procedenciay la imposición simbólica en su red"'5 Abismo que se abre súbitamente entre la aparienciaa distanciay la reaiidad a vista
Paul Enthoven, direcror editorial, y consejerode redacción en Point; Manuel Carcassone, di¡ector literario adjunto, escribeen Pointy en Figaro;BernardHénriciirige la colección "Figures" y la revista I^a Rlgle du jeu y es consejero Léry, que literarió, tiene una crónica en Pointy es omnipresenteen los medios de comunicación; Hector Bianchorti es miernbro de la Academia francesa;Dominique Fernandezy, FrangoisNourissier,consejerosliterarios tirularesde la editorial, escribenen Le Mon¿Iá el primero, y en Le Nouuel Obseruateur,el segundo, y pariicipan en nurnerosos,iurados,Fe¡nandezen el Medicis y Nourissier en ei Goncourt, esteúltimo también crítico en FigaroMagazine y en Point. Y para observarla forma que tonta, en el plano propiamente literario, el
cercanao, más exactamente,entre la experienciadesencantadade lo real ordinario y los entusiasmos fetichistas de la illusio, ligada a naderías, como las
dcble juego consigo mismo que autoriza Ia doble verdad de una experiencia donde coexistenla visión mítica (o ideai) y todo lo que visiblementela contradice -como el reemplazopor los Labro, Gisbert, Deniau o Jardin de es¡os
inflexionesinimitables e inolvidablesde lasvocesde JeanPaulhano de Raymond Queneau o los misterios apenasdeciblesde la "copa'-simple "vaso" en cuaiquier otro lugar banal-, que clausuralas sesionesdel "comité" y que se encuen-
"vcrdadcrosgrandesautoresque precisamenrehan formado el prestigio de Ia NRF desde hace un siglo y hacen fieles ¡odavía hoy a su conjunto de lectores"-,e basta leer las cartas,especialmentela primera, que otro miembro del
tra, allá, invesrida de ios prestigios y de los misrerios de una suerre de Cena literaria. Doble verdad que puede ser vivida por relampagueosen el desdoblamiento casi esquizofrénicode los que sabeny no quieren sabeilo, y que están sin cesarde la verdad de la instituciény de lo que alií hacen,por la separados individual y colectivaconstantementemantenida. pantalla de una denegación
6. Ivíichel Degty, op. cit., p. lIl. 7. A. l.ielrae¡t, "l-cs Parrains de l'édition", en: L'Euénement du jcudi, l9 de ma'rzade l99fJ' l l . N o ha cscapadoa N ' l i c helI)c guy (op. c i t.,p.26) quc s u ev i c c i ón del "c omi ré" es ,s i n duda, el l a mi sma un tesri m,¡ni ode l a func i ón v erdadc ¡amentci mparti da a c s ta i ns tanc i a¡c s tan c l aro que, autor esotéri coy res erv a< 1o -por l o tantc , mttv poc o medi ári c o-, Mi c hel D eguy i ro podía aporrar
ChanrpVallon,1988. dt grandz eelitoria[ Seysel, Confessions dirn lzcteur 4. MichelDeguy,k Comité, Ver op. cit.' también p. ó4. p.31. Michel Deguy, 5.
a la institución los bcneficios asociadosa la poscsi
co mi r é, J ean, M ar ie L a c l a v e ti n e ,e s c ri to r i n v e s t i do del estaruto de l ectorselecror, dirige a Jean Lahougue, escritor rechazado(después de haber sido publicado en otros tiempos), para justifica¡ su rechazo.Ellas enuncian bajo el modo de la euidencialas expectativastácitas que, devenidasconstitutivas del dogma o, peor, áe la cloxa literaria de la "gran edirorial", orientan la.s "la sólida composición de los relatosdel último o los rechazos:r0 acepraciones siglo", la "consisrenciade los personajesprincipales",la "fluidez y la simplicrdad de la narración", "el acro de creaciónsoliaria que escaPaa las determinaciones copnrurales" Jesignadas más arriba como "socio-económico-históricas"-, "la vida presentadaaccesible,legible, sensibleal lector", etc. Tales evidencias fundamentan el rechazo de la "teoría", asociadaal "terrorismo de los años '60", como dicen los interuietu dc editores -y no solamente "c
a qui enes son consider adoslos r e"sponsables, no pueJc ver que son, habl ando con pr opiedad, "sin sujet o". Com o es siem pr e el ca. sode la e;
La estructura del campo editorial
ca mbios es t r uc t ur a l e sq u e s e e x p re s a ne n e l i n teri or del mi crocosmo fami l i ar , alav ez ex a l ta d o e ín ti ma me n te d e te s ta do'y que termi ¡re por i mapenasconcerrados(espep u tar a per s onaso a a rre g l c s o rg a n i T -a c i o n a l es
si se quiere evirar caer en esraorra forma de faralismo, que consisreen imputar todo 1o que sobre'iene en ei mundo de la edición a fuerzaseconémi cas fuera de aside¡ o ( "la m undialización")o a la m anif est aciónde esas
ci a l m ent e la s ec r eta ría ),te n d e n c i a sy e v o l u c i o n esque, conoci endode cerca
fue¡zasen el seno del mundo de la edición ("los dos grandes grupos'l), es necesari otcmar por objet o el cam po edit or i'l com o espacicsocial r eiar ivarnenre auróno m o - es decir , capez de r et r aducir , según su pr opia lógica,
10. J e a n - \ 4 i c h e l l - a c l a ve tin cy J. i- a h o u g u c,o P.clt., PP. 8 , 3 2 y 56. , r Je a n - M ich e lL a cla ve tin ey J. Lahougue,op ci t.' p.32 (" Los añ<¡' I l. J e a n - . l r ' l i c h eLla c l a v e tin e á 1,9i 5-1975) han si do rembi én 1," más p r o d u c t i v o s c n c l p la n o d c ia te o r ía Iite r a r ia lg r o so m o d o
14.MiclrelDeguy, op.cit.,pp.17-lB.
más p o b r e s e ¡ r m a t e r i a de cr ca ció n n o ve le sca ' ) .
15. S i n embargo, es nec es ari oc ui dars ede s obrc s ti marl os efec ¡osprác ti c os del c onoc i mi c nto
I 2. J c a n l - a h o u g u e ,l z J ea n - M ich e l f¿ cla vctin ey J. L a h o u g ue,op. ci t.' p. 22. 13. M i c h c l D e g u v , a ¿ . c it.,p .3 l.
ci cnrífi co quc, cn l os us o. ordi nari os de l ¿ v i d¡. ¡uedc c oc x i s ri r c on una c x pc ri enc i r i ngc nue i nal terada.
?-28
l{)
PierreBourdieu to d a s las f ueiz as exte rn a s ,e c o n ó m i c a sy p o l íti cas, especi al rnente-,en el cu a l l as es t r at egiase d i to ri a l e se n c u e n tra n s u p r i nci pi o. P ara anal i zar l os s ,ra i m p o rta n te tener en cuenta' entre d e re r m inant esde esta se s tra C e g i a e las empresasdotadasde una exisrencianominal (atesriguada,ai menos, por la presenciade un nombre de mafca sobre r¡na cubierta -Fayard, Laffont' e tc._) , a las que dis p o n e n d e u n a a u ro n o m ía s ufi ci entecomo para tener una política editorial p¡oPia. Seleccióndifícil, por ei hecho de que, ccmo o cu rre t am bién en e l c a mp o d e l a s e m Pfe s a si n dustri al esy comerci al es to madas en s u c on j u n to ,l 6 l a s e d i to ri a l e se s tá n uni das P or toda una red de relacionescomplejas, financieras (a través de las participacionesmás o menos importanres en el capitai), comerciales(a través de la difusión), y familiares. Otra dificultad, pero de ot¡o orden, es el cierre extremo de un me d i o pr of es ional m u y p re o c u p a d o p o r p ro re gersede l as i ntrusi ones y d e l a s int er r ogac io n e s ,y p o c o i n c l i n a d o a p ro porci ona¡ i nformaci ones sob¡e las ventas o .sobre las característicassoestratégicás,especialmen¡e. ci a l e s de ios dir ige n te s .rT L a poblac ión es tu d i a d a e s rá c o m p u e s ra p o r 6l edi tores de l i teratura fra n c es ao t r aduc id a , q u e h a n p u b l i c a d o e n tre j ul i o de 1995 y l ul i o de 1 g g 6 , y de los c ua l e s 5 6 h a n s i d o tra ta d o s c o m o el ementosacri vos y 5 múlcomo elemenrossuplementariosen el análisisde las corresPondencias riples. Como no se trataba de hacer un recuento exhaustivode los editores fra n c es eso, inc lus o , d e l o s e d i to re s d e l i te ra tura, ni un anál i si s de una muestra representativade esta población, sino de desprenderla estructura del campo de los editoresde lireratura, se ha descartadoel estudio, por una parre, de los editores de ciencias sociales-sin ignorar el hecho de que la mayor parre de los editores de literatura tiene en su carálogo una proporción más o menos importante de obras consagradasa este dominio-, las en las ediciones de bolsillo (reediciones),las obras unidades especializadas de arre, los libros prácticos,los diccionarios o enciclopedias,los libros escolares, así como los clubes (France-Loisirs,Le Grand Livre du mois), ¡ por orra parte, los pequeñoseditores que no han alcanzadouna talia suficienre como para afirmar su existenciaen este camPo ejerciendo aquí efectos
I-aNoblessed'Etat.GrandesEcolzsetespritdercrps,París,Minuit,p.428 l6.VerPierreBourdieu, y subsiguientes. 17. S o b r e e s r ep u n r o , c o mo so b r c e l co n ju n to d e lo s o b stá cu l ospara un anál i si sde l as estrategi as editoriales, ci Paul Dirkx, "Lcs obstaclcsi la rcchcrche sur les stratégieséditoriales", Ates de la socía/es,126-127, marz,>dc 1999, pp. 7A-74 rechercheen sciences
Una reuolución conseruad,ora en ta edición
reales(y respecto a los cuales es extremadamentedifícil recoger los datos necesariospara el análisis estadístico).rg El grado de autonomía dejado a la decisiónes difícil de medir, en Particuiar cuando se trata de filialesde grupos,y puede variar en el cu¡so del tiempo. por esra razón, estasfiliales han sido someridasa un examen detallado, por las casopor caso,apoyándoseen todas las info¡macionesProPorcionadas vistas en informantes, con entrevistas las fuenresdocumentalesdisponiblesy a determinar las que tienen una independenciaeditoriai real. Desde el año de referencia(1996), ope¡acionesfinancierasimportanteshan conmovido el mundo de la edición (la más imporrante de las cualesha sido ia absorción,en 1998, de Havas por ia compagnie Généraldes Eaux) y un cieito número de (por modificaciones han podldo aparecerpara cierras unidades editoriales ejenrplo, con ia creación en 1997, de Hachene Lirréra¡ures,la absorción de LOlivier por Le seuil y muchas tomas de parricipaciónminoritariasy mayo' ritarias,etc.). La dificulnd está duplicada por el hecho de que mientras más importante y compartimentada es una editorial, más tiende el dispositivo (al menos insritucional de decisión a ganaf en exrensióny en complejidad del cual seno en el aparente),hasta llegar a funcionar como un sub-campo, diferentes agentes(financieros, comerciales,literarios) se enfrentan con Pesos diferentes, que dependen -ellos mismos- de la posición de la unidad de decisión consideradaen el campo edirorial global (y que pueden variar en ei curso del tiempo, en función de los cambios de esta posición y también en Función del tipo de obra Puestaen discusión). Las unidades comp¡endidas son, la mayoría de las veces,sociedadesindependienteso filiales que disponen de un capital propio, que pueden estarconsiituid", bajo la forma de sociedadesaiiónimas (sA) o de sociedadesanónimas de responsabilidactlimitada (SAX.L) (para las unidades Pequeñaso medianas) (de o, in.l.rro, tener el estarurode sociedaden nombre colectivo, como Lanés (Complexe como Corti sociedadcomanditaria),como Lr Seuil (de atelier-librería), o zoé son soci€dadesextranieras francófonas que difunden amPliamente
v ari abl es al , c onj unto dc !a l 'g. l .a pobl aci ón c omprendi da es muy s emej antc ,para l as pri nc i pal es domi nac i ón de l os de l a A pc s ar IN S E E . el por dados i ndi c adores de l os a trav és profesi óntomada y s ob¡e todo medi os c úi i numc ¡os os c uenta que erl i c i ón, de l a el s ec ror
Estatuto jurídícoyfinanciero
en Francia, como Noir sur Blanc, sociedadsuiza reiresentadapor una librería y una pequeñaS,A'RLen Francia).Se ha hecho un tratamiento aParte,en ACM, e cinco unidades (puestascomo elemen¡ossuPlementarios),Hariequin (literatura popular rraducida);J'ai lu, que en 1995-1996 publicaba esencialmente
La variable estatuto jurídico se presenta en tres categorías:sociedad anónima (SA fn = 24]); sociedad de responsabilidad limitada (SARL [23]); otras (sociedadcomanditaria, sociedaden nombre colectivo, sociedadextrxnjera, etc. [n = 9]). El tamaño de la empresa-un índice impottante, cons¡ruido combinando el capital social, la cifra de negocios ,v,en menor medida, el número de diri-
libros de bolsiiio y que juega cierro roi en Ia actualidadcon algunasnovelasde primera edición; Pressede la ciré, marca del Groupe de la cité que, después de haber ciesaparecidotemporariamence,ha reaparecidoal año siguienre en el Payot y Fixot. seno del depanamenro Preses-Solar-Belfond, l"aífonr de la cual Bernard Fixot (Nouvelles Rober Editions Fixot-Laffont
gentes-, divide la población en 5 categorías,que son,"yendo de mayor a menor: n = 14; n = 12; n = 12;n = 8; n = 6; para4 empresasel lndice no ha
deviene el director general en 1993) apareceen el análisis,Por u¡la Parte' como grupo jurídico y financiero surgido de la fusión de Fixot y Laf{ont, y, por orra, bajo la f,:rrna de la marca Laffont que ha sido aislada y tratada
podido ser construido por falta de información. A estasdos variables se agrega el número de asalariados(5 categorías):de ( 14) ; de 10 a40 ( 11) ; de40a 100 ( 6) ; de ( 15) ; de4a9 1 a3 asal ariados
igualmente como elemento activo; la marca Fixot, que no publica sino ensaAsimismo, el grupo .yos, ha sido consen'ada como elemento suplementario. ha sido Payot-France, por de Rivages compra la de Rivages-Payor,surgido mezcladas rrarado en cuanro grupo, al escarlas dos sociedadesestrechamente
100 a 400 (5); par" 5 empresasestosdatos no han podido ser obtenidos. Lazos de dependenciafinancieros (en negro)
en el nivel de Ia distribución de las tareasediroriales,del capital y de la cifra de negocios,y la marca Rivagesha sido Pue.stacomo eiemen¡o activo y Payor como elemento suplementario'Las colecciones("LArpenteur", por ejemplo) no han sido aisladasde la unidad editora.¡e
(enroio, en los cliagramas 1 y 3)
o camercía¡es con otros editores
Una variable que toma en cuenta la participación de otros editores en el capital del editor ha sido construida con dos modalidades: hay un editor entre los accionistas(20); no hay editor entre los accionistas(36). Una variable que distribuye las unidades según los difusores (que a veces
":-
controlan una parte de su capital), ,ha sido construida en 7 categorías: H armoni a Mund ( 11) ; CDE ( 5) ; L. Seuil ( 11) ; Hachet t e ( 9) ; I nt er f o¡ um Dil (7); Otros: Ulysse + Belles Lettres (11); Flammaricn-Gallirnard (2).
La construcción de las características pertinentes2o Para construir el espaciode los editores,han sido comprendidasdieciséis variables,repartidasen cinco gruPos.
Peso sobre el mercado (en gris) 19. En Anexo, se enconrrará [a exposición detallada de las eleccionesefectuadaspara cada uno dc
Por no poder medir el éxito comercial a Partir de los tirajes medios, cifras que no son comunicadas,se ha intentado construir un índice aproximado del éxiro comerciala partir de las listasde Best-sellers(la de L'Expressy la de LiuresHebdn), tomando en cuenta el rango ocupado por ei editor en cada una de las
ios grupos. 20. El s u p l e m e n t o d e l n ú m e r o 2 1 6 ( 3 0 d e se p tie m b r ed e 1 996) de Li ures-H ebC oP resentaun t ot al de 1 . 0 0 2 e d i r o r c sf r a n có fo n o s,co n su fe ch a cie cr e a ció n,l os nombres de sus responsabl es, s us ef e c t i v o sr o r a l e s ,s u d i fu so r , su s e sp e cia lid a d eys e l n ú m cr o de títul os publ i cadospor año. S c j 9-6]6. r-... enc uen r r a n d a t o s a n á l o go se n e l ca tá lo g od e l sa lo n d u L ivr e , tomo 1, 1997, pp. informacioncs proporcionadas por estosdos documentos han sido completadasy a vecescorregidas s n la r e d d e In te rnet, por ej empl o, o a l a encuc por el r e c u r s o a l a s b a s e sd c d a r o s a cce sib le e anualesdel SNE han sido consultad:s' directa a los cditores mismos. I-aspublicacioncsy estadísticas v la c¿imerade comercio nos ha proporcionado datos estructuralesy biográficos.La Documentation s u b lica cio n e sg cn e r a le s,e sp e cia lmente,Jani ne C ardona y C hanral f ranga i s ep r o l ) o n e a l g r . r n a p Chifres cüs,París,La Documentarion frangaise,1996, pp. 59-70. l_acroix,liatistique:de la -lture.
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iistas publicadasdurante el año de referencia.El editor citado en primer iugar Para recibe 15 puntos; en el segundo lugar, i4 puntos; y así sucesivamente. han se Así, de las dos listas. el tomado promedio se ha ei índice consrruir (8); 100 distinguidocinco modalidades:0 citación (28); I a 1l (8); 14 a 100 a 300 (6); más de 400 (6). La ñrerza comefcial de las empresaspuede asirse también a travésde su aptitud Paraobtener, a travésde sus autores' un Premio
PierreBourdieu iiterario nacional: la variable "ha edindo un premio" ha sido consr¡uida a parti r d e s eis pr em ios co mú n me n te c o n s i d e ra d o sc o mo l os más i mporranres (Goncourt, Femina, Médicis, Interailié, grand prix du Roman de lAcadémie franpise y Renaudot), siguiendo dos modalidades:sí (13); no (43); esravariable ha sido completada por una variablecomplementaria:"ha editado a un miembro de jurado de un premio" con dos modalidades:sí (12); no (44). I a capacidad del editor para obtener ayudas ministeriales puede también contribuir a reforzarla fuerzacomercial de la empresa;por ranro, se ha construido un índice a parrir de la iista de los editores francesesque, desde 1993 a 1996, en el dominio literario, han sido beneficiariosde la ayuda a la traducción de la dirección del libro y de la lectura del Ministerio de la culrura, y a partir de la lisra de los edirores f¡ancesesque, de 1990 a 1997, en el dominio literario, han sido beneficiariosde la ayuda a la traducción de la Dirección General de Asuntos Culturales, Cienríficos y Técnicos del Ministerio de Asuntos Extranjeros; siendo establecidaslas dos listas según ei número de títulos subvencionados.A partir de estasdos cifras se ha creado una variable "ayuda de los ministerios" con cinco caregorías:0 KF (25); de 0,5 a 4 KF (16); de 4 a 8 KF (6); de 8 a 20 KF (5); más de 30 KF (4). Capital simbólico (en uerde) Puede evaluarsecon la ayuda de diferentes índices: la antigüedad, la localización, el prestigio del fondo editorial (capital simbólico acumulado) y el premio Nobel de Literatura. Se han distinguido cuatro períodos para construir la rariable "fecha de creación": de 1708-1945 (19);1946-1975 (Il);1976-1989 (17); 1990-1995 (9). El capital simbólico acumulado puede ser medido a partir de un índice construido partiendo de la lista de los aurores francesescontemporáneos proporcionada por J. Jurt,2r en la cual ios aurores están clasificadossegún el número de veces que son citados en un corpus de 28 ma¡:ualcs de historia lireraria, diccionariós o panoramas publicados desde la Seg'.rndaGuerra Mundial. En un primer momenro, se han relevado los 80 primeros autores (los que son citados más frecuenremente),luego se ha arribuido un punro a
21.J. Jun,M. Ebely U. Erzgrábe¡Franzósicbsprachige Gegenwarxliteratur IgIB-1986/87"Eine bilttiographische Bestansaufnahme del Originabexte Max Nicmeyer Yerlag, 1989.
und der deuucbcn Übersenurgeo, Ttibingen,
Una reuol¡Lción conseruad.ora en la edició¡¡
caciaeditor por texro pubiicado.Así, la variable"fndice Jurt" fue resgrtjl).i¿ 3 ( 44) ' i00 a 350 ( 7) I 'm ás de 350 ( 5) ' en tres categorí as: del número de a La variable "Nobel francés" ha sido construida Partir obrasdel edi torpr oducidaspor laur eadosf r ancesesconelPr em ioir ] obcl ( 10) ' no ( 46) ' desde 1930, con dos m odalidades:sí el 5"' 6" o 7" :nondissement La sedede la empresapuede ser situada:en riue droit (9); en de Pa¡ís (29); otros nrro,r,li,"*'m de la riue gauchel4); provincia (9) o en el e;ttraniero(5)' (en azul) Importancia de Laliteratura extraniera S ehaconst r uidounavar iableqLler ePr esent aelpor cent ajedet í t uiost r ade 1 a 5o7o(11)' de 5 ducidos con relaciónal conjunto de titulos pub'licados: ( 19) ; par a dos edit or eslas a 70o/o(12), de lO a 25o/ c( 16) y m ás de 25o/ o inforrnacionesno han podido ser obtenidas' que relevarnáscapitai La variable"h" .dir"io un premio Nobel extran.iero"' sí (14); no (42)' financieroque capiral simbólilo, tiene dos mocialidades: es reveladorade la ubicaLa lengua dominante tradt¡cida Por un editor se ha construido una variable ción cle este editor en el sector de !a edición. quepermi tesi tuar 'I aubicacióndelasdif ¡ : r ent eslenguasenlat nuest r adelos de G I a G 10' a partir dc los editores.Se han creado diez grupos de lenguas de información' Sobre la basede una 50 editorespara los .,,"1"' 'J dkponít se ha podido consrituir estadísticade ias afinidadeslingüísticasy geográficas' langue?")'en el cual nos hemos un cuadro (titulado: "Est-ce qJil publit une apoyadoP aracr ea¡ , , , , t t '"'i"blt "iengua'conseism odalidades: inglésyr ar as (16)' inglés y euioPeo (7)' no(5), sólo ingiés (9), inglés y euroPeo + otras (2)' inglés + otá, (9), alguna lengua (8), sin respuesta análisisde han sido anaiizadoscon la ayuda del Los datos pr...dln"' úariante del ACM' que permite pocorrespondenciasmúitiples dspecífico' Los diagramas cucstionesactivas'22 ner como suplementariasmodalidadesde
a lo esencial' dc un '22. No se presentará aquí sino una primera lectura' provisoria y reducida anál i si sdcl ascor res pondenc i "s múIti pl e,' quc has i doc onduc i doenunpri r,rertrl omc ntoc on y una luego dc una rccolección más sistemática Salah Bouhedja y cn tln segundo rno*""'o' resultados cuyos v ll.ouanet, Hcnry y Brigirre Lr Roux codificación más precisa d. io, d"¡or, con ncccsaric,. con todo el instrumen¡al mctodológico posteriormente, publicados serán completos raisonnéc oeure cn misc une liancc, en L'Edition littérdite Ver p Bourclieu, n. u no"* y u. Rouanet, de I'ana/7segéométrique dts données'en preparación'
?.35
siguientespresent i cl espaciode las 59 moclalidadesactivasen el piano de los dos primeros ejes (diagrama 1) y en el plano de los ejes I y 3 (diagrama 3), y el espaciode los 56 editoresactivosen estosmismos planos (diagramas 2y 4), para la codificación de los datos,se ha utilizado el programa SPSS8.0 lF y el progra¡naADDAD 97L821 para la exploraciónposfacrorial,el programa EyeLID 2.0.24F.n los diagrarrras1 y 3, están en caracterespequeños las moclalidadesque tienen una débil con¡ribución á uno y otro eje del diagrama; en ios diagramas2 y 4, están en caracterespequeñosios editores cuya cali
l a s más pequeñas y l as más rccientes, Chambon, Climats o Zoé, quienes, poco provistos de recursos e co n ó mic os y c as i c o m p l e ta me n te d e s p o s e ídos de capi tal si mból i co institttcio¡zalnlente reconocido,no acceden prácticamente nunca a las listas de best-sellers(las posicionesinter¡nediasson ocupadasg9r editorialesque posee¡runa u o.ra de las propiedadesque condicionan el accesoa las posici o n e sdom inant es ,co m o i a p a rti c i p a c i ó ¡re n l o s j uradosde l os premi os o l a cb te n c ión de pr em io s n a c i o n a l e s ). (CJA), Se puede, con la ayuda de la clasificaciónjerárquica ascendenter5 d i sti n g uir una pr im er a c l a s ed e 7 e d i to re s ,L e S e u i l ,Gal l i mard, Fl ammarron, Grasset, lr4inuit, Albin Michel y Laffont (en rojo sobre los diagramas2 v 1l), que se oponen a rodos ios otros por su estatuto de sociedad anónima íco n e xc epc iénde Lc Sc u i [), s u i c c h a d e c rc a c i ó nanteri ora 1946,1amagni tucl .le su personal-superior a 100 asalariados(salvopara Grassetín = 701v d e i m p o rra n c i a (i g ual a 5, sai vo para Grasser Mi n rri t ln = 11] ) - , s u ín < j .i c e
23. A DD ; ' .
i . A . s o c i r c i ó np a r a cl d e sa r r o llov la d ifu sió n d e l a n ál i si sde l os datos), 151 l ¡oul eva¡d
de I 'FI óp i r a i , 7 5 0 1 3 P a r i s. 24. Y er J . h f . B c ¡ n a r c i ,R . B¡ ld - vv Ile n r y fto u a n e t ( 1 9 8 8 ) , "T h c Lanquagefor i nrerrogati ngdata I -if )" , en : F - .i l i t l : ; ' t b a j o l a d ir ccció n d c) , Da ta An a /lsisa n d In forntati a V , pp. 461-468, E l sevi cr (Nort h H o l ! : r n d ) . )1. Sobrc Ia clasificacirjn euclirliana, i,er. por c.jcr-npio,Henry Rouanct y Brigitte Leroux, Anali,se rlts donéesni:tltitlincn,ir,,tnelles, Pzrís,Dunod, 1993, p. 120.
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a y Mi nui t), su tasa Ce t í t r - r losr r aducidosinf er ior a 10, el lr lont o super ior (salvo para Albin lvlichel 30 KF d.elas ayudaspara la traducción que reciben y KF] ) , su capit al sim bólico Laf f onr [ 15 [17 K F], Fl amm ar ion t 26 I ( FI (superior a 350 para 5 de ellos, nulo para Albin Michel e igual a 727 para Laffonr), el hecho de que han publicado al menos un premio Nobel Francés (con excepción de Laffonr y de Le seuii), al menos un prernio Nobel ex(Femina, Goncourt, tranjero y un laureadocon uno de los premios nacionales erc.), así como un miembro de jurado de uno de estos premios, un índice eievado (supede éxito comercial (presenciaen la lisra de los b,est-sellers) de ri or a 400, salvo Flam m anon [ 200] y M inuit [ 60] , f or que' e Par t e a Grassety cl e Laf f onr , no t ienen edir or es ent r e sus accionist as,Por que' occidenparte de Minuit, traducen del inglés y de las lenguas de Europa 6" i.l y porqr-r.,por último, esránsituadasen París,5 de las cualesen el 5", o 7" arrondissement). En el interior de la clasecomplementaria, mayoritariamente comPuesta asalapor pequeñas SARL, creadasdespuésde 1946, que cuentan pocos tocadas ,i"do. (menos de l0), poco dotadas de capital simbólico y Poco pemás (en las negro) de por el éxito comercial, se puede aislar la clase q,r.n" , edi tor iales ( n = 19) : Age d'hom m e, Cham bon' Cham pvailon' Ombre' óli-"rr, Complexe, Des Femmes' Ham¡ Nadeau, Noir sur Blanc' fait' Picquier, Jean-Michel Place, Présenceafricaine, Sahy, Le Temps qu'il responsabilide V.rái.r, Virag, Zoé y Ztlma. Son sociedadesanónimas y no cl ad l i mi tada, m ás bien sit uadas en pr ovincia o en el ext r anjer o, est r at egias sus no obt ienen pr em ios y fi guran en l as- list asde best - seller s, una edi tori al es se dist inguen Par t icular m ent een m at er ia de t r aducción: sólo del traduce mirad de eilas (n = !) no rraducen del inglés y ninguna com o i ngl és. (E sra clase de las pequeñas edit or iales t iené en sí m ism a casas par isienses t odo a una clase com Puest asobr e Por .oLpl .-..,tari a que cuentan más de de 1946, después fundadas verde], [.,', grir, azr,l y y que publican SARL 10 asal ari ados,de m ediana im por t ancia' la m it ad casi todas tra duccionesdel inglés') con'unEstos pequeñoseditores novatos' aunque Pesanmuy paco en el sus iustificato del juego, le proporcionan, sin embargo, su razón de ser' *y unc, de ios eilo, son, Por ci ones de exist i¡ y su "pundonor espir it ual" est án de alguna pri nci pi os de su t r ansf or m ación- . Pobr esy desposeí dos, y prcciama profesa que manera condenadosal resperoa las normas oficiales editorial del todo el universo. como dice la responsablede una pequeña medios' ljno es sur de Francia: "uno no nuede dar un golpe, no tiene los
237
,' llottr Llit' tt
vi rtu o s o por obliga c i ó n " " 2Yt' c x p re s ad e u n a m a n eraparri cul arnl cnreej emp i a r i a v is ión < iei r n u n d o y l a s e s tra te g i a d s e todos l os pequeñosecl i .ores co n denadosa la v ir tu d l i te ra ri a :p a ra s o b re v i v i re n un medi o edi tori al que "d e i s ia" , int ent a de s c u b ri ra u to re sq u e c o n v e n gan" con l o que espera [e11a] la] iireratura", desconfía lde de los informes
26. Con t r a r i a m e n t c a l a s rcg le sq u c scg tr im c.is h a b ir u a lm cn r een l a publ i caci ón de exrractosde ent rev is t a s ,h e m o s d e b i d o r cn u n ci¿ r a ccin tin t¡ a rca d a cn tr e vi sracon l as caracterís¡i cas de su aut or, lo q u e h a b r í a t e n i d o p o r e fccto p cr m ir ir su id e n tifica ción.
Una reuolución canseruadora en Ia ediciótt
a ia potencia comercial y a los rriunfos cficaz, con la ¡ed de rePresentantes, editoriales') publicitarios de las grandes Con rodo rigor, r.lnanálisisdel campo editorial deberíatomar en cuentx a agentesque, aunque no tengan estatutooficial, intervieneneficazmenteen el funcionamienrode esrecampo a travésde su poder de consagraciónI' de la influencia que ejercen sobre la ci¡culación de los libros, en tanto qve taste mabersison los críticos influ;,'entesque están frecuenremente "atados" a editoriales(una de ias tradicionesrecientesdel medio, que consisteen confiar a toda crítica de cuaiquier autoridad, la dirección de una colección o una responsabilidaden las institucioneseditoriales,como los comités de lectura) o, por último, las "personaiidades",doracos de un gran peso en el "medio", como las que derallaba un arrículo recienre áel Magazine linéraire, que, slendo una propiedad de Grasset,esrá particularmente en una buena posición para describir las ¡edes de poder, de las cuales Grassetes una pieza maestra' Ai lado de editorescomo YvesBerger,Claude cherki, claude Durand, clivier cohen, Jean-claudeFasquelle,FrancisEsménard,charles-Henri Flammarion, Bernard Fixor, Anroine Gallimard, Jeróme Lindon, olivier orban o JeanMarc Roberts, se registranallí personajesdotados dei poder de promoción que da una tribuna en la teievisión,talescomo Guillaume Durand o Bernard Pivot; un esraruroTeriodístico-editorial, como Jean-Paul Enthoven, direc¡or edirorial de Grasset, consejero de la
Generai[N. dclT.]. 27.Presidente-Direstor Loc.Cit' 28.A. Liebaert,
de capitai, aun cuando detentan un cierto capital simbólico bajo la fbrma de la estima o de ia adrniración de algunos "descubridores",críticos y escritores de vanguardia,libreros ilustradosy lectoresinformados. Este capital simt¡ólico en estado naciente es casi imposible de asir a t¡avés de los indicadores disponiblcs:en eFecto,no se acumula sino muy lentamente,a la manera de lo que se llarna cl "fond.r', verdaderariquezadel editor, formado por todo el conjunro de los eserituresde /arga duración; y los signos de consagración especificos,camo el prcmio Nobel o el srarusde "clásico', concedido por el reeoqercimientc.univcrsiário, no pueden llegar sino al té¡mino del *abajo de
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ch c ti e m po. 3l *cgunclo eje (diagramas 1 y 2) distingue las editoriales según la estntct*78 di ts rc?;ta!, es decir, según el peso.relativo de su capital financiero (así eomo de su fuerza comercial) y del capital simbólico que deben a su pasado r$ifittc a c su actiuidzd presente(por oposición al que han acumulado desde el origen y que mide el índice).2' Sobre este segundo eje, los editores se distri-
Icrlr,,lr lr r, rr;r 1,,,1,.rr,L,r I l¡ trl trLtl,r¡nlJ:crrrir\!,lrtl I r.i¡r!!. | ".rlru.rr';,r Irrdu.rdor ". d. tí1u1,)\ l-cn¡uastraducttirts un llttrr. \oh.l ¡:\tr¡n¡crr) lll €ditilLlo
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buyen según el grado y la forma de la dependenciaen la cual se encuentran, tanto desde el punto de vista financiero como desde el punto de vista de ia
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mente comerciales,se oponen a todos los otros, es decir, por un lad"o,a ios grandes edirores consagradossegún toda,slas relaciones,y, por el ctro, a los pequeños editores desposeídos,entre los cuales el ojo sagazde los "descubri-
A .10-100 asalariados
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gran pasado).Resueltamenteinclinados hacia fines más o menos exclusiva-
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dores" es el único capaz de discernir entre aquellos que, al final, se orientarán hacia el polo de la literatura de fuerte capitai simbólico -asociado más o
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en el plano de ios ejes 1-2 (.59modali.ladesactivasJ. Diagrama l: espaciode las propiedacles
29. Se ha podido verificar que, para estaseditoriales,[o esencialde los índicesdel capiral económico
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pequc ño se d i t o r e sr e c i e n t essin te n e r- - co m o e llo s- la e stim ay e l respetodel pequeño medi o dc l os
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publicaciones.Así las viejas editoriaies medianas, la mayoría de ias vecesde-
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a las filiales de grandes grupos que dependen de otras instancias u organismos (Centre de diffusion de l'édition, Hachette) para la difusión de sus
en cuenta solamentc a los autores reconocidos publicados desde1945, se situa¡ían al lado de los
a lriglis ¡ f:urop.
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distribución: las editoriales independientes,grandeso pequeñas,se oponen
que s e d e t i e n e ne n l 9 B 7 ) f ue a cu m u la d o a n te sd e la Se g u n d aGu erra Mundi al , y que, .sise rcmaba
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eenverriénqse r$ rcaiizado por los es^ritores mismos, asistidos por todo su mu€ntolng de'dcceubridores", I9ue, en cuanto tal, toma necesariamente
c ens ado s( e s p e c i a l m e n t ee n la s lista sq u e h a n se r vid o d e b a sea l a construcci óndel l ndi ce Jurr y
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2.O
Diagrama3: espaciode laspropiedades en el plano de los e,ies1-3 (59 modalidaderactivas).
menos rápidamenteal capital comercialc, re el caPitalsimbólico termina Por procurar, especialmentecuando el sistemá de enseñanzatoma el relevo- y aquellos que se contentarán con crecer económicamente' Por estrategiasmás
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o menos abiertamentecomerciales. Así, siendo en su mayo ría fliales de grandes grupos (cuentan frecuentemente con un editor entre sus accionistas),estasemPresas-que están también bien ubicadasdesdeel punto de vista del capital económico- tienen, por la (a debilidad de su capital simbólico, una estructura de capital disimétrica que eje, d-el primer diferencia de las empresassituadasen los dos extremos son homogéneas desde el punto de vista de las dos especiesde capitai). La
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división en cuatro clasespermite aisl¡r una clase comPuesta por Actes Sud, Belfond, Calmann-Léry, De Fallois, DenoéI, Fayard, Lattés, Plon, POL, Rivages,Stock -en vefde: que incluyen en lo esencialfiliales con el estatuto de sociedadanónima, fundadasantes de 1990, que cuentan entre 10 y 100
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asalariados,de mediana importancia y que han obtenido muchos éxitos de best-sellers,esra clase corresPondede manera muy cercana al gruPo de empresassituadas en lo bajo del diagrama-. como encumbradasPor un Pasado prertigioso, ellas son, según la exPresión de un entendido' "el Punto débil"
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d. l" prodrrcción editorial ¡ si tienen, como dice otro, "bellos restos" -Por "Feux croisés",coiecejemplo para Plon, las colecciones"Terre humaine"y ción de literatura extraniera anrigua y presrigiosa-:,Producen ya sea una literatura sin originalidad, ya seauna lirerarura comercial que no puede vivirse y brindarse corlro una forma de innovación sino graciasa la allodnxia. En cuanro al tercer eje, él pareceoponer, principalmenrc; los editoresque no publican traducción o publican poco -y sobretodo de pequeñaslenguasraras-, y y los que -más someridos a las coaccionesdel mercado-, tfaducen mucho, sobre todo del inglés;es decir, de la lireraturacomercial con éxito más o menos garailtizado(diagramas3Y 4).
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Diagrama 1+:espaciode los Í6 editoresen el plano de los ejes l-3, distinguidossegúnsu pertenenciaa las clasesde la CJA.
Posiciones Y tomas de Posición a las La autonom í adel disposit ivoinst it ucionalde decisión,con r elación rccoaccionesestructuralesejercidaspor el campo, pareceextremadamenre ias tomas de ducida. Al punto tal que uno Podría tener el sentimientode que editoriales,se ded'rcende las posicionesocuposición, ., d..i, las estrategias las coaccionesquc p"d", .n el espacioedirorial. En efecto,es indiscuribleque posiciones ocuPan están inscritasen la posición orienran a las editorialesque
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Utm rcuolttciti¡t cottselurtcluraen la eil:
Pierre Bo¿trdiet¿
vecinas hacia poiíticas editoriales bastante semejanres(en mareria de traducción, por ejempio) e, incluso, al menos en el polo dominado dei campo, hacia soiidaridadescompletamente reales.Sin embargo, el efecto de esras coaccionesestámediatizadopor las disposicionesde los agentesque onenran la percepciónque ellos pueden tener de ias posibllidadesinscritasen cl campo en su conjunto y en su posicién parricular,la representación que pueden hacersedel espaciode los posiblesque les es ofrecidoy del ma¡gen de maniobra que la est¡uctura cle las posibilidades ob.ierivasdeja a sus iniciarivas. Por estarazón,se habría querido poder incluir en el sisremade los factores explicativos las propiedadesdistinrivas de los editores, es decii a Ia vez de las características oLrjetivas-rales como ei origen social, el capital escolary la
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de ia econocomercialesy la indiferenciaheroicae insensataa ias necesidades con ci astlntos tlenen los que de todos mía-. La coritpetenciadel editor -y l i brc, en cu" rl quierf unción que scí r -csr , if or m adapor dos par t esant í r got lisixs las xpr ir udespr o¡ r iem ent e 1' por l a apti ru d pa13; 1., ciar lasar m oniosam ent e, del que sabe lirerariasdcl que sabe"ieer", y ias aptituclestécnico-comerciales "conrar". El ediroLen su definición iclcalde¡:eríaser,a la vez, un especulador y un cont ador r igur osc, i nspi raci o,di spuest oa las apuest asm ás ar r iesgadas, i ncl uso,rn poc o paisim onioso.De hechc, sugúnsu posiciónen la est r uct ur a del campo *es decir,grossontodo,en la esrrucrurade ia distribución del crpirai económico y del capital simbólico-, y segírnias disposicionesligadasa su
trayectoriasocial-, y de rasgos,sin duda más diFícilesde definir, como las disposicioneséticas,la competenciaespecífica,ranro literaria como récnicay
po:;i ci ón v a i a t r ayect or iaque alií la ha concucido, cl edir or , hom br e de neqociossumido -como el venCedorde cuadros- en la economíaanti-económica del arre puro, propenderáhecia uno u otro poio, y realizaráuna combi-
comercial, tantas informaciones que, como muchos observadoreshan podido convencerse,están protegidas por una barre¡a de secreto pa¡ricularmente
naci ó¡ más o m enos exit osade esosdos sent im ient ost an ir r econciliables, soci oi ógi can- ienrcon] c, o el agua y e, lf uego,el am or pur , : del ar t e; 'cl : m or
temible. Sin embargo, se puede establecer,sobre la base de un análisisdocumental y de una encuesraernográfica,que exisreuna correspondcnciafuerre
rnercenari oci ei cliner o. r ' Todas las fomas de doble concie¡rciay <1eclobleiucgo serán Puestaserl práctica por uno u otro o por el t'nismo en diferentes¡notnentos,desde las " l ocuras" económ icasdcst inadasa ser vir de coar t adaa ia polí t ica cdit r 'r iai más mercantil del editor comercial, hasta la sumisién a las nccesidadesdcl
entre las característicasdel editor y las característicasde su editorial, y comprender ia lógica según la cual se esrablece:las pequeñasedirorialesrienen más posibilidades de ser dirigidas por editores un ranro más jóvenes y mujeres, de origen social relativamenteelevado, dorados de una fuerte cultura literaria ¡ sobre todo, muy investidos -inrelectual y afectivamenre-en su oficio; las grandes editoriales tienen más posibilidaciesde ser concedidas,ya sea a herederos,ya sea a técnicos, formados en el trabajo, o legitimados por títulos escolaresraros. Mientras que, del lado de los recién llegados,la posición tiene mrís posibilidades de haber sido hecha por el que la ocupa, y a su imagen, del lado de los editores más antiguamenre esrablecidos,la mayoría de las veces ella habrá producido a su ocupanre, por las vías de la herencia (hay muchos herederos,hijos, hijas, sobrinos o sobrinas,en la profesión) o de la cooptación que tiene ambién por efecro dar a una editorial un"chef dz maison"a su imagen.' Pero, otro principio de diferenciación,independientedel precedente,es la competencia específica,que es la condición del éxiro o del fracaso en la profesión: por el hecho de que el lib'ro, objeto de doble faz, económica y simbólica, es a la vez mercancía y significación, el ediror es también sn per-
mercado y a las costumbresme¡cenariasdel editor "Puro" siempredispuesto a legitimar sus compromctimientos por la invocación dc las audaciasiiteracom o posiblcs. ri as que sou consiJcr edas hcroicos, En u¡ se¡tido, es en el debut, en los comienzosi¡eccsariamente así. clcrciii¡r una se tiene no que la elecciónes más fácil, porque;finalmente, "uno otllies virtu¡lst.rPor Según la frase de un editor de vanguardiaI'a cindo, de libros extranjeros.Según gación". Esto se ve bien en materia de rradr.rcciones un agenreliterario, "los libros un poco'cheap"ur1poco baratos,un poco dirigidos al gran público, o incluso nluy dirigidos al gran público, son mrry caros' porqlle ei mur.rdoentcro se los ciispute,Porque son éxitos mundiales' Iin canrbuenos autoresque, Potencialmente, bio, us¡ed tiene buenas novelaso de r-r-ruy no tienen una venta prevista muy importante' Pero que tienen calidad' Y esos libros son tomados frecuentementepor pequeñaseriitorialesPor su calidad' (...) El cosrado financiero, cconómico, comercisl dc la cosa no es e! primer
sonajedoble, que debe saber conciliar el arre y el dinero, el amor a la lirerarura y la búsqueda del beneficio, en estrategiasque se si¡úan de alguna manera
análisisde 30. Sobre el m¿rch¿nd de ane, del cual cl editor es un caso particular, pr:drán lccrsc los l',art' P¡rís, L-e dt Rig/es Les Bouri.licu, cn: Picrrc la figura de Arnoux, el personaje 1'laubcr¡iano,
entre ios dos extremos -la sumisión realista o cínica a las consideraciones
S cui i ,pp.239v10l
(' l rad.c s p' : Las regl as ¿l el arte,B arc c l one,A ¡raqraml1991)' ,
elementode la elección.(...) Aún cuando quisieran-creo que en prin .r ir,rgar esteno es su deseo,su dirección-, pero aún cuando quisieran,no seríahcapa, ces,habida cuenta de las sumas que hav que poner sobre la mesa para adc¡uirir los derechosde John Grisham, de Stephen King o de genre como esa, no estaríanen condicionesde enfrentar una competenciasemejanre,porque no tienen el medio para hacerlo.Pues,frccuenremenre' se abocana los libros de calidad". Esrádicho, se ve, que, aun cuando quisierann. podrían, y también quc, de todos nlodos,no quieren,porqueno esraríancn la posiciónque ocupan y donde ellos se han puesto, si no ruvician las ctisposiciones necestriaspara ocuparla, las uirtudesnecesariaspara acepraren ellas las necesidades(el mismo observadorseírala,por ejemplo, Que "son frecuenres,por orra par-e, mujeres fnombra a viviane Ham¡ JoélleLosfeld o JacquelinechamL'onJ que tienen este género de ediroriales,que son ve¡daderaseditoriales". Las cosasson también relativamenresimples en la otra punta del espectro, para los editorespura y simplemente"comerciales",cuyo sírr,boloes hoy Rerna¡dFixor,PDG de la filial del Groupedi la cit¿, NouvellesÉdi¡ion, Roberr Laffont-Fixor-Seghers,que, al asumir sin compiejos su oficio de pub/isher,como éi dice,declarasin rodeosla verdadeconómicade la profesiónde editor: originario de un medio muv alejadode la cukura y de la lireraturay ad'enedizo en la cima de un gran grupo, luego de haberrecorridotodos los gradosde la jerarquía en el sectormás propiamentecomercial(ha sido, sucesivamenre, reposlroren Ga[imard, vendedo¡en Hachetre,rep¡esenrante en Garnier,direcrorcomercial cn Gallimard, antesde fundar su propia editorial),mal inregradoen el mundo ediroriai (ha dejado el 6" anondissementpor ia riue droit,lugar de ios negocios), que lo mi¡a de arribao lo rraracomo un modelo negativo,estáinclinado a una suerrcde popu/ismoliterario cruzad,ocon an¡i-intelecrualismoque lo lleva a dirigirseprioritariamente(y con una cier¡asince¡idad)al púbiico más .¡asro,comprornetiéndose en la gesriónde 1oque consideracomo un come¡ciocol¡o cualquiera, con métodosde director de marketing de una empresaordinaria y poniendo al serviciode la búsquedadel máximo beneficic rodas ias récnicasde gestióny de comercialización disponibles-marketing, publicidad,bajo precio, etc.-. Aunque esréobligadoa haceraigunasconcesiones a ios valoresdel medio
derechosen el extranjeroj' y se comPrometeen la carrel'aa los grandesLrcstsellersinternacionales. Este ediror de primera generación,formado en ei trabaio, "vendedorsin estados de alma', que domina perfectatnenteel aspectocomercialde la empresa como un profesional,no puede edirorial, y plenamentejusdficecloPara Pensarse imporrante, propiamente iiterauna dimensión en no aparecercomo alnputado ria, en una estrategiaespecíficamenteeditorial. Desde el punto de I'ista de un agenreliterario "a la antigua', sin ninguna ducia él for¡na partc de "esagente que es -€nrre comillas-'/xmAteur''.hay un grupo de edirores,de dueños de casas editoriales que, diría, sin se¡ atra vez demasiado malvado, sbn casi anallábetos; son los editoresque no sabcn leet lo que es el 'ABC', nle Parece,del editor. En cambio, sabenconrar.No sabenleer,pero sabencontar (...). Paramí es un Poquito dificil ver pasarIa edición a las manos de gente qlle (...) no arnan verdaderagna empresa menre los libros, que habrían sido ta¡nbién buenos Patronos de "ese cuando con sistema que farmacéutica'. Y el límite extremo es alcanzado frecuentemente manos de están en las editoriales las Unidos, Esados viene de los grupos que no tienen nada que ver con la edición, es decir, bancos,sociedades petroleras,compañíasgeneralesde electricidad"' que, por la evolución,por su edirorial y por ¿y qué decir de esosherederos conlel campo edi r or ial en su conjunt o, pucden encont r ar scen est r at egias pletamente vecinas a las de los ilegados tardíamente más desprovistosdc i'educación literaria'? De hecho, aunque los riesgoscorridos sean infinitamenre menos importantes para una gran editoriai que para una pequeíla,las consideracioneicomercialesse imponer\ también, en lo sucesivo,a travi'sdc del marketing y los cont"dores,a llr los técnicosfinancieros,los especialistas mismas editorialesantiguas,como Gallimard, que están obligadasa t'n¡r;ir "Gailimard clue -;ciltirrr en la carreradel dinero, es decir, de los best-sellers: Ir';ri' decir?- ha aprovechadobien su estatutode reina Victoria de la cdicif l .lt ti cesa-eilos han sido los primeros, los más grandes,los más conoclJ.,'
transexuales, erc.),novelasde kiosco,e historiassensacionalistas adecuadas para
i': en el ex trenj ero:Ld r?i N l ttde¡ b¿ndi t¡[2[¡¡¡' ¡ 3i ' ¡¡:r: 31. B ernard Fi xc ¡ v ende s us bes r-s el l ers c:;'"" cj;m¡'l':r*' dc vendidt¡ ¡nilloncs naf lbl'rabría i,4 600.000 ejernplaresenJapón;Jamdissans c i e:us l ¡i ' :":; i ::' años despuésde su apari c i ón,todas l as edi c i ones s, i n detel l ar.P arahac c rh:l l l ar ha prtc l ttr ¿ l ' i i :r:j :j e: críti cos l i te¡ari o s-que l os i gnoran, en todos l os s enti dosdc l térmi no-, ;oc i al J * i qrrc J : ;"' r' -:: c api tel y dtl s i mból i c o del c api tal estrategi aque de be rr.,pi i ,l " ".,s ".,c i e i \tj !.i :Ii : :r' ,1é c i rl i ntrc que ac c i ón de medi os i )uc J s ai ".a", gr"nda, edi tori al es ,rec urri endo a t¡r' r' * r' r r' ' : publ i ci dadbi ena pufl rada(porej empl o,unaprepubl i c ac i ónenunrrc v i s tafc mc ni ng.J
procurar grandesbeneficiospor la ventadirecrao a travésde las cesionesde los
masi vae¡rE uropal ,trnai nv i tac i énl s ac réeS oi réec l ' eJ e.rn-l ,i c rr.:l ..,rtc ¿ul t.
manifustandosu solicitud a favor deJulliard, anexadoen 199r, y la colección "Pavillons",v creando,paraenmendarse,dos colecciones, "Bleu noir" y "Rideau rouge", multiplica los "golpes"come¡cialestalescomo la pubircaciónde "restimonios chocs"(historiasde rapto, de violación, de incesto, cesrimoniosde
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Pierre Rourtliau
durante muy mucho tiempo- (...) prr" poder, ho¡ seguir el moextran.¡ero vi mi e nt o, es r ar s ie m p re e n l a c a b e z ad e l p e l o tó n (...) ti enen necesi dadde publicar también cosasque se vs¡clsn bie', y ei lado poprrlar rctrasado1o tiene aún cuando iracundo". De hecho, se puede intenrar dar razónde io que se podría llamar el "esril o " d e una edit or ia l , re s u l ta n ted e l h a b i tu s d e l edi ror y de l as coacci ones inscritasen la posición de su editorial, que se revelaen su carálogo,reconstruyendo, como para una personasingular -un escriroro artisra,por eJemplo-, la fiínnula generado¡¿de sus elecciones.Así, Gallimard tiene conductas d e n o ble en dec ade n c i aq u e q u i e re rc re n e ry rn a n renL.r sl i rango si rr rebaj arse, realizandolas adaptacionesy los ajustesnecesariospor la elecciónde entrar en la carrera de los best-sellersinternacionales.Asocia hábiies estrategiasde modernización atemperada, que le permiterr, como frecuenrementea los dominantes, tener los beneficiosde una eleccióny de su conrraria,en algunas audaciasy algu.nosdescubrimienrosde coartada planreadosen los pequeños dominios iingüí.sticos,y en una gesrión c/¡ic del fondo, a rravésde todas ias coleccionesde bolsiiio, para adultos y parajóvenes,las reediciones, acompañadasde un remozamiento reducido, la mayoría de ias veces,a un ca mb io de m aquet a . El me,foríndice de la correspondenciaenrre la esrruciurade las posiciones y la estructura de las tomas de posición32es,sin duda, el hecho de que el incremen¡o del capital literario de una editorial se acompaia casi inevirabiemente de un reforzamiento del peso de los objerivos y de los crirerios comerciales, no pudiendo quizás los responsables,en el mejor de los casos,sino retardar el destino, aminorando el deslizarnientohacia ei poio comeróial. Así, las estrategiasde una edirorial de vanguardiaen vías de consagración,
32. Paraverificar la correspondenciaentre el espaciode las posicionesy el espaciode las romas de posición, hemos censadó 537 textos de 110 au¡ores publicados por editorcs comprcndidos en nuestro estudio, quienes han sido traducidos al francésentre julio de I 991 v julio de I 996 y renido en cuenta, para czda uno de los títulos, las variables siguienres:género (novela, novela corra, relat o. c u c n t o ) , c d i t o r d c o r ig e n y d e lle g a d a ,le n g u a d e o r ig en (para el i ngl és se ha di sri ngui do ent re " i n g l é s " y " a m e r i c a no ") ,n o m b r e d e l ¡ r a d u cr o r ,n o m b r e v scxodel auror,año de apari ci ónde la edic i ó n o r i g i n a l , d e l a t r a d u cció n fr a n ce sa( 1 9 9 1 o 19 9 6 ) , jui ci os de l a c¡íri ca,preci o, n úmero de páginas, número total de los autores extranjeros por el ediror de referencia,númer<¡de autores
{Jna reuolución conserttadora en Ia edición
como Minuit, toman un relieve completamenteexcePcionalcuando se las resitúa en ei conjunto del campo editorial: las estrategiasde resistenciafundadasen un aristocratismoascéticole han permttido conservarseen la ausencia de éxito de los comienzosy conrra el éxiro posterior;y le otorganvalor por ser percibidascomo libres de los compromisosy comPrometimientosde la economía editorial;33ellas se oponen, a la vez, y casi tanto, Por un lado, a las estrategiasde las pequeñaseditorialesde vanguardia-reciencementeentradas en el campo-, y, por otro lado, a las estrategiasde las grandes ediroriales anriguas como Gallimard, que, canonizadasde iarga data, canonizan autofes académicos-al perpetuar las formas literarias más tradicionales-' o jóvenes autores -espontáneamente ajustados a modelos antiguos o bastante pocc informados de las evoiucionesliterarias, PaÍa ligar todavía a la vieja editorial una idea de vanguardismo-. La consagraciónque es ororgadaa muchos de los descubridoresde la primera hora (samuei Beckerry claude Simon, especialmente) y al grupo de autores constiruidos como "nueva novela", ranto por el efecto de la cubierta Común como Por la acción de promoción simbólica conducida por Alain Robbe-Grillet, no puede sino reforzar el capital simbólico de la editorial misma, e incrementar el poder de atracción que ella ejerce sobre la fracción más cukivada dei púbiico (como lo atestiguan las curvas de ventas), f.también sobre los autores Poten€iaies:estos pueden set' en parre, conrinuadores que, por el acostumbramiento del público, obtienen así un éxito relativo; y, una vez que llega el pleno reconocimien¡o colectivo, algunos de los úkimos llegados pueden beneficiarsede ia indulgencia que Ia editorial les otorga, víctima paradójica de su preocupación por escaParal envejecimienrosocial, aunque no iean necesariamentepol comPleto rePresentativosde la línea original o aunque, más sutilmente, Produzcan variantes a¡enuadaso suavizadasde las rupturas de los comienzos (a vecesgalardonadas, por esta razón, con los más triviales fie los premios nacionales).Se puede pregunrar si la pequeña editorial llegada a la cu¡nbre de la consagreción, podrá perseveraren la combinación de extrema audacia y de extrema conten.iOrr, q,r. le ha permitido permanecer hasta ese momento en la clase de las pequeñas empresaspara los índices económicos -un número de a¡alariados muy restringido, una exclusión ostentatoriadel marketing y de le publicire€h¿zoPor dad, un número de títulos publicados relativamente débiies' un
que t ien e n l a m i s m a l e n g u a d e o r ig cn n a cio n a l. L a in m e n sid ¡d de l as i nvesri gaci oncs neccsari as
delasFlicione*deMinuit"fide¡ q su 33.tvfichel Deguy,op.cit.,p. 18:"Con la únicacxcepción
para lle v a r l a a c a b o n o s h a n co n d u cid o a a b a n d o n a re step r o ]'ccro.
ori gen cl andesti no".
.rducciilnri y por la carrera a los bcst-sellersextranjelos-, participando en la categoria,lc las más grandes,en todo lo demás,e, inciuso, poco a poco,
Pauio Coelho, traducido ciel brasileño,o, al contrario, e[ porlos best-sellers, .¿eniral lnenos provisoriamente difícil de ios descubridores,a una editora
en l<¡séxltos de venta, que el efecrode consagraciénejercido por su euqueta aseguraa sus apu€stasmás arriesgadas.
como Ibolya Virag). La sobrevivencia,como lo atestiguanlas muy numerosasdesapariciones anuales,es ya una Proezaque no es Prometida sino a aquellosquc, según Ia ley fundamentai del campo, saben combinar la comPetencia literaria y el realismo económico, Así, se puecie encontrar entre los pequeños editores'
las
[¿ dinámlca dcl carnpo y las nuevas tendencias de la praduec!én editt¡rial !.* c{in'i!!:ica ri*l eampr: no puede comprendersecomo el conjunto de las r."'r;l¿reioncs *c¡rarac!.as v paralelasque describen las monogiafías históricas de crnprc.ar editorirlec, y qu€ uno deslizaespontáneamenreen el molde cómodo *e ie nretáfcra biológica: nacimiento, juventud, grandeza,decadencia.Ella *r?cuefiÍrasu principio en la es¡ructuradel campo: so¡r los nuevos ingresantes !+r que crean el movimiento; son ellos q.r-i..,.r, por su sola exisrenciay por la c*¡:eurrencla que instauran -y en la cual la abnegación(o la autoexplotación) lcs l:ac* {smpetitivos*, arrancan al orclen literario establecidode la inmovili&Ét. Y ai voh'er a las fuentes mismas de la creencia,por una denegaciónascétisostenidapor una herederade una gran edirorial comercial,3a ha publicado el besr-sellerde
34. An n e C a r r i é r c c s l a h ija ¡ Ro b e r t I- a flo n t y h a d ir ig id o , d uranre ci erto ti enrpo, el servi ci ode orens ad e L a l f o n t .
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aparentemen t e a1 ext r em o especializados' est r at egias sut ilnlent e diversificadas,que Permiten obtener las ventajasasociadasal controi de un ni cho, danáe la concur r encia es débil ( es el caso de t odos los aspect os Iingüísticos más o menos abandonadospor los grandes editores), escaPanclo tanto como es posible Ce las limitaciones ligadas a la extrema especializ ción. Así, un editor como Philippe Piquier, especializadoen las lenguas de E xtremo or ient e, cor eano, viet nam it a, chino, japonés, inr ent a r eLlnir las audaciasde una edición de investigacióncon la publicación de ottras y de auroresque le permiten obtener éxito sin salir de su especialidad:clásijapocos del erorismo chino o japonés, novelaspoiiciales,clásicoschinos o cine' nesesy, en fin, Iibros de éxito consagradospor adaptacionesal principiantes¡ al mismo tiempo' el Si el porvenir de las PequeñasemPresas (y sentido presente de sus eleccionesdeia frecuentemente a los observadores también alacrítica) comPletamenteperplejos,no essólo en razón de las incertidumbres inherentesa tcda estrategiaarriesgadade "descubrir",sino también porque el libro, objeto ambiguo,económicoy simbólico,sePrestamuy Par¡tcul"r*.rrt. ala )l/odoxiacuitural, .." *rié.,r..rdido sobre!a identidad y el estatuto simbólicode un objero cultural que condlrcea romar la bijouteriey lo símil por lo "auténtico"; al/odoxiaa la cual pueden sucumbir no soiamentelos escritores mismos,que, como seha visto, estána vecesengañadospor una imagenantigua "Le Chemin", de un editor (el Gallimard de GeorgesLambrichsy de la colección dei por ejemplc), sino también los críticos,frecuenrementevíctimastambién de signos los y el editor mismo que puede creerreconocer efectode histé¡esis, una gran obra d.evanguardiaen lo que no es sino una imitación en símil. del ilusión ranro rnásprobableho1,,cuando el conjunto de los proragonistas juego literario,los autoresy los editoresespecialmentr,estánad'¡ertidosde las avenrurasde iasvanguardias.Así como los escritoresmás astutosy sin escrúpude imitando lastransgresiones los puedendarsela ilusiónde desafiarlascensuras, consesin eróticos del pasadoen pequeñossacrilegios los grandesheresiarcas de conocenbastantebien el juegocomo Parasercapaces editores cuencia,ciertos j ugar el doble ¡ uego,par aellosm ism ost anio conr o par a los ot r os' y pr oducit
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Pierre Botu'd.ieu
si¡nulacioneso simulacrosdel vanguardismomás o menos exirosos,con la seguridadde encontrar ia complicidad, por lo tanto, el reconocimiento-de editores,de críticos y de aficionados,que esraránranto más inclinadosa la allodoxia cuanto, formados en Ia "tradición de la modernidad", querrán acluar a todo precio como descubrido¡escapacesCe evita¡ los erroresde los conservadurismosdel pasado. Ciertos editores principiante.spueden, así, intenrar conciliar estrategias que, en un estadomás autónomo del campo literario, seríanir¡econciliables: la inversión,.necesariamentea largo plazo, en autores de larga duración, y ia búsqueda del éxito comercial de una producción literaria con rotación rápida, apoyándoseen una forma de marketing modernizada,fundada en una exploación metódica de Ia allodoxia. En asociación con ciertos periodistas que, en nombre de la solidaridad "generacional",se ponen de acue¡do con ellos para pensar ias luchas literarias según la categoríaaltamente incierta Ce "generación'35-armade iucha que apunra a desciasara los antiguosmás que instrumento de conocimiento-, ciertos responsablesde edi¡oriales"jóvenes" (o de ramas "jóvenes" de las viejas editoriales comerciales)eniienden ofrecer a los iecto¡es "jóvenes", valorizados y valorizantesen ranro que rales, autores "jóvenes" y"aIa
moda", capacesde romper con las búsquedasesotéricasde la generación precedente. Es significativo que los comentarios alrededor de los nuevos "movimientos literario-comerciales"que agitan el campo editorial, hagan un lugar importante a una editorial como J'ai lu, filiai de Flammarion, y a su directora literaria, Marion Mazauric, que se ha esforzadoen reunir, en honor del "nuevo público de 2O-30 años, lecroresde versionesde bolsillo ante todo", en obras de bajo precio, "de 19 a 25 francos",auroies desparramados en dlversoseditores (entre los cualesRaphaél Sorin, crítico literario en L'Express,editor en Fiar'.-rmarion,promovía, por orra parre, especialmenre
(lna reuohtció¡t consert'culorae¡t h edicíótt
oPeracióntiene efectospor lo menos a trar,ésde la revistaPetpendiculaire):"La añosdespuésde Mayo del '61J,eo¡r rreinra :rmbiguos,puesaunque conjuquen, 'jóvencs de nitestro tienrpo se acorelreide-s' las mismas coplaslibertalias,los "fragilizar modan bien con la dialécticadci marketing",lo que ticne por efecto Al o¡questarlas icieasrecibirlascon la modarT-que' a íuerzade ios catálogos".16 circular de escritor"a la moda" a periodisramundano o a editor mociernista' ¡anto en terminan por encontrarsetanto en L'Olivier como en Fayardo Fi¡:ot' a las sanas POL como en Flammarion o Albin Michel-, celebranel retorno al storl a la tnoda, rraclicionesdel relato (o, como dice el nuevo ienguaje lo que telling)¡ al mismo iiempo, a la verdaderavida ("los noveiistasmiran su's "abi'eir an-rpliamenie rnás les rodea", dice uno, y el orro s:ñala que ellos jór'enesnovelis.astiance;es iibros a ia realidaclde hoy'').3'Esreinreréspor los "la nueva esctlelade novelis-esro no se inventa- Por (y muy especialmenre con el r", ,,rrgido. de la literatura p^ra ia juventud") se asocianaturalmente ("los ameriinterés rambién modernista por la "joven literaruia americana" aPorta' según canos, los ingleses,cuentan historias"),que se considera que y tiesa' forun viejo esrereoripo,todo lo que la literatura francesa,abstracta. "la rebelién' la viomalista y cerrada,es incapazd.eofrecer,y, en Particular' asocian iencia y el sexo". Y si ios promotores de este filoneísmo decisorio e incluso sincréticamenrela jtventud de los aurores,la juventud dei público es Porque' la juventud (o el rejuvenecimienro)dei personal de la edicién' publicitaconfundiendo la fronrera enrre la creaciónli¡eraria y el marketing novelaso de los rio, ven en el éxito inmediaro que obtienen -de las Primcras
pp' 6t163' cn:'Liures-tlebdo'282' génération", 36.C. Ferrand''l¡ nor-ivclle
'por más que sc nuevos periodistas según cl cual 37. Michel Deguy e'roca"el ine pro cliché de los di ferentc al que nov c l i s ta otro dec i r qui c re busque, no se perc i bc ,,n ...ri ,o, c n F¡anc i i -l o quc o el asfalto nobelizables' noi'elistas de habla- mientras que, es evidcntc, la hierba británici rebosa
libreros". C)livier Cohen, citado por C. Ferrand, "Olivicr Cohcn au pied du mur", xn: Liures-
op' c i t' ' p' i 13)' Y ev oc a' más adel a¡rte' ameri cano,ol apa mpa,i nc l us ol aP atagoni a"' "(l r4' D egu¡ "1. ameri c anapor déc ada'l a " pc ri o,l i s tal i ¡erari < r: l a dat¿c i ón a l os.'nucvoscl i chés ,prej ui c i osdel ia novela' v cxtranicrr'' cs lo settentiesl;2' l¡te rrinfornanía de [o nuevo v de lo ur"d<, (ear$ eighties, i ntc l e:tual c s " (p' 87)' l os de que ha.'más i nre res ante:3. es nec c s ari odes c onfi ar I]ernard Fi x ot: "c uando dc dc c l arac i ó¡r .s ta i nes pc ra< l os , 38. un sol o ej eni p l o de ral c ser.¡c uenrros bi c n reti c entes¿ l a nov el ¿ mi s é¡amos s ,rc i o, trri hefi rosl l egacl oal o fi c i o, c onA n¡oi neÁ r¡douarc l , una hi s tori ai Ll ntonc C s c s ' < :ont¿r v al c c l c ro úni c o L: l rancesa:¡esrarnani a< 1cl a rntros ¡rc c c i ónc uanc l o a gente ordi l rri a' l l egaban que c x treordi nari as hemos publ i cado c l oc umentoss obre Iri s rori as (B' Fixct' cn: la ficción" a frecuentcmcnfe su¡rerabe enc<¡nrrandoque en nuestra época la rcalicla
Hebdo, 2 7 9 , 6 d e f e b r e r o d e 1 9 6 8 , p p . 5 6 - 5 7 .
al cclnlienzo' Laciaventinc rccor
35. La solidaridad "geneiacional" sirve paia fundar una internacional lite¡ario-comercial enraizada en la unidad sup'resra d{todas las prácticas de tado¡ los "jóvenes" de ndos los países:"Hay más relac ion e se n t r e a u t o r e s fr a n ce se sy a u to r e s a n g lo sa jo n e s,ir al i anos o español escl e i a mi sma generación que entre los autores franceses.¡ue publican hoy y los que han comcnzado a escribir an¡esde l o s a ñ o s ' 7 0 . P a r o tia p a r te , e llo s m ism o s e s¡ á nn u ¡ r id os dc novcl asextran.j cras (...). E . todos estos países,como en f-rancia, ha dcvenido claro que se podía hacer lite¡arura habiando dcl footo del roth (...). Los periotlistas quc hablan dc los libros en los periódicos, en ia relevisión o en las radios, forman parte de esta nueva gcneración de los 25-35 aíios, como los lccroresy como los
a u tor esdebut anr e s -e l re s ri m o n i omá s i n d i s c u ri bl ede su i nsri nro de " descub¡idorcs"de una nueva especiede lirera¡ura,más moderna,menos docrrinaria, más joven -en una palabra-, pero tamLtién menos "elirisra", porque más ampliamenreaccesibleque la literarurade investigaciónde \os sixties,y sobre todo más conforme a los inreresesinsepara'b,lemente literari.s y, comerciaies de los jévencs cuadros literarioscon rono liberrario,que pi-etenclenimponer
(...): es evidentementeun libro trabajado,Pcro se escril¡een una espccieclc estilo joven, moderno, un lengua.ie(...) q*. Parecesimple y accesibleliteralmente a tod o lect or ( . . . ) . Par a gent e que lee poco o que no ha t enido la
su nczvdeal en el mercado de la edición olivier es,sin duda, !a edirorialrnásrípicade este"mode¡nismo"que juegala juvenrud conrra los esrablecidos -a la ¡rlaneracleJulliard que, en medio de los años1950,oponíaya lasrec.3nlleg::,das, mujeresy.!óvenes ellastambién,Frangoise sa g a n y M inou Dr o u e r, a l o s p o n tífi c e s q u e e nvej ecíande Gai l i mard-.3e Sabejugar en la forma moderna de las relacionespúblicas,que se irnpone en los oficios de edición (cercade la mitad de sus au¡oresfrancesesson periodis-
mente i nac ept able".
ta s, a lgunos m uy in fl u y e n re s e n l o s p e ri ó d i c o s o l os semanari osy en l os j u ra d os de pr er nio s )a 0y c u y o s fru ro s s e v e n e n l a abundanre " coberrura mediática" y también en los numerosos premios (enrre ellos, dos Femina) aseguradosa sus publicaciones.Su carálogoesráconstituido casi exclusivamente por obras que han conocido éxiro en los Estadosunidos, su gusro )¡ literario se liga, sobre rodo -para rerornar las palabrasde un pequeño editor d.e van¡;uardia-,a "una lire¡aruraque habia de la ciudad, QuFes bastanteviolenra, bastanrebrutal, basrantesimplerambién"aryque se supone que hace palpitar a un público joven, ávido de la evocaciónde "placeresprohibidos". Se ¡:uede acordar con url gran agenre lirerario internacional que lo que proporciona a esrasobras el ser decretadas"jóvenes",o en ,finida.l .on lo, "ióvenes",es, en efccto, quizásuna cierta "simplicidad" de su fo¡ma iite¡aria, es decir, dc su esrruc¡urav de su esrilo: "Hay cada vez más libros, ranro en Inglaterracomo en Francia,que estánescritos,no sé si para un público joven, sinr' ¡-on trna especiede lenguajejo'en, una especiede lenguajecasi habiado. l::ccuentemenrees fabricado, por ejernplo Marie Darrieussecqcon Tiuisntes
J f ) l" a * p c r : c i r ' r nq u e c o n sistccn "p u b lica rjo ve n " sea so cia b ata mbi én
a una campañadc markeri ng l a p r c ns:; vcr A. sim o n in , "L Éd ir io n litr é r a i re",en: p Fouché [baj o i a ci i r.de], " ! . 'i: r; : : ,, , , ; ¡ * s t ¡ s i t e d e V u it9 s 4 5 ,p a r fs,L e Ce r cle d e la L ib r a ir ie , l 99g,pp.54_55, lr] Í )¡' r ¡ " j i : r : i r n r f J q u e n o cscxp a a lo sm á s!t' r cicr o s,ta r co m o e srepequeñoedi torprovi nci al :..N o t ri: ¡: r ic r ! d e ! t l d o ( . , . ) , No p u b lico p e r io d isr a sq u e , lu e g o , va n a hacer artícul os,,. 4 i i': l' ¡ t i r ¡ a r a d o j a d c u n a Pr o < lu cció nd e m a sad e vcn id ae l soportcde un snobi smo,ver pi e¡re ii'¡'¡¡ri:¡'¡ 'r laic $iicquant, "sur les ruses de la raison impériariste", en:Actesc/e/a rechercheen ; t : iri. " : : : o i : i i h i , 1 2 1 - 1 2 2 , nle r zo de 199g. c t rt " : *! ¡ ; si i i ' r ¡ ¡ ¡ ¡ r
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posibilidad de hacer estudios o de ¡ener :unaeducaciónliteraria, e5ro parecea pesarde todo un librc, un verdaderolibro, y para los que tienen un poco más la cosrumbre le leer, no hay nada que sea demasiadoprimitivo y completaEsros acontecimientoscomerciaiesconv€rtidos en acontecimientosliterarios (cuyo paradigma es el éxito dado a Houellebecq) cogstiruyen, en su emL¡igüedad misma, una de las manifesracionesrnás significativasy más sutilrnenre enmascaradasde una transformación profunda del campo editorial. Constituyen la obra de una nueva categoríade agenteseconómico-literariosque, valiéndose de la familiaridad con ei estadoanterior del campo literario, más autónomo, pueden irnita¡ de manera sincerao cínica, a los modelos de vanguardiaen un nuevo estadodel campo, carac¡erizadopor el reforzamientode la presión de las coaccioneseconómicasy de la atracción ejercida por el polo comercial. si es verdad que, como lo ha mosrrado Jean-YvesMollier, la edición ha pasado,entre 1BB0 y 1920, de la pequeñaempresafamiliar a la gran emPresa casi industrial,a2estos cambios no tendrían la amplitud ni la brutalidad de las conmociones estructuralesque han sido suscitadas,desde hace una veinrenade años, por la irrupción de una lógica financierasin concesionesen el mundo relativamen¡eprotegido (otros dirán arcaico)de la edición francesa. Desde la-oPA de Jin-.myGoldsmirh, en 1986, en las Pressesde la ciré, revendidasalgunos mesesmás tarde como cuaiquier emPresacotizadaen bolsa, los fenómenosde concentraciónsehan sucedido,yendo del rescatePu¡o y stmple a la toma de participación del capital -sin hablar de todos los lazosde dependencia asociadosa la participaciónen ia fabricacióno en la difusión-, con la casisiempre,del abandonode una políticaeditorial propiamente consecuencia, literaria en beneficio de una lógica puramente comercial.Así, Por no tomar si no al gun os e. iem plcs,Act es sud, apar r e de algunas coleccionescom o en la literatura árabeque "Sindbad", anrigua pequeñaeditorial especializada de traducción )' hace cove¡dadera política más una ha rescatado,no tiene existir las inversionesmilitantes de una coleccióncofeanay los compromlsos
"l ]hi s toi re dc l ' édi ti on, c l u l i v re et el e l e l c c tu¡e c n 42. V er Jean- Y v esMol l i er y P atri c i a S orel , soii¿k:, en scie¡;ces France aux XiXo 1,XXo siécles.Approche bibliographiq ue", Actesde k recherche 126-127, marz o de 1999,pp.39-59.
213
Una reuolución conseruadora en la ed.ición Pierre llottrclieu
sin salidasuscimdospor un fincnciamientoocas;onal(talescomo los cuttro escriroresfiniandesespublicadosLino tfas otro en 7()95,graciasa un fondo finiandés de ayuda a la craducción).Losféldy s"lty han sido rescatadcs Pof Hachetre,qLre guarclaia marca pero excluveal f,rndador,y con é1,su política editorial.Se puede remer que los ,lirigentesde l-a Découverre,a pesarde las promesasque les han corlozcanuila sueftescrnciante. sido hechasy de susdenegeciones, se ponen de acuerclo,todos ellos, en de grupos sin duda, los responsables preienderque concedenun gran margen clellberrada sus filiales:asi Bernand Fixot afirma que dejaa Julliard o a la cclección"Pavillons"el esmerode publicar buenoslibros sin ocuparsedemasiadode la rentabilidad(ha rctenidoIa lección de quien llama, sin ironía, su "maesrrode pensamienro",Rc,bertLaífont, de "Es necesariosaberperder quien retoma, veinte años después,la consigna:a'r dinero"); pero la colección"Pavillons"no publica más de diez títulos por año y Julliard veinticinco. Sin duda' no es falso que a medida que ceden a la presión comerciai en io esencial,sacrificandola edición de investigacióna la prosecución del best-seller,especialmenreen los mercadosextratrjeros,Ios a grandeseditorescomercialesy los grandesediroresa la antigua convertidos "descub'ride trabajo al lugar i", 1.y., del mercado, continúan haciendo un dor,, (por una suerrede homenaje un poco perversoque ei vicio comercial rinde a la virrud oficial del oficio) en tal o cual colección clásicao en una unidad semi-independienteo satélite:"Le Promeneur"en Gallimard, "Fiction er compagnie" en Le Seuil, "seghers"en Laffont, "Payot Roman'en Payot, "Bibliotéque americaine" en ei Mercure de France,la Reuuede littératuregénénl en POL, etc. Queda que, de modo general,la concentraciónse acompañade una reducción del número y de la autonomía literaria de los lugares de decisión y que ella tiende a enrr€gar a responsablesfinancieros -Poco dispuestos a favorecer las inversiones a largo plazo áe una política literaria de vanguardia-, la gestión financiera de las obras de largo ciclo tanro como las obras de el triunfo cicio corto. favoreciendo,así,como lo obsen'aJean-Mairie13otlvaist,aa progresivo cle los productos de débil tenor literarro y de arnplia difusión, suertede uniuersalcomercialque se opone diametralmente,tanto Por su génesis social como por su calidad literaria, al uniuersalliterario que se engendra, a lo largo del tiempo, en los intercambios internacionales'
p r o d u ctio n d e la cr o ya n cc: conrri buti on i unc éconorni e dcs bi cns t)77 43 symboliques", Actes ¿lela rechercheett scienrc.tsoci¿1¿s'I 3, fcbe ro de I ' PP' 'lpp. 8-9' I 44.l.-M. Bouvaist,Crise$ mutation de l'éditionfnnqaise,París,trlinistire de la Culturc, 993 ' 43 . P i e f - i e B o u r d i c u , "[:
Otro índice de est a evolución hacia la asim ilaciónde la edición a un sector productivo (de beneficios) como cualquiera, es ei hecho de que el más que ei 25o/oaproximasectordel libro propiamentedicho no rePresenra damenre de la cilra de negociosi los grandesgruPos.Los nuevos mecanismos de distribución han conrribuido a someter !a fracción más "comercial" de la profesión a los imperativosdel comercio mutldral ¡ al mismo tiempo, ai modelo que se ha irnpuesto,al otro lado del Ariántico, a la producción de libros: la integración de la mayor parte de los editot"s en Poderososg¡uPos oiigopóiicosa las fillales dirigidas por empresarios,que, originariosdei nrundo de las fi,nanzaso de ios medios de comunicación,no son los más competenresen mareriaIiterariaate imponen a la edición el modelo áel entertainnte:zt' El campo edi¡oriai francésha sufrido, con un cierto retardo con ¡elación a los otros paíseseuropeos,los eiecrosde la imposición de este "modelo americade la poiítica editorial de no".46Así, una parre crecienrede los responsables l as di ferent esedit or ialesno pelt cnecenal m edio de la edición, ni Por su formación, ni por sus interesesprofesionales.aT " Así, para no tomar sino algunos ejemploselegidosen los grandesgruPos, r epr esent a Jean-Luc L agar dér e,PDG de M ar r a, gr upo en el cual el libr o
45.Yer, para esrc tema, P CalvocoressiyA. Bristov, Freedom to Pubiish: a Repori on obstaclesto Free¿lomín Publisbingpreparedfor the Congressoftbe Intemational Publishers'4s¡ociation,International rV i k s c l l Internati onal , S toc k hol m, 1980' P ubl i sgersA ss oc i ati on/ A l mqui s t & 46.Y er J.-M. B ouv ai s r, op. c i t., pp.8-9. P hi i i ppe s c huw er ti enen raz ón, s i n c l uda,al i mputar l a famosa "cri sis " c l e l a edi c i ón a l a i mportac .i ón brutal , des dc 1970, de l as téc ni c as dc "Racionalización", ralescoino el conrrol dela gcsrión, con sus cucntas de cxploración previsionales (CEP), la inlormación de los costosde gestión, etc. Il Schuwer, "Nouvclles pratiques et stratigics édi tori al cs",cn : i l Fouc hé, op. c i r., pp' ' i 25' 4i 9. 47. Un tes¡imonio visible de estoscambic¡slo proporcionan las transformacit-¡ncsdc la estructura misma del espacio de [a Fe¡ia dc F¡ankfurr, que olrece lr , emplazamientos más vasros y nri: v que relcgaen los márgencs a rcde la centralesa ¿le mania y sobre todo a los paísesanglosa.iones, (!. s ori r, "Franc k fo¡t: l a foi ¡e orra l i rerarura , y ' , s obre rodo, l as de l os pequeños país es(v c r "e:sto d'cnrpoigne", en: Liber, 34, 1998, pp. 2-3).como lo observa un pcqucno cditor francés, grandes de l os , c omerc i al (...). S i enl preponen i nmc ns asl otos que antc seran devi ene cad.a v ezmás i ntc ¡nac i onal c E ahc,r",por ej c mpl o, s ei ánl asc l el os mi ¡l i s troso de l os grandc sbc s r-s c l l ers escri tores, más caros (...). E n l os c omi enz os , s e es tabac n l a c ferv es c enc i ade fi l a.sentc ras de pc quc ñas editorialcsde edición más politizadas...Esto ha dcsaparecidocomplctanrente y ha sido reemplaz-ado , anas c omo es as ,hay fi l as enteras ".Y orro: "c uando por edi tori al e sde es pi ri rual i dad,s ec ¡as ful más uno va al Salón dct libro de lJarcelonac de M:¡drid, es tristc Cu¿nto más es¡ánconcentradas, son burdas, más v ac ían l a l i teratura".
)55
La di rector a de una pc ir cña edit or ial de vanguar dia,f undada en 1987, estima que "hacer literaruraextranjeraes escaPara la mar de peligros en la pequeñaedición". Cuidadosa"de no seguirdernasiadola moda anglosajoni', eila ha invertido en una seriede jóvenesautorescatalanes,así como en escri-
solarnen¡rel l3t)/ode la cifra de negocios,y que riene colno filialesa Fayarcr, Lattés,Srock, Harlequin, erc., es dipiomado de la escuciasuperior de elecrricidad; Pierref)auzier, PDG del Groupe de la Cité, es diplc'madode la Essec; Se rg eE y r olles , P DG d e E y ro l l e s ,d i re c ro r d e l as E di ri ons d' Organi sati on, p re si dent edel S y nd i c a t n a ri o n a l d e l a é d i ri o n , es di pl omado de l a É col e spécialedes travaux publics ¡ despuésde numerosasesranciasen los Esrados
-como sí, más tores austriacos(como E,lfriedeJelinek),irlandesesy escoceses el editor afinidad entre pequeño una allá de las razo¡resde costo, hubiera subversivoy ios escritoresoriginarios de minorías lingüísticas-. Muy cons-
unidos, es completamenteadicro al modelo americano;Jean-Marie Messie¡ presidentede la Compagnie Général
ciente de que sus eieccionesmás osadasle son impuestasPor su posición, observa que si esrá obligada a tomar mtiy P¡onto los libros que ansía, es porque "si ya tiene éxito, el libro es ya muy caro Para [ella]". Pero observa también que ha podido tener autores de calidad, corno Elfriede Jelinek, porque ellos habían sido. rechazaciospor todo París. Una de sus vecinas en el .rp".io editoriai habla casi el mismo lenguaje:"Estoy obiigada a ser astuta: intento identificar autores en el momento en que emergen en el país cuya iengua practico bien. Porque de otro modo.'. no me voy a meter con los
De las funciones antagonistas de la traducción La política, en mareria de Iireraruraextranjera,ofrece,sin duda, una imagen ampliada de lo que se observa en 1"., de publicación de los "srr"regias escritoresnacionales.En efecto, ia oposición es muy marcada enrre los pequeños edirores-qrre, en su rnayoría,actúan como descubridoresque invierten su competencia culturai y lingtiísrica en la búsquedade oblas de vanguardia escritasen las lenguasrarasde pequeios países-,y los grandesedito, res comerciales-que, piloreados por scoutso agentesai {cecho de todas las
americanos. (...). L" regla impuesta: estásobligado a ver las cosasque están naciendo, porque uno no puede comprar autoresmuy conocidos".Es lo que hace que los pequeñoseditores sirvan de rémora a editores más afortunados y de "perder"susdescubrimientos(como Maurice que estánsiempreamenazados Nadeauauy hoy JacquelineChambon). El rechazo a rratar la traducción iomo una simple inversión comerciai ocasionael rechazode las estrategiascomercialesen uso entre los grandes
informaciones úriles (comercialmente),publican los best,sellersinternacionales,la mayoría de las vecesanglosajones, que han comprado cosrosamenre, e n u n a s obr epujade p a g o p a rc i a l a n ti c i p a d o , p or su rcpuraci ón come.rci ai (atestiguadapor la cifra de venta obtenidas)más que por su contenido-. La
editores.En Corti, por ejempio, se considerael recursoaun tcout como una forma de comprometimiento: "Eso nb nos conciernedel todo' (".). Me pare-
ra co rner c ial, pr inc ipa l m e n re anglosajona.
ce que los mejor ubicados para saberquiénes son ios buenos escriroresque suscitanel deseode uaducir, son los traductores.(...) Uno recurrea las agencias en general por las cuestionesde derechos,Pero no mucho". La iniciativa de la elección recaea menudo en el rraductor. Sin embargo, es frecuente que
En el polo lit c r a ri o , s e i mp o rra n re x ro sd e a u r orestod.rvi apoco conoci d o s, a bajos der ec ho s o, ri g i n a ri o sd c p c q u c ñ o sp a í scsl i rerari ^.n" n,.domi nados (o de la Jiacción de /a producción anglosajonamás dirigida hacia la inuesti-
el editor mismo mantenga una verdadera complicidad, fundada en la familiaridad, con las obrasy los autoresde una lenguay una tradición nacionales, caraianespara JacquelineChambon, brasileñospara Anne-Marie Métailié,
literaturaextranjeraque, para unos,esuno de los objetosde inversióneconómica más fructífera,es así,para los otros, y rambién,por razoneseconómicas,una de lasarmasmássegurasde la resistencia literariaconrrala invasiónde la literacu-
húngaros para ibolya Virag o extremo-orientaiespara Picquier. Es necesariocirar aQuí a JacquelineChambon, que expresabien el compromiso personalde ciertos editores,más próximos, en su trabajo, al crítico
gación)y que permiten hacerseun fondo con poco capital económrco:como "los cosrosson muv inferioresa los que habría deslo señalaun observad'-,r, e n ca denadola c ons ri ru c i ó nd e u n c a tá l o g oc a s i e qui val enreen notori cdad so b re aur or es f r anc e s e s "y; e l l o c o n ri e s g o sm e n o s grandes(a pesar de l as
i
incertidumbres ligaciasa los desfasajes enrre las rradicionesnacionales),por el hecho de que, cuandc un libro enrra en negociaciónpara la traducción,es po¡que ya ha conocid<¡cierto éxiro en su país.
1rB.Ver M. Nadeau, Grácesleur saient rendtrc.;.Mémoires lixéraires, París,Albin Michel' i990' el c apítul o dedi c ado a J ohn H aw k c s , pp' 438-442. especi al mente
¡ : !
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PierreBourdieu
LIna reuolució¡t ctntseruadora en Ia ediciótt
"descubridor'que al director comercial: "Me he dado cuenta que había una literatura muy interesante(...), una literatura catalanaAntónoma,de lengua
E,n o¡ros términos, mientras más se acercana este polo, tnás las editoriales producen rraduccioneslucrativasre.urriendo a los procedimientosde selec-
cataiana,en Cataluña. Especialmentecon gente corrro Pla, que ha escriroun gran libro que es un poco como su diario, que es una obra mar-tra, que es muy bueno... Qu. estafurTi'abal, en los años 1930, y que si había jóvenes
ción y de compra de la especuiacióninternacional,int¡oiucidos masivamente por los scoutso los literary ageittsamericanos(lo que hace decir a una informante que, inciuso en Francia,"los americanosson los maestros").Los gran-
autores,se explicabapor ello (...). H"y una suerte de humor catalánque es muy divertido. Y que no es del todo mecánicocomo el humor inglés.(..").Es
des edi tores or ient adoshacia la pr oducción de best - seller (sAlbin M ichel, por ejemplo, que, sólo para el año 1995, sobre un total de 35 aúroresy 36
gente que me gusta mucho, además,en la vida. No son del todo hombresde ietras. Es una vieja tradición francesa:un escritor es un hombre de letras;
típicos-dos de ellosde llary Higgins títuios traducidos,publica 8 best-seilers Clark, reina indiscutida del género-, frecuentementellevadosal cine)atcontri buyen en una par t e m uy im por t ant e a la im por t ación de la lit er at ur a
pertenecea un cenácuio,apunta más o menos a la Academiao por io rnenos a los premios. Es una personalidad.Pero no se consideracomo un artista. Paraé1,ser escritores casi un oficio. Mientras que en paísescomo Alemania, un escriior es como un pintor, es un artista. Y ello, para los cataianes,es parecido. No son del todo hombres de letras. Pamiés, para ganarsela vida, hace la crítica de fútbol en EI Pais. (...) Y" me siento de esemundo. No hay eso que conciernea redes...Hacen teievisión,raciio.Por ejemplo, tenían una emisión muy graciosa!una suertede G'uignoisen la radio (...).Son personas, uno tiene el placer de verias;tienen una suertede inteligenciadel mundo". Esta iarga cita, de la cual uno podría encon¡rar varios equivalentesentre otros editores de la misma "familia" -y mmbién entre muchos iibreros-, está ahí para dar una idea de esta manera muy particular y muy rrxpandidaen todos los "oficios del libro", del autor al corrector, de vivir las cosasde la literatura, suertede inversión total que contiene en sí misma su propia justificación y su propia recompensa,fi¡era de toda consideraciónutilitaria. YJacqueiine Chambon condensala oposición entre el mundo de la literatura y el universode los scouts,de los agentesy del dinerci, de los pagosparcialesanticipadosy de los PreemPtiueffirs, en la simple evocación de lo que debería se¡ una exigencia eiemental del oficio de editor, la lectura en primera persona:'A mí, los informes de lectura, eso me deja helada, porque, para ml, en un libro no es ei tema lo que cuenta,sino la maneracomo es tra¡ado¡ por lo tanto, no llego a decidirme sobre un informe de lecturd'. A la inversa, en el polo comercial, donde el traciuctor es frecuentemente
anglosajona(que representacerca áel 650/odel conjunto de las t¡aCucciones publicadas por el con.funto de los editores estudiados,36,7o/opara el americano,26,50/opara el inglés). Ccmo lo explica un director de iite¡atura extranj cra de u na gr an edit or ial com er cial,"los aut or esam er icanost ienen un agente.Cada mañana recibe piias monstruosasde manuscritos,y si éstasno son cosasque él mismo ha comanditado o que van a imponersePoi miiagro como 'extraordinarias',son inmediatamente rechazaclascomo ttnso/licited. Quiero clecir con ello que para atravesarel estadio de ser aceptadopor un agente,es necesarioya tener extrao¡dinariascualidades".llafuerzafinanciera con la cual los pro/uctos son lanzados en el mercado es tal que ios agentes francesesse constituyen más de una vez en compradcrescontra su grado' En cuanto a los libros mismos, estánconstruidosalrededorde universales que dependen de una suertede menor común denominador existencial-seno a lx soap rimental, el que proporciona también sus temas a las telenouel¿s operas:la mayaría de las veces escritaspor mujeres, tienen por blanco a un público femenino y los resortesde su seduccióncomercialestánent€ramente contenidas en la faja aplicada sobre una novela de Jacquelyn Mitchard, Aussi profond que I'océan,y publicada por Calmann-Lévy en I99B: en el anverso, un blurb irresistible de Mary Higgins-Clark, orfebre en materia de besrsellers inrernacionales: "Una historia soberbia que le desgarrael corazón, yo la he adorado"; en el reverso, el argumento implacable del éxito comercial; " 3.500.000 iect or esen el m undo".
reducido al rol instrumental de simple adaptadorde un proCucto exrranjero (se habla de "poncr en traducción'...), la traducción es, ante todo, una inversión financiera que apunta todavía más, abiertamenteo no, a la producción de best-sellers,es decir, según la direcrora de una colección de lirerarura extranjera en una gran editorial, la "literatura extranjera más 'alimenraria',
"Grandes Albin Michel publicatambiénclásicos 49. Alladc:de estosbesr-sellers, ¡ en la colección 'liaductions",mode¡nos"autónomos",como, a granel,JaneUrquhart, canadiensc lanzadopor
lasgrandesnovelasfemeninas,las novelasde evasión",sobretodo, anglosajonas.
Nadeau,É,liasCanetti,Vicror Erofecv,Mia Cc¡uto,John Mc Galrern.
l
165 ds¡Eq-hos son siempre rnásclevados,la concurrencia
rrpre más des-
enfrenadapara las buenascolocacionessupuestas)y el personalespecializado es más indispensable (uno o varios responsablesde cesic'¡ny de venta de derechos,tcoutt en varios países,etc.). En las entrevistas,el acento está puesto más en ia venta de los r€xios que en los problemas de traducción o en la evenrua.ldemanda dsl ¡nercadof¡ancés.Aunquc un dirccto¡ literario pueda intentar jrrstificarsus eleccion€sforzadaspor' la preocupación'democrárica" de responder a las expectativassupuestasdel público francés: "mienrras quc el pequeñoediror (...) no publicarásino lo que le agrada,de una cierta manera , a é1, s in pr eoc up a rs ep o r l o q u e l o s o tro s b u scarano desearan,puede ocurrir que me decida a publicar un libro, incluso si yo no estov de acuerdo con ese libro, en el fondo, en el plano literario, etc., cualquier cosa que, inclr:so,'no es rni tazade té'. Pero yo digo:'Esta no es mi taza de ré', pero yo sé que es la taza de té de Fulano, Mengano, Zutano, en la prensa por ejemplo, o en el público. Por lo tanto, pienso que un editor generalisradebe ser capaz(...) de tener un eclecticismosuficie-ntecomo para superar sr-rspropios gustos,sus propiaselecciones.Porquesi us¡edquiere, hay dos tipos de edirores: está el editor milimnte, es deci¡ que defiende una cierra idea de la literatu ra -¡ B ueno! E s un p o c o m i c a s o , b i e n e n re n di do, porque uno si en.pre tiene muchas cosasque defender-, pero está también el editor generaiisra que no sueña únicamente con agradarsea sí mismo, sino inrenra agradara o tro s t am bién" . Ocurre que aquellasrnismas que repiten que la editorial imporra esencialmente rextos (anglóionos) ya seleccionadospor uno o varios editores exrranjeros, hablan de sus compras en el lenguajedei "descub¡imiento",de la "pasión" o de la "innovación"."Nos esforzamostambién por descubrirnuevos talentos paia alimentar esta colección (la colección 'SpécialSuspense'de Albin Michel) que es una colección que FrancisEsménard(el actual PDG) había creado hace
habla inglés" (como dice este mismo director lite¡ario), donde uno se reconoce mutuamente y donde se rinden servicioscon la frasecasimágica:"¡Hola! X, tengo allá un libro y que es absolutamente un libro para ti". LJno se remite siste¡náticamentea esasredes de informan¡es confiables (agentesliterarios,scouts,editoresextranleros)', a veces,rrrductores),lo que permire reducir los riesgos.P<,,rla "concurre¡rcia espantosaentre ios editores [nacionales] por tener primero los tnanuscritos", que evoca una responsablede la literatu¡a anglosajona,"la precocidad de la información es completamente determinante", como dice un responsablede orra grfn editorial comercial. La búsqueda de la información bruta, que tiene poco que ver con el contenido (¡ sobre todo, con la forma) de las obras referidas-y ello aún cuando se trata de un autor consagrado-,se relacionamás con una suerte,deespionaje industrial, incluso enrre los importadores "ilustrados" de productos supuestamente chicsy modernos, que con una prospección literaria de descubridor: "Todo es establecerlazos tales con los agentesy los editores americanos que usted esté segr¡ro de tener una información muy en la fase inicial". Para tomar ciertos mercados, uno hace incluso una Preemtiueoffer, "de modo de que no haya puja" y es cada vez menos raro que los contratos más fructíf?ros estén firmadcs incluso antes de la publicación -por 1o tanto de la leccura-, del ori gi nal". cómo ha comprado, en 1988, PierreBelfond ha contado en susmemorias5o los derechos de publicación de Gone taith the Wind 2, continuación de la obra que él califlca como "best-sellermítico", Aata* en ernPortele uent. La venra por subastase ha efectuado 'h ciegas",es decir, en la ausenciatotal no sólo del texto e incluso de extracros,sino -más todavía- de sinopsis, o incluso de tí¡ulo, ya que "ni una página estabaescrita" fel agente literario solamenre podía precisar que "a) la noveia sería publicada en los Estados Unidos
veinte años, ianzando el prirner Mary Higgins Clark, que había sido un suceso muy gratrde,y sobretodo innovando,luego reromando,esejuego de manosde
por \y'arner Books; b) el escritor encargado de redacar esta continuación se llamaba Alexandra Ripley; c) la remisién dei manuscrito definitivo estaba
tene¡ la cubiena ilustada bajc la sobrecubierta blanca,que es lo contrario de l o q u e s e hac e habi ru a l m e n re " . L o m i s m o p a ra l a col ecci ón " Grandes
prevista para fines de l989]". Luego de haber propuesto 200.000 dólares, después650.000 (mientras que, según sus propias palabras,"ningún ediror había comprometido jamás tal surna para adquirir los derechos de una traducción"), toma la subastaa un millón y un dólar. Y Pierre Belfond: "Yo
Tiaductions",publicadapor la misma edi¡orial:el resp,nsableinrerrogadohabla del "descubrimiento de nuevos ralenrosen los diferentespaíses,etc.". Orro ejemplo, un director literariode Plon ve en la Feriade f,onlcfurt una ocasióirde i'racer"descubrimientos"encontrandolos cofrades"que rienen una pasión". Los responsables de literatura extranjerade las grandesedito¡ialesde los diferentespaísesforman redesde inre¡conocimientodonde "todo el mundo
contemplabaestoscálcuioscon pavor. ¿Y si el libro era malo? Por más que,
10. PierreBelfond,LesPendusde VictorHugo. Sclntsd¿L¿uied'un éditerr,Pa¡fs,Fayard,1994,,p.19.
2(,0 LOI
,tierre Bourdieu
IJtta ret'oluciótt conseruadora en la erliciótt
para tranquilizarme, me repería que la plana mayor de Warner Books rodeaba a Alexandra Ripley de una bandada de consejerosliterarios unos más
promover los libros de jóvenesescritorespublicadospor las pequeñaseditoriales,críticos para descubrir v defender a unos y otros, todas o casi todas mujeres,el trabajo sin contraparrida económica,realizado Por amor al arte" ,.para el amor del arre", qued:rá una inuersiónfeal^m, segurade recibir un y
genialesque otros; que, mientras ia novela no estuvieraa punro, seríapuiida, lima,da,vuelta a comenzar: estasconsideracionesno reemplazabanun manuscritodel cual n, ,.r*"ir.nos conocimientosino en dieciochomeses". Interrogado sobre la especificidadde su colección, "Feux croisés",con relaciéna "Du mor"'-- enrier" en Gallimard o a la "Biblioréque cosmopolite" en Stock, el responsablede Plon iesponde: "¡Ohl creo que hacemoscasi 1o mismo". Y el direcror literario de Albin Michel confirma esrepunro de visra intercambiable:"¡BahlSi ustedme dice: 'Du monde eniier', sí, o la producción
míni mo de reconoci¡ nient om at er ial y sim bólico. Es claro que el bastión central de la resistenciaa las fuerzasdel mercado esrá consti tui do, hol', por esos pequeñosedi¡ or es,que, enr aizadosen uua e er ar io y polí t ico tradi ci ón nacional de vanguar dism o insepar abiem er , t lit (mani fi estotam bién en el dcr ninio del cine) , se const it uyenen los deien-
extranjerade Le Seuil, etc., quiero decir que no hay una muy gran diferencia de naturaleza,si usted quiere".
soresde los autores ,v de ias litera¡',¡rasde investigaciénde todos los países pol íti ca y/o l i t er ar iam enle dor ninados - ello, par adójicam ent e,sin poder prácticamenteconta¡ con la a1'udadel Estado, que va a las empresasedito,i"1., *á, antiguas y, más docadasde capital económico y simbólico-. sin
La moral de la historia
duda, se puede ver en esreinternaeionalismoprríctica,completamenteoPuesto al ci erre arrogant ede las nacionesasegur adas Por la dom inación com er cial (" I-os" i r-rgl esno es com pr an nada. excepr ola pr oducción am er icana,En cuan-
Lo que ha sido esrabiecidoaquí, al precio de un enorme rrabajo de recoieccióny de análisis,podrá, segúnuna reróricam*y conocida,ser descalificada a la vez, como falso y como trivial. X .n rodo caso, no se podría esperar :que pueda por sísolo disipar la nube de discursointelecto-mediáricosobre el "retorno al relato" o a la "figuración", sobre la "crisis de la novela francesd' o sobre "el fin de la vanguardia" que impide al mundo literario mirarse cara a cara, sin complacencias.Y, sin embargo, podría ser que la sociología,a la que ios fariseos del culto Cel arte hacen profesión de detestar o de desconfia¡ porque destruye las representacionesilusorias, sea la mejor aliada de todos los que quieren defender los logros más raros de la autonomía de los campos li te ra ri o y ar t í s t ic o co n rra l a s u b o rd i n a c i ó n d e l a producci ón y de l a comercializaciónde los libros a fines esrrictamentecomerciales. Apvestapolhica y literaria capital para todos los que viven de la literatura (¡ sobre rodo, de aquellosque viven "para'la lireratura)y rambién para todos los orros, que dependen de ellos y de la integridad de suselecciones,para accedera ia literarura. El proceso de concenrración que afectaal mundo de la edición y ciue transforma profundamente las prácticas,subo¡dinándolascada vez más estrecharnentea las normas comerciaies,¿esirreversiblee irresisrible?¿La resistcncia al do¡ninio del cornerciosobre el co¡nerciodel arte no es sino el cornbate desesperadode una fo¡ma de a¡caísmo nacionalisra?De hecho, mienrras haya representantes para sostenera los pequeñoseditores,pequeñoseditores p a ra p u b lic ar a jóv ene s a u to re s d e s c o n o c i d o s ,Ii breros para proponer y
to a l os ameri canos,ellos se int er esanpor ellos,es t odo", dice una dir ect or a l i rerari ade una gr an edit or iai) , ia super vivenciade una r r adición de im peri al i smo de l o univer sal. 5rPer o, conr r a aqueilosque, en est edom inio co¡ no en orra parre, qur€ren enceirar el debate en la alternativa de la resignación de la econom í a abandonada a su pr opia ley - la de la a l as necesi d acies búsqtredadel máximo beneficio a corro plazo-, o de un cierre regresivoen la defensade tradiciones nacionales sostenidasPor arcaicos,s€ Puede afirmar, sin demasiadosescrúpulos égjcos e inquietudes políticas, que defender la tradición f¡ancesa no es, erL.estecaso' ceder al nacionalismo, sino defenderlas conquistas,intrínsecamenteinternacionalese internacionalistas' de toda la historia acumulativa de la literatura. La declaraciónexplícita de.cosasque todo el mundo sosPechay que nadie sabeverdaderamente¿podría romPer las complicidadesy las complacencias de buena sociedado ias perezasy ios confirrmismosde la mundanidad o de la mcda, que llevan a los críricos esrablecidoso, incluso, en vías de establecerse, . sonletersea ias demandaso a los encargosde los ediioresy a no reconocer sino una literarura preformada s€gún s-rscategoríasde conoci¡niento?¿Podrá ella hacer rnásdifícileslos golpesde bluffiiterario-mercantilesque se autorizan
", en:c. FauréyT'Bishop[bajola dir' "Deuximpérialismes deI'universel Bourdieu, 51.Picrre Bourin,1992,pp' 149'155' Franqois Favard, París, desfanSais, del,LAntériqut
*'E a vcccs desde un populismo demagógico para justificar la búsqueda del éxito comercial? Se puede esperar, al menos, que alentará, a todos aquellos que crecn todavía en la posibilidad y en la necesidadde defender la liberad del arte -con relación al dinero-, a levantar acta de sus solidaridadesy a afirmar-
Anexo
las conscientementepara organizarmejor la resistencia.
Grupos editoriales y filiales comprendidas
Grupo de la cité (cEP Publicaciones, devenido Havas Public".ióo en tr998)
'+i
Han sido cornprendidas: *Nouvelles É,ditionr Robert Laffont (Fixot-Seghers-Julliard-Berlic). Esta unidad ha siáo *atada por una parrd, en el nivel de la filial en su conjunto (cifra de negocios,personal, difusión interforurn), y por otra Parte, eo el nivel de dos sub-unidades aisladás con fuerte autonomía, la marca La{font y el departamento ]ulliard (cuyo capital pertenece a Plon, él mismo filial del (la Groupe de la Cité), tratadas como unidades editoriales indepen-dientes Fi*o, absorbida por Laffont en 1993, sin capital propio, ha sido rata-"r." da como elemento suplementario)* P l on. *Les Presses-solar-Belfond,de las cuales Belfond y Les Presseshan sido aisladasy tratadascomo elementossuplementarios.Es'asfiliales tiéné-nuna real independenciaeditorial salvoen lo que concierne al administradoi, la difusión y .r, r'*" cierta medida la cesión de los derechos' No se han incluido Berli¿ (lenguas extranjeras' rrétodos de aprendizaje lingüístico); Seghers,simple departamentode Robert l-affont, para el cual casi no se Jr,.,r..r,r*
datos indiüdu¿les; Librairie académiquePerrin que no hace literatura,
265
264 t* -84.
Píerre Bcurdiett
A¡texo
sino esencialmente ensayosy documenrosde juventud; Olivier Orban, verdadero anexode Plon; Solar,que no hacelireraturasino libros arrísticosy prácticos;Nathan, Bordas,I arousse,Dalloz, Dunod )' Masson (que no tienen literatura).
filosofía, psicología, No se han considerado:Aubier (literaturasclásicas, Le Pére Castor y cienciashumanas),Arthaud (libros artísticosy prácticos)'
Grupo Hachette-Matra
Grupo Albin-ivlichel Se ha considerado:Albin Michel BD o É'ducation'ni No se han consideradolos departamentosJeunesse' y unit ( libr os par a- cscolar es y ir r veniles)Vuiber . Magnard (i i bros escolar es .r"r.ft"rior), Le Grand l"ivre du mois 1' Canal Plus Éditiont'
' Han sido comprendidas las filiales siguientes,verdaderaspyME con fuerte independenciaedirorial: *Fayard (que ha reromado los fondos l\4azarine,pauverr y Sarment). *Grassery Fasquelle. * L a rrés . *Calman-Léwy.
y pedagógicos) ' D el grave(l i bros escolar es
Grupo I-e Seuil aunque comprada por Han sido comprendic{asLe Seuii y LOlivier que' editorial' Le Seuil en 1995, ha conservadouna gran autonomía
*Srock.
El capital de cada una de es¡asfiliales perreneceen su casi toralidad a Hachetre-Livre. *Falois filial, con 33o/od,eHacherre-Lñre. *Harlequin (como elemento suplementario). Han sido descartadas: *Librairie généralefrangaise(Librairie des champs Élysées,Le Masque, Le Livre de Poche). * H a cher r e Réf ér en c e (q u e i n c l u y e L e c h é n e y pl Lrri el ), Le S arment, Ha ch e tte P r at iques , H a c h e tte J e u n e s s e ,M a ra b o u t , Gérard de vi l l i ers v Utff;:J; tlir,u."r.rr., (creado despuésde la fecha de la encuest tgg|). ^, "n Grupo Gallirnard Han sido comprendidas:Gallimard, Denoél, Mercure de France. No se han considerado: Gallimard-Electa (libros de arte, simple departamento), Gallimard Jeunessey Folio (reediciones,simple departamento),"Le Promeneur", "LArpenteur", sirnplescolecciones. Grupo Flammarion Ha n sido c om pr end i d a s :F l a mma ri o n y J ' a i l u (como el emento supl ementario), fiiial con 35o/o del grupo, que publica ediciones de bolsillo y también edicionesoriginalesque rlo prcvienen de otros fondos (por ejemplo, c n L i b ri o y en J ' ai lu) .
C onsudepar t am ent odedif usión, LeSeuilr eúnevar iosedit or escuyas son m uy var iables'yendo de la sim ple dif usión rel aci onesde depenclencia (no mayoritarias)en el capital' comercial a las tomas de participación se han considerado: E,ntrelos eclitoresdifundidos por Le Seuil' A urremenr, Nil, cor r i, vivianeHam y, lr 4ét ailié( par t icipacióndeLeseuil Phébus (participación)' en el capital), LOlivür (absorcióna fines de 1995)' R i vages,B ourg ois, M inuit ' Se han descartado: (que no han publicado lireratura Ariéa, Odile Jacob, Milan, Adam. Biró en I 995- 1996) .
i:
:
il I
Postfacio
. f,
textos-
t",' al¡iadosd;h a;';afided11étlt ha inspiy.r, ¿ -F-, dispares, "i"ri.r,.i" por lo inclusolasmfu polémicas' rado?De hecho,.r.olq.,. estaspalabras' &
no son jamás completa' ranto.las más ligadas ü .fi"tt'o de una actualitled' " romPer con las prenoibnc mente separaUt"-,¿. un trabaio cie"dfico que' Pall
gropiosi*:T:311:.--. de la visióndominante,debeconstruirsr-rs v PrL,s¡v¡vu ,-Ot.¡"t.i.t qu€ n(I se puede
me Pflece de an,ílisisde la realidadsocial.Y, por otra Pafte, de la po1émi'?ú ,. l"s quebrar el encanto de la creenciasino poniendo "rmas *' - ' de la razón-eientfEa' serviciode las verdadesconquTstad*po, la polémica P uesbi e n, est iem podedesar r ollar nueYasf or qr asdecom bat epaf a. ct r n. - ' de la opresión simbólica que se rrarresrarcon medios adecuadosIa violencia
u."s occidentales: ha instaladopoco a pocoen lasdemocracias ".TlttLawzá*
críticay' t" lot'gt4 po, ."a" un *lu rob,el" Prensa u s4
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¡"ttólf1TT1
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l^a vida polídca' como la vida inoficiales, sobre el p..rr"*itt'to subversivo' medios de co' , I' --ez l as ssomeddas la inflüencia de --- los ul rrs l ¡ual a ' " ""' "--* tel ectual , es tan c aoa v ez flmás . r r someiidos a lx presiones de lo's -más vez cada mismos ellos y municación 4!!.!-'::; anunciantei. Lá internacional neoconservadora-,gue-dene'rcomo.centro
expresiónlibre y repü' .-' EstadosUnidos, presionasobretodos los espacios,de de lassubde vangua'Ji"to""nl""do J otorgamiento me lasinvestigaciones insignificantes denuncian ' ,r.rr.iorr.. p,iúi."r. Críticas mediocres y escritóres de Ia y apelan el arte contemporáneo como Puro engaño " ":1-:t:"":iliación cilncia¡ Sin-hablar ,'' ' novela con las fcrmas narrari;as más tradicionales. {f
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PierreBourdíetsociales,sobre las cuales pesa constantementela sospecha.Las corrientes individualistasy ultra-subjetivistasque dominen la econc.nía y que se esfuerzan''porconquistar el conjunto del campo de las cienciassociales,tienden a socavarlos fundamentos mismos de estascienciasy han convertido a las matemáticasen instrumento principal de legitimación del orden establecido. Estamos en una épocade restauración.
Otrostítulo, ,1" lo io,i"o¡¿,
Es en la esferainteiectual donde los intelectualesdeben llevar el combate, no solamenceporque es sobre este terreno donde sus armas son más eficaces, sino también porque, la mayoría de las veces,es en nombre de una auto¡idad intelectual -en particular la de la ciencia- como las nuevastecnocraciasllegan a imponerse. Así, por ejemplo, la nueva demagogiapolítica se apoya en los son-
Trinchéro, Hugo Antropología Econémica. Ficcionesy Producciones clel hombre económico .!
deospara legitimar la puestaen prácticade laspolíticasneo-liberales,lasmedidas represivastomadas en contra de los extranjeroso las políticas culturales hostiles a la vanguardia. Esta es la razón por la cual los intelectualesdeben dotarse de medios de expresiónautónomos, independientesde los requerimienros públicos o privados, y organizarsecolectivamentepara poner sus propias armas al servicio de los combates progresistas.
PierreBourdieu 6 de octubrede 1999
Neufeld, M. Rosa Tisthed, JensAriel (comPs.) ooDe esono se habla...n' Los usosde la diversidad socioculturalen la escuela
Oliven, Ruben George Nación y Modernidad. La reinvención de la identidar gaúcha én el Brasil -