¿Qué son las emociones?
Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia.
Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea Es un estado que sobreviene súbita y bruscamente, en forma de crisis más o menos violentas y más o menos pasajeras. En el ser humano la experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una
situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación. Durante mucho tiempo las emociones han estado consideradas poco importantes y siempre se le ha dado más relevancia a la parte más racional del ser humano. Pero las emociones, al ser estados afectivos, indican estados internos personales, motivaciones, deseos, necesidades e incluso objetivos. De todas formas, es difícil saber a partir de la emoción cual será la conducta futura del individuo, aunque nos puede ayudar a intuirla. Tipos de emocionea:
1. Emociones primarias o básicas Las emociones primarias también se conocen como emociones básicas , y
son las emociones que experimentamos en respuesta a un estímulo. Para Paul Ekman, las afirmó que las emociones básicas son 6: tristeza , felicidad,
sorpresa, asco, miedo e ira. Todas ellas constituyen procesos de adaptación y, en teoría, existen en todos los seres humanos, independientemente de la cultura en la que se hayan desarrollado. desarrollado. Sin embargo, recientemente, una investigación llevada a cabo por la Universidad de Glasgow, que se publicó Current Biology, concluye que no son seis las emociones básicas, sino que son cuatro.
Puedes saber más sobre este estudio en nuestro artículo: "Estudio demuestra que las emociones básicas son cuatro, y no seis como se creía "
2. Emociones secundarias Las emociones secundarias secundarias son un grupo de emocione emocioness que siguen a las anteriores . Por ejemplo, cuando experimentamos la emoción básica de miedo
después podemos sentir las emociones secundarias de amenaza o enfado, dependiendo, claro está, de la situación que estemos viviendo. Las emociones secundarias son causadas por normas sociales y por normas morales.
3. Emociones positivas Dependiendo del grado en que las emociones afectan al comportamiento del sujeto, éstas pueden ser o bien positiva o bien negativas . Las
emociones positivas también se conocen como emociones saludables, porque afectan positivamente al bienestar del individuo que las siente. Favorecen la maner a pensar, de razonar y de actuar de las personas. Por ejemplo, e jemplo, la alegría, la satisfacción, la gratitud no provocan una actitud positiva frente a la vida y nos hacen sentir experiencias que nos ayudan a sentirnos bien.
4. Emociones negativas
Las emociones negativas son opuestas a las emociones positivas, porque afectan negativamente al bienestar de las personas. También se conocen como emociones tóxicas, y suelen provocar el deseo de evitarlas o evadirlas. El miedo o la tristeza son algunos ejemplos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este tipo de emociones, en pequeñas cantidades y relativa baja intensidad, no son perjudiciales. De hecho, forman parte del proceso de aprendizaje, ya que gracias a ellas nuestra memoria emocional nos ayuda a recordar las consecuencias que tienen ciertas
conductas (o exponernos a ciertos contextos).
5. Emociones ambiguas Las emociones ambiguas se conocen también como emociones neutras, puesto que no provocan ni emociones negativas ni positivas, ni saludables ni no saludables. Por ejemplo, la sorpresa no nos hace sentir ni bien ni mal.
La existencia de estas emociones deja claro que somos animales complejos, y que nuestras experiencias presentan muchos matices.
6. Emociones estáticas Algunos autores también han hecho referencia a las emociones estáticas .
Son aquellas que se producen gracias a distintas manifestaciones artísticas, como por ejemplo: la música o la pintura. Así, al escuchar una canción podemos sentirnos muy felices o muy tristes, pero esa sensación sería cualitativamente diferente a la felicidad o la tristeza que se experimenta ante cualquier otra experiencia, ya que se vive en un contexto artístico, mediado por símbolos y atribuciones sobre las intenciones del autor.
Artículo relacionado: "Las 10 canciones que mejor nos hacen sentir (según la ciencia) "
7. Emociones sociales Las emociones sociales no se refieren a las emociones culturalmente aprendidas, sino que es necesario que haya otra persona presente o de lo
contrario no pueden aflorar. Por ejemplo, la venganza, la gratitud, el orgullo o la admiración, son emociones que sentimos respecto a otros individuos.
8. Emociones instrumentales Las emociones instrumentales son aquellas que tienen como fin u objetivo la manipulación o el propósito de lograr algo . Son complicadas de
reconocer porque puede parecer que sean naturales. Sin embargo, son emociones forzadas y esconden una intención. En ocasiones, son fruto de la auto-sugestión: someterse a ciertos contextos voluntariamente para hacer que una parte de esa emoción tiña nuestra forma de comportarnos. Funciones: La felicidad
Favorece de
Promueve libertad,
Facilita la actitudes mismo y favorecen
capacidad diferentes aspectos de la vida cotidiana.
la recepción e interpretación positiva diversos estímulos ambientales. sensaciones de competencia, trascendencia, autoestima y autoconfianza. empatía generando positivas hacia uno los demás, que a su vez las relaciones interpersonales. Incrementa la para disfrutar de
Favorece procesos cognitivos y de aprendizaje. Permite la flexibilidad mental, la curiosidad, el rendimiento cognitivo, la solución de problemas, la creatividad y la memoria. La ira
Ha sido íntimamente relacionada con la hostilidad y la agresividad, como un componente emocional, la hostilidad hace referencia al componente cognitivo y la agresividad al conductual. Promueve condiciones que generan frustración, falta de motivación y situaciones injustas. Eleva la actividad neuronal, muscular y los índices de frecuencia cardiaca, presión sistólica y diastólica. Fomenta la focalización de la atención en los obstáculos externos que impiden a la persona conseguir objetivos. Genera incapacidad o dificultad para la ejecución eficaz de procesos cognitivos. Enfoca la energía a reacciones de autodefensa o de ataque, impulsividad y necesidad de actuar de forma intensa e inmediata (física o verbalmente) para solucionar de forma activa la situación problemática. Si bien la ira no siempre concluye en agresión, genera reacciones indeseables de otras personas que afectan la interacción social o el desarrollo de relaciones interpersonales. El Miedo
Se trata de una de las emociones más intensas y desagradables. Genera aprensión, inquietud y malestar. Incrementa la preocupación y desconfianza por la propia seguridad o por la salud. Induce sensaciones de pérdida de control. Reduce la eficacia de los procesos cognitivos e incrementa la ofuscación. Focaliza la percepción en el estímulo temido. Al prestar una atención casi exclusiva a dicho estímulo, facilita que el organismo reaccione rápidamente ante el mismo. Facilita la utilización de respuestas de escape o evitación de la situación peligrosa.
Moviliza gran cantidad de energía. El organismo puede ejecutar respuestas de manera mucho más intensa que en condiciones normales y si la reacción es excesiva, la eficacia disminuye. La
Promueve el aislamiento físico o psicológico y la sensación de pérdida o fracaso. Incrementa la decepción, especialmente si se han desvanecido esperanzas puestas en algo. Genera situaciones de indefensión, ausencia de predicción y control de diversas situaciones. Focaliza la atención a nivel interno de las consecuencias negativas de la situación. Origina una disminución en el ritmo de actividad general, pérdida de energía, desánimo, melancolía y desesperanza. Ocasiona que el individuo se centre en comunicar a los demás que no se encuentra bien, con la intención de recibir atención y/o ayuda de otras personas, así como empatía. La
Tristeza
Sorpresa
Se trata de una reacción emocional neutral, que se produce de manera inmediata ante una situación novedosa o extraña y que se disipa rápidamente, dando paso a las emociones congruentes con dicha estimulación. Facilita la aparición de la reacción emocional y conductual apropiada ante las situaciones novedosas presentadas. Genera procesos atencionales, conductas de exploración e interés ante la situación novedosa. Introduce un estado transitorio, de aparición rápida y de duración momentánea, para dar paso a una reacción emocional posterior. Incrementa la sensación de incertidumbre por lo que va a acontecer. El Asco
Es una de las reacciones emocionales sensaciones fisiológicas son más
en las que las patentes.
Genera respuestas de escape o evitación de situaciones desagradables o potencialmente dañinas para la salud. Potencia hábitos saludables, higiénicos y/o adaptativos Incrementa la necesidad de evitación o alejamiento del estímulo. Si el estímulo es aromático o gustativo aparecen sensaciones gastrointestinales desagradables, como las náuseas.
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Hay tres componentes en una emoción: neurofisiológico, conductual, cognitiva . La neurofisiológica se manifiesta en respuestas como taquicardia, sudoración, vasoconstricción, hipertensión, tono muscular, rubor, sequedad en la boca, cambios en los neurotransmisores, secreciones hormonales, respiración, etc. Todo esto son respuestas involuntarias, que el sujeto no puede controlar. Sin embargo se pueden prevenir mediante técnicas apropiadas como la relajación. Como consecuencia de emociones intensas y frecuentes se pueden producir problemas de salud (taquicardia, hipertensión, úlcera, etc.). Por eso, la prevención de los efectos nocivos de las emociones en el marco de la educación emocional se puede entender como un aspecto de la educación para la salud. La observación del comportamiento de un individuo permite inferir qué tipo de emociones está experimentando. Las expresiones faciales, el lenguaje no verbal, el tono de voz, volumen, ritmo, movimientos del cuerpo, etc., aportan señales de bastante precisión sobre el estado emocional. Esta componente puede intentar disimularse. Por ejemplo, las expresiones faciales surgen de la actividad combinada de unos 23 músculos, que conectan directamente con los centros de procesamiento de las emociones, lo que hace que el control voluntario no sea fácil; aunque, siempre es posible «engañar» a un potencial observador. Aprender a regular la expresión emocional se considera un indicador de madurez y equilibrio que tiene efectos positivos sobre las relaciones interpersonales. La componente cognitiva o vivencia subjetiva es lo que a veces se denomina sentimiento. Sentimos miedo, angustia, rabia y muchas otras emociones. Para distinguir entre la componente neurofisiológica y la cognitiva, a veces se emplea el término emoción, en sentido restrictivo, para describir el estado corporal (es decir, el estado emocional) y se reserva el término sentimiento para aludir a la sensación consciente (cognitiva). La componente cognitiva hace que califiquemos un estado emocional y le demos un nombre. El etiquetado de las emociones está limitado por el dominio del lenguaje. Dado que la introspección a veces es el único método para llegar al conocimiento de las emociones de los demás, las limitaciones del lenguaje imponen serias restricciones a este conocimiento. Pero al mismo tiempo dificulta la toma de conciencia de las propias emociones. Estos déficits provocan la sensación de «no sé que me pasa». Lo cual puede tener efectos negativos sobre la persona. De ahí la importancia de una educación emocional encaminada, entre otros aspectos, a un mejor conocimiento de las propias emociones y del dominio del vocabulario emocional. Es interesante relacionar estos tres componentes emocionales con la clasificación de objetivos didácticos. Si bien lo observamos veremos un paralelismo entre: a) «Hechos, conceptos y sistemas conceptuales» con la dimensión cognitiva; b) «Procedimientos» con el comportamiento; c) «Actitudes, valores y normas» con respecto a la dimensión emocional.
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Lo que sí funciona La verdadera inteligencia emocional requiere que identifiques y entiendas tus propios estados de ánimo. Implica reconocer cuando y porqué estás enfadado, nervioso o triste, y actuar sobre las causas y no sólo los síntomas. Sin embargo, en aquellas ocasiones en las que veas que irremediablemente te diriges hacia un estado emocional negativo , las siguientes técnicas pueden ser eficaces para detener o frenar esa reacción en cadena.
1. Intenta recordar tus virtudes y éxitos La reafirmación en tus virtudes y puntos fuertes es una de las mejores estrategias para gestionar tus sentimientos. Consiste en pensar en lo que te ha provocado esa emoción pero reduciendo su significado negativo.
Ejemplo: en lugar de enfadarte porque has llegado tarde al trabajo puedes pensar que, dado que siempre llegas a tiempo, no es tan grave. La gente con mayor control emocional utiliza la autoafirmación cuando la intensidad de sus emociones todavía es baja y tienen tiempo para buscar otro punto de vista de la situación. Curiosamente, se ha demostrado que esta estrategia
funciona especialmente bien en las mujeres.
2. Distrae tu atención hacia un asunto concreto Las personas que mejor gestionan sus emociones también han aprendido a usar la distracción para bloquear sus estados emocionales antes de que sea demasiado tarde. Y parece que resulta muy eficaz cuando prevén que van a experimentar emociones intensas y no tienen suficiente tiempo para usar otras estrategias .
Como sabrás, una forma muy efectiva para calmar a un niño pequeño que no deja de llorar es desviar su atención. “¿Has visto el muñeco?” o “¿Qué tengo en la mano?” suelen disminuir su nivel de excitación si mantenemos su atención durante el tiempo suficiente.
La técnica de la distracción consiste en desvincularte de la emoción negativa centrando tu atención en pensamientos neutrales. De esta forma evitarás que la emoción coja demasiada intensidad. Por ejemplo, si tu jefe cuestiona tu profesionalidad, en lugar de pensar que quizás termine despidiéndote podrías pensar en la celebración de cumpleaños que tienes el sábado. Es simple pero eficaz, tal y como se ha demostrado en varios estudios científicos. Aunque a largo plazo probablemente no sea la mejor estrategia , la distracción funciona, especialmente si centras tu atención en algo concreto en lugar de dejar que tu mente vague.
3. Piensa en tu futuro más inmediato Las emociones muy intensas pueden provocar que te olvides de que hay un futuro y que tus acciones van a tener consecuencias. Aunque en ese momento tan sólo seas capaz de vivir el presente y tu frustración, enfado o nervios te parezcan tan importantes, ¿seguirás sintiendo eso dentro de una semana?
4. Medita habitualmente La meditación ha demostrado científicamente su eficacia para prevenir los pensamientos negativos repetitivos y no sólo mientras meditas, sino también a largo plazo: es capaz de diminuir el nivel de activación de la amígdala de forma duradera . La meditación también tiene estudios en la reducción de la ansiedad . En uno de ellos, cuatro clases de meditación de 20 minutos de duración fueron suficientes para reducir la ansiedad en un 39%.
5. Date permiso para preocuparte más tarde Antes te he explicado que intentar suprimir una emoción o pensamiento provoca que vuelva de nuevo con más fuerza. Sin embargo, ¡posponerla para más tarde puede funcionar! En un estudio se pidió a los participantes con pensamientos ansiosos que pospusieran su preocupación durante 30 minutos. A pesar de ser una forma alternativa de evitar pensar en algo, lo que se ha demostrado es que tras ese período de pausa las emociones regresan con una intensidad mucho menor .
6. Piensa en lo peor que te puede pasar ¿Recuerdas la película Sin Perdón (Unforgiven) de Clint Eastwood? En ella, el personaje de William Munny, pese a estar viejo y acabado, es el mejor pistolero del oeste. Y no lo es por su velocidad ni su puntería. Como él mismo dice, lo es porque cuando las balas empiezan a volar, él controla sus emociones y mantiene la calma .
Pues pensando en la muerte. Y mucho. No quiero que te pongas dramático ni te vuelvas un gótico, pero pensar en lo peor que te puede pasar te ayudará a relativizar tus problemas y mantener el control.
7. Escribe un diario de tus emociones La escritura expresiva consiste en escribir sobre tus pensamientos y sentimientos más profundos y ha demostrado ser eficaz tanto a nivel psicológico como físico (¡es capaz de acelerar la cicatrización de las heridas!) Mantener una especie de diario emocional sobre lo que has sentido en algunas situaciones te ayudará a reducir la recurrencia de pensamientos negativos.
8. Tómate un respiro (y un refresco) para recuperar el autocontrol Tu autocontrol no es infinito. De hecho varias investigaciones indican que conforme te expones a situaciones y emociones, se va consumiendo.
Piensa en ello como hacer un sprint. Tras la carrera estás exhausto y necesitas tiempo para poder recuperarte antes de volver a correr. De la misma manera, si logras dominar tus emociones, evita volver a exponerte de nuevo a una situación tensa o será más probable que sucumbas. Separador La inteligencia emocional es la capacidad para identificar, entender y manejar las emociones correctamente, de un modo que facilite las relaciones con los demás, la consecución de metas y objetivos, el manejo del estrés o la superación de obstáculos. Ante cualquier acontecimiento que suceda en tu vida, las emociones, tanto positivas como negativas, van a estar ahí, y pueden servirte de ayuda y hacerte feliz o hundirte en el dolor más absoluto, según cómo sea tu capacidad para manejarlas. Las personas con una alta inteligencia emocional no necesariamente tienen menos emociones negativas, sino que, cuando aparecen, saben manejarlas mejor. Tienen también una mayor capacidad para identificarlas y saber qué es lo que están sintiendo exactamente y también una alta capacidad para identificar qué sienten los demás. Al identificar y entender mejor las emociones, son capaces de utilizarlas para relacionarse mejor con los demás (empatía), tener más éxito en su trabajo y llevar vidas más satisfactorias.
Separador DEFINICIÓN DE
SENTIMIENTO
Un sentimiento es un estado del ánimo que se produce por causas que lo impresionan, y éstas pueden ser alegres y felices, o dolorosas y tristes. El sentimiento surge como resultado de una emoción que permite que el sujeto sea conciente de su estado anímico.
Los sentimientos están vinculados a la dinámica cerebral y determinan cómo una personareacciona ante distintos eventos. Se trata de impulsos de la sensibilidad hacia aquello imaginado como positivo o negativo. En otras palabras, los sentimientos son emociones conceptualizadas que determinan el estado de ánimo. Cuando éstos son sanos, es posible alcanzar la felicidad y conseguir que la dinámica cerebral fluya con normalidad. En el caso contrario, se experimenta un desequilibrio emocional que puede derivar en el surgimiento de trastornos tales como la depresión. Los cambios en las cargas emocionales determinan las características de los sentimientos. Las emociones pueden ser breves en el tiempo, pero generar sentimientos que subsistan a lo largo de los años.
Separador 1. Intenta ponerte en el lugar del otro
En primer lugar, es necesario que te pongas en la piel de la otra persona y te imagines que alguien viene a decirte lo que tú le vas a decir. ¿Cómo te sentirías? ¿Qué pensarías? Ponerte en el lugar del otro te ayudará a entender mejor la emoción que quieres comunicar, de modo que le estarás ayudando a que te comprenda (Decety & Ickes 2009). 2. Practica expresando un sentimiento positivo
Antes de lanzarte a expresar tus emociones negativas, te será útil elegir una persona de confianza y expresarle algún sentimiento positivo que hayas tenido últimamente.
Si tiene que ver con tu situación vital, la fórmula es tan fácil como “ Me siento [muy feliz] por [haber aprobado el examen]”. Si está relacionado con un comportamiento suyo la fórmula sería la siguiente: “ Me sentí [acompañado/halagado/satisfecho]
cuando tú [te quedaste conmigo después de que todos se hubiesen ido /me dijiste que me sentaba bien el traje/cocinaste una cena buenísima]”. 3. Utiliza verbos emocionales
Hay una serie de verbos sensitivos como “siento”, “noto” o “percibo” que no pueden ser rebatidos porque se refieren a tu estado interno , y eso es alguien que nadie puede discutir. Imagínate que uno de tus amigos te dice “Sé que he conseguido el trabajo que tanta ilusión me hacía, pero aun así me siento vacío.” ¿Crees que alguien podría rebatir una afirmación así? A
diferencia de los razonamientos, las emociones se sienten sin que nosotros las podamos controlar, de modo que no hay discusión posible. 4. Explica el porqué de tu emoción
Solemos creer que no es necesario que justifiquemos cómo nos sentimos, pero lo cierto es que explicarnos nos ayudará a que el otro nos entienda. Cuando nos justificamos, demostramos que somos humanos, que tenemos motivos para sentirnos así, y con eso conseguiremos que se sienta más cercano a nosotros (Shiv & Tormala 2012). Imagínate por ejemplo que quieres decirle a tu amigo que te sientes muy desafortunado en las relaciones y que al final ninguna te sale bien. Dicho así parece un lamento más, pero ¿y si lo expresases con
honestidad? “Me siento muy frustrado cada vez que una relación no sale bien, porque me da la sensación de que hay algo malo en mí.”
En este momento estarás revelando tus sentimientos en profundidad, te quitarás un peso de encima y tu amigo podrá apoyarte con más empatía. 5. Usa la perspectiva subjetiva
Cuando quieras acompañar tu emoción de un razonamiento, te recomiendo que uses la perspectiva subjetiva (también conocida como mensajes “Yo”). Con ella evitarás que la otra persona se sienta atacada o discuta lo que le estás diciendo. Para conseguirlo, introduce elementos en tu mensaje que lo conviertan en subjetivo , como “en mi opinión” , “bajo mi punto de vista”, “considero” o “para mí”. Observa la diferencia:
“Ayer me trataste mal y me siento ofendida”. Este mensaje puede
provocar conflicto porque, si la otra persona cree que no te trató mal, se defenderá de tu acusación. “Considero que ayer me trataste mal y por eso me siento ofendida” .
Este mensaje es más asertivo, porque nadie puede discutir tu perspectiva y visión de las cosas. Estás asumiendo la responsabilidad de tus propias emociones, sin atribuirlas a nadie. 6. Di el nombre de la otra persona
Cuando quieras expresar tus sentimientos a alguien, puede serte de gran ayuda empezar diciendo su nombre. Oír el propio nombre activa el área cerebral de la recompensa , así
que al escuchar cómo decimos su nombre, toda su atención se dirigirá hacia nosotros. Es una forma de generar cercanía y predisponerle para que acepte mejor lo que vamos a decir a continuación (Howard & Kerin 2011).
Recomendación
Imagínate que le quieres explicar a una amiga que hoy te encuentras alterada, pero no sabes bien cómo hacerlo porque tampoco tienes claros los motivos. Intenta expresarlo incluyendo su nombre en la frase (“Marta, me siento muy alterada hoy, no sé por qué, pero me siento así”). Conseguirás captar su interés, que te escuche con más atención y que empatice mejor contigo. 7. Asegúrate de que te entiende
El lenguaje de los sentimientos es muy subjetivo, así que es importante que te asegures de que la otra persona te está entendiendo. La mejor forma de hacerlo es pedirle que intente explicar con sus palabras lo que le estás diciendo : “No sé si me estoy explicando bien, ¿me podrías decir qué has entendido de lo que te he dicho hasta el momento?”. Así te permitirá clarificar tus intenciones y evitarás
malentendidos. 8. Utiliza el humor
Si quieres tratar un tema serio que te genera bastante incomodidad, no lo dramatices. Aunque expresar tus emociones te haga sentir vulnerable, con humor podrás aligerar esa sensación y ver la situación desde diferentes perspectivas (Sclavi 2008). Además, ayuda a evitar que ninguna de las personas involucradas se ponga a la defensiva, por lo que es un gran aliado. En este artículo encontrarás muchas formas para añadir humor a tus conversaciones. 9. Pregúntale cómo se siente
Aunque en el momento en que expresas tus sentimientos quieras ser escuchado, todo el mundo tiene esa necesidad en las situaciones de alta carga emocional. Y suele ocurrir que, cuando hay una emoción enquistada dentro de nosotros que queremos expresar, se nos olvida que probablemente la otra persona también esté sintiendo algo que quiera expresar.
10. Practica mentalmente
Visualizarte a ti mismo realizando paso a paso las acciones que quieres llevar a cabo ha demostrado ser un potente motivador del cambio (Boyatzis & Akrivou 2006). Si te cuesta expresar tus emociones, siéntate o túmbate en un lugar tranquilo, cierra los ojos e imagina una pantalla ante ti, donde se va a proyectar la escena de una persona que se comporta como a ti te gustaría hacerlo. Separador Pon atención a tus sentimientos No ignores tus sentimientos; son la clave para el autodescubrimiento.
Los sentimientos son información relevante, prestarles atención es un paso esencial para el crecimiento personal y espiritual. Todo sentimiento tiene un significado único. Los sentimientos nos educan . Son el camino ideal para el autodescubrimiento y el autodesarrollo. Ignorar, desechar o evadir lo que sentimos es equivalente a no abrir un email que dice “urgente, abrir de inmediato” .
Nuestros sentimientos nos enseñan qué cosas son buenas
y cuales no sobre nosotros y nuestra vida. Son nuestros supervisores de control de calidad. Escuchar nuestros sentimientos no significa seguirlos impulsiva o ciegamente. Si queremos aprender de nuestros sentimientos, debemos procesarlos. He aquí tres pasos para procesar nuestros sentimientos: 1. Identificar lo que siento por medio de ponerle nombre al sentimiento. Por ejemplo: triste, enojado, alegre, temeroso, avergonzado, etc. 2. Clarificar por qué estoy teniendo este sentimiento particular, en este momento en particular y en este contexto en particular. 3. Decidir qué hacer con este sentimiento ahora que entiendo su significado.
Separador: 1- L a tristeza
Este sentimiento aparece como
respuesta
acontecimientos se
consideran
placenteros
o
a que no no
deseables. La persona siente
abatimiento,
deseos de llorar y baja autoestima. Los principales desencadenantes de la tristeza son la separación física o psicológica, la pérdida o el fracaso, la decepción o las situaciones de indefensión.
2- La ira
Se
define
como
una
respuesta de irritabilidad o cólera que aparece cuando la
persona
siente
sus
derechos vulnerados. Los principales desencadenantes de la ira son situaciones en las que el individuo se siente herido, engañado o traicionado. Son situaciones que bloquean a la persona y le impiden alcanzar su meta.
3- E l miedo
Este sentimiento se produce por la aparición de un peligro o por su posible aparición de forma inminente. Sirve como señal de alarma, de advertencia de la proximidad de un peligro para la integridad del individuo. El miedo que siente la persona estará relacionado con los recursos o capacidades reales o subjetivas que tiene para hacerle frente. Es decir, en los casos en los que la persona crea que no tiene recursos suficientes para afrontar la situación tendrá un sentimiento de miedo mayor que si se sabe capaz de salir airoso del acontecimiento.
4- L a hostilidad Se define como un sentimiento de resentimiento, acritud e indignación que va acompañado de respuestas verbales y/o motoras implícitas. Los principales desencadenantes son la violencia física y el sufrir hostilidad indirecta. Cuando la persona percibe que otro individuo muestra hacia él o hacia algún ser querido de su entorno actitudes de irritabilidad, resentimiento o recelo.
5- La desesperanza
Este
sentimiento
se
caracteriza por una creencia subjetiva de la persona de que tiene pocas o ninguna alternativa una
para
modificar situación
desagradable. O se siente incapaz de movilizar su propia energía y utilizarla para su beneficio.
Este sentimiento se tiene muy en cuenta en los casos de personas con depresión
porque,
como
han
demostrado
numerosos
estudios,
correlaciona con las ideas e intentos autolíticos. Los principales desencadenantes suelen ser un declive o deterioro del estado físico y/o psicológico, aislamiento social y estrés de larga duración.
6- La frustración
Este sentimiento aparece cuando las expectativas de una persona no se ven satisfechas al no poder conseguir lo pretendido. Cuando mayores son las expectativas o deseos por conseguirlo, mayor será el sentimiento de frustración si no se consigue. El principal desencadenante es el fracaso de un deseo o esperanza de conseguir algo.
7- E l odio Se define como la antipatía o aversión hacia algo o alguien. Además aparece un sentimiento de desear el mal para el sujeto u objeto odiado. Los principales desencadenantes son las personas o acontecimientos que hacen sufrir o amenazan la existencia de la persona.
8- L a culpa
El sentimiento de culpa surge de la creencia o sensación de haber traspasado las normas éticas personales o sociales especialmente si alguien se ha visto perjudicado. El principal desencadenante es la falta (o la creencia de haberla cometido) que realiza una persona y que resulta en remordimientos y mala conciencia.
9- L os celos
Se define como el sentimiento que experimenta una persona cuando sospecha que la persona amada siente amor o cariño por otra, o cuando siente que otra persona prefiere a una tercera en lugar de a ella. Diferentes situaciones reales o percibidas como amenazantes por la persona pueden desencadenar este tipo de sentimientos.
Sentimientos positivos Estos sentimientos son los que generan en la persona un estado de bienestar subjetivo, en el que la situación se valora como beneficiosa e implican sensaciones agradables y deseables. Además numerosos estudios han indicado los beneficios de tener sentimientos positivos, destacando entre otros:
Mayor flexibilidad de pensamiento
Favorece la creatividad y una visión más amplia de la situación.
10- La felicidad
Este sentimiento tiene un gran impacto en la persona. Es la forma en la que se valora la vida de forma positiva en su conjunto y en sus diferentes vertientes como la familia, la pareja o el trabajo. Se han demostrado toda una serie de beneficios derivados de la felicidad como el aumento de la empatía, la creatividad, el aprendizaje o las conductas altruistas.
11- E l humor
Se refiere a la percepción de un estímulo como divertido y puede ir acompañado de expresiones físicas como la sonrisa o la risa. Además dota a la persona de una buena predisposición para realizar una tarea. Los desencadenantes pueden ser muy variados y de diversa índole aunque suele estar implicada una situación o ambiente social.
12- La alegría
Este sentimiento se caracteriza por producir un buen estado de ánimo y bienestar personal,
además
el
individuo
que
se
encuentra en este estado tiende a tener una actitud constructiva y optimista.
El desencadenante suele ser un acontecimiento que la persona percibe como favorable. También puede ir acompañado de algún signo físico como la sonrisa.
13- E l amor
Este sentimiento se define como el afecto que sentimos por una persona, animal, cosa o idea. Los desencadenantes son las percepciones
o
valoraciones
subjetivas que hacemos de la otra persona. Otros factores como la soledad o la inseguridad pueden llevar a sentir el amor como una necesidad.
14- La gratitud Este sentimiento es el que se experimenta cuando una persona valora el favor o beneficio que alguien le ha concedido. Va acompañada del deseo de corresponder con el mismo trato. Los principales desencadenantes pueden ser las acciones llevadas a cabo por otra persona, o un sentimiento de bienestar general que la persona valora y por tanto agradece tener.
15- La esperanza Este sentimiento se define como la creencia por parte de la persona de que puede lograr los objetivos o metas que se ha propuesto. El individuo cree que tiene la capacidad o los recursos necesario para hacer frente a una determinada situación.
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Sentimientos neutros Son aquellos que cuando se producen no derivan en reacciones agradables
ni
desagradables
pero
sí
facilitarán
la
aparición
de
posteriores estados emocionales. Algunos de los principales sentimientos neutros son:
16- La compasión Es el sentimiento por el cual una persona puede sentir piedad por otra que está sufriendo o que se encuentra en una situación desagradable y además se muestra dispuesto a acompañarla en ese proceso. Los desencadenantes pueden ser variados, pero generalmente va unido a una situación desagradable por la que está pasando alguna persona del entorno, aunque no necesariamente tiene que ser un ser querido ni una persona conocida.
17- La sorpresa Se define como la reacción causada por algo novedoso, extraño o imprevisto. La atención de la persona se dirige a procesar y analizar el estímulo que ha provocado la reacción.