Facultad de Filosofía y Letras Universidad de Buenos Aires
EUGENE ENRIQUEZ
EDUCACION Y FORMACION
Aportes desde una teoría de la Institución y las organizaciones
Serie Los Documentos De la Carrera de Formación de Formadores
INDICE
EDUCACION Y FORMACION
Aportes de una teoría de la Institución y las organizaciones CAPITULO I: I. EDUCACION, FORMACION Y TERAPIA 1. Introducción Una interrogación 2. La educación, la formación y la terapia Sobre la educación Sobre la formación Formación y tipos de saber Acerca de la terapia, la regulación acompañante y la regulación esencial CAPITULO II II.INSTITUCIÓN Y ORGANIZACIONES 1. Las instituciones El origen de la institución institución ( o acerca de "Totem "Totem y Tabú") Canalización de la agresión y construcción de la unidad: el fantasma de lo único Concreción de un proyecto y una tarea Cuatro notas para definir la institución
2. Las organizaciones
Organizaciones de producción y organizaciones voluntarias Organizaciones voluntarias, organizaciones de producción e instituciones
3. Una Tipología Tipología de las organizacion organizaciones es 3.1. Introducción 3.2. La organización-institución, sistema cultural, simbólico e imaginario 3.3. Cinco formas de organización La organización carismática La organización burocrática La organización cooperativa La organización tecnocrática La organización estratégica La organización democrática
CAPITULO III III.LA FORMACION Y LOS FORMADORES 1. Introducción: Tres Perspectivas Sobre La Formación 2. El Formador La garantía de una una experiencia exitosa La función de rechazo, rechazo, el interdicto estructurante estructurante La función de referencia referencia La posibilidad de humor humor acerca de sí mismo mismo El reconocimiento de su su posición institucional institucional
3. Algunas Condiciones De La Formación
La intimidad y la necesidad necesidad de una alianza alianza positiva Acerca de una relación relación de formación “suficientemente buena” buena”
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INDICE
EDUCACION Y FORMACION
Aportes de una teoría de la Institución y las organizaciones CAPITULO I: I. EDUCACION, FORMACION Y TERAPIA 1. Introducción Una interrogación 2. La educación, la formación y la terapia Sobre la educación Sobre la formación Formación y tipos de saber Acerca de la terapia, la regulación acompañante y la regulación esencial CAPITULO II II.INSTITUCIÓN Y ORGANIZACIONES 1. Las instituciones El origen de la institución institución ( o acerca de "Totem "Totem y Tabú") Canalización de la agresión y construcción de la unidad: el fantasma de lo único Concreción de un proyecto y una tarea Cuatro notas para definir la institución
2. Las organizaciones
Organizaciones de producción y organizaciones voluntarias Organizaciones voluntarias, organizaciones de producción e instituciones
3. Una Tipología Tipología de las organizacion organizaciones es 3.1. Introducción 3.2. La organización-institución, sistema cultural, simbólico e imaginario 3.3. Cinco formas de organización La organización carismática La organización burocrática La organización cooperativa La organización tecnocrática La organización estratégica La organización democrática
CAPITULO III III.LA FORMACION Y LOS FORMADORES 1. Introducción: Tres Perspectivas Sobre La Formación 2. El Formador La garantía de una una experiencia exitosa La función de rechazo, rechazo, el interdicto estructurante estructurante La función de referencia referencia La posibilidad de humor humor acerca de sí mismo mismo El reconocimiento de su su posición institucional institucional
3. Algunas Condiciones De La Formación
La intimidad y la necesidad necesidad de una alianza alianza positiva Acerca de una relación relación de formación “suficientemente buena” buena”
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4. El Proceso De La Formación Sus rasgos Sus Propósitos Fundantes
BIBLIOGRAFIA OTRAS OBRAS DEL Dr. EUGENE EUGENE ENRIQUEZ ENRIQUEZ EN CASTELLANO
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I: EDUCACION, FORMACION Y TERAPIA 1.
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Introducción
Quiero agradecer la presentación de Marta Souto y quiero decirles que estoy muy contento de estar con ustedes porque es la primera vez que vengo a trabajar a la Argentina. Conozco algo del país como turista solamente. Ahora voy a poder apreciar y confrontarme con el pensamiento de las personas de Buenos Aires. Voy a presentar el programa en su conjunto, no en el detalle sino en su objeto principal. Primero; me parece fundamental decir que cuando se habla de educación y de formación debe insistirse en los aspectos relacionales de la educación y la formación que implican al conjunto de la personalidad. No sólo a las relaciones visibles entre unos y otros sino también a los procesos inconscientes e imaginarios que puedan existir, considero además indispensable considerar que estas relaciones se sitúan siempre en un contexto bien concreto, preciso: el contexto de un grupo, el de una organización, el de una institución y más allá, en un contexto sociohistórico y político que define exactamente la manera en que las relaciones pueden llegar a establecerse. Es por eso que la perspectiva que voy a tratar de desarrollar aquí va a ser absolutamente transdisciplinaria. Por una parte porque usa conceptos que provienen desde distintas disciplinas, pueden ser transferidos desde otra disciplina, y por otra porque los problemas de la educación que refieren a una relación de la vida humana no pueden ser comprendidos, abarcados ni interpretados a partir de un único enfoque. Aclarado esto, por supuesto, hay que prestar mucha atención y no mezclar todo. Hemos conocido a menudo psicoanalistas que tratan de psicoanalizar lo social o sociólogos que tratan de sociologizar el inconsciente. Es necesario ser sutil en la utilización de estos distintos enfoques. Espero respetar esto que acabo de anunciar y si no lo hago espero que me lo hagan notar. Lo digo de una manera un poco humorística porque como decía hace un momento, hay momentos en que ya no estoy seguro de mi propia identidad. Mi formación inicial es la del psicosociólogo, pero siempre fui profesor de sociología, tengo una formación psicoanalítica, he profesado en una facultad de economía y me ocupo también de problemas de Ciencias Políticas y Derecho, lo que probablemente pueda dar lugar a cierta mezcla pero cuento con que ustedes van a ser buenos observadores. Dejando de lado mi curiosidad personal, si me interesaron distintos enfoques es en parte porque siempre fui particularmente sensible a la idea de que la mayoría de la gente tenía una visión bastante limitada de los problemas, sobre todo porque no querían ver lo que podía molestar su visión, su particular perspectiva. Por eso siempre traté de tener en cuenta que los problemas están planteados de manera compleja y que, entonces, hay que tratar de rendir cuenta de la mejor manera posible de esta complejidad pero conservando, al mismo tiempo, suficiente modestia. Aún cuando uno quiera refinar la explicación y la interpretación siempre va a haber elementos que podrían ser mejor explicados. El modo de trabajo de Freud tuvo una gran influencia en esta manera de pensar que tengo. En su libro "La interpretación de los sueños" por ejemplo trata de analizar de 1
El texto de esta sección corresponde a la desgrabación del Seminario de Doctorado dictado por el Dr.Enriquez en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA en el año 2000. 4
la manera más minuciosa posible los sueños y vuelve sobre estas interpretaciones una y otra vez, pero hacia el final dice "a pesar de todo quizás hay un resto que no logré analizar... algo que es como "el ombligo del sueño", quizás lo más importante y que a pesar de todo el esfuerzo nunca llegará a explicarlo. Por esto mismo decía que uno debe conservar cierta modestia. Me gustaría en esta presentación general insistir en la idea del saber como un saber sumamente vivo. Si uno entrega un saber que parece muerto no hay ninguna posibilidad de lograr que las personas a quienes uno se dirige se vuelvan seres vivos. Diría, lo esencial de la formación y la educación es precisamente formar individuos que pueden pensar por cuenta propia, capaces de actuar pensando en las consecuencias de su actuar y capaces de interrogarse y cuestionarse cuando su acción tuvo efectos distintos a los que esperaban. Todo esto implica que el proceso pedagógico en sí mismo debe tener una dinámica vital sin la cual no hay formación. También implica que a través de este proceso lo que se juega para todos nosotros es nuestra capacidad de sublimación, es decir, el placer de pensar y el placer de pensar con otros de manera compartida. Un interrogante
Ahora voy a empezar de manera interrogativa. Voy a retomar una frase muy conocida de Freud que dice: "hay profesiones en las que estamos seguros que hagamos lo que hagamos siempre vamos a tener resultados insuficientes", son las que podríamos llamar los oficios o las profesiones imposibles y entre las que las dos más conocidos son el arte de enseñar y el arte de gobernar. Modestamente agregaba "creo que el psicoanálisis va a ser la tercera de estas profesiones". Todos conocen el chiste que le hace Freud a la mujer que venía a pedirle consejos para la educación de su hijo, cuando contestó simplemente "Señora, haga como pueda, de todas maneras va a estar mal". Son campos donde es mucho más fácil decir lo que no hay que hacer que decir lo que hay que hacer para obtener los resultados esperados. Si observo más de cerca este oficio de educador y formador (por el momento no hago diferencia entre ambos) la primera constatación es que expresan un poder sin mediación. En la mayor parte de los oficios hay mediaciones que están previstas. Por ejemplo un ingeniero tiene maquinas, herramientas, etc., que puede utilizar y entonces podemos decir que estas maquinas y herramientas constituyen una mediación entre lo que hace él y lo que van a hacer los otros. En el acto pedagógico hay algunas mediaciones simples -libros, documentos y textos- pero en realidad lo que se juega es una relación directa de un individuo con otro individuo lo que hace que el educador pueda llegar a tener un poder absolutamente extraordinario. Aún cuando no sea su intención, aún cuando no quiera ejercer en particular este poder, sabe que tiene una influencia importante sobre los demás y que de no haber esta influencia no existirían tampoco procesos de adquisición. Pero imaginen el esfuerzo que el educador debe hacer sobre sí mismo para no abusar de este poder directo. El problema que se le plantea es el mismo que para el psicoanalista o para el gobernante. Un segundo punto. Es una profesión en la que no hay una indicación precisa para el desempeño. Sabemos que hay diplomas que otorgan una presunción de competencia, pero hay pocas posibilidades de ver los resultados de lo que uno hace. En las profesiones comunes se puede decir que los resultados son externos. Con el ingeniero que construye un puente uno ve concretamente el puente y puede saber si soporta el peso de los camiones que pasan o no lo soporta, pero si un alumno no 5
aprendió, ¿por qué razón no aprendió? El docente era un mal pedagogo?..., el alumno no era aplicado?... era vago?... el contexto grupal no era el adecuado?... tiene problemas familiares?... Puede haber muchas explicaciones y aun cuando uno diga que hay resultados externos porque aprueba los exámenes, tiene buenas notas, etc., esto no quiere decir de ninguna manera que esta persona va a tener éxito en la vida. Sabemos que hay muchas personas que aprueban sus exámenes con éxito y además tienen éxito en la vida y también hay personas que son brillantes en sus exámenes y sin embargo en la vida se encuentran totalmente perdidos. Es decir, nunca tendremos certezas sobre aquello que hemos hecho, sobre todo porque hay una dimensión semejante a la de los procesos analíticos. Tanto en el psicoanálisis como en la educación hay efectos posteriores, no inmediatos. Sabemos que muchas veces alguien no muy conforme con nuestra enseñanza, años más tarde y para nuestra sorpresa, nos dice: "usted tuvo una influencia extraordinaria en mi vida". Inversamente tenemos gente que puede estar muy contenta al terminar el seminario por ejemplo y que después se olvida de todo lo que aquí ocurrió. Este problema de la inmediatez es un aspecto muy importante y créanme, di muchos seminarios y la satisfacción inmediata no implica una satisfacción a posteriori. Por eso el tercer punto de dificultad en este tipo de profesión es se pueden ejercer sin ningún sentimiento de culpabilidad o con todo el sentimiento de culpabilidad. Uno puede decirse: “hice todo lo que pude y si los otros no entendieron o se apropiaron de esta dinámica, bueno, mala suerte”. O bien uno puede ponerse en la situación de un verdadero padre o madre de las personas, vivir de manera muy intensa el mínimo fracaso y los mínimos logros de cada caso y decirse constantemente: es mi culpa, tendría que preocuparme más, etcétera. Precisamente para que este acto pedagógico pueda concretarse plenamente es necesario que pueda haber al mismo tiempo distancia e implicación. Implicación para volver más vívido este saber y distancia como para no tomarse uno mismo por un demiurgo o por un dios y saber que lo que uno sabe puede ser discutido. Si retomo estos tres puntos, es decir: profesión sin mediación, resultados difíciles de evaluar y demasiado grande o poca culpabilidad, nos podemos dar cuenta hasta qué punto es realmente una profesión difícil. Por eso hubo una época en la cual se decía que no se trataba de una profesión sino de una vocación. En la actualidad se es un poco más dubitativo con respecto a la vocación, pero esta noción tiene algo de cierto porque es un trabajo en donde uno puede comprometerse demasiado y tiene que tomar decisiones a través de las cuales puede hacer mucho bien o mucho mal. Todos saben que el niño al que se le repite constantemente que no es capaz terminará siendo no capaz. Naturalmente un buen educador no se comporta así, pero muchas veces puede dejar traslucir una apreciación de este tipo y el alumno puede sentirse amado o rechazado. Efectivamente hay una relación de transferencia intensa y en la clase el que educa tiene que prestar mucha atención para no dejarse afectar por las reacciones emocionales de sus alumnos. Debe tener siempre en cuenta que no es él como persona a quien se ama o a quien se rechaza.
2. La educación, la formación y la terapia Vamos a distinguir ahora entre educación, formación y terapia porque presentan similitudes y diferencias. Sobre la educación
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En la idea de educación existe la idea de crear algo a partir de nada o de una base mínima. Está la idea de tomar una masa no trabajada todavía para trabajarla y hacer algo con un objetivo determinado. Se puede decir que la educación que dan los padres apunta a hacer del niño, un niño obediente a las normas de sus mayores o bien, un niño autónomo con ideas propias. Si nos basamos en el mito republicano decimos que la educación escolar apunta a formar buenos ciudadanos. Si pensamos en términos económicos decimos que la educación procura preparar a los jovenes para que tengan una profesión, una actividad sólida, consistente, para que puedan ganarse la vida. En la idea de educación siempre existe la idea de un modelo que se tiene en mente, un modelo que puede ser más o menos detallado, pero de por sí implica la idea de moldeamiento. Por eso a veces los americanos que son más cínicos que nosotros, no hablan de educación sino de crianza como en el caso de vacas o pollos. No solo los americanos, hay toda una tendencia actual alemana de que se orienta en este sentido. Obviamente no comparto esta opinión. Sin embargo hay algo de cierto en ella dado que siempre existe un proyecto cuando se trata de la educación. En el caso de los padres siempre hay un proyecto parental con respecto al niño: que puedan tener éxito en la vida, que logren ascenso social. Lo preocupante no es que exista un proyecto sino que sea un proyecto parental negativo con respecto a los hijos. Voy a dar un ejemplo que me ha impactado mucho. Conocí a una mujer que era ayudante de enfermería en un hospital. Ella no tenía diploma universitario entonces decide presentarse a un examen para ingresar a la universidad. Lo prepara intensamente. Sus padres eran personas de una condición modesta y quizás consideraban bastante extraordinario que su hija humilde llegara a ser una ayudante de enfermería. Entonces la madre le escribe un día: "se que estás trabajando mucho" y la madre olvida releer la carta que le está escribiendo y en vez de escribirle "como estás estudiando mucho espero que toda salga bien" le escribe "espero que no apruebes". Esta mujer no pudo dar bien su examen. Siempre tenemos un proyecto para los demás, el problema es si el proyecto es demasiado invasor o no lo es. En educación siempre apuntamos a la personalidad en su integridad, a la totalidad de la personalidad que tenemos frente a nosotros. Por eso hubo tantas disputas entre los países que eran partidarios de la educación en la escuela y de los partidarios de una instrucción en la escuela. Los partidarios de una educación en la escuela decían que la educación de la familia contribuye a formar buenas personas mientras que la educación escolar contribuye a formar buenos ciudadanos, es decir personas capaces de participar en la vida cívica y cumplir bien en la vida cotidiana, con los roles de consumidores, de productores. En cambio aquellos que eran sólo partidarios de la instrucción en la escuela, decían: si hacemos educación en la escuela siempre va a imponerse una tendencia ideológica. La escuela debe quedar neutra y permitir la transmisión de los conocimientos. La educación es más bien la función de la familia o de las iglesias. En esta perspectiva la escuela debe ser un lugar neutro ocupándose de un único problema: la apropiación del saber. De todos modos cuando se opta, en lo que a la educación se refiere, la idea fundamental que se tiene no es formar individuos o seres que sean capaces en la vida cotidiana. Se trata de formar gente capaz de asegurar la continuidad de la línea en la que estamos o de garantizar la Nación en la que uno se encuentra. Es lo que la psicoanalista francesa Piera Aulagnier llamaba "contrato nacisistico". Hay una especie de contrato entre los educadores y los que son educados a través del cual los educadores reconocen a los demás como sus hijos, sus descendientes, etc, y los que son educados reconocen que forman parte de este linaje en 7
el que encuentran su seguridad. Esto no quiere decir que no cuestionen a sus maestros, pero pueden cuestionar una tradición a partir del momento en que pueden reconocer esta tradición, que se sienten seguros y por ende que son reconocidos por sus padres o por los educadores como seres autónomos que pueden criticar la educación que recibieron. En esta idea de contrato existe la idea de que las dos partes van a tener una participación importante. El educador porque va a permitir al otro una existencia, más pronto o más tarde, autónoma. Los alumnos porque a partir de este sostén se sienten lo suficientemente consistentes como para autoabastecerse. Es por ello que otro psicoanalista, René Käes, retoma la idea de Piera Aulagnier, demostrando que este contrato narcisístico da un apuntalamiento fundamental para poder tener una existencia autónoma. Käes trató de continuar esta idea, ampliarla, demostrando que cada vez que falta este apuntalamiento nos encontramos frente a un pacto que él llamo "pacto denegativo" en el que existe algo que falta tanto de un lado como del otro. La idea fundamental es: no reconozco a mis hijos, mis hijos no me reconocen. Este tipo de pacto fue un elemento fundamental en todos los regímenes autoritarios, pues es en la medida en que yo digo estas personas no son verdaderos hijos que los puedo matar o, en el otro sentido, es cuando digo mis padres no son buenos padres que puedo denunciarlos. Como ven, un elemento fundamental en cualquier proceso educativo es justamente este núcleo tan fuerte que aparece entre el educador y el educando. Contrariamente a lo que se piensa, el aceptar que uno pertenece a una tradición es lo que permite que uno sea innovador. Es cierto que cuando las personas quedan pegadas a la tradición lo único que hacen es repetir, pero cuando esta tradición se da en una relación pedagógica viva, se ve como el discípulo llega a aceptar lo que le permite desarrollarse rechazando todo aquello que le parece una pesada carga sobre sus espaldas. Voy a dar un ejemplo un poco alejado del proceso de educación. Realicé en Francia un estudio sobre el desarrollo del movimiento impresionista. Ahora ya sabemos que los impresionistas se cuentan entre los pintores más conocidos en el mundo entero. Lo que es impactante es que en algún sentido todos tuvieron el mismo padre que no es el pintor impresionista más conocido. Se trata de Camille Pissarro, que era de mayor edad, que tenía una amabilidad extrema y que sabía ver en la personalidad del otro lo que había que sostener. Por eso es que Pissarro pintó mucho junto con Monet, Gauguin, Van Gogh, con Cezanne y algunos otros. Y aun Cezanne cuando en el ocaso de su vida era un pintor con mucha celebridad, al firmar sus autógrafos siempre firmaba "Cezanne, discípulo de Pissarro". También hay cartas de Van Gogh que testimonian como fue él quien lo ayudó a descubrir el secreto de las luces. Lo interesante en este caso, al que le dediqué mucho tiempo, es que en definitiva es Pissarro el que les da una idea de lo que debe ser el color, pero a cada uno lo ayuda a elegir su propio camino aun cuando él tenga una obra menos interesante que la de todos ellos. Esto condujo a que alguien como Gauguin dijera "todos aprendimos algo de Pissarro, si él no hubiese existido la pintura francesa nunca hubiese sido lo que es". Es un ejemplo que me parece interesante porque no es un ejemplo común. Pissarro físicamente era un hombre alto, fornido, una especie de padre que se preocupaba más del éxito de cada uno y del grupo en su totalidad que de la propia. Tenemos tanta costumbre de ver padres autoritarios que a veces no vemos ejemplos como éste que muestran lo contrario.
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En esto que acabo de decirles surge una nueva idea de educación, trabajar con las personas aquello que es de peso y les permitirá desarrollarse. Cuando es así ya no se trata de la imposición de un modelo sino de encontrar el modo de ayudar a cada persona a inventar progresivamente su propio modelo. Y como ven, ya se trate de imposición de modelo o búsqueda de modelo en pos de la educación, la idea es, justamente, apuntar a la personalidad total de aquellos que están frente a nosotros. Como vamos a ver enseguida, la formación no es lo mismo, hay algunos puntos en común pero hay algunos puntos distintos. Sobre la formación
Primero voy a abordar el problema de la formación de manera general para retomarla posteriormente de modo más detallado presentando la aproximación a una tipología. La primera diferencia entre educación y formación. En la formación se reciben personas que ya fueron más o menos bien educadas, que tienen cierta experiencia dada y con las cuales se puede trabajar, me atrevería a decir que desde el principio, a partir de una experiencia vivida, mientras que en la educación se puede trabajar también a partir de la experiencia de las personas pero en modo progresivo cuando lo vivido ha formado una base, un modo de ser y conocer. Si miramos de cerca cuál es el problema de la formación podríamos hasta hacer un chiste y decir que nunca se trata de formación sino más bien de deformación o de transformación, porque la educación recibida por las personas los ha formado en cierto modo y ya tienen una estructura de pensamiento, un tipo de comportamiento ya establecido. Cuando se trabaja sobre la formación y sobre todo sobre la formación de adultos, vemos que un problema importante lo constituye el esfuerzo para que se puedan “saltar” los estereotipos, los prejuicios, los hábitos y entrar en un proceso de cambio. También ahí pueden ver la diferencia con respecto a la educación. En el proceso de formación estaríamos en un proceso que en definitiva no puede tener fin, siempre podemos cambiar y evolucionar de un cierto modo, en cambio podemos decir que la educación nos ha dado en los primeros años la estructura principal de nuestro ser. Si luego hay transformaciones profundas son transformaciones que van a hacerse de manera más radical; es decir, soy alguien que piensa y vive de una manera y que después de acontecimientos especiales puedo actuar y vivir de una manera totalmente opuesta. Ahí se trataría más de educación en el sentido de una transformación completa de la personalidad y no como un proceso de cambio a largo plazo. Para dar un ejemplo quizás divertido de este tipo de transformaciones en la educación... Me vi obligado como tantos franceses de la época a hacer el servicio militar y era un soldado raso. Tenía un capitán que era el típico capitán jerárquico que además había participado en la guerra de Indochina, de Argelia y yo lo fui conduciendo progresivamente a una modificación profunda. Voy a agregar algo: mi servicio militar lo hice después de la edad, significa que ya había escrito cosas que eran conocidas. Logré, de lo que me siento muy orgulloso, mandar a mi capitán a hacer algunos cursos en los que podía pensar, logré que dejara el ejército, que se dejara el pelo largo, que se hiciera sociólogo y lo integré en mi equipo y cuando llegó el Mayo francés hubo que contenerlo para que no fuera a poner bombas en las comisarías. Se había convertido en un verdadero izquierdista. Después se equilibró. Ahí podemos hablar de una transformación total. Eso no es formación. La formación es una transformación que se vive en procesos más largos a través de la vida. 9
Una segunda idea que me parece central, aun cuando no parezca evidente, es que la formación solo puede hacerse en forma real en grupo mientras que la educación puede ser en grupo o individual. Basta con pensar en "Emilio" de Rousseau, donde se muestra con precisión todo lo que un tutor puede hacer con un niño. En cambio la idea de formación está asociada al intercambio entre unos y otros. P.- No estoy de acuerdo y quizás sea por una experiencia personal. Tomé clases individuales con un profesor en la época de la dictadura militar y me marcó mucho en la vida, si bien no solía poner bombas en la comisaría ni nada por el estilo . E.- Pero digo que era más educación que formación porque cambió su manera de ser. P.-Sí. Yo lo había tomado como una cuestión formativa, es decir, leer a Kant, a Hegel, a Marx, pero es probable que se haya transformado más en algo en el sentido que usted toma la palabra educativa. A veces resulta confusa la diferenciación... E.- Quizás ocurrió que lo marcaron más profundamente a usted. De todos modos lo que digo no es la única verdad posible. Usted puede pensar y sostener una teorización diferente. Me gustaría explicar por qué, según mi opinión, la formación solo puede ser grupal. Cuando uno de nosotros posee conocimientos que provienen de una disciplina dada, el conjunto del grupo también tiene conocimientos, tiene lo que podemos llamar un "conjunto a disposición" inmediata si tenemos frescos nuestros conocimientos o una disposición más tardía si tenemos que consultar algún material. Cada uno de nosotros tiene un conjunto a disposición y quizás si todos pudieran comunicarse con todos podríamos tener un conjunto disponible de todo el grupo. Ese es un primer punto. Segundo punto. Cuando estamos en un proceso de formación podemos tener cierta actividad de pensamiento o también una actividad más concreta -uno se ejercita en ejercicios de matemáticas u otra cosa-, es decir, en la formación ponemos en marcha lo que podemos llamar nuestro "conjunto activo". Tercer punto. Para entender estas cuestiones, para interpretarlas, tenemos que orientar nuestro pensamiento de determinada manera. Todos no pensamos de la misma manera, no tenemos los mismos principios de razonamiento y tampoco tenemos obligatoriamente las mismas teorías de referencia. Lo que nos orienta es aquello que podemos llamar el "conjunto-guía". Estos conceptos fueron establecidos por el psicosociólogo Guy Palmade. Si miramos atentamente estos tres conjuntos deberían estar en comunicación entre sí; es decir, aprendo cosas, mi conjunto disponible entonces crece; testeo mis conocimientos tratando de aplicarlos, ese es el conjunto activo y, al mismo tiempo, todos estos nuevos conocimientos y nuevas actividades transforman mi manera de pensar. Todo esto ocurre si los tres conjuntos se comunican entre sí, cosa que no siempre sucede. Por ejemplo si hay demasiada transmisión de conocimiento, los formados van a tener muchos conocimientos pero no sabrán como utilizarlos lo que no va a cambiar su modo de pensamiento. Del mismo modo habrá personas que hacen mucha ejercitación y que saben usar perfectamente lo que está disponible, pero esto no los induce a tener nuevos conocimientos. Si quisiera pasar rápidamente diría que podríamos recordar la vieja frase de Montaigne "tener individuos con una mente bien hecha pero no bien llena..." Es necesario considerar que puede haber disociaciones entre los distintos conjuntos. En el plano individual es así como ocurre. El tema es cómo poder transformar todo esto y justamente es a través del trabajo en grupo. Si el grupo trabaja 10
realmente, no solo si escucha, la gente intercambia información, es decir: te doy un poco de conjunto disponible y tu me das otro poco de conjunto disponible y así hacemos un intercambio. P.- ¿ La formación implica la ruptura de la estructura ya existente? E.- Es correcto, pero después voy a volver sobre el tema. Si nos informamos bien mutuamente y sabemos escucharnos mutuamente podemos analizar si estas informaciones nos sirven para lo que vamos a hacer juntos. Ahí reside el interés de un trabajo en grupo, pero por otro lado el hecho de trabajar juntos va a llevar a un reacomodamiento de nuestras maneras de pensar. Y si nos decimos que el objetivo esencial de una formación es la posibilidad de pensar más correctamente que antes, esto demuestra que esto es posible porque hay interacción entre las personas que paulatinamente van a ir cambiando los modos de pensar. Quisiera darles un ejemplo ya un poco antiguo. Durante la segunda guerra mundial había un problema bien específico que tenían que resolver los aliados: cómo llevar gente de Inglaterra y de América para una invasión a Francia sin que los barcos y los convoyes de transporte fueran hundidos por los alemanes. La táctica habitual de la Marina era simple y consistía en enviar una pequeña flotilla de barcos pequeños. Pensaban que como no eran demasiados los submarinos no los iban a ver, pero en realidad ocurría que los submarinos los veían casi siempre y entonces muchos barcos aliados eran hundidos. Un antiguo primer ministro francés, Clémenceau decía que la guerra era algo demasiado importante para dejarla solo en manos de los militares. Como el asunto era particularmente complicado, estos militares americanos e ingleses decidieron constituír un grupo de trabajo en el que había, además de militares, psicólogos, sociólogos y economistas, dirigidos por un señor bastante extraño llamado Suckerman que en esa época era especialista mundial en la fisiología de los monos antropoides. ¿Cuál era la idea? Si se hace trabajar un grupo interdisciplinario sin los prejuicios que habitualmente tienen los militares quizás encuentren soluciones nuevas y si a la cabeza del grupo se pone a alguien que no sabe nada de lo militar quizás obligue a los demás a hacerse preguntas nuevas. Efectivamente fue lo que ocurrió. En vez de enviar flotillas dispersas en el Atlántico se armaron flotas grandes con 200 barcos y entonces si el submarino las veía tenía miedo y se iba o bien atacaba con el resultado de ser destruido. Hubo resultados bastante concretos con un 60% más de submarinos alemanes hundidos y un 75% menos de barcos ingleses hundidos. Cuando se pudo entrevistar a todos aquellos que habían participado en este grupo de trabajo, se hizo obvio que había funcionado muy bien cuando los especialistas, los militares, empezaron a transformar su manera de pensar las cosas y cuando empezaron a aceptar que otros especialistas podían hasta llegar a ser más inteligentes que ellos (risas). Hace ya 40 años hice más o menos lo mismo pero en un grupo más reducido al introducir en las reuniones del Consejo de Administración de un banco francés, a un escultor, una bailarina y por supuesto, yo mismo. Lamento un poco porque no soy capitalista, era un banco popular y se convirtió en uno de los más grandes bancos franceses. Efectivamente tanto la bailarina como el escultor hicieron preguntas sumamente interesantes y entonces los banqueros empezaron a pensar de otro modo. Lamentablemente ya esto no es posible en la actualidad. Hace 40 años se podían hacer experiencias apasionantes en cualquier tipo de organización mientras que en el contexto actual de ultraliberalismo y desocupación es muy difícil cuando no resulta imposible. Sin embargo no quisiera que se desesperen, quizás algún día volvamos a tener la posibilidad de llevar a cabo experiencias interesantes.
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Con estos ejemplos quise mostrar hasta qué punto la interacción, la capacidad de escucha mutua y la capacidad de cuestionar esquemas intelectuales preestablecidos, son las que permiten transformar nuestras maneras de pensar y de actuar y provocar así efectos formativos en profundidad. El problema central de la formación reside realmente en la apropiación del saber, en el proceso por el cual lo convertimos en un elemento para plantear y ver el problema de un modo diferente a lo que nos era habitual. Formación y tipos de saber
Me gustaría mencionar al pasar otro punto sobre la formación que tiene relación con lo que acabo de decir. ¿Cuáles son en definitiva los conocimientos necesarios en la formación? Podría uno decirse que para que alguien tenga verdaderos conocimientos debe tener un verdadero saber demostrativo. Esto quiere decir que sobre un problema dado sea no sólo resolverlo sino que además pueda decirle a los demás cuáles son los principios que le permiten resolverlo de esa manera. Por ejemplo un buen abogado no solo sabe llevar bien un expediente. Además puede decir por qué se basa en tal ley o en tal otra y puede explicárselo a los demás, dado que hay un saber demostrativo en todos los ámbitos. En general uno tiene esta idea del saber, pero se puede tener otra distinta. Podemos tener la idea de un saber como un saber hacer, un saber que no se puede demostrar pero resulta operativo. Por ejemplo muchas personas saben usar un automóvil pero no tienen idea de cómo funciona el motor. Tienen un saber hacer operativo. A menudo en estos saberes que implican gestos y herramientas se deja de lado el saber demostrativo y solo se enseña el saber operativo. Por ejemplo cuando se enseña a los obreros a hacer las cosas de tal manera sin decirles el porqué deben hacerlas de tal manera así. Hay un tercer modo de saber, lo que podemos llamar el "saber de las propiedades generales de las disciplinas". Un ejemplo. Yo soy sociólogo pero sé para que me sirven algunos conceptos psicoanalíticos, sé para que podrían serme útiles algunos conceptos que provienen de la Historia o del Derecho. Esto quiere decir que uno conoce bien una disciplina y uno sabe de las demás lo que tiene que saber para aplicarla correctamente. Ahí habría un saber más bien de síntesis al conocer bien un campo y sabiendo en qué pueden ser útiles los otros campos. Este saber de propiedades generales les da una fuerza mayor a los que lo poseen porque les permite tener una vista del conjunto de los problemas. Habría un cuarto modo de saber que retomaré más adelante, el saber estar de otro modo con los demás. Un saber sobre sí mismo sobre los propios sentimientos y emociones, un saber ser. Este saber ser tiene que ver con lo que uno es capaz de aceptar de los demás o con lo que uno no es capaz de aceptar de los demás, lo que permite también tener otro tipo de relación específica con los saberes demostrativos y de propiedades generales. Voy a explicarme. Si soy una persona que conoce muy bien un área, tengo un saber demostrativo, también sé aplicar y conozco además las propiedades generales de las demás disciplinas, puedo tener la tendencia a querer dominar el resto de las áreas. Esto sucederá con todas las formaciones que tienen que ver con el management. Los managers conocen muy bien algunas áreas pero además pueden controlar los otros ámbitos, lo que desarrolla en ellos este sentimiento de dominio y poder sobre los 12
demás. Si en cambio la formación apuntó a saber ser diferente puedo tener estos mismos saberes de los que hablé hace un momento pero puedo utilizarlos de una manera totalmente distinta. El poder de las propiedades generales demuestra hasta qué punto cada uno es indispensable en un grupo, cómo el saber demostrativo que puedo tener me sirve para interrogarme sobre los principios de mi disciplina y quizás cuestionarlos -como en el ejemplo de los militares que di hace un rato- y de qué manera los conocimientos operativos que puedo tener pueden llevarme a preguntarme si no hay otros modos operatorios más aprovechables, más fructíferos para el conjunto del grupo. Diría que el saber ser no tiene como única consecuencia otros modos de saber y de emoción, sino además tener otra concepción sobre el buen uso del saber. En un caso estaríamos en presencia del dominio, en el otro en una capacidad para hacer las cosas y para interrogarse sobre esta capacidad. Si ahora relaciono lo que acabo de decir con lo que presenté hace un rato, vemos que este saber ser diferente también es el producto de la actividad conjunta y de nuestras maneras de pensar en interacción. Me extendí un poco en esto pero quería demostrar que formación y grupo están estrechamente relacionados. Por el momento esto es todo para lo que tiene que ver con formación. Voy a volver a retomarlo al hablar de los fantasmas de la formación. Acerca de la terapia, la regulación acompañante y la regulación esencial
Qué diferenciación hacer de la terapia con respecto a todo esto. Diría: por un lado se parece y por otro no. La terapia apunta efectivamente a un cambio, es un proceso de cambio como la formación, pero mientras que en la formación solo puede haber regulación acompañante aquí tenemos, en la terapia, una regulación esencial. Voy a tratar de definir regulación acompañante y regulación esencial. 2 En la formación, la regulación acompañante consiste en lograr que el grupo se apropie y trabaje las cosas interrogándose, que avance en su modo de ver y plantear alternativas de modo que concluya más fuerte de lo que empezó. El grupo de militares del cual he hablado era más inteligente al terminar que al principio. El propósito de la regulación es permitir que el grupo conserve sus fuerzas vivas y, en lo posible, las llegue a aumentar. En el término regulación siempre existe esta idea: hay un elemento perturbador; algo que va a intervenir; se va a producir una acción que va a jugar sobre un elemento del sistema de modo tal que la perturbación desaparezca. Como se dice también en biología, hay una idea homeostática de regulación. Hay regulación acompañante o dinámica cuando en vez de volver a este punto se puede ir a un punto superior. En toda formación es a lo que se apunta. Me gustaría que al terminar este curso pensarán mejor que hoy. Esto es a lo que apunta normalmente una formación. En cambio en la terapia naturalmente mi objetivo es la cura pero si estoy demasiado obsesionado por la cura, siempre tengo miedo de no hacer bien la terapia y el riesgo que corro es el hacerla muy mal. Todos saben que en la terapia hay momentos de crisis esenciales, es decir que en vez de estar menos perturbado, el sujeto o el grupo, se encuentran más perturbados. Lo que se espera es, obviamente, que al terminar estén menos perturbados, pero no se puede evitar la dificultad que implica vivir este problema. Ahí podemos hablar de regulación esencial ya que se trata justamente de regular estas fuerzas que hay en nosotros, pero no se puede asegurar que después estemos mejor que al principio si bien 2
Estos dos tipos de regulación han sido propuestos por Guy Palmade. 13
ese sería el objetivo. Esto se ve más claro cuando hacemos terapia de grupo o psicodrama, la gente puede revivir sus problemas y decidír, desprenderse de ellos. Por ejemplo si se hace psicodrama de un matrimonio en el que hay dificultades cuando hay gente que es consejero familiar, lo que puede ocurrir es que al terminar la terapia decidan separarse y no seguir más. P.-Pero ahí no podemos decir que están mejor o peor... E.- Claro que no lo podemos decir, es otra cosa. Por eso hablo de regulación esencial, porque nos puede conducir a algo totalmente distinto. En cambio en el proceso de formación la idea que conduce es que aun con dificultades, la formación debe permitir, al terminar, una mejor regulación del grupo. El grupo de militares en guerra no podían fracasar, tenían que inventar alguna otra cosa, tenían un objetivo circunscripto y tenían que respetarlo. En cambio en el psicodrama, en la psicoterapia, puede ser peor, mejor o algo completamente distinto. En la terapia nos encontramos con un proceso que juega como el de formación pero de modo distinto. También juega como educación cuando opera una transformación profunda de la personalidad y sin embargo no se puede pensar en la terapia sin considerar la crisis que es necesaria y cuyo procesamiento en parte la define. Quisiera agregar un elemento de diferencia esencial para mí. En la terapia no debe haber modelo. Tomo un ejemplo, en terapia y frente a un sujeto homosexual, no se dice "voy a hacer de él un heterosexual". Es un ejemplo que puede parecer muy tonto pero se daba entre los primeros psicoanalistas. La idea esencial es que el analista tenga la menor cantidad de proyectos para sus pacientes y acompañe a las personas a descubrir lo que son, su propia verdad. Lo que muy bien explicaba Bion, "cuando alguien viene a la sesión trato de estar lo más vacío posible para no tener esta tendencia a invadirlo con mis proyectos inconscientes o con mis recuerdos". Reconocía él mismo que no era fácil, pero es una regla básica la abstención en la transferencia con el otro. Sin embargo a pesar de todo hay un punto en común entre formación y terapia. La formación apunta a una evolución de modos de pensamiento, de modos de acción, la gente termina transformándose o deformándose... P.- Muchas veces ciertas formaciones son terapéuticas, curan... E.-...no me gusta mucho esta asimilación, pero hay que reconocer que algo de cierto tiene, es decir que el proceso de cambio puede ir muy lejos y puede ser casi el principio de una terapia. Sin embargo me parece que hay que prestar mucha atención cuando se es formador. No hay que tener intenciones terapéuticas para con las personas que integran la formación, es decir no interpretar lo que dicen distintas personas, pues a partir de ahí se entraría en un proceso de intervención terapéutica que sería incontrolable. P.-Quiero hacer una pregunta sobre la relación de formación y educación. Usted dice que en realidad no es formación sino que se trata de deformación o de transformación porque siempre la educación recibida, que sería previa, ya ha formado en cierto modo y por lo tanto el sujeto tiene conductas establecidas. Me planteaba: si el concepto de educación tal como lo vimos se plantea la existencia de un sujeto como tabla rasa, sin experiencia previa y una educación con papel fundante en la estructura de la personalidad del sujeto, me pregunto ¿qué pasa con los aprendizajes sociales que aun el niño tiene?, ¿qué pasa con los aprendizajes familiares cuando tomamos este concepto de educación?, ¿es que no los tomamos en cuenta? E.- Lo que quise decir cuando hablaba de educación, es que resulta un punto de partida. La educación empieza inmediatamente que el chico nace. Es verosímil pensar que hay cosas previas, hereditarias, lo que sucedió en el vientre materno, etc., pero a 14
pesar de esto no hay muchas cosas, lo que hay básicamente son pulsiones, angustias como lo mostró muy bien Melanie Klein-, emociones, sonrisas... se sabe que el chico llega a sonreír antes de haber percibido la sonrisa de los demás. Hay toda una ebullición emotiva positiva o no, que no llega a verbalizarse. De ahí el término latino "infans", que quiere decir "el que no tiene habla". El problema de la educación es hacer pasar del "infans" al niño, es decir alguien que va a tener la palabra, que va a saber coordinar, erguir su cuerpo... Una de las primeras cosas que se le trata de enseñar es el control de la alimentación, porque no se le da de comer cada vez que quiere, luego el control de los esfínteres y más tarde el descubrimiento completo de su cuerpo. El niño descubre su cuerpo completamente en el momento del estadio del espejo, pero este descubrimiento tiene lugar porque escucha la voz de sus padres que le dicen "mirá qué lindo que sos". A través de todos estos aprendizajes se procura transformar este algo un poco informe al comienzo en alguien que va a tener un mínimo de autonomía y va a ser un ser social. El pasaje de la infancia al niño es, tal vez puede shokearlos, el paso del animal al ser social. Existieron muchos ejemplos, sobre todo en el siglo XIX, de niños raptados y educados por animales, por ejemplo niños lobos que de retorno a la sociedad humana nunca pudieron convertirse en seres sociales normales. Para mí la educación toma lo que no es todavía casi nada y da las estructuras básicas principales que normalmente no sufren modificaciones mayores en la vida. Se sabe muy bien que a pesar de tratamientos terapéuticos que modifican elementos importantes de la personalidad, hay un cierto núcleo básico que de alguna manera sigue siendo siempre el mismo. Por eso hago una distinción entre educación y formación. En la educación se dan las bases. Naturalmente la formación puede provocar procesos de cambio sobre cierto tipo de ámbitos. Por ejemplo se hace formación en disciplinas determinadas o incluso cuando se trata de una formación más centrada en el ser humano, se desarrollan potencialidades que están ahí sin poder transformar con todo el núcleo básico constituido en las primeras etapas. P.- ¿ Lo que se da como educación en la escuela primaria tiene que ver con este concepto de educación o en realidad es ya formación? P.- ¿ La construcción de las funciones psíquicas en el niño es educación? P.-¿El proceso de constitución de ideologías y la construcción de actitudes son educación? E.- Sí. Para mí corresponden verdaderamente concepto de educación. Pero dicho esto pensemos en la escuela por ejemplo: ¿cuál es la transformación que puede hacer la escuela?, ¿por qué decimos que la escuela educa? Su tarea es transformar un niño que ya está socializado pero con una concepción del mundo fundada en el aprendizaje espontáneo de la relación con los demás, en un ser que debe aprender a tener placer por aprender. Por eso ella tiene un papel crucial. Cuando se lleva a un niño a la escuela, al principio, siempre está un poco enloquecido. Se lo saca de su familia, se lo pone con otros. Al principio se lo hace jugar, pero luego va a tener que aprender, va a tener que ser juicioso, va a tener que hacer deberes, va a tener que querer a su profesor... es algo completamente distinto. Hay gente que nunca lo logra. Por eso digo que la escuela es realmente educación. Aparte de eso hay formación, por supuesto, por ejemplo lo que aprendo en matemáticas, en francés y lo hago bien o mal, para convertirme en un buen alumno. ¿Cuáles fueron siempre los principios de la escuela, sobre todo si tomamos la escuela en Europa, en América del Norte y del Sur? Primero, formar personas capaces de ser buenos ciudadanos, para tomar la expresión aristotélica, convertir los individuos en animales políticos, luego asegurar individuos capaces de desenvolverse en la vida, 15
aprender lo básico: leer, escribir y calcular y por último, lograr alguien relativamente autónomo en la vida, que sepa trabajar y amar. Se ve muy claramente ahí que hay un proyecto educativo esencial, es decir hacer de la persona una persona capaz de tener orientaciones políticas, tener influencia en la vida de la Nación; sabiendo leer, escribir y calcular, capaz de ser productiva, ser homoeconomicus, y en tercer lugar, ser un sujeto psíquico capaz de tomar decisiones. Eso es verdaderamente educación, en cambio ser bueno en matemática o en francés, eso es formación. Se pasa del infante al niño, por las primeras relaciones sociales con los demás; luego se pasa al niño que aprende y le gusta aprender y en general al producto final: un adulto político, económico y psíquico. Todo esto es educación. P.-Cuando nosotros hablamos de educación lo entendemos como ese proceso de formación y lo que usted está llamando formación en campos específicos lo consideramos como instrucción. Hay una diferencia en el uso de términos. E.- Puede haber formación específica, pero también puede haber formación en el ámbito humano en general pero siempre a partir de esta educación instituida. Pero la formación para mí siempre es algo que está en un proceso de cambio fuerte pero no es forzosamente una ruptura. En cambio el pasaje del infante al niño es una ruptura y en cada una de estas instancias hay crisis para superar. Ahora si se prefiere decir que todo esto es formación entonces sí es un problema lexical puramente. P.-¿Pero la formación no viene después de una deformación? E.- Pero no solamente es un proceso. Hay crisis. No es fácil enseñarle a un chico por ejemplo a comer en horarios fijos, a no hacerse pis encima. P.-Cuando decimos "la formación después de la deformación" se piensa en una crisis, si formo a través de una deformación hay una crisis. E.- Depende hasta qué punto se rompa todo o no. Siempre hay elementos de ruptura, de crisis, pero se trata de regularlos y por eso hablaba de regulación. Son momentos de dificultades muy fuertes y solamente pueden resolverse a través del paso de un estadio a otro. Para mí hay más relación entre la educación y la terapia que apuntan a transformaciones profundas que en la formación donde parece ser un proceso que sigue un curso natural en el cual continuamente hay que formarse, deformarse, reformarse... Información, ir tomando forma, como si se tratase de un parto. La formación tiene lugar durante toda la vida, en cambio no tenga la impresión de que la educación sea durante toda la vida. Tal vez estoy equivocado, pero en los primeros cinco, seis años las cosas ya están en su lugar, después hay matices, evoluciones... Era Lacan el que decía - aún cuando no soy lacaniano-: "si tomo a un idiota en tratamiento al final va a estar mejor pero seguirá siendo un idiota", es decir que hay elementos estructurales difícilmente modificables. Sé que es una idea un tanto pesimista. P.- ¿Esto que está planteando como educación tiene que ver con una continuidad de la mismidad, "el idiota que va a terminar siendo idiota", no tiene que ver con la identidad sino con la teoría de la mismidad, del reconocimiento de sí mismo, del ser? E.- La identidad se va construyendo, pero se construye a partir de un cierto soporte, una cierta base, aun cuando haya grandes evoluciones en la identidad. Para tomar un ejemplo tonto y fácil me voy a tomar como ejemplo yo (ríe). Cuando era chico era un niño que tartamudeaba, muy temeroso con respecto a los demás y un día me dije "esto no puede continuar" e hice como Demóstenes, me puse a hacer discursos en el lugar donde vivía, donde había muchos espacios vacíos y podía ensayar sin ser oído. Hoy soy alguien que habla todo el tiempo y tiene muchas facilidades en las relaciones humanas, en cambio en mis sueños sigo soñando que tartamudeo y tengo 16
dificultades en relacionarme con la gente, lo que muestra que mi núcleo básico sigue existiendo. No parezco temerle a la gente, pero esa es la identidad que se fue construyendo alrededor de ese núcleo. Siempre queda algo de lo que fue primero.
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Sección II
INSTITUCIONES Y ORGANIZACIONES Dinámica De Lo Imaginario Y Lo Simbólico 3
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El texto de este capítulo corresponde a la desgrabación del Seminario de Doctorado dictado por el Dr.Enriquez en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA en el año 2000. 18
1.
La institución
Ayer traté de mostrar las semejanzas y diferencias entre educación, formación y terapia y hoy voy a interrogarme más particularmente respecto de las instituciones en la medida en que todas las actividades de las que hablé se desarrollan generalmente en instituciones y por consiguiente, el estudio de las instituciones es esencial para entender la dinámica de la formación y su imaginario. El origen de la institución (o acerca de "Totem y Tabú")
Voy a empezar de una forma que tal vez les despierte la curiosidad, pues para hablar de las instituciones voy a comenzar refiriéndome a la obra de Freud, "Tótem y tabú". Creo que esa obra plantea muy bien la cuestión del nacimiento de las instituciones. Como ustedes saben Freud plantea una hipótesis central: la existencia en los tiempos prehistóricos de una horda primitiva dirigida por un macho todopoderoso que tenía el monopolio del poder sexual y mantenía a los hijos bajo su dominio sin que éstos tuviesen el derecho de expresar sus propios deseos. No hay que olvidarse que Freud toma esta hipótesis de Darwin y que Darwin la elabora a partir de investigaciones de los etnólogos. Lo importante en su hipótesis es que plantea el problema siguiente: un día los hijos se conjuraron, se rebelaron, mataron al padre y se lo comieron. La hipótesis de esta comida en común viene de una serie de estudios hechos por el inglés Robertson Smith. Smith estudia en distintas culturas este tipo de grandes comidas que la gente hace en conjunto y se asombra frente a dos hechos: al comienzo de estas comidas la gente está triste y después de la comida expresan un sentimiento de alegría y satisfacción. El animal que se mata y come no es cualquier animal, es el animal emblema de la tribu. Su caza normalmente prohibida durante todo el resto del año, es exigida como excepción una vez por año al conjunto del grupo. Robertson Smith había observado este fenómeno sin poder explicarlo. Freud toma estos datos y arriesga su hipótesis: la cacería que hace en conjunto toda la tribu reproduce un acontecimiento sucedido en tiempos prehistóricos. En ellos efectivamente el jefe de la horda había sido asesinado por sus hijos que lo odiaban y admiraban. Esos mismos hijos después del asesinato son invadidos por un sentimiento de culpa que procuran controlar idealizando al padre muerto y haciendo de él, el tótem de la tribu. Por lo tanto el animal comido en el banquete es el símbolo del padre asesinado. Dos cuestiones son de gran interés en esta hipótesis de Freud: por una parte la idea de que hace falta un acto, en la que retoma la idea de Goethe en el "Fausto": "al comienzo era la acción" contrapuesta a la frase bíblica: "al comienzo era la palabra". Dicho de otra forma, hace falta que al principio haya un acto que produzca una situación irreversible y permita a los hijos entrar en la historia. Este acto es tan violento que, aun cuando hayan estado muy satisfechos de haberlo cometido, los hijos no pueden soportarlo y experimentan lo que Freud designa como ambivalencia, estar satisfecho y al mismo tiempo insatisfecho. A partir del momento en que la gente se siente culpable empieza a renunciar al motivo del acto en cuestión y en vez de compartir las mujeres deciden, al contrario, intercambiarlas con otras tribus iniciando así complejas relaciones de intercambio en esa y otras áreas. Dicho de otro modo, ocurre una paradoja muy bien expresada en una frase freudiana y comentada en muchos libros: "la humanidad empieza con un crimen cometido en común". Estas son ideas muy fuertes: al comienzo era el crimen ; pero, al mismo tiempo, solo se convierte en ser humano renunciando luego al crimen e invistiendo a la persona 19
asesinada de una serie de cualidades que no tenía en realidad y lo erigen en el dios de la tribu. Esto legitima las acciones de los individuos que ya no son acciones arbitrarias sino la continuación de lo que imaginariamente deseaba el padre. A partir del momento en que la gente entra en un sistema de intercambio intercambio de mujeres, intercambio de bienes, intercambio de fiestas- se comienzan a establecer reglas, los hombres comienzan a tener obligaciones, normas morales e instituciones que se ocuparán de cuidar que la existencia sea pacífica. Es una hipótesis, naturalmente, nadie puede saber lo que sucedió en tiempos prehistóricos, pero, al mismo tiempo, es una hipótesis muy interesante porque por un lado permite explicar lo que no entendía Smith - es decir esta comida donde se come a quien no se debía asesinar- y por otro porque ilumina una serie de sentimientos que se encuentran en los mitos. Casi todos ellos acuerdan en ubicar en el origen, la violencia. Para tomar un ejemplo simple y muy conocido. Ustedes saben que en el mito griego del comienzo del mundo se narra que al principio había conjuntos unidos, pegados unos con otros que hacían el amor en forma absolutamente continua, por un lado Urano -el cielo- y por otro lado Gaia - la tierra -, y que los niños que nacían eran asfixiados por sus padres, no llegaban a salir, a desprenderse de esa unidad. También en este mito un día los hijos se rebelan bajo el mando de Cronos, el Tiempo, que castra a Urano. Urano herido, empieza a gritar, hace un movimiento brusco y se separa de Gaia y Cronos hace entrar a los hijos en la Historia. Incluso en este mito esta la idea de que la humanidad empieza con sangre. Y para completarlo se sabe que Cronos después toma los malos hábitos de su padre, se come a sus hijos (nosotros sabemos muy bien que el tiempo es lo que nos come todos los días) y se desencadena una nueva rebelión de los hijos. Ahora es Zeus (Júpiter) el que castra a Cronos y ocupa su lugar. Podríamos dar ejemplos de otros mitos, pero es interesante ver como en la mayoría de ellos, sobre todo en los europeos, no conozco mucho los demás, está la idea del comienzo de la humanidad en medio de violentas relaciones de fuerzas en las que, justamente, se origina la necesidad de establecer reglas para impedir el conflicto, la puja y el lugar del todopoderoso. Levis Strauss, etnólogo, dice: "no se sabe si sucedió hablando de la hipótesis freudiana-, pero es verosímil que exprese un viejo sueño de la humanidad, impedir que alguien sea todopoderoso, ponerse bajo la protección de ese todopoderoso que por este motivo se nos torna favorable y poder establecer entre nosotros lazos más igualitarios. Hay otra explicación muy interesante del filósofo Castoriadis: a través de esta conjura aparece el nacimiento de una pequeña sociedad que se pretende democrática, que no desea tener a alguien todopoderoso y en consecuencia trata de hacer desaparecer esta idea y que, naturalmente, no lo logra en forma perfecta porque está obligada a encontrar a un dios a partir de esta persona todopoderosa asesinada. De todas maneras, dice Castoriadis, esto alude a una primera etapa de la humanidad en búsqueda de relaciones más igualitarias. Para no complicar demasiado voy a agregar un solo autor más. Rene Girard dice en "La violencia y lo sagrado", aun cuando no es para nada freudiano: "Tótem y tabú es el único libro de Freud que vale la pena leer" porque el análisis de una cantidad muy grande de mitos antiguos muestra siempre esta idea: al comienzo esta relación de fuerzas, esta especie de caos primitivo, esta rivalidad fundamental que la humanidad naturalmente busca eliminar para lograr relaciones estabilizadas entre la gente. En cuanto a mí no sé si es cierta o no la hipótesis freudiana pero siempre dije que era exacta no en cuanto a la idea de que hubiera una única horda al comienzo 20
(incluso el mismo Freud dice que es verosímil pensar que hubiera varias porque sino no hubiera podido haber intercambio de mujeres con las otras tribus), sino porque me parece sumamente apasionante para explicar otra serie de fenómenos. Es lo que trato de demostrar en mi libro que se llama "De la horda al Estado" que todavía no fue traducido en la Argentina mientras los brasileños sí lo tradujeron (ríe). ¿Por qué insisto sobre esta hipótesis? Porque permite advertir una serie de fenómenos que suceden no en la época de los mitos o en la época del caos primitivo sino también en los tiempos históricos. Solamente voy a mencionar dos ejemplos que todos conocen. En la época de la Revolución francesa no era necesario objetivamente matar al rey pero había que matarlo porque era justamente el símbolo de esas antiguas autoridades omnipotentes, aun cuando él mismo era un rey débil. El rey fuerte había sido Luis XIV, pero ¿quién hubiera podido asesinarlo? Lo importante es que hay que matar a la persona en tanto símbolo de otra cosa y ¿símbolo de qué? Símbolo del sometimiento a una ley por encima nuestro porque el rey, teóricamente, era elegido por Dios. Si se mata al rey esto significa que todos nosotros, juntos, nos volvemos responsables. Somos nosotros quienes hacemos las leyes y que nos salvarán o nos destruirán a todos juntos. Eso no implica que desaparezca la idea de Dios, pero Dios no tiene más que una relación privada con el corazón de cada uno de nosotros, ya no es quien ha instituido al rey para dirigir a todos. Para tomar otro ejemplo histórico también muy conocido. No era realmente necesario cuando tuvo lugar la revolución comunista en 1917 matar al zar y a toda su familia, pero si lo era en un plano simbólico para decir: ahora somos nosotros los responsables de nuestra vida. Naturalmente no podemos saber lo que sucedió cuando se fundó la humanidad pero cada vez que un pueblo quiso comportarse como si estuviese de nuevo en el principio, se vio obligado a tomar este camino. Esto tiene consecuencias sumamente importantes pues precisamente son las instituciones sociales las que normalmente van a permitir vivir en un mundo que ya no sea un mundo de relaciones de fuerza sino, por el contrario, un mundo donde haya reglas morales y valores. ¿Cuál es el punto paradójico de esta historia? Es precisamente que las instituciones surgen después de un crimen cometido en común, tienen el rol de evacuar la violencia original, pero, al mismo tiempo, la expresan en forma oculta. Esto significa que en las instituciones siempre hay una especie de contrario muy fuerte, no hay una institución que sea perfecta, totalmente buena. En esta violencia que se ejerció contra lo otro siempre hay algo que permanece. Por otra parte, cuando se observa en la vida cotidiana el nacimiento de las instituciones se observa que una institución toma el lugar de otra a la que trata de destruir y que ciertas maneras de ser, de pensar, siempre son expresiones que de alguna manera eliminaron otras formas de pensar o de existir. Voy a tomar un ejemplo muy simple sobre este punto. Tenemos la costumbre de pensar y razonar de un cierto modo, una forma racional que nos viene desde Sócrates y Platón, una forma de pensar relativamente lógica, sistemática y que siempre trata de ir de las causas a las consecuencias. Hace ya unos 20 años los trabajos de los grandes especialistas en Grecia antigua demostraron que antes, los griegos, no pensaban en absoluto de ese modo en la vida cotidiana sino en forma mucho más intuitiva y que Platón, Sócrates y Aristóteles hicieron desaparecer esa antigua forma de pensar de la vida cotidiana. Esta forma de pensar antigua fue llamada por algunos analistas franceses "la inteligencia astuta", que según el mito tenía origen en una diosa que se llamaba Metisa quien sabía proceder por analogías, a través de metáforas, alegorías, poniendo en relación cosas que parecen no poder ser relacionadas, usando la asociación 21
libre de ideas y otros elementos que no puedo desarrollar extensamente aquí. Esta diosa, Metisa , era en particular la diosa de los navegantes (Ustedes saben que alguien que navega a vela no puede ser sistemático debe estar siempre listo para la adaptación inmediata). Los navegadores actuales, por otra parte, siguen funcionando de este modo y por eso se llamaba a eso la "inteligencia astuta". Una inteligencia más intuitiva, más aguda, que fue de alguna forma retomada en la obra de Freud, ya que él dice en el comienzo de "La Interpretación de los sueños" "he tomado partido por las supersticiones populares en contra de la ciencia positiva", en la medida que la ciencia positiva le parecía ser extremadamente reduccionista. Ya que les hablé de Metisa lamentablemente les tengo que contar su fin trágico. Zeus que quería ser el rey de los reyes no soportaba que hubiese otra diosa, además, para colmo mujer, que pudiese contrabalancear su poder y en un momento de descuido de Metisa -lo que era raro, pero lo tuvo- se la comió y esto le permitió ser el dios racional y el dios astuto a la vez. Lo que es interesante para nosotros es darnos cuenta que hay una forma de pensar a la que estamos acostumbrados, pensar por regularidades, a través de las leyes físicas, por principios de causalidad, etc., que permitió el desarrollo de nuestra ciencia moderna pero no existía en absoluto en otra época y que la institución, esta vez, de un cierto modo de pensar se hizo a través de la destrucción de otra forma de pensar. Como lo dice por otra parte Freud: "lo que fue evacuado, rechazado, siempre vuelve un poco y vuelve naturalmente en los mitos, en los sueños, en los lapsus, en los actos fallidos y en todas las pasiones humanas”. Hoy funcionamos siempre como si hubiera en nosotros, por un lado, el ser racional y por otro el ser más pasional, más Metisa, de cierto modo devaluado. (Se dice "esto es intuición femenina".) Retomemos, el surgimiento de las instituciones siempre es violento y por eso digo: no se puede vivir sin instituciones y al mismo tiempo las instituciones siempre tienen un aspecto asfixiante. Y si insistí tanto en cuanto a "Tótem y tabú" es para recordar esta violencia institucional que nunca puede ser expresada totalmente, pero cuya expresión vive como amenaza. Canalización de la agresión y construcción de la unidad: el fantasma de lo único
El primer mecanismo fuerte de la construcción de una instituciónes lo que podríamos llamar el rechazo y la canalización de las pulsiones agresivas y amorosas. Ahora voy a entrar más en detalle. Se entiende muy bien por qué hay que rechazar las pulsiones agresivas. Precisamente esas pulsiones agresivas eran muy fuertes antes de que existiera esa institución y su expresión podría causar autodestrucción institucional. Se sabe que hay pulsiones agresivas, el problema entonces es tratar de canalizarlas en trabajo productivo, en la competencia con los demás, en la creación inventiva (en la medida en que toda creación es también una agresión respecto de lo que sucede antes), en formas que permitan conservar el potencial de la pulsión agresiva, garantizando al mismo tiempo la aceptación de todos. Por ejemplo en una clase se hará que los alumnos compitan entre ellos -los mejores, los que no son tan buenos-, pero también cuidando de no hacer demasiadas diferencias para impedir que terminen odiándose. Este es un problema general de nuestra civilización porque la canalización de las pulsiones agresivas a través del trabajo también le da un impulso muy fuerte al mundo de la empresa capitalista por el lado de la búsqueda de la ganancia máxima.
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También hay que rechazar y canalizar las pulsiones amorosas. Es imposible que exista una institución sin que haya un mínimo de libido entre nosotros, no necesariamente un gran amor pero sí por lo menos elementos de simpatía, camaradería, a veces de ternura, es decir todo lo que Freud llamó "libido sublimada". Se ve claramente que si el amor no es sublimado, si hay efectivamente una corriente amorosa muy fuerte entre nosotros y cierta gente, eso puede introducir rivalidades violentas, puede introducir los celos, la envidia, el resentimiento. Por eso es importante que este amor entre nosotros sea un amor atemperado. Estas violencias, estos resentimientos pueden ser muy peligrosos para el grupo, en cambio estos sentimientos atemperados que podemos tener entre nosotros permiten que haya un lazo entre nosotros y al mismo tiempo nos protegen de una excesiva invasión de unos por los otros. Diría que todas las instituciones plantean el problema del rechazo y la canalización, lo logran mejor o peor. Es decir que a veces hay pulsiones agresivas que se terminan expresando, puede haber chivos expiatorios en una clase por ejemplo, también puede haber personas preferidas unas por otras, lo que plantea algunos problemas en esta armonía que tratamos de crear. Luego voy a volver a estos puntos con más detenimiento. Ahora quisiera pasar a un segundo mecanismo que me parece esencial. ¿Por qué rechazar y canalizar todas estas pulsiones? Para tratar de hacer algo que se constituya en una unidad fuerte. Podríamos decir que en toda institución está el fantasma de lo único de una identidad compacta, de la idea de gente pensando y sintiendo lo mismo, y de un grupo fuertemente unido de modo que pueda proteger a la institución contra todos los demás. En toda institución hay un aspecto totalitario y por eso escribí que toda institución tenía tendencia a convertirse en la institución "divina". Pongamos algunos matices en estos términos de "divino". Nos portamos como si fuéramos todos totalmente los hijos de esta institución y tuviésemos que identificarnos completamente con ella y por lo tanto tener una especie de creencia completa en la bondad de la institución. Es una creencia, tal como creer en dios, naturalmente con muchos matices; pero el mecanismo de creencia es fundamental y existe en muy numerosas instituciones. Voy a dar un ejemplo. Soy profesor de la Universidad París VII. París VII no quiere decir mucho, no es muy valorizante ya que en París hay trece universidades distintas. Hace unos años el Presidente de la Universidad dijo "tenemos que encontrar un nombre prestigioso" y se hizo una reflexión conjunta sobre el nombre que se le podía poner. Se decide elegir el nombre de Denis Diderot, el fundador de la primera enciclopedia que existiera jamás. Al elegir este nombre ¿cuál era el imaginario que había atrás? Era que nuestra universidad era la universidad enciclopédica, que era la mejor de todas. A raíz del bautismo durante tres días hubo toda una serie de conferencias, la universidad se abrió a toda la Nación para que todos pudieran venir y para mostrar hasta qué punto éramos una hermosa universidad. Hace 20 o 30 años ¿qué era ser profesor? Era tratar de enseñar bien y ayudar a los estudiantes a desarrollar sus posibilidades. Actualmente, por suerte, esto no ha desaparecido totalmente, pero un buen profesor en la óptica actual es el que sabe vender bien la imagen de la universidad. Cada vez que vuelvo a París, ya que viajo mucho al extranjero, mi Presidente o algunos de mis colegas me dicen: "¿hiciste notar que nuestra Universidad es la mejor de Francia?", esto corresponde en algo al estilo institución divina. De algún modo la idea es que estemos todos contentos de estar juntos, que nos identifiquemos todos unos con otros, que luchemos contra los demás, digo: la universidad X es mala, la Z también. Esta tendencia unificadora es muy fuerte 23
en el mundo moderno y naturalmente plantea muchos problemas, primero porque no es cierto, todas las instituciones tienen sus defectos y el hecho de no ver los defectos hace que se caiga en la ilusión. Además, en general, formamos parte de distintas instituciones; se puede formar parte de una universidad, de una familia, de un partido y puede haber conflictos de lealtad en relación a estas distintas instituciones. Si hace un rato decía que esto tenía un aspecto totalitario es porque los regímenes totalitarios han vivido estos fantasmas de lo único y quisieron -lográndolo más o menos- que la gente fuera igual una con otra, que todo el mundo fuese igual. Hay que observar muy bien este fantasma de lo único, es una tentación permanente. Efectivamente, si estamos todos unidos no tenemos problemas entre nosotros y sí en cambio tenemos dinamismo, tenemos entusiasmo y al mismo tiempo tenemos, como los caballos, anteojeras. Esta tentación es muy fuerte en todas partes. Incluso a nivel político, en las democracias, se ve a menudo a una cantidad de jefes de gobierno decir que los oponentes están en contra de la Nación. Ustedes saben muy bien lo que pasó acá. Se actúa como si los opositores estuvieran contra la hermosa unidad y en ese momento ya no son considerados opositores sino enemigos, lo que plantea todos los problemas que ustedes conocen tan bien. La concreción de un proyecto y una tarea
Un tercer punto importante es que a pesar de todo la institución tiene que enfrentarse a la realidad, no puede conformarse con estos fantasmas de lo único que responderían de algún modo al placer de ser parte de lo mejor. Toda institución tiene que hacer cosas concretas pero, al mismo tiempo que hace estas cosas concretas, siempre trata de hacer aparecer que lo que hace es mejor de lo que es. Por ejemplo un hospital que funciona bien sin embargo tiene una serie de defectos - intervine lo suficiente en muy buenos hospitales como para saber que tienen defectos-, es decir que, efectivamente, en realidad tratan de atender a la gente de la mejor manera pero esto se hace en detrimento del cansancio de mucha gente, en particular de los empleados y las enfermeras. Aunque sea muy bueno de todas maneras nunca es tan bueno como lo es en el discurso que desarrolla el propio hospital. Entonces, confrontación con la realidad porque la institución está hecha para confrontarse a la realidad, pero, al mismo tiempo, posibilidad de embellecer la realidad. P.-Si entiendo bien el planteo las instituciones se terminan transformando, tal cual como entiendo su idea, en aparatos de producción artificial de creencia, ¿cuál es el punto de vista suyo y en que se diferencia de los planteos de Michel De Certeall?, ¿cómo lo plantea desde su pensamiento? Y la otra pregunta: ¿el mercado es una institución? Porque en el mercado, por lo menos en la versión de los economistas estándar, los sujetos aparecen como fundamentalmente egoístas y descreídos, ¿cómo se puede sostener una institución que pone a sus miembros en lucha, legitima e institucionaliza la agresión como formadora de vínculo social? ¿Cómo el mercado puede generar lazo social si su axioma, su postulado, sus principios, son la legitimización de la desconfianza, el egoísmo y en última instancia, la agresión? E.- La primera pregunta es simple, en cambio la segunda es enorme. El primer aspecto es muy simple porque no hay diferencias sobre lo que piensa De Certeall y lo que pienso yo. Desarrollé mucho la idea, e iba a hablar de eso también, que las instituciones desarrollan lo que llamo “artefactos” fundados en la creencia que apuntan a aumentar la creencia al mismo tiempo. Pensamos lo mismo.
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La segunda pregunta es muy difícil porque la idea del mercado se basa en una ficción. Se habla de una ley atemporal, la ley de la oferta y la demanda ajena a los hombres. Eso es una ficción pues el mercado es una creación de los hombres y todos los economistas serios saben actualmente que no necesariamente hay correlación entre la oferta y la demanda. Por ejemplo si una empresa baja sus precios para que haya más demandas esto va a provocar que otras empresas bajen los precios para también tener más demanda. Esto va a producir un efecto de encadenamiento que terminará en costos superiores a sus ganancias y los llevará a quebrar. Pueden llegar a tener precios tan baratos que es escandaloso para la gente, sin embargo la gente va a ir y va a comprar. Como los productos que venden cuestan más que el precio de venta, en un año puede equilibrarse pero entre tanto esto provoca déficits tan grandes en las empresas que no alcanza el tiempo para un reacomodar, puede darse una caida y las empresas pueden ir cayéndose en cadena. Hubo muchísimos ejemplos. Se sabe también que hay empresas que venden mucho más caro y que en algunos casos esto le da a la gente la impresión de comprar productos buenos porque son caros. Los ricos compran y hacen que estas empresas tengan ganancias absolutamente desmedidas, gigantescas. Si tomamos como ejemplo los productos de lujo en Francia ya sean los relojes Cartier, etc., mientras más caros son más se venden. Conozco gente que me dice "mirá el reloj Cartier que me compré, me costó muchísimo". Por otra parte el mercado es una institución que la mayor parte del tiempo ha sido sostenida por los Estados. Hay un muy buen libro sobre el tema . Su autor, el economista austríaco Polanyi trabaja sobre la gran transformación y muestra muy bien cómo se instituyó el mercado. Responde a su pregunta cuando trata de demostrar que si cada uno busca su vicio egoísta va a producirse un equilibrio entre los deseos egoístas que va a traer más felicidad y beneficios a todos. Es el principio del capitalismo. La teoría de Adam Smith trata de explicar como esto se arregla a través de la acción de una mano invisible: el mercado. Él dice: voy a comprar siempre donde me convenga más, voy a vender donde más me convenga y como los demás van a hacer lo mismo y yo no vendo lo mismo que lo que vende el otro, al final de todo vamos a llegar, aunque haya pequeñas crisis temporarias, a lo que Walras llamó "El equilibrio general". En definitiva todos van a encontrar la mejor solución para adaptarse unos con los otros. Esto se combina en esa época con una idea de orden moral: cuanto más uno se ocupa de economía uno se ocupa de cuestiones suaves, porque cuando uno se ocupa de economía no se ocupa de tener poder. Hay una frase muy linda de Montesquieu que dice "las naciones civilizadas que son tranquilas comercian mucho y todas las naciones que comercian mucho se convierten en naciones civilizadas". En la idea de comercio está la idea de intercambio y no la idea de relación de fuerzas. Atrás de esto está la idea de que el intercambio entre la gente es semejante al intercambio de bienes. Por eso al referirme a "Tótem y tabú" señalé que en un cierto momento las tribus empiezan a intercambiar. Intercambian mujeres, servicios, productos, fiestas (hacen fiestas reciprocas) e intercambian palabras. Eso es lo que hace que desde mucho tiempo atrás se homologue el intercambio de palabras con el intercambio de los bienes o servicios pues mientras se comercia no se hace la guerra. Da también esta idea el desarrollo del gran economista inglés Keynes. El tenía una frase muy interesante: "mejor ser déspota con la cuenta bancaria que ser un déspota con otras personas". No digo que sea verdad, pero hay una filosofía que dice: la libertad política es lo mismo que la libertad económica. Y si toman el primer gran teórico de las libertades del mundo moderno, el ingles Locke, quien tuvo mucha influencia porque fue el principal redactor de una constitución, verán que en sus desarrollos se encuentran ideas del “bill of right” inglés 25
y de la declaración de independencia norteamericana. Por esto podemos decir que Locke tuvo una influencia enorme en la concepción de las libertades que surgen en el siglo XVIII y rigen nuestra vida actual. Ahora bien, Locke hace una asimilación entre las libertades políticas y económicas. Lo voy a citar textualmente, dice: "la primera libertad es la libertad de emprender", es decir la primer libertad es la de ser un emprendedor, un empresario, de crear algo y esta libertad le permite a la gente convertirse en propietario y cuando uno es propietario de los bienes puede ser propietario de sí mismo. Según Locke, si alguien no tiene propiedad, no tiene capital, no tiene nada, aun cuando sea teóricamente libre desde el punto de vista político puede ser explotado por los otros desde el punto de vista económico y por consiguiente, no es realmente libre porque hace un trabajo esclavo. Aun cuando teóricamente sea libre, tenga derechos, se comporta en realidad como un esclavo. Locke iba mucho más allá y decía "es por esto que no se le puede dar el derecho del voto a los que no sean propietarios", porque la gente que no es propietaria va a votar como le digan los políticos o los patrones, va a ser manipulado. El hombre realmente libre es el que triunfa en la vida. Para Locke, que por otro lado tenía ideas de igualdad, decía "todo el mundo debe poder convertirse en propietario". Hay una teoría sobre los sentimientos morales en Locke... El decía "todos tienen que ser capaces de ser dinámicos, de crear algo y convertirse en propietarios de algo alguna vez". Y lo que es sumamente interesante actualmente es que hay pensadores por ejemplo franceses, gente socialista, que retoman esta idea planteándose cómo hacer para que todo el mundo pueda ser propietario. Por ejemplo tratando de instituir un salario mínimo para todo el mundo, haga lo que haga, trabaje o no trabaje, de forma tal que todos sean propietarios de un mínimo. Su pregunta es muy compleja pero es muy interesante, porque es cierto que uno se puede preguntar si alguien que no tiene nada no corre el riesgo de ser extremadamente manipulado. No conozco el tema aquí en la Argentina, pero en Brasil veo muy bien lo que sucede en el momento de las elecciones. Los políticos se precipitan en las favelas, hacen casas, llevan agua corriente, hacen obras y logran que los voten. Después hacen o no hacen, pero durante años no hay ningún político en las favelas y 6 meses antes de las elecciones importantes van todos. Lo que demuestra que hay un problema que no es fácil. Se puede decir y es lo que pienso yo, que efectivamente todo ser humano tiene que tener los mismos derechos y las mismas posibilidades de libertad, pero lamentablemente esto es solo teórico porque en realidad hay situaciones de tal desigualdad que hay algunos que tienen verdadera libertad y los otros ninguna. Lo que dice Mandeville "vicio privado, virtud pública" no es la realidad, pero todavía seguimos viviendo bajo esa filosofía de siglo XVIII que fue combatida por Marx. Marx escribió cosas muy lindas sobre esta cuestión del comercio pacífico diciendo que en realidad tal vez no existía y las relaciones eran de “bandidaje”, pero en este mundo de ultraliberalismo en el que vivimos hoy Marx quedó de lado y hemos vuelto al pensamiento del siglo XVIII. Al mismo tiempo hay elementos verdaderos y cuando hay crisis dice que son crisis temporarias y todo va a terminar por arreglarse como si hubiera una especie de regulación económica espontanea. Cuando no es totalmente espontanea, retomando a Keynes, el Estado puede hacer algo a través de su intervención económica para rever las cosas. Es muy interesante saber que Keynes formaba parte de un grupo de pensadores donde había muchos psicoanalistas ingleses. Hay muchas páginas de Keynes donde se ve la influencia del psicoanálisis. Por ejemplo en las que sostiene que hay que crear sociedades donde el individuo tenga la menor cantidad de sentimientos agresivos con respecto a los demás. Él pensaba que esto se 26
lograría gracias a la economía mientras que yo desarrollé mucho la idea de que la economía en realidad es una relación de fuerzas. La visión liberal niega esta relación de fuerzas. En forma rápida no podría decir más, pero esto no nos ha alejado demasiado en la medida que muestra como las instituciones pueden ser tan fuertes aun cuando sean imaginarias. Hay unas páginas muy interesantes de Marx cuando habla del fetichismo de la mercadería, en las que dice que en estos casos los seres humanos se relacionan entre sí como si fueran mercaderías y que eso es un enorme fantasma que pasa por arriba nuestro pero en el que sin embargo creemos. Retomemos el plan en el que estabamos antes de las preguntas, volvamos a las instituciones y en ellas al rechazo y la canalización de las pulsiones, al fantasma de lo único, al problema del principio de realidad y agreguemos ahora la consideración de un cuarto mecanismo esencial : todo eso no podría funcionar si no existiera un discurso sobre el amor que nos une. Voy a precisar un poco. Como ya vimos, hay una idealización y sacralización del objeto como si el objeto institución fuera de algún modo nuestro tótem, pero ¿por qué esta tendencia a sacralizar el objeto? Porque se supone que hay un amor recíproco que viene del objeto hacia nosotros, es decir que la institución nos ama, que va a recompensar nuestros esfuerzos, que reconoce lo que hacemos, que toma en cuenta la mayoría de nuestros deseos. Quisiera aclarar algo inmediatamente. Naturalmente esto es falso porque entre una institución y un ser humano no hay simetría, estamos en un contrato leonino entre alguien que tiene todo el poder y otro sin ningún poder. Es un poco escandaloso lo que voy a decir pero efectivamente una institución casi nunca puede devolvernos todo lo que le dimos. Freud lo dice muy bien en "El porvenir de una ilusión": "¿acaso será posible un día devolverle a los hombres todo lo que se les quitó al no permitirles satisfacer sus instintos?". Por eso dice que en todas las instituciones hay ilusión y creencia. Se cree que la institución nos ama y por eso se trabaja y se hacen cosas aun cuando en nuestro interior sepamos que esto no es demasiado cierto. Desde que vengo a América latina me sorprende la conciencia profesional que tienen los profesores universitarios tanto en Brasil como en Argentina a pesar de lo mal pagos que están y sus malas condiciones de trabajo. Tengo la impresión que le dan a la institución universitaria mucho más de lo que la institución les da. En Francia no estamos muy bien pagos pero sí mucho mejor que ustedes y se trabaja mucho menos que aquí. Cada vez que quieren hacer que trabajemos más los bloqueamos. P .- En las instituciones no todos tienen el mismo status, ¿entonces no hay gente que también saca su beneficio al pasar por las instituciones? No creo que sea tan unilateral, que siempre una institución le saque a la gente, creo que también hay gente que utiliza a las instituciones para sacar y posicionarse en otras funciones. ¿Cómo entraría esto en esta teoría que parece tan cerrada? E.- No plantea problemas. La institución nos ama, a cambio yo la amo también, pero hay gente que sabe amar haciendo su propia ganancia. En toda institución hay gente que sabe aprovechar a la institución. En el discurso de la institución está incluida esta idea: "vamos a recompensar a los mejores". Normalmente se debe recompensar a todo el mundo, pero los mejores son más recompensados que los demás y por lo tanto yo puedo tratar de ser el mejor y lo puedo hacer de varias formas: trabajando más, siendo más competente, pero también manipulando gente: teniendo relaciones personales con gente que tiene el poder, siendo totalmente obediente a mi jefe -que mientras más sumiso soy más me va a querer- hasta el día que pueda tratar de matarlo.
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Hay un juego en la institución y esto las instituciones lo saben muy bien. Se trata de hacer las cosas de modo de recompensar mejor a los que nunca cuestionan a la institución, a los que nunca cuestionan el poder que existe en la institución, a los que, por lo tanto, son relativamente obedientes y están conformes. Normalmente en una institución los individuos originales o muy autónomos son mal vistos, o incluso dejados de lado, porque no juegan el juego de decir: estamos todos bien y vamos a hacer durar las cosas en el mismo estado. No hay contradicción. Tomo un ejemplo que no es grato. Tomemos lo que fue el funcionamiento del partido nazi bajo Hitler. Él pedía que todos le obedecieran y elegía a sus colaboradores más próximos entre los que tenían un cierto tipo de inteligencia pero le eran devotos hasta la muerte, estaban listos a sacrificarse totalmente por él y lo decían. A cambio de esto les dió una parte de su poder. Hay que tener en cuenta que la institución se encarna en una o en una pequeña serie de personas y por eso ellos van a elegir las personas a quienes recompensar particularmente entre los que podríamos llamar fieles absolutos. Para tomar un ejemplo menos desagradable. De Gaulle que no era tan malvado como Hitler, solamente soportaba individuos a quienes él llamaba "incondicionales" que estaban de acuerdo con él y nunca lo cuestionaban. Por eso es que los acontecimientos de 1968 lo asombraron mucho. Todos los informes que le daban estos “incondicionales” decían que las cosas estaban muy bien. De Gaulle elegía gente simplemente porque le gustaba. Se cuenta una anécdota muy divertida sobre su jefe de custodia al que quería mucho porque era un verdadero boxeador. Un día decidió nombrarlo embajador de Francia en Bolivia. Fue un escándalo. Pero De Gaulle dijo: "sí, yo quiero hacerlo embajador". Hay un juego de seducción recíproca en la institución. Digo "la institución" pero en la institución hay individuos y hay interacciones. P.-¿Este juego institucional que describe se relacionaría con la tensión que Freud retoma en "El malestar en la cultura", entre hacer el propio deseo, cumplir con el mandato de la libido y responder las exigencias de la cultura para, a la vez, ser amado y aceptado? E.- Sí. Hay otro texto de Freud esencial, "Psicología de las masas y análisis del Yo". En él muestra muy bien como cada uno en la institución va a colocar aquello que encarna la institución en el lugar del ideal de su propio yo. Ese objeto puede ser un hombre, puede ser el Führer, pero también puede ser una causa, una ideología general o la ideología de la misma institución. Ustedes saben muy bien cómo Freud muestra que si he interiorizado bien ese objeto y los otros miembros de la institución también lo han interiorizado, nos vamos a identificar mutuamente unos con otros, lo que refuerza el fantasma de lo único. Pero eso es también porque uno cree que el jefe o la institución ama a todos. Hitler lo decía textualmente: "amo a los alemanes y detesto a los judíos y a los comunistas". El decía: esto es lo que yo amo. A menudo y en forma un poco más liviana actualmente hay muchos hombres políticos diciendo a la gente reunida "los quiero a todos". A veces se equivocan. Una vez Reagan llegó a Arkansas por ejemplo y creía que estaba en Texas y dijo "amo a toda la gente de Texas" (risas). No funcionó muy bien (risas). Estamos muy influenciados por esto, aun cuando nos riamos estamos mucho más influenciados de lo que pensamos. Recuerdo cuando Giscard d’ Estaing llegó a la presidencia de Francia. Había hecho una campaña electoral extraordinaria diciendo que miraba a Francia al fondo de los ojos, que trataba de tocar el corazón de cada francés. Usaron además enormes afiches donde estaba él con su hija un poco más abajo que estaba admirándolo. Y la gente dijo: este hombre al que su hija quiere tanto
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debe ser el adecuado, sobre todo en un periodo en que los padres tienen tantas dificultades para que los hijos los quieran. Por eso hace muchos años propuse el concepto de "control del amor" . Se puede hacer control de resultados, de aptitudes, pero también se puede hacer control de amor y muy a menudo en muchas instituciones los de mayor jerarquía tratan de ver si la gente que está un poco más abajo siguen queriéndolos y admirándolos. Siempre el amor es muy difícil de manejar, plantea muchos problemas. P.-En los ejemplos de De Gaulle y de Hitler; en ambos casos ellos encarnaban la institución de la Nación. La institución es un imaginario que se encarna y hay grupos de poder que manipulan esta necesidad de la creencia en la institución... E.- Sí, pero quisiera dar un matiz sobre esta idea de manipulación, porque decir "manipulación" supone que la gente que manipula sabe siempre muy bien lo que está haciendo y no es justamente así. A veces hay verdadera manipulación, pero también está el hecho que esta gente sabe decir o hacer en algún momento lo que los otros inconscientemente esperan de ellos. Tomemos el ejemplo de la Nación. La Nación es objeto del orden de lo imaginario en la medida en que la creencia en la Nación se va forjando lentamente a través de imágenes muy diversas, pero al mismo tiempo no es solamente imaginario porque está la tierra, la lengua en común, las tradiciones, lo que hace posible que a veces no se quiera manipular sino decir o hacer lo que los demás no se atreven a hacer pero quieren que otros hagan. Puedo decir esto: nunca estuve espontáneamente a favor de De Gaulle, siempre voté en contra de él, pero analicé muy bien el fenómeno De Gaulle, escribí sobre él. Efectivamente cuando De Gaulle va a Inglaterra y dice: "Francia perdió una batalla pero no perdió la guerra" no era sino un oscuro oficial desconocido. Está solo frente a muchos dispuestos a aceptar el régimen protegido por los nazis. En ese momento De Gaulle no tiene ninguna capacidad de manipulación ya que es un general de brigada temporario... Hay distintos tipos de grados en el ejército: general de brigada, de división, de cuerpo armado, de ejército y mariscal. Por un lado está el mariscal Petain que firmó el acuerdo con los alemanes. Frente a él, un pequeño general de brigada temporario que casi nadie sabe quién es, totalmente desconocido. Se puede decir de alguna forma que fue un acto un poco loco el suyo porque normalmente se podía esperar que nadie lo siguiera y sin embargo dice algo que afecta a una cierta cantidad de personas. En ese momento hace algo bastante extraordinario, se instituye él mismo, solo, como el representante legítimo de la verdadera Francia y no de la Francia que aceptó la capitulación ante Alemania. El hecho de decir "existo y voy a hacer algo" es oído por la gente que necesitaba de este tipo de institución, necesitaban creer que algo distinto a la derrota era posible. Es por eso que una cierta cantidad de gente, al principio muy pequeña, se le reune. Quise dar este ejemplo para demostrar como no siempre es manipulación y sí en cambio muchas es expresar, en lo que se dice, necesidades que están esperando ser dichas. P.- Al imaginario hay que alimentarlo también. P.-Creo que un claro ejemplo de esto está en la definición liderazgo, como una función del grupo. En este caso, De Gaulle logra captar una necesidad de Francia que no está de acuerdo con la capitulación y por lo tanto puede expresar esto. En este sentido tiene la capacidad de tomar algo que fue un mensaje no expresado antes, y en estas palabras lo dice. Ahí se empieza a constituir en un líder. No es un líder que se impone como puede ser Hitler. En ese caso su nacimiento nace de una función en el sentido de una necesidad del grupo que él capta y hace suya.
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E.- Estoy de acuerdo con lo que decís, lo único es que no es tan simple la oposición entre De Gaulle y Hitler, porque Hitler también expresaba muchas cosas que querían y expresaban los alemanes. También cuando Hitler funda el partido nazi en Munich son 6 personas. P.-Pero Alemania también había estado mortificada y había sido vencida. E.- Habían tenido una gran crisis económica, había sido derrotada, el régimen democrático que se había instituido era extremadamente débil, los militares tenían mucho poder. Estoy de acuerdo con decir que es una función de liderazgo, pero la cuestión es saber si va a haber alguien que pueda expresar eso, entender por qué esa persona tiene la fuerza para asumir luego las funciones, porque la realidad es que le habían ganado a Francia. Francia había perdido, no era tan obvio que pudiera constituirse una respuesta diferente. De lo que se trata es de saber si, en este ejemplo, no es algo más que liderazgo sino la existencia en la gente de la necesidad de pensar que pueden convertirse en algo más importante que lo que son. Porque diría que un punto fundamental de cada institución y que todavía no traté es que en cierta medida jugando con la creencia, jugando con la ilusión, la institución trata también de llevarnos para arriba, de elevarnos. Se les dice a los alumnos que trabajando y estudiando van a ser recompensados, van a ser los mejores. En un partido se les dice a los militantes que el hecho de ser fieles y trabajar les va a permitir no solamente contribuir al triunfo de la causa sino que la causa se tendrá aún más valiosa. Por eso insistía tanto sobre el aspecto institucional y no sobre el aspecto del liderazgo individual, si bien existe. De Gaulle le dice a la gente: si ustedes vienen conmigo van a salvar a Francia, se convertirán de algún modo en héroes. La institución hace que la gente se convierta de alguna manera en pequeños héroes por más pequeños que sean adentro de la institución. P .- Sigo con los dos ejemplos. La que estaba amenazada, perdida, muerta, era la Nación y lo que este movimiento logra es reconstituir la institución que los ama, la protección de la institución, esa es la fuerza de la causa, ¿no? E.- Sí. No es solamente la fuerza del hombre sino la de la causa que él defiende. P.-Y es al mismo tiempo la fuerza de cada uno, en el caso de De Gaulle, porque frente a la derrota cada uno de los franceses está derrotado y él, al tomar ese sentimiento y enfrentarlo de esa manera, también restituye a cada uno esa parte en la cual cada uno se sentía derrotado . E.- Restituye a cada uno el poder, el honor, es decir a cada uno de los que quiere recibirlo. P.-Cuando se produce lo instituyente, lo fundacional, ¿no hay también una especie de catalización de lo libidinal y no solamente un manejo ilusorio? E.- Sí, por eso decía que no hay forzosamente manipulación. En los casos que cité está efectivamente el hecho de que esta nueva institución que se crea le devuelve a la gente algo que había perdido. Habían perdido el honor, el sentido del poder y esta persona se los devuelve, es decir les promete: si me siguen se los voy a devolver. P.-Obviamente no conozco el liderazgo de De Gaulle, pero en otros fenómenos de liderazgo de masa me da la impresión que no hay una centración tanto en el poder que se le atribuye al líder de devolver algo sino que el líder hace ver que lo que se creía perdido o hace asumir que lo que se creía perdido no se había perdido. E.- Sí, también. Lo que hace que esto funcione es que hay muchas cosas que suceden simultáneamente. Si retomo el caso de De Gaulle, aunque no lo conozcan mucho, hasta el nombre de De Gaulle fue un elemento esencial. De Gaulle es el nombre 30
antiguo de Francia, Galia: la Galia, la Gaulle. Si se hubiera llamado de otra forma no hubiera tenido el mismo efecto. Hay un montón de variables que funcionan simultáneamente. De la bomba atómica se dice que hace falta una masa crítica, que haya un montón de neutrones y ahí explota. Tiene que haber una serie de elementos que funcionen, sino no anda. P.- Voy a leer una frase suya de ayer: “los problemas están planteados de manera compleja y hay que tratar de rendir cuenta de la mejor manera de esta complejidad" y me parece que es justamente esto lo que en este ejemplo estuvimos analizando. E.- Es lo que estamos tratando de hacer juntos. Cuatro notas para definir las instituciones
Ayer abordamos el problema del nacimiento de las instituciones y también varios mecanismos esenciales para el funcionamiento de la institución, pero en definitiva no definí lo que era una institución. Voy a tratar hoy de aclarar lo que la institución es y, paralelamente, de distinguirla de las organizaciones de producción así como también de las organizaciones e instituciones voluntarias. Después voy a tratar de demostrar que sigue habiendo, a pesar de esta distinción tan estricta, relación entre estos tres conjuntos de los que hablé el otro día. Esto nos va a permitir, en una segunda etapa, analizar mejor los problemas organizacionales. Podemos partir de un primer punto que en sí constituye una definición simple de las instituciones: la institución es lo que da el comienzo, lo que establece y lo que forma. En la definición formal de la institución ya se encuentra planteado el problema del origen y de la génesis. El problema de la permanencia, la duración de la institución, se denota a través de la expresión "lo que establece". Al mismo tiempo la definición hace lugar al problema de la formación, es decir de la socialización de los individuos que viven en el seno de la institución. Se puede agregar algo más a esta definición. Toda institución tiene como objetivo influir sobre la regulación global de la sociedad, hacer durar esta regulación y asegurar su transmisión. Por eso podemos decir que el saber popular que dice “la familia y la escuela son instituciones” está en lo cierto. Si tomo como ejemplo la familia observo que aun cuando las formas familiares evolucionan en modo muy marcado, esto no quiere decir que la familia no siga siendo una marca de la civilización occidental. La ruptura de esta idea de familia tiene repercusiones no sólo dentro del marco familiar sino en el conjunto de la sociedad. Por ejemplo, el que los padres ya no sepan muy bien cómo educar a sus hijos no sólo tiene una influencia en el núcleo familiar sino además en la manera en que estos niños van a comportarse después en la sociedad. Dicho en otros términos, se puede decir que hay institución cuando tenemos grupos que tienen leyes de funcionamiento, sistema de reglas, modos de transmisión y cierta influencia sobre el funcionamiento de una sociedad. Desde este punto de vista también podemos decir que el ejército es una institución y que el Estado puede ser considerado como la institución de las instituciones. Lo fundamental es entender que si pensamos en una institución estamos tocando el funcionamiento social en general. Esto me lleva a considerar más detalladamente algunas características. Diría que las instituciones se fundan, se basan sobre un saber, un sistema de valores y de acciones que tienen fuerza de ley y que, por lo menos en un primer 31
momento, se presentan como verdaderas. La cohesión de una institución está dada por un saber teorizado y teóricamente indiscutible, por ejemplo el pensamiento teológico en la iglesia, la doctrina de la iglesia. O por ejemplo para los chicos, las materias que se enseñan en la escuela. Cuando se crece las materias son discutibles, pero cuando los chicos están en la escuela se les dice: esta es la verdad, no otra cosa. Esto nos conduce a plantear el problema siguiente: en la medida en que estas nociones fundamentales de la institución se plantean como indiscutibles, si uno empieza a interrogarse sobre el valor de la institución no se cuestiona sólo el valor de la institución sino la institución en su propio funcionamiento. Cuando un católico empieza a preguntarse si los dogmas son verdaderos o falsos, su facultad de creer en esta institución -la Iglesia- queda cuestionada y esto lo lleva a preguntarse si esta institución en definitiva es tan válida como parece. Un segundo punto fundamental que deriva del primero: Este saber que tiene fuerza de ley tiene que ser internalizado en comportamientos concretos, es decir, no debe ser simplemente un modo de instaurar las cosas sino que debe penetrar en lo más profundo de nuestro ser. Dicho de otro modo, la obediencia no debe provenir de una exigencia, de una presión externa sino que, por el contrario, debe derivar de la interiorización de un ideal. Si soy un verdadero creyente de la religión X no se debe a que haya presiones externas como en el tiempo de la inquisición, sino que se debe a que me identifico con los valores de esta religión. Quiero decir que en toda institución hay en cierto modo un tipo de relación de sumisión pero que es, al mismo tiempo, una sumisión activa. Diría que es una sumisión que se hace a veces con cierto entusiasmo. Se ve claramente que cuando los valores ya no son internalizados o cuando empiezan a ser cuestionados, la institución empieza a quebrarse. Un tercer punto que me parece fundamental es que todas las instituciones giran en torno a una persona que ocupa un lugar central y toda institución plantea entonces el problema de la paternidad, en términos de la idea de dios, del padre de familia, del jefe de la Nación o del jefe guerrero, etcétera. Las instituciones siempre plantean el problema de la paternidad y de la filiación y diría que no puede ser de otra manera ya que lo que da origen a todo -retomando las palabras bíblicas- es el verbo creador. Hago algo y digo que voy a hacerlo. El ejemplo que di ayer de la declaración de De Gaulle cuando dijo "sigo y seguiré en la guerra, únanse a mí” plantea oficialmente que algo nuevo va a crearse. Si miráramos atentamente, en todas las instituciones hay textos fundamentales. Tenemos los 10 mandamientos, los Evangelios, el discurso de Napoleón o "Mi lucha" de Hitler. Pido disculpas por la mezcla. Una institución existe también por la posibilidad de consultar textos y preceptos y ahí vemos la conexión entre paternidad y saber. El padre es el que detenta el saber y profiere este saber y los hijos son aquellos que se identifican con el padre, que lo toman como un ideal, que se fusionan con él para justamente llegar a estar un día en el lugar del padre o si no lo alcanzan a ocupar para ser dignos por lo menos de ser hijos de tal padre. Es innegable que a cualquier creyente católico le gustaría estar en el lugar de Cristo pero tiene que tratar, en la vida cotidiana, de ser digno de la palabra de Cristo. Ayer vimos la relación de las sociedades primitivas con el tótem fundador. Dado que el tótem es en sí mismo el padre idealizado luego de haber sido asesinado, es el que da la legitimidad al conjunto de acciones de la tribu. Esto plantea efectivamente un problema interesante, es decir: ¿hay instituciones que puedan crearse de manera colectiva?, ¿puede haber un grupo paterno o hay que tener siempre una figura central que encarne de algún modo el conjunto de necesidades de la colectividad? Diría que este es un problema esencial en nuestras sociedades: ¿es posible crear instituciones que 32
no sean jerárquicas? Vamos a tratar de ir analizando. Es un problema naturalmente difícil. En cuarto lugar: A partir del momento en que las instituciones existen, apuntan a establecerse, a mantenerse y tienen entonces tendencia a reproducirse. Efectivamente los padres tratan que sus hijos sean a su imagen y semejanza, los docentes tratan de hacer buenos alumnos según su concepción; por supuesto se sabe que no es una reproducción idéntica, en cada generación aparecen nuevas cosas, pero las instituciones más sólidas y rígidas tienden a que la reproducción sea lo más fiel posible. Observemos por ejemplo a los fundamentalistas musulmanes que tratan de volver a la lectura detallada y precisa del Corán. En la Iglesia Católica en cambio, la posibilidad y existencia de concilios permite que el dogma evolucione. Durante mucho tiempo no hubo casi evolución en la Iglesia Católica, la adaptación a los cambios del mundo se produce a través de los concilios y de las encíclicas. Aun cuando uno piense que la adaptación podría ser mayor, es necesario advertir una de las razones de peso por las cuales las organizaciones tratan de reproducirse: cuando evolucionan mucho, se adaptan mucho, su dogma despierta menos adhesión, corren el riesgo de perder muchos fieles. Vuelvo a tomar el ejemplo de la Iglesia Católica. Cuando el Papa Juan XXIII intentó hacer una actualización tratando de democratizar la Iglesia, dándole mucho más poder a las distintas asambleas -conozco el problema de cerca porque colaboré- la conclusión fue que cada vez había menos personas que querían ser curas, cada vez había más curas que dejaron los hábitos y se hicieron psicoanalistas o psicosociólogos. En mi grupo había muchos curas que estudiaron para psicosociólogos (risas y bullicio). Voy a hacer un paréntesis. El grupo de intervención psicosociológica que fundé con varios ex sacerdotes, entre otros problemas fue denunciado por los integristas católicos por el peligro de disolver la Iglesia. No queríamos ni disolverla ni reafirmarla, la mayoría de nosotros éramos o no creyentes o marxistas, pero sí estabamos de acuerdo en que había que hacer evolucionar una institución que era antigua y ortodoxa. Pero es cierto que cuando una institución se flexibiliza hay más controversias, más discusiones y entonces la fe es menos rígida y tiene menos peso. Hay menor obediencia. Para terminar con este ejemplo. No por nada el Papa actual que como cualquier sacerdote polaco tenía una visión muy estricta de las cosas, retomó las riendas y desaceleró el proceso de apertura de la iglesia aun cuando tiene concepciones sociales relativamente progresistas. A partir de ahí, por lo menos en los países europeos, hubo un renacimiento de la fe catolica. Me extendí sobre este ejemplo para demostrar hasta qué punto las instituciones tienen dificultades en la adaptación y por qué son rígidas, pues si no son suficientemente rígidas corren el riesgo de disolverse progresivamente. Este es sin lugar a dudas el problema de la escuela en nuestros días, también el de la universidad y el de todas las instituciones educativas, sobre todo porque para poder reproducirse hay que socializar a los individuos según la concepción de la institución, darles una educación y una formación, diría, coherente con los principios de la institución, lo que convierte al problema de la educación y la formación en un problema central de la institución. Se podría hasta definir una institución porque asegura un proceso educativo ; en la Iglesia se aprende el catequismo, en la familia se aprenden los buenos modales, en la escuela se aprende a hacer un buen alumno y así sucesivamente. No se puede pensar 33
en una institución que no asegure una formación que garantice la continuidad de la institución y permita la transmisión a una generación futura. Esta transmisión debe, naturalmente, integrarse en los comportamientos o conductas de las demás personas para que ellas mismas puedan después tomar a cargo los preceptos de la institución. Uno puede preguntarse si en todos los miembros de una institución no hay cierto grado de alienación con la institución. Si tomamos como base la definición de alienación de Piera Aulagnier: "hay alienación cuando hay no solo sumisión interiorizada a una ley exterior sino cuando el fiel se convierte en el portavoz de esta fe" contestaremos afirmativamente. Hay alienación no solo cuando uno está sometido a una ley profundamente interiorizada sino cuando nos volvemos su portavoz y esto hace que nos convirtamos en el héroe de esta fé. Para dar un ejemplo más simple y más divertido en niños chiquitos. Cuando un niño pequeño interioriza la ley “no hay que hacerse pis”, no lo hace más y se convierte en el portavoz de ella cuando ve a un compañerito que lo hace y le dice: “sos sucio, eso no se hace, te hiciste pis”. No solo la internalizó sino además se convierte en el portavoz de esta ley. Como ven lo difícil en este problema es que hay un grado de alienación necesario para poder vivir en la institución, pero la alienación puede volverse total si nunca me pregunto sobre los dogmas, si tengo una fe totalmente fiel, si habida cuenta de esto cometo las acciones, aun las más terribles, sin preguntarme nada. En la obediencia debida, la obediencia de los militares es así: “Las órdenes las recibí de mis superiores, pienso que si me daban ordenes tenían razón y no había porqué desobedecer si se trataba de una orden razonable. La frase de los jesuitas: "soy sumiso como un cadáver, soy sometido como alguien que no puede pensar". La expresión de los católicos jesuitas es: "debo hacerlo como si fuera un cadáver", dicho de otro modo: debo impedir que funcione mi cerebro. P.-En realidad los jesuitas son la izquierda dentro de la iglesia católica, entonces ¿cómo se entendería esto? E.- Pero el principio de los jesuitas, tal como fue definido por Ignacio de Loyola, es "debo obedecer como si fuera un cadáver". Si las ordenes que se dan son buenas no es grave pero si son malas es terrible, pero es absolutamente correcto lo que usted dice porque justamente en la Iglesia Católica donde más se da la reflexión es entre los jesuitas y al mismo tiempo en la doctrina jesuítica está incorporado este principio. Felizmente las instituciones son, en general, menos monolíticas de lo que declaran ser, pero a veces lo son realmente y citábamos el caso de los militares. Como ven el problema difícil de la pertenencia en cualquier institución es hasta qué punto se puede estar alienado de manera, diría, normal. Voy a hacer un parentesis con respecto a este término de "alienación", que siempre está visto desde un punto de vista negativo, peyorativo. Como lo demostraron desde este punto de vista tanto Lacan como Levi Strauss, hace falta un grado de alienación necesario para vivir en sociedad, es decir que hay cierto grado de alienación social necesaria que permite tomar en cuenta a los demás. Alienarse significa estar ligado con gente del exterior y entonces cierto grado de alineación social impide la aparición de la alienación patológica, el quedar alienado por fantasmas personales incontrolables. Pero entre la alienación normal para vivir en sociedad y la alienación total -la sumisión total- hay una diferencia importante, aunque es muy fácil pasar de una a otra sin darse cuenta. Ahí reside también otra dificultad de la institución. La institución no podría durar si sus miembros no tuvieran cierto grado de alienación. Si la alienación es total la institución se vuelve
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totalitaria, impide la libre expresión de cada uno de nosotros y corre el riesgo de destruirse. P- No estaría muy de acuerdo con esta definición de alienación, porque a mi me parece que en realidad lo que puede permitir el vínculo social es un vínculo de li gazón y la alineación -"a" es negativo y "lienación" tiene que ver con la ligazón- y en realidad la define por la no ligazón. Creo que se da otro tipo de proceso que no es igual a la alienación. E.- Globalmente estaría de acuerdo con lo que dice. El vínculo fundamental se crea por el amor, la libido, el trabajo conjunto y el reconocimiento mutuo. En eso estoy de acuerdo. Sin embargo veo para considerar lo que dicen Lacan y Levi Strauss: hay formas de vínculo social que son formas a las que estamos ligados fuertemente unos a otros y en las que estamos alienados en el sentido estricto del término en la medida en que no somos responsables nosotros mismos de nuestro propio destino. Este vínculo no es el vínculo normal interactivo. Es un vínculo que se impone desde el exterior, que interiorizamos, no es este vínculo espontáneo que tenemos unos con otros. Quizás podría aclararlo mejor al retomar otra distinción. L. Dumont, un etnólogo y sociólogo francés, escribió dos libros excelentes y les dio un título latino, uno se llama "Homo ieracticus", en él habla del sistema de castas en la India. El otro "Homo (?)" toma el tema de la invención de las democracias. Establece una distinción que para mi es demasiado fuerte pero interesante entre lo que llama sociedades "holistas" y sociedades "individualistas". En las sociedades holistas cada persona del conjunto no se define por sí misma sino por su lugar en el sistema. Para dar un ejemplo fácil. Marcel Granet es un etnólogo que había estudiado la antigua sociedad china y relata que un hombre estaba tan enamorado de su mujer que cuando su mujer falleció decidió casarse con la hermana porque no amaba a esta mujer como un sujeto humano sino como una persona de una familia bien educada. Que fuera ella o su hermana era lo mismo. La idea que en una sociedad holista se tiene del individuo no tiene nada que ver con la que tenemos nosotros en nuestra sociedad. En estas situaciones el vínculo es justamente de alienación, es decir que estamos definidos no como seres humanos sino como los que ocupan un lugar en la sociedad. Somos brujos, guerreros, cazadores, etc., y en definitiva es la manera en que nos ubicamos en el conjunto lo que nos permite existir ya que si en el conjunto no nos aceptan más, quedamos afuera, lo único que nos queda es morir pues ninguna otra tribu nos aceptará. Uno de los más lindos trabajos de Marcel Mauss, que fue uno de los fundadores de la etnología francesa, demostraba que en un grupo de este tipo cuando se piensa que alguien va a morir tiene que morirse y no se puede hacer nada aun cuando no esté enfermo. Son sociedades que existen, que perduran. Naturalmente aun en estas sociedades holistas también existen vínculos que se establecen a través de la líbido, el amor y el trabajo. En las sociedades individualistas como las nuestras donde cada individuo está considerado como sujeto estamos definidos de manera totalmente diferenciada y creamos vínculos los unos con los otros. El vínculo fundamental de nuestra sociedad es ese, pero como esto podría ir en cualquier dirección y quizás no haya manos invisibles que muevan los hilos, se producen reagrupamientos en las instituciones que permiten un menor grado de alienación pero que son, en definitiva, alienación. Cuando nos ponemos a pensar, pensamos según la sociedad individualista, pero las sociedades holistas existen también, y refuerzan estos lazos de sumisión perfectamente aceptados ya que en alguna medida el individuo no se vé a sí mismo fuera del conjunto. Aquí por ejemplo cada uno de nosotros sabemos que formamos parte de una institución pero no 35
quedamos reducidos a la institución de la que formamos parte. Hay una parte nuestra que expresa la síntesis o el conflicto de las instituciones que hay en nuestro interior y hay una parte nuestra que está fuera de toda institución. Lo que comenté de Lacan y Levi-Strauss no está muy desarrollado, se encuentra en dos textos nada más que me resultan interesantes. El texto de Lacan sobre la agresividad en psicoanálisis que nunca volvió a retomar es uno de los textos más viejos, 1948, de la época en que todavía no se había hecho lacaniano, cuando todavía tenía cierta capacidad de modestia. Como lo conocí puedo hacer un chiste sobre Lacan. El trabajo de Levi Strauss es la introducción a las obras de Marcel Mauss, donde retoma la idea de Lacan y las desarrolla. Retomé esta idea en mi texto sobre el imaginario social, porque me parece que hay un grado de alienación necesaria para el funcionamiento de todas las instituciones. El peligro que conlleva es la aparición de una alienación social total y el consecuente riesgo para las sociedades democráticas de caer del lado de las sociedades totalitarias. Dicho de otro modo, la idea que desarrollé y expuse varias veces y que a veces suscitó el escándalo, es que los estados totalitarios no son radicalmente diferentes a las sociedades democráticas, usan elementos de la democracia, pero los llevan a su extremo. Parece un poco pesimista lo que digo, pero me da la impresión que está ya ampliamente probado el aspecto sumamente frágil de las sociedades democráticas que, justamente, pueden caer con facilidad en la dictadura o en el totalitarismo. Como valor creo que es preferible en nuestras sociedades desarrollar este tipo de vínculos con la líbido, el amor y el trabajo. Además Freud lo decía muy bien y de manera muy simple: "en definitiva un individuo normal es un individuo que es capaz de amar y trabajar, capaz de tener relaciones afectivas que tienen en cuenta los intereses de los demás". Como ven Freud siempre enfocó este tipo de problemas. Cuando habla de este modo, está pensando en nuestro tipo de sociedad, en cambio cuando se ocupa de sociedades primitivas como en "Tótem y tabú" muestra hasta qué punto la gente tiene un modo de pensamiento común o está tomada por la omnipotencia de las ideas, por su relación con el ideal totémico. No usa el término, pero muestra sociedades mucho más alienadas que las nuestras. No pretendo que estén de acuerdo, pero ¿mi explicación fue clara? Este tema lleva a un verdadero problema existencial: hasta qué punto debemos estar alienados para reconocer a los demás y hasta qué punto tenemos que estar libres para poder establecer con ellos nuevas relaciones. Un problema del ser humano: estar pegado a algo y por otra parte ser libre. Si está demasiado pegado deja de existir y si es completamente libre se vuelve megalómano, hace cualquier cosa o puede volverse loco. Lo que estoy tratando de plantear es que en este punto se juega un problema fundamental. P.- ¿Como si la alienación fuera parte necesaria de la personalidad para vivir con el otro? E.- Es muy complejo. Imaginemos que Nilda 4 sea mi esposa. Somos dos seres separados. Ella tiene ganas de hacer cosas que yo no tengo ganas de hacer y al revés. Podemos encontrar ciertos puntos de acuerdo pero hay cosas que ella va a querer que yo de ninguna manera quiero y sin embargo voy a terminar aceptando hacerlas porque quiero conservar este vínculo fundamental con ella. Esto en un nivel consciente. Pero en un nivel inconsciente es todavía más justo. Puedo aceptar cosas que no me gustan de ella porque me recuerda que estas cosas las acepté de mi madre, etcétera. Hay cierto grado donde uno puede ver que el otro está en nosotros y en cierta medida el psicoanálisis permite ver que este otro existe. Al reconocerlo podemos impedir que nos 4
Nilda es la Profesional que se ocupa de la traducción simultánea 36
invada sin expulsarlo total y definitivamente. Podríamos yendo más lejos hasta llegar a decir: un verdadero análisis, logrado, sería un psicoanálisis en el que yo sería yo plenamente y además donde reconocería que los otros tienen una importancia para mi, que viven en mí, que a veces me siento un poco extranjero en mí mismo y es por eso que si puedo pensarme como extranjero en mí mismo, puedo descubrir en el otro algo similar a lo que yo tengo. Esto fue muy bien explicado en dos libros, uno de Julia Kristeva que se llama: "Extranjero en sí mismo" y otro de Paul Ricoeur que se llama "Sí mismo como otro". No sé yo muy bien quién soy pero habida cuenta de esto puedo reconocer en el otro, otro mí mismo. P.-Quisiera hacer un comentario sobre la alienación. Me parece que el concepto que usted desarrolló es más amplio que la definición que citó de Piera Aulagnier. En esa definición, ella hace referencia a la internalización y a la defensa. En cambio en lo que usted desarrollo después hace alusión a la trama de relaciones inconscientes intersubjetivas y grupales. Ahí es claro que el lazo social implica alienación, en cambio la definición de Piera Aulagnier da más lugar a duda o a cuestión, porque la alienación necesaria no siempre es consciente, es inconsciente y muchas vecesno implica defensa, funciona como un extrañamiento de sí. E.- Es cierto. Lo que puedo decir es que tengo tendencia a utilizar algunos conceptos y a ampliarlos un poco. El concepto de Piera me interesó mucho. No sé si lo saben pero trabajamos juntos y lo que me pareció interesante es esta función de portavoz ... pero a ella le interesaba menos este conjunto de relaciones sociales que a mí me interesan tanto. P.- ¿ Las defensas pueden ser los mecanismos defensivos que toman las instituciones para evitar justamente el sufrimiento que nos produce la institución cuando nos aliena? Por ejemplo, en salud, en enfermería o los cirujanos cuando objetivan al paciente para no tener una relación afectiva que les provoca tanto desgaste. ¿Ese sería el concepto de defensa ? E.- En la definición de Piera no insisto tanto en el aspecto de la defensa sino justamente en esta adhesión profunda de la persona con esta instancia prohibitoria que la aliena. Sobre este aspecto de la defensa voy a hablar después cuando trate de analizar en qué aspectos las instituciones se cristalizan en organizaciones particulares. Entonces voy a citar alguna serie de mecanismos de defensa que me parece importante señalar. Un par de cosas para terminar con esto de las instituciones. Esta transmisión e internalización implica de manera oculta, disfrazada, una presión fuerte. Cuando los preceptos o los interdictos de una institución no están internalizados, entonces la institución puede vengarse y expresar la violencia que queda en ella y que parecía haber desaparecido. Si efectivamente en una institución familiar, quizás un poco antigua, el padre no es obedecido por el hijo puede ejercer una sanción sobre él. Los que detentan el poder paterno pueden siempre sancionar los comportamientos que no les parecen adecuados. Hay una violencia en la institución que queda enmascarada, pero que reaparece cada vez que hay una tentativa de transgresión de esta institución porque en ese momento la institución se defiende contra la posibilidad de quebrarse.
2. Las Organizaciones Organizaciones de producción y organizaciones voluntarias
Quisiera establecer ahora la diferencia entre las organizaciones de producción y las organizaciones voluntarias y después mostrar la relación existente entre estos tres 37
conjuntos. Voy a pasar más rápido por las organizaciones de producción y voluntarios y me voy a detener algo más sobre la relación de los conjuntos. Una organización de bienes y servicios como por ejemplo una empresa se sitúa, a priori, al revés de la institución, tiene objetivos relativamente concretos: producir bienes, obtener beneficios, distribuir salarios... No tiene una voluntad de regulación global de la sociedad. Nos encontramos más bien en un sistema de coordinación para alcanzar objetivos concretos. Si tratamos de abordar las características precisas, concretas, vemos que no es obligatorio que todo el mundo comparta este mismo sistema de valores, sabemos que los obreros no comparten los sistemas de valores con los dirigentes. No se trata de internalizar el sistema de valores de los dirigentes sino simular, hacer "como si" se los internalizara, es decir que en el tiempo que los obreros trabajan o cuando obedecen órdenes, se comportan como si tuvieran el mismo sistema de valores que los dirigentes; es decir, tienen que asegurar la producción, la comercialización de los bienes. Solo en momentos de ruptura, momentos de huelga, nos damos cuenta que nos encontramos frente a sistemas de valores antagónicos. Es decir, entonces uno puede perfectamente pertenecer a una empresa sin por eso estar de acuerdo con los objetivos de esta empresa y simplemente porque uno necesita trabajar. Normalmente los dirigentes de una empresa no pueden jugar un rol paterno porque lo que es importante no es la relación directa que la gente puede tener sino el hecho de que la gente obedezca a las reglas que le son impuestas y cumplan con la función que les ha sido asignada. Es por eso que en su conjunto la empresa se va a plantear pocos problemas de formación, por el contrario, va a tratar de elegir individuos que ya hayan sido formados. Mientras que en las instituciones el problema de la formación y de la educación es central, aquí nos encontramos con que si hay formación es un plus y entonces hay una exigencia fuerte en la organización. Esta exigencia no está oculta sino, por el contrario, aparece claramente, es decir que si la gente no se comporta como el jefe quiere son sancionados o despedidos. Esto hace que la organización no tenga el objetivo de provocar la misma adhesión que la institución. Después de todo si la gente no tiene ningún deseo de pertenecer a esta organización, si no tienen el más mínimo entusiasmo, lo más importante para su jefe es que haga correctamente su trabajo y que no manifieste ostensiblemente su propio sistema de valores. Es decir, la organización-producción parece reproducir exactamente a la inversa el esquema de la institución. Voy a mostrarles después que es mucho más complicado que esto. Si ahora tomo las organizaciones voluntarias, voy a considerar dentro de éstas los partidos, los sindicatos, las asociaciones de defensa de la ecología, etc., todas aquellas organizaciones en las que uno no está obligado a pertenecer. Quiero aclarar que uno no está obligado a pertenecer a una institución de producción, pero lo que sí se está obligado es a ganarse la vida. Uno puede dejar a su familia, pero de todos modos uno pertenece a esta familia mientras que en la organización voluntaria hay una decisión de pertenecer. La organización voluntaria va a tener un sistema de valores relativamente coherentes. Si me afilio a un sindicato es porque me parece que este sindicato puede defender mejor mis derechos que otro y que su doctrina me interesa más que la doctrina del otro. Como ven esto se parece más a la institución porque hay como en ella un sistema de valores. Los valores tienen que ser interiorizados, integrados, por los miembros de la organización voluntaria. Quedan más o menos sólidamente internalizados según uno sea gran militante de la organización o sea simplemente un afiliado a la organización. Uno puede ser un buen militante en un partido o bien alguien que vota por ese partido el día que hay elecciones, o sea que hay 38
niveles de internalización de la doctrina general. Lo que es interesante plantear aquí es que en este caso, contrariamente al de las instituciones, la doctrina nunca está enteramente fijada, puede evolucionar y bastante y puede ir reconstruyendo a medida que la gente va realizando acciones. Normalmente esta doctrina debería ser elaborada por el conjunto de los participantes ya que la idea de esta organización voluntaria reviste más una idea de fraternidad y voluntad, entonces en principio cada cual puede aportar sus ideas para progresar esta doctrina. Por supuesto esto varía enormemente de una organización a otra. Por ejemplo el partido comunista era una organización que tenía una doctrina fuerte, hay otras organizaciones que tienen doctrinas más permeables a la evolución y hasta llegan a permitir hacer lo contrario a lo que fija la doctrina. No sé si estoy bien enterado, pero me pareció entender que Menem hizo exactamente lo contrario de la doctrina peronista aun proclamándose como el continuador de Perón. Justamente había cosas que no estaban bien definidas, eran borrosas en el justicialismo y ellas posibilitaron evoluciones paulatinas que cambiaron totalmente la doctrina. Teóricamente no hay un padre todopoderoso aun cuando haya dirigentes fuertes en una organización voluntaria, siempre están elegidos por los miembros de la organización y se comportan más bien como hermanos que como padres. No se si aquí pasaba lo mismo, pero en Francia se hablaba del "camarada secretario general" en el partido comunista. La idea principal era, primero, el camarada. Aunque estos hermanos pueden llegar a ser padres castradores, todo ocurre como si fueran solo hermanos con los demás. P.- Bueno, Menem usaba el término "hermanos, hermanas".... E.- Y justamente esto le permitía dar esta impresión de estar en pie de igualdad con todos. En definitiva una organización voluntaria solo existe con un objetivo y es el de tener influencia social. Su fin no se vincula a la idea de regulación como ocurre en la institución sino a la intención de transformación de las cosas. Sabemos que cuando estas organizaciones voluntarias no logran estas transformaciones se van descomponiendo paulatinamente. Fue el caso de todos los grupos de izquierda que querían tomar el poder, cuando no lo lograron en ningún país, fueron desintegrándose de a poco. Mientras existe la organización voluntaria hay una presión del grupo hacia la uniformidad que fue muy bien estudiada por la psicología social. Si uno no hace lo que hace esta organización es considerado traidor. El hecho de tener miedo va a reforzar las tendencias al conformismo en este tipo de organización. Organizaciones voluntarias, organizaciones de producción e instituciones
Hay diferencias entre organizaciones voluntarias, instituciones y organizaciones de producción . Quiero aclarar sin embargo que estas oposiciones son quizás menos reales que lo que fueron en otra época. No voy a retomar todas las características sino que voy a dar algunos ejemplos. Por ejemplo la escuela y la universidad constituyen una institución, pero cuando se ve la evolución de la escuela y la universidad uno empieza a darse cuenta que tienden a convertirse en organizaciones de producción. Cada vez se le pide más a la Universidad gente que se pueda adaptar al mercado laboral, cada vez se juzga más a los profesores según el índice de éxito de los estudiantes, a veces se los juzga según criterios de rentabilidad. No sé cómo es el sistema aquí pero en Francia un profesor tiene que haber participado por lo menos en 5 coloquios anuales, haber publicado 2 artículos de alto nivel científico preferiblemente en inglés y ser citado en publicaciones extranjeras, para 39
que pueda ascender. Se va a ver cuantas veces Enriquez aparece citado en bibliografía extranjera para ver si merece o no ascender. En México la gente tiene una asignación fija en dinero del salario y después hay gratificaciones que tienen que ver con un puntaje y esos puntos se establecen en función de la participación en coloquios, si se fue invitado... Esto quiere decir que la Universidad empieza a convertirse en una organización de producción, es decir que los resultados se cuantifican, se ponen en cifras. Para dar un ejemplo gracioso, en Francia se juzga a los profesores a través de los artículos escritos y como los evaluadores no los leen, en la mayoría de los casos, es el mismo artículo escrito cinco veces, es decir que volvemos a encontrar lo que siempre existió en las organizaciones de producción: se hace como si uno obedeciera mientras se desobedece. P.-Es la lógica de mercado. E.- Absolutamente... para preparar la privatización general de las universidades que es la gran tendencia en el mundo entero. Pero como verán si la universidad cada vez se vuelve más una organización de producción, no se va a ocupar de la formación de la gente sino de garantizar las condiciones para el éxito social. Se ocupará de que tengan los conocimientos pedidos por el mercado laboral, solamente esos y no de la formación completa que esperábamos darles antes. Paralelamente a esto la universidad se vuelve cada vez más una organización voluntaria, es decir que lo que se pide es que los docentes tengan entusiasmo por su trabajo, que los estudiantes también, que la gente participe en las distintas asambleas, que la gente vote en las elecciones para decano, consejo, etc., lo que para mi es la mayoría de las veces una falsa democracia porque en general los que mejor hablan son los que manipulan la situación y en general las presiones son fuertes. En definitiva todo esto conduce a que -y creo que sucede lo mismo acá- antes mi trabajo de profesor era sobre todo enseñar y ahora es más bien trabajo administrativo, de gestión, de hacer como si escribiera obras interesantes aun cuando no sea el caso, de participar en todas las reuniones de Consejo de Universidades posible -también hay consejos a nivel nacional, durante tres años formé parte del Consejo de Universidades francesas con otros once sociólogos y teníamos que evaluar a los sociólogos del conjunto de la sociedad francesa... Cuando uno hace todo eso no hay tiempo para leer, no tiene tiempo para escribir cosas interesantes y apenas tiene tiempo para ver a los estudiantes. Yo los veo al pasar En realidad, debo confesar, que trato de hacer la menor cantidad de trabajo administrativo y de gestión posible. Pero Marta sabe que después de ser nombrada Vicedecana tiene mucho más trabajo y quizás sea aún trabajo menos interesante. P-Para alguien que trabaja en instituciones la gestión es interesante si bien se sufre mucho, creo que es la única posibilidad de seguir adelante, de encontrar alguna vía de solución... E.- Esto obliga a defender a la universidad cuando, en realidad, la universidad no debería ser atacada. P.-Con respecto a esta diferencia y en el caso de la universidad: en la dinámica de la universidad se van encontrando estos puntos de la institución en la organización de producción y en la organización voluntaria y en realidad esto genera conflictos en distintos niveles. Por ejemplo la pertenencia como organización voluntaria de los sindicatos está fuertemente representada por el sector de los administrativos, los docentes tienen una gremial que prácticamente no existe, son los que sí más claramente trabajan desde una cosa voluntaria, pero con mucha menor organización sindical que los otros. Al mismo tiempo está la lógica de la organización de producción que se viene imponiendo exteriormente por todos los criterios de evaluación de los 40
docentes y el otorgamiento de incentivos que agregan a su salario y al mismo tiempo es muy fuerte, todavía y por suerte, la idea de institución. La otra cosa que tenemos muy fuerte del lado de lo que serían organizaciones voluntarias es la presencia de los partidos políticos que actúan tomando la universidad como un campo propio y hacen una bajada directa del aparato partidario. Quiero decir que estas diferencias que usted muy claramente conceptualizó en la dinámica actual están todas juntas, ellas coexisten y en realidad generan conflictos fuertes en los distintos niveles. E.- Estoy de acuerdo. Quería mostrar que en cuanto hay cierta coherencia en cada uno de los conjuntos que mencioné había posibilidad de una cierta cantidad de conflictos pero concreta, abarcable. El hecho de que ahora todo empiece a parecerse multiplica las posibilidades de conflicto, multiplica la confrontación de los sistemas de valor y hace que a veces defendamos una determinada posición esperando un determinado tipo de resultado. Suele ocurrir que esto tiene un efecto justamente contrario al esperado. Llegaría hasta decir que cada uno de estos conjuntos se desnaturalizaprogresivamente . Es mi convicción, porque para mi que la universidad se parezca cada vez más a una organización de producción impide el libre desarrollo del trabajo. El hecho que sea un trabajo desinteresado por parte de los docentes, también conlleva a que los estudiantes cada vez quieran tener las mejores notas para poder entrar en el mercado. Por ejemplo, en Francia se otorgan presupuestos de investigación si uno presenta proyectos de investigación que se encuadren dentro de lo que piden ciertas empresas de manera pautada. El Estado dice lo que necesita. Por ejemplo el Estado hace una licitación para que haya investigación sobre la violencia en la escuela. Varios equipos presentan proyectos y entonces el presupuesto va a ser otorgado al equipo seleccionado, pero si uno quiere hacer un proyecto de investigación no delineado por el Estado ni por la empresa, si uno quiere hacerlo lo hace pero no va a haber un peso para hacerlo. Quiere decir que cada vez más la investigación está orientada. Ahora hay muchas licitaciones para proyectos de psicoanálisis y ciencias sociales. En 1965, fecha en la cual traté de empezar a aplicar el psicoanálisis al campo social y reivindico ser el primero en Francia, todos pensaban que era una locura. Tanto mis colegas como mis estudiantes que me decían "esto no es sociología". Si en aquel momento no hubiese tenido presupuesto para hacer la investigación que quería (en aquel momento era posible), nunca hubiese podido desarrollar nada y quizás este campo se hubiese constituido más tarde. Quizás hoy hay otros campos de investigación, de enseñanza de los que nadie habla y que no interesan ni al Estado ni a la empresa y por lo tanto no van a ser estudiados. Creo que hay que defender la investigación fundamental, es decir hacer investigaciones sobre temas que no están de moda pero que son esenciales para la evolución de la sociedad. Para dar otro ejemplo. Mi colega Alain Touraine quizo hacer una investigación sobre los problemas estudiantiles hacia fines de 1950. Dijeron, ¿cuál es el interés?, no hay movimiento estudiantil. Diez años después había movimientos estudiantiles en todo el mundo. Hubiese sido interesante hacer investigaciones anticipadoras. P.-¿El financiamiento de la investigación en Francia de dónde proviene? E.- Proviene de un ministerio, el Ministerio de Investigación. Además uno puede presentarse a las licitaciones hechas por las empresas. Por ejemplo la administración de Salud Pública quiere que se estudie más específicamente la problemática de esta categoría de médicos relacionado con el funcionamiento del hospital. En este momento estoy conduciendo un estudio que tiene que ver con el rol de 41
los médicos anestesistas reanimadores con respecto a los cirujanos, con respecto al funcionamiento general del hospital, a los pacientes, pero esto fue pedido por el gremio de los anestesistas. Hay distintas fuentes de financiamiento que son posibles, pero en otra época todo docente tenía una partida presupuestaria para la investigación y si bien no era mucho disponía de ella libremente. Si yo quería estudiar la introducción de una bailarina y un escultor en el comité gerencial de un Banco, tenía la absoluta libertad para hacerlo. Hoy no podría hacerlo o bien tendría que encontrar por mí mismo quien lo financie. A mi me parece normal que se hagan investigaciones sobre temas que interesan a la colectividad, pero me parece fundamental que los investigadores y los docentes puedan estudiar libremente distintos temas, porque es así como se inventan nuevas cosas y campos de investigación. Por eso creo que es lamentable que la universidad no sea más esta institución fundamental que fue en otra época. No sé cómo era aquí pero en Francia era una fuerza considerable, hoy en día ya no lo es. P.-Usted dice que la universidad no cumple la función que tenía inicialmente, ¿observa que eso terminó o se está corriendo hacia otros espacios? E.- Diría que sí se corre hacia otros espacios con los cuales no estoy de acuerdo. P.- ¿Cuáles serían? E.- Por ejemplo soy Profesor de Sociología y es lógico que les enseñe a mis estudiantes las habilidades que les permitan encontrar trabajo en el mercado francés, pero también me parece necesario formarlos como ciudadanos responsables, darles una formación de sociólogo crítico, permitirles analizar el funcionamiento de la sociedad, darles rudimentos de psicoanálisis social para que puedan entender cómo operan los procesos inconscientes en la vida social, lograr que sea gente que posea una técnica, pero que sean personas también con una cultura general suficiente para poder preguntarse cuál es el sentido de su acción y cuál es el sentido de todos los estudios sociológicos que puedan pedirles. Cada vez más actualmente se pide que los profesores de sociología den buenas bases metodológicas a sus estudiantes y lo menos posible de cultura general. Conclusión. Estamos formando una corte de sociólogos imbéciles, idiotas, que van a poder hacer estudios empíricos bien completos que no le servirán a nadie, porque en general, aun cuando sean pedidos por el gobierno, se cajonean. Hay muy hermosos estudios sobre la violencia urbana en Francia. Nunca sirvieron de nada. Y esta gente va a hacer un estudio empírico, otro estudio empírico y un tercer estudio empírico sin poder pensar para qué se lo piden y cuál es el sentido de su oficio de sociólogo. Este enfoque se inspira en la psicología social americana que estudia las relaciones entre lo que hacen las personas con cuadros estadísticos admirables. Hubo un estudio famoso que mostró que en una ciudad americana la cantidad de asesinatos aumentaba con una correlación positiva cuando los sacerdotes y las monjas pasaban por el puente de la ciudad. Esta es una correlación que no tiene el más mínimo sentido, pero desde un punto de vista estadístico es perfecta. Más monjas cruzaban el puente y más asesinatos hay (risas). A esto es a lo que llamo formar especialistas idiotas. El investigador hizo correlaciones con todo y se dió la relación como la relación más positiva. No tiene sentido. Los profesores aquí deben leer un montón de trabajos, los tres cuartos de las publicaciones de psicología social se las puede tirar a la basura, no tienen el más mínimo interés y hay miles de personas que pasan su vida haciendo esto y es porque ya no hay una formación de las personas capaces de reflexionar, de pensar en lo que hacen con una visión de conjunto. No es tan grave en el caso de sociólogos o psicólogos, pero cuando uno se entera que los médicos reciben la misma formación, o sea cada vez más 42
como técnicos sin preocuparse por el conjunto del ser humano como existente, que se convierten en especialistas en órganos o metabolismos fisiológicos se comprueba que hay una cantidad de operaciones que están mal hechas cuando en realidad son operaciones simples. P- Por ejemplo en la Bienal de Paris que tuvimos en el mes de abril, se vió el problema de la fuerza enorme que tiene la psicología cognitiva al nivel de la educación, todos los avances que se están haciendo al nivel de la tecnología, de la utilización de la tecnología en la educación se basan en la psicología cognitiva y por l o tanto atienden a la formación del sujeto exclusivamente como sujeto, ni siquiera cognitivo sino como sujeto informático, o sea un sujeto capaz de recibir información y ni siquiera de conocer en sentido pleno. Y esto llevaba a discusiones dentro de la Bienal, pero es como un retroceso en lo que he venido siguiendo sobre la producción en Francia. E.- Es una regresión pero está ligada a toda esta orientación productivista y racional. P.- Lo que pasa es que es la otra parte de la imposición de la lógica de mercado, porque es la forma de imponer una sumisión nueva o con una modalidad nueva, más sofisticada, en relación con los desarrollos que en el mundo moderno hay; pero en realidad es una nueva forma de sumisión... es una suerte de totalitarismo... el totalitarismo económico que estamos viviendo y sufrimos todos. P.-Creo que también tiene que ver con la contracara de lo que van asumiendo las organizaciones de producción en la medida que van cobrando alguna de estas funciones que eran propias de las instituciones. Justamente en mercados internacionalizados como los actuales y en mercados donde hay muy poca diferencia entre los bienes de producción y el capital, el tema de poder diferenciarse desde los valores y desde la formación de la gente que se tiene en la organización de la producción es más fuerte. Por ejemplo en una empresa tradicional como General Electric, la empresa más antigua del mundo, se da el fenómeno del padre con este Blandes que tomó el poder. A la gente no le importa si está en la China, Hong Kong o en la Quiaca... las empresas más poderosas en este momento están asumiendo funciones de institución en la medida que generan el lugar del padre en un jefe, un líder, una doctrina justamente para que un operario que está en cualquier parte del mundo tenga conciencia de ciertos valores. Y algo que me llamó mucho la atención con General Electric es que todos los empleados del mundo tienen una tarjeta personal. En el anverso figura la persona y el cargo, atrás, están los valores, que se repiten como si fuera un dogma. Ésta es una de las caras. Otra es la cada vez más fuerte presencia de las universidades corporativas. Parece haber una intención de las organizaciones de producción de absorber las universidades justamente para poder tener fortaleza en el mercado. El discurso es al revés, hablan de valores, de jefe, todo lo que hablaba la institución lo absorbe la empresa. Representa la contracara del vaciamiento de las instituciones. E.- Estoy de acuerdo. Dió un ejemplo de una empresa que se vuelve una institución y esto es algo que quiero tratar. La empresa empieza a tener sistemas de valores realmente fuertes, quiere que las personas que pertenecen a ella los interioricen. Para eso los expresan en cartas orgánicas que deben ser leídas y estudiadas y existe una idea de la formación de la gente más semejante a la que prima en las instituciones. Quiero agregar que al volverse, la empresa, una institución ejerce mayor presión en los individuos que las instituciones mismas al punto que puede hablarse a veces de
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empresas totalitarias. Hay menos estados totalitarios en este momento pero tenemos más empresas totalitarias. P.-En el discurso aparece que el modelo exitoso es la empresa orientada al aprendizaje, la empresa orientada a los valores de la formación . E.- Para volver al ejemplo que daba diría que el tiempo de transformaciones que se observan en la actualidad están corriendo al conjunto y esto hace que, en alguna medida, las instituciones antiguas o las viejas instituciones logren cumplir con lo previsto. De ahí lo que podemos llamar la crisis de valores de hoy. Vemos cómo las empresas toman una serie de funciones pertenecientes a la institución tratando de convertirse en lo que llamé ayer "la institución divina". Podremos agregar mucho más cuando analicemos las distintas maneras de organización ya que esta evolución parece corresponder a un tipo de organización bastante concreta que junto con otros autores llamé "organización estratégica" y plantea precisamente los problemas particulares específicos de nuestra sociedad.
3. Una tipología de las organizaciones 3.1.Introducción Voy a plantear algunos elementos introductorios sobre el problema general de la organización para retomar, más adelante, las distintas formas de organización. Antes vuelvo momentáneamente a las instituciones. ¿Por qué las instituciones pueden ser tan fácilmente contaminadas por las organizaciones de producción o voluntarias? Porque en definitiva y de manera paradójica, una institución existe y no existe a la vez. ¿Qué quiere decir que existe y no existe? Toda institución se expresa a la vez en grupos y en organización, pero a su vez estas organizaciones tienen una misión particular que es la de darle vida a la institución. Nunca se ve la institución educativa, se ven universidades, escuelas, se ven organizaciones educativas, que tienen la misión de mantener viva la institución educativa, tienen que asegurar la transmisión de un modo de conocimiento, un modo de ser y de proseguir con esta regulación global de la que ya he hablado. Es por ello que en gran medida siempre es tan difícil e interesante, al mismo tiempo, hablar de las instituciones, porque es un tema que se va escapando a medida que uno se acerca a él. Uno puede hablar de la familia de manera general, pero en definitiva lo que uno observa es una familia aquí, otra allá y sin embargo cada una expresa, vehiculiza la idea de la institución familiar. Es por ello que en alguna medida muchas de las personas que trabajaron sobre la institución dicen que la institución toca lo inconsciente por una parte y lo político por otra parte. La institución expresa cierta orientación política de la sociedad y también expresa la presencia de lo político en lo inconsciente. No entiendo por político sólo el trabajo partidario. Hablo de política en sentido amplio. Puede haber una política familiar por ejemplo. La institución toca por una parte con las grandes orientaciones de la sociedad, por ello tiene una consecuencia sobre la regulación total de la sociedad. Por otra toca con los fenómenos imaginarios e inconscientes, dado que nos lleva a hacer cosas sin ordenarlo de manera explícita porque los valores están interiorizados en nosotros. Nos sometemos en general a la institución sin darnos cuenta realmente, sino simplemente en razón de hábitos y costumbres. Diríamos que esto que se ve sobre la escena de lo real en la realidad social es la organización y que la institución es la que estaría detrás de la organización, lo que le da 44
sentido a esta organización. Por ejemplo la organización industrial hace funcionar la institución del capitalismo que es una institución, porque el capitalismo es una manera de pensar, de actuar, de concebir los fenómenos económicos, sociales, etcétera. La institución da el sentido, la significación a la organización, pero con lo que entramos en contacto siempre es con la organización que como acabo de decir, expresa la institución pero también puede deformarla. Por ejemplo, una familia dada en cambio de configurarse como un espacio que permite la autonomía progresiva de cada una de las personas, puede funcionar como el lugar de poder de padre y una madre que torturan a los chicos, no les permite la autonomía, etcétera. Al mismo tiempo que la institución se realiza en cada organización, cada organización interpreta a su modo la institución. Y por eso en general, muy a menudo, se tiende a igualar ambos términos. Por ejemplo cuando se trata de organizaciones educativas se habla de instituciones educativas, nos referimos a hospitales o sanatorios y hablamos de instituciones de la salud, pero esto es solo una facilidad del lenguaje. Siempre existe, en realidad, la organización y una institución por detrás y siempre sucede que la organización es más o menos fiel a la institución. Por ello es que, en alguna medida, hay que pasar paulatinamente del estudio de las instituciones al estudio de las organizaciones. No obstante lo que voy a decir ahora puede aplicarse tanto a la noción de institución como a la de organización.
3.2. La organización-institución, sistema cultural, simbólico e imaginario Se pueden considerar las organizaciones, que voy a llamar "organizacionesinstituciones" para denotar que la institución siempre está presente aunque por detrás, como sistema cultural, sistema simbólico y sistema imaginario. Voy a dar una visión de conjunto y después vamos a profundizar cada sistema. La organización es un sistema cultural en el sentido que dan los antropólogos al término cuando hablan de la cultura de una nación, por ejemplo. Existe un sistema de valores que está más o menos formulado, más o menos internalizado y que orienta la conducta de los individuos. Insisto en este último aspecto porque a veces cuando se habla de un sistema cultural se habla de un sistema de valores que estaría por encima nuestro y lo que me parece interesante es la influencia directa que este sistema de valores ejerce sobre nuestra conducta. Ya que existe un sistema de valores que orientan la conducta, hay que prever la manera en que sea internalizado, por ende, en el sistema cultural existe siempre un modelo de socialización. Podemos decir también que existe la cultura por el hecho de que cada uno de nosotros va a ocupar un lugar preciso en esta cultura respondiendo a expectativas de rol más o menos estabilizadas que regulan las relaciones. Voy a hacerles una advertencia sobre lo cultural: pueden existir contradicciones en el seno del sistema cultural. Por ejemplo se puede decir que la cultura en la que uno vive tiende a desarrollar la libertad de cada persona y que, al mismo tiempo, desarrolla ordenes muy jerárquicos que les impiden justamente ejercer esa libertad. Muchas veces uno se encuentra frente a ordenes contradictorias... a doble vínculo, es decir, se dice algo y al mismo tiempo lo contrario. Le digo a mi hijo "quiero que seas autónomo, pero si no me obedecés te castigaré". Muchas veces los padres hacen esto. Por el momento esto es todo sobre la cuestión cultural. El sistema simbólico. La organización tiene que tener una ley organizadora de los intercambios que defina el tipo de lenguaje que se puede usar y el tipo de relación que podemos tener unos y otros. Esto termina definiendo la identidad de la 45
organización. Cuanto más símbolos fuertes existan, más fuerte será la identidad de la organización. Podemos dar un ejemplo fácil aunque un tanto caricaturesco. Me refiero a las empresas japonesas donde existe bandera, canto y a veces hasta dios de la empresa (de todos modos en la religión sintoísta debe haber más de 200 dioses, o sea que cada cual puede elegirse un dios). Todo esto da la impresión de una unidad fuerte. Sin llegar a esos extremos y de manera más simple siempre hay imágenes que funcionan como marca, ya sea para el exterior o para el interior y que, efectivamente, refuerzan la identidad. Ayer di un ejemplo de la universidad, de la elección del nombre: Diderot y con él de la adhesión al enciclopedismo. Obviamente para reforzar la identidad de la universidad y la identificación de esta gente con la universidad. Cuando uno estudia una organización es importante ver cuáles son los símbolos, pues a veces en ellos se encuentra la historia de la organización, su leyenda, la vida de los fundadores... Si van a una empresa americana como IBM, enseguida les cuentan la historia del fundador, Watson, un puritano serio, sólido, que no se consideraba más que otros. Se cuenta que todos tenían que llevar un escudito, él un día se lo había olvidado y aceptó que el ascensorista no lo dejara subir, fue a buscarlo a su casa a varios kilómetros y recién entonces entró. Esta es una manera de decir que en esta organización todo el mundo es muy serio e incorruptible. Nadie toma alcohol porque el señor Watson había prohibido el alcohol. Sin embargo, en IBM de Francia se logró que permitieran el vino. Fue difícil (risas). Esto se vincula con la posibilidad de identificación a personas que se presentan como heroicas y con la invitación a cada uno de convertirse en un héroe de la institución. Luego voy a retomar esto con más profundidad. La organización-institución es también un sistema imaginario. Cuando pertenecemos a una organización tenemos una representación de lo que es, tenemos ideas, prejuicios, estereotipos. Cuando entramos en ella, la organización en sí misma, nos envía una serie de imágenes que resultan pregnantes. En toda organización hay dos tipos de imaginario. El que podemos llamar imaginario anzuelo. Este tipo de imaginario -naturalmente en modo más o menos explícito- nos propone la siguiente idea -personifico la organización-: “si se identifican conmigo, si ponen toda su energía en mi disposición, serán recompensados siempre”. Este es un imaginario que actúa como anzuelo porque sabemos bien que, una organización no puede nunca compensar a todo el mundo de la misma manera. Existe también el que podríamos llamar el imaginario motor, la capacidad de una organización para proyectarse en un futuro, para propiciar nuevas actividades, nuevas investigaciones, la voluntad de cambiar... hasta podríamos hablar de su la potencialidad para generar sueños, utopías. En todo caso el imaginario motor está asociado a todo lo que tiene que ver con proyecto, y en toda organización existe esta dimensión de proyecto que le permite a la gente tener ganas de hacer algo juntos. Obviamente cuanto más rígida es una organización más va a desarrollar el “imaginario anzuelo” y cuando más adaptable y dinámica es una organización más va a desarrollar su “imaginario motor”. Entraremos en mayor detalle sobre las formas en que se expresan estos sistemas y sus defensas al explicar los distintos tipos de organización.
3.3. Cinco formas de organización Voy a hablar ahora sobre 5 formas principales de organización. Una forma que podríamos llamar "carismática", otra que llamaremos "burocrática", una tercera, la 46
organización “cooperativa”, una forma que podríamos definir como "tecnocrática", y por último la que definimos como "estratégica" -que a su vez vez comprende dos formas de ser-. Luego podremos preguntarnos si existen formas verdadera y plenamente democráticas. Para cada una de estas formas voy a caracterizar el tipo de imaginario que desarrollan, el tipo de comportamiento que prescriben y el tipo de relación que instauran entre sus miembros. Max Weber trabajó sobre el tipo carismático y burocrático. Recordemos la definición que da Weber del tipo ideal: "es una forma que agrupa las características esenciales de una organización completamente coherente". Por supuesto, los tipos no reflejan la realidad de las organizaciones dado que ninguna organización real es totalmente coherente. Por eso Weber los propone como tipos ideales y no como tipos reales de organización. Sin embargo es interesante ver estas formas en estado teórico puro para ver luego en qué medida se combinan o en qué casos podemos considerarlas en fases de transición de una forma a otra. Hechas estas aclaraciones previas vamos a empezar por las organizaciones de tipo carismático.
La organización carismática
Una de las primeras cosas que podríamos decir es que es la forma de organización seguramente más antigua. Como ustedes saben el término "carisma" es de origen religioso. Se dice, por ejemplo, que el poder del Papa es carismático, carismático, es decir que, aún cuando el Papa es elegido por la asamblea de cardenales, el día que se convierte en Papa su condición se considera dada por el propio dios. Todo sucede como si dios lo hubiese elegido para ser su representante en la tierra y la asamblea fuera un simple vehículo de la decisión divina. Alguien que tiene carisma es alguien que ha recibido como don, la gracia de ejercer poder en nombre de una instancia superior a sí misma. Para tomar dos ejemplos que ya di y que no tienen relación con la religión. Cuando De Gaulle decía: "yo represento 20 años de legitimidad francesa" es como si hubiera sido elegido por Francia como único legitimo para representarla. Cuando Hitler decía "soy el representante de la naturaleza alemana" es como si la naturaleza alemana hubiese sido un ser que podía expresarse y que lo había elegido para dirigir a Alemania. La persona que tiene carisma siempre habla en nombre de una autoridad superior: dios, la naturaleza, etc., y siempre, agrego un poco en broma, de una autoridad superior que evidentemente no puede hablar, que no puede decir "no es cierto". En el carisma existe ya sea una cualidad excepcional real para dirigir a los demás; ya sea una capacidad que se pretende tener del tipo "síganme, ya van a ver, conmigo vamos a hacer grandes cosas"; ya sea una capacidad de expresar los deseos de los miembros del grupo cuando los miembros del grupo están desorientados y buscan una figura extraordinaria para confiarle su destino. destino. Es lo que decía La Fontaine en una una de sus fábulas muy conocidas: "son como ranas que buscan un rey que una vez elegido se las puede comer". La idea de carisma implica entonces que por una parte la persona tiene capacidades extraordinarias, dadas precisamente por esta instancia superior y que por otra tiene el reconocimiento de los demás. De no ser así estaríamos frente al caso del loco que se creía Napoleón. Como pueden ver hasta el momento he hablado más de un individuo que de una forma organizacional por la sencilla razón que en el caso del carisma la organización 47
está atada a esta personalidad excepcional, es de algún modo su expresión y está completamente determinada por su estilo. Es la manera en que esta persona desarrolla sus relaciones personales lo que va a definir la manera en que la gente va a vivir en esta organización. Se trata en consecuencia de una organización extremadamente personalizada. En ella se insiste en la personalidad del dirigente, en sus capacidades para funcionar como el padre de la organización y en su rol en el logro de cohesión. Se puede ver claramente que este tipo de organización corresponde muy bien a quienes quieren ser profetas o jefes en la guerra o lideres revolucionarios en la medida en que todos ellos encarnan la causa que defienden. Si por un instante hago una comparación con el formador -comparación muy lejana- digo que mientras mientras que el formador formador no debe encarnar el saber sino que debe tener una relación con el saber , el líder carismático encarna el saber, el poder y la causa en nombre de la cual está hablando. Como pueden ver no hay carisma más que cuando existe la idea de fundar algo completamente nuevo o de destruir algo y fundar otra cosa. Es por este motivo que a menudo hay una gran confianza en los líderes revolucionarios, pues por su simple imagen dan la impresión de sostenernos en este movimiento. Me acuerdo que en los grandes momentos de la época comunista en Moscú se veían retratos de Marx, Engels, Lenin y Stalin en todas partes para provocar la adhesión de los fieles y devolverle de algún modo la confianza a la gente. Y de un modo totalmente distinto si un Papa como por ejemplo el Papa actual se muestra tanto en distintos países es precisamente para despertar la fe que en muchos de ellos ha disminuido. Digamos Digamos entonces entonces que la gente que que tiene carisma carisma o quien se supone supone tiene tiene carisma es efectivamente gente con convicciones, pero gente con convicciones que no cambian nunca aun cuando se pueda demostrarle a través de una discusión que no están totalmente en lo cierto. Por esa convicción están listos a sacrificarse pero, al mismo tiempo, le piden a los demás el mismo sacrificio. Son gente con convicciones que los ubican muy cerca de la megalomanía y a veces, incluso, de la paranoia. Voy a volver sobre este punto más adelante. Vamo Vamoss a ver ver cómo se crea esta forma carismática . Podríamos decir que lo esencial es la forma en que el jefe elige a sus colaboradores. Los va a elegir según lo que podríamos llamar "criterios particularistas", es decir criterios de los que dispone él, que le gustan a él y que podrían ser totalmente distintos si fuera otra la persona que decide. Los criterios particularistas pueden ser la pertenencia a una misma raza, religión, región, una misma formación universitaria o a la misma clientela, parentesco, etcétera. Solamente un ejemplo que en su momento me causó gracia. Fui consultado por una empresa en el sur de Francia hace 40 años en una zona donde había muchos protestantes -ya no hay muchos protestantes en Francia salvo en algunos zonas muy localizadas- y me asombró mucho mucho cuando me encontré con el jefe de la empresa y me me mostró el consejo directivo y constaté que todos los integrantes eran protestantes. Cuando pude entrevistarme con los demás colaboradores, estos decían "si uno es católico o judío se puede ascender hasta el comité de dirección, pero nunca se puede entrar". Lo interesante es que los principales miembros del consejo también eran integrantes de su familia. El director adjunto era su yerno, el gerente de recursos humanos era su hermano, el director de asuntos financieros era su primo y había algunas personas que no formaban parte de su familia porque no era lo suficientemente grande. Al mismo tiempo pude comprobar que todos estos miembros habían egresado de la 48
misma escuela... Por ejemplo él era egresado de una gran escuela de ingeniería que se llama L’ Ecole centrale sobre la que no no puedo dar datos por razones de de confidencialidad. Fue un caso de gran interés. El dueño tenía gran satisfacción con la empresa que mantenía su personal casi de modo hereditario y todos los otros también eran egresados de esta escuela. Todos los miembros del comité de dirección eran de la región... En este caso estamos ante una multiplicidad de criterios particularistas y podemos estimar la razón de estos estos criterios. Si yo soy soy el jefe y elijo a gente que viene de la misma región y que son de mi familia, hay muchísimas posibilidades de que esta gente piense exactamente como yo y no cuestionen mi poder; es decir, aun cuando formen parte del consejo directivo, en realidad el verdadero jefe soy yo. Simplemente menciono una anécdota. El director adjunto que era su yerno me dice "desde hace 20 años estoy en la empresa y nunca me animé a pedir un aumento de sueldo". Esto no quiere decir que no hubiese habido aumentos de salario porque era un periodo de expansión económica en Francia, pero sucedía algunas veces que el patrón llamaba a su colaborador que era al mismo tiempo su yerno y le decía: "estoy contento contento con usted y a partir del mes próximo próximo va a tener un salario superior". Y como me me lo decía esta persona: "siempre me veo obligado a agradecerle enormemente a un patrón tan amable". Como pueden suponer en esta empresa no existían los sindicatos porque el patrón nunca hubiera tolerado que existiese un contrapoder al suyo. Se trata de una relación en la cual se elige a la gente que está más cerca de lo que uno es para que exista la mayor cohesión posible. Agrego que esto no es cierto solamente para los niveles más altos de la jerarquía, también puede ser cierto en organizaciones en las cuales solo se entra presentado por alguien que ya trabaja en la organización y que lo presenta a uno como su hermano, su primo u otro familiar, para garantizarle al jefe de la empresa que usted va a ser un buen obrero o un empleado fiel. Para terminar porque me parece interesante. Cuando se va a ver en Trieste al "Generalite" que se encuentra en lo alto de una colina con enormes laberintos en su interior, hay gente que lo recibe a uno bien vestido con una especie de uniforme, como un mayordomo, de negro, como si uno fuera a ver al presidente de la república, y se sabe que esa gente ocupa esos cargos de padre a hijo hij o a lo largo de muchas generaciones. Cuando uno pasea por ahí ve la descripción que hizo Kafka de "El Castillo" y esto da la impresión de que hay jefes todopoderosos que eligieron a la gente desde lo más alto a lo más bajo poniendo mucha atención en elegir a los más conformistas. P.- ¿Por qué los consultaron en esa organización si todo estaba perfecto? Digamos que el Jefe tenía una gran autosatisfacción. Había asistido a una institución en la cual yo trabajaba, escuchó una conferencia que di sobre las nuevas maneras de mandar -el mismo texto que me permitió tomar al capitán del ejercito para transformarlo- y había dibujado en el pizarrón que la organización no tenía que ser ser jerárquica al modo burocrático sino que debían haber direcciones colegiadas, que permitieran trabajar en grupo en forma cooperativa. Había yo planteado que la persona principal era simplemente una animadora del conjunto. Este hombre había escuchado mi exposición y no había dicho nada. Un día me llamó por teléfono diciéndome: "quiero que venga a verme, pues puse en práctica la forma de organización que usted dijo". Me llamaba para que yo le dijera: está muy bien, no para cambiar nada. El único problema es que cuando fui, dije: “Dibujos sobre un pedazo de papel no quieren decir demasiado, quiero ver cómo sucede en la realidad, quiero entrevistar a sus colaboradores y quiero presenciar los consejos de dirección”. Y entonces él que estaba muy contento con sí 49
mismo, me dijo: "Venga, ya va a haber, es perfecto" y como no fue perfecto y yo se lo dije, no estuvo contento para nada... Me hizo ir con mucha elegancia, como un gran señor francés que dice: "no lo necesito más". Pude hacer un estudio muy interesante, pero, lamentablemente, no pude hacer ningún cambio. Seguramenteporque -como era muy joven- fui demasiado directo al comienzo. Pienso que ahora trataría de plantear los problemas reales, pero procedería en forma mucho más lenta y con más matices. En aquel caso lo hice en forma brusca. Para volver a un punto de vista más teórico. Digamos que lo esencial es el tiempo de relación personal que existe ente el jefe y sus colaboradores y que puede situarse en una relación psíquica de tipo ascendencia-sumisión donde el imaginario que prevalece es la idea de que todos deben sacrificarse por la organización porque es la mejor causa y que, por supuesto, no hay que cuestionar al jefe porque justamente es él quien mejor encarna esta causa. El jefe elige a su gente, los remunera siguiendo sus propios criterios, les da un aumento o no según le parezca. Comenté ya el ejemplo de De Gaulle con esta persona que nombró embajador en Bolivia, pero hay ejemplos mucho más célebres. Por ejemplo cuando Ford creó sus grandes empresas de automóviles, el director de personal que había elegido era un asesino que todo el mundo conocía uy bien, pero que era un hombre fuerte y que era capaz de destruir los sindicatos. Es esta idea: el poder viene de mi y el poder debe volver a mi. Y para que esto transcurra bien se pone a la gente en rivalidad una con otra. Por ejemplo Henry Ford decía: "Yo nunca defino muy bien las funciones de cada uno, a la gente más dinámica la conservo en la empresa y a los menos dinámicos los dejo de lado”. Esto provoca una gran rivalidad entre todos. Podríamos decir que el jefe aplica un viejo precepto francés. "dividir para reinar". Pone a todo el mundo en rivalidad y él está por encima de todos. Esta forma de organización funciona bien mientras la gente que esté ahí crea en el carácter excepcional del jefe y crean también que el jefe dirige la organización en forma positiva. Ya sea en el caso de ser una empresa porque tiene muchas ganancias o ya sea si es un gran hospital si hay descubrimientos científicos importantes y si la personalidad de medico jefe le da al hospital una reputación internacional. Funciona bien con gente un tanto aplastada, un poco infantilizada; incapaces, en el futuro, de tomar el lugar de la persona que era el jefe, porque precisamente el jefe hizo las cosas de modo tal de no tener en la organización una persona lo suficientemente brillante como para poder tomar su lugar en algún momento. Hay una anécdota absolutamente cierta que puedo contar. Un día el jefe de una empresa le dice a su director de personal en mi presencia: "hágame la lista de las personas que tal vez podrían sucederme, no exactamente que tengan las mismas posibilidades que yo, pero que tengan la posibilidad en algún momento de tomar mi lugar" y luego el jefe dice: "Echelos a todos". No quiere tener ningún posible competidor, por lo tanto es una forma organizacional que no puede continuarse. El único caso contrario es la iglesia católica porque siempre la asamblea de cardenales puede elegir un nuevo Papa. Es el único caso de funcionamiento carismático institucionalizado. Cuando el jefe se va normalmente no tiene sucesor y por lo tanto él o los que tomen su lugar no tienen el mismo prestigio... Por ejemplo Ford hijo había sido tan aplastado por su padre que cuando quiso hacerse cargo de la empresa se sintió complemente incapaz y murió tres meses después. Fue recién el nieto quien pudo retomar algo. Lo que es cierto es que si la organización triunfa menos, si el jefe tiene menos ideas geniales, a partir de ese momento empieza a haber un déficit de creencia entre la gente de la organización y poco a poco, como una bola de nieve, todo el mundo 50
dice: "nuestro jefe se volvió viejo". Hay otra expresión en francés que expresa muy bien lo que quiero decir: "la gente empieza a quemar lo que antes había adorado", porque, efectivamente, la organización de tipo carismático sólo es posible en el éxito. Hubo un buen ejemplo durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando las fuerzas alemanas estaban siendo derrotadas por los rusos al este y por los aliados en el oeste, Goebells, el ministro de propaganda nazi, que había sido un gran manipulador de masas, decía: "nos replegamos a lugares seguros, muy bien defendidos y después vamos a contraatacar" y un día cuando efectivamente se iban acumulando las derrotas Goebells dijo: "Necesitaría tener verdaderas victorias para anunciar". No se puede seguir haciendo como que se gana cuando se pierde. Este tipo de organización tiene por un lado un aspecto sumamente desagradable porque los individuos son extremadamente infantilizados, pero es cierto, al mismo tiempo, que hay varios jefes carismáticos que aportaron muchísimas cosas nuevas a la humanidad. Todos los grandes profetas de las religiones nos aportaron algo y pueden aportar debido a su naturaleza visionaria. A menudo permiten dar un nuevo impulso a organizaciones que estarían descomponiéndose. Hay una excelente frase de Freud muy inquietante sobre esta cuestión. Hablando de estas personas centrales que él no llama jefes carismáticos, dice: "a menudo son iluminados, visionarios, hombres afectados por ilusiones. A menudo son neuroticos y locos, sin embargo desde siempre desempeñaron un gran papel en la historia de la humanidad. Estas personas ejercieron una profunda influencia durante su tiempo y en los tiempos posteriores, impulsaron importantes movimientos culturales y realizaron grandes descubrimientos. A pesar de sus anomalías pudieron cumplir tales proezas por un lado gracias a la parte intacta de su personalidad, pero, por otra parte, por los rasgos patológicos de su carácter, su desarrollo unilateral, el refuerzo anormal de algunos deseos, el abandono sin freno y sin crítica a un único fin... Todo esto es lo que les da el poder de arrastrar a los demás por su propio camino y vencer la resistencia del mundo". Me parece una frase muy interesante porque muestra como existe un aspecto profundamente patológico, como lo decía la vez pasada con respecto a De Gaulle. Había algo loco en él cuando cree que iba a poder llevar a cabo la resistencia, pero si no hubiese tenido ese aspecto loco, no hubiera hecho nunca nada. Al mismo tiempo pueden arrastrar a los demás a caminos horribles, llevarlos a guerras o masacres absolutamente increíbles sin que esto tenga el menor sentido. Y es por este motivo que el problema del carisma siempre es muy complicado. Las formas carismáticas de funcionamiento pueden ser extremadamente dinámicas, pero pueden tener como resultado tanto lo mejor como lo peor. El resultado puede ser Jesús y puede ser Hitler. Una de las razones por las que el carisma sigue funcionando en nuestras sociedades es que en el interior de cada individuo existe el deseo de ser profundamente reconocido por los demás, de no ser criticado, de ser amado. Diría que hay una pequeña tendencia al carisma que existe en cada uno de nosotros y si nos encontramos en situaciones en las que podemos tener poder, hay que tener una gran fuerza de voluntad para no tener tendencia a desarrollar este aspecto carismático y aplastar a los demás que están a nuestro lado. Voy a dar tres ejemplos que conozco bien. Es una crítica que voy a situar en Francia pero todos ustedes conocen. Voy a hablar de Lacan, Levi Strauss y Bourdieu. Son gente que ha aportado mucho, pero solamente formaron gente que lo único que puede hacer es repetir incansablemente lo que ellos dijeron, incluso en los niveles más irrisorios y ridículos. Por ejemplo una vez Lacan tenía una corbata moñito y todos los psicoanalistas lacanianos tenían una corbata moñito. Después de 1968 Lacan se había puesto un cuello como éste y todos los demás usaban el mismo cuello. Y para terminar 51
con la anécdota más sabrosa, conozco por lo menos dos psicoanalistas que dicen con admiración: "Usted sabe, mi esposa fue amante de Lacan" (risas). Ya sea en las organizaciones más grandes, ya sea en las más pequeñas los fantasmas operantes en la Organización carismática se articulan alrededor de tres posiciones: el rechazo de la idea de muerte, la instalación en una posición dual y la instalación en el imaginario . El rechazo de la muerte. Naturalmente esto no quiere decir que la gente no sepa que es mortal-, pero la gente actúa como si fuese inmortal o como si llevase a cabo un proyecto inmortal. Cuando Hitler decía "creo el Tercer Reich por 1000 años" es como si él mismo fuese a vivir 1000 años. Cuando De Gaulle dice: "si yo no estuviese aquí sobrevendría la descomposición" actuaba como si tuviese que permanecer siempre en el poder. Conocemos muy bien todos que en las organizaciones hay gente que se cree definitivamente irreemplazable. Como se dice con humor: "los cementerios están llenos de gente irremplazable". Hay gente que nunca quiere dejar su lugar de poder porque consideran que la organización son ellos mismos y no pueden concebir que siga funcionando sin su presencia. Por eso digo que en forma inconsciente todo sucede como si la muerte no existiese. Agrego, entre paréntesis, que aún sin ser carismático hay algo que noto a medida que envejezco, cuando uno más envejece más inmortal se cree. Todas las personas que conozco tienen más de 70 años y yo los voy a tener muy pronto, todos tienen proyectos para hacer para por lo menos 200 años. Uno se siente viejo cuando tiene 50 años y cuando tiene 70 se vuelve joven de golpe (risas). Conocen a nuestro amigo Jean Claude Filloux. Él tiene aun más edad que yo y continuamente hace proyectos. Yo también tengo proyectos de viaje, de libros... Tengo la impresión de que a partir de una cierta edad si uno hizo cosas en la vida de las cuales no está demasiado descontento, aun sabiendo que un día uno va a desaparecer, uno actúa como si eso no existiese. Creo que esta impresión en el caso del jefe carismático es algo constante desde que es joven. Instalación en una relación dual. Se áctua como si siempre se viviera en una relación entre dos personas. Como si la persona central se dirigiera exclusivamente a una sola persona y como si hubiese una relación de amor entre ambas. Uno de los mejores ejemplos de esto que conozco y menciono a menudo se expresa en una declaración de Perón en su época de esplendor (hace mucho me intereso en la Argentina y ya voy a decir porqué). En el balcón de la Casa de gobierno, frente a la multitud reunida dijo: "Ustedes son quinientos mil, conmigo son un millón" como si fuesen efectivamente uno y uno, uno mirándose en el espejo del otro. Lo que quería decir personal sobre la Argentina es que mi primer amor fue una mujer argentina. Era alguien que me hablaba mucho de la argentina porque era la nieta de uno de los expresidentes de la república. Me refiero a Roque Saenz Peña, que debió ser presidente hacia 1914. Aunque nos separamos conservé con ella relaciones amistosas hasta que murió y todavía tengo un dibujo de su retrato en mi casa. (Como ven sigo siendo fiel a mis antiguos amores). Por eso es que hace mucho que sabía cosas de la Argentina. Instalación en el imaginario . El discurso pronunciado por el jefe carismático dice que todo es posible, es un discurso sin límites. Retomo el ejemplo de Hitler cuando le dice a los alemanes: "aun cuando ustedes se sientan pequeños son una raza de señores, si me siguen conquistaremos el mundo, tendrán al mismo tiempo la felicidad y la gloria". Es un discurso de lo imposible y es por esto que a menudo tiene tanta resonancia, porque toca muy directamente el inconsciente de la gente. Sabemos bien que en nuestro inconsciente todo es posible, no hay temporalidad en el inconsciente, no 52
hay cronología en el inconsciente y se puede ser una cosa y otra simultáneamente. Cuando analicé detalladamente los discursos de Hitler en mi libro "De la Horda al Estado" mostré hasta qué punto Hitler podía hablarle al inconsciente de la gente. Tenía un conocimiento intuitivo y desarrollaba la idea de una transformación inmediata –casi mágica- de la gente. Naturalmente en las organizaciones más comunes el imaginario no está tan desarrollado, pero siempre está la idea de que se pueden hacer cosas que parecían imposibles antes y a menudo es una simple ilusión, pero que a veces, efectivamente, funciona. Un sociólogo francés tan conservador como Michel Crozier que justamente no cree demasiado en las grandes transformaciones, sin embargo dice en uno de sus libros "cuando un hombre se da la cabeza contra la pared, la mayor probabilidad es que se rompa la cabeza, sin embargo en algunos casos puede romper la pared" y es muy interesante el hecho de que no se sabe nunca -cuando la gente se deja llevar por el imaginario- si se trata efectivamente de una simple y pura ilusión o si se trata de un imaginario que es posible realizar en gran medida. Este es el problema que tuvieron todos los grupos revolucionarios. Dicho de otro modo, la posición carismática implica gente que tiene pulsiones fuertes, que está preparada para tomar riesgos importantes, que está disponible para amar a ciertas personas y para ser amada por ella rechazando completamente a todos los que no le son queridos. Es por esto que en las formas carismáticas, las personas funcionan muy cohesionadas, (a veces al modo de una secta) con una visión de sí mismos extremadamente positiva que en oportunidades, efectivamente les permite hacer grandes cosas, muy buenas o muy malas. Si prestamos atención a los comienzos del psicoanálisis percibimos claramente que la primera forma es una forma carismática. Freud lo dice explícitamente: "El psicoanálisis, mi causa" y efectivamente agrupa en torno suyo individuos a menudo muy inteligentes, pero también elimina a algunos que lo cuestionan demasiado, incluso a veces toma de algunos cosas sin decirlo o casi sin decirlo. Por ejemplo la noción de pulsión de muerte no fue elaborada por Freud desde el comienzo. Fue elaborada primero por una de sus pacientes que se llamaba Sabina Spielrien y que justamente había escrito algo sobre la pulsión de destrucción. Freud lo había criticado mucho pero luego retoma su idea y la desarrolla citándola una sola vez a pié de pagina muy chiquito. Freud tenía aspectos muy carismáticos. Como pueden ver el carisma es todo, es lo mejor y lo peor. Si insistí mucho en esto es porque, como decía recién, es algo que sigue siendo muy fuerte en nuestra sociedad donde todavía se vive mucho bajo la idea de individuos muy fuertes, muy poderosos, de gente a la que hay que imitar para poder a su vez convertirnos en gente muy importante. Es por esto que todavía queda mucho por recorrer para llegar a sociedades verdaderamente democráticas. Ahora voy a pasar a la forma burocrática pero antes quisiera saber si hay comentarios o preguntas sobre esta primera forma. P.- ¿En el nivel de una clase y de la relación del profesor con los alumnos es posible pensar que también se da esta modalidad? No sé si podemos hablar de una organización, pero me parece que muchos docentes tienen esta modalidad carismática y establecen una relación dual. El otro día veíamos que el conocimiento pasa a ser parte del docente mismo, el docente encarna el conocimiento. Enríquez.- Sí. Aun más, los dos lugares donde se da con mayor fuerza es en las organizaciones políticas y en las organizaciones escolares y universitarias, porque muy a menudo el docente tiene la impresión que los alumnos son un poco sus hijos, que tiene 53
que formarlos en cierta manera y que en cierta medida tiene que desempeñar el papel del ejemplo. Tiene la idea que los niños tienen que identificarse a la mejor parte de sí mismo, es decir a su aspecto creativo y dinámico. Por otra parte es algo que se puede comprobar fácilmente: los profesores más escuchados son de los que se dice que tienen un cierto carisma. Por mi parte pienso que un mínimo de carisma es necesario, es decir que como ya lo mencioné, un profesor que da la impresión de decir las cosas con fuerza, con vitalidad, hace vivo el saber, despierta el deseo. Hay entre él y sus alumnos una relación de transferencia relativamente importante... En definitiva, ¿qué es la transferencia? Es la posibilidad de intercambiar amor entre las dos personas y esto implica un lazo relativamente importante. También digo que el docente tiene que tener cuidado en no aumentar la dosis carismática porque hace falta que el alumno se enamore de la experiencia de saber, que sea capaz de crear el mismo experiencia y que no se deje invadir por la admiración respecto del maestro. Hay un psicoanalista que dice algo muy cierto: "tanto en psicoanálisis como en la enseñanza, la persona central no tiene que tener poder", pues está en una situación en la que podría abusar de su poder y por eso debe tratar de usar su carisma para interesar a la gente con lo que dice, para que se interesen en la experiencia que se está desarrollando, impidiendo que se dejen arrastrar hacia una veneración personal. Por eso decía recién un poco en broma hablando de Lacan, Lévi Strauss y Bordieu que solo formaron gente que repite exactamente lo que ellos dicen. Los psicoanalistas, los etnólogos y los sociólogos que tienen algo que decir no son los alumnos ni de Lacan, ni de Levys Strauss ni de Bordieau. Es algo muy frecuente en la relación pedagógica, más aun cuando los alumnos son chicos y el maestro puede tener un carácter casi sagrado ya que está entregando un saber del que los alumnos tienen que ir apropiándose progresivamente. Sobre todo durante los primeros años, el maestro puede abusar fácilmente de este poder precisamente porque hay una asimetría muy fuerte entre él y los demás y puede hacerse querer como un nuevo padre o una nueva madre. Hay chicos que le dicen a su padre y a su madre: "lo que me decís no es cierto porque mi maestro me dijo exactamente lo contrario", en cierta medida para él, el maestro, tomó en alguna forma el lugar de los padres. P.- Cuando desaparece el líder carismático en la organización, ¿cómo se da la transformación de la organización con la gente así socializada? Enríquez.- Tendría que pasar a la burocracia para responderle mejor. Pero esta gente se siente huérfana porque ya no tienen esta referencia esencial y pueden ya caer en la nostalgia de esa época -sigue habiendo en Alemania algunos neonazis que dicen "en la época de Hitler era mucho mejor"-, ya borrarla completamente de la historia. Hacer como si no hubiese sucedido. Decirse que se empieza una nueva vida, que se fue abandonado y engañado, por consiguiente todo ese periodo de la vida no tiene ninguna importancia. También se puede negar el tipo de adhesión que uno practicó, utilizando el mecanismo de defensa descripto por Freud como denegación (yo no fui realmente así). Decir por ejemplo: “realmente yo no estaba de acuerdo”, “no estaba admirado por el pensamiento lacaniano”, “me interesó pero no más que otra cosa”, mientras que en la realidad esta persona fue durante un tiempo, absolutamente lacaniana. También puede existir otro mecanismo, el que mencionaba antes cuando decía "quemar lo que se adoró". En ese caso no solamente se dice: "fui engañado y borro", también se afirma: todo aquello no fue cierto en absoluto y por lo tanto asumo una posición totalmente distinta. Comentaba la clase anterior respecto de algunos miembros de ciertos grupos revolucionarios franceses de extrema izquierda que se convirtieron en empresarios 54
duros y reaccionarios diciendo: "bueno, fue un error de juventud, era todo en broma. Olvidémoslo". No es solamente borrarlo sino tomar la posición opuesta. Luego existen aquellos, la mayoría, que tratan de adaptarse de a poco a la nueva situación. Hay que decir que el ser humano es extremadamente plástico y que a veces puede adaptarse a una situación completamente distinta de la anterior, naturalmente con algunas dificultades, pero diciéndose: es la vida y en la vida hay que saber adaptarse; sobre todo en la actualidad en la que la sociedad toda nos dice todos los días: hay que poder adaptarse continuamente, si uno no se adapta muere. No sé si se recuerdan el título del primer libro de Moreno. El primer gran libro se llamaba "¿Quién sobrevivirá?" y sabemos que toda la teoría de Moreno propone no permanecer en lo que él llamaba "conservas culturales", procura adaptarse a todas las situaciones. El invento del role-playing y el psicodrama. Se hace justamente para ayudar a la gente a encontrar espontaneidad en las situaciones. Ese libro fue profético. Escrito en 1933 -el año de la llegada de Hitler al poder- trataba de mostrar que durante todo el resto del siglo la gente iba a tener que poder adaptarse a cualquier tipo de situación nueva que sucediese. Actualmente se sigue diciendo lo mismo. cada vez más los economistas dicen, por ejemplo, que la gente en los próximos años no va a tener una única carrera profesional sino que un día tendrán que hacer una cosa, tres años después otra cosa, cuatro años después otra cosa y etc., etcétera. Y ya lo vemos. Como les decía el otro día, vemos entre los choferes de taxi en Buenos Aires, ingenieros o médicos que no tienen trabajo y que se vuelven choferes de taxi porque necesitan vivir y todos los economistas liberales nos dicen "las próximas generaciones tienen que acostumbrarse a tener cuatro o cinco vidas en una sola". Por eso digo que el individuo es muy adaptable y que la mayoría de la gente se va a adaptar aun cuando sea un poco difícil. Eso no quita que estén los nostálgicos, los que borran, los que niegan y los que queman lo que adoraron. Estas son las cinco posibilidades que existen, en todo caso las cinco posibilidades tanto como yo las identifiqué. P.- ¿Esta forma carismática se da también en las organizaciones de salud como los hospitales, donde el enfermo cuando entra se somete a las disposiciones de los médicos, cirujanos y no participa de su autocuidado y se vuelve tan regresivo y tan sometido a todo lo que le dicen? Es cierto lo que dice, no solo aquí, en Francia es igual. Cuando uno está enfermo y está en el hospital.. Tuve una experiencia muy intensa hace 5 años donde me tuvieron que operar de urgencia porque iba a morir (tenía una intoxicación generalizada). Lo increíble era ver la forma en que los médicos, no obstante bastante simpáticos, hablaban de todo esto como si yo fuera un objeto. Yo estaba en mi cama. Llegaron 4 o 5 personas que miraban todas las curvas de temperatura, que vieron que los antibióticos que me daban no hacían más efecto y que me tenían que abrir por completo y empezaron a decir delante de mí "hay que operarlo rápido porque sino en 4, 5 horas se acaba la historia" y yo los llamé, les dije "vengan a hablar conmigo, quiero saber qué me pasa" (risas). Y a pesar de ser más bien simpáticos, les dije "Quiero entender, pueden parar 10 minutos y hablar como seres humanos normales. ¿Qué es lo que tengo exactamente?, ¿por qué corro el riesgo de morirme?, ¿qué hay que hacer?, ¿qué tipo de operación me van a hacer? Etcétera, etcétera... Y cuando entendí efectivamente que había que hacerlo llamé inmediatamente por teléfono a mi hija que es médica y le dije "en 15 minutos me van a operar y si todo anda bien nos vamos a ver pronto y si no funciona bien, te mando un beso, le das un beso a tus hermanos, a los nietos, un beso a mi mujer y adiós" y después me desperté y acá estoy. Era un buen hospital con médicos agradables y sin embargo hablaban tranquilamente en voz alta: "sí, se va a morir seguramente pero vamos a tratar 55
de hacer algo". Después de conversar con ellos las cosas fueron mejor. Cuando me llevaron al quirófano eran todos muy amables y me dijeron "lo vamos a salvar" y yo dije "eso espero", no podía decir otra cosa. Es cierto que hay, en medicina en particular, un saber particularmente fuerte, o sea un saber de vida o de muerte. Es el saber existencial por excelencia diría y naturalmente el paciente está totalmente desprotegido frente a eso. Cuando además los médicos utilizan un lenguaje extremadamente técnico para que no lo entienda el enfermo actúan una forma de rechazo máximo. Al mismo tiempo, a aveces los disculpo porque ellos mismos si sintiesen demasiado las cosas, si vivieran demasiado la angustia del paciente, creo que no podrían ejercer su oficio. Pero, agrego algo, me parece que exageran (risas). P.- ¿Eso se podría modificar con una buena formación? Enríquez.- Sí, por supuesto se podría modificar. Por ejemplo en el mes de octubre voy a trabajar con toda la gente que se ocupa de anestesia y reanimación acerca de su lugar en el funcionamiento general del hospital y espero que mi intervención aporte algunas mejorías. No estoy seguro, pero voy a tratar porque, aun cuando no quieran emocionarse demasiado, existe la posibilidad para los médicos de hablar en forma más humana con sus pacientes. Si retomo mi propio ejemplo: podrían haber venido a mi habitación y decirme "tiene un envenenamiento -yo lo sabía- pero los antibióticos que le dimos no tuvieron resultado. Su fiebre es demasiado alta para que pueda seguir con medicamentos y estamos obligados a operarlo lo más rápido posible con tal porcentaje de posibilidades de éxito". Es lo que me dijeron al final, pero porque se los pedí insistentemente. Podrían habermelo dicho espontáneamente, pero no lo pensaron. Yo era un pedazo de carne en una cama. P.- Pensaba que hay otra forma de responder a la pérdida del jefe carismático que es la negación de la muerte, ¿no? Enríquez.- Pero eso es la nostalgia. Es hacer como si siguiese vivo ya sea en el pensamiento o en la realidad. hay mucha gente por ejemplo que nunca creyó que Hitler se murió en su búnker, muchos pensaban que había escapado y seguía viviendo y que algún día iba a volver como el Mesías. Eso es instalarse en la nostalgia.
La organización burocrática
Voy a enunciar la burocracia y después vamos a hacer una pequeña pausa. La forma burocrática es muy interesante porque se ubica justamente en el lugar opuesto absolutamente a la carismática. En el caso de la burocracia el problema del jefe desaparece, es la organización la que manda. Los individuos que tienen responsabilidad solo tienen responsabilidades delegadas por la organización y por lo tanto la organización es vista como la instancia fundamental. Debe funcionar como una máquina en la que todos los engranajes están muy bien aceitados. Cada miembro de la organización no es más que un engranaje, un elemento del conjunto, ¿por qué?, porque la idea básica es contar con una organización absolutamente racional. Diría que la organización burocrática se funda contra la idea de carisma, porque en el caso del carisma hay imaginación, hay relaciones personales muy fuertes, hay mucho de arbitrariedad y en cambio en este caso se quiere crear algo perfectamente racional. Por otra parte el propio Weber decía que la organización burocrática debía funcionar como una especie de máquina a vapor mientras la organización carismática funcionaba como una pequeña empresa artesanal. La idea fundamental es, entonces, desarrollar racionalidad. Y es por esto también que Weber llama a esta forma, a menudo, no solamente la forma racional sino también la forma legal. En la organización burocrática 56
hay normas, hay reglas para todo, hay procedimientos de trabajo, hay división de tareas muy estricta, se deben aplicar los reglamentos en forma impersonal, en forma igualitaria para todos y la gente que ocupa puestos no tiene poder excesivo como en el caso del carisma, tiene simplemente una autoridad limitada, concreta, respecto de los problemas en los que son competentes. Lo que se dice siempre en una burocracia es que la gente tiene que tener competencia técnica, pero que no tienen necesidad de tener competencia humana porque de lo que se trata es de ejecutar bien el trabajo tal como ha sido previamente definido y seguir las normas precisas que lo regulan. Puede decirse que estamos frente a un modo de organización que trata de desprenderse por completo de la idea de carisma para sustituirlo por la idea de una organización perfectamente formal y funcional. Debemos observar que, si bien hoy se critica mucho la burocracia, para Weber era un progreso respecto del carisma porque: el carisma necesita individuos excepcionales, pero la mayoría de la gente no es excepcional. Es necesario que las personas puedan ejercer sus competencias en el ámbito especifico que conocen bien y que por lo tanto la organización les permita hacerlo. La visión de Weber de la burocracia es casi análoga a la visión de organización racional del trabajo de Taylor (taylorismo). Taylor se ocupó más de la racionalización del trabajo de los obreros o del trabajo del nivel inmediatamente superior, por ejemplo los capataces. Weber se ocupó en general de ver la organización de los niveles más altos, pero ambos tienen casi la misma idea: lo que debe predominar en la organización burocrática es precisamente la definición formal de la organización. Hay que definir bien los organigramas de manera tal que cada uno sepa qué puesto o función debe ocupar, pues debe respetar bien los límites de su función sin invadir las demás funciones o el poder de su superior. Respetando esto las decisiones estarán de acuerdo con los reglamentos generales de la organización. Si miramos las cosas en forma más sutil observamos que lo que se le pide a la gente en la organización burocrática -como decía, es una competencia precisa, concreta y limitada y sobre todo un muy buen amoldamiento al puesto que ocupa. Para utilizar una imagen, diría que en el caso del carisma la gente se hace lugar mientras que en el caso de la burocracia a la gente se la pone en casilleros que existen independientemente de ellos. Cuando alguien deja su puesto, el que lo reemplaza tiene exactamente las mismas funciones y el mismo poder limitado. Esta idea de burocracia excluye la dimensión humana, la organización es simplemente una organización operativa y en cierto modo los individuos que están en ella solo están ahí para hacer funcionar las herramientas y los procedimientos que se les dan. Si se los puede reemplazar por maquinas se los reemplazará por máquinas. Por lo tanto el individuo nunca es considerado como individuo sino como un mero elemento del funcionamiento y cuando se contrata gente en una burocracia debe hacerse con criterios universalistas, no con los criterios particularistas del carisma. Usar criterios universalistas significa que si Sergio y yo tenemos que elegir a un colaborador utilizaremos exactamente el mismo tipo de criterio. Por ejemplo el hecho de que la persona tenga un diploma o que haya podido resolver bien una prueba, si se le hacen pruebas, que haya sido capaz de responder bien en una entrevista a preguntas que demuestran su conocimiento del tema o del oficio y que tenga, por ejemplo, una cierta experiencia profesional. De una organización a otra no necesariamente habrá los mismos criterios, pero en una organización se llega a un acuerdo sobre los criterios a utilizar y por lo tanto, normalmente, no siempre es exactamente así, no hay que tomar en cuenta las relaciones personales que pueden existir, de todas las relaciones de las que hablé precisamente en el caso anterior. Es decir, tengo que tomar gente que corresponde exactamente al oficio que tienen que 57
realizar y en cierta medida me desintereso absolutamente por su personalidad porque ella no debe ser expresada en el trabajo. Por el contrario, las personas deben ser lo más neutras posible ya que hay una estricta separación entre lo que podríamos llamar la vida privada por un lado y la vida laboral, por el otro. En la vida laboral el individuo debe ser perfectamente racional. En la vida privada la persona puede tener emociones o pasiones, es su problema, pero cuando está en su trabajo no tiene que tener ni emociones, ni pasiones, debe comportarse exactamente como un elemento neutro del funcionamiento. Por otra parte hay reglas y procedimientos sobre todo lo que tiene que ver con el personal en la organización. Una organización del tipo burocrático preve no solamente como se contrata a la gente sino también como se la remunera, cuáles son las posibilidades de ascenso, con qué criterio de edad o capacidad la gente puede ir ascendiendo en la jerarquía. Saben también que muy a menudo en la organización burocrática también existe un contrapoder, el poder sindical, que trata de negociar con los dirigentes de la burocracia las condiciones salariales, las condiciones laborales y el conjunto de los modos de funcionamiento de la organización. A la organización burocrática no le gustan los conflictos, solo acepta a lo sumo conflictos institucionalizados, es decir conjuntos que ya están previstos en las reglas. En ciertas circunstancias se prevé con anticipación y acepta que se va a hacer una huelga, pero no se aceptan los conflictos espontáneos que se puedan producir porque eso reintroduciría el factor humano en el funcionamiento. Las personas que están ahí tienen que demostrar su meticulosidad, su obsesividad por el trabajo de manera que lo hagan según las formas preescriptas y en definitiva son gente que toma muy pocas decisiones, porque aun cuando den la impresión de tomar decisiones, en realidad, la mayoría del tiempo solo están aplicando reglas. Esto hace que en una organización burocrática sea casi imposible que los individuos aprendan a tomar decisiones. Por consiguiente mientras todo funcione en forma rutinaria puede funcionar muy bien aunque a ritmo lento y con inercia pues la gente tiene el hábito de ir muy despacio sobre todo para no equivocarse. Si por casualidad hay que tomar una decisión, ahí se produce un problema enorme, se trate de una decisión sencilla o de una decisión compleja. Veamos el caso de una decisión sencilla, es decir una decisión que no implique la posibilidad de una catástrofe. En este caso la gente va a decir: "no podemos tomar una decisión porque no está previsto en el reglamento, usted debe ir a hablar con el jefe" y a menudo éste a su vez lo envía a otro superior. Una vez tuve que crear una nueva ruta -porque también me ocupé de otras cosas además de la psicología y la sociología en mi vida-. Todo había sido bien estudiado por los ingenieros, voy a hablar con el Ministro de Transportes del país en cuestión y él me dice: "es difícil, habría que hablar con el primer ministro" y después el primer ministro me dice: "hay que ver al presidente de la república". El problema era construir una ruta de 10 kilómetros. La lentitud burocrática es un asunto muy bien conocido. Las decisiones importantes siempre suben hasta muy arriba. El nivel superior esté saturado de decisiones a tomar, por eso las toma siempre tarde, cuando las toma. Y cuando aunque tarde las toma, las toma mal porque la decisión ya no corresponde al problema tal como estaba planteado al principio. Este es el primer caso. También existe otro caso. Hay decisiones que tomar muy importantes y que pueden tener consecuencias fundamentales en la vida humana. Por ejemplo en Francia hubo un caso muy interesante en los transportes ferroviarios. Un tren quedó inmovilizado por un desperfecto en la máquina. Naturalmente avisó que estaba detenido en la vía y que había otro tren que venía por la misma vía a gran velocidad. El que 58
recibió la información tenía que desviar al tren en marcha por otra vía. Lo tenía que decidir y hacer en 10 segundos porque el tren llegaba, pero estaba tan poco acostumbrado a tomar decisiones que demoró y el tren chocó con el otro y hubo cientos de muertos. El no tener la costumbre de tomar decisiones instala situaciones de alto riesgo cuando por casualidad hay que tomarlas. El sujeto ya no funciona como una verdadera máquina, puede usar un tiempo de espera importante en la toma de decisión y no saber tomar la decisión con la rapidez deseada. Es un problema que estudié mucho en las centrales nucleares francesas y puedo decir que, por suerte, en su conjunto funcionan bien porque cuando se hacen ejercicios de simulación para ver si en casos de urgencia la gente reaccionaría con la suficiente rapidez, dos de cada tres veces no reaccionan con la suficiente rapidez. Es decir que podría muy bien suceder algo como lo sucedido en Chernobyl en las centrales francesas. A pesar de todo el esfuerzo de formación que se hace, si hay alguien que controla una central normalmente no tiene nada que hacer, solo tiene que mirar los distintos cuadrantes y si hay algo que no funciona bien tiene que reaccionar de inmediato. Por suerte la mayoría del tiempo no pasa nada porque cuando alguien permanece 8 horas mirando los cuadrantes sin hacer ninguna otra cosa, si sucede algo está prácticamente dormido de tanto mirar. Por eso es que ahora están tratando de rotarlos cada dos horas para que no se duerman mientras miran. Quiero decir con todo esto que el hecho de que la burocracia impida la toma de decisiones puede tener consecuencias realmente graves. La mayoría de las veces lo que sucede es que, habida cuenta de que la decisión se toma demasiado tarde, no resuelve el problema que ya no es exactamente el mismo y por otro lado cuesta mucho más caro desde el punto de vista económico, porque como se tomó tarde la decisión a veces aumentaron los costos, subieron las materias primas, etcétera. Quisiera terminar con un problema aun más difícil y más psicológico. El hecho de separar profundamente vida laboral y vida privada provoca una especie de clivaje en la personalidad y esto desarrolla temperamentos esquizoides o casi esquizofrénicos, lo que hace que, en la vida cotidiana, la persona pueda muy bien comportarse como un ser humano normal con pasiones y emociones y en la vida laboral comportarse como un autómata absoluto. Desde este punto de vista puede decirse algo bastante horrible y es que los campos de concentración y los campos de la muerte son la aplicación más pura de la organización burocrática. Ya hablé de esto antes. Eichman decía "me decían que tenía que producir muertos y producirlos cada vez más rápido y actué de modo tal de cumplir estas ordenes. Si me hubieran pedido que produjese autos me hubiera comportado del mismo modo". Esta separación extremadamente fuerte -por un lado, en la vida privada se es un sujeto humano y por otro lado, en la vida laboral solo se es un agente de la organización- ha sido muy bien demostrada en las investigaciones de psicología social experimental en los trabajos de S. Milgram. En ellos la gente se comporta como meros agentes de aquellos que le dan las ordenes sin preocuparse de las consecuencias que la ejecución de estas órdenes puede tener. Y hago notar que en nuestra sociedad, actualmente, cada vez se da más este fenómeno en muchas empresas, gente que en la vida cotidiana puede ser encantadora, pero que no tienen ningún problema en echar a la calle a cientos de colaboradores aun cuando a la empresa le vaya bastante bien. La exigencia burocrática de excluir el aspecto humano la hace a menudo particularmente inhumana. Diría que es ese el grave problema de la burocracia. -------------------------------------------------------------------------------------Ayer empezamos explorando la forma burocrática, todavía tengo que agregar algunos elementos con respecto a esta forma. Dije que la forma burocrática quería 59
aplicar la racionalidad, pero si miramos en detalle, de cerca, no es la verdadera racionalidad la que está aplicada en la burocracia. En la verdadera racionalidad siempre hay integración de los sentimientos y de la pasión como lo mostraron Rousseau y Goethe sobre el Siglo de las luces. En la racionalidad siempre está planteado el problema de los valores últimos. En definitiva la racionalidad que ahí se aplica es una racionalidad instrumental, es decir la racionalidad que solo toma en cuenta los medios. Dicho en otras palabras, la que responde a la pregunta cómo (cómo se deben hacer las cosas, con qué técnicas) y no responde a la pregunta por qué (por qué hacemos las cosas, con qué objetivos). Al hacer predominar la pregunta del cómo sobre la pregunta del por qué podemos llegar a lo que comenté acerca del caso Eichman, al hecho de obedecer a cualquier orden sin preocuparse por el valor de esta orden y preocupándose solo de cómo ejecutarla bien. En la burocracia hay una obsesión de la regla por la regla misma que conduce a esta especie de clivaje del cual hablé ayer entre los sentimientos y valores por un lado y por otro lado, solo al problema de los medios. Diría que la Burocracia va más lejos al centrarse en el problema de los medios y los medios se vuelven ellos mismos los fines últimos, los valores últimos. Se lo ve claramente también cuando se habla de pedagogía, cuando la gente se interesa solo por las técnicas pedagógicas sin saber por qué se implementan estas técnicas. Pero ¿por qué la burocracia que es una forma tan poco apreciada sin embargo tiene esta importancia? Lo que pasa es que la burocracia tiene un efecto protector. Cuando se entra en una organización burocrática uno sabe que va a ser difícil subir alto en la jerarquía, pero uno sabe también que si tiene ciertos diplomas y si uno hace su trabajo correctamente al final uno termina teniendo un salario todos los meses y además puede esperar progresar en la jerarquía. La burocracia da seguridad. Obviamente dicha seguridad tiene como consecuencia una pobre posibilidad de desarrollo y dificultades para ser creativos, pero al mismo tiempo es una protección contra los azares y avatares de la vida. La burocracia tiene un efecto protector suplementario. Al alejar a los individuos unos con respecto a otros entre sí, impide naturalmente las relaciones positivas, pero sobre todo impide las reacciones negativas personales. Por ejemplo si se prevén aumentos de salario según cierto procedimiento, si un empleado desea un aumento de salario, su jefe puede contestarle: "si no dependiera más que de mí no tendría problemas en aumentarle, pero el reglamento, lo procedimental, no lo prevé. No es conmigo la cuestión, no me proteste a mi sino a la institución". Esto crea entonces un efecto de protección personal porque una persona en una burocracia nunca habla como una persona sino que habla como el rol social que debe tener. Es por eso que cuando se reúnen los burócratas vemos que cada uno defiende posiciones realmente muy tajantes en nombre de su función y dan la impresión de estar peleando. Después cuando termina la reunión se van a tomar una cerveza juntos porque era una función contra la otra y nunca se trata de un individuo que se pone en contra del otro. Creo que esta función protectora juega un papel fundamental en el mantenimiento de la burocracia. Cuando hay conflictos, como lo vimos ayer, son conflictos institucionalizados que ya pueden preveerse de antemano y se sabe que en algún momento va a haber negociaciones para salir del conflicto; es decir que el conflicto burocrático si queda en los límites de lo burocrático nunca llega a ser un conflicto total, es un conflicto con reglas. Sin embargo en una burocracia no todos tienen el mismo grado de adaptación lo que hizo que el sociólogo americano Merton tratara de describir lo que él llamó la "personalidad burocrática" quizás de una manera algo simple pero que a mi me parece relativamente interesante. 60
Establece una distinción entre el objetivo y los medios. Uno puede reaccionar en una burocracia siendo perfectamente conformista: está de acuerdo con los objetivos de una burocracia y también está de acuerdo con los medios; en ese caso no se critican ni los medios, ni los fines. Uno puede reaccionar de manera ritualista. Se es ritualista cuando se está de acuerdo con los medios, pero sin preocupación por los objetivos. Por ejemplo un individuo que va todos los domingos a misa y está de acuerdo con los métodos de la iglesia católica, pero olvidó por completo cuáles eran los objetivos de la iglesia que teóricamente dice "amaos unos a los otros". Va a orar el domingo en misa, hace todos los gestos rituales y cuando sale puede insultar a cualquiera como si se tratara de basura. Se puede estar en una burocracia como retirado, “a desgano”, tratando de hacer lo mínimo indispensable. Uno no se preocupa más por los objetivos de la burocracia y tampoco se interesa por los medios de la burocracia. No quiero decir cosas particulares de la Argentina que no conozco suficientemente, pero en Brasil sí estoy seguro. Los funcionarios de la universidad trabajan a desgano (en el sentido de trabajar como para que no lo echen); es decir que hacen lo menos posible y cuando se les da un trabajo para que lo hagan rápido lo hacen para la semana siguiente. Se puede ser innovador, es decir que se está de acuerdo con los objetivos de la organización... Por ejemplo uno quiere que la universidad sea un medio que difunda una buena formación, pero no está de acuerdo con los medios que tiene la universidad. Le gustaría que hubiera más profesores, salarios mejores, mejores instalaciones etcétera. Y también existe el rebelde que se mantiene en observador, no está de acuerdo ni con los medios ni con los objetivos y propone nuevos objetivos y nuevos medios. Es como el revolucionario que dice: "esto no anda bien y tengo otras ideas". En la burocracia en su conjunto gusta la gente que es conformista y ritualista, aceptan porque -no pueden hacer otra cosa- las personas que trabajan “a desgano”, no aprecian mucho la presencia de innovadores que tienen demasiadas ideas y tampoco aprecian a los rebeldes porque eso cuestiona todo. Los comportamientos más comunes en una burocracia son el primero, el segundo y el tercero, pero de tanto en tanto cuando con una burocracia no funciona bien hay reacción fuerte precisamente porque una burocracia tiene dificultades para mejorarse. Ayer insistí en el hecho de que el imaginario era un imaginario de máquina. Una máquina no puede inventar cosas nuevas y difícilmente encuentre entonces soluciones nuevas. Diría que aun cuando no corresponda exactamente, muchas universidades constituyen formas burocráticas predominantes. Lo último que quiero agregar y es muy importante, es que a veces las burocracias funcionan a pesar de todo y ¿por qué? Es que a pesar de todo y aquí habría que agregar algo al esquema de Merton, hay personas que ponen todo su entusiasmo en el trabajo y entonces hacen cosas que están fuera de las reglas de la burocracia y le dedican más tiempo, toman sobre sus espaldas a costa de su tiempo, su fatiga. Tratan de arreglar cosas que no están bien reguladas por las reglas dedicando para ello su tiempo personal. Castoriadis, quien hizo una crítica muy fuerte sobre la burocracia, trató de mostrar que si la gente seguía siempre las reglas burocráticas la organización burocrática no puede funcionar. Si funciona es porque hay gente que hace algo más, se las arregla a pesar de las reglas, trata de hacer cosas nuevas aun cuando esté prohibido. Son esas acciones fuera de la regla las que le permiten a la organización seguir en funcionamiento. Por eso la otra vez decía que lo que me asombraba en las universidades 61
de América del sur es ver que los profesores estaban tan mal pagos, que las condiciones de trabajo no eran particularmente buenas y que a pesar de todo esto había muchos profesores que tenían tanto entusiasmo por el trabajo y muchos estudiantes que realmente son aplicados. Hay un intento espontaneo de regulación por parte de los seres humanos que se encuentran ahí para tratar de, por lo menos, no comportarse como máquinas. Por eso es que en una burocracia se van a encontrar dos tipos de personajes, aquellos que tratan más o menos de estar o actuar dentro de las reglas lo que corresponde al esquema de Merton y los que, según Castoriadis, aportan como seres humanos y sociales, tratando de hacer cosas con los otros. Y aquí otra razón por la cual podemos decir que la burocracia dura, porque hay muchas personas en la burocracia que tratan de hacer cosas y que terminan haciendo funcionar estas organizaciones tan pesadas. A veces uno debería preguntarse si es útil seguir haciéndola funcionar y si no habría que revelarse contra ellas. Como ahora voy a pasar a la forma cooperativa me gustaría saber si hay preguntas, comentarios. P- Las organizaciones reales presentan rasgos de uno u otro tipo...Un problema es ver hasta qué punto es posible encontrar los tipos puros ... E- Ayer les dije que describía ideotipos -tipos ideales- que tenían una forma totalmente coherente, en la realidad a veces hay tipos mixtos. Se puede ver en una burocracia universitaria profesores que se comportan en modo carismático y/o como lo vamos a ver ahora, personas que desarrollan la cooperación en la organización. Pero siempre es más difícil hacer cooperación en una organización de dominante burocrática. Luchar contra la pesadez burocrática para desarrollar precisamente formas de solidaridad en común. Si estas formas cooperativas se vuelven dominantes, la burocracia empieza a desaparecer y van a aparecer otras formas dominantes. Pero prefiero dar el tipo ideal en toda su coherencia para mostrar las dificultades que presenta o los elementos de interés que presentan para que cada uno de nosotros pueda ver si le gusta este tipo de organización o si uno quiere luchar para promover otro tipo. De vez en cuando existen los tipos puros. El ejemplo que di ayer de Eichman y los campos de concentración era un ejemplo de burocracia pura, las reglas se aplicaban sistemáticamente y el problema humano no existía, por suerte las burocracias normales son más flexibles, porque aun cuando se diga que es una enorme máquina no se puede evitar que estas organizaciones estén llenas de personas que tienen sentimientos y en esas condiciones puedan dar cierto placer en algo que es sumamente rígido. P.- ¿Entonces las formas puras terminan desapareciendo? Digamos que las formas puras son teóricas porque tratan de mostrar algo donde todo es coherente. Sabemos bien que en la vida cotidiana las organizaciones al igual que los seres humanos no son totalmente coherentes, que hay elementos que le dan vida a lo que está definido de forma tan rígida. Pero si insisto en esta cuestión de forma pura es porque cada vez que una forma real no llega a funcionar como una forma pura la gente que dirige este tipo de organizaciones trabaja como para que pueda alcanzarse el estado puro. Se comprueba por ejemplo que en las burocracias las reglas no se aplican siempre al pie de la letra, que a veces se las transgrede. ¿Cuál es la tendencia de los dirigentes de la organización? No es la de decirse si la regla no se aplica es porque no es buena, lo que se preguntan es cómo inventar una nueva regla para que la regla anterior se aplique. Cada vez que se juega con la regla se inventa una regla superior.
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Para darles un ejemplo fácil. Cuando tuve que hacer mi servicio militar el primer día me vestí con el uniforme. Estaba en un campo de entrenamiento y alguien con un tiempo ya ahí me dijo como podía hacer para salir del campo. Obviamente que si uno se dejaba agarrar había una sanción. Justamente de un campo militar uno no sale cuando quiere. Me divertí saliendo de todos modos y volviendo al día siguiente... La autoridad militar se dio cuenta que había alguien que se había ido, pero mis compañeros no dijeron quien era y la sanción que preveía el reglamento - una semana en calabozo -, se transformó en una semana en el calabozo y una semana de trabajos forzados. El coronel nos reunión para decirnos "y si no obedecen cada vez va a ser peor" cuando en realidad era muy simple evitar que saliéramos, solo había que tapar una pequeña salida para impedir que nos escaparamos. Lo que quería el coronel era mostrar su fuerza y su posibilidad de aplicar la sanción. Conclusión: no me volví a ir porque quizás mis compañeros hubiesen dicho "es él". O se inventa otra regla o se la refuerza dándole más fuerza, pero se podría concluir que la regla es tonta o que podría ser aplicada de manera más flexible. Aun cuando las formas puras no existan realmente siempre está la tendencia de aquellos que la dirigen a alcanzar coherencia... P.- ... parte de la respuesta era que había gente con ganas de trabajar, que llevaba bien a cabo su tarea, trataba de encontrar formas más allá de las reglas y a mi me da la sensación, no sé cómo será en otros lados, pero acá si el sistema burocrático funciona es porque saca lo peor de la persona. Así como funciona el sistema burocrático es en base a la inseguridad de la gente, en base a querer cuidar el espacio... Estoy de acuerdo con lo que dice. yo decía que había gente que tenía entusiasmo para que funcione, pero dije que se mantenía porque permitía la seguridad de la gente. La seguridad y la inseguridad son las dos caras de la misma moneda. Si quiero la seguridad de mi lugar es porque temo a la inseguridad que voy a sufrir si pierdo mi lugar. P.- En la vida cotidiana uno va a un espacio y el sistema burocrático no es un sistema que funcione bien... pero esa gente que está en el sistema y lo hace funcionar mal es la que quiere este sistema. Si uno va a un lugar y pide cosas, generalmente las cosas no están ni en el momento ni en el lugar adecuado y esta gente que hace funcionar mal el sistema en realidad es la que quiere también este sistema. Es muy interesante lo que usted dice porque -me refiero a la burocracia en Europa y en Estados Unidos- cuando se está en una burocracia se está seguro de no perder su puesto. Si uno entra en esta burocracia sabe que va a quedarse hasta el final de sus días. Cuando entré a la universidad salvo si yo decidía irme, nadie iba a poder hacerme dejar la universidad. De lo que me doy cuenta por el ejemplo que usted da es que en esta forma burocrática especifica de la que usted habla, hay rasgos de la antigua burocracia que quedaron y se respetan (la exclusión de los problemas humanos y el funcionamiento según reglas estrictas), pero que se le agregó algo que es exactamente lo contrario a lo que caracteriza la burocracia, la inseguridad en el empleo, el monto del salario, etc., etcétera. Por eso efectivamente y por desgracia me parece muy interesante lo que usted dijo porque es una acumulación de inconvenientes. Por una parte hay que obedecer al pie de la letra -en la burocracia europea se obedece pero eso tiene un correlato de estar en una situación de seguridad, o sea hay una compensación- mientras acá se obedece y no se está seguro de la seguridad y todos los días uno teme por su trabajo. P.- Me da la impresión de que en Europa la persona sigue dentro del sistema si no se aleja de la norma, pero acá la burocracia no es así, hay impunidad, sigue tanto el 63
que se aleja como el que viola la norma. No hay un reconocimiento... porque no hay un control. P.- Sigue la burocracia a pesar de que no todos comparten la regla (bullicio). No hay una verdadera burocracia. En lo que usted describe si uno se aleja de la norma no forzosamente va a ser sancionado, si se respeta la norma tampoco está seguro de lo que va a ocurrir, si es eso entonces no es burocracia, es carisma con algunos elementos burocráticos. Es el arbitrario del jefe que dice podés quedarte, no podés quedarte, con algunos elementos formales de burocracia. Pero es una especie de nepotismo o despotismo. P.- Nuestra universidad, según este modelo, no funciona de manera burocrática (bullicio). ¿Cuando un profesor está en la universidad lo pueden echar? P.- En parte, porque el ingreso por concurso está lentificado y hay profesores de años que siguen siendo interinos. P.- Gran parte de las organizaciones burocráticas se vieron debilitadas, en argentina, están funcionando más desde una cuestión de despotismo que por norma... Por ejemplo los regímenes docentes eran la protección de la seguridad en el empleo, sin embargo las escuelas privadas contratan por la ley de comercio y escabullen así el estatuto docente. El debilitamiento de las instituciones sindicales favorece mucho la inestabilidad de las estructuras burocráticas y además esta cuestión del despotismo fuerte, no solo porque la norma legitima al que tiene poder sino por la aplicación arbitraria. Me doy cuenta que Argentina es muy distinta a Europa (risas). La burocracia nuestra no es un tipo puro sino ya una mezcla y ahora entiendo lo que usted dijo. P.- Creo que es claro un ejemplo que sucede en escuelas primarias y secundarias -no en universitarias: la escuela está segmentada en horarios, horarios mosaicos, corresponde eso; un profesor invita a un director de teatro muy famoso a su escuela para que hable con sus alumnos de cuarto año, otro profesor se entera que está este director tan famoso y entonces dice: "qué ocasión para que mis alumnos también escuchen a esta persona que es rarísimo que esté ahí". Entonces va a la directora y le dice: "Por favor, mis alumnos también podrían escuchar.." Y le dice: "No, es la hora de geografía". "Pero mire que es teatro y los alumnos van a tener posibilidad de interactuar...". "Es la hora de geografía, usted no puede sacar a los alumnos de ahí". Operó la mentalidad burocrática como una forma de pensar, donde atenerse a la norma contradice los fines de la institución, porque para los fines de la institución hubiera sido más lógico que esos chicos fueran a escuchar al profesor de teatro que estaba de paso por el pueblo. P.- Justamente en estas instituciones en las que no se cumple el objetivo para el cual fueron creadas (pues el objetivo de una escuela que está para enseñar y no para formar estereotipos y hábitos), ¿cómo puede no morir esa estructura? ¡Lo terrible de la vida social!... No es lo peor lo que va a morir más rápido, es lo mejor lo que muere antes, porque lo mejor tiene que ver con la invención, la creatividad y globalmente a la sociedad no le gusta la creatividad. No me refiero a cualquier sociedad sino a la sociedad capitalista de tipo liberal. A este tipo de sociedad en la que vivimos por lo menos desde hace dos siglos y medio no le gusta la creatividad. Cuando digo que algo que no funciona puede perfectamente seguir viviendo es porque da satisfacción a una cantidad de gente que en cambio de algo nuevo quiere que se apliquen las reglas.
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Por eso quizás su pregunta me permita ir un poco más lejos. La burocracia es una manera de instituir, escribí, la pulsión de muerte como pulsión dominante con respecto a la pulsión de vida. Porque si alguien se comporta a la manera burocrática que describió recién la colega, uno no puede decir que esa mujer esté viva, se comporta como un zombie, como si estuviera viva pero en realidad está muerta en su interior, está encasillada, está en las reglas. Tiene un apoderamiento sobre las cosas y los que están por debajo soportan este apoderamiento. Por eso insistí tanto en el caso de Eichman y los campos de concentración, pues me parece que en cierta medida realizó de manera masiva esta tendencia mortífera que está presente siempre en la burocracia. En el descanso Susana 5 me decía que había leído un libro de un autor llamado Grinberg, "El hecho de la irracionalidad de la racionalidad burocrática" .Estoy totalmente de acuerdo con esta idea. Quisiera agregar una anécdota y después algo más profundo con respecto al ejemplo que dio sobre la geografía. A principios del siglo pasado todos los alumnos que empezaban el secundario en Francia tenían que aprender el latín. El horario estaba organizado también de manera que en la totalidad de Francia a la misma hora en todas las clases de Francia todos hacían la misma versión latina. Esto es para mostrarles hasta qué punto de delirio puede llegar la burocracia. Pero algo un poco más serio... esta idea de que hay algo profundamente mortífero en la burocracia y por eso precisamente se puede decir que el holocausto fue una manera de expresar de manera general y sistemática algo que existe siempre, de manera implícita, en cualquier burocracia. Traté de demostrarlo hace unos 20 años en uno de mis escritos que se llamaba "El poder y la muerte" y esta idea se desarrolló mucho estos últimos tiempos, la desarrolló un sociólogo ingles muy interesante llamado Zigmunt Bauman, de origen polaco que escribió un libro que se llama "Modernismo y holocausto". En él trata de demostrar precisamente que el holocausto no es un fenómeno limitado en el tiempo sino que muestra una tendencia de la sociedad que se expresó de una manera particularmente violenta en ese momento, pero que sigue existiendo de manera latente. Si el libro está traducido en español merece realmente que se lo lea. Bauman lo escribió hace 4 años. Y aun cuando desarrolla una idea que yo ya había esbozado en su momento, no estoy celoso y lo recomiendo igual (risas).
La organización coope rativa
Vamos a pasar a algo más agradable que es la forma cooperativa. Hay dos fuentes en la idea de cooperación. Por un lado la idea de cooperación se desarrolló en el siglo XIX como una reacción al movimiento capitalista y fue compartida, defendida por lo que se llama los "socialistas utópicos" principalmente franceses e ingleses, sostenían la propuesta de formar organizaciones en la que cada persona pondría una parte del capital, por ende todos quedarían asociados, donde cada persona contaría por un voto en las asambleas que decidieran los grandes lineamientos de la asociación, donde las personas que tienen la responsabilidad de hacer funcionar esta organización son elegidos por sus pares y pueden ser depuestos por sus pares si no siguen las indicaciones que les son dadas. Es entonces la idea de una asociación de iguales, asociación de tipo fraterno, expresado en algunas cooperativas, movimiento que se desarrolló un poco en todas partes del mundo porque hubo intentos de cooperativas de Francia a Rusia y desde América del Norte hasta América del Sur. Es la primera tendencia optimista que plantea que es posible la construcción de una comunidad 5
una alumna 65
afectiva. La idea de base es: todos los hombres son hermanos y las buenas decisiones son las colegiadas, nadie tiene derecho a comportarse como un verdadero jefe. Obviamente se trata de una visión optimista del hombre, una visión bastante Rusoniana de los individuos de tal manera que cuando se asocian los hombres a las decisiones, los hombres están contentos de participar en ellas y desarrollan entre sí sentimientos positivos. Hay un aspecto bastante optimista por parte de estos socialistas utópicos y voy a ilustrarlo con dos situaciones. Una cita de Charles Fourier: "el estado comunitario solo necesitará dos años para implantarse" y otra cita de un discípulo de San Simon: "pasaremos de la explotación del hombre por el hombre a la explotación de la naturaleza por el hombre y es una gran tarea exaltante". Por supuesto hay muchas cooperativas que existen en el mundo. En Francia se dice que son la economía solidaria pero a pesar de la cantidad existente de estas cooperativas no constituye más del 2 o el 3% de las empresas en el mundo. Voy a intentar explicar porqué más adelante. Una segunda fuente de inspiración para las cooperativas es lo que llamaría la perspectiva psicosociológica, porque si tomamos la primera perspectiva psicosociológica de Lewin vemos que él plantea bien que las personas en un grupo toman mejores decisiones que individualmente, que hay que aprender a trabajar en grupo y que hay que pasar de los momentos en los que hay antagonismos en los grupos a momentos en que cada cual percibe mejor al otro, donde se pueden plantar los problemas de una forma clara y aumentar así la adhesión del grupo. En esta idea las personas que ocupan el lugar de líder simplemente son personas que ocupan un lugar necesario para el grupo y además hasta puede haber varios lideres en el mismo grupo. Por ejemplo puede haber líder para la preparación de una acción, otros lideres para la cuestión operativa y otros que van a tener lo que llamaría una función psicológica en el grupo para justamente tranquilizar al grupo cuando tiene dificultades, mantener la cohesión y mantener los sentimientos positivos en el grupo. Hay que aclarar que la psicosociología nació con esta perspectiva y que por ejemplo los trabajos de Rogers de quien ya hemos hablado, no hacen más que amplificar esta visión relativamente positiva del grupo. Ahora, sabemos que es más complicado a partir del momento en que se pudo aplicar el psicoanálisis a los fenómenos del grupo, pero eso no quiere decir que no haya habido un elemento importante que haya podido aportarse. Efectivamente se puede aprender a ser democráticos no solo en el conjunto de la sociedad sino también en la relación directa que tenemos con los demás. ¿Por qué la cooperación nunca se extendió tanto como la burocracia o el carisma? Diría que se pueden encontrar varias razones relativamente sencillas. En primer lugar el carisma está estabilizado en la fuerza del jefe, obviamente cuando el jefe ya no tiene fuerza el carisma se desestabiliza. La burocracia está estabilizada sobre las reglas que ha creado, en cambio la cooperación solo se estabiliza a través de los intercambios interactivos entre unos y otros. A través de la capacidad para escucharse, para entenderse, para tomar la palabra, desarrollar sus ideas y para comportarse de manera adulta en las situaciones. En el carisma y la burocracia hay cierto grado de infantilización de las personas que lo sufren y naturalmente siempre es más difícil comportarse como un adulto, pues eso exige que se reconozcan los unos a otros, que se acepte la palabra del otro como tan importante o más que la mía, que haya interés común por la realización de un proyecto colectivo. Diría que esto es más difícil que ser niños sumisos o si uno está del otro lado, ser padres castradores. Es lo que volvió difícil esta instrumentación de la cooperación.
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La segunda razón importante. Como ya lo dijimos vivimos en una sociedad con dominante capitalista y en la que los valores fundamentales no son los valores de solidaridad y fraternidad sino los valores de dominación o de éxito. Esto quiere decir que hasta las organizaciones cooperativas para poder seguir existiendo deben soportar las competencias de las grandes organizaciones jerárquicas. Una tercera razón, la más evidente, tal como lo vimos hace un momento, los hombres no son naturalmente buenos ni positivos por desgracia y a pesar que uno les enseñe a las personas a vivir en grupo puede siempre haber fenómenos de rivalidad y de conflictos violentos. A raíz de todos estos distintos aspectos que acabo de mencionar, es más difícil vivir todos los días de manera cooperativa que estar ubicado en situaciones jerárquicas bien delimitadas. Entre los elementos que acabo de exponer, uno trae particular dificultad: el reconocer la capacidad de los otros para criticarnos. Es muy difícil aceptar desde lo profundo la crítica, porque ella cuestiona nuestra manera de pensar, de ser y en la mayoría de los casos uno prefiere ser admirado a ser criticado. A pesar de todo esto habría una tendencia a conservar un mínimo de cooperación en toda situación porque, en general, es lo más adecuado a los valores democráticos en general. Por ejemplo uno puede ver en algunas escuelas o universidades profesores que trabajan más en contacto en las investigaciones de los estudiantes y es un modelo que se está desarrollando mucho en todos los laboratorios de investigación, porque aun cuando el director de investigación sea alguien particularmente brillante no puede hacer nada solo y necesita el trabajo colectivo de su equipo y, por ende, tiene que reconocerle a cada uno su capacidad para hacer cosas interesantes. También se encuentran estas formas en la pequeña empresa cuando nace. Cuando hay por ejemplo 4 o 5 personas que se conocen bien y tratan de crear una empresa o una asociación para defender un cierto tipo de valores o una visión de las cosas. Por supuesto cuando estas asociaciones o empresas crecen se dificulta el mantenimiento de esta cooperación, de ahí lo que propusieran algunos psicosociólogos americanos... lo que dije ayer sobre el caso de la intervención a esta persona del sur de Francia, es decir algo que no tenga que ver realmente con la verdadera cooperación, pero que permita una cooperación en estos diferentes niveles. Por ejemplo una verdadera cooperación en el comité directivo y en cada uno de los grupos entre el jefe y sus colaboradores y así sucesivamente en el conjunto de la jerarquía. Esto fue sistematizado por el americano Rensis Lickert; algo que se organiza en grupos de trabajo y en ellos en todo momento, el jefe del grupo es, al mismo tiempo, el participante del grupo superior. Entonces esta persona puede hacer subir las informaciones y puede bajar las decisiones pudiendo explicarlas ya que participó en la toma de decisiones. Es lo que Lickert llamó "link" (vinculo, eslabón). No es una cooperación general sino una cooperación por niveles, o sea las grandes decisiones de la organización, los programas de investigación, los medios técnicos que se van a utilizar se deciden arriba, pero el flujo y reflujo de información da, efectivamente, una cultura general al conjunto. En esta experiencia real -no es una ilusión- existe un modo de regulación colectivo de cada uno de estos grupos. Por ejemplo en una importante empresa canadiense en la que intervine habían creado lo que llamaban el "grupo de familia", es decir que a fin de año durante tres días se reunía un servicio o un departamento entero en un lugar especifico, por ejemplo en el campo, para evaluar el funcionamiento anual del servicio con la presencia de un psicosociologo que estaba ahí para velar porque todo el mundo pudiera expresarse y también para velar porque el jefe pudiera ser criticado como cualquier otro. Por eso se decía que formaba una gran familia. Ahí cada cual decía las verdades. Pudo funcionar bien porque la gente había sido formada en la dinámica 67
grupal a través de seminarios animados por alumnos de Lewin que eran capaces de hablarse a veces en tono elevado pero nunca con mala intención. Un punto esencial es que no podía haber después ninguna sanción con respecto a lo que se dijo en estos tres días. Si el jefe había sido criticado por algunas personas, cuando volvía a la empresa no podía sancionarlas. Si llegaba a hacerlo él mismo iba a ser sancionado porque no respetaba la regla de que todo el mundo podía expresar realmente lo que pensaba. Funcionó muy bien durante un tiempo y la razón por al cual funcionó bien es porque la empresa era muy dinámica, ganaba mucho y podía llevar a cabo experiencias de este tipo sin correr riesgos. Es un poco como la historia de la bailarina y el escultor de la que les hablé. Cuando la competencia se volvió fuerte esta estructura desapareció, la cooperación se limitó al comité de dirección, los demás tuvieron que ejecutar las ordenes que se les daban y los grupos de familia desaparecieron. Me parece interesante porque muestra también muy bien la capacidad de tener relaciones profundas, de vivir momentos de igualdad, muy determinados por situaciones de tipo económico. Cuando la economía funciona bien la gente puede llevar a cabo experiencias que son difíciles, cuando ya no va tan bien los jefes retoman el poder. No sé si ven de todos modos que hay formas en las que la gente puede trabajar más en conjunto. Si tomo, por ejemplo, los casos que conozco bien de los paises bajos Bélgica, Francia e Italia- se trata de formas de organización que se desarrollan bien en todos los sectores sociales, en todos los sectores de trabajo social y también en las unidades de salud chicas, no en los grandes hospitales, pero sí en los dispensarios. Digamos que tuvo éxito en todo lo que podríamos llamar los sectores sanitario y social; en las empresas en realidad no tuvo mucho éxito y cada vez se hace más raro, salvo en algunos casos en particular en los que espontáneamente un jefe de servicio, aun en una importante organización carismática o burocrática, trata de desarrollar con la gente de su equipo no diría formas totalmente igualitarias pero un poco más igualitarias. Esto corresponde bastante a la pregunta que me había hecho antes, pero depende de algún modo del deseo de la persona de hacerlo o no. P.- Yo había pensado que en las universidades, a veces en las cátedras pasa esto. Se decide trabajar cooperativamente en una institución no cooperativa y que a veces las reglas impiden. Enríquez.- Sí. Porque a veces la jerarquía universitaria dice: "no, esto no hay que hacerlo". Tuvimos un muy buen ejemplo en Francia. Después del mayo francés, el ministro de educación que era muy manipulador pero inteligente, decidió fomentar el trabajo en grupo y en particular formar a los profesores del secundario con un modo de trabajo con los alumnos más cooperativo y entonces le pidió a varios equipos de psicosociologos, entre los cuales estaba el mío, formar a estos profesores como para que pudieran aplicar métodos nuevos. En realidad su idea no era fomentar la democracia sino impedir otro mayo francés, pero esto no quiere decir que no haya sido una iniciativa inteligente. Hubo una evolución durante dos años y después, como se estabilizó la situación política, en la medida en que los gobiernos de derecha se tranquilizaron, dictaron una ley por la que se prohibía el desarrollo de los métodos no directivos en las escuelas y en las universidades. Todo se barrió de un plumazo, lo que muestra que cuando hay cosas nuevas de este tipo hay gente situada arriba que impide que esto se desarrolle. También quiero decir que si bien el ministro anterior era un poco manipulador, lo prefiero a aquel que paró todo. La cooperación siempre es un combate contra las instancias superiores y dentro de nosotros mismos contra nuestros propios hábitos, los hábitos adquiridos y agregaría, 68
contra las tendencias fuertes de la economía competitiva, pero esto no justifica que uno deje de intentarlo. Hay que seguir. P.- ¿No hay una tendencia de la forma cooperativa a transformarse en burocrática o carismática? Pienso por un lado en las cooperativas que existen aun... Enríquez.- Por desgracia tiene razón. Efectivamente algunas cooperativas tienen la forma legal de una cooperativa pero su funcionamiento real no lo es, a veces es una de las personas quien toma realmente el poder, o un grupo reducido de personas y no siempre es culpa de ellos. Hay gente que dice: “Ellos hacen bien su trabajo y entonces no vale la pena cambiar”, entonces se les renueva la confianza y en definitiva siempre son los mismos los que van a decidir. Cuando una cooperativa empieza a funcionar durante varios años pienso que el entusiasmo cae progresivamente y cada vez se crean más reglas. Es interesante que en general la gente que dirige las cooperativas no quiere darse cuenta del funcionamiento real. Escribí un informe sobre las cooperativas de producción y consumo donde demostré que el funcionamiento real no tenía ya casi relación con el funcionamiento escrito. Desde que escribí este informe, el sindicato nacional de cooperativas en Francia que me había llamado me dijo "se terminó", porque lo que muestro no es solo que puede evolucionar hacia lo carismático o lo burocrático sino que además puede derivar en lo teocrático o estratégico, mucho más fácilmente quizás porque lo tecnocrático y lo estratégico toma algunas elementos de la cooperación y los deforma. Es muy fácil que organizaciones cooperativas puedan volverse tecnocráticas y estratégicas. Me gustaría agregar solo una pequeña cosa para que no haya ambigüedad. Cuando hablo de cooperativa no hablo en el sentido formal del término, también me refiero a la posibilidad espontanea de cooperación que puede existir en tal o cual organización o también en las asociaciones para defender tal o cual problema. Pero lo que me parece y lo pongo bajo el mismo título, es que todas tienen una misma idea al principio: mantener relaciones humanas fuertes, desarrollar la igualdad y probar de algún modo que la democracia es mejor que otra cosa. Escucho preguntas. P.- Así como en el carisma se construye un imaginario en torno a un sentido ilusorio de derrota de la muerte, etc. y en las organizaciones burocráticas existe un imaginario en torno a la racionalidad y la eficiencia, en las organizaciones cooperativas me da la impresión de que el imaginario es el mismo grupo o mejor dicho, el sentido es la preservación del grupo y no algo superior o externo al grupo. Enríquez.- Hay mucho de verdad en lo que usted dice. Diría que hay un imaginario de la igualdad, un imaginario de la positividad de los seres humanos y un imaginario de nuestro grupo como el bueno con respecto a otros que no son tan buenos. Funciona una especie de ideología de grupo. Con respecto a lo que usted dice y con lo que estoy totalmente de acuerdo se pueden retomar dos conceptos, uno propuesto por D. Anzieu y el otro que propuse yo. El de D. Anzieu es "la ilusión grupal" y el que yo propuse fue "la obsesión de la plenitud". Sobre la ilusión grupal, Anzieu dice lo que usted acaba de decir: la ilusión de ser el mejor grupo, de ser un grupo bien cohesionado, totalmente positivo y que se diferencia de los demás. En lo que quiero mostrar al hablar de “obsesión de la plenitud” es que en el grupo se sostiene la idea que todo debe ser bueno, que hay que llegar a cierto grado de perfección en todos los campos y que el grupo se comporta como una especie de guetto o secta. En la idea de plenitud está la idea de un huevo, bien redondo, a una forma cercada, clausurada, que impide ver el resto del mundo. Enríquez.- Anzieu y yo con otros colegas habíamos creado dos asociaciones rivales, él el CEFFRAP y yo el ARIP, pero teníamos excelentes relaciones. Su grupo era 69
más psicoanalítico, el mío más sociológico, nos completábamos bien y nos queríamos mucho. Es bueno encontrar gente con la cual uno puede tener esta tolerancia mutua.
La organización tecnocrática
Antes de definirla digamos que es una forma que se desarrolló en particular después de la segunda guerra mundial y que corresponde a un momento en el cual las sociedades occidentales se desarrollan mucho y están obsesionadas por el problema del crecimiento económico. Para presentarla de manera simple, diría que la forma tecnocrática tuvo la ambición de unir las cualidades de las tres primeras formas de las que hablé sin caer en sus defectos, obviamente no es real, pero es el objetivo de la tecnocracia. Del carisma toma la idea de poder fuerte pero transformándolo, de la burocracia va a tomar la forma de racionalidad pero también le va a imprimir una evolución y de la cooperación va a tomar la idea de participación que también va a transformar. Voy a retomar estos tres puntos. El poder fuerte en el carisma era el poder que tenía el jefe para hacerse seguir por los demás. Aquí se conserva la idea de poder fuerte pero basado en el saber. La idea básica es que el tecnócrata tenga un gran saber, no sólo un saber sobre una disciplina de punta sino también un saber de managment de los demás colaboradores considerados cada uno como expertos, es decir como personas que tienen una competencia mayor a la competencia que se exigía en la burocracia. Por ejemplo en la burocracia se puede tener alguien en el área contable, en la tecnocracia el contador desaparece. Las cualidades contables quedan pero en alguien que además tiene una visión muy amplia de todo el ámbito financiero, que puede hacer auditorías, evaluaciones de empresas importantes, puede hacer control de gestión, etcétera. En la noción de experto hay una idea de competencia prácticamente absoluta. Retomo la idea de saber de punta. Es un saber que está siempre definido históricamente. Por ejemplo si tomamos a los grandes constructores de la industria automotriz al principio siempre eran ingenieros y ser ingeniero capaz de hacer motores era un saber de punta. Desde hace algunos años las disciplinas de punta cambiaron, las principales son: la economía matemática; la informática, todo lo que tenga que ver con ella y se relaciona con ella; y es evidente que, dentro de poco tiempo, será todo lo que tenga que ver con la biotecnología. Los jefes de empresa importantes en Europa eran sobre todo ingenieros, después fueron los ejecutivos comerciales de las empresas, los que hasta pueden vender lo que no es bueno. Por ejemplo si comparamos dos grandes fabricantes de automóviles, el francés Citroen y el italiano Fiat, la óptica de Citroen era "hay que hacer los mejores autos posibles y podremos venderlos siempre porque son buenos", en cambio la posición de Fiat siempre fue "hay que vender el máximo de autos aun cuando no sean tan buenos" y de hecho una gran cantidad de Fiat no son buenos. Estos economistas, matemáticos y financieros son personas que tienen una visión económica a largo plazo, que saben en qué invertir. Para darles un ejemplo que tiene que ver con la empresa: Por regla general en las importantes empresas internacionales la mitad de las ganancias no se hacen en base a lo que se produce y se vende sino a través del mercado de especulación bursátil. En su tiempo, Marx, había hecho una ecuación simple: con el dinero A hacemos mercadería B y con estas mercaderías hacemos más dinero A’. En muchos casos, actualmente, A hace A' sin fabricar mercadería, la especulación bursátil es eso. Cada vez más entonces las grandes empresas están dirigidas por economistas financieros. No solo las empresas 70
importantes. En la sociedad global estamos obligados a tener en cuenta permanentemente los problemas económicos, tenemos la experiencia en forma cotidiana con los imperativos del FMI y el Banco Mundial, con el pago de la deuda cuya consecuencia es el recorte de salarios. La economía no se limita a las grandes empresas, invade toda la sociedad. Existen nuevos "gurues" de la economía y la informática (como el patrón de Microsoft y el desarrollo de Internet). Junto a los descubrimientos biológicos del genoma humano hacen verosímil pensar que cada vez habrá más empresas dedicadas a la cuestión biológica tratando de hacer un hombre nuevo como se trata de hacer un animal de la manera más perfecta posible. Felizmente ya no estaré para verlo, pero los jóvenes seguramente van a verlo. En este tipo de organización hay que tener no solo un saber sino un saber que esté valorizado en un momento histórico dado. A mayor saber de managment de los expertos, el conjunto va a formar lo que llamamos una "tecno-estructura". J.K. Galbraith es el autor de este término. La tecno-estructura es el conjunto de personas que comprende la mayor cantidad de grandes tecnocrátas y el equipo de expertos y corresponde a lo que dije antes, esta especie de comité que ocupa la cúpula. El problema es que como este saber es tan complicado de obtener y exige conocimientos profundos, cuando se toman decisiones se toman diciendo que ninguna otra es posible. En cierto aspecto el poder fundado en el saber es mucho más presionante que el poder carismático, ejerce mayor presión porque el tecnócrata habla como si hablara en nombre de la verdad. La frase más común de un tecnócrata es "tomamos las decisiones que se imponen", en definitiva quiere decir que no son realmente decisiones porque si se imponen... Quisiera citarles una frase que encuentro muy interesante de Saint-Simon. Un paréntesis sobre Saint-Simon. Saint-Simon tuvo influencias sobre Augusto Comte y es muy interesante porque es a la vez el padre del socialismo y de la tecnocracia. Por ejemplo el término de explotación no es un término de Marx sino de Saint-Simon y Marx siempre reconoció que el primero en hablar de explotación y del proletariado fue Saint-Simon, pero hace 150 años también Saint-Simon definió, anticipándose, lo que era la tecnocracia. Voy a citarles una frase muy clara de Saint-Simon, dice: "cuando el mundo esté dirigido por los científicos, (o sea por aquellos que detentan el saber) y los productores (apliquen en lo real el saber de los científicos), entonces no habrá más problema de obediencia ya que los hombres no obedecerán a ningún otro hombre sino obedecerán a la verdad impersonal". ¿Ven la ambición? Alguien que sabe dice la verdad siempre. Uno puede oponerse si se rebela a un jefe carismático porque se sabe que dirige con mucha arbitrariedad, pero es mucho más difícil tratar de oponerse a lo que uno cree es la verdad y sobre todo porque habría que empezar a hacer todos los cálculos económicos que ya se hicieron, de ahí la fuerza efectiva del Banco Mundial y del FMI que, por supuesto, no dicen la verdad pero hablan como si la dijeran. P.- Está la ilusión de la neutralidad ideológica. Enríquez.- Absolutamente. Es una corriente muy fuerte y se remonta muy lejos hasta antes de Saint-Simon porque ya en "La República" de Platón uno lee que el mundo debe estar dirigido por los filósofos que son los que detentan la sabiduría de la filosofía y de la ciencia. Puede decirse que es la vieja idea platónica que vuelve a nuestro mundo de todos los días. Y ustedes saben hasta qué punto Platon era antidemocrático, porque decía que en la democracia los que triunfaban eran aquellos que sabían hablar mejor e influir a los demás aun cuando lo que dijeran fuera falso. Su idea era entonces que una reducida elite dirigiera el mundo y creo que Saint-Simon lo que hizo fue actualizar el pensamiento de Platon para el mundo industrial. 71
Como ven es la idea de poder pero no del poder de un hombre, es el poder de la idea demostrada científicamente y es muy difícil luchar contra esto... Además el tecnócrata tiene otra característica: tiene poder sobre el saber de los demás - está siempre rodeado de una cantidad de consultores que conocen bien el problema- y usa este saber para su propio beneficio. Esta es la primera idea y la más importante. La segunda idea se relaciona a la racionalidad. En la burocracia se intenta hacer una organización racional. Como se vio en particular ayer, una organización que funciona como una máquina. Aquí conservamos la idea de racionalidad pero ya no es más la racionalidad de la organización, es la racionalidad de la gestión. Cuando decimos gestión nos referimos a que se toman muchas decisiones diarias contrariamente a lo que ocurría en la burocracia. El problema entonces es que las personas que toman decisiones tomen las decisiones optimas, no quizás las máximas sino las óptimas considerando el contexto. ¿Qué quiere decir una decisión optima? No es la decisión que va a causarle mayor placer a todo el mundo o que aumenta el bienestar humano, es la decisión que va a costar menos cara y que va a dar las mayores ganancias.. cuidado. Lo que digo es cierto para la empresa. Se tiende a que haya el máximo de eficacia con el menor costo posible. En los hospitales ocurre lo mismo, es decir, se trata sistemáticamente de racionalizar la distribución de recursos. Entonces si el criterio dominante es el económico vean las consecuencias: todos aquellos elementos que no pueden ser puestos en números se olvidan o se ponen en un número global para poder hacerlos entrar en el calculo económico. Los factores humanos siempre tienen una ponderación más bien baja, lo que da, por ejemplo, lo siguiente: Si una organización industrial tiene que encarar un proyecto que encierra alto riesgo: construir un puente o un dique o una represa o un enorme edificio que requiere muchas medidas de seguridad y debe elegir entre un proyecto que deja mucho dinero y provoca muchas muertes y otro donde se tiene en cuenta de manera rigurosa la seguridad de las personas pero cuesta más caro, el tecnócrata va a decidir por la solución menos onerosa aunque pueda provocar mayor cantidad de muertes. Tomemos el caso de los terremotos en Turquía. Se sabe que los edificios se construyen con la menor seguridad posible porque el costo es más bajo esperando que en ese lugar no haya terremotos. Se sabe también que en caso de terremoto va a haber varios miles de muertos. De todos modos se construyen edificios de poco costo. Ese es realmente un racionamiento tecnocrático. En Francia también durante mucho tiempo se había hecho el calculo de vidas humanas para construir las rutas, pero el gobierno siempre optaba por el costo económico más bajo y fue necesario un verdadero escándalo para que esta política cambiara. Quiero decir que la racionalidad de la gestión cada vez se va a buscar más en términos económicos utilizando todos los elementos de gestión que se tienen a disposición (el marketing, la publicidad, las computadoras, los estudios lógicos matemáticos, etc.), y eso va a reforzar el poder porque la gente va a decir: "hicimos todos los estudios utilizando las herramientas de gestión más modernas y tomamos las mejores decisiones". Realmente hay que ser capaces de denunciar estas ideologías y poder tener la posibilidad de hacer contrapropuestas en números para poder provocar un cambio en este estado de cosas. Recapitulemos. Hemos empezado a ver las formas tecnocráticas insistiendo sobre 3 rasgos que las caracterizan: la idea del poder basado sobre el saber, la idea de gestión racional y la apelación a la participación que se había inspirado en la forma cooperativa. Antes de hablar de este problema de la participación quisiera insistir en la idea de que el tecnócrata al evacuar los problemas humanos hace como si se interesara por ellos, trata entonces de desarrollar lo que llamé "el carisma al revés". En el verdadero carisma el jefe siempre es un jefe lejano que precisamente tiene un poder 72
bastante extraordinario y lo diferencia claramente de los demás, en cambio el tecnócrata se presenta como si estuviera siempre más próximo a las personas. Se puede decir que el discurso que tiene para con las personas es algo así: "soy muy inteligente, estoy rodeado por expertos muy inteligentes, pero soy un hombre como los demás", es decir, puedo pasearme sin saco, correr en el pasto, tengo una mujer e hijo a quienes quiero... El primer ejemplo real de este tipo fue J.F. Kenedy, un verdadero tecnócrata que siempre aparecía en el campo cortando el cesped, con su mujer, con Jhon Jhon que se paseaba debajo del escritorio presidencial. El tecnócrata trata de dar esta apariencia humanista para no recibir las mismas críticas que recibía el burócrata. Hace como si quisiera a la gente pero, en realidad, lo que trata es de manipularla. Lo que quiere es incidir en los sentimientos humanos manipulando las relaciones humanas de identificación. Volvamos a retomar la noción de participación. Se podría pensar que es totalmente contradictoria con el resto porque el tecnócrata y el conjunto de la tecnoestructura son los que toman las decisiones importantes. Sin embargo trataron de integrar algo de la cooperación para reforzar esta idea del conocimiento de los problemas humanos. La mayoría de las veces los tecnócratas consultan a muchas personas y aparentan escuchar atentamente sus opiniones, se reunen bastante a menudo con sus colegas aparentando que se llega a decisiones colectivas, pero en realidad saben muy bien manipular el grupo para conducirlo a tomar o a adherir a la decisión que ellos ya tienen en mente. Sin embargo hay una cantidad de decisiones que efectivamente quedan delegadas a un nivel inferior de la jerarquía y, obviamente, son las decisiones que no tienen una verdadera importancia económica. Un colega tiene una frase que es realmente maldita pero que está bastante cerca de la verdad. Dice: "es como si uno le preguntara a un barrendero los mejores modos de barrer el patio, lo hiciera participar en la decisión de cuándo y con qué debe barrerse el patio, pero nunca le preguntara si tiene ganas de barrer el patio y tampoco si desearía hacer un trabajo más interesante". Quizás no siempre es tan caricatural, pero seguro que las decisiones que se van a delegar a un nivel inferior son las decisiones menos importantes. ¿Cuál es el objetivo de esta delegación y verdadera participación en estas decisiones menos importantes? Los tecnócratas piensan que las decisiones poco importantes que van a tomar las personas de los escalones inferiores van a ser mejores que las que podría tomar él en el mismo caso estando jerárquicamente arriba, porque la gente que está más cerca de la ejecución conoce mejor el trabajo que hay que realizar. El tecnócrata contrariamente al burócrata no controla, entonces, todas las decisiones menores que se van tomando. En el ejemplo del burócrata y el caso de la ruta que había que construir, el primero a consultar fue el jefe de servicios de transporte, después me dijeron “hay que ver al ministro, después al primer ministro”, etcétera. En la burocracia, tal como lo dije anteriormente, a menudo el nivel superior queda saturado de decisiones que hay que tomar; en la tecnocracia, considerando que las decisiones menos importantes son delegadas, el tecnócrata y la tecnoestructura pueden ocuparse realmente de las decisiones importantes. El tecnócrata considera además que cuando las personas están asociadas a las decisiones que hay que tomar van a estar contentas por el reconocimiento como personas capaces de tomar decisiones, como seres humanos capaces de pensar y van a estar agradecidos al tecnócrata de haberles brindado esta posibilidad. Además, durante el tiempo en que se ocupan de las decisiones menores no pueden criticar las decisiones más importantes. Como ven la idea de participación no es contradictoria con el poder fuerte, al contrario, es su complemento; pero hay una gran diferencia con respecto a la 73
cooperación real porque en la cooperación real la gente se ocupa de objetivos y problemas importantes. Dar cierto aire democrático a algo que es fundamentalmente manipulador permite integrar a la gente, porque la gente al tener que ocuparse no solo de hacer su trabajo, sino también de reflexionar sobre el trabajo que hace, va a sentirse integrada al conjunto de la organización. Es por eso que un sociólogo como Alain Touraine pudo decir que la tecnocracia es un modo de dominación sumamente fuerte porque seduce, manipula y trata de integrar. Felizmente, por suerte, no siempre funciona de esta manera. Hay mucha gente que se da cuenta que les dan las decisiones menos importantes y se niegan a participar. Aparte se dan cuenta que si deciden, ellos mismos serán los responsables y que entonces les van a decir que si no están contentos es por su culpa. Cuando la gente acepta decidir sobre cuestiones poco importantes a veces en sí les da ganas de participar en las decisiones importantes de modo que para el aparato tecnocrático se vuelven molestas. Por todo esto es que la participación es lo que funciona menos bien en la tecnocracia. Si retomamos algunas ideas generales sobre la tecnocracia es porque podemos decir que el imaginario desarrollado en la tecnocracia es el imaginario del triunfo de la ciencia y la tecnología , es el imaginario de la economía como aquello que lo gobierna todo... Podemos decir también que es un imaginario profundamente perverso. Voy a aclarar lo que quiero decir por perverso. En psicología el perverso patológico es el que por un lado disfruta de las técnicas y las herramientas, por ejemplo el látigo para pegar y para encontrar placer, y paralelamente a esto le dice a la persona que tiene enfrente: se mejor que tu lo que te puede hacer gozar. El perverso se pone siempre en la situación de aquel que sabe mejor que el otro lo que está bien para el otro. Cuando ya no se está más en la relación psicológica y estamos en la relación social u organizacional, el perverso organizacional es aquel que dice: "sé mejor que ustedes lo que es bueno para ustedes". Voy a utilizar una hermosa frase de Touraine que nunca escribió -me la dijo en un tet a tet, podría haberla robado pero soy honesto (risas)-: "el tecnócrata es aquel que le dice a los demás: ‘voy a construir la felicidad de ustedes sin ustedes, voy a hacer la felicidad de ustedes contra ustedes porque sé por adelantado lo que será bueno después, pero nunca voy a hacer la felicidad con ustedes. Si ahora no están contentos están equivocados porque después van a estar contentos’”. Me parece muy buena frase. El tecnócrata es aquel que siempre se pone en una posición de dominio total. Y no puedo decir porque no conozco lo suficiente la Argentina, pero en Francia hubo en determinada época voluntades de tecnócratas que eran absolutamente locas. Por ejemplo en la Bretaña que es la parte que más entra al mar y que es una bella región de esparcimiento, tuvieron la idea de hacer una disneylandia donde los bretones se pasearían como los escoceses en polleritas, tocarían la gaita y atraerían muchos turistas. Por suerte los bretones se dieron cuenta que los tecnócratas de París estaban locos, reaccionaron de manera violenta y el proyecto fue cerrado. Pero conocía bien a quienes habían tomado esta decisión y me decían qué no entendían por qué los bretones habían reaccionado así pues la única posibilidad de desarrollo para Bretaña es el turismo ya que no hay más agricultura. Es una zona alejada como para que se instalen las industrias y todos los bretones terminan como mozos de hotel o vendiendo "recuerdos" a los turistas que están en la playa... y realmente pensaban que tenían razón. Dicho en otros términos y para terminar: en la tecnocracia hay no solo el imaginario sino el fantasma del dominio total (como destreza), la idea que podemos adelantarnos al futuro porque el porvenir puede ser programado anticipadamente. Podríamos decir que cuando el tecnócrata ve que ya la realidad no corresponde a su modelo, no piensa que tiene que revisar su modelo de pensamiento sino piensa que hay 74
que transformar la realidad. Esto me recuerda una celebre y famosa frase del dramaturgo alemán Brecht. En una de esas obras hace intervenir a un tirano que había llamado a elecciones libres y en las elecciones libres la gente manifiesta su voluntad contra su tiranía. Frente a este resutlado decide "en estas condiciones hay que cambiar al pueblo". Es lo que ocurre en mayor o menor medida en todas las dictaduras. P.- Visto desde el lado del tecnócrata parecería que todos somos masoquistas, estamos a manos de perversos, sin embargo me parece que en el imaginario del capitalismo post-industrial, postmoderno, la sociedad del conocimiento está profundamente arraigada a esta idea de que no hay que suprimir ni al pueblo ni al tirano sino a la inseguridad o a la incertidumbre, el riesgo, etcétera. Enríquez.- Es verdad lo que usted dice. El ejemplo que di de Brecht es un poco exagerado. El tecnócrata vive en un mundo en el cual piensa que todo puede ser programado y que, efectivamente, podemos suprimir la inseguridad, etc., pero si cité la frase de Brecht es porque cuando el tecnócrata no logra hacer funcionar las cosas como lo desea puede tener marcada tendencia para volver a las tiranías antiguas. Si la gente está bien integrada, si participan bien de este funcionamiento, si a pesar de ser inteligentes son un poco masoquistas es porque precisamente se dejan seducir por el discurso del tecnócrata, porque él siempre promete el crecimiento y el desarrollo de la felicidad humana. Aun cuando no sea cierto es la promesa que hace el tecnócrata y en general la gente queda seducida por esta promesa. El tecnócrata aparece también como alguien fuerte intelectualmente que tiene verdaderos expertos en su entorno y que puede hablar en nombre de la verdad. Les doy este ejemplo porque es divertido. En Francia tuvimos un presidente durante siete años llamado Giscard d’ Estaing que era un economista brillante. Cada 15 días aparecía por televisión en un aula y explicaba al pueblo francés sus decisiones haciendo los cálculos delante del público para mostrar que la decisión que tomaba era la mejor. Como era un buen maestro de escuela y como había sido un profesor que tenía mucha influencia sobre la gente, cuando se hacía un sondeo para ver si la gente había entendido la demostración había un 60% de personas que había entendido la demostración y más de un 50% que decía estar totalmente de acuerdo con ella, había un 30% que decía no haber entendido pero que eso no tenía importancia porque se veía que tenían un presidente muy inteligente y entre un 15 y 20% decía que todo lo que había dicho no servía para nada. Él llegaba muy bien vestido y en el pizarrón hacía la demostración cada 15 días. Informaba al pueblo permanentemente sobre sus decisiones y la gente tenía la impresión de que los hacía participar. Una anécdota corta para seguir. Para mostrar que era sumamente humano tocaba el acordeón y aparecía en los programas de televisión tocando el acordeón Clinton aparece tocando el saxo- y a veces invitaba a los que recogían la basura, los basureros del palacio del Eliseo (donde vive el presidnete de la republica) para que tomaran el desayuno con él y obviamente estaban todos los canales de televisión para filmarlo. También de vez en cuando llamaba por teléfono a algunas personas diciendo que quería conocer el pueblo francés en su diversidad y decía: "me gustaría ir a cenar a su casa, tengo gustos simples y mi comida preferida es la omelete" y periódicamente iba de visita a casa de la gente que obviamente estaba encantada de recibirlo, por supuesto también estaba la televisión mientras el comía el omelete. Al cabo de un tiempo todo el mundo se dio cuenta que esto era un poco exagerado y no fue reelecto. La gente se dió cuenta que había manipulación pero solo porque exageró. No se sabe si es cierto, pero él dijo que se había analizado para poder gobernar mejor, para poder dominar sus emociones y para poder hablarle a la gente como correspondía. Creo que ya les comenté
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que cuando hizo su campaña electoral decía que miraba a cada francés en el fondo de los ojos y que quería acariciar el cuerpo de todos los franceses. Este caso real aunque exagerado muestra que cuando los tecnócratas exageran la gente termina dándose cuenta de estos manejos de manipulación. Desgraciadamente hay muchos tecnócratas que no exageran y logran pasar su discurso aun cuando hagan una política real que no es la de su discurso. Lo que digo no es solo valido para los políticos. Hubo y hay muchos directores de organizaciones importantes que se comportan de una manera similar; tienen reuniones con sus colaboradores, les explican, van a los talleres y le dan la mano a los obreros justamente para dar esta impresión de ser humanos y corregir de alguna manera el aspecto tan violento de la tecnocracia. P.- En América latina se ve a muchos tecnócratas formados en Estados Unidos que han adquirido una legitimidad política muy importante, el más conocido es Elías de Gorostari que fue presidente en México. Acá en la argentina tuvimos un candidato a presidente y después a jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Cavallo... estos tecnócratas se erigen en personificaciones de la realidad y le dicen a la gente lo que es posible y lo que no es posible, en este mecanismo el deseo colectivo es amputado. ¿Qué procesos colectivos hacen esto posible?, porque lo que les da legitimidad política no es una dictadura tecnocrática, es gente que tiene una cantidad de votos y uno tiene que cuidarse de hablar en su contra delante de amigos o familiares que son admiradores de estos personajes incluso siniestros. Enríquez.- Hay que darse cuenta de la fragilidad de los seres humanos. En todo caso en este momento histórico, si a usted le prometen que habrá más crecimiento económico, que va a haber bienestar más tarde pero que mientras se espera hay que apretarse el cinturón, pero después va a ser realmente muy lindo. Si le dicen, como dice Cavallo, lo que es posible y lo que no es posible porque lo que se dice es la realidad y es la verdad... Los individuos que escuchan todo esto necesitan mucha fuerza para poder descifrar la realidad del mensaje en la medida en que este mensaje siempre es un mensaje enmascarado. Desde este punto de vista podemos releer Marx cuando muestra que la esencia misma del capitalismo es justamente ocultar las relaciones humanas reales y dar la impresión que solo existen relaciones beneficiosas cuando son otro tipo de relaciones las que se instalan en la realidad. Aparte de eso no hay que dejar de lado una hipótesis escandalosa que La Boétie enunció hace cuatro siglos. Este gran amigo de Montaigne escribió a la edad de 18 años una obrita de 40 páginas que sigue siendo una de las obras más geniales que conozco. Se llama "El discurso sobre la servidumbre voluntaria" con un subtítulo "Contra uno". En ella trata de mostrar porqué hay tanta gente aceptando la decisión de una sola persona aun cuando sea una decisión contra su bienestar. La admiración y la identificación con el que decide, dice La Boétie, se rompe toda posibilidad de rebelión. Trataba precisamente de plantear el problema que retomó cuatro siglos más tarde el psicoanalista Wihelm Reich: "¿por qué el pueblo no se rebela?". Esto se encuentra en este pequeño texto de La Boétie escrito aproximadamente en 1550. Voy a dejar un texto que escribí hace poco donde retomo el texto de La Boétie, lo llamé: "¿Hay un deseo de sumisión?". Ahí retomo el problema y lo profundizo mucho más de lo que puedo hacer en este momento, pero sí pueden leer este librito de La Boétie. Tiene una historia extraordinaria este libro. Se publica en un momento y en Francia el poder no se preocupa mucho. Cuando ve que el libro empieza a tener cierta difusión -digamos que no podía haber tanta porque no había mucha gente que supiera leer- empieza a vigilar a La Boétie y no le hacen nada porque muere muy joven de
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muerte natural a los 25 años. Es un libro que después queda en el olvido hasta fines del siglo XIX donde es releído y luego por pensadores de izquierda como Castoriadis.
La organización es tratégica
Pasemos a la forma estratégica. Para abordarla voy a tener que compararla con la forma tecnocrática. La tecnocracia tiene más importancia cuando las naciones están en su conjunto en crecimiento económico, cuando se pueden hacer planes a largo plazo que anticipan el futuro y logran reducir la inseguridad. Y esto es cierto para todas las organizaciones en las que se hacen planes de carrera para la gente, se planifica el reclutamiento y se planifica el desarrollo económico. Sabemos que en América latina hubo muchos planes de desarrollo económico, eso no quiere decir que tuvieron éxito pero la idea de planificar el futuro existía. También hubo una planificación de la Universidad estableciendo lo que la universidad debía llegar a ser. Pero cuando uno se da cuenta que se encuentra en un mundo mucho más complicado que esto que aparece... que a menudo puede haber crisis económicas, que el pleno empleo para todos no es más posible y por ende el desempleo aumenta, que las desigualdades crecen, que las naciones económicamente fuertes cada vez se vuelven más fuertes y que las naciones más débiles no llegan a desarrollarse, que en todos los países, hasta en los países ricos, los ricos se vuelven cada vez más ricos y los pobres cada vez son más pobres, entonces ya no se puede hablar más de manera tecnocrática. Aun cuando en la actualidad haya gente que sigue hablando de forma tecnocrática, ya no se puede estar seguro de cuál va a ser el porvenir y la idea de Moreno de la que hablé: “¿Quién sobrevivirá?” se convierte en la idea central: quién sobrevivirá individualmente, cuáles van a ser las organizaciones que van a sobrevivir, qué naciones van a desarrollarse y cuáles caerán en la decadencia completa. Hago un paréntesis. En la actualidad si en Africa sacamos Africa del norte y Africa del sur vemos que la situación está cada vez peor, pero los países ricos no tienen ningún interés en Africa aun cuando de vez en cuando pongan un poco de dinero. No se sabe qué va a pasar con Africa dentro de 20 años. Este es el contexto general y en él lo que predomine como idea fundamental es la idea de ser el mejor estratega posible, ¿qué quiere decir esto? No quiere decir tomar las mejores decisiones que pueden ser tomadas sino tomar las mejores decisiones que pueden ser tomadas en el contexto que existe y considerando la reacción de las otras organizaciones. La obra de origen que va a dar esta orientación estratégica es el libro escrito por el matemático Neuman y el economista Morgerstern "La teoría de los juegos". En ella se trata de mostrar que la totalidad del mundo puede ser definida como una serie de juegos con suma cero (o sea lo que gana uno lo pierde el otro) o como juegos de suma no nula donde los protagonsitas son los dos perdedores o los dos ganadores. Tomemos un ejemplo. Los sindicatos deciden hacer una huelga -no una huelga general- una huelga importante, difícil, en una organización dada. El patrón no quiere negociar, los sindicatos siguen peleando y la empresa quiebra, el patrón pierde y el sindicato también, el patrón perdió su empresa y el sindicato perdió el empleo. Es el juego perdedorperdedor y a la inversa puede haber juegos ganador-ganador. Si tomo la misma situación, si el sindicato lleva a cabo una huelga inteligente sabiendo qué puede exigir de manera inteligente y que el patrón no es malo y que sabe negociar un buen acuerdo de salarios que quizás sea cuestionado dentro de un año o dos, pero que es un acuerdo que deja contenta a la gente. los obreros retoman el trabajo con la impresión de haber ganado algo y entonces son más eficaces y el patrón aumenta sus ganancias. Es un juego ganador-ganador. Se puede aplicar esto a una serie de casos. Los ejemplos que dí 77
corresponden a los juegos más simples, son los juegos de a dos. En la teoría de los juegos hay casos mucho más complicados. Hay juegos con varias personas, juegos de muchas organizaciones, juegos donde va a haber coalición contra otros. No vale la pena que entremos en complicaciones matemáticas que además sería incapaz de presentarles y se dormirían todos si lo supiera hacer... La idea es que la gente debe ser estratega de su vida, saber lo que cada uno puede pedir y lo que cada uno no puede pedir. De ahí que cada organización debe tratar de tener la mejor organización -como un ejercito que va a atacar- considerando lo que van a hacer los demás. Por eso digo: no es la mejor solución posible, es la solución optima habida cuenta del contexto. Ven que cuando se habla de estrategia siempre estamos en corto o mediano plazo, mientras que en la tecnocracia la idea es que tenemos largo plazo y se puede programar. Repito, en la estrategia se privilegia el corto y mediano plazo, no el largo plazo. No se puede privilegiar el largo plazo porque la sociedad evoluciona tan rápidamente que no se sabe exactamente cómo van a ser las cosas en dos o tres años. Hay que poder adaptarse casi de manera inmediata y el estratega es aquel que cuando decidió algo, observa la reacción de las organizaciones de la competencia para tratar de hacer la próxima vez un juego diferente. Es más o menos como el juego de ajedrez. Cuando digo que ya no se puede prever a largo plazo quiero decir que efectivamente con el fenómeno de la mundialización muchas de las cosas que ocurren en un lugar tienen consecuencias totalmente imprevistas sobre cosas que ocurren en otro lugar y nunca se sabe dónde van a empezar las dificultades. En realidad es muy difícil entonces prever lo que va a ocurrir porque existen los que se llaman efectos de arrastre, totalmente imprevistos. Quisiera darles un ejemplo personal. El día en que cayó el muro de Berlín estaba en una reunión importante que había organizado una ONG en la que era vicepresidente. Esta ONG se ocupaba de las relaciones entre la comunidad europea y Africa. Estabamos en un seminario que duraba varios días y ese día nos enteramos de la caída del Muro. Me dejo de lado, había muchos expertos internacionales renombrados, diputados inteligentes -puede ocurrir- (ríe), especialistas en ciencias políticas, economistas, sociólogos, juristas, psicosociologos, etc., éramos unos 60 y decidimos tener un encuentro a la noche para ver si podíamos anticipar las consecuencias que tendría la caída del Muro. Eso hicimos e imaginamos que Yugoslavia iba a dislocarse porque sabíamos que era candente la situación en Yugoslavia con Bosnia, Kosovo, etc., también Estonia, Lituania y los Estados Balticos se retirarían, pero no previmos la completa dislocación de la Unión Soviética, la desaparición casi total del partido comunista y el desarrollo en Rusia de un capitalismo que parece en la actualidad del tipo más mafioso. Pensamos que los rusos iban a liberarse y a estar contentos de liberarse, no nos imaginamos que los principales dirigentes comunistas se iban a convertir en los principales capitalistas de la nueva Rusia y les puedo asegurar que el conjunto de gente representaba, dejándome a mi de lado, la inteligencia. Tratamos de escribir bien lo que preveíamos y cuando nos volvimos a reunir un año después vimos que en donde habíamos acertado cómo iba a ocurrir eran las situaciones más sencillas, pero vimos también todos los fracasos de nuestras previsiones. Vivimos en un mundo donde cada vez es más difícil prever. No quiero hablar de esto mucho más porque ahora todo el mundo lo sabe, pero esto implica que todo el mundo tiene que poder adaptarse a cualquier tipo de situación. Lo que hace que, en esta concepción, cada individuo tiene que ser un estratega para poder conducir su propia vida a pesar de los obstáculos, las organizaciones también deben ser sutiles para saber qué es lo que ocurre, etc., etcétera.
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¿Qué quiere decir entonces que debemos convertirnos en personas totalmente adaptables? Dejo el campo de la economía global para volver a nosotros. Lo que cada vez se pide más es que los individuos sean lo menos auténticos posibles. Creo que se pueden reutilizar dos conceptos analíticos interesantes, el "falso self" de Winnicott y el "como si" de Helen Deutsch. Les doy este ejemplo: hago como si los amara pero no los quiero. Los grandes jefes estrategas hacen como si quisieran a todo el mundo. Una personalidad “como si” es una personalidad profundamente inauténtica. Es la idea de falso self de Winnicott, la de darse una cierta representación de sí que trata de hacer desaparecer lo más espontaneo que hay en uno para presentar delante de la gente una especie de unidad de nuestra personalidad que está en realidad fundada en mecanismos de defensa muy profundos y nos hace olvidar lo que hay de más genuino en nosotros mismos. Son personalidades que tratan de dominar enteramente sus pulsiones inconscientes, nunca dejan aflorar en su discurso y en su comportamiento . Hay una psicoanalista de origen neocelandés, Joyce Mac Dougall, que trabaja en Francia. Ella dice muy bien que son personalidades que pueden considerarse normales aunque han desarrollado una caparazón completa que les permite en alguna medida no quedar perturbados por las emociones internas. No tienen la posibilidad de soñar, ni la de fantasmatizar, ni la de innovar verdaderamente. Esto funciona bien si llegan a adaptarse, pero cuando de repente las resistencias que se impusieron no funcionan más aparece a menudo una ruptura brutal que conduce a veces al suicidio o a trastornos cardiacos en individuos sin antecedentes y/o a trastornos psicosomaticos fuertes porque pueden expresar de otra manera sus sentimientos. Son personas que no tienen convicciones firmes. Había una linda expresión utilizada por un sociólogo americano que las llamaba "hombre radar" porque, como los radares, perciben para donde sopla el viento y pueden adaptarse a medida que va cambiando. Este americano decía: "más entramos en una sociedad de masa de este tipo y más se le va a pedir a la gente que vaya para donde sopla el viento". Esto obliga también hasta a las personas que no tienen esta personalidad de "falso self" o de "como si" a tratar de tener identidades múltiples para poder ser de tal manera en tal situación, de ser de otra manera en otra situación y para no estar entre los perdedores. En la forma estratégica se dice: no hay que estar nunca entre los perdedores, porque si uno está entre los perdedores entonces se convierte en marginal, en excluido de la sociedad, en gente que no tiene más empleo, más salario y que tiene que arreglarse solo y como puede. Esto obliga también a las personas a ser cada vez más competentes para que no corran el riesgo de que los echen aunque muchas siendo competentes también se los echa. Todo ocurre como si uno se encontrara en deportes competitivos. Hay que estar entre los vencedores y no entre los vencidos. Por eso si hay personas que bloquean lo que hacemos no hay que dudar en matarlos, entre comillas, justamente para mostrar que no valen nada, para poder tomar su lugar. Hablando de la organización estratégica propuse la noción de un asesino frío, noción que tuvo mucho éxito en Francia. Se dice que los jefes de empresa tienen que ser asesinos fríos (me sacaron la idea y no me citan), tienen que poder eliminar a los demás sin culpa. Si por ejemplo la empresa tiene muchas ganancias y si los accionistas quieren tener acciones que se coticen mejor en bolsa, aun cuando las ganancias sean importantes, se va a despedir gente porque, como podrán notar al leer los diarios, cada vez que una empresa echa gente las acciones suben en bolsa. Hace 20 años cuando una empresa despedía gente se pensaba que era una empresa que no andaba bien y la acción en la bolsa bajaba. 79
P.- El diario Clarín de hace dos días sacó un titular donde bajaron los intereses
gracias al desempleo. Hay más riqueza cuando hay más desempleo. Parece una paradoja. Enríquez.- No es una paradoja sino una concepción. En una situación donde ya prácticamente nadie tendría que ser autentico y cuanto menos humano se es más eficiente económicamente. Recuerdo conversaciones donde empresarios americanos me decían: recordamos que en su momento se hablaba de una empresa de relaciones humanas, ahora hablamos de recursos humanos, pero en realidad es para poder desarrollar relaciones inhumanas. Diría que hay dos tendencias en la estrategia. Una tendencia que llamaría blanda y que se parece un poco a la tecnocracia y una tendencia más dura. La tendencia blanda dice a la gente: "tienen que ser competentes, tiene que haber una calidad total en sus establecimientos... ¿Penetró la idea de calidad total en la Argentina? P.- La idea de calidad total penetró, lo que no penetró es la calidad (risas). Enríquez.- Cuando se habla de calidad total económica nunca es una calidad total social y hasta la palabra es absurda, ¿calidad de qué? ¿Es la calidad del producto, de los clientes, del personal, de las maquinas? Cuando se piensa en la idea de calidad total se ve que es un absurdo y estoy sumamente irritado que haya tenido tal suceso en América latina. Por suerte con otros logramos que no se vuelva a hablar de esta cuestión en Francia, porque se pueden mejorar las cosas pero calidad total, ¿qué quiere decir error cero? El ser humano comete errores y se desarrolla al comprender los errores que comete, sino estaríamos frente a una novela. Retomo. En la tendencia blanda si las personas rinden, si tienen calidad total se los integra bien. Hay que conseguir adherir al imaginario de la empresa (la empresa puede ser el hospital, la universidad, la escuela, etc.) para ser integrados y tener buenos puestos. Pero deben mostrar el entusiasmo todos los días. Si el entusiasmo decae entonces les diremos que se vayan. Esa es la tendencia blanda. La tendencia dura. El hombre tiene que ser competente, hacer calidad total, pero de todos modos al menor error se lo despide. Se trata de una gestión por el estrés. No se dice si es competente, si es integrado, si no es lo suficientemente competente se lo despide y aun cuando sea competente tampoco está seguro que pueda quedarse. La tendencia más dura se ve mucho en el momento de fusión de empresas. Cuando se fusionan las empresas hay excedente de personas y aun cuando las personas hayan idealizado a la empresa y se hayan consagrado a esta organización se los puede dejar de lado porque no se los necesita más. Si uno se imagina la cantidad de manuales de organización americanos que se publicaron este año -no les aconsejo que los lean, pero yo los hojeo- todos dicen lo mismo: en una organización hay que ser duro, es la guerra, no hay que tener sentimientos humanos. Y hay uno que da un ejemplo sobre una persona que hace mucho está en la empresa y dedicó a ella su vida. El director se siente culpable porque tiene que anunciarle que lo va a despedir. El manual dice y está escrito claramente 'los sentimientos de culpa pertenecen a los hombres débiles, tiene que ser un hombre fuerte sino no merece quedarse en una organización en estas condiciones y ya mañana mismo tiene que llegar al despacho de su colaborador y decirle "lo lamento mucho, viejo, se terminó". Esos son los consejos que se encuentran en los manuales... La vida en sociedad no es una vida humana sino un deporte de lucha y hay frases de este tipo "merecen vivir solo aquellos que tienen la fuerza para imponer su punto de vista"; y en uno de estos libros leí la frase siguiente: "a los demás solo les queda morirse". Estos son
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libros que se encuentran en todas partes, aun en las librerías de los aeropuertos. Hay muchos managment que los compran y los leen en el avión. P.- En el hospital donde trabajo necesitamos hacer un curso de administración hospitalaria porque sino no se puede continuar. El curso se basa en este tipo de filosofía y un profesor de economía dijo la siguiente frase: "errar es inhumano" y todos nos escandalizamos, nos pusimos mal porque errar justamente es humano y hubo una discusión muy fuerte. El quedó con su teoría... porque sustentaba su filosofía que es la que usted explica y una de las consignas es la calidad total, el paciente no como paciente sino como cliente, se lo llama cliente y se analiza la clientela interna y clientela externa. Toda esta estructura tiene que ver con un encadenamiento para que el hospital pase a ser de autogestión que significa, entre comillas, privatizado. Enríquez.- El problema de privatización de la Universidad va en el mismo sentido. Quiero decir algo sobre el tema de cliente. Efectivamente es como si se estuviera en una relación de producción y consumo, entonces el consumidor debe consumir lo que se le da y tiene que estar conforme y el productor tiene que tratar de conocer los intereses del consumidor. Quiere decir entonces que las relaciones humanas se reducen a relaciones economicas, pero hay que ver claramente que esta noción ya no está solo en la empresa, no solo en el hospital, también se la intenta aplicar a las relaciones familiares. Por ejemplo al decir que cada uno de los miembros de la familia da algo, por ejemplo un salario o el prestigio o un amor y que esto puede ser contabilizado. La escuela de Chicago en la actualidad dirigida por un señor que se llama Gary Becker, el premio Nobel de economía de hace 2 años, da el ejemplo siguiente: la mujer le pide un hermoso tapado a su marido, pide algo, y si nos ubicamos en una situación de intercambio, por ejemplo va a cambiar este hermoso tapado aceptando juegos sexuales de su marido que antes no tenía ganas de aceptar y establece todo esto con cálculos matemáticos precisos que muestran que todo se intercambia, que el amor también se intercambia... traduce el amor y la sexualidad en términos monetarios y termina demostrando que una familia que funciona bien es aquella en donde entre lo que se da y lo que se recibe hay un equilibrio. La idea es que todo puede ser transformado en términos monetarios y entonces no hay más problemas humanos. Un ejemplo sumamente claro. Si una mujer en los Estados Unidos acepta salir una noche con un señor para cenar quiere decir que tiene que acostarse obligatoriamente con él, sino no acepta cenar con él porque sino él le dio algo y ella no le dio nada. Eso me recuerda cosas que uno ve en las películas americanas y que son típicamente americanas. Cuando el señor homosexual le dice al otro: "usted dejó salir a su mujer con otro hombre". Si la dejó salir es porque no la quiere más y permite que se acueste con el otro. A mí que me encanta salir con mujeres me encontraría en un estado sexual deplorable... (risas) Felizmente, a pesar de todo, los seres humanos resisten, a veces mal todavía pero hay elementos más positivos. Se percibe el lado inhumano de todo esto y la impresión que yo tengo por mi intuición sin estar muy seguro, es que las formas estratégicas van a seguir siendo dominantes por 3 o 4 años pero van a demostrar también ellas su profunda irracionalidad. Un síntoma de lo que digo es que hay mucha gente en las distintas naciones que se ocupan de desarrollar redes asociativas, mucha que se preocupa por desarrollar trabajos comunitarios, mucha gente que está preocupada por los fenómenos de exclusión y trata de hacer algo. Richard Rorty que es más bien un hombre del liberalismo, escribió un hermoso texto en el que decía que había que volver a inventar la lucha de clases, ya que el 81
liberalismo tal como existe en nuestras naciones está excluyendo la mayor parte de las poblaciones y justamente no puede hacer lo que dijo que era capaz de hacer: producir más riqueza para mayor cantidad de gente. Dice: “hay que parar este mecanismo salvaje, y aunque yo sea liberal creo que cuando la gente ya no tiene medios para vivir no hay libertad política, la gente queda totalmente manipulada por los dominantes. Tiene que haber una reacción popular para evitar que se siga por este camino”. Esta carta fue enviada a todos los sindicalistas del mundo entero: “traten de unirse para impedir la fuerza del capitalismo actual, que es un capitalismo más salvaje de lo que era el del siglo XIX”. Un signo interesante consecuencia de esta famosa carta es que, efectivamente, hubo una gran huelga en Estados Unidos, la primera huelga lograda de los últimos 20 años. Estoy muy en contacto con algunos grupos y se que empieza a haber vínculo entre una cantidad de sindicatos importantes para tratar de organizarse contra la ideología dominante y para revalorar elementos más favorables a la sociedad. Otro síntoma interesante fue el hecho de que el año pasado el premio Nobel de economía no fue otorgado a un economista clásico sino al economista hindú Amatyar Sen, que desarrolla una idea de la economía al servicio de la sociedad a través de varios recursos. Uno es la creación de un banco para pobres en India donde el banquero le presta dinero a personas que no tienen, esperando poder reembolsarlo después sin interés. Pueden ganar el dinero prestándole a los ricos con interés. Esto permitió la creación de numerosas empresas y hospitales en India porque como la gente no tenía el más mínimo capital para empezar, si no se les hubiese dado el dinero nunca hubiesen podido hacer nada. Da muchos otros ejemplos y es interesante ver como las ideas de este tipo empiezan ahora a tomar fuerza con respecto, por ejemplo, a las de Gary Becker. Espero que en los próximos años las reformas estratégicas empiecen a quebrarse, a desmenuzarse. P.- Un comentario con respecto a Rorty . Es un autor que leí una sola vez pero me impacto algo que va en la línea que usted decía. Cuando él menciona que el liberalismo luchó por la igualdad, por la libertad y se olvidó de la fraternidad. Justamente lo que usted planteaba estaría en las bases de los lazos cooperativos. Enríquez.- Rorty es alguien muy inteligente y dice "soy un liberal político, quiero que la gente tenga su libertad y la verdadera libertad es poder existir plenamente como seres humanos y políticos". Es lo que Sen define como la "capacibilidad", es decir la posibilidad de ser capaz de utilizar todos los recursos que tenemos. Rorty dice: "si lo único a lo que apuntamos es la libertad económica y si olvidamos que los principios generales de un verdadero régimen de libertad también es justicia. (tiene en cuenta la igualdad y también la necesidad de sociabilidad de los seres humanos, es decir la fraternidad), dice en ese momento, con ese liberalismo no estoy de acuerdo. Quiero un liberalismo donde la gente pueda realmente ser libre políticamente, tener la posibilidad de realizar su personalidad y que sea bueno vivir juntos. O sea que al mismo tiempo sigue diciendo que es liberal y es un crítico feroz de la sociedad americana actual. Hace caer al liberalismo en su propia trampa. El liberalismo dice: la gente tiene que tener libertades políticas y para la gente que no tiene ninguna posibilidad de vivir en forma normal y son considerados deshechos en un tacho de basura, ¿qué quiere decir que tienen la libertad política? Y volvemos curiosamente a una de las más famosas frases de Marx quien dijo cosas más interesantes de lo que uno piensa: "es la libertad de quién, es la libertad del capitalista para que vaya a explotar todavía más al trabajador y respondía: “No estoy de acuerdo con esta concepción de la libertad". Algo más y cerramos la estrategia. El imaginario de la conducta estratégica o de la conducción estratégica es la guerra a ultranza, porque dicen: los individuos son 82
blandos cuando están en paz y para mantener su dinamismo hay que mantenerlos siempre en guerra o por lo menos con un estado de animo deportivo violento. El imaginario es el imaginario de vencedor y los vencidos. P.- Estaría asociado a cuestiones de omnipotencia y de impotencia y vinculado a la angustia que genera este tipo de organización. Enríquez.- Totalmente.
La organización democrática
Voy a tratar de terminar el curso con una nota de optimismo pero quizás un poco utópica. Había dicho: "¿puede haber una forma democrática ?" con un punto de interrogación. Diría que es una forma en la que las personas que ocupan la función paterna son padres benévolos. Ya no me acuerdo si lo dije en el encuentro de formadores cuando hablé del pintor impresionista Camille Pissarro con respecto al grupo de impresionistas... Me pareció que era un buen ejemplo de alguien que plantea que hay una ley común para el grupo, que ama al grupo en sí, pero a quien le gusta desarrollar la personalidad de cada uno de sus miembros. Dicho de otra manera, aporta cierta ley del grupo, por ejemplo el decir que aun cuando las personas sean distintas unas de otras es bueno que comparen lo que hacen, intercambien opiniones y se vean seguido, no para que se vuelvan homogéneos sino justamente para saber cultivar su diferencia pudiendo mantener con los otros sentimientos de reciprocidad. Un lugar donde en definitiva la alteridad de cada uno queda aceptada como algo esencial y que precisamente le permite a cada uno ser plenamente sí mismo sin por ello rechazar el intercambio y el placer de estar con el otro. Hay un autor francés que se llama Serge Moscovici, en su libro "La edad de las masas" hace una comparación demasiado neta pero interesante entre el líder despótico y el líder mosaico. Digo que es neta porque solo describe dos líderes y puede haber otras formas intermedias, pero la manera en la que describe estos dos extremos es interesante. En definitiva, dice Moscovici, el líder despótico vive de la muerte de los demás. Para expresar sus sentimientos de omnipotencia tiene que verificar eso en forma permanente en la sumisión de los demás para consigo. Da muchos ejemplos que conocemos: Hitler, Stalin, etcétera. Cuando habla del líder mosaico toma como figura emblemática la de Moisés... en definitiva ¿qué hace Moisés? Trae la ley, los 10 mandamientos, que definen cómo debería vivir el pueblo judío, que debe vivir pasando pruebas (porque hay que reconocer que para cruzar el desierto de Sinaí necesitaron 40 años y que la gente que lo seguía no todos estaban contentos) y logra mantener la cohesión de grupo a pesar de no haber visto la tierra prometida. Los demás llegaran a la tierra prometida, pero él murió antes. Moscovici lo ve como el tipo de líder que puede consagrarse a los demás aceptando también que lo maten simbólicamente. Para explicar mejor esto hay una hermosa frase de Hegel a la que quizás podamos referirnos. Hegel dice de manera un poco enigmática: "los hijos viven la muerte de los padres". Si explicitamos a Hegel dentro de este contexto la frase quiere decir que los hijos a medida que crecen aumentan su autonomía y matan a sus padres de manera simbólica porque progresivamente y de a poco se van a convertir en los iguales de sus padres y a veces cuando ya son adultos pueden llegar a ser los padres de sus padres. Se sabe que la gente puede tener padres muy ancianos y entonces la actitud es protegerlos. Lo que él sustenta es que la función paterna es la de permitir el crecimiento de los hijos, el favorecer la conquista de su autonomía paulatina, el renunciar paulatinamente al 83
deseo de conducir sus vidas. Se sabe que los padres pueden tener proyectos para la vida de sus hijos y a veces hay padres abusivos que los obligan a hacer lo que ellos no pudieron hacer o volverse como ellos o a hacer menos que ellos porque no soportan que sus hijos sean también como ellos o de auna con mayor maldad, padres que matan psíquicamente a sus propios hijos, pero lo que evoca Hegel es que los verdaderos padres son capaces de renunciar progresivamente a estos proyectos para que los hijos puedan tener sus propios proyectos y vivan como deciden vivir o como pueden vivir. En otras palabras, esta noción de muerte simbólica que los padres tendrían que asumir y también la de asesinato simbólico que tendrían que asumir los hijos. No siempre es fácil dar muerte simbolica a los padres, desgraciadamente a veces es más fácil matarlos realmente como se ve en muchos casos en Estados Unidos. Retomo lo que dice Moscovici y lo que dice Hegel para tratar de hacer una síntesis. La gente trata de tener relaciones lo más autenticas posibles al reconocer la posición en la que se encuentran en ese momento dado, pero haciendo evolucionar su posición a través del tiempo y pudiendo comunicarse unos con otros de manera profunda. Dicho en otras palabras, lo que ahí se juega es que cada cual va teniendo progresivamente sus propias ideas, sus propios pensamientos, sus propios sentimientos y de manera progresiva llega a un intercambio que es más simétrico. En otras palabras, en la función de padre no hay culto al padre por sí mismo sino que existe este deseo de entrar en contacto con los demás. Esta sería la definición más exacta del líder democrático. Pero ¿qué implica esto?, ¿por qué decía que es tal vez utópico? Unas relaciones así suponen desarrollar las capacidades de sublimación por encima de las capacidades de idealización. No se idealiza al padre todopoderoso como se idealiza al jefe de la organización, como no se idealiza a la organización, como no se idealiza a los grandes conductores políticos sino que se intentan actividades más sublimadas. Voy a retomar las cuatro nociones que me parecen importantes en la sublimación. Hay un primer nivel de sublimación que es el más simple y es el pasaje del placer de los órganos, es decir el placer de la pulsión espontanea al placer del intercambio con los demás. Castoriadis lo expresa muy bien en una frase corta cuando dice "hablar ya es sublimar", esto quiere decir que se pasa por la palabra para dirigirse hacia los demás y no por la lucha. No estamos en la guerra, estamos en el intercambio. De ahí la fuerza de la palabra en la cura analítica. Cuando Freud define al psicoanálisis como una cura a través de la palabra, no como la catarsis que sucede en la hipnosis donde el hipnotizador manipula (aun cuando al principio Freud creyera en la hipnosis), plantea que en la relación psicoanalítica va a haber una asimetría entre él y su paciente y que esta asimetría poco a poco va a reabsorverse justamente por el intercambio de palabras y de interpretaciones, es decir que uno puede decir que un psicoanálisis se termina cuando el paciente ya no necesita más ver al analista como un analista sino como un ser humano con quien podría hablar de manera totalmente natural. Y ahí parece una situación que no podemos definir como de igualdad perfecta, pero es de igualdad. Creo que la mejor definición que se puede dar del fin de un análisis es el momento en que dejamos de creer que el analista sabe todo, que lo tiene todo en su cabeza, que sabe hacer él solo buenas interpretaciones y podemos empezar a hacerlas. Cuando advertimos que es distinto a nosotros y también tiene sus problemas, sus conflictos internos, sus pasiones y sus dificultades y por eso también decía que sigue psicoanalizándose mientras psicoanaliza a los demás. En una palabra lo que Freud dice es que la palabra en sí misma es curativa y es ella la que permite el reconocimiento de la alteridad y hasta diría, la posibilidad de la reciprocidad. 84
Un segundo nivel de la sublimación muy conocido, es la transformación de las pulsiones en actividades socialmente valorizadas. Un ejemplo común que en general también toman los psicoanalistas: no se puede ser un buen cirujano si no se tiene alguna pulsión sádica, no es para todos esto de estar cortando abdómenes, hacer correr sangre, etcétera. Entrevisté largamente al cirujano principal que intervino a uno de mis nietos. El pequeño había tenido un problema cerebral complicado por el cual las arterias estaban como anudadas. Fue un momento muy difícil, según este cirujano hay 7 casos conocidos en el mundo entero de esta enfermedad, pero él lo salvó. La operación duró 13 horas y cuando salió de la sala de operaciones estaba distendido. Había trabajado durante 13 horas sin salir. Había cirujanos adjuntos que entraron, salieron, etc... cuando le pregunté: "¿no está cansado?". “Es cierto que al principio estaba asustado porque cuando abrí el cráneo y vi lo que había adentro era peor que lo que había imaginado a través de las imágenes. Si hubiese sabido no me hubiese atrevido, pero fue tan interesante, fue tal desafío para mí... (esta operación es un invento francés de hace unos 10 años, ahora ya se hace en Inglaterra, Italia, pero por ejemplo en Brasil no se hace) ...la microcirugía es sumamente delicada...El cráneo ya estaba abierto, tenía que ver de no destruir el cerebro y sacar todo aquello que no servía, había sangre y un montón de cosas. Era tan interesante que no me di cuenta del tiempo que había pasado. Es verdad, duró 13 horas, pero estoy satisfecho porque el trabajo está bien hecho". No hay tanta gente que pueda trabajar con este grado de atención, porque si uno se equivoca en algo puede destruir el cerebro. Es un trabajo en un estado de estrés permanente y me dice: "Si quiere vamos a tomar un whisky juntos". Toda la familia estaba mal, pero él estaba bien. Es una operación muy larga, cuando se abre no es un espectáculo agradable... entonces es cierto que hay algo que tiene que ver con la pulsión sádica, o sea cortar, pero es preferible que se haga cirujano y no que esté cortando gente en pedazos por placer personal. Esto es lo que se quiere decir con sublimar las pulsiones en actividades socialmente valorizadas. Es mejor ser un buen cirujano que Jack, el destripador. Se sabe que en todas las profesiones hay sublimación de las pulsiones. Por ejemplo los actores de teatro tienen pulsiones exhibicionistas, pero es mejor que exhiban su talento que el sexo, etc., etcétera. Es un segundo plano de la sublimación muy bien estudiado por Freud y muy conocido. Existe un tercer plano de la sublimación, es aquel que podríamos caracterizar como el placer del pensamiento, es decir aquel de la búsqueda de la verdad sabiendo que nunca se llega a descubrirla...sin deseo de dominio ni de omnipotencia, sabiendo siempre como trabajar sobre sí mismo, trabajar sobre los propios límites para superarlos progresivamente sabiendo que la superación total es un imposible. Es el placer de la prueba intelectual y de la prueba de los sentimientos, absolutamente indispensable para todos los intelectuales y para todos los científicos. Hay una cuarta idea de la sublimación . Este saber que se conquistó en este tercer nivel puede ser algo no vivido de manera egoísta sino acompañado por el placer de compartir, para poder ayudar a los demás. Tener uno mismo este placer de la búsqueda y del pensamiento para no ponerse en la posición de Maestro sino justamente en la de alguien que tiene la satisfacción de poder hacer que los demás sepan tanto como él y puedan hasta llegar a superarlo sin que esto le traiga muchos problemas. Hay un ejemplo que no podría contarles porque no conozco los detalles, pero es famoso.
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Había un gran físico inglés, Rutherford, que había inventado una teoría compleja de la física y felicitó mucho a su hijo, también físico, por haber demolido la teoría que él había creado. Se conoce bien la historia de Rutherford. No era una apariencia: “fui feliz al poder compartir mi saber con mi hijo, al darle también ganas de explorar, de investigar aun cuando en sus hallazgos haya cuestionado el trabajo que hice yo". Y es así como la ciencia puede avanzar. Es el único caso que puedo citarles, no conozco otros (ríe). Sin exagerar, es difícil alcanzar este placer de compartir el saber sin dominación. La conclusión es que más capacidad de sublimación se tiene más posibilidades de creatividad y renovación personal y más se basa uno sobre una ética que combina 4 formas de ética diferentes : la ética de la convicción, la ética de la responsabilidad tal como fuera definida por Max Weber, la ética de la discusión como fue definida por Habermas y lo que yo llamé la ética de la finitud. Si retomo rápidamente estos cuatro tipos de ética quiero decir... lo que más me gustaría es que la gente tuviera convicciones profundas e ideas justas, que pudieran afrontar las consecuencias de los actos que realiza, que tratara de no llevar a cabo actos que entrañen catástrofes para la humanidad, que pudiera discutir sus convicciones con los demás y tener un intercambio profundo de sus ideas y pudiera evolucionar en ellas cuando los demás les dan argumentos mejores que los que ellos tienen, que aceptara de sí lo que caracteriza la ética de la finitud. Que pudiera aceptar sus dificultades, sus conflictos, sus límites, sus fallas, que pudieran llevar a cabo un trabajo de duelo para algunas de sus certezas, que pudieran vivir momentos intensos de dificultad y sufrimiento, pero que también sintiera el placer del descubrimiento en sí, del descubrimiento con los demás , del hacer lo que es más complicado para ellos y convertirlo en el trampolín para hacer mejores cosas en el mundo externo. Diría que es la ética que más se aproxima a la del psicoanálisis y por eso he tratado de desarrollarla aunque no de manera suficiente todavía. Creo que la reunión de estas 4 éticas permite efectivamente el desarrollar más el respeto mutuo y la convivencia agradable entre los seres humanos. Pero sigue habiendo un problema. Las instituciones u organizaciones actuales no favorecen mucho el trabajo de sublimación y tampoco favorecen la interrogación sobre el problema ético, pero si seguimos tratando de hacer algo podemos esperar que un día las cosas puedan cambiar (bullicio). Es mi deseo. De todos modos cuando uno se interroga, cuando uno tiene un trabajo como el de ustedes, hay que interrogarse sobre las cuestiones éticas, es una obligación desarrollar las capacidades de sublimación porque sino se repite lo que hacen los demás, se deja a los dominantes todo el campo libre y al final uno uno termina arrodillándose y comportándose como muerto vivo. Hay un filosofo que dice: "ya ser capaz de decir yo, es decir yo pienso, yo hago, yo actúo, ya es el principio de la personalidad y el principio de la democracia" y creo que es justo a condición de que el yo no sea un yo megalómano, que haya un yo para el que existe un tú. Quizás sea un final demasiado optimista con respecto al principio, pero creo que un mundo sin utopías es un mundo desesperante. Y voy a terminar diciendo una frase que escribí hace mucho tiempo pero a la que sigo adhiriendo: "las sociedades que no sueñan son sociedades que mueren" (aplausos sostenidos) . No esperaba estos aplausos, es muy agradable. Espero que todo esto pueda alimentar sus pensamientos, los nutra y les ayuda a generar pensamientos propios que no sean solo el pensamiento de Enríquez . 86
M.S..- Quería agradecerle mucho todo lo que ha estado haciendo estos ocho días, por un lado por el valor de lo que nos fue transmitiendo y aportando, por la calidez humana que muestra y también por el enorme esfuerzo, porque realmente hacer un seminario con la intensidad de éste es agotador. Pienso que expreso la idea de todos si le digo que el seminario resulta muy importante para pensar en función de nuestra realidad. Quería agradecer también a Nilda y a Sergio el trabajo tan minucioso de la traducción. Enríquez.- Quiero agregar algo. Yo sentí desde el primer día con ustedes un buen contacto y creo que por eso me entregué más que en otras situaciones dando ejemplos personales. Se percibió enseguida un clima de confianza, fácil y realmente tenía ganas de que hubiera un placer mutuo. También pueden aplaudirse ustedes (aplausos).
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Sección III
Capítulo III
LA FORMACION Y LOS FORMADORES6
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El texto de este capítulo es la desgrabación de las disertaciones desarrolladas por el Dr. Enriquez en la Maestría "Formación de Formadores" en mayo de 2000 88
Enriquez.- Estoy muy contento de encontrarme con la gente de la carrera de Formación de Formadores y de volver a ver a las otras personas del seminario de doctorado. Veo que ya conocen algunos de mis trabajos y seguramente se habrán planteado algunos problemas. Sobre estos temas que ya estudiaron, si ustedes quisieran volver a ver algunos aspectos o hacerme preguntas, aquí estoy a su entera disposición. Voy a usar estas ocho horas de trabajo con ustedes para plantear algunas consideraciones sobre el término formación para, luego, entrar más profunda aunque no exhaustivamente, en una caracterización de los formadores. 1. Introducción : Tres perspectivas Para hablar directamente de la formación voy a proceder haciendo un desvío que va a plantear la manera en que la formación es vista por distintas categorías de personas. Obviamente me puedo referir más fácilmente sobre lo que ocurre en Francia, por consiguiente algunas de las cosas que voy a decir sobre algunas categorías que no corresponden enteramente a su experiencia. La primera categoría sobre la que voy a hablarles es la de formadores y educadores que se manifiestan con respecto a lo que es la formación. Actualmente el discurso predominante en Francia es que la formación debe ayudar a las personas a consolidar, reafirmar su personalidad. Es así como entonces, debe haber tecnologías de la formación que le permita a cada uno estar más seguros de estas herramientas, de los procedimientos que va a utilizar, de los métodos que va a usar de manera tal de darle al formador un grado de seguridad grande. Se insiste cada vez menos con respecto a que el formador pueda tener dudas, que pueda no estar realmente seguro de lo que dice y que pueda entrar, él mismo, en un proceso de trabajo. Dicho de otra manera, existe una perspectiva en la que se tiende a hacer del formador un individuo que tiene cada vez mayor dominio de sí mismo, de sus métodos de trabajo y del modo en cómo percibe a los alumnos. Esto quiere decir que se le van a dar habilidades, competencias especificas en psicología, para que pueda analizar correctamente la reacción de sus alumnos cualquiera sea la edad de éstos y de este modo no quedar nunca desbordado ni sorprendido porque hay cosas que no sabe. Más adelante voy a criticar esta concepción porque creo, personalmente, que un buen formador es alguien que puede interrogarse sobre sí mismo, tiene posibilidad de dudar de lo que dice y además puede interrogarse sobre la noción misma de certeza. Esto es lo que digo por ahora y voy a volver más adelante retomándolo en detalle. Otra categoría de personas, los psicólogos, tienen un discurso sobre la formación. Desde su perspectiva la formación debe dirigirse al hombre con mayúscula, es decir tienen que transformar las cualidades y el ser profundo del individuo y permitirle así comunicarse mejor con los demás, desarrollar su sociabilidad y poder así entrar en relaciones de reciprocidad con los otros. Como verán, desde esta perspectiva, el hombre o la mujer no están nunca situados históricamente, tampoco están situados en instituciones y parecen existir fuera de toda determinación social. Todo ocurre como si cada uno de nosotros tuviera potencialidades en sí mismo y pudiera desarrollarlas en cualquier tipo de estructura organizacional o institucional. Una vez más voy a volver a retomar esto para mostrar que es una visión muy limitada y además crea falsas ilusiones con respecto a lo que podría hacerse. Hay un tercer tipo de discurso, el más frecuente, es el que llamaría de los sociólogos críticos. En esencia dicen que la formación es un medio de ordenar los fenómenos sociales, que impide ver las verdaderas desigualdades sociales, las verdaderas injusticias sociales y hasta hay algunos de estos sociólogos que piensan que debiera haber una especie de resistencia popular a la formación. Según ellos la formación tiene tendencia a infantilizar a la gente y en la medida en que en una sociedad 89
como la nuestra nunca se está suficientemente formado, que uno puede seguir formándose hasta el final de sus días, entonces, uno puede quedar por siempre en un rol de alumno. Esos sociólogos dicen que esta es una manera de infantilizar a la gente porque la gente se encuentra permanentemente en una relación de dependencia con respecto al maestro y que cada vez que aprendieron algo o cada vez que llegan a dominar más o menos alguna disciplina se les demuestra perfectamente que eso no es suficiente y que tienen que aprender algo más y así es como se encuentran en un ciclo que se terminará solo con el fin de su vida. En esta crítica hay algo que no es falso y es que nos encontramos cada vez más dentro de una sociedad a la cual podríamos llamar sociedad educativa y en algunos aspectos la formación permanente se vuelve prácticamente más importante que la actividad productora de la vida de todos los días y es cierto que esta insistencia sobre la formación y la educación provoca una reacción infantil en estas situaciones. Lo que hay de falso en esta crítica es que se refiere a cierto tipo de la concepción de la formación en la cual el maestro desempeña realmente el papel de un maestro que hace sentir la diferencia entre lo que él sabe y lo que los otros saben o no saben y no plantea la formación como algo que puede ser una conformación conjunta entre maestro y alumnos. La formación puede ser una construcción en común en la que cada parte tiene naturalmente conocimientos distintos, pero no en la que existe por un lado aquel que sabe y del otro lado, gente que no sabe nada. Se podría entonces decir que todos estos discursos sobre la formación tienen algo de verdadero en sus distintos aspectos. Es cierto que queda el interrogante de a qué apunta la formación, cuál es el grado de solidez del Yo que debe tener el formador y es cierto que hay posibilidades de desarrollar el conjunto de posibilidades del ser humano y que no hay que aumentar, diría yo, el proceso de infantilización. Pero como verán hay muchas lagunas, es decir que la mayoría de estos discursos son reductores y en realidad no hacen más que tocar la periferia del problema, no van a lo esencial y me gustaría ahora que veamos como podemos ir a lo esencial del problema.
2. El Formador ¿Qué alcance contiene el término formador?, ¿qué debe ser un formador con respecto a la gente que lo escucha o con quien tiene una relación de formación? Lo primero que quisiera desarrollar es el alcance del término formador. Lo haré a través del planteo de cinco proposiciones. La garantía de una experiencia exitosa
Un formador debe ser lo que llamo “el garante de una experiencia exitosa”, ¿qué quiere decir? Primero vamos a ver el término “garante de la experiencia” . Esto quiere decir no ejercer omnipotencia en el saber que tenemos, poder conservar esta idea de que el saber no está en nosotros ni en los demás sino que está en otro lugar y es esta relación con esta cosa que no poseemos ni nosotros ni los otros lo que va a hacer que tengamos una experiencia de aprendizaje conjunta. Si quieren podemos definir esto de manera simple: está el formador, los formados o la gente que está en formación (podría también hablarse de formandos como decimos "analizandos"), pues lo que el sufijo ayuda a mostrar es que hay un trabajo efectivo que realizan las personas y que el saber está ahí, que el saber no está encarnado por el formador en la medida misma en que todo saber es un saber temporario, a veces cercano a la verdad, a veces sumamente lejos de la verdad... Si uno duda acerca de esto solo resta consultar una serie de tratados del siglo XIX para darse cuenta hasta qué punto el saber desarrollado sobre el niño era un saber falso. Hay páginas y páginas escritas donde se dice que si un niño se masturba terminará loco porque en este siglo la masturbación está considerada como una verdadera enfermedad y era necesario establecer una serie de técnicas para impedir que esto se 90
produjera. Otro ejemplo muy famoso es el caso Schreiber analizado por Freud. Schreiber fue un paranoico pero no sé si conocen la historia del padre de Shreber. Todavía en la actualidad, en Alemania, por lo menos hay 200 avenidas que se llaman Shreber en honor al padre y cuando uno ve lo que hacía este pedagogo que sigue siendo famoso en su país se entiende que haya tenido un hijo paranoico. Shreber había inventado un especie de aparato para que los niños se pudieran mantener derechos, erguidos, porque si uno quedaba inclinado, si se tiraba para adelante el espíritu también quedaba tirado para adelante, caído. El aparato era un verdadero instrumento de tortura. No voy a dar más ejemplos. Ese saber queda más o menos definido históricamente y corresponde a lo que Foucault llamaba un epistema, es decir, cierto modo de plantear los problemas en determinado momento. Saben que Foucault en particular en “Las palabras y las cosas” muestra muy bien como la economía política y las ciencias naturales sólo podían haber nacido en el siglo XVIII, justamente en el momento en el que se pueden empezar a clasificar las cosas de manera rigurosa y donde los fenómenos económicos empiezan a tener una importancia considerable. En cada epistema hay una cantidad de paradigmas, es decir cierto número de hipótesis que guardan coherencia entre unas y otras... Retomo la definición de paradigma tal como fue definida por Kun, es decir como un conjunto de hipótesis admitida por la comunidad científica en un momento dado que obviamente puede cambiar cuando un descubrimiento científico demuestra que es total o parcialmente falso. Para tomar un ejemplo sencillo. La teoría de la relatividad de Einstein o la teoría de física cuántica de Planck llevaron a cuestionar antiguas concepciones de la física y tardaron mucho tiempo antes de ser aceptadas. Como ven uno de los problemas del formador es, con respecto al saber , preguntarse si respeta el epistema de su tiempo, si este epistema sigue siendo consistente, si ya no está pasado de moda y si los paradigmas que constituyen la osamenta del episteme no deberían ser cuestionados. Por ejemplo en sociología, por lo menos en Francia, la idea es que los hechos sociales solo podían ser explicados por otros hechos sociales y que no podían ser explicados ni siquiera parcialmente por elementos psicológicos. Como ya les dije fui el primero en aplicar el psicoanálisis a la sociología en Francia y a partir de ahí hay centenares de investigaciones sobre esto que se realizan de manera regular; pero cuando yo empecé hace 35 años mis colegas me decían que lo que decía era aberrante y mis estudiantes que lo que decía no tenía nada que ver con la sociología. Prácticamente tenía a todo el mundo en contra pero como soy alguien particularmente cabeza dura seguí haciéndolo, no sé si estuve equivocado o no, pero en todo caso traté de plantear un nuevo paradigma. Obviamente esto no se puede hacer todos los días. Creo que uno de los puntos centrales para cualquier formador es interrogarse sobre los paradigmas que utiliza, más aún, es reconocer los paradigmas que utiliza, ya que en muchos casos los usa espontáneamente porque los fue internalizando progresivamente a partir de lo que aprendió. Es como una segunda naturaleza a la que podríamos llamar un “habitus social” para retomar el término que utilizaron el sociólogo francés Bourdieau y el sociólogo alemán Elías que hablan a menudo de este habitus interiorizado. Antes de interrogarse sobre el valor del paradigma hay que poder reconocer los que uno utiliza, ver hasta qué punto son consistentes y tratar de desprenderse de lo que es simple producto de la costumbre. Hay otro problema que voy a analizar más adelante, todo lo que habría detrás del “saber ser” al que me gustaría dedicarle un momento más. Dije primero “garante de la experiencia” y después “garante de la experiencia exitosa” , pero ¿qué quiere decir experiencia exitosa? Una experiencia exitosa es aquella que va a lo esencial del ser humano y lo esencial del ser humano lo voy a definir de modo muy simple siguiendo directamente lo que dice Freud: es saber trabajar y poder amar. Retomemos el saber trabajar y el saber amar . 91
quiere decir ante todo sentir placer por el hecho de pensar en la medida en que todo acto de trabajo pone en marcha un cierto modo de pensar que conduce forzosamente a otras interrogaciones y a otros modos de pensar. Para tomar un ejemplo sencillo. Si estoy escribiendo algo tengo una idea de lo que voy a escribir, es decir que hay un trabajo de pensamiento previo, pero en el acto de escritura mismo van a aparecer otras cosas. Al utilizar algunas palabras, éstas pueden conducirse a otras asociaciones de ideas y entonces en el trabajo de escritura no me limito a reproducir un pensamiento que ya estaba ahí. El trabajo de escritura me hace pensar a medida que lo voy realizando. Dicho de otro modo, hay una óptica que se encuentra con mucha presencia en Marx cuando él plantea que el trabajo, cualquier tipo de trabajo, es la traducción de lo que ya estaba formado en la mente, no es más que la traducción. Lo que yo digo es que esta posición en parte es cierta porque sino escribiría cualquier cosa en una especie de escritura automática, pero al mismo tiempo no es del todo cierto porque si lo fuera no existiría la creatividad inmediata que es evidente tanto más al hablar que al escribir. Cuando escribo a solas puedo volver atrás, puedo tachar, puedo corregir, mientras que cuando le digo algo a alguien aun cuando diga después “esto fue más rápido que mi pensamiento” en realidad ya fue dicho y provocó efectos. Como ven en la idea de trabajo no solo considero el trabajo con herramientas también hablo y me parece fundamental para el formador, el trabajo de escritura y el trabajo de expresión oral, lo que me anima a decirles algo que quizás les parezca muy extraño. En cualquier tipo de trabajo en el sentido en que acabo de desarrollarlo hay literalmente un aspecto poético pues las palabras van acoplándose unas a otras, como decía un poeta francés, como si estuvieran haciendo el amor entre ellas y por supuesto, engendran otras palabras, otros sentimientos u otras reacciones. Hay un hermoso pasaje en” La Cartuja de Parma” de Sthendal en el que Fabrice del Dongo le dice a Seberina que la ama. Había dudado durante mucho tiempo, pero en un momento dado las palabras surgen espontáneamente y a partir de ese momento todo cambia. Aun cuando al momento él trata de cambiar la situación, ella ha oído, lo dicho ha provocado un efecto y eso los lleva a tener una aventura irreversible. Por eso digo que saber pensar y trabajar es una actividad mucho más peligrosa y más interesante de lo que uno cree en general, ya porque produzca sociabilidad y acercamiento, ya porque provoque rechazo y repulsión, de cualquier modo engendra una serie de nuevas reacciones y nuevos sentimientos. Por consiguiente el trabajo no es solo creador de una forma sino que el trabajo y eso Marx lo había visto bien, transforma a aquel que está trabajando tanto como produce efecto sobre los demás. Cuando se llega a hacer algo, cuando se cumple con algo, ya no se vuelve a ser el mismo. Decía “trabajar y amar”. Ahora pasamos a "saber amar”. ¿Qué quiere decir que el trabajo de formación debe provocar que la gente pueda amar? Quiere decir que este trabajo de formación debe hacer surgir en el otro deseo del deseo de otro. Sentir deseo del otro significa reconocer que en cierta medida yo me siento incompleto, que necesito al otro también para poder existir. No alude esto obligatoriamente al amor apasionado pero sí a la idea de que no puedo existir sin el reconocimiento amoroso del otro. Necesito al otro para existir. Y diría, esta es la base misma de la reacción amistosa y amorosa. Decir que hay deseo del deseo del otro, es decir que lo que yo deseo es que el otro me desee también, que tenga ganas de entrar en relaciones de reciprocidad, que tenga ganas de reconocerme plenamente como soy. Como saben fue Hegel quien insistió en esta idea del deseo del deseo del otro y Hegel a pesar de ser un filosofo muy serio ponía un ejemplo que tiene su gracia. Él decía: “¿Cuál es la diferencia entre Napoleón y un loco que se cree Napoleón?”. Seguramente hay muchas diferencias pero entre ellas una e s esencial: el loco que se cree Napoleón es el único que se cree Napoleón y el verdadero Napoleón es el que es reconocido como Napoleón por los demás. Pero si el loco que se cree Napoleón logra que le crean y los demás lo tomen por Napoleon entonces se vuelve el verdadero Saber trabajar
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Napoleón y Napoleón es el loco. A partir de esta anécdota quiero significar que cualquiera sea nuestra existencia el otro tiene que reconocernos en nuestra personalidad para que esta personalidad pueda existir efectivamente. Es por eso que puede decirse también que los jefes que sugen en un país corresponden a la existencia de un reconocimiento de la gente. son los otros los que tienen que verlos como jefes o padres posibles para que se vuelvan jefes. Por supuesto esto depende también de circunstancias históricas, sociales etcétera. Saber amar es también tener necesidad de los demás para existir. El proyecto formador es saber amar y saber trabajar porque justamente a través de esto se ve el placer de pensar y hacer algo y también el placer de encontrar a los demás y de existir con los demás. Una vez que sentimos el placer de pensar y que sabemos amar diría que el resto es prácticamente muy fácil. La función de rechazo, el interdicto estructurante
Para poder realizar o acercarse lo más posible a este proyecto hay un primer punto que me parece esencial y es definir límites en lo que uno hace y en lo que uno es. Voy a traducir esto de manera simple utilizando una expresión del psicoanalista Serge Leclaire para definir la función paterna: “La función paterna es a la vez rechazo y referencia”. Voy a agregar algo más sobre esto y después voy a aplicarlo a la formación. Leclaire dice: la función paterna es, primero, rechazo, es decir que el padre o aquel que ocupa el lugar del padre pronuncia interdictos estructurantes, en particular el interdicto o la prohibición para el niño de llevar a cabo el deseo de incesto, pero también todas las demás prohibiciones que hacen que el niño sepa que vive en determinados límites. Podemos ver también una idea análoga en Piera Aulagnier cuando habla de una violencia necesaria en las prohibiciones estructurantes, es decir en todas las prohibiciones que le permiten al niño constituirse como un ser social. Pero si el padre o aquel que ocupa el lugar de padre no fuera más que rechazo se comportaría como el jefe de la horda evocado por Freud en Tótem y tabú. Es por ello que debe ser también y simultáneamente referencia. Tiene que tener poder para provocar identificación que no es imitación sino incorporación original de los rasgos de otro. También tiene que dar una referencia temporal que permita saber que lo que está prohibido no está prohibido de modo arbitrario sino simplemente porque el niño debe alcanzar cierta madurez para poder ser un día como el padre o como la madre. Cuando digo “ser como” quiere decir ocupar el mismo lugar en la existencia y no reproducir lo que son. En otras palabras, definir lo que está prohibido es definir lo que está permitido. Si tomamos a este aspecto con respecto a la formación diría que lo que tiene que ver con el rechazo es la prohibición estructurante pronunciada en el momento en que se dice: estamos efectivamente ahí para trabajar juntos, para tener placer con este trabajo juntos, pero no para hacer cualquier cosa; es decir que cualquier palabra no está autorizada, que las palabras no están rígidamente enmarcadas pero tampoco pueden ir en cualquier sentido. No sólo las palabras sino también, en la misma línea los actos, en la medida en que si ellos fueran en todos los sentidos serían destructivos para el conjunto. Hay un desarrollo de la autoexigencia necesaria que queda planteado como lo que es indispensable para formarse. Esto corresponde bastante a lo que sostiene Castoriadis en algunos textos cuando dice: “el hombre es un ser de libertad, pero de una libertad que sabe autolimitarse cuando ello es necesario”. La idea de que nunca hay límites es una idea de omnipotencia o de megalomanía que impide el verdadero trabajo de poder hacerse. No siempre es fácil decir ni asumir esta posición. Recuerdo que durante los periodos de protesta fuertes en Francia les decía a mis estudiantes “si todo es posible todo se vuelve imposible porque entonces no hay ningún motivo que justifique hacer una cosa en vez de la otra”. Por qué hacer algo ahora o hacerlo después era algo que era difícil de entender en esa época, sobre todo porque tengo que decir que era docente en la Facultad de Nanterre donde justamente empezó la protesta y donde los que hicieron la pequeña revolución eran mis alumnos. 93
Era difícil sostener esta posición porque había entusiasmo en aquel momento y la gente necesita soñar que todo es posible y necesita creer que todo es posible inmediatamente. El único problema es que después del sueño el despertar es muy difícil y lamentablemente aquellos que más se comprometieron con el sueño tuvieron destinos trágicos. Dicho esto hay que reconocer que es muy difícil decir en qué consiste una prohibición estructurante en contraposición a una prohibición arbitraria del formador. Para volver sobre lo que dije hace un momento de Piera Aulagnier: “la prohibición estructurante es una violencia necesaria pero también puede haber una violencia por exceso” y la dificultad reside en que no se sabe siempre distinguir cuando uno está en la violencia necesaria y cuando en la violencia por exceso. Ustedes dirán que es una experiencia que cualquier padre puede tener. Sabemos bien que a veces se les han prohibido cosas a los niños teniendo la impresión de que era necesario y que esto en realidad tuvo efectos perjudiciales y que otras veces se hicieron prohibiciones que no eran necesarias y que sin embargo tuvieron efectos benéficos. Siempre cito un ejemplo que encuentro divertido. El escritor francés Marcel Proust que adoraba a su madre quedó marcado por una noche en que ella no vino a darle el beso de las buenas noches. Esto le ocurrió una sola vez pero lo traumatizó profundamente y dijo que si había escrito los 12 volúmenes de “La búsqueda del tiempo perdido” es porque una noche su madre se había olvidado de darle ese beso. Muchos de nosotros no recibimos el beso de nuestra madre y no por ello escribimos una obra inmortal. Hay una real dificultad. Diría que la única manera de saber más o menos si lo que se hace tiene poder estructurante, es observar si la prohibición es pronunciada por alguien que tiene convicciones profundas de lo que está haciendo y está en condiciones de definir de la mejor manera porqué procede así. Sé por experiencia, para retomar el ejemplo de la protesta, que los estudiantes no me cuestionaron mucho porque siempre me tomé el trabajo de aclarar mi postura con respecto a la de ellos. Siempre les dije: yo no trato de impedir el movimiento que ustedes llevan a cabo, pero mi rol es el de hacerlos pensar sobre lo que son y de encarar las consecuencias de lo que hacen. No estoy contra el sueño, esto sería sorprendente y sobre todo por lo que dije con respecto a la poesía hace un momento, pero me parece importante que uno tenga ensoñaciones realizables, sueños que uno trata de pispear en la realidad ya sea para no quedar demasiado desilusionado a posteriori ya sea para no terminar abandonando todo sueño y convertido en alguien totalmente conformista. Dije hace un momento que muchos de los contestatarios tuvieron un destino trágico pero hubo otros que viendo que les era imposible realizar sus sueños se volvieron totalmente conformistas y terminaron dirigiendo empresas capitalistas. Hubo también quienes pudieron más o menos adaptar su sueño a la realidad. No pudieron hacer todo lo que quisieron, solo en parte, pero siempre resulta simpático encontrarlos, verlos, porque siguen siendo jóvenes, todavía tienen espontaneidad, todavía sueñan. Es una posición poco fácil la del rechazo, la del límite, pero al mismo tiempo para mi tiene que ver con una regla ética esencial a la que justamente hacía alusión Max Weber. Cuando hablaba de un individuo de convicción, es decir de un individuo que habiendo reflexionado sobre las razones de su actuación está dispuesto a defender sus convicciones porque considera, después de haber intercambiado opiniones con otros, que si bien pueden no ser las mejores posibles por lo menos puede sostenerlas y hacer –apoyado en ellas- algo que puede ser útil también a los demás. Hasta aquí exploré el problema del rechazo, del límite, ahora voy a pasar a la referencia. La función de referencia
¿Qué quiere decir referencia para un formador y no para un padre? El primer punto para esta cuestión es no jugar con una hipnosis colectiva. Ya hace una cantidad de 94
años el psicoanalista suizo Hans Zulliger había intentado aplicar el psicoanálisis a la escuela. Su posición era -y la había desarrollado mucho- que en cierta medida el formador o el maestro es como una especie de mago que por su capacidad de retórica y la manera profunda en que mira a sus alumnos, a todos ellos, da la impresión de amarlos a todos. En estas condiciones ejerce una especie de poder hipnótico sobre ellos y entonces su rol consiste en hacer que se identifiquen con él y deseenn recibir su amor. En la posición de Zulliger había algo bien concreto; sin esta especie de hipnosis no habría en la gente que está en formación la voluntad de aprender o de experimentar. Así es que situaba al formador como la persona central del grupo, la que debe detentar los hilos del conjunto del grupo, la que en ese caso se comportaría como la persona central descripta por Freud en “Psicología de las masas y análisis del Yo”. La que le dice a los demás que los ama y que recibe , a su vez, el amor de los otros. Según está concepción no hay ningún respeto hacia los formantes o hacia los formados porque todo debe salir de la cabeza del formador. Para mi eso no es referencia. Para poder desempeñar este papel de referencia es verdad que hace falta un cierto grado de identificación, pero, ¿identificación con qué? No con la persona misma del formador sino con la manera en cómo concibe su trabajo, manera que los demás también pueden apropiarse. Si el formador tiene una relación dinámica con el saber; si los formados sienten que para el formador los conocimientos que entrega no son conocimientos muertos que, por el contrario, mientras habla vive él mismo estos conocimientos, si puede sentir y ver que hay pasión en lo que hace, emoción en lo que dice, que aquello de lo que habla todavía lo hace vibrar y que están con una verdadera persona, es decir con un hombre, con una mujer con conflictos, entusiasmos, amores, prejuicios a veces, cosas que le gustan y cosas que no, aun cuando no esté bien que no le gusten algunas cosas que no le gustan, entonces sienten que ellos también pueden tener ganas de tener pasión, emoción, de estar ahí completamente. Para dar un ejemplo. Uno de los docentes que más influencia tuvo en mi vida fue el filosofo francés Gaston Bachelard. Cuando llegaba al aula –se sabía que sabía mucho de filosofía, poesía, matemáticas, de todo- llegaba, sin apuntes y se ponía a pensar delante nuestro y de vez en cuando decía “no, así no es, habría que retomar esto y matizarlo”. Nunca supe si era totalmente así o si en realidad actuaba, me da la sensación de que actuaba un poco, pero no era eso lo único que hacía. Todo él desprendía un calor humano que me llevó a mí, que no gustaba para nada de la Física ni la necesitaba, a leer libros de física por placer y creo que esto era así porque uno tenía el sentimiento de que era alguien real, no un profesor sino un ser humano con todas sus dimensiones. Y agrego algo más en este sentido teórico: ¿qué es un formador? Voy a ir desgranando elementos. Es un ser que permite el paso de las personas de un estado a otro y les despierta las ganas de dar este paso. Comparte con los demás sus entusiasmos y entonces puede dar ganas a los otros –no de ser como él porque esto sería ridículosino de entrar por ellos mismos en el movimiento. Diría que en este movimiento hay un respeto hacia el otro que es sumamente importante, pero el respeto no sería total y no bastaría si no hubiera otra cosa; un trabajo en común realizado con los demás. Trabajo en conjunto que puede consistir en discusiones sobre temas que se eligen conjuntamente, en producción de información, en realización de investigaciones o de programas de investigación más elaborados con la idea central de que él también puede aprender algo de la gente que está formando. En psicoanálisis obviamente por un lado está el analista y por otro lado el analizado, sabemos bien que el psicoanálisis debe sobre todo servir al analizado pero que siempre hay efectos de rebote sobre el propio psicoanalista, porque también, a pesar de que trate de ser lo más neutro posible, le llegan las emociones y lo que le sucede a su cliente. Conozco muchos buenos psicoanalistas que al terminar el día dicen “no puedo más, estoy reventado” porque de alguna manera vivieron los dramas de sus pacientes y debo reconocer que hay algo
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similar, análogo, obviamente no exactamente igual, en el formador que también debe aceptar que va a ser formado por aquellos a quienes forma. La posibilidad de humor acerca de sí mismo
Quisiera agregar algo que me parece muy importante .Un formador no debe tomarse en serio, porque la gente que se toma demasiado en serio es muy aburrida y justamente no puede hacer experimentar este aspecto, dinámico y vivido del que hablé hace un rato. Una cosa es ser serio en lo que se hace pero no es necesario ser serio en lo que se es. Escribí un texto en el que termino invitando a los formadores, psicosociólogos, etc., a tener humor, ser irónicos consigo mismo, tener cierta elegancia en los pensamientos, gustar de los pensamientos interesantes y ser frívolos como en general se acusa a las mujeres de ser. Desde que escribí este articulo hace 20 años un filosofo muy serio, Jaques Derrida, escribió un hermoso texto sobre la frivolidad y en particular sobe la frivolidad en las novelas del siglo XVIII mostrando que detrás de este aspecto ligero, en estos juegos sutiles de palabras y actitudes, quizás era donde mejor se expresaba la dramática humana. Si el teatro de Marivaux está traducido al español, lean dos o tres obras, muestra toda la frivolidad, da la impresión de ser inconsistente pero, al mismo tiempo, contiene las descripciones más sutiles del alma humana que se puedan leer, mejor que muchos escritores trágicos bastante más aburridos. Con esto quiero decir que hay que introducir un cierto grado de ludismo en la formación. Hay sufrimiento para aprender porque hay que cuestionar lo que uno sabe, hay que adquirir cosas difíciles de adquirir, pero también se aprende en la alegría. A veces tenemos que transformar totalmente nuestros modos de pensamiento, pero si solo hay sufrimiento uno nunca se forma realmente; pero si uno llega a vivir cierto grado de bienestar juntos se aprende también mucho más fácilmente Quizás esto va por el texto de la galería * que los ha escandalizado por momentos... Todos los modelos de los que hablaba eran sumamente serios. En cada una de estas visiones de formador por más distintas que sean unas de otras, había cuestiones que hacen profundamente al formador y a la dinámica de la formación: el deseo de reparar a los demás o formarlos de la forma más hermosa ó enseñarles a cómo hacerse militantes de algo nuevo. No voy a retomar todos los casos, pero todos encierran en si los peligros esenciales que corre todo formador. Hay que reconocer que no siempre se recibe bien este trabajo, pero creo que merece ser pensado. Contaré una anécdota. Tenía un colega que vino a ver una de mis clases, clase en la cual había tratado que el ambiente fuera distendido y al terminar no me dice nada sobre el curso que di y me dice “es extraño, tiene Ud. un homónimo, leí el texto de un tal Eugenio Enríquez que se llama “La noción de poder” que me gustó mucho y me pregunta si lo conozco. Le digo: “Es el mismo, soy yo”. “No puede ser, porque en el texto usted aborda cosas sumamente trágicas y aquí daba la impresión de estar divirtiéndose”. Tenía una gran dificultad para poder compatibilizar estas dos imágenes. No me creyó y fue a preguntarle a otro colega mío, a Jean Claude Filloux, si yo era él mismo y Jean Claude obviamente dijo que sí, que era el mismo. Pero le costó aceptarlo. Doy este ejemplo porque a veces existe la idea de que cuanto más complicado es, cuanto la gente más sufre, más los formadores dan la impresión de tener mayor saber y entonces si todo esto es así es mejor. No voy a hablar de Argentina sino de Brasil, pero noté que unos cuantos colegas brasileños complicaban de manera extrema las cosas más simples para que los estudiantes pudieran decir “qué inteligente es” cuando en realidad lo que decían tenía muy poco interés. En Francia también tuvimos el ejemplo de Jaques Lacan que dijo cosas muy importantes a veces, pero cuando se lo traduce al francés simple hay muchas *
Se refiere a su artículo “Galería de contramodelos de formadores”. 96
menos cosas importantes de lo que uno piensa. Ya que hablamos de ludismo nos distendemos un poco y hacemos una pausa. Tanto hablé de la relación entre el formador y el formado que me olvidé de preguntarles si tenían algo que comentar. ¿Hay preguntas? P.- El primer contra modelo en su texto es: el formador no tiene que formar hacia una determinada forma, hacia la bella forma, sin embargo cuando hace su descripción del formador ideal se acerca mucho a eso. Mi pregunta es sobre la formación y la enseñanza tomándolos como principios distintos y para parafrasear a Lacan, si puede haber una formación que no sea de la enseñanza . Enríquez.- No sé si lo que le voy a contestar le va a satisfacer porque no voy a tratar de discutir la frase de Lacan que me parece falsa. P.- No. El de Lacan es un discurso que no es de la semejanza, por eso le dije que era una paráfrasis . Enríquez.- Sí, los conozco. Quizás esto va a shokearlo, creo que Lacan tiene demasiada importancia en Brasil y la Argentina, que se lo estudia como si se estudiara a dios padre que por suerte ya no es el caso en Francia. El discurso del maestro, el discurso del docente, conozco y no contesto sobre eso, pero sin embargo sí voy a contestar sobre el principio de su pregunta. Cuando critico la idea de dar una buena forma, aludo a una buena forma de la que ya se tiene una idea en la cabeza. Sé cómo debe ser un buen alumno, un buen ciudadano. No parto de los seres reales que tengo ante mí. Lo que me parece fundamental es ayudar a las personas que están aquí a que puedan desarrollar sus propias posibilidades habida cuenta del punto en que se encuentran de su evolución considerando la situación histórica en la que están y el tipo de institución en el que se encuentran. Voy a ir todavía más lejos. Voy a tomar como referencia a Bion en vez de Lacan. Bion decía lo siguiente con respecto a sus analizados: “con respecto a mis analizados no tengo ningún deseo, ninguna memoria y ninguna comprensión”. ¿Qué quería decir con esto? No quería que las personas se convirtieran en el proyecto que él tenía de ellas, o sea, no tengo deseo especifico por las personas. No quiere decir que no tuviera un deseo terapéutico general ya que es su profesión. Cuando dice “no tengo memoria” significa: no quiero hacer que lo que ocurrió antes encadene a la gente. Hay una frase en el texto que usted cita que voy a retomar que no es de Bion sino de Francois Roustang: “no hay que encadenar al paciente a sus razones en la coherencia lógica de sus resistencias porque esto en vez de volverle a dar acceso a su historia no hace más que representar su vida en un sistema de causalidad que lo aliena por segunda vez”; es decir que si hay demasiada memoria y si el psicoanalista tiene en permanencia siempre la memoria de lo que dijo el paciente puede tener tendencia a relacionar cosas, justamente esas cosas de las que el paciente trata de deshacerse. Esto no quiere decir que no haya memoria, sino que no hay obligación para el analista de acordarse de todo lo que el paciente le dijo y tampoco la hay para el paciente. Y cuando dice “estoy sin comprensión” no quiere decir que no entienda lo que dice el paciente sino que no trata sistemáticamente de hacerle tomar conciencia al paciente de lo que le ocurre porque lo importante es que éste se transforme y no forzosamente que tome conciencia de por qué se transforma. Mi impresión personal cuando hice mi propio análisis... me pareció importante que mucha gente que me conoció antes y muchos que me conocieron después me dijeran que había cambiado sobre tal o cual aspecto sin que yo supiera por qué cambié sobre tal o cual aspecto, porque saber siempre porqué es obligarse a entrar en un sistema de racionalidad donde todo puede explicarse de manera progresiva y negar justamente la lógica del inconsciente que no procede así. Creo que en la formación hay algo que es análogo, es decir, se trabaja en la transferencia y con la transferencia y muchas de las cosas que ocurren entre unos y otros no forzosamente pueden ser explicadas con palabras.
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Algunas se pueden, pero hay también movimientos de simpatía y de repulsión, de encariñamiento o desapego, que no pueden explicarse de una manera racional. Cuando digo que no hay que tener modelos quiero decir... Si tuve gente durante varios años en docencia o en formación, lo que me parece importante es que hay algo que se transforma en nuestra relación y en ellos mismos y es por eso que algunas cosas pueden ser dichas y explicadas y otras no. Creo que todos conocen las palabras de Montaigne con respecto a su amigo La Boétie, él dice: "Cuando me preguntan por qué existe semejante amistad entre nosotros sólo puedo responder porque era él y porque era yo y no puedo agregar nada más”. En lo que traté de describir hace un momento no propongo una manera concreta de formar a la gente, digo nada más que el formador debe estar vivo para que los otros puedan vivir, pero cada cual estará vivo a su manera. La manera en que lo soy yo no necesariamente sea la misma que la suya y esto dependerá de todas las otras personas que aquí se encuentran, lo que hace de todas maneras el encuentro siempre singular, particular e irrepetible. Cada vez hay algo nuevo que aparece y por eso si volvemos a Lacan, creo que la formación no es la enseñanza. Puede haber elementos enseñados en la formación pero me gustaría decir que es algo que viene, además, en el momento en que la gente tiene el placer de aprender y el placer de estar junta. No trato de describir un formador ideal y mucho menos un formado ideal. Trato de describir lo que me parece ser uno de los elementos esenciales para que el acto formativo pueda tener lugar, porque si esto no tiene lugar lo que se hace es una formación en el sentido limitado del término, se esculpe la cosa como uno quiere esculpirla. No por nada tomé la perspectiva del escultor. La materia que el escultor esculpe es inerte, no está viva, se puede hacer lo que uno quiere mientras que no se puede hacer lo que uno quiere con los seres vivos. Se puede hacer algo pero algo que cada vez es una experiencia y esta experiencia que yo vivo hoy con ustedes no es la que vivo en otras circunstancias. Esto me parece fundamental porque sino el formador es una maquina de reproducción de sí mismo y eso sí puede ser posible en la enseñanza. Uno puede preparar los textos, leerlos, pero después de todo, ¿por qué hacerlo? Hay buenos libros. Uno puede leer tranquilamente, marcar... por supuesto hay elementos de enseñanza en toda formación, pero, como lo decía hace un momento, no es lo fundamental. ¿Contesté a su pregunta? P.- Un poco P.- Precisamente esto le va a permitir pensar de otra manera. Creo que un formador debe decir profundamente lo que piensa, pero no debe querer persuadir al otro. Cada cual hace su movimiento a su manera. Hasta tendería a decir, para darle más fuerza a esta idea, en el trabajo de formación no hay un objetivo a proseguir salvo el objetivo general de trabajar y amar, pero lo más fundamental es este proceso sin fin en el cual las cosas siempre se cuestionan. Podría usar una frase famosa de un poeta que decía: “el objetivo no es nada, el movimiento es todo”. Justamente cuando las cosas se ponen en movimiento es ahí donde pueden producirse cosas nuevas. Si yo sé que siempre voy a ir a ese objetivo se que puede haber distintos caminos, pero si no tengo objetivo especifico, una meta, quizás ande en un lado y en otros y encuentre en el mundo algo profundamente nuevo para mí. Lo que les digo no es fácil de admitir porque esto quiere decir que el formador está presente en cada una de sus manifestaciones, pero no puedo decir cosas que no pienso. P.- Usted dice que trabajamos con gente y a mí se me ocurre una metáfora muy usada en el siglo XIX, la del jardinero. No deberíamos cuestionarla y en realidad pensar más que en seres vivos, que son personas que en realidad van más allá. Enríquez.- Estoy en contra de la metáfora del jardinero, porque allí el jardinero sabe muy bien qué hace. Si es un buen jardinero sabe bien todo lo que tiene que hacer. Además en la metáfora del jardinero está la idea de que puede ayudar a las plantas a crecer bien y que además debe retirar las malas hierbas, la idea fundamental es la de 98
buen crecimiento. Es la idea esencial que se encontraba en el psicólogo Carl Rogers. La gente crece como crecen las plantas. No voy a hablar mal de Rogers a quien conocí muy bien y me influenció en mi juventud y con quien rompí de manera un poco brusca y por una razón simple... habría algunas cosas que comentar sobre la personalidad de Rogers pero no tiene interés aquí porque esto ya sería la historia. Rogers decía siempre que había que escuchar a la gente de manera incondicional y que había que tener una actitud de comprensión total hacia los demás, sin embargo fue quizás el psicólogo más autoritario que haya visto en mi vida. No digo que no supiera escuchar a la gente, los escuchaba bien, sabía reformular sus pensamientos y sentimientos, pero si no estaba de acuerdo decía muy tranquilamente: “lo entiendo bien, lo respeto incondicionalmente, pero yo también me respeto incondicionalmente y entonces prefiero lo que yo digo a lo que usted dice”. El primer grupo de psicosociólogos que habíamos formado en Francia trabajamos mucho con Rogers y fue un verdadero problema. Pero más allá de su autoritarismo, me parece que la teoría es falsa. El objetivo no es hacer crecer buenas plantas. Cada uno de nosotros es un compuesto de pulsiones de vida, pero también de pulsiones de vida y de destrucción y en Rogers como en Rousseau existe la idea fundamental de que el ser es bueno por naturaleza y tiene inclinaciones más agresivas porque ha recibido una mala educación. La idea de Rogers y de todos los psicosociólogos humanistas –Rolo May, Pages, etc.- es que la gente es buena de nacimiento y que es la educación la que las arruina y justamente al tener una actitud comprensiva, incondicional, etc., es posible centrar en la persona, permitirle desarrollar sus posibilidades, sin tener necesariamente en cuenta el conjunto de presiones sociales que existen y sin tener en cuenta tampoco el inconsciente. Si se plantea, como lo hago yo, que de todos modos una persona que habla siempre está históricamente situada, que expresa entonces cierto modo de pensamiento de una época dada aun cuando se lo cuestione y puede tener tanto elementos positivos como negativos. Estos autores no incluyen el análisis, la posibilidad de interrogarse sobre las propias pulsiones negativas que uno puede tener -yo tengo pulsiones negativas como cualquiera-, entonces uno se da a la ilusión de un mundo hermoso al que se puede llegar, de una especie de paraíso en al tierra y que desgraciadamente no tiene ninguna correspondencia con la realidad. Si a la gente le gusta tanto la historia voy a contar una que no es poco interesante. quiero aclarar que no tengo nada en contra de Rogers, me peleé pero lo quiero igual. En un seminario, Rogers, nos pasa una película con un seminario del que fue responsable y en la parte que nos pasa hay gente que muestra incapacidades emocionales intensas, que se ponen a llorar y en particular hay un hombre que se dirige hacia una joven negra que estaba en el grupo y le dice “entendí. Antes tenía sentimientos racistas y ahora me doy cuenta y puedo decirlo delante de todo el mundo, tengo vergüenza”. Rogers después de haber visto esto cuenta como termina el seminario y dice que en particular este hombre se había abierto muy bien a los demás, no sólo se había vuelto menos racista o no racista sino que había empezado a amar mucho más a los seres humanos. Esta es la historia. Lo que sigue. Dos años después me encuentro con este hombre, este hombre no era cualquier persona, era el vicepresidente de la compañía Aluminiun de Canadá, la más grande empresa de aluminio del mundo, era un señor importante, muy simpático. Almorzamos juntos y le digo que lo vi en el film y se puso muy contento, entonces le hago la pregunta: ¿éste cambio que usted experimentó en esta situación lo usa en las jerarquías directas de mando? Y me dice: “No, ¿por qué?”. Era un hombre encantador, pero para él no había ninguna relación entre lo que había vivido en el seminario y lo que podía vivir y experimentar en su situación de jefe jerárquico en una situación social dada. Y creo también que es porque en el seminario con Rogers todos hicieron como si estuvieran en igualdad de condiciones, fueran iguales y pudieran entenderse espontáneamente, sin pensar que en la vida social de todos los días hay jerarquías, hay 99
dominantes y dominados y esto plantea un problema. Por eso cuando al principio criticaba a los psicólogos que solo apuntan hacia el hombre separado de sus determinaciones sociales y determinaciones inconscientes, al quitarle al hombre todas sus determinaciones se apunta efectivamente a una especie de hombre o mujer ideal que en definitiva no existen nunca verdaderamente. Me parece todavía más grave la ilusión de que uno puede arreglar todos los problemas comprendiéndolos. Creo que hay algunos problemas que uno puede arreglar a través de la comprensión, pero hay otros que no se pueden resolver a través de la comprensión. Para tomar un ejemplo simple pero que ilustre bien esto. Para ustedes que vivieron durante muchos años en la dictadura, no creo que uno pueda tratar de entender a alguien que torture. Hay un hombre de extrema derecha en Francia, Le Pen. Cuando yo tenía 20 años, él tenía 22 y estaba en el grupo de estudiantes fascistas. Yo en cambio pertenecía al grupo de estudiantes de izquierda más o menos marxista. Cuando nos encontrábamos nos agarrábamos a trompadas y creo que estaba bien. Si yo lo tuviera otra vez delante de mí le rompería la cara, no trataría de entenderlo. Hay individuos que uno puede comprender y hay enemigos a los que hay que abatir. Quizás sea un poco violento lo que digo, pero la vida social no es una vida donde todo el mundo es amable y cuando uno actúa de manera demasiado amable se llega exactamente a lo contrario de lo que uno quería llegar. Hay una hermosa frase del filosofo Pascal que dice: “quien parece un ángel es como una bestia”. Cuando uno quiere ser demasiado amable, cuando un ser humano hace como si fuera un ángel o quiere hacer con los demás ángeles o plantas, a veces expresa una voluntad de poder extrema, se vuelve sobreprotector y ahoga a los demás y, al final, despierta en los demás no sus mejores aspectos sino los peores. No somos ángeles, tampoco somos demonios, somos seres humanos complicados, complejos y hay que trabajar también a partir de nuestra complejidad. Es más difícil que ser jardinero. Voy a agregar algo, si bien sobre esto voy a volver más adelante quisiera situar dos o tres puntos ahora. El formador debe interrogarse no sólo sobre su saber sino y por sobre todo sobre el tipo de relaciones que instaura y sobre los elementos destructivos que puede él mi smo sacar de sí sin darse cuenta y la única posibilidad para él de darse cuenta es poder dialogar con los otros extensamente para que los demás puedan decirle cómo lo sienten y lo viven. La necesidad de reconocer la posición institucional
Otro punto con el que voy a terminar. Creo que el Formador tiene que poder entender el rol que desempeña en la institución. Tiene que haber resuelto él su relación con la institución, su grado de adhesión a los valores de la institución, tiene que ser consciente de su sentimiento ¿Se siente lo suficientemente bien para poder desarrollar con quienes trabaja una relación positiva dentro de la institución y permitirles plantearse preguntas sobre su vida en ella? Pues es así como los ayuda a saber mejor lo que quieren ser y a saber hasta qué punto pueden, o no, adherir a los valores institucionales. Me parece un punto fundamental porque es así como el formador se reconoce determinado socialmente y no como autoengrendado pues en cierta medida es el portavoz de la institución pero a la vez, si quiere ayudar a la gente a ser autónoma, tiene que permitirles que no se queden pegados totalmente a la institución. Se sabe que vivir sin institución es vivir como si todo fuera posible, como si no hubiera limites, pero vivir totalmente metido en la institución significa contribuir a que la gente se encierre en unas pocas ideas y sea incapaz de renovarse. La institución tiene virtudes pedagógicas e incluso terapéuticas en la medida en que el proceso de formación puede tener efectos en profundidad, pude producir consecuencias mucho más importantes de las que piensa el propio formador; pero, al 100
mismo tiempo, como decía recién, puede tener efectos antipedagógicos y antiterapeuticos si infantiliza a la gente sin permitirle desarrollarse. Por eso el formador tiene que clarificar su relación con la formación y los formados y también tienen que poner en claro su relación con la institución. Es en la institución donde encuentra una concepción particular del saber que casi siempre tiene en mayor o menor medida una implicancia de orden político. No es lo mismo una institución donde se dice que los alumnos tienen que aprender casi exactamente lo que les dice el maestro a una institución donde el objetivo pedagógico esencial es, por el contrario, desarrollar la personalidad y el espíritu crítico de la gente. En un caso estamos frente a una institución que enseña la obediencia y en el otro frente a una institución donde es posible hacer una cierta experiencia de libertad. Como ustedes ven no existe solamente la relación con el saber profesado, se trata que todos puedan entender qué lugar tienen en este conjunto en el que se encuentran y esto implica algo muy importante: la dimensión temporal de la formación. ¿A qué me refiero con esto? Creo que se pueden aprender muchos elementos, muchas cosas, en un tiempo relativamente breve y al contrario, no creo que alguien se pueda formar en profundidad en poco tiempo, porque formarse implica tener tiempo para vivir una experiencia, tener tiempo de entender esta experiencia para poder interpretarla y al mismo tiempo que recoger todos los frutos que ésta produce, de ser necesario, desprenderse de ella. Esto lleva muchos días, meses, a menudo, años. Es por esto también que aun en los casos en que las formaciones son relativamente breves es importante para los formados seguir reflexionando sobre esta experiencia vivida, para seguir cuidando en ellos esta experiencia, para poder sentir sus efectos que a veces aparecen mucho más tarde. Vuelvo al ejemplo de la película de Rogers. En ella había una experiencia hecha en escaso tiempo por una persona que no trató de prolongarla ni trasladarla a su vida cotidiana. P.- Dijo que había que tener tiempo para comprender la experiencia, interpretarla y luego desprenderse, ¿a qué se refiere con desprenderse? Enríquez.- Tomar distancia respecto de la experiencia implica por un lado considerarla algo importante, pero, al mismo tiempo, no conservar la nostalgia porque si se es nostálgico respecto de esta formación uno se cierra a la posibilidad de nuevas experiencias y se queda bloqueado frente a esta primera experiencia fundamental. Aun cuando la formación no cuente con demasiado tiempo en la realidad es necesario que tanto el formador como el formado puedan decirse que esta experiencia debe prolongarse tanto en el tiempo como en el espacio. Cuando digo “en el espacio” me refiero a la posibilidad de usarla en objetos sociales distintos de los que habían sido considerados en la experiencia. Retomando el ejemplo anterior esto hubiera significado que esta persona pueda decirse que la experiencia que vivió le sirvió también para sus relaciones con sus subordinados y no solamente para las relaciones con las personas que estaban en el grupo. Esto implica que aun cuando la formación tiene lugar en un sitio cerrado, es absolutamente necesario que no esté localizada exclusivamente en ese lugar. Si la formación es larga deben hacerse experiencias en otros lugares, deben traerse esas experiencias y comentarlas en el lugar de la formación lo que permite un ida y vuelta entre lo externo y lo interno. Si esto no es posible porque la formación es relativamente breve debe ser posible que tanto el formador como los formados sientan que lo que sucede en el lugar cerrado es atravesado por el conjunto de la vida social y al mismo tiempo que la experiencia no se limite a la gente que está allí. En cierta medida la gente que está ahí puede ser considerada como muestra del conjunto de la especie humana. Aclaro: hay que considerarla como personas en sí respecto de ellas, pero al mismo tiempo como gente que expresa algo más importante que ella misma. En la formación se puede hacer la experiencia de lo que es especifico e individual estrictamente y al mismo tiempo de todo aquello que es de orden universal. 101
En la formación si yo hablo con alguien siempre tengo que considerar a esta persona en su especificidad irreductible y al mismo tiempo como alguien que tiene los mismos derechos y posibilidades que cualquier otro ser humano. A eso me refiero cuando digo que la formación no tiene que ser sentida como teniendo lugar en un lugar cerrado y determinado. Si sucede así todo el mundo queda muy contento porque esto funciona haciendo abstracción del resto del mundo mientras que la formación, en realidad, debe permitirnos entrar en el mundo real. Esto implica también que la formación no puede tener lugar solamente a través de la palabra, evidentemente la palabra es el elemento esencial, pero esta palabra siempre viene acompañada de gestos, sonrisas, movimientos corporales... Dado que la forma de situar el cuerpo y moverlo tiene un significado respecto de la forma en que se sienten las cosas profundamente, hay que ser todo lo sensible que se pueda tanto frente al lenguaje corporal como frente al lenguaje articulado. Ayer recordaba al sociólogo Elías, alemán, quien en uno de sus libros hace una excelente descripción del lenguaje corporal en algunos tipos de sociedad. Demuestra como la forma en que se sonríe, la forma en que la gente se toca, la manera de caminar, de entrar en una sala, expresa cosas a menudo en forma inconsciente para la gente que lo hace pero que, al mismo tiempo, puede tener un significado interesante. Simultáneamente diría que este tipo de lenguaje corporal puede tener efectos de conformidad o transgresión respecto de la institución. Para dar un ejemplo sencillo, todos seguramente saben que los franceses son muy reservados, no son muy cordiales, que a veces son un poco despectivos porque siempre tienen la impresión de ser parte de una vieja nación y les gusta mucho que se respeten las jerarquías. Yo no sé si soy un buen o un mal francés, pero sé por ejemplo que cuando llegué a la última universidad en la que estoy empecé a sorprender a todos, espontáneamente, no porque me lo hubiese propuesto sino porque soy un francés nacido muy lejos de Francia –por ser nacido en África y de un lejano origen español, no soy exactamente como los demás-. Cuando llegué saludé a todo el mundo dije “buenos días”, empecé a besar a las secretarias y a todas mis colegas mujeres y después a mis colegas hombres y fue una especie de revolución. Ahora en mi departamento todo el mundo se besa. Yo no tenía una voluntad de transgresión, era simplemente el deseo de expresarme como soy, de no comunicarme solamente a través de la palabra estricta y formal como se acostumbra y también era una manera de decir que no creía demasiado en las jerarquías. Siempre cito una vieja frase de Montaigne: “por más alto que estén los reyes siempre están sentados sobre su culo”, es decir que siempre hay algo igualitario en el ser humano. Como pueden ver una actitud puede ser tanto o más importante que una palabra que pudiese haber dicho, por ejemplo: me gusta tener relaciones cordiales o no me gustan las jerarquías. De alguna manera mis gestos eran más expresivos que mis palabras. Se podrían dar muchos otros ejemplos, pero es más fácil dar ejemplos personales porque uno los conoce bien. Lo que sucede en la formación es que también se da otra forma de hablar y de comportarse. Agrego un último punto. Si digo que hay que tomar en cuenta la institución, que no estamos en un lugar cerrado y hay que considerar la dimensión temporal esto también quiere decir que la política, en el sentido amplio de la palabra, está presente en todo problema de formación. Cuando digo la política también digo la forma en que cada uno vive su relación con los demás y pone en acción una cierta concepción de los roles sociales. Todos conocen al antiguo psicoanalista que ha evolucionado mucho, Wiliam Reich, -no soy reichiano porque creo que insistió demasiado respecto de la espontaneidad y demás-, pero creo que dijo algo muy cierto y es que las transformaciones de la sociedad no necesariamente sucedían en momentos de grandes revoluciones sino en lo que él llamaba la revolución cotidiana, es decir, la posibilidad en la vida cotidiana de comportarse de otra forma con la gente con la que uno está en contacto. Reich decía: “si la gente quiere volverse más democrática primero tiene que aprender a ser democráticos en su familia, con su esposa, con sus hijos, en su lugar de 102
trabajo si ocupan un lugar de poder”. Por esto lo más importante, lo esencial, no es lo que la gente dice sino lo que hace en concreto para cambiar las cosas y esto me parece tanto más importante cuanto que yo he visto con demasiada frecuencia en mi vida gente que tenía un discurso extremadamente revolucionario y que en la vida cotidiana se comportaban como buenos burgueses y eran muy conservadores, para no decir inclusive completamente reaccionarios. Todos tenemos experiencias de ese tipo, por ejemplo los políticos en su estilo siempre dicen “vamos a hacer cosas juntos”, pero hacen lo que piensan ellos. En mi vida solo conocí a un político que fue coherente, no sé si lo conocen, fue primer ministro en Francia, Michel Rocard, primer ministro de Miterrand durante tres años. Mientras estaba en el poder Rocard mantuvo el mismo tipo de vínculo y de relación que tenía con la gente cuando no estaba en el poder y trató en todo lo posible de tomar decisiones en forma colegiada y democrática. Es el único político que conozco desde hace mucho tiempo –nos conocemos desde los 20 años- con el que seguí siendo amigo, con el que íbamos a tomar whisky aun cuando era primer ministro. Los demás, cuando se volvieron ministros, ya no sabían quién era Enriquez. Una experiencia entre muchas. En Francia es más o menos lo mismo que en otras parte. Para cerrar este punto. Esto no quiere decir que no puedan existir transformaciones políticas fundamentales que se desarrollen de otro modo, pero no se trata de esperar que se produzcan, también se trata, en la vida cotidiana, en el lugar que nos toca ocupar todos los días tratar en la medida de lo posible de hacer cambiar algunas cosas.
3. Algunas Condiciones De La Formación La intimidad y la necesidad de una alianza positiva ( o acerca de una relación de formación "suficientemente buena")
Quisiera ahora tratar otra serie de problemas, lo que luego me va a permitir volver sobre algunos de estos puntos. Para que el formador pueda efectivamente desempeñar su papel tiene que lograr un cierto grado de intimidad con sus alumnos, no quiero decir que deba conocer su vida personal ni que tenga que desempeñar un rol paternal respecto de ellos, pues esto resultaría contradictorio con la idea de formación. Cuando digo “intimidad” quiero decir el deseo de conocer a los alumnos en su especificidad, no para influenciarlos sino para tratar de entender sus angustias, sus problemas de identidad, sus incertidumbres respecto de sí mismos... Por ejemplo ustedes saben que algunos autores dicen que todos tenemos un cierto grado de odio inconsciente hacia nosotros mismos; al mismo tiempo también se tiene un cierto grado de narcisismo y satisfacción por uno mismo. También entender que puedan tener ganas de desprenderse de esta figura del formador y matar en el, simbólicamente a su padre. Quiero hacer una aclaración. Los formados siempre se acercan en una situación muy ambigua: tienen el deseo de formarse y al mismo tiempo tienen deseo de que lo que se les diga confirme, afirme y afiance sus certezas, porque a nadie le gusta que sus propias certezas sean puestas en tela de juicio. Lo sabemos muy bien en el caso de la terapia. Los psicoanalistas saben muy bien que a veces la gente viene y manifiesta el deseo de realizar un verdadero análisis, que quiere curarse de sus síntomas y que durante la cura analítica va a expresar resistencias al análisis, va a vivir experiencias de transferencia negativa, reacciones terapéuticas negativas. No solamente no escuchar lo que dice el psicoanalista sino pensar que todo lo que dice es completamente tonto, no tiene nada que ver, que todo lo que dice demuestra su incapacidad... Todos sabemos que hay grandes resistencias y el trabajo va a consistir en ver estas resistencias. En el caso de la formación esto no tiene la misma fuerza, pero a pesar de todo cuando alguien 103
acude a la formación no está tan seguro de querer querer formarse, porque entrar en un proceso de cambio siempre engendra un cierto grado de angustia y despierta emociones y pulsiones muy fuertes en el individuo que tal vez no tenga ganas de vivir. El formador tiene que tener en cuenta estas resistencias normales en la situación de formación y tratar si lo logra de ir superando estas resistencias en forma progresiva. El reaccionar bruscamente cuando ve surgir una resistencia es rechazar a la persona e impide el mínimo de vínculo, de relación positiva necesario para que pueda tener lugar el proceso de formación. Voy a volver sobre este punto de las relaciones positivas. He escrito varias cosas respeto a la necesidad de la alianza positiva. La alianza positiva no implica que no debe haber conflictos entre el formador y el formado, que no puede haber tensiones entre unos y otros ya que, como acabamos de verlo, siempre existen resistencias, pero quiere decir que siempre hay un mínimo de confianza reciproca para que el formador pueda ser el garante de la experiencia. Esto implica algo naturalmente difícil pues se basa en una coincidencia entre los valores a los que se refiere el formador y los valores del formado. Por ejemplo en cierto momento de mi vida me tuve que ocupar de la formación de los militares que estaban desmovilizados, era gente que había ocupado puestos importantes: corones, generales, etc., y como ya no se necesitaba en Francia un ejercito tan importante había mucha mucha gente de alto rango rango que fue fue puesta en situación situación de retiro anticipada. No necesariamente era gente muy mala, a veces hay coroneles y generales aceptables. Aunque no me gusten demasiado los militares, tengo que reconocer que era gente correcta. Su problema era tratar de reconvertirse para poder entrar a la vida civil y dejar de lado sus costumbres de ser jefes. Hubo una enorme dificultad entre ellos y yo porque sin querer llevarlos a un lugar determinado, como deducíamos anteriormente, no obstante yo tenía la idea de que podían evolucionar progresivamente pero ellos no lo creían así. Como tenían la costumbre de mandar también querían que fuera yo quien mandase y como no estaban más en situación de mando se ponían en situación de obediencia y me decían “díganos exactamente lo que tenemos que hacer” e incluso “lo que tenemos que ser” para poder adaptarnos a la vida civil. “Usted es el jefe”. Y para llegar a hacerles entender que no estaba en una estructura militar, que no era el general de los generales, fue muy largo y difícil porque cuando por ejemplo los hacía trabajar sobre su concepción del mundo, decían: “de todas formas nuestra concepción ahora ya no tiene más importancia, estamos listos para aceptar sus concepciones”. Fue una formación muy larga, muy difícil, con muchísimas resistencias, algunos no pudieron soportarlo, muchos dejaron diciendo “no es posible que usted no nos diga lo que tenemos que hacer en la vida”. Hice todos los esfuerzos posibles pero con esa gente no lo logré, por suerte hubo muchos que se quedaron... Quiero decir que en realidad nuestras concepciones, unos respecto de los otros, eran muy distintas, no al punto de ser adversarios como decía cuando me refería a la gente de extrema derecha, pero se trataba de gente que por su formación tenía una concepción de la vida extremadamente simplificada. Por un lado estaban, según ellos, quienes tenían derecho a dar ordenes y los otros que tenían la obligación de obedecer y como no tenían más derecho a dar ordenes pensaban que tenían el deber de obedecer. En este tipo de casos es muy difícil lograr lograr esta alianza alianza positiva positiva y diría que también, también, como sucede sucede en la terapia, terapia, hay pacientes, hay clientes, que el terapeuta no puede tomar en análisis porque la estructura psíquica de uno y del otro están demasiado lejanas. En este caso es mejor que el paciente vaya a ver a otro psicoanalista que tiene posibilidades seguramente de entenderlo mejor. Por ejemplo conozco psicoanalistas que no soportan en absoluto a los paranoicos, de todas maneras los paranoicos son muy difíciles de psicoanalizar; están los que prefieren tener pacientes psicóticos, otros tienen miedo de los psicóticos... creo que hay que tener muy presente que es un problema esencial. Hay que ser absolutamente consciente de que no se pueden establecer relaciones positivas con todos 104
así como no se puede querer a todo el mundo. Se puede aceptar la existencia de todos y es el principio básico de la democracia, pero no es por el hecho de que se le reconozca a todos el derecho a existir se puede llegar a lograr algo positivo con ellos. Hay que tratar de lograr definir un cierto grado de armonía entre el formador y el formado, armonía que por supuesto puede comprender ciertos momentos de conflicto y resistencia. Voy a agregar algo más. Si existe la posibilidad de definir este elemento de armonía es necesario que el formador pueda reconocer en los demás lo que podríamos llamar las relaciones de afiliación y reconocimiento. Todos necesitamos ser reconocidos en nuestra existencia por los demás. Todos tenemos la necesidad de sentirnos ligados con los demás miembros del grupo. Por eso no hay que hacer nada que pueda dejar de lado a ciertos integrantes del grupo. Voy a dar un ejemplo. Un día un colega mío en un grupo de formación decidió mostrar el funcionamiento del test sociométrico Moreno -pregunta sobre todo a la persona con quién quiere salir, trabajar, etc., y por el contrario con quién no se tiene ganas de trabajar, salir, salir, etc.- y en la experiencia experiencia que hace da así. Algunas Algunas gentes se eligen como clanes, pero en el grupo que estaba compuesto de 12 personas hubo alguien no elegido por nadie e incluso rechazado por algunos. Naturalmente esto le produjo problemas terribles a esta persona porque se sintió totalmente rechazada por el grupo, pero esto también planteaba problemas al grupo porque la gente no tenía el deseo de rechazar a esta persona, simplemente era alguien que no se tenía ganas de elegir. El formador trató de compensar el resultado de la experiencia siendo excesivamente amable con esta persona, invitándola a cenar, hasta el momento en que esta persona sintió que era casi demasiado y no quería este cariño impuesto. Finalmente la conclusión de todo esto es que el grupo en su conjunto reaccionó violentamente contra el formador diciendo: “usted nos puso en una situación imposible” y pidieron cambio de formador. Es un ejemplo un poco extremo, pero es interesante de ver porque la percepción que tenía el formador del grupo era que no había nadie que fuese a ser rechazado verdaderamente, esto quiere decir que el resultado de la experiencia lo sorprendió a él mismo. Se puso a hacer de aprendiz aprendiz de brujo porque estaba muy muy seguro de sí mismo. Esto también significa algo muy simple y es que el formador tiene que ser modesto en su intuición. Otro punto sobre el que quisiera insistir respecto del trabajo de formación es la necesidad de tomar en cuenta la diversidad de las personas , no solamente la diversidad individual, como decía recién, que es normal ya que hay que respetar la especificidad de cada uno, sino también la diversidad cultural en a que pueden estar inmersos los formados, porque según las regiones de las que provengan los formados o según los orígenes de éstos puede haber variantes en la comprensión y también formas distintas de entender las cosas. Voy a dar un ejemplo que a lo mejor no es absolutamente aplicable a ustedes, pero no por eso deja de ser interesante. Tenía un grupo de formación en África del Norte, Marruecos, formado por franceses y marroquíes. En algunas ocasiones veía que los marroquíes desaparecían desaparecían –es un un ejemplo de hace 25 años- y en el momento no entendía, tenía la impresión de que algunos marroquíes no tenían ningún interés en lo que yo hacía, hasta que me di cuenta que se iban todos a la hora del rezo y que se iban a rezar y volvían cinco minutos después. Por suerte no dije: “ustedes no están interesados en el trabajo” porque estaban interesados, pero como eran los comienzos de la vuelta al Islam del país, incluso hasta los intelectuales marroquíes iban a rezar. Hay un problema importante necesario de plantear que es el del multiculturalismo. Hay un muy buen libro de un canadiense, Taylor, así llamado: “Multiculturalismo”. Taylor muestra allí que si no se tienen en cuenta las diferencias culturales se habla solamente para la gente que tiene nuestro mismo tipo de cultura y dan la impresión de entender más rápido. De esta forma se refuerzan las desigualdades
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sociales y se encierra a la gente en su propia cultura, que está estigmatizada como si no fuese importante. No sé cómo se plantea aquí este problema. P.- Aquí se plantea también el multiculturalismo con los sectores marginados, excluidos. Enriquèz.- Es cierto porque no tienen el mismo tipo de reacción, a menudo no tienen el mismo tipo de lenguaje y a veces se sienten profundamente despreciados si no se trata de buscar la manera de establecer un vínculo con ellos. Un último punto al que quisiera referirme: en la formación hay que tratar de favorecer las relaciones grupales . Hay que generar debates de forma tal de que la gente pueda discutir y debatir temas que le interesen realmente, tratando de mostrar porqué razón la gente percibe el problema de una forma o de otra. No censurar la forma en que algunas personas plantean el problema respecto a como lo plantean otros, sino, al contrario, tratar de explicar por qué en función de la situación en la que se encuentra cada uno la gente sólo puede percibir el problema de un modo. Por ejemplo trabajé en algún momento con un grupo de gente de raza negra en Canadá y para ellos el racismo era solamente el racismo contra los negros, es decir tenían una cierta tendencia a pensar que todos los blancos estaban juntos y no percibían la posibilidad de que existiese el racismo anti-judio, anti-arabe, etcétera. Hubo que trabajar con ellos para hacerles ver que su reacción de alguna forma expresaba sus sentimientos de estar siempre en un lugar de inferioridad pero que su situación en realidad era específica y otra gente también podía vivir situaciones de inferiorización y estigmatización. Creo que la posibilidad para cada uno de darse cuenta de porqué piensa de cierta forma le permite adoptar progresivamente otros modos de pensar, dejar de lado, superar, varios de sus prejuicios y a menudo poder desarrollar otro tipo de lenguaje y otra forma f orma de situarse en el mundo. No siempre es posible, naturalmente, pero con esto quiero decir que el trabajo de formación también es un trabajo de descentración. El formador no debe estar siempre englobado en su cultura o en la propia forma de ver las cosas. Debe abrirse hacia el exterior, hacia otra cosa. El hecho de poder reflexionar dándose cuenta de las razones por las cuales hay otros que piensan distinto y que a su vez ellos puedan, progresivamente, empezar a pensar de otra manera. Para ser aún más explícito. Podríamos decir que el individuo es un verdadero ciudadano en la medida en que no es alguien que está absolutamente englobado y anclado en su cultura, en su historia, en su grupo de pertenencia, es decir que puede hablar y funcionar en forma más amplia. El filosofo francés Levinas dice: “cuando el hombre está anclado en su cultura, en su región, en su raza, es cuando más posibilidades tiene de ser un individuo con ideas reaccionarias”, esto no quiere decir que tengamos que renegar de nuestra cultura o de las propias formas de pensar, pero es muy distinto ser alguien que no puede concebir la idea de pensar de otra forma. Levinas daba el ejemplo del hombre anclado, en el caso del sistema nazi, donde la gente solamente se definía en función de su sangre, de la raza y la cultura y pensaban que la sangre alemana era la mejor, que la raza aria era una raza superior y que la cultura alemana era la única que debía prevalecer. Mientras más anclados permanezcan los individuos a algo, más posibilidades tienen de asumir comportamientos de tipo fascista o totalitario. Podríamos oponer de alguna alguna forma a este ser anclado el ser abierto, es decir decir aquel que se concibe como pudiendo ser un ser histórico. Era el filosofo alemán Walter Benjamin quien tenía esta hermosa frase: “cualquier individuo es un ser histórico”, es decir, alguien que desempeña un papel en la historia aun cuando este papel sea modesto. No solamente los grandes hombres o mujeres son quienes hacen la historia, es el conjunto de los individuos quienes hacen la historia en la vida cotidiana y la hacen tanto mejor si no repiten lo que aprendieron desde el comienzo sino en la medida en que se abren a la novedad, al encuentro con los demás y por lo tanto tienen la capacidad de transformarse y también de transformar a los demás. 106
Lamento que por ser esta una formación muy corta, no tener la posibilidad de hacer grandes debates y diría que sería bueno que traten cuando ustedes hagan formación de no hacer exactamente lo que estamos haciendo acá, porque en este caso estamos más en el ámbito de la transmisión de conocimiento que en el de un verdadero proceso de cambio, no obstante esto espero que produzca algunos efectos.
4. El Proceso De La Formación Sus rasgos
Ahora me gustaría retomar en forma sistemática algo de lo que dije y también agregar otras cosas. En la concepción de la formación tal como la desarrollo diría que hay una primera idea fundamental de la que ya hablamos pero que retomo muy rápidamente, es: no se trata de una formación puramente racional participar en ella los elementos y procesos inconscientes y los procesos políticos. Una segunda idea que también me parece importante: el cambio se hace directamente a través de la relación instituid a, podríamos decir que el cambio se hace en y a través de la relación. No se trata de un cambio operativo, tecnológico, sino de un cambio que tiene lugar directamente en el encuentro con los demás. Dicho de otro modo, el cambio no es algo que se ve solamente al final del proceso. Tanto el formador como los formandos -naturalmente no en el mismo nivel porque lo esencial es la formación de los formandos o los que están en formaciónviven una experiencia de formación . No se trata solamente de la idea de “voy a cambiar a los demás permaneciendo yo igual”. Si invito a los demás a entrar a una experiencia es una experiencia que tengo que tratar de compartir tanto como pueda. P.- Antes habló de la situación ambigua de los formadores, ¿no podríamos pensar en este punto en la situación ambigua que se plantea al formador que pretende reflexionar y a la vez no quiere mover sus certezas? Enríquez.- Totalmente de acuerdo. Lo que dije para los formados también vale para el formador. El formador aun cuando diga que está listo para entrar en la experiencia, también experimenta resistencias para entrar en la medida en que él mismo tiene hábitos y tiene adquiridas sino certezas por lo menos ciertas maneras y puede llegar a ser muy reticente para querer evolucionar él mismo. Un formador debe saber esto y poder interrogarse sobre sus propias resistencias mientras que el formado se supone que no puede saber al principio que va a tener resistencias y debe descubrirlas poco a poco. Dicho de otro modo, el formado descubre sus resistencias en el proceso mismo. El formador las descubre antes del proceso y también durante el proceso, en los dos casos. Estoy de acuerdo con usted en la ambigüedad, pero es una ambigüedad de la cual el formador debería ser consciente desde el principio y debería poder seguir trabajando, de la misma forma que se dice que un psicoanalista sigue su propio psicoanálisis hasta el final de su vida con sus distintos pacientes y esto no le impide tener deseos de seguir su propio psicoanálisis. P.- Estamos de acuerdo en lo que dice, pero a lo mejor en los países de América Latina y en Argentina, es más difícil y complejo porque no todos somos ciudadanos, porque no hay instrucción, no es solo el multiculturalismo sino la exclusión de grandes sectores y eso se encuentra en los procesos de formación, en donde los formandos ponen en cuestión permanentemente los valores del formador y al formador también. Le doy un ejemplo. Estoy capacitando a profesionales que quieren ser docentes, por ejemplo pasan de arquitectos a docentes al no tener trabajo en su profesión, entonces son profesores en los lugares más pobres, más difíciles y de mayor exclusión, parte de los alumnos del grupo les plantean temas que no son del formador y cuentan los problemas que tienen con sus estudiantes que los hostigan: “¿cuánto ganás la hora?”, 107
“te compro el auto”, los incitan con palabras obscenas sobre temas sexuales. Les dicen: “no queremos estudiar”, fuman marihuana, y entonces mi alumno me plantea: “¿cómo formo?, ¿cómo enseño?”. Él les preguntó: por qué vienen a la escuela si no les interesa. “Porque nos manda el club”. Juegan en Nueva Chicago y el jefe del Club los manda porque tienen que tener el colegio terminado. Este profesor al final logró jugar un partido de fútbol el sábado con este grupo porque a él también le hubiera gustado jugar al fútbol y logró un mínimo de manejo, de consenso. Hay que buscar formas difíciles, interactuar con estas historias que no sabemos, que no están en los libros. Enríquez.- Es un problema enorme, es un problema que se conoce en todas partes. Es posible que en América latina haya más desigualdades, pero en Francia también conocemos este problema con los inmigrantes, la gente que viene de África y gente que se pregunta por qué tiene que aprender algo y dice que no sirve para nada aprender... Diría que estamos frente a dos problemas distintos. Hay un problema sobre el que efectivamente no pueden hacer demasiado, el problema político general y el problema social en general salvo lo que ustedes puedan hacer como ciudadanos en la vida cotidiana, pero en este caso estamos frente a condicionamientos políticos y sociales que los afectan tanto a ellos como a ustedes haciendo muy difícil la relación. Voy a dar un ejemplo breve. Conozco a muchos arabes, musulmanes, que trataron aprender y pasar exámenes y que esperaban de este modo integrarse bien en la sociedad francesa y cada vez que buscan trabajo por tener un un apellido árabe no encuentran trabajo o encuentran un trabajo sumamente desvalorizado y se plantean por qué invirtieron en estos estudios si la sociedad dominante los sigue rechazando. De ahí a menudo la expresión siguiente: “tenemos odio”. Lo segundo sería aquello sobre lo que podemos algo, pero siempre sabiendo que es muy difícil. Por un lado ser lo más sincero posible con ellos, hacer todo lo posible para hablar el lenguaje de ellos siempre haciéndoles notar que existen otros y también demostrándoles que nos interesamos en ellos en tanto ellos existen como existen y en la forma en que existen. En el ejemplo que dio usted me parece que este procedimiento del formador de ir a jugar al fútbol fue muy adecuado. Trabajé con varios equipos en los suburbios de París y en los suburbios de Marsella donde hay muchos inmigrantes y una de las cosas que funcionó bastante bien es haberse interesado con ellos en todas las capacidades corporales respecto del baile, en sus intereses artísticos... Por ejemplo mi amigo Lapassade hizo un curso con toda esta gente que hace grafitis para enseñarles a hacer buenos grafitis diciéndoles: por qué van a hacer estos grafitis que no son lindos cuando a lo mejor podrían aprender a hacer lindos grafitis y logró que la municipalidad de una pequeña ciudad les dejara tener grandes paredes donde pudieron hacer frescos murales a través de los que pudieron expresarse y divertirse. Otra forma, de la que mi esposa se ocupó mucho en las favelas de Río (mi esposa es brasileña), es enseñarles a hacer poesía y música, rap, incluso a veces rap violentos, pero donde la gente puede expresar algo de su personalidad. Otra cosa más es mostrarles que lo que ellos viven y lo que son es interesante haciendo concursos de fotografía o video, para contar su historia. O porque se trata de gente que sabe actuar muy bien, hacerlos escribir en grupo una especie de obra de teatro y hacer que la actúen tratando que tengan un público que pueda entenderlos, tratando de utilizar algunas de las técnicas que perfeccionó y desarrolló Augusto Boal, quien inventó en Brasil el “Teatro del oprimido”. Se usa mucho también en Francia. Con todo esto existe una pequeña posibilidad de interesarlos en otra cosa, pero a menudo no es fácil y hay que aceptar en una cierta cantidad de casos el fracaso, porque hay casos en que la determinación, el condicionamiento socioeconómico y social es tan fuerte que a pesar de todos los esfuerzos la gente le dice a uno: “esto ya me sucedió. Vos en todo caso no sos demasiado antipático, pero no podés cambiar nada de nuestra situación y en estas condiciones, aun cuando no te tengamos odio, no te necesitamos”. Hay que aceptar que hay casos en los cuales se fracasa. Por eso decía que el formador debe tener modestia. 108
Me asombró mucho el ejemplo que Ud. daba porque confirma la frecuencia con que se envía a la gente que está menos calificada como formador a los lugares más difíciles. Es una manera de rechazar de algún modo a todos. P.- Pensaba que por ahí lo que a esta persona le faltaría es el deseo del deseo del otro. Enriquèz.- Sí. Hay ciertas situaciones en que la gente ya no tiene deseos o son presas de un deseo de destrucción o autodestrucción y para hacerlos acceder a la idea de tener un deseo propio hacen falta años. .Respecto a lo que decíamos hay un tercer puntoimportante que tiene que ver con esto. Tener en cuenta la historia individual y colectiva de los formados, de todos sus hábitos y no trabajar con ellos como si fueran exactamente como nosotros. No lo voy a desarrollar más, pero la conversación que teníamos recién iba en este sentido. Un cuarto punto es el de referirse a teorías exigentes , me refiero a las que no buscan simplificar el comportamiento humano como las teorías de Rogers de las que hablamos ayer. Teorías exigentes por un lado quiere decir teorías que tengan en cuenta el comportamiento llamado racional del hombre, el comportamiento afectivo y sentimental de las personas, conscientes o inconscientes, teorías que tengan en cuenta al mismo tiempo, las referencias económicas y sociopolíticas. Esto implica que como no hay una teoría que englobe al conjunto de estos aspectos hay que tratar de encontrar entre las teorías existentes las que pueden permitir comprender mejor la complejidad de los individuos en formación. No quiero definir qué teoría. Yo utilizo particularmente la teoría analítica, la teoría marxista y otras referencias por ejemplo Foucault u otros autores. Lo que quiero decir es que, como dice Foucault, cada uno tiene que armar, componer, su propia teoría, pero la única exigencia que tengo es que la gente no se conforme con nociones simples. Por ejemplo hay gente que se refiere más a la teoría de a complejidad de Edgard Morin, de la auto-organización. Lo que me parece importante es tener un esquema de pensamiento que sea relativamente sólido y la posibilidad de reflexionar sobre las condiciones de producción de lo que se piensa y dice. P.- Es un poco ambicioso... Enriquèz.- Por supuesto es ambicioso y no siempre se lo logra, pero sabemos muy bien, como se vió en el ejemplo de recién, la perspectiva de cambio siempre es una prueba y no solamente un placer. Efectivamente estamos frente a individuos complejos, es a través de la percepción de su propio lenguaje como podemos adaptar el nuestro y efectivamente hay posibilidades de evolución solo si estas personas logran elaborar su propia experiencia. Sus Propósitos Fundantes
Esto nos lleva ¿a qué? Nos lleva a propósitos fundantes de la formación. Por una parte ayudar a la gente a interrogarse y tratar de entender mejor su propia identidad, poder ver una cierta cantidad de conflictos o tensiones que los animan. Por otra llevarlos a reflexionar sobre lo que les sucede frente a la violencia social para que puedan, efectivamente ver sus carencias, sus dificultades para hacer con ellas algo . Para poder modificar su relación con la situación y su situación misma En definitiva, qué es aquello a lo que se trata de llegar? Se trata de lograr que las pulsiones de vida en la gente puedan dominar sobre las pulsiones de muerte y también, diría yo, hacer entender a los sujetos frente a quienes estamos que si quieren ser sujetos completos tienen que poder vivir como sujetos históricos, sujetos con derechos civiles, siendo sujetos psíquicos y siendo sujetos morales. Retomo estos distintos puntos. Al hablar de vivir como sujeto histórico me refiero al resultado de tomar conciencia de que se puede, a pesar de las dificultades que 109
hemos visto, convertirse en ciudadano, que se trata también de expresar los derechos políticos que se pueden llegar a tener y se trata de influenciar el desarrollo social. El segundo punto: tener derechos civiles. Es sentirse un sujeto que en la vida cotidiana tiene libertad de pensamiento, libertad de escribir, de publicar, libertad de asociarse, manifestarse, etcétera y sobre todo el hecho de poder, ante los tribunales, reclamar un trato igualitario con los demás. Lo que estoy diciendo es mucho más ideal que real, no es forzoso que los tribunales traten a todo el mundo igual, se trata de defender los derechos que a veces penosamente se han adquirido. El tercer punto: los sujetos psíquicos. Reconocer que tenemos la posibilidad de tener un pensamiento, de tener el placer del pensamiento y vivir procesos afectivos que constituyen el conjunto de nuestra personalidad. El cuarto punto: sujetos morales. Es un punto que se ha desarrollado particularmente en los últimos años. La idea que todos tienen derecho al respeto, a la consideración, a la dignidad y que en la legislación de algunos países estos sentimientos de respeto terminan siendo inscriptos en la ley. Para tomar un ejemplo un poco extraño y divertido, pero verídico. En París existía en las discotecas una diversión muy curiosa, había enanos y los adultos los tiraban de un lado para otro. Se llamaba “lanzamiento de enanos”. Naturalmente hubo una prohibición justamente basándose en la idea de que esto desconocía la dignidad del ser humano y que no era porque alguien fuera más bajo que se lo podía transformar en juguete. Este ejemplo extremo muestra que en los países llamados civilizados también se hacen cosas raras. Para expresar la idea de que espero que cada vez más en los próximos años la dignidad y la consideración de todos los seres humanos pueda ser defendida incluso legalmente. Y esto es válido para todas partes. Al fin de cuentas si tuviera que decir cuál es el objetivo final de la formación diría que es el de ayudar a la gente a convertirse en sujeto autónomo. Opongo aquí la autonomía a la heteronomía. Hablo de heteronomía cuando la vida que llevamos la deciden otros, cuando las leyes que nos rigen vienen de un cierto grupo de personas claramente definido. No se puede suprimir la heteronomía porque nacemos en un mundo determinado donde ya hay leyes, reglas, instituciones que tratan de formarnos como seres heteronomos. Siempre vamos a ser en parte seres heteronomos, pero es también al reflexionar sobre este fenómeno cuando podemos acceder a una parte de autonomía. Lamentablemente la autonomía total es un sueño, pero podemos aumentar nuestro margen de autonomía, es decir nuestra capacidad de intervenir en la vida social teniendo un cierto grado de influencia y por lo tanto teniendo un cierto peso en el porvenir de la sociedad en la que estamos. Si tratamos de observar la forma en que cada uno se define respecto de la causalidad podríamos decir que hay tres grandes formas de referencia. La primera es ponerse al margen de la causalidad y decir: “lo que sucede no es mi culpa, es culpa de otra cosa”. Una segunda forma es el pensamiento determinista que consiste en decir: “es a causa de esto que tal cosa sucedió”. Habría una tercera forma que podría ser enunciada así: “yo soy la causa de lo que está sucediendo”, naturalmente esto puede implicar una dosis de megalomanía, pero también puede existir sin ella. Puede simplemente referir a la intención de ser en la mayor medida posible el autor de los propios actos y la capacidad para visualizar sus consecuencias. Creo que los seres que tratan de llegar a la autonomía son gente que es más capaz de decir “soy la causa de algo”, asumir sus responsabilidades y tener efectivamente convicciones profundas. Mi impresión es que al fin de cuentas el objetivo de la formación podría ser, más allá de todo lo que acabamos de decir, formar gente que tenga convicciones profundas y que no cambie de idea como cambia el viento. Seres que tengan sentido de la responsabilidad respecto de las consecuencias de sus propios actos, ya sean consecuencias respecto de sí mismos, ya sean consecuencias del impacto de sus actos en la vida cotidiana de todos los demás. Si se logra esto podríamos decir que el contrato de formación ha sido cumplido en gran medida. Por supuesto nunca se llega exactamente a 110
esto que acabo de decir, pero después de todo un formador es alguien que desea engendrar gente que a su vez sea capaz de engendrar proyectos sin megalomanía, con modestia , pero con el deseo de hacer y transformar. P .- Me pareció muy sorprendente esta idea del sujeto completo, sobre todo pensando a partir de Freud en la necesidad de considerar al sujeto como necesariamente fragmentado. Le quería preguntar algo que a mi me parece como una dificultad grande: en una institución donde lo normal es la enseñanza, instituir un proceso de formación puede estar muy limitado por la institución y entonces ese medio que es la institución altera profundamente el mensaje de formación. Enriquez.- No hay contradicción respecto de Freud. Para mi el sujeto completo es el sujeto que también admite la división en su propio ser, que acepta que tiene aspectos totalmente fragmentados, que tiene carencias, huecos y que además es, como dice Winnicott, como un rompecabezas en el que las distintas partes no encajan demasiado bien. Como lo dice muy bien un gran psicoanalista francés no muy conocido: “Se dá cuando alguien no tiene miedo en sí mismo de este aspecto fragmentado, dividido, cuando no teme estar en situaciones de conflicto, sentir las dificultades que se plantean entre pulsión de vida y pulsión de muerte, sentir los diferentes conflictos que puede haber entre los distintos aspectos de su personalidad Cuando alguien no tiene temor de todo esto es cuando puede ser más completamente sí mismo, sabiendo que decir completamente no quiere decir que esté terminado, sabiendo que el proceso de cambio es un proceso infinito, en un momento dado siente el placer de ser sí mismo, poder hacer algo, tener una cierta influencia social sin magalomanía ya que sabe que todo lo que hace tiene sus límites”. En cuanto a la segunda parte de su pregunta: la institución siempre tiene una determinada visión de la formación que puede tener lugar en ella, puede limitarla de diversos modos y por eso antes decía que el formador tiene que ser lo más claro posible en su relación con la institución para conocer sus márgenes de libertad y sus limitaciones. Me parece evidente que la formación ideal, entre comillas, no sucede nunca, que cada institución permite más o menos este trabajo de autonomía de las personas, que la persona pueda saber amar y trabajar, como decía anteriormente, y que hay instituciones que son más agradables y más formadoras que otras. Por otra parte como solo se puede hacer formación en las instituciones hay que tratar de lograr que las instituciones en las que estamos sean las más vivibles y más abiertas posibles, sin tener la ilusión de que la institución en la que estamos es la mejor institución posible porque esto es solo una ilusión. Creo que eso es todo. L.F.- Quiero hablar del Profesor a los alumnos de la Maestría en Formación de Formadores. El profesor Enríquez fue uno de los pensadores franceses que en la década del 60 acompañó a través de su producción escrita la formación de la gente de educación interesada en los enfoques psicosociales. Estoy segura que es el sentimiento de Marta, el mío y el de los profesores de esta carrera que están aquí presentes, la satisfacción de haber hecho posible que él esté personalmente con ustedes y hayan podido escuchar su palabra hablada. Nosotros, los profesores, agradecemos con emoción su presencia y descontamos que Uds. la valoran en su real importancia (aplausos).
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