EMPRESAS QUE PERDURAN
INTRODUCCIÓN
La empresa, es una entidad creada por el hombre y tiene el mismo ciclo vital del hombre. Es un organismo vivo, y como tal nace, madura y muere. Las empresas, por lo general, perduran más allá de la muerte de su fundador, tal vez más generaciones que un apellido. El libro “Empresas que perduran” hace mención a la gran importancia y sobre todo a la gran perspectiva que tienen las empresas visionarias que se encuentran en un rango alto de economía. Para esto, los autores del libro se dieron a la tarea de realizar investigaciones y hacer cotejos a empresas que han resistido el paso del tiempo, que ha durado por más de 100 años y que actualmente siguen teniendo un lugar de preferencia como Walt - Mart, Hewlett Packard, entre otras, con el fin de analizar a que se debe la permanencia de una y la disolución de otra. Las empresas en las cuales se basa la investigación son observadas desde las características distintivas que presentan, sus inicios, durante cada una de las etapas de desarrollo hasta el momento actual, realizando una comparación con otras empresas que tuvieron las mismas oportunidades al ser fundadas pero que no lograron posicionarse o mantenerse.
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CAPÍTULO 1: LO MEJOR DE LO MEJOR ¿Qué son las compañías visionarias? Es una organización, una institución que prosperan durante largos periodos de tiempo, a través de varios ciclos de vida y múltiples generaciones de líderes activos. Estas empresas han logrado lo que muchas otras con las mismas oportunidades no lograron, aunque esto no significa que estén exentas de errores, malas decisiones o malos comienzos; algunas aún se encuentran pasando contratiempos en este preciso momento. Aun a pesar de todo eso, estas empresas logran remar contra corriente logrando con esto un rendimiento excepcional a largo plazo.
12 MITOS SOBRE LAS EMPRESAS EXITOSAS DESBARATADOS
Mito1: Se necesita una gran idea para empezar una gran compañía Realidad Empezar una compañía con una “gran idea” podría ser una mala idea. Pocas compañías visionarias empezaron con grandes ideas. En realidad, muchas empezaron sin ninguna idea específica, y unas pocas hasta comenzaron como un total fracaso.
Mito 2: Las compañías visionarias necesitan grandes líderes visionarios y carismáticos Realidad Un líder carismático visionario no se necesita en absoluto para una compañía visionaria. Por el contrario, puede ser perjudicial para sus perspectivas a largo plazo.
Mito 3: Las compañías de mayor éxito existen principalmente y ante todo para maximizar utilidades. Realidad Estas persiguen un grupo de objetivos, de los cuales hacer dinero es sólo uno, y no necesariamente el principal. Buscan utilidades, sí, pero las guía igualmente una ideología básica – los valores básicos, el sentido de propósito más allá de sólo ganar dinero.
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Mito 4: Las compañías visionarias comparten un subconjunto común de valores básicos “correctos” Realidad No hay ningún conjunto “correcto” de valores básicos para ser una compañía visionaria. Los valores básicos de una compañía visionaria ni siquiera tienen que ser “ilustrados” o “humanitarios”, aún cuando con frecuencia lo son. La variable crucial no es el contenido de la ideología sino cuán profundamente la compañía cree en ella y cuán consecuentemente la vive, la respira y la expresa en todo lo que hace.
Mito 5: Lo único constante es el cambio Realidad Una compañía visionaria preserva casi religiosamente su ideología básica, y es muy raro que la cambie. Los valores básicos de la compañía constituyen un fundamento sólido como una roca, y no fluctúan al azar junto con las tendencias y las modas del día; en algunos casos han permanecido intactos durante más de cien años.
Mito 6: las mejores compañías son muy prudentes Realidad Las compañías visionarias pueden parecerles cautelosas y conservadoras a los de fuera, pero no temen comprometerse resueltamente con grandes metas audaces.
Mito 7: Las compañías visionarias son un magnífico lugar para trabajar, para todo el mundo. Realidad Sólo quienes “concuerdan” sumamente bien con la ideología básica y con las exigentes normas de una compañía visionaria encontrarán que ella es un gran lugar para trabajar.
Mito 8. Las compañías de gran éxito logran sus mayores aciertos en virtud de una planificación estratégica brillante y compleja. Realidad Las compañías visionarias logran algunos de sus mejores aciertos mediante experimentación, ensayos y errores, oportunismo y puro accidente.
Mito 9: Las compañías deben contratar por fuera presidentes a fin de estimular el cambio fundamental. Realidad La gerencia formada en casa es la regla en las compañías visionarias, mucho más que en las compañías de comparación.
Mito 10: Las compañías de mayor éxito se concentran principalmente en superar a la competencia. Realidad Las compañías visionarias se concentran principalmente en superarse a sí mismas.
Mito 11: No se puede oír misa y andar en la procesión Realidad Rechazan tener que elegir entre estabilidad o progreso; entre culturas como cultos o autonomía individual; entre gerentes formados en casa o cambio fundamental; entre prácticas conservadoras o grandes metas audaces; entre hacer dinero o vivir de acuerdo con valores y propósitos. Por el contrario, abrazan el “ingenio de la agregación” – el concepto paradójico que les permite perseguir A y B al mismo tiempo. 3
Mito 12. Las compañías se vuelven visionarias principalmente por hacer una “declaración de visión” Realidad Las compañías visionarias han llegado a la posición en que están no tanto porque hicieran declaraciones de visión (aún cuando sí las hicieron), ni por haber redactado algunas de las declaraciones de visión, valores, propósito, misión o aspiración que se han hecho populares en administración (aún cuando sí redactaron tales declaraciones con más frecuencia que las compañías de comparación, y muchos años antes de que se pusieran de moda).
CAPÍTULO 2: CONSTRUIR RELOJES, NO LA HORA Para tener una idea clara de que trata este capítulo es necesario definir el concepto “Construir relojes no dar la hora”. Si nosotros conociéramos a una persona que tuviera la habilidad y la capacidad de decirnos con exactitud la hora y el tiempo en el que estamos con tan solo ver las estrellas o el sol, una persona que tuviera la capacidad de decir “hoy es viernes 15 de noviembre de 1402” nos admiraríamos por tan rara y asombrosa habilidad, pero sería mucho si esa persona fuese capaz de construir un reloj que fuese capaz de indicarnos la hora en cualquier momento, porque si la persona muere moriría junto con su gran habilidad, pero si esa persona hubiese construido un reloj seguiría siendo recordado. Se menciona 2 mitos muy interesantes para la creación de una empresa, (El mito de la gran idea y el mito del gran líder carismático). Algunos de los ejecutivos más importantes de la historia de las compañías visionarias no tenían las características necesarias del arquetipo de líder carismático, visionario y de gran relieve. Un estilo carismático y de gran relieve evidentemente no es indispensable para crear una compañía visionaria. Ser un 4
líder carismático visionario, es aquel “que da la hora”, pero crear una compañía que pueda prosperar más allá del tipo de líder que la encabece y a través de varios ciclos de vida de los productos a eso se le llama “construir relojes”. Las empresas de este estudio parten de cero, y a pesar del tiempo que ha transcurrido siguen de pie y cada vez mejoran sus aptitudes y estrategias de mercado. Algunas de estas empresas triunfadoras, ni siquiera contaban con un lugar idóneo o definido para iniciar sus actividades, no tenían dinero suficiente y nunca se imaginaron que al paso del tiempo contarían con grandes utilidades, serían reconocidas internacionalmente y que se convertirían en líderes del mercado.
NO A LA “TIRANIA DE LA DISYUNTIVA” (Adoptar el “genio de la agregación”) Las compañías altamente visionarias no se atormentan por elegir entre A o B, esto es, que es necesario elegir entre dos fuerzas que se contraponen, las empresas visionarias se liberan con el “genio de la agregación”, de esta manera se pueden adoptar ambos extremos al mismo tiempo, deciden de esta manera no encontrarse en la disyuntiva de elegir entre una opción u otra, sino quedarse con ambas.
CAPÍTULO 3: MÁS QUE UTILIDADES La ideología central de las compañías visionarias se compone de sus valores y propósitos, el compromiso que adquirieron de cumplirla desde los puestos más bajos hasta las altas gerencias y dirección, se estableció una actitud fácilmente percibida por agentes externos. 5
Estas
compañías
demostraron
que
es
posible
generar
utilidades
defendiendo y practicando los ideales, que una buena actitud, espíritu de servicio y esta clase de acciones con el tiempo generan beneficios, es necesario ponerle alma al reloj no es suficiente su buen funcionamiento, los beneficios llegan por añadidura. Aunque las compañías visionarias han tenido tropiezos en mantenerse fieles a su ideología, retomaron fuerza para superar las adversidades y crisis sufridas a lo largo de su historia. Esto no significa que las empresas visionarias no persiguen fines lucrativos, pero su filosofía empresarial las lleva a la búsqueda de mayores objetivos que el simple interés de un acrecentamiento de la riqueza o rentabilidad a largo plazo; esta postura ideológica las ha llevado a perdurar a través del tiempo Por otra parte algunas compañías visionarias no empezaron con una ideología central, pero no tardaron tiempo en comparación con su larga vida en establecerla, aunque no es necesario empezar con esta pero si hay es indispensable adoptarla rápidamente.
CAPITULO 4: PRESERVAR EL NÚCLEO/ ESTIMULAR EL PROGRESO Aun contando con una ideología significativa, si la compañía se niega a cambiar el mundo avanzara y la dejara atrás. Al encontrarse en un mundo en constante evolución es necesario que la empresa crezca y se adapte a las nuevas necesidades que el mercado exige, no puede permitirse estancarse, debe modificar sus estrategias, sus prácticas de negocios, sus políticas, pero lo que debe permanecer inamovible es su ideología central. 6
Es indispensable no dejar de lado la innovación ni dormirse en sus laureles, tener siempre ideas creativas, que permitan el permanente gusto por el producto o servicio que se ofrezca al mercado.
CAPITULO 5: METAS GRANDES Y AUDACES Es necesario pensar en grande, es necesario soñar con lo imposible aun cuando cueste más, las compañías visionarias se fijan Metas Grandes y Audaces (MEGAS), las cuales les permiten estimular el progreso. Las MEGAS deben ser claras y convincentes, deben tener la capacidad de crear un espíritu de equipo que permita unir esfuerzos en pro del cumplimiento de estas. Se debe exigir más de lo que se cree se pueda lograr, para que de esta manera toda la empresa se compromete, se esfuerza, y no pierde de vista lo que se desea lograr. No se puede decir que la compañía tiene una MEGA si no hay un alto nivel de compromiso en ella, esta va más allá del líder, y es quien motiva a llegar o ser más de lo que ya se es. No hay lugar para cometer errores, pero estas decisiones arriesgadas se basan en la confianza y en la certeza y visión de la meta a conseguir.
CAPITULO 6: CULTURAS COMO CULTOS Para poder pertenecer a una compañía visionaria es necesario ponerse la camiseta, empaparse en su ideología, son excelentes lugares para trabajar pero es necesario dedicarse a la compañía, si no se está dispuesto a encajar en la ideología con la cual se trabaja, los mismos trabajadores se harán a un lado. Esto 7
sucede ya que las compañías visionarias tienden a ser más exigentes con sus trabajadores, en cuanto a la explotación de sus capacidades, estos deben estar dispuestos a siempre hacer más de lo que hacen, ya que tienen un gran sentido de responsabilidad y compromiso de pertenecer a una empresa de ese nivel.
CAPÍTULO 7: ENSAYAR MUCHAS COSAS Y QUEDARSE CON LO QUE FUNCIONA Las compañías visionarias han logrado algunas de sus mejores resultados no en base a una planeación especifica sino mas bien por los altos niveles de acción y experimentación, al momento de ver una oportunidad o por “suerte”, produciendo nuevos caminos de progresos, permitiendo a estas empresas evolucionar. Este progreso evolutivo se realiza mediante pruebas de ensayo y error, sin tener la certeza que realmente funcionara, pero con la posibilidad que algo se lo que se hace lo hará. Para que esto suceda es necesario generar ideas y darle la oportunidad a estas ideas probar su valor, generando con esto un proceso de selección que conlleva a una idea ser lo suficientemente fuerte para mantenerse por un tiempo duradero en el mercado.
CAPÍTULO 8: ADMINISTRACIÓN FORMADA EN CASA Para lograr un cambio significativo en la empresa no es necesario como lo demuestran las compañías visionarias, traer de fuera “sangre nueva” a la administración de la empresa.
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El liderazgo tiene un valor muy importante para las compañías visionarias de la misma manera que una alta administración, la continuidad en el liderazgo les ha dado ese plus a estas compañías en comparación con las que no tuvieron el auge esperado; esto demuestra que es necesario el desarrollo de la gerencia y la planificación de las sucesiones. Una compañía visionaria por lo tanto no requiere de contratar gente externa para realizar cambios importantes e ideas innovadoras dentro de la organización.
CAPÍTULO 9: “SUFICIENTEMENTE BUENO” NO ES SUFICIENTE
Las compañías visionarias no se hacen preguntas en tiempo presente o pasado, lo hacen en tiempo futuro, esto es ¿Cómo hacerlo mejor mañana que hoy?; para lograr ser una compañía visionaria y mantenerse así se requiere una de pura y simple disciplina, mucho trabajo y una innata aversión a conformarse con lo que se ha alcanzado. Estas empresas no llegan a donde se encuentran sin exigirse más a sí mismas, manteniendo en un estado de “descontento” permanente , donde el cumplimiento de una meta no es el final del camino, si no el inicio de un nuevo objetivo, convirtiendo esto en un proceso de constante crecimiento.
CAPÍTULO 10: EL FIN DEL PRINCIPIO Aún cuando las empresas publiquen su visión, misión, objetivos, valores, etc., no las hace automáticamente exitosas, sin duda es importante contar con estos elementos pero estos se convierten en el primer escalón que los llevara a la cima, es por lo tanto necesario mantenerse en constante creación de ideas, 9
adaptando la metodología de trabajo al vertiginoso cambio del mundo, y reconocer que si se desea ser una empresa exitosa es indispensable no sentir que se ha llegado a los máximos logros que se pueden obtener. Creer y sentir que se encuentran en un constante ciclo y que cada objetivo o meta logrado es la pauta para la realización de una más.
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CONCLUSIÓN
La creación y función de una empresa exitosa involucra muchos elementos interesantes. Desde el temperamento y carácter del fundador o fundadora, hasta el momento y la oportunidad de mercado detectada, muchas veces, por intuición o suerte, así como también la ideología central a la cual se avoca. Es necesario que la ideología permanezca inmutable al desarrollo exterior pero no así las estrategias con las que se rige dicha empresa, no se debe permitir la elección entre los valores que la llevaron a su creación y el valor monetario de la misma; debe trabajarse de manera constante el equilibrio entre ambos objetivos. Sin embargo, hacer que la empresa perdure y sea exitosa a lo largo de varias generaciones, es resultado de un plan cuidadosamente elaborado desde la madurez del liderazgo. Requiere cabeza fría y visión de futuro. Es sumamente importante crear empresas en la que cada miembro conozca su área pero igualmente sea capaz de tomar decisiones inesperadas, tener la capacidad de confiar en que los empleados de la empresa se sientan parte de la misma, que la sienta propia permitiendo de esta manera contribuir de manera benéfica al crecimiento y desarrollo de “su” compañía. Considerar el logro de metas como un escalón que permita llegar a un punto deseado, pero que de la misma manera este se vuelva un obstáculo más para lograr una meta aun mayor.
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