FRESITAS CON LECHE - Capitulo 3 Esta es la continuación del Relato "Fresitas con Leche" que en sus capitulos 1 y 2 fueron publicadas por usuario "CARLITOS1972". Aqui, el climax de la relacion incestuosa entre Fabian y su pequeña hija Tiara. Sugiero a los usuarios detener la lectura ahora mismo si consideran que la diferencia de edades representa un tabu en su vida sexual, sea real o fantasiosa. A continuacion, los hechos: Allí estaba mi niña Tiara, echadita como toda una putilla casi boca abajo, de costadito, solo en calzoncito mirando la tele, lanzándome una mirada muy coqueta, muy mañosa, yo me desplazaba por la casa totalmente desnudo, ya sin vergüenza, tenía la casa solo para mí y mi niña. Fui a la cocina a prepararle más de su postre favorito, pero olvidé intencionalmente llevarle cubierto, me arrodillé al borde del sofá –AQUÍ TE TRAIGO MAS FRESITAS- -mmm ke liko papi- -PERO YO TE VOY A DAR DE COMER, YA?- entonces acomodé a mi niña, la puse boca arriba, puse un cojín bajo su cabeza, y así echadita le quite lentamente su calzoncito, ella solo me miraba, poniendo su dedo en su boquita, y como adivinando que e stábamos a punto de hacer una gran travesura. Ella acomodó sus pies como alicate, y procedí a embadurnar una fresita con leche condensada para dárselo en su boquita, haciendo el clásico juego del avioncito. Una más y otra más, a la siguiente, embadurné de más la fresita de tal modo que chorreó la leche en su pechito. Ahí aproveché para pasarle la fresita por encima de su pezoncito, haciéndole circulitos, y luego llevándose a la boca, ella estaba muy contenta, se reía, disfrutaba del nuevo juego que su papi le estaba enseñando. Y seguía yo usando las fresitas para manosear los pechitos de mi niña, y claro, toda esa leche condensada dulce que no quería desperdiciar, así que empecé a lamerle la merle como un perro goloso, fue entonces que mi niña empezó a carcajearse, pero poco a poco aprendí a hacérselo sin causarle tanta cosquilla sino placer. Mi hijita se estaba poniendo colorada, su carita sonrojada, no podía creer que estaba excitando a mi propia p ropia hijita, obviamente no tarde mucho en dirigir la siguiente fresas hacia su vaginita, que era la cosita más estrechita y rosadita que se puedan imaginar.. Yo hacía círculos con la fresa, y luego yo le devoraba su conchita mientras me comía la fresa –ay papi las fezitas son mias jajaja- -MM ESTA BIEN MI AMOR, PERO ESTO ES PARA MIIIII- Mientras le daba mordisquillos a su vaginita hinchadita y ella nuevamente se carcajeaba. No había duda que ambos gozábamos como locos. No me importaba ya nada –AMMMM TE GUSTA VERDAD PERRITA! TE GUSTA!- -jajaja zhii papi me busta!!!!Ahora mi centro de atención era su conchita dulce, preciosa, peladita, mmmm yo lamía como un perro, lengüeteaba su rajita, mientras con mis dedos hurgaba su anito. Ufff usaba harta saliva –AHHHH QUE RICOOOO BEBE- mi dedo anular ya le entraba en su culito después de
hacer tanta presión por varios minutos con harta saliva, -ay papi dame más fezitas, malo jajaja mi niña hambrienta no se quejaba de mis dedos, sino que quería más dulce. Sentí que yo empezaba a perderle total respeto, pues se estaba comportando como toda una perra golosa. Le daba su fresita y mmmfffffff mi dedo en su culito hasta el fondooooo –ayyyyyyy papi- -UFFFF ¿QUE COSA? ¿NO TE GUSTA LO QUE TE HACE TU PAPITO, AH?? PUTICA SUCIAni yo podía creerme lo que decía, me estaba transformando en un monstruo total, pero al mismo tiempo gozaba de manera increíble con los 2 agujeritos apretados de mi niña. Mi pija estaba redura, no había más que pensar, cogí a mi niña de sus caderas, le quité el cojín detrás de su cabeza y se la puse bajo sus pompas, la levante lo más que pude. En ese instante me percato de mi propia imagen en el espejo de cuerpo entero que tenía casi de perfil, en la sala. Era yo, si, un padre de familia apunto de follarle la conchita a su hijita de solo IV añitos, que locura ¿debería detenerme? No! Así que volví a mirar a mi Tiara, asi indefensa y provocativa, miré hacia abajo, su rajita coloradita.. –AGUANTA HIJITA YA?- -ke cosa?- -MMMMFFFFFF WUUUUAAAAAAAAAAAAA -ayyyyyyy auuuuuuuuuuummmmmmmmmmmm que rico se la empujé, de un solo golpe le enterré mi glande y un poco más dentro de su cuquita, mi niña quería zafarse, moverse a un lado pero yo la tenía bien sujeta de su cinturita, por un momento pensé que escucharía todo el piso del edificio, pero estaba tranquilo pues el vecino estaba de viaje, estábamos solos ella y yo así que me importó poco que ella chillara e hiciera bulla, al contrario, me excitó mucho mas –AHHHHH USSSHHH CALLATE MMM PERRITA, QUE RICA ¡!!!!- al empezar a bombear se me salió la verga de su conchita, así que me volví a arrodillar y a lamerle otra vez su conchita, mi niña se tranquilizó –MMMM ESO SI TE GUSTA VERDAD AMORCITO?- ella solo asintió con la cabeza, y con una expresión de alivio, pero yo volví a ponerme de pie y acomodarme, y ella ya sin resistencia se dejó hacer; esta vez gimió como una puta guarra –mmmmmmm ayyyy papi- -UFFFFF SIIIII MI NIÑA, ASI, GOZA CHIQUITA, TE GUSTA LA PIJA DE TU PAPI?mmmm una vez más mi mirada hacia el espejo, de perfil, yo ya estaba bombeando a mi propia hijita, que ya no ponía resistencia, se dejaba hacer, rendida, con las piernas bien abiertas recibiendo casi hasta la mitad de mi verga en su conchita. Vi un hilito de sangre manchar mi tronco, me sentí el hombre más afortunado del mundo. Acababa de desvirginar a mi hijita a sus cortos IV añitos. Sin sacarle la verga de su conchita, la cogí de su espalda baja, la levante, nos dimos vuelta, y yo me senté en el sofá, de tal manera que su cuerpito quedo encima mío, sus piernas bien abiertas y flexionadas, en esa nueva pose podía amasar sus nalguitas a mi antojo, ufff incluso podía meterle otra vez mis dedos en su hoyito anal. MMMM mi hijita me cabalgaba la verga de una manera grosera, claro con la ayuda de mis manos en sus nalguitas, Su carita de muñeca pegada a mi pecho, mirándome, y sacándome la lengua como pidiendo basta, ya
no puedo más, pero yo no me detendría, yo estaba gozando de una tremenda cogida, miré hacia un costado, y vi que aún quedaban unas fresitas con leche, así que cogí unas cuentas y se las aglutiné en su boquita –COME PUTITA, COME JAJA- yo estaba endemoniado. Incluso trataba de flexionarme lo más que podía para lamerle la boquita a mi niña, era incomodo esa pose pero se sentía riquísimo. La tenía tan bien penetrada, que la solté, abrí mis brazos y los coloque en el respaldar del sofá –MMM ASI ASI, MUEVETE CHIQUITA, MUEVETE… ¿QUIERES LA LECHITA DE TU PAPI- -zhi- me dijo con las pocas fuerzas que ya tenía –MMMM PERO YA COMISTE MUCHO, MI LECHITA TE LA VOY A DAR POR EL CULITO, YA?- ella con su voz bajita me decía –ya papi- Yo, con malicia le apachurré un poco sus cachetitos -NO TE ESCUCHO PUTA ZORRA!!!!. QUIERES MI LECHE EN TU CULO????!!!!!- -zhiiii- Ambos gritábamos como si no nos hubiese importado nada ya. Me desprendí de ella, la cogí de su cinturita, la coloqué en el sofá, esta vez en pose de cuatro patas, al borde del sofá, su carita pegada al mueble, incluso se me ocurrió ponerle su carita a lamer en el plato las ultimas manchas de leche condensada, como una mascota hambrienta. Embadurné mi pija con harta saliva, deje caer más saliva directo a su anito, acomodémi verga y… -WOOOOFFFFFFMMMMM UUUUU- -ayyyyyyyyyyy- Siii, le estaba
penetrando el culo a mi niñita, y era lo máximo, el placer más increíble, su potito se veía tan diminuto tragándose mi verga centímetro a centímetro, -AHHHHHH AHHHHHHH PUTAAAAA QUE RICOOO, ME VENGOOOO CHIQUITA, TOMA TU LECHEEEEEEEE- ya mi niña solo gemía, aguantando el peso de su corpulento padre. Le llené el culo con toda mi leche, a cada chorro, cada empuje, mi cuerpo sacudía el suyo como si fuera un juguete cualquiera. –UFFFFF ¡! AHHHHH PERRITA, QUE RICO!Me desprendí nuevamente, me senté a un costado tratando de recobrar la respiración, y mi niña, cuan tierna y sabiendo que ahora yo me había convertido en su hombre, en su macho, vino a echarse encima de mi pecho, Fue una cogida monumental! Nos quedamos dormido por unos minutos, hasta que nos despertó el timbre de la casa; yo salí nervioso a ver por el ojo mágico. Era el conserje con e l periódico del día, ‘que raro’ pensé inmediatamente, se suponía que todos los días lo dejaba en la puerta, y él me avisaba por fono que ya estaba entregado. En fin, abrí la puerta ocultándome un poco mi desnudez, me miró nervioso, me dijo -ahí está el periódico Sr Perez- -OK- le respondí devolviéndole una sonrisa amable, y entonces fue un instante, una fracción de segundo que el dirigió su mirada hacia el sofá de la sala, donde estaba mi bebé dormidita boca abajo y calatita. Bajó su mirada y dio media vuelta, cerré la puerta, y me quedé con la curiosidad; Miré por el ojo mágico, él se dirigía hacia el ascensor, pero pude notar que estaba sobándose efusivamente su bulto. ¿Será posible que…. Mmmmmm? Lo que sea que están pensando, tendrán que esperar el 4to
capitulo.
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