John B. Thompson Comunicación y contexto social En todas las sociedades, los seres humanos se dedican a la producción e intercambio de información y contenido simbólico. Desde las más tempranas formas de gestualidad y uso de lenguae hasta los desarrollos más recientes de la tecnolog!a informática, la producción, almacenamiento y circulación de información y contenido simbólico ha constituido una caracter!stica central de la "ida social. #in embargo, con la proliferación de las instituciones mediáticas desde finales del siglo $% hasta el d!a de hoy, los procesos de producción, almacenamiento y circulación han estado transformándo tr ansformándose se en "arios sentidos. Estos procesos han &uedado atrapados en una serie de desarrollos institucionales propios de la 'poca moderna. En "irtud de tales desarrollos, las formas simbólicas han estado produci'ndose y reproduci'ndose en una escala cada "e( mayor) se han con"ertido en productos de consumo &ue pueden comprarse y "enderse en el mercado) han pasado a ser accesibles a indi"iduos ampliamente diseminados en el espacio y en el tiempo. De manera profunda e irre"ersible, el desarrollo de los media ha transformado la naturale(a de la producción simbólica y el intercambio en el mundo moderno. Empe(ar' este cap!tulo explorando los contornos de esta transformación mediante el análisis de algunas de las caracter!sticas de la comunicación mediática. mediática. Desarrollar' una aproxi aproximac mación ión a los media media &ue result resultaa fundam fundament entalm alment entee *cu *cultu ltural ral*, *, es decir decir,, una aproximación &ue se ocupa tanto del significado del carácter de las formas simbólicas como de su contextuali(ación social.+- or otra parte, resulta importante recalcar &ue la comunicación mediática posee una dimensión simbólica irreductible/ se ocupa de la producción, almacenamiento almacenamiento y circulación de materiales significati"os para los indi"iduos &ue los producen y los reciben. 0esulta fácil perder la perspecti"a de esta dimen dimensió siónn simból simbólica ica y pasar pasar a preocu preocupar parse se de las carac caracter ter!st !stica icass t'cnic t'cnicas as de la comunicación comunicación mediática. Estas caracter!sticas t'cnicas son "erdaderamente "erdaderamente importantes, como tendremos ocasión de constatar) sin embargo, no se les deber!a permitir oscurecer el hech hechoo de &ue &ue el desa desarr rrol ollo lo de la comu comuni nica caci ción ón medi mediát átic icaa sea, sea, en un sent sentid idoo fund fundam amen enta tal, l, una una reel reelab abor orac ació iónn del del cará caráct cter er simb simbóli ólico co de la "ida "ida soci social al,, una una reorgani(ación de las formas en las &ue el contenido y la información simbólicas se producen e intercambian en la esfera social, y una reestructuración de las maneras en &ue los indi"iduos se relacionan unos con otros y consigo mismos. #i *el hombre es un animal suspendido en tramas de significado &ue 'l mismo ha urdido*, como 1eert( remarcó en cierta ocasión,+2- entonces los medios de comunicación constituyen las ruecas del mundo moderno y, al utili(ar estos media, los seres humanos se con"ierten en fabricantes de tramas de significado para consumo propio. or otra parte, cabe igualmente enfati(ar &ue la comunicación mediática siempre es un fenó fenóme meno no soci social al cont contex extu tual ali( i(ad ado/ o/ siem siempre pre form formaa part partee de cont contex exto toss soci social ales es estructurados de "arias formas y &ue, a su "e(, tienen un impacto estructural en los actos comunicati"os. 3ácilmente se puede perder la perspecti"a de este aspecto. Dado &ue la comunicación mediática está generalmente *fiada* a un estrato material de alg4n tipo 5palabras escritas en un papel, por eemplo, o imágenes capturadas en una pel!cula resulta tentador concentrarse en el contenido simbólico de los mensaes de los media e ignorar el compleo orden de las condiciones sociales &ue subyacen a la producción y circulación de tales mensaes. Tratar' de e"itar esta tendencia por todos los medios. #in ol"i ol"ida darr el cont conten enid idoo simb simból ólic icoo de los los mens mensa aes es medi mediát átic icos os,, desa desarr rrol olla lar' r' una una
aproximac aproximación ión &ue destaca &ue la +6- comunica comunicación ción mediática mediática constituy constituyee una parte integral de 5y no puede comprenderse al margen de5 los contextos más amplios de la "ida social. En el primer apartado de este cap!tulo esbo(ar' algunas de las caracter!sticas de los contextos sociales dentro de los cuales la comunicación en general, y la comunicación mediática en particular, deber!a entenderse. Con este telón de fondo, anali(ar' algunas de las caracter!sticas de las t'cnicas de comunicación mediática 7apartado 28 y algunas de las particularidades &ue com4nmente se engloban bao la eti&ueta de *comunicación de masas* 7apartado 68. En el cuarto apartado me ocupar' de las formas en &ue los medios de comunicación reordenan las relaciones espacio5temporales y alteran nuestra expe experi rien enci ciaa en rela relaci ción ón a ello ellos. s. En el apar aparta tado do fina finall del del cap! cap!tu tulo lo tra( tra(ar ar'' una una aproximación preliminar a la relación entre la comunicación mediática y los contextos sociales prácticos dentro de los cuales se recibe r ecibe y comprende esta comunicación. 9cción, poder y comunicación comunicación En la actualidad es frecuente o!r &ue la comunicación es una forma de acción. :ncluso desde &ue 9ustin obser"ó &ue pronunciar una expresión es eecutar una acción y no meramente informar o describir alg4n estado de cosas somos más sensibles al hecho de &ue hablar un lenguae es una acti"idad social a tra"'s de la cual los indi"iduos establecen y renue"an las relaciones &ue mantienen unos con otros. #in embargo, si la comunicación es una forma de acción, entonces, el análisis de la comunicación debe basarse, al menos en parte, en un análisis de la acción y en una explicación de su carácter socialmente contextuali(ado. 9ustin, y muchos teóricos del habla posteriores, no siguieron el argumento en esta dirección) de a&u! &ue sus explicaciones sobre los actos de habla tiendan a ser bastante formales y abstractas, aleadas de las circunstancias reales en las &ue los indi"iduos utili(an el lenguae en el transcurso de su "ida cotidiana. ;oy en d!a podemos aceptar las obser"aciones de 9ustin sólo si abandonamos su aproximación y mediante el desarrollo de una teor!a social sustanti"a de la acción y de los tipos de poder, recursos e instituciones en &ue se sostiene. Esta explicación &ue desarrollar' a&u! está basada en la asunción de &ue los fenómenos sociales pueden ser "istos como acciones con propósito lle"adas a t'rmino en contextos sociales estructurados.+<- =a "ida social está compuesta por indi"iduos &ue lle"an a cabo propósitos y obeti"os de "arios tipos. En este cometido siempre act4an dentro de un conunto de circunstancias pre"iamente establecidas, y &ue ofrecen a los indi"iduos diferentes inclinaciones y oportunidades. Estas circunstancias pueden concebirse como *campos *campos de interacci interacción*, ón*, para utili(ar un t'rmino t'rmino fruct!feram fruct!feramente ente desarrolla desarrollado do por ierre Bourdieu.+>- =os indi"iduos ocupan posiciones diferentes en el interior de estos campos, dependiendo de los diferentes tipos y cantidad de recursos disponibles para ellos. En algunos casos estas posiciones ad&uieren una cierta estabilidad a tra"'s de la institucionali(ación, esto es, con"irti'ndose en parte de un pa&uete de reglas, recursos y relaciones sociales relati"amente estables. =as instituciones pueden obser"arse como un determinado conunto de reglas, recursos y relaciones con cierto grado de persistencia en el tiempo y cierta extensión en el espacio, unidas por el propósito de alcan(ar ciertos obeti"os comunes. =as instituciones dan forma definiti"a a campos de interacción preexistentes y, al mismo tiempo, crean nue"as posiciones en el interior de estos campos, as! como nue"as trayectorias para organi(ar la "ida de los indi"iduos &ue las ocupan.
=a posición &ue ocupa un indi"iduo dentro de un campo o institución esta !ntimamente relacionada con el poder &ue 'l o ella poseen. De manera gen'rica, el poder es la capacidad para actuar de acuerdo a la consecución de los propósitos e intereses de cada uno, la capacidad de inter"enir en el curso de los acontecimientos y de afectar a sus resultados. 9l eercer el poder, los indi"iduos emplean los recursos &ue tienen a su alrededor) los recursos son los medios &ue les permiten alcan(ar sus obeti"os e intereses de manera efecti"a. De ah! &ue, mediante la acumulación de recursos de "arios tipos, los indi"iduos puedan aumentar su poder, en el sentido de &ue, por eemplo, un indi"iduo podr!a acumular cierta cantidad de ahorros con el fin de ad&uirir una propiedad. ?a &ue los recursos pueden acumularse personalmente, con frecuencia tambi'n se acumulan dentro de la estructura institucional, &ue constituyen una importante plataforma para el eercicio del poder. =os indi"iduos &ue ocupan posiciones dominantes en grandes instituciones pueden contar con inmensos recursos a su disposición, lo &ue les permite tomar decisiones y perseguir obeti"os &ue tienen implicaciones de largo alcance. Comprendido en este sentido general, el poder es un fenómeno social penetrante caracter!stico de los diferentes tipos de acción y encuentros, desde las acciones pol!ticas "isibles de los representantes del Estado hasta el mundano encuentro de indi"iduos en la calle. #i en la actualidad asociamos com4nmente el poder con el poder pol!tico, es decir, con las acciones de indi"iduos &ue act4an en nombre del Estado, es por&ue los Estados se han con"ertido en centros particularmente importantes de concentración del poder en el mundo moderno. ero la importancia de las instituciones estatales no deber!a impedirnos apreciar el hecho de &ue el poder p4blico pol!tico y manifiesto constituye sólo una forma de poder un tanto especiali(ada, y &ue los indi"iduos com4nmente eercen el poder en muchos contextos &ue tienen poco o nada &ue "er con el Estado. De esta manera, ambos expresan y permiten establecer relaciones relati"amente estables o redes de poder y dominio entre indi"iduos, y entre grupos de indi"iduos, &ue ocupan diferentes posiciones en campos de interacción. 0esulta 4til mati(ar con detalle las distintas formas de poder. #iguiendo a @ichael @ann y otros, distinguir' cuatro tipos principales a los &ue llamar' poder *económico*, *pol!tico* *coerciti"o* y *simbólico*+A-.Estás distinciones poseen un carácter esencialmente anal!tico. 0eflean los diferentes tipos de acti"idad en los cuales los seres humanos están implicados con frecuencia, y los diferentes tipos de recursos &ue emplean en el eercicio del poder. #in embargo, en realidad, estas formas diferentes de poder se solapan con frecuencia detrás de compleas y cambiantes formas. na institución particular o tipo de institución podr!a ofrecer la estructura para una acumulación intensi"a de un cierto tipo de recursos, y de ah! una base pri"ilegiada para el eercicio de cierta forma de poder, en el sentido, por eemplo, de &ue las actuales compa!as comerciales ofrecen una estructura para la acumulación de recursos materiales y una base pri"ilegiada para el eercicio del poder económico. =lamar' a las instituciones &ue ofrecen plataformas pri"ilegiadas para el eercicio de ciertas formas de poder con el nombre de *instituciones paradigmáticas*. #in embargo, incluso las instituciones paradigmáticas acostumbran a implicar una complea me(cla de distintos tipos de acti"idad, recursos y poder, incluso si están orientadas fundamentalmente hacia la acumulación de cierta clase de recursos y el eercicio de un cierto tipo de poder.
El poder económico procede de la acti"idad humana producti"a, es decir, de la acti"idad &ue se ocupa de abastecer de los medios de subsistencia a tra"'s de la extracción de las materias primas y su transformación en bienes &ue pueden consumirse o intercambiarse en un mercado. =a acti"idad producti"a implica 'l uso y la creación d' "arios tipos de material y recursos financieros, los cuales incluyen materias primas, instrumentos de producción 7herramientas, má&uinas, tierra, edificios, etc.8, productos perecederos y capital financiero 7dinero, acciones, formas de cr'dito, etc.8. Estos recursos pueden ser acumulados por indi"iduos y organi(aciones con el propósito de expandir su acti"idad producti"a) y, al mismo tiempo, sir"en para incrementar su poder económico. En el pasado, la acti"idad producti"a era predominantemente agraria, y las instituciones paradigmáticas del poder económico se caracteri(aban por organi(aciones a pe&uea escala orientadas a la subsistencia de la agricultura y hacia la producción de pe&ueos excedentes para el comercio. Con el desarrollo de las sociedades modernas, las instituciones paradigmáticas del poder económico han aumentado la escala y la en"ergadura de sus acti"idades y han ad&uirido un carácter más "ariado, con lo &ue la manufactura y, consecuentemente, la producción industrial han asumido una importancia fundamental. El poder económico puede distinguirse del poder pol!tico, el &ue, procede de la acti"idad de coordinar a los indi"iduos y regular los patrones de su interacción. Todas las organi(aciones implican un cierto grado de coordinación y regulación, y en este sentido, un cierto grado de poder pol!tico. #in embargo podemos identificar un grupo de instituciones implicadas básicamente con la coordinación y la regulación, y &ue tratan de lle"ar a cabo estas acti"idades de manera relati"amente centrali(ada dentro de un territorio más o menos circunscrito. Estas instituciones incluyen lo &ue generalmente se conoce con el nombre de Estado, la institución paradigmática de poder pol!tico. ;istóricamente han existido muchas formas diferentes de Estado, desde los tradicionales Estados imperiales y las clásicas ciudades5Estado hasta las modernas formas de Estado5nación. Todos los Estados, o Estados como instituciones, constituyen fundamentalmente sistemas de autoridad. =os Estados implican un compleo sistema de reglas y procedimientos &ue autori(an a ciertos indi"iduos a actuar de determinadas maneras. En algunos casos estas reglas y procedimientos están expl!citamente codificadas bao la forma de leyes promulgadas por cuerpos soberanos y administrados por un sistema udicial. 9 pesar de ello, como destacó @ax eber, entre otros, la capacidad de un Estado para dirigir la autoridad depende generalmente de su capacidad para eercer dos formas de poder distintas pero relacionadas, a las &ue describir' como poder coerciti"o y poder simbólico. En 4ltima instancia, el Estado puede utili(ar distintas formas de coerción 5esto es, el uso efecti"o o la amena(a de la fuer(a f!sica5 con el fin de defender el eercicio del poder pol!tico, tanto si se trata de con&uistar o amena(ar el exterior como si se trata de paliar un desorden o desobediencia interna. =a autoridad del Estado tambi'n puede ser defendida mediante la difusión de formas simbólicas &ue persiguen culti"ar y sostener una creencia en la legitimidad del poder pol!tico. ero, en &u' medida las formas simbólicas son capaces de crear y sostener leg!timamente una creenciaF En &u' medida son compartidas tales creencias por los distintos grupos y miembros de una población determinada, y en &u' medida es necesario compartir estas creencias para el eercicio estable y efecti"o del poder pol!ticoF Go existen respuestas simples de &uita5y5 pon a estas preguntas, y esta ambigHedad es 7entre otras cosas8 la &ue lle"a al uso
pol!tico del poder simbólico a aceptar riesgos y lo con"ierte en un acontecimiento con final abierto. 9un&ue haya una clara conexión histórica y emp!rica entre el poder pol!tico y el coerciti"o, puede hacerse una distinción anal!tica entre ambos. El poder coerciti"o supone el uso, o la amena(a de utili(ar, la fuer(a f!sica para someter o "encer a un oponente. =a fuer(a f!sica puede aplicarse de "arios modos, con diferentes grados de intensidad y con resultados diferentes. #in embargo, hay una relación clara y fundamental entre la coerción y el hecho de infligir heridas o matar al oponente/ el uso de la fuer(a f!sica conlle"a el riesgo de mutilar o destruir al oponente. =a fuer(a f!sica no sólo consiste en la utili(ación de la fuer(a bruta humana. uede ser aumentada mediante la utili(ación de armas y e&uipo, a tra"'s del entrenamiento y de la táctica, utili(ando la inteligencia y la planificación, etc. ;istóricamente, las instituciones más notables para la acumulación de recursos de este tipo son las instituciones militares, y la forma más caracter!stica de poder coerciti"o es el poder militar. 0esulta ob"io &ue el poder militar ha desempeado un papel enormemente importante a la hora de dar forma a los procesos históricos y sociales, tanto en el pasado como en el presente. 9 tra"'s de la historia los Estados han orientado una gran parte de sus acti"idades hacia la acumulación de poder militar, y hacia la extracción 5mediante la con&uista y el bot!n, o a tra"'s de "arios tipos de impuestos5 de los recursos materiales necesarios para sostener las instituciones de la fuer(a armada. Tradicionalmente, el poder militar ha sido utili(ado tanto para ser"ir al propósito de la defensa exterior y la con&uista, como para pacificar y controlar el interior. En las sociedades modernas, a pesar de ello, existe una cierta diferenciación entre las instituciones militares &ue se ocupan básicamente de mantener 7o extender8 las fronteras territoriales de los Estados5nación, y las distintas instituciones paramilitares 7como la polic!a8 e instituciones próximas a ella 7como las instituciones penitenciarias8 &ue se ocupan básicamente de la pacificación y el control interno. #in embargo, esta diferenciación institucional no es definiti"a y existen muchos eemplos en la historia reciente en los &ue el poder militar ha sido utili(ado para sofocar los desórdenes internos. El cuarto tipo de poder es el cultural o poder simbólico, el &ue procede de la acti"idad producti"a, transmisora y receptora de formas simbólicas significati"as. =a acti"idad simbólica es una caracter!stica fundamental de la "ida social, a la par de la acti"idad producti"a, la coordinación de los indi"iduos y la coerción. =os indi"iduos están constantemente dedicados a la acti"idad de expresarse de forma simbólica y de interpretar las expresiones de los otros) están constantemente comprometidos en la comunicación entre unos y otros e intercambiando información y contenido simbólico. En este cometido, los indi"iduos emplean "arios tipos de recursos a los &ue designar', en un sentido amplio, como *medios de información y comunicación*. Estos recursos incluyen los medios t'cnicos para la fiación y la transmisión, las habilidades, competencias y formas de conocimiento empleados en la producción, transmisión y recepción de información y contenido simbólico 7lo &ue Bourdieu llama *capital cultural*8+I-) y el prestigio acumulado, reconocimiento y respeto otorgado a determinados productores e instituciones 7*capital simbólico*8. 9l producir formas simbólicas, los indi"iduos emplean estos y otros recursos con el fin de lle"ar a cabo acciones &ue podr!an interferir en el decurso de los acontecimientos y desencadenar consecuencias de "arios tipos. =as acciones simbólicas podr!an dar lugar a un incremento de las reacciones, podr!an lle"ar a otros a actuar o responder de determinadas maneras, y dar preferencia a un tipo de acción antes &ue a otro, para creer
o dear de creer, para afirmar su apoyo a asuntos del Estado o implicarse en una re"uelta colecti"a. tili(ar' el t'rmino *poder simbólico* para referirme a esta capacidad de inter"enir en el transcurso de los acontecimientos, para influir en las acciones de los otros y crear acontecimientos reales, a tra"'s de los medios de producción y transmisión de las formas simbólicas.+@ientras &ue la acti"idad simbólica es una caracter!stica penetrante &ue se expande por do&uier de la "ida social, existe, a pesar de ello, un conunto de instituciones &ue han asumido un papel histórico particularmente importante en la acumulación de los medios de información y comunicación. Kstas incluyen a las instituciones religiosas, &ue se ocupan básicamente de la producción y difusión de formas simbólicas relacionadas con la sal"ación, los "alores espirituales y otras creencias mundanas) instituciones educati"as, &u' se ocupan de la transmisión de los contenidos simbólicos ad&uiridos 7o conocimiento8 y la inculcación de habilidades y competencias) y las instituciones mediáticas, &ue se orientan hacia la producción y difusión generali(ada a gran escala de formas simbólicas en el espacio y el tiempo. Estas y otras instituciones culturales han proporcionado una amplia base para la acumulación de los medios de información y comunicación, as! como materiales y recursos financieros, y han dado forma a las maneras en &ue la información y los contenidos simbólicos son producidos y puestos en circulación en el mundo social. Tabla .. 3ormas de poder. 3ormas de poder 0ecursos :nstituciones paradigmáticas oder económico 0ecursos materiales y financieros :nstituciones económicas 7por eemplo, empresas comerciales8 oder pol!tico 9utoridad :nstituciones pol!ticas 7por eemplo, Estados8 oder coerciti"o 7especialmente poder militar8 3uer(a f!sica y armada :nstituciones coerciti"as 7especialmente las militares, pero tambi'n la polic!a, las instituciones penitenciarias, etc.8 oder simbólico @edios de información y comunicación :nstituciones culturales 7por eemplo, la :glesia, escuelas y uni"ersidades, las industrias mediáticas, etc.8 =a tabla . resume las cuatro formas de poder en relación a los recursos de los &ue acostumbran a depender y de las instituciones paradigmáticas en las &ue acostumbran a concentrarse. Esta tipolog!a no pretende ser una clasificación comprensi"a de las formas de poder y los tipos de institución. or otra parte, como indi&u' anteriormente, muchas acciones emplearán, en la práctica, recursos de "arios tipos, y muchas instituciones actuales ofrecerán plataformas para diferenciar los tipos de poder/ en la lóbrega realidad de la "ida social, las distinciones están raramente perfiladas. 9 pesar de ello, esta tipolog!a ofrece una estructura de referencia para el análisis de las organi(aciones sociales y el cambio social. ?, como tratar' de demostrar en los siguientes cap!tulos, esta estructura puede ser utili(ada de manera efecti"a para anali(ar las transformaciones institucionales asociadas con el surgimiento de las sociedades modernas. =os usos de los medios de comunicación ;e caracteri(ado la comunicación como un tipo diferenciado de acti"idad social &ue implica la producción, transmisión y recepción de formas simbólicas, y &ue compromete la materiali(ación de recursos de "arios tipos. 9hora &uiero examinar
algunos de estos recursos con mayor detalle. Luiero empe(ar considerando la naturale(a de los medios de comunicación y algunos de los usos para los &ue pueden ser"ir. 9 continuación destacar' algunas de las habilidades, competencias y formas de conocimiento &ue se dan por supuestos a partir de la utili(ación de los medios de comunicación. 9l producir formas simbólicas y transmitirlas a los otros, los indi"iduos generalmente emplean un technical medium. =os medios t'cnicos son el sustrato material de las formas simbólicas, esto es, los elementos materiales con los &ue, y a tra"'s de los cuales, la información o el contenido simbólico se fia y transmite de un emisor a un receptor. Todos los procesos de intercambio simbólico implican un soporte t'cnico de alg4n tipo. :ncluso el intercambio de palabras en una interacción cara5a5cara implica algunos elementos materiales 5la laringe y las cuerdas "ocales, las ondas sonoras, oreas y t!mpanos, etc5 en "irtud de &u' sonidos significati"os son emitidos y recibidos. #in embargo, la naturale(a de los soportes t'cnicos difiere enormemente de un tipo de producción simbólico e intercambio a otro, y las propiedades de los diferentes soportes t'cnicos facilitan y circunscriben a su "e( los tipos de producción simbólica y posibles intercambios. odemos examinar estas cuestiones con más detalle distinguiendo algunos aspectos generales o atributos de los soportes t'cnicos. n atributo es &ue los medios t'cnicos, por lo general, permiten un cierto grado de fiación de las formas simbólicas, es decir, permiten fiar o preser"ar las formas simbólicas en un medio con "ariados grados de durabilidad. En el caso de la con"ersación 5tanto si se trata de una con"ersación cara5a5 cara o transmitida a tra"'s de un medio t'cnico como pueden ser los amplificadores o los tel'fonos5 el grado de fiación podr!a ser muy bao o dear de existir) cual&uier fiación &ue suceda podr!a depender más de la facultad de memori(ar &ue de las propiedades propias de los soportes t'cnicos como tales. #in embargo, en otros casos, como escribir en un pergamino o papel, esculpir la madera o la piedra, grabar, pintar, imprimir, filmar, registrar, etc., puede suponer un grado de fiación relati"amente alto. =os grados de fiación dependen de los medios espec!ficos empleados/ un mensae grabado en la piedra, por eemplo, será mucho más duradero &ue uno escrito en un pergamino o un papel. ? dado &ue diferentes medios permiten diferentes grados de fiación, tambi'n "ar!an en la medida en &ue permiten alterar o re"isar un mensae fiado. n mensae escrito en lápi( es más susceptible de alteración &ue uno escrito o impreso en tinta, y una expresión registrada en una cassette es más dif!cil de negar &ue las palabras intercambiadas en el fluo de la interacción diaria. En "irtud de la capacidad de fiación, los medios t'cnicos permiten almacenar información o contenido simbólico. De ah! &ue los medios t'cnicos puedan obser"arse como *mecanismos de almacenamiento de información* diferentes, capaces de preser"ar, en distintos grados, la información o el contenido simbólico y tenerlo a disposición para su posterior utili(ación. =os medios t'cnicos, y la información o los contenidos simbólicos almacenados en ellos, pueden, posteriormente, utili(arse como un recurso para el eercicio de las diferentes formas de poder. arece plausible &ue las primeras formas de escritura 5las desarrolladas por los sumerios y los antiguos egipcios alrededor del 6MMM a.C.5 fueran utili(adas básicamente con el propósito de registrar información rele"ante respecto a la propiedad de la tierra y la conducta comercial.+N- El desarrollo de la acti"idad económica en los per!odos históricos posteriores, como la 9lta Edad @edia y los principios de la Europa moderna, dependieron de manera crucial de la
disponibilidad de los distintos medios de registro y protección de información concerniente a la producción y al intercambio de bienes. 9demás, el eercicio del poder por parte de las autoridades pol!ticas y religiosas siempre ha estado muy próximo al coteo y control de la información y la comunicación, como puede eemplificar el papel desempeado por los escribas en los primeros siglos y el papel de las distintas agencias 5desde organi(aciones &ue compilan estad!sticas oficiales a las relaciones p4blicas de los funcionarios5 en nuestras sociedades de hoy en d!a. na segunda caracter!stica de los medios t'cnicos es &ue permiten un cierto grado de reproducción. Con *reproducción* &uiero decir la capacidad de un soporte t'cnico para reproducir copias m4ltiples a partir de una forma simbólica. Con algunos tipos de medios t'cnicos, como el grabado en piedra, el grado de reproductibilidad pod!a ser muy pobre/ re&uerir!a una gran cantidad de esfuer(o para producir, en el soporte de la piedra, m4ltiples copias de formas simbólicas grabadas. El desarrollo de los sistemas de escritura y los medios t'cnicos como el pergamino y el papel incrementaron significati"amente la reproducción de las formas simbólicas. Durante la Edad @ed!a, se empleó un gran n4mero de escribas para reproducir textos de tipo religioso, literario y filosófico. #in embargo, el desarrollo decisi"o llegó con la in"ención de la imprenta, &ue permitió reproducir mensaes escritos en una escala y con una "elocidad &ue no hab!an sido posibles anteriormente. De manera parecida, el desarrollo de la litograf!a, la fotograf!a, el gramófono y las grabadoras de cassettes fue significati"o no sólo a causa de &ue permitió fiar fenómenos "isuales y ac4sticos en medios perdurables, sino tambi'n por&ue fió a&uellos fenómenos en un soporte &ue les permit!a, en principio, ser reproducidos. Esta reproductibilidad de las formas simbólicas constituye una de las caracter!sticas cla"es &ue subyace a la explotación comercial de los medios t'cnicos de comunicación. =as formas simbólicas pueden con"ertirse en bienes de consumo, esto es, en bienes &ue se compran y se "enden en un mercado) y un medio principal de con"ertir las formas simbólicas en bienes de consumo es fomentando maneras de aumentar y controlar la capacidad de reproducción. @uchas de las principales inno"aciones de la industria mediática 5como la introducción de la prensa de acero de Ooening en < y la imprenta rotati"a en <5 estu"ieron directamente relacionadas con el incremento de la capacidad reproducti"a con propósitos comerciales. #in embargo, la "iabilidad comercial de las organi(aciones mediáticas tambi'n depende del hecho de &ue permiten eercer determinado grado de control sobre la reproducción de un trabao. De ah! &ue la protección del copyright, o los derechos de reproducción, licencia y distribución de un trabao, tenga un significado crucial para las industrias mediáticas. En relación a sus or!genes y sus principales beneficiarios, el desarrollo de las leyes del copyright tu"o menos &ue "er con la protección de los derechos de autor &ue con la protección de los intereses de los impresores y los libreros, &uienes ten!an mucho &ue perder a causa de la reproducción no autori(ada de libros y otros materiales impresos.+M@ientras &ue la capacidad reproducti"a de los medios t'cnicos lle"a por s! misma a la explotación comercial, tambi'n la noción de trabao *original* o *aut'ntico* posee implicaciones de gran en"ergadura.+- El hecho de &ue un trabao original o aut'ntico no sea una reproducción se con"ierte cada "e( más en una importante caracter!stica del trabao) y en la medida en &ue la reproducción de las formas simbólicas de"enga más permisi"a, el carácter no5reproducti"o del trabao original se con"ertirá cada "e( más en un factor a la hora de determinar el "alor del trabao en el mercado de los bienes
simbólicos. or supuesto, con el desarrollo de t'cnicas de impresión y fotograf!a, resulta posible reproducir m4ltiples copias o r'plicas de trabaos originales. #in embargo, estas r'plicas no son iguales al original, precisamente por&ue son r'plicas) y en consecuencia, poseen un "alor más bao en el mercado de los bienes simbólicos. 9 pesar de ello, muchas reproducciones de formas simbólicas no son en absoluto reproducciones de un trabao original. or el contrar!o, el trabao consiste en copias o reproducciones &ue han sido producidas. En la medida en &ue el control de la reproducción de"enga cada "e( más central en el propio proceso de producción, las nociones de originalidad y autenticidad se "erán gradualmente rebasadas por la idea de la exclusi"idad. or eso, por eemplo, en el caso de los libros, lo &ue se con"ierte en producto de coleccionista no son los productos 4nicos, sino las primeras ediciones, &ue contienen en s! todas las copias producidas en la primera impresión de un trabao. De manera similar, las pel!culas y las grabaciones musicales se producen siempre en copias m4ltiples, y todas las copias poseen aproximadamente un mismo estatus 7con tal de &ue todas ellas sean de buena calidad o *alta fidelidad*8. De esta manera, mientras &ue la "aloración económica de las obras de arte está basada en la exclusi"idad del trabao 7y en la defensa de esta exclusi"idad contra las pretensiones de los falsificadores y los impostores8, la explotación comercial de libros, grabaciones musicales, etc., se basa en la capacidad de producir m4ltiples copias de un trabao y controlar su proceso de reproducción de manera &ue genere beneficios. n tercer aspecto de los medios t'cnicos es &ue tienen en cuenta determinados grados de separación espacio temporal. Cual&uier proceso d' intercambio simbólico generalmente conlle"a la separación de unas formas simbólicas de su contexto de producción/ son arrancadas de este contexto, tanto espacial como temporalmente, e insertadas en contextos nue"os &ue podr!an encontrarse en diferentes tiempos y lugares. tili(ar' la expresión *separación espacio5temporal* para referirme a este proceso de distanciación. +2- Todas las formas de comunicación implican alg4n grado de separación espacio5temporal, alg4n grado de mo"imiento a tra"'s del espacio y el tiempo. #in embargo, la medida de la separación "ar!a enormemente, dependiendo de las circunstancias de comunicación y del tipo de soportes t'cnicos empleados. En el caso de las con"ersaciones cara5a5cara, existe una separación espacio5temporal relati"amente escasa. =a con"ersación tiene lugar en un contexto de co5presencia/ los participantes en la con"ersación están f!sicamente presentes uno frente a otro y comparten un conunto similar 7o muy similar8 de referentes espacio5temporales. =as expresiones intercambiadas en la con"ersación están generalmente disponibles sólo para los interlocutores, y para los indi"iduos ubicados en las proximidades inmediatas, por aadidura, las expresiones no permanecerán más allá del fuga( momento de su intercambio o lo &ue tarden sus contenidos en des"anecerse en la memoria. =a ampliación del discurso a tra"'s de medios t'cnicos de "arios tipos puede dotarlo de mayores disponibilidades espaciales, temporales o de ambas. Con la amplificación del discurso, un alta"o( puede producir emisiones &ue lleguen a indi"iduos &ue están más allá del alcance de una con"ersación ordinaria/ las emisiones se expanden por el espacio, aun&ue su duración temporal se limite al momento de su intercambio. 9 tra"'s del uso de otros medios t'cnicos, como las grabadoras o "arias formas de registro, las emisiones pueden extenderse en el tiempo. n mensae grabado o registrado puede preser"arse para ocasiones ulteriores) puede ser repuesto o le!do por indi"iduos
ubicados en otros contextos &ue podr!an estar aleados en el tiempo y el espacio del contexto original en el &ue se produo. Con la alteración de las condiciones comunicati"as espaciotemporales, el uso de los medios t'cnicos tambi'n altera las condiciones espaciales y temporales bao las cuales los indi"iduos eercen el poder.+6- =os indi"iduos son capaces de comunicarse a lo largo de distancias espaciales y temporales, y de ah! &ue sean capaces de actuar e interaccionar a distancia. odr!an ser capaces de inter"enir e influir en el curso de los acontecimientos &ue suceden en lugares espacial y temporalmente remotos. =a utili(ación de medios t'cnicos ofrece a los indi"iduos nue"as maneras de organi(ar y controlar el espacio y el tiempo, as! como nue"as maneras de utili(ar el espacio y el tiempo para lograr sus propósitos. El desarrollo de los nue"os medios tecnológicos podr!a incluso tener un profundo impacto en la forma en &ue los indi"iduos experimentan las dimensiones espaciales y temporales de la "ida social. @ás adelante ampliaremos estas implicaciones con más detalle. 3inalmente, perm!tasenos considerar bre"emente los tipos de habilidades, competencias y formar de conocimiento comprometidas con la utili(ación de los medios t'cnicos. El uso de soportes t'cnicos generalmente presupone un proceso de codificación, lo &ue significa &ue re&uiere reglas y procedimientos para la codificación y descodificación de la información o de contenidos simbólicos. =os indi"iduos &ue emplean el soporte deben estar capacitados, al menos en alguna medida, para manear las reglas y procedimientos más rele"antes. ara tener un conocimiento de estas reglas y procedimientos no es necesario estar capacitado para formularlas de manera clara y expl!cita sino ser capa( de lle"arlas a la práctica, saber cómo continuar, &ue dir!a ingenstein. 0aramente se nos solicita &ue formulemos estas reglas y procedimientos expl!citamente, sin embargo, se nos pide &ue las lle"emos continuamente a la práctica cada "e( &ue empleamos un aporte t'cnico de comunicación. 9l considerar el tipo de habilidades y competencias comprometidas con la utili(ación de soportes t'cnicos, resulta importante distinguir entre a&uellos &ue se re&uieren para codificar información o contenidos simbólicos, y todos a&uellos &ue se re&uieren para descodificar el mensae. En la práctica, tales habilidades y competencias podr!an confluir o solaparse de manera considerable 7por eemplo, alguien &ue sabe cómo escribir en un determinado lenguae generalmente es capa( de leerlo8. #in embargo, estas habilidades no coinciden y podr!an, en ocasiones, di"ergir significati"amente. Es probable &ue la mayor!a de los indi"iduos &ue miran un programa de tele"isión sepan relati"amente muy poco sobre cómo se ha producido el programa. Cuando los indi"iduos codifican y descodifican mensaes,P emplean no sólo las habilidades y competencias re&ueridas por los soportes t'cnicos, sino tambi'n "arias formas de conocimiento y presuposiciones &ue comprenden parte de los recursos culturales &ue se dan durante los procesos de intercambio. Tales formas de conocimiento y presuposiciones dan forma a la manera en &ue entienden los mensaes, se relacionan con ellos y los integran dentro de sus "idas. El proceso de comprensión es siempre una interacción entre los mensaes codificados y los int'rpretes disponibles, y los 4ltimos siempre ofrecen una disposición de recursos culturales para lle"ar este proceso a buen t'rmino. De nue"o, retomaremos este tema más adelante. 9lgunas caracter!sticas de la *comunicación de masas*
;asta ahora hemos tenido en cuenta algunos de los atributos de los medios t'cnicos de comunicación y algunos de sus usos más destacados. ;e estado empleando la frase *soportes t'cnicos de comunicación* en un sentido general, para referirme a los elementos materiales a tra"'s de los cuales la información o contenido simbólico se fia y se transmite. #in embargo, la utili(ación del t'rmino *medios de comunicación* nos e"oca un grupo más espec!fico de instituciones y productos/ pensamos en libros, periódicos, programas de radio y tele"isión, pel!culas, cassettes, discos compactos y otras cosas. Es decir, pensamos en un grupo de instituciones y productos &ue frecuentemente se subsumen bao la eti&ueta *comunicación de masas*. #in embargo, &u' es la *comunicación de masas*F #e trata de un t'rmino al &ue podamos darle un sentido claro y coherenteF Con frecuencia se ha destacado &ue la *comunicación de masas* es una frase impropia. El t'rmino *masa* resulta especialmente engaoso. Conura la imagen de una "asta audiencia &ue comprende "arios miles, incluso millones de indi"iduos. Ksta podr!a ser una imagen precisa para el caso de algunos productos mediáticos, como el periódico más popular de la actualidad, pel!culas y programas tele"isi"os) sin embargo, describe de manera ambigua la situación de la mayor!a de los productos mediáticos, pasados o presentes. 9l inicio del desarrollo de la prensa periódica, y en algunos sectores de las actuales industrias mediáticos modernas 7por eemplo, algunos editores de libros y re"istas8, la audiencia era relati"amente poca y especiali(ada. or eso, si se utili(a el t'rmino *masa* no debe ser simplemente en t'rminos cuantitati"os. =a caracter!stica más destacada de la comunicación de masas no "iene dada por el n4mero de indi"iduos 7o una proporción espec!fica de la población8 &ue reciben los productos, sino más bien por el hecho de &ue los productos est'n disponibles, en principio, a una pluralidad de destinatarios. Existe otro ámbito en el cual la expresión *masa* podr!a resultar confusa. #ugiere &ue los destinatarios de los productos mediáticos constituyen un "asto mar de indi"iduos pasi"os e indiferenciados. #e trata de una imagen asociada a algunas de las más tempranas cr!ticas a la *cultura de masas* y a la *sociedad de masas*, cr!ticas &ue generalmente asumen &ue el desarrollo de los medios de comunicación ha tenido un largo y negati"o impacto sobre la "ida social moderna, creando un tipo de cultura blanda y homog'nea &ue entretiene a los indi"iduos sin desafiarlos, &ue cauti"a su atención sin re&uerir sus facultades cr!ticas, &ue les ofrece una gratificación instantánea sin cuestionar las bases en las &ue se basa semeante gratificación. Esta tradición de cr!tica cultural no está exenta de intereses) ha destacado determinadas cuestiones importantes &ue hoy en d!a siguen mereciendo atención, aun&ue de una manera bastante diferente. #in embargo, esta perspecti"a cr!tica tambi'n está imbuida por un conunto de presuposiciones &ue resultan insostenibles, y las cuales sólo pueden dificultar una comprensión de los media y su impacto en el mundo moderno. Debemos abandonar la suposición de &ue los destinatarios de los productos mediáticos son obser"adores pasi"os cuyos sentimientos han estado permanentemente aletargados por la continua recepción de mensaes similares. Debemos abandonar la suposición de &ue el proceso de recepción por s! mismo están exento de problemas, de &ue se trata de un proceso carente de perspecti"a cr!tica a tra"'s del cual los productos son absorbidos por los indi"iduos, como la espona absorbe el agua. #uposiciones de este tipo tienen poco &ue "er con el carácter actual de las acti"idades receptoras y con las compleas formas en
&ue los productos mediáticos son aceptadas por los indi"iduos, interpretadas por ellos e incorporadas a sus "idas. #! el t'rmino *masa* puede resultar engaoso en ciertos aspectos, tambi'n lo puede ser el t'rmino *comunicación*, ya &ue los medios de comunicación generalmente comprometidos con la comunicación de masas son completamente diferentes de a&uellos &ue forma parte de las con"ersaciones ordinarias. En los intercambios comunicati"os &ue se producen en las interacciones cara5a5cara, la comunicación fluye generalmente en dos direcciones/ una persona habla, otra responde, y as! sucesi"amente. En otras palabras, los intercambios comunicati"os en las interacciones cara5a5cara son fundamentalmente dialógicos. En la mayor!a de las formas de comunicación do masas, por contra, el fluo de comunicación resulta abrumador en una sola dirección. =os mensaes son producidos por un grupo de indi"iduos y transmitidos a otros &ue están por lo general situados en empla(amientos espacial y temporalmente aleados del contexto de creación original. De ah! &ue los receptores de los mensaes mediáticos no act4en como participantes en un proceso rec!proco de intercambio comunicati"o sino más bien como participantes dentro de un proceso simbólico de transmisión estructurada. De ah! &ue hable generalmente de *transmisión* o *difusión* de los mensaes mediáticos en "e( de *comunicación* como tal. :ncluso en las circunstancias estructuradas de la comunicación masi"a, los receptores tienen algo de capacidad para inter"enir y contribuir en el curso y contenido del proceso comunicati"o. ueden, por eemplo, escribir cartas al editor, llamar a las compa!as tele"isi"as y expresar sus puntos de "ista, o simplemente recha(ar comprar o recibir los productos concernientes. De ah! &ue, aun&ue el proceso comunicati"o sea fundamentalmente asim'trico, no sea enteramente monológico o unidireccional. Existe una ra(ón de más peso por la &ue el t'rmino *comunicación de masas* podr!a parecer de alguna manera inapropiado hoy en d!a. 1eneralmente asociamos este t'rmino con ciertos tipos de transmisión mediática/ por eemplo, con la difusión masi"a de periódicos, con las emisiones radiofónicas y tele"isadas, y cosas parecidas. :ncluso hoy parece &ue somos testigos de cambios fundamentales en la naturale(a de la comunicación mediática. El cambio del sistema analógico al digital en la codificación de la información, combinado con el desarrollo de nue"os sistemas de transmisión 7incluidos los sat'lites de alto rendimiento y los cables de alta capacidad8, están creando un nue"o escenario tecnológico en el cual la información y la comunicación puede manipularse de manera más flexible. osteriormente retomaremos algunas de estas sofisticaciones con más detalle. 9&u! simplemente &uiero destacar &ue, si el t'rmino *comunicación de masas* resulta engaoso como descripción de las formas más tradicionales de transmisión mediática, entonces parece particularmente inadecuado para referirse a los nue"os tipos de redes de información y comunicación &ue se están populari(ando cada "e( más hoy en d!a. 9 la "ista de estas consideraciones, el t'rmino *comunicación de masas* deber!a utili(arse con un gran tacto. or mi parte emplear' otros t'rminos 5como *comunicación mediática* o, simplemente, *los media*5 &ue están menos cargados de suposiciones engaosas. 9 pesar de ello, no deber!amos dear &ue estas dificultades intelectuales enturbiaran el hecho de &ue, a tra"'s de series de desarrollos históricos &ue pueden documentarse con toda exactitud, emergió una nue"a frana de fenómenos comunicati"os. 9 partir de ah!, el t'rmino *comunicación de masas* &ue he estado utili(ando, lo aplicar' a este conunto de desarrollos y fenómenos comunicati"os
históricos. =o &ue ahora describimos en un sentido amplio como *comunicación de masas* consiste en un amplio fenómeno &ue emerge históricamente a tra"'s del desarrollo de instituciones &ue tratan de explotar nue"as oportunidades aglutinando y registrando información, para producir y reproducir formas simbólicas, y para transmitir información y contenido simbólico a una pluralidad de receptores a cambio de alg4n tipo de remuneración financiera. erm!taseme ser más preciso/ emplear' el t'rmino *comunicación de masas* para referirme a la producción institucionali(ada y difusión generali(ada de bienes simbólicos a tra"'s de la fiación y transmisión de información o contenido simbólico. Desglosare 'sta definición en cinco caracter!sticas/ los medios t'cnicos e institucionales de producción y difusión) la producción de formas simbólicas de consumo) la ruptura estructurada entre producción y recepción) la creciente disponibilidad de los productos mediáticos en el tiempo y el espacio) y la circulación p4blica de las formas simbólicas mediáticas. Go todas estas caracter!sticas son 4nicas en lo &ue nosotros podr!amos llamar *comunicación de masas*. #in embargo, reunidas muestran una serie de caracter!sticas t!picas y aspectos rele"antes del tipo de fenómenos comunicati"os a los &ue nos referimos con este t'rmino. =a primera caracter!stica de la comunicación de masas es &ue implica ciertos medios de producción y difusión t'cnicos e institucionales. Esta caracter!stica es la &ue ha recibido mayor atención en la bibliograf!a especiali(ada sobre los media. or ello &ueda claro &ue el desarrollo de los media, desde sus primeras formas de impresión hasta los más recientes desarrollos en el campo de las telecomunicaciones, se ha basado en una serie de inno"aciones t'cnicas &ue permiten su explotación comercial. Tambi'n &ueda claro &ue la explotación de estas inno"aciones es un proceso &ue ha tenido lugar dentro de un espectro de instituciones y estructuras institucionales, y &ue estas instituciones contin4an dando forma a las maneras en &ue los media operan hoy en d!a. En otras palabras, el desarrollo de la comunicación de masas resulta inseparable del desarrollo de las industrias mediáticas, esto es, el conunto de las instituciones &ue, desde la 9lta Edad @edia hasta el d!a de hoy, se han estado ocupando de la explotación comercial de las inno"aciones t'cnicas &ue permiten producir y difundir formas simbólicas de manera generali(ada. En el próximo cap!tulo examinar' algunos de los aspectos institucionales y t'cnicos de los media, empe(ando por la explotación comercial de la imprenta en la segunda mitad del siglo $%. #in embargo, a diferencia de mucha bibliograf!a especiali(ada en la tecnolog!a de los med!a, tratar' de relacionar el desarrollo de los medios tecnológicos con los aspectos institucionales más amplios del desarrollo de las sociedades modernas. El hecho de &ue la comunicación de masas impli&ue por lo general la explotación comercial de las inno"aciones t'cnicas &ueda expl!cito en la segunda caracter!stica, a la &ue he llamado la producción para el consumo de formas simbólicas 7commodification8. ;e discutido bre"emente esta cuestión en el apartado anterior, en relación a la capacidad reproducti"a de los medios tecnológicos) a&u!, la elaborar' de manera más general. ?o "eo la producción para el consumo de formas simbólicas como un particular tipo de *"aloración*, esto es, como una de las maneras a tra"'s de la cual puede atribuirse determinado "alor a los obetos. =as formas simbólicas pueden estar suetas a dos tipos principales de "aloración +<-. *%aloración simbólica* es el proceso mediante el cual se atribuye un *"alor simbólico* a las formas simbólicas. #e trata del "alor &ue los obetos poseen en "irtud de la manera en &ue, y en la medida en &ue, los toman en
consideración los indi"iduos/ es decir, los elogian o "ilipendian, los aplauden o desprecian. =a *"aloración económica* es el proceso a tra"'s del cual se atribuye un *"alor económico* a las formas simbólicas, un "alor por el &ue pueden intercambiarse en un mercado. En "irtud de la "aloración económica, las formas simbólicas se constituyen en bienes para el consumo 7commodities8/ se con"ierten en obetos &ue pueden ad&uirirse y "enderse en un mercado por un precio @e referir' a las formas simbólicas de productos para el consumo como *bienes simbólicos*. =a comunicación de masas por lo general implica la producción de bienes para el consumo de formas simbólicas en el sentido de &ue estos obetos producidos por las instituciones mediáticas son formas simbólicas suetas, de una u otra manera, al proceso de "aloración económica. =os modos de "alorar las formas simbólicas "ar!an enormemente, dependiendo de los medios t'cnicos y de las estructuras institucionales dentro de las cuales se despliegan. =a producción de bienes para el consumo de algunos materiales impresos, como los libros y panfletos, reposan en gran medida en la capacidad de reproducir y "ender m4ltiples copias del trabao. Qtros materiales impresos 7periódicos, por eemplo8 combinan este modo de "alorar con otros modos, como, por eemplo, la capacidad para "ender espacio publicitario. En el caso de las emisiones radiofónicas y tele"isi"as, la "enta de tiempo en antena a los publicistas ha desempeado un importante papel en algunos contextos nacionales como medio de "aloración económica. En otros contextos nacionales los receptores de los programas de radio y tele"isión han estado cargados directamente 7a tra"'s del pago por una licencia8 o indirectamente 7a tra"'s de los impuestos8 por el derecho a recibir material radiofónico. =os recientes desarrollos tecnológicos asociados con la transmisión por cable y sat'lite han creado nue"as oportunidades para la "aloración económica, como el pago de cuotas por suscripción o la utili(ación de taretas de cr'dito &ue permite a los espectadores descodificar los mensaes codificados. Desde luego, la producción de bienes para el consumo de formas simbólicas no es exclusi"a de la comunicación de masas. Existen otros tipos de formas simbólicas, como la pintura y otras obras de arte, &ue están rutinariamente suetos al proceso económico de "aloración. El desarrollo de un mercado para las obras de arte 5las galer!as de arte, subastas, etc.5 puede "erse como el desarrollo de un conunto de instituciones &ue gobiernan la "aloración económica de las obras de arte, y dentro de las cuales estos trabaos pueden comprarse y "enderse como productos de consumo. El mayor "alor simbólico ha sido atribuido a estos trabaos y a sus productores, es decir, cuanto más son "istos como *grandes trabaos* y *grandes artistas*, más se ele"an los precios, por as! decirlo, de a&uellas obras &ue cambian de manos en el mercado del arte. De ah! &ue las industrias med!áticas no sólo sean instituciones ocupadas con la "aloración de las formas simbólicas. or el contrario, en el mundo moderno se encuentran entre las más importantes de estas instituciones, y entre las &ue con más probabilidad afectan a la "ida diaria de la mayor!a de los indi"iduos. =a tercera caracter!stica de la comunicación de masas es &ue instituye una ruptura estructurada entre la producción de formas simbólicas y su recepción. En todos los tipos de comunicación de masas, el contexto de producción está generalmente separado del contexto o los contextos de recepción. =os bienes simbólicos se producen en un contexto o conunto de contextos 7a saber, las instituciones &ue constituyen la industria
mediática8 y se transmiten a destinatarios locali(ados en contextos leanos y di"ersos 7tales como los di"ersos espacios de una casa8. or otra parte, a diferencia de muchos otros casos de comunicación &ue implican una separación de contextos, en el caso de la comunicación de masas el fluo de mensaes circula, como he destacado antes, prioritariamente en una sola dirección. El contexto de producción tampoco es 7o no lo es en la misma medida8 un contexto de recepción, ni los contextos de recepción tampoco son 7en la misma medida8 contextos de producción. De ah! &ue el fluo de mensaes sea un fluo estructurado en el cual la capacidad de los receptores para inter"enir o contribuir al proceso de producción está estrictamente circunscrita. Esta caracter!stica de la comunicación de masas posee importantes implicaciones para los procesos de producción y recepción. En relación a la producción, significa &ue el personal implicado en la producción y transmisión de los mensaes mediáticos por lo general carece de las formas de respuesta directas y continuas caracter!sticas de las interacciones cara5a5cara. De ah! &ue los procesos de producción y transmisión se caractericen por una forma distinti"a de indeterminaciónR ya &ue estos procesos ocurren en ausencia de pistas ofrecidas por los receptores. 7Compare la diferencia entre un discurso dirigido a una audiencia f!sicamente presente, &ue puede expresar su aprobación o recha(o riendo, aplaudiendo o guardando silencio, y un discurso dirigido a una cámara de tele"isión.8 Desde luego, el personal de losR media ha desarrollado una "ariedad de t'cnicas para enfrentarse con semeante indeterminación, desde la utili(ación de una fórmula bien escogida, con gancho y &ue atrae a una audiencia predecible 7como las series tele"isi"as y las pel!culas di"ididas en partes8 hasta la in"estigación de mercado y el control regular del tamao y respuesta de la audiencia. +>or lo &ue respecta a la recepción, la ruptura estructurada implica &ue los receptores de los mensaes mediáticos están, por as! decirlo, abandonados a su libre albedr!o. =os receptores pueden hacer de un mensae más o menos lo &ue ellos &uieran, y el productor no está all! para explicar o corregir las posibles malas interpretaciones. Tambi'n implica &ue los receptores se encuentran en desigualdad de condiciones con respecto al proceso comunicati"o. Constituyen, en "irtud de la naturale(a de los medios de comunicación de masas, socios desiguales en el proceso de intercambio simbólico. Comparado con los indi"iduos implicados en los procesos de producción y transmisión, los receptores de los mensaes mediáticos poseen relati"amente poca capacidad para determinar los temas y contenido de la comunicación. #in embargo, esto no supone &ue sean incapaces de ello, ni tampoco &ue sean simplemente testigos pasi"os de un espectáculo sobre el &ue tienen poco o ning4n control. na cuarta caracter!stica de los medios de comunicación de masas es &ue extienden la disponibilidad de las formas simbólicas en el espacio y el tiempo. Esta caracter!stica está !ntimamente relacionada con la anterior/ ya &ue los media instituyen una separación entre contextos de producción y contextos de recepción, se desprende &ue los mensaes mediáticos están disponibles en contextos aleados de los contextos donde se produeron originariamente. ueden ser, y generalmente lo son, recibidos por indi"iduos &ue están muy aleados en el espacio, y puede &ue tambi'n en el tiempo, de los indi"iduos &ue los han producido. El alcance de los mensaes mediáticos es una caracter!stica &ue tiene consecuencias de gran en"ergadura, por eso tratar' esta cuestión en detalle más adelante. De nue"o el alcance de la disponibilidad de las formas simbólicas no pertenece exclusi"amente a la comunicación de masas. Todas las formas simbólicas,
simplemente en "irtud de intercambiarse entre indi"iduos &ue no ocupan id'nticas posiciones en el tiempo y el espacio, suponen un cierto distanciamiento espacio5 temporal. #in embargo, con el desarrollo de instituciones orientadas a la producción a gran escala y difusión masi"a de bienes simbólicos, el alcance de la disponibilidad de las formas simbólicas se con"ierte en un fenómeno social más penetrante y significati"o. =a información y el contenido simbólico están a disposición de un n4mero creciente de indi"iduos a lo largo de grandes extensiones de espacio y a gran "elocidad. =a creciente disponibilidad de las formas simbólicas se pronuncia y banali(a cada "e( más, en el sentido de &ue se da por supuesto &ue constituye una rutina caracter!stica de la "ida social. Esto nos lle"a a una &uinta caracter!stica de la comunicación de masas &ue conlle"a la circulación p4blica de las formas simbólicas. =os productos de las industrias mediáticos están disponibles, en principio, para una pluralidad de receptores. #e producen en m4ltiples copias o se transmiten a una multiplicidad de receptores de manera &ue &ueden a disposición de cual&uiera &ue posea los medios t'cnicos, capacidades y recursos necesarios para ad&uirirlos. En este sentido, la comunicación de masas difiere de formas de comunicación 5tales como las con"ersaciones telefónicas, las teleconferencias, o los "arios tipos de grabaciones dom'sticas en "!deo5 &ue emplean los mismos medios t'cnicos de fiación y transmisión pero &ue están orientados hacia un 4nico o muy restringido grupo de receptores. =a l!nea di"isoria &ue se puede tra(ar a&u! no &ueda clara, y la distinción podr!a difuminarse a4n más en las próximas d'cadas, con el despliegue de nue"as tecnolog!as de comunicación &ue permitan ser"icios más personali(ados. 9 pesar de ello, es propio de la comunicación de masas, tal y como se ha estado desarrollando hasta ahora, &ue sus productos est'n disponibles, en principio, para una pluralidad de receptores, aun&ue, de hecho, por una "ariedad de ra(ones, estos productos llegaran a circular entre un sector de población relati"amente pe&ueo y restringido. =a disponibilidad de los productos de comunicación de masas tiene importantes implicaciones sobre los modos en &ue reflexionamos acerca de la distinción entre el dominio p4blico y el pri"ado. El hecho de &ue los productos est'n disponibles en principio para m4ltiples receptores significa &ue poseen un carácter p4blico intr!nseco, en el sentido de &ue están *abiertos* o *disponibles al p4blico*. De ese modo, el contenido de los mensaes mediáticos se hace p4blico, esto es, se hace "isible y puede ser obser"ado por m4ltiples indi"iduos &ue podr!an estar, y por lo general están, dispersos a lo largo de distintos contextos. El impacto de los medios de comunicación en la naturale(a de *la esfera p4blica*, y sobre la relación entre el dominio p4blico y el pri"ado, es un tema &ue explorar' con detalle en los cap!tulos posteriores. =a reordenación del espacio y del tiempo ;emos destacado anteriormente cómo el uso de los medios t'cnicos de comunicación puede alterar la dimensión espacial y temporal de la "ida social. ermitiendo a los indi"iduos comunicarse a lo largo de amplios tramos de espacio y tiempo, el uso de los medios t'cnicos indi"iduales permite a los indi"iduos trascender las fronteras espaciales y temporales &ue caracteri(an la interacción cara5a5cara. 9l mismo tiempo, permite a los indi"iduos reordenar las caracter!sticas espaciales y temporales de la organi(ación social, y utili(ar estas caracter!sticas reordenadas como medios para alcan(ar sus obeti"os.
Todos los medios t'cnicos lle"an la marca de los aspectos espaciales y temporales de la "ida social, pero el desarrollo de la tecnolog!a de telecomunicaciones en la segunda mitad del siglo $:$ fue particularmente significati"o al respecto. 9ntes del ad"enimiento de las telecomunicaciones, la extensión de la disponibilidad de las formas simbólicas en el espacio estaba generalmente determinada por su transporte f!sico) con muy pocas excepciones &ue &uepa destacar 7por eemplo, el semáforo8, un significati"o distanciamiento espacial podr!a conseguirse sólo a tra"'s del transporte de formas simbólicas de un lugar a otro. #in embargo, con el desarrollo de las primeras formas de telecomunicación, tales como el tel'grafo y el tel'fono, se pod!a lograr un significati"o distanciamiento espacial sin tener &ue transportar f!sicamente las formas simbólicas, sin incurrir en los retrasos temporales &ue conlle"a el transporte. El ad"enimiento de la telecomunicación, entonces, desembocó en la separación espacial y temporal, en el sentido de &ue la distancia espacial deó de re&uerir distancia temporal. =a información y el contenido simbólico pod!an transmitirse a tra"'s de "astas distancias con relati"amente poco retraso/ una "e( &ue se instalaron los cables de transmisión, los mensaes pudieron transmitirse con la m!nima demora &ue re&uer!a el proceso de codificación y descodificación de la información. El distanciamiento espacial se intensificó de manera espectacular, al tiempo &ue los retrasos temporales eran "irtualmente eliminados. =a separación del espacio y del tiempo preparó el camino para otra transformación, !ntimamente relacionada con el desarrollo de las telecomunicaciones/ el descubrimiento de la simultaneidad despaciali(ada.+ A- En los primeros per!odos históricos la experiencia de la simultaneidad 5esto es, de los acontecimientos &ue ocurren *al mismo tiempo*5 supon!a la existencia de un lugar espec!fico en el &ue el indi"iduo pod!a experimentar los acontecimientos simultáneos. =a simultaneidad presupon!a localidad) *el mismo tiempo* presupon!a *el mismo lugar*. #in embargo, con la separación del espacio y del tiempo desencadenada por la telecomunicación, la experiencia de la simultaneidad se separó de la condición espacial de un lugar com4n. 3ue posible experimentar acontecimientos de manera simultánea a pesar del hecho de &ue sucediesen en lugares espacialmente leanos. En contraste con la exactitud del a&u! y el ahora, surgió un sentido del *ahora* &ue nada tiene &ue "er con el hecho de estar ubicado en un lugar concreto. #imultáneamente se extendió en el espacio para finalmente con"ertirse en global. =as transformaciones del espacio y tiempo pro"ocadas en parte por el desarrollo de las nue"as tecnolog!as de la comunicación, y en parte por el desarrollo de medios de transporte más rápidos, dio lugar al incremento de serios problemas de coordinación espacio5temporal, problemas &ue finalmente se resol"ieron a tra"'s del establecimiento de acuerdos sobre la estandari(ación del tiempo en el mundo.+I- ;asta mediados del siglo $:$, cada ciudad, pueblo o aldea ten!a su propio estándar de tiempo) exist!a una pluralidad de tiempos locales sin coordinación alguna entre unos y otros. #in embargo, con el desarrollo de los ser"icios de coches de correo a finales del siglo $%::: y la construcción del ferrocarril a principios del siglo $:$, creció la presión para la estandari(ación del tiempo calculado a escala supralocal. =a introducción de los horarios estandari(ados del ferrocarril, basados en el @eridiano Cero de 1reenSich, lle"ó gradualmente a laR adopción del 1@T 71reenSich @ean Time8 como el estándar de tiempo para toda 1ran Bretaa. =a tarea de estandari(ación del cálculo de tiempo en un territorio a escala mayor, hi(o surgir nue"os problemas &ue se resol"ieron con la
introducción de (onas temporales estándars. =as (onas horarias se establecieron inicialmente en el continente norteamericano durante la d'cada de IM y principios de M, y en < una :nternational @eridian Conference tu"o lugar en ashington, D.C., con el propósito de establecer un sistema global para la estandari(ación del tiempo. El mundo fue di"idido en 2< franas temporales de una hora y se estableció una l!nea de cambio horario internacional. #e acordó &ue la l!nea de cambio horario ser!a el meridiano M a la misma distancia del Este y el Qeste de 1reenSich) los "iaeros &ue la cru(aran en dirección Este ganar!an un d!a, mientras &ue los &ue la cru(aran en dirección Qeste lo perder!an. 9 partir de a&uel momento, el sistema horario internacional estandari(ado ofreció una estructura para la coordinación de los horarios locales y para la organi(ación de redes de comunicación y transporte. El desarrollo de nue"os medios de comunicación y nue"os medios de transporte tambi'n afectó a la manera en &ue los indi"iduos experimentaban las caracter!sticas espaciales y temporales de la "ida social. =a estandari(ación del sistema horario internacional fue acompaada de un creciente inter's por las experiencias personales relacionadas con el espacio y el tiempo, la "elocidad y la simultaneidad, y por la separación del espacio y el tiempo. Este inter's encontró una forma de expresión a tra"'s del arte y la literatura de finales del siglo $:$ y principios del $$, desde roust y Baudelaire hasta James Joyce, desde el cubismo y el futurismo hasta el surrealismo. El impacto literario y art!stico de estos desarrollos ha sido perspica(mente explorado por #tephen Oern, @arshall Berman y otros.+- 9&u! &uiero considerar de manera más gen'rica algunas de las formas en &ue el desarrollo de los medios de comunicación ha afectado al sentido del espacio y el tiempo de los indi"iduos comunes. 9nterior al desarrollo de las industrias mediáticas, la sensación de pasado y lugares distantes de la mayor!a de las personas se hab!a formado básicamente a tra"'s del contenido simbólico intercambiado en las interacciones cara5a5cara. =a transmisión de narraciones desempeaba un papel central en la formación del sentido del pasado y del mundo más allá de los lugares próximos. ara la mayor!a de las personas, el sentido del pasado y el sentido de lugares distantes, as! como la sensación de los l!mites espaciales y de la continuidad histórica de las comunidades a las &ue pertenec!an, se hab!an configurado, en primer lugar, a tra"'s de tradiciones orales producidas y transmitidas en los contextos sociales de la "ida cotidiana. #in embargo, la creciente disponibilidad de formas simbólicas mediáticas ha alterado gradualmente la manera en &ue la mayor!a de las personas ad&uieren un sentido del pasado y del mundo más allá de su ubicación inmediata. El papel de las tradiciones orales no fue eliminado, pero estas tradiciones fueron mati(adas, y en cierta medida reconstruidas, a tra"'s de la difusión de los productos mediáticas. El desarrollo de los medios de comunicación ha dado lugar, de esta manera, a lo &ue podr!amos describir como una *historicidad mediática*/ nuestra percepción del pasado, y nuestra percepción de las maneras en &ue el pasado afecta a nuestra "ida actual, depende cada "e( más de una creciente reser"a de formas simbólicas mediáticas. =a mayor!a de los indi"iduos de los pa!ses del Este han obtenido, en la actualidad, su conocimiento de los grandes acontecimientos del pasado, e incluso de los grandes acontecimientos del siglo $$ 7las dos guerras mundiales, la 0e"olución 0usa, el ;olocausto, etc.8, fundamentalmente de libros, periódicos, pel!culas y programas tele"isi"os. En la medida en &ue los acontecimientos retroceden más y más en el tiempo, es cada "e( menos y menos probable &ue los indi"iduos obtengan la
comprensión de tales acontecimientos a partir de su experiencia personal, o de la experiencia personal de otros cuyas aclaraciones procedan de la interacción cara5a5cara. =a tradición oral y la *interacción cara5a5cara* siguen desempeando un importante papel en la formación de nuestro sentido del pasado) sin embargo, cada "e( más operan en conunción con los procesos de comprensión &ue fundan sus contenidos simbólicos a partir de los productos de las industrias mediáticas. #i los media han alterado nuestro sentido del pasado, tambi'n han creado lo &ue podr!amos llamar *experiencia mediática* 7mediated Sorldliness8/ nuestra percepción de &ue el mundo existe más allá de la esfera de nuestra experiencia personal, y de &ue la percepción de nuestro lugar en este mundo está cada "e( más mediati(ada por las formas simbólicas. =a difusión de los productos mediáticos nos permite, en cierto sentido, experimentar acontecimientos, obser"ar a los otros y, en general, aprender acerca de un mundo &ue se extiende más allá de la esfera de nuestros encuentros cotidianos. De ese modo, los hori(ontes espaciales de nuestra comprensión se ampl!an enormemente, dean de &uedar restringidos por la necesidad de estar f!sicamente presentes en los lugares en los &ue los acontecimientos &ue obser"amos, etc., ocurren. Tan profunda es la medida en &ue nuestra percepción del mundo está configurada por los actuales productos mediáticos &ue, cuando "iaamos a lugares distantes del mundo como "isitantes o turistas, nuestras experiencias "i"idas+N- "ienen precedidas, con frecuencia, por grupos de imágenes y expectati"as ad&uiridas a causa de la continua exposición a los productos mediáticos. :ncluso en a&uellos casos en los &ue nuestra experiencia de lugares distantes no coincide con nuestras expectati"as, el sentimiento de no"edad o sorpresa con frecuencia confirma el hecho de &ue nuestras experiencias "i"idas proceden de un conunto de preconcepciones deri"adas, al menos en cierta medida, de las palabras e imágenes transmitidas por los media. Con la alteración de su sentido del lugar y del pasado, el desarrollo de la comunicación mediática tambi'n ha afectado al sentimiento de pertenencia de algunos indi"iduos, es decir, a su sentimiento de pertenecer a un grupo o comunidad. El sentido de pertenencia deri"a, en cierta medida, del sentimiento de compartir una historia y un lugar com4n, una trayectoria com4n en el tiempo y el espacio. #in embargo, en la medida en &ue nuestro sentido del pasado dependa cada "e( más de la las formas simbólicas mediáticas, y nuestro sentido del mundo y nuestro lugar en 'l se alimenten cada "e( más de los productos mediáticos, tanto más se "erá alterado nuestro sentido de pertenencia a grupos y comunidades con los &ue compartimos unas experiencias comunes a tra"'s del tiempo y el espacio, un origen com4n y un destino com4n/ sentimos &ue pertenecemos a grupos y comunidades &ue se han constituido, en parte, a tra"'s de los media. %ol"eremos sobre este fenómeno de la *sociabilidad mediática* en los próximos cap!tulos, donde reflexionar' sobre algunos eemplos con detalle. ;asta ahora hemos estado considerando algunas de las maneras en &ue el desarrollo de los medios de comunicación ha alterado en los indi"iduos la percepción del pasado y del mundo más allá de sus ubicaciones inmediatas. #in embargo, perm!tasenos considerar una cuestión algo distinta. Guestra percepción del espacio y del tiempo está !ntimamente relacionada con nuestra percepción de la distancia, de lo &ue se encuentra cercano o leano) y nuestra percepción de la distancia está profundamente configurada por los medios con los &ue contamos para despla(arnos a tra"'s del espacio y del tiempo. En este sentido, los medios de transporte constituyen un claro eemplo. ara los agricultores rurales del pasado, =ondres estaba mucho más leos &ue para los actuales
habitantes de 1ran Bretaa. En el siglo $%::, cuando las carreteras eran insignificantes y la "elocidad media de los carros tirados por caballos en la pro"incia era de aproximadamente unos 6> m diarios, un "iae a =ondres desde un condado como el de Gorfol lle"aba "arios d!as)+2M- hoy en d!a puede reali(arse en un par de horas. =os medios de comunicación tambi'n desempean un papel de importancia crucial en la formación de nuestra percepción de la distancia. Cuando la comunicación depend!a del transporte f!sico de los mensaes, la percepción de la distancia depend!a del tiempo empleado para "iaar entre el punto de origen y su destino. En la medida en &ue se incrementó la "elocidad de transporte5comunicación, la distancia pareció disminuir. #in embargo, con la separación del espacio y del tiempo causada por las telecomunicaciones, la percepción de la distancia fue gradualmente despla(ada de su exclusi"a dependencia del tiempo de "iae. Desde entonces, la percepción de la distancia pasó a depender de dos "ariables 5el tiempo &ue duraba el recorrido y la "elocidad de la comunicación5 &ue no ten!an por &u' coincidir necesariamente. El mundo se encog!a en ambas dimensiones, pero en una más rápidamente &ue en la otra. Es esta transformación de la percepción de la distancia la &ue subyace a lo &ue acertadamente se ha descrito como *compresión del espacio5tiempo*.+2 -Con el desarrollo de los nue"os, medios de transporte y comunicación, a la par de la expansión intensi"a y extensi"a de una econom!a capitalista orientada hacia el aumento de transacciones de capital y bienes, el significado de las barreras espaciales se ha debilitado y el ritmo de la "ida social se ha acelerado. artes anteriormente aleadas del mundo pasan a formar parte de redes globales de interdependencia. El tiempo de "iae se reduce constantemente y, con el desarrollo de las telecomunicaciones, la "elocidad de la comunicación se ha con"ertido en "irtualmente instantánea. El mundo parece un lugar pe&ueo/ ha deado de ser una "asta extensión de territorios desconocidos, se ha con"ertido en un globo completamente explorado, cuidadosamente cartografiado y "ulnerable a las intromisiones de los seres humanos. 94n tenemos &ue alcan(ar una clara comprensión del impacto de estas transformaciones sobre cómo experimentan los indi"iduos el transcurso de la historia y su lugar en ella. En las primeras formas de sociedad, cuando la mayor!a de los indi"iduos "i"!an de la tierra y depend!an de ella para su subsistencia, la experiencia del paso del tiempo estaba !ntimamente conectada con los ritmos naturales de las estaciones y los ciclos de nacimiento y muerte. En la medida en &ue los indi"iduos fueron atra!dos hacia las ciudades por el sistema de empleo fabril, la experiencia del paso del tiempo se "inculó cada "e( más al mecanismo temporal &ue se re&uer!a para la sincroni(ación del trabao y la organi(ación de la semana laboral.+22- En la medida en &ue el tiempo fue sometido a una disciplina con el propósito de incrementar la producción de bienes de consumo, se produo un cierto cane/ los sacrificios reali(ados en el presente eran intercambiados por las promesas de un futuro meor. =a noción de progreso, elaborada a la lu( de las filosof!as ilustradas de la historia y las teor!as de la e"olución social, fue experimentada en la "ida diaria como el hueco entre la experiencia del pasado y del presente, de una parte, y el hori(onte continuamente cambiante de expectati"as asociadas con el futuro, de la otra.+26Esta manera de experimentar el paso del tiempo podr!a estar cambiando en la actualidad. En la medida en &ue se acelera el ritmo de "ida, el futuro dea de extenderse ante nosotros como una tierra prometida. El hori(onte continuamente cambiante de
expectati"as empie(a a saturarse, como si fuera a estrellarse contra un futuro &ue repetidamente se &ueda corto para las expectati"as pasadas y presentes. Cada "e( resulta más y más dif!cil sostener una concepción lineal de la historia como progreso. =a idea de progreso es una manera de coloni(ar el futuro, una manera de subsumir el futuro en nuestros planes presentes y nuestras expectati"as. #in embargo, en la medida en &ue los l!mites de esta estrategia cada d!a se hagan más e"identes, en la medida en &ue el futuro confunda repetidamente nuestros planes y expectati"as, la idea de progreso empe(ará a perder su arraigo en nosotros. Es muy temprano para decir si este cambio continuará y, si as! sucede, cuáles serán sus consecuencias. #in duda alguna, gracias, en parte, al desarrollo de nue"as formas de comunicación y transporte, nuestra manera de experimentar el espacio y el tiempo ha cambiado profundamente. Esto constituirá un tema central en los cap!tulos &ue siguen. #in embargo, las cuestiones relati"as al alcance de los desarrollos, discutidos a&u!, &ue han empe(ado a transformar nuestra experiencia del ritmo de la historia y nuestro lugar en ella, nuestra percepción del futuro y nuestra orientación hacia 'l, &uedarán, la mayor!a de las "eces, abiertas. Comunicación, apropiación y "ida cotidiana En determinados puntos de este cap!tulo he destacado la importancia de pensar sobre los medios de comunicación en relación a los contextos sociales prácticos en los &ue los indi"iduos producen y reciben formas simbólicas mediáticos. El ol"ido de estos contextos sociales es una tendencia &ue puede encontrarse a lo largo de la historia de la reflexión teórica, y el análisis práctico, sobre los media. or eemplo, bao la influencia del estructuralismo, la semiótica y orientaciones parecidas, un importante "olumen de la cr!tica cultural se ha ocupado durante los 4ltimos aos de las caracter!sticas constituti"as de los *textos*, no sólo textos en el sentido de obras literarias, sino en el más amplio de formas culturales significati"as, desde las pel!culas y programas tele"isi"os, hasta las "allas publicitarias y grafitis del metro.+2<- ;ay mucho &ue aprender de un análisis riguroso de las caracter!sticas constituti"as de estos *textos*. #in embargo, este análisis es, en el meor de los casos, una manera muy parcial de examinar los fenómenos culturales 7incluidos los textos literarios8. Es parcial por&ue los fenómenos en cuestión son generalmente anali(ados sin considerar de manera sistemática y detallada las condiciones bao las &ue fueron producidos y recibidos. =os textos son generalmente anali(ados en y para ellos mismos, sin referencia a los propósitos y recursos de a&uellos &ue los producen, por una parte, o de las maneras en &ue son utili(ados y comprendidos por a&uellos &ue los reciben, por otra. =os productores y receptores se escabullen de la mirada, mientras &ue el analista o cr!tico se centra en una forma cultural &ue es, en muchos aspectos, artificial, una abstracción de las condiciones sociales de su producción, circulación y recepción. Dentro de las tradiciones más emp!ricas de la in"estigación sobre los medios de comunicación, la naturale(a y papel de los receptores 5o audiencias5 han sido examinados detalladamente. #e han empleado "arios m'todos de in"estigación para estudiar factores como el tamao y composición de las audiencias, los grados de atención y comprensión mostrados por los receptores, los *efectos* a corto y largo pla(o de la exposición a los mensaes mediáticos, las *necesidades* sociales y psicológicas satisfechas con productos de consumo mediáticos, y as! sucesi"amente.+2>- Esta
in"estigación ha producido un interesante y considerable "olumen de material. #in embargo, existen ciertos l!mites en muchos de estos trabaos pioneros. n handicap es el siguiente/ al pretender por encima de todo medir y cuantificar las audiencias y sus respuestas, muchos de los trabaos pioneros han tendido a ol"idar lo &ue podr!amos describir como *el carácter mundano de la acti"idad receptora*. Con esto &uiero destacar el hecho de &ue la recepción de los productos mediáticos es una rutina, una acti"idad práctica &ue los indi"iduos lle"an a cabo como una parte integral de sus "idas cotidianas. #i &ueremos comprender la naturale(a de la recepción, entonces debemos desarrollar un tipo de aproximación &ue sea sensible a los aspectos rutinarios y prácticos de la acti"idad receptora. Durante los 4ltimos aos este tipo de aproximación ha ganado terreno entre los in"estigadores de los media. 9lgunos de los estudios más perspicaces sobre los procesos de recepción han utili(ado "arios m'todos, incluyendo la obser"ación participante, cuestionarios y entre"istas en profundidad, para demostrar con detalle las condiciones bao las cuales los indi"iduos reciben los productos mediáticos, lo &ue hacen con ellos y &u' sentido les dan.+2A -Estos estudios han descartado firmemente la idea de &ue los receptores de los productos mediáticos no son consumidores pasi"os) han demostrado una y otra "e( &ue la recepción de los productos mediáticos es un proceso mucho más acti"o y creati"o de lo &ue el mito del receptor pasi"o sugiere. ;an demostrado igualmente &ue las maneras en &ue los indi"iduos dan sentido a los productos mediáticos "ar!a acorde con su bagae social y sus circunstancias) de ah! &ue un mismo mensae pueda comprenderse de manera distinta en contextos distintos. %ol"er' sobre estos estudios en los próximos cap!tulos) sin embargo, a&u! &uiero dedicar un poco de atención a las implicaciones teóricas generales de obser"ar la recepción de los productos mediáticos como una acti"idad rutinaria y práctica. Esta orientación implica, en primera instancia, &ue la recepción deber!a "erse como una acti"idad) no como algo pasi"o) sino como un tipo de práctica en la &ue los indi"iduos se implican y trabaan con los materiales simbólicos &ue reciben. En el proceso de recepción, los indi"iduos utili(an los materiales simbólicos para sus propios propósitos, en formas &ue pueden resultar extraordinariamente "ariadas, aun&ue relati"amente ocultas, ya &ue estas prácticas no se limitan a ning4n lugar en particular. #i consideramos &ue la producción *fia* contenidos simbólicos en un sustrato material, la recepción los *suelta* y los libra al deterioro del paso del tiempo.+2I- or otra parte, los usos &ue hacen los receptores de los materiales simbólicos pueden di"ergir considerablemente de los usos 7si hay alguno8 &ue los productores de estos materiales ten!an en mente. 9un&ue los indi"iduos pudieran tener relati"amente poco control sobre el contenido de los materiales simbólicos &ue tienen a su disposición, pueden utili(ar estos materiales, repasarlos y reelaborarlos en formas &ue son completamente aenas a los propósitos e intenciones de los productores. Esta orientación tambi'n implica &ue la recepción es una acti"idad situacional/ los productos mediáticos son obeto de recepción por parte de indi"iduos &ue siempre están ubicados en contextos sociohistóricos espec!ficos. Estos contextos están generalmente caracteri(ados por unas relaciones relati"amente estables de poder y por un distinto acceso a los recursos acumulados de "arios tipos. =a acti"idad de recepción tiene lugar dentro de estos contextos estructurados y depende del poder y los recursos disponibles a los receptores potenciales. no no puede recibir generalmente programas de tele"isión, por eemplo, a menos &ue posea los medios para ad&uirir el e&uipo de recepción
necesario) y los patrones de "er la tele"isión están com4nmente regulados de ciertas maneras, refleando amplias relaciones de poder entre miembros de la unidad dom'st!ca.+2- ? por aadidura, mientras la recepción es siempre una acti"idad situacional, tambi'n es una acti"idad &ue permite a los indi"iduos distanciarse de los contextos diarios. 9l recibir materiales &ue implican un grado sustancial de distanciamiento espacial 7y &ui(á tambi'n temporal8, los indi"iduos pueden escaparse de su propio contexto y, por un momento, perderse en otro mundo.+2N -=a recepción de los productos mediáticos deber!a "erse, además, como una acti"idad rutinaria, en el sentido de &ue constituye una parte int de las acti"idades regulari(adas &ue configuran la "ida cotidiana. =a recepción de los productos mediáticos solapa y conecta con otras acti"idades de manera complea, y parte del significado &ue poseen los tipos particulares de recepción para los indi"iduos deri"a de las maneras en &ue se relacionan con otros aspectos de sus "idas. or eso, por eemplo, los indi"iduos pueden leer periódicos para ocupar el tiempo mientras acuden al trabao) encender la tele"isión para aligerar la monoton!a de preparar la cena o para tran&uili(ar a los nios) leer un libro para relaarse y escapar temporalmente de las demandas de la "ida diaria. =a recepción de los productos mediáticos puede ser"ir para ordenar los horarios cotidianos de los receptores. =os indi"iduos pueden adaptar sus rutinas para coincidir con las transmisiones radiofónicas o tele"isi"as, por eemplo, "er regularmente las noticias de las nue"e, o reser"ar un tiempo de ocio a la semana para seguir el desarrollo de los episodios de una serie. Este aspecto de la recepción 5su capacidad para imponer un orden a la rutina diaria5 se "e significati"amente atenuada por el uso de las grabadoras de "!deo. ermitiendo a los receptores la grabación de material y en el momento &ue les parece más adecuado, los reproductores de "!deo permiten a los receptores sentirse libres en determinada medida del orden temporal impuesto por las organi(aciones tele"isi"as e integrar el proceso de recepción en rutinas determinadas por otras demandas y obligaciones. 9demás de ser una acti"idad situacional y rutinaria, la recepción de los productos mediáticos es un logro habilidoso. Depende de un abanico de habilidades ad&uiridas y competencias &ue los indi"iduos despliegan en el proceso de recepción. Estas habilidades y competencias son extraordinariamente di"ersas. ?a hemos notado &ue diferentes medios t'cnicos re&uieren diferentes tipos de habilidades y competencias por parte de a&uellos &ue los utili(an. #in embargo, tambi'n es importante "er &ue, como atributos sociales ad&uiridos, estas habilidades y competencias podr!an "ariar en cierta medida de un grupo o clase a otro, y de un per!odo histórico a otro. #e trata de atributos &ue han sido ad&uiridos a tra"'s de los procesos de aprendi(ae o inculcación, y estos procesos pueden diferenciarse socialmente en ciertos aspectos, su accesibilidad será distinta dependiendo de la formación de los indi"iduos.+6M- na "e( ad&uiridas, estas habilidades y competencias pasan a formar parte del ma&uillae social de los indi"iduos y pueden desplegarse de manera tan automati(ada &ue ellos mismos sean incapaces de reconocer sus compleas, y frecuentemente muy sofisticadas, ad&uisiciones sociales. 3inalmente, la recepción de los productos mediáticos es fundamentalmente un proceso hermen'utico. Con esto &uiero decir &ue los indi"iduos &ue reciben los productos mediáticos se "en generalmente en"ueltos en un proceso de interpretación a tra"'s del cual dan sentido a esos productos. Desde luego, la ad&uisición de los productos mediáticos no necesariamente conlle"a un proceso de interpretación en este sentido/ un libro puede ser ad&uirido y nunca le!do, de la misma manera &ue se puede estar
emitiendo un programa tele"isi"o aun&ue nadie est' pendiente de 'l. 9d&uirir es simplemente pasar a formar parte de las posesiones personales de uno, de la misma manera en &ue uno ad&uiere otros obetos de consumo como ropas o coches. #in embargo, la recepción de los productos mediáticos implica más &ue esto/ re&uiere alg4n grado de atención y acti"idad interpretati"a por parte del receptor. El indi"iduo &ue recibe un producto mediático debe, de alguna manera, prestarle atención 7leer, mirar, obser"ar, escuchar, etc.8) y, al hacer esto, el indi"iduo com4nmente se "e ocupado en dar sentido al contenido simbólico transmitido por el producto. =os diferentes medios, por lo general, permiten, y re&uieren, distintos grados de atención, concentración y esfuer(o. =eer un libro generalmente re&uiere dosis de esfuer(o concertado por parte del lector, mientras &ue un periódico puede hoearse en cual&uier lugar, dar un "ista(o a los titulares y ocasionalmente leer los art!culos &ue se considere más apropiados. =a tele"isión puede "erse desde una amplia "ariedad de grados de atención, desde una total absorción a una obser"ación intermitente &ue permite seguir el hilo. #i "emos la recepción de los productos mediáticos como un proceso hermen'utico, entonces podemos recurrir a algunas de las intuiciones de la tradición hermen'utica &ue caracteri(a este fenómeno. =a interpretación, como dir!a 1adamer, no es una acti"idad exenta de presuposiciones/ es un proceso acti"o, creati"o, en el &ue el int'rprete lle"a consigo una serie de supuestos y expectati"as para tratar con el mensae &ue 'l, o ella, trata de entender.+6- 9lgunas de estas asunciones y expectati"as pueden tener un carácter personal, esto es, exclusi"o de las particularidades históricas propias de cada indi"iduo. #in embargo, muchas de las asunciones y expectati"as &ue un indi"iduo emplea en el proceso de interpretación poseen un amplio carácter social e histórico. #e trata de las asunciones y expectati"as de un grupo de indi"iduos &ue comparten ampliamente or!genes sociales y trayectorias parecidas. Constituyen un tipo de conocimiento impl!cito &ue los indi"iduos ad&uieren a tra"'s de un proceso gradual de inculcación, y &ue les ofrece una estructura para la interpretación y asimilación de lo nue"o. Dado &ue la interpretación de las formas simbólicas re&uiere una contribución acti"a por parte del int'rprete, &ue ofrece una cierta estructura para referirse al mensae, de ello se sigue &ue las maneras en &ue se comprende un producto mediático puede "ariar de un indi"iduo a otro 7o grupo de indi"iduos8, y de un contexto sociohistórico a otro. Como con todas las formas simbólicas, el *significado* de un mensae transmitido por los media no es un fenómeno estático, permanentemente estable y transparente para todos por igual. @ás bien, el significado o sentido de un mensae deber!a "erse como un fenómeno compleo y cambiante en continua reno"ación, y en cierta medida transformado por el "erdadero proceso de recepción, interpretación y reinterpretación. El significado &ue un mensae posea para un indi"iduo dependerá en cierta medida de la estructura &ue 'l o ella utilice para interpretarlo. or supuesto, se pueden hallar algunos l!mites a este proceso) un mensae no puede significar cual&uier cosa, y un indi"iduo debe conocer algunas de las normas y con"encionalismos de acuerdo con lo &ue un mensae está produciendo para &ue tenga alg4n sentido 7por eemplo, 'l o ella deben poseer un conocimiento m!nimo del lenguae8. #in embargo, estos l!mites son muy amplios y dean un gran margen a la posibilidad de &ue, de un indi"iduo o grupo de indi"iduos a otro, y de un contexto sociohistórico a otro, el mensae transmitido por un producto mediático pueda entenderse de manera distinta.
=a tradición hermen'utica destaca otro aspecto de la interpretación &ue a&u! resulta rele"ante/ al interpretar las formas simbólicas, los indi"iduos las incorporan dentro de su propia comprensión de s! mismos y de los otros. =as utili(an como "eh!culo para reflearse a s! mismos y a los otros, como base para reflexionar sobre s! mismos, sobre los otros y sobre el mundo al cual pertenecen. tili(ar' el t'rmino *apropiación* para referirme a este proceso de comprensión y autocomprensión. 9propiarse de un mensae consiste en tomar su contenido significati"o y hacerlo propio.+62- Consiste en asimilar el mensae e incorporarlo a la propia "ida, un proceso &ue algunas "eces tiene lugar sin esfuer(o, y otras supone un esfuer(o consciente. Cuando nos apropiamos de un mensae lo adaptamos a nuestras "idas y a los contextos en los &ue "i"imos. Gos referimos a un conunto de circunstancias &ue, en el caso de los productos mediáticos, difieren de las circunstancias en las &ue se produo el mensae. =a apropiación de las formas simbólicas 5y, en particular, de los mensaes transmitidos por los productos mediáticos5 es un proceso &ue puede extenderse más allá del contexto inicial y la acti"idad de recepción. =os mensaes mediáticos son com4nmente discutidos por los indi"iduos en el transcurso de la recepción y como consecuencia de ella) son, de este modo, elaborados discursi"amente y compartidos por un c!rculo más amplio de indi"iduos &ue podr!an o no haber estado in"olucrados en el proceso inicial de recepción. De esta y otras maneras, los mensaes mediáticos pueden repetirse más allá del contexto inicial y la acti"idad de recepción y transformarse a tra"'s de un proceso continuo de narración y repetición de la narración, interpretación y reinterpretación, comentario, descr'dito y cr!tica. Este proceso puede tener lugar en di"ersas circunstancias 5en casa, por tel'fono, en el lugar de trabao5 y puede implicar una pluralidad de participantes. uede ofrecer una estructura narrati"a dentro de la cual los indi"iduos explican sus pensamientos, sentimientos y experiencias, teen aspectos de sus propias "idas con la repetición de mensaes mediáticos y con sus respuestas a la repetición de los mensaes. 9 tra"'s de este proceso de elaboración discursi"a, la comprensión indi"idual de los mensaes transmitidos por los productos mediáticos podr!a transformarse por s! misma, en la medida en &ue el mensae es "isto desde distintos ángulos, está sueto a los comentarios y cr!ticas de los otros, y &ueda gradualmente engar(ado en la fabricación simbólica de la "ida diaria. 9l recibir y apropiarse de los mensaes mediáticos, los indi"iduos tambi'n se implican en un proceso de autoformación y autocomprensión, aun&ue de un modo generalmente impl!cito y no reconocido como tal. 9l arraigar un mensae e incorporarlo rutinariamente a nuestras "idas, nos implicamos en la construcción del sentido del yo, de &uienes somos y dónde estamos en/ el espació y el tiempo. Estamos constantemente dando forma y transformando nuestras habilidades y reser"as de conocimiento, poniendo a prueba nuestros sentimientos y preferencias y expandiendo los hori(ontes de nuestra experiencia. Estamos modificando acti"amente un yo a tra"'s de los mensaes y el significado facilitado por los productos mediáticos 7entre otras cosas8. Este proceso de autoactuali(ación no es s4bito, no se trata de un acontecimiento &ue ocurra de una "e( por todas. Tiene lugar de manera lenta, imperceptible, de d!a en d!a y de ao en ao. Es un proceso en el cual algunos mensaes se retienen mientras &ue otros se ol"idan, en el cual algunos se con"ierten en puntos de apoyo para la acción y la reflexión, o en un tema de con"ersación entre amigos, mientras &ue otros desaparecen de nuestra memoria, perdidos entre un continuo fluo de imágenes e ideas.
Decir &ue la apropiación de los mensaes mediáticos se ha con"ertido en un medio acti"o de autoactuali(ación en el mundo moderno no &uiere decir &ue sea el 4nico medio/ e"identemente no lo es. Existen muchas otras formas de interacción social, tales como a&uellas entre padres e hios, entre alumnos y profesores y entre pareas, &ue contin4an desempeando un rol fundamental en este sentido. =os primeros procesos de sociali(ación en la familia y la escuela son en muchos sentidos decisi"os para el desarrollo posterior del indi"iduo y para su autorrepresentación. #in embargo, no debemos perder de "ista el hecho de &ue, en un mundo cada "e( más impregnado por los productos de las industrias mediáticas, ha surgido un nue"o escenario a partir del proceso de autoactuali(ación. #e trata de un escenario estricto con las obligaciones espacio5temporales de la interacción cara5a5cara y, dada la accesibilidad de la tele"isión y su expansión global, cada "e( más ase&uible a los indi"iduos de todo el mundo.