Vivir por vivir, comer por comer, nada tiene sentido sino lleva de por medio interés. La atención es necesaria para aprender, sino hay atención no puede haber aprendizaje, los maestros de las escuelas saben que si los niños no ponen atención, nada se les graba en su memoria, por eso antes de empezar las clases, los maestros siempre les piden a los niños atención, no existen niños tontos en este mundo, lo que sucede en algunas ocasiones es que la materia que el maestro está impartiendo no le interesa al niño y por eso él no presta atención. Por lo general, lo más común entre los seres humanos es vivir en estados de inatención, la misma que embrutece y embota la mente, la vuelve perezosa y reaccionaria; la atención requiere de una mente viva y dinámica. Donde pongamos la atención allí pondremos la conciencia, c onciencia, el Ser. No debemos poner la atención en cosas que no tiene sentido, más bien, llevemos toda nuestra atención al interior de nuestra psiquis con el único propósito de aprender. Solamente viviendo en estado de atención vivimos el presente, el ahora. Si en realidad queremos comprender nuestras debilidades, frustraciones, limitaciones y traumas interiores, basta poner un poco de atención a lo que ocurre en nuestra psiquis. Hay personas que viven pensando una cosa y haciendo otra totalmente opuesta a lo que sintieron y pensaron, llevándolos esto a un grado de frustración. La atención es acción inmediata, es comprensión, reflexión, meditación que hace expandir el estado de Ser (Dios). Viviendo el momento, estando atento en lo que sentimos y pensamos, estamos día a día en contacto con nuestro Dios interior; bebiendo de la eterna fuente de la sabiduría divina, nos convertimos en discípulos y maestros de sí mismos, sacamos de nuestro Dios interior la enseñanza que necesitamos para ir adelante en este eterno peregrinar al todo, Absoluto, G.A.D.U., Dios. La mente necesita ante todo, cambiar su estructura, su esencia, la mente como se desenvuelve en el ser humano actualmente, no podría servir para alguien que desea en verdad la superación interior.
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