Código de Hammurabi y sus aspectos médicos: Compilación de leyes y edictos auspiciada por Hammurabi, rey de Babilonia, que constituye el primer código conocido de la historia. histor ia. Una copia del mismo, esculpida en un bloque de piedra negra de dos metros de alto, fue encontrada por un equipo de arqueólogos franceses en Susa (Irán) en el invierno de 1901-1902. El bloque, roto r oto en tres pedazos, ha sido restaurado y se encuentra hoy en el Museo del Louvre de París. El código se ubica entre 1790 y 1750 a. C. contiene cont iene una guía de procedimientos legales, señalamiento de penas por acusaciones injustificadas y falsos testimonios. Algunos artículos se refieren a daños personales ocasionados por una práctica médica inadecuada y daños causados por negligencia en las más diversas actividades humanas. Habla de la responsabilidad profesional y también de las l as causas de muerte de diversa índole.
Imhotep La importancia de la medicina egipcia se traduce tr aduce en la figura de Imhotep, considerado como el fundador de la medicina medicina egipcia, y autor del papiro que Edwin Smith, coleccionista coleccionista americano, adquirió en 1862 en la ciudad de Luxor. El escrito hacía referencia acerca de curaciones, dolencias y observaciones anatómicas (aunque este texto probablemente pr obablemente fue escrito alrededor del 1700 a. C., con añadidos de otros médicos). Entre lo más destacado del escrito figuran las primeras descripciones de de suturas craneales que aportan aportan a la Criminalística desde la craneografía.
Aporte Chino ARIEL STEIN Extrajo de unas ciudades enterradas en las arenas del Turkestan Oriental, tres contratos de empréstito del año 782 los cuales terminaban diciendo “ambas partes encontrando el contrato justo y explicito, han estampado las huellas hu ellas de sus dedos como signos distintivos…” El ilustre experto en identificación, B.C. Bridges, Br idges, en una de sus obras hace la siguiente referencia: “Algunos de los primeros usos prácticos de la identificación mediante las impresiones dactilares, son acreditados a los chinos, quienes q uienes las aplicaban diariamente en sus negocios y empresas legales, mientras tanto el mundo occidental se encontraba en el periodo conocido como la edad obscura.
Kia Kung-yen, historiador chino de la dinastía Tang, en sus escritos del año 650, hizo mención a la identificación mediante las impresiones dactilares, en un comentario sobre un antiguo método en la elaboración de documentos legales. En su apunte se lee lo siguiente: “Placas de madera eran escritas con los términos del contrato y eran cortadas pequeñas muescas en sus lados y en iguales sitios para que las placas pudieran ser mas tarde emparejadas y con la igualdad de las muecas se probaba si eran genuinas. También logró renombre por utilizar la lógica y las pruebas forenses para resolver crímenes. En el siglo XIII en China se publicó un libro que explicaba cómo reconocer las señales de ahogo o estrangulamiento, o cómo las heridas podían revelar el tipo y tamaño del arma empleada.
Bartolomeo de Varignana Por las obras del historiador y biógrafo Suetonio sabemos que el médico personal del César, Antistio examinó su cadáver para determinar que tan sólo una de aquellas heridas había sido mortal de necesidad, pero aunque no hay duda de que aquella fue la primera autopsia de la Historia que se encuentra documentada, aquel examen forense no fue una autopsia judicial. Ese honor le corresponde a un discípulo del médico florentino Tadeo Alderotti, Bartolomeo de Varignana, cuya efigie aún decora el Teatro del Archiginnasio, antigua sede de la célebre Universidad de Bolonia [Emilia Romaña, actual Italia], donde el doctor impartió sus lecciones de anatomía. En la capital emiliana, en 1302, un comerciante al que denominaban Azzolino se sintió indispuesto después de haber comido y murió de repente. Su familia logró convencer a las autoridades de que su fallecimiento no podía deberse a causas naturales porque tenía el cuerpo hinchado y la piel se puso “verde como las aceitunas” antes de ennegrecer. Para aclarar las circunstancias de aquel deceso, el juez ordenó llamar a Varignana para que examinase el cadáver y dictaminara si, efectivamente, como afirmaban sus familiares, había muerto envenenado. Aquel pionero análisis forense no dejó lugar a dudas: no falleció a causa de un veneno sino por un exceso de sangre en la vena cava y en la vena del hígado cercana a aquélla que le impidió el flujo del espíritu por todo su cuerpo.
Ambrosio Pare En 1575 surgió la ciencia que se considera precursora de la Criminalística, la Medicina Legal, iniciada d por Ambrosio Paré. En 1545 había publicado tratado sobre el tratamiento de heridas por arma de fuego, " Méthode de traiter les plaies faites par les arquebuts et autres bastons à feu, et celles qui sont faites par la poudre à canon " (Método de tratar las heridas causadas por arcabuces y otros bastones de fuego y aquellas que son hechas por pólvora de
cañón) considerado uno de los hitos del arte quirúrgico. En 1553 publica la segunda edición de esa misma obra. En 1561 dio a la imprenta su Anatomie universelle du corps humain. Publicó
también otros tratados acerca del tratamiento de heridas y enfermedades.
Antonio María Cospi 1642 - Juez ITALIANO, aconsejó en su Libro “EL JUEZ CRIMINALÍSTA” que, los magistrados debían acudir al lugar de los hechos y servirse de distintos instrumentos para realizar observaciones más precisas (planos, escuadras) y situar de forma más definida las distintas huellas que puedan encontrarse. Las investigaciones le otorgan la paternidad de la Criminalística.
Paolo Sacchias Siguió la obra de Paré en 1651. Rey Carlos IX En Francia (1570), el dispuso que hombres de reconocida competencia integraran la “Comunidad de Peritos Calígrafos Verificadores” para examinar un documento apócrifo y descubrir al falsificador que tuvo la osadía de imitar la firma real.
Fortunato Fidelis (1598) escribe el primer “Manual de Medicina Legal”.
Marcelo Malpighi En 1665, Marcelo Malpighi, profesor en anatomía de la Universidad de Bolonia, estudiaba y observaba los relieves papilares de las yemas de los dedos y de las palmas de las manos. En 1686, Marcelo Malpighi hacía valiosas aportaciones al estudio de las impresiones dactilares, tanto que una de las capas de la piel humana lleva el nombre de CAPA de MALPIGHI.
Nehemiah Grew Una de la primeras publicaciones en Europa, a cerca de la impresiones dactilares, realizada por el doctor Nehemiah Grew apareció en Inglaterra en 1684, perteneciente al Colegio de Físicos y Cirujanos de la Real Sociedad de Londres.
Dr. Jacques Boucher En 1753, el Dr. Jacques Boucher realiza importantes estudios sobre Balística, disciplina que a la postre se llamaría Balística Forense, también precursora de la Criminalística.
Eugène-François Vidocq En 1809 el célebre delincuente francés Vidocq fue incluido en las filas de la policía francesa y pronto se convirtió en el primer director de la Seguridad Nacional. Incluyó multitud de avances en el campo de la investigación criminal. A él se le atribuye el registro y creación de expedientes con las pesquisas de los casos y la introducción de los estudios de balística. Fue el primero en utilizar moldes para recoger huellas de la escena del crimen.
Jan Evangelista Purkyně Fué medico fisiólogo y anatomista en la Universidad de Breslau y fue el primer científico en editar una teoría en latín, en 1823 sobre dactiloscopía la cual tituló como “Systematis Cutane”. Purkinge no solo bregó en pos de la importancia de las huellas dactilares para identificar un individuo, sino que creó el primer sistema para identificarlos. El mismo clasificaba los dibujos papilares en 9 tipos. Su obra quedó reflejada en el libro FINGER PRINTS, publicado en 1892. Durante ese mismo año, Huschke descrubrió los relieves triangulares, conocidos como deltas, de las huellas dactilares de los dedos. En 1835, aparece otro de los primeros precursores de la balística, Henry Goddard. En 1840, con el español Mateo Orfila nace la Toxicología, ciencia que estudia los efectos de las toxinas o venenos vegetales, animales y minerales, tanto como tratamiento o intoxicación. El aporte de esta ciencia a la reconstrucción de homicidios y suicidios es enorme.
William Herschell Jefe administrativo británico destinado en Bengala, se interesó también por las huellas dactilares. El mismo al seguir con la costumbre oriental de estampar las impresiones de los pulpejos en los documentos que se firmaban en esos tiempos, observó que ninguno de esos presentaba dibujos iguales. Fue el primer investigador que en su volumen de anatomía, llamó a los relieves de las huellas como “líneas papilares”, asimismo también descubrió al analizar las huellas papilares de un individuo después de 28 años, que los mismos no habían cambiado.
En 1878 Herschel recomendó al jefe de prisión de Bengala el uso de las impresiones dactilares como medio efectivo y preciso para identificar a los reclusos, recomendación que no fue tenida en cuenta.
Allan Pinkerton Era un americano escocés detective y espía , mejor conocido por la creación de la Agencia Nacional de Detectives Pinkerton . Pone en Práctica la fotografía criminal para reconocer a los delincuentes, disciplina que luego sería llamada fotografía judicial y que actualmente se denomina fotografía forense.
Henry Faulds Médico que desarrolló sus actividades en el hospital de Tsujiki, Tokio, Japón. Se interesó en los diversos modelos de los diseños papilares como determinante de los diversos tipos raciales. A posteriori sus objetivos fueron puestos en la identificación criminalística luego qu e la policía japonesa requiriera sus servicios para cotejar las huellas de un sospechoso y las huellas halladas en un robo por escalamiento. Es ahí donde Faulds descubre que la sudoración y grasitud expelida por las glándulas sudoríparas sebáceas pueden dejar una huella papilar tan nítida como si la extremidad que la produce estuviese impregnada en tinta o cualquier otra sustancia. Ante este descubrimiento en el cual se podría confrontar las huellas reveladas en el lugar del hecho con las de un sospechado, Faulds propuso aplicar estos conocimientos al comisionado policial del nuevo Scotland Yard, propuesta que al igual que la que hiciere Herschel, fue desestimada. En 1880, Faulds publicó un artículo en ‘Nature’ la revista de ciencias, la observación de que podría ser utilizado para atrapar a los criminales y sugerir cómo se podría hacer.
Alfonso Bertillón creó en París el Servicio de Identificación Judicial en 1882, dado a conocer en 1885 y se adoptó de forma oficial en 1888. Este método se basaba en el registro de las diferentes características óseas de las personas mayores de 21 años en 11 diferentes partes del cuerpo. En esa época Bertillón publicó una tesis sobre el retrato hablado. Desde 1884, Bertillón tomó fotografías de los lugares de los hechos con todos sus indicios. Investigador e impulsor de métodos de individualización antropológica.
Sir. Francis Galton
En 1888 el antropólogo británico y en base a lo investigado por Herschel y su teoría (inmutabilidad), pudo confirmar científicamente los tres postulados de la dactiloscopia dejando establecidos estos, mucho antes de proponer el empleo de la dactiloscopía en investigaciones criminales o de cualquier clase. PERENNIDAD: preciso que las crestas papilares se forman en el embrión humano a partir de los 6 meses de gestación o vida intrauterina y desde ese momento hasta la muerte o más allá (de acuerdo a las condiciones en que se preserve el cadáver), se mantienen sin modificaciones. INMUTABILIDAD: patentizó que los dibujos papilares nacen con el individuo y no cambian durante su vida, al extremo que ni voluntariamente o por causas patológicas o traumatismos se modifican. El dibujo papilar no se modifica a excepción de que se modifiquen las capas profundas de la dermis. VARIEDAD INFINITA: demostró matemáticamente que las huellas dactilares son diversiformes y que no pueden encontrarse dos semejantes en una serie de setenta y cuatro mil millones. Enriqueció la dactiloscopia clasificando los dibujos en 41 tipos de acuerdo al conteo de crestas mediante la aplicación de la línea de Galton o delta central.
Sir. Arthur Conan Doyle Indiscutible pionero de la Criminalistica, creador del más célebre detective de todos los tiempos, quizás no imaginó que cuando retrató las casi mágicas facultades médica y de investigación de Josep Bell, crearía el paradigma moderno del Perito Profesional. Sherlock Holmes no es sólo un personaje de novelas y relatos, sino que a diferencia de muchos otros personajes que pueblan el universo de la ficción narrativa, ha trascendido las fronteras de lo imaginario para contribuir al desarrollo científico, específicamente en el ámbito de la Criminalística, donde se le reconocen infinidad de aportaciones metodológicas. El análisis de la obra de Conan Doyle, demuestra que la literatura y la ciencias investigativas no son espacios distantes y que en el examen de los hechos, la aparente ficción puede ser una guía eficiente para la investigación de los actos delictivos.
Alexandre Laccasagne Fue un médico francés y criminólogo originario de Cahors. Fue el fundador de la Escuela Lacassagne de Criminología, con sede en Lyon, y el principal rival de la escuela italiana de Lombroso.
La lista de aportaciones que hizo Lacassagne al mundo de la Criminología y la Criminalística es inmensa; por ejemplo, para éste último campo, él fue uno de los primeros en estudiar los patrones de las manchas de sangre y las estrías en las balas.
Juan Vucetich Nació en Letzina, Dalmacia, Austro Hungría, el 20 de Julio de 1858. Emigró a la Argentina y el día 15 de noviembre de 1888 ingresó a la policía de la Provincia de Buenos Aires en el Departamento Central de La Plata, en calidad de meritorio. El 26 de septiembre de 1889 es designado como director de la Oficina de estadística. En 1891 el Jefe de policía Don Guillermo Núñez le encomendó un estudio para establecer el servicio de identificación antropométrico. Posteriormente al tener contacto con un ejemplar de la revista científica (“Revue Scientifique”), donde aparecía un artículo escrito por Varigny el cual resumía las conclusiones del antropólogo Francis Galton respecto a los caracteres y el valor identificatorio de las impresiones digitales, impulsó un proyecto de identificación al cual denomino “Sistema Icnofalangométrico” en donde clasificaba a los dibujos papilares en 101 tipos. Mientras tanto en la Oficina de identificación donde él se hallaba a cargo, se utilizaba el sistema antropométrico de Bertillon. Allí siguió perfeccionando el Sistema Icnofalangométrico llegando a reducir su clasificación inicial de 101 tipos a 4 tipos fundamentales dando nacimiento al mejor sistema de identificación por su sencillez y efectividad que se denominó como SISTEMA DACTILOSCOPICO ARGENTINO. Este sistema fue y es utilizado en los cuatro continentes a saber Asia, África, Europa y América.
Llevando a la práctica el nuevo sistema, el mismo debutó con un caso de homicidio que se desarrollo en la ciudad de Necochea. Este se conoce como CASO FRANCISCA ROJAS. En el mismo la persona sindicada había asesinado a sus dos hijos de 8 y 6 años respectivamente inculpando de ese hecho a su compadre Ramón Velázquez. La misma para acentuar su declaración se había auto infligido una herida en el cuello. Al constituirse una comisión del departamento platense en el lugar del hecho, se pudo revelar una huella dactilar estampada en sangre en el lado interno del marco de la puerta de acceso a la vivienda, la misma al ser confrontada resultó corresponder a Rojas la cual al tomársele nueva declaración se declaró culpable del doble homicidio o filicidio.
Hans Gross
El más ilustre y distinguido criminalista de todos los tiempos es Hanns Gross (1847-1915), se le considera el padre de la criminalística. A él se debe la generalización del término criminalística con el que se refería al «análisis sistemático de las huellas dejadas por el culpable». Ejerció el cargo de magistrado y fue profesor de Derecho penal en varias universidades. La elaboración del Manual del Juez como Sistema de Criminalística le llevó 20 años de experiencias e intensos trabajos. En 1912 inauguró el "Real e Imperial Instituto de Criminología de la Universidad de Graz", único a escala mundial. Los resultados de su trabajo fueron determinantes hasta bien entrado el siglo XX y su método científico, conocido bajo el nombre de "escuela criminológica de Graz", le hizo famoso en todo el mundo.
Lombroso Ferri y Garófalo Fue en Italia en donde surgió la Criminología Positiva no solo por su tradición legal desde los romanos, sino también por la situación política de ese entonces. Se hablaba de “Il Risorgimiento”, como movimiento político de unificación e independencia de Italia. Esa unificación trajo una notable división de atraso para ese país, debido a que existía una Italia del norte con un gran desarrollo económico para Europa y una Italia del sur con una economía agraria muy pobre. Fue necesario buscar una ciencia que permitiera y justificara ese atraso. Los pensadores Italianos vendrían a cumplir este papel: Lombroso, Ferri y Garófalo explicaron la situación de disparidad a través de sus teorías biologistas y peligrosistas.
Edmond Locard El doctor Edmond Locard fue un científico forense, popularmente considerado como el “Sherlock Holmes de Francia”. Nacido en Saint-Chamond el 13 de noviembre de 1877, Locard estudió medicina en Lyon. Fue un criminalista francés conocido por ser un pionero en la ciencia forense y criminalística. Mientras estudiaba medicina desarrolló un interés en la aplicación de la ciencia a los asuntos legales, escribiendo su tesis sobre Medicina Legalen el marco del Gran Rey (La medicina legale sous le Grand Roy). Luego pasó a publicar más de 40 piezas de trabajo,el más famoso essu seriede siete volúmenes Traité de criminalistique (Tratado de Criminalística). Comenzó su carrera profesional, ayudando a Alexandre Lacassagne, criminólogo y profesor. Locard finalmente se asoció con el antropólogo Alphonse Bertillon, que era conocido por su sistema de identificación de los criminales en base a sus medidas corporales. Durante la Primera Guerra Mundial, Locard trabajó con el Servicio Secreto francés como médico
forense, tratar de identificar la causa y el lugar de la muerte mediante el examen de las manchas y daños de los soldados “y presos uniformes. “El tiempo que pasa es la verdad que huye” plasmó su frase como una sentencia: el
transcurso del tiempo juega en contra del esclarecimiento del caso, por ello cuanto más urgente se realice la pesquisa, mayor posibilidad de lograr algún resultado, una aproximación al menos, el tiempo dilata o torna borrosos los recuerdos. En 1910, el Departamento de Policía de Lyon concedió Locard la oportunidad de crear el primer laboratorio de investigación de delitos donde podría analizar la evidencia de la escena del crimen en un espacio del ático no utilizado previamente. No fue sino hasta 1912 que el departamento de policía reconoció oficialmente el laboratorio, por lo que el primer laboratorio de ciencias forenses se formó oficialmente. Locard también es reconocido por su contribución a la mejora de dactilografía, un área de estudio que se ocupa de las huellas dactilares. Después se estableció el laboratorio en Lyon, desarrolló la ciencia de poroscopy, el estudio de los poros de huellas dactilares y las impresiones producidas por estos poros. Él se dedicó a escribir que si 12 puntos específicos fueron idénticos entre dos huellas dactilares, sería suficiente para la identificación positiva. Este trabajo llevó a la utilización de las huellas digitales en la identificación de los delincuentes que se adoptó sobre la técnica anterior de Bertillon de la antropometría. En 1929, Locard y numerosos otros criminalistas fundaron la Academia Internacional de Criminalística en Suiza. Sin embargo este edificio no sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial. La contribución más famosa de Locard a la ciencia forense se conoce hoy como “Principio de Intercambio de Locard “. Según Locard, “es imposible que un criminal actúe, sobre todo teniendo en cuenta la intensidad de un delito, sin dejar rastros de esta presencia”. Esto significa que cuando una persona comete un delito deja un rastro de sí mismo en el lugar, teniendo al mismo tiempo algo de la escena cuando se van. La ciencia forense moderna clasifica este fenómeno como prueba intercambio.
Edmond Locard murió en 1966, sin embargo, su principio de cambio ha sido una pieza enormemente influyente de trabajo en la ciencia forense, y se cita con frecuencia a este día.