Resumen libro: Vida Líquida Zygmunt Bauman (2009) “Fluyendo como el agua…sin ir nunca contra la corriente…sin aferrarte a los objetos, las situaciones o las personas que pasan por tu vida…” INTRODUCCIÓN: DE LA VIDA EN UN MUNDO MODERNO LÍQUIDO La metáfora de “líquida” quieres decir que no puede mantener su forma ni rumbo durante mucho tiempo. La “vida líquida” es la que vivimos en una “sociedad moderna líquida”, donde la conducta de las personas cambia antes de que la conducta anterior se haya consolidado en hábitos, por lo que las estrategias diseñadas ayer, hoy ya no sirven y se hace imposible hacer predicciones confiables, viendo en constante incertidumbre. Los actores de esta vida líquida deben saber cómo terminar o clausurar las cosas más que cómo empezarlas. Esta modernidad líquida se caracteriza por la “desechabilidad” de las cosas, lo que manda económicamente. La “destrucción creativa” es el modo de vida actual, caracterizado por la competencia y destrucción de otras formas de vida, cayendo en la exclusión de los que no quieren seguir este ritmo. Hoy las personas son nómades, de valores volátiles, despreocupadas ante el futuro, egoístas y hedonistas. Todo esto conlleva una crisis de identidad, donde las personas son acomodadas en el plano material pero pobres en lo espiritual: “lumpenproletariado espiritual”. La vida líquida asigna al mundo y a todos sus fragmentos, animados e inanimados el papel de objetos de consumo, los cuales tienen una limitada vida útil. Todos somos consumidores y objetos de consumo a la vez. Frente a la sociedad moderna en la que vivimos, queda inculcar un pensamiento crítico en las nuevas generaciones mediante la educación. 1. EL INDIVIDUO ASEDIADO (por la sociedad que obliga a todos y cada uno de sus miembros a ser únicos) Ser un “individuo” significa “ser diferente a todos los demás” ¿pero se puede ser diferente a todos los demás si estamos en una sociedad llena de individuos que buscan lo mismo, individuos que deben seguir las mismas estrategias vitales? Entonces se busca la diferencia en las emociones y sentimientos, que son propios de cada persona. Hoy en día la individualidad representa la autonomía de la persona, el poder de decidir, de elegir, pero este “libre albedrío” es una ilusión ya que no tenemos la total libertad de elegir o utilizar ese libre albedrío. El hombre vive en búsqueda de su individualidad y en el mundo de hoy, el consumismo es una forma de enfrentar y satisfacer esta necesidad. Cuan mejor es la calidad de vida de las personas, mayor es su huella ecológica, se necesitarían 2 planetas más. El ritmo acelerado de la vida, hace que las personas construyan y reconstruyan sus identidades a diario, convirtiendo a las personas en “híbridos culturales”, los cuales vivencian la extraterritorialidad en el sentido de “no pertenecer” a
ningún lugar en particular. De todo esto, lo único seguro que queda es el “hombre elector” con yo permanentemente impermanente, completamente incompleto, definidamente indefinido y auténticamente inauténtico.
2. DE MÁRTIR A HÉROE Y DE HÉROE A CELEBRIDAD Hoy día cuesta creer que existan personas que darían su vida por una causa, por lo que la explicación que nos damos es “por fanatismo” o “les lavaron el cerebro”. Antes existía el mártir, el cual daba su vida por la salvación de su alma, luego vino el héroe, el cual daba su vida por la causa por la cual luchaba, persiguiendo ganancias futuras. Pero hoy en día no existe nada de eso, nadie se va a sacrificar por el bienestar de otros o por una causa, no hay un “largo plazo” ni una colectividad, existe el “yo” y el “hoy”. Y el que sufre es visto como una víctima de otro que debe pagar (en este mundo moderno) dinero. Hoy existen las celebridades, que no son admirados por sus actos, sino por el número de veces que salen en radio o en televisión. Para las celebridades (o famosos) la vida líquida es su nicho ecológico natural.
3. LA CULTURA: INDISCIPLINADA E IMPOSIBLE DE CONTROLAR Han existido muchas definiciones de cultura: como gestión de pensamiento y comportamiento humano que difiere de otro y que se relaciona con la educación y formación que se les da a las personas desde niños. Arendt diría que la cultura persigue la belleza, desde el punto de vista de lo inmaterial intangible. Otras definiciones hacen referencia que la cultura estaría para mantener las pautas de la estructura social y es lo que ayudaría a mantener la resistencia al cambio. Los seres humanos han sido reciclados en forma de consumidores y son los criterios del mercado de consumo rigen la sociedad fomentando la circulación rápida entre el usar y el botar, que se contradice con lo que el término cultura conlleva. El “síndrome consumista” (donde se privilegia la satisfacción inmediata y lo novedoso antes que lo perdurable) calza perfecto con la vida líquida, la cual se concibe a sí misma como una cultura de desvinculación, discontinuidad y olvido. La modernidad líquida no se fija objetivos ni metas, no hay destino ni punto final, cada momento vivido tiene un nuevo comienzo y final. Y es esta modernidad la que hoy es plasmada en el arte.
4.
REFUGIARSE EN LA CAJA DE PANDORA O MIEDO Y SEGURIDAD EN LA CIUDAD (¿vivir inseguros, corriendo día a día un riesgo o vivir seguros en la monotonía y aburrimiento?
Cada cerradura que le agregamos a nuestra puerta, o estar pendiente de cada síntoma del cáncer, lo único que hace es perpetuar el miedo. Que la gente crea que el mundo es peligroso facilita al mercado y a los políticos vender “seguridad”. Las ciudades surgieron para protegerse del peligro, las murallas nos separaban de los otros, de la naturaleza salvaje y de la guerra. Pero hoy día las ciudades ya no brindan tal seguridad, sino todo lo contrario. Otro cambio que ha traído la globalización es la pérdida del espacio público, ya que es en estos espacios donde se encuentran los desconocidos a quien tanto tememos. La inseguridad genera temor, pero cuando no hay esa inseguridad, se pierde la espontaneidad y el atractivo de la vida, se vuelve todo predecible y aburrido. Para obtener ganancias hay que correr riesgos o como dice el refrán “el que no se arriesga, no cruza el río”. 5. CONSUMIDORES EN LA SOCIEDAD MODERNA LÍQUIDA La “sociedad de consumo” justifica su existencia con la promesa de satisfacer las necesidades de las personas, pero si las necesidades quedaran plenamente cubiertas, sería el fin del mercado, entonces vivimos con tal necesidad, que es lo que mueve la economía. El mercado logra esto devaluando sus productos al poco tiempo que han salido al mercado y también satisfaciendo una necesidad/deseo/carencia para dar pie a una nueva necesidad/deseo/carencia, es decir, que el mercado y los medios de comunicación lo que hacen es crear la necesidad en las personas, para que consuman. Hoy día existe lo que llamamos el “síndrome consumista” que es una serie de actitudes, pensamientos, juicios y prejuicios sobre el funcionamiento del mundo y de cómo desenvolverse en él. Cambia la duración por la fugacidad, lo perdurable por la novedad, estrechando el intervalo entre útil y desechable. Ahora se exalta la rapidez, el exceso y el desperdicio. El mercado se ha logrado introducir en áreas de la vida: mercantilización de los procesos vitales. Lo que más se consume son cosas referentes al cuerpo (comida y dieta). Hasta el amor tiene tiempo de caducidad, las personas son objeto de consumo. Tener bebes es visto desde el punto de vista del consumidor: quita tiempo, es para toda la vida, sale caro. El comercio se orienta también a los niños, supuestamente incentivándolos a que éstos aprendan a elegir y que influyan en las decisiones de los padres. 6. APRENDER A CAMINAR SOBRE ARENAS MOVEDIZAS: Frente a los procesos de fragmentación, segmentación y creciente diversidad individual y social, el fortalecimiento de la cohesión social y desarrollo de un sentido de conciencia y responsabilidad social
se han convertido en objetivos sociales y políticos importantes. Lo más primordial en este sentido es enseñar aptitudes que aporten con el desarrollo de la interacción social: diálogo, comprensión, resolución de conflictos, etc. Hablando de educación, en la sociedad líquida en la que vivimos hoy, donde el conocimiento se renueva constantemente, se hace indispensable una formación continua y permanente a lo largo de toda la vida perfeccionándose para no quedarse atrás en nuevos conocimientos y tecnologías. En cuanto al consumismo en el que vivimos, lucrar con la educación, lo único que hace es intensifica la desigualdad, por lo que hace necesario que la educación esté centrada en el empoderamiento de las personas, es decir, que éstas sean capaces de elegir y actuar de manera efectiva e influir en su comunidad, reconstruyendo espacios públicos donde confluyan lo individual y lo colectivo. La democracia está en peligro porque los individuos son incapaces de traducir sus sufrimientos privados en preocupación y acción colectiva ampliamente compartida con otras personas. Al tiempo que las grandes empresas multinacionales condicionan de manera creciente los contenidos de los medios de comunicación mayoritarios y con ello privatizan el espacio público.
7. PENSAR EN TIEMPOS OSCUROS (VOLVER A ARENDT Y ADORNO) Según Arendt vivimos en tiempos de oscuridad, en un retraimiento con respecto a la política y se ha perdido la luz que daban los espacios públicos en la vida de las personas. Hoy existe una obsesión por rediseñar las cosas.