CUADERNOS PARA EL DEBATE
2º CICLO
Nº 8
LAS FUERZAS PRODUCTIVAS Y LA DEMOCRACIA SOCIALISTA
COMISION IDEOLOGICA DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL
Cuadernos para el debate – Nº 8 Fuerzas productivas y democracia socialista
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I Nuestros estudios nos han llevado a asumir que el desarrollo de las fuerzas productivas (medios de producción más fuerza de trabajo) en el sistema capitalista entra en contradicción con las relaciones de producción (formas de poder sobre los medios de producción y del reparto de los bienes producidos por los trabajadores). Llegado a un punto las fuerzas productivas encuentran resistencia para su desarrollo y chocan con las relaciones de producción, tal contradicción se resuelve únicamente con la revolución socialista. La nueva sociedad permitirá un mayor desarrollo de las nuevas fuerzas productivas. II Las experiencias de los países socialistas no parecen acreditar tal aserto, por cuanto que tuvieron que hacer uso de funcionarios, empresarios, administrativos, etc., del viejo régimen para poder salir hacia adelante. La revolución bolchevique nos va a ilustrar el problema de las Fuerzas productivas. Paradójicamente, una vez instaurada la Dictadura del Proletariado, se suscita un debate vital ¿Es posible construir el socialismo en Rusia, en aquellas
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circunstancias? Había que construir la democracia socialista; aunque el pueblo ruso no estaba preparado para ello. Es posible que una afirmación de esta índole, pueda producir confusión y rápidamente se nos venga a la mente los Soviets. ¿Eran o no los soviets un Poder Popular? Tenemos pues dos elementos de estudio en los que hay que profundizar, para entender a la sociedad socialista, cuales son: Las Fuerzas productivas y el Poder Popular. A veces se confunden unas con las otras. En realidad existe una cierta relación entre ambas; pero no son las mismas entidades. Las Fuerzas productivas determinan el grado de desarrollo de los instrumentos de producción, y por supuesto del desarrollo profesional y cultural de la Fuerza de Trabajo. Durante el capitalismo las Fuerzas productivas alcanzan un gran desarrollo, pero como hemos dicho, se estancan entre las estrechas paredes de las relaciones de producción burguesas, que les impiden avanzar más o continuar progresando. Pero pudiendo ser suficientes para que la revolución se lleve a cabo, puede que no lo sean para construir el socialismo. Numerosos autores imputan al analfabetismo del pueblo ruso, la aparición de la corrupción en la URSS. ¿Cómo se explica si los Soviets representaban la democracia socialista? Sin entrar en la cuestión de si estos analistas llevan o no razón, que debe ser tratado en su lugar correspondiente, debemos decir que el Soviet representaba una forma nueva de democracia, tal como lo dedujo y afirmó Lenin, pero no quiere decir que los soviets rusos estuviesen capacitados intelectualmente para dirigir la sociedad socialista en sus comienzos.
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III Nadie duda que el Soviet fue una forma de organización democrática que aglutinó al proletariado, a los campesinos pobres y soldados; no obstante, debemos recordar que la lucha por el poder soviético no se plantea hasta poco antes de la insurrección, lo cual quiere decir que hasta entonces no había una mayoría de soviéticos que apostasen por el socialismo y también es necesario tener presente, que un trabajador puede alcanzar la conciencia de clase para luchar contra el capitalismo hasta ofrecer su vida por la revolución socialista, el problema está, en si este trabajador está formado para participar en el gobierno en alguna medida que dé viso de veracidad a la Dictadura del Proletariado, la verdadera democracia o gobierno del pueblo. La revolución socialista exige que el pueblo tome conciencia de su realidad y de su destino, luego, una vez en el poder, comienza la verdadera revolución, la de negar el capitalismo con la planificación de la sociedad socialista y para este menester, se necesita un pueblo con la cultura necesaria al objeto de superar la fase política e ideológica: la cultura económica, administrativa, de gestión, de control etc. muy necesaria en los comienzos del socialismo para intervenir como agentes activos en su construcción. En este caso, las asambleas ya no debaten principalmente cómo luchar contra la burguesía, esto es algo que parece ser lo más dificil pero ha dejado de serlo, sin olvidarse de ello, ni mucho menos. Ahora, se trata de recorrer un camino distinto, inédito. Ya no se discuten reivindicaciones perentorias para comer y sobrevivir, en estos momentos la discusión se centra en preparar el futuro. El boicot a la producción burguesa con huelgas, plantes, etc., cede su paso a la administración, conociendo los conceptos económicos y su transformación teórico-práctica de acuerdo con el socialismo para consolidar la Dictadura del
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Proletariado y penetrar por la vía del desarrollo, imprescindibles para perfeccionar el socialismo y preparar las condiciones que vayan disipando las contradicciones entre el trabajo físico y el intelectual, entre la ciudad y el campo etc. Estas cuestiones no se solventan sólo con voluntad y amor a la revolución; el pueblo deberá tener el conocimiento preciso, de lo contrario, la democracia proletaria o gobierno del pueblo es tan solo una quimera, una dictadura del partido. Difícilmente unos soviets integrados por trabajadores, campesinos y soldados mayoritariamente analfabetos y también contando que en el 1917 los campesinos pobres, hasta entoces siervos, eran más numerosos que el proletariado, pudiesen ser los agentes dirigentes del socialismo sin sufrir una transformación radical. Debido a estas circunstancias, lo primero que se propuso el PCUS fue la proyección de un amplio programa de formación para el pueblo, pero lograr tal objetivo llevó su tiempo y mientras tanto, no se pudo poner en práctica la verdadera democracia participativa (según algunos autores). Esta fue llevada a cabo tan solo por una minoría de trabajadores sin contar con los campesinos por su gran atraso, y por el partido. En esta dirección, el partido, además de desempeñar su tarea de dirigente elaborando ideas, tuvo que ejecutarlas administrativamente, con lo cual se desarrolló una manera especial de burocracia dentro del partido. Como es lógico, el curso de los acontecimientos no fue el debido; aunque se reconoce que no fue por la mala voluntad del pueblo, sino que sus causas hay que buscarlas en las condiciones objetivas que empujó el curso de los acontecimientos hacia ese lugar, habida cuenta que estos autores, fundamentalmente Hans Heinz Holz, precisan que para la revolución socialista no habían madurado aún las condiciones económicas y que Lenin y el PCUS se vieron forzados a ello por los acontecimientos.
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(Queremos hacer resaltar una vez más, que lo importante no es dar crédito por ahora a lo que algunos autores apuntan como causas del derrumbe de la URSS pero qué duda cabe-, las circunstancias que describen, de existir -y existió-, pueden producir los efectos que ellos les imputan). RESUMEN Las Fuerzas productivas capitalistas pueden llegar a un grado de desarrollo tal, que necesiten superar las barreras que les imponen las relaciones de producción burguesa. Lo anterior no quiere decir que dichas Fuerzas productivas tal como se han dado en el capitalismo en épocas anteriores y también hoy en muchos países poco desarrollados, sean las más idóneas para construir el socialismo sin sufrir cambios. Habrá que educarlas debidamente. Como quiera que los trabajadores (fuerza de trabajo) constituyen el principal elemento de las Fuerzas productivas, pero también forman el núcleo dirigente del socialismo a través del Poder Popular, deberán sufrir un cambio radical en su formación durante la primera etapa de la Dictadura del Proletariado para implantar la democracia participativa. De lo contrario el Partido debe desarrollar la labor que le corresponde al proletariado y se puede desnaturalizar la Dictadura del Proletariado, convirtiéndose en Dictadura del Partido. Llegado este momento, el Poder Popular solo sirve para llevar a cabo lo que el partido “ordena” y se convierte en mero ejecutor de dichas órdenes, con lo cual, el Poder Popular puede desvirtuarse, perder vigencia e incluso desaparecer sin pena ni gloria. A la par, subsistiría una gran diferencia entre Partido y pueblo, que conlleva ineluctablemente burocracia y
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corrupción. En nuestro país, las Fuerzas productivas han alcanzado un gran desarrollo, al igual que en todos los países “desarrollados”. Mas estas Fuerzas productivas, superan en mucho con su formación a las que existieron en la URSS, China, Cuba, Polonia etc. La construcción del socialismo pues se presenta mucho menos complicada en el Estado español, por tales circunstancias, pero no quiere decir que sea fácil. De todo ello se desprende que el Partido tiene su papel de ideólogo, de creador de ideas para construir el socialismo, mas para cumplir con su misión, debe contar con las experiencias teórico-prácticas del Poder Popular (el pueblo en democracia) que pone en práctica las ideas del partido, pero a su vez le aporta a éste su conocimiento que emana de la práctica. Entre Partido y Pueblo existe una interrelación total y absoluta, cuya evolución viene a ir superando las diferencias o contradicción entre ambos. Después de las experiencias suministradas por los distintos procesos revolucionarios, el Partido Comunista de un país capitalista desarrollado, tiene la misión de ir pergeñando el Poder Poder y poner a su disposición la formación ideológica, política y también económica del socialismo, con el propósito de facilitar su labor en los momentos críticos del comienzo de la Dictadura del Proletariado.