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DOCTRINA DE LA SEGURIDAD NACIONAL
Para comprender el significado de la llamada Doctrina de la Seguridad Nacional, previamente es necesario indagar acerca de los antecedentes hist\u00f3ricos que fueron creando las condiciones ideales para impulsar su elaboraci\u00f3n e implementaci\u00f3n, y nos estamos refi firiendo precisamente a la denominada Guerra Fr\u00eda, la cual abarca el per\u00edodo de fi fines de 1945 (fin fi alizaci\u00f3n de la II Guerra Mundial) a 1989 (ca\u00edda del Muro de Berl\u00edn).
Pues bien, es sabido que en el a\u00f1o 1941 los Estados Unidos y la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica se incorporan a los aliados (Franc Inglaterra) a fin de luchar en dicha guerra contra el nazifascismo de Hitler y Mussolini. Cuando termin\u00f3 la guerra, finaliz\u00f3 tambi\u00e9n la alianza entre la U.R.S.S. y las poten occidentales, dando comienzo entonces a la Guerra Fr\u00eda, qu no fue ni m\u00e1s ni menos que un nuevo orden internacional centrado en la oposici\u00f3n de dos bloques enfrentados en una lucha pol\u00edtica, diplom\u00e1tica y de espionaje: el bloque con los EE.UU. y el alineado con la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica, da nacimiento a la bipolaridad mundial (capitalistas o comunistas). Los sovi\u00e9ticos extendieron su influencia a var pa\u00edses de Europa Oriental: Hungr\u00eda, Rumania, Bulga Yugoslavia, Albania, Checoslovaquia y Polonia, cuyos gobiernos fueron cayendo bajo la dominaci\u00f3n comunista. Se dec\u00eda que una cortina de hierro separaba los pa\u00edse Europa oriental de los de occidente. A esta altura la expansi\u00f3 comunista era una amenaza, que logra concretarse adem\u00e1 en China, Cuba y finalmente en Viet-Nam. S\u00f3lo faltaba toda Am\u00e9rica Latina, y tal vez algunos pa\u00edses m\u00e1s de A que estaban atravesando el proceso de descolonizaci\u00f3n, y ten\u00edan posturas pr\u00f3ximas al socialismo. Estas circu no dejaron de causar alarma en los militares de los pa\u00edses latinoamericanos, donde las cr\u00edticas situaciones sociales pod\u00edan hacer temer la aparici\u00f3n de movimientos revolucionarios que derivaran en una extensi\u00f3n de la \u00f3r sovi\u00e9tica sobre el conjunto del continente americano.
Bajo estas circunstancias, en la d\u00e9cada de 1960 los Estados Unidos se dan cuenta -tras la revoluci\u00f3n cubana y la derrota de Viet-Nam- que es cada vez m\u00e1s dif\u00edcil som las naciones mediante invasiones de marines, por lo que los ej\u00e9rcitos de cada uno de los pa\u00edses latinoamericano cumplir la funci\u00f3n de custodiar ideol\u00f3gicamente a su pueblos, para evitar que se difundieran ideas socialistas o antiimperialistas. A tal fi fin, contribuy\u00f3 por medio de
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Conferencias de Ej\u00e9rcitos Americanos o cursos (a fi fin de concientizarlos y acordar la estrategia a desplegar contra la \u201cinfiltra fi ci\u00f3n marxista\u201d), entrenamyiento milita directivas, con el fin de fortificar a los ej\u00e9rcitos de los pa pro-norteamericanos para que ejercieran la lucha contrainsurgente, garantizando de esta manera su predominio ideol\u00f3gico en regiones que consideraban claves en su zona de influencia. El objetivo era proteger a los pa\u00edses occidentale de la infiltraci\u00f3n comunista. Contra-insurgencia, seg\u00fan e Pent\u00e1gono (sede del Estado Mayor central del Departamen de Defensa de los EUA), son aquellas medidas militares, para-militares, pol\u00edticas, econ\u00f3micas, psicol\u00f3gic tomadas por el gobierno para vencer la insurgencia subversiva. Para ello, se implant\u00f3 el terrorismo de Estado, que es la utilizaci\u00f3n sistem\u00e1tica de la violencia a trav\u0 aparato estatal para intimidar a los disidentes, involucrando en ese terror a la mayor\u00eda de la sociedad civil.
La Doctrina de la Seguridad Nacional elaborada por los EUA para la lucha anticomunista en todo el continente americano, descansaba sobre el principio de las fronteras ideol\u00f3gicas. Hasta ese momento, la funci\u00f3n de las Fuerzas Armadas de lo pa\u00edses latinoamericanos hab\u00eda sido defin fi ida como la del pa\u00eds frente a un enemigo que estaba m\u00e1s all\u00e fronteras nacionales. A partir de la d\u00e9cada de 1960, las fronteras que los militares deb\u00edan custodiar eran aquella dentro de cada pa\u00eds separaban a los comunistas de quiene sosten\u00edan los valores morales y espirituales de la civilizaci\u democr\u00e1tica, occidental y cristiana. De este modo, el papel de los militares cambia: en lugar de velar por la seguridad de las fronteras (Defensa Nacional), su enemigo est\u00e1 adentro del pa\u00eds (Seguridad Nacional); la lucha contra los que piensan diferente a sus intereses, se convierten en represores de sus propios pueblos. El enemigo interno ser\u00eda en primer lugar la guerrilla trotskista, pero tambi\u00 comunismo, el socialismo, el antiimperialismo y fi finalmente cualquier tipo de gobierno con un tinte nacionalista. Para los militares, \u201ccomunismo\u201d era un concepto cuyo alcan circunscrib\u00eda al plano pol\u00edtico; por el contrario, su s era difuso y de una amplitud sorprendente, pudiendo aplic\u00e1rselo a los j\u00f3venes que usaban el pelo largo o m y abandonaban las costumbres de sus mayores. En defin fi itiva, el imperativo de la seguridad nacional consistir\u00eda en erradicar a ese enemigo interno que pod\u00eda actuar en todos l \u00f3rdenes de la vida (partidos pol\u00edticos, sindicatos, esc universidades, medios masivos de comunicaci\u00f3n, profesion liberales, sacerdocio, cultura o en el mismo gobierno).
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Dicha Doctrina se apoya adem\u00e1s en el concepto militar de guerra permanente, seg\u00fan el cual las naciones est amenazadas por la agresi\u00f3n permanente al servicio de una superpotencia extracontinental e imperialista (la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica), infiltr fi \u00e1ndose \u00e9sta en los pa\u00eds sistema democr\u00e1tico occidental a trav\u00e9s de elemento subversivos, que intenta no desestabilizar a dichas naciones, sino a los Estados Unidos, para lo cual necesita gobiernos en la regi\u00f3n americana que los desestabilicen. Los pa\u00eds latinoamericanos no son m\u00e1s que un campo operacional en enfrentamiento global entre la U.R.S.S. y los EUA. Por supuesto, que esto signifi fica y justific fi a la subordinaci\u00f3n del poder civil al militar y el desarrollo de un sistema represivo, cuando entran en peligro los valores antes mencionados.
El discurso justific fi atorio del papel represivo que van adquiriendo las Fuerzas Armadas, es hacerlas m\u00e1s aptas pa la defensa de la soberan\u00eda nacional y la integridad (moral y territorial) de cada pa\u00eds, gen\u00e9ricamente amenaza fermento subversivo y for\u00e1neo de orientaci\u00f3n marxis leninista, inspirador de des\u00f3rdenes y rebeliones. La supre de las garant\u00edas constitucionales, la dictadura militar y la imposici\u00f3n del terror son distintos grados de aplicaci\u00f3 doctrina en cuesti\u00f3n.
Pero en realidad, la Doctrina no es una doctrina, sino una ideolog\u00eda al servicio de la defensa de los intereses de unos pocos, vinculada a un determinado modelo econ\u00f3mic pol\u00edtico, de caracter\u00edsticas elitistas y verticalistas qu la participaci\u00f3n amplia del pueblo en las decisiones pol\u00e En este sentido, se aplica como una herramienta de la clase dominante, cuya fi finalidad es el mantenimiento de la estructura social existente.
Y adem\u00e1s es contradictoria, pues elaborada supuestamente para combatir al fl flagelo del comunismo y sus desviaciones morales, en nombre de ella misma se ha contribuido a fortalecer el car\u00e1cter totalitario o autoritario los reg\u00edmenes de fuerza que hicieron abuso del poder, los cuales asesinaron, desaparecieron a miles de seres humanos, efectuaron detenciones arbitrarias, secuestraron, aterrorizaron, torturaron, violaron y hasta robaron, demostrando un total desprecio por la dignidad humana y la fe cristiana que dec\u00edan defender.
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El presente trabajo ha sido elaborado sobre la ba siguiente selección y adaptación de textos: ₪
* Nunca Más, CONADEP, Eudeba. * El juicio que cambió al país, volúmenes 1/6, Ed. Perfil. * Documento de Puebla, IIIª Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano, 1979.
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Historia de los argentinos/II, C. Floria y C. García Belsunce, Larousse. Historia argentina 1806-1995, Teresa Eggers-Brass, Maipue. Historia argentina contemporánea, E. Miranda y E. Colombo, Kapelusz. Historia de la Argentina contemporánea, L. de Privitellio y otros, Ed.
Santillana.
* Autoritarismo y democracia (1955-1983), Marcelo Cavarozzi, nº 21,
Centro Editor de América Latina (CEAL). * El drama de la democracia argentina, José L. Romero, nº 35, CEAL. * “Proceso”, crisis y transición democrática/1, Oscar Oszlak, nº 45, CEAL. * La ideología oligárquica y el terrorismo de Estado, José G. Vazeilles, nº 95, CEAL. * El proceso de reorganización nacional (Cronología y documentación), Oscar Troncoso, nº 67/122, CEAL. * Testigos del “proceso” militar, Emiliana López Saavedra, nº 73/74, CEAL. * La Argentina exiliada, Daniel Parcero y otros, nº 109, CEAL. * Las organizaciones de derechos humanos, Raúl Veiga, nº 127, CEAL. * Los derechos humanos en la democracia, A. Bruno y otros, nº 92, CEAL.
Prof. Luis Horacio Isabel E-mail:
[email protected] La Plata