4 modo absolutamente legítimo todo discurso de futuro. Otra vez regresamos de este modo al importante papel que ha de jugar la crítica tanto respecto de los aspectos teóricos del quehacer filosófico, como de la praxis que le acompaña y sus límites y posibilidades. No vamos a decir más de un libro del que podríamos continuar hablando y que tan cerca sentimos de nuestros ideales y sueños, que no son, justamente de ahora, madurados están con una experiencia que es de compromiso y, por cierto, de dolor y hasta de tragedia, todo lo cual no le quita esa aura de fe y de esperanza, mejor será que cada lector se incorpore en la espiral de sus textos, en ese ir y venir incansable de este intento de filosofar abierto. Nada mejor que no acabar los diálogos para que precisamente nos sintamos necesitados de continuarlos. [Mendoza, Argentina, enero de 1999] de 1999]
8 Coda (A modo de acertijo donde se proporcionan las claves que permiten unir vida y obra) No queda más que adherir a llaa pregunta retórica: ¿Hemos encontrado alguna vez un autor que no traiga su huevo listo y no venga confiadamente en busca de la gallina que lo va a poner? JUAN RlVANO SIN EMBARGO, en el texto que el/la lectorla tiene por delante se encontrará con la compleja situación de un autor que no solamente no tiene el huevo listo, sino que busca afanosamente a la gallina ponedora, porque lo que le interesa es apropiarse de esa capacidad de poner, de generar que tiene la gallina. Es que son años de procurar esclarecerse cómo producir o gestar conocimiento pertinente para nuestra situación histórica, cultivando la actitud de gallina ponedora y capaz de empollar y no de supuestamente astuto tenedor de huevos listos en la mano o saqueador (coyote...) a la búsqueda de una siempre prescindible gallina ajena. Tampoco se trata del huevo de Colón, sino de utilizar ambos hemisferios cerebrales a plenitud articulando el supuestamente /masculino", verbal, discursivo, lógico, especulativo con el /eternamente femenino", pragmático, intuitivo, inefable, ágrafo, imaginativo, espacializante, sensible, sensitivo para avanzar a tientas entre el sueño y la vigilia; para filosofar entre el sueño utópico y la vigilia de la Realpolitik. El Gallina (alias Mamacito)
53 (+)
(- )
Ámbito
Sujeto
Naturaleza
Ontológico
Historia
Naturaleza
Ontológico/axiológico
Activo
Pasivo
Ontológico/metafísico
Mismo
Otro
Ontológico
Forma
Materia
Ontológico/ético
Ideal
Realidad
Metafísico
Trascendencia
Inmanencia
Metafísico
Totalidad
Ex E xterioridad
Antropológico/cósmico
Espíritu
Materia
Ontológico
Alma
Cuerpo
Antropológico/psicológico/ ét é tico
Deber ser
Ser
Ético
Varón
Mujer
Ético
Opresor
Oprimido
Ético
Buenos
Malos
Estético
Bello
Fe o
Cultural/literario
Civilización
Barbarie
Cultural/literario
Usam Usamer eric ican anos os
Nues Nuestr troa oame meri rica cano noss
Cult Cultur ural al/l/lititer erar ario io
Próspero
Calibán
Sociológico
Ciudad
Campo
Sociológico
Estado
Sociedad
Sociológico
Sociedad
Comunidad
Sociológico/económico
Centro
Periferia
Económico
Mercado
Estado/ sociedad
Sociológico/psicológico
Individuo
Masa
Sociológico/axiológico
Gente bien
Chusma
Económico
Desarrollo
Subdesarrollo
Económico
(+)
(- )
Ámbito
Dependencia (con Dominación)
Autonomía
Económico
Ricos
Pobres
Económico/ético
Pueblo
Oligarquía
Económico/político
Proletariado
Bu B urguesía
Económico/político
Integración
Exclusión
Político
Protagonistas
Marginados
Político/económico Político/económico
Oeste
Este
Político/económico
Norte
Sur
Político/ económico
Ciudadanos
Extranjeros
Político
Adulto
Niño
Pedagógico/psicológico
Normal
Patológico
Psicológico
Maestro
Alumno
Pedagógico
Europa
América
Neocultural
Norteamérica
Sudamérica
Neocultural
Nación
Imperio
Geográfico/político
Amigo
Enemigo
Geográfico/político
Primitivos
Cultos
Histórico/ antropológico
Lengua
Habla
Lingüístico
Significante
Significado
Semiótico
Univocidad
Polisemia
Semiótico
Sincrónico
Diacrónico
Metodológico
Estructura
Historia
Metodológico
Progreso
Tradicionalismo
Filosófico de la historia
Raza
Etnia
Antropológico
Grupo social o sector social
Clase
Sociológico/económico
62 Aquí topamos con un tópico clásico. Desde el mundo griego, la filosofía ha sido concebida como forma de episteme que episteme que se distancia de la doxa para poder constituirse. En todo caso, lo que aquí planteo es que es menester regresar a la doxa -o doxa -o quizá comprender que nunca es factible apartarse de ella- y además saber descubrir en ella reservas de sabiduría simbólica que muchas veces se enmascaran como protección frente a las agresiones. Es el caso evidente ya e indudable del pensamiento indígena, que se presenta como doxa, pero que oculta en su seno una gran fuerza crítica y transformadora, por supuesto, epistémicamente desarrolladas. Es un modo de oponerse al aristocratismo en filosofía. Sobre todo, cuando es innecesario y manipulador de situaciones inconfesables. La filosofía puede ser para todos con entrenamiento pertinente. Puede ser y de hecho de hecho lo es a ciertos niveles, un saber de expertos y altamente profesionalizado, pero si pierde la conexión con el entorno social y cultural, se desnaturaliza. El entrenamiento y la profesionalización no deben excluir por principio al demonizado -casi siempre de manera peyorativa- vulgo. Se alimenta del vulgo y promueve posteriormente un proceso de selección, pero ulterior, cuando ya se ha tenido la oportunidad de probar. de probar. Por eso Por eso parece importante poner la filosofía al alcance de todos/as. de todos/as. Durante años la filosofía ha cumplido en nuestra América un papel de consolidación de la organización nacional. Ha avanzado adherida a ese esfuerzo. En este siglo xx, sobre todo, y más en la coyuntura en la que nos encontramos, lo nacional se ha revelado con todas sus facetas adversas, totalitarias, homogeneizantes de lo diverso, irrespetuosa de las diferencias. Hoy, cuando lo nacional es cuestionado desde el interior de sus espacios por esas características, también está siendo socavado desde su exterior por poderes que, más que nunca, reivindican un nacionalismo agresivo, pero repudian que se les enfrente en los mismos términos. Lo que vale para ellos no vale para los demás. Es en esta coyuntura tan delicada que he propuesto esta revisión del quehacer filosófico en nuestra América con ánimos de impulsar más que nunca el filosofar a que tenemos derecho.
69 requiera. La figura del pensar que se recorta es una espiral y la espiral se cierra con la llegada a este punto de la transformación exigible de la realidad. La política exige filosofía y la filosofía se consume en la política. Cuando uno examina el camino recorrido históricamente por el filosofar de nuestra América, se constata la preocupación constante por hacer de la realidad un ámbito apto para la convivencia de los seres humanos aquellos que merezcan tal nombre. Por lo tanto, lo que se advierte es que la utópica pretensión de realizar la justicia con dignidad para todos y todas en este ámbito de la cotidianidad está estrecha e indisolublemente unida al filosofar. Y que este movimiento del pensar filosófico que aquí hemos ido siguiendo en sus meandros se puede ejecutar y reejecutar tantas veces como sea menester, saliendo siempre enriquecidos de la experiencia. Por otra parte, advierto también, con alegría y serenidad, lo específico de este movimiento o itinerario en su realización latinoamericana. No es factible eximirnos de hacerlo, pero en lo medular es equivalente a lo que ha hecho la filosofía en cualquier parte del globo y en cualquier tiempo. Con lo cual venimos a dar la razón a los grandes maestros de nuestra tradición cuando señalaban que sólo haciendo la experiencia se filosofa y que la filosofía incluye funciones múltiples. Así Gaos señalaba con todo rigor -en el mismo espíritu de Zubiri como ya he indicado- que lila creación personal [es la] única en que puede reconocerse la existencia de una filosofía nacional". Y Salazar Bondy lo suponía en la caracterización que hacía de la filosofía -aunque él mismo no sea del todo coherente con ella a los largo de su reflexión-. Por lo demás, se trata de buscar incansablemente una captación de las potencialidades o virtualidades de la realidad, con el fin de explotar al máximo sus capacidades de transformación. Quizá todo esto nos lleve, mal que nos pese, a reconocer que seguimos siendo giles...