Suma teológica - Aquino Cuestión 75 Al teólogo le corresponde estudiar la naturaleza humana en lo referente al alma, no en lo referente al cuerpo, a no ser en cuanto que está relacionado con el alma. Para analizar la naturaleza del alma, es necesario tener presente el presupuesto según el cual se dice que el alma es el primer principio vital en aquello que vive entre nosotros, pues llamamos animados a los vivientes, e inanimados i nanimados a los no vivientes. La vida se manifiesta, sobre todo, en una doble acción: La del conocimiento y la del movimiento. El alma ¿es cuerpo? No cualquier principio de operación vital es alma. A algún cuerpo le corresponde ser viviente o principio vital en cuanto que es tal cuerpo. Pero es tal cuerpo en acto por la presencia de algún principio que constituye su acto. Por lo tanto, el alma, primer principio vital, no es el cuerpo, sino, el acto del cuerpo. Sucede como con el calor, principio de calefacción, que no es cuerpo, sino un determinado acto del cuerpo. El alma ¿es algo subsistente? El principio de operación intelectual, llamado alma humana, es incorpóreo y subsistente. El hombre por el entendimiento puede conocer las naturalezas de todos los cuerpos. Todo cuerpo tiene una naturaleza determinada. Así, pues, es imposible que el principio intelectual sea cuerpo. El principio intelectual, llamado mente o entendimiento, tiene una operación por sí, independiente del cuerpo. Y nada obra por sí si no es subsistente. Pues no obra más que el ser en acto; por lo mismo, algo obra tal como es. El alma animal ¿es subsistente? El alma sensitiva no tiene, por sí misma, ninguna operación propia, sino que toda operación del alma sensitiva va unida a lo corporal. De todo esto se concluye que las almas de los animales irracionales, al no obrar por sí mismas, no son subsistentes, pues en cada uno hay semejanza entre ser y obrar. El alma ¿es el hombre? Sentir no es una operación exclusiva del alma. En definitiva, el hombre no es sólo alma, sino algo compuesto a partir del alma y del cuerpo. El alma, ¿está o no está compuesta a partir de la materia y de la forma? Si el alma intelectiva estuviese compuesta a partir de la materia y de la forma, las formas de las cosas estarían en ella como individuos. De ser así, no se conocería más que lo singular, tal como sucede en las potencias sensitivas que contienen las formas de las cosas en el órgano corporal. Pues la materia es el principio de individuación de las formas. Hay que concluir, por lo tanto, que el alma intelectiva, lo mismo que toda sustancia intelectual que conoce las formas absolutamente, carece de la composición composición materia-forma.
El alma humana ¿es corruptible? Sólo el alma humana es subsistente, no las almas de los irracionales. Por eso las almas de los irracionales se corrompen al corromperse los cuerpos. En cambio, el alma humana no puede corromperse a no ser que se corrompiera sustancialmente. Lo que le corresponde a alguien sustancialmente, le es inseparable. El ser corresponde sustancialmente a la forma, que es acto. De ahí que la materia adquiera el ser en acto en cuanto adquiere la forma. Se corromperá cuando la forma desaparezca. Pero es imposible que la forma se separe de sí misma. El alma y el ángel ¿son de la misma especie? Orígenes sostuvo que todas las almas humanas y los ángeles eran de la misma especie. Esto no puede ser, porque en las sustancias incorpóreas no puede haber diversidad en cuanto al número sin diversidad en cuanto a la especie y sin desigualdad natural. Porque si no están compuestas a partir de la materia y de la forma, sino que son formas subsistentes, es evidente que sería necesario que hubiera diferencia en la especie. Cuestión 76 El principio intelectivo, ¿se une o no se une al cuerpo como forma? El entendimiento, principio de la operación intelectual, es forma del cuerpo humano. Pues lo primero por lo que obra un ser es l a forma del ser al que se le atribuye la acción. Es evidente que lo primero por lo que un cuerpo vive es el alma. Entendimiento como alma intelectiva es forma del cuerpo. Aristóteles: el hombre entiende porque el principio intelectivo es su forma. Así, por la misma operación del entendimiento se demuestra que el principio intelectivo se une al cuerpo como forma. Cuanto mayor es la categoría de las formas, tanto más supera su poder al de la materia elemental que tiene una capacidad y una operación en la que de ninguna manera participa la materia corporal. Esta facultad es llamada entendimiento. Si alguien supone el alma compuesta a partir de la materia y de la forma, de ninguna manera puede afirmar que sea forma del cuerpo. El principio intelectivo, ¿se multiplica o no se multiplica conforme se multiplican los cuerpos? Cualquiera que sea el modo como el entendimiento se une o se funde a este o con el hombre. Si todos los hombres tuvieran el mismo entendimiento, la diversidad de imágenes sensibles en ellos no podría fundamentar la distinción entre la operación intelectual de un hombre y la operación intelectual de otro. Hay que concluir, por tanto, que es completamente imposible e incongruente decir que hay un mismo entendimiento para todos los hombres. En el hombre, además del alma intelectiva, ¿hay o no hay otras almas diferentes esencialmente? A partir de la forma debe fundamentarse la razón de por qué la materia es de tal naturaleza, y no al revés. Pues el alma intelectiva en el orden de la naturaleza ocupa el más bajo lugar entre
las sustancias intelectuales, debido a que no le es connatural el conocimiento innato de la verdad. Sino que se ve obligada a desgranarla a través de los sentidos tomándola de la multiplicidad de las cosas. Por eso, sería necesario que el alma intelectiva no solamente tuviera la facultad de entender, sino también la de sentir. Pero como quiera que la acción de sentir no se puede llevar a cabo más que por medio de un órgano corporal, por eso se precisa que el alma intelectiva se una a un cuerpo constituido de tal manera que pueda servir convenientemente de órgano a los sentidos. El alma intelectiva, ¿se une o no se une al cuerpo mediante disposiciones accidentales? Si el alma se une al cuerpo como forma sustancial es imposible que medie alguna disposición accidental. El porqué de esto radica en que, como la materia está en potencia para todos los actos, es necesario que lo primero que concebimos en la materia sea el acto absolutamente primero. Entre todos los actos el primero es el ser. Por eso, resulta imposible concebir que la materia sea caliente o extensa antes de que exista en acto. Pero el ser en acto lo es por la forma sustancial, que da el ser absolutamente. Por eso, es imposible que en la materia preexistan, anteriormente a la forma sustancial, algunas disposiciones accidentales, ni, consecuentemente, previas a su unión con el alma. El alma, ¿se une o no se une al cuerpo mediante algún cuerpo? La forma hace por sí misma que las cosas estén en acto, siendo ella esencialmente acto, y no comunica el ser por mediador alguno. Por eso, la unidad de un ser compuesto a partir de la materia y de la forma proviene de la misma forma, que se une a la materia como su acto, al no haber otro principio de unión que hace que la materia esté en acto. El alma, ¿está o no está totalmente en cualquier parte del cuerpo? Una forma que precisa diversidad de las partes, como el alma, no se ordena indistintamente al todo que a las partes. El alma no tiene totalidad cuantitativa, está toda en cada parte del cuerpo según su totalidad de perfección y de esencia, si bien no según su totalidad v irtual. Porque no está, en cuanto a cada una de sus potencias, en cada parte del cuerpo, sino que por la potencia visual está en el ojo; y por la auditiva, en el oído; y, así. Al todo se refiere de forma necesaria y esencial como a su propio y proporcionado perfectible. A las partes, en cuanto que están orientadas al todo.