UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR FACULTAD MULTIDISCIPLINARIA PARACENTRAL DEPARTAMENTLO DE CIENCIAS DE LA EDUCACION LICENCIATURA EN TRABAJO SOCIAL CICLO: II – 2012
TEMA 18:
TRASTORNOS PASIVO-AGRESIVO DE LA PERSONALIDAD (TPAP)
CATEDRA: PSICOPATOLOGIA DOCENTE: LIC. JORGE MENA BACHILLERES: LAURA CAROLINA VALLADARES ORTIZ KATHYA ALEXANDRA RAMIREZ
FECHA: 12/11/2012
INTRODUCCION En el presente trabajo abordaremos todos los aspectos importantes del trastorno o comportamiento pasivo-agresivo como se ha investigado en estos trastornos son especialmente frecuentes la ansiedad y depresión, e incluso puede constituir la manifestación principal.
Las personas que presentan trastornos de la personalidad manifiestan defensas alopáticas y reaccionan al estrés intentando cambiar el ambiente externo. En comparación con los individuos con trastornos neuróticos tienen defensa autoplástica y reaccionan al estrés cambiando sus procesos psicológicos internos.
En caso de trastorno de la personalidad, el paciente percibe a menudo su déficit de carácter como ego sintónico. En comparación, las personas con trastornos neuróticos perciben sus faltas personales como hegodistonicas.
Los individuos que presentan trastornos de la personalidad pueden desarrollar demencia o delirio más tarde durante su vida y en ciertos casos se encuentran en mayor riesgo de sufrirlos. Esto es, trastornos de la personalidad no especificados o “categoría propuesta para estudio”. El hecho de que se encuentre en esta categoría, dificulta aún más su estudio, en el sentido que cada vez se originan menos estudios para su investigación y la inadecuada formulación de los criterios diagnósticos del trastorno, impide aún más su clarificación.
Son uno de los conjuntos de trastornos con más afectados y con mayor impacto socio-económico e incidencia en la calidad de vida de los pacientes. La percepción de los trastornos mentales ha evolucionado mucho en los últimos siglos. Ha contribuido a la normalización de estas enfermedades la mayor información y la adecuación de los servicios sanitarios para el tratamiento y control de los pacientes con trastornos mentales.
TRASTORNO PASIVO-AGRESIVO DE LA PERSONALIDAD (TPAP)
¿Qué es el trastorno pasivo-agresivo de la personalidad? Las personas que son pasivos-agresivos son aquellas personas incapaces de decir lo que realmente sienten, tienen muy poca asertividad, pero de alguna manera son reacios a cumplir órdenes o demandas razonables de rendimiento social y racional, sin embargo al mismo tiempo son incapaces de confrontar la autoridad o decir “no” a lo que se les demande. Como son incapaces de decir lo que realmente sienten o expresar su punto de vista suelen achacar sus errores a las otras personas. Son personas poco cooperativas, con baja asertividad, incapaces de exponer claramente su punto de vista. Las típicas respuestas de estas personas cuando se le demanda o exige algo (por ejemplo en el ámbito laboral) será “me esforcé, pero tú no has visto los resultados”, “me olvidé que me habías pedido eso”. Son las personas que ante una invitación social son incapaces decir “no”, pero pondrán cualquier excusa cuando tengan que asistir al evento. Las personas con este tipo de trastorno se caracterizan por: •
Son ciclotímicas: son inestables emocionalmente
•
Son irritables y con baja tolerancia a la frustración
• Son incapaces de decir “no” a lo que se les pida pero luego sabotean aquello que se les pide con tal de no cumplirle •
Suelen ser personas envidiosas y resentidas hacia el éxito ajeno
•
Suelen despreciar y criticar de forma poco razonable las figuras de autoridad
Suelen sentirse incomprendidos y menospreciados por el entorno que los • rodea • No se hacen cargo de sus problemas y proyectan sus fallas personales en el ambiente que los rodea •
Pueden sufrir de depresión
•
Pueden llegar a ser toxicómanos o alcohólicos
La característica principal de este trastorno de la personalidad consiste en resistirse a los requerimientos externos, que suele ponerse de manifiesto con conductas de oposición u obstrucción, entre las que se encuentran la posposición de tareas y decisiones, el trabajo mal realizado y el "olvido" de las obligaciones. Por lo general, estas personas tienen una historia de habilidades inferiores a las normales a nivel social y laboral. Aunque estas características pueden observarse en muchas personas en un
momento dado, en el TPAP constituyen una pauta de conducta inflexible y habitual que les trae problemas y frustra sus propias metas. Además, estas personas no son asertivas y temen la confrontación con los demás. Así, cuando alguien les pide que hagan algo que no desean hacer, se sienten molestos por las exigencias externas pero son incapaces de negarse o discutir la exigencia para modificarla y adaptarla a sus gustos, y reaccionan con una provocación pasiva y enfadándose. A estas personas también les fastidian e irritan las obligaciones en el trabajo o los estudios y perciben a las figuras de autoridad como injustas, dominantes y arbitrarias. En consecuencia, suelen culpar a otros de sus propios problemas sin darse cuenta de que su propia conducta es la que les está creando dificultades. Además de oponerse a los requerimientos externos, los pasivo-agresivos suelen caracterizarse por su mal humor y pesimismo, pues se centran en los aspectos negativos de todo lo que les ocurre.
¿Cómo se comportan los pasivo-agresivos? La conducta de oposición o resistencia pasiva que hemos descrito consiste en conductas como posponer tareas una y otra vez, hacer mal las tareas, bajo rendimiento laboral, "olvidar" a propósito ciertas cosas, etc. La posposición de tareas, tan típica en estas personas, se debe a la idea de que ha de seguir la vía del mínimo esfuerzo, todo tiene que ser fácil y cómodo o de lo contrario es inadmisible u horrible. Como no quiere arriesgarse a provocar consecuencias negativas por enfrentarse de un modo directo a esas situaciones, responde a los requerimientos rebelándose mediante los modos pasivos descritos. Por supuesto, sus conductas agresivopasivas, como no cumplir con sus obligaciones, hacerlas mal, etc. les traen consecuencias negativas, como puede ser una bronca de su jefe. Ante esto responde sintiendo ira hacia las figuras de autoridad. Esta ira puede expresarse a veces en estallidos, pero lo más habitual es que se exprese mediante medios pasivos e indirectos de venganza, como el sabotaje. Por ejemplo, una paciente pasivo-agresiva se olvidó de acudir a una sesión de terapia. El terapeuta la llamó por teléfono para proponer otra cita dos días más tarde. Ella se enfureció por haber perdido la sesión y porque la siguiente no fuera inmediata
y le dijo al terapeuta: "Iré si todavía estoy viva", colgando después bruscamente el teléfono.
¿Como piensan los pasivo-agresivos? Nuestro modo de comportarnos está guiado por nuestros pensamientos e interpretaciones de la realidad. Los pensamientos de los pasivo-agresivos reflejan su negativismo y deseo de seguir la vía de la menor dificultad. Piensan que cualquier requerimiento de los demás es exigente e intrusivo, de manera que se resisten automáticamente y por sistema, en vez de detenerse a pensar si desean cumplir el requerimiento o no. Buscan una interpretación negativa de la mayoría de los acontecimientos, centrándose en lo negativo incluso cuando los hechos sean neutros. En esto se diferencian de los pensamientos negativos de depresión. El deprimido se centra en pensamientos negativos de autodesprecio o en pensamientos negativos sobre el futuro o el ambiente, mientras que los pasivo-agresivos suponen que los demás no les aprecian o tratan de controlarlos. Se consideran unos incomprendidos. Suelen insistir en que las cosas tienen que ser de cierto modo (del modo que ellos desean), de manera que no soportan que las cosas sean diferentes a como creen que deberían ser, lo cual da lugar a una baja tolerancia a la frustración. Piensan que el conflicto abierto con otros es algo horrible y que provocará desaprobación o rechazo, de modo que no se atreven a enfrentarse a los demás y decir lo que piensan cuando están en desacuerdo. Por tanto, por un lado, le disgusta profundamente tener que someterse a las exigencias o demandas de los demás, pero, por otro lado, es incapaz de negarse de un modo directo o de afirmarse a sí mismo. Es decir, no desea el conflicto abierto, pero tampoco cumplir; no quiere seguir las instrucciones, sólo frustrar a los demás de un modo pasivo. Considera que las reglas o normas son modos que tienen los otros de frustrarle y fastidiarle. No tiene en cuenta el hecho de que también a los otros se les pide que se atengan a las normas; tan solo percibe la situación desde su propio marco de referencia, y considera que se le trata de un modo injusto. En parte como resultado de sus pobres habilidades laborales y sociales, desarrolla un modo de ver pesimista. Cree que la vida es miserable y se centra en los aspectos negativos de todo a su alrededor. Supone que es una víctima del destino. Incluso cuando le va bien, da por sentado que tendrá que ocurrir algo negativo.
El estado emocional del pasivo-agresivo Las emociones negativas más habituales en estas personas son la ira y la irritabilidad. Debido a que piensan que se les exige que cumplan normas, obligaciones y exigencias arbitrarias y absurdas que sólo los llevan a estar bajo el
dominio y control de los demás, que son unos incomprendidos y que los demás no los aprecian como merecen, no es raro que sientan ira e irritabilidad con frecuencia. Por otra parte, estas personas no suelen alcanzar sus metas profesionales y personales o sociales. Debido a que no se dan cuenta de cómo su propia conducta les crea problemas, consideran que es el mundo o los demás la causa de su frustración. La ira e irritabilidad proceden también de la idea de que cualquier requerimiento de los demás es una coacción a su libertad. Al relacionarse con los demás, dan por sentado que los otros desean controlarlos y se oponen insistentemente. No es raro que el esposo/a de estas personas se queje de que no asume ningún tipo de responsabilidad en el hogar y los superiores se quejan de que posponen las tareas y eluden las normas en el trabajo.
Criterios para determinar el trastorno pasivo-agresivo de la personalidad Existen distintos factores para determinar la posible existencia de un trastorno pasivo-agresivo de la personalidad. Se considera que identificando cinco de las siguientes características puede concluirse que el individuo padece este trastorno: Se producen constantes demoras en la ejecución de las tareas, incumpliendo los plazos previstos y razonables. EI individuo se muestra irascible cuando se le pide que haga algo que no desea hacer. Trabaja mal o con lentitud cuando efectúa tareas que no son de su agrado. Se queja infundadamente de que los demás le exigen cosas irrazonables. Evita las obligaciones justificándolo a base de “olvidos”.
Considera que lleva a cabo su labor mucho mejor de lo que los demás piensan. Rechaza las sugerencias útiles de los demás para que sea más productivo. Malogra los esfuerzos de otras personas al obstaculizar el trabajo en la parte que le corresponde. Tiende a la crítica o la burla con relación a las personas que detentan posiciones de autoridad. Terapia ante un trastorno pasivo-agresivo Como ocurre con otros muchos trastornos, el paciente acude a terapia, más que por voluntad propia, por las quejas que se suceden en el ámbito sentimental, por parte
de la pareja, como en el ámbito laboral. En ambos casos no se asumen las responsabilidades inherentes al lugar que se ocupa y no se satisfacen las expectativas deseables. También la depresión es un factor que puede llevar al individuo a terapia; una depresión que viene dada por la ausencia de recompensas y retribuciones asociadas a las relaciones interpersonales y laborales. Por otra parte, la ausencia de asertividad puede llevarles fácilmente al fracaso o la pérdida, situación que puede degenerar en depresiones severas. Diagnóstico y tratamiento del trastorno pasivo-agresivo de la personalidad El paciente adopta una actitud negativa, hablando de lo difícil y complicada que es su vida; todo ello unido a sus inevitables frustraciones. Incapaz de comprender que es él mismo quien contribuye a crear sus dificultades, acaba culpando siempre a los demás. Sus justificaciones habituales consisten, por ejemplo, en que perdió un trabajo porque el jefe era injusto o bien se trataba de un trabajo que impedía su libertad de acción. Aunque su comportamiento guarda ciertos paralelismos con los paranoides en cuanto a su conflictividad con los modelos autoritarios, los pasivo-agresivos se centran más en las interferencias que perciben y que les impiden hacer las cosas a su manera. Tras el diagnóstico conviene efectuar una evaluación de las habilidades sociales . En el posterior tratamiento deben tenerse en cuenta las actitudes propias de estos individuos que obstaculizan la conducta social apropiada.
CONCLUSIÓN
Al concluir este trabajo, hemos tenido la oportunidad de conocer el papel que pueden jugar los diferentes tipos de trastorno de personalidad en nuestra vida y como pueden en ocasiones provocar gran tensión a las personas afectadas, lo cual les parece difícil cambiar su forma de pensar sobre las situaciones que viven y responder ante estos. También de como los problemas clínicos se intensifican cuando, como es casi siempre el caso, la persona no considera sus patrones de comportamiento inadaptados o indeseables, aun cuando las consecuencias desagradables y contraproducentes de esas conductas sean obvias para los demás. Con respecto a los trastornos de la personalidad encontramos que estos son mas frecuentes en la población de lo que se creen, ya que estos se presentan sin mostrar demasiado evidencia como en los demás casos de problemas psicológicos. A lo largo de muchas décadas, aquellos involucrados en el terreno de la salud mental han tratado de dar respuesta a preguntas tan sencillas como, donde se traza la línea imaginaria entre una personalidad sana o funcional o una personalidad enferma o disfuncional. La personalidad en términos utilizados ampliamente no solo por médicos y psiquiatras si no por el común de la gente, cada uno utilizando según la convivencia de lo que quiere expresar; En este sentido la definición que cuenta con la mayor aceptación es aquella que determina a la personalidad como un "patrón persistente de las experiencias internas y del comportamiento que dictan las respuestas de un individuo. La observación de la estimación de la frecuencia de estos trastornos en nuestra comunidad indica un grave problema de salud en términos absolutos, probablemente mayor del que se creía, pero de magnitud similar al descrito en otras poblaciones de características parecidas. Una persona con un trastorno de la personalidad son muy delicadas y ahí que tratarlos con mucha atención, no traten de manejarlo todo en sus manos si no que ahí que llevarlo con un especialista el sabrá el método adecuado para poder controlar los síntomas y sobre todo la ayuda también es en casa.
BIBLIOGRAFIA
Revista electrónica “salud mental” by suite 101. Juan Montane Lozoya (12.
Nov. 2010)
Anbres Calvo, Psicoterapeutas, Esther Blanco; Psicologoviedo.com
Clinicadam.com Dr. Marín Herrera Medico Especialista en Psiquiatría.
Psico-wed.com.
OBJETIVO GENERAL
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Conocer que es el trastorno pasivo agresivo de la personalidad, y la influencia o grado de dificultad que puede provocar en las personas.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
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Conocer los signos y síntomas de una persona que posee el trastorno pasivo agresivo.
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Conocer las complicaciones, comportamientos y manera pensar que puede presentar una persona con trastorno pasivo agresivo.