El Contrato Dreyfus, fue firmado durante el gobierno del coronel EP José Balta, Balta , cuando el doctor Nicolás Nicolás de Piérola Villena fue ministro de Hacienda
Antecedentes: el fantasma de la crisis económica El mariscal Ramón Castilla y Marquezado Marquezado,, muere en Tiviliche en pleno desierto el 30 de mayo de 1866 1866;; mientras tanto, el general de división EP Mariano Ignacio Prado en comicios fraudulentos, ya que se realizaron sólo en Lima y Callao Callao,, fue elegido presidente del Perú Perú.. Ante tal hecho, se produjo una revolución en Arequipa Arequipa,, “invocando el cumplimiento de la Constitución de 1860 ”. Prado, al mando de su ejército ejército,, acudió a debelarla, pero fue rechazado por las tropas rebeldes. Regresó a Lima y renunció el 7 de enero de 1868 1868.. El general de división Pedro Díez-Canseco que había dirigido la revolución de Arequipa, entró con su ejército a Lima, tomó el poder político y convocó al Congreso Congreso.. Se llamaron a elecciones populares y salió elegido como nuevo presidente de la República,, el coronel José Balta, el 2 de agosto de 1868. República Durante el gobierno de Balta se construyeron los ferrocarriles de Chancay Chancay,, Moquegua Moquegua,, Puno,, Pisco y Pacasmayo. Se terminó el de Mollendo –Arequipa. Se iniciaron Puno iniciaron los trabajos del ferrocarril Lima– La La Oroya y el de Chimbote –Huallanca. Los exorbitantes gastos en la construcción de ferrocarriles empezaron a mellar la débil economía del Perú. Perú . Para tratar de aumentar los ingresos y salvar el estancamiento económico del país, se tomaron las siguientes medidas: a) Se echó mano a la explotación y venta del salitre de Tarapacá Tarapacá.. Ese producto tenía buen mercado porque, por ejemplo, comparándolo con el producido en Chile,, resultaba de mejor calidad. Chile b) Se reactivó la política política de empréstitos; empréstitos; es decir, se volvió a acudir al fácil expediente de traer bienes de capital del extranjero, endeudarse, y cumplir con los compromisos internos con dinero ajeno. La política del endeudamiento externo, a través de toda la historia historia,, ha sido un negocio redondo para las entidades o los países acreedores. En cambio, ese dinero para los países deudores deudores siempre ha producido producido una sobrecarga sobrecarga financiera, financiera, porque tiene dos dos componentes: 1) La deuda principal, que se debe amortizar mediante un cronograma; y, 2) El interés, que es un porcentaje un porcentaje del capital principal y pagadero también mediante un cronograma. Genera también, una dependencia del deudor frente al acreedor, por lo que los países más endeudados son los más dependientes. Como la venta del guano guano peruano peruano empezó a declinar, primero, por depredación, segundo, por sustitutos que iban apareciendo usándose en el mercado rural europeo y, tercero, por deficiente administración, los presupuestos de la República, basados
principalmente en los ingresos gracias a la venta de este abono natural, terminaban siempre con saldos negativos. Se agravó el problema porque, al incumplir el Perú sus compromisos con acreedores extranjeros, los gobiernos de turno empezaron a utilizar otro mecanismo. Acudieron a los mismos consignatarios para que presten plata al tesoro público. Cuanto más decreciente se hizo la morosidad peruana en el extranjero, mayor cantidad de dinero prestaban los consignatarios, hasta que ese conjunto de compradores de guano también se convirtió en principal acreedor de la economía peruana. Tan fuerte fue la crisis económica que el Gobierno no tenía caja para pagar sus compromisos internos y externos, motivo por el cual con más frecuencia se usó el endeudamiento con los consignatarios. Éstos aprovecharon la situación y como condición para prestar dinero, usaron la artimaña de pedir prórrogas de sus contratos, obteniendo mayor cantidad de años en calidad de consignatarios. De este modo Perú entró en la órbita de los países que empezaron a vivir de onerosos empréstitos.
Intentos de Balta y Piérola para salir de la crisis: el Contrato Dreyfus & Hnos Balta para salir de la crisis, nombró como ministro a Nicolás de Piérola, político conservador–demócrata, de apenas 30 años de edad. Había estudiado instrucción media, Teología y Derecho en el Seminario de Santo Toribio de Mogrovejo de Arequipa. Se separó del Seminario en 1860 y se graduó en la Facultad de Derecho de Lima. Piérola como ministro de Hacienda, pidió autorización al Congreso de la República para negociar directamente (sin consignatarios) la venta del guano al extranjero, en un volumen que bordeaba las dos millones de toneladas métricas. Lanzada la propuesta, la casa judío francesa “Dreyfus & Hnos.” la aceptó. El contrato entre el Gobierno peruano y Dreyfus & Hnos. se firmó el 17 de agosto de 1869 y fue aprobado por el Congreso el 11 de noviembre de 1870. El contrato se llevó adelante a pesar de las protestas de los capitalistas peruanos o consignatarios. El contrato entre Dreyfus & Hnos. y el Estado establecía: 1º “Dreyfus & Hnos.” se compromete a adquirir la mercadería establecida al término de los contratos con los consignatarios. 2º Mientras tanto, adelantaría al Gobierno la suma de 2 millones de soles en dos mensualidades (esta suma fue, luego, elevada a 3 millones). 3º En los meses sucesivos, daría 700 mil soles cada mes hasta el año 1871. 4º Se encargaría de cubrir los pagos de la deuda externa hasta los 5 millones de soles que se necesitaban cada año. 5º Para todos los casos de pagos e inversiones se establecían los intereses y primas del caso. 6º “Dreyfus & Hnos.” tendría el comercio del guano para los mercados de Mauricio, Europa y sus colonias (a excepción de Cuba y Puerto Rico).
¿El Contrato Dreyfus fue un alivio para la economía peruana? El Perú iba a recibir casi un total de 73 millones de soles de dinero fresco. Dice el doctor César Antonio Ugarte: “En nuestro concepto, el contrato Dreyfus representaba un gran progreso en el manejo de las rentas del guano. Las dificultades sobrevivientes tuvieron origen, más que en el contrato mismo, en los empréstitos levantados por mediación de la citada casa y en los excesivos adelantos que de ella pidió el Gobierno, para los gastos interiores, desvirtuando la idea que había inspirado el plan”.
Pero Balta y de Piérola ¿cómo emplearon esos dineros frescos? En Europa de ese tiempo imperaba el “boom” de los ferrocarriles. Balta como hemos dicho, sin medir las consecuencias para el Perú, inició un agresivo plan ferrocarrilero en el Perú. Como las arcas eran deficitarias, acudió al fácil recurso financiero del préstamo extranjero. Y en París donde estaba la matriz de la casa Dreyfus & Hnos., otorgaron el primer préstamo por 76 millones de soles, con lo que sobrepasó largamente el rendimiento financiero del guano, el principal recurso de entonces para captar capitales vía exportación. Todo ese dinero se usó en construcción de ferrocarriles; así los datos: en el año 1861, el Perú contaba con una red ferrocarrilera de 90 kilómetros. Se llegó al año 1874, con 947 kilómetros. Entre 1861 y 1874, en 13 años, se había construido una red ferrocarrilera que tenía 10 veces más de extensión. Incuestionablemente un logro impresionante. Pero la fiebre de la construcción continuó. En 1879, el Perú, contaba con 1,963 kilómetros de vía férrea. Se duplicó en 5 años la capacidad ferrocarrilera instalada. La bonanza del dinero prestado con el que se construían los ferrocarriles, como se supone, fue pasajera. Como al Gobierno le faltaba dinero para pagar a los contratistas de la construcción de ferrocarriles recurrió a pedir adelantos a Dreyfus & Hnos., ocasionando que a la cuantiosa deuda pública, ahora se agregara el consumo por adelantado de la renta producida por al contrato Dreyfus. Esta fue la política “salvadora” que usó, tanto, José Balta, fue diseñada por Nicolás de Piérola. Mientras los funcionarios gubernamentales estaban ocupados en la danza del guano, los empréstitos y los ferrocarriles, la población peruana estaba mucho más que desprotegida; estaba abandonada sobre todo la población de los estratos más pobres. La falta de servicios elementales de higiene, de salud y educación eran notables. La “política salvadora” de Balta y de Piérola como ministro hizo que el hombre pobre tuviera que lidiar con graves problemas de malnutrición, la que se convirtió en caldo de cultivo de diversas enfermedades y de una mortal epidemia. Entre los gobiernos de Mariano Ignacio Prado y del de José Balta, se presentó una epidemia de fiebre amarilla. Fue detectada en marzo de 1868, cuando Lima tenía aproximadamente 100,000 habitantes. Sus efectos fueron impresionantes: hubo días que morían 86; en otros 48 personas (una de las víctimas fue José Toribio Pacheco, 1828 – 1868, distinguido jurista y diplomático). Recién en junio la epidemia desapareció. Entre marzo y junio de 1868 habían muerto, por fiebre amarilla, 4.222 personas; de otras enfermedades habían fallecido, 1.522. Del total de muertos, 779 eran de la misma Lima; 3.170 de otros
lugares del país; y 1.134 “sin definición de procedencia”. Murieron, asimismo, 130 italianos, 89 franceses, 76 chilenos y 23 ingleses.
Cambios en el contrato Se hicieron cambios al contrato durante el gobierno de Manuel Pardo y Lavalle.
Octubre de 1872
El primer cambio en el contrato vino en relación a las mensualidades de 700 mil soles que debía entregar Dreyfus. En esta entrega, Dreyfus hacía descuentos por adelantos y comisiones de la gestión de empresitos, y al final, la entrega líquida era de 300 a 400 mil soles. Se firmó con Dreyfus un nuevo convenio en el cual, este entregaba una mensualidad por un año de 500 mil soles (6 millones al año) y luego una mensualidad de 200 mil soles por el año siguiente (2.4 millones). Marzo de 1873
Otro cambio del contrato fue en relación al millón de libras esterlinas, equivalentes a 5 millones de soles, que Dreyfus tenía que aportar cada año hasta amortizar los bonos del emprésito de 1865. En enero de 1872, el gobierno de Balta hizo un contrato con Dreyfus para la emisón de bonos por 36.8 millones de libras esterlinas, equivalentes a 184 millones de soles de plata, además de que Dreyfus debería de rescatar todos los bonos de 1865 y cobrarse con lo obtenido de ese emprésito. Pero resultó que por la crisis económica mundial de ese año, solo se pudo colocar 4 millones de libras esterlinas en bonos. En marzo de 1873, el Estado pactó con Dreyfus la suspensión de la entrega del millón de libras esterlinas de la deuda externa, pues ya todos los bonos habían sido rescatados por Dreyfus; la entrega de dos millones de libras esterlinas ese año, para atender los trabajos públicos (ferrocarriles), la entrega de un millón de libras esterlinas anuales, y postergar la colocación de bonos que Dreyfus debía hacer del emprésito de 1872 hasta que los bonos peruanos suban en su cotización. Abril de 1874
A fines de 1873, Dreyfus tenía por exportar un millón de toneladas de guano de las dos que había comprado. Podía, mientras no las vendiese, impedir que el gobierno consignase o negociara el abono de los mercados europeos. Es que el contrato no específicaba hasta cuando Dreyfus tenía tiempo para retirar sus dos toneladas de guano, quedando indefinidamente en posición de monopolio. Dreyfus tampoco había cumplido con entregar el millón de libras esterlinas para el fondo de obras públicas, de acuerdo a la modificación de marzo de 1873. Además, Drefus pasaba por una terrible falta de
liquidez que podía llevarlo a la quiebra, agudizado por al caída de demanda del guano en el mercado europeo. El 15 de abril de 1874 se acordaron nuevas modificaciones al contrato: •
•
•
•
•
El gobierno obtuvo el derecho de exportar guano desde el 1 de julio de 1875 y de venderlo en todos los mercados del mundo desde el 1 de noviembre de 1876, aún cuando Dreyfus no haya concluido de exportar el guano comprado. Dreyfus entregaría 7 millones de soles por mensualidades para atender los gastos públicos. Dreyfus pagaría los intereses y amortizaría la deuda externa en los semestres de 1 de julio de 1874, 1 de enero y 1 de julio de 1875. Dreyfus recibió el derecho de beneficiar el guano mediante el procedimento del ácido sulfúrico para aumentar su proporción de materias fertilizantes. Se redujo el precio de venta de 13 libras esterlinas a 12 libras 10 chelines, pues el gobierno pensaba que el alto precio había ocasionado la caída de la demanda.
Al final, llegó noviembre de 1876 y Dreyfus estaba muy lejos de haber vendido sus dos toneladas de guano y entró en vigencia un contrato de consignación entre el Estado y la Peruvian Guano Company.
º