ORIGINALES
Rev. Logop., Fon., Audiol., vol. XV, n.o 4 (241-250), 1995
LA EVALUACIÓN DEL LENGUAJE ORAL INFANTIL Por
J. L. Gallego Ortega Logopeda de los Equipos de Atención Temprana y Apoyo a la Integración de Granada.
INTRODUCCIÓN
E
l lenguaje se organiza en múltiples niveles del Sistema Nervioso, se asienta en unas bases anatómicas y fisiológicas determinadas, y su adquisición y desarrollo es el resultado de un proceso de interacción continua del sujeto con las personas de su entorno, donde intervienen, en mayor o menor grado, factores psicoafectivos, lingüísticos, cognitivos, etc. Este proceso sigue unas pautas, en general, normativas donde confluyen diversas variables que puede enlentecer o alterar el curso normal del desarrollo lingüístico, perjudicando la evolución global de las capacidades del sujeto. Ello acentúa la necesidad de considerar a los primeros años de la infancia como el momento idóneo para detectar aquellos niños/as con dificultades de comunicación, dada la importancia del lenguaje como medio de socialización y de aprendizaje (Schaffer, 1989). En base a su desarrollo, el lenguaje va asumiendo diferentes funciones (Halliday, 1982), siendo un factor fundamental en la estructuración de la personalidad infantil y desempeñando un papel primordial en la adquisición de los aprendizajes escolares. Todo ello hace del lenguaje una dimensión básica del desarrollo infantil, que exige a los profesionales disponer de los conocimientos necesarios para abordar su evaluación con suficientes garantías, teniendo en cuenta que la diversidad de formas de comunicación y dificultades de lenguaje posibles, son relativamente abundantes. No podemos olvidar que el éxito o fracaso de cualquier programa de intervención depende, en buena medida, de las técnicas, instrumentos y/o procedimientos utilizados durante la evaluación. Por eso la evaluación no puede ser una
fase rutinaria que nos lleve a «juicios clínicos» rápidos y poco meditados, ya que el proceso evaluador encierra algunas dificultades y exige profesionales informados.
LA EVALUACIÓN DEL LENGUAJE ORAL: COMPONENTES BÁSICOS La evaluación del lenguaje deberá ser atendida como un proceso de toma de decisiones que requiere de actuaciones cohesionadas de diversos profesionales por sus dificultades intrínsecas (Tabla 1) y sus implicaciones educativas. Entender la evaluación como un proceso supone admitir que evaluación e intervención son constructos interactivos (Miller, 1986) y en cuanto qué proceso unido a la intervención tendría asumidas tres intenciones fundamentales: a) la detección del problema lingüístico inicial, b) la valoración diagnóstica del mismo según el contexto y c) las necesarias recomendaciones para la intervención. En este proceso que, en la mayoría de los casos, necesita la presencia de un Equipo Multiprofesional es imprescindible la existencia de un profesional suficientemente informado, al menos, sobre los sistemas de comunicación, el desarrollo cognitivo y el desarrollo normativo del lenguaje y sus posibles alteraciones. Ese conjunto de decisiones a adoptar podrían ordenarse, de acuerdo con las aportaciones de Miller (1986) y Cruz y Alonso (1987), en torno a algunas cuestiones básicas que cubrirían todo el proceso evaluador: — ¿Pa ¿Para ra qué qué evalua evaluamos mos al al niño? niño? — ¿Qu ¿Quéé es lo lo que vam vamos os a eval evaluar uar?? — ¿Có ¿Cómo mo vamo vamoss a eva evalua luar? r?
Correspondencia: J. L. Gallego Ortega. Urbanización Los Cármenes; bloque n. o 4; escalera A; 3. o C. 18013 Granada.
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TABLA I. — Dificultades del proceso evaluador • • • • •
La misma naturaleza del lenguaje La especificación de los contextos socioculturales Los ritmos individualizados del desarrollo Las dificultades intrínsecas al proceso de exploración La homogeneización/estandarización de las pruebas
La respuesta a estas preguntas permite señalar los objetivos de la evaluación, determinar los contenidos de la misma y establecer/elegir los procedimientos, técnicas e instrumentos del proceso evaluador. Estas cuestiones son interdependientes, tienen un carácter sistémico y sus respuestas se influyen y se condicionan mutuamente. Nosotros abundaremos sobre las mismas, estableciendo el marco de referencia para la evaluación del lenguaje y organizando el proceso evaluador en torno a las siguientes cuestiones: — ¿Para qué evaluar?: señalar los objetivos de la evaluación. — ¿Qué evaluar?: determinar los contenidos de la evaluación. — ¿Cuándo evaluar?: precisar la temporalidad de la evaluación. — ¿Cómo, con qué evaluar?: establecer/elegir las técnicas, los procedimientos y los instrumentos de la evaluación.
¿Para qué evaluar?: los objetivos de la evaluación del lenguaje Los objetivos de la evaluación del lenguaje son una declaración de intenciones que ayudan a planificar la práctica, en la medida en que nos marcan el camino a seguir durante el proceso. La evaluación del lenguaje admitiría, así, distintos objetivos. De un modo general, se trata de ver cuál es el nivel de competencia comunicativa del sujeto, en qué medida está alterado y cómo podemos mejorar su proceso de aprendizaje de manera afectiva. No obstante, conviene precisar algunos objetivos que parecen fundamentales a la hora de intervenir en el lenguaje de un sujeto. Un primer objetivo podría ser el establecer el nivel de conducta verbal . Esto nos permite observar el nivel de desarrollo lingüístico del niño/a, apreciando su competencia comunicativa con respecto a criterios 242
TABLA 2. — Objetivos del proceso evaluador 1.
Establecer el nivel de desarrollo de lenguaje oral: — Diferenciación entre retraso y alteración — Precisión del desarrollo de las bases anatómico funcionales, dimensiones, componentes y procesos del lenguaje — Especificación de la conducta verbal a intervenir
2.
Detectar posibles problemas lingüísticos: — Establecimiento de objetivos base — Determinación de próximas evaluaciones — Canalización de los sujetos
3.
Diseñar y desarrollar el Plan de intervención: — Análisis riguroso de los datos — Revisión de las aportaciones de las distintas ciencias sobre los modelos de intervención en el lenguaje — Determinación de los procesos del lenguaje y componentes del sistema lingüístico a tener en cuenta — Ejecución del programa de intervención
4.
Observar los cambios producidos durante la intervención: — Evaluación del sujeto desde una perspectiva personal, familiar, escolar y social — Variación de los contenidos y/o procedimientos de intervención
evolutivos previos. Ello permite establecer diferencias importantes entre retraso y alteración, entre dificultades transitorias y permanentes, así como precisar el desarrollo de las bases anatómicas y fisiológicas, de los componentes y de los procesos del lenguaje, para especificar la conducta verbal a intervenir. Un segundo objetivo podemos precisarlo en la necesidad de detectar posibles problemas lingüísticos . Se trata de determinar cuál sería el grado de desviación, respecto a la evolución normativa, que un determinado niño/a presenta para adoptar las medidas necesarias. Es el momento de recordar que los ritmos de desarrollo evolutivo son personales e intransferibles, por lo que cualquier desviación respecto a la «norma lingüística» deberá ser contemplada desde el máximo respeto a las diferencias individuales. El tercer objetivo que justifica la evaluación del lenguaje sería el de diseñar y desarrollar un plan de intervención adecuado . Es el momento de analizar rigurosamente los datos, de recabar la información que los distintos modelos (lingüístico, conductual, médico…) nos proporcionan para intervenir en los proble-
TABLA 3. — Los contenidos de la evaluación A. Las bases anatómico-funcionales del lenguaje: A.1. Audición A.2. Aparato fonoarticulador: A.2.1. Respiración A.2.2. Fonación. La voz. A.2.3. Articulación B.
Las dimensiones del lenguaje: B.1. La forma del lenguaje B.2. El contenido del lenguaje B.3. El uso del lenguaje
C.
Los procesos del lenguaje: C.1. Decoficiación lingüística (comprensión) C.2. Codificación lingüística (expresión)
D. Otros D.1. D.2. D.3.
aspectos a valorar: Nivel de desarrollo cognitivo Nivel de desarrollo psicomotor Nivel de desarrollo socio-afectivo y emocional
nentes del sistema lingüístico, que Forns estructura en tres dimensiones, y de los procesos del lenguaje, sin olvidar el importante papel que juegan los procesos cognitivos en la adquisición del mismo.
Evaluación de las bases anatómicas y fisiológicas El lenguaje se asienta en unas estructuras anatomofisiológicas que lo hacen posible y que merecen nuestra consideración en el análisis global de la evaluación del lenguaje. Audición Discriminación de la intensidad, del tono, del timbre, asociación significante/significado sonoro, adecuación a distintos ritmos, audiometrías… Respiración
mas de lenguaje, de determinar los componentes y procesos del lenguaje a contemplar en el programa, de aplicar, en fin, el programa de intervención diseñado. Finalmente, el cuarto objetivo a señalar consistiría en observar los cambios experimentados por el sujeto durante la intervención . Para conseguir este objetivo deberemos someter a análisis el lenguaje del niño/a en diferentes situaciones: en el contexto de la intervención, en el contexto del aula y en el contexto familiar. En la tabla 2 recogemos los cuatro «macro-objetivos» expuestos, explicitando las tareas que cada uno de ellos conlleva.
¿Qué evaluar?: los contenidos de la evaluación del lenguaje En este proceso de toma de decisiones el que nos hemos referido más arriba, la evaluación del lenguaje supone determinar el nivel de eficiencia en habla, lengua y comunicación que un determinado sujeto tiene, especificando en qué medida está alterado su lengua je (Forns, 1989). La evaluación abarca los mecanismos, los componentes y los procesos del lenguaje. El contenido de la evaluación del lenguaje (Tabla 3) puede ser abordado en base al análisis de los compo-
Tipo de respiración, capacidad respiratoria, intensidad del soplo, direccionalidad del soplo, control del soplo, suficiencia/insuficiencia nasal… Fonación Tipo de voz, intensidad, tono, duración, timbre… Articulación (órganos) • Labios: frenillo labial, parálisis, macrostomía, heridas… • Mandíbulas: disostosis, progenie, atresia mandibular… • Dientes: mala impostación, diastemas… • Lengua: macroglosia, microglosia, parálisis… • Paladar: fisura palatina…
Evaluación de las dimensiones del lenguaje Obtener información necesaria para evaluar las habilidades comunicativas y lingüísticas de un sujeto, requiere analizar las dimensiones del lenguaje (Fig. 1). a. Fonología: estudia el modo de organizarse los sonidos de una lengua y cómo las palabras (oraciones) pueden decirse en diferentes tonos de voz. In243
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Evaluación de las dimensiones del lenguaje
Forma
Contenido
a. Fonología Cap. articulatoria. Tipo de fonemas. Adquisición del sistema fonológico.
Uso
c. Semántica Léxico. Relaciones de significación. Definición de palabras. Cto. de objetos. Relaciones especiales. Significado de la frase.
b. Morfosintaxis Tipos de oraciones. Modos de conexión. Organización de los enunciados. Inflexiones morfológicas. Sucesión de las oraciones. Longitud media de los enunciados.
FIG. 1.
d. Pragmática Funciones comunicativas. Análisis de contextos. Interlocutores. Elección de mensajes. Actos de habla.
Las dimensiones del lenguaje.
k
/n/ /k/
[n] alveolar
[n,] [n. ] [n] dental interdental palatal FIG. 2.
[m] labial
dependientemente de que los seres humanos podamos emitir múltiples sonidos, sólo un número relativamente pequeño de ellos se emplea para expresar significados. Por medio de la fonología identificamos los rasgos sonoros que diferencian significados (k/>velar; /t/>dental…). Las unidades fonológicas básicas son los fonemas, que son las unidades de la segunda articulación (Martinet) o unidades más simples de expresión hablada (son finitos). La realización acústica de los fonemas conforma el sistema de sonidos (son infinitos), teniendo en cuenta que a un mismo fonema le pueden corresponder diferentes so244
c
[b ] velar
Alófonos del fonema /n/.
qu
/ / FIG. 3.
z
Grafías de los fonemas /k/ y ( ).
nidos (Fig. 2) y que los fonemas pueden ser representados por diferentes letras o grafías (Fig. 3). La evaluación del nivel fonológico debe contemplar tanto la producción como la comprensión de los sonidos del habla. Será el momento de evaluar el grado de adquisición de los fonemas en sus distintas categorías y posiciones, así como los procesos fonológicos (sustitución, asimilación, simplificación) que permiten al sujeto su utilización (Ingram, 1983). Además incluiremos aquí el análisis fonológico de aquellos hechos prosódicos que matizan el mensaje de los enunciados y que se refieren a la intensidad so-
TABLA 4. — Funciones comunicativas según Halliday (1982) 1. Instrumental: el lenguaje como medio para satisfacer necesidades («yo quiero»). 2. Reguladora: el lenguaje como medio de control de los demás («hazlo como yo te digo»). 3. Interaccional: el lenguaje como medio de interacción con los otros («yo y tú»). 4. Personal: el lenguaje como medio para expresar la propia individualidad («aquí llego yo»). 5. Heurística: el lenguaje como medio para conocer la realidad («dime por qué»). 6. Imaginativa: el lenguaje como medio para crear un entorno propio («vamos a hacer como si»). 7. Representativa: el lenguaje como medio para transmitir información («tengo algo que decirte»).
nora, la entonación, la duración de la articulación y los fenómenos del acento (Rondal y Bredart, 1991). b. Morfosintaxis: la morfología tiene por objeto el estudio y clasificación de las palabras aisladas del contexto, así como de los componentes gramaticales de una palabra (morfemas), siendo las unidades básicas de aquélla, el morfema y la palabra. De otra parte, la sintaxis estudia las combinaciones de palabras y sintagmas en la oración, teniendo por unidades básicas la palabra (en el contexto), el sintagma, la proporción y la oración. La evaluación de la morfosintaxis puede hacerse tomando en consideración el desarrollo evolutivo. Crystal (1981) contempla siete estadios en el desarrollo gramatical infantil. Un análisis comparado entre el lenguaje de un sujeto determinado y el desarrollo morfosintáctico normativo, nos puede ser útil para establecer el nivel de habilidades lingüísticas en los ámbitos comprensivo y expresivo. Nos interesa el análisis de las clases de palabras (sustantivos, verbos, adverbios…), el uso de las inflexiones morfológicas para indicar el tiempo y el número, así como las relaciones semántico-sintácticas entre las palabras establecidas por las distintas categorías morfológicas (preposiciones, conjunciones, artículos…). Especialmente relevante para este análisis nos resultará el LARSP (Language Assessment Remediation and Screening Procedure) de Crystal, Fletchner y Garman (1983).
En el ámbito de la sintaxis interesa analizar aspectos tales como el tipo de construcciones sintácticas, la complejidad de las oraciones, la estructuración de los sigtarmas (nominales-verbales) y los posibles desajustes (errores, omisiones…) que a este nivel puedan producirse, porque la evaluación de la sintaxis requiere un adecuado conocimiento tanto de la estructura de la lengua como del orden de su desarrollo (Forns, 1989). c. Semántica: estudia el significado lingüístico, que se da ya con las primeras palabras del niño/a. Los enunciados que produce un sujeto pueden ser analizados desde el punto de vista del significado, además de la perspectiva gramatical. Esto significa abstraerse de la forma en cómo se combinan las palabras y centrarse en lo que cada una significa. Pero el análisis semántico del lenguaje de un sujeto debe ser considerado no sólo desde la perspectiva de la palabra aislada, sino dentro de la estructura oracional en la que se produce. d. Pragmática: considera al lenguaje desde una perspectiva dinámica, como un conjunto de situaciones comunicativas donde las creencias e intenciones de los interlocutores tienen un papel muy importante. Tiene por objeto el estudio de las funciones del lenguaje (Halliday, 1982) (Tabla 4) y de los actos de habla (Austin, 1982 y Searle, 1980), debiendo ser analizados los aspectos verbales y no verbales del lenguaje.
Evaluación de los procesos del lenguaje En cualquier actividad comunicativa se produce (Castilla, 1993): — La ideación y elaboración del mensaje. — La transmisión del mismo a través de un medio. — La recepción e interpretación del mensaje. La codificación incluye la ideación y elaboración del mensaje verbal. La decodificación es el proceso que tiene lugar una vez que el mensaje ha sido transmitido. El análisis de ambos procesos a través de distintos procedimientos y técnicas es parte esencial del contenido del lenguaje.
Evaluación del desarrollo cognitivo Piaget postula que la adquisición y el desarrollo del lenguaje depende de una serie de capacidades 245
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TABLA 5. — Recursos para la evaluación del lenguaje. Técnicas/procedimientos/instrumentos de evaluación Test estandarizados
Escalas de desarrollo
Tests (procedimientos) no estandarizados
Observación conductual
• • • • • • • • • • • • •
Aplicados a partir de los tres años de edad. Miden uno/varios aspectos de la conducta verbal. Resultan incompletos/insuficientes, aun siendo de una extraordinaria ayuda. E.D. Psicomotor de la 1.a infancia (Brunet-Lézine). E.D. de Gesell. E.D. de Rondal. Producción verbal espontánea (PVE). Producción verbal provocada (PVP). Comprensión (C). Imitación provocada (IP). Basada en los principios de la Psicología Experimental y del Aprendizaje. No rechaza los procedimientos anteriores. Parte de la evaluación de las conductas lingüísticas alteradas o retrasadas y las variables con ellas relacionadas para establecer los objetivos de la intervención.
cognitivas previas, sin las cuales tales adquisiciones se verían dificultades. Estos planteamientos obtuvieron una réplica inmediata (Bruner), sin que todavía hoy se pueda constatar un acuerdo definitivo. Lo que está fuera de toda duda son las relaciones entre el pensamiento y el lenguaje, es decir, la relación entre ciertos procesos cognitivos y el desarrollo lingüístico temprano. La consecuencia de estas implicaciones nos lleva a admitir la conveniencia de analizar el desarrollo cognitivo por lo que contribuye al proceso evaluador del lenguaje. Se necesita evaluar el nivel de desarrollo cognitivo de un niño/a para determinar la situación de su desarrollo lingüístico, porque si un niño/a tiene un desarrollo lingüístico (comprensión, producción y pragmática) igual al cognitivo no se consideraría que presenta un problema de lenguaje, con independencia de su edad cronológica (Miller, 1986). Además de atender al desarrollo cognitivo que presenta el sujeto a una edad determinada, se hace aconsejable contemplar cuál es el grado de desarrollo de otras capacidades infantiles (afectivas, motrices y sociales) por su importante contribución en el proceso de adquisición y desarrollo del lenguaje. Los distintos aspectos reseñados (cognitivos, psicomotrices, socio-afectivos y emocionales) juegan un papel destacado en el desarrollo de las capacidades comunicativas de los sujetos, al facilitarlas o inhibirlas. La etapa infantil se nos presenta así como el momento idóneo para compensar y/o prevenir posibles desajustes. 246
¿Cuándo evaluar?: la temporalidad de la evaluación del lenguaje Teniendo en cuenta las aportaciones de Coll (1993) podemos distinguir tres momentos en el proceso evaluador: 1) la evaluación inicial que supone una toma de decisiones al iniciar una nueva fase de aprendizaje sobre el qué y el cómo ha de ser enseñado, 2) la evaluación formativa, durante el proceso de enseñanzaaprendizaje con el objetivo de reajustar los procedimientos y objetivos preestablecidos y 3) la evaluación final, al concluir la fase de enseñanza-aprendizaje, donde se valora la adecuación de la intervención.
¿Cómo, con qué evaluar?: establecer/elegir las técnicas, los procedimientos y los instrumentos de la evaluación Par evaluar la conducta verbal de un sujeto podremos servirnos de los procedimientos recogidos en la tabla 5.
La observación La observación se convierte en los primeros años de la Educación Infantil y Primaria como la técnica más usual de valoración. En el terreno del análisis del lenguaje debe tener un carácter sistemático de manera que permita obtener la información necesaria para una continua, fundamentada y rápida toma de decisiones. En ningún caso debe adquirir un carácter ex-
TABLA 6. — Los tests estandarizados de lenguaje Denominación
Test Illinois de aptitudes psicolingüísticas (ITPA) Kirck, McCarthy y Kirk (1986) Adaptado por Ballesteros y Cordero (1984)
Desarrollo de la morfosintaxis en el niño (TSA) Aguado (1989) Adaptación española del Northwestern Syntax Screening Test (NSST) de Lee (1969) Test de vocabulario en imágenes Peabody (PPVT) Dunn (1959) Test conceptos básicos Boehm (1969) Escalas desarrollo lingüístico (RDLS) Reynell
Prueba lenguaje oral Navarra (PLON) Aguinaga y cols.
Aspectos evaluados
Más completo Tres procesos: Receptivo-Asociativo-Expresivo Dos canales: Auditivo - Verbal Visual - Motor • Dos niveles Organización: Representativo Automático • Comprensión: • — Señalar el dibujo correspondiente a una frase dada • Expresión: • — Elegir entre dos frases dadas la que corresponda Test no verbal de respuesta de elección múltiple • Comprensión: • — Entre cuatro dibujos se elige uno • Comprensión: • — Elegir entre tres dibujos el que mejor corresponda a la fase dada Dos escalas independientes: • Comprensión: Mide relación entre símbolos, objetos y atributos • Lenguaje espontáneo, vocabulario, creatividad lingüística • Forma • Contenido • Uso
Edad
• • •
clusivista, pudiendo ser complementada con otros procedimientos que contribuyan a obtener una visión más objetiva de la realidad. Esta observación, en el contexto del aula, debe ajustarse a ciertos criterios: • Realizarse de forma sistemática, integrada en el propio proceso de intervención, para que no sea un elemento extraño que distorsione el proceso. • Tener un carácter cualitativo y explicativo permitiendo una valoración de los procesos seguidos durante el propio proceso evaluador. • Respetar las diferencias individuales mediante el análisis de las características y necesidades específicas de cada sujeto. • Abarcar aspectos verbales y no verbales, y el contexto en el que se produce la comunicación, con el fin de valorar adecuadamente las intenciones comunicativas. Para Tough (1987) la observación del lenguaje debería considerar tres aspectos fundamentales: 1) el uso soicial del lenguaje, 2) la producción del habla y 3) los propósitos de la conversación.
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1-5
4-6
Las escalas de desarrollo Están confeccionadas en base a una serie de habilidades/conductas observables que se adquieren según una edad cronológica determinada, correlacionándose con la edad media de adquisición en niños/as normales. De esta forma se observa el comportamiento verbal de un sujeto determinado y se sitúa en un nivel concreto según su edad. La obtención de la información puede realizarse por observación directa, por preguntas a los padres o demandando al niño/a una serie de tareas.
Los procedimientos no estandarizados El evaluador puede servirse de otra serie de procedimientos que admiten mayor flexibilidad a la hora de valorar el lenguaje oral de los sujetos, que aparecen recogidos en la tabla 5. C.1. PVE (lenguaje espontáneo): analiza las manifestaciones lingüísticas infantiles que pudieran 247
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producirse en situaciones de comunicación espontánea, naturales (juegos, conversaciones…) tanto en las relaciones entre iguales como en las interacciones con los adultos. Abarca datos verbales, no verbales y contextuales y se encuadra dentro del paradigma sociolingüístico o ecológico del lenguaje (Forns, 1989). La evaluación de las observaciones deberá realizarse tanto desde una perspectiva cuantitativa (producto) como cualitativa (proceso), lo que permite una mayor aproximación al lenguaje del niño/a C.2. PVP (lenguaje dirigido): frente a las dificultades de análisis que plantea el enfoque ecológico, es aconsejable recurrir a un modelo «referencial» (Forns, 1989), que pretende analizar las habilidades lingüísticas del sujeto en base a las consignas impuestas por el evaluador, tanto en la elaboración y transmisión de mensajes como en la recepción y comprensión de los mismos. Desde este enfoque perdura la doble vertiente de análisis (producto versus proceso lingüístico). Entre las tareas a realizar recogemos: la lectura de imágenes, dibujos, evocación de conceptos, explicación de historias en viñetas, completar frases, incitación al diálogo, búsqueda de sinónimos/antónimos… C.3. C: con este procedimiento se pueden analizar funciones cognitivas complejas (lenguaje, memoria, razonamiento) de ámbito neurolingüístico. Se trata de analizar la capacidad de comprensión de un sujeto según la ejecución de órdenes, mandatos, dados por el evaluador, o de recabar la comprensión de las acciones evocadas por un determinado dibu jo, etc. Entre las tareas a realizar señalamos: indicación del dibujo correspondiente a una frase dada, cumplimiento de órdenes de dificultad creciente, ejecuciones motoras (lenguaje gestual)… C. 4. IP (lenguaje repetido): este procedimiento consiste en solicitar al niño/a la repetición de una serie de palabras o frases dichas previamente por el evaluador. A través de estas producciones se analiza el lenguaje teniendo en cuenta: — La capacidad de retentiva. — La memoria auditiva. — La capacidad de síntesis de los elementos de la frase. 248
Los tests de lenguaje Un test estandarizado es aquel que, habiendo sido aplicado a un gran número de niños/as de distintas poblaciones, ha demostrado su fiabilidad, resulta válido según los criterios externos de validez y posee datos normativos que permiten realizar comparaciones según las puntuaciones de la escala y las equivalencias de edad en una evaluación individual (Miller, 1986). Se trata, por tanto, de instrumentos que complementan eficazmente cualquier valoración global de las dimensiones del lenguaje, pero que carecen de carácter excluyente. Miller (1986, pág. 218) pone en boca de Siegel (1975) la siguiente afirmación: «Los tests de lengua je son válidos en cuanto medios de ayuda para el profesional. Sin embargo, no pueden ser sustitutos del juicio clínico de un profesional bien informado». Dada su abundancia, y para no extendernos demasiado, recogemos en la tabla 6 algunos de los más utilizados en la actualidad. Para una mayor información aconsejamos consultar la bibliografía que aparece al final del artículo, especialmente el trabajo de Forns.
RESUMEN En los procesos de elaboración del lenguaje hablado intervienen, fundamentalmente, tres grandes estructuras neurofisiológicas: el aparato auditivo (encargado de la recepción de los estímulos), el sistema nervioso central (encargado de la elaboración del lenguaje hablado) y el aparato respiratorio-fonoarticulador (órganos y músculos respiratorios, larigne, faringe, fosas nasales y cavidad bucal). Dichas estructuras, además de las dimensiones y procesos lingüísticos, deberán ser convenientemente analizadas, si lo que se pretende es sentar las bases de una adecuada intervención. En este proceso, la presencia de un profesional debidamente cualificado resulta imprescindible y, en diversas ocasiones, necesitará, asimismo, el concurso de otros profesionales como agentes facilitadores del proceso evaluador. En todos los casos, la utilización de distintas técnicas, procedimientos e instrumentos para completar nuestras informaciones, se presentará como una necesidad in-
salvable. La evaluación es la primera fase del proceso de intervención y jamás debe ser considerada una actividad independiente. La evaluación sin la intervención es una actividad estéril; la intervención sin la evaluación se presenta como una tarea inútil.
SUMMARY In the process of learning to speak a language, three main neurophysiological structures are involved: the auditory system (concerned with the reception of stimuli), the central nervous system (concerned with the development of spoken language) and the respiratory system (respiratory organs and muscles, laryns, pharyns, nasal and oral cavity). These structures, besides of dimensions and, processes should be properly analised so that what we pretend is to stablish the basis of an appropriate intervention. In this process the appropriate presence of a properly qualified professional is essential and in some circumstances other professionals will be needed to help in the evaluation process. In all cases the use of different techniques, procedures and instruments to complete our information will be essential. Evaluation is the first phase in the intervention process and should never be considered as an independent activity. Evaluation without intervention is a sterile activity; intervention without evaluation is a usuless task.
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